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igualdad <strong>en</strong>tre todos los participantes <strong>en</strong> este movimi<strong>en</strong>to contracultural. Gesto compartido con otros<br />
colectivos discriminados socialm<strong>en</strong>te. En este terr<strong>en</strong>o se plantea la autosufici<strong>en</strong>cia de las mujeres desde<br />
concepciones tan populares d<strong>en</strong>tro del hip hop como el “no hay límites para nada ni para nadie” o<br />
“nada ni nadie te impide el camino a la fama” o “sólo hazlo y ya”, que apelan al poder de la persona<br />
individual sobre su destino fr<strong>en</strong>te a la sociedad. Porque constantem<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que estar superando las<br />
limitaciones y el nivel secundario que les impone el colectivo masculino, donde siempre son vistas<br />
como seres delicados y desprotegidos, necesitados del apoyo de uno o varios varones.<br />
En esta lucha no declarada pesa la consideración por parte de algunos escritores, conforme a la de la<br />
misma sociedad falogocéntrica, que llega a ampliarla, a su visión, como algo infantil o dem<strong>en</strong>te, de<br />
que el grafiti hip hop es algo propio de “hombres”, como sucedía o sucede con la caza o la guerra.<br />
Visión androcéntrica donde, además, se incide por la posición marginal o clandestina de esta actividad.<br />
De este modo, el que los escritores reproduzcan una imag<strong>en</strong> social estereotipada de la mujer, sin<br />
que pueda determinarse si existe un cuestionami<strong>en</strong>to o una aceptación efectivam<strong>en</strong>te g<strong>en</strong>eralizada,<br />
sí permite suponer que este movimi<strong>en</strong>to manifiesta una visión y m<strong>en</strong>talidad androc<strong>en</strong>trista más que<br />
nada, cosa que conecta directam<strong>en</strong>te con la escasa pres<strong>en</strong>cia ya m<strong>en</strong>cionada de escritoras d<strong>en</strong>tro del<br />
grafiti hip hop. Así también se puede afirmar que este movimi<strong>en</strong>to contracultural corresponde a la<br />
serie de comportami<strong>en</strong>tos machistas que caracterizan a las subculturas, pandillas o tribus urbanas que<br />
practican el grafiti hip hop, detalle que se evid<strong>en</strong>cia como un grave defecto <strong>en</strong> su discurso libertario.<br />
En este s<strong>en</strong>tido, hay que advertir cómo <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de los movimi<strong>en</strong>tos socioculturales postmodernos la<br />
polémica de la igualdad de los géneros se pres<strong>en</strong>ta como una cuestión p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te, a m<strong>en</strong>udo por darse<br />
esta igualdad por supuesta, pero que sale a relucir con frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los diálogos de los grafiteros,<br />
como también sucede con la cuestión de la homofobia y de la invisibilidad de las lesbianas, ya que<br />
la espontaneidad y clandestinidad de estos diálogos los libera de la corrección oficial que disfraza la<br />
realidad de la m<strong>en</strong>talidad y la moral social. Algo muy parecido a lo que ocurre con el discurso de los<br />
actuales “feministos” académicos que se dedican a los “estudios de género”, cuando se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
lejos de la academia, ya sea vi<strong>en</strong>do el fútbol sóquer o comi<strong>en</strong>do pozole <strong>en</strong>tre cuates.<br />
Así pues, salvando las excepciones señaladas, el grafiti hip hop se pres<strong>en</strong>ta más que nada como algo<br />
masculino y, es más, como una plataforma del machismo sociocultural. En esto colabora la concurr<strong>en</strong>cia<br />
de los criterios de valoración de los escritores, determinados por las metas de fama y poder<br />
para éstos, de valores y pruebas de valor vinculados al rol viril. Nos <strong>en</strong>contramos, así, con la id<strong>en</strong>tificación<br />
<strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos que dan <strong>en</strong>tidad al propio grafiti hip hop y los que se consideran propios<br />
del rol masculino --como son lo av<strong>en</strong>turero, lo deportivo, lo arriesgado, lo delictivo, lo activista y<br />
hasta lo meram<strong>en</strong>te artístico--, llegándose a la fijación de estilos gráficos adscritos a lo fem<strong>en</strong>ino y lo<br />
masculino por el ord<strong>en</strong> simbólico falogocéntrico, aunque se contemple la ambigüedad. En este s<strong>en</strong>tido,<br />
la revolución sociocultural o subversión política o moral se asignan al varón y si éstas se abr<strong>en</strong> a<br />
la mujer no es nunca <strong>en</strong> una posición rectora o rompedora de lo establecido.<br />
Consigui<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, esta situación va a g<strong>en</strong>erar un conjunto de actitudes que hac<strong>en</strong> que las mujeres<br />
inmersas <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno del grafiti hip hop construyan su id<strong>en</strong>tidad de escritoras desde modelos andróginos<br />
o <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia andróginos o desde modelos que asum<strong>en</strong> el estereotipo fem<strong>en</strong>ino mant<strong>en</strong>ido por<br />
la mayoría de los escritores. Esto se debe a la necesidad de verse reconocidas por la sanción g<strong>en</strong>eral<br />
como miembros de la hermandad de escritores, lo que conlleva construir una imag<strong>en</strong> reconocible y<br />
eficaz <strong>en</strong> términos culturales. Como muestra curiosa y significativa por la relevancia que ti<strong>en</strong>e el nombre<br />
del escritor <strong>en</strong> el grafiti hip hop, ya observamos que se da el hábito de elegir nombres de chavo o<br />
nombres ambiguos <strong>en</strong>tre las chavas escritoras, sin que ello corresponda a una maniobra antipolicial.<br />
En consecu<strong>en</strong>cia, visto esto, podríamos p<strong>en</strong>sar que la elección de nombres fem<strong>en</strong>inos o muy fem<strong>en</strong>inos,<br />
como es el caso de la famosísima LADY PINK, constituy<strong>en</strong> paradójicam<strong>en</strong>te un auténtico acto<br />
de militancia feminista <strong>en</strong> un ámbito donde frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te lo único que se conoce de sus autores<br />
tanto hacia d<strong>en</strong>tro como hacia fuera es su nombre simbólico.<br />
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