Me refiero a su nota --------, mediante la cual solicita se lleven a ...

Como se indicó antes, la condición de persona jurídica únicamente puede ser conferida
por ley, por lo que la cédula jurídica es únicamente un elemento de identificación
registral, de forma tal que se podría afirmar que únicamente sirve para tales efectos. La
verificación de la personería jurídica no se acredita mediante la cédula jurídica, sino
mediante la certificación que se emite registralmente para tales efectos, o bien mediante
la certificación expedida por un Notario Público debidamente acreditado.
Realizada la anterior aclaración, corresponde determinar si la Ley Reguladora del Mercado
de Valores le ha conferido a los Fondos de Inversión la condición de persona jurídica.
El artículo 62 de la LRMV caracteriza los fondos de inversión en los siguientes términos:
"Artículo 62.‐ Características de los fondos de inversión
Los fondos de inversión serán patrimonios separados pertenecientes a una
pluralidad de inversionistas. Con el concurso de una entidad de custodia, serán
administrados por las sociedades administradoras reguladas en este título y se
destinarán a ser invertidos en la forma prevista en el prospecto, dentro del marco
permitido por esta ley y los reglamentos de la Superintendencia. El derecho de
propiedad del fondo deberá representarse mediante certificados de participación.
Para todo efecto legal, al ejercer los actos de disposición y administración de un
fondo de inversión se entenderá que la sociedad administradora actúa a nombre
de los inversionistas del respectivo fondo y por cuenta de ellos."
Del artículo transcrito, se desprende que el legislador no le otorgó a los fondos de
inversión personalidad jurídica, no obstante, sí le otorgó el carácter de patrimonio
separado frente a la sociedad administradora con una connotación y efectos que
sobrepasan la mera concepción tradicional de patrimonio[2] y que lo acercan al
patrimonio autónomo que brota del contrato de fideicomiso[3]. En este sentido, deben
subrayarse determinadas normas de la LRMV que reafirman la condición de patrimonio
separado del fondo frente a la sociedad administradora, tanto en materia de quiebra o
liquidación como en materia tributaria[4].
En otras palabras, aún cuando el fondo carece de personalidad jurídica, el legislador le
otorgó rasgos típicos de un patrimonio separado. Dado que los fondos carecen de
autogestión, dicha función es asumida por la sociedad administradora a través de la figura
del mandato representativo de carácter legal, en la medida en que, de conformidad con la
Ley, la sociedad administradora actúa en nombre y por cuenta del fondo y es en definitiva
al fondo al que se reputan los actos realizados por ella.