13.01.2015 Views

NECESIDADES DE TREONINA EN ANIMALES ... - AECA

NECESIDADES DE TREONINA EN ANIMALES ... - AECA

NECESIDADES DE TREONINA EN ANIMALES ... - AECA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

1.- INTRODUCCIÓN<br />

C. de Blas, A.I. García y R. Carabaño<br />

Departamento de Producción Animal<br />

Universidad Politécnica de Madrid<br />

La treonina es uno de los nueve aminoácidos que parecen ser estrictamente esenciales<br />

para los animales superiores. Su estructura química (ácido α-amino-α-hidroxibutírico; figura<br />

1) no fue determinada hasta 1935 por Rose et al., siendo el último de los 20 aminoácidos<br />

naturales en ser conocido. Fue denominado así por su similitud con la estructura química de la<br />

treosa. Es uno de los aminoácidos de menor peso molecular. Tiene un grupo R polar y neutro,<br />

que resulta relativamente hidrofílico por poseer un grupo hidroxilo capaz de formar enlaces de<br />

hidrógeno con el agua.<br />

Como puede apreciarse en la figura 1, su estructura contiene dos átomos de carbono<br />

asimétricos. En consecuencia, existen cuatro estereo-isómeros ópticos posibles: la L- y D-<br />

treonina y la L- y D- alotreonina. En la naturaleza sólo se han encontrado isómeros L-treonina.<br />

Las formas D- no parecen tener actividad metabólica en animales domésticos (cuadro 1), al no<br />

disponer de una isomerasa capaz de transformar D- en L-treonina. La síntesis química de<br />

treonina genera una mezcla 50:50 de isómeros D- y L-, por lo que su valor nutritivo es bajo.<br />

Como consecuencia, su producción industrial se hace a partir de procesos fermentativos,<br />

donde se genera únicamente el isómero L-treonina.<br />

<br />

La treonina es frecuentemente el tercer aminoácido limitante (después de lisina y<br />

metionina) en dietas de porcino y aves basadas en cebada, trigo y mandioca, y el segundo, y a<br />

veces el primero, en dietas de conejos. Las situaciones más deficitarias se plantean en el caso<br />

de dietas de bajo contenido en proteína suplementadas con otros aminoácidos industriales. La<br />

treonina es además uno de los aminoácidos más caros, tanto cuando se suministra en forma de<br />

proteína como cuando se añade a la dieta en forma cristalina.


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

Figura 1.- Estereoisómeros de la treonina<br />

COOH<br />

H 2 N-C-H<br />

H-C-OH<br />

CH 3<br />

L-Treonina<br />

COOH<br />

H-C-NH 2<br />

HO-C-OH<br />

CH 3<br />

D-Treonina<br />

COOH<br />

H 2 N-C-H<br />

HO-C-H<br />

CH 3<br />

L-alo-Treonina<br />

COOH<br />

H-C-NH 2<br />

H-C-OH<br />

CH 3<br />

D-alo-Treonina<br />

Cuadro 1.- Disponibilidad relativa de isómeros de treonina en distintas especies<br />

(Baker, 1994; Baker et al., 1998).<br />

Isómero Pollos Cerdos Ratas<br />

L-treonina 100 100 100<br />

D-treonina 0 - 0<br />

L-alo-treonina - - -<br />

D-alo-treonina 0 - -<br />

2.- DIGESTIÓN, METABOLISMO Y FUNCIONES BIOLÓGICAS<br />

<br />

La digestión de la treonina es relativamente lenta, como consecuencia de una baja<br />

velocidad de hidrólisis (Low, 1980) que podría estar relacionada con la especificidad de las<br />

proteasas y peptidasas implicadas. Además, su ritmo de absorción es lento (Buraczewska,<br />

1979). Su digestibilidad es inferior a la media de la proteína y bastante variable, de forma<br />

similar a la de la lisina. Esto hace que la utilización de unidades brutas en vez de digestibles<br />

implique un error de valoración variable y dependiente del tipo de alimento. La forma más<br />

sencilla de cuantificar las pérdidas digestivas es la digestibilidad aparente. En cerdos, los<br />

datos de Rhône-Poulenc (1993), Eurolysine (1995), NRC (1998) y FEDNA (1999) dan un<br />

valor medio de digestibilidad ileal aparente que varía entre el 100% para L-treonina sintética y<br />

el 53% para el heno de alfalfa. Para concentrados en proteína, cereales y subproductos de<br />

cereales, se asignan valores intermedios (cuadro 2).


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

Cuadro 2.- Digestibilidad ileal aparente de la treonina (%) de distintas materias primas utilizadas<br />

en la formulación de piensos para cerdos. Valores medios a partir de datos de Rhône-Poulenc<br />

(1993), Eurolysine (1995), NRC (1998) y FEDNA (1999).<br />

Cereales (cebada, trigo, maíz) 70<br />

Concentrados de proteína (soja, girasol, harina de carne) 77<br />

Subproductos de cereales (salvado, gluten feed) 63<br />

Heno de alfalfa 53<br />

L-treonina 100<br />

La disponibilidad de la treonina absorbida es también baja, y variable entre alimentos,<br />

reduciéndose considerablemente en harinas que han recibido un tratamiento térmico excesivo<br />

(Batterham, 1992). La disponibilidad de un aminoácido es la proporción del contenido en la<br />

dieta que es digerido, absorbido como tal en el intestino delgado y, por último, utilizado para<br />

la síntesis de proteína. En general, se acepta que la digestibilidad ileal verdadera de un<br />

aminoácido estima la disponibilidad de éste. Es decir, que la eficacia de utlilización<br />

metabólica de un aminoácido después de ser absorbido es igual al 100 %. Esto parece ser<br />

cierto en harinas de alta calidad. Sin embargo, en harinas tratadas con calor la digestibilidad<br />

ileal verdadera sobreestima los valores de disponibilidad. La sensibilidad de los aminoácidos<br />

al tratamiento con calor no es igual. La lisina es el aminoácido más sensible seguido de la<br />

treonina. Batterham (1992) estima que la disponibilidad de la lisina y la treonina en la harina<br />

de algodón es de un 36 y un 44%, respectivamente. Los estudios donde se relacionan<br />

digestibilidad ileal y disponibilidad son todavía escasos, por lo que la utilización práctica de<br />

esta unidad es todavía limitada.<br />

Las necesidades de conservación de treonina son relativamente elevadas, tal y como se<br />

muestra en la figura 2. Esto es una consecuencia de la alta concentración de treonina en las<br />

proteínas de origen endógeno que alcanzan el intestino grueso en forma de secreciones<br />

gastrointestinales no digeridas (figura 2) y en los microorganismos que residen en los tramos<br />

finales del intestino (cuadro 3). De los datos expuestos en la figura 2 puede también deducirse<br />

que, aunque para varios aminoácidos esenciales las pérdidas gastrointestinales constituyen la<br />

mayor parte de los gastos totales de conservación, en el caso de la treonina estas pérdidas sólo<br />

representan el 70% de los gastos totales. El resto corresponde a pérdidas ligadas a su<br />

utilización metabólica. En la figura 3 puede observarse que la treonina puede catabolizarse por<br />

dos vías: treonina-deshidratasa y treonina-deshidrogenasa. En el primer caso el producto final<br />

es glucosa y en el segundo glicina y acetil–CoA. La glicina es un aminoácido no-esencial, que<br />

se utiliza en síntesis de proteína, creatina, serina, ácido úrico y sales biliares. En algunas<br />

circunstancias (por ejemplo, pollos en crecimiento), la velocidad de síntesis podría no ser<br />

suficiente. En este sentido, Baker et al. (1972) y Seve (1994) señalan que un déficit de glicina<br />

supondría un incremento de las necesidades de treonina.


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

Figura 2.- Necesidades de AA para el mantenimiento (mg kg -0,75 ) en lechones (según Fuller,<br />

1994).<br />

60<br />

40<br />

20<br />

0<br />

Total<br />

Thr Val Ileu Leu Phe Phe+Tyr Lys Met Met+Cys Trp<br />

Cuadro 3.- Composición en aminoácidos de la proteína microbiana en cerdos jóvenes<br />

(según Schultze et al., 1991).<br />

α-cetobutirato<br />

Aminoácido<br />

% PB total<br />

Treonina 5,06<br />

Lisina 6,55<br />

Metionina 2,36<br />

Cistina 2,17<br />

Pérdidas gastrointestinales<br />

Figura 3.- Vías de oxidación de la treonina<br />

L- treonina<br />

<br />

L-treonina<br />

deshidratasa<br />

L-treonina<br />

deshidrogenasa<br />

α-amino β-butirato<br />

Glucosa Acetil-CoA Glicina


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

Finalmente, la treonina se encuentra en concentraciones próximas al 4,5% en la<br />

proteína de diferentes producciones animales (cuadro 4). También parece ser uno de los<br />

principales constituyentes de las γ-globulinas del plasma (Tenenhouse y Deutsch, 1966) y de<br />

la proteína del calostro de cerdas (6%; Duée y Jung, 1973), por lo que se ha indicado que las<br />

necesidades de treonina para una respuesta inmune máxima podrían ser mayores que para<br />

obtener un crecimiento óptimo (Cuaron et al., 1984). Igualmente, Bhargava et al. (1971) han<br />

observado un incremento en el nivel de anticuerpos de pollos infectados con el virus de la<br />

enfermedad de Newcastle, en respuesta a una suplementación con treonina en la dieta.<br />

Cuadro 4.- Concentración de treonina en la proteína de diferentes producciones animales.<br />

Treonina (%)<br />

Retenida en cerdos en crecimiento (Fuller, 1994) 4,7<br />

Proteína leche cerda (Duée y Jung, 1973) 4,3<br />

Retenida en pollos en crecimiento (Edwards et al., 1997) 4,4<br />

Proteína de huevo (Fisher, 1994) 4,7<br />

3.- IMPLICACIONES <strong>DE</strong> LA ELEVADA CONC<strong>EN</strong>TRACIÓN <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong><br />

EL NITRÓG<strong>EN</strong>O MICROBIANO Y <strong>EN</strong> EL NITRÓG<strong>EN</strong>O <strong>EN</strong>DÓG<strong>EN</strong>O TOTAL<br />

3.1.- Digestibilidad ileal aparente vs verdadera<br />

Las elevadas concentraciones de treonina en las pérdidas gastrointestinales que<br />

alcanzan el ciego (cuadro 5) hacen que la digestibilidad ileal aparente en monogástricos<br />

subestime las cantidades de treonina que pueden ser absorbidas al final del intestino delgado.<br />

Por ello, es recomendable utilizar la digestibilidad ileal corregida por las pérdidas endógenas<br />

(digestibilidad verdadera) para mejorar la valoración del contenido en treonina de los<br />

alimentos.<br />

<br />

Cuadro 5.- Contenido en aminoácidos (g/16 g N) de la proteína endógena ileal.<br />

Aminoácido<br />

Porcino<br />

(Boisen y Moughan, 1996)<br />

Conejos<br />

(Carabaño et al., 2000)<br />

Lisina 3,0 3,8<br />

Metionina 1,0 0,9<br />

Cistina 3,2 3,2<br />

Treonina 4,5 5,6<br />

Leucina 4,0 4,8<br />

Valina 3,5 5,6


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

Las diferencias entre la digestibilidad verdadera y aparente de los aminoácidos son<br />

variables y dependen del nivel de aminoácidos ingeridos y del tipo de alimento que se esté<br />

valorando. En el caso de la treonina estas diferencias suelen ser superiores a las del resto de<br />

los aminoácidos limitantes. En cerdos, los datos de Rhône-Poulenc (1993), Eurolysine (1995)<br />

y el NRC (1998) dan una diferencia media de 9 unidades porcentuales para la treonina, 6 para<br />

la lisina y 4 para la metionina. La diferencia entre la digestibilidad ileal verdadera y aparente<br />

de la treonina es más acusada en el caso de los cereales que en el caso de los concentrados<br />

proteicos debido a su bajo contenido en treonina. En el cuadro 6 se comparan los aportes de<br />

aminoácidos digestibles expresados en unidades aparentes y verdaderas de una dieta con un<br />

17% de proteína basada en maíz-soja (Seve, 1994).<br />

Cuadro 6.- Aportes de aminoácidos digestibles en íleon (%) de una dieta maíz-soja (Seve, 1994).<br />

Aminoácido Aparente Verdadera Diferencia, %<br />

Lisina 0,671 0,733 9,2<br />

Metionina 0,238 0,253 6,3<br />

Treonina 0,478 0,548 14,6<br />

Aunque la composición en aminoácidos de la proteína endógena es similar en cerdos y<br />

en conejos, las diferencias entre la digestibilidad ileal aparente y verdadera son mayores en el<br />

conejo debido a unas mayores pérdidas endógenas (40 vs 10-15 g/kg de MS ingerida), ligadas<br />

a un mayor consumo de fibra. La subestimación de los aminoácidos disponibles cuando se<br />

utiliza la digestibilidad ileal aparente en vez de la real es de 29 unidades porcentuales para la<br />

treonina, 19 para la lisina y 8 para la metionina, como media de cuatro alimentos valorados<br />

(Carabaño et al., 2000; cuadro 7).<br />

Cuadro 7.- Digestibilidad ileal aparente y verdadera de los aminoácidos (%) en diferentes<br />

alimentos para conejos (Carabaño et al., 2000).<br />

Digestibilidad Heno de alfalfa Cebada Salvado de trigo Torta de girasol<br />

<br />

Lisina 69,9 c 87,6 b 68,9 c 95,0 a<br />

Verdadera Metionina 75,0 c 88,9 b 77,0 c 97,4ª<br />

Treonina 73,7 c 83,6 b 59,5 d 88,6ª<br />

Lisina 52,1 c 65,4 b 52,4 c 75,7ª<br />

Aparente Metionina 64,8 c 81,5 b 68,7 c 91,4ª<br />

Treonina 47,9 b 49,9 b 31,6 c 60,3ª<br />

a,b,c Las medias en la misma fila que no están seguidas de letras iguales son diferentes (P < 0,05).


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

3.2.- Reciclado de nutrientes a través de la cecotrofia<br />

Dentro de las especies de animales monogástricos utilizadas en Producción Animal, el<br />

conejo es el único capaz de utilizar sistemáticamente la proteína microbiana sintetizada en el<br />

intestino, gracias a la reingestión diaria de las heces blandas producidas en el ciego.<br />

En condiciones de alimentación intensiva, la contribución de la cecotrofia a las<br />

necesidades totales de proteína se ha estimado como media en un 15% (figura 4). La cantidad<br />

de proteína microbiana reciclada está más determinada por el tipo que por el nivel de fibra<br />

(Nicodemus et al., 1999; García et al., 2000), aumentando principalmente con la proporción<br />

de partículas finas y la concentración de fibra soluble en el pienso. Los cecotrofos tienen una<br />

elevada concentración en treonina (5,8% sobre proteína bruta total; Nicodemus et al., 1999)<br />

que es notablemente superior a la de las materias primas más frecuentemente utilizadas en<br />

piensos de conejos (figura 5). Como consecuencia, la contribución media de la cecotrofia a las<br />

necesidades totales de treonina (23%, figura 4) es superior a la media.<br />

Figura 4.- Contribución de la cecotrofia (%) a las necesidades de proteína total y aminoácidos<br />

en conejos (Nicodemus et al., 1999)<br />

Figura 5.- Concentración de treonina (% PB) de cecotrofos e ingredientes de piensos de conejos<br />

(Nicodemus et al., 1999; FEDNA, 1999)<br />

7<br />

6<br />

5<br />

4<br />

3<br />

2<br />

15<br />

17<br />

18<br />

21<br />

PB<br />

Aas. Azufrados<br />

Lisina<br />

10 12 14 16 18 20 22<br />

Treonina<br />

<br />

1<br />

0<br />

Cecotrofos H.soja H. Girasol Trigo H. Alfalfa Salvado


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

4.- <strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> MANT<strong>EN</strong>IMI<strong>EN</strong>TO <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong>. IMPLICACIONES<br />

PRÁCTICAS<br />

Tal como se ha señalado anteriormente, las necesidades de conservación de treonina<br />

son relativamente elevadas, de forma que la relación treonina/lisina en la proteína ideal para<br />

cubrir gastos de mantenimiento en ganado porcino es de un 151%. Sin embargo, la relación<br />

óptima treonina/lisina para la síntesis de proteína muscular o de proteína láctea disminuye<br />

hasta alrededor de un 60% (cuadro 8).<br />

Cuadro 8.- Relación ideal treonina/lisina y metionina/lisina para distintos procesos en ganado<br />

porcino (NRC, 1998)*.<br />

Relación ideal Mantenimiento Ganancia proteína Síntesis leche<br />

Treonina/lisina 151 60 58<br />

Metionina/lisina 28 27 26<br />

*Elaborado a partir de los datos de Baker (1966a,b), Baker y Allee (1970) y Fuller et al. (1989).<br />

Como consecuencia, cabe esperar que la relación óptima global treonina/lisina<br />

aumente con la edad del animal, en paralelo al aumento de la proporción que suponen los<br />

gastos de mantenimiento con respecto a los gastos totales. En la figura 6 se muestran varios<br />

trabajos y recomendaciones oficiales en ganado porcino que siguen esta tendencia. Aunque las<br />

diferencias pueden parecer pequeñas, conducen a cambios significativos en la formulación.<br />

Figura 6.- Evolución con la edad de la relación óptima Thr/Lys en ganado porcino.<br />

75<br />

70<br />

65<br />

60<br />

55<br />

<br />

5-20 kg 20-50 kg 50-100 kg<br />

INRA, 1989 Chung y Baker, 1992 NRC, 1998


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

De igual forma, la relación óptima global Thr/Lys en pollos tiende a aumentar con la<br />

edad según diferentes autores (cuadro 9). Sin embargo, Emmert y Baker (1997) señalan que<br />

las necesidades de mantenimiento de lisina en pollos podrían ser sustancialmente mayores de<br />

lo que se creía hasta ahora, lo que pone en duda la necesidad de incrementar la relación<br />

Thr/Lys en los últimos periodos de crecimiento.<br />

Cuadro 9.- Variación con la edad de la relación óptima treonina/lisina en pollos.<br />

Referencia 1-21 días 21-42 días 42-56 días<br />

NRC, 1984 66,7 74,0 80,0<br />

NRC, 1994 73,0 74,0 80,0<br />

Baker et al. 1993, 1996* 67,0 70,0 70,0<br />

Emmert y Baker, 1997* 67,0 68,5 68,5<br />

* Relaciones calculadas sobre la base de aminoácidos digestibles.<br />

Finalmente, De Blas et al. (1998) han observado en gazapos que la concentración<br />

óptima de treonina digestible (en dietas con igual contenido de lisina) aumenta desde un 0,58<br />

hasta un 0,63%, cuando la respuesta en crecimiento se mide en las dos primeras semanas o en<br />

el conjunto del periodo de cebo (figura 7).<br />

Figura 7.- Respuesta de la ganancia de peso a la concentración de Thr según la edad<br />

(De Blas et al., 1998)<br />

g. peso (g/d)<br />

45.0<br />

44.0<br />

43.0<br />

42.0<br />

41.0<br />

<br />

0.344 0.381 0.428 0.474 0.549<br />

% Thr dig<br />

30-45 d 30-70 d


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

5.- EFECTO <strong>DE</strong> UN EXCESO <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> SOBRE LOS R<strong>EN</strong>DIMI<strong>EN</strong>TOS<br />

PRODUCTIVOS <strong>DE</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

El suministro de concentraciones de treonina en la dieta por encima del nivel óptimo<br />

está generalmente asociado a una disminución de la producción de leche de cerdas (Lewis y<br />

Speer, 1975; figura 8) y de la velocidad de crecimiento en lechones y cerdos en cebo (Cole et<br />

al., 1983; Rosell y Zimmerman, 1985; Edmonds y Baker, 1987; Lenis, 1987 y Saldana et al.,<br />

1994). Este efecto estuvo relacionado con un incremento de la concentración de treonina en<br />

plasma (figura 8), pero, como se aprecia en la figura 9, no fue paralelo a una reducción de la<br />

eficacia alimenticia que continuó mejorando hasta niveles superiores de treonina. Esto es<br />

debido a un efecto negativo simultaneo del exceso de treonina sobre el consumo y la<br />

deposición de grasa en los animales (Fuller et al., 1979; Henry, 1995), de forma que se ha<br />

propuesto que las necesidades de treonina para un máximo crecimiento del peso magro serían<br />

superiores a las necesarias para un máximo incremento de peso vivo. Entre las explicaciones<br />

propuestas para estos resultados se encuentra que la acumulación post-pandrial de treonina en<br />

sangre (Rosell y Zimmerman, 1985), la dificultad de oxidación del exceso de treonina (Sève,<br />

1994) y/o la reducción de la secreción de serotonina en el cerebro por un aumento de la<br />

concentración de treonina (Sève y Henry, 1995) inducirían una disminución de la ingestión de<br />

alimentos.<br />

Igualmente, en un trabajo realizado en conejos, De Blas et al. (1998) han observado<br />

que la concentración de treonina en la dieta tiene un efecto cuadrático sobre los rendimientos<br />

productivos. Niveles de treonina por encima de las necesidades suponían una disminución del<br />

consumo de pienso, del número de destetados por camada, del peso de la camada a los 21 días<br />

de edad y de la eficacia de conversión del alimento en conejas reproductoras (figura 10), así<br />

como un descenso del consumo, de la ganancia de peso y de la proporción de grasa perirenal<br />

en gazapos en cebo (figura 11).<br />

Sin embargo, en diferentes trabajos realizados en pollos entre los 30 y los 56 días de<br />

edad (Kidd et al., 1996; Kidd y Kerr, 1997; Penz et al., 1997 y Kidd et al., 1999) no se ha<br />

observado ningún efecto negativo por el suministro de un exceso de treonina. No obstante,<br />

Rangel-Lugo et al. (1994) han encontrado que en pollos entre 16 y 28 días de edad que<br />

recibían dietas con un 20 ó un 25% de proteína bruta a base de maíz y cacahuete, la<br />

proporción de grasa sobre peso vivo disminuía en dos unidades porcentuales (pero no el<br />

consumo ni la ganancia de peso), cuando la concentración de treonina aumentaba desde<br />

alrededor de un 0,65 hasta alrededor de un 0,95%. Estos efectos no se observaron cuando las<br />

dietas estaban elaboradas a base de maíz y soja.<br />

<br />

En gallinas ponedoras, un trabajo reciente de Ishibashi et al. (1998) ha encontrado que<br />

niveles de treonina en la dieta superiores al 0,40% suponen una disminución de la masa de<br />

huevo y de la eficacia alimenticia. En cambio, Koelkebeck et al. (1991) no observaron ningún<br />

efecto negativo por la adición de un 1% de L-treonina cristalina a una ración basada en maíz y<br />

soja.


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

Figura 8.- Necesidades de treonina de cerdas lactantes (Lewis y Speer, 1975)<br />

P. Leche, kg/d<br />

8<br />

7.5<br />

7<br />

6.5<br />

6<br />

0.31 0.36 0.42 0.49 0.57<br />

% thr en pienso<br />

Figura 9.- Necesidades de treonina de lechones (Rosell y Zimmerman, 1985)<br />

G. peso, g/d<br />

350<br />

325<br />

300<br />

275<br />

P. Leche thr plasma<br />

0.55 0.6 0.65 0.7 0.75<br />

% thr en pienso<br />

G. Peso Eficacia<br />

Figura 10.- Efecto del nivel de treonina digestible de la dieta sobre los rendimientos de conejas<br />

reproductoras (base 100= dieta 1) (De Blas et al., 1998)<br />

115<br />

110<br />

105<br />

100<br />

95<br />

0.344 0.381 0.428 0.474 0.549<br />

% thr dig dieta<br />

<br />

10<br />

8<br />

6<br />

4<br />

2<br />

0<br />

0.7<br />

0.65<br />

0.6<br />

0.55<br />

0.5<br />

thr plasma, mg/100 ml<br />

g ganancia/g pienso<br />

consumo no destetados eficacia peso camada 21d


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

Figura 11.- Efecto del nivel de treonina digestible de la dieta sobre los rendimientos de gazapos<br />

en cebo (base 100 = dieta 1) (De Blas et al., 1998)<br />

110<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

6.- <strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> PI<strong>EN</strong>SOS <strong>DE</strong> MONOGÁSTRICOS.<br />

RELACIÓN ÓPTIMA THR/LYS<br />

6.1.- Factores de variación<br />

De la revisión de la literatura publicada se deduce una elevada variabilidad en cuanto a<br />

las necesidades de treonina propuestas por diferentes autores. Parte de esta variación puede<br />

explicarse por diferencias en el diseño de los trabajos experimentales en uno o varios de los<br />

siguientes factores:<br />

6.1.1.- Modelo estadístico de interpretación de los resultados<br />

La figura 12 muestra que los mismos resultados obtenidos en un ensayo típico<br />

dosis/respuesta dan lugar a diferencias significativas en los niveles óptimos según el modelo<br />

utilizado para describir la respuesta. En general, el uso de modelos polinomiales tiende a dar<br />

lugar a estimaciones superiores a las obtenidas cuando se utiliza la línea quebrada (0,70 vs<br />

0,60%, en el caso del ejemplo).<br />

6.1.2.- Potencial productivo<br />

0.344 0.381 0.428 0.474 0.549<br />

% thr dig dieta<br />

consumo ganancia grasa perirrenal<br />

<br />

De acuerdo con lo expuesto en el apartado 4, cualquier factor (edad, sexo, genética,<br />

composición de la dieta) que modifique la relación gastos de mantenimiento/gastos<br />

productivos, afectará tanto a las necesidades totales de treonina, como a sus necesidades<br />

relativas con respecto a otros aminoácidos esenciales, y en particular con respecto a la lisina.


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

Retención diaria de N, g<br />

8<br />

7<br />

6<br />

Figura 12.- Modelos para interpretar experimentos dosis/respuesta:<br />

a) línea quebrada; b) cuadrático<br />

6.1.3.- Concentración energética de la dieta<br />

Un incremento de la concentración energética de la dieta o, en general, cualquier factor<br />

de la dieta o del ambiente que altere el consumo de alimento, supondrá un cambio paralelo de<br />

las necesidades de treonina por unidad de peso de pienso.<br />

6.1.4.- Unidad de expresión de las necesidades<br />

a)<br />

5<br />

0.25 0.5<br />

0.6<br />

0.75 1<br />

Treonina, %<br />

Según lo indicado en el apartado 2, la digestibilidad ileal verdadera de la treonina varía<br />

considerablemente de unas materias primas a otras. Como consecuencia, si las necesidades se<br />

expresan en unidades brutas, éstas aumentan o disminuyen en relación inversa a la<br />

digestibilidad de la treonina en la dieta experimental utilizada. Como ejemplo, en el cuadro 10<br />

se muestra la variación en las necesidades de treonina bruta en conejas reproductoras, en<br />

respuesta a cambios en la proporción de L-treonina cristalina utilizada en la dieta y en la<br />

concentración de energía digestible. Como base de cálculo se han utilizado unas necesidades<br />

de un 0,44% de treonina digestible en dietas experimentales con 2420 kcal ED/kg (De Blas et<br />

al., 1998).<br />

<br />

Cuadro 10.- Necesidades de treonina bruta (%) de conejas reproductoras<br />

(según de Blas et al., 1998).<br />

ED dieta,<br />

% Treonina sintética dieta<br />

Kcal/kg 0 15 30<br />

2200 0,626 0,583 0,550<br />

2400 0,684 0,639 0,601<br />

2600 0,741 0,693 0,651<br />

8<br />

7<br />

6<br />

5<br />

b)<br />

0.25 0.5 0.75 1<br />

Treonina, %


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

6.2.- Necesidades de treonina en ganado porcino<br />

6.2.1.- Crecimiento y cebo<br />

Las figuras 13 y 14 muestran la evolución de las necesidades de treonina bruta y<br />

digestible, respectivamente, a lo largo del periodo de crecimiento y cebo. Como puede<br />

apreciarse, las necesidades expresadas como proporción de treonina en el pienso disminuyen<br />

con la edad, debido al aumento paralelo del consumo de pienso.<br />

Figura 13.- Necesidades brutas de treonina (% total en pienso) para cerdos en crecimiento<br />

según distintos autores<br />

% treonina bruta<br />

1.0<br />

0.9<br />

0.8<br />

0.7<br />

0.6<br />

0.5<br />

0.4<br />

0 20 40 60 80 100 120<br />

Peso medio (kg)<br />

Leibholz, 1988 Gatel y Fekete, 1989 Conw ay et al, 1990 Schutte et al, 1990<br />

Saldana et al, 1994 Fuller et al., 1979 Lew is y Peo, 1986 Rosell y Zimmerman, 1985<br />

Warnants et al., 1998 INRA, 1989 NRC, 1998<br />

Figura 14.- Necesidades de treonina digestible (ileal aparente, % total en pienso) para cerdos en<br />

crecimiento según distintos autores<br />

% thr digestible<br />

0.8<br />

0.7<br />

0.6<br />

0.5<br />

0.4<br />

0.3<br />

0.2<br />

<br />

0 20 40 60 80 100 120<br />

Peso medio (kg)<br />

Conway et al, 1990 Schutte et al, 1990 Schutte et al, 1997<br />

Schrijner et al., 1997 Warnants et al., 1998 NRC, 1998


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

La relación óptima Thr/Lys en unidades brutas según diferentes autores se muestra en<br />

la figura 15. De los valores obtenidos se deduce una relación óptima media de un 64,2% y una<br />

tendencia hacia un incremento del óptimo con la edad. Por otra parte, de las recomendaciones<br />

del NRC (1998), se deduce que la relación óptima debería reducirse en alrededor de 2 y 5<br />

unidades porcentuales cuando las unidades de expresión de las necesidades sean digestibilidad<br />

ileal real o aparente, respectivamente.<br />

relación thr/lys, %<br />

Figura 15.- Relación óptima Thr/Lys en unidades brutas para cerdos en crecimiento según<br />

distintos autores<br />

75<br />

70<br />

65<br />

60<br />

55<br />

50<br />

0 20 40 60 80 100 120<br />

6.2.2.- Cerdas reproductoras<br />

Peso medio (kg)<br />

Gatel y Fekete, 1989 Lenis et al., 1990 Rosell y Zimmerman, 1985<br />

Warnants et al., 1998 Williams et al, 1993 Chung y Baker, 1992<br />

NRC, 1998 INRA, 1989<br />

Las necesidades de treonina de cerdas lactantes y gestantes se muestran en el cuadro<br />

11. Existen notables diferencias entre autores que pueden explicarse principalmente por<br />

diferencias en el nivel de producción de leche y en la concentración energética de la dieta. Así<br />

por ejemplo, las necesidades propuestas por el INRA (1989) son inferiores a las del NRC<br />

(1998), pero al mismo tiempo el contenido en ED del pienso es sensiblemente inferior.<br />

<br />

Del cuadro 11 puede también deducirse que la relación óptima thr/lys en cerdas en<br />

lactación es similar a la de cerdos en crecimiento, pero en el caso de las cerdas gestantes toma<br />

valores claramente superiores. Este resultado podría explicarse por el mayor peso de los<br />

gastos de mantenimiento en este estado fisiológico que en animales en lactación o en<br />

crecimiento.


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

Cuadro 11.- Necesidades de treonina de cerdas reproductoras.<br />

Estado fisiológico ED (kcal/kg) Unidades % Thr % Thr/lys Referencia<br />

- Brutas 0,49 - Lewis y Sepper, 1975<br />

3.100 Brutas 0,42 70 INRA, 1989<br />

- Brutas - 66 Dourmad et al., 1991<br />

LACTACIÓN - Brutas 0,71 - Westermeier et al.,<br />

1998<br />

3.400<br />

GESTACIÓN 3.400<br />

(1) Según nivel de producción de leche.<br />

Brutas<br />

Ileal aparente<br />

Ileal real<br />

65<br />

0,54-0,65 (1)<br />

0,45-0,56 (1) 63<br />

0,40-0,49 (1) 58-67 (1)<br />

NRC, 1998<br />

3.000 Brutas 0,34 85 INRA, 1989<br />

Brutas<br />

Ileal aparente<br />

Ileal real<br />

0,44<br />

0,32<br />

0,37<br />

<br />

80<br />

78<br />

82<br />

NRC, 1998<br />

- Ileal real - 72 Dourmad y Etienne,<br />

1998


6.3.- Necesidades de treonina en aves<br />

XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

6.3.1.- Pollos en crecimiento<br />

En el cuadro 12 se muestran las necesidades de treonina de pollos a distintas edades y<br />

según distintos autores. Como puede observarse en el cuadro y pese a la gran variabilidad<br />

existente, estas necesidades, expresadas como porcentaje de treonina en pienso, van<br />

disminuyendo con la edad del animal siendo la media para cada periodo de crecimiento (0-21,<br />

21-42, 42-56 días) de 0,72, 0,70 y 0,67 respectivamente. Por el contrario, como ya se indicó<br />

anteriormente, la relación óptima treonina/lisina aumenta ligeramente. Por otra parte, al igual<br />

que ocurre en ganado porcino, la relación óptima treonina/lisina es superior cuando se establece<br />

en unidades brutas que en unidades digestibles. En este último caso, el valor medio obtenido es<br />

de un 69%.<br />

Cuadro 12- Necesidades de treonina (% total en pienso; 3200 Kcal EM/kg) para pollos en<br />

crecimiento<br />

Edad (días) Unidad %Thr % Thr/Lys Referencia<br />

0-21 Brutas 0,73 Thomas et al., 1986<br />

0-21 Brutas 0,73 Uzu, 1986<br />

0-21 Brutas 0,75 Robbins, 1987<br />

0-21 Brutas 0,68 Smith y Waldroup, 1988<br />

0-21 Brutas 0,73 Holsheimer et al., 1994<br />

0-21 Brutas 0,80 72 NRC, 1994<br />

0-21 Brutas 0,67 Rangel Lugo et al., 1994<br />

0-21 Digestible 67 Emmert y Baker, 1997<br />

21-42 Brutas 0,68 Uzu, 1986<br />

21-42 Brutas 0,70 Penz et al., 1997<br />

21-42 Brutas 0,74 74 NRC, 1994<br />

21-42 Digestible 70 Webel et al., 1996<br />

21-42 Digestible 68,5 Emmert y Baker, 1997<br />

21-42 Brutas 0,70 Kidd y Kerr, 1997<br />

21-42 Brutas 0,70 Kidd, 1999<br />

42-56 Brutas 0,68 80 NRC, 1994<br />

42-56 Digestible 70 Webel et al., 1996<br />

42-56 Digestible 68,5 Emmert y Baker, 1997<br />

42-56 Brutas 0,66 Kidd et al., 1999<br />

42-56 Digestible 0,60 70 Kidd et al., 1999<br />

42-56 Brutas 0,67 Kidd, 1999<br />

<br />

Como ya se mencionó anteriormente (ver apartado 6.1) el sexo es una fuente más de<br />

variación a la hora de definir las necesidades de treonina de las aves. De este modo, según la<br />

revisión de Kidd y Kerr (1996) las necesidades de treonina para machos y hembras oscilan entre<br />

un 0,68 y un 0,79% en el caso de los machos y entre un 0,58 y un 0,75% en las hembras. De<br />

igual forma, estimando las necesidades de treonina en un periodo concreto del crecimiento de<br />

los pollos (de 21 a 42 días) las necesidades de treonina varían entre 0,65-0,70% para machos y


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

0,60-0,61% para hembras (Penz et al., 1997).<br />

6.3.2.- Gallinas ponedoras<br />

Las necesidades de treonina de gallinas ponedoras según distintos autores, expresadas<br />

como porcentaje total de treonina en el pienso y en relación a las necesidades de lisina se<br />

muestran en el cuadro 13.<br />

Cuadro 13.- Necesidades de treonina (% total en pienso; 2800-2900 Kcal EM/kg)<br />

para gallinas ponedoras<br />

Unidad %Thr % Thr/Lys Referencia<br />

Bruta *0,52 INRA, 1989<br />

Bruta 0,51 Huyghebaert y Butler, 1991<br />

Bruta *0,47 68 NRC, 1994<br />

Bruta *0,57 64 CVB, 1996<br />

Bruta 0,45 Yamazaki et al., 1997<br />

Bruta 0,43 Ishibashi et al., 1998<br />

Bruta 68 Martinez Amezcua et al., 1999<br />

* Consumo de pienso = 100 g/día<br />

Al igual que ocurre en pollos, existe variabilidad en los datos presentados. Gran parte de<br />

esta variabilidad se explica por un lado, por diferencias en los diseños de los trabajos realizados<br />

(estirpe de gallina, edad de las aves, nivel de PB y de aminoácidos de las dietas...) y por otro<br />

lado, por los parámetros de rendimiento elegidos para definir estas necesidades (masa del huevo,<br />

eficacia de utilización del pienso y producción de huevos). En general, las necesidades de<br />

treonina basadas en la eficacia de utilización del pienso son mayores que las estimadas para<br />

masa del huevo. Las diferencias entre una estimación y otra varían según autores entre un 22%<br />

(Yamazaki et al., 1997) y un 3% (Ishibashi et al., 1998).<br />

6.4.- Necesidades de treonina en conejos<br />

<br />

Las necesidades de treonina bruta y digestible para conejos en crecimiento y conejas<br />

en lactación se muestran en el cuadro 14. Como puede apreciarse, las necesidades de treonina<br />

por kg de pienso son superiores en reproductoras, lo que se corresponde con la elevada<br />

retención de nitrógeno en la leche de coneja. Las mayores necesidades del INRA (1989) en<br />

conejas con respecto a las de De Blas et al. (1998) están relacionadas con una mayor<br />

concentración energética de la dieta (2600 vs 2420 kcal ED/kg, respectivamente).<br />

Las relaciones óptimas Thr/Lys en unidades digestibles son similares a las obtenidas<br />

por Moughan et al. (1988) y Nicodemus et al. (no publicado), a partir de la composición en<br />

aminoácidos de la ganancia de peso y la leche de coneja (64 y 67%, respectivamente). Por otra<br />

parte, el notable incremento de la relación en unidades brutas con respecto a unidades


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

digestibles está ligado a la elevada proporción de treonina en las pérdidas endógenas<br />

digestivas en esta especie animal.<br />

Cuadro 14.- Necesidades de treonina en conejos.<br />

Tipo pienso Unidad<br />

Thr<br />

%<br />

Thr/Lys<br />

% Referencia<br />

Bruta 0,50 71,4 Adamson y Fisher, 1973<br />

Bruta 0,60 66,7 Davidson y Spreadbury, 1995<br />

Crecimiento/ Bruta 0,55 73,3 INRA, 1989<br />

cebo Bruta 0,60 75,0 Taboada et al., 1994; De Blas et al., 1998<br />

Digestible* 0,40 66,7 Taboada et al., 1994; De Blas et al., 1998<br />

Bruta 0,70 93,3 INRA, 1989<br />

Lactación Bruta 0,64 80,0 Taboada et al., 1994; De Blas et al., 1998<br />

Digestible* 0,44 68,7 Taboada et al., 1994; De Blas et al., 1998<br />

*digestibilidad fecal aparente.<br />

7.- REFER<strong>EN</strong>CIAS<br />

ADAMSON, I. y FISHER, H. (1973) J. Nutr. 103, 1306.<br />

BAKER, D.H. y ALLEE, G.L.(1970) J. Nutr. 100, 277.<br />

BAKER, D.H., HILL, T.M. y KLEISS, A.J. (1972) J. Anim. Sci. 34, 582.<br />

BAKER, D.H., PARSONS, C.M., FERNÁN<strong>DE</strong>Z, S., AOYAGI, S. y HAN, Y. (1993) Proc.<br />

Ark. Nutr. Conf. pp 22-32. Fayetteville, Ark.<br />

BAKER, D.H. (1994) En ‘Amino Acids in Farm Animal Nutrition’ pp 37-62. J.P.F. D’Mello<br />

(ed) CAB International, Wallinford, U.K.<br />

BAKER, D.H. (1996) En ‘Nutrient management of food animals to enhance and protect the<br />

environment’ pp 41-53, Kornegay (ed) Lewis Publ., New York.<br />

BAKER, D.H., BECKER, D.E., NORTON, H.W., J<strong>EN</strong>S<strong>EN</strong>, A.H. y HARMON, B.G. (1996 a )<br />

J. Nutr. 88, 391.<br />

BAKER, D.H., BECKER, D.E., NORTON, H.W., J<strong>EN</strong>S<strong>EN</strong>, A.H. y HARMON, B.G. (1996 b )<br />

J. Nutr. 89, 441.<br />

BAKER, D.H., WEBEL, D.M. y FERNÁN<strong>DE</strong>Z, S.R. (1998) Poultry Sci., 77, 1397.<br />

BATTERHAM, E.S.(1992) Nutr. Res. Rev. 5,1.<br />

BATTERHAM, E.S.(1994) En ‘Amino Acids in Farm Animal Nutrition’ pp 113-131. J.P.F.<br />

D’Mello (ed) CAB International, Wallinford, U.K.<br />

BHARGAVA, K.K., HANSON, R.P. y SUN<strong>DE</strong>, M.L. (1971) Poultry Sci., 50, 710.<br />

BOIS<strong>EN</strong>, S. y MOUGHAN, P.J. (1996) Acta Agric. Scand. 46, 154.<br />

BURACZEWSKA, L. (1979) En ‘Current concepts on Digestion and Absortion in Pigs’ pp<br />

151-153. A.G. Low (ed). The National Institute for Reseach in Dairying, Reading, UK.<br />

CARABAÑO, R., GARCÍA, A.I., y <strong>DE</strong> BLAS, C. (2000) 7 th World Rabbit Congress,<br />

Valencia.


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

COLE, D.J.A., SPARKES, G.M. y LEWIS, D. (1983) En ‘The voluntary feed intake of pigs’<br />

pp 61-70. R. Pion, M. Arnal y D. Bonin (eds). Br. Soc. Anim. Prod., Londres.<br />

CONWAY, D., SAUER, W.C., <strong>DE</strong>N HARTOG, L.A. y HUISMAN, J. (1990) Livest. Prod.<br />

Sci. 25, 105.<br />

CUARON, J.A., CHAPPLE, R.P. y EASTER, R.A. (1984) J. Anim. Sci. 58, 631<br />

CVB (1996) Dutch Bureau of Livestock Feeding, Amino acid requirement of laying hens and<br />

broiler chicks, Schutte, J.B. CVB report No 18..<br />

CHUNG, T.K. y BAKER, D.H. (1992) J. Anim. Sci. 70, 3102.<br />

DAVIDSON, J. y SPREADBURY, D. (1975) Proc. Nutr. Soc. 34, 75.<br />

<strong>DE</strong> BLAS, C., TABOADA, E., NICO<strong>DE</strong>MUS, N., CAMPOS, R., PIQUER, J. y MÉN<strong>DE</strong>Z, J.<br />

(1998) Anim. Feed Sci. and Technol., 70, 151.<br />

<strong>DE</strong> SCHRIJVER, R., VAN <strong>DE</strong> GINSTE, J., LAPLACE, J.P., FEVRIER, C. y BARBEAU, A.<br />

(1997) Proc. 7 th Intern. Symp. INRA, France.<br />

DOURMAD, J.Y., ETI<strong>EN</strong>NE, M. y NOBLET, J. (1991) Journées de la Recherche Porcine en<br />

France. 23, 61.<br />

DOURMAD, J.Y. y ETI<strong>EN</strong>NE, M. (1998) Journées de la Recherche Porcine en France. 30,<br />

201.<br />

EDMOND, M.S. y BAKER, D.H. (1987) J. Anim. Sci. 64, 1664.<br />

EDWARDS, H.M., BAKER, D.H., FERNÁN<strong>DE</strong>Z, S.R. y PARSON, C.M. (1997) Brit. J.<br />

Nutr. 78, 111.<br />

EMMERT, J.L. y BAKER, D.H. (1997) J. Applied. Poultry Res. 6, 462.<br />

EUROLYSINE (1995) Ileal digestibility of amino acids in feedstuffs for pigs. Paris<br />

FEDNA (1999) Normas FEDNA para la formulación de piensos compuestos. Fedna, Madrid.<br />

FULLER, M.F., M<strong>EN</strong>NIE, I. y CROFTS, R.J. (1979) Br. J. Nutr. 41, 333.<br />

FULLER, M.F., McWILLIAM, R., WANG, T.C. y GILES, L.R. (1989) Br. J. Nutr. 62, 255.<br />

FULLER, M.F. (1994) En ‘Amino Acids in Farm Animal Nutrition’ pp 155-184. J.P.F.<br />

D’Mello (ed) CAB International, Wallinford, U.K.<br />

GARCÍA, J., CARABAÑO, R., PÉREZ, L. y <strong>DE</strong> BLAS, C. (2000) J. Anim. Sci. 78, 638.<br />

GATEL, F. y FEKETE, J. (1989) Livest. Prod. Sci. 23, 195.<br />

H<strong>EN</strong>RY, Y. (1995) Ann. Zootech. 44, 3.<br />

HOLSHEIMER, J.P., VEREIJK<strong>EN</strong>, P.F.G. y SCHUTTE, J.B. (1994) British Poultry Sci. 35,<br />

551.<br />

HUYCHEBAERT, G. y BUTLER, E.A. (1991) British Poultry Sci. 32, 575.<br />

INRA (1989) L’alimentation des animaux monogastriques: porc, lapin, volailles, 2ª ed.<br />

Institut National de la Recherche Agronomique, Paris.<br />

ISHIBASHI, T., OGAWA, Y., ITOH, T., FUJIMURA, S., KOI<strong>DE</strong>, K. y WATANABE, R.<br />

(1998) Poultry Sci. 77, 998.<br />

KIDD, M.T., KERR, B.J., FIRMAN, J.D. y BOLING, S.D. (1996) J. Appl. Poultry Res. 5,<br />

180.<br />

KIDD, M.T. y KERR, B.J. (1996) J. Appl. Poultry Res. 5, 358.<br />

KIDD, M.T. y KERR, B.J. (1997) J. Appl. Poultry Res. 6, 362.<br />

KIDD, M.T. (1999) En ‘Proceedings Australian Poultry Science Symposium’, Volume 11,<br />

University of Sydney, Sydney, NSW.<br />

KIDD, M.T., LERNER, S.P., ALLARD, J.P., RAO, S.K. y HALLEY, J.T. (1999) J. Appl.<br />

Poultry Res. 8, 160.


XVI Curso de Especialización<br />

<strong>NECESIDA<strong>DE</strong>S</strong> <strong>DE</strong> <strong>TREONINA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANIMALES</strong> MONOGÁSTRICOS<br />

KOELKEBECK, K.W., BAKER, D.H., HAN, Y. y PARSONS, C.M. (1991) Poultry Sci. 70,<br />

1651.<br />

LEHNINGER, A.L. (1982) Principles of Biochemistry. Worth Publ. Inc. New York.<br />

LEIBHOLZ, J. (1988) Anim. Prod. 47, 475.<br />

L<strong>EN</strong>IS, N.P. (1987) Proc. 5 th Intern. Symp. EAAP, Rostock.<br />

L<strong>EN</strong>IS, N.P., VAN DIEP<strong>EN</strong>, J.T.M. y GOEDHART, P.W. (1990) Netherlands Journal of<br />

Agricultural Science. 38, 577.<br />

LEWIS, A.J. y SPEER, V.C. (1975) J. Anim. Sci. 40, 829.<br />

LEWIS, A.J. y PEO, E.R.Jr. (1986) J. Anim. Sci. 62, 1617.<br />

LOW, A.G. (1980) J. Sci. Food Agric. 31, 1087.<br />

MARTINEZ AMEZCUA, C., LAPARRA VEGA, J.L., AVILA GONZALEZ, E., FU<strong>EN</strong>TE,<br />

B., JINEZ, T. y KIDD, M.T. (1999) J. Appl. Poultry Res. 8 : 2, 236.<br />

MOUGHAN, P.J., SCHULTZE, W.H. y SMITH, W.C. (1988) Anim. Prod. 47, 297.<br />

NICO<strong>DE</strong>MUS, N., MATEOS, J., <strong>DE</strong> BLAS, C., CARABAÑO, R. y FRAGA, M.J. (1999)<br />

Anim. Sci., 69, 167.<br />

NRC (1984) Nutrient Requirements of Poultry, 8ª Ed. National Academy of Sciences,<br />

Washington, DC.<br />

NRC (1994) Nutrient Requirements of Poultry, 9ª Ed. National Academy of Sciences,<br />

Washington, DC.<br />

NRC (1998) Nutrient Requirements of Swine, 10ª Ed. National Academy of Sciences,<br />

Washington, DC.<br />

P<strong>EN</strong>Z, A.M., COLNAGO, G.L., y J<strong>EN</strong>S<strong>EN</strong>, L.S. (1997) J. Appl. Poultry Res. 6, 355.<br />

RANGEL-LUGO, M., SU, C.L. y AUSTIC, R.E. (1994) Poultry Sci. 73, 670.<br />

RHONE POUL<strong>EN</strong>C (1993) Rhodimet Nutrition Guide. Formulation des aliments en acides<br />

aminés digestibles (2 ª ed). Antoni Cedex, Francia.<br />

ROBBINS, K.R. (1987) Poultry Sci. 66, 1531.<br />

ROSELL, V. y ZIMMERMAN, D.R. (1985) J. Anim. Sci. 60, 480.<br />

SALDANA, C.J., KNABE, D.A., OW<strong>EN</strong>, K.Q., BURGOON, K.G. y GREGG, E.J. (1994) J.<br />

Anim. Sci. 72, 144.<br />

SCHULTZE, H., MAKKINK, C.A., LE GU<strong>EN</strong>, M.P. y VERSTEG<strong>EN</strong>, M.W.A. (1991) Proc.<br />

5 th Int. Symp. on digestive physiology in the pig, pp 62-69. Wageningen, Holanda.<br />

SCHUTTE, J.B., BOSCH, M.W., L<strong>EN</strong>IS, N.P., <strong>DE</strong> JONG, J. y VAN DIEP<strong>EN</strong>, J.T.M. (1990)<br />

Netherlands J. of Agric. Sci. 38, 597.<br />

SCHUTTE, J.B., <strong>DE</strong> JONG, J., SMINK, W. y KOCH, F. (1997) Anim. Sci., 64, 155.<br />

SÈVE, B. (1994) INRA Prod. Anim. 7, 275.<br />

SÈVE, B. y H<strong>EN</strong>RY, Y. (1995) En ‘7 th Symp. on Protein Metabolism and Nutrition’. Vale de<br />

Santarem, Portugal<br />

SMITH, N.K. y WALDROUP, P.W. (1988) Poultry Sci. 67, 108.<br />

TABOADA, E., MÉN<strong>DE</strong>Z, J., MATEOS, G.G. y <strong>DE</strong> BLAS, C. (1994) Livest. Prod. Sci. 40,<br />

329.<br />

T<strong>EN</strong><strong>EN</strong>HOUSE, H.S. y <strong>DE</strong>UTSCH, H.F. (1966) Inmunochemistry 3,11.<br />

THOMAS, O.P., ZUCKERMAN, A.I., FARRAN, M.T. y TAMPLIN, C.B. (1986) En ‘Proc.<br />

Maryland Nutr. Conf’. pp 79-85, Baltimore, MD.<br />

UZU, G. (1986) Treonine requirement for poultry, AEC Information Poultry 252, 03600<br />

Commentry, France.


C. <strong>DE</strong> BLAS, A.I. GARCÍA y R. CARABAÑO<br />

WARNANTS, N., VAN OECKEL, M.J., BEKAERT, H., <strong>DE</strong> PAEPE, M., BOUCQUE, C.V.<br />

y VAN OECKEL, M.J. (1998) J. Anim. Physiol. Anim. Nutr. 78, 49.<br />

WEBEL, D.M., FERNAN<strong>DE</strong>Z, C.M., PARSONS, C.M. y BAKER, D.H. (1996) Poultry Sci.<br />

75, 1253<br />

WESTERMEIER, C., PAULICKS, B.R. y KIRCHGESSNER, M. (1998) J. Anim. Physiol.<br />

Anim. Nutr. 79, 33.<br />

WILLIAMS, K.C, MARTIN, P.R., MAGEE, M.H. y FARRELL, D.J. (1993) Recent Advances<br />

in Animal Nutrition in Australia. pp 213-222.<br />

YAMAZAKI, M., OHGUCHI, H., MURAKAMI, H., TAKEMASA, M. y ANDO, M. (1997)<br />

Jpn. Poultry Sci. 34, 52

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!