aquà - El Dulce Nombre

24 3 Música
Las Cigarreras: más que un
acompañamiento musical
José Ignacio Trujillo
Fernández
Subdirector Banda de CC.
y TT. Nuestra Señora de la
Victoria, “Las Cigarreras”
DulceNombre
Pasó 2009, un
año de marcado
significado
para nuestra
formación
musical.
Tres décadas
de música
inspirada en el
Hijo de Dios y su
Bendita Madre,
que tuvieron
su colofón en el
espectáculo del
pasado mes de
noviembre en el
Teatro Lope de
Vega de Sevilla
antonio pizarro
p
ero la historia debe
seguir su curso, y
cercana se encuentra
una nueva Semana Santa
con su correspondiente Martes
Santo. Y cuando las puertas
de la parroquia de San Lorenzo
se abran al público expectante,
y el Misterio de Nuestro
Padre Jesús ante Anás asome
por el dintel para gozo de todos
nosotros, serán veintiocho
los años de vinculación a esta
querida Hermandad.
Llegado este momento y
aprovechando la oportunidad
que se nos ha brindado para
comunicarnos con todos vosotros,
no podemos más que
agradecer a las personas que
han regido los designios de la
Hermandad, y por ende a todos
sus hermanos, la confianza
depositada hacia nuestro quehacer.
Quehacer consistente
en poner música, al pasaje de
la Pasión donde Jesús es abofeteado
en presencia de Anás,
con composiciones como Dulce
Nombre de María, Nuestro
Padre Jesús ante Anás o Mirada
de Dulce Nombre, entre
otras.
El devenir de los años nos
ha traído, como en tantos otros
avatares de la vida, momentos
de gran felicidad y momentos
donde hemos tenido que acrecentar
nuestra Fe y donde,
humildemente, entendemos
que supimos estar conforme a
lo que la Hermandad requería
para cada situación y que, sin
lugar a dudas, han generado
un sentimiento de unión hacia
todos vosotros en la devoción
a las Imágenes Titulares de
vuestra Corporación.
Resaltar algún momento de
la estación de penitencia sería
complicado, habida cuenta
que cada uno de nosotros
tendría alguno diferente. No
obstante, el más coincidente
en todos, es el que se produce
cuando la jornada está llegando
a su fin, y la cuadrilla de
costaleros obra el milagro, año
tras año, de llevar en una sola
chicotá el paso de misterio,
desde la esquina del Sardinero
hasta el interior del Templo.
Su mirada -que fortuna la
nuestra que no la perdemos en
todo el recorrido-, se torna en
luz que ilumina la plaza oscura,
ante el silencio de los fieles
congregados, que se vuelve
aplauso agradecido cuando,
finalizado el trabajo, suena la
marcha real.
Momentos como éste, unidos
al cariño que siempre
hemos recibido, hacen que la
Banda de Cornetas y Tambores
de Las Cigarreras no contemple
un Martes Santo sin
acompañar el paso de misterio
de la Hermandad de La Bofetá.
Por eso, seguiremos implorándole
que nos guíe, para así poder
continuar rezándole con
nuestra música, cada Martes
Santo. n