HaitÃ, - Revista Pensamiento Libre
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aplicarse y ayuda a perpetuar un gobierno<br />
corrupto cuyo dinero es utilizado para la<br />
represión social, a sabiendas de los países<br />
acreedores. Sin duda alguna, estas deudas<br />
deben considerarse como deudas de opresión 3<br />
dirigidas a perpetuar un gobierno corrupto y<br />
malvado, pero simpático para los países del<br />
norte y sus intereses, por lo que no debemos<br />
olvidarnos de nuestra particular complicidad.<br />
Consecutivamente, la deuda externa de Haití<br />
aumentó a más de 1884 millones de dólares,<br />
gracias en gran medida a los intereses 4 .<br />
Al día de hoy, la deuda del país está estimada<br />
en algo más de 891 millones de dólares 5 . Si<br />
bien en 2009 se acordó un alivio de la deuda en<br />
el marco de la Iniciativa para la Reducción de<br />
la Deuda en los Países Altamente Endeudados<br />
(HIPC por sus siglas en inglés), por un valor<br />
de 1200 millones de dólares, la realidad es<br />
qué las cancelaciones hasta ahora no se<br />
han hecho efectivas, a excepción de algunos<br />
países europeos 6 .<br />
Con respecto a esta iniciativa —HIPC— Millet<br />
y Toussaint en su libro 50 preguntas y 50<br />
respuestas sobre la deuda, el FMI y el BM, la<br />
califican como “mal parida”. Y ciertamente lo<br />
es. Sería indudablemente complicado tener<br />
que entrar en detalles de la misma y aunque<br />
algunos sostengan que supone una mirada<br />
compasiva del norte ante los países que<br />
definitivamente no pueden sostener su deuda<br />
externa, es sin más un mecanismo para hacer<br />
sostenible la deuda. Pongámoslo más fácil. Si<br />
la deuda de Haití repartida entre un puñado de<br />
países y, sobre todo, adquirida con organismos<br />
multilaterales es impagable, al menos si la<br />
reducimos seguro que nos toca una parte<br />
del pastel. Pero ¿qué entendemos como<br />
impagable Pues bien, toda deuda externa,<br />
aunque sea legítima, no puede ser saldada sin<br />
transgredir ni afectar los derechos humanos<br />
del país que la padece o sin comprometer la<br />
calidad de vida de sus habitantes.<br />
Entonces, por lo pronto Haití no sólo está<br />
cargando con una deuda ilegítima y odiosa,<br />
sino que la deuda que sostiene es impagable:<br />
el 80% de la población sobrevive con menos<br />
de un dólar diario, casi el 50% no tiene acceso<br />
a agua potable, aproximadamente el 80% es<br />
desempleada, la tasa de vida ronda los 48<br />
años 7 y además el servicio de la deuda anual<br />
es estimado en 10 millones de dólares 8 .<br />
¿Ponemos aún en duda pues que no se están<br />
transgrediendo los derechos humanos Por<br />
si la palabrería literaria a veces no convence<br />
al lector, apelemos al derecho internacional<br />
que suele ser más convincente o, al menos<br />
en ciertos temas, es poco debatible. En este<br />
sentido y a nivel jurídico la deuda externa<br />
puede apelar a su anulación cuando los<br />
tratados o los contratos de los que se deriva<br />
violan los derechos humanos y, sobre todo, en<br />
aquéllos que trasgreden normas imperativas<br />
de derecho general conocidas como normas<br />
de ius cogens. En contraposición los<br />
tratados internacionales como normas de ius<br />
dispositivum jamás podrán trasgredir ningún<br />
derecho de aceptación y aplicación obligatoria<br />
internacional. Así pues, no se debería permitir<br />
el trasgredir mediante ningún pacto o contrato<br />
el derecho al desarrollo social, económico y<br />
cultural de los pueblos al igual que el derecho<br />
que cada país sostiene sobre su soberanía.<br />
Como ya ha quedado establecido en líneas<br />
anteriores, la deuda maniata a los países y<br />
bloquea el papel estatal sobre sus economías.<br />
Si hay hoy en día una deuda a reparar a Haití<br />
es justamente en este campo. Si enfocamos el<br />
tema con una mirada amable hacia los países<br />
del norte podemos calificar esta deuda como<br />
una deuda para el desarrollo, por el contrario, si<br />
el enfoque es prestado desde los países que la<br />
sufrieron es simplemente “la deuda del principio<br />
del fin”. Me estoy refiriendo a los envenenados<br />
Planes de Ajustes Estructural 9 (a partir de<br />
ahora PAE). Haití ha sufrido y sigue sufriendo<br />
la aplicación de este paquete de medidas<br />
económicas que priman ante todo lo ideológico<br />
a lo estadístico; el modelo de liberalización<br />
comercial propio de la globalización. Ningún<br />
país recibe préstamos sin ser sometido a los<br />
PAE y ningún país renegocia su deuda sin<br />
aplicarlos. Sus directrices principales se basan<br />
en la apertura comercial y el fomento de las<br />
exportaciones, prohibiendo la subvención<br />
nacional a los productos, fomentando la<br />
devaluación de la moneda, manteniendo<br />
unos tipos de interés elevados, aplicando<br />
una reducción drástica del gasto público y<br />
acelerando la privatización de las empresas<br />
y recursos del Estado. Estas medidas de la<br />
economía más ortodoxa es posible que puedan<br />
funcionar en países con estados de bienestar<br />
muy establecidos pero jamás lo han hecho<br />
sin costes sociales incalculables en países<br />
vulnerables. Así que podemos reabrir el debate<br />
que gritan desde hace años aquéllos que<br />
comprenden que lo que funciona para unos,<br />
no funciona para todos.<br />
Concretamente Haití promovió, como buen<br />
alumno, desde los años ochenta la apertura<br />
de su mercado principalmente a productos<br />
agrícolas, de manera que si en 1972 Haití<br />
tenía 98% de autosuficiencia de cereales,<br />
actualmente importan 82% de su consumo en<br />
esta materia principalmente desde EUA. Se<br />
han privatizado la mayor parte de las empresas<br />
productivas del país, así como los servicios<br />
de salud y de educación potenciando que la<br />
mayor parte de la población sea analfabeta y<br />
se encuentre sanitariamente desatendida. La<br />
inserción de las multinacionales ha erradicado<br />
y condenado a la pobreza a los pequeños<br />
productores y agricultores, dado que la nueva<br />
organización agrícola favorece a los latifundios,<br />
los cuales han visto sus vidas desplazadas a<br />
malvivir en la capital del país para trabajar<br />
en las maquilas; una producción instaurada<br />
por el BM y el FMI durante el siglo XX. Sin<br />
más, se ha cambiado el patrón productivo<br />
del país, se han potenciado las debilidades<br />
y las potencialidades se reparten entre unos<br />
pocos, generalmente entre las empresas del<br />
norte. Los PAE han arrasado con el país,<br />
especialmente, con el sector agrícola, lo cual<br />
llevó a la crisis alimentaria en 2008, de la cual<br />
no se han recuperado.<br />
Y aún así nos preguntamos por qué Haití es un<br />
país tan pobre. Y entonces es cuando algunos<br />
se dan la vuelta para no ver y otros miramos<br />
incrédulos a aquéllos que creen que Haití se<br />
muere por un terremoto. ¿Qué posibilidades<br />
tiene un país que debe 430 millones de<br />
dólares sólo en intereses ¿Qué posibilidades<br />
tiene un país al que se le maniata y prohíbe<br />
su desarrollo social y económico ¿Qué<br />
posibilidades tiene un país que no tiene ni<br />
siquiera cierta capacidad de manejo sobre su<br />
política interna Las mismas posibilidades que<br />
antes del sismo: simplemente muy pocas.<br />
Pero que conste, como acto heróico y de<br />
suma solidaridad, que el G7 ya les ha abierto<br />
las puertas y el Club de París estima condonar<br />
la deuda bilateral. Veremos qué pasa con la<br />
deuda mayoritaria que sustenta Haití y que<br />
pertenece a los organismos multilaterales.<br />
Por lo pronto, el FMI ya tiene un préstamo<br />
preparado 10 . Otro más. Y los países envían<br />
ayuda, en muchos casos de esa que<br />
encadena 11 . Otra vez. ¿Y de qué sirve enviar<br />
ayuda si el dinero irá destinado a pagar la<br />
deuda Apelemos a la consciencia, por favor.<br />
Pero ahí estamos, “siendo solidarios”, sin<br />
darnos cuenta de que Haití hace años que<br />
sufre terremotos diarios y, algo peor que la<br />
pobreza: la injusticia. Aún así yo mantengo<br />
la esperanza, no de que les condonen la<br />
deuda, que eso es una exigencia, no de que<br />
les reparen los daños perpetuados por el<br />
norte desde hace siglos, que es una cuestión<br />
de justicia, sino de que un día los haitianos<br />
puedan llegar a perdonarnos.<br />
1. Fresnillo, Lolanda (2010). Haití, terreno abonado para el desastre. [En línea] [http://www.quiendebeaquien.org/spip.<br />
phparticle1719] [Consultado en marzo de 2010].<br />
2. CATDM y ATTAC, Francia (2010). Haití: ¿Donaciones para pagar una deuda odiosa [En línea] [http://www.attac.es/haitidonaciones-para-pagar-una-deuda-odiosa/]<br />
[Consulato en marzo de 2010]<br />
3. Concepto acuñado por Laura Ramos (2006) en su libro Els crims del deute.Deute Il·legítim.<br />
4. Se estima que Haití debía sólo en intereses 430 millones de dólares.<br />
5. Intermón Oxfam (2010). Ayuda a Haití hoy y mañana: Anula la deuda. [En línea] [http://e-activist.com/ea-campaign/clientcampaign.<br />
doea.client.id=142&ea.campaign.id=5508] [Consultado en marzo de 2010].<br />
6. Venezuela ha anunciado una cancelación real de su deuda con Haití. España todavía no ha hecho efectiva la condonación de su<br />
deuda con este país.<br />
7. CADTM (2010). Haití: Un país ocupado por fuerzas extranjeras y castigado por la pobreza. [En línea] [http://www.cadtm.org/spip]<br />
[Consultado en febrero de 2010].<br />
8. El servicio de la deuda es el importe hecho efectivo por los deudores por el concepto de amortización de capital e intereses de<br />
los créditos. Actualmente se refiere mayormente a los intereses a pagar a los países acreedores.<br />
9. No nos referimos específicamente a los PAE de los años ochenta. La iniciativa HIPC encierra en su funcionamiento 6 años de<br />
ajustes antes de la posible condonación de la deuda en el país en que se aplica.<br />
10. Fresnillo, Lolanda (2010). Haití, terreno abonado para el desastre. [En línea] En: [http://www.quiendebeaquien.org/spip.<br />
phparticle1719] [Consultado en febrero de 2010].<br />
11. Fresnillo, Iolanda (2010). Haití, terreno abonado para el desastre. [En línea] En: [http://www.quiendebeaquien.org/spip.phparticle1719]<br />
[Consultado el 20/02/2010]<br />
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