13.11.2014 Views

Borges & Jurado - ¿Qué es el budismo? - Worcel.com

Borges & Jurado - ¿Qué es el budismo? - Worcel.com

Borges & Jurado - ¿Qué es el budismo? - Worcel.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El Tantra de la Mano Derecha declara que debemos sublimar las pasion<strong>es</strong> para que puedan ser vehículo de salvación; <strong>el</strong><br />

de la Mano Izquierda, en cambio, considera <strong>es</strong>ta sublimación innec<strong>es</strong>aria.<br />

EL BUDISMO ZEN<br />

Según se sabe, la fe d<strong>el</strong> Buddha tuvo su raíz en <strong>el</strong> Nepal y emigró d<strong>es</strong>pués a la Indochina y a la China por obra de<br />

diversos misioneros, de los cual<strong>es</strong> <strong>el</strong> más famoso fue Bodhidharma, <strong>el</strong> Primer Patriarca, a principios d<strong>el</strong> siglo VI de<br />

nu<strong>es</strong>tra era. Se cuenta que Shen-Kuan, discípulo y suc<strong>es</strong>or d<strong>el</strong> patriarca, no <strong>com</strong>prendió al principio su doctrina, cuya<br />

rev<strong>el</strong>ación le era negada por éste. Para probar la sinceridad de su fe, Shen-Kuan se cortó <strong>el</strong> brazo izquierdo;<br />

Bodhidharma, interrumpiendo su silencio de muchos años, le preguntó qué d<strong>es</strong>eaba. Shen-Kuan le r<strong>es</strong>pondió: «No hay<br />

tranquilidad en mi mente; hazme la merced de pacificarla». Bodhidharma le dijo: «Muéstrame tu mente y te daré paz», a<br />

lo que cont<strong>es</strong>tó <strong>el</strong> discípulo: «Cuando busco mi mente no doy con <strong>el</strong>la». «Bien», dijo Bodhidharma, «ya <strong>es</strong>tás en paz».<br />

Shen-Kuan, entonc<strong>es</strong>, recibió una brusca iluminación: <strong>com</strong>prendió la Verdad.<br />

Esta anécdota, acaso la menos oscura de las que citaremos, sería <strong>el</strong> primer ejemplo de intuición instantánea que en <strong>el</strong><br />

Japón se llama satori; equivale a lo que sentimos al percibir de golpe la r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>ta a una adivinanza, la gracia de un chiste<br />

o la solución de un problema.<br />

Una de las sectas chinas fue la de Ch'an (meditación), que pasó en <strong>el</strong> siglo VI al Japón, donde tomó <strong>el</strong> nombre de Zen.<br />

Nu<strong>es</strong>tros hábitos mental<strong>es</strong> obedecen a los conceptos de sujeto y de objeto, de causa y efecto, de lo probable y de lo<br />

improbable y a otros <strong>es</strong>quemas de orden lógico que nos parecen evident<strong>es</strong>; la meditación, que puede exigir muchos años,<br />

nos libra de <strong>el</strong>los y nos prepara para <strong>es</strong>e súbito r<strong>el</strong>ámpago: <strong>el</strong> satori.<br />

D<strong>es</strong>confiar d<strong>el</strong> lenguaje, de los sentidos, de la realidad d<strong>el</strong> pasado propio o ajeno y aun de la existencia d<strong>el</strong> Buddha, son<br />

algunas de las disciplinas que debe imponerse <strong>el</strong> adepto. En ciertos monasterios, las imágen<strong>es</strong> d<strong>el</strong> Ma<strong>es</strong>tro se usan para<br />

alimentar <strong>el</strong> fuego; las <strong>es</strong>crituras sagradas se d<strong>es</strong>tinan a fin<strong>es</strong> innobl<strong>es</strong>. Todo <strong>es</strong>to puede recordarnos la sentencia bíblica:<br />

«La letra mata, pero <strong>el</strong> <strong>es</strong>píritu vivifica» (Cor, 3-8).<br />

Para provocar <strong>el</strong> satori, <strong>el</strong> método más <strong>com</strong>ún <strong>es</strong> <strong>el</strong> empleo d<strong>el</strong> koan, que consiste en una pregunta cuya r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>ta no<br />

corr<strong>es</strong>ponde a las ley<strong>es</strong> lógicas.<br />

El ejemplo clásico se atribuye a varios ma<strong>es</strong>tros. A uno de <strong>el</strong>los le preguntaron: «<strong>¿Qué</strong> <strong>es</strong> <strong>el</strong> Buddha?»; r<strong>es</strong>pondió: «Tr<strong>es</strong><br />

libras de lino». Los <strong>com</strong>entador<strong>es</strong> advierten que la cont<strong>es</strong>tación no <strong>es</strong> simbólica. A otro le preguntaron: «¿Por qué vino<br />

d<strong>el</strong> o<strong>es</strong>te <strong>el</strong> Primer Patriarca?»; la r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>ta fue: «El ciprés en <strong>el</strong> huerto».<br />

El número de discípulos de Po-Chang fue tan considerable que tuvo que fundar otro monasterio. Para hallar quien lo<br />

dirigiera, los reunió a todos, l<strong>es</strong> mostró un cántaro y l<strong>es</strong> dijo: «Sin usar la palabra cántaro, díganme qué <strong>es</strong>». El prior<br />

cont<strong>es</strong>tó: «No <strong>es</strong> un pedazo de madera». El cocinero, que iba a la cocina, le dio un puntapié al cántaro y prosiguió.<br />

Po-Chang lo puso al frente d<strong>el</strong> monasterio.<br />

Acaso de mayor interés <strong>es</strong> la historia de Toyo, que al cumplir los doce años quiso recibir instrucción d<strong>el</strong> ma<strong>es</strong>tro<br />

Mokurai. Este empieza por rechazarlo dada su corta edad; <strong>el</strong> niño insiste y Mokurai dice: «Pued<strong>es</strong> oír <strong>el</strong> sonido de dos<br />

manos que aplauden. Muéstrame ahora cómo aplaude una sola». Toyo se retira a su cuarto y al meditar oye la vecina<br />

música de las geishas. «¡Ya entendí!»; proclamó. Al día siguiente, cuando <strong>el</strong> ma<strong>es</strong>tro lo interroga, Toyo entona la música<br />

de las geishas. «No», le dice <strong>el</strong> ma<strong>es</strong>tro, «ése no <strong>es</strong> <strong>el</strong> sonido de una mano». Toyo busca un lugar más tranquílo y oye<br />

agua que gotea. «¡Ya entendí!», piensa. Al día siguiente, imita ante Mokurai <strong>el</strong> sonido d<strong>el</strong> agua; Mokurai le dice: «Eso se<br />

parece al sonido d<strong>el</strong> agua, pero no al aplauso de una mano. Prueba otra vez».<br />

Makurai oye y rechaza <strong>el</strong> silbido d<strong>el</strong> viento, <strong>el</strong> grito de la lechuza, <strong>el</strong> canto de los grillos y muchas otras cosas. Durante<br />

un año, Toyo medita sobre <strong>el</strong> sonido de una sola mano que aplaude. Al fin vu<strong>el</strong>ve al ma<strong>es</strong>tro y le dice: «Me he cansado<br />

de <strong>es</strong>cuchar y de repetir y he llegado al sonido sin sonido». El ma<strong>es</strong>tro le r<strong>es</strong>ponde: «Has acertado».<br />

Para inducir <strong>el</strong> satori algunos ma<strong>es</strong>tros sustituyen <strong>el</strong> koan por medios más violentos. Ante una pregunta d<strong>el</strong> discípulo<br />

sobre <strong>el</strong> viaje de Bodhidharma, Ma-Tsu lo derriba de un puntapié. El neófito se rie y exclama: «Innumerabl<strong>es</strong> son las<br />

verdad<strong>es</strong> enseñadas por los Buddhas; ahora no hay una sola que no <strong>com</strong>prenda de un modo simultáneo». Otros ma<strong>es</strong>tros<br />

recurrían al grito, la bofetada o a diversas formas de violencia física. Hay ejemplos más moderados. Te-Shan, ant<strong>es</strong> de su<br />

rev<strong>el</strong>ación, había <strong>el</strong>egido <strong>com</strong>o ma<strong>es</strong>tro a Ch'ung-Hsin. Se alojó en <strong>el</strong> monasterio; al anochecer, <strong>es</strong>taba sentado<br />

meditando cuando Ch'ung-Hsin le preguntó: «¿Por qué no entras?» Te-Shan r<strong>es</strong>pondió: «Está oscuro». El ma<strong>es</strong>tro volvió<br />

con una v<strong>el</strong>a encendida y cuando <strong>el</strong> discípulo iba a tomarla la apagó; Te-Shan intuyó inmediatamente la Verdad.<br />

Comparadas la mística cristiana o islámica con la d<strong>el</strong> <strong>budismo</strong>, se advertirán las siguient<strong>es</strong> afinidad<strong>es</strong>: a) <strong>el</strong> d<strong>es</strong>dén por<br />

los <strong>es</strong>quemas racional<strong>es</strong>, que son meros medios; nadie supone que los muchos volúmen<strong>es</strong> de la Summa Theologica<br />

equivalgan en sí a la experiencia de la Verdad; b) la percepción intuitiva, ajena a la que pueden suministrar los sentidos;<br />

c) <strong>el</strong> conocimiento absoluto, que nos da una certidumbre cabal, irrefutable por <strong>el</strong> ejercicio de la lógica; quien lo posee<br />

puede pr<strong>es</strong>cindir de premisas y de conclusion<strong>es</strong>. Una vez dueño de la verdad, <strong>el</strong> místico percibe que la oposición de los<br />

contrarios se integra de algún modo en una realidad superior; por lo tanto, también <strong>es</strong>tá más allá de los valor<strong>es</strong> de la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!