Vendo, luego... - Logisnet

28 VENDO, LUEGO EXISTO
COMERCIAL: Por cierto... ¿su coche es pequeño o grande?
CLIENTE: Pues hombre, Carlos (en ese momento ya todo es
familiar), tengo un utilitario, el coche de una familia normal,
de empleado de banca con un par de hijos.
(Más información, para la próxima).
COMERCIAL: Mire, don Manuel, le quiero aconsejar este remolque
para que pueda llevar todo el equipaje sin apreturas ni
estrecheces. Además, ¿sabe una cosa?, le voy a proponer
que todo esto pueda pagarlo sin esfuerzo ni intereses a 30,
60, 90 días, según las facilidades que damos en nuestros
centros. Usted preocúpese sólo de disfrutar de su verano y
de los siguientes. ¡Hoy es el primer día de su nueva vida!
A aquella magnífica relación se la pone un punto y seguido
cerca de la caja, que había recogido ya suculenta compra,
con un apretón de manos mientras el cliente decía:
CLIENTE: Carlos, les comentaré a mis amigos que vengan a
verte. Ha sido un placer que repetiremos. Volveré a contarte
mis experiencias.
En este momento salen del escondite todos los compañeros
y observadores admirados. No se lo pueden creer. El
director del departamento, con naturalidad, le pregunta:
DIRECTOR: Pero bueno, Carlos (como si le conociera de toda la
vida, dando imagen de compartir el éxito), ¿cómo ha sido?,
¿cómo ha detectado esta oportunidad?
Y el comercial, humilde, contesta:
COMERCIAL: Pues, mire usted, estaba en mi anterior departamento
despidiéndome de mis excompañeros. Llegó este
señor, con aire de estar de vacaciones, y me preguntó dónde