BICI SPORT Entrevista ALEXANDER KRISTOFF Velocidad
Habla muy rápido, casi tanto como cuando pedalea. Se ha convertido en el velocista de moda y es uno de los más solicitados del pelotón. Kristoff atiende a todo el mundo, relajado, cercano y alegre, como si no fuera noruego. Pura potencia y fuerza bruta. Los vikingos vuelven a dominar los sprints. PP Dicen de ellos, de los vikingos, que lo que les hizo tan temidos y arrasar con todo a su paso era su coraje. Que se reían a la cara de la muerte y su visión fatalista de la vida les animaba a tomar riesgos, a ser más valientes que ninguno. El apetito por la conquista y la exploración. De eso tiene mucho Alexander Kristoff, noruego, grande y tosco. Vikingo y conquistador. Ese es su secreto y su arma más poderosa, lanzarse antes que nadie a por los sprints y acabar destrozando a todos los rivales. Y ahora dice que quiere hacerse con el reinado de los infiernos. Flandes y Roubaix ya claman ante la llegada del guerrero nórdico. SARTENAZO EN SAN REMO Ciclismo a Fondo: ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza cuando estás haciendo lo que mejor sabes, sprintar, y de repente te encuentras cruzando primero la meta de la Milán-San Remo?, ¿qué se desata entonces? Alexander Kristoff: Cuando cruzas la meta ni te lo crees. Miré a mi alrededor, vi que era el primero y me dije: ¿pero qué está pasando? Me costó reaccionar Texto Ainara Hernando Fotos Graham Watson y sentía escalofríos. Luego te conviertes en un ciclista más reconocido. Me di cuenta nada más acabar las clásicas de 2014 y ganando en el Tour, que la gente ya sabe quien soy y no me subestiman. Eso también hará que a partir de ahora sea más complicado, pero es mejor así porque te dejan más espacio. Me siento más respetado, todo el mundo sabe que soy un buen corredor y me dan un centímetro extra. Eso muchas veces ayuda. CAF: ¿Cuántas veces has visto el video de aquella victoria en San Remo? AK: Unas cinco veces, pero ayer vino la televisión noruega y me lo volvieron a poner porque querían que lo comentara, que fuera diciendo lo que pensaba. ¡Ahora ya serán unas diez veces o más! Es una gran sensación verte ganar porque no me lo esperaba. Una vez me di cuenta de lo que había hecho grité: ¡Oh, mierda! ¡He ganado la Milán-San Remo! CAF: Un sueño hecho realidad. AK: No era ni eso porque fue algo tan grande que ni siquiera lo soñaba. Cuando era pequeño a veces lo pensaba, pero creía que nunca llegaría a ser tan bueno. Al pasar a profesional alguna vez se me pasó por la cabeza, que por mis características quizás algún día podría estar luchando por ella, aunque parecía algo inalcanzable. CAF: ¿Hay algún otro sueño que pueda convertirse en realidad en 2015? AK: Ojalá el Tour de Flandes. Quiero ganarlo al menos una vez en mi vida porque desde muy joven he corrido en Bélgica y en abril siempre estaba allí, iba a verlo y me fascinaba. Ahora puedo intentarlo y es muy bonito. CAF: Flandes... ¿y Roubaix? AK: Me gusta más Flandes, me va mejor. En Roubaix me siento algo más agobiado, el terreno es más firme y estable, es como una larga contrarreloj sobre pavés. También es dura, pero en Flandes hay más subidas y en cada descenso te da tiempo a recuperar. CAF: Catorce triunfos, dos etapas en el Tour, un monumento... vaya 2014. AK: Fue un gran año. Tuvo muchas cosas buenas, tanto en lo profesional como en lo personal porque también me casé. Ahora estoy ante el reto de mejorar todos esos resultados, que no es nada fácil. CAF: ¿Es el reto de mejorar o de confirmar que un año tan bueno no ha sido casualidad? AK: Las dos cosas, y eso me da motivación. Los números que tengo en los entrenamientos son muy buenos, ya he ganado en el inicio de temporada y me he dado cuenta de que puedo producir la misma fuerza en la primera hora de carrera que cuando llevo siete encima de la bicicleta. Todo eso me motiva para intentar ganar al menos lo mismo que el año pasado, y no es sólo Flandes y Roubaix, hay muchas más cosas. Etapas en el Tour, el Mundial, Hamburgo, las carreras de Noruega que