La Naturaleza Colonizada.pdf - Programa Democracia y ...
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<strong>La</strong> <strong>Naturaleza</strong> colonizada<br />
y las lógicas de acumulación. En este marco, conceptos como “posdesarrollo”<br />
(Escobar), “decrecimiento” (<strong>La</strong>touche; Gorz), que provienen<br />
de la academia; “giro biocéntrico” (Gudynas) o consignas propias<br />
de la cosmovisión indígena, como “el vivir bien”, hasta nociones muy<br />
difundidas entre diferentes movimientos sociales (campesinos, indígenas,<br />
socio-ambientales), como el de “bienes comunes” y “soberanía<br />
alimentaria”, parecen expresar una suerte de giro eco-territorial,<br />
que da cuenta del cruce entre matriz indígeno-comunitaria y lenguaje<br />
ambientalista. El resultado es la potenciación de un lenguaje de<br />
valoración 5 acerca de la territorialidad, que se opone radicalmente<br />
al discurso eco-eficientista y la visión desarrollista, propia de la narrativa<br />
dominante. Este lenguaje de valoración divergente sobre la<br />
territorialidad pareciera ser más inmediato para el caso de las organizaciones<br />
indígenas y campesinas, debido tanto a la estrecha relación<br />
que éstas plantean entre tierra y territorio, en términos de comunidad<br />
de vida, como a la notoria reactivación de la matriz comunitaria<br />
indígena acaecida en las últimas décadas. Sin embargo, como hemos<br />
anticipado, el giro eco-territorial no se halla restringido al ámbito<br />
rural, exclusivamente referido a las resistencias campesinas e indígenas;<br />
también se expande al ámbito urbano, sobre todo en pequeñas y<br />
medianas localidades, ampliando el registro de clases y, por ende, el<br />
tipo de actores involucrados.<br />
Como ya hemos dicho, asistimos a una nueva inflexión del capital<br />
que apunta a la apropiación de la tierra, el agua, los recursos<br />
naturales agotables y la biodiversidad. A partir de ello, la defensa<br />
del territorio, en un sentido amplio, esto es, concebido doblemente<br />
como hábitat y comunidad de vida, se constituye en le punto de<br />
partida de los reclamos de las movilizaciones y movimientos campesinos,<br />
indígenas, así como de los nuevos movimientos socio-territoriales.<br />
<strong>La</strong>s acciones de dichos movimientos, orientadas tanto<br />
contra el Estado como contra sectores privados (grandes empresas<br />
transnacionales), generalmente se inician con reclamos puntuales,<br />
aunque en la misma dinámica de lucha tienden a ampliar y radicalizar<br />
su plataforma representativa y discursiva, incorporando otros<br />
temas, tales como el cuestionamiento a un modelo de desarrollo<br />
monocultural y destructivo, y la exigencia de des-mercantilización<br />
de los llamados “bienes comunes”.<br />
En efecto, el discurso (no siempre explícito) de las empresas<br />
transnacionales y los gobiernos, suele desplegar una concepción binaria<br />
del territorio, sobre la base de la división viable/inviable, que desemboca<br />
en dos ideas mayores: por un lado, la de “territorio eficiente”;<br />
5 Tomamos la expresión de Martínez Alier (2004).<br />
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