Span Chapt 5_6_Authors - Global Microcredit Summit 2011

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54 NUEVOS CAMINOS PARA SALIR DE LA POBREZA con base en una reflexión previa, en lugar de en una reacción inmediata. No nos tenemos que someter a los empujones y jalones de las circunstancias de cada momento. Nuestras decisiones diarias pueden estar arraigadas en planes creados con anterioridad, en lugar de en impulsos efímeros. El enorme número de decisiones sobre qué hacer con nuestro tiempo puede ser avasallador. Cada uno de nosotros tiene más opciones de las que le es posible poner en acción. Hay cientos de trabajos posibles por hacer. Con una hora disponible, podemos elegir entre miles de libros que leer, miles de revistas que hojear, y decenas de reuniones que atender. Hay quienes se refieren a este problema como “estrés de opciones”. Las metas claramente definidas te brindan una manera de clasificar todas las opciones y establecer prioridades. Algunas se alienarán con tus propósitos y valores; otras opciones estarán claramente fuera de tu curso. Con una visión clara de tu futuro, puedes con frecuencia percibir la diferencia en cuestión de segundos. Crear tu futuro funciona Los ejemplos de visiones a largo plazo son copiosos e inspiradores. Durante los años 1960 el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, lanzó el reto de aterrizar en la luna dentro de diez años. Sin esa visión, podríamos estar todavía intentando una expedición lunar exitosa. La autopista alemana y el sistema de autopistas de los Estados Unidos, concebido por el presidente Dwight D. Eisenhower como un proyecto a 50 años, son otros ejemplos de visión a largo plazo. Martin Luther King Jr. tomó gran parte de su inspiración de Mahatma Gandhi. King y otros líderes del movimiento de los derechos humanos en Estados Unidos sabían que no iban a lograr todo lo que querían en cinco o diez años. Su visión era la de un esfuerzo sostenido durante décadas. Elizabeth Cady Stanton y otras feministas de todo el mundo a fines del siglo XIX, sabían que el futuro que ellas imaginaban para las mujeres era un sueño que tomaría muchas décadas, tal vez siglos. Nelson Mandela y otras personas comprometidas a terminar con el apartheid tuvieron una visión por cuyo logro ellos estaban dispuestos a dar décadas de sus vidas. Tomó siglos construir la Gran Muralla China y ello no se habría logrado sin una visión a multisiglos. El fín del Telón de Acero pareció haber ocurrido en cuestión de meses, pero tomó décadas para quienes estaban comprometidos con la libertad. Estos ejemplos demuestran que una de las maneras más efectivas de obtener lo que queremos en la vida es mirar muchas décadas e incluso muchos siglos hacia adelante. Piensa en la diferencia que esta estrategia podría marcar si se aplicara ampliamente. Los funcionarios electos podrían visualizar el impacto de sus políticas en un futuro lejano en lugar de ver apenas más allá de la próxima elección. Los fabricantes podrían ver 10, 20, 50 o más años hacia el futuro y encontrar fuentes de ingreso a largo plazo con
Visión a multidécada y multisiglo 55 menos consecuencias no buscadas, tales como la contaminación y el agotamiento de recursos. Cómo empezar: El proceso de la planificación a largo plazo Enseguida se presentan estrategias prácticas para iniciar el proceso de crear una visión o plan a multidécadas o multisiglos. Estas ideas pueden ser empleadas por grupos o individuos comprometidos en crear una imagen detallada de un mundo más justo y humano. 1. Escribe mucho. Simplemente escribe todo lo que quieres tener, hacer o ser en el futuro. Describe cualquier cambio que quisieras ver realizado. 2. Escribe mucho más. Ten una lluvia de ideas sobre tantas metas como puedas imaginar. Haz esto durante por lo menos cinco minutos. A medida que escribes, ten en cuenta estas sugerencias: • Experimenta utilizando tarjetas o fichas de 3 x 5 pulgadas—escribe cada meta en una ficha distinta. Escribe en el centro de la ficha y oriéntala verticalmente. Más adelante sugeriré que escribas algo en cada esquina de la ficha. • Trabaja rápidamente. No te detengas a editar o criticar lo que escribes. • Busca cantidad, no calidad. Si ninguna meta te viene a la mente de inmediato, escribe algo—cualquier cosa que te gustaría ver realizada en el futuro. • No te preocupes sobre cómo lograr ninguna de estas metas. Tu puedes crear planes de acción específicos más adelante. • No descartes una meta porque suene tonta o poco realista. El tiempo para revisar, reducir o desechar metas vendrá más adelante. Por ahora, dales rienda suelta a tu imaginación y creatividad. 3. Cuando hayas escrito metas durante por lo menos cinco minutos y sientas que es el momento de parar, toma un descanso. 4. Guarda las metas que has escrito y almacénalas en un lugar seguro. Más adelante sugeriré muchas maneras de revisar, editar y organizar estas metas. Ellas contienen las semillas del futuro. Trata tus creaciones con cuidado. 5. Extiende el tiempo de tus sesiones para establecer metas. Empieza con cinco minutos. Luego repite esto varias veces durante los próximos días y aumenta el tiempo a 10, 15, o hasta 20 minutos.
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