Del estado nacional al estado supranacional - Universidad de ...

DEL ESTADO - NACIONAL AL ESTADO SUPRANACIONAL
IRMA SOTO VALLEJO *
Resumen
El presente artículo señala algunas características que resaltan la importancia del Estado
- Nación, identificando las funciones y propósitos del estado nacional en el nuevo
contexto de la mundialización. Además, el artículo identifica hasta dónde llega la
soberanía, de un estado nacional a uno supranacional.
Palabras claves: Estado, nación, soberanía, economía del bienestar, globalización,
supranacional
* Docente Facultad de Economía y Administración de Empresas
Universidad de Manizales
1

FROM A STATE-NATIONAL TO THE SUPRANATIONAL STATE
Abstract
The present article indicates some characteristics that highlight the importance of the
State - Nation, identifying the functions and intentions of the national condition (state) in
the new context of the mundialización. In addition the article identifies up to where the
sovereignty comes, from a state-national to the supranational one.
Key Words: Estate, nation, sovereignty, economical welfare, globalization, supranational.
2

Cuando se trata el tema de la consolidación de una nueva economía, cuando se ha
venido mostrando gran interés por los procesos de una nueva organización de la
sociedad, ante cambios tan importantes en el conjunto del entramado y las relaciones
sociales, el Estado – Nación hace parte de esta construcción, teniendo en cuenta que su
historia es relativamente reciente.
Surge entonces la necesidad de revisar el alcance de la intervención estatal en la
economía, y como factor dinámico hoy, la influencia en la potencial evolución de los
mercados. Como consecuencia de ello es importante conocer los diferentes programas
de ajuste estructural, que consisten en la realización de una serie de medidas que
modifican sustancialmente la intervención del Estado en la economía, pasando de un
modelo llamado “Estado de bienestar” 1 a uno en el que ésta se encuentra totalmente en
manos del mercado internacional.
Así, pues, no podemos apresuradamente hablar de que el Estado desaparece, que se
acaba; sino más bien el cambio estructural que él requiere para poder insertarse en la
nueva dinámica mundial, más aun de propiciar un crecimiento y desarrollo económico
desde dentro.
Propósitos del Estado
El Estado existe para resolver problemas básicos de manejo económico. Así, pues,
tiene cuatro funciones básicas qué atender. 2
Dentro de la función económica del Estado hay diferentes formas de resolver problemas
y es específicamente a través de las siguientes funciones: Asignar recursos, distribución
del ingreso, asegurar la estabilidad económica y darle dinámica al proceso económico.
En la función económica del estado: cuando las fuerzas del mercado,
formación de precios, no pueden garantizar resultados óptimos en la asignación de
recursos, aquí interviene la administración pública - el Estado, para garantizar
una asignación más eficiente de los recursos.
La intervención del Estado puede ser orientativa, con el propósito de incentivar la
economía privada, para que ésta realice determinadas acciones. La acción del sector
público sobre la economía puede tomar la forma de regulación de los distintos procesos
económicos, mediante la actividad legislativa conforme el marco institucional dentro del
que se desarrolla la producción, el comercio y las finanzas o mediante la manipulación y
control de las variables económicas significativas que guían la iniciativa privada, a través
de la política fiscal, monetaria o comercial. Así mismo, la intervención estatal puede
realizarse a través de la intervención directa del sector público en la actividad
económica.
Manifestaciones del Estado en su desarrollo histórico
El Estado, a través de la historia ha mostrado un gran interés en la intervención
económica, en la época de Griegos y Romanos existía ya un Estado interventor,
1 Donde los gobiernos tenían la responsabilidad de controlar la economía impulsando la producción, el
empleo y la prestación de los servicios.
2 Low M. Enrique. Teoría Fiscal. Pag. 14
3

igualmente en la edad media. En la época mercantilista se dio un excesivo
intervencionismo de estado denunciado por los economistas clásicos. Luego, los
clásicos y fisiócratas propugnaron por el Laissez-faire, una nula intervención del Estado
en la economía, excepto para la subsistencia de la sociedad lo que implicaba funciones
como: La justicia, la defensa y la seguridad.
En el siglo XIX el Estado tuvo que intervenir para neutralizar la grave situación de la
clase obrera debido al impacto de la industrialización.
Surge entonces el “Estado del Bienestar”, donde la intervención estatal fue más
significativa, en sectores como los seguros y la intervención del mercado de trabajo.
A partir de 1929, la Segunda Guerra Mundial, la intervención estatal fue más amplia y
contundente en todas las actividades del Estado. Se ampliaron las funciones del Estado
en las épocas de guerra y de depresión y se aumentó el gasto público. Entre el período
de las guerras surgieron los controles al comercio exterior y las intervenciones en los
mercados de divisas.
Nace la propuesta de J. M. Keynes, su objeto la intervención del Estado en la Economía,
por medio de instrumentos de política fiscal y monetaria con el fin de evitar la crisis del
desempleo.
En el período posbélico se presentó la participación activa del Estado con el propósito
fundamental de generar desarrollo económico. Solo después de la Segunda Guerra
Mundial en Europa se generaliza la convicción de que el Estado es el responsable de
generar desarrollo económico.
En los años sesenta y setenta, surgen las primeras economías mixtas de mercado, por el
gran protagonismo del Estado en las actividades industriales en Europa, en ellas más del
16,5% del PIB era generado por el Estado.
Un elemento básico de la modernización capitalista estaba centrado en la definición de
un aparato burocrático, centralizado y fuerte, cuyas políticas estatales han afectado los
mecanismos, modalidades y tasas de acumulación de capital, como también la
distribución de los frutos del progreso técnico de la industria y la distribución de la renta.
Desde la visión de Prebisch, se desarrollaba el papel del Estado como gerente social de
la igualdad de oportunidades, creando la estructura económica de una sociedad de
bienestar que proporciona educación, sanidad y protección, mediante la generación de
los subsidios y pensiones a todos los ciudadanos.
Así mismo, la estrategia de desarrollo está enfocada a generar pactos sociales sólidos
que garanticen la estabilidad política 3 , sistemas legales no discrecionales y formas de
comportamiento de los agentes que confieren seguridad a los contratos, y una
burocracia estatal imparcial y relativamente eficiente. 4
El Estado interviene en la economía para corregir situaciones de crisis originadas por la
expansión de la gran industria en el siglo XIX, además tiene específicas funciones:
3 Elemento fundamental para la institucionalidad del Estado.
4 Ocampo José Antonio, Raúl Prebisch y la agenda del desarrollo en los albores del siglo XXI. Revista de la
Cepal Nro. 75. Dic. 2001. P.30
4

• Poner orden en la economía, reorientar las políticas y adoptar medidas para reactivar
las economías, salvaguardando el interés y la seguridad nacional.
• El objetivo principal de la intervención estatal se basa en el apoyo a las inversiones
privadas y a la creación de infraestructura asumiendo los riesgos y promoviendo
nuevas áreas de inversión.
• Propiciar la participación de los diversos grupos sociales en el desarrollo, mediante la
elaboración de la política económica, en la cual se relacionan aspectos políticos y
económicos, ya que dicha política se enfrenta permanentemente a la necesidad de
regular un sistema que atienda la inestabilidad económica, social y política. Los
objetivos de la política económica deben expresar los intereses substantivos de los
grupos dominantes, pero también considerando los intereses de los grupos
dominados para garantizar consenso y justificación.
La intervención del Estado a través de la planificación
El origen de la planificación en una economía de mercado debe explicarse con relación a
la intervención estatal en la misma. La constante presencia estatal en la economía no se
reduce sólo al aspecto legal, a las condiciones generales que permiten el libre
intercambio, sino que también contempla acciones de acumulación, distributivas e
inclusive productivas, mediante la presencia directa del Estado como productor o través
de los instrumentos y procedimientos para la regulación. 5
El Estado juega un papel importante en la economía; tiene dos rasgos característicos: en
el ámbito interno y externo. En el interno resalta la constitución del Estado moderno
como un proceso de diferenciación y separación de los poderes sociales (ejecutivo,
legislativo y judicial), que surge del producto de la universalización de las relaciones
mercantiles y de la formación de un sistema económico basado en la iniciativa individual,
actividad que encuentra en el mercado su único instrumento regulador.
El Estado organiza las condiciones bajo las cuales los ciudadanos, en su calidad de
personas privadas efectúan intercambios dando sustento al proceso productivo
destinado a la satisfacción de las necesidades sociales.
El Estado desarrolla y garantiza el derecho privado, el mecanismo del dinero, la
infraestructura, etc.; proporciona las premisas existenciales de un proceso económico
guiado únicamente por el lucro individual, pero que se legitima, sin embargo, en tanto
satisface las necesidades sociales.
El aspecto externo del Estado moderno está relacionado con la forma histórica de su
origen. El Estado nacional surge a mediados del siglo XVI como un sistema de Estados
que nacen a partir de las relaciones que se derivan del establecimiento de una economía
global y del tipo de las relaciones pertinentes, que van conformando un mercado
mundial.
El surgimiento del Estado nacional ocurrió como un proceso sin planeación y sin el
apoyo de una ideología común, sino como respuesta frente a tres situaciones que
5 Normas y políticas que regulan y ordenan la actividad individual.
5

exigían la creación de estructuras institucionales capaces de conformar una voluntad
unitaria superior a los intereses particulares. Estas situaciones son:
• Los cambios de escala de la sociedad.
• Las consecuencias de los cambios realizados en las distintas formaciones políticas.
• La lógica de la reproducción del sistema, en su conjunto.
De la vieja a la nueva soberanía:
La globalización es una fuerza económica, cultural y geopolítica que tiene aspectos
diferentes o contradictorios en la concepción de naciones y Estados, como:
• El manejo autárquico de políticas macroeconómicas, recuerdo del pasado, como:
reservas conjuntas de la Banca Central de Estados Unidos, Alemania y Japón, que
alcanzan a valer tanto como los movimientos transnacionales de capital en un solo
día.
• La sola existencia hoy en día, de internet bastaría para burlar una cortina de hierro
levantada en cualquier rincón del mundo; las culturas nacionales están en proceso de
desaparición, ante el embate de la cultura global.
• La seguridad militar de cada país depende cada vez más de sus aliados.
• Nuevos tratados y organismos supranacionales regulan y vigilan cada día asuntos
que estaban reservados a los estados individuales.
• Se podría hablar hoy de un declive de los Estados - Nación, sustentada por los
efectos de la globalización que intensifica la competencia económica de las naciones
y la eliminación de fronteras.
A medida que pierde autonomía macroeconómica, los Estados optan por una especie
de mercantilismo microeconómico para defender sus industrias a base de apoyo
tecnológico, capacitación de trabajadores y otros subsidios que incluyen protección
selectiva contra competidores extranjeros.
Pese a ello, hoy el Estado juega un papel importante en la economía, está activo en ella,
en la cultura y en la geopolítica, con argumentos que justifican ampliar su intervención,
como la reconversión productiva y la revolución tecnológica.
Otro argumento en pro de la intervención del Estado, plantea que debe ser el generador
de tecnologías adecuadas para que los países en desarrollo se hagan con un aparato
productivo propio capaz de satisfacer las necesidades internas y al mismo tiempo
insertarse en la dinámica de los nuevos procesos internacionales 6 .
La seguridad nacional sigue siendo un dominante de la política militar de cada país, la
guerra aun existe en las costumbres internacionales. Los tratados y organismos
multinacionales actúan por delegación y no por suplantación de la soberanía. Y esto
hay que entenderlo a la luz de que el Estado es mucho más que una burocracia, y para
ello es importante hacer un recorrido por la historia de la filosofía política, en la cual
encontramos cinco concepciones distintas del concepto de Estado:
6 Saucedo Sánchez José Alberto. El Estado y el Desarrollo Económico. Revista Comercio Exterior. Vol. 54
Nr. 1 Enero de 2004. P 31
6

1. El Estado de Bodino: el Estado titular de la soberanía, el que tiene la potestad
de reclutar soldados y acuñar moneda, el Estado como sujeto del derecho
internacional.
2. El Estado Hobbes: el Leviathán que pone punto final a la guerra de todos contra
todos, el Estado como un orden jurídico.
3. El Estado de Montesquieu: el de los regímenes de organización política, el
Estado como espacio donde el poder se concentra, se centraliza.
4. El Estado de Marx: el del conflicto de clases, el Estado como eje de amarre de
las contradicciones sociales.
5. El Estado de Max Weber: el del aparato político – administrativo. El Estado
como burocracia.
Es en este sentido que la globalización no está acabando con el Estado-nación, con la
gobernabilidad, es más bien la generación de un cambio en las funciones. En el
contexto del Estado-burocracia, se dio un gran auge al tema de la gobernabilidad. Esta
expresión también se ha entendido como el término de “buen gobierno” nacional y
supranacional, haciendo alusión al Estado como aparato administrativo. La
gobernabilidad 7 , podría referirse al Estado en sus múltiples dimensiones. La
globalización implicaría una gran reingeniería de la administración pública, que le permita
cumplir con funciones de buen gobierno, como: Negociar la inserción del país en la aldea
global. Asegurar el orden común o público en una sociedad segmentada, cumplir las
metas que el pueblo señale y filtrar los impactos redistributivos de la globalización sobre
las clases sociales.
El Estado y la globalización:
La globalización ha sido entendida como una fase del capitalismo a nivel mundial,
caracterizada por la eliminación de las fronteras económicas que impiden el libre
comercio de bienes y servicios, y especialmente de capitales, algunas características de
la globalización:
• La intensificación de la competencia mundial por los mercados nacionales.
• El aumento del volumen y valor del comercio mundial de bienes y servicios.
• La creciente parcialización del proceso productivo, en economías de escala.
• El creciente flujo de migración internacional, la aceleración de los flujos de capitales
entre los países del orbe.
• La revolución de las telecomunicaciones y el avance científico y tecnológico de las
economías desarrolladas
• Existencia de grandes corporaciones transnacionales.
• El aumento de la competitividad internacional.
• La reorganización de la producción mundial patrocinada por las empresas
multinacionales, representando un gran espacio para el imperio del libre mercado y
que significa una mejor asignación y el aumento de la eficiencia de la producción.
• Concentración del ingreso entre países más o menos competitivos y ciudadanos de
un mismo país.
7 Pese a ello, se ha desvanecido el término gobernabilidad, porque las acciones de un buen gobierno no se
evidencian, por las condiciones de desigualdad y pobreza en los países y en el mundo.
7

Estas características permitirán conceptuar sobre el Estado a partir de este siglo, quién
será el agente activo que desarrollará mecanismos de coordinación y planeación del
desarrollo; tendrá una participación dinámica en la administración de la producción y el
mercado, previendo y adelantándose a los cambios del ciclo económico.
Es claro que el modelo de libre empresa es necesario, pero no suficiente para garantizar
el funcionamiento del Estado. El poder del Estado, hoy cobra vigencia y esto ha sido
avalado por la decisión de más de 2000 líderes políticos en el Foro Económico Mundial
en N.Y. en el 2002. Donde se ha resaltado la importancia y trascendencia del papel de
los gobiernos para garantizar que los beneficios de la globalización, de las
privatizaciones y del impulso al espíritu empresarial, lleguen a los sectores sociales
menos favorecidos. Los gobiernos deben ser más proactivos en mejorar las condiciones
de vida de miles de millones de seres humanos que no han progresado en tiempos del
neoliberalismo sin el complemento oficial. 8
El Estado debe garantizar, hoy más que nunca, el cumplimiento de sus funciones, en el
pleno ejercicio de la autoridad para garantizar la seguridad de la gente, el monopolio de
la fuerza en manos del Estado, la necesidad absoluta de contar con un sistema judicial
eficaz, en la estricta exigencia del cumplimiento de las leyes, garantizar la capacidad de
su propio país en la dinámica de los nuevos procesos económicos, con el fin de impulsar
el desarrollo económico.
Esferas en las cuales se reproduce la globalización
Los efectos que producen los fenómenos propios de la globalización, implican que el
Estado moderno asigne tareas especificas a los sectores productivos, debe crear las
condiciones más favorables para el desarrollo de la competitividad general del aparato
económico.
El Estado debe estar atento a los posibles desequilibrios internos que se pueden
presentar, pues la globalización 9 antes que propiciar un orden, estabilidad, certidumbre,
predicibilidad y armonía, puede generar riesgos como: ambivalencia, complejidad,
desorden, conflictos, mutaciones y requerimientos de la evolución - transformación del
propio sistema social.
En este contexto de inserción de cada nación en el sistema internacional – global,
independientemente de las acciones, políticas y relaciones que realice espacialmente,
debe consolidar un proceso que le permita mantener el control sobre su función
económica, política y cultural.
Es así como en un ambiente social que no se satisfacen estrictamente las condiciones
situacionales de un sistema perfectamente competitivo, equitativo, democrático – con
igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos -, la globalización exige la
intervención de todos los actores sociales y del Estado como catalizador del interés
colectivo, en la definición e implantación de una estrategia proactiva en la búsqueda por
aprovechar las oportunidades que brinda la globalización y por alcanzar una inserción
creativa y perdurable en el escenario internacional – global. 10
8 Editorial, Portafolio, Febrero 11 de 2002.
9 Garay Luis J. Globalización y Crisis, 1999. P.10
10 Garay Luis J. Globalización y Crisis. 1999. P.11
8

En este sentido las esferas de análisis de la globalización, determinantes de la dinámica
social en este proceso, son: 11
La economía: El arreglo social para la producción, intercambio, distribución y consumo
de bienes y servicios, desafíos colectivos perdurables como el desarrollo sustentable y la
preservación del medio ambiente. El mundo ha transitado de un período de economía
capitalista (1600 y 1870) a un período de economía política (1870 y 1970), con una
dinámica de relaciones interorganizacionales entre estados y organizaciones
multilaterales.
La política: el ordenamiento social para la coordinación, aplicación y legitimación del
uso del poder en sus diversas formas desde la más visible, inmediata como es el
aparato militar y policivo, para conservación del orden público y la preservación de la
seguridad territorial y la estructura jurisdiccional.
La política es una actividad primariamente territorial y que la organización del Estado –
nación es el método más efectivo para establecer soberanía sobre el territorio 12
La cultural: La conciencia social representada por los valores, creencias, principios,
preferencias y gustos de la población, recreada permanentemente por la historia de la
propia sociedad. Es así como las culturas nacionales todavía cobran vigencia y están
activas, reflejando identidad cultural y nacional.
El nuevo orden supranacional
Es una cuestión fundamental para la gobernabilidad del mundo de mañana.
El nuevo orden planetario, es ante todo la proyección de nuevos campos de fuerza que
no pueden ser comparados ni en naturaleza ni en amplitud con los que modelaron el
mundo pasado. Nuevas entidades con vocación o proyección mundial vienen
expandiéndose por encima de las fronteras, burlándose de las legislaciones nacionales o
apoyándose en los propios aparatos estatales, reorientados para nuevos fines. Sin
embargo, la nueva economía mundial y los campos de fuerza que están configurándose
no son socialmente neutros. Detrás de los actores económicos y de la maquinaria que
los sustenta se perfila una nueva oligarquía planetaria, caracterizada por una visión
compartida de sus intereses y el manejo de determinados instrumentos sobre los cuales
se asienta su poder. Intentaremos ahora caracterizar a estos nuevos actores, los grupos
sociales que se benefician de ellos y los instrumentos que respaldan su poder. 13
La irrupción de los actores globales constituye, sin duda, uno de los acontecimientos
más revolucionarios en la esfera de las relaciones internacionales de finales del siglo XX.
11 Garay Luis J. Globalización y Crisis. 1999. P.12,13 y 14
12 Waters, M. (1996), Globalization, Routlegde, London, p.122. (Del Libro Garay Luis J., Globalización y
Crisis, p.19)
13 Documentos de debate - n° 47. Ariel Français. UNES CO 2000. Pag. 16
9

Por primera vez en la historia de la humanidad surgen entidades que piensan y actúan
en términos globales, es decir, a escala planetaria, fuera de cualquier atadura territorial.
Hasta hace pocos años, no se concebía ni se instrumentaba el poder, político o
económico, fuera de un espacio territorial. El territorio constituía la base a partir de la
cual tanto los Estados como las empresas asentaban y articulaban sus fuerzas. Y las
relaciones internacionales trataban exclusivamente de las relaciones entre Estados, sea
bilateral o multilateralmente, inclusive en sus dimensiones económicas.
Con la mundialización del capital, la transnacionalización de las grandes empresas, los
progresos en el transporte y las innovaciones en el campo de la informática y las
comunicaciones, se está constituyendo en la actualidad un espacio económico único,
donde las fronteras físicas y administrativas tienden a disolverse. El proceso de
transnacionalización de las grandes empresas, que se inició después de la Segunda
Guerra Mundial con la expansión del capital norteamericano y se aceleró, a partir de los
setenta, con el desarrollo de las inversiones extranjeras directas, europeas y japonesas,
está teniendo como consecuencia la constitución de un espacio único de competencia
donde un número cada vez más reducido de grupos gigantescos tratarán de dominar los
mercados y, a través de ellos, afirmar su poder económico y social.
Este proceso fue promovido y respaldado, como lo subrayamos, por las políticas
neoliberales diseñadas por ciertos círculos después de la Segunda Guerra Mundial, y
que condujeron a una liberalización creciente de los movimientos de mercancías,
servicios y capitales, asociada a una privatización sistemática de las economías y a un
retroceso orquestado del papel del Estado.
Como resultado de este proceso se está conformando actualmente una economía
oligopólica global, sustentada por inmensos grupos industriales y financieros cuasi
monopólicos, detentores de tecnologías de punta o protegidas, quienes tienden, a través
de alianzas y absorciones, a reforzar su dominación en sus respectivos campos de
excelencia. Por lo tanto, se están constituyendo a escala planetaria varios campos de
fuerza económicos ampliamente desterritorializados, los cuales se superponen a las
relaciones interestatales y entrechocan con estas últimas.
Sería, sin embargo, prematuro anunciar el fin del Estado-nación y su sustitución por un
Estado al servicio de las transnacionales, debido a que un número aún significativo de
Estados con fuerte identidad nacional intentarán probablemente preservar su espacio de
actuación y decisión, manteniendo o adaptando sus mecanismos de control y regulación.
Sería un error, sin embargo, limitar la esfera de los actores globales al grupo de las
transnacionales. Mientras su presencia y poder se imponen a escala planetaria, en otras
áreas emergen nuevas fuerzas con objetivos y características muy distintos.
Por un lado, nuevas organizaciones de carácter no gubernamental, con una visión y
objetivos planetarios, conforman hoy lo que calificaríamos de ONG globales. Las
características y las ambiciones de dichas ONG son, por supuesto, muy diferentes de las
que caracterizan a las transnacionales, pues han surgido como respuesta a los grandes
desafíos que enfrenta nuestro mundo a finales del segundo milenio en áreas como el
medio ambiente, las emergencias complejas y los derechos humanos, para mencionar
apenas las de mayor peso.
10

El poder de las ONG globales deriva de su fuerza como proyección organizada de
aspiraciones universales y de su capacidad de movilización de los individuos y de la
opinión pública. Aunque disponen de recursos que en algunas ocasiones son
relativamente elevados, lo esencial de su poder radica en la movilización de fuerzas
morales y aspiraciones universales que, sin actuar directamente sobre la esfera
económica, crean obstáculos a la expansión incontrolada de las transnacionales.
En este orden de ideas, la globalización ha hecho ver mal al Estado, quien ha carecido
de una estrategia integral para ver en su propia participación en la economía, no una
carga social, sino la posibilidad de una armonización de intereses económicos,
culturales, políticos, sociales, nacional e internacional. Es decir, repensar la intervención
del Estado en la economía de mercados concretos y globalizados, pues no
necesariamente la estructura mínima del Estado es la que lo hace ser el mejor, como
también un superávit primario; sino aquel que con raciocinio económico no desatiende
las funciones social-económicas que le confieren la real importancia. Así mismo, no
podríamos concebirlo en contra de un mercado abierto, porque el Estado es algo más
que economía sana, manteniendo una hacienda pública sana, una equidad social.
Como se menciona en un principio, la Función Económica del Estado a través de la
Administración Pública, debe redimensionarse, pues en un principio las actividades
relacionadas con ésta no se manejan con los mismos principios de la administración de
organizaciones privadas, pues no tienen la misma aplicación para los ciudadanos, cliente
o consumidores que para los consumidores finales de la empresa privada. La utilidad
social que persigue el gobierno para con la sociedad, no coincide con la utilidad
económica que persigue la empresa en el mercado.
En vista de ello, el Estado debe crear las condiciones necesarias favorables para el
desarrollo de la competitividad general del aparato económico, más que la asignación de
tareas específicas a los sectores productivos. El Estado debe eliminar obstáculos
necesarios al desarrollo de la creatividad e iniciativa de la sociedad además de crear
instrumentos que las promuevan
11

BIBLIOGRAFIA:
ASOCIACION INTERNACIONAL DE PRESUPUESTO PÚBLICO, Revista Internacional de
Presupuesto Público, varios números, Buenos Aires, Argentina.
BERNAL, Joaquín. Política fiscal. p. 133-201. En: LORA, Eduardo et al. Introducción a la
macroeconomía colombiana, Tercer Mundo editores, Fedesarrollo, 1994. 441 p., Santafé
de Bogotá, Colombia. ISBN 958-601-467-3.
BJORN, Hettne. El nuevo Regionalismo y el Retorno a lo Político, Revista Comercio
Exterior, Vol. 52, Nro. 11, Noviembre de 2002
FERRARI, Cesar A. Política Económica y Mercados, (versión preliminar revisada).
Pontificia Universidad Javeriana, Santafé de Bogotá, 2002
GARAY S. Luís Jorge. Globalización y Crisis, ¿Hegemonía o corresponsabilidad?, TM
Editores, Colciencias. 1999. Cap. 1 y 4.
LUIS A. RESTREPO. Hacia un nuevo orden mundial, Revista Análisis político No. 14.
Septiembre – Diciembre, 1991.
MANN, Michael. El futuro global del estado-nación, Revista Análisis Político No. 38 –
Septiembre – Diciembre 1999
MUSGRAVE, R. Hacienda Pública, teórica y aplicada. Mc-Graw – Hill. 5ª. Edición. 1995.
OCAMPO. José Antonio. Globalización y Desarrollo, Cáp. 1 y 4, 2003
OCAMPO, José Antonio. Raúl Prebisch y la agenda del desarrollo en los albores del
siglo XXI, Revista de la Cepal Nro. 75, Diciembre de 2001.
OROZCO ACUÑA, Eduardo. Introducción a la ciencia Política, ESAP, Cap. I y IV, 1993.
RAMÍREZ V., Socorro. El intervencionalismo en la posguerra fría, Revista Análisis
político, No. 21, enero -abril 1994.
Revista Universidad de Buenos Aires “Encrucijadas“. Globalización un Viaje de Ida, Nro.
17, Marzo de 2002.
RIVERA, Luís y RIVERA, Francisco. International Finance and Open Economy
Macroeconomics, Prentice Hall, 2ª. Edi. 1994.
SANCHEZ SAUCEDO, José Alberto. El Estado y el Desarrollo Económico, Revista
Comercio Exterior, Vol. 54, Nro. 1, Enero de 2004.
WORSWICK, G.N.D. Política presupuestaria y crecimiento económico. p. 507-519. En:
BUCHANAN, J. et al. El sector público en las economías de mercado, Ensayos sobre el
intervencionismo, ESPASA-CALPE. S.A., Madrid, España. 1979.
12