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2. CIUDADES HABITABLES, DINÁMICAS Y SOSTENIBLES
Ruido: por ciudades más silenciosas y tranquilas.
El ruido es una amenaza para la salud, que según la Agencia Europea de Medio
Ambiente, llega a superar la del tabaquismo pasivo o la contaminación del aire
por ozono y partículas.
151. Desarrollaremos mapas de ruido que contengan medidas concretas,
efectivas y evaluables.
152. Pondremos en marcha planes de acción en materia de ruido ambiental
para adecuar la movilidad en base a los niveles de contaminación acústica
urbana; fijar acciones prioritarias para el caso de incumplirse los objetivos
de calidad acústica y prevenir el aumento de la contaminación acústica en
zonas que la padezcan en escasa medida.
Ecosistemas urbanos: la biodiversidad también es posible en la ciudad.
Los ecosistemas urbanos se considerarán herramientas clave para la
sostenibilidad urbana por los beneficios colectivos que aportan al mejorar la
calidad del aire, el agua y los recursos del suelo al absorber contaminantes del
aire, incrementar las áreas de captación y almacenamiento de agua y estabilizar
los suelos. Al diseñar los espacios verdes se deben seguir pautas que aboguen por
espacios que requieran bajo mantenimiento, en los que se favorezca la utilización
de especies autóctonas adaptadas al clima de cada zona y que están diseñados
además para distintos usos.
Los socialistas seguiremos las siguientes pautas para el diseño de zonas verdes:
153. Utilizaremos mayoritariamente especies autóctonas adaptadas
al clima de cada zona. Además estas especies pueden funcionar como
reservorio y hábitat para la biodiversidad faunística de cada zona. Un diseño
barato y muy utilizado por los vecinos son las grandes arboledas con zonas
de matorral, donde se pueden efectuar paseos largos y pueden usarse
para actividades relacionadas con el ocio deportivo y la observación de la
naturaleza. Este tipo de medios son muy favorecedores para la biodiversidad
y permiten disminuir la huella ambiental del municipio.
154. Apostaremos firmemente por la xerojardineria: Las especies de la
mayoría de las zonas verdes deberán tener requerimientos bajos en agua
y deben ser de mantenimiento fácil. Debe pensarse a la hora del diseño,
sobre todo en zonas mediterráneas, en la posibilidad de que se produzcan
períodos de sequía prolongados o la llegada de fenómenos meteorológicos
extremos.
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