aquà - El Dulce Nombre

Cuaresma 2012
La Bofetá
Por muy gráfico y descriptivo
que yo intente ser, sólo lo pueden
comprender las personas que
tuvieron la suerte de vivirlo.
Las convivencias de H.H. del
martes en San Lorenzo, terminaban
en el local de Alcoy en reuniones
muy agradables con la divertida
narrativa de Antonio Oños.
Asistí con ellos a diversos actos
de otras H.H. de la jornada, y guardo
entre mis gratos recuerdos la mesa
redonda celebrada en la Hermandad
de Los Estudiantes con motivo de
su cincuentenario fundacional, con
intervención de los siete hermanos
mayores. La intervención de
Martín con aquella genialidad de:
“El elemento cofrade femenino es
objeto de mi preocupación”. Todos
quedaron impactados teniendo en
cuenta que lo dijo en la cuaresma del
setenta y cuatro.
Famosas por interminables, las
comidas después de la Función
Principal en los ya citados salones
de Lunch Party, donde José Luis
Trujillo, entonces Trujillito, se
dedicaba a gatear por debajo de las
mesas, asustando a mas de una Sra.
que creían que allí había gatos. Las
posteriores las recuerdo en la Raza
o El Burladero.
La cofradía en la calle, como
siempre, era todo un derroche
de belleza y conocí mandando
sus pasos a tres capataces de
los antiguos; de los de personal
asalariado, como fueron Vicente
Perez Caro, Salvador Dorado y
el último Manolo “El Moreno”,
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con Domingo Rojas de capataz de
Cristo. Sin desmerecer a ninguno,
de los tres me quedo con Moreno y
Rojas, por mi amistad personal y por
lo que os describo a continuación.
En uno de los artículos que
cada año escribo para el Anuario
de mi Hermandad del Gran Poder,
recordando anécdotas de la Semana
Santa de 1974, relaté lo sucedido en
la Hermandad del Dulce Nombre
por motivo de la lluvia, cuyo
contenido no me resisto a transcribir
literalmente:
“Presencie cuando el Hermano
Mayor, nuestro querido e irrepetible
Martín Arévalo, tomaba una de
las decisiones mas importantes de
sus mandatos: poner la cofradía
en la calle. Delirio sin límites
cuando aquel Juan XXIII vestido de
nazareno comunica el acuerdo.
Con ese Mayor presidiendo; de
fiscal de palio Ángel Casal, Domingo
Rojas y el Moreno de capataces y Don
Pedro Morales al frente de la banda
de Soria, aquello estaba cantado. La
cuadrilla en su momento de gloria,
el fiscal sabiendo lo que había que
hacer y la banda única a la que Don
Pedro ordenaba una y otra vez,
con su mano izquierda abierta y la
uve en la derecha interpretar cierta
marcha, se vivieron momentos de
los que permanecen siempre en la
memoria.
Los Hermanos Mayores del día,
ya vestidos de paisano, tuvieron la
delicadeza de presidir con Martín
el regreso. Detalles de cofrades, de
señores cofrades para rematar dos
carteles de preferia. Vázquez de
Los Javieres, Antonio Marco en San
Esteban, mi querido Ricardo Mena
de los Estudiantes -Pregonero
de aquel año- que conociendo su
fuerza y su carácter, hubiese sacado
su cofradía si continua la concordia;
Manolo Ponce en San Benito, Ramón
Ybarra de la Candelaria y Antonio
Hermosilla en Santa Cruz”.
Hasta aquí lo del Anuario.
Obligado recordar ahora los años
de la Concordia, con permuta de
puesto con Los Estudiantes. De gran
belleza el recorrido de vuelta por
calles Cuna, Orfila y Angostillo y la
entrada a una hora muy razonable.
Nunca comprenderé como la de
Los Estudiantes renuncio, cuando
ambas H.H. se beneficiaban.
Por ahí empezó a arreglarse el
día y creo debió mantenerse.
Si la Candelaria transitaba
por calle San Fernando camino
de los jardines y coincidía con
la entrada de la cofradía que
también consideraron tardía, son
males menores si los comparamos
con sacar una cofradía de negro
a las cuatro de la tarde, o con el
disparatado horario de entrada en
San Lorenzo.
Quizás con el tiempo se imponga
lo razonable y se intente de nuevo.
Cuando la Hermandad se
normalice y vuelva a tener Junta de
Gobierno, creo que debe plantearse
el tema del horario como primordial.
No olvidemos que el martes es
víspera de laborable y ya la noche no
es lo que era ni volverá a serlo.
Ahora las H.H. privilegiadas son
las centrales del día y no las últimas
con toda su antigüedad. Mucho
lamentarse pero no se arregla nada,
y lo de que la jornada está cogida
con alfileres es tema muy manido;
déjense de alfileres y cámbienlos
por tornillos bien apretados, de
acuerdo con el Consejo, el delegado
de día y las cofradías afectadas.
Gran valentía ha tenido la
Hermandad de Santa Cruz, cansada
ya de rodeos, acordando importantes
cambios este año. Con el visto bueno