Genocidio Armenio - El Exterminio Silenciado - The International ...
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Súlim Granovsky :: <strong>Genocidio</strong> <strong>Armenio</strong><br />
provincias de Anatolia (Sivás, Diarbekir, Jarput, Erzurum, Bitlís y Van,<br />
estas dos últimas cuna de la nación Armenia), en Urfa y Marash. <strong>El</strong><br />
tratamiento en Trebisonda recorre todo el espectro de los asesinatos<br />
imaginables. Tal vez el más despiadado era de naturaleza psicológica<br />
al obligar a los niños a presenciar las deportaciones de las mujeres,<br />
los enfermos y los viejos en las caravanas que teóricamente se<br />
dirigían al destierro en los desiertos de Siria.<br />
Médicos genocidas de niños<br />
Un médico director de salud pública, el doctor Alí Saíb, decidió darles<br />
venenos a los adultos en las copas de beber diciéndoles que eran una<br />
vacuna, y a los niños como si se tratase de remedios. Los que se<br />
resistían a tomar la falsa medicina eran ahogados en el Mar Negro. <strong>El</strong><br />
mismo médico imaginó otra forma de muerte encerrando a los niños<br />
en ambientes cerrados para recibir el 'baño de vapor' de autoclaves<br />
obtenidas del ejército, un vapor tan caliente que mataba en el acto a<br />
los bebés y a los infantes. Pero ese mismo hospital infantil cambiaba<br />
su destino durante la noche para convertirse en un prostíbulo donde<br />
violaban a las niñas y jovencitas, e inclusive a los varones pequeños.<br />
Después de someterlas, las ahogaban en el mar. <strong>El</strong> comandante de<br />
Bitlis llegó al extremo de acusar a las niñas de agotar sexualmente a<br />
sus soldados y de trasmitirles enfermedades contagiosas razón por la<br />
cual eran merecedoras de la muerte.<br />
“Los armenios no tienen otra sepultura que el Eufrates"<br />
Otra forma de exterminar a los centenares de niños arrancados de<br />
sus familias era subirlos semidesnudos a balsas desde el puerto de<br />
Ordu, en Trebisonda, para tirarlos al Mar Negro y al río<br />
Drguirmendere. En zonas sin mar ni ríos igual podían ahogar a los<br />
niños en los lagos. En Jaipur los separaban de sus madres -los<br />
padres ya habían sido exterminados- los mantenían un tiempo en<br />
orfelinatos creando la ilusión de que se habían salvado de la muerte,<br />
pero al tiempo los retiraban con vida y los ahogaban en el lago<br />
Goeldchuk distante 30 kilómetros. Algunos de los cadáveres tenían<br />
muestras de bayonetas clavadas en el cuello, abdomen o tórax. Las<br />
victimas sumaban miles de inocentes.<br />
Deir-Zor fue el Auschwitz de los armenios. <strong>El</strong> jefe policial eligió a las<br />
niñas más bonitas para que sus agentes las violaran sobre los<br />
puentes y las ahogaran luego en el río.<br />
En otros casos la perversión llegaba al extremo de obligar a los<br />
familiares a presenciar el ultraje de sus niñas, a veces en las mismas<br />
iglesias armenias utilizadas como prostíbulos. Eran corrientes millares<br />
de violaciones homosexuales, a veces en los hogares que habían<br />
recibido en adopción a los niños conversos al Islam. No los salvaba<br />
por el pecado original de haber sido armenios. En una ciudad de la<br />
provincia de Jaipur fueron los médicos y los farmacéuticos los<br />
encargados del envenenamiento de 500 huérfanos. Uno de los<br />
médicos envenenadores llegó a afirmar "que los armenios no tienen<br />
otra sepultura que el Eufrates"<br />
Abdul Hamid, el Sultán Rojo, fue partícipe activo del exterminio<br />
armenio. Sin embargo su crueldad no llegó a los extremos que<br />
vinieron después. Los genocidas posteriores estaban asombrados<br />
porque quienes sobrevivían a los castigos, al tiempo recuperaban en<br />
cierta forma su vitalidad porque posiblemente hubo oficiales a<br />
quienes repugnaban los métodos utilizados para el exterminio.<br />
Desconfiados de algunos militares, decidieron liberar a los criminales<br />
presos para que junto a kurdos y caucásicos cumplieran buena parte<br />
del trabajo sucio, sin lastima, contra mujeres, niños y viejos.<br />
Consumado el exterminio de las mayores quedaba sin solución la<br />
suerte de los niños. <strong>El</strong> gobernador de Diarbekin encontró la solución:<br />
encerró a 800 niños en un edificio y le prendió fuego con los niños en<br />
su interior.<br />
En Furuncular, siempre en Jarput, cavaron fosas y arrojaron vivos a<br />
los niños. Y en otro lugar de Jarput el supervisor departamental<br />
quemó a 800 niños provenientes de otra región. Otra forma<br />
despiadada de quitarles la vida a los niños en Deir-Zor era rociarlos<br />
con nafta y quemarlos vivos. <strong>El</strong> mismo acto lo cometió el gobernador<br />
de Trebisonda que reunió a 1000 niños y les prendió fuego delante<br />
de multitud de testigos obligados, exclamando que por la seguridad<br />
de Turquía ha de borrarse para siempre el nombre armenio en su<br />
provincia. <strong>El</strong> espectáculo se repitió en Mush, Siirt, Cumming y en<br />
tantos otros lugares, siempre con saña rayana en el salvajismo. A los<br />
chechenos miserables se les advirtió que no era necesario recibir<br />
sobornos porque recibirían los bienes de los muertos.<br />
22 sentencias de muerte, 20 ahorcados<br />
“En el juicio en presencia entre contumacia (de los procesados)<br />
realizado ante la Corte de Guerra, habiéndose constatado<br />
Que han organizado atentados criminales para formar<br />
una Armenia independiente y autónoma, han emprendido<br />
la tarea de separar parte del territorio del Imperio azuzando<br />
a los extranjeros contra el Imperio otomano y con este<br />
fin han convocado en distintos lugares de países extranjeros<br />
reuniones secretas y clandestinas, redactando al mismo<br />
tiempo publicaciones, provocaciones y correspon-dencias.<br />
“De acuerdo con las disposiciones del Art. 54 del Código<br />
Penal, han sido condenados a muerte:<br />
Sabah-Gullian<br />
Varztad<br />
Maeteços Sarquisian<br />
Agop Cazazian<br />
Minás<br />
Sembad<br />
Vahan Boyadjian<br />
Dr. Bedrós<br />
Armenag (comerciante)<br />
Apraham (zapatero)<br />
Aram Hrant<br />
Karekin<br />
Boghos<br />
Hagop<br />
Tovmas<br />
Eremenia<br />
Mgrdich Kegham<br />
Iervant<br />
Hovhannés<br />
Karnig<br />
“cuyas sentencias de muerte han sido ratificadas por el<br />
Sultán. Excepto Sabah Gulián y Varaztad, quienes se encuentran<br />
prófugos, los restantes fueron ahorcados el 15 de<br />
junio alrededor de las 3,30 de la madrugada, en la Plaza del<br />
Sultán Baiazid, lindera con el Ministerio de Guerra, después<br />
del cumplimiento de las formalidades legales, políticas<br />
y religiosas. La persecución de los dos primeros,<br />
ambos condenados y actualmente prófugos, continuará.”<br />
Ultimas palabras de los condenados a la horca<br />
Dr. Benné: “Pueden colgar nuestros veinte cuerpos, pero no<br />
nuestras ideas. Estén seguros que mañana veinte millares nos<br />
seguirán, a nosotros y a nuestras ideas”<br />
Iervant Topuzian: entrega su pañuelo al sacerdote que le<br />
administró la extremaunción y le dice:”Reverendo Padre, entrega<br />
este seco pañuelo a mi madre y dile que nunca fue mojado por una<br />
lágrima”<br />
Kegham Vaniguian: “Mi sólida creencia es que el único y mejor<br />
camino del hombre es el camino de la lucha. Luchar por la victoria