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<strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong><br />

El <strong>Yacht</strong><br />

Enero<br />

2008<br />

N° 164<br />

Julio Alsogaray<br />

Matías Gainza Eurnekian<br />

Federico Villambrosa<br />

1883<br />

Nuestros consocios ternados para el Olimpia de <strong>Yacht</strong>ing 2007<br />

En este número:<br />

La Clase 6 metros<br />

Cruzando el canal del Beagle<br />

Un “cat” de 100 años<br />

Las velas clásicas<br />

Nueva fórmula O.R.C. Internacional<br />

Francisco Cosentino<br />

Sancho Castro


Julio Alsogaray<br />

Matías Gainza Eurnekian<br />

Federico Villambrosa<br />

Francisco Cosentino<br />

Sancho Castro<br />

1883<br />

<strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong><br />

El <strong>Yacht</strong>®<br />

Enero<br />

2008<br />

N° 164<br />

<strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong><br />

El <strong>Yacht</strong><br />

Enero<br />

2008<br />

N° 164<br />

14<br />

Tapa<br />

Nuestros consocios ternados para el Olimpia de <strong>Yacht</strong>ing 2007<br />

En este número:<br />

La Clase 6 metros<br />

Cruzando el canal del Beagle<br />

Un “cat” de 100 años<br />

Las velas clásicas<br />

Nueva fórmula O.R.C. Internacional<br />

Fotos: Claudio Cambria<br />

Nuestros consocios<br />

ternados para los Olimpia<br />

de <strong>Yacht</strong>ing 2007<br />

3 16<br />

Editorial<br />

Un “cat” de 100 años<br />

4 La Clase 6 m.<br />

6<br />

Las velas clásicas<br />

18<br />

Mar del Plata el<br />

YCA y el motor<br />

Fundación de la<br />

Federación<br />

Internacional de<br />

<strong>Yacht</strong>ing<br />

8<br />

19<br />

20<br />

Nueva fórmula<br />

O.R.C. Intl.<br />

Nuestras Regatas<br />

De puerto Hoppner a<br />

Mar del Plata<br />

Informe e imágenes de<br />

nuestras competencias<br />

de vela.<br />

Revista El <strong>Yacht</strong><br />

N° 164 Año VIII<br />

Enero 2008<br />

<strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong><br />

Viamonte y Costanera Sud<br />

Ciudad de Buenos Aires<br />

Teléfono: 4314-0505<br />

e-mail: yca@yca.org.ar<br />

Director<br />

Alfredo Bafico Rojas<br />

Dirección Nacional del Autor<br />

N° 102.332<br />

Diagramador<br />

Sebastián Kirschenbaum<br />

15-4184-2979<br />

Impresión<br />

EBD Impresiones<br />

4246-9835<br />

“Revista El <strong>Yacht</strong>” es marca<br />

registrada por el <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong><br />

<strong>Argentino</strong><br />

Con nuestra autorización escrita se<br />

permite la reproducción de artículos,<br />

imágenes o fotos.<br />

1883<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

1


Nuestra nueva Comisión directiva integrada.por el comodoro Ricardo A. Galarce, vicecomodoro, Carlos L. Irigoyen, secretario honorario, Juan V.<br />

Tedin, prosecretario honorario, Emilio A. Miguel, tesorero honorario, Eduardo E. Camou, protesorero honorario, Silvio J. Sanguineti, los vocales<br />

titulares, Marcel Bacque, Juan L. P. Cernadas, José M. Gioffre, Jorge A. Goulu, Jorge A. Jáuregui, Pedro A. Trucco y los vocales suplentes, Paulo<br />

M. Cosentino, Gonzalo Heredia Gayan, Carlos V. D. Jasson Hardie, Carlos A. Méndez Casariego, Mario A. Sommaruga, Guido M. Tavelli<br />

2 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


<strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong><br />

El <strong>Yacht</strong>®<br />

Enero<br />

2008<br />

N° 164<br />

La página del Comodoro<br />

En este primer contacto con los socios quiero transmitirles que he recibido la designación de Comodoro del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong><br />

<strong>Argentino</strong> como un <strong>ver</strong>dadero honor y también como una gran responsabilidad y me comprometo a llevar adelante mi<br />

gestión dedicándole mis mejores esfuerzos a fin de cumplir fielmente con los objetivos y tradiciones de nuestro querido<br />

<strong>Club</strong>, que siempre serán tenidos en cuenta por mi como el rumbo a seguir.<br />

Estaré siempre atento a las necesidades de los socios, a cuyo fin me pongo a disposición de Uds. y los invito a que<br />

recurran a mí las veces que lo crean conveniente y oportuno a fin de aportar sus ideas e inquietudes, porque entiendo<br />

que mantener abierto un fluido canal de comunicación es fundamental para lograr los objetivos buscados.<br />

Los miembros de la Comisión Directiva que continúan en sus cargos, sumados a los designados por la última Asamblea del mes<br />

de octubre, forman un excelente equipo, una muy buena tripulación, donde cada función específica, será encomendada y llevada<br />

a cabo por quienes a mi criterio, han demostrado en los últimos años, dedicación, idoneidad y sobre todo cariño por el <strong>Club</strong>.<br />

Todos estamos en el mismo barco. Deben existir muy pocos ámbitos (como este <strong>Club</strong>) en los cuales se respire el mismo<br />

espíritu, se hable el mismo idioma y si bien seguramente puede haber diferencias de criterio ó distintos matices con<br />

relación a temas específicos, indudablemente, son muchas más las coincidencias que las di<strong>ver</strong>gencias, y con relación a<br />

ellas, debemos aspirar a ser lo suficientemente amplios de criterio, para que mediante un diálogo constructivo, aunemos<br />

criterios y lleguemos así a la mejor solución posible para cada problema en particular. Es un ejercicio que nos debemos<br />

todos y que no tengo dudas es conveniente y necesario a los intereses del <strong>Club</strong>.<br />

Iniciaremos el año del 125° Ani<strong>ver</strong>sario del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong>, con una frondosa agenda de actividades para el<br />

próximo <strong>ver</strong>ano, comenzando con el Circuito Atlántico Sur Rolex Cup, la Semana de Clásicos Rolex Cup, el Campeonato<br />

Sudamericano de la Clase Internacional Laser, la Semana de Mar del Plata, donde participarán las Clases Internacionales<br />

Optimist, Cadet, 420, 470, Laser, Europe y 29er., la Semana del Mar de Solis y la tradicional Regata Oceánica ROLEX<br />

Buenos Aires – Río de Janeiro.<br />

Una Felicitación especial para nuestros consocios Julio Alzogaray (Laser), Francisco Cosentino y Sancho Castro (Cadet)<br />

y Matías Gainza Eurnekián y Federico Villambrosa (29er) a quienes el Círculo de Periodistas Deportivos designó en la<br />

terna correspondiente a <strong>Yacht</strong>ing para los Olimpia 2007, que se otorga a los deportistas más destacados de cada<br />

disciplina, resultando ganador el primero de los nombrados.<br />

Me despido de Uds. esperando que hayan pasado una Feliz Navidad en Paz y Armonía y les transmito mis mejores<br />

deseos para el año que comienza, con Fe y Esperanza, a fin de que en el 2008 se cumplan todos sus proyectos<br />

de la mejor manera.<br />

Con todo afecto,<br />

Ricardo A. Galarce<br />

Comisión Directiva<br />

Comodoro<br />

Ricardo A. Galarce<br />

Vice comodoro<br />

Carlos L. Irigoyen<br />

Secretario Honorario<br />

Juan V. Tedín<br />

Prosecretario Honorario<br />

Emilio A. Miguel<br />

Tesorero Honorario<br />

Eduardo E. Camou<br />

Protesorero Honorario<br />

Silvio J. Sanguineti<br />

Vocales Titulares<br />

Marcel Bacque<br />

Juan L. P. Cernadas<br />

José M. Gioffre<br />

Jorge A. Goulu<br />

Jorge A. Jáuregui<br />

Pedro A. Trucco<br />

Vocales suplentes<br />

Paulo M. Cosentino<br />

Gonzalo Heredia Gayan<br />

Carlos V. D. Jasson Hardie<br />

Carlos A. Mendez Casariego<br />

Mario A. Sommaruga<br />

Guido M. Tavelli<br />

1883<br />

El <strong>Yacht</strong> enero El <strong>Yacht</strong> 2008<br />

3


La Clase 6 metros<br />

en Argentina<br />

por Roberto Eduardo Sieburger<br />

CI 6mts “DJINN”<br />

en Torquay<br />

(Londres 1948)<br />

Cuando nació la Fórmula Internacional en<br />

1907, que luego sería reformada en 1917 y<br />

1934, socios del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong><br />

decidieron adquirir barcos que<br />

respondieran a ella y es así como se<br />

incorporaron los primeros barcos de la<br />

“Clase Internacional” y entre ellos los<br />

primeros “seis metros de rating”.<br />

En Argentina hubo barcos que respondieron a las tres<br />

épocas de la Fórmula, pero comencemos con los que<br />

medían por la primera (1907-1917).<br />

En 1910 llegaron los dos primeros “seis”, construidos en<br />

Francia por J. Bonnin y Barré bajo diseño de Joseph<br />

Guédon estos barcos eran: el “ILSE” de Andrés Laborde<br />

Noguez y el “RANITA” de León Forgés que competían en<br />

las regatas por handicap contra los otros barcos de la<br />

dotación del <strong>Club</strong>.<br />

Luego de la Gran Guerra, llegó al <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong> un<br />

tercer “seis”, el “GRILLO” de Cesare Gerolimich, barco<br />

construido en Alemania con diseño de Bootswerf, que<br />

luego fue comprado por el <strong>Club</strong> Náutico Olivos como<br />

barco de club.<br />

Llegamos al año 1925 en que el socio José A. Sanguineti<br />

adquiriò un “seis”, diseño de Baglietto con el nombre de<br />

“LEONOR”. Este barco, pese a responder ya a la fórmula<br />

de 1917, aún poseía el clásico aparejo “lugger”. En esos<br />

años, el <strong>Club</strong> como Autoridad Nacional administraba los<br />

números de vela argentinos (A) y le otorgó el Nº de vela 6<br />

A -1 ignorando así los tres 6 M anteriores, por no tener sus<br />

certificados válidos debido a la reforma del Reglamento de<br />

la Fórmula Internacional. Este criterio no continuó, pues a<br />

los barcos emanados de la fórmula de 1934 se les asignó<br />

el número correlativo. Recordemos también que recién a<br />

partir de la temporada de 1926, las clases de la Fórmula<br />

Internacional compitieron separadas de los barcos de<br />

handicap general.<br />

El “LEONOR” luego pasó a manos de Enrique C.<br />

Sieburger que le cambió el aparejo por otro de tipo<br />

Bermuda y lo rebautizó “DRAGÓN”. Este “seis”<br />

actualmente se encuentra nuevamente en el <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong><br />

<strong>Argentino</strong>, gracias a la prolija restauración que le realizó su<br />

actual propietario, Pedro Ferrero.<br />

Acorde a la llegada de este barco, en su reunión del 4 de<br />

abril de aquel 1925 la Comisión Directiva del <strong>Club</strong> resolvió:<br />

“Adquirir dos o más yates de la clase 6 M con facultad<br />

de enajenarlos a sus socios, siempre que quede uno<br />

de propiedad del <strong>Club</strong>”. Ese mismo año el <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong><br />

<strong>Argentino</strong> trajo el “KARENA” 6 A - 2, que quedó en<br />

propiedad del <strong>Club</strong>. El “REG” 6 A - 3 quedó en manos de<br />

Llegada de una Regata del la CI 6 mts Dársena Norte en la década<br />

del 30. En Primer plano “POLLY” y “THISTLE”<br />

4 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


CLASE INTERNACIONAL 6 MTS, EN ARGENTINA.<br />

Nº de Vela<br />

NOMBRE DEL<br />

BARCO<br />

Ex Número de Vela<br />

y Nombre<br />

Diseñador / Constructor<br />

País<br />

Primer <strong>Club</strong> en<br />

Argentina<br />

FORMULA de 1907<br />

- Ranita<br />

- Ilse<br />

- Grillo<br />

-<br />

-<br />

-<br />

Joseph Guédon / Bonin<br />

Joseph Guédon / Bonin<br />

Bootswerft<br />

Francia<br />

Burdeos, Francia<br />

Alemania<br />

YCA<br />

YCA<br />

YCA<br />

FORMULA INTERNACIONAL de 1917 (primera tanda)<br />

6 A - 1<br />

6 A - 2<br />

6 A - 3<br />

6 A - 4<br />

6 A – 5<br />

6 A - 6<br />

Leonor / Dragón<br />

Karena<br />

Reg<br />

Polly<br />

Balilla<br />

Thistle<br />

Construído para Argentina<br />

6 K - 12 Karill<br />

6 K - 2 Mismo Nombre<br />

6 K -10 Mismo Nombre<br />

6 K -17 Mismo Nombre<br />

Baglietto<br />

Fife, Diseño Nº 692<br />

Fife, Diseño Nº 700<br />

Fife, Diseño Nº 695<br />

Fife, Diseño Nº 712<br />

Italia (Vareze)<br />

Inglaterra (Fairline)<br />

Inglaterra (Fairline)<br />

Inglaterra (Fairline)<br />

Inglaterra (Fairline)<br />

YCA<br />

YCA<br />

YCA<br />

YCA<br />

CNO<br />

YCA<br />

FORMULA INTERNACIONAL de 1917 (primera tanda)<br />

6 A - 7<br />

6 A - 8<br />

6 A - 9<br />

6 A -10<br />

Mosquito<br />

Chinche<br />

Trahamba<br />

Ali Babá<br />

6 L - 2<br />

6 S - 4 Gulldisken<br />

6 S - 2 (d) Maybe II<br />

6 S - 2 (a) Mismo Nombre<br />

Johan Anker<br />

Deauville<br />

Tore Holm<br />

G. Estlander<br />

Suecia<br />

Francia<br />

Suecia<br />

Suecia<br />

CNSI<br />

YCA<br />

YCBA<br />

CNSI<br />

FORMULA INTERNACIONAL de 1934<br />

6 A -11 Wicking(*)<br />

6 A -12 Djinn (*)<br />

Estrenado en la Olimpiada de 1936<br />

6 US - 80<br />

Bjärne Äas 1936<br />

S & Stephens D: Nº 238 1934<br />

Noruega (Glömen)<br />

USA (City-Island)<br />

-<br />

-<br />

(*) No corrieron nunca en Argentina<br />

Walter Mackinlay y Eugenio Milhas, por el sistema<br />

promocional del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong> de puntaje ganado<br />

en nuestras regatas. Por último, nuestro <strong>Club</strong> importó el<br />

“POLLY” 6 A – 4, que por el mismo sistema de puntaje<br />

quedó en manos de Julio Ch. Sieburger. Este barco se<br />

conserva hoy en proceso de reconstrucción, también por<br />

Pedro Ferrero y su hijo.<br />

Al año siguiente (1926) llegó el “THISTLE” 6 A - 6 que fue<br />

asignado por el <strong>Club</strong> según su sistema de puntaje a Lina<br />

B. de Lóizaga y Elvira Sieburger, quienes conformaban la<br />

tripulación con sus maridos, el Dr. Niceto Lóizaga y<br />

Guillermo Sieburger. Estos tres últimos barcos fueron<br />

diseño y construcción de William Fife de Fairland,<br />

Inglaterra. En el mismo año 26 se incorporó a la flota el<br />

“BALILLA” 6 A – 5, propiedad del <strong>Club</strong> Náutico Olivos.<br />

Luego en 1930 se incorporó una nueva tanda de “seis<br />

metros”: con gallardete del <strong>Club</strong> Náutico San Isidro se<br />

incorporó el “MOSQUITO” 6 A - 7, un diseño de Johan<br />

Anker construido en Suecia y Alberto de Bary Torquinst<br />

trajo un diseño francés dibujado por Deauville, el<br />

“CHINCHE” 6 A - 8. El “TRAHAMBA” 6 A - 9 era un diseño<br />

de Tore Holm construido en Suecia con matrícula del <strong>Yacht</strong><br />

<strong>Club</strong> Buenos Aires y el “ALÍ BABÁ” 6 A - 10 fue otro barco<br />

sueco salido del tablero de G. Stlander que tuvo amarra en<br />

el <strong>Club</strong> Náutico San Isidro.<br />

De los dos barcos con matrícula argentina, emanados de<br />

la fórmula de 1934, ya nos ocupamos en un artículo<br />

publicado en un número anterior (159), titulado “Los 6<br />

Metros Olímpicos <strong>Argentino</strong>s”.<br />

Los “seis” compitieron principalmente en las regatas frente<br />

a la Dársena Norte como también en regatas de crucero,<br />

como Colonia, Puerto Sauce e incluso Montevideo. Lo<br />

malo fue lo desparejo de los diseños, los tres de la fórmula<br />

de 1907 eran barcos muy distintos a los de la nueva<br />

fórmula, de casco más chico y continuaron corriendo en el<br />

grupo, pero con handicap. Con la llegada de los nuevos<br />

barcos ya se podían hacer comparaciones. Muchas veces<br />

el grupo quedaba encabezado por el “LEONOR”, un<br />

diseño pensado para el Mar Mediterráneo, rápido con<br />

calma pero con brisa era fácilmente superado por los<br />

diseños de Fife, que a suvez estaban proyectados para los<br />

vientos medios a fuertes de las islas británicas. Hecha la<br />

salvedad del 6 A –1, los restantes junto con el “BALILLA”<br />

formaban una flota pareja, hecho que se acabó con la<br />

llegada de la segunda tanda, del A-7 en adelante, que<br />

eran barcos sensiblemente mas rápidos que los anteriores.<br />

Volvió a repetirse la misma situación que con los tres<br />

primeros y la flota volvió a reducirse, ya que algunos de los<br />

no exitosos fueron vendidos al Uruguay o simplemente<br />

abandonaron las regatas. Estos fueron los últimos “seis”<br />

que compitieron en Argentina, ya que en el año 1937<br />

fueron reemplazados por los “cinco”.<br />

CI 6 mts “DRAGÓN” ex – “LEONOR”<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

5


En 1907 se fundó<br />

la Federación<br />

Internacional<br />

de <strong>Yacht</strong>ing<br />

por Jorge Vago<br />

La reunión de los países tenía un objetivo primordial:<br />

adoptar un reglamento de regatas que se aplicara<br />

internacionalmente y muy especialmente en los cercanos<br />

Juegos Olímpicos de 1908.<br />

Hasta ese momento la Autoridad Nacional Argentina<br />

traducía todos los años el reglamento de la <strong>Yacht</strong> Racing<br />

Association (YRA), autoridad inglesa, y con esas reglas se<br />

corrían las regatas.<br />

Pero en 1907 el señor Celesto Fernandez Blanco, presente<br />

cuando se aprobó el reglamento internacional, lo tradujo<br />

de inmediato.<br />

El <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong> lo autorizó en la Asamblea<br />

Extraordinaria del 16 de octubre de 1908 y ese mismo año<br />

se editó.<br />

Aunque hoy su lectura puede parecer tediosa, los que<br />

tengan interés pueden consultar esa edición original en la<br />

Biblioteca del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong>.<br />

Entre los clubs fundadores, todos europeos, se<br />

encontraba la Argentina, representada por el señor<br />

Celesto Fernández Blanco en nombre del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong><br />

<strong>Argentino</strong> como Autoridad Nacional del país.<br />

La reunión fundacional tuvo lugar en Londres como<br />

consecuencia de la Conferencia Internacional que había<br />

tenido lugar en París el año anterior, y la nueva institución se<br />

llamó <strong>Yacht</strong> Racin Union, luego Internacional <strong>Yacht</strong> Racing<br />

Union, ahora Internacional Sailing Federation (ISAF).<br />

Cabe una aclaración final, a pesar de haber sido<br />

Argentina miembro fundador, el Comité Permanente de<br />

la Unión recién incluyó al <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong> como<br />

Autoridad Nacional el 20 de octubre de 1908, es decir un<br />

año después.<br />

Los datos consignados en este artículo responden<br />

fielmente a las manifestaciones que en vida hizo el señor<br />

Celesto Fernández Blanco a varios socios del <strong>Club</strong> y a lo<br />

consignado en las Actas del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong>. Los<br />

archivos de la Unión se perdieron en los incendios de<br />

Londres durante la Segunda Guerra Mundial.<br />

6 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


De Puerto<br />

Hoppner a Mar<br />

del Plata<br />

Ernesto Schwarzböck<br />

Extractos de un diario personal, Junio de 2003.<br />

Navegar los mares australes es<br />

sumergirse en una naturaleza<br />

penetrante, que raramente se<br />

encuentra en latitudes más amables.<br />

Sus costas, tanto patagónicas<br />

como fueguinas, si bien solitarias,<br />

ventosas y la mayoría de las veces<br />

con escasa vegetación, poseen una<br />

belleza majestuosa.<br />

He tenido la suerte de navegar el Atlántico, entre<br />

Europa y Sudamérica, en repetidas oportunidades y es<br />

cierto que siempre es una fiesta cruzar los mares,<br />

cualquiera sean las rutas que se elijan. Pero hacerlo en<br />

las altas latitudes, especialmente en nuestro sur, me<br />

parece que es distinto, como que todo es más intenso,<br />

más puro, y más virgen.<br />

También es cierto que por estas aguas, con mal<br />

tiempo, todo es más repentino, extremo, y violento.<br />

Pero no todo es frío y mal tiempo, al contrario, el sur<br />

puede ser extraordinariamente acogedor y apacible.<br />

Quizás la mejor forma de definirlo es decir que es un<br />

mundo de contrastes.<br />

Siempre recuerdo las palabras de la mujer de un<br />

Skipper holandés que para sintetizar los avatares del<br />

cocinar y vivir a bordo en latitudes extremas, define la<br />

cuestión con la siguiente frase: “Con viento de 30<br />

nudos vamos bien, con 60 es incómodo”, lo cual refleja<br />

que todo es cuestión de costumbre y depende del<br />

cristal con que se lo mire.<br />

Aquí les cuento en forma sucinta algunos aspectos de<br />

mi primera experiencia surera, hace 4 años, que a<br />

pesar de haber sido bastante movida, también es cierto<br />

que fue una de las más vitales, uno de esos momentos<br />

por los cuales vale la pena vivir.<br />

Un beneficio adicional de que haya sido así, es que las que<br />

vinieron después me parecieron de lo más tranquilas.<br />

Día 1.<br />

Después de haber recalado hace escasos dos días en<br />

este <strong>ver</strong>dadero agujero entre las montañas,<br />

amanecemos con ausencia de vientos, cosa bastante<br />

rara por estos lugares.<br />

Fondeados con un ancla arado de 50 kilos y 80 metros de<br />

cadena, en un Cutter de acero de 16 metros de eslora.<br />

Parecemos el único signo de civilización en estos confines<br />

del mundo, en medio de la soledad salvaje de esta isla,<br />

amarrados adicionalmente con unos gruesos cabos de<br />

nylon, de esos que se utilizan en la pesca profesional, de<br />

unos 150 metros de longitud, a sendos árboles sobre la<br />

costa <strong>ver</strong>de y escarpada.<br />

Nos encontramos en Puerto Hoppner, un lugar de la<br />

geografía argentina que se encuentra sobre la margen<br />

noroccidental de la Isla de los Estados, bastante<br />

conocido y trillado por los nautas de la zona, una hoya<br />

cerrada con un diámetro de entre uno y dos cables,<br />

rodeada por todas partes de altas cumbres nevadas,<br />

parecida a un tranquilo lago de aguas oscuras y<br />

transparentes en el que suelen nadar algunos castores,<br />

conectada por un paso de piedra muy angosto a una<br />

bahía cerrada anterior de aproximadamente una milla de<br />

diámetro, que a su vez se conecta por otro paso bastante<br />

más amplio que el anterior, a una inmensa bahía formada<br />

por el Cabo San Antonio y el Cabo Colnett.<br />

Corren los primeros días del mes de junio de 2003, se<br />

registran temperaturas bajo cero y un grueso manto de<br />

nieve cubre toda la zona, desde las cumbres andinas de<br />

Tierra del Fuego hasta las orillas del Canal de Beagle.<br />

La tripulación del barco está integrada por un total de<br />

cuatro personas, tres de ellas con edades que<br />

promedian los 53, y el que les cuenta esta historia<br />

bastante mayor, superando al resto en 10 años.<br />

Dos tienen escasa experiencia oceánica, otro tiene<br />

bastante pero nunca había navegado por el sur, y el<br />

Skipper, que además de haber navegado casi todos los<br />

mares en todo tipo de barcos, hace rato que está<br />

dando vueltas por estos lugares.<br />

Hasta este lugar hemos llegado navegando por el<br />

Beagle y el Estrecho de Le Maire, provenientes del <strong>Club</strong><br />

de Yates Micalvi, ubicado en la ría de Puerto Williams,<br />

base naval de la Armada Chilena sobre la costa norte de<br />

la Isla Navarino, en el cual tuvimos que pasar varios días<br />

a la espera del tiempo, sepultados bajo abundantes<br />

nevadas, y desde el cual hemos sido despachados con<br />

destino a Puerto Stanley y Mar del Plata.<br />

La vegetación de esta isla, producto de un régimen<br />

pluviométrico muy abundante, es bastante di<strong>ver</strong>sa y<br />

tupida en los lugares reparados del viento, del tipo<br />

como se encuentra en la parte andina de Tierra del<br />

Fuego, con árboles achaparrados, lengas, coihues,<br />

calafates, helechos gigantes, pegados a un suelo de<br />

turba esponjosa, entretejido de raíces, cubierto de<br />

musgo <strong>ver</strong>de, líquenes y pastizales, que tiene la<br />

apariencia de una gruesa alfombra.<br />

La noche anterior resultó un poco agitada, tocando<br />

piedras con la quilla repetidas veces, cuestión que nos<br />

obligó a salir de las cuchetas para encarar una maniobra<br />

bastante complicada, pues hacía mucho frío y no se veía<br />

absolutamente nada, mientras caía una copiosa nevada.<br />

Con el gomón bastante desinflado por el frío, hubo que<br />

recoger los cabos echados a tierra el día anterior, con el<br />

propósito de poder girar el barco y dejarlo encarando la<br />

nevada. Hizo falta repetir la maniobra de fondeo varias<br />

veces, porque el ancla garreaba siempre, y vol<strong>ver</strong> a<br />

recolocar los cabos a tierra.<br />

Durante el desayuno sigue nevando, con fuertes rachas<br />

del sur que van entrando por entremedio de algunos<br />

desfiladeros en las montañas, que escoran el barco a<br />

una y otra banda.<br />

En esta hoya la única forma de darse cuenta de lo que<br />

pasa afuera con referencia a los vientos<br />

predominantes, es la observación de la dirección en la<br />

que están desfilando las nubes, y que en estos<br />

momentos lo hacen rápidamente en dirección al norte.<br />

Zarpamos después del almuerzo, con el techo de<br />

nubes abriendo y dejando entre<strong>ver</strong> algunos parches de<br />

color celeste, pasamos de nuevo por el angosto paso<br />

entre las grandes piedras, mientras unos albatros<br />

circulan majestuosamente sobre el lugar.<br />

Una vez transpuesto el paso exterior a la gran bahía de<br />

San Antonio, navegamos con rumbo noreste, a<br />

sotavento de la isla, bajo un día de sol cambiante y<br />

nubes deshilachadas, con vientos prevalecientes del sur.<br />

8 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Vamos a la esquina sudoeste de las islas Malvinas, para<br />

una vez allí, decidir qué derrota seguir, si por el norte o<br />

por el sur, para llegar a Puerto Stanley.<br />

Con las últimas luces del día podemos darnos el gusto<br />

de admirar por la popa la imponente estampa<br />

montañosa de la Isla de los Estados, último vestigio de<br />

la Cordillera de los Andes hundiéndose en el vasto<br />

océano austral, completamente blanca de nieve.<br />

El casco y la cubierta, es decir toda la estructura de<br />

este velero, de construcción reciente, es de acero<br />

naval, muy robusta y de muy buena calidad. Lo mismo<br />

se puede decir de la jarcia, absolutamente<br />

sobredimensionada. La planta motriz también es nueva<br />

y funciona sin inconvenientes.<br />

Adaptado a las condiciones del sur, se puede gobernar<br />

desde una cámara central muy amplia, al resguardo de<br />

unas grandes ventanas, o desde afuera cuando el<br />

tiempo lo permite, llevando en sus tanques, integrados<br />

a la estructura, suficiente combustible como para<br />

poder navegar miles de millas a motor.<br />

Donde los barcos normalmente tienen un tambucho de<br />

acceso, en la parte posterior de la carroza, este barco<br />

posee una escotilla tipo buque, que comunica el<br />

cockpit con la cámara central.<br />

En el momento de esta travesía, contábamos con<br />

escaso instrumental: un viejo compás de gobierno<br />

interior, de esos chatos que se utilizaban antes,<br />

bastante pequeño, de unos 15 centímetros de<br />

diámetro, con montaje cardánico y una pequeña luz de<br />

diodo pegada sobre el mismo, un GPS portátil, un GPS<br />

fijo de lectura bastante incómoda, un compás de<br />

gobierno exterior y una radio VHF.<br />

A bordo no había ningún juguete electrónico de esos<br />

que ahora se pueden encontrar arriba de cualquier<br />

barco y sin los cuales, hoy en día, parece que no se<br />

puede navegar ni a Colonia.<br />

Pero bueno, con los GPS ya es suficiente, ¿qué más<br />

Incluso sobran, porque como siempre hago en estos<br />

casos, había traído mi propio GPS portátil, el cual<br />

también estaba a mano enchufado en el tablero.<br />

Lo único que se extrañaba de <strong>ver</strong>dad era un buen timón<br />

de viento, o en su defecto un piloto automático, por lo<br />

incómodo de no poder largar el timón, de manera que<br />

hacíamos las guardias pegados a la rueda, uno<br />

timoneando y el otro de retén, dos horas cada uno.<br />

También se deduce de lo anterior que carecíamos de un<br />

meteoro actualizado, porque no había elementos a<br />

bordo como para recepcionar los mismos, el último que<br />

se obtuvo era de la Armada Chilena, de hace 3 días<br />

atrás, datos que en estas latitudes suelen<br />

desactualizarse rápidamente.<br />

Pero bueno, lo importante es que el barco es muy<br />

fuerte, apto para aguantar cualquier cosa, se puede<br />

timonear desde adentro y está equipado con una buena<br />

estufa a gasoil.<br />

Como si Neptuno y Eolo estuvieran al tanto de nuestra<br />

incertidumbre meteorológica, a partir de las últimas<br />

horas del día comienza a bajar rápidamente el<br />

barómetro y a afirmarse el viento del sur, con marejada<br />

en aumento, circunstancias que no nos sorprenden<br />

demasiado, y para las cuales cada cual estaba<br />

seguramente preparado a su manera.<br />

Pero en estas latitudes, una cosa es lo que uno supone<br />

o imagina, y otra, bastante distinta, la realidad.<br />

De acuerdo a lo dicho, por la noche la mano se va<br />

poniendo densa. Se riza continuamente el paño hasta<br />

bajar completamente la mayor, el yanqui bien enrollado<br />

como un palo, también queda como si no existiera. De<br />

ahí en adelante seguimos con la trinquetilla sola,<br />

barrenando unas olas tendidas de tamaño respetable.<br />

Día 2.<br />

El día se presenta duro y cambiante con chubascos<br />

dispersos. En algunos momentos sale el sol entre la<br />

nevisca pero de vez en cuando cae una granizada, todo<br />

inmerso en una temperatura muy baja, lo cual sumado<br />

a la intensidad del viento del sur, hace que no se pueda<br />

aguantar sobre cubierta más que un par de minutos.<br />

Cambiamos la trinquetilla por un tormentín de muy<br />

reducido tamaño en<strong>ver</strong>gado con unos garruchos<br />

sobredimensionados de aspecto bien fuerte.<br />

Estimamos que soplan ya arriba de 60 nudos. El mar<br />

está blanco de espuma.<br />

Por la tarde y detrás de un nuevo chubasco, se larga en<br />

serio.<br />

Las grandes olas cachetean al barco con tal violencia,<br />

que hacen saltar por los aires a una cantidad de cosas:<br />

cartas y elementos de dibujo, GPS portátiles,<br />

largavistas. Una gran olla de sopa preparada para el<br />

viaje y trincada sobre la cocina cardánica sale volando<br />

Puerto Hoppner<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

9


y se desparrama por todos lados. Estalla la mitad de<br />

los vasos perfectamente amarinados en la alacena,<br />

llenando de vidrios todos los recovecos, etc. etc.<br />

A lo largo de la tarde y de la noche el ambiente humano<br />

se va deteriorando. Hay un tripulante muy asustado y<br />

descompuesto que termina desaparecido en su<br />

cucheta. El otro también está mal, pero no tiene miedo<br />

y conserva la mente en positivo; luego de largar todo lo<br />

fisiológico se va sobreponiendo, recobrando un<br />

comportamiento casi normal.<br />

El viento aumenta cada vez más superando en las<br />

rachas seguramente los 70. Hace rato que es imposible<br />

estar sobre cubierta, y abajo, la única forma segura de<br />

tránsito es en cuatro patas, tratando de agarrarse todo<br />

el tiempo, y esto hasta ahí nomás.<br />

En aproximación a la esquina sudoeste de las islas,<br />

cambiamos el rumbo al norte trasluchando el<br />

tormentín, lo cual en estas condiciones requiere de<br />

mucho cuidado para no perder el control de una<br />

escota, ambas tan tensionadas que parecen de acero.<br />

De ese modo vamos bordeando la costa occidental de las<br />

islas, navegando en promedio a 20 millas de una costa de<br />

piedra muy irregular, regada con gran cantidad de<br />

arrecifes, islotes y bajofondos. Como el viento va rotando<br />

lentamente del sur al sudoeste y la gran marejada va<br />

apretando al barco contra las islas, nos vemos obligados a<br />

contrarrestar el abatimiento con rumbo noroeste, además<br />

en esa zona comenzamos a notar una fuerte deriva por<br />

acción de la Corriente de Malvinas.<br />

Las grandes olas que hace rato rompen sobre la<br />

cubierta de popa, terminan por volar las tapas de unos<br />

tambuchos que allí se encuentran y que estaban<br />

amarinadas provisoriamente con la idea de<br />

encontrarles una solución más adelante, pero en el<br />

fragor del temporal nadie se da cuenta, motivo por el<br />

cual se comienza a llenar de agua ese compartimiento,<br />

en el cual además de otras cosas combustibles, se<br />

encontraban las garrafas de gas. Lugar que se suponía<br />

estanco pero no lo era del todo.<br />

Resulta que a través del mamparo de acero que separa<br />

dicho compartimiento con el interior del barco, algún<br />

artesano chapucero o náuticamente ignorante, había<br />

practicado un agujero demasiado holgado, algo mayor a<br />

una pulgada de diámetro, para pasar una manguera de gas<br />

de dimensión mucho menor, holgura por la cual<br />

obviamente, en un todo de acuerdo con la Ley de Murphy,<br />

comenzó a entrar el agua, cuestión que se descubrió<br />

recién al día siguiente, una vez que la sentina se había<br />

llenado bastante y el agua llegaba casi a los pisos.<br />

Día 3.<br />

A las dos de la mañana aproximadamente, habiendo<br />

superado holgadamente la latitud de la esquina<br />

noroeste de las Malvinas, en donde se encuentra un<br />

conjunto de unas 10 islas e islotes llamadas Jason<br />

Islands, cambiamos el rumbo como para navegar hacia<br />

el este, pasando nuevamente de amura el tormentín<br />

con muchísimo cuidado, manteniendo permanente -<br />

mente la tensión al máximo posible en ambas escotas<br />

para no darle la menor posibilidad de que algo pueda<br />

romperse, pero ante la sorpresa generalizada de los<br />

que estábamos de guardia, el barco es literalmente<br />

chupado hacia las piedras que se encontraban a unas<br />

8 millas de allí, comportamiento extraño que<br />

seguramente tenía que <strong>ver</strong> con el fuerte efecto de la<br />

corriente de Malvinas, por que en ese lugar no solo tira<br />

al norte sino que lo hace siguiendo el contorno de las<br />

islas, y en esa esquina, con la enorme marejada del<br />

sudoeste, vaya uno a saber que otros efectos produce.<br />

Intentamos seguir esa amura por un tiempo y con un<br />

rumbo que sobre la carta daba para pasar libres por el<br />

norte, además todavía había bastante distancia entre el<br />

barco y las piedras, pero la derrota <strong>ver</strong>dadera que<br />

marcaba el GPS decía otra cosa, no daba margen para<br />

suponer que se podía lograr, muy por el contrario,<br />

indicaba un inevitable encuentro con las islas. Y no había<br />

forma de gobernar de otro modo, mas abiertos o<br />

derivados, es decir que el barco, u orzaba<br />

desenfrenadamente, acostándose una y otra vez con la<br />

marejada del través, o se iba a la popa redonda y el<br />

tormentín tendía a trasluchar y acuartelarse con el<br />

consiguiente peligro de romperlo bajo semejante viento.<br />

La decisión de cambiar nuevamente de rumbo tardó<br />

bastante en concretarse, porque salir de nuevo en la<br />

noche cerrada, con ese baile y el viento congelado, a<br />

cambiar de amura, le quitaba la iniciativa a cualquiera,<br />

hasta que no quedó otra que hacerlo, y en ese<br />

momento nos dimos cuenta de que se habían volado la<br />

mayor parte de los garruchos del tormentín, lo que<br />

Puerto Williams y el canal del Beagle<br />

10 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


exponía el paño a la probabilidad de que se rompa en<br />

cualquier instante.<br />

Una vez que el tormentín quedó nuevamente pasado a<br />

la banda de estribor, hubo como un acuerdo tácito de<br />

dejar que el barco siga corriendo para el norte,<br />

olvidándonos de Puerto Stanley, porque con esa amura<br />

y ese rumbo se comportaba mejor, sin guiñar<br />

demasiado ni acostarse, el tormentín desen<strong>ver</strong>gado<br />

parecía aguantar, y la corriente, junto al viento y la<br />

marejada, jugaba a favor, con la tranquilidad de que no<br />

había que temer ningún peligro por la proa.<br />

El resto de la noche se navegó sin grandes novedades,<br />

todo parecía estar bajo control, con la sensación de<br />

que se había tomado la decisión correcta, solo había<br />

que concentrarse en mantener el barco corriendo sin<br />

cometer errores en las barrenadas, nada más que eso.<br />

A la madrugada el Skipper larga unas estachas bien<br />

largas por popa, lo que estabiliza bastante la marcha en<br />

las grandes barrenadas.<br />

A las 9 de la mañana una gran ola cruzada con<br />

rompiente, se precipita sobre el barco, cacheteándolo<br />

por babor, rompiendo con su carga de agua una de las<br />

ventanas de la cámara principal.<br />

Los que en ese momento estábamos de guardia fuimos<br />

sorprendidos por un descomunal ruido e inundados por<br />

completo. El crujir de la lámina de policarbonato<br />

estallando, más la sorpresa de quedar totalmente<br />

bañados y empapados, junto al golpe frío, nos paralizó<br />

por unos instantes, quedando completamente<br />

aturdidos y tardando un rato en reaccionar.<br />

De allí en más, se armó una tapadera del lado exterior,<br />

trabajo liderado por el Skipper en tiempo record, con<br />

una vela vieja y una placa de madera terciada, para<br />

evitar que entrara el agua en forma franca con cada<br />

nueva ola, mientras el tercer tripulante, que en el<br />

momento de la rotura estaba descansando en su<br />

cucheta y se había salvado de mojarse, se hizo cargo<br />

del timón.<br />

Este trabajo casi nos lleva al borde de la hipotermia,<br />

porque habiendo quedado empapados no tuvimos tiempo<br />

de cambiarnos y ponernos los trajes de agua, de manera<br />

que realizamos toda la tarea lo más rápido posible,<br />

mojados y sin protección, expuestos al viento congelado.<br />

Recuerdo que después de ubicar un paquete en proa,<br />

que contenía una vieja vela pequeña que podía servir,<br />

me encontré en la situación de tener que buscar un<br />

cuchillo en la cocina, pues los dedos mojados y<br />

congelados no me respondían para abrir las fajas con<br />

que estaba atada. Incluso en el acto de querer cortar, el<br />

cuchillo se me escapaba de las manos. Superado ese<br />

detalle, salí para afuera y le fui pasando el paño al<br />

Skipper, desde el cockpit, tratando de que no se me<br />

escapara de las manos.<br />

Por suerte arriba de la ventana hay un buen pasamano<br />

soldado a la carroza, y como pie se utilizó el tangón,<br />

sobre cubierta, una punta hecha firme en los obenques<br />

y la otra con un cabo tensado por un molinete, de<br />

manera que quedaba bien trincado contra la carroza en<br />

la base de la ventana.<br />

Una vez armada la tapadera, el agua seguía entrando<br />

tipo catarata con cada golpe de mar, pero en forma<br />

bastante más controlada, y de ese momento en<br />

adelante, y por varios días adicionales, tuvimos que<br />

convivir con eso.<br />

Cerramos la escotilla y los que quedamos mojados<br />

tratamos de algún modo de escapar del enfriamiento,<br />

en mi caso, por ejemplo, tenía toda mi ropa térmica<br />

disponible puesta, y obviamente empapada, de manera<br />

que lo único que nos quedó por hacer fue meternos<br />

bajo unas bolsas de dormir para <strong>ver</strong> si de esa manera<br />

lográbamos entrar nuevamente en calor.<br />

Casi todo el interior, salvo partes de la proa y la popa,<br />

había quedado mojado por el agua salada, la ola había<br />

empapado de lleno el tablero de instrumentos, los GPS,<br />

el motor que estaba debajo del piso, las cartas<br />

náuticas, las herramientas, etc. etc.<br />

Ya no se contaba con el calor de la estufa, que<br />

obviamente se había apagado, lo cual por otro lado<br />

resultó providencial, por lo que pasaría mas adelante.<br />

Después de un par de horas, los que quedamos mojados<br />

y congelados fuimos recobrando el calor, mientras el<br />

tripulante que quedó seco seguía timoneado.<br />

El cuarto tripulante, que desde el inicio quedó<br />

descompuesto en su cucheta, estaba tan muerto y<br />

asustado que prácticamente no se levantó, ni en el<br />

peor momento, como si no existiera.<br />

De ahí en más nos pusimos el traje de agua y las botas<br />

en forma permanente, en mi caso sobre la ropa de<br />

abrigo mojada, para de ese modo tratar de lograr una<br />

mejor barrera térmica. El barco por dentro parecía un<br />

El “Milcavi” en Puerto Williams<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

11


frigorífico, estaba tan frío que nos salía vapor de<br />

condensación por la boca, por la nariz, y también<br />

desde el cuerpo, permanentemente.<br />

Movemos nuestros bolsos, buscando mejores lugares y<br />

taquillas, con la esperanza de preservarlos de la<br />

humedad, pero la principal parte del equipo ya estaba<br />

mojada y solo se iría secando parcialmente sobre<br />

nuestros respectivos cuerpos.<br />

Con los acontecimientos que se habían sucedido<br />

durante las últimas horas, quedamos bastante<br />

agotados, casi no hay con<strong>ver</strong>sación, los que no están<br />

timoneando se quedan sentados en el piso, dormitando<br />

con el traje de agua puesto, hasta que les toca.<br />

El tiempo no afloja, con cada chubasco se larga una<br />

nueva granizada, de esas que parecen el sonido de una<br />

ametralladora golpeando contra la cubierta de metal,<br />

un ruido bastante desagradable que se vuelve a repetir<br />

cada tanto.<br />

El trabajo en la rueda tiene su lado positivo, obligaba a<br />

entrar en calor, pues el timonear y conservar el rumbo<br />

en tales condiciones de marejada, barrenando casi<br />

constantemente, se había con<strong>ver</strong>tido en una <strong>ver</strong>dadera<br />

sesión de gimnasia.<br />

Día 4.<br />

Seguimos corriendo, cielo completamente cubierto,<br />

mar con rompientes, completamente blanco de<br />

espuma, barrenando este barco de respetables<br />

dimensiones como si se tratara de un pequeño Laser.<br />

Con cada golpe de ola sigue entrando agua por la<br />

tapadera, y de pronto, a pesar del frío, comenzamos a<br />

sentir un penetrante olor a gas, lo que con el paso de<br />

las horas se va transformando en un olor tan intolerable<br />

que dificulta la respiración. Tardamos en reaccionar y<br />

darnos cuenta de lo que estaba sucediendo, hasta que<br />

comenzamos a investigar en serio, y fue en ese<br />

accionar que descubrimos el tema del compartimiento<br />

de popa.<br />

Resulta que las garrafas que estaban allí adentro, a<br />

partir de los fuertes sacudones que tuvieron que<br />

soportar, se habían aflojado comenzando a flotar, y de<br />

tanto tironear de la manguera de conexión la habían<br />

lastimado de tal manera, que comenzó a salir el gas por<br />

allí, flotando sobre el agua dentro del compartimiento,<br />

y obviamente pasando por el agujero a través del<br />

mamparo, junto al agua que también entraba. De<br />

manera que en un momento dado la sentina no<br />

solamente estaba llena de muchos litros de agua, sino<br />

además, de una gran cantidad de gas.<br />

Inmediatamente procedimos a ventilar el barco,<br />

abriendo al viento congelado y a los rociones la<br />

escotilla de la cabina, que por suerte se encuentra<br />

bastante lejos de la popa.<br />

Paso seguido se quitaron las garrafas del<br />

compartimiento de popa, cortando la manguera,<br />

mientras logramos taponar el famoso agujero en el<br />

mamparo con un corcho de esos de champaña, desde<br />

el lado de adentro, trincado con una madera ad hoc<br />

contra el tanque de gasoil que allí se encuentra.<br />

Por suerte se detectó a tiempo el problema y se puso<br />

manos a la obra, evitando de esa manera el desarrollo<br />

posterior e inevitable de la Ley de Murphy, porque la<br />

<strong>ver</strong>dad es que faltó poco para que termináramos<br />

quemados a lo bonzo en medio de la congelada<br />

inmensidad acuosa.<br />

Después de eso encaramos la tarea de achicar las<br />

grandes cantidades de agua que se habían metido<br />

dentro del barco, durante buena parte del día, lo que<br />

ayudaba a tener la mente ocupada y entrar en calor.<br />

Con bomba eléctrica, con bomba de mano, con<br />

Puerto Williams<br />

pasamanos de baldes y recipientes menores, tratando<br />

de evacuar el líquido elemento acumulado dentro del<br />

barco, y así, entre bandazo y bandazo, hora tras hora,<br />

fue bajando el nivel del agua, por lo menos muy por<br />

debajo de los pisos. Parece mentira, pero la cantidad<br />

de agua que puede juntarse en la sentina de un barco<br />

de 16 metros de eslora, es una enormidad.<br />

El Skipper, incansable, vuelve a mejorar la tapadera de<br />

la ventana rota con un terciado del piso del gomón y la<br />

misma vela pero mejor acomodada, todo bien trincado<br />

y amarrado, con el tangón como base inferior y el<br />

pasamano sobre la carroza como anclaje superior.<br />

Se presentan problemas con el alternador que ha<br />

dejado de cargar y hace un ruido extraño cuando se<br />

gira en una determinada posición la llave de corte.<br />

Seguramente fue empapado por la ola que entró, y<br />

algún problema resultó de eso, de manera que las<br />

baterías se vienen descargando sin recargarse.<br />

Se decide no apagar más el motor, si hay viento dejarlo<br />

regulando, y si no hay, utilizarlo como propulsión, pero<br />

no apagarlo, pues seguramente no habrá batería<br />

suficiente para arrancarlo de nuevo.<br />

Según el GPS estamos haciendo una derrota de unos<br />

20 a 30 grados, mientras seguimos corriendo el<br />

temporal con el tormentín desen<strong>ver</strong>gado, apoyado por<br />

un poco de máquina, tratando siempre de presentar la<br />

banda de babor, es decir la de la ventana rota, lo<br />

menos posible a la marejada.<br />

Al mediodía el panorama se ve bastante mejor, se han<br />

podido controlar todos los problemas, y por las dudas,<br />

hasta que se ventile todo, no se intenta encender la<br />

estufa, de manera que hace mucho frío, que junto a la<br />

humedad cala hasta los huesos.<br />

12 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Como ya no hay gas tampoco hay cocina, obviamente,<br />

de manera que tampoco existe la posibilidad de tomar<br />

algo caliente.<br />

Por la tarde y noche comenzamos a vivir con la luz de<br />

las baterías en franca disminución. El que no se ha<br />

mareado, o aunque lo haya estado se encuentre mejor,<br />

se consigue algo para comer y mastica por su cuenta,<br />

por suerte el temporal parece que va aflojando, y eso<br />

hace que se vayan mejorando los ánimos.<br />

El tripulante muerto no ha comido ni bebido en varios<br />

días, y como estamos un poco más tranquilos nos<br />

acordamos de él y comenzamos a preocuparnos al<br />

respecto, ofreciéndole agua para evitar que se<br />

deshidrate.<br />

Un poco por debajo de la latitud de Puerto Deseado, a<br />

unas 200 millas mar adentro, hacemos un intento<br />

durante varias horas, de ponerle proa a ese puerto, con<br />

la finalidad de desembarcar a nuestro tripulante más<br />

deteriorado, pero la corriente de Malvinas junto a la<br />

marejada se va llevando nuestro barco para el norte<br />

como si estuviera encima de una cinta transportadora,<br />

de manera que desistimos de hacer ese esfuerzo y<br />

retomamos el rumbo al norte.<br />

Día 5.<br />

Por la madrugada, con un mar de fondo revuelto pero<br />

bastante más tranquilo, el tiempo cambia,<br />

presentándose primero con recalmones y luego con<br />

una brisa del norte, un cambio fundamental por primera<br />

vez en cuatro días.<br />

Terminado de ventilarse el barco se pone en marcha<br />

nuevamente la estufa de gasoil, después de haberla<br />

limpiado, pues ya no se perciben olores sospechosos,<br />

cerrando la escotilla, y poco a poco se vuelve a sentir<br />

el calor, que hace que el barco se vaya transformando<br />

en un lugar medianamente aceptable, y cada cual se va<br />

quitando el traje de agua para estar adentro,<br />

procediendo a secar algunas de las prendas más<br />

mojadas del equipo.<br />

Las baterías están muertas, o casi, así que lo eléctrico<br />

no va más, solo el motor, que como es un Diesel es<br />

autónomo, sigue funcionando por su cuenta. Quedan<br />

unos 500 litros de gasoil en el tanque de popa, con más<br />

unos 600 en los tanques de la sentina, que pueden ser<br />

trasvasados manualmente, cosa que vamos haciendo<br />

dándole a la palanquita por turnos.<br />

Por suerte los GPS portátiles, que funcionan a pilas y<br />

ahora los encendemos solo para determinar la<br />

posición, a pesar de haber sido completamente<br />

mojados por el agua salada, siguen en perfectas<br />

condiciones.<br />

El cuarto tripulante va resucitando rápidamente, a tal<br />

punto que ya se ha ofrecido para participar de las<br />

guardias al timón.<br />

En este día nos juntamos todos en la mesa para<br />

almorzar, por primera vez desde el comienzo del baile.<br />

Vamos ganando norte a máquina, a la altura de<br />

Comodoro y por fuera del mar continental argentino, el<br />

cielo cubierto se ve negro por la proa.<br />

A la noche se termina por agotar el resto de energía de<br />

las baterías, que solo alcanza para hacer funcionar<br />

débilmente la luz de diodo del compás, de manera que<br />

nos ayudamos con una vela que encendemos en una<br />

lata de atún vacía, porque además, las linternas<br />

también se van agotando.<br />

Días 6, 7, 8 y 9<br />

En estos cuatro últimos días se completó el viaje sin<br />

novedades, hubo calmas y brisas de direcciones<br />

variables pero principalmente del norte, y en el último,<br />

a la altura de Quequén, buenos vientos de tierra.<br />

Más que unos pocos pesqueros en el Golfo de San<br />

Jorge y un buque de la Armada Chilena a la altura de<br />

Deseado, no se han avistado.<br />

El cielo se mantuvo la mayor parte del tiempo cubierto<br />

por completo con algunas lloviznas intermitentes, salvo<br />

el último día que a media mañana se despeja<br />

completamente, increíble pero real, parecía que<br />

Neptuno, después de tanta paliza se había propuesto<br />

darnos un regalo, un día espectacular de cielo azul, con<br />

el sol brillando y calentando el barco.<br />

Finalmente, después de dar el consabido respeto al<br />

banco de la escollera sur, arribamos a la media tarde a<br />

Mar del Plata, a eso de las 16 horas, momento en el<br />

cual transponemos la bocana del puerto.<br />

Estamos todos más flacos, con algunos kilos menos,<br />

un beneficio adicional de este viaje.<br />

Desde Puerto Hoppner hasta aquí hemos recorrido<br />

unas 1050 millas en poco más de 8 días.<br />

Cruzando el canal del Beagle<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

13


Un “cat” de<br />

100 años atras<br />

The <strong>Yacht</strong>ing & Boating Monthly, Octubre 1907<br />

Trad. libre Alfredo Bafico<br />

sotavento, invirtiendo después el movimiento de caña con<br />

menor amplitud para recuperar velocidad y rumbo en la<br />

otra bordada. Sin tocar la escota.<br />

Lo único que requiere algún esfuerzo físico es tomar<br />

alguna de las cuatro manos de rizos. Las drizas están<br />

desviadas hasta el cockpit al alcance del timonel. No<br />

estando lastrada, la orza es fácilmente retraída dentro de<br />

una caja estanca mediante un aparejo, haciéndola rotar<br />

alrededor de un perno horizontal que atraviesa<br />

trans<strong>ver</strong>salmente el borde inferior delantero de dicha caja<br />

de orza.<br />

Pero no solamente la novedad de los “cat” se limita a<br />

su aparejo. Además está el casco. Esta clase de<br />

veleros es muy ágil, con una gran performance<br />

derivada de su buena relación "Peso/Potencia", de la<br />

"limpieza" de sus líneas de casco y de su estabilidad<br />

inicial casi excesiva.<br />

Típicamente visto en las aguas nada quietas del Cabo<br />

Cod, el “Cape Cod cat boat” es, como el “schooner”, un<br />

aparejo de vela creado exclusivamente en los Estados<br />

Unidos de Norteamérica.<br />

El aparejo “cat” marca el supremo arte de la simplicidad.<br />

El mástil es una pieza más bien robusta y está instalado en<br />

el sector de proa. El único apoyo de la percha se obtiene,<br />

calzando su pie en la misma quilla y atravesando la<br />

cubierta por una abertura ajustada a su diámetro. No<br />

existen obenques porque son innecesarios. Tampoco lo es<br />

el estay proel, instalado en este proyecto como asidero<br />

para transitar la proa o para trepar al mástil.<br />

Toda la jarcia de labor comprende: un “lazy jack” a cada<br />

lado de la botavara para evitar que la vela arriada caiga a<br />

cubierta; dos drizas para cangreja -la del pico con un<br />

sistema de multiplicación de tres pastecas-, un amantillo<br />

de botavara y una sola escota.<br />

Para que este velero vire por avante con agilidad en<br />

ceñida, el timonel apenas necesita empujar la caña hacia<br />

Desarrollados para navegar en aguas de muy poca<br />

profundidad y para vararse sobre playas de arena, los<br />

"cat" no tienen quillote ni lastre externo. Esta clase de<br />

velero logra el momento adrizante necesario para portar su<br />

vela, mediante una manga desproporcionada.<br />

El lastre interno es utilizado más para superar el golpe<br />

de las olas grandes que para obtener estabilidad<br />

trans<strong>ver</strong>sal. Como lastre interno generalmente se utilizan<br />

rocas manuables de canto rodado. En algunos casos se<br />

ha empleado mineral o escoria de hierro pero esta<br />

solución tiene graves problemas de oxidación,<br />

especialmente en el mar. El plomo en lingotes se utiliza<br />

poco por su costo prohibitivo y además, estos cascos<br />

de puntal tan corto ganan muy poco con ubicar más<br />

abajo al Centro de Gravedad.<br />

El lastre se coloca sobre unas tablas que cubren al forro<br />

del fondo, alrededor de la caja de orza y bien esparcido<br />

hacia las bandas, entre el primer tercio de la eslora -que<br />

generalmente está un pie a proa del mamparo trasero<br />

del cockpit- y la culata de la caja de orza. Nótese que en<br />

esta clase de velero, si bien los Centros Vélico y de<br />

Contorno Lateral están sobre la misma recta <strong>ver</strong>tical, los<br />

Líneas del cat boat auxiliar<br />

14 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Centros de Gravedad y de Flotación -o de Empuje<br />

Hidrostático- están sobre otra recta <strong>ver</strong>tical situada algo<br />

más hacia la popa.<br />

La construcción del casco es suficientemente robusta<br />

como para olvidarse del mantenimiento y del<br />

movimiento estructural pero también es cuidadosa -<br />

mente liviana para mantener una relación<br />

"Peso/Potencia" aceptable. La cabina ubicada en la<br />

proa se complementa con dos conejeras instaladas<br />

bajo cubierta desde el cockpit hacia las bandas. Un<br />

pequeño y liviano motor auxiliar de 4 HP suele<br />

instalarse justo a popa de la caja de la orza. El mástil<br />

está empotrado con rotación libre dentro de una limera<br />

estanca de acero, colocada entre quilla y cubierta, que<br />

sirve de carlinga y fogonadura.<br />

Los francobordos a proa son liberales en una medida<br />

poco vista en otros diseños. Así, un casco “cat” de 28<br />

pies (8,5 metros) tendrá en la proa un francobordo de 5<br />

pies (1,52 metros, el 18% de la eslora). Los “cat” de<br />

esa eslora rara vez tienen menos de 15 pulgadas (38<br />

cm) en sus francobordos más cortos (al través de la<br />

Plano vélico del cat boat auxiliar<br />

sección 7), pero otras <strong>ver</strong>siones más cortas de 21 pies<br />

(6,40 metros) de eslora, tienen allí francobordos bajos<br />

de entre 10 pulgadas (25 cm) y 12 pulgadas (30 cm).<br />

Las brazolas del cockpit son altas como para tener a<br />

raya al agua, lo que sumado a la manga amplia permite<br />

adoptar ángulos de escora más que moderados. Hoy<br />

los mejores resultados se obtienen con francobordos<br />

más altos, mayores en 3 (7,5 cm) o 5 pulgadas (12,5<br />

cm) a los antedichos.<br />

Usualmente, la manga es poco menos que la mitad de<br />

la eslora en flotación. Sin embargo, los “cat” iniciales<br />

eran más bien angostos. Ahora (1907), para Esloras en<br />

Flotación (LWL) de 22 pies (6,71 metros) se proyectan<br />

mangas máximas de 10 pies (3,05 metros o el 45 %) y<br />

las LWL de 25 pies (7,63 metros) tienen mangas de 11<br />

pies con 3 pulgadas (3,43 metros ó el 45 % también).<br />

En cascos mayores, esta proporción “LWL/B” es<br />

menor, porque a una eslora en flotación de 36 pies<br />

(10,98 metros) se le aplica una manga apenas mayor de<br />

14 pies (4,27 metros ó el 38 %).<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

15


Las velas clásicas<br />

Alfredo Bafico Rojas<br />

En algunas con<strong>ver</strong>saciones de <strong>Club</strong><br />

suele surgir el tema de las velas<br />

clásicas -aquellas que se utilizaban en<br />

las embarcaciones de menor<br />

desplazamiento- y casi siempre<br />

terminamos enfrascados en polémicas<br />

que al final, no aclaran mucho.<br />

Para llegar a un acuerdo, hemos apelado al arbitraje<br />

de la letra escrita. Revisando textos añejos,<br />

encontramos las definiciones que aquí compartimos<br />

con nuestros lectores.<br />

Hasta hoy se desconoce el inventor de la vela, porque<br />

su empleo se remonta a épocas casi prehistóricas, sin<br />

crónica escrita. Casi seguro es que reemplazó al remo<br />

en las navegaciones largas, pero la falta de velas<br />

eficientes mantuvo la vigencia del remo hasta los años<br />

del Descubrimiento. Desde los babilonios, se usaban<br />

las velas cuadras, muy eficientes con vientos francos<br />

al rumbo pero muy limitadas para navegar en ceñida.<br />

En el Nilo y otros lugares del norte de Africa habrían<br />

surgido las velas latinas, mejor dispuestas para la<br />

ceñida, mientras por la misma época los chinos<br />

navegaban en Oriente con su aparejo de junco, muy<br />

eficaz con cualquier viento.<br />

En Europa se navegó por más de dos milenios con<br />

velas cuadras. Cuando apareció la máquina de vapor,<br />

se estaban desarrollando distintas formas de velas<br />

para navegar con más velocidad y con menor ángulo<br />

de incidencia. La forma básica fue la vela latina, que<br />

con sucesivas modificaciones terminó en la vela<br />

bermuda tal como hoy la empleamos.<br />

En 1880 las velas mayores ó velas "de mástil" más<br />

modernas eran las velas áuricas o cangrejas. Treinta<br />

años después se inventó el aparejo "Marconi" con su<br />

mayor "Bermuda", renovándose la tecnología de los<br />

mástiles deportivos, que hasta entonces eran<br />

construidos a partir de un tronco de árbol lo más recto<br />

posible, desbastado, descortezado y pulido.<br />

Al final del siglo XVIII, los mástiles y las perchas de los<br />

navíos grandes se manufacturaban con tablas<br />

esculpidas y ensambladas a lo largo para obtener<br />

diámetros mayores que los de los árboles disponibles.<br />

Para esto se tallaban encastres muy precisos porque<br />

entonces se carecía de encolantes confiables. El<br />

conjunto se abrazaba con aros de hierro o de bronce<br />

dispuestos cada tres o cuatro metros.<br />

Con la tecnología del acero, en la segunda mitad del<br />

siglo XIX los grandes mástiles, <strong>ver</strong>gas, picos,<br />

botavaras, botalones y tangones se construyeron con<br />

chapas de acero remachadas.<br />

Por entonces, los grandes navíos de vela, tanto<br />

comerciales como militares usaban velas cuadras y en<br />

el siglo XIX llegaron a disponer de cinco mástiles y<br />

hasta siete en dos o tres casos extraordinarios.<br />

Mientras todo el tránsito oceánico del planeta se<br />

realizó en navegación franca bajo los vientos alisios,<br />

se utilizaron las velas cuadras. Pero siempre existió,<br />

tanto en el comercio como en el combate, la<br />

necesidad de la rapidez y con esto, la navegación en<br />

ceñida. Por el siglo XVIII los diseñadores, tanto<br />

norteamericanos como europeos escarbaron en la<br />

historia y recordaron las velas latinas originadas en el<br />

antiguo Egipto, que pocos siglos después los<br />

renacentistas anteriores a Colón habían empleado en<br />

carabelas y galeras.<br />

Con el aparejo latino se podía orzar mucho mejor que<br />

con las velas cuadras y también se podía navegar con<br />

viento franco. Fue principalmente en el Mediterráneo<br />

donde di<strong>ver</strong>sos países experimentaron con distintas<br />

variaciones de velas de mástil, desarrolladas a partir<br />

de la vela latina, esa enorme vela triangular que se<br />

izaba en<strong>ver</strong>gada solamente a una entena más larga<br />

que el mástil.<br />

Primero se recortó la vela por el tercio delantero de la<br />

entena, dando origen a la vela "al tercio", que igual a<br />

la latina, no necesitaba en<strong>ver</strong>garse al mástil.<br />

Después se aumentó la superficie de la vela,<br />

alargando el gratil, ahora en<strong>ver</strong>gado al mástil y<br />

tesando el vértice superior de la baluma con un pico<br />

en diagonal, originando así a la vela "tarquina".<br />

Finalmente, para desplegar mejor la vela con mayor<br />

estiramiento, se la en<strong>ver</strong>gó a un pico y a una botavara,<br />

además del mástil, dando nacimiento a la vela<br />

"cangreja".<br />

Como dijimos al principio, más tarde en 1910 se<br />

eliminó al pico de la "cangreja" estirando el gratil y la<br />

baluma hasta intersectarlos en el puño de driza,<br />

creando así a la vela "bermuda", la cual a su vez<br />

necesitó un mástil muy alto y afinado que sostenido<br />

por cables parecía una de las antenas de radio que<br />

por esos años experimentaba el Sr. Marconi.<br />

Hasta ahora se utilizó la vela "bermuda" por ser la<br />

más eficiente para ceñir, pero… ¡¡cuidado!! esta es<br />

una historia sin final porque en la reciente Copa del<br />

"América" se han utilizado velas mayores de topes<br />

con anchos hasta de 2,50 metros y uno o dos battens<br />

resistentes dispuestos en diagonal para desplegar el<br />

puño superior de la baluma. Como el pico de una<br />

tarquina ¿no<br />

Bibliografía:<br />

Bolina, edición Abril 1991 - Enciclopedia del Mar - Voiles et <strong>Yacht</strong>s,<br />

edición Agosto 1994.<br />

16 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Mar del Plata, el<br />

YCA y el motor<br />

Eduardo Erik Ehrenbolger<br />

En un artículo previamente<br />

publicado en El <strong>Yacht</strong>, se narraba<br />

que poco después de la<br />

fundación del <strong>Club</strong> en 1883,<br />

varios de sus socios efectuaron<br />

navegaciones de vela hacia<br />

distintos lugares de nuestro<br />

litoral atlántico, incluyendo entre<br />

ellos a Mar del Plata.<br />

Según consta en Actas y/o Memorias de nuestro <strong>Club</strong>,<br />

en aquellos años anteriores a la Primera Guerra<br />

Mundial, varios de sus miembros -muchos de ellos<br />

expertos yachtsmen de vela- se fueron volcando a la<br />

pasión por la navegación de motor.<br />

Hacia 1910 la tecnología vigente ya incursionaba hacia<br />

la producción de motores de combustión interna “a<br />

parafina”, mucho más livianos que los de combustión<br />

externa “a vapor” de los cuales aún por entonces, la<br />

mayoría lograba el calor necesario quemando carbón<br />

mineral. Aquellos primeros motores livianos de<br />

“explosión” se empezaron a necesitar para propulsar<br />

los automotores y las aeronaves que entonces se<br />

desarrollaban febrilmente en Europa y en los Estados<br />

Unidos, resultando inevitable su aplicación en las<br />

embarcaciones livianas.<br />

El gigantesco adelanto tecnológico que la Primera<br />

Guerra Mundial impulsó en los principales países<br />

beligerantes, se ofreció comercialmente en los años<br />

posteriores. Entre tantas otras actividades como la<br />

aviación y el automovilismo, el yachting de motor<br />

experimentó un crecimiento notable, con unidades más<br />

veloces, más marineras y más confiables.<br />

En 1924 la Hon. Comisión Directiva del <strong>Club</strong> realizaba<br />

trámites para que el YCA ingresase como miembro a la<br />

Unión Internationale du <strong>Yacht</strong>ing Automobile, hoy<br />

Unión Internationale Motonautique (UIM), instancia que<br />

se formalizó en 1927.<br />

Cuando nuestro <strong>Club</strong> inauguró sus primeras<br />

instalaciones en Mar del Plata durante la década del<br />

30, una de las tantas premisas era la navegacion de<br />

motor “en aguas de mar”, cosa que hasta hoy se ha<br />

cumplido sobradamente. Porque desde entonces, Mar<br />

del Plata ha sido un destino muy especial, por la<br />

distancia y por la di<strong>ver</strong>sidad de condiciones al<br />

atravesar el ancho Río de la Plata y el bravo Atlántico<br />

Sur, sin contar en nuestras costas con puertos de<br />

alternativa seguros y próximos.<br />

La travesía Buenos Aires - Mar del Plata es como<br />

mínimo, de 270 millas y muchas veces ha resultado en<br />

navegaciones aventuradas con muchos inconvenientes<br />

de di<strong>ver</strong>sa índole, desde los meteorológicos hasta los<br />

mecánicos y los físicos, alternativas que siempre le han<br />

conferido a este itinerario en particular, un mérito muy<br />

especial.<br />

En los registros del <strong>Club</strong> figuran numerosas<br />

navegaciones de crucero a motor realizadas<br />

exitosamente desde nuestras sedes en San Fernando o<br />

en Dársena Norte hasta nuestra sede en Mar del Plata.<br />

En la década pasada, varios cruceros y “day – cruisers”<br />

han completado viajes entre Bs. As. y Mar del Plata,<br />

algunos de ellos repitiendo dos o tres veces la feliz<br />

experiencia: “Chancay”, al mando del Sr. Juan Manuel<br />

Sandberg Haedo; “Brisa”, Sr. Carlos Jasson Hardie;<br />

“Chipiron”, Carlos Miguel De Elias; “Sea Witch”,<br />

Osvaldo Scuderi; “Stettin”, Daniel Robelo; “Sin Apuro”,<br />

Osvaldo Scuderi. Los capitanes mencionados fueron<br />

acompañados por otros miembros del YCA, como los<br />

Sres: Roberto Authier, Alejandro Bares, Andrés Cusi,<br />

Ruben Junco, José María Gioffre, Eduardo Lanari,<br />

Armando López León, Hermenegildo Pini, Manuel<br />

Alberto Sandberg Haedo, y otros.<br />

Cada una de esas travesías debió ser cuidadosamente<br />

planificada hasta en sus últimos detalles. Partes<br />

meteorológicos; tripulación; cartografía;<br />

comunicaciones, instrumental, condiciones mecánicas,<br />

estructurales y eléctricas de la embarcación; repuestos<br />

y herramientas; equipos de seguridad y de<br />

supervivencia, etc. son algunos de los capítulos<br />

principales que fueron considerados y solucionados<br />

antes de zarpar. Sin excepción, todos los periplos<br />

hasta nuestro principal balneario atlántico, recibieron el<br />

apoyo permanente de la Prefectura Naval Argentina,<br />

que brinda sus servicios de control, comunicaciones y<br />

aún de asistencia directa con sus embarcaciones y<br />

aeronaves.<br />

Recalar en Mar del Plata al término del viaje, es<br />

siempre una experiencia de inmensa satisfacción, que<br />

especialmente demuestra un nivel destacable de<br />

destreza marinera y de espíritu deportivo.<br />

18 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Nueva fórmula<br />

O.R.C. Internacional<br />

El Offshore Racing Congress anuncio en su 38º<br />

Asamblea anual de Estoril, la creación de un nuevo<br />

VPP y en consecuencia una nueva Fórmula que se<br />

denominará ORC Internacional y cuya aplicación esta<br />

prevista a partir del 1º de Enero de 2008 y reemplazará<br />

a la actual IMS como Fórmula de rating.<br />

ORC Internacional utilizará la plataforma de módulos<br />

múltiples de la actual IMS para las mediciones y el<br />

scoring. Sin embargo la parte más importante del<br />

software, el VPP, ha sido totalmente reformulado<br />

basándose en los estudios realizados durante los<br />

últimos dos años para producir un software mas<br />

flexible y potente.<br />

El ITC tendrá listo el nuevo VPP el 31 de diciembre de<br />

2007, con lo cual se calcula que los países del<br />

hemisferio Sur podrán aplicarlo a comienzos de la<br />

temporada 2008.<br />

Los principales factores técnicos que se han<br />

modificado son:<br />

- Un nuevo “Aero Model” con una evaluación<br />

actualizada de la relación entre la fuerza que<br />

ejercen las velas con el ángulo de escora.<br />

- Análisis de velas tipo “Código 0”.<br />

- Una nueva curva de la Resistencia Residual.<br />

(parte de la resistencia total del barco)<br />

- Una nueva evaluación del RM. (Momento<br />

Adrizante)<br />

- Reformulación para evaluar el calado<br />

efectivo de los bulbos, aletas y orzas.<br />

ORC Internacional es totalmente compatible con las<br />

mediciones actuales de IMS y ORC <strong>Club</strong> y el nuevo<br />

VPP será aplicado en ambas manteniendo los mismos<br />

sistemas de medición con los siguientes resultados:<br />

- Desalienta el diseño de los barcos<br />

conocidos como “Boxi Boats” de poca<br />

manga, baja estabilidad y exagerada<br />

ubicación del LCB.<br />

- Promueve el diseño de barcos “lindos”<br />

livianos, estables y veloces como los TP 52,<br />

ORC GP 42, 33 y 26, Farr 40, etc. que serán<br />

más beneficiados.<br />

- Evalúa mejor las performances de los<br />

barcos de tipo Crucero/Regata mas estables<br />

y “normales” que los típicos IMS actuales.<br />

- Los barcos antiguos ex IOR serán los mas<br />

penalizados, aunque no dejarán de ser<br />

competitivos.<br />

ORC <strong>Club</strong> seguirá siendo la fórmula simple utilizando el<br />

nuevo VPP de ORC Internacional pero con el mismo<br />

procedimiento de medición actual.<br />

El formato de los certificados para ambas Fórmulas ha<br />

sido rediseñado para simplificar su aplicación y<br />

proveer mayor información a los regatistas.<br />

Visite la web del ORC y allí encontrará más información<br />

técnica, evaluaciones y respuestas a preguntas de<br />

propietarios de barcos sobre esta nueva Fórmula.<br />

www.orc.org<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

19


Nuestras Regatas<br />

Campeonato<br />

Clausura<br />

por A.B.R<br />

Coorganizado con el CNSI y con<br />

el auspicio de la empresa<br />

Buquebus, este torneo corto de<br />

un solo fin de semana fue otro<br />

componente de nuestro programa<br />

2007 de regatas a vela.<br />

Realizada entre el sábado 3 y el domingo 4 de noviembre<br />

pasado, la competencia estaba dispuesta con un formato<br />

especial, según el cual se desarrollaron simultáneamente<br />

dos actividades separadas. Una de crucero con 56<br />

inscriptos, consistente en las etapas de ida y regreso a<br />

Riachuelo para los handicaps ORC <strong>Club</strong>, IRC, PHRF y<br />

Veleros Clásicos. El otro componente fueron regatas entre<br />

marcas frente a Buenos Aires, con 9 inscriptos en los<br />

handicaps IMS y GP 26, y un programa de dos pruebas de<br />

recorrido "barlovento-sotavento" y otra tercera de<br />

recorrido entre marcas fijas.<br />

REGATA BUENOS AIRES - RIACHUELO - BUENOS AIRES<br />

El sábado 3 a las 10.00 hs. cerca del Km 23 del Canal<br />

Emilio Mitre, se dio partida a las Series C, las más chicas,<br />

de PHRF, ORC y a los Veleros Clásicos, sucediéndose<br />

después las series B de PHRF, ORC e IRC, largando<br />

finalmente las Series A de dichas tres fórmulas.<br />

Con viento "doble Foxtrot" (Franco y Fuerte) del SW a<br />

30/35 nudos, la flota rumbeó al Km 19 del Canal de<br />

Acceso, los más competitivos con spinnaker y los más<br />

conservadores con mayor rizada, reacher o genoa… o<br />

foque. La corriente de bajante fue muy fuerte haciendo que<br />

la regata fuese rápida. Las inevitables "idas a la orza"<br />

causaron algunas a<strong>ver</strong>ías, determinando tres abandonos.<br />

Por la mañana siguiente con igual horario, se largó la etapa<br />

de retorno con viento del Oeste a 15 nudos y marejada<br />

importante que dificultaba el avance en ceñida. A mitad<br />

del trayecto, la brisa disminuyó hasta una calma que<br />

perjudicó las chances de muchos participantes.<br />

CLASIFICACION (tres primeros puestos)<br />

ORC CLUB - SERIE "A" - 1) MATRERO, Toribio de Achaval - 2) BIG BANG, Omar<br />

Lauda - 3) BIZARRO, Ruben Puppo - SERIE "B" - 1) 007, Marcelo Rodríguez - 2)<br />

COMPANY, Alejandro Turner - 3) JET STREAM, Enrique Busch - SERIE "C" - 1)<br />

FIRULETE 2, Eduardo Sieburger - 2) DON LISANDRO, Hugo Pinto - 3) GHOST, Aldo<br />

Unamuno - GENERAL - 1) FIRULETE - 2) 007 - 3) DON LISANDRO<br />

IRC - GENERAL - 1) REMACHO, Eduardo Romero - 2) SHANGAI BABY, Jorge<br />

Neumann - 3) CANUTO REX, Augusto Cortina<br />

PHRF - SERIE "A" - 1) LEON NEGRO, Ramiro Tiscornia - 2) FURTIVO, Esteban<br />

Torquiana - 3) BORNEO, Pedro Cuervo Díaz - SERIE "B" - 1) ARGOS, Máximo Pisa -<br />

2) CARMEN, Martín Nogués - 3) BABY BOOMER, Carlos Durand - SERIE "C" - 1)<br />

BARCELONA, Pablo Monsegur - 2) BRUJA, Jorge Di Paola - 3) INDIGENA, Juan Toledo<br />

VELEROS CLASICOS - 1) HORIZONTE, Ricardo Galarce - 2) FJORD V, Juan Carlos<br />

Firpo - NAUTICO, Roberto Molteni<br />

REGATAS FRENTE A BUENOS AIRES<br />

El sábado 3 de noviembre, se suspendieron las dos primeras<br />

regatas "barlovento-sotavento" porque la intensidad del viento<br />

superaba el límite reglamentario de 27.5 nudos, decidiendo la<br />

Comisión de Regatas que al día siguiente se reemplace el<br />

recorrido de marcas fijas por las dos pruebas diferidas.<br />

A las 10.00 del domingo se largaron todas las Series juntas<br />

con vientos del SW a 15 nudos que se mantuvieron con los<br />

clásicos borneos oscilantes de todo viento "de tierra", creando<br />

alternativas tácticas de gran exigencia técnica y física.<br />

La segunda regata se desarrolló con viento W de 12 nudos<br />

que llegó a bornear 90º hasta el Sur, con el consiguiente<br />

cambio de recorrido.<br />

CLASIFICACION (tres primeros puestos)<br />

IMS - SERIE "A" - 1) BACCARAT, Esteban Kallay - 2) MER-K2, Carlos Oliva Vélez -<br />

3) BASILISCO II, Martín Billoch - SERIE "B" - 1) INCA, Nicolás Martínez Ríos - 2)<br />

DAGA, Cristian Gall - 3) R2D2, Erich Mones Ruiz - GENERAL - 1) BACCARAT - 2)<br />

MER-K2 - BASILISCO II<br />

GP 26 - 1) BASILISCO, Martín Billoch - 2) MER-K2, Carlos Oliva Vélez - 3) GRAND<br />

PRIX, Jorge Zimbello.<br />

Start en Buenos Aires<br />

Foto: Claudio Cambria<br />

20 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Nuestras Regatas<br />

Campeonato<br />

<strong>Argentino</strong> 2007<br />

de I.R.C.<br />

por A.B.R<br />

Este torneo fue coorganizado con<br />

la Comisión Interclubes y se llevó<br />

a cabo en los dos fines de semana<br />

del 10/11 y 17/18 de noviembre<br />

pasado con 19 inscriptos.<br />

La primer jornada se realizó a partir de las 13.00 hs, un<br />

recorrido de marcas fijas con vientos del Oeste a 15/17<br />

nudos. Al día siguiente se corrieron dos regatas<br />

"barlovento-sotavento" muy entretenidas y reñidas,<br />

largando la primera a las 11.00 hs. con viento WSW de 15<br />

nudos, que se mantuvo igual hasta el atardecer.<br />

El sábado 17, recién a las 12.40 hs se pudo largar la primer<br />

regata "barlo-sota" del día con viento calmo del Este a 6<br />

nudos, tan oscilante que obligó a la CR cambiar tres veces<br />

el eje del recorrido. La segunda prueba no pudo hacerse<br />

por falta de viento.<br />

El domingo 18 finalizó el certamen con una prueba corta<br />

(11 millas) de marcas fijas que se largó a las 10.00 hs. con<br />

viento del Sudeste de 10 nudos. Seguidamente se celebró<br />

la entrega de premios y se agasajó a las tripulaciones en<br />

nuestro edificio "Carlos Corna Badaracco".<br />

CLASIFICACION (tres primeros puestos)<br />

SERIE "A" - 1) BACCARAT, Esteban Kallay - 2) SUR, Benoit P. Culot 3) SHANGAI<br />

BABY, Jorge Neumann - SERIE "B" - 1) DON QUIXOTE, Santiago Mollard - 2)<br />

LUNALU, Wilson Pereyra - 3) MAX POWER, Martín Irigoyen<br />

Partida del I.R.C., sábado 10 de noviembre<br />

Nuestras Regatas<br />

Tercera<br />

Regata Interna y<br />

Campeonato<br />

YCA 2007<br />

por A.B.R<br />

Frente a Buenos Aires, se realizó<br />

el sábado 10 de noviembre pasado<br />

la última prueba del Campeonato<br />

YCA 2007 de Regatas Internas.<br />

Con siete embarcaciones de las nueve inscriptas, todas<br />

clasificadas en el handicap del ORC <strong>Club</strong>, se largó a las<br />

13.10 hs. esta regata corta de recorrido fijo (10,5 millas)<br />

con viento del Oeste promediando los 15 nudos y rachas<br />

de 18/20 Nds. que pusieron a prueba la pericia y energía<br />

de las tripulaciones.<br />

CLASIFICACION<br />

SERIE "A" - 1) AUDI, Paulo Cosentino - 2) TUVALU II, Pablo Salerno - SERIE "B"<br />

1) POLARIS, Instrucción YCA - 2) CONI 2, Ernesto Monllor - 3) ALBACORA, Jorge<br />

Jauregui - 4) NARVAL, Jorge Carattino - 5) TORTUGA, Héctor Djivaris.<br />

CAMPEONATO YCA 2007 DE REGATAS INTERNAS<br />

Cumplido nuestro programa 2007 de Regatas Internas y<br />

sumado el puntaje obtenido por los participantes, los<br />

resultados han sido los siguientes,<br />

CLASIFICACION (tres primeros puestos)<br />

CAMPEON GENERAL - CONI II, F&C 31 del Sr. Ernesto Monllor.<br />

SERIE "A" - 1) AUDI, Paulo Cosentino - 2) TUVALU II, Pablo Salerno - SERIE "B"<br />

1) CONI II, Ernesto Monllor - 2) POLARIS, Instrucción YCA - 3) CATALINA<br />

Guillermo Miri Reyna<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

21


Foto: Claudio Cambria<br />

Nuestras Regatas<br />

Bs. As. - Punta<br />

del Este - Bs. As.<br />

por A.B.R<br />

Esta prueba importante del<br />

calendario rioplatense completó los<br />

respectivos puntajes acumulados<br />

para la Medalla YCA, por los<br />

di<strong>ver</strong>sos participantes en nuestra<br />

programación anual de regatas a<br />

vela con handicap.<br />

También cerró el ciclo que constituye el Campeonato Río<br />

de la Plata 2007, coorganizado por nuestro <strong>Club</strong> junto con<br />

el CNSI y auspiciado por la firma Buquebus.<br />

ETAPA DE IDA<br />

A las 18.30 hs del viernes 30 de noviembre pasado, cerca<br />

del Km. 9 del Canal de Acceso, se dio partida a una flota<br />

de 70 embarcaciones con un Río de la Plata muy bajo,<br />

gran marejada y viento ESE de 20 nudos.<br />

Los participantes debieron soportar durante toda esa<br />

noche las mojaduras, el frio y el intenso cabeceo que<br />

causaba aquel viento fuerte de proa. Los embates<br />

violentos de aquella sudestada y del oleaje determinaron<br />

di<strong>ver</strong>sas a<strong>ver</strong>ías e inconvenientes que decidieron el<br />

abandono de numerosas embarcaciones.<br />

Hacia la tarde del sábado 1º de diciembre, el viento calmó<br />

y borneó al NE dando un respiro a barcos y tripulaciones<br />

pero en la madrugada del domingo volvió a soplar fuerte<br />

del SE para disgusto y perjuicio de los participantes más<br />

lentos, que todavía no habían arribado.<br />

ETAPA DE VUELTA<br />

Tras una semana en Punta del Este, las 58 embarcaciones<br />

presentes partieron todas en un solo lanzamiento, frente a<br />

la escollera del puerto fernandino, a las 17.00 hs del<br />

viernes 7 de diciembre pasado, cuando apenas soplaba<br />

del SW. Al atardecer, con el "pack" casi flotando cerca de<br />

la Punta Ballena, la calma borneó al Este aumentando a 6<br />

nudos.<br />

Durante aquella primer noche se afirmó el avance cuando<br />

el viento refrescó y borneó al Norte. Amanecido el sábado<br />

"pampereó" del Oeste a 30 nudos y algo más tarde se<br />

afirmó del Sudoeste con 35/40 nudos hasta el mediodía<br />

que calmó con los barcos más grandes en el eje "Sauce-<br />

La Plata".<br />

Regata rápida, en la que se definieron algunos puestos del<br />

Campeonato Río de la Plata y de la Medalla YCA. El<br />

Fortuna III cruzó la llegada frente al <strong>Club</strong> en Dársena Norte<br />

a las 16.20 hs en tanto que el último participante lo hizo<br />

por la mañana del domingo.<br />

Finterbusch - 3) JET STREAM, Enrique G. Busch - SERIE "C" - 1) DON LISANDRO,<br />

Hugo J. Pinto - 2) FIRULETE, Eduardo Sieburger - 3) GHOST, Aldo Unamuno<br />

GENERAL - 1) DON LISANDRO - 2) FIRULETE - 3) CAMILA<br />

PHRF - SERIE "A" - 1) WONDER WOMAN, Augusto Bassanetti - 2) DRINK TEAM,<br />

Sergio Tonietti - 3) BACCARECA, Luis Couyet - SERIE "B" - 1) SORPRESA, Carlos<br />

Zanardi Ocampo - 2) CORRALITO 5, Luis Zimmermann - 3) BABYBOOMER, Carlos<br />

Durand - SERIE "C" - 1) MARVI III, Juan M. Sellares - 2) BRIBON, Raul Macri - 3)<br />

TARANTELLA, Santiago Montanaro<br />

VELEROS CLASICOS - 1) HORIZONTE, Francisco Billoch - 2) ESPERANZA, Daniel<br />

Bado - 3) SANCHO, Roberto Bisi.<br />

TRIPULACION EN DOBLES - 1) MANILA/BIOGENESIS-BAGO, Carlos Cámpora - 2)<br />

INTREPID, Raul Revora - 3) DAGA, Cristian Gall<br />

Arriba: Marejada y viento en la partida de Buenos Aires<br />

Abajo: Desafiando el mal tiempo hacia Punta del Este<br />

Foto: Claudio Cambria<br />

CLASIFICACION (tres primeros puestos)<br />

IMS - 1) FORTUNA III, Gabriel Malnati - ORC CLUB - SERIE "A" - 1) BIG BANG,<br />

Omar Lauda - 2) MATRERO, Toribio de Achaval - 3) GRAN CHARRUA, Tomás Díaz<br />

SERIE "B" - 1) CAMILA, Héctor Trajtenberg - 2)RECKLESS TOO, Alejandro<br />

22 El <strong>Yacht</strong> enero 2008


Nuestras Regatas<br />

Desafío<br />

YCA - CNSI 2008<br />

por A.B.R<br />

Foto: Claudio Cambria<br />

La Copa Desafío es un encuentro<br />

tradicional y exclusivo de una regata<br />

que desde 1991 corremos cada año<br />

contra nuestros amigos del <strong>Club</strong><br />

Náutico San Isidro, alternándose cada<br />

<strong>Club</strong> en las responsabilidades de la<br />

Comisión de Regata y de la<br />

organización del festejo.<br />

Arriba: Brillante maniobra táctica en la llegada de los Grumetes<br />

Foto: Claudio Cambria<br />

Abajo: Reñida porfía entre los J24<br />

El 15 de diciembre pasado fue una jornada soleada con<br />

viento fresco de tierra, que anticipaba cierta exigencia<br />

física a las tripulaciones, integradas en cada <strong>Club</strong> con<br />

alrededor de 75 socios propios mayores de 40 años, entre<br />

ellos los Sres. Rodolfo Vollenweider, Carlos Iriarte, Carlos<br />

Vilar Castex, Germán Frers, Adrián Obarrio, Santiago<br />

Lange, Raúl Turienzo, Néstor Volker, Pedro Sisti, Alberto<br />

Zanetti, nuestro Comodoro Ricardo Galarce -al timón del<br />

Grumete "Criollo"- casi todos los demás miembros de<br />

nuestra Comisión Directiva y muchos otros prestigiosos<br />

habitué de la crónica náutica, nacional y extranjera.<br />

Los respectivos equipos para veleros de handicap, que<br />

fueron formados con tres veleros clasificados en ORC y<br />

otros tres en Veleros Clásicos, comenzaron a las 13.00 hs.<br />

sus respectivas pruebas frente al Aeroparque, en tanto que<br />

los monotipos -por cada <strong>Club</strong> dos Solings, tres J 24 y tres<br />

Grumetes- tuvieron su recorrido más al norte.<br />

En promedio, aquel sábado soplaron 10 nudos del WSW,<br />

con recalmones de 4 o 5 Nds, rachas de hasta 15 e<br />

inevitables borneos oscilantes de 10º a 45º.<br />

Entre la costa de Buenos Aires y el Canal Emilio Mitre no<br />

había oleaje que molestara, ni a barcos ni a dotaciones.<br />

Las variaciones del viento exigieron mucha concentración,<br />

tanto a timoneles como a quienes ajustaban las velas;<br />

también, las numerosas maniobras pusieron a prueba el<br />

estado físico de los competidores. La fuerte corriente de<br />

bajante se mantuvo durante el lapso en que cada Clase y<br />

cada Fórmula desarrolló su regata, afectando algunas<br />

decisiones tácticas, para bien o para mal.<br />

Como siempre, los participantes disfrutamos un Desafío<br />

muy reñido de principio a fin. Esta vez los silfos, las<br />

nereidas y las náyades del río inspiraron mejor a todas<br />

nuestras tripulaciones, dándonos un triunfo importante<br />

que nos ubica adelante, con nueve Desafíos ganados<br />

contra ocho del Náutico San Isidro.<br />

Por la noche todos los participantes con sus familiares y<br />

amistades se congregaron en el salón de La Punta en el<br />

<strong>Club</strong> Náutico San Isidro, en una comida muy amena<br />

durante la cual se entregaron premios a los ganadores, con<br />

di<strong>ver</strong>tidas y ocurrentes disertaciones previas del<br />

Presidente anfitrión y de nuestro Comodoro.<br />

El <strong>Yacht</strong> enero 2008<br />

23


Nuestras Regatas<br />

Campeonato<br />

Sudamericano<br />

de Match Race<br />

por A.B.R<br />

Se realizó los días 8, 9 y 10 de<br />

diciembre en nuestra sede de<br />

Dársena Norte, con la participación<br />

de 10 tripulaciones de Brasil,<br />

Estados Unidos y Argentina.<br />

El evento se desarrolló en tres etapas. El sábado 8 se<br />

cumplieron 9 “flights” -regatas entre dos participantes- de los 10<br />

programados para la primer ronda, quedando sólo un “flight”<br />

para el día siguiente, con el cual se definieron las tripulaciones<br />

que por puntaje pasaban a la segunda ronda del Campeonato.<br />

Luego de completar 8 “flights”, la tripulación timoneada<br />

por Dave Perry quedó con el puntaje más alto seguido por<br />

las tripulaciones de Joaquín Doval, de Juan Ignacio<br />

Grimaldi y de Juan Diego Figueroa respectivamente,<br />

pasando estas cuatro tripulaciones a la rueda semifinal.<br />

El domingo 9 se disputó la final entre Dave Perry y Juan<br />

Ignacio Grimaldi, imponiéndose el team liderado por el<br />

timonel norteamericano. El Desafío Femenino entre las<br />

tripulaciones timoneadas por Laura Salerno y Caroline<br />

Bejar quedó en manos de las brasileñas.<br />

Esta ha sido una experiencia inicial para la mayoría de las<br />

tripulaciones argentinas, en una especialidad de<br />

competencias que por un lado requiere mucho<br />

conocimiento de las técnicas y del reglamento específico<br />

del Match Racing y por otro lado también requiere un<br />

temperamento muy especial que reúna tenacidad, gran<br />

poder de concentración y frialdad.<br />

RESULTADOS<br />

SUDAMERICANO 2007 de MATCH RACE<br />

1º DAVE PERRY USA<br />

MATIAS BLANCO<br />

MARIANO PARADA<br />

DIEGO GARAY<br />

2º JUAN IGNACIO GRIMALDI ARG<br />

HERNÁN MARINO<br />

MATÍAS CAPIZZANO<br />

DOMINGO CONTESSI<br />

3º JOAQUIN DOVAL ARG<br />

JUNIOR BELLINOTO<br />

FEDERICO AMBRUS<br />

ENRIQUE PITTALUGA<br />

DESAFIO FEMENINO 2007 de MATCH RACE<br />

1º CAROLINE BÉJAR BRA<br />

ANDREA GRAEL<br />

ISABEL FICKER<br />

CLAUDIA SWAN<br />

Foto: Claudio Cambria Foto: Claudio Cambria<br />

24 El <strong>Yacht</strong> enero 2008

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