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Farith Fraija Norwood
Finalmente, dentro de los actores, hay un conjunto de ellos que
por razones obvias no protagonizan de forma abierta y directa el rol
que ejercen en las acciones terroristas y violentas: los financistas. Las
guarimbas no son “autosustentables”. Detrás de ellas hay un aparataje
logístico de importancia. Las acciones emprendidas por los cuerpos
de seguridad del Estado venezolano han dado con informaciones
que develan las diversas fuentes de financiamiento de estas acciones
criminales y violentas.
Los Estados Unidos de Norteamérica y los principales actores de
sectores conservadores de Europa han sido actores que –detrás de un
conjunto de factores intermedios– buscan “lavar” el dinero que desde
los tiempos de la guerra fría han sido destinados a financiar el combate
contra la izquierda, la disidencia de sus intereses. Sería redundar traer
a colación las diferentes acusaciones de injerencia que se han hecho
contra las pretensiones de los pasados gobiernos norteamericanos.
Pero es en las guarimbas del 2014, comparadas con las ocurridas en
el año 2004, donde se hizo más evidente la intervención de factores
externos al país en el apoyo de las acciones violentas opositoras en
Venezuela.
El ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, señaló,
enfáticamente, que los Estados Unidos tienen un plan insurreccional
contra el país, en el que uno de los ejes centrales es el señalamiento
sobre violaciones de derechos humanos por parte del Gobierno
venezolano, mientras que el otro es la relación con actividades ligadas
al narcotráfico y al terrorismo 33 . Igualmente refirió la realización de
reuniones preparativas de las acciones violentas, denominada como
“Fiesta mexicana”, donde estarían vinculados estudiantes líderes de
las guarimbas, así como actuales alcaldes como es el caso de David
33 “Rodríguez Torres reveló…”, El Universal, loc.cit.
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