Diario El Sur - Versión Imprimible - Universidad de Concepción

COMUNIDAD
Región obtuvo 17 puntajes nacionales
Los “top” apenas durmieron
Martes 09 de enero de 2007
Jóvenes coincidieron en que la clave está en ser “organizados”y “saber qué
se quiere”, dijeron.
Por Fabián Alvarez S.
La recompensa fue merecida. Ayer 17 recién egresados de enseñanza media que rindieron la
PSU en la región tuvieron su día. Padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos, vecinos,
profesores y compañeros de curso los felicitaron a rabiar y desde la madrugada.
Apenas entregados los resultados vía internet, a las cero horas de ayer, vinieron los
champañazos en muchas de estas casas. Se trata de futuros universitarios que lograron puntaje
nacional, todos coincidentemente en Matemática. Dos son de la provincia de Biobío, siete de
Ñuble y ocho de Concepción.
Muchos comentaron que apenas pudieron dormir un par de horas, porque la celebración fue
de madrugada y las ganas de levantarse les vinieron apenas despuntó el alba.
Ayer todos se concentraron en “dejarse querer” por sus cercanos y también por las
universidades, porque varias, y de todo el país, los llamaron para tentarlos a integrar sus aulas,
con rebajas en el arancel.
Algunos aún sacan sus cuentas, mientras que otros ya tienen claro en dónde concentrarán
sus esfuerzos los, al menos, durante los próximos cinco años.
Todos sienten que se merecen este éxito, porque fue un trabajo de años y no sólo centrado
en cuarto medio.
Es más, la mayoría afirma en que “no son cerebritos” y que disfrutaron “a concho” su último
año escolar. La receta está en “ser organizados” y “tener claro qué se quiere”, comentaron.
En la provincia de Concepción, de los ocho máximos puntajes nacionales, cinco estudiarán
Medicina, uno Ingeniería Civil, otro Licenciatura en Matemática y el restante aún no se decide
entre estas dos últimas carreras. He aquí sus historias.
“El tiempo alcanza”
Andrea Muñoz Abarca (18) siempre tuvo en mente estudiar Medicina en la UdeC. Confiaba
en obtener el puntaje necesario, pero ahora con el máximo nacional de Matemática en la mano
y un promedio PSU de 818,5 puntos, “me alcanza para irme a Santiago”.
Por ello, se tomará con calma la decisión de postular. Le ofrecieron rebaja del 50% del
arancel para el primer año, pero junto a su familia debe sacar cuentas y no sólo económicas,
porque “si parto dejo familia y amigos”, comentó.
Agradece la preparación brindada por su colegio, el Sagrados Corazones, de Hualpén, desde
donde egresó con un promedio de notas de 6,9. Insistió en que la receta pasa por entender que
la preparación “no debe ser sólo el último año”.
Insiste en que si se es organizado “el tiempo alcanza”. De hecho ella practica voleibol. “Mis
días eran súper ocupados, pero todas las actividades que hacía, eran las que quería, así que
terminaba el día con un cansancio bueno”, comentó.
Esta joven es tan responsable que ayer a mediodía partió a una farmacia a vacunarse,
“porque así lo exigen en las carreras de la salud”, explicó.
Médico como el papá
Gianfranco Pío Repetto (18) seguirá los pasos de su padre y de su hermano e ingresará a
estudiar Medicina. Como ambos, lo más seguro es que optará por la Universidad de

Concepción.
Este estudiante del colegio Saint John’s School -quien egresó con un promedio de notas de
6,8- agradeció particularmente a su profesor particular de Matemática, Walter Espinoza.
Fue él quien lo llamó a las 0 horas de ayer para comunicarle que era uno de los puntajes
nacionales.
Las claves para obtener un buen puntaje para ingresar a la carrera deseada son, a juicio de
Giancarlo, ser responsable y hacer bien las cosas.
“Para todo hay tiempo. Yo disfruté mucho mi cuarto medio: estudié harto, pero también me
divertí harto”, comentó.
Respecto a la PSU Matemática que rindió afirmó que “tenía esperanza que me iba a ir bien,
porque en eso me preparé más”. Además, tomó un preuniversitario de Ciencias, materia en la
cual obtuvo 798 puntos.
Su puntaje PSU alcanzó a los 822,5 puntos, el tercero más alto de la región.
“Ni mateo ni carretero”
Herman Ahlers Urrutia (18) esperaba que le fuera bien, “pero no tanto”. Dijo, en todo caso,
que se preparó ya que cursó un preuniversitario y asistió a ensayos efectuados en
universidades locales durante 2006. Por eso afirma, en propiedad, “que la prueba estuvo más
fácil que los ensayos.
Como la mayoría de los puntajes nacionales de la provincia de Concepción, quiere estudiar
Medicina.
La UdeC es su opción, pero no descarta emigar a Santiago si es que le hacen una buena
oferta. Espera, por ejemplo, que la Pontifica Universidad Católica le entregue la beca Padre
Hurtado, la que le financiaría la totalidad de la carrera.
“Nunca pensé que me iba a alcanzar para Medicina, siempre vi la Ingeniería como lo más
cercano”, comentó el joven.
Ayer el día se le pasó rápido. A los abrazos de sus cariñosos padres y dos hermanos, se
sumaron llamados de amigos, familiares y compañeros del Colegio Salesiano desde donde
egresó con un promedio de notas de 6,5. Se define como un joven equilibrado. Ni mateo ni
tampoco carretero”, resume.
Un genio de los números
David Quezada Acuña (18) esperó ansioso las 0 horas de ayer, pero no pudo ingresar a ver
sus puntajes por internet, porque el sistema estaba colapsado.
Fueron sus primos, desde Santiago, quienes le dieron la noticia.
Su madre, Gisela Acuña Muñoz, apenas pudo dormir de la emoción. “Me la he llorado toda”,
contó.
David no se preparó adicionalmente en Matemática, porque los números lo apasionan y los
domina desde hace varios años. De hecho, obtuvo medalla de oro en el Campeonato de
Matemática de la UdeC, de 2006. Además, desde hace dos años adelanta en la misma
universidad ramos, donde ya tiene aprobado Cálculo I y II, y Algebra Lineal. Además, este
verano cursa Cálculo III.
Hasta antes de dar la prueba estaba seguro que estudiaría Licenciatura en Matemática, pero
ahora piensa en alguna Ingeniería. “Estoy súper indeciso”, comentó. De lo único que está
seguro es que estudiará en la UdeC, pese a que lo llamaron de varios otros planteles.
David egresó el colegio Etchegoyen, de Talcahuano, desde donde egresó con promedio de
notas 6,2.
A la espera de una beca
Hernando Diocaretz Vergara (18) tiene claro su futuro: quiere especializarse en medicina
nuclear y para ello el primer paso es ingresar a Medicina.
La UdeC es su opción y espera que lo llamen de dicho plantel, para ofrecerle alguna beca.
No está en sus planes otra universidad, ni menos abandonar Concepción.

Y es que si bien en su casa todos están contentos por su logro, aún está fresco el reciente
despido de trabajo de su padre, quien se quedó sin “pega” el 27 de diciembre pasado.
“Ojalá salga alguna beca”, dijo el joven, quien espera que su esfuerzo valga la pena.
Esto, porque harto empeño le puso para obtener un buen resultado, afirmó.
Hernando egresó del colegio Sagrados Corazones, donde estudió desde kínder, con un
promedio de notas de 6,6.
Allí cultivó su gusto por las ciencias, ya que incluso participaba en las Olimpiadas de
Química que organizaba su establecimiento.
A éste también agradeció y destacó que con él son tres los alumnos de este colegio con
puntajes nacionales.
El mejor PSU
Javier Utreras Alarcón (18) esperaba un buen resultado, porque se tenía fe. “Mi miedo era
equivocarme en una pregunta”, comenta en un tono, en todo caso, lejos de la soberbia.
Y es que Matemática es su especialidad.
Al igual que otro de los mejores puntajes nacionales en la materia, adelanta ramos en la
UdeC.
Ya tiene aprobado Cálculo I, II, III y IV y Algebra Lineal, lo que le permitirá alivianar la
carga de la carrera de Licenciatura en Matemática a la que ingresará en el mismo plantel.
Explicó que esta materia le apasionan “desde chico”, pero en segundo y tercero medio “me
dio fuerte por el tema”, precisó.
Pero no sólo es bueno en esta área, sino también en Lenguaje, prueba en la que obtuvo 811
puntos. Lo anterior, lo convirtió en el mejor promedio PSU de la región, con 830,5 puntos
ponderados.
El joven egresó desde el colegio Instituto de Humanidades, con un promedio de notas 6.9.
Además, fue campeón nacional e iberoamericano de Física y campeón nacional de Matemática
durante 2006.
Agradeció las felicitaciones que le llovieron en su colegio y en la U.
Otro ingeniero en la familia
Pablo Sanhueza Pedrero (17) lo primero que comentó fue que “valió la pena haberme metido
en tercero medio al preuniversitario. Eso me ayudó mucho”. Pese a que en los ensayos nunca
sacó el puntaje máximo, “la adrenalina de la prueba me hizo rendir mejor”, acotó.
Su futuro estará en la Ingeniería Civil en Obras Civiles, aunque aún no tiene claro dónde,
porque varios planteles lo han llamado para tentarlo. Y aunque su madre, Ana Pedrero Tejo,
preferiría que se quedara en la UdeC, para tenerlo en casa, afirmó que “yo no le puedo cortar
las alas si quiere estudiar afuera”.
Su padre, Marcos Sanhueza Saavedra, acotó que “el tiene que tomar la mejor decisión,
porque es su futuro”.
Pablo estudió hasta séptimo básico en el colegio San Luis, en Antofagasta, hasta donde se
había trasladado por ocho años su familia. Desde octavo básico que este joven cursaba sus
estudios en el colegio Sagrados Corazones, desde donde egresó con un 6,7.
Este muchacho seguirá la carrera top de su familia, ya que varios de sus tíos son ingenieros y
muchos de sus primos van por el mismo rumbo.
Boleto a Santiago
Carlos Sandaña Muñoz (17) no aguantó y partió a primera hora a Santiago para “vitrinear”
las ofertas que le pueden hacer las principales casas de estudios superiores: la Universidad de
Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En la primera ya tiene la beca y en la segunda la está tramitando, porque su intención es
estudiar gratis. Una recompensa a toda su vida escolar que inmaculadamente se plasma en un
promedio de notas 7 durante la enseñanza media.
Inés Bustos Figueroa, su abuela, era la más contenta con el logro de su nieto y orgullosa

contó que el año pasado el hermano de Carlos, Mario, también fue puntaje nacional, pero en
Historia y Ciencias Sociales. Hoy estudia derecho en la U. de Chile.
Ambos egresaron del colegio Almondale, de San Pedro de la Paz.
Carlos contó que se esperaba un promedio alto en Matemática. “Pensé que podía ser un
puntaje nacional, pero como anoche (domingo) no me llamaron del Ministerio de Educación,
después creí que no las había contestado todas bien”, comentó.
Su clave para tan buen logro fue “enfocarme en lo que estaba más débil”, explicó.
Vocero saca la cara por el movimiento
Claudio Iturra Iturra, presidente del alumnado del Liceo Enrique Molina Garmendia,
seguramente será homenajeado por el “movimiento pingüino”, luego de obtener 838 puntos en
la prueba de Historia y Ciencias Sociales, convirtiéndose así en puntaje regional.
“Voy a estudiar Derecho, en la Universidad de Chile”, contó. Tiene un buen promedio PSU
(746), aunque su ponderación seguramente bajará de esa cifra, ya que egresó de cuarto medio
con un 5,6.
“Ahí me pasó la cuenta la labor dirigencial”, explicó Claudio, a quien desde primero medio le
picó el bichito de ser líder estudiantil.
“Obviamente quienes fuimos parte de este movimiento importante de rebelión, sabíamos
que estábamos corriendo un riesgo en la PSU, pero asumimos esa responsabilidad”.
Por ello, explica, algunos dirigentes no obtuvieron los resultados que querían.
Aclaró, eso sí, que a muchos otros les fue bien.
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