Fermentum Fidei Revista Digital

inocencia más pura de la
infancia. Y qué decir de los
jóvenes. En la pasada Jornada
Mundial de la Juventud
celebrada en Río de Janeiro,
Brasil, alentaba a los jóvenes a
no desalentarse por las
situaciones de la vida y los
invitaba a hacer ruido, a
hacerse escuchar para
transformar el mundo un lugar
mejor y con más
oportunidades. En repetidas
ocasiones, y cuando le es
posible, exhorta a los gobiernos
y autoridades a buscar la
manera de favorecer a esta
rama importante de la sociedad
como son los jóvenes, futuro de
la Iglesia y de la sociedad.
También se ha pronunciado a
favor de los adultos mayores y
les ha devuelto su valor e
importancia ante la sociedad,
que muchas de las veces los
ve como un estorbo y un sector
improductivo. El Papa les ha
dicho que no echen en saco
roto la experiencia de vida que
han forjado y que sean
capaces de guiar a las jóvenes
generaciones hacia una
sociedad mejorada.
Una las imágenes más
conmovedoras del Evangelio es
la cercanía que Jesús tenía
hacia los enfermos y
marginados de la sociedad. El
Papa Francisco ha querido
rescatar esta imagen y hacerla
vida con su propio ejemplo.
Hemos contemplado a un Papa
cercano a los enfermos, que es
capaz de bajarse del papamóvil
en la plaza de San Pedro para
acercarse, tocar la fragilidad del
ser humano en la enfermedad,
orar por ellos, imponerles las
manos y bendecirlos. El Papa
ha hecho mucho énfasis en
buscar ayudar a los niños con
autismo, pues para él son una
bendición de Dios y a través de
ellos Dios continúa
manifestando su amor y su
bondad.
En el caso del papel de la
mujer en la Iglesia se ha
pronunciado en su favor y
agradece el maravillo don y
servicio que prestan en la
Iglesia. Son ellas quienes
muestran el rostro maternal de
la Iglesia al mundo; además
son quienes siempre están
prestas a servir fiel y
gratuitamente en las
parroquias, apoyando en los
trabajos pastorales con alegría
y generosidad. Cuando se le ha
cuestionado sobre su postura
hacia las personas con
tendencia homosexual, el Papa
simplemente ha dicho quién ser
él para juzgar o discriminar; y
ha recordado que la Iglesia
está siempre dispuesta a estar
con ellos, acogerlos y
ayudarlos a dar testimonio de
su fe cristiana en medio de la
situación en la que viven.
Con todas estas expresiones
de cercanía y fraternidad
contemplamos el rostro
humano de la Iglesia que ha
querido manifestar el Papa
Francisco en este servicio que
Dios le ha encomendado.
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