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Estamos ante una crisis de fondo que
afecta a la misma naturaleza del capitalismo,
calificada como sistémica por
Husson, pero que no es mortal de necesidad
por “implosión” del propio sistema
–que acertadamente han descrito en su
vertiente financiera autores como John
Foster– si no aparecen en la arena social
y política los agentes capaces de alumbrar
la alternativa.
Manuel Garí
Cosmópolis. Figuras del exilio judeo-alemán
Enzo Traverso. UNAM. México, 2004
Tengo a Enzo Traverso por uno de los
intelectuales marxistas más originales de
nuestra época. Encontramos en sus obras
conexiones muy cercanas con Michael
Lowy y Daniel Bensaid, que son una
excelente compañía. Pero Traverso tiene
un programa de investigación propio,
orientado especialmente a la “memoria
de los vencidos” y más específicamente
a la “cuestión judía”. El pequeño libro
que comentamos se inscribe en esta
línea, enfocando sobre todo a los dilemas
morales, intelectuales y políticos del exilio.
El libro es una colección de artículos
referidos a personalidades como Joseph
Roth, Hanna Arendt, Adorno y Walter
Benjamin; los dos capítulos dedicados
especialmente a él, relacionando su obra
con Marx y analizando su correspondencia
con Adorno, son los que más me han
interesado.
En el capítulo Marx/Benjamin, Traverso
abre un tema nuevo, al menos para mí: el
lugar de la “bohemia” en los conflictos
sociales y políticos del XIX, como base
social de la reacción, según Marx, o
como integrante de las conspiraciones
revolucionarias de mediados del XIX y
del movimiento libertario (“no sería
falso entonces identificar en la crítica
marxista del anarquismo un aspecto
antibohemio…”). Benjamin si bien destaca,
de acuerdo con Marx “la posibilidad
de una deriva reaccionaria de la
rebelión bohemia”, valora la componente
bohemia del surrealismo “el primero y
el único (movimiento) que ha sido capaz
de volver a expresar una idea radical de
la libertad desaparecida en Europa después
de Bakunin”.
El estudio de las ideas de Benjamin
sobre el surrealismo, prosigue en el capítulo
sobre su correspondencia con
Adorno y desarrolla el enfoque de Lowy
en La estrella de la mañana, libro ya
comentado en nuestras páginas por Marc
Casanovas (nº 98, julio de 2008). Pero el
texto va mucho más allá: encontramos
en él desde reflexiones sobre la correspondencia
como forma de comunicación
de ideas –que hoy podemos considerar
prácticamente y lamentablemente perdida
en beneficio de los recados vía email–
hasta las discrepancias expresas y ocultas
de Adorno y Benjamin sobre
Baudelaire, el jazz, el arte bajo el capitalismo,
etc.
No es fácil encontrar este libro, pero es
posible (por ejemplo, en La Central) y
vale la pena el esfuerzo. Es más fácil
hacerse con otro libro más reciente de
Traverso: A sangre y fuego. De la guerra
civil europea (1914-1945), recién editado
por Publicaciones de la Universidad
de Valencia. Aún no lo he leído, pero
conociendo a autor, se puede recomendar
sin ver.
MiguelRomero
VIENTO SUR Número 108/Febrero 2010 127