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Mensaje Bíblico
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puede considerar como eficaz
la expiación de ese tiempo y,
aún así, aferrarse a la necesidad
del sacrificio de Cristo, en
ese entonces aún por ser realizado.
Muchos de los sacrificios,
de hecho, lograban la expiación
ritual. Purificaban a
personas y utensilios para el
servicio del templo. En Ezequiel
43:20 y 26, la expiación es
ordenada expresamente para
la purificación del altar, para
purificarlo ritualmente. También
los demás sacrificios de
expiación sirven para la purificación,
para mantener la pureza
ritual, y para asegurar una
adoración adecuada (Ez.
45:15,17,20).
Una conmemoración
Muchos de los que aceptan
una interpretación literal de
esos sacrificios,
también creen que
los mismos sirven
como un tipo de
conmemoración de
la obra expiatoria de
Cristo, hecha una
vez y para siempre.
No obstante, los críticos
consideran
que ésa es una conclusión
defectuosa.
El aspecto de la conmemoración
es realizado
por nuestra
comprensión de la
cena del Señor (1
Co. 11:23-26). En el
sistema mosaico –
que probablemente
era profético – ciertos
tipos de sacrificios
eran realizados
exclusivamente “como
conmemoración”
(Éx. 30.16; Lv. 2:2,9;
5:12; 6:15; 24:7; Nm.
5:15,18,26). Esta terminología,
de hecho,
podría formar la base de
nuestra comprensión de la cena
del Señor, que corresponde
a la era de la iglesia. Pablo enfatiza
el recordar la muerte del
Señor. El aspecto mosaico de
la conmemoración, apoya claramente
esa valoración de los
futuros sacrificios en el templo:
al realizarlos, los creyentes
del reino de mil años mirarán
hacia atrás a la obra redentora
sacrificial de Cristo.
Conclusión
La práctica y la finalidad de
los sacrificios en el reino de
mil años no escatiman la obra
realizada por Cristo. La interpretación
literal de estos pasajes,
tampoco violenta la obra
de Jesús. En ningún lugar, Ezequiel
40-48 entra en conflicto
con la muerte de Cristo o con
la doctrina del Nuevo Testamento.
Las contradicciones
percibidas entre una comprensión
literal de la profecía
de Ezequías y la doctrina del
Nuevo Testamento, se disuelven
cuando uno las analiza detalladamente
y las armoniza. A
pesar de que en el reino de mil
años nuevamente se harán sacrificios,
la persona y la obra
de nuestro Salvador igual estarán
en el centro de todo. El
templo del reino de mil años y
sus ritos servirán como recordatorio
diario; la humanidad
caída nunca debe olvidar su
deficiencia frente a un Dios
santo, ni nunca las lecciones
de cómo ese mismo Dios, lleno
de amor, se ocupa de quitar
de en medio el obstáculo del
pecado humano para aquellos
que confían en Él. ¡Maranatha!
Publicado primeramente en
Midnight Call y en midnightcall.com
1 Hank Hanegraaff,The Apocalypse
Code (El Código Apocalíptico) (Nashville:Thomas
Nelson, 2007), pág.
268-69.
2 John Schmitt y Carl Laney, Messiah’s
Coming Temple: Ezekiel’s Prophetic
Vision of the Future Temple (El venidero
Templo del Mesías: La profética
visión del futuro de Ezequiel
(Grand Rapids: Kregel Publications,
1997), pág. 181.
3 Randall Price, manuscrito no publicado
sobre las profecías de Ezequiel,
(2007), pág. 70-71.
4 Jerry Hullinger, «The Problem of
Animal Sacrifices in Ezekiel 40-48» (El
Problema de los Sacrificios de Animales
en Ezequiel 40-48) Bibliotheca Sacra
(July-September 1995, Vol. 152, Nº
607), pág. 281, 289.
“Porque la sangre de los
toros y de los machos
cabríos no puede quitar
los pecados.”