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Todo lo que se haga para ayudar a los migrantes en<br />
el campo de la educación es un válido instrumento<br />
pastoral.<br />
A las mujeres se les debería dar la oportunidad, en<br />
todo caso, de educar a sus hijos personalmente y,<br />
por tanto, la posibilidad de no trabajar si lo desean,<br />
sin sentirse obligadas a buscar un trabajo para aliviar<br />
la situación económica de la familia.<br />
Tráfico humano y migrantes<br />
indocumentados<br />
El tráfico de mujeres y niños, especialmente, y la<br />
situación de inmigrante indocumentado o irregular,<br />
son otros desafíos pastorales a los que la Iglesia<br />
debe responder. Ella puede sostener programas<br />
de protección para las víctimas del tráfico humano,<br />
eventualmente con miras a reintegrarlas en sus<br />
familias, así como proyectos de asistencia para<br />
regularizar las situaciones ilegales de los migrantes.<br />
No podemos dejar de insistir en que los migrantes<br />
son personas que tienen una dignidad humana, sea<br />
cual fuere su nacionalidad, cultura o situación jurídica.<br />
Sus derechos humanos han de ser protegidos.<br />
La integración de los migrantes en el mercado del<br />
trabajo local requiere por lo general un proceso<br />
lento, si no están especializados. Con frecuencia,<br />
los inmigrantes se ven obligados a aceptar toda<br />
clase de trabajos, a veces dejando a sus hijos solos,<br />
u ocupados en un trabajo de menores. La atención<br />
a las condiciones de los recién inmigrados, los<br />
programas de asistencia económica y, especialmente,<br />
los servicios de ayuda para encontrar trabajo, son<br />
también instrumentos poderosos para la pastoral, sin<br />
olvidar lo que es específicamente pastoral.<br />
Durante todo el ciclo de la vida<br />
Las familias, incluso las de los migrantes e<br />
itinerantes, son particularmente sensibles respecto<br />
a dos acontecimientos en el ciclo de la vida: el<br />
nacimiento, y el fin de ésta, la muerte. El matrimonio<br />
está estrechamente relacionado con el primero. Las<br />
nuevas mentalidades y conceptos referentes a la<br />
religión, al matrimonio y a la familia, vinculadas al<br />
relativismo y al subjetivismo, circulan actualmente<br />
y condicionan también el comportamiento de los<br />
migrantes y los itinerantes. Es importante que la<br />
Iglesia dé una respuesta válida a las nuevas ideas,<br />
incluso para proteger las culturas de origen de esas<br />
personas.<br />
Ella debe pronunciarse sin temor, y con un lenguaje<br />
expresivo e imágenes claras, contra todo aquello<br />
que puede suceder en los varios países; explicar con<br />
precisión su postura respecto a las cuestiones de<br />
ética que bombardean a las familias, hoy, y utilizar<br />
palabras acertadas al dirigirse a los medios de<br />
comunicación y a los gobiernos.<br />
Nacimientos<br />
Los estudios sobre las tasas de nacimiento de las<br />
familias migrantes en los países receptores han<br />
mostrado que, aunque en un principio son superiores<br />
a las de la población local, con el tiempo tienden a<br />
adaptarse a las del país de acogida, con la utilización<br />
de los métodos que allí se practican. Así pues, aunque<br />
en algunos países receptores se acostumbren la<br />
contracepción y el aborto, se debería responder a<br />
esto, entre los migrantes e itinerantes, mediante<br />
programas que promuevan la planificación familiar<br />
natural y un reexamen de importantes documentos<br />
conciliares y pontificios como Gaudium et spes y<br />
Humanae vitae.<br />
La pastoral de los hijos que han nacido en un<br />
país distinto al de sus padres está, desde luego,<br />
estrechamente vinculada a la administración del<br />
Sacramento del Bautismo y a la preparación de<br />
las familias. Conocer las costumbres de los países<br />
de origen debe ser algo imprescindible para los<br />
ministros de la pastoral en su asistencia a las familias<br />
de los migrantes e itinerantes. Es bien sabido que la<br />
Iglesia proporciona una cura pastoral específica a<br />
la primera y a la segunda generación de migrantes,<br />
mediante la presencia, si es posible, de capellanes<br />
y agentes de pastoral del mismo idioma y cultura de<br />
los migrantes.<br />
Matrimonio<br />
El respeto por las costumbres del matrimonio<br />
de los recién inmigrados, la asistencia para su<br />
preparación y la ayuda para facilitarles el matrimonio<br />
sacramental, así como el respeto a este Sacramento,<br />
entre los itinerantes, constituye un método pastoral<br />
importante.<br />
Existe una relación intrínseca entre el matrimonio,<br />
la familia y la Eucaristía. El vínculo fiel, exclusivo<br />
e indisoluble que une a Cristo con la Iglesia, y que<br />
tiene su expresión sacramental en la Eucaristía,<br />
corresponde al dato antropológico fundamental<br />
Celebración de Matrimonio de <strong>Migrantes</strong><br />
MIGRANTES 15