Enfermedad inflamatoria intestinal - Avepa
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DIARREA QUE RESPONDE A ANTIBIOTERAPIA<br />
La flora bacteriana del aparato digestivo está sujeta a múltiples cambios, tanto en<br />
situaciones fisiológicas como patológicas. Clásicamente se ha considerado el sobrecrecimiento<br />
bacteriano de intestino delgado (SIBO) como un aumento en dichas bacterias, con consecuencias<br />
patológicas.<br />
Este sobrecrecimiento bacteriano se dividía clásicamente en primario y secundario. El<br />
SIBO primario parecía ser típico de Pastores Alemanes, jóvenes y se consideraba idiopático. El<br />
SIBO secundario se consideraba el resultado de una disbiosis causada por múltiples patologías<br />
digestivas.<br />
En los últimos años, el término SIBO se considera controvertido. Sin embargo, sí es<br />
cierto que en la práctica clínica existen casos clínicos con cuadros de diarrea crónica que<br />
responden a antibióticos. Es por ello por lo que en los últimos años se ha generalizado el término<br />
“diarrea que responde a antibióticos”. Este concepto se considera típico del perro y no se ha<br />
diagnosticado en la especie felina, si bien es probable que exista, como signo de disbiosis y<br />
secundario a otras patologías digestivas.<br />
De cualquier manera la etiopatogenia de este proceso sigue sin ser clara. En muchas<br />
patologías digestivas, como consecuencia de las alteraciones en la absorción <strong>intestinal</strong> y las<br />
alteraciones osmóticas en la luz del intestino delgado, puede aparecer un cuadro de disbiosis, con<br />
disminución de la presencia de Lactobacillus spp. y crecimiento de algunas otras bacterias como<br />
Clostridium o E. coli. Últimamente se ha cuestionado si realmente en estos casos hay un<br />
aumento real del número global de bacterias, sugiriéndose que más bien se pueda producir un<br />
aumento de determinadas bacterias o incluso una especial interacción de la flora con el huésped,<br />
independiente del número de bacterias.<br />
Los signos clínicos que se asocian a este proceso suelen ser diarreas crónicas de intestino<br />
delgado, con pérdida de peso. Potencialmente pueden presentarse vómitos y alteraciones en el<br />
apetito, similares a las descritas en el IBD.<br />
El diagnóstico clásico de esta enfermedad era complicado ya que la técnica de referencia<br />
era poco práctica ya que debía realizarse el recuento de unidades formadoras de colonias (UFC)<br />
en cultivos de aspirados duodenales. No obstante, esta técnica parece no ser idónea ya que se han<br />
detectado perros que responden a antibióticos, con recuentos bacterianos normales.<br />
Probablemente, en la actualidad, la mejor estrategia ante un caso que responde a<br />
antibióticos sea realizar un buen protocolo de diagnósticos diferenciales para descartar una causa<br />
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