Humanizando expectativas religiosas - Iglesia Presbiteriana de ...

1. Creyendo en el Reino de
Dios desde la espiritualidad
Jesús buscó que sus seguidores reconocieran que la
forma en que vivirían esta propuesta del Reino sería desde la
experiencia de lo cotidiano y no desde las estructuras
grandiosas y espectaculares de la religiosidad. No desestima la
religión como manifestación exterior de esta relación, y de
hecho, lo hace saber en la parábola anterior (Mateo 13:31-32).
Jesús hablaba con pasión. Muchos se sentían atraídos
por sus palabras. En otros surgían no pocas dudas. ¿No era
esto una locura? Y a veces nos hacemos nosotros esa pregunta
¿El cristianismo debería ser una potencia mediática?
¿Deberíamos llamar la atención con nuestras grandes
congregaciones?
Aunque esta parábola nos permite hacer la pregunta
correcta: ¿Dónde se debe ver la fuerza creadora de Dios
transformando el mundo? Por eso, para humanizar nuestras
grandes expectativas religiosas, aquellas que nos obligan a
buscar resultados numéricos, a buscar construir grandes
edificios, a cumplir patrones empresariales de desarrollo;
debemos creer en el Reino de Dios desde la espiritualidad,
desde lo intangible, desde los sentimientos en el interior de
cada persona, creyendo en el progreso gradual de cada uno;
en el crecimiento paulatino en gracia y en los principios
saludables de la ética. Jesús busca que rescatemos el valor del
Reino desde la pasión interior.
En esta parábola Jesús buscaba explicar la naturaleza del
Reino, de su manifestación interior y como éste influiría en el
núcleo social, a partir de la experiencia de lo cotidiano y
familiar. De hecho, su mensaje fue sorprendente, Jesús
sorprendió a todos proclamando lo que ningún profeta de
Israel se había atrevido a decir: “Ya está aquí Dios con su
fuerza creadora de justicia abriéndose camino en el mundo
para hacer la vida más humana y dichosa".
iv