Enfermedad inflamatoria intestinal - Avepa
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Tratamiento<br />
El tratamiento del IBD debe incluir un tratamiento médico y uno dietético. Éste último es<br />
tan importante como el primero y es, muchas veces, la causa de un fracaso terapéutico. El<br />
tratamiento dietético debe ir enfocado a la utilización de dietas de alta digestibilidad, bajas en<br />
grasa y bajas en fibra, para así reducir al máximo la presión osmótica de la luz <strong>intestinal</strong> y<br />
acelerar el vaciado gástrico. Además, la relación ácidos grasos omega-6:omega-3 en una<br />
proporción que oscila entre 5:1 y 10:1 suele indicarse como la idónea para este grupo de<br />
enfermedades. La existencia de linfangiectasia <strong>intestinal</strong> suele hacer recomendable el empleo de<br />
dietas ultra-bajas en grasa.<br />
La administración de dietas con proteínas de alta digestibilidad, además de reducir la<br />
carga osmótica en el intestino delgado, permiten una mejor absorción de las proteínas de la dieta<br />
y compensan las posibles pérdidas proteicas que puedan potencialmente producirse como<br />
consecuencia de lesiones en la mucosa.<br />
En cuanto al uso de dietas hipoalergénicas y a base de hidrolizados proteicos, son<br />
interesantes, dadas las alteraciones del sistema inmunitario local del aparato digestivo que se<br />
presentan en este proceso. Estudios realizados en gatos con enfermedad <strong>inflamatoria</strong> <strong>intestinal</strong><br />
muestran que muchos de ellos responden a dietas de eliminación, sin necesidad de un tratamiento<br />
médico adicional. Estos hallazgos justificarían el empleo de protocolos previos a la realización<br />
de una biopsia <strong>intestinal</strong>, si bien la respuesta a la dieta no permite distinguir si realmente estos<br />
animales presentan una alergia alimentaria o si presentan una enfermedad <strong>inflamatoria</strong> <strong>intestinal</strong><br />
de bajo grado que responde a dieta.<br />
Además del manejo dietético, debe instaurarse un tratamiento médico cuya potencia<br />
dependerá de la gravedad del proceso. El tratamiento específico del IBD está basado en la<br />
aplicación de una terapia de inmunosupresión, para lo que podemos emplear corticoesteroides<br />
(como la prednisona), metronidazol, azatioprina o ciclosporina. También se ha descrito la posible<br />
utilidad de la budesonida en el IBD.<br />
Probablemente, de todos ellos, el fármaco más empleado es la prednisona, que se suele<br />
emplear a dosis iniciales de 2 a 4 mg/Kg p.v./día, repartida en dos tomas (cada 12 horas), por vía<br />
oral. Esta dosis inicial se suele mantener durante 10 días, para posteriormente irla bajando en un<br />
50% y llegar a dosis mínimas de 0,5 mg/kg/48 horas. Los protocolos suelen durar<br />
aproximadamente 90 días, tras los que se intenta retirar el fármaco. No obstante, algunos<br />
animales requieren dosis mínimas de corticoides durante muy largos periodos de tiempo.<br />
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