Tomo V - Características individualizantes - Ziviler Friedensdienst
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES<br />
Udo Krenzer<br />
ausente en africanos. En europeos se encuentra frecuentemente una pared afilada en<br />
el borde inferior de la nariz, mientras que es menos pronunciada en asiáticos y ausente<br />
en africanos. Este criterio se analiza utilizando un lápiz, ubicándolo en el maxilar. En<br />
europeos el lápiz no entra en la apertura nasal pues la pared lo detiene; en africanos<br />
sí puede entrar mientras que los asiáticos exhiben formas mezcladas. La apertura<br />
nasal forma un triángulo equilátero en africanos, y un pequeño triángulo en europeos,<br />
mientras que en asiáticos poseen una forma intermedia.<br />
Otras diferencias aparte de la nariz se pueden notar en el viscerocráneo. La más<br />
importante es el perfil facial, pues los malares muestran diferencias pronunciadas. En<br />
africanos, la proyección del rostro es mayor y se refiere como prognatismo, causado<br />
por el tamaño de los huesos. En europeos el rostro es más vertical, incluso retrocedido<br />
y en asiáticos la proyección es intermedia. Para visualizar la proyección se traza una<br />
línea entre el punto de los nasales y el infradentale. Otra opción es poner un lápiz por<br />
la apertura nasal y tratar de colocar el dedo índice detrás el lápiz. En cráneos europeos<br />
esto sí es posible, en los cráneos de asiáticos es más difícil o imposible. Otro aspecto<br />
para distinguir los grupos étnicos es la forma del viscerocráneo. En individuos de origen<br />
asiático, los rostros son anchos con aplanamiento facial, expresado por una anchura<br />
cigomática amplia y a veces el malar es dividido por una sutura horizontal, creando<br />
el hueso Japónico, una fosa canina plana y con el aplanamiento natural del frontal. En<br />
europeos y africanos los rostros son más estrechos. Se puede evaluar este criterio<br />
por mediciones tradicionales (ver tomo I). Mientras las alturas faciales son iguales, la<br />
anchura de los asiáticos es mayor. La forma de las órbitas también exhiben diferencias<br />
entre los grupos, porque europeos poseen órbitas angulares, africanos rectangulares<br />
y las de los asiáticos parecen redondeadas. Los arcos superciliares muestran también<br />
diferencias entre los grupos étnicos, porque son más pronunciados en europeos.<br />
Además se distinguen entre europeos e indígenas americanos a través de la sutura<br />
cigo-maxilar, porque la mayoría de los europeos exhiben suturas curvadas, mientras<br />
indígenas poseen suturas anguladas (ver figura 11).<br />
a) b)<br />
Fig. 11 Sutura cigo-maxilar; a) angulada en indígenas y b) curvado en africanos (por Gill 1998)<br />
Como último criterio del rostro se analiza el borde inferior de la órbita en vista lateral.<br />
Para el estudio de esta característica se traza una línea entre el borde superior y el<br />
inferior en plano Francfort. En asiáticos se observa una proyección del borde inferior,<br />
mientras que los europeos y los africanos no muestran esta característica.<br />
Los criterios para distinguir los grupos de descendencia en la bóveda son las inserciones<br />
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