aquà - El Dulce Nombre

34 3 En las hojas del tiempo
DulceNombre
Romance:
Llanto y dolor se batían
la noche del martes Santo.
Llanto y dolor se prendían
al fuego de un mismo canto
que lo que callaba el rosa
iba diciéndolo el blanco.
Las luces eran suaves,
porque suave era el llanto,
el viento iba y venía
para amansarse en el manto
y la luna volandera
quiso hacer nido en el palio.
Qué dulce llegó la noche
por las calles de su barrio,
se apagaron los faroles,
se encendieron los geranios,
soñaron las aspidistras
en el alma de los patios,
y el tiempo pasó tranquilo
cuando vino tan despacio.
La bambalina en la plata
a compás aleteando,
la luz flotaba amarilla
dorando los candelabros,
el pañuelo palpitaba
en el hueco de su mano,
y sus dos ojos morenos
ardieron como el ocaso.
Entre compases de seda
la Virgen se fue alejando,
volvió la noche a ser noche,
y todo fue sin notarlo,
pero dejó a la ciudad
un aire dulce en sus labios,
porque pasó el Dulce Nombre,
llorando de amor… llorando.
Lutgardo García Díaz