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GENERACION-POST-ALFA-Franco-Berardo-Bifo

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en las que se disputaba la hegemonía sobre el movimiento comunista,<br />

porque el movimiento comunista se fundaba en premisas que la<br />

generación del 77 liquida en el momento de constituirse como movimiento.<br />

En primer lugar se abandona la premisa según la cual el<br />

trabajo obrero es la base de toda identidad política de la izquierda.<br />

El 77 se concibe explícitamente como un movimiento postobrero, y<br />

rechaza la ética del trabajo que había fundado la historia cultural del<br />

movimiento comunista del siglo XX.<br />

Cambia, por tanto, el referente subjetivo, pero cambia parale-lamente<br />

el análisis de la sociedad capitalista, de sus modalidades de<br />

funcionamiento. Deleuze propone interpretar la gran transición que<br />

se dibuja como la transición de las sociedades disciplinarias a las sociedades<br />

de control. Las sociedades disciplinarias son las modernas<br />

descritas por Michel Foucault. Son sociedades en las que se disciplinan<br />

los cuerpos y las mentes, se construyen cajas como la fábrica, la<br />

cárcel, el hospital, el manicomio, la ciudad monocéntrica. En estas<br />

sociedades la represión tiene un carácter institucional y centralizado,<br />

y consiste en la imposición de reglas y estructuras estables. La<br />

sociedad que va tomando forma en los últimos decenios del siglo<br />

XX tiene un carácter completamente diferente de las que, con Foucault,<br />

podemos llamar sociedades disciplinarias. Funcionan sobre<br />

la base de controles insertos en el propio genoma de las relaciones<br />

sociales: automatismos informáticos, tecnológicos, automatismos<br />

lingüísticos y financieros.<br />

En apariencia, esta sociedad garantiza el máximo de libertad a sus<br />

componentes. Cada uno puede hacer lo que le parece. No hay ya imposición<br />

de normas. No se pretende ya disciplinar los comportamientos<br />

individuales ni los itinerarios colectivos. Pero el control está inserto<br />

en el dispositivo del cerebro humano, en los dispositivos que hacen<br />

posibles las relaciones, el lenguaje, la comunicación, el intercambio. El<br />

control está en todas partes, no está políticamente centralizado. El movimiento<br />

del 77 percibe este campo problemático, y no es casual que<br />

precisamente en esos años se empiece a dibujar con claridad el paso del<br />

pensamiento estructuralista al postestructuralista, si podemos llamar<br />

así al pensamiento rizomático y proliferante que tiene su expresión<br />

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