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<strong>Dulce</strong><strong>Nombre</strong><br />
Entrevista<br />
junta superior el menor síntoma de<br />
aburrimiento. En todo momento y<br />
en cualquier época, incluso en agosto,<br />
se ha trabajado. Y aquí estamos.<br />
Le aseguro que ha habido vientos<br />
e incluso vendavales. Como me estoy<br />
dirigiendo a cofrades, parto del<br />
convencimiento de que saben de lo<br />
que hablo.<br />
¿Se ven las cosas de manera<br />
muy distinta cuando se acude al<br />
Consejo como hermano mayor que<br />
cuando se hace como en calidad de<br />
presidente<br />
Total y radicalmente de manera<br />
diferente. Son dos maneras<br />
distintas de observar y vivir una<br />
misma experiencia: las hermandades<br />
y cofradías de Sevilla. Le<br />
puedo también asegurar que la<br />
solidez, y la fortaleza ante los<br />
problemas e inconvenientes que<br />
se pueden sufrir desde un cargo<br />
de gestión dentro del ámbito de<br />
una hermandad son mayores y<br />
más llevaderas que desde el Consejo,<br />
donde las situaciones son diferentes<br />
y las perspectivas a tener<br />
en cuenta deben estar muy correlacionadas<br />
e imbricadas entre sí,<br />
ya que el universo al que afecta es<br />
mas amplio y con muchas variantes<br />
en lo externo.<br />
Relate algunos de los mejores<br />
momentos en estos años<br />
<strong>El</strong> trato fraternal y sincero con<br />
los miembros de la junta superior<br />
y Don Manuel Soria, delegado<br />
diocesano, con quien hemos cruzado<br />
la línea de ser compañeros a<br />
verdaderos amigos. La tremenda<br />
humanidad de muchos hermanos<br />
mayores, que además de comprender<br />
han querido y conseguido<br />
ser comprendidos haciendo sitio a<br />
una amistad que también traspasará<br />
los limites de su gestión y la<br />
mía para prolongarse en el tiempo.<br />
No puedo olvidar la experiencia<br />
en el trato filial que he recibido<br />
tanto del señor cardenal, primero;<br />
como de nuestro arzobispo, hombre<br />
cercano y lleno de humanidad;<br />
y del obispo auxiliar. Déjeme utilizar,<br />
sin que sea faltar al respeto,<br />
la palabra entrañable para referirme<br />
a él. En definitiva, he sacado<br />
un gran acervo de afectos y amistades,<br />
capaces de llenar el hueco<br />
o vacío de los momentos “bajos”<br />
que siempre se pueden sufrir en el<br />
camino.<br />
“A día de hoy tenemos<br />
claro que incorporar<br />
nuevas cofradías no<br />
es planteable”<br />
¿Cuándo lo ha pasado peor<br />
¿Con la polémica surgida por el<br />
Pregón de Barbeito -fueron muchas<br />
conversaciones con el arzobispo<br />
aquellos días-, en la asamblea en<br />
la que hubo tensión a cuenta del<br />
reparto del dinero, cuando surgió<br />
hace unos meses un grupo opositor<br />
liderado por algunos hermanos<br />
mayores<br />
He leído y releído con fruición<br />
el pregón de García Barbeito y me<br />
siento orgulloso de la elección que<br />
realizó la junta superior. Por supuesto,<br />
el señor arzobispo nunca se<br />
opuso ni objetó su designación. Las<br />
distorsiones, si se les puede llamar<br />
así, nunca estuvieron dentro, donde<br />
solo hubo comprensión y afecto.<br />
Hoy, García Barbeito, continúa, al<br />
igual que hacía antes, colaborando<br />
activamente con las hermandades y<br />
cofradías y Cáritas de forma especialísima,<br />
con la gratitud de todos<br />
nosotros los que bien le conocemos.<br />
En cuanto a las asambleas y la diver-<br />
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