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EL AUSTRALIANO SENTENCIÓ EN EL COL D’ÈZE
Portazo
Aunque Richie Porte ya demostró su poderío en la Croix de
Chaubouret, no pudo sentenciar hasta la cronoescalada final de
una París-Niza intensa y con muchas alternativas. Gorka Izagirre
y Rafa Valls entraron en el top ten.
Texto Juanma Martín Fotos Graham Watson
1 De dulce. Geraint
Thomas ya había
avisado con su triunfo
en el Algarve. El quinto
puesto no hace justicia
al carrerón del galés.
2 Un verdadero
fajador. Kwiatkowski
concluyó segundo,
pero se dejó la piel
por un amarillo que
defendió... atacando.
2
3 Amanece Matthews.
Orica necesitaba a su
mejor rematador y el
veloz Bling acudió al
rescate sumando una
etapa y la regularidad.
4 Vuelve Caballo
loco. De Gendt, rey
de la montaña, ha
recuperado su insólita
capacidad para
desafiar al pelotón.
PP
Suele ser al revés, frío y lluvia al
principio y final soleado según se acerca
la carrera a la capital de la Costa Azul.
Esta vez hubo sol los primeros días y
frío y lluvia al final. Eso no alteró la
tradición. Un año más la París-Niza
se decidió en la cronoescalada al Col
d'Èze y como ha sucedido en las últimas
tres ediciones en que concluía con la
ascensión cronometrada, Sky se llevó el
gato al agua. Wiggins ganó la etapa y la
general en 2012, Porte lo hizo en 2013 y
el conjunto británico ha repetido éxito
a través del aussie, echando un jarro de
agua fría a las esperanzas francesas de
ver a Tony Gallopin logrando un triunfo
galo que se resiste desde que Laurent
Jalabert consiguiera en 1997, hace ya
18 años, la última de sus tres victorias
consecutivas.
El francés del Lotto dio un recital en
la penúltima jornada camino de Niza,
pero no fue capaz de rematar la gesta
y mantener la renta de 36 segundos
que tenía con el australiano del Sky y
terminó 29º a 1´39´´. Porte pulverizó
el registro que había marcado Spilak
para sumar su segundo parcial en esta
edición y de paso un jersey amarillo que
se le resistió por un segundo en la Croix
de Chaubouret y luego en la séptima
etapa, cuando una caída y un inspirado
Gallopin se interpusieron en su camino.
DE KWIATKOWSKI A MATTHEWS
La 73ª edición de la Carrera al Sol tuvo
dos partes bien definidas. La relativa
tranquilidad de las cuatro primeras
jornadas dio paso al vertiginoso
desenlace por la disputa de la general
en la segunda mitad de carrera. El
prólogo, disputado en Maurepas sobre
6,7 kilómetros, otorgó el amarillo a
Michal Kwiatkowski, quien cambió su
arcoíris -con el joven polaco del Etixx
no hay maldición que valga, él gana
igual- por la prenda de líder durante las
tres primeras etapas en línea. Un triunfo
agónico, sólo 31 centésimas le separaron
del actual récordman de la hora, Rohan
Dennis (BMC).
Las tres siguientes tuvieron idéntico
denominador. Calma chicha hasta los
kilómetros finales y largas fugas que se
estrellaron ante el control de los equipos
con velocistas que sabían que sus
opciones pasaban por estos tres días. La
más emocionante en cuanto al desenlace
fue la primera. Delaplace y Voeckler se
marcaron una fuga de 150 kilómetros y
les atraparon con la pancarta del último
a la vista. Sin tiempo para más se lanzó
la volata. Giant calculó mal el tempo, a
Degenkolb le sobraron más de 50 metros
y dejó de dar pedales. Todo lo contrario
de Kristoff, cómodo ganador por delante
de los locales Bouhanni y Coquard.
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