RENOVADA PASIÓN POR PICASSO EN BERLÍN - El Siglo
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DE LA CULTURA Y LA CI<strong>EN</strong>CIA / EXPOSICIÓN<br />
Más de cien obras del pintor, en el reabierto Museo<br />
Berggruen<br />
<strong>R<strong>EN</strong>OVADA</strong> <strong>PASIÓN</strong> <strong>POR</strong><br />
<strong>PICASSO</strong> <strong>EN</strong> <strong>BERLÍN</strong><br />
La capital alemana vuelve a poder presumir de Museo Picasso. Porque el nuevo<br />
Museo Berggruen ha reabierto sus puertas tras cerca de dos años cerrado por<br />
obras de renovación. Allí se reúne un panorama del pintor español Pablo Picasso<br />
capaz de hacer vibrar a los amantes de la obra del genio andaluz. Aunque centrada<br />
en la etapa cubista del malagueño, la que otrora fuera una colección privada del<br />
hombre de negocios Heinz Berggruen también recoge algunos de los primeros<br />
trabajos del artista malagueño. Por todo ello, junto a Málaga, Madrid, Barcelona,<br />
París o Nueva York, Berlín también está entre las ciudades donde Picasso ocupa un<br />
lugar sobresaliente en la escena cultural.<br />
Por S. M. (Berlín)<br />
T<br />
al es la relevancia pictórica de la<br />
muestra permanente dedicada a<br />
Picasso en el Museo Berggruen,<br />
que lleva el título Picasso und seine<br />
Zeit –Picasso y su tiempo–, que Hans-Joa -<br />
chim Müller, del diario Die Welt, se preguntaba<br />
hace poco si esa colección no hace de<br />
la pinacoteca berlinesa el mejor centro de<br />
arte dedicado al malagueño. “Uno ve obras<br />
de Picasso desde el principio de su carrera<br />
hasta la etapa más tardía, con especial atención<br />
a Dora Maar, alguien que conocía Heinz<br />
Berggruen”, explica a EL SIGLO aludiendo a<br />
la muestra Kyllikki Zacharias, comisaria de<br />
la exposición. En la exposición se ha puesto<br />
prácticamente todo lo que había firmado<br />
por el maestro andaluz en las arcas del Museo<br />
Berggruen. “Hay muy poco en la recámara”,<br />
reconoce Zacharias.<br />
Rondan el centenar de trabajos de Picasso<br />
los que pueden verse en esta pinacoteca<br />
berlinesa situada en el distrito de Charlottenburg-Wilmersdorf,<br />
en el oeste de la capital<br />
germana. Están expuestos de manera cronológica,<br />
lo que ofrece una fácil visión de<br />
conjunto de la dilatada vida artística del malagueño,<br />
fallecido en 1973, a los 91 años.<br />
Un folio repleto de desordenados dibujos de<br />
50 27 de mayo– 2 de junio de 2013. nº 1020<br />
<strong>El</strong> pintor malagueño Pablo Picasso.<br />
animales, caras de hombres, entre otras cosas,<br />
sirve a Picasso und seine Zeit para exponer<br />
al Picasso adolescente y artista. Bajo<br />
el título Hoja de estudios, ese documento firmado<br />
por Picasso a los dieciséis años en Madrid<br />
“muestra que fue educado de forma académica<br />
en la pintura desde joven, y que era<br />
talentoso”, apunta la comisaria de la exposición.<br />
Por eso, “él podría incluso haber elegido<br />
una carrera tradicional en el arte”, añade<br />
Zacharias. Pero no fue así. Picasso acabó<br />
revolucionando el mundo de la pintura<br />
con el cubismo, que abarca gran parte de la<br />
<strong>El</strong> Museo Berggruen se abre al público tras dos años de obras para acoger<br />
exposición del Museo Berggruen.<br />
“La exposición se centra en el cubismo”,<br />
sostiene Zacharias. Tanto es así que hasta dos<br />
lienzos del francés George Braque participan<br />
de la muestra. <strong>El</strong> objetivo de esa presencia<br />
es ilustrar el revolucionario trabajo<br />
artístico desarrollado por Picasso y junto a<br />
este pintor galo. Así, a un paisajístico Horta<br />
de Ebro, pintado por el español en 1909,<br />
acompaña un par de naturalezas muertas de<br />
Braque. Se trata de Nature morte à la pipe,<br />
de 1914, y Nature morte au verre et au journal,<br />
de 1913 –respectivamente Naturaleza
muerta con pipa y Naturaleza muerta con<br />
vaso y periódico –. “La presencia de los cuadros<br />
cubistas de Braque en nuestra exposición<br />
se explica porque Picasso y él compartieron<br />
precisamente el desarrollo del cubismo.<br />
Trabajaron tanto tiempo juntos que<br />
apenas podían diferenciarse el uno del otro,<br />
ni el trabajo del uno con el del otro”, plantea<br />
la comisaria de Picasso und seine Zeit.<br />
Prueba de esa relación artística también es<br />
el retrato que Picasso hizo entre 1909 y 1910<br />
a Braque, donde, al igual que en los otros<br />
lienzos cubistas, todas las formas naturales<br />
‘<strong>El</strong> jersey amarillo’.<br />
‘Pintor y modelo’.<br />
S. M. S. M.<br />
el nuevo Museo Picasso del que podrá presumir la capital alemana. ‘Dora Maar con uñas verdes’.<br />
pasan a ser geométricas.<br />
De la evolución de ese estilo resultaron los<br />
cuadros preferidos de Heinz Berggruen. A<br />
saber, Dora Maar con uñas verdes y <strong>El</strong> jersey<br />
amarillo, firmados por Picasso, respectivamente,<br />
en 1936 y 1939. <strong>El</strong> primero es especialmente<br />
apreciado en el Museo. “Tal vez<br />
sea el más intimista de los retratos cubistas<br />
que hay en la colección, pues muestra la fragilidad<br />
y de algún modo la melancolía de la<br />
mujer”, subraya Zacharias, aludiendo a la<br />
retratada, Dora Maar, pintora y fotógrafa que<br />
fue musa de Picasso. Dora Maar con uñas<br />
verdes y <strong>El</strong> jersey amarillo eran los cuadros<br />
preferidos de Heinz Berggruen, y “siempre<br />
que había que hacerle una foto en el museo<br />
buscaba tener detrás esos lienzos”, comenta<br />
la comisaria de Picasso und seine Zeit.<br />
Dora Maar no fue la única mujer que impactó<br />
en la vida artística de Picasso. De hecho,<br />
suya es una frase que bien resume la relación<br />
del malagueño con sus musas: “Cuando<br />
cambiaba una mujer en su vida, todo lo<br />
demás cambiaba igualmente, la casa, los<br />
amigos, el estilo”. Heinz Berggruen, que conoció<br />
bien a Picasso después de haber abierto<br />
una galería de arte en París, estaba al corriente<br />
de esta realidad y de ahí que también<br />
coleccionara pinturas del andaluz que se suponen<br />
generadas por el peso del influjo femenino<br />
en el artista. Esto es lo que ocurre<br />
con La Minotauromaquia, de 1935. Antes de<br />
1936 y el inicio de la Guerra Civil española,<br />
quienes especialmente influyeron en Picasso<br />
fueron Olga Khokhlova, su primera<br />
mujer, y Marie-Thérèse Walter, su amante.<br />
La carga de erotismo que ésta última inyectó<br />
en la obra de Picasso volvería con fuerza<br />
en la etapa de mayor madurez del pintor<br />
malagueño, como demuestran algunos lienzos<br />
presentes en la exposición berlinesa. Dan<br />
cuenta de ello <strong>El</strong> matador y la mujer desnuda,<br />
de 1970, y <strong>El</strong> pintor y la modelo, de 1971.<br />
Por aquel entonces “Picasso era el único viejo<br />
maestro de la pintura contemporánea, rodeado<br />
de jóvenes artistas; la gran parte de<br />
sus viejos compañeros ya habían muerto”,<br />
destaca Zacharias. <strong>El</strong>la ve a un Pablo Picasso<br />
especialmente enérgico en sus últimos<br />
años. Ante su vejez, “Picasso reaccionó con<br />
un vigor extremo, dejando de lado toda posibilidad<br />
de ser apartado en la escena artística.<br />
De ahí los gestos salvajes que recogen<br />
sus pinturas y los temas eróticos que elegía<br />
a la hora de pintar”, expone la comisaria de<br />
la muestra dedicada al malagueño.<br />
Eso sí, no pasan desapercibidos otros lienzos<br />
del Picasso en su etapa posterior a la Segunda<br />
Guerra Mundial. Es el caso de sus Mujeres<br />
de Argel, versión L, una de las trece variaciones<br />
que hizo el malagueño del cuadro<br />
del maestro francés del <strong>Siglo</strong> XIX Eugène Delacroix<br />
Les Femmes d’Alger dans leur appartement<br />
–Las mujeres de Argel en su apartamento–<br />
una obra de 1834. En la escena artística<br />
internacional, a esa serie de Picasso<br />
se la considera como el “mayor logro” del<br />
nº 1020. 27 de mayo–2 de junio de 2013 51
DE LA CULTURA Y LA CI<strong>EN</strong>CIA / EXPOSICIÓN<br />
pintor español tras la segunda gran conflagración<br />
planetaria. “Es mi idea del Oriente,<br />
pese a que nunca estuve allí”, comentó en<br />
su día el propio Picasso aludiendo a esa serie<br />
de lienzos. Se enmarcan sus Mujeres de<br />
Argel en su célebre revisión artística de las<br />
obras de otros grandes maestros de la pintura.<br />
Entregado en esa tarea, su esfuerzo le llevó<br />
a realizar hasta cuarenta variaciones de<br />
Las Meninas, si sólo se mencionan los cuadros<br />
producidos por Picasso a partir del lienzo<br />
de Diego Velázquez.<br />
También resulta destacable que el Museo<br />
Berggruen presente al público varios ejemplos<br />
de las esculturas de Pablo Picasso. Ahí<br />
están, entre otros, una de las seis versiones<br />
que hizo de <strong>El</strong> vaso de absenta, producido<br />
entre 1913 y 1914. “La colección cuenta<br />
con trabajos de bricollage hechos con todo<br />
tipo de cosas sin valor, como un asa de cesta<br />
o un remo roto”, señala Zacharias, refiriéndose<br />
a las creaciones tridimensionales<br />
de Picasso. Todos esos objetos demuestran<br />
que “él no fue un escultor tradicional”, añade.<br />
“Le gustó experimentar con todo tipo de<br />
materiales, temas y métodos para crear algo<br />
nuevo, algo atractivo”, sostiene la comisaria<br />
de la muestra. En el caso de <strong>El</strong> vaso de<br />
La intimidad como apuesta museística<br />
La reciente renovación del<br />
Museo Berggruen también puede<br />
verse como una ampliación<br />
del énfasis de la colección en Picasso.<br />
Ahora, al pintor andaluz<br />
se le han dado los tres niveles<br />
del edificio principal del museo,<br />
aunque en los trabajos de mejora<br />
de la pinacoteca ha predominado<br />
la intención de conservar<br />
el carácter intimista de los<br />
espacios del centro artístico.<br />
Vista interior del remozado Museo Berggruen.<br />
‘La minotauromaquia’.<br />
“Una de las características<br />
más importantes de este museo<br />
es que es pequeño, y que<br />
está compuesto por pequeños<br />
cabinets, con carácter íntimo.<br />
Todavía tiene ese carácter íntimo.<br />
Tenemos nuevos cuartos,<br />
pero hemos conservado<br />
el mismo ambiente. Aún así,<br />
es cierto que ahora hay mayor<br />
comodidad”, afirma Kyllikki<br />
Zacharias. “La colección no<br />
S. M.<br />
ha parado de crecer y por eso<br />
decidimos ampliar al otro edificio”,<br />
agrega la comisaria,<br />
señalando al pasillo construido<br />
en cristal y metal que une<br />
el conjunto arquitectural que<br />
alberga la colección. Mucho<br />
se ha debatido en Alemania<br />
sobre la incidencia de la renovación<br />
del Museo Berggruen<br />
en el ambiente que reina<br />
en su interior. Más allá del<br />
coste –se han superado los<br />
seis millones de euros–y de<br />
los retrasos –se esperaba que<br />
la pinacoteca abriera sus<br />
puertas el pasado verano–, se<br />
argumenta en contra de la<br />
nueva versión de la pinacoteca<br />
que ha perdido su carácter<br />
exclusivo. Ciertamente el museo<br />
se parece ahora mucho<br />
más a tantos otros centros artísticos<br />
de vocación global.<br />
Pero la esencia sigue siendo<br />
la misma que antes de la renovación.<br />
Y se llama Pablo<br />
Picasso.<br />
absenta, la pintura se une a la escultura,<br />
pues Picasso introdujo el color de sus pinceles<br />
a un objeto formado a partir de un ensamblado<br />
en el que hay una cuchara de verdad<br />
perforada.<br />
<strong>El</strong> Picasso de Berggruen. La colección del<br />
Museo Berggruen es el resultado de décadas<br />
de adquisiciones hechas por Heinz Berggruen.<br />
Este hombre de negocios judío pasó<br />
por ser el mayor y más exquisito coleccionista<br />
de arte de Alemania. Berlinés de nacimiento,<br />
su vida quedaría marcada por el antisemitismo<br />
que se acabaría apoderando de<br />
su país hace 80 años. En 1936 encontró refugio<br />
en la costa oeste de Estados Unidos.<br />
Bajo la bandera de ese país luchó en la Segunda<br />
Guerra Mundial. Precisamente gracias<br />
a ese conflicto rehizo sus lazos con Europa.<br />
Tanto fue así que llegó a abrir en aquella época<br />
una galería de arte en un París aún efervescente<br />
desde un punto de vista artístico. En<br />
1996, once años antes de morir, volvió a Berlín<br />
llevándose consigo a la capital germana<br />
su extraordinaria colección de arte.<br />
En Francia, sus actividades de galerista le<br />
hicieron conocer personalmente a un Picasso<br />
cuyo arte le generó fascinación. Hasta tal<br />
punto quedó prendado que, tras cuarenta<br />
años de coleccionismo, el genio malagueño<br />
es quien está mejor representado en el tesoro<br />
artístico de Berggruen. Buena parte de las<br />
250 obras maestras del museo que lleva su<br />
nombre son del pintor andaluz. Sus pinturas<br />
son el plato fuerte de lo allí expuesto, aunque<br />
no cabe menospreciar, entre otros, 80<br />
obras del suizo Paul Klee ni las 20 del francés<br />
Henri Matisse. Además, se hace notar<br />
una importante selección de obras firmadas<br />
por el también helvético Alberto Giacometti.<br />
Una de ellas, en la entrada del primero de<br />
los dos edificios decimonónicos de la pinacoteca,<br />
da la bienvenida al visitante, recibido<br />
por unas escaleras dispuestas en espiral<br />
y a través de las cuales se accede a las estancias,<br />
repartidas tres niveles.<br />
Hasta 130 millones de euros pagaron en el<br />
año 2000 las autoridades públicas para hacerse<br />
con la cesión de la colección de Heinz<br />
Berggruen, cuyos herederos siguen cultivando<br />
una gran pasión por Picasso. Prueba de<br />
ellos es la compra hace dos años de Mujeres<br />
de Argel, version L, uno de los cuadros más<br />
atractivos de Picasso und seine Zeit. l<br />
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