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El grafiti hip hop <strong>en</strong> la ciudad de México<br />
Candy Cervantes Medellín<br />
Gloria Hernández<br />
María Adela Hernández Reyes<br />
Jorge Alberto Manrique<br />
Salvador M<strong>en</strong>diola<br />
Ernesto Peñaloza<br />
(UNAM)<br />
1. Pres<strong>en</strong>tación<br />
Desde su aparición <strong>en</strong> la ciudad de Nueva York a principio de los años set<strong>en</strong>ta del siglo XX, Salvador<br />
M<strong>en</strong>diola com<strong>en</strong>zó a estudiar el raro f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o sociocultural del grafiti hip hop. En 1987, María<br />
Adela Hernández Reyes, Salvador M<strong>en</strong>diola y un amplio grupo de estudiantes de ci<strong>en</strong>cia(s) de la<br />
comunicación (ENEP Aragón y FCPyS), iniciaron estudios conjuntos sobre el tema, de tal modo han<br />
seguido tan de cerca como les ha sido posible la recepción masiva del grafiti hip hop <strong>en</strong> la ciudad de México.<br />
Gloria Hernández se integró a este grupo de investigación <strong>en</strong> 1990 y Candy Cervantes Medellín <strong>en</strong> 1996.<br />
En 1999, Hernández Reyes y M<strong>en</strong>diola pres<strong>en</strong>taron una pon<strong>en</strong>cia colectiva sobre el videoarte de Pola<br />
Weiss * <strong>en</strong> el XXIII Coloquio Internacional de Historia del Arte, ev<strong>en</strong>to organizado por el Instituto de<br />
Investigaciones Estéticas <strong>en</strong> la ciudad de Xalapa, Veracruz. Cuando v<strong>en</strong>ían de regreso a la ciudad de<br />
México junto con muchas de las personas que habían participado <strong>en</strong> el Coloquio, <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to que<br />
el autobús ingresó <strong>en</strong> la periferia de esta megalópolis, se inició una conversación con los investigadores<br />
Francesco Pellizzi y Peter Krieger a propósito del significado de estos extraños rayones públicos,<br />
así fue como se <strong>en</strong>teraron de que Ernesto Peñaloza, qui<strong>en</strong> participaba <strong>en</strong> esa conversación, también llevaba ya<br />
algún tiempo estudiando y sigui<strong>en</strong>do de cerca con su cámara fotográfica este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o del grafiti hip hop.<br />
De allí <strong>en</strong> adelante nos propusimos integrar nuestras investigaciones <strong>en</strong> un seminario indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te,<br />
que desde julio del 2000 se reúne <strong>en</strong> el Instituto de Investigaciones Estéticas (UNAM), aprovechando<br />
la inm<strong>en</strong>sa g<strong>en</strong>erosidad de su actual directora y demás autoridades académicas y administrativas.<br />
También de tal manera fue posible contar, desde septiembre del año 2000, con el interés, apoyo y,<br />
sobre todo, la invaluable participación <strong>en</strong> nuestras reuniones y debates del maestro Jorge Alberto<br />
Manrique, qui<strong>en</strong> ya desde los años set<strong>en</strong>ta había indicado <strong>en</strong> sus escritos y doc<strong>en</strong>cia la importancia<br />
sociocultural del graffiti como objeto de estudio para la historia del arte y la crítica estética.<br />
La teoría que empleamos <strong>en</strong> nuestro trabajo herm<strong>en</strong>éutico sobre grafiti hip hop emerge como rizoma<br />
multidisciplinario de los campos discursivos de la ci<strong>en</strong>cia de la comunicación, la antropología sociocultural,<br />
la informática, el análisis del discurso, la historiografía del arte y la crítica estética. Nuestro<br />
método es la síntesis de interpretaciones semióticas, retóricas y pragmáticas de los grafiti hip hop<br />
como texto de comunicación colectiva. De tal modo quermos valorar su significado sociocultural<br />
como imág<strong>en</strong>es de un poder político que al mismo tiempo emerge de: 1) una moda compulsiva globalizada<br />
(síntoma inconsci<strong>en</strong>te); 2) un delito popular organizado (rito de pasaje preconsci<strong>en</strong>te); 3)<br />
una desob<strong>en</strong>cia civil (autoconci<strong>en</strong>cia transgresora); 4) una marca del conflicto urbano (automatismo<br />
de repetición); y 5) un arte difer<strong>en</strong>te, radicalm<strong>en</strong>te postmoderno y libertario (un raro arte del tiempo<br />
después del fin del arte, un raro arte de masas <strong>en</strong> contra del nihilismo del consumo compulsivo).<br />
Aquí pres<strong>en</strong>tamos un primer diagnóstico común sobre tema tan complejo. Éste es el primer resultado<br />
escrito del trabajo de investigación colectivo de qui<strong>en</strong>es firmamos este <strong>en</strong>sayo. Una síntesis escrita y<br />
1
gráfica de tres años continuos de reflexiones y debates semanales, más la lectura y revisión académica<br />
de la mayor cantidad del material bibliográfico, hemerográfico, internético y multi-media que nos ha<br />
sido posible <strong>en</strong>contrar hasta ahora sobre el tema del graffiti <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y del grafiti hip hop <strong>en</strong> concreto,<br />
y también después de haber realizado ya varias derivas situacionistas prácticas por difer<strong>en</strong>tes<br />
ámbitos de la ciudad, para localizar, estudiar <strong>en</strong> directo y fotografiar nuestro propio material. Por otra<br />
parte, durante este nuevo proceso de investigación <strong>en</strong> seminario cada qui<strong>en</strong> ha int<strong>en</strong>sificado su observación<br />
participante y las <strong>en</strong>trevistas personales con la g<strong>en</strong>te que practica o que es víctima de esta nueva<br />
forma de rayar los muros y las paredes de la ciudad de México. Ojalá estos primeros resultados de<br />
nuestra investigación sean útiles para compr<strong>en</strong>der la profundidad del grafiti hip hop como problema<br />
urbano y también la gravedad de su novedad histórica como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de comunicación de masas.<br />
2. La ciudad como problema<br />
Como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o sociocultural contemporáneo, el grafiti hip hop es un síntoma y una respuesta al conflicto<br />
visual del (des)ord<strong>en</strong> urbano. Es la manifestación inmediata de que las ciudades son más que nada<br />
un (des)ord<strong>en</strong>, un conflicto, una desviación. Un (des)ord<strong>en</strong> que, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> la ciudad de México, ti<strong>en</strong>e<br />
profundos carácteres ultrabarrocos, por el rudo y complejo abigarrami<strong>en</strong>to de las formas arquitectónicas,<br />
los colores y los materiales empleados <strong>en</strong> sus construcciones, inmuebles y máquina urbana. Porque no hay<br />
ciudades homogéneas, no hay ciudades igualitarias, equitativas, bi<strong>en</strong> construidas, realm<strong>en</strong>te “ord<strong>en</strong>adas”.<br />
Este (des)ord<strong>en</strong> arquitétonico ontológico es propio, cuando m<strong>en</strong>os, de todas las grandes ciudades<br />
globalizadas o <strong>en</strong> proceso de globalización; es la marca física manifiesta del espacio urbano de los<br />
tiempos postmodernos. Un resultado material concreto del libre mercado y su individualismo posesivo,<br />
un efecto del (des)ord<strong>en</strong> social inmediato, cotidiano.<br />
Igual que el aire y el agua, el espacio visual de la ciudad de México se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra terriblem<strong>en</strong>te<br />
“contaminado” <strong>en</strong> todos s<strong>en</strong>tidos. Es un conjunto citadino muy agresivo y desord<strong>en</strong>ado, una ciudad<br />
material donde, por ejemplo, hace un ruido terrible la pres<strong>en</strong>cia indiscriminada de la publicidad y la<br />
propaganda. Por ello, nadie puede decir que la pres<strong>en</strong>cia del graffiti --y muy <strong>en</strong> especial del grafiti<br />
hip hop-- sea la única “irrupción viol<strong>en</strong>ta” d<strong>en</strong>tro de tal espacio visual público. Ya de por sí, la ciudad<br />
parece un gesto vandálico y viol<strong>en</strong>to casi todo el tiempo y <strong>en</strong> casi todos sus espacios públicos.<br />
Consideramos que el grafiti hip hop es una medida “inconsci<strong>en</strong>te” <strong>en</strong> contra de esa viol<strong>en</strong>cia causada<br />
por el (des)ord<strong>en</strong> urbano; de tal modo, este nuevo tipo de grafiti es un gesto de posible autoconci<strong>en</strong>cia<br />
ciudadana. Una acción directa para terminar con tanta contaminación aberrante.<br />
Por eso se puede decir que los grafiti hip hop quier<strong>en</strong> operar como lazos ord<strong>en</strong>adores o conectores<br />
del espacio público de la ciudad, quier<strong>en</strong> ser los signos materiales que de veras le dan forma y estilo<br />
únicos y claros a la pres<strong>en</strong>cia visual de la gran urbe como máquina arquitectónica. Son eslabones<br />
gráficos <strong>en</strong>tre las partes (des)ord<strong>en</strong>adas de la ciudad.<br />
En una <strong>en</strong>cuesta hecha por estudiantes de la ENEP Aragón d<strong>en</strong>tro de la super poblada ciudad Nezahualcóyotl,<br />
una de las muchas “ciudades” que integran la gran ciudad de México, la mayor parte de<br />
las persona <strong>en</strong>cuestadas consideraron al grafiti hip hop como la figura que mejor expresa su id<strong>en</strong>tidad<br />
ciudadana, dándole el valor de un signo simbólico colectivo que <strong>en</strong> las estadísticas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra situado<br />
muy por <strong>en</strong>cima de las figuras cívicas institucionales o de los inmuebles públicos.<br />
Al ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos como signos conectores de la gran ciudad, los grafiti hip hop son fuertes imág<strong>en</strong>es<br />
de poder contracultural. Hac<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>te una car<strong>en</strong>cia, son el síntoma de una falta d<strong>en</strong>tro de nuestro<br />
2
(des)ord<strong>en</strong> urbanos. Son imág<strong>en</strong>es que desconstruy<strong>en</strong> los cánones e instituciones de lo público y el<br />
arte d<strong>en</strong>tro de las democracias realm<strong>en</strong>te exist<strong>en</strong>tes, muy <strong>en</strong> especial la democracia actualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
funciones d<strong>en</strong>tro de México como país, como estado y como ciudad.<br />
3. El grafiti hip hop<br />
3.1. Definición técnica<br />
Las imág<strong>en</strong>es de grafiti hip hop * son muy difíciles de analizar. Bi<strong>en</strong> vistas, son cosas públicas que se<br />
complican con todo y que todo lo complican. Ellas mismas no son cosa sufici<strong>en</strong>te para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
sociocultural que repres<strong>en</strong>tan e integran, y el trabajo académico hecho al respecto, además de<br />
escaso y diverso <strong>en</strong> sus puntos de vista y métodos de análisis, ap<strong>en</strong>as si consigue seguir de cerca lo que<br />
está ocurri<strong>en</strong>do sociocultural y políticam<strong>en</strong>te con este raro medio de comunicación colectiva. Por eso,<br />
las imág<strong>en</strong>es de poder del grafiti hip hop son un reto para nuestra herm<strong>en</strong>éutica institucional, situada<br />
donde coincid<strong>en</strong> y se (in)disciplinan como actividad heurística colectiva la ci<strong>en</strong>cia de la comunicación,<br />
la antropología sociocultural, el discurso de la liberación, la historia del arte y la teoría estética.<br />
Por ejemplo, como ya dijimos la cuestión sustancial de las imág<strong>en</strong>es de grafiti hip hop es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
que al mismo tiempo funciona como una moda compulsiva, un delito organizado, un acto de<br />
resist<strong>en</strong>cia civil, un medio de comunicación colectiva y una forma de arte popular globalizado. En<br />
suma, es una cuestión plural de muchas facetas, sólo considerando juntas todas las facetas que sea<br />
posible, o sea, reuni<strong>en</strong>do información sobre las más que sea posible integrar, sólo así empezaremos a<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo que estas imág<strong>en</strong>es de poder realm<strong>en</strong>te significan y nos propon<strong>en</strong> como sociedad urbana<br />
globalizándose.<br />
Aquí, para poder plantear un diagnóstico g<strong>en</strong>eral sobre la práctica del grafiti hip hop <strong>en</strong> la ciudad<br />
de México, primero contestaremos las sigui<strong>en</strong>tes siete preguntas: 1) ¿quién(es) emite(n) este tipo de<br />
grafiti, 2) ¿a quién(es) va dirigido el m<strong>en</strong>saje de tales imág<strong>en</strong>es, 3) ¿cómo se articula una imag<strong>en</strong><br />
de grafiti hip hop, 4) ¿qué cosa intercomunicante es un texto de grafiti hip hop, 5) ¿qué imág<strong>en</strong>es <strong>en</strong><br />
concreto son las que transmite este tipo de grafiti, 6) ¿cuál es su historia específica, y 7) ¿qué clase<br />
de discurso sociocultural produc<strong>en</strong><br />
Una vez contestadas estas siete cuestiones es<strong>en</strong>ciales, t<strong>en</strong>dremos una base práctica desde donde<br />
int<strong>en</strong>tar reflexionar sobre el significado definitivo del grafiti hip hop como discurso de poder, una<br />
situación donde opera muy especialm<strong>en</strong>te su recepción actual como obras de arte, de un arte “otro”,<br />
“difer<strong>en</strong>te”, por su modo de ser un arte después del fin del arte, y, de allí <strong>en</strong> adelante poder valorar<br />
y apreciar su peso real como otra extraña pero persist<strong>en</strong>te rebelión juv<strong>en</strong>il globalizada <strong>en</strong> contra del<br />
establecimi<strong>en</strong>to mercantil del ord<strong>en</strong> simbólico falogocéntrico con que se construye el modelo ideal<br />
el/la sujeto/a neoliberal individualista posesivo de la globalización --¿modo de producción democrático<br />
de las imág<strong>en</strong>es públicas<br />
3.2. ¿Quién(es) emite(n) este tipo de grafiti<br />
En la ciudad de México, la mayor parte del grafiti hip hop lo produc<strong>en</strong> adolesc<strong>en</strong>tes que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
<strong>en</strong>tre los 12 y los 18 años; aunque cada vez hay más personas m<strong>en</strong>ores y mayores de este rango de<br />
3
edad que también lo practican. La mayoría de las personas que produc<strong>en</strong> estos m<strong>en</strong>sajes son de sexo<br />
masculino; pero cada vez hay más personas del sexo fem<strong>en</strong>ino practicándolo <strong>en</strong> su forma legal e ilegal.<br />
Su situación económica es la de subempleados y/o dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes del espquema familiar; la clases<br />
sociales a que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> son la media-baja y la baja, y su escolaridad promedio va de la escuela primaria<br />
al bachillerato. No pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a ninguna corri<strong>en</strong>te política <strong>en</strong> concreto, sus prefer<strong>en</strong>cias políticas<br />
de partido recorr<strong>en</strong> el abanico <strong>en</strong>tero de nuestra actual democracia. Por su situación de “m<strong>en</strong>ores”<br />
de edad, no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> voz ni voto ante la realidad inmediata de gobierno.<br />
3.3. ¿A quién(es) va dirigido<br />
En lo más es<strong>en</strong>cial, el grafiti hip hop es un m<strong>en</strong>saje-objeto narcisista indirecto. Un acto interesantem<strong>en</strong>te<br />
contradictorio d<strong>en</strong>tro del ejercicio personal de la opinión pública. Su m<strong>en</strong>saje público va<br />
inmediatam<strong>en</strong>te dirigido hacia la misma persona que lo emite, es un acto de autoestima personal, una<br />
máquina de autoespejo individualista. Son signos urbanos que ,anifiestan un descont<strong>en</strong>to individualcolectivo,<br />
un problema exist<strong>en</strong>cial que se resuelve simbólicam<strong>en</strong>te con el acto de hacer los grafiti <strong>en</strong><br />
sí, pues se supone que éstos signos públicos serán muy efímeros y que muy probablem<strong>en</strong>te nadie más<br />
que qui<strong>en</strong> los hace los llegue a ver y los trate de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der. Quier<strong>en</strong> ser firmas o afirmaciones subjetivas<br />
de una nueva id<strong>en</strong>tidad gráfica elegida, transformada, iniciada herméticam<strong>en</strong>te para la condición<br />
virtual de la persona urbana.<br />
Sólo <strong>en</strong> un segundo mom<strong>en</strong>to de conci<strong>en</strong>cia comunicativa estos grafiti van dirigidos como m<strong>en</strong>saje<br />
para la comunidad sociocultural que los produce: la demás g<strong>en</strong>te dedicada a grafitear de esta manera.<br />
Después, son signos dirigidos al gobierno del país y de la ciudad, así, <strong>en</strong> abstracto, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos como<br />
“las autoridades”. Y ya por último, estos grafiti se dirig<strong>en</strong> al público urbano <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. Por ello decimos<br />
que estos grafiti plantean m<strong>en</strong>sajes plurales que hac<strong>en</strong> refer<strong>en</strong>cia del mismo modo al arte y<br />
al delito organizado, igual que a la moda globalizada y la revuelta juv<strong>en</strong>il surrelista o contracultura<br />
global que critica e int<strong>en</strong>ta desconstruir la <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ación que g<strong>en</strong>era el (des)ord<strong>en</strong> urbano globalizado.<br />
Una cuestión que ya de muchas maneras supera las fronteras de la arquitectura y el arte instituido.<br />
Ya <strong>en</strong>tonces, un objetivo social inmediato d<strong>en</strong>tro de qui<strong>en</strong>es lo practican es ganar fama <strong>en</strong>tre la g<strong>en</strong>te<br />
grafitera por medio, más que nada, de la cantidad de grafiti que se haga. Una relación tribal de gran<br />
ciudad contemporánea. Para ésto, cu<strong>en</strong>tan mucho valores tales como la ilegalidad, los riesgos físicos y<br />
el peligro público implicados <strong>en</strong> su creación. Cuestiones más que nada de revuelta vandálica, sí, pero<br />
<strong>en</strong>tonces también más que nada estética, es decir, con voluntad de ser apreciable como arte. Qui<strong>en</strong>es<br />
destacan de verdad <strong>en</strong> los grafiti ilegales, rápidam<strong>en</strong>te son impulsados hacia la legalidad, pues la fama<br />
obt<strong>en</strong>ida implica llegar también a oídos de los vecinos y de la policía.<br />
3.4. ¿Cómo se articula el grafiti hip hop<br />
La articulación de estas imág<strong>en</strong>es es un acto público de carácter clandestino e ilegal, un acto sustancialm<strong>en</strong>te<br />
urbano. Un rito de pasaje tribal pero de ciudad grande <strong>en</strong>tre adolesc<strong>en</strong>tes, una acción<br />
tribal para demostrar su valor y temeridad, para así mismo terminar capacitándose <strong>en</strong> la lucha diaria<br />
por la vida d<strong>en</strong>tro de este mundo del sexo, el mercado y la política con que se trama la aldea global<br />
electrónica. Debido a ello mismo, los grafiti hip hop se realizan casi siempre durante la noche, <strong>en</strong><br />
secreto y con tiempos de producción que van desde unos cuantos segundos (<strong>en</strong> el caso del tag), a<br />
cosa de varios minutos (si se hace una bomba) o hasta cosa de dos a cuatro horas de trabajo (si lo<br />
que se hace es una pieza).<br />
4
Para hacer un tag se emplean: gises, crayones de cera, plumiles, plumones, marcadores industriales,<br />
latas de pintura <strong>en</strong> aerosol, piedras de esmeril, el canto de las monedas y otros objetos. Esta gran<br />
variedad de medios de producción es válida únicam<strong>en</strong>te para la creación de tags o placas, porque ya<br />
para la confección de las bombas y las piezas sólo se considera correcto el uso de latas de pintura <strong>en</strong><br />
aerosol. En todos los casos, está muy mal visto el empleo de pinceles, brochas o aerógrafos. Lo mismo<br />
vale para la forma de <strong>en</strong>cimar los tipos de grafiti --aunque éstas, como la reglas de la caballería<br />
andante de la Edad Media, casi nadie lo cumple.<br />
Claro, hay personas que ya sólo quier<strong>en</strong> hacer piezas <strong>en</strong> forma legal y solam<strong>en</strong>te con perspectiva estetizante-publicista;<br />
aunque es cierto que ésto es una forma de hacer grafiti hip hop, ella no es ni puede<br />
ser considerada la forma que mejor expresa la extrema novedad y radicalidad del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o. Después<br />
de todo, qui<strong>en</strong>es los hac<strong>en</strong> buscan t<strong>en</strong>er antes que nada una experi<strong>en</strong>cia adr<strong>en</strong>alínica, una emoción<br />
extrema, una incorporación extrema de dominio del miedo, al querer <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar a las autoridades públicas<br />
y privadas y conseguir burlarlas con acciones directas y efectivas. Mi<strong>en</strong>tras esto ocurre, suele<br />
haber personas vigilando que no aparezcan por ahí las autoridades.<br />
La producción de grafiti hip hop puede ser hecha <strong>en</strong> forma individual (One --”uno/a”) o colectiva<br />
(Crew --”tripulación”, “equipo”, “banda” o “pandilla”-- de dos personas <strong>en</strong> adelante). Hay grupos<br />
dedicados al grafiti que llegan a reunir más de cuar<strong>en</strong>ta personas; pero no suel<strong>en</strong> operar juntas, eso<br />
significa demasiado riesgo o pasar directam<strong>en</strong>te al pandillerismo callejero, que ya es otra cosa completam<strong>en</strong>te<br />
difer<strong>en</strong>te. Estos crew actúan de acuerdo a la división del trabajo y <strong>en</strong> forma de taller artesanal,<br />
con maestros, oficiales y apr<strong>en</strong>dices.<br />
Una pieza se produce mediante una serie muy precisa de pasos técnicos. Primero, se traza la figura<br />
base del grafiti <strong>en</strong> un sólo color y con un tipo de línea, tarea que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te efectúa el/la maestro/a<br />
o líder del crew; luego se rell<strong>en</strong>an las partes de color, tarea que corresponde a las especialidades de<br />
lo/as oficiales y apr<strong>en</strong>dices; y por último, se realiza el acabado o delimitación final de letras, figuras<br />
y fondo, otra vez por el/la maestro/a y sus oficiales especializado/as.<br />
3.5. ¿Qué es un texto de grafiti hip hop<br />
Los grafiti hip hop se integran como texto según tres tipos básicos:<br />
A) Tag o Placa. Son rápidas firmas pseudónimas (alter ego), muchas veces <strong>en</strong> siglas. Todos son de<br />
una sola línea y de trazo rápido. La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>eral es que también sean de un solo color; pero<br />
qui<strong>en</strong>es emplean crayones de cera pued<strong>en</strong> producir tags polícromos. Predominan las caligrafías complejas,<br />
amaneradas, ultrabarrocas. El tamaño de un tag va desde una firma normal hasta más de dos<br />
metros de largo y un metro de altura.<br />
B) Bomba. Es un tag al que se le da cuerpo de tipografía a las letras; g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> los inicios, de<br />
forma curva, de allí el nombre. La forma base es un contorno que contrasta con el color o colores del<br />
cuerpo <strong>en</strong> sí de las letras. Los hay de un solo color y polícromos. Las bombas deb<strong>en</strong> ser del tamaño<br />
más grande que sea posible, tratando de ocupar la mayor cantidad de espacio público que se pueda.<br />
Hay unas bombas que llegan a ser del tamaño de un tag grande; pero también hay bombas que cubr<strong>en</strong><br />
toda una fachada o mucho ti<strong>en</strong><strong>en</strong> más de doce metros de largo con una altura que llega hasta más<br />
arriba de los cuatro metros.<br />
C) Pieza. Son las formas más complejas de grafiti hip hop. La estructura base se integra por:<br />
5
i. Logo. Una bomba de caligrafía ultrabarroca y de policromía muy amplia y contrastada: el tag de<br />
la(s) personas que lo produce(n), One o Crew.<br />
ii. Figura(s). Imág<strong>en</strong>es icónicas polícromas y de carácter diverso, pues sus fu<strong>en</strong>tes van desde los<br />
personajes de cómix hasta la reproducción de obras de arte culto, recorri<strong>en</strong>do prácticam<strong>en</strong>te todas<br />
las posibilidades del abanico postmoderno de fu<strong>en</strong>tes de cultura; aunque <strong>en</strong>tonces predomina por<br />
mucho la cultura popular postmoderna. Muchas veces es el autorretrato <strong>en</strong> alter-ego de qui<strong>en</strong>(es) la(s)<br />
emite(n).<br />
iii. Lema(s). Por lo g<strong>en</strong>eral son eslogans de muy diversa temática, son <strong>en</strong>unciados verbales que incluy<strong>en</strong><br />
dedicatorias y tags de firma.<br />
iv. Fondo. Es la base polícroma para pres<strong>en</strong>tar todo lo anterior. Predomina la abstracción simple pero<br />
hay qui<strong>en</strong>es produc<strong>en</strong> paisajes, siluetas urbanas y otro tipo de imág<strong>en</strong>es pictóricas.<br />
Estas tres formas básicas del grafiti hip hop se compon<strong>en</strong> <strong>en</strong> obras con forma de rectángulo vertical <strong>en</strong><br />
la mayoría de los casos y que se realizan sobre muy diversos soportes físicos, tantos como los ofrec<strong>en</strong><br />
los muros y las bardas de la ciudad. Hay tags rayados con piedra de esmerilar sobre los vidrios de<br />
las v<strong>en</strong>tanas del metro, como también hay stickers o pegotes de papel <strong>en</strong>gomado. Sólo <strong>en</strong> algunos casos se<br />
emplea una base o imprimatura de yeso o de pintura vinílica para, sobre ella, producir estos grafiti hip hop.<br />
3.6. ¿Qué tipo de imág<strong>en</strong>es nos transmit<strong>en</strong><br />
La imag<strong>en</strong> c<strong>en</strong>tral y protagónica del grafiti hip hop es el tag o logo. Como ya se dijo, este grafiti es un<br />
acto personal narcisista de carácter vandálico sobre el espacio público propiedad de la ciudad y de la<br />
propiedad privada de inmuebles. En lo visual inmediato: son una imag<strong>en</strong> grande de caligrafía rebuscada,<br />
ultrabarroca. Por eso qui<strong>en</strong>es los produc<strong>en</strong> se consideran más que nada “escritores”. Quier<strong>en</strong><br />
transmitir un acto de habla (firma) y no uno imag<strong>en</strong> visual meram<strong>en</strong>te, por eso se puede decir que no<br />
son como la pintura (icono). Son, más bi<strong>en</strong>, como los periódicos y las revistas, objetos híbridos.<br />
Entonces, lo primero que convi<strong>en</strong>e hacer resaltar del grafiti hip hop como escritura es el hecho de que<br />
nada ti<strong>en</strong>e que ver con la letrinalia; llama la at<strong>en</strong>ción que los temas y figuras empleados nunca ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
mucho que ver con cuestiones abiertam<strong>en</strong>te sexuales ni con la pornografía. Tampoco son pintura mural;<br />
de hecho, como ya se dijo, estos grafiti hip hop no quier<strong>en</strong> ser pintura para nada.<br />
Sus fu<strong>en</strong>tes y tradiciones más profundas y constantes provi<strong>en</strong><strong>en</strong> de la era de la reproducción técnica<br />
de imág<strong>en</strong>es, más que nada, <strong>en</strong>tonces, del grabado popular, la televisión y los cómics.También son<br />
por completo difer<strong>en</strong>tes de las pintas de eslogans políticos o del tipo que sea, igualm<strong>en</strong>te que casi<br />
nada ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver estos grafiti con las marcas de territorio hechas por las pandillas de delincu<strong>en</strong>tes urbanos.<br />
Aunque, eso sí, de muchas maneras conectan con la costumbre de pintar declaraciones de amor, muy<br />
especialm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tonces, con aquella donde el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to se declara a través de un corazón atravesado<br />
por una flecha, cont<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> su interior el corazón los dos nombres personales <strong>en</strong> cuestión, imág<strong>en</strong>es<br />
donde tambí<strong>en</strong> se interrelacionan de forma sobresignificante los discursos de la escritura y la pintura.<br />
De tal modo, el grafiti hip hop, primero que nada, es un acto ilegal y vandálico, una acción pública<br />
donde la persona emisora dice a todo mundo: “Jódanse, porque, aunque ustedes no lo quieran, aquí<br />
estoy yo”.<br />
6
Ahora bi<strong>en</strong>, las imág<strong>en</strong>es que acompañan a estos grafiti, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las piezas, son <strong>en</strong> su mayor<br />
parte de temática melancólica y romántica. Hasta <strong>en</strong> los casos de simbólica más abierta y manifiesta,<br />
quier<strong>en</strong> expresar lo más intimo y propio de la persona que los produce, una fantasía altam<strong>en</strong>te individualizada,<br />
auque parece mera copia automática de cualquier otra de las de su clase, porque más que<br />
nada estos grafiti son auto-repres<strong>en</strong>taciones altam<strong>en</strong>te simbolizadas de un deseo de libertad personal<br />
amplia, son emblemas trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tes de una id<strong>en</strong>tidad individual e íntima que se considera reprimida,<br />
<strong>en</strong> desv<strong>en</strong>taja, vil<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> forma más ruda todavía. Resuelv<strong>en</strong> el conflicto de ser y t<strong>en</strong>er una id<strong>en</strong>tidad<br />
personal mediante tres actos de emisión individual de imág<strong>en</strong>es: un acto fonético alfabético,<br />
otro icónico y una emblemático, o sea, que el grafiti hip hop es una cosa que une estos actos <strong>en</strong> los<br />
símbolos culteranos de su pres<strong>en</strong>cia críptica. Y esta personalidad “otra” o “difer<strong>en</strong>te” ti<strong>en</strong>de a ser la<br />
de un/a adolesc<strong>en</strong>te con múltiples conflictos exist<strong>en</strong>ciales, algui<strong>en</strong> que, para nuestro estudio inmediato<br />
real, vive <strong>en</strong> la gran ciudad de México y con un claro problema exist<strong>en</strong>cial de in-comunicación,<br />
porque realm<strong>en</strong>te no hay <strong>en</strong> esta urbe lugares públicos para que <strong>en</strong> ellos se reúna la g<strong>en</strong>te de esta edad<br />
sin t<strong>en</strong>er que gastar dinero y sin t<strong>en</strong>er de inmediato conflictos con las autoridades. Son señales de la<br />
g<strong>en</strong>te adolesc<strong>en</strong>te que no ve reconocida su exist<strong>en</strong>cia de persona real y completa, porque es sistemáticam<strong>en</strong>te<br />
excluida de los pl<strong>en</strong>os derechos y obligaciones de la ciudad, aunque se les demanda una<br />
participación exist<strong>en</strong>cial completa, siempre realizativa, siempre responsable. Por eso, esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
melancólica de la figuración simbólico-icónica del grafiti hip hop parece ser un asunto político de<br />
carácter global, por tanto, la expresión de un conflicto que afecta a toda la g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> edad adolesc<strong>en</strong>te<br />
afectada por el proceso de globalización; así que esta comunicación pública no suele manifestar imág<strong>en</strong>es<br />
del discurso de la felicidad y el optimismo. En las imág<strong>en</strong>es del grafiti hip hop casi siempre la<br />
figura icónica protagónica de los autorretratos ti<strong>en</strong>e un arma <strong>en</strong> la mano o emplea la lata de pintura<br />
<strong>en</strong> aerosol como si fuera un arma, y ello casi siempre lo hace con una sonrisa sardónica o ya de plano<br />
con cara de g<strong>en</strong>te muy triste y muy <strong>en</strong>ojada al mismo tiempo.<br />
Los tag y bombas parec<strong>en</strong> ser de poca calidad plástica, pues efectivam<strong>en</strong>te son hechos de forma muy<br />
rápida, por su carácter clandestino y vandálico; sin embargo, llegan a alcanzar complejas caligrafías<br />
e interesantes policromías. Donde se <strong>en</strong>ciman o reún<strong>en</strong> muchas de estas placas emerg<strong>en</strong> combinaciones<br />
llamativas, plastas ultrabarrocas, muy atray<strong>en</strong>tes de las mirada, igual que ocurre con la mejor<br />
publicidad y propaganda. En cambio, las piezas suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er casi siempre bastante calidad técnica y<br />
una compleja estructura formal, tanto <strong>en</strong> la perspectiva como <strong>en</strong> el colorido. Por ello mismo son muy<br />
difíciles de realizar <strong>en</strong> situación ilegal. Manifiestan, de forma inconsci<strong>en</strong>te pero manifiesta, una fuerte<br />
voluntad pictórica, estetizante, conceptista, que así supera los marcos de lo simplem<strong>en</strong>te popular e ingresa<br />
al Arte Pop, por un lado, y pasa del delito público al situacionismo libertario concreto, por el otro lado.<br />
Su máquina pictórica es de carácter expresionista popular, visualiza figuras imaginarias, irreales,<br />
fantásticas; t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do <strong>en</strong> su factura más que nada a la caricatura, aunque hay una deriva hacia la abstracción<br />
pura y otra hacia el hiperrealismo fotográfico. Pero, claro, la dominante estilística, como provi<strong>en</strong>e<br />
del mundo simbólico del cómic y los dibujos animados, igual que de los juegos de video y de la<br />
publicidad y propaganda político-comerciales y también del diseño industrial. De allí la importancia<br />
de este grafiti como manifestación del arte híbrido de resist<strong>en</strong>cia popular d<strong>en</strong>tro de la globalización<br />
de la sociedad del espectáculo, una comunicación pública que transmite la experi<strong>en</strong>cia de lo sublime:<br />
voluntad de poder crear arte.<br />
A la ciudad de México, el grafiti hip hop llegó, como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de masa, algo tarde. Cuando todo<br />
esto com<strong>en</strong>zó <strong>en</strong> los Estados Unidos durante la década de los set<strong>en</strong>ta del siglo pasado, su desarrollo<br />
chilango comi<strong>en</strong>za <strong>en</strong> los años nov<strong>en</strong>ta del siglo pasado, y su pl<strong>en</strong>a difusión masiva ocurrió ap<strong>en</strong>as<br />
al final de esa década. El grafiti hip hop tardó veinte años <strong>en</strong> llegar y arraigarse <strong>en</strong> esta metrópolis.<br />
Seguram<strong>en</strong>te por eso los estilos “chilangos” son poco novedosos. Por acá, de este lado de la frontera,<br />
todo esto ha sido imitación y repetición de lo que ya se hizo y hace allá, del otro lado. A nuestro<br />
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<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der, la recepción masiva del grafiti hip hop <strong>en</strong> la ciudad de México ha sido efectuada con muy<br />
poco cuidado crítico. Esta praxis no provi<strong>en</strong>e inicialm<strong>en</strong>te de los conflictos transculturales <strong>en</strong>tre nacionalidade<br />
y etnias difer<strong>en</strong>tes, tan difer<strong>en</strong>tes como las que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> forma cosmopolítica d<strong>en</strong>tro de<br />
la ciudad de Nueva York.<br />
En lo icónico narrativo, de forma muy inoc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia constantem<strong>en</strong>te se emplean figuras y<br />
símbolos precortesianos; pero la idea <strong>en</strong> sí vino más bi<strong>en</strong> de Los Ángeles y Chicago. De todas maneras,<br />
con esto queremos decir que se si<strong>en</strong>te orgullo <strong>en</strong> la marca de tradición mexicana d<strong>en</strong>tro de la<br />
construcción de grafiti hip hop, ya la sustancia de esta tradición prov<strong>en</strong>ga de Aztlán o de Tlatelolco-<br />
T<strong>en</strong>ochtitlan. Este recurso constante a las figuras y símbolos del pasado indíg<strong>en</strong>a manifiesta, más que<br />
nada, una interesante ing<strong>en</strong>uidad histórica, una rara fuga del tiempo pres<strong>en</strong>te y de nuestra verdadera<br />
historia. Porque la conci<strong>en</strong>cia indíg<strong>en</strong>a de México sólo la podemos accesar recorri<strong>en</strong>do los cinco<br />
siglos que nos separan de su contrucción real, cosa que nadie puede puede realizar, personalm<strong>en</strong>te,<br />
por completo <strong>en</strong> esta vida, y que, por tanto, siempre ti<strong>en</strong>e que ser interpretada mediante un profundo<br />
grado de subjetividad.<br />
Hay muchos nombres leg<strong>en</strong>darios <strong>en</strong> la construcción práctica del grafiti hip hop como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de<br />
masas <strong>en</strong> la ciudad de México. Destacan El Fly, B<strong>en</strong> Frank, igual que el Humo y el Joker. Pero lo mejor<br />
ha sido más que nada anónimo y muy efímero. A nuestro gusto rascuache y experi<strong>en</strong>cia feminista,<br />
quizá la única grafitera que efectivam<strong>en</strong>te ha desarrollado un estilo muy personal es “La Du<strong>en</strong>de”;<br />
aunque la etapa creativa de de esta artista como auténtica grafitera hip hop fue muy breve y ahora se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra dedicada a cuestiones de arte conceptual más bi<strong>en</strong> de élite: pintura, instalación y performance.<br />
Tampoco parece que ella haya recurrido alguna vez a la expresión ilegal. Por otro lado, una<br />
difer<strong>en</strong>cia chilanga indirecta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el empleo de figuras icónicas propias de nuestra cultura<br />
inmediata, tales como: Ricardo Flores Magón, Emiliano Zapata, Carlos Salinas de Gortari, el subcomandante<br />
Marcos, el ex-rector Barnés de la UNAM, Vic<strong>en</strong>te Fox y otros personajes de tal tipo cívico.<br />
3.7. ¿Cuál es la historia del grafiti hip hop<br />
Todavía no hay ni puede haber una historia oficial del grafiti hip hop. Tal vez jamás la haya. El relato<br />
de su construcción es más que nada mitológico, casi todo es pura ley<strong>en</strong>da popular. Las fechas son<br />
oscuras, lo mismo ocurre con los nombres y las obras, y la evolución del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o también ha sido<br />
muy subterránea y clandestina. Después de todo, es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de masas.<br />
Sus comi<strong>en</strong>zos indirectos implican tres c<strong>en</strong>tros urbanos de los Estados Unidos de América: las megalópolis<br />
de Los Ángeles, Chicago y Nueva York. La forma y cont<strong>en</strong>ido definitivos del grafiti hip hop<br />
se cocinaron durante los años ses<strong>en</strong>ta del siglo XX, cosa que ocurrió más que nada <strong>en</strong>tre Nueva York,<br />
P<strong>en</strong>nsylvania y Philadelphia, al noreste de los Estados Unidos; aunque el orig<strong>en</strong> del modelo básico o<br />
máquina textual de este grafiti parece haber sido cocinado <strong>en</strong> la ciudad de Los Ángeles, pues, según<br />
parece, esta forma de hacer firmas públicas de muchos colores provi<strong>en</strong>e de la subcultura de los “braceros”<br />
mexicanos de los años treinta, igual que de los “pachucos” de los cuar<strong>en</strong>ta. De todas maneras,<br />
aunque creado d<strong>en</strong>tro de los Estados Unidos, el grafiti hip hop no pert<strong>en</strong>ece a la cultura canónica norteamericana.<br />
Más bi<strong>en</strong>, es un producto híbrido de los grupos minoritarios de ese país, muy <strong>en</strong> especial<br />
de la g<strong>en</strong>te de raza negra y la de cultura mexicano-latina. Una trabajo de resist<strong>en</strong>cia civil.<br />
Hay muchos nombres <strong>en</strong> juego d<strong>en</strong>tro de esta historia leg<strong>en</strong>daria. Uno de los más r<strong>en</strong>ombrados es el<br />
del pintor Jean-Michel Basquiat; aunque <strong>en</strong> realidad sea imposible declarar a Basquiat como mero<br />
grafitero. En cambio, su amigo Keith Haring sí lo fué; pero los personajes más interesantes <strong>en</strong> la<br />
inv<strong>en</strong>ción, construcción y difusión del grafiti hip hop no son tan familiares y conocidos como estos,<br />
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pues son los de g<strong>en</strong>te que, por ejemplo, se llama: Fab Five Freddy, Lee Quiñonez, Chaz Bojorquez,<br />
Julio 214, Kool, Lady Pink y el ya leg<strong>en</strong>dario Taki 183.<br />
En los años ses<strong>en</strong>ta del siglo pasado, estas personas com<strong>en</strong>zaron por escribir con pluma atómica <strong>en</strong><br />
los muros y carros del metro su nombre o apodo y el número de la calle donde vivían, ésta era una parodia<br />
irónica de las constantes citas bíblicas que aparecían escritas de ese mismo modo <strong>en</strong> el metro y<br />
las casetas telefónicas públicas de la ciudad de Nueva York. Ya <strong>en</strong> 1965, el músico y cantante de rock<br />
Paul Simon les dedicó a estas personas un verso de la canción “Los sonidos del sil<strong>en</strong>cio”, donde dice:<br />
“The words of the prophets were writt<strong>en</strong> on the subway walls and the t<strong>en</strong>em<strong>en</strong>t halls” [“Las palabras<br />
de los profetas están escritas <strong>en</strong> los muros del metro y <strong>en</strong> las fachadas de las casas privadas”].<br />
Antes del principio de todo, durante la primera mitad de esos años ses<strong>en</strong>ta del siglo pasado, al grafiti<br />
de este tipo se le articulaba únicam<strong>en</strong>te con plumas atómicas o bolígrafos y era de tamaño minúsculo<br />
para como ahora es, efectivam<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>ía el tamaño de una firma de contratos civil. Pero con la aparición<br />
<strong>en</strong> el mercado público de masas, primero, de la pintura <strong>en</strong> latas de aerosol, los plumiles con<br />
punta de fieltro y los marcadores industriales, esta manera rebuscada de escribir se ll<strong>en</strong>ó de colores y<br />
com<strong>en</strong>zó a transformar <strong>en</strong> forma extrema su caligrafía.<br />
A principio de la década de los set<strong>en</strong>ta empezaron a aparecer carros y tr<strong>en</strong>es del metro neoyorkino<br />
completam<strong>en</strong>te cubiertos, por d<strong>en</strong>tro y por fuera, con este tipo de grafiti. Tr<strong>en</strong>es completam<strong>en</strong>te rayados<br />
y policromados de este modo. El gobierno de la ciudad de Nueva York tardó mucho tiempo <strong>en</strong><br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der y controlar el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o d<strong>en</strong>tro del metro; aunque hasta la fecha no lo ha conseguido erradicarlo<br />
por completo.<br />
El grafiti hip hop ti<strong>en</strong>e muy poco que ver con las pintas estudiantiles del 68 parisino y su imitación<br />
globalizada. Pero de algún modo sí ha sido afectado muy de cerca por la escuela muralista mexicana,<br />
ya que, por ejemplo, bu<strong>en</strong>a parte de qui<strong>en</strong>es lo practican <strong>en</strong> todo el mundo constantem<strong>en</strong>te recurr<strong>en</strong><br />
a David Alfaro Siqueiros y sus manifiestos para legitimar con argum<strong>en</strong>tos su comportami<strong>en</strong>to ilegal<br />
y rebelde, pero lo más importante d<strong>en</strong>tro de la forma y la teoría de su praxis provi<strong>en</strong>e de la interpretación<br />
del muralismo a través de las imág<strong>en</strong>es que emergieron del Taller de la Gráfica Mexicana,<br />
interpretadas a través de los cal<strong>en</strong>darios impresos y los grabados religiosos.<br />
Desde los primeros juicios legales que se les hicieron a qui<strong>en</strong>es lo practican, su caracter delictivo<br />
quedó <strong>en</strong> <strong>en</strong>tredicho, pues la g<strong>en</strong>te grafitera se def<strong>en</strong>dió y aún sigue def<strong>en</strong>diéndose con el argum<strong>en</strong>to<br />
de que hac<strong>en</strong> estos rayones para embellecer la ciudad y saludar a toda la g<strong>en</strong>te que los vea, cosa que<br />
nadie ha podido demostrar que no sea cierta o que sea efectivam<strong>en</strong>te ilegal; aunque tampoco nadie<br />
duda de que ésta es una forma muy anormal de comunicarse o de saludar a la g<strong>en</strong>te de donde uno<br />
vive. Considerados como daño <strong>en</strong> propiedad aj<strong>en</strong>a, argum<strong>en</strong>tan ser más que nada embellecimi<strong>en</strong>to y<br />
coher<strong>en</strong>cia urbanos, mejorami<strong>en</strong>to estético de esa propiedad aj<strong>en</strong>a.<br />
Además de la transmisión por imitación directa <strong>en</strong>tre jóv<strong>en</strong>es, que <strong>en</strong> realidad es muy l<strong>en</strong>ta y de espacios<br />
reducidos, los medios de comunicación colectiva han sido los verdaderos difusores mundiales<br />
del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o. Esto ocurrió específicam<strong>en</strong>te a través de la subcultura juv<strong>en</strong>il subterránea de música<br />
grabada, cine, video, internet y otras publicaciones; pero también han jugado un papel importante los<br />
medios de comunicación colectiva institucionales.<br />
Las imág<strong>en</strong>es de la caída y destrucción popular del muro de Berlín <strong>en</strong> 1989 revelaron la pres<strong>en</strong>cia de grafiti<br />
hip hop <strong>en</strong> sus paredes. A México este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o llegó por Tijuana, donde se practica ya durante los años<br />
set<strong>en</strong>ta del siglo pasado, de allí pasó a Guadalajara y luego, a mediados de los och<strong>en</strong>ta, apareció <strong>en</strong> la ciudad<br />
de México, donde se com<strong>en</strong>zó a pres<strong>en</strong>tar <strong>en</strong> forma esporádica, hasta su explosión popular durante los<br />
años nov<strong>en</strong>ta. Y desde 1995 es algo pres<strong>en</strong>te de forma masiva por todas partes de la ciudad.<br />
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Qui<strong>en</strong>es trajeron el grafiti hip hop a México fueron los mexicano-norteamericanos que van y vi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
de mil y una formas legales e ilegales de los Estados Unidos. Primero llegó con los estilos de la ciudad<br />
de Los Ángeles, que más bi<strong>en</strong> ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> al mural y la imag<strong>en</strong> icónica; pero desde 1995 la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
predominante ha sido la de Nueva York, que, guardadas las proporciones, es lo que mejor se puede<br />
calificar como “clásica” y “paradigmática”.<br />
3.8. ¿Qué tipo de discurso sociocultural produc<strong>en</strong><br />
El grafiti hip hop primero que nada es un hecho social, la praxis de un raro pero legítimo medio de comunicación<br />
colectiva. De tal modo, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido como opinión pública liberadora, el discurso del grafiti<br />
hip hop <strong>en</strong> la ciudad de México ti<strong>en</strong>e, como ya se dijo antes, cuatro significados difer<strong>en</strong>tes:<br />
A) Moda. La gran masa de g<strong>en</strong>te productora de tag, o sea, la mayoría, efectúa un automatismo de<br />
repetición, y así realiza un deseo impuesto por el ord<strong>en</strong> simbólico imperante. Hace un gesto de adolesc<strong>en</strong>cia<br />
globalizada, una manifestación de su inmersión exist<strong>en</strong>cial d<strong>en</strong>tro del cuadro sociocultural<br />
de la sociedad del espectáculo. Realizan un acto de resist<strong>en</strong>cia y coraje, un gesto de orgullo, es cierto,<br />
pero más que nada un gesto de comunicación fática <strong>en</strong> contra del mundo simbólico y real del padre,<br />
el patrón y la patria. Cumpl<strong>en</strong> con un rito de pasaje para ingresar, <strong>en</strong> definitiva, a la autonomía sexual,<br />
laboral y política. Se puede decir que se domestican rebelándose. A los dieciocho años incluso si<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />
vergü<strong>en</strong>za por haber rayado las paredes de esa manera.<br />
B) Delito organizado. El efecto g<strong>en</strong>eral de esta forma de rayar los espacios públicos constituye una<br />
transgresión real contra la propiedad privada y el Estado que la legitima, una propiedad privada y<br />
un Estado que todavía toman muy poco <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la realidad exist<strong>en</strong>cial de la g<strong>en</strong>te adolesc<strong>en</strong>te del<br />
planeta. Se delinque así por algo que igual significa falta de educación que falta de dinero y capital;<br />
pero también significa ganas de no trabajar y de haraganería bohemia. Manifiesta un problema social<br />
que necesita ser estudiado <strong>en</strong> términos muy amplios, igual que desde muchos puntos de vista y situaciones<br />
exist<strong>en</strong>ciales. Una cuestión política que implica nuestro dificultoso ingreso efectivo d<strong>en</strong>tro<br />
del sistema democrático globalizado que hac<strong>en</strong> deseable y posible los derechos humanos y las justas<br />
demandas ecológicas.<br />
C) Arte. En un tiempo donde todo puede ser visto como arte y tal vez todo lo sea, no se puede discutir<br />
que el grafiti hip hop no sea una forma de arte. Tampoco se discute que sea una forma de arte popular<br />
y de características más que nada de artesanía y manufactura <strong>en</strong> serie. Sin embargo, manifiesta<br />
t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias interesantes como artesanía específica de la postmodernidad globalizada; por ejemplo:<br />
resulta trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te que el grafiti hip hop no sea un objeto mercantil simple sino una donación gratuita;<br />
también llama la at<strong>en</strong>ción su carácter pseudonómico y g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te colectivo, lo mismo que el<br />
hecho de que sean una obra voluntariam<strong>en</strong>te efímera y de estructura críptica. Por tanto, es una figura<br />
contracultural de arte, una acción directa <strong>en</strong> contra de la institución burguesa del arte.<br />
D) Revuelta popular. Ahora mismo <strong>en</strong> la ciudad de México algui<strong>en</strong> hace un nuevo tag <strong>en</strong> un sitio<br />
donde no se debe, y esta misma noche habrá mucha g<strong>en</strong>te ll<strong>en</strong>ando de letras y figuras de colores los<br />
túneles del metro y las paredes de alguna casa aj<strong>en</strong>a. Será un asunto de muchas ciudades mexicanas.<br />
Contadas <strong>en</strong> forma simple, estas personas grafiteras son más, muchísimas más que todas las personas<br />
dedicadas hoy día, según se supone, a la guerrilla <strong>en</strong> México; también parec<strong>en</strong> ser un número igual<br />
o mayor que el de la g<strong>en</strong>te dedicada a robar y asaltar d<strong>en</strong>tro de la ciudad. No están efectivam<strong>en</strong>te<br />
organizado/as de ninguna manera, es cierto; y resulta imposible organizarles, nunca podrían ponerse<br />
de acuerdo, son muy difer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> concreto. Pero están actuando a diario como una rebelión popular<br />
y adolesc<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro de la ciudad, una rebelión juv<strong>en</strong>il de fuerte carácter estético e ilustrado, aunque<br />
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parezca vandalismo y barbarie. Una argum<strong>en</strong>tación crítica contra el (des)ord<strong>en</strong> urbano construido<br />
por la g<strong>en</strong>te adulta y qui<strong>en</strong>es les precedieron, la g<strong>en</strong>te antigua; por eso, una nueva revuelta surrealista<br />
americana que se ejerce <strong>en</strong> forma de veras loca y libre, tal como lo viera, p<strong>en</strong>sara y explicara el poeta<br />
Octavio Paz <strong>en</strong> los <strong>en</strong>sayos del libro Corri<strong>en</strong>te alterna (1967).<br />
No hay datos precisos ni estadísticas claras sobre la práctica cotidiana de este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o <strong>en</strong> la ciudad<br />
de México; pero tampoco exist<strong>en</strong> para alguna otra ciudad del mundo <strong>en</strong> donde se practique. Casi todo<br />
es y ti<strong>en</strong>e que ser especulación crítica y cálculo aproximativo a través de la observación directa.<br />
Con los primeros datos del último c<strong>en</strong>so (2000), calculamos que, d<strong>en</strong>tro de los cerca de veinte millones<br />
de habitantes de la megalópolis que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos como ciudad de México, <strong>en</strong> la pirámide de<br />
edades debe haber cerca de cuatro millones de adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el piso que está <strong>en</strong>tre los doce y los<br />
dieciocho años. D<strong>en</strong>tro de este grupo p<strong>en</strong>samos que no deb<strong>en</strong> ser m<strong>en</strong>os de medio millón las personas<br />
dedicadas sistemáticam<strong>en</strong>te a rayar las paredes y espacios públicos de la ciudad. Muchas lo<br />
hac<strong>en</strong> sólo unas cuantas veces y pronto se retiran de la práctica; pero también suponemos que cerca<br />
de dosci<strong>en</strong>tas mil lo hac<strong>en</strong> de forma compulsiva, cuando m<strong>en</strong>os una vez por día y literalm<strong>en</strong>te de<br />
forma incontrolable. Y de esta manera consideramos que hoy día puede estar rayado con este grafiti<br />
un 20 % de las fachadas y espacios públicos de la ciudad, incluidos inmuebles de importancia d<strong>en</strong>tro<br />
de nuestro patrimonio histórico. Como es de suponer, las zonas habitacionales de nivel proletario son<br />
las más rayadas.<br />
En el Zócalo y sus alrededores ya han aparecido y aparec<strong>en</strong> cada vez más tags; pero todavía no hemos<br />
<strong>en</strong>contrado ni una bomba ni una pieza. Aunque cada vez hay más tags por todas partes, desde la<br />
estación del metro hasta los muros de Palacio Nacional.<br />
En el metro y el transporte público de la ciudad predominan los stickers o pegotes y el tag rayado<br />
<strong>en</strong> los vidrios de las v<strong>en</strong>tanas y puertas de los carros. Pero también se los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra rayados con<br />
plumones <strong>en</strong> los muros y <strong>en</strong>cima de los espacios dedicados a la publicidad d<strong>en</strong>tro de los andénes y<br />
pasillos.<br />
La elección de sitios para rayar este grafiti hip hop es indiscriminada, e insistimos <strong>en</strong> que su praxis<br />
cotidiana es marcadam<strong>en</strong>te clandestina y vandálica. Un ejemplo muy próximo está <strong>en</strong> la forma como<br />
ha sido grafiteada con tags y bombas la Serpi<strong>en</strong>te del Pedregal de Federico Silva que está <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>te de<br />
al Instituto de Investigaciones Estéticas, sitio donde nos reunimos semanalm<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro de nuestra<br />
Ciudad Universitaria. También allí podemos ver que lo decisivo <strong>en</strong> este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de masas ocurre<br />
más que nada <strong>en</strong> forma de tags y de bombas. Las piezas son obras realm<strong>en</strong>te excepcionales, por eso<br />
han sido aceptadas y estudiadas como arte <strong>en</strong> aerosol. Los tag y las bombas no son tan aceptados, ni<br />
por la g<strong>en</strong>te grafitera ni por qui<strong>en</strong>es se interesan por el estudio del grafiti hip hop. A qui<strong>en</strong>es hac<strong>en</strong><br />
esto se les d<strong>en</strong>omina “chacales” o “saboteadores”. Por eso creemos que ésta es la auténtica g<strong>en</strong>te contracultural<br />
d<strong>en</strong>tro del grafiti, es decir, la que mayor pot<strong>en</strong>cial de discurso libertario puede g<strong>en</strong>erar, y<br />
por eso nos interesa profundizar <strong>en</strong> el estudio de las formas y cont<strong>en</strong>idos difer<strong>en</strong>ciales del tag.<br />
Para resolver el problema público del grafiti ilegal, la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia dominante <strong>en</strong>tre las autoridades públicas<br />
de la ciudad ha sido organizar concursos y ofrecer algunos muros y bardas para la praxis legal<br />
del grafiti hip hop. Nos parece una respuesta equivocada, sólo afecta a qui<strong>en</strong>es se interesan por el<br />
carácter estético y publicitario del grafiti, la minoría de qui<strong>en</strong>es hac<strong>en</strong> este grafiti. Qui<strong>en</strong>es lo practican<br />
sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que no esperan ser sólo reconocido/as como artistas ni como simples delincu<strong>en</strong>tes,<br />
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sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que <strong>en</strong> sus pintas expresan el deseo de ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido/as <strong>en</strong> un nivel social más profundo y<br />
serio, es decir, <strong>en</strong> términos efectivam<strong>en</strong>te socio-políticos. Después de todo, el grafiti hip hop primro<br />
que nada expresa un problema social <strong>en</strong>tre los jóv<strong>en</strong>es y las autoridades de la ciudad, la nación y el<br />
planeta <strong>en</strong>tero. Un problema <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es gobiernan el mundo y la g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> edad adolesc<strong>en</strong>te.<br />
4. Las chavas y el grafiti hip hop<br />
Ahora bi<strong>en</strong>, ¿cuál es el papel de las mujeres <strong>en</strong> todo esto<br />
Con todo y ser un juego dominado por adolesc<strong>en</strong>tes machos, donde lo más importante es derramar<br />
adr<strong>en</strong>alina y ponerse tan <strong>en</strong> peligro físico como sea posible, desde sus mismos inicios neoyorkinos el<br />
grafiti hip hop ha contado con pocas pero significativas mujeres que lo practican. Quizá la más famosa<br />
de todas, según la ley<strong>en</strong>da, es LADY PINK, sobre qui<strong>en</strong> se han escrito muchos artículos periodísticos<br />
y se han realizado reportajes de radio y TV, igual que docum<strong>en</strong>tales de cine.<br />
Lo importante es que la práctica de grafiti hip hop ti<strong>en</strong>de ha ser una muy importante forma de autoestima<br />
y apoderami<strong>en</strong>to para las mujeres adolesc<strong>en</strong>tes. Algunas de las neoyorkinas más conocidas<br />
hasta ahora son BARBARA 62, EVA 62, CHARMIN, STONEY, LADY HEART y KATHY 161. Su<br />
participación <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to le ha cambiado el rostro y le ha dado profundos toques feministas.<br />
Por ejemplo, CHARMIN ganó fama mundial por haber sido la primera persona que puso su tag <strong>en</strong> la<br />
estatua de la Libertad, cosa que de inmediato le ganó el respeto de todos los grafiteros machos.<br />
BARBARA 62 y EVA 62 son de las más antiguas grafiteras <strong>en</strong> ser reconocidas públicam<strong>en</strong>te, escribían<br />
juntas <strong>en</strong> los mismos tiempos que lo hacía TAKI 183. Se volvieron famosas porque durante un<br />
bu<strong>en</strong> rato pusieron sus tags <strong>en</strong> cuanto baño público de varones que se les cruzó por el camino, y junto<br />
con CHARMIN hicieron una gran pieza <strong>en</strong> las regaderas para varones de la YMCA de Nueva York.<br />
Con estos gestos las mujeres se adueñaban simbólicam<strong>en</strong>te de territorios que eran considerados como<br />
propiedad exclusiva de los varones. De esta manera es como la praxis del grafiti hip hop por parte<br />
de las mujeres se convirtió <strong>en</strong> una forma de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar y superar a sus iguales del sexo masculino, por<br />
eso muchos de ellos se resintieron y les declararon la guerra. Guerra que ellas terminaron ganando,<br />
incluso a la hora de <strong>en</strong>trarle a los trancazos y patadas, de modo que terminaron si<strong>en</strong>do respetadas por<br />
todo mundo, incluso por la policía de Nueva York<br />
Los grafiti hip hop creados por mujeres no solam<strong>en</strong>te son acciones vandálicas sino también transgresoras<br />
del ord<strong>en</strong> simbólico falogocéntrico, acciones con un gran peso performativo para la liberación de las mujeres,<br />
pues se muev<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre lo cultural y lo político y el fortalecimi<strong>en</strong>to de las reivindicaciones feministas.<br />
Al principio, los crew masculinos no querían aceptar <strong>en</strong> su interior a personas de sexo fem<strong>en</strong>ino. Consideraban<br />
que los ponían <strong>en</strong> peligro porque las mujeres eran más l<strong>en</strong>tas y torpes que ellos; por eso,<br />
cuando una mujer se lograba colar <strong>en</strong> el grupo, se vestía y firmaba como varón. Pero muy pronto quedó<br />
demostrado que las mujeres al fin y al cabo eran tan capaces o incapaces para el grafiteo como los<br />
varones. De todas maneras, como las mujeres no eran bi<strong>en</strong> vistas <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es andaban escribi<strong>en</strong>do<br />
<strong>en</strong> los and<strong>en</strong>es, carros y patios para tr<strong>en</strong>es del metro, ellas optaron por salir a escribir <strong>en</strong> la superficie<br />
de la ciudad, así que muy pronto su marca ll<strong>en</strong>aba los muros de los edificios, las bardas y las canchas<br />
de basket-ball y de frontón de los barrios más populosos de la ciudad. Cosa que les dio más fama<br />
pública que la que obt<strong>en</strong>ían los varones.<br />
Sobre la idea que t<strong>en</strong>ían los varones grafiteros de las mujeres que también andaban escribi<strong>en</strong>do grafiti<br />
hip hop, es útil tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta esta declaración acerca de la actividad de STONEY hecha por<br />
12
BAMA, miembro del crew United Graffiti Artists (UGA): “Lo que ella estaba haci<strong>en</strong>do como parte<br />
de la pandilla de los Ex-Vandals com<strong>en</strong>zó a volverse una cosa muy seria para todo mundo. Por eso,<br />
Hugo, fundador de la UGA, se dio cu<strong>en</strong>ta de que ella era una seria am<strong>en</strong>aza para el ego de todos<br />
nuestros cuates, porque la verdad es que ella estaba pintando muy pero muy bi<strong>en</strong>, mejor que todo<br />
mundo. Esto había hecho que muchos de nuestros mejores escritores com<strong>en</strong>zaran a s<strong>en</strong>tir miedo de<br />
ver sus piezas junto a una de ella, pues s<strong>en</strong>tían que no había forma de superarla. Así que Hugo buscó<br />
la manera de deshacernos de ella, y lo int<strong>en</strong>tamos. Pero nos ganó hasta <strong>en</strong> los trancazos. De modo que<br />
no quedó otra que dejarla <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> el crew y pedirle que nos <strong>en</strong>señara su técnica y estilo.”<br />
De todas maneras, nunca ha sido fácil ser una mujer d<strong>en</strong>tro de un crew predominantem<strong>en</strong>te masculino.<br />
Con mucha facilidad se les convierte <strong>en</strong> “esclavas”, y para no verse maltratadas o sometidas<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que estar siempre uno o dos pasos adelante de los machos <strong>en</strong> todo. Sólo así se las toma <strong>en</strong><br />
serio d<strong>en</strong>tro del movimi<strong>en</strong>to grafitero; si no, únicam<strong>en</strong>te son vistas como sirvi<strong>en</strong>tas o como novias o<br />
adornos. Y los crew de puras mujeres se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan a una gran compet<strong>en</strong>cia por parte de los machos,<br />
que hac<strong>en</strong> todo lo posible por sacarlas del grafiti hip hop. También la policía se <strong>en</strong>saña más con los<br />
grupos grafiteros de puras mujeres.<br />
Así resulta que las mujeres siempre ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que hacer más que sus contrapartes masculinas para ingresar<br />
d<strong>en</strong>tro del movimi<strong>en</strong>to del grafiti hip hop. También aquí predomina la triple jornada fem<strong>en</strong>ina.<br />
Por ejemplo, las mujeres ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que estar lidiando continuam<strong>en</strong>te con los rumores y chismes acerca<br />
de su actividad sexual. Tal como LADY PINK lo describe <strong>en</strong> una <strong>en</strong>trevista para el fanzine grafitero<br />
Cocktail Molotov: “Como escritora mujer tu reputación sexual rueda por los suelos. Los chavos nunca<br />
van a decirle a sus cuates que una mujer les dijo que no. Con respecto a mis piezas, les dio por decir<br />
que yo no era qui<strong>en</strong> las hacía, que ellos eran qui<strong>en</strong>es las escribían por mí. Así que com<strong>en</strong>cé a pintar<br />
con los chavos <strong>en</strong> el Bronx y de ahí hasta Brooklyn, de tal modo fue como ellos pudieron ver que yo<br />
lo estaba haci<strong>en</strong>do todo muy <strong>en</strong> serio.”<br />
Todas estas dificultades impuestas por los varones int<strong>en</strong>taban intimidar a las mujeres para que abandonaran<br />
la contracultura callejera, y así suele ocurrir con muchas de las chavas que se met<strong>en</strong> a hacer<br />
grafiti hip hop. De todas maneras, de acuerdo con LADY HEART: “Con todo y que esta estrategia de los machos<br />
solía ser muy efectiva, la verdad es que el miedo a las represalias familiares y el riesgo físico de andar corri<strong>en</strong>do<br />
y brincando <strong>en</strong>tre los tr<strong>en</strong>es fueron mucho más eficaces para evitar la participación de las mujeres.”<br />
Casi siempre el estilo de grafiti hip hop realizado por mujeres ha sido igual al de los varones, aunque<br />
algunas chavas tratan de pintar y escribir de modo más fem<strong>en</strong>ino, utilizando m<strong>en</strong>os color negro, más<br />
tonos pastel, y con personajes, figuras y paisajes más brillantes y agradables. Se emplean más colores<br />
considerados como de género fem<strong>en</strong>ino, tales como los colores rosa y lila. Pero si las mujeres<br />
emplean el estilo y la técnica desarrollados por varones, ello no impide que constantem<strong>en</strong>te trat<strong>en</strong> de<br />
individualizar su trabajo, tomando <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que son mujeres que desean liberarse <strong>en</strong> medio de un<br />
campo muy machista, y demostrando que pued<strong>en</strong> ser tan bu<strong>en</strong>as y a veces mejores que los varones.<br />
Ya <strong>en</strong> lo que respecta a la ciudad de México, desde hace tiempo son muchas las mujeres que se dedican<br />
al grafiti hip hop. Sin embargo, de acuerdo a nuestras <strong>en</strong>trevistas, la mayoría lo práctica de forma<br />
legal, debido al miedo ante el acoso sexual y el mal trato que les dan los policías cuando las atrapan.<br />
Otra vez, poco s<strong>en</strong>tido ti<strong>en</strong>e hablar de nombres concretos, casi todas pintan de la misma manera que<br />
los varones. Quizá la única grafitera que merece una m<strong>en</strong>ción especial sea (la) DUENDE, qui<strong>en</strong>, aunque<br />
durante muy breve tiempo a mediados de los años nov<strong>en</strong>ta del siglo pasado, desarrolló un estilo<br />
completam<strong>en</strong>te propio, difer<strong>en</strong>te al neoyorkino.<br />
Para las mujeres, hacer grafiti hip hop es un acto <strong>en</strong> contra de sus limitaciones y car<strong>en</strong>cias, un acto de<br />
afirmación personal y, como ya dijimos, de apoderami<strong>en</strong>to. Con ello tratan de afianzar un principio de<br />
13
igualdad <strong>en</strong>tre todos los participantes <strong>en</strong> este movimi<strong>en</strong>to contracultural. Gesto compartido con otros<br />
colectivos discriminados socialm<strong>en</strong>te. En este terr<strong>en</strong>o se plantea la autosufici<strong>en</strong>cia de las mujeres desde<br />
concepciones tan populares d<strong>en</strong>tro del hip hop como el “no hay límites para nada ni para nadie” o<br />
“nada ni nadie te impide el camino a la fama” o “sólo hazlo y ya”, que apelan al poder de la persona<br />
individual sobre su destino fr<strong>en</strong>te a la sociedad. Porque constantem<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que estar superando las<br />
limitaciones y el nivel secundario que les impone el colectivo masculino, donde siempre son vistas<br />
como seres delicados y desprotegidos, necesitados del apoyo de uno o varios varones.<br />
En esta lucha no declarada pesa la consideración por parte de algunos escritores, conforme a la de la<br />
misma sociedad falogocéntrica, que llega a ampliarla, a su visión, como algo infantil o dem<strong>en</strong>te, de<br />
que el grafiti hip hop es algo propio de “hombres”, como sucedía o sucede con la caza o la guerra.<br />
Visión androcéntrica donde, además, se incide por la posición marginal o clandestina de esta actividad.<br />
De este modo, el que los escritores reproduzcan una imag<strong>en</strong> social estereotipada de la mujer, sin<br />
que pueda determinarse si existe un cuestionami<strong>en</strong>to o una aceptación efectivam<strong>en</strong>te g<strong>en</strong>eralizada,<br />
sí permite suponer que este movimi<strong>en</strong>to manifiesta una visión y m<strong>en</strong>talidad androc<strong>en</strong>trista más que<br />
nada, cosa que conecta directam<strong>en</strong>te con la escasa pres<strong>en</strong>cia ya m<strong>en</strong>cionada de escritoras d<strong>en</strong>tro del<br />
grafiti hip hop. Así también se puede afirmar que este movimi<strong>en</strong>to contracultural corresponde a la<br />
serie de comportami<strong>en</strong>tos machistas que caracterizan a las subculturas, pandillas o tribus urbanas que<br />
practican el grafiti hip hop, detalle que se evid<strong>en</strong>cia como un grave defecto <strong>en</strong> su discurso libertario.<br />
En este s<strong>en</strong>tido, hay que advertir cómo <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de los movimi<strong>en</strong>tos socioculturales postmodernos la<br />
polémica de la igualdad de los géneros se pres<strong>en</strong>ta como una cuestión p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te, a m<strong>en</strong>udo por darse<br />
esta igualdad por supuesta, pero que sale a relucir con frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los diálogos de los grafiteros,<br />
como también sucede con la cuestión de la homofobia y de la invisibilidad de las lesbianas, ya que<br />
la espontaneidad y clandestinidad de estos diálogos los libera de la corrección oficial que disfraza la<br />
realidad de la m<strong>en</strong>talidad y la moral social. Algo muy parecido a lo que ocurre con el discurso de los<br />
actuales “feministos” académicos que se dedican a los “estudios de género”, cuando se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
lejos de la academia, ya sea vi<strong>en</strong>do el fútbol sóquer o comi<strong>en</strong>do pozole <strong>en</strong>tre cuates.<br />
Así pues, salvando las excepciones señaladas, el grafiti hip hop se pres<strong>en</strong>ta más que nada como algo<br />
masculino y, es más, como una plataforma del machismo sociocultural. En esto colabora la concurr<strong>en</strong>cia<br />
de los criterios de valoración de los escritores, determinados por las metas de fama y poder<br />
para éstos, de valores y pruebas de valor vinculados al rol viril. Nos <strong>en</strong>contramos, así, con la id<strong>en</strong>tificación<br />
<strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos que dan <strong>en</strong>tidad al propio grafiti hip hop y los que se consideran propios<br />
del rol masculino --como son lo av<strong>en</strong>turero, lo deportivo, lo arriesgado, lo delictivo, lo activista y<br />
hasta lo meram<strong>en</strong>te artístico--, llegándose a la fijación de estilos gráficos adscritos a lo fem<strong>en</strong>ino y lo<br />
masculino por el ord<strong>en</strong> simbólico falogocéntrico, aunque se contemple la ambigüedad. En este s<strong>en</strong>tido,<br />
la revolución sociocultural o subversión política o moral se asignan al varón y si éstas se abr<strong>en</strong> a<br />
la mujer no es nunca <strong>en</strong> una posición rectora o rompedora de lo establecido.<br />
Consigui<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, esta situación va a g<strong>en</strong>erar un conjunto de actitudes que hac<strong>en</strong> que las mujeres<br />
inmersas <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno del grafiti hip hop construyan su id<strong>en</strong>tidad de escritoras desde modelos andróginos<br />
o <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia andróginos o desde modelos que asum<strong>en</strong> el estereotipo fem<strong>en</strong>ino mant<strong>en</strong>ido por<br />
la mayoría de los escritores. Esto se debe a la necesidad de verse reconocidas por la sanción g<strong>en</strong>eral<br />
como miembros de la hermandad de escritores, lo que conlleva construir una imag<strong>en</strong> reconocible y<br />
eficaz <strong>en</strong> términos culturales. Como muestra curiosa y significativa por la relevancia que ti<strong>en</strong>e el nombre<br />
del escritor <strong>en</strong> el grafiti hip hop, ya observamos que se da el hábito de elegir nombres de chavo o<br />
nombres ambiguos <strong>en</strong>tre las chavas escritoras, sin que ello corresponda a una maniobra antipolicial.<br />
En consecu<strong>en</strong>cia, visto esto, podríamos p<strong>en</strong>sar que la elección de nombres fem<strong>en</strong>inos o muy fem<strong>en</strong>inos,<br />
como es el caso de la famosísima LADY PINK, constituy<strong>en</strong> paradójicam<strong>en</strong>te un auténtico acto<br />
de militancia feminista <strong>en</strong> un ámbito donde frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te lo único que se conoce de sus autores<br />
tanto hacia d<strong>en</strong>tro como hacia fuera es su nombre simbólico.<br />
14
También esta situación hace que se reafirm<strong>en</strong> conductas de interclandestinidad <strong>en</strong>tre los escritores<br />
con el fin de ocultar el género y que <strong>en</strong> los criterios de valoración se ti<strong>en</strong>da a no considerar el compon<strong>en</strong>te<br />
sexual, aunque este b<strong>en</strong>eficiarse por discriminación positiva a las escritoras, pues a la larga<br />
repres<strong>en</strong>ta y perpetúa una situación desigual, la imposición del neutro singular masculino. Por tanto,<br />
cuando descubrimos que <strong>en</strong>tre los méritos que se apelan para igualar a las chavas escritoras con los<br />
chavos escritores están el dominio de la técnica y la osadía de sus acciones --criterios semejantes a los<br />
que se pued<strong>en</strong> establecer <strong>en</strong> la valoración <strong>en</strong>tre los escritores--, se parte del prejuicio de que las mujeres<br />
se inician desde una posición más rezagada. Esto es, casi como si ni siquiera supies<strong>en</strong> reconocer<br />
la o por lo redondo, a difer<strong>en</strong>cia de los varones que por lo m<strong>en</strong>os sabrían escribir o pintar su nombre.<br />
De este modo, <strong>en</strong> la cultura de la calle, que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> los guetos su máximo expon<strong>en</strong>te, y <strong>en</strong> el ámbito<br />
juv<strong>en</strong>il, que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> la contracultura su parcela particular de desarrollo, a pesar de su apar<strong>en</strong>te “inoc<strong>en</strong>cia<br />
social”, aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> toda su simpleza unas cuestiones socioculturales irresueltas, que están<br />
aún <strong>en</strong> fase de debate y que <strong>en</strong> ocasiones alcanzan el estadio de conflicto social.<br />
Así podemos afirmar que el grafiti hip hop no es aj<strong>en</strong>o a las pautas culturales de su época y <strong>en</strong> él<br />
mismo se observan las t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre las corri<strong>en</strong>tes feministas y el falogoc<strong>en</strong>trismo, sobre todo <strong>en</strong> el<br />
caso mexicano, que es el que mejor conocemos. Así también ha sido inevitable que <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o del movimi<strong>en</strong>to<br />
contracultural del hip hop haya surgido un debate autocrítico, despertado por la conci<strong>en</strong>cia<br />
negativa de este discurso machista o sexista o por las contradicciones que surg<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre lo que se dice<br />
def<strong>en</strong>der o mant<strong>en</strong>er y la realidad práctica y que también se deriva de la construcción de una id<strong>en</strong>tidad<br />
colectiva contracultural. De todos modos, la igualdad <strong>en</strong>tre chavos hip hoperos y chavas hip hoperas<br />
parece pasar por la masculinización de la mujer o la asunción de valores tradicionalm<strong>en</strong>te considerados<br />
masculinos o viriles <strong>en</strong> su rol fem<strong>en</strong>ino o por el abandono de actitudes consideradas muy fem<strong>en</strong>inas,<br />
<strong>en</strong> lo que se podría <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>en</strong>tonces como una maniobra de desmonopolización g<strong>en</strong>érica.<br />
Ejemplo de lo anterior es la sigui<strong>en</strong>te declaración de un miembro del crew Picasso Inició el Desmadre<br />
(PID): “Mir<strong>en</strong>, ahora la cosa ya está cambiando mucho, pero básicam<strong>en</strong>te hay tres estereotipos<br />
de chava metida <strong>en</strong> el grafiti hip hop: uno es el de la “grupi”, o sea, la chava que le <strong>en</strong>canta andar <strong>en</strong><br />
las modas locas del mom<strong>en</strong>to actual, que compra todos los fanzines sobre el tema y se masturba p<strong>en</strong>sando<br />
<strong>en</strong> ser la torta de un grafitero importante, cosa que int<strong>en</strong>tan llevar a la realidad hasta donde sea<br />
posible, aunque a la hora de la hora sólo la hac<strong>en</strong> las que están muy bu<strong>en</strong>as o de plano son muy tontas;<br />
luego vi<strong>en</strong>e la “noviecita santa” del grafitero normal, son las chavas que están <strong>en</strong> el hip hop mi<strong>en</strong>tras<br />
su novio o detalle esté <strong>en</strong> el hip hop, y que sólo hac<strong>en</strong> lo que ellos les dic<strong>en</strong>, también suel<strong>en</strong> ser las que<br />
todo el tiempo les están pidi<strong>en</strong>do que dej<strong>en</strong> de hacer grafiti ilegal y que se consigan una bu<strong>en</strong>a chamba<br />
para que se cas<strong>en</strong> y las mant<strong>en</strong>gan; y finalm<strong>en</strong>te están las “auténticas”, que no sólo apoyan el rap y el<br />
break y todo esto del hip hop, sino todos los demás aspectos de la contracultura, ya sea activam<strong>en</strong>te,<br />
pintando, bailando, cantando o haci<strong>en</strong>do fanzines, o inactivam<strong>en</strong>te, repres<strong>en</strong>tando su actitud hip hop<br />
como Dios les dé a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der. Por desgracia, estas últimas son las que m<strong>en</strong>os aparec<strong>en</strong> por acá.”<br />
5. Diagnóstico<br />
---El grafiti hip hop es un medio de autopromoción personal y una nueva forma crí(p)tica de comunicación<br />
pública. Se plantea como una forma de opinión pública donde se discute la situación política y<br />
sociocultural, hemos dicho, de la g<strong>en</strong>te jov<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro de la ciudad, la nación y el planeta. Así se constituye<br />
como una manera popular de expresión participativa, dialógica e interactiva.<br />
--Qui<strong>en</strong>es produc<strong>en</strong> grafiti hip hop dan por supuesto que otras personas pued<strong>en</strong> volver a rayar sobre<br />
sus imág<strong>en</strong>es o de plano borrarlos. De allí que sobresalga su carácter fugaz y efímero, porque nadie<br />
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espera que estas obras sean eternas o siquiera duraderas. Muy pronto pued<strong>en</strong> desaparecer, aunque<br />
hayh grafiti que han durado casi intactos varios años. Por eso, la forma g<strong>en</strong>eral de conservar su memoria<br />
es a través de la fotografía y el videograma. Son puntos de partida para la reproducción técnica<br />
de obras de arte global, conceptual y de sustancia virtual.<br />
--Este tipo de grafiti es una manera novedosa de ocupación icónico-caligráfica del espacio urbano<br />
aj<strong>en</strong>o. Una utilización parasitaria del medio público urbano; pues se constituye como una rara sacralización<br />
animista del espacio <strong>en</strong> que aparece, un espacio que de tal manera es “apropiado” por/para<br />
el grupo de g<strong>en</strong>te dedicada al grafiteo. Ya que opera como fetiche de id<strong>en</strong>tidad personal, como un<br />
objeto al que se le da un valor trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal, como el de ser un conector con la relación social más<br />
democrática y justa que sea posible desear para qui<strong>en</strong> lo emite.<br />
--Es un gesto ilegal, transgresivo y de desafío. Un discurso alter(n)ativo, no controlado, que desarrolla<br />
una nueva estética no aceptada por los cánones institucionales, de allí el deseo institucional de tratar<br />
de domesticarlo convirtiéndolo <strong>en</strong> pintura de exposición, galería y museo.<br />
--Es una desobedi<strong>en</strong>cia civil directa y un acto crítico de resist<strong>en</strong>cia popular contra el (des)ord<strong>en</strong> urbano<br />
establecido. Un int<strong>en</strong>to personal de ord<strong>en</strong>ar lo visiblem<strong>en</strong>te desord<strong>en</strong>ado. Por eso pued<strong>en</strong> ser interpretados<br />
como lazos de unidad simbólica para el espacio urbano, nudos ultrabarrocos para unificar<br />
con s<strong>en</strong>tido la imag<strong>en</strong> de la ciudad para los ojos.<br />
--Su novedad histórica también ti<strong>en</strong>e que ver con el cinetismo y la fugacidad de la observación. Es<br />
un flashazo de color o una caligrafía que estalla para apelar a la emoción y no a la visión razonada y<br />
detallada. Es pura pres<strong>en</strong>cia, una conquista popular del espacio urbano. Un gesto que quiere causar<br />
inquietud y una revuelta <strong>en</strong> contra de la publicidad y la propaganda institucionales.<br />
--Esta novedad sociocultural radica también <strong>en</strong> su fuerte intertextualidad e intericonicidad. Los produce<br />
un imaginario que ejerce lo que ahora se conoce como “sampling” o “cita postmoderna”, acumula<br />
imág<strong>en</strong>es prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de todas partes, elegidas e interrelacionadas de forma muy libre y sin<br />
método preciso. De este modo distorsiona los signos y símbolos de la cultura urbana globalizada. Por<br />
eso se le considera una forma de arte después del fin del arte, una ext<strong>en</strong>sión radical del arte pop de<br />
los años ses<strong>en</strong>ta del siglo pasado.<br />
--Es un gesto de profundo internacionalismo y de marcado carácter global. Se distingue del arte canónico<br />
por no ser comercial ni mercadeable, es un gesto de intercomunicación social libre. Por ello se le<br />
degrada o transforma <strong>en</strong> otra cosa cuando es empleado <strong>en</strong> forma comercial o cuando se int<strong>en</strong>ta llevarlo<br />
a los sitios de exposición institucional (museos y galerías). De allí también que su valor monetario<br />
<strong>en</strong> el mercado cultural sea de arte de tercer ord<strong>en</strong>, apreciación donde intervi<strong>en</strong>e más el fetichismo que<br />
la crítica estética canónica.<br />
--En la ciudad de México todavía no exist<strong>en</strong> leyes que trat<strong>en</strong> de modo específico este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o del<br />
grafiti hip hop. Hasta ahora se le considera relativam<strong>en</strong>te inocuo y apolítico, las autoridades policiacas<br />
lo tratan con poca severidad, lo cual no quiere decir que no llegu<strong>en</strong> a ser brutales y despiadadas<br />
de vez <strong>en</strong> cuando, especialm<strong>en</strong>te con las personas del sexo fem<strong>en</strong>ino que practican el grafiti ilegal. Lo<br />
normal <strong>en</strong> la ciudad es que se les castigue reparando el espacio dañado por su rayones.<br />
--Es una rara imposición sobre la propiedad aj<strong>en</strong>a. Una apropiación muy críptica del espacio aj<strong>en</strong>o.<br />
Por eso la g<strong>en</strong>te si<strong>en</strong>te miedo ante su aparición, pues parec<strong>en</strong> rudas marcas pandilleriles. Cosa que no<br />
16
es válida <strong>en</strong> la ciudad de México. De allí la conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia de ampliar la información pública sobre lo<br />
que este grafiti significa, quiénes lo hac<strong>en</strong> y a quién va dirigido.<br />
--Cuestiona a fondo la paradójica propiedad “privada” de lo “público”. Manifiesta la indeterminación<br />
trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te de este esquema binario y polar. Pues de este modo nos hemos <strong>en</strong>terado de que es muy<br />
ambigua la situación política real de esta propiedad de los espacios públicos de las casas e inmuebles<br />
privados. Han ocurrido y ocurr<strong>en</strong> casos donde, al estarse realizando la escritura de un grafiti “legal”,<br />
lo/as ag<strong>en</strong>tes de policía pres<strong>en</strong>tan ante el ministerio público a qui<strong>en</strong>es hacían el grafiti, la g<strong>en</strong>te propietaria<br />
del inmueble y lo/as mirone/as, para acusarles de daños contra la propiedad pública, y la<br />
situación es tan ambigua que puede ser cierto tal delito. De allí la necesidad de legislar. Si esta moda<br />
delictuosa será de vida breve, la legislación puede ayudar mucho para ello. Y si será de larga vida, resulta<br />
indisp<strong>en</strong>sable com<strong>en</strong>zar a p<strong>en</strong>sar muy <strong>en</strong> serio su situación legal. Por esto mismo, como imag<strong>en</strong><br />
de poder el grafiti hip hop es un medio de opinión pública acerca de la realidad de nuestra legislación<br />
sobre adolesc<strong>en</strong>tes y propiedad privada como Estado demócratico cosmopolítico. Un síntoma que<br />
cuestiona las leyes de la her<strong>en</strong>cia impuestas (a la fuerza, sin argum<strong>en</strong>tos, sin razón) por el padre, el<br />
patrón y el patriota.<br />
--En lo más inmediato y grave, desde nuestro actual punto de vista, o sea, situándonos <strong>en</strong> el plano feminista<br />
de la política de primera, la política que se preocupa por resolver ahora nuestra vida cotidiana<br />
inmediata: la pres<strong>en</strong>cia urbana del grafiti hip hop manifiesta la falta de espacios urbanos para que se<br />
reúna la g<strong>en</strong>te adolesc<strong>en</strong>te sin t<strong>en</strong>er que gastar dinero y sin <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> conflicto con las autoridades.<br />
Porque hoy día la ciudad de México no cu<strong>en</strong>ta con sitios públicos para el ejercicio de la subcultura<br />
adolesc<strong>en</strong>taria globalizada, sitios para cargarse de adr<strong>en</strong>alina sin <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> conflicto con las autoridades,<br />
sitios para el legítimo desfogue de la <strong>en</strong>ergía juv<strong>en</strong>il.<br />
--Las imág<strong>en</strong>es de poder que emite el grafiti hip hop construy<strong>en</strong> un arte trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal, un arte para<br />
cruzar con s<strong>en</strong>tido el nihilismo pasivo. Le dan s<strong>en</strong>tido a lo sin s<strong>en</strong>tido de la exist<strong>en</strong>cia humana, especialm<strong>en</strong>te<br />
la de carácter adolesc<strong>en</strong>te. Son arte que libera la imaginación adolesc<strong>en</strong>te y la hace pasar<br />
una prueba de libertad personal directa, un reconocimi<strong>en</strong>to real de su dignidad y valor como persona.<br />
Por eso, nos demanda resolver <strong>en</strong> forma democrática el problema del (des)ord<strong>en</strong> urbano, el pl<strong>en</strong>o<br />
reconocimi<strong>en</strong>to de que el espacio donde viv<strong>en</strong> los seres humanos es producto del deseo y la m<strong>en</strong>te<br />
con que trabajan los mismos seres humanos. Es un concepto urbano sobr<strong>en</strong>atural cuando ocurre como<br />
escritura libertaria d<strong>en</strong>tro de una gran ciudad contemporánea. Manifiesta lo posible libertario más allá<br />
del mercado y la política, una nueva viv<strong>en</strong>cia estética, de marcado carácter internacional y reflexivo.<br />
Todo lo contrario, si se puede decir, del “hooliganismo” y “pandillerismo” de los estadios deportivos,<br />
por ejemplo. Arte conceptual, arte del debate exist<strong>en</strong>cial inmediato. Cosa que <strong>en</strong> cada segm<strong>en</strong>to y <strong>en</strong><br />
su totalidad absoluta quiere expresar este diagnóstico. Hay un discurso artístico capaz de cuestionar<br />
límites reales de la exist<strong>en</strong>cia contemporánea, para manifestar el deseo de satisfacer mejor nuestras<br />
necesidades radicales, aquellas que logran la pl<strong>en</strong>a libertad política para todo mundo <strong>en</strong> todo el mundo.<br />
Necesidades donde la voluntad artística contemporánea juega un papel decisivo.<br />
6. Notas desde/hacia una herm<strong>en</strong>éutica del grafiti hip hop como imag<strong>en</strong> de poder<br />
Como se puede ver, no ha sido nada fácil empezar a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo que está pasando a través del grafiti<br />
hip hop <strong>en</strong> la ciudad de México. Tampoco ha sido fácil crear las condiciones de teoría, método y sistema<br />
para su estudio. Por eso, para com<strong>en</strong>zar a p<strong>en</strong>sarlo <strong>en</strong> términos más políticos y así leerlo como<br />
imag<strong>en</strong> de resist<strong>en</strong>cia crítica personal contra el poder establecido <strong>en</strong> abstracto, hemos elaborado el<br />
proyecto, sólo proyecto y nada más que proyecto herm<strong>en</strong>éutico que a continuación pres<strong>en</strong>tamos <strong>en</strong><br />
forma todavía muy abstracta...<br />
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Desde su situación de desv<strong>en</strong>taja y sufrimi<strong>en</strong>to, todo grupo social subordinado a otro ti<strong>en</strong>de a crear<br />
un discurso oculto (“críptico”) que repres<strong>en</strong>ta una crítica del poder predominante hecha a espaldas<br />
de qui<strong>en</strong>es ejerc<strong>en</strong> dicha dominación. La g<strong>en</strong>te poderosa, por su parte, también ti<strong>en</strong>de a desarrollar<br />
un discurso oculto que repres<strong>en</strong>ta las prácticas y pret<strong>en</strong>siones clave de su dominación, aquellas que<br />
no pued<strong>en</strong> ser declaradas <strong>en</strong> forma abierta ante la opinión pública. Una comparación de los discursos<br />
ocultos de la g<strong>en</strong>te débil con aquellos de la g<strong>en</strong>te poderosa y de ambos tipos de discursos ocultos<br />
con el discurso público de sus relaciones de poder, nos ofrece una forma sustancialm<strong>en</strong>te nueva para<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la resist<strong>en</strong>cia y la dominación.<br />
El discurso público toma nota de todo lo que ti<strong>en</strong>e lugar “abiertam<strong>en</strong>te” <strong>en</strong>tre la g<strong>en</strong>te subordinada<br />
y la g<strong>en</strong>te que la domina. Por eso, sólo toma nota de aquello que la g<strong>en</strong>te que está <strong>en</strong> el poder quiere<br />
que la g<strong>en</strong>te de afuera y sus subordinados inmediatos crean que es cierto acerca de la naturaleza de<br />
las relaciones políticas y sociales que ocurr<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro de su espacio de influ<strong>en</strong>cia; y éste siempre es<br />
un discurso que está de acuerdo con la ideología que quiere justificar esas relaciones. Con diversos<br />
grados de coerción, proclama lo que debe ser el ord<strong>en</strong> establecido y evita el dis<strong>en</strong>so <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es<br />
gobiernan y qui<strong>en</strong>es son gobernado/as. Este discurso público nunca puede explicar bi<strong>en</strong> todo lo que<br />
<strong>en</strong> realidad sucede.<br />
Los discursos ocultos son más difíciles de recuperar <strong>en</strong> el relato pero resultan vitales para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der<br />
las relaciones políticas.<br />
El discurso oculto de las élites dominadoras constituye el int<strong>en</strong>to de secuestrar un sitio social <strong>en</strong>tre<br />
bastidores, un sitio donde ya no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> al alcance de la mirada pública y donde se puedan<br />
soltar el pelo con su deseo de ubicuidad, o sea, su delirio paranoide de creer que pose<strong>en</strong> la verdad y<br />
lo mejor de la m<strong>en</strong>te <strong>en</strong>/para todas las conci<strong>en</strong>cias. En tales sitios, el desprecio oculto por la g<strong>en</strong>te<br />
gobernada puede reemplazar sin tapujos la retórica pública de que se gobierna para el bi<strong>en</strong> común<br />
de toda “la g<strong>en</strong>te” o “pueblo”. Una vez que se hace público, este discurso oculto puede desacreditar,<br />
desm<strong>en</strong>tir o, incluso, hacer caer del poder a qui<strong>en</strong>es así gobiernan. Es el discurso de la discriminación<br />
institucional del/la otro/a, el egoísmo instrum<strong>en</strong>tal de qui<strong>en</strong>es gobiernan para dominar y reprimir.<br />
Qui<strong>en</strong>es lo publican <strong>en</strong> forma argum<strong>en</strong>tada y legal, desde un discurso consist<strong>en</strong>te, congru<strong>en</strong>te y probo,<br />
constituy<strong>en</strong> la opinión pública contracultural, el discurso de la crítica teórica radical del ord<strong>en</strong><br />
simbólico falogocéntrico de dominación y control del/la otro/a.<br />
Más difíciles de leer, porque se sab<strong>en</strong> esconder con mucho mayor cuidado, son los discursos ocultos<br />
de la g<strong>en</strong>te desposeída. A través de estos discursos, la g<strong>en</strong>te desposeída insinúa d<strong>en</strong>tro del foro de la<br />
opinión pública una crítica trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te del poder establecido, al mismo tiempo que se puede ocultar<br />
<strong>en</strong> la anonimia o <strong>en</strong> la realización de actos que son considerados g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te como inocuos. La<br />
condición para que estos discursos ocultos adquieran expresión pública radica justam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> que sean<br />
lo sufici<strong>en</strong>te indirectos y disfrazados o <strong>en</strong>mascarados como para provocar de inmediato dos lecturas,<br />
y una de ellas los considerará actos de conducta social inocua.<br />
Las diversas maneras como la g<strong>en</strong>te subordinada insinúa su resist<strong>en</strong>cia d<strong>en</strong>tro del discurso público<br />
dan testimonio, no únicam<strong>en</strong>te de lo que es la creatividad humana cuando se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> condiciones<br />
difíciles, sino también del trem<strong>en</strong>do deseo y gran voluntad que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> dichos grupos desposeídos<br />
para expresar <strong>en</strong> público el m<strong>en</strong>saje de tal discurso oculto, a pesar del grave riesgo de llegar a sufrir<br />
los castigos de qui<strong>en</strong>es están <strong>en</strong> el poder. Decir la verdad delante de la g<strong>en</strong>te poderosa otorga un<br />
s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de dignidad necesario para la g<strong>en</strong>te desposeída; pero, <strong>en</strong> tanto que la verdad permanece<br />
disfrazada, esa dignidad está codificada <strong>en</strong> forma extrema (“críptica”). El paso sigui<strong>en</strong>te, por tanto,<br />
será publicar el discurso oculto de forma tal que se pueda reclamar como un acto inoc<strong>en</strong>te y al mismo<br />
tiempo clarificarse ante qui<strong>en</strong>es están <strong>en</strong> el poder como un acto de auténtico desafío.<br />
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Hay mom<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> que el velo se quita y el dis<strong>en</strong>so del discurso oculto logra cruzar el umbral que<br />
lleva a la resist<strong>en</strong>cia abierta. Esos mom<strong>en</strong>tos están cargados de electricidad política y casi siempre<br />
están acompañados por un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de liberación personal, de satisfacción, orgullo y regocijo. Son<br />
actos adr<strong>en</strong>alínicos de apoderami<strong>en</strong>to de la id<strong>en</strong>tidad libertaria real, o sea, del alma y del corazón de<br />
la dignidad de la persona humana. Actos que comunican libertad para todo mundo <strong>en</strong> todo el mundo.<br />
Legítima contracultura global y local al mismo tiempo y por medio del mismo sistema de acción.<br />
Coher<strong>en</strong>cia rebelde d<strong>en</strong>tro de la opnión pública.<br />
En muchos casos, el discurso oculto está consci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te insinuado d<strong>en</strong>tro del discurso público. Pero<br />
esta insinuación no siempre será un asunto de la int<strong>en</strong>ción consci<strong>en</strong>te. Muchas veces el inconsci<strong>en</strong>te<br />
puede estar operando, y <strong>en</strong>tonces se puede leer el “<strong>en</strong>mascarami<strong>en</strong>to” mismo como una “v<strong>en</strong>tana”<br />
para contemplar los conflictos que se conservan ocultos, <strong>en</strong> cierta medida, hasta para qui<strong>en</strong>es emplean<br />
--<strong>en</strong> y para sí-- el <strong>en</strong>mascarami<strong>en</strong>to o disfraz.<br />
Así, resulta que, además del discurso público y lo que podemos d<strong>en</strong>ominar como los discursos ocultos<br />
consci<strong>en</strong>tes de la g<strong>en</strong>te con poder y la g<strong>en</strong>te débil, también están pres<strong>en</strong>tes los discursos ocultos<br />
inconsci<strong>en</strong>tes de ambas partes.<br />
Nuestro objetivo es leer <strong>en</strong> el grafiti hip hop la trama base de estos discursos puestos <strong>en</strong> juego con<br />
su ejercicio práctico, que es el reconocimi<strong>en</strong>to público de que el grafiti hip hop maquina un acto de<br />
desobedi<strong>en</strong>cia civil trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, pues al mismo tiempo constituye un delito organizado y es un gran<br />
acto popular de vanguardia artística postmoderna y altam<strong>en</strong>te globalizada. Sí, el grafiti hip hop es<br />
una contradicción que manifiesta lo real de la unidad de la conci<strong>en</strong>cia del/la sujeto/A contemporánea.<br />
Un automatismo de repetición colectiva, el síntoma de una inhibición angustiante d<strong>en</strong>tro del debate y<br />
realización cotidiana de nuestra democracia inmediata, constitucional, legal <strong>en</strong> sustancia, de acuerdo<br />
a la declaración universal de los derechos humanos.<br />
Manifiesta una angustia urbana y al mismo tiempo la sublima y trasci<strong>en</strong>de por completo.<br />
* * *<br />
Y desde tal plataforma de interpretación psicosemiótica queremos construir ahora una breve propuesta<br />
liberadora y latinoamericana sobre el ejercicio y la interpretación crítica del grafiti hip hop <strong>en</strong><br />
la ciudad de México. Cosa que debe emerger de los sigui<strong>en</strong>tes puntos de diagnóstico elaborado desde<br />
nuestra situación y experi<strong>en</strong>cia...<br />
Discurso manifiesto del grupo subordinado:<br />
--Aunque no lo quieran, aquí estamos. Hemos burlado su voluntad de ignorarnos. Porque no nos hac<strong>en</strong><br />
caso. Necesitamos expresarnos. Nadie quiere ver nuestra situación real d<strong>en</strong>tro del (des)ord<strong>en</strong> político<br />
imperante. Ustedes, las autoridades (padre, patrón y patriota), nos utilizan para sus intereses egoístas,<br />
nos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> cautiverio d<strong>en</strong>tro de su ord<strong>en</strong> simbólico, real e imaginario, el desord<strong>en</strong> de la usura y la<br />
avaricia, el desord<strong>en</strong> de ver a los seres humanos como objetos para la reproducción creci<strong>en</strong>te del valor<br />
financiero de la exist<strong>en</strong>cia actual. Nos educan <strong>en</strong> sus campos de conc<strong>en</strong>tración pública, nos educan<br />
<strong>en</strong> sus panópticos familiares burgueses, nos exluy<strong>en</strong> de la calle y nos <strong>en</strong>cierran <strong>en</strong> la producción de<br />
19
valor, ya sea como niño/as de la calle o como niño/as subempleado/as y sobreexplotado/as. Y lo peor:<br />
cada vez que ustedes organizan una guerra de baja, regular o alta int<strong>en</strong>sidad, ya sea contra el narco o<br />
contra sus metáforas, la g<strong>en</strong>te que primero mandan a morir <strong>en</strong> ella, por todos los bandos, es la g<strong>en</strong>te<br />
adolesc<strong>en</strong>te. Así ocurrió <strong>en</strong> las Malvinas, <strong>en</strong> Sarajevo, <strong>en</strong> Afganistán, <strong>en</strong> China o donde sea. Nos sacrifican<br />
<strong>en</strong> forma inmisericorde y no nos dejan expresar nuestra opinión, no nos toman <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta para<br />
sus decisiones, tan sólo nos hipotecan, tan sólo lucran con nuestra persona. No nos reconoc<strong>en</strong> como<br />
seres humanos completos y reales.<br />
Discurso manifiesto del grupo dominante:<br />
--Les falta educación familiar y pública. Hay que educarlos o hacer que lo/as eduqu<strong>en</strong>. Hay que<br />
mejorar nuestras instituciones de educación para la realidad. Hay que mejorar nuestros panópticos<br />
y campos de conc<strong>en</strong>tración legal del pueblo o la g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> edad adolesc<strong>en</strong>te. Ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que apr<strong>en</strong>der a<br />
respetar la propiedad privada si desean ser libres d<strong>en</strong>tro de la democracia realm<strong>en</strong>te exist<strong>en</strong>te, de otra<br />
manera son delincu<strong>en</strong>tes o terroristas.<br />
Discurso oculto del grupo subordinado:<br />
--Les ocupamos impropiam<strong>en</strong>te su propiedad privada. Nos apropiamos de algo que no es nuestro: el<br />
arte, la escritura, el espacio, la ciudad... Hacemos propio de la g<strong>en</strong>te adolesc<strong>en</strong>te el mundo del espíritu<br />
y el arte, el mundo de la libre opinión y la dignidad absoluta de la persona humana. Mostramos nuestra<br />
pres<strong>en</strong>cia real <strong>en</strong> el ord<strong>en</strong> material de la polis o ciudad sociocultural, marcamos la arquitectura urbana<br />
con nuestra fuerza libertaria directa. Como nos sabemos considerado/as como “cosas” ord<strong>en</strong>adoras<br />
de la her<strong>en</strong>cia del padre, el patrón y el patriota, actuamos directam<strong>en</strong>te contra nuestras semejantes,<br />
“las otras cosas públicas”. Hacemos que choqu<strong>en</strong> las cosas, para ver si ustedes se dan cu<strong>en</strong>ta de que<br />
“sus” cosas chocan por donde ustedes ni se dan cu<strong>en</strong>ta. Hacemos lo que queremos, que, <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia,<br />
es muy poco: queremos expresarnos, ser de veras libres, p<strong>en</strong>sarnos con conci<strong>en</strong>cia de artistas del<br />
pueblo; pero que, a la larga, puede significar mucho <strong>en</strong> la evolución colectiva, pues realm<strong>en</strong>te expresa<br />
el ingreso <strong>en</strong> la unidad de la conci<strong>en</strong>cia autopoiética de la exist<strong>en</strong>cia artística de los seres humanos.<br />
Aunque nosotro/as tampoco t<strong>en</strong>gamos claro todo lo que significa este gesto compulsivo.<br />
Discurso oculto del grupo dominante:<br />
--No nos hac<strong>en</strong> caso. Necesitamos reprimirlos para hacer que nos hagan caso. La represión significa<br />
apretar los tornillos de nuestros aparatos ideológicos de dominación, es decir, hay que sacrificar más<br />
adolesc<strong>en</strong>tes para que los rebeldes se domestiqu<strong>en</strong> y <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>dan que aquí sí mandan todavía el padre, el<br />
patrón y el patriota, que aquí lo que rifa es poder t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> tus manos la vida de otras personas, sólo así,<br />
pudiéndolas matar, sólo así te hac<strong>en</strong> caso y obedec<strong>en</strong>. Lo otro, gobernar con la razón y el s<strong>en</strong>tido común,<br />
sólo es utopía y sueño imposible. Será bu<strong>en</strong>o dar tundas que escarmi<strong>en</strong>t<strong>en</strong> a los delincu<strong>en</strong>tes. Y<br />
estas tundas pued<strong>en</strong> ser <strong>en</strong> el alma o <strong>en</strong> el cuerpo, pero será mejor que sean <strong>en</strong> ambas partes. Hay que<br />
tundirles duro para que no se salgan del huacal y nos <strong>en</strong>suci<strong>en</strong> más el mejor de los mundos posibles.<br />
Discurso abyecto para todo mundo.<br />
--Cada vez hay más razones políticas y sociales para reconocer que los adolesc<strong>en</strong>tes deb<strong>en</strong> formar<br />
20
parte de la ciudadanía real de sus países, es decir, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er derecho al voto. Es necesario p<strong>en</strong>sar<br />
esto con mucho cuidado, porque los más jóv<strong>en</strong>es son las víctimas pot<strong>en</strong>ciales de cualquier tipo de<br />
guerra, no se diga de una guerra mundial. Así ocurrió, por ejemplo, <strong>en</strong> la guerra de las Malvinas,<br />
como <strong>en</strong> las guerras de la antigua Yugoeslavia y <strong>en</strong> las muchas guerras que hoy día afectan al mundo.<br />
T<strong>en</strong>emos que ampliar más la capacidad participativa de la g<strong>en</strong>te adolesc<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro de la democracia<br />
real.<br />
7. Fu<strong>en</strong>tes<br />
[Aunque es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o sociocultural muy reci<strong>en</strong>te, todavía con m<strong>en</strong>os de cuar<strong>en</strong>ta años de antigüedad<br />
real, y porque también es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o marginal, muy lejano de la cultura institucional burguesa,<br />
el grafiti hip hop está si<strong>en</strong>do estudiado por la academia mundial con mucho cuidado y detalle. Lo<br />
más importante y valioso está pasando a través de la internet, <strong>en</strong> sitios como ART CRIMES ( --sitio desarrollado por Susan Farrell <strong>en</strong> 1985 como un proyecto para obt<strong>en</strong>er la<br />
maestría <strong>en</strong> historia del arte <strong>en</strong> el Tecnológico de Georgia, EUA). Pero también hay ya varios libros<br />
con estudios importantes, tanto <strong>en</strong> lo refer<strong>en</strong>te al proceso histórico como respecto a la semiótica,<br />
retórica y herm<strong>en</strong>éutica. Hemos tratado de estudiarlo todo. Igualm<strong>en</strong>te hemos consultado videogramas,<br />
revistas (llamadas “fanzines”) y otras muchas fu<strong>en</strong>tes de información. También hemos reunido<br />
una colección fotográfica de más de mil ejemplos de este grafiti, bu<strong>en</strong>a parte de ella ha sido reunida<br />
gracias al apoyo y la g<strong>en</strong>erosidad de nuestros estudiantes de la ENEP Aragón, la Facultad de Ci<strong>en</strong>cias<br />
Políticas y la Universidad Latinoamericana. Por eso, <strong>en</strong> esta nota, para situar la forma y cont<strong>en</strong>ido de<br />
nuestro discurso teórico y metodológico pres<strong>en</strong>tamos una bibliografía mínima:]<br />
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Notas<br />
25
*<br />
Salvador M<strong>en</strong>diola, Hort<strong>en</strong>sia Mor<strong>en</strong>o, María Adela Hernández Reyes, Gloria Hernández y Candy Cervantes<br />
Medellín: “El ritual amoroso de la bruja eléctrica: Pola Weiss (1947-1990)”, <strong>en</strong> Arnulfo Herrera Curiel (ed.), Amor y<br />
desamor <strong>en</strong> las artes. XXIII Coloquio Internacional de Historia del Arte, México, UNAM, 2001, pp. 147-167.<br />
*<br />
La palabra “graffiti” es de orig<strong>en</strong> italiano. Su etimología provi<strong>en</strong>e del griego clásico “graphé”, donde quiere decir:<br />
arañazo, raya, grabado, dibujo, pintura, cuadro, bordado, registro, escritura. En italiano, la palabra “graffiti” es el plural<br />
de “graffito”; sin embargo, hoy día <strong>en</strong> todas las l<strong>en</strong>guas que la han retomado se le emplea igual como singular que como<br />
plural, por eso se dice de la misma manera “un graffiti” o “muchos graffiti”. En l<strong>en</strong>gua castellana la palabra “graffiti”<br />
significa: inscripción o pintura anónima realizada <strong>en</strong> paredes de edificios u otros lugares. Desde el r<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to italiano<br />
esta palabra ha sido empleada para describir todo lo que t<strong>en</strong>ga que ver con rayar paredes. Para el caso específico de este<br />
estudio, después de consultar con especialistas <strong>en</strong> filología (Antonio Alatorre, Margit Fr<strong>en</strong>k y Guillermo Sheridan),<br />
se recomi<strong>en</strong>da escribir esta palabra con sólo una letra “f ”, así: “grafiti”, desde su primera aplicación castellana se ha<br />
escrito así, pero aquí la empleamos para poder remarcar la novedad específica del “grafiti hip hop”.<br />
El concepto de “hip hop” (“salto de cadera”) provi<strong>en</strong>e de la l<strong>en</strong>gua inglesa, es un término del slang o caló de la g<strong>en</strong>te de<br />
raza negra. De principio hace refer<strong>en</strong>cia al acto sexual; pero <strong>en</strong> realidad resulta intraducible. Quiere decir demasiadas<br />
cosas que ap<strong>en</strong>as se comi<strong>en</strong>zan a globalizar <strong>en</strong> nuestro castellano inmediato, la l<strong>en</strong>gua española <strong>en</strong> versión chilanga.<br />
Desde los años set<strong>en</strong>ta del siglo XX lo emplea la contracultura planetaria para definir la subcultura juv<strong>en</strong>il o<br />
adolesc<strong>en</strong>taria que vino después del “rock” (1946-1974), que, a su vez, vino después del “jazz” (1914-1945). Formas<br />
de clasificar la transculturación adolesc<strong>en</strong>taria que instaura la cultura norteamericana de consumo popular. El jazz tuvo<br />
la forma textual de los discos de baquelita y las transmisión radiofónica, su cont<strong>en</strong>ido fue más que nada la música; el<br />
rock tuvo la forma de los discos de acetato y la transmisión televisiva, su cont<strong>en</strong>ido fue la integral de música y letra;<br />
el hip hop ti<strong>en</strong>e la forma de los discos compactos y la transmisión cibernética, su cont<strong>en</strong>ido es la letra. Otra difer<strong>en</strong>cia<br />
sistémica del hip hop es su carácter “virtual”, incluye <strong>en</strong> su construcción todas las formas de la transmisión textual,<br />
igual ocurre como oír y hacer música, que ocurre como ver y hacer televisión o como recibir y emitir computación.<br />
También hay un cambio respecto a la circularidad del jazz y la linealidad del rock, el hip hop es más que nada virtual;<br />
ocurre como acontecimi<strong>en</strong>to digital, a difer<strong>en</strong>cia del jazz y el rock, que fueron analógicos.<br />
Sobre la conducta de las personas receptoras, el hip hop, igual que el rock y el jazz <strong>en</strong> su mom<strong>en</strong>to, es considerado<br />
socialm<strong>en</strong>te como un acontecimi<strong>en</strong>to conductual de apari<strong>en</strong>cia viol<strong>en</strong>ta. Las letras de sus canciones describ<strong>en</strong><br />
hechos delictuosos de muchos tipos, incluido el asesinato terrorista, lo mismo que la misoginia compulsiva; emplean<br />
expresiones explícitas de actos de viol<strong>en</strong>cia, lo mismo que su discurso es fuertem<strong>en</strong>te irónico y repleto de palabras<br />
altisonantes. Pero la conducta g<strong>en</strong>eral específica de su público sólo ejerce actos simbólicos de viol<strong>en</strong>cia, cosa que<br />
resulta más fuerte, es cierto, <strong>en</strong> la ciudad de México, donde la emisión y recepción de grafiti hip hop es más que nada un<br />
acto de rebelión juv<strong>en</strong>il contra el establecimi<strong>en</strong>to burgués. Un acto completam<strong>en</strong>te contrario a la actividad graffitera de<br />
las pandillas de delincu<strong>en</strong>tes adolesc<strong>en</strong>tarios, la cual, de muchas maneras ha sido contrarrestada por qui<strong>en</strong>es practican<br />
los estilos del hip hop.<br />
También qui<strong>en</strong>s práctica el hip hop <strong>en</strong> forma masiva consideran que esta forma subcultural consiste de cuatro tipos de<br />
praxis: 1) DJ, “disco jockey”, algui<strong>en</strong> que produce la emisión de la música; 2) MC, “maestro de ceremonias”, algui<strong>en</strong><br />
que produce la emisión de la letra; 3) B’Boys/Girls, “se bu<strong>en</strong> muchacho/a”, qui<strong>en</strong>es emit<strong>en</strong> la danza; y 4) “Writers”,<br />
“escritore/as”, qui<strong>en</strong>es emit<strong>en</strong> los grafiti <strong>en</strong> sí. Por tanto, este tipo de grafiti pert<strong>en</strong>ece a un movimi<strong>en</strong>to sociocultural<br />
mucho más amplio que todo lo que pueda explicar esta nota, e incluso el texto <strong>en</strong>tero que la incluye, pues son cuestiones<br />
donde igual se involucran el baile, la música, el arte popular globalizante y globalizado, la brecha g<strong>en</strong>eracional, las<br />
maneras de vestir, de hablar e incluso de alim<strong>en</strong>tarse. Otra bu<strong>en</strong>a razón para realizar su estudio de esta manera.<br />
26