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365 R evista Lúmina 12 Enero - Diciembre 2011 AL

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lumina <strong>12</strong><br />

R<strong>evista</strong> latinoamericana de pensamiento, teoría e investigación contable<br />

<strong>365</strong>


lumina<br />

R<strong>evista</strong> latinoamericana de pensamiento, teoría e investigación contable<br />

ISSN 0<strong>12</strong>3-4072<br />

Programa de Contaduría Pública<br />

Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas<br />

Universidad de Manizales<br />

LÚMINA es una publicación científico-tecnológica de carácter anual, orientada<br />

a promover y difundir en Colombia y América Latina los desarrollos<br />

de la investigación contable y las reflexiones académicas de disciplinas<br />

relacionadas, con la finalidad explícita de contribuir a la construcción de<br />

pensamiento contable. Los argumentos publicados no corresponden necesariamente<br />

al enfoque disciplinar del Programa, la Facultad y la Institución,<br />

y se publican con la estricta responsabilidad de los autores.<br />

Aunque han sido reservados todos los derechos, se autoriza su reproducción<br />

con fines académicos, brindando el crédito explícito a los autores<br />

y a la universidad editora. Cualquier uso diferente requerirá autorización<br />

escrita de la Universidad de Manizales y su omisión inducirá las acciones<br />

legales dispuestas por las leyes colombianas e internacionales sobre los<br />

derechos de autor.<br />

La R<strong>evista</strong> Lúmina está indexada en Publindex Categoría C<br />

Directores:<br />

Carlos Emilio García Duque<br />

Jhon Henry Cortés Jiménez<br />

UNIVERSIDAD DE MANIZ<strong>AL</strong>ES<br />

Centro de Investigaciones Contables y Desarrollos Alternativos CIND<strong>AL</strong><br />

Programa de Contaduría Pública<br />

Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas<br />

Carrera 9 Nº 19-03<br />

Tel. (57) (6) 887 96 80. Fax 884 14 43<br />

e-mail: r<strong>evista</strong>lumina@umanizales.edu.co<br />

Manizales, Caldas, COLOMBIA.<br />

Carátula: Registro contable de la Administración Principal de Medellín de 1817<br />

Lo encantador de la caligrafía así como la delicadeza del trazo, muestran la finura y la precisión con que eran<br />

diligenciados todos los detalles contables en este fragmento de contabilidad de la Administración Principal<br />

de Medellín, en el que se representa de forma narrativa actividades comerciales como consecuencia de la<br />

venta de barajas de naypes (ortografía de la época). Con esta réplica hemos querido fascinar a nuestros<br />

lectores con la contabilidad histórica y mostrar que la palabra escrita también hace parte de la contabilidad.<br />

Fuente: Archivo Histórico de Antioquia. Sección Comercio. Tomo Nº 892. Documento Nº 13858. Libro de<br />

Cargo, Data y Comprobantes de la Administración Principal de Medellín. 1817.


lumina<br />

R<strong>evista</strong> latinoamericana de pensamiento, teoría e investigación contable<br />

Rector - Guillermo Orlando Sierra Sierra<br />

Vice Rector - Jorge Iván Jurado Salgado<br />

Coord. General de Investigaciones - César Augusto Montes L.<br />

Director Programa de Contaduría Pública - Jairo Serna Restrepo<br />

Decano Facultad de Ciencias Cont., Econ. y Adm. - Duván Emilio Ramírez O.<br />

Director CIND<strong>AL</strong> - Carlos Emilio García Duque<br />

Director Editorial - Carlos Emilio García Duque<br />

Coordinador Editorial - Jhon Henry Cortés Jiménez<br />

Coordinador de Redacción - Germán Pineda Ríos<br />

Asistencia Técnica - Diana Fernanda Martínez Rocha<br />

Comité Científico Nacional - Édgar Gracia López (Universidad de Manizales -<br />

CCINCO), Danilo Ariza B. (Universidad Nacional de Colombia - CCINCO), Hárold<br />

Álvarez Álvarez (CCINCO), Rafael Franco Ruíz (CCINCO).<br />

Comité Científico Internacional - Werner von Bischhoffhausen (Universidad de<br />

Chile - Chile); Jorge Manuel Gil (Univ. Nacional de la Patagonia - Argentina).<br />

Autores - Rafael Franco Ruiz, Mauricio Gómez Villegas, Marco Antonio Machado<br />

Rivera, Fabiola Loaiza Robles, Gabriel Eduardo Escobar Arias, Rubén Darío Arango<br />

Álvarez, Alejandra Molina Osorio, Francisco Javier Arias Vargas, Fabián Leonardo<br />

Quinche Martín, Walter Abel Sánchez Chinchilla, Hugo Arlés Macías Cardona, Tatiana<br />

Moncada Ruiz, Adolfo Enrique Carbal Herrera, Dilia Castillo Nossa, Gloria Cecilia<br />

Dávila Giraldo, Luis María Barrera Piragauta, Esteban Segundo Martínez Salinas.<br />

2 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>.


Contenido<br />

Presentación editorial<br />

Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Rafael Franco Ruiz<br />

Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

Mauricio Gómez Villegas<br />

Representación contable: de la revelación de los hechos a la<br />

construcción de la realidad<br />

Marco Antonio Machado Rivera<br />

Producción académica sobre educación contable en Colombia<br />

2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

Fabiola Loaiza Robles<br />

Medición del valor económico agregado EVA de las empresas<br />

de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Gabriel Eduardo Escobar Arias - Rubén Darío Arango Álvarez<br />

Alejandra Molina Osorio - Francisco Javier Arias Vargas<br />

Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

La docencia en el lugar equivocado<br />

Walter Abel Sánchez Chinchilla<br />

El campo científico de la contabilidad: panorama<br />

internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

Hugo Arlés Macías Cardona<br />

Tatiana Moncada Ruiz<br />

Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma<br />

de la complejidad: consideraciones teóricas básicas<br />

Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución<br />

del pensamiento contable<br />

Dilia Castillo Nossa<br />

Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en<br />

el programa de contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Luis María Barrera Piragauta<br />

Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su<br />

perspectiva forense en el subproceso de reconocimiento<br />

Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

Orientaciones para potenciales autores de Lúmina<br />

4<br />

8<br />

<strong>12</strong>0<br />

152<br />

172<br />

196<br />

216<br />

240<br />

260<br />

280<br />

300<br />

3<strong>12</strong><br />

342<br />

360<br />

3


LÚMINA. R<strong>evista</strong> latinoamericana de pensamiento, teoría e investigación contable<br />

Presentación editorial<br />

Sin lugar a dudas, la dinámica de las publicaciones académicas toma cada vez mayor importancia<br />

en el ámbito nacional y mundial. En la contabilidad, al igual que en otras disciplinas,<br />

la palabra escrita en artículos se ha convertido en el principal medio de comunicación de<br />

ideas, propuestas y reflexiones en torno a las distintas temáticas disciplinares y profesionales.<br />

Para el comité editorial de la R<strong>evista</strong> Lúmina no se trata de figurar con una publicación<br />

más, ni su objetivo principal es hacer visible una institución. Entendemos la R<strong>evista</strong> Lúmina,<br />

fundamentalmente como un proyecto editorial que tiene como propósito principal contribuir<br />

a la construcción de pensamiento contable, éste es el norte que ha orientado el trabajo de<br />

los miembros del comité editorial de la r<strong>evista</strong>, y para asegurar que nos acercamos a esa<br />

meta se han establecido algunas condiciones que se siguen con rigor para garantizar que las<br />

reflexiones que acogemos en cada número tienen la calidad suficiente que un compromiso<br />

como el descrito amerita.<br />

Para el presente fascículo recibimos 18 propuestas de publicación, de las cuales <strong>12</strong> superaron<br />

satisfactoriamente el proceso de revisión y evaluación de los pares académicos. Sea<br />

esta la oportunidad para agradecer a todos los autores que han enviado sus trabajos, a los<br />

evaluadores que de forma desinteresada nos colaboraron con la revisión de los artículos,<br />

a nuestros lectores que nos motivan a continuar adelante con la consolidación de este proyecto,<br />

y a todos los integrantes del equipo editorial sin cuya colaboración no sería posible<br />

llevar a cabo esta ardua labor.<br />

A continuación ofrecemos una breve descripción de cada uno de los artículos finalmente<br />

aceptados para este número de la R<strong>evista</strong> Lúmina. El primer artículo que se ofrece se titula<br />

Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional, de la autoría del reconocido<br />

investigador colombiano Rafael Franco Ruiz. En este artículo el profesor Franco desarrolla<br />

un modelo tecnológico para la Fiscalización de la Arquitectura Organizacional, a partir de<br />

la consideración de que su aplicación contribuirá al incremento de la competitividad y de la<br />

productividad organizacional. Para este propósito el modelo se desarrolla a partir de cinco<br />

elementos: el primero, es la fiscalización de intereses y de poderes en la organización; el<br />

segundo, la fiscalización de la cultura organizacional (visión, misión, valores y objetivos); el<br />

tercero, la fiscalización de estructura y actividades en relación con la generación de valor; el<br />

cuarto, la fiscalización de la comunicación organizacional; y el quinto elemento está constituido<br />

por el estudio de la legitimidad organizacional.<br />

Luego incluimos un artículo del investigador Mauricio Gómez Villegas, quien nos ha enviado<br />

el trabajo Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica. El profesor<br />

Gómez aborda sus reflexiones a partir de la pregunta ¿es la contabilidad una disciplina<br />

académica? Para responder esta pregunta, el profesor Gómez analiza los fundamentos de<br />

la disciplina contable, presenta las propuestas de fundamentación de algunas escuelas contables<br />

anglosajonas y delinea una perspectiva alterna que vincula fundamentos y contexto,<br />

para el desarrollo de una contabilidad académica distinta. El autor hace énfasis en que la<br />

propuesta se soporta en los argumentos de la escuela que percibe a la contabilidad como<br />

una práctica social e institucional.<br />

En tercer lugar se incluyó el artículo Representación contable: de la revelación de los<br />

hechos a la construcción de la realidad, escrito por el profesor Marco Antonio Machado<br />

Rivera, reconocido investigador de la Universidad de Antioquia. En este artículo, el profesor<br />

Machado presenta varias reflexiones en torno a la representación contable, tópico sobre el<br />

cual nos ofrece nuevos e interesantes hallazgos. Por otra parte, nos recuerda que la ciencia<br />

y las disciplinas científicas cumplen la misión de indagar y de representar la realidad a su<br />

4 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>.


Programa de Contaduría Pública - Universidad de Manizales<br />

alcance para generar conocimiento sobre sus objetos de indagación (físicos, mentales y<br />

simbólicos), y que a pesar de que la realidad al alcance de la contabilidad se ha estudiado<br />

tradicionalmente en términos de lo social, ésta se refiere (en la práctica y buena parte de la<br />

literatura contable) a los hechos contables como transacciones de naturaleza económica o<br />

jurídica, que se circunscriben al segmento financiero (particularmente, aquellos que afectan<br />

el patrimonio). Esto lleva al profesor Machado a la conclusión de que los conceptos de<br />

“modelo contable” y “sistema contable” parten de la idea de una realidad segmentada per<br />

se y de una percepción lineal, determinística y trivial de los hechos contables, lo que apoya<br />

la conclusión de que es necesario un cambio en la forma de percibir los modelos contables,<br />

pues se requiere representar la complejidad de las organizaciones.<br />

A continuación hemos incluido el artículo Producción académica sobre educación contable<br />

en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica, escrito por la joven investigadora<br />

Fabiola Loaiza Robles. En su trabajo, la profesora Loaiza expone los resultados de una<br />

investigación realizada con el fin de caracterizar la incidencia de la pedagogía crítica en la<br />

producción académica de la educación contable en Colombia, e indica que su proyecto se<br />

inscribe en la corriente de investigación interpretativa. La profesora Loaiza realiza un estudio<br />

de los artículos de educación publicados en la última década por las r<strong>evista</strong>s Contaduría,<br />

Lúmina, Porik An, y Legis. Finalmente, la autora indica que la pedagogía crítica ofrece amplias<br />

posibilidades para una educación contable diferente en la cual hay un vasto camino<br />

en construcción. De igual modo, en sus propias palabras, este texto se convierte en una<br />

invitación para pensarnos y movilizarnos en el campo de la pedagogía crítica.<br />

El presente fascículo prosigue con el trabajo Medición del valor económico agregado EVA<br />

de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008, escrito por los profesores Gabriel<br />

Eduardo Escobar Arias, Rubén Darío Arango Álvarez, Alejandra Molina Osorio, y Francisco<br />

Javier Arias Vargas. Este colectivo de profesores de la Universidad Autónoma de Manizales,<br />

realiza un interesante trabajo de corte económico en el que se evalúa la evolución del valor<br />

económico agregado (EVA) de las empresas del sector industrial, comercial, agroindustrial<br />

y de actividades. Esta investigación está basada en el reporte de información de los estados<br />

financieros consignados de forma continua por las empresas de Caldas durante el periodo<br />

2000-2008 ante la Superintendencia de Sociedades que permitió calcular y obtener la variación<br />

de dicho índice. Indican los autores que para lograr este cometido, primero, se depuraron los<br />

estados financieros, y luego, se extrajeron las cuentas contables necesarias para el cálculo<br />

de la rentabilidad operativa y el costo del capital promedio ponderado con el fin de obtener<br />

el Valor Económico Agregado en términos porcentuales.<br />

El siguiente artículo que presentamos es de autoría del joven profesor e investigador Fabián<br />

Leonardo Quinche Martín. Su trabajo se titula Perspectivas de investigación, retórica y<br />

contabilidad: una invitación. En este documento el profesor Quinche plantea que la retórica,<br />

comúnmente, ha sido vista como la forma de manipular los argumentos con el fin de engañar<br />

diferentes audiencias. El autor sostiene que, contrario a esto, las miradas académicas, históricamente,<br />

han mostrado a la retórica como una manera sistemática de argumentar con el fin<br />

de promover diversas acciones y actitudes entre un público específico. El profesor Quinche<br />

afirma que su documento hace énfasis en los estudios sociales de la ciencia y la tecnología<br />

contemporáneos para mostrar que la contabilidad, así como la ciencia, posee una retórica<br />

especial que lleva a que sea legitimada actualmente como representativa de la realidad.<br />

Posteriormente se ha incluido un artículo del reconocido investigador y pedagogo Walter<br />

Abel Sánchez Chinchilla, quien ha contribuido a esta edición con el trabajo La docencia<br />

en el lugar equivocado. En este sugestivo título el profesor Sánchez enuncia diversas problemáticas<br />

en las que actualmente se encuentra la educación contable. Expone, además,<br />

5


LÚMINA. R<strong>evista</strong> latinoamericana de pensamiento, teoría e investigación contable<br />

que la formalización de la escuela y las instituciones educativas superiores está orientada<br />

principalmente a atender la demanda del mercado, lo cual no ha permitido ver las exigencias<br />

de la nueva sociedad de la información, que requiere profesionales con capacidades y roles<br />

diferentes a los tradicionales. El profesor Sánchez finaliza su documento con una propuesta<br />

microcurricular, donde expone los distintos elementos que deben tenerse en cuenta en la<br />

construcción de los syllabi; en particular, el profesor Sánchez hace alusión a una materia<br />

concreta que ejemplifica la manera y los contenidos que deben ser enseñados.<br />

Luego hemos incluido el artículo El campo científico de la contabilidad: panorama internacional<br />

de las r<strong>evista</strong>s, escrito por el investigador economista Hugo Arlés Macías Cardona<br />

y la estudiante y joven investigadora Tatiana Moncada Ruiz. Los autores nos ofrecen un<br />

interesante trabajo de meta-análisis en el que evidencian la situación actual de las r<strong>evista</strong>s<br />

académicas en el campo económico y particularmente en el campo contable. En su artículo<br />

los autores identifican las características de la brecha existente entre la academia contable<br />

anglosajona y la academia contable latinoamericana. El objetivo propuesto por los autores es<br />

identificar algunos retos específicos que debe enfrentar la investigación latinoamericana para<br />

acercarse a la frontera del conocimiento contable, moverse dentro de su dinámica y hacer<br />

aportes concretos. En este sentido, Macías y Moncada presentan los principales avances de la<br />

investigación contable en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela,<br />

y la contrastan no sólo con la estructura del campo científico en Estados Unidos y el Reino<br />

Unido, sino con los avances de la academia de Australia. La comparación se hace a través<br />

de ciertas características de las comunidades académicas que se pueden ver reflejadas en<br />

las particularidades de las r<strong>evista</strong>s y bases de datos donde están disponibles sus productos.<br />

El artículo que continúa se titula Una redefinición de la contabilidad socio-ambiental a partir<br />

del paradigma de la complejidad: consideraciones teóricas básicas, escrito por el profesor<br />

Adolfo Enrique Carbal Herrera. El profesor Carbal plantea que su artículo debe entenderse<br />

como un primer esfuerzo en un proceso de construcción científica orientado hacia la elaboración<br />

de desarrollos teóricos, epistemológicos y metodológicos en contabilidad socioambiental<br />

a partir del paradigma de la complejidad. Afirma, además, que su documento se<br />

centra en la exposición argumentativa sobre la necesidad del tránsito del saber contable<br />

hacia nuevas formas emergentes del pensamiento contemporáneo, caracterizado por la<br />

necesidad imperiosa de modificar las bases filosóficas y epistemológicas que sustentan el<br />

pensamiento científico moderno. El profesor Carbal sostiene que los desarrollos actuales<br />

en diversos campos de las ciencias naturales y sociales demuestran que la incertidumbre y<br />

el caos son características propias de la realidad, situación compleja que se presenta como<br />

un reto imposible de asumir desde una simple parcela del conocimiento, y concluye que tal<br />

abordaje requiere de un enfoque transdisciplinario.<br />

Posteriormente, hemos incluido el artículo Una mirada del pasado hacia el futuro de la<br />

evolución del pensamiento contable, escrito por las profesoras Dilia Castillo Nossa y Gloria<br />

Cecilia Dávila Giraldo. En su documento las autoras presentan una reflexión que abarca<br />

algunos aspectos del origen y evolución del pensamiento contable, con el fin de connotar<br />

varios conceptos que es fundamental tener claros. El recorrido histórico que hacen las<br />

autoras toma como fuente bibliográfica principal al experto brasileño Antonio Lopes De Sá.<br />

Así mismo, realizan una clasificación en periodos de avance de la contabilidad en la que<br />

distinguen tres periodos de evolución: periodo empírico, periodo clásico y periodo científico.<br />

Al final de su documento las autoras concluyen que la mayoría de las empresas del sector<br />

privado se inscriben en la escuela patrimonialista (del periodo clásico), donde el principal<br />

interés se centra en conocer la variación del patrimonio.<br />

6 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>.


Programa de Contaduría Pública - Universidad de Manizales<br />

A continuación hemos incluido el artículo ¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos<br />

y el impacto en el Programa de Contaduría Pública de la Universidad Pedagógica y<br />

Tecnológica de Colombia (UPTC) de Sogamoso?, escrito por el profesor Luis María Barrera<br />

Piragauta. En su documento, el profesor Barrera realiza un estudio particular referido al<br />

impacto de los créditos académicos en su propia universidad. Como nos lo aclara el autor,<br />

el sistema de créditos académicos fue implementado en la UPTC desde el año 2005 y la<br />

investigación estuvo encaminada a recoger la percepción de los docentes y estudiantes del<br />

programa de Contaduría Pública de la UPTC Sogamoso sobre la aplicación del sistema y<br />

sus opiniones sobre la flexibilidad que el sistema permite. El profesor Barrera fundamenta<br />

su trabajo en amplios referentes conceptuales que le permiten contrastar lo vivido en su<br />

universidad con el deber ser del concepto de flexibilidad educativa.<br />

Por último, hemos publicado el artículo Análisis del régimen de contabilidad gubernamental<br />

de Colombia y su perspectiva forense en el subproceso de reconocimiento, escrito por el<br />

reconocido investigador Esteban Segundo Martínez Salinas. De acuerdo con el autor, su<br />

trabajo se deriva de un estudio realizado en la Universidad Central, en cuyo desarrollo se<br />

analizaron 82 informes de los municipios auditados por la Superintendencia de Salud, para la<br />

vigencia de 2008 y primer trimestre de 2009, relacionados con la determinación de los saldos<br />

de las cuentas maestras, y que permitieron obtener información de los entes territoriales sobre<br />

el manejo del subproceso de reconocimiento contable. El profesor Martínez afirma que su<br />

estudio lleva a considerar que las prescripciones emitidas por la Contaduría General de la<br />

Nación no son suficientes para determinar el carácter forense de la contabilidad (respecto<br />

de soportes, comprobantes y libros), y que las prácticas verificadas en los entes territoriales<br />

no cumplen con el precepto de legalidad de los libros de contabilidad, lo que conlleva a<br />

desvirtuar la consideración de los mismos como valores probatorios.<br />

Tenemos plena confianza en la calidad académica de las contribuciones que integran el<br />

presente fascículo. Esperamos que cada uno de los lectores encuentre en las reflexiones<br />

que allí se plantean valiosos elementos que les permitan mejorar su comprensión de los<br />

distintos aspectos que contiene la disciplina contable, con el claro y explícito propósito de<br />

contribuir a la construcción de pensamiento contable.<br />

El comité editorial de la r<strong>evista</strong> Lúmina desea congratular al profesor Jhon Henry Cortés por<br />

su reciente nombramiento como docente e investigador de la Universidad Autónoma Latinoamericana<br />

(Medellín). Durante los siete años en los que el profesor Cortés desarrolló sus<br />

actividades de docencia e investigación en la Universidad de Manizales, casa de la r<strong>evista</strong>,<br />

se distinguió por la excelencia en su trabajo, su espíritu colaborador y su liderazgo académico.<br />

De hecho, desde que nuestra r<strong>evista</strong> recibió la indexación en la base hemerográfica<br />

de Colciencias, el profesor Cortés fue algo más que la mano derecha del editor de la r<strong>evista</strong>,<br />

pues intervino de manera muy significativa en cada etapa del complejo proceso editorial que<br />

permite la aparición de cada fascículo. Por esta razón, a la vez que nos alegramos por su<br />

designación y le deseamos éxitos en sus nuevas responsabilidades, lamentamos su retiro de<br />

la Universidad de Manizales y su consecuente partida a otras tierras. Sea esta la oportunidad<br />

de agradecer públicamente el importante y cuidadoso trabajo que, de manera desinteresada,<br />

el profesor Cortés hizo para nuestra r<strong>evista</strong>. Sólo esperamos que no se pierdan los vínculos<br />

académicos que ya se han consolidado a lo largo de estos años.<br />

Carlos Emilio García Duque<br />

Director Editorial<br />

7


Modelo de control estratégico de<br />

arquitectura organizacional<br />

Rafael Franco Ruiz<br />

Resumen<br />

En este artículo se desarrolla el modelo<br />

tecnológico para la Fiscalización<br />

de la Arquitectura Organizacional, a<br />

partir de la consideración de que su<br />

aplicación contribuirá al incremento de<br />

la competitividad y de la productividad<br />

organizacional.<br />

El primer elemento del modelo tecnológico<br />

es la fiscalización de intereses y de<br />

poderes en la organización. El segundo<br />

elemento, es la fiscalización de la cultura<br />

organizacional (visión, misión, valores<br />

y objetivos). El tercer elemento es la<br />

fiscalización de estructura y actividades<br />

en relación con la generación de valor. El<br />

cuarto elemento es la fiscalización de la<br />

comunicación organizacional. El último<br />

elemento, que complementa el modelo<br />

de fiscalización de la arquitectura organizacional,<br />

lo constituye la legitimidad<br />

organizacional.<br />

Este modelo de fiscalización es emergente<br />

no tiene antecedentes en las<br />

prácticas de la Revisoría Fiscal y, en tal<br />

sentido, constituye una innovación que<br />

se propone y entrega a la comunidad<br />

académica y profesional.<br />

Palabras clave<br />

Arquitectura organizacional, matrices<br />

de relación y fiscalización estratégica,<br />

teorías de la legitimidad, de los stakeholders,<br />

de la economía política, poder,<br />

control, paradigmas sociopolíticos.<br />

Abstract<br />

In this paper I develop a technological<br />

model for the Control of the organizational<br />

architecture, starting from the consideration<br />

that its application will contribute<br />

to the increase of the organizational<br />

competitiveness and productivity.<br />

The first element of the technological<br />

model is the control of the powers and<br />

interests in the organization. The second<br />

element is the control of the organizational<br />

culture (vision, mission, values<br />

and objectives). The third element is<br />

the control of the structure and activities<br />

in relation to the generation of value.<br />

The fourth element is the control of the<br />

organizational communication. The last<br />

element, which complements the model<br />

of control of the organizational architecture,<br />

is the organizational legitimacy.<br />

This model of control is emergent and<br />

does not have precedents in the practice<br />

of Fiscal Control and, in this sense,<br />

it is an innovation that is suggested for<br />

the consideration of the academic and<br />

professional community.<br />

Key words<br />

Organizational architecture, matrix of<br />

strategic control and relation, theories<br />

of the legitimacy of the stakeholders,<br />

theories of economical politics, power,<br />

control, socio-politic paradigms.<br />

Primera versión recibida en junio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en julio de <strong>2011</strong><br />

Artículo derivado del proyecto de investigación “Un modelo de fiscalización estratégica de arquitectura<br />

organizacional”, financiado por la Universidad Libre de Colombia.<br />

8 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Modelo de control integral organizacional<br />

Introducción<br />

Este artículo describe y presenta el modelo tecnológico de Fiscalización<br />

Estratégica de la Arquitectura Organizacional, incorporando instrumentos<br />

metodológicos como matrices analíticas de relación estratégica, matrices<br />

de fiscalización estratégica, unidades de análisis estratégico y unidades<br />

analíticas de relación estratégica, que se complementan con herramientas<br />

informáticas que facilitan su aplicación, dentro de un concepto de lazo abierto<br />

que permite parametrizar mediante la aplicación del criterio profesional<br />

y la permanente adaptación a los cambios tecnológicos, organizacionales<br />

o jurídicos. Después de determinar más de veinte indicadores de calidad<br />

de arquitectura organizacional, concluye con la determinación de un índice<br />

único.<br />

1. El marco de fiscalización de la arquitectura organizacional<br />

Un asunto de partida es aclarar la causa de incorporar el concepto de arquitectura,<br />

una expresión asociada con el ejercicio de una profesión o con<br />

la práctica de un arte. El concepto siempre se ha asimilado a la distribución<br />

y el uso de los espacios en un ambiente determinado y, sólo en los últimos<br />

años, se ha incorporado en extraños discursos relativos a las finanzas y<br />

a las ciencias sociales con un significado ignorado por las definiciones<br />

formales. En la construcción de la teoría y de la tecnología de la fiscalización,<br />

se ha decidido incluir el término con un significado derivado de las<br />

finanzas e incluso de la ingeniería, sin caer en el despropósito de ignorar<br />

la naturaleza social del control.<br />

1.1 El concepto de arquitectura organizacional. La arquitectura es el<br />

diseño conceptual y la estructura operacional fundamental de un sistema.<br />

En el campo de las organizaciones se constituye como modelo y descripción<br />

funcional de los requerimientos y las implementaciones de diseño para los<br />

elementos de la constitución organizacional, sus dimensiones y relaciones,<br />

con especial interés en la forma en que se estructura y trabaja internamente,<br />

al tiempo que accede e interactúa con las condiciones del entorno. También<br />

puede definirse como la forma de seleccionar, relacionar e interconectar<br />

elementos componentes para estructurar las organizaciones según los<br />

requerimientos de funcionalidad, rendimiento y costo. Por arquitectura se<br />

entiende la estructura de procedimientos y normas que definen el alcance<br />

y la operación de las organizaciones.<br />

La fiscalización de la arquitectura organizacional incluye regulación, información<br />

transparente, vigilancia, políticas, estructura, medidas para reducir<br />

inestabilidad, prevenir y gestionar las crisis, valorar el riesgo.<br />

9


Rafael Franco Ruiz<br />

1.2 Cobertura de la fiscalización a la arquitectura organizacional. En el<br />

marco de este trabajo se aborda el desarrollo de un modelo tecnológico para<br />

la fiscalización estratégica de la arquitectura organizacional. Entendiendo<br />

por tal, el conjunto de acciones de control que generan la protección de valores<br />

sociales en el largo plazo, coadyuvando a la viabilidad organizacional,<br />

no en todos los elementos del sistema, sólo en la conformación y relación<br />

de sus componentes para una acción trascendente, como se observa en la<br />

tabla 1. Visto este objeto de fiscalización de manera gráfica, se comprende<br />

que la presente contribución es un elemento mínimo del compromiso investigativo<br />

y queda, desde luego, un campo de construcción de conocimiento<br />

y un desafío para su aplicación al mundo social, al mundo organizacional.<br />

Tabla 1. Cobertura de la fiscalización<br />

COBERTURA<br />

Organización<br />

Producción<br />

Mercadeo<br />

Finanzas<br />

Talento humano<br />

Información<br />

Recursos físicos<br />

Sistemas técnicos<br />

Contratación<br />

Tributación<br />

OPORTUNIDAD<br />

ESTRATEGIA GESTIÓN RESULTADO<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

La determinación de este objeto de trabajo es improbable sin abordar el<br />

concepto de proceso administrativo. Un proceso es el conjunto de pasos o<br />

etapas necesarias para llevar a cabo una actividad. El proceso administrativo<br />

se define como el conjunto de pasos o etapas sucesivas e interrelacionadas<br />

entre sí, a través de las cuales se efectúa la administración, incluyendo la<br />

planeación, la gestión y la evaluación, cualquiera sea la doctrina administrativa<br />

que se utilice para tal fin. En este entorno, se toma el enfoque de<br />

gerencia estratégica, lo que no es limitante para el diseño e implementación<br />

de la metodología de fiscalización, puede tomarse cualquiera, siempre que<br />

se tengan claros los objetivos del proceso fiscalizador de la arquitectura<br />

organizacional.<br />

En una consideración estratégica, el nivel de planeación se integra por<br />

visión, misión, valores, políticas y objetivos. El nivel de gestión se integra<br />

10 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

por dirección, coordinación y ejecución, en tanto que el nivel de evaluación<br />

incluye la rendición de cuentas en componentes financieros y no financieros.<br />

La fiscalización estratégica tiene por objetivo coadyuvar a la viabilidad<br />

organizacional como una aspiración genérica, mientras la fiscalización<br />

estratégica organizacional se refiere a la disposición de los elementos de<br />

la organización, descritos en el capítulo segundo sobre el concepto de<br />

organización, es decir, fiscaliza los elementos, dimensiones y relaciones<br />

en la perspectiva del alcance o realización de sus respectivos objetivos<br />

y políticas, porque la viabilidad está determinada, precisamente, por la<br />

posibilidad de alcanzar tales objetivos y esto debe lograrse en la mayor<br />

proporción posible.<br />

De acuerdo con las aseveraciones enunciadas, la fiscalización estratégica<br />

de la arquitectura organizacional se aplicará sobre los elementos de la<br />

constitución organizacional, a saber: naturales, con objetivos de sustentabilidad;<br />

culturales, con objetivos de transformación y cambio; económicos,<br />

con objetivos de conservación de riqueza; y políticos, con objetivos de<br />

mantenimiento de una regulación relacional viable.<br />

Igualmente, la fiscalización estratégica de arquitectura organizacional se<br />

realiza en relación con las dimensiones organizacionales de los agentes<br />

(derechos, valores, intereses y poder) con objetivos de equidad e igualdad y<br />

del patrimonio (recursos naturales, patrimonio cultural organizacional, capital<br />

fijo y variable, y sistemas regulatorios) con objetivos de acceso y confianza.<br />

En el plano relacional, la fiscalización estratégica de la cultura organizacional<br />

actúa sobre los componentes vitales, desempeños, procesos y estructura<br />

con objetivos de autonomía y de responsabilidad, cohesionando el modelo<br />

en los objetivos de libertad y desarrollo.<br />

Este enfoque de fiscalización resulta innovador, se soporta en un criterio<br />

social de necesidades humanas y puede adaptarse a cambiantes situaciones<br />

de vigencia de intereses, valores y escenarios de relaciones de poder,<br />

por lo cual, la metodología es general, pero los instrumentos que de ella<br />

se derivan tienden a ser institucionales para satisfacer requerimientos de<br />

tiempo y de lugar. La cobertura de fiscalización estratégica supera ampliamente<br />

la dimensión financiera.<br />

2. Propedéutica, metodología y método en fiscalización de la arquitectura<br />

organizacional<br />

Se ha entendido por propedéutica, el conjunto de saberes y disciplinas que<br />

se requiere conocer para preparar el estudio de un objeto de conocimiento.<br />

Constituye una etapa previa a la metodología. Para el efecto de este<br />

trabajo, es claro que no bastan conocimientos previos en contabilidad y<br />

11


Rafael Franco Ruiz<br />

control, se requiere una fundamentación en ciencias políticas, sociología,<br />

administración, economía e ingeniería industrial.<br />

La metodología se refiere a los métodos necesarios para confirmar las hipótesis,<br />

realizar las políticas o alcanzar los objetivos en una investigación. El<br />

término es aplicable a las técnicas y a las artes cuando es necesario efectuar<br />

una observación o análisis riguroso o explicar una forma de interpretar las<br />

políticas, el proceso o la obra. Es el conjunto de métodos que rigen en una<br />

investigación científica o en una exposición doctrinal; el conocimiento de<br />

Gráfico 1. Modelo de fiscalización estratégica<br />

Formulación de<br />

estrategia<br />

Ejecución de<br />

estrategia<br />

Formulación de<br />

instrucciones<br />

Fiscalizar<br />

arquitectura<br />

organizacional<br />

Fiscalizar<br />

interno<br />

Instruir<br />

arquitectura<br />

organizacional<br />

Identificar<br />

amenazas<br />

Identificar<br />

oportunidades<br />

Fiscalizar<br />

objetivos<br />

Fiscalizar<br />

metas<br />

Fiscalizar<br />

entorno<br />

Identificar<br />

debilidades<br />

Identificar<br />

fortalezas<br />

Fiscalizar<br />

estrategia<br />

Fiscalizar<br />

políticas<br />

Formulación de<br />

instrucciones<br />

Fuente: Construcción del autor a partir de las afirmaciones de Fred David.<br />

Evaluación de<br />

estrategia<br />

Fiscalizar<br />

asignación<br />

de recursos<br />

Fiscalizar<br />

resultados<br />

<strong>12</strong> Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

políticas, procedimientos y técnicas necesarios para investigar en un área<br />

científica. En síntesis, el estudio y el conocimiento de los métodos.<br />

El método es el procedimiento para alcanzar los objetivos, las técnicas<br />

necesarias para llevarlos a cabo. Los métodos son vías que permiten el<br />

descubrimiento o construcción de conocimientos para solucionar los problemas<br />

de investigación.<br />

La metodología aquí aplicada puede denominarse analítica descriptiva y<br />

pretende, a partir de una dialéctica hermenéutica, establecer la identificación<br />

de amenazas y oportunidades en relación con el entorno y de debilidades<br />

y fortalezas en relación con lo interno, para coadyuvar al éxito de las organizaciones<br />

a partir de la arquitectura organizacional. Con base en estos<br />

conceptos, se determina el modelo de fiscalización estratégica descrito en<br />

el Gráfico 1, fundamentado en el trabajo La gerencia estratégica de Fred<br />

David (1990), donde se observa que la fiscalización de la arquitectura organizacional,<br />

en relación con lo interno y el entorno, permite diagnósticos<br />

sobre la emergencia de amenazas y oportunidades, fortalezas y debilidades,<br />

que han de fundamentar instrucciones orientadas a la viabilidad de la<br />

arquitectura organizacional a partir de la implementación de acciones que<br />

tienen efectos de largo plazo.<br />

El enfoque metodológico descrito en el modelo de fiscalización estratégica<br />

se realiza en el objetivo relativo a arquitectura organizacional a través de<br />

cuatro métodos: matrices de fiscalización estratégica, matrices analíticas de<br />

relación estratégica, unidades de análisis estratégico y unidades analíticas<br />

de relación estratégica.<br />

Los métodos de fiscalización estratégica. Las matrices a que se refiere<br />

este método no tienen que ver con criterios matemáticos de algebra o<br />

programación lineal, se trata simplemente de un cuadro de doble entrada<br />

que permite descripciones y relaciones de un objeto de conocimiento<br />

que se somete a interpretación dialéctica en relación con los parámetros<br />

del concepto de organización ya enunciados, para inferir de ellos unas<br />

conclusiones que permiten la formación de una evidencia que sustenta la<br />

emisión de instrucciones requeridas para optimizar los procesos, estructuras<br />

y relaciones que permiten la viabilidad de los objetivos de la arquitectura<br />

organizacional.<br />

Los elementos constitutivos de la matriz se denominan taxones y variables<br />

de fiscalización. La taxonomía se refiere al ordenamiento de elementos y,<br />

en sentido general, se ha definido como la ciencia de la clasificación. El<br />

término se emplea en biología para ordenar los organismos en un sistema<br />

de clasificación. Para los efectos del presente trabajo, se define la taxonomía<br />

como un sistema de clasificación de los elementos de un objeto de<br />

13


Rafael Franco Ruiz<br />

fiscalización que funciona como contenedor de información, intérprete de<br />

políticas y permite los elementos de predicción de resultados.<br />

El factor de la clasificación del objeto de fiscalización es el taxón, entendido<br />

como cada una de las partes que integra la taxonomía expresada en la<br />

clasificación. La finalidad de clasificar los objetos de fiscalización en taxones<br />

formalmente definidos, es identificar elementos de composición estricta y<br />

cuya identificación permita el análisis de información y la construcción de<br />

predicciones. Los taxones existen dentro de una clasificación dada, sujeta<br />

a cambios y sobre la que pueden presentarse discrepancias, lo que obliga,<br />

respecto a ciertas denominaciones problemáticas, a especificar el sentido<br />

en que está usándose e incluso la escuela de pensamiento administrativo<br />

que inspira la clasificación.<br />

Las variables de fiscalización se refieren a las cualidades o características<br />

que deben ser satisfechas por los taxones, es decir, están relacionadas con<br />

todos y cada uno de ellos, porque se interceptan para crear una red descriptiva<br />

y predictiva que permite la acción de fiscalización a un nivel analítico.<br />

Matrices de fiscalización estratégica. Constituye el nivel básico de los<br />

métodos de fiscalización y en ella se relacionan los taxones y variables de<br />

fiscalización que deben ser objeto de medición en procesos de observación<br />

o inspección, como se observa en la Tabla 2. En la matriz de fiscalización<br />

estratégica se observa una columna derecha titulada irregularidades, en la<br />

cual se registran las celdas donde los resultados de la medición son poco<br />

o nada satisfactorios; en un mayor nivel de exigencia, podrían incluirse las<br />

aceptables.<br />

Tabla 2. Matriz de fiscalización estratégica<br />

TAXONES<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 <strong>12</strong><br />

IRREGULARIDAD<br />

CONCLUSIONES: ___________________________________<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Esas referencias se conectan con la planilla instruccional, en la que se<br />

identifica la irregularidad, se describe y con base en las predicciones sobre<br />

su corrección se establecen las instrucciones que deben ser objeto de un<br />

informe a la entidad fiscalizada, al funcionario responsable del asunto, y<br />

14 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

ser objeto de seguimientos posteriores. Esta planilla instruccional, ilustrada<br />

en la Tabla 3, es componente de la sumatoria evidencial. Los informes aquí<br />

determinados, instrucciones, forman parte de la memoria de fiscalización.<br />

Tabla 3. Planilla instruccional<br />

RESPONSABLE: ___________________________________________<br />

FECHA: __________________________________________________<br />

ITEM IRREGULARIDADES INSTRUCCIÓN OFICIO<br />

G6<br />

K6<br />

G7<br />

K7<br />

SEGUIMIENTO<br />

1 2 3<br />

OBSERVACIONES: _________________________________________<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Matrices analíticas de relación estratégica. Las matrices analíticas de<br />

relación estratégica se conforman como un cuadro de doble entrada, pero<br />

sus características son diferentes a las matrices de fiscalización estratégica.<br />

El objetivo de este método es establecer las relaciones existentes entre<br />

los taxones de un objeto de fiscalización y, en tal virtud, las variables de<br />

fiscalización se constituyen por las propiedades o cualidades de cada taxón<br />

y se incluyen en las celdas que las integran.<br />

De esta manera, tanto las filas como las columnas se identifican con los<br />

taxones en el mismo orden, con lo cual se establecen unas celdas en diagonal,<br />

que relacionan a un determinado elemento consigo mismo. Estas<br />

celdas se diligencian incluyendo en ellas las variables que caracterizan al<br />

taxón, es la identidad del taxón y base del establecimiento de las relaciones.<br />

Tabla 4. Matriz analítica de relación estratégica<br />

RELATIVOS CAPIT<strong>AL</strong> GERENCIA TRABAJO CLIENTES … … … IRREGULARI-<br />

DAD<br />

CAPIT<strong>AL</strong><br />

GERENCIA<br />

TRABAJO<br />

CLIENTES<br />

…<br />

CONCLUSIONES: ____________________________________________<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

15


Rafael Franco Ruiz<br />

Una vez determinadas las propiedades, características o cualidades de<br />

cada taxón, sus variables, se procede a la realización del análisis relacional<br />

referente a cada uno de los otros taxones, como se observa en la Tabla 4.<br />

Las variables de los diferentes taxones se comparan y ello permite determinar<br />

el tipo de relación entre ellas. Algunas serán convergentes porque se<br />

identifican en la relación entre los taxones analizados o, en todo caso, no<br />

determinan oposiciones entre ellos, y otras serán divergentes porque incluyen<br />

contradicciones, diferencias significativas entre los taxones analizados<br />

y constituirán, por tanto, riesgos, amenazas o debilidades en la estructura<br />

del objeto de fiscalización.<br />

Las variables convergentes se registran por encima de la diagonal de<br />

identidad de los taxones y las divergentes por debajo de la misma. Las<br />

relaciones establecidas deben ser objeto de estudio descriptivo de fondo,<br />

para determinar la existencia de políticas y estrategias, para contrarrestar<br />

o eliminar resultados problemáticos o la pérdida de oportunidades y, en<br />

consecuencia, determinar las irregularidades que se materializan ante la<br />

ausencia o inefectividad de tales políticas y estrategias. En un modelo sofisticado<br />

es posible calificar las relaciones, ponderarlas y obtener un índice<br />

de calidad de las relaciones del objeto de fiscalización.<br />

Como en el método anterior, las irregularidades se identifican por las celdas<br />

que registran las intersecciones convergentes o divergentes y su contrastación<br />

con políticas y estrategias y se conectan con una planilla instruccional<br />

en la que se establecen las instrucciones derivadas de las predicciones<br />

establecidas por el fiscalizador, es decir, se realiza el proceso de información<br />

y de documentación del expediente de fiscalización correspondiente.<br />

Unidades de análisis estratégico. Las unidades de análisis estratégico<br />

permiten retornar al ámbito cuantitativo, al marco objetivo, tan acostumbrado<br />

en contabilidad y control organizacional. La unidad de análisis estratégico<br />

permite la realización de investigaciones multivariables a partir de una<br />

clasificación simple o compuesta de los taxones que encabezan las filas<br />

del componente descriptivo del método.<br />

Como siempre, los taxones son los elementos constitutivos del objeto<br />

de fiscalización y, para su determinación, se someten a un proceso de<br />

clasificación sobre una determinada base, por ejemplo, en relación con la<br />

generación de valor en una perspectiva estratégica, esto es, en relación<br />

con las contribuciones a la realización de la misión organizacional o por su<br />

factor relacional con otros taxones en los procesos de trabajo, en fin, sobre<br />

determinaciones críticas para la comprensión y prescripción que anteceden<br />

la formulación de instrucciones, como se describe en la Tabla 5.<br />

16 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Las variables de fiscalización pueden ser múltiples, se expresan en cifras<br />

cuantitativas derivadas de los sistemas de información y, casualmente, de<br />

observaciones o estimaciones estructuradas, valores que son objeto de<br />

agregaciones segmentadas por tipo de clasificación y que, al relacionarse<br />

con los valores totales, permiten el cálculo de índices de eficiencia de cada<br />

variable, evaluables según unas reglas de interpretación predefinidas.<br />

Tabla 5. Unidad de análisis estratégico<br />

FACTOR DE<br />

ANÁLISIS<br />

TOT<strong>AL</strong> A<br />

TOT<strong>AL</strong> B<br />

TOT<strong>AL</strong> C<br />

GRAN TOT<strong>AL</strong><br />

EFICICIENCIA<br />

PONDERACIÓN<br />

EFIC PONDERA<br />

TIPO<br />

FACTOR DE ANÁLISIS<br />

OPERAR. GASTOS COSTOS ACTIVO … … …<br />

CONCLUSIONES: _____________________________________________________<br />

IRREGULA-<br />

RIDAD<br />

ÍNDICE C<strong>AL</strong>I-<br />

DAD<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Los índices de eficiencia así determinados, se pueden hacer objeto de<br />

ponderación de acuerdo con la importancia relativa de cada variable en<br />

relación con el objeto de fiscalización, permitiendo la determinación de<br />

índices de eficiencia relativa que, al ser agregados, permiten conocer un<br />

índice de calidad del objeto de fiscalización.<br />

A partir de las valoraciones de las variables se identifican irregularidades,<br />

factores de riesgo, oportunidades o amenazas, se determinan fortalezas y<br />

debilidades que permiten la interpretación y la comprensión de la descripción<br />

del objeto de fiscalización, la determinación de prescripciones orientadas<br />

al éxito y, a partir de ellas, se conecta con una nueva planilla instruccional<br />

que desarrolla las predicciones.<br />

Las unidades de análisis estratégico diligenciadas alimentan la bitácora, las<br />

planillas instruccionales lo harán en relación con la sumatoria evidencial y<br />

los informes con la memoria de fiscalización, sistematizando los respectivos<br />

expedientes.<br />

Unidades analíticas de relación estratégica. Las unidades analíticas<br />

de relación estratégica nos colocan en un plano de diversidad, en donde<br />

los mismos taxones se miden en términos cuantitativos y cualitativos o<br />

simplemente descriptivos, como se describe en la Tabla 6, posibilitando<br />

17


Rafael Franco Ruiz<br />

elevados niveles de comprensión, a partir de los cuales se construye un<br />

diagnóstico incluyente de las predicciones que han de generar mutaciones<br />

en un camino hacia el éxito.<br />

Este método tiene grandes posibilidades de aplicación, puede incluir o no<br />

medidas de eficiencia y cálculos de índice de calidad del objeto de fiscalización,<br />

permite descripciones y predicciones de tipo cuantitativo y cualitativo<br />

para alimentar las instrucciones de fiscalización a partir de planillas<br />

instruccionales e informes que, con el mismo procedimiento de los otros<br />

métodos, conduce a la constitución y organización de los expedientes.<br />

Tabla 6. Unidad analítica de relación estratégica<br />

FACTOR<br />

ANÁLISIS<br />

FACTOR DE ANÁLISIS VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN IRREGULARIDAD<br />

A B C D 1 2 3 4<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Con la presentación de estos métodos, se inicia la construcción del sistema<br />

de fiscalización estratégica de la arquitectura organizacional, en la que se<br />

incluyen sus componentes de intereses y poder, cultura, estructura, infraestructura,<br />

actividades, comunicación y legitimación organizacional. Desde<br />

luego, se requiere un paso previo, consistente en abordar el problema de<br />

medición, de gran importancia en las matrices de fiscalización y de relación<br />

estratégica, así como en la unidad analítica de relación estratégica, es decir,<br />

en las que vinculan la relación de taxones y variables de fiscalización.<br />

Medición. Las matrices construidas se aplican al objeto de fiscalización<br />

y, en cada una de las celdas, se consigna el resultado de la observación,<br />

comprobación o experimento, utilizando para ello una convención de medición<br />

cuantitativa o cualitativa, que permite la comprensión de todas las<br />

características del objeto de fiscalización que, al ser confrontadas con su<br />

deber ser, posibilita la construcción de instrucciones fundamentadas en<br />

predicciones de optimización. Importante elemento en la evaluación del<br />

objeto de fiscalización la constituye la existencia de mediciones subjetivas,<br />

dado que los discursos contables, con sus estructuras positivistas, nos han<br />

cautivado a las mediciones cuantitativas; esto requiere cambios de actitud<br />

y eliminación de la resistencia al cambio en los agentes fiscalizadores.<br />

No resulta sencillo romper con las tradiciones de mediciones cuantitativas<br />

para optar al nuevo plano de mediciones cualitativas, más subjetivas, le-<br />

18 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

janas a las tradiciones positivas de contabilidad y control. El asunto radica<br />

en que para la fiscalización de arquitectura organizacional se superan las<br />

tradiciones de la administración por objetivos y se incluyen las referentes<br />

a la administración por políticas, propia de las tradiciones orientales, hoy<br />

reivindicadas por la teoría general de sistemas.<br />

Medir es comparar la cantidad desconocida con una conocida de la misma<br />

magnitud que elegimos como unidad. La medición requiere la concurrencia<br />

de tres elementos, el objeto de medición, la base de medición y la unidad<br />

de medida y este sistema es claro sobre bases cuantitativas, pero se hace<br />

difuso cuando la medición es cualitativa, lo cual se presenta en la fiscalización<br />

de políticas, porque en este evento cobra importancia el elemento<br />

subjetivo que constituye la estimación de quien mide.<br />

Cuando se mide, se debe tener cuidado para evitar alterar el sistema<br />

observado. No se puede perder de vista que las medidas se realizan con<br />

algún tipo de error, debido a imperfecciones del instrumental o debido a<br />

limitaciones del medidor, errores experimentales, por eso, al medir, se<br />

debe hacer de manera que la alteración producida sea inmaterial porque<br />

se minimiza el error experimental que se pueda cometer.<br />

Aún con los riesgos de error, es importante la medición cualitativa cuando<br />

no se disponga de una base y una unidad cuantitativa estandarizada y<br />

reconocida; esto ocurre con frecuencia en la fiscalización de políticas, y la<br />

pertinencia del control determina que no se pueden perder posibilidades<br />

de fiscalización por no contar con ámbitos cuantitativos. En el caso de las<br />

matrices de fiscalización estratégica se debe determinar alguna base y<br />

ésta puede constituirse por un elemento binario, cuando sólo existen dos<br />

opciones de valoración de las observaciones; estas opciones deben ser<br />

seleccionadas cuidadosamente para no incurrir en errores de interpretación<br />

que conducen a errores de predicción, base de la acción instruccional.<br />

Alternativas del tipo sí o no pueden ser riesgosas.<br />

La siguiente posibilidad, es utilizar una escala de estimación que se constituye<br />

por unos valores de representación y unos signos de representación;<br />

un caso de valoración puede ser relativo a algún objetivo de la valoración,<br />

por ejemplo: eficiente, aceptable, deficiente, muy deficiente o satisfactorio,<br />

aceptable, poco satisfactorio, nada satisfactorio. El segundo caso,<br />

resulta más genérico. A cada alternativa se le aplica un signo que puede<br />

ser numérico, alfabético, alfanumérico o gráfico; por efectos prácticos, es<br />

recomendable utilizar signos numéricos, sin caer en el error de creer que<br />

la escala obtenida es cuantitativa.<br />

Esta medición, representada en la Tabla 7, es autónoma y permite identificar<br />

fortalezas, oportunidades, debilidades o amenazas en cada una de las<br />

19


Rafael Franco Ruiz<br />

intersecciones de los taxones con las variables de fiscalización, a partir de<br />

las cuales se consideren como irregulares las alternativas de poco o nada<br />

satisfactorio, sobre las que se debe proceder a impartir instrucciones a<br />

partir de la interpretación de la situación y la determinación de predicciones<br />

de solución.<br />

Tabla 7. Escala de valoración<br />

V<strong>AL</strong>ORES DE MEDICIÓN<br />

SIGNOS DE REPRESENTACIÓN<br />

SATISFACTORIO 4<br />

ACEPTABLE 3<br />

POCO SATISFACTORIO 2<br />

NADA SATISFACTORIO 1<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Ésta resulta ser una forma de medición simple, básica, pero la misma puede<br />

ser objeto de mayores niveles de complejidad, una de ellas es la doble<br />

ponderación. La doble ponderación se determina asignando un valor relativo<br />

a cada taxón y a cada variable de fiscalización, lo que permite obtener<br />

una medición ponderada como resultado de multiplicar la evaluación por<br />

cada una de las ponderaciones, como se describe en la Tabla 8. El total<br />

de las ponderaciones de los taxones siempre será igual a la suma de las<br />

ponderaciones de las variables de fiscalización y su valor estará dentro del<br />

rango de valoración.<br />

Cuando se divide la sumatoria de los valores objeto de la doble ponderación<br />

por el tamaño de la escala, se obtiene un índice de calidad, que tiene la<br />

característica de ser un valor porcentual, que será objeto de una segunda<br />

interpretación determinada con base en reglas preestablecidas.<br />

Tabla 8. Interpretación autónoma de índices de calidad<br />

RANGO (%)<br />

INTERPRETACIÓN<br />

O HASTA 60 NADA SATISFACTORIO<br />

+ 60 HASTA 70 POCO SATISFACTORIO<br />

+ 70 HASTA 80 ACEPTABLE<br />

+ 80 HASTA 90 SATISFACTORIO<br />

+ 90 EXCELENCIA<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Las reglas de interpretación se determinan con base en las características<br />

del objeto de fiscalización y el tipo de organización fiscalizada, bien sea<br />

a partir de su organización jurídica, su actividad económica u otro factor<br />

identitario.<br />

20 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Existen todavía nuevos escenarios de interpretación que aportan sustancialmente<br />

a la comprensión del asunto y, desde luego, orientan con mayor<br />

objetividad las predicciones que alimentan las instrucciones. Es factible<br />

establecer una evaluación emulativa, para lo cual se pueden determinar dos<br />

planos, uno interno y otro externo. En el plano interno se puede observar<br />

el comportamiento del índice de calidad a través del tiempo y en el externo<br />

se pueden establecer comparaciones con organizaciones de similares<br />

características, con los promedios de un sector por actividad económica o<br />

por forma jurídica o con índices técnicos determinados mediante estudios<br />

especiales, como se describe en la Tabla 9.<br />

Tabla 9. Interpretación emulativa de índices de calidad<br />

ÍNDICES EMULATIVOS<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong><br />

ÉMULO 1<br />

ÉMULO 2<br />

SECTORI<strong>AL</strong><br />

ESTÁNDAR<br />

ÍNDICES TEMPOR<strong>AL</strong>ES<br />

PUNTU<strong>AL</strong> DINÁMICO TENDENCI<strong>AL</strong><br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Los índices temporales de calidad se determinan como puntual, referido a<br />

la medición actual; dinámico, que informa la variación porcentual en relación<br />

con una medición anterior; y tendencial, relativo a la tendencia estadística<br />

observada en no menos de cinco mediciones. Esta información es determinante<br />

para conocer el objeto de fiscalización por su comportamiento y no<br />

simplemente por una medición temporal que puede decir mucho, pero no<br />

muestra las tendencias, información necesaria en el proceso de descripción<br />

y básica para la predicción.<br />

Los índices emulativos de calidad se determinan como institucional, comparativo,<br />

sectorial y estándar. El primero, corresponde a las mediciones del<br />

objeto de fiscalización en el ente fiscalizado; el segundo, a uno o varios entes<br />

de la misma naturaleza; el tercero, corresponde a promedios sectoriales;<br />

y, el último, a mediciones técnicas que definen cuál sería el valor óptimo.<br />

Estos elementos son determinantes en la interpretación y la predicción.<br />

Toda esta información, las matrices con sus mediciones relativas a determinado<br />

objeto de fiscalización y las tablas de interpretación con la descripción<br />

de sus comprensiones, forman parte de la bitácora del proceso<br />

de fiscalización.<br />

21


Rafael Franco Ruiz<br />

3. Métodos de fiscalización estratégica de la arquitectura organizacional<br />

A partir de la descripción del método de fiscalización, se procede a describir<br />

la forma de abordar dicho método en los diferentes niveles de fiscalización<br />

que se debe realizar sobre la arquitectura organizacional.<br />

3.1 Fiscalización relacional de agentes sociales. Se orienta esta acción<br />

fiscalizadora a establecer el estado del balance entre agentes sociales<br />

relacionados en el proceso administrativo, buscando determinar el tipo de<br />

relaciones existentes, verificando la existencia de políticas y estrategias que<br />

permitan neutralizar o eliminar las tensiones que pueden afectar de manera<br />

significativa o determinante el funcionamiento armónico de la organización<br />

y coadyuven al fortalecimiento de aquellas que actúan como palancas de<br />

la eficiencia organizacional.<br />

Una organización puede caracterizarse por la presencia de elementos positivos<br />

en factores tradicionalmente fiscalizados, como la transparencia de<br />

la información, la eficiencia y eficacia de la administración, la subordinación<br />

a las normas legales y administrativas, pero que si no desarrolla e implementa<br />

una cultura entre sus agentes sociales que brinde prevalencia a la<br />

aplicación de satisfactores para disminuir o eliminar tensiones, se puede<br />

encontrar en riesgo permanente de insertarse en escenarios de crisis, por<br />

tanto, sus políticas y estrategias de neutralización o eliminación de tensiones<br />

relacionales y fortaleciendo las relaciones convergentes, debe ser de largo<br />

alcance y constituir una práctica permanente.<br />

La fiscalización, al describir las características de las relaciones entre los<br />

agentes e interpretarlas a partir de su clasificación como convergentes o<br />

divergentes y a partir de tal descripción comprensiva, deberá establecer predicciones<br />

sobre el camino a las relaciones óptimas y, por esta vía, construir<br />

las instrucciones requeridas, aportando armonía a la organización a partir de<br />

la satisfacción de las necesidades originarias de los intereses en conflicto.<br />

Para la ilustración de la aplicación de este método de fiscalización se utilizan<br />

matrices analíticas de relación estratégica y se aborda el caso relativo a<br />

fiscalización de intereses y de poder entre agentes sociales.<br />

En la sección referente a la redefinición del concepto de control, capítulo<br />

segundo, se abordó la temática referente a la redefinición del concepto de<br />

organización y en él se estableció que ésta se constituye como un escenario<br />

de conflictos entre los agentes sociales que interactúan de manera directa<br />

e indirecta en la administración, algunos se encuentran físicamente en su<br />

interior, mientras otros intervienen desde el entorno.<br />

22 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Los agentes de acción interna son los administradores y los trabajadores<br />

y se puede pensar que es entre ellos en quienes se pueden iniciar las mayores<br />

tensiones, pero desde el entorno actúan e interactúan otros agentes<br />

como capital, clientes, consumidores, prestamistas, proveedores, otros<br />

acreedores, aseguradores, competencia, Estado y sociedad en general;<br />

cada uno de ellos, es personero de necesidades que en su intención de<br />

satisfacción se estructuran como intereses que se manifiestan en la actividad<br />

organizacional a través del ejercicio de poder.<br />

La aplicación del método de fiscalización relacional de agentes sociales se<br />

inicia con la construcción de una matriz analítica de relación estratégica de<br />

Intereses. Su primer paso consiste en identificar los intereses que caracterizan<br />

a cada agente social y, para ello, debe realizarse una observación<br />

a partir de necesidades humanas y un trabajo de campo que verifique la<br />

materialización de tales necesidades como intereses. Esta actividad requiere<br />

el diligenciamiento de la diagonal de la respectiva matriz, es decir, la celda<br />

de intersección de un agente social consigo mismo.<br />

La actividad continúa con la clasificación de los intereses de cada agente<br />

social en relación con los otros, registrando los intereses convergentes o<br />

de coalición, como los denomina Luis Cea García (1979), en las celdas<br />

superiores, es decir, las que se localizan por encima de la matriz; y los<br />

intereses contradictorios o divergentes en la sección inferior, esto es, por<br />

debajo de la diagonal de la matriz, de la manera que se ilustra en el anexo<br />

1. Éste ya constituye un importante escenario de análisis, pero la sola<br />

identificación de intereses de los agentes sociales es una información de<br />

suyo incompleta, podría no tener posibilidades de generación de riesgos<br />

para la entidad fiscalizada.<br />

La segunda actividad se relaciona con la construcción de una segunda<br />

matriz que se denomina matriz estratégica de análisis de relación de poderes<br />

y riesgos (ver anexo 2). Se trata de identificar las modalidades de<br />

ejercicio de poder que puede desarrollar cada agente social en relación<br />

con los otros y sus efectos. Para ello deben diligenciarse, en primer lugar,<br />

los mecanismos de poder propios de cada agente, requiriendo diligenciar<br />

la diagonal de la respectiva matriz, por ejemplo, la celda de intersección<br />

de un agente social consigo mismo.<br />

Se continúa con la clasificación de los mecanismos de poder de cada<br />

agente social en relación con los intereses de los otros, registrando los<br />

efectos convergentes en las celdas superiores, las que se localizan por<br />

encima de la matriz, y los contradictorios o divergentes en la sección inferior,<br />

es decir, por debajo de la diagonal de la matriz, de la manera que se<br />

ilustra en el anexo 2, desde luego, en las celdas en que se han clasificado<br />

intereses. Es claro que del análisis relacional de poderes e intereses se<br />

23


Rafael Franco Ruiz<br />

deriva la identificación de oportunidades y fortalezas, en la parte superior<br />

de la matriz, por encima de la diagonal, y por debajo de ella las amenazas<br />

y debilidades, surgidas de las posibles acciones de poder entre intereses<br />

contradictorios. Los factores relacionados con fortalezas y debilidades sólo<br />

tienen presencia en las relaciones entre agentes internos. Se tiene una<br />

percepción más amplia para el análisis y se permite predecir los riesgos<br />

inmanentes que surgen de las relaciones entre los agentes.<br />

Los mecanismos de ejercicio de poder pueden manifestarse como acciones<br />

directas, como es el caso de la toma de decisiones, el paro, la disminución<br />

de ritmos de actividad, el bloqueo al consumo o al pago; pero pueden<br />

existir otras manifestaciones incluidas en empoderamientos no surgidos<br />

de los propios agentes sino de la acción del Estado, como es el caso de<br />

las normas legales que protegen a determinado agente o le prohíben determinadas<br />

conductas en aspectos ambientales, laborales, de protección<br />

del consumidor, sobre la tributación, etc.<br />

La construcción de la matriz estratégica de análisis de relación de poderes,<br />

riesgos y oportunidades, es una actividad que requiere de experticia y<br />

creatividad, comprensión y conocimiento por parte del diseñador del control;<br />

a partir del análisis de los intereses y los mecanismos de ejercicio de<br />

poder, se registra en las respectivas celdas la identificación de amenazas,<br />

oportunidades, fortalezas y debilidades que se derivan de tales intereses<br />

y poderes, como se ilustra en el anexo 2.<br />

Es el momento de llevar a la práctica la actividad de fiscalización y, para ello,<br />

se debe construir un tercer instrumento, la matriz estratégica de controles de<br />

relación de poderes, riesgos y oportunidades (ver anexo 3). Los controles<br />

están inmersos en las políticas, estrategias y procedimientos administrativos<br />

y operativos de la entidad, y es necesario identificar su existencia o<br />

determinar su inexistencia, también medir su efectividad. Los controles<br />

pueden estar dirigidos al mantenimiento de fortalezas y oportunidades, o<br />

a contrarrestar o eliminar los efectos de las amenazas y las debilidades.<br />

Para diligenciar la matriz estratégica de controles de relación de poderes,<br />

riesgos y oportunidades se parte del análisis de políticas y estrategias para<br />

determinar si éstas se orientan a fortalecer las oportunidades y hacer uso<br />

estratégico de las fortalezas, en relación con el ejercicio de poder convergente<br />

determinado en la matriz de poderes, riesgos y oportunidades, así como<br />

para contrarrestar los efectos de las amenazas y debilidades identificados<br />

en la misma matriz. En este nivel se pueden identificar las irregularidades<br />

de relación que dan origen a una planilla instruccional y a las actividades<br />

ya descritas en la definición del método.<br />

En estas condiciones, se requiere complementar la descripción de los<br />

controles incluidos en las políticas y estrategias, que pueden ser activos u<br />

24 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

omisivos, regulativos o comportamentales, utilizando una escala de medición<br />

que conduzca a la determinación de un índice de calidad de relación<br />

a partir de la ponderación de variables.<br />

Son controles activos, aquellos que determinan la realización de una acción<br />

(medir, verificar, autorizar, etc.) en tanto que los omisivos, se refieren<br />

a dejar de hacer algo, eliminando o contrarrestando el riesgo, por ejemplo,<br />

eliminación de trámites o requisitos.<br />

Los controles se pueden clasificar como regulativos cuando se manifiestan<br />

a través de normas, reglamentos o códigos y serán comportamentales<br />

cuando se orienten a mantener o modificar conductas, como es el caso de<br />

la sensibilización, capacitación e incluso el castigo y la recompensa.<br />

Para calificar los controles se establece una escala de medición de la que<br />

se pueden derivar otras formas de evaluación, como ya se explicó en el<br />

acápite de medición. Esta escala de valoración puede ser del tipo ilustrado<br />

en la Tabla 10 y se aplicará en la matriz estratégica de controles de relación<br />

de poderes, riesgos y oportunidades (anexo 3), en aquellas celdas<br />

diligenciadas en la matriz de poderes, riesgos y oportunidades (anexo 2).<br />

Tabla 10. Escala de valoración de controles<br />

V<strong>AL</strong>ORES DE MEDICIÓN<br />

SIGNOS DE REPRESENTACIÓN<br />

SATISFACTORIO 4<br />

ACEPTABLE 3<br />

EXISTE PERO NO ES EFECTIVO 2<br />

NO EXISTE 1<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

En la escala de valoración se deben determinar reglas de interpretación,<br />

que, de alguna manera, están determinadas en sus propios valores de<br />

medición, conduciendo a considerar como situación irregular las calificadas<br />

como existentes pero no efectivas, y no existentes, signadas con los<br />

números 2 y 1, respectivamente. Estas irregularidades identificadas son<br />

objeto de instrucciones a la administración, expresan predicciones orientadas<br />

a la solución y se fundamentan en la recomendación de inclusión de<br />

políticas tendientes a satisfacer necesidades de los agentes, neutralizando<br />

así sus intereses divergentes, transformándolos en convergentes, al tiempo<br />

que estos últimos se fortalecen o se mantienen como consecuencia de la<br />

inclusión de acciones contenidas en las instrucciones.<br />

Las calificaciones obtenidas en la matriz estratégica de controles de relación<br />

de poderes, riesgos y oportunidades (anexo 3), se sintetizan en un promedio<br />

horizontal por cada agente social, que, en cada caso, estarán dentro<br />

25


Rafael Franco Ruiz<br />

del rango de la escala. A cada agente social se le asigna una ponderación<br />

que señale la importancia para la acción estratégica de la organización,<br />

que se determina a partir del criterio profesional y la experticia del diseñador<br />

de controles. Se procede a relacionar la calificación promedio con la<br />

ponderación para obtener una evaluación ponderada que, al ser totalizada,<br />

determina un valor dentro de la escala de valoración, entre uno y cuatro,<br />

para el ejemplo hipotético.<br />

Es el momento de determinar el índice de calidad de relación organizacional,<br />

obteniéndolo de la división del total ponderado por el tamaño de la escala,<br />

para el ejemplo, cuatro. El resultado es un valor porcentual que debe ser<br />

objeto de interpretación, a partir de una determinada regla preestablecida,<br />

del tipo ilustrado en la Tabla 11. De acuerdo con la regla de interpretación,<br />

en el ejemplo hipotético, el marco de relación entre agentes es poco<br />

satisfactorio, (61,9%) y, en tal caso, se requiere un proceso de cambio,<br />

orientado a eliminar las irregularidades identificadas e incluso a mejorar lo<br />

simplemente aceptable.<br />

Tabla 11. Interpretación autónoma del índice de calidad de relación organizacional<br />

RANGO (%)<br />

INTERPRETACIÓN<br />

0 HASTA 60 NADA SATISFACTORIO<br />

+ 60 HASTA 70 POCO SATISFACTORIO<br />

+ 70 HASTA 80 ACEPTABLE<br />

+ 80 HASTA 90 SATISFACTORIO<br />

+ 90 EXCELENCIA<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Esta evaluación es puntual en un momento determinado del tiempo y por<br />

ello insuficiente para el análisis y diagnóstico; se requieren herramientas<br />

más fuertes para una interpretación de mayor pertinencia y profundidad.<br />

La profundización del análisis se puede fundamentar en un proceso emulativo<br />

en nuevos escenarios de interpretación, que aportan sustancialmente a<br />

la comprensión del problema y, desde luego, orientan con mayor objetividad<br />

las predicciones que alimentan las instrucciones. Para realizar la evaluación<br />

emulativa, se determinan dos planos, uno interno y otro externo. En el<br />

plano interno se puede observar el comportamiento del índice de calidad<br />

a través del tiempo y en el externo se pueden establecer comparaciones<br />

con organizaciones de similares características, con los promedios de un<br />

sector por actividad económica, ubicación geográfica, forma jurídica u otro<br />

factor o con índices técnicos determinados mediante estudios especiales,<br />

como se describe en la Tabla <strong>12</strong>.<br />

26 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Tabla <strong>12</strong>. Interpretación emulativa de índices de calidad de relación organizacional<br />

ÍNDICES EMULATIVOS<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong><br />

ÉMULO 1<br />

ÉMULO 2<br />

SECTORI<strong>AL</strong><br />

ESTÁNDAR<br />

ÍNDICES TEMPOR<strong>AL</strong>ES<br />

PUNTU<strong>AL</strong> DINÁMICO TENDENCI<strong>AL</strong><br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Los índices temporales de calidad se determinan como puntual, referido a<br />

la medición actual; dinámico, que informa la variación porcentual en relación<br />

con una medición anterior; y tendencial, relativo a la tendencia estadística<br />

observada en no menos de cinco mediciones. Esta información es determinante<br />

para conocer el índice por su comportamiento y no simplemente<br />

por una medición temporal que puede decir mucho, pero no muestra las<br />

tendencias, información necesaria en el proceso de descripción y básica<br />

para la predicción.<br />

Tabla 13. Planilla instruccional de relación de intereses y poder<br />

RESPONSABLE: ___________________________________________<br />

FECHA: __________________________________________________<br />

ITEM IRREGULARIDADES INSTRUCCIÓN OFICIO<br />

G4<br />

J4<br />

K4<br />

M4<br />

Las políticas para mantener o<br />

fortalecer relaciones entre la<br />

administración y consumidores<br />

no son efectivas.<br />

Las políticas para mantener o<br />

fortalecer relaciones entre la<br />

administración y competencia<br />

no son efectivas.<br />

No existen políticas para mantener<br />

o fortalecer relaciones<br />

entre la administración y aseguradores.<br />

No existen políticas para mantener<br />

o fortalecer relaciones entre<br />

la administración y la sociedad<br />

en general.<br />

Estas políticas deben reformularse,<br />

considerando los intereses<br />

de los dos agentes, para evitar<br />

desplazamientos de la demanda.<br />

Un cambio o modificación permitirá<br />

un mercado justo, basado en<br />

la lealtad de competencia y estabilidad<br />

en el posicionamiento.<br />

Se deben diseñar e implementar<br />

políticas que establezcan convergencias<br />

con aseguradores,<br />

permitiendo ahorros por este<br />

gasto.<br />

Se deben diseñar e implementar<br />

políticas de convergencia con la<br />

sociedad, para lograr legitimidad<br />

y reconocimiento.<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

MONITOREO<br />

1 2 3<br />

27


Rafael Franco Ruiz<br />

G5<br />

J5<br />

K5<br />

M5<br />

Las políticas sobre relaciones<br />

entre trabajadores y consumidores<br />

no son efectivas.<br />

Las políticas sobre relaciones<br />

entre trabajadores y competencia<br />

no son efectivas.<br />

Las políticas sobre relaciones<br />

entre trabajadores y aseguradores<br />

no son efectivas.<br />

No existen políticas para mantener<br />

o fortalecer relaciones<br />

entre trabajadores y sociedad<br />

en general.<br />

Estas políticas deben reformularse,<br />

considerando los intereses<br />

de los dos agentes, para evitar<br />

deterioros de la calidad.<br />

Un cambio o modificación permitirá<br />

un mercado justo, basado<br />

en la lealtad de competencia,<br />

evitando el desplazamiento de<br />

talento humano.<br />

Se deben modificar o cambiar las<br />

políticas de convergencia para<br />

lograr ahorros en el gasto.<br />

Se deben diseñar e implementar<br />

políticas de convergencia<br />

con la sociedad, para lograr<br />

integración, legitimidad y reconocimiento.<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

008-<strong>12</strong>-09<br />

…<br />

…<br />

OBSERVACIONES: _________________________________________<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Los índices emulativos de calidad se determinan como institucional, comparativo,<br />

sectorial y estándar. El primero, corresponde a las mediciones del<br />

objeto de fiscalización en el ente fiscalizado; el segundo, a uno o varios entes<br />

de la misma naturaleza; el tercero, corresponde a promedios sectoriales;<br />

y, el último, a mediciones técnicas que definen cuál sería el valor óptimo.<br />

Estos elementos son determinantes en la interpretación y la predicción.<br />

La planilla instruccional de relación de intereses y poder, identifica las irregularidades<br />

determinadas en la matriz estratégica de controles de relación de<br />

poderes, riesgos y oportunidades (anexo 3), las describe de manera sintética<br />

y retoma el sentido de las instrucciones que se consignan en un informe de<br />

irregularidades que se comunica mediante un oficio al nivel pertinente de<br />

la administración que tenga la competencia para actuar sobre tal problema<br />

y sirve como instrumento de monitoreo para verificar, posteriormente, la<br />

planilla instruccional; también recoge irregularidades derivadas del proceso<br />

de evaluación, como el significado del índice de calidad de relación, el comportamiento<br />

del mismo a través de diferentes observaciones y su relación<br />

emulativa que identifica factores de posición competitiva.<br />

Una simple observación del ejemplo hipotético permite entender que en<br />

la organización evaluada no existe ninguna preocupación por la sociedad<br />

y, en consecuencia, se carece de políticas de responsabilidad social, sólo<br />

hay preocupación por los agentes internos, administración y trabajo, y los<br />

agentes externos del financiamiento, es decir, capital estratégico, prestamistas<br />

y proveedores. Hay un gran descuido sobre las relaciones con los<br />

28 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

consumidores, sólo interesan los clientes que, para el hecho, son diferentes,<br />

son distribuidores. En cambio, se nota excelencia en las políticas de<br />

relación con el Estado.<br />

Este método de fiscalización constituye una novedad, niega creencias tradicionales<br />

que definen la organización como una concurrencia armónica de recursos<br />

físicos, financieros y talento humano o los criterios de funcionamiento<br />

con base en sistemas de compromisos y recompensas, para reconocer la<br />

organización como un escenario de conflictos en donde participan agentes<br />

sociales internos y externos, de cuya acción se pueden generar opciones<br />

de éxito o situaciones de crisis estratégica de largo alcance.<br />

Hay un asunto de capital importancia, es más importante mirar el método<br />

aplicado que los instrumentos en particular. Esto, por cuanto el método es<br />

aplicable al control de otros tipos de relaciones, donde éstas toman sus<br />

particulares formas como es el caso de las existentes entre dependencias<br />

en la estructura o de procesos en las actividades, en las que también hacen<br />

presencia intereses, poderes y tensiones.<br />

3.2 Fiscalización de la cultura organizacional. La cultura organizacional<br />

ha sido un tema de interés, un elemento de importancia estratégica. Su<br />

desarrollo permite a los agentes sociales ciertas conductas e inhiben otras.<br />

Una cultura humanista alienta la participación y la conducta madura de todos<br />

los agentes sociales. Es una fortaleza que encamina las organizaciones<br />

hacia el éxito.<br />

La palabra cultura significa cultivo. Se constituye por los rasgos y distintivos<br />

espirituales y afectivos, que caracterizan a un grupo social en un periodo<br />

determinado, englobando modos de vida, ceremonias, arte, invenciones,<br />

tecnología, sistemas de valores, derechos fundamentales, tradiciones y<br />

creencias. El término fue definido en las organizaciones como la interacción<br />

de valores, actitudes y conductas compartidas por los agentes sociales que<br />

les dan identidad, diferenciándolas de otras.<br />

La cultura organizacional se conforma por todos los elementos que integran<br />

el sistema de valores y relaciones de los agentes sociales y, entre<br />

ellos, se identifican los referentes a satisfacción de necesidades, manejo<br />

de tensiones originados por intereses, establecimiento de relaciones de<br />

poder determinadas por el conocimiento y la estructura, conformación de<br />

la comunicación organizacional y, desde luego, el sistema de legitimidad<br />

institucional.<br />

Los elementos esenciales de la cultura organizacional se conforman por<br />

visión, misión, valores, objetivos, estructura, actividades, tareas, comunicación<br />

organizacional, regulación organizacional y estructura de legitimación.<br />

29


Rafael Franco Ruiz<br />

3.2.1 Fiscalización de la visión. La visión constituye el deber ser de la<br />

organización, es el elemento determinante de la estrategia. Una discusión<br />

tradicional sobre los problemas de estrategia se centra en determinar si la<br />

visión tiene una naturaleza racional o emocional, de alguna forma, objetiva<br />

o subjetiva. Durante mucho tiempo la solución estuvo de parte de las<br />

percepciones objetivistas, considerando que tal perspectiva permitía tener<br />

los pies sobre la tierra y, en tal evento, los enfoques racionales fueron determinantes.<br />

Es el cerebro racional el que debe fundamentar la estrategia,<br />

de otra forma, se procede de manera subjetiva, ilusoria.<br />

Este convincente enfoque tiene limitaciones, la acción racional actúa sobre<br />

la selección de opciones fundamentadas en la realidad, determinadas<br />

por la tradición, negaron la existencia de la visión o la definieron como la<br />

filosofía de la misión.<br />

En verdad la estrategia organizacional no puede fundamentarse en tendencias<br />

o mega tendencias, debe hacerlo en los escenarios del cambio, a riesgo<br />

de administrar para la continuidad de la historia que, en general, significa la<br />

defensa del statu-quo (cerebro instintivo) o el reparcheo (cerebro racional),<br />

es decir, adaptarse a las condiciones del cambio para mantener las tendencias.<br />

Las oportunidades estratégicas de la organización se encuentran en la<br />

ruptura, en el cambio, y éste requiere otro tipo de inteligencia, la emocional.<br />

Por la anterior razón, la visión comienza en el cerebro emocional, en el<br />

mundo de los sueños y se manifiesta en políticas antes que en objetivos.<br />

Sólo él puede cambiar las tendencias y permitir el cambio, alimento determinante<br />

de la estrategia exitosa. Desde luego, el sueño que inspira la<br />

visión no puede permanecer en el escenario de la ensoñación, requiere<br />

aterrizar mediante una dosis de racionalización. Se debe elevar la inteligencia<br />

para alcanzar las estrellas sin separar los pies de la tierra, como en<br />

el sembrador de estrellas.<br />

Gráfico 2. Fiscalización de la visión<br />

VISIÓN<br />

Misión<br />

Valores<br />

Infraestruct.<br />

Objetivos<br />

Actividades<br />

Tareas<br />

Asignación<br />

de respons.<br />

Manual de<br />

actividades<br />

Documentos<br />

Manual de<br />

funciones<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

30 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

La visión es el inicio del cambio, es la organización deseada por la que se<br />

comprometen todos los esfuerzos y se busca su socialización a todos los<br />

agentes sociales para convertirla en base de la cultura organizacional. Se<br />

refiere al deber ser antes que al ser, un deber ser creado como conciencia<br />

colectiva y no como aspiración egoísta, es una decisión de actuar por propósito<br />

final porque constituye el objetivo último y total. Es lo que se quiere<br />

crear, la imagen futura de la organización.<br />

La visión valora e incluye los intereses de todos los agentes sociales, se<br />

construye como una imagen ideal del proyecto y poniéndola por escrito, a<br />

fin de crear el sueño de la futura organización y socializarlo. Es el fundamento<br />

de la cultura organizacional y de ella se derivan todos sus elementos,<br />

relaciones y decisiones.<br />

El método adecuado para la fiscalización de la visión lo constituye la matriz<br />

de fiscalización estratégica, en este punto, aplicada a la visión organizacional,<br />

para lo cual deben tomarse decisiones acerca del concepto de visión<br />

a considerar para, sobre esta base, determinar los taxones y las variables<br />

de fiscalización a incluir en el proceso.<br />

El criterio de visión adoptado en este estudio corresponde a un enfoque<br />

hipotético deductivo y, en tal virtud, la visión se determina como idea reguladora,<br />

como el fin de donde se infieren los demás elementos de la cultura<br />

organizacional, a diferencia de enfoques inductivos que la consideran la<br />

filosofía de la misión.<br />

El siguiente paso en el diseño del proceso de fiscalización es determinar<br />

los factores de la matriz, es decir, los taxones y las variables de fiscalización.<br />

Se tomarán como taxones los elementos que constituyen una visión<br />

en un documento de cultura organizacional, de acuerdo con el concepto<br />

determinado sobre ella, como puede observarse en la Tabla 14.<br />

Son, entonces, taxones de la matriz, la comprensión del impacto ambiental,<br />

definición de clientes potenciales, identificación de productos y servicios,<br />

estimación del potencial de la entidad, determinación de valores agregados,<br />

selección de valores corporativos, definición de proveedores potenciales<br />

y criterios de éxito.<br />

Es necesario definir los elementos de la visión para no confundirlos con<br />

otros factores de la cultura organizacional. La comprensión del impacto<br />

ambiental se refiere a las influencias que se conformarán en el ambiente<br />

organizacional por su acción, esto es, a sus elementos naturales, económicos,<br />

culturales y políticos en las dimensiones sociales y materiales y sus<br />

relaciones, definidas en el concepto de organización.<br />

31


Rafael Franco Ruiz<br />

La alusión a definición de clientes potenciales se refiere a quienes serán<br />

usuarios o beneficiarios de los productos o servicios de la organización,<br />

considerando elementos de carácter general, como clases sociales, grupos<br />

culturales, áreas geográficas, sin llegar a determinaciones puntuales,<br />

porque éstas tienen que ver con la misión, los objetivos y las estrategias.<br />

La identificación de productos y servicios no se orienta a la definición de un<br />

catálogo, se refiere a una enunciación global, genérica de líneas o tipos,<br />

coherente con los demás elementos o taxones. La estimación del potencial<br />

de la entidad se refiere a su radio de acción como entidad local, nacional,<br />

regional o global por alcanzar, que sus beneficiarios, usuarios o clientes<br />

tengan acceso en alguna de estas dimensiones.<br />

La determinación de valores agregados se define en relación con los beneficiarios,<br />

usuarios o clientes, que alcanzan satisfacción de necesidades<br />

en la perspectiva de valor estratégico y no en la de valor económico o<br />

financiero relativo a rentabilidad.<br />

Tabla 14. Los taxones de la visión<br />

TAXONES DE LA VISIÓN<br />

1. Comprensión del impacto ambiental<br />

2. Definición de clientes potenciales<br />

3. Identificación de productos y servicios<br />

4. Estimación del potencial de la entidad<br />

5. Determinación de valores agregados<br />

6. Selección de valores corporativos<br />

7. Definición de proveedores potenciales<br />

8. Criterios de éxito.<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

La selección de valores corporativos hace relación a las virtudes mediante<br />

las cuales se fundamentarán las relaciones de la entidad con lo interno y<br />

el entorno, es decir, en la relación de los elementos constituyentes y las<br />

dimensiones de la organización.<br />

La definición de proveedores potenciales no hace relación a un registro de<br />

identificación específica, lo importante es la identificación de fuentes de<br />

provisión y la factibilidad de acceder a ellas en términos legales, físicos y<br />

sociales.<br />

Finalmente, se incluyen los criterios de éxito que constituyen los elementos<br />

que determinarán ventajas estratégicas frente a organizaciones similares<br />

en el hacer. Dentro de estos factores pueden identificarse elementos como<br />

calidad, precios, énfasis en los beneficiarios, usuarios o clientes, énfasis<br />

en el talento humano o la responsabilidad social.<br />

32 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Estos elementos con sus comprensiones, a partir de una teoría de la visión,<br />

constituyen los taxones de la matriz ilustrada en la Tabla 14. Si se trabaja<br />

desde otra perspectiva teórica los taxones variarán, pero la generalidad<br />

del método se mantiene.<br />

El segundo elemento de la matriz de fiscalización estratégica de la visión<br />

lo constituyen las variables de fiscalización, las cualidades o características<br />

que deben ser satisfechas por cada uno de los taxones, como se ha<br />

planteado.<br />

Para el caso, serán variables de fiscalización, la inclusión, definición por<br />

propósito final, nivel de expresión, comunicación interna, comunicación<br />

externa, aceptación interna, aceptación externa y factibilidad. El sentido<br />

de estas variables se describen a continuación (Tabla 15).<br />

Tabla 15. Variables de fiscalización de la visión<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE LA VISIÓN<br />

1. La inclusión<br />

2. Definición por propósito final<br />

3. Nivel de expresión<br />

4. Comunicación interna<br />

5. Comunicación externa<br />

6. Aceptación interna<br />

7. Aceptación externa<br />

8. Factibilidad<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

La variable de inclusión está referida al análisis del texto de la visión, en el<br />

que debe comprobarse si cada uno de los taxones está incluido en éste. La<br />

inexistencia del documento escrito no necesariamente implica la imposibilidad<br />

del proceso de fiscalización, los elementos de la cultura organizacional<br />

pueden existir y lo necesario es recurrir a las entr<strong>evista</strong>s para reconstruirlo,<br />

impartiendo instrucciones para que se formalice.<br />

Todos los taxones deben estar definidos por propósito final, no es aceptable<br />

que éstos estén planteados en términos temporales, lo cual los colocaría<br />

en el plano del hacer, extrayéndolos del deber ser que constituye la naturaleza<br />

de la visión.<br />

La variable relativa a nivel de expresión hace referencia a la calidad gramatical<br />

del documento, éste debe ser claro, conciso y, en tal incidencia, la<br />

simplicidad del lenguaje y la expresión de las ideas en pocas palabras son<br />

virtudes irremplazables. Es indispensable considerar que el documento se<br />

dirige a públicos amplios para que lo interioricen y no a públicos especializados.<br />

33


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 16. Matriz estratégica de fiscalización de la visión<br />

TAXONOMÍA<br />

%<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN<br />

INSTITUCIÓN FISC<strong>AL</strong>IZADORA PONDERACIÓN<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 5 6 7 8<br />

Ponderación 0.13 0.06 0.18 0.17 0.11 0.09 0.19 0.07 0.13 0.06 0.18 0.17 0.11 0.09 0.19 0.07 1.00<br />

1 Comprensión del<br />

3 3 3 2 3 3 3 1 0.01 0.00 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.00 0.07 G6, K6<br />

3%<br />

impacto ambiental<br />

2 Definición de clientes<br />

3 3 3 2 3 3 3 1 0.<strong>12</strong> 0.05 0.16 0.10 0.10 0.08 0.17 0.02 0.81 G7, K7<br />

30%<br />

3 Selección de productos<br />

o servicios<br />

3 3 3 2 3 3 3 1 0.10 0.05 0.14 0.09 0.08 0.07 0.14 0.02 0.67 G8, K8<br />

25%<br />

4 Estimación del<br />

3 3 3 2 3 3 3 2 0.06 0.03 0.08 0.05 0.05 0.04 0.09 0.02 0.41 G9, K9<br />

potencial de la 15%<br />

empresa<br />

5 Identificación de<br />

3 3 3 2 3 3 3 3 0.04 0.02 0.05 0.03 0.03 0.03 0.06 0.02 0.28 G10<br />

10%<br />

valores agregados<br />

6 Selección de valores<br />

3 3 3 2 3 3 3 3 0.02 0.01 0.03 0.02 0.02 0.01 0.03 0.01 0.14 G11<br />

5%<br />

corporativos<br />

7 Determinación de<br />

proveedores potenciales<br />

5%<br />

TOT<strong>AL</strong><br />

OBSERVA-<br />

CIONES<br />

1 1 1 1 1 1 1 1 0.01 0.00 0.01 0.01 0.01 0.00 0.01 0.00 0.05 D<strong>12</strong>, E<strong>12</strong>,<br />

F<strong>12</strong>, G13,<br />

H<strong>12</strong>, I<strong>12</strong>, J<strong>12</strong>,<br />

K<strong>12</strong><br />

8 Criterios de éxito 7% 3 3 3 2 3 3 3 3 0.03 0.01 0.04 0.02 0.02 0.02 0.04 0.01 0.20 G13<br />

TOT<strong>AL</strong>ES 100% 22 22 22 15 22 22 22 15 0.38 0.17 0.52 0.33 0.32 0.26 0.55 0.11 2.63<br />

PROMEDIOS 2.75 2.75 2.75 1.88 2.75 2.75 2.75 1.88 0.09 0.04 0.13 0.08 0.08 0.06 0.14 0.03 0.65 Cal. de visión<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

34 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

La cultura organizacional no se percibe como un elemento decorativo de las<br />

oficinas de los ejecutivos, es una guía, un sistema de valores compartidos<br />

y, por tanto, debe ser objeto de comunicación interna, la que se realiza por<br />

publicaciones, seminarios, inducciones y toda forma interna de comunicación<br />

organizacional.<br />

Como se ha anotado, la organización se encuentra en permanente relación<br />

con el entorno y, por ende, la cultura organizacional debe caracterizarse por<br />

la comunicación externa para transmitir su imagen e identidad.<br />

No basta con la comunicación de la cultura organizacional, ésta no se constituirá<br />

como tal sin que medie la aceptación de todos los agentes sociales<br />

y, por ello, se deben medir los niveles de aceptación interna y externa. Este<br />

propósito requiere trabajo de campo, que debe superar el nivel de encuestas,<br />

dado que se busca medir el grado de interiorización de sus componentes,<br />

requiriendo entr<strong>evista</strong>s controladas y formas avanzadas de observación<br />

que pueden incluir investigación analítica, con métodos como la etnografía.<br />

Un elemento determinante para la vinculación de la visión a la estrategia<br />

es su factibilidad, pues si bien nace del sueño, de la inteligencia emocional,<br />

debe ser posible su ralentización, a riesgo de asumir planos de acción<br />

subjetivos que no garantizan el éxito.<br />

Determinados los elementos de la matriz de fiscalización estratégica de la<br />

visión, ilustrada en la Tabla 16, el paso siguiente es su aplicación, para lo<br />

cual se requiere, en primer término, una escala de valoración que, como se<br />

ha definido, tiene carácter cualitativo a pesar de su apariencia cuantitativa,<br />

es subjetiva aunque se presente como objetiva. La escala propuesta, en la<br />

Tabla 17, para el ejemplo, es simulada, no corresponde a una aplicación<br />

real, porque ese no es el objeto de la presente investigación.<br />

Tabla 17. Escala de valoración de la visión<br />

V<strong>AL</strong>ORES DE MEDICIÓN<br />

SIGNOS DE REPRESENTACIÓN<br />

SATISFACTORIO 4<br />

ACEPTABLE 3<br />

POCO SATISFACTORIO 2<br />

NADA SATISFACTORIO 1<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Utilizando la escala propuesta, se diligencian todas las celdas de la matriz<br />

de acuerdo con la satisfacción por la visión de las variables de fiscalización<br />

de cada uno de los taxones y, en este momento, ya es procedente identificar<br />

las irregularidades y establecer, mediante la predicción, cuáles son<br />

35


Rafael Franco Ruiz<br />

las instrucciones que se hacen adecuadas para superarlas. Se requieren,<br />

sin embargo, otros elementos para completar el análisis.<br />

Como se ilustra en la matriz estratégica de fiscalización de la visión, Tabla<br />

16, se establece una doble ponderación para los taxones y para las variables<br />

de la fiscalización, independientes entre sí y considerando el criterio<br />

profesional, la experticia del diseñador del instrumento de fiscalización,<br />

asignando una importancia relativa en que cada factor de ponderación<br />

totaliza la unidad.<br />

Con la doble ponderación determinada se procede a calcular los valores<br />

ponderados, la calificación multiplicada por cada una de las dos ponderaciones<br />

relativas, estos valores se totalizan vertical y horizontalmente resultando<br />

sumas iguales, cuyo valor total se encuentra dentro del rango de la<br />

escala de valoración. Al relacionar el resultado con el tamaño de la escala,<br />

en este caso, dividiendo por cuatro, se obtiene un resultado porcentual que<br />

se denomina índice de calidad de visión.<br />

Este índice de calidad de visión debe ser interpretado mediante reglas<br />

preestablecidas como se ilustra en la Tabla 18, que proporciona una vista<br />

autónoma que, siendo importante, puede tener limitaciones en la formación<br />

de la evidencia por ser puntual e interna, lo que impide el conocimiento del<br />

entorno, su relación con el mismo y la posición en relación con otros o con<br />

el sector en donde actúa la organización.<br />

Tabla 18. Interpretación autónoma del índice de calidad de la visión<br />

RANGO (%)<br />

INTERPRETACIÓN<br />

0 HASTA 60 NADA SATISFACTORIO<br />

+ 60 HASTA 70 POCO SATISFACTORIO<br />

+ 70 HASTA 80 ACEPTABLE<br />

+ 80 HASTA 90 SATISFACTORIO<br />

+ 90 EXCELENCIA<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Se requiere, entonces, la interpretación emulativa, que vincula diversas<br />

mediciones institucionales de la entidad fiscalizada como son, la puntual,<br />

la dinámica y la tendencial, con los significados y formas de cálculo ya<br />

descritos en el inicio de este capítulo. Aparecen mediciones emulativas,<br />

en relación con otras entidades similares e índices sectoriales o técnicos<br />

si existe su disposición, con lo cual se puede aprender de las fortalezas de<br />

los émulos para construir las predicciones que soportan las instrucciones,<br />

en una aplicación del método de Benchmarking. Estas reglas de evaluación<br />

se ilustran en la Tabla 19.<br />

36 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Tabla 19. Interpretación emulativa del índice de calidad de la visión<br />

ÍNDICES EMULATIVOS<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong><br />

ÉMULO 1<br />

ÉMULO 2<br />

SECTORI<strong>AL</strong><br />

ESTÁNDAR<br />

ÍNDICES TEMPOR<strong>AL</strong>ES<br />

PUNTU<strong>AL</strong> DINÁMICO TENDENCI<strong>AL</strong><br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El siguiente paso de la fiscalización se constituye por la creación de la<br />

sumatoria evidencial a partir de la organización de las planillas instruccionales,<br />

para este caso, la correspondiente a la fiscalización de la visión, que<br />

constituye la base de la formación de la evidencia y consigna la memoria<br />

de los hallazgos de fiscalización y las instrucciones formuladas con base<br />

en predicciones de superación de irregularidades, con la forma y contenido<br />

señalado en la Tabla 20. Esta planilla consigna el control de informes de<br />

fiscalización y soporta el seguimiento de las instrucciones impartidas.<br />

Ésta constituye la primera aplicación de métodos de fiscalización de la<br />

cultura organizacional, con base en el método propuesto, caracterizado por<br />

mediciones cualitativas desde perspectivas subjetivas, surgidas del control<br />

por políticas, como constituyentes de un escenario que siempre se consideró<br />

proscrito para actividades de control, evaluación y fiscalización, las que se<br />

fundamentaron en usos y costumbres de carácter objetivo y cuantitativo.<br />

Tabla 20. Planilla instruccional de fiscalización de la visión<br />

RESPONSABLE :<br />

FECHA:<br />

ITEM IRREGULARIDAD INSTRUCCIÓN<br />

OFICIO<br />

SEGUIR<br />

No FECHA 1 2 3<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

3.2.2 Fiscalización de la misión. El segundo componente de la cultura<br />

organizacional lo constituye la misión, relacionada con el hacer y considerada<br />

como un propósito duradero que identifica la institución, diferenciándola<br />

37


Rafael Franco Ruiz<br />

de sus similares. Se considera la razón de ser de la entidad, el motivo de<br />

su existencia. En la misión se incluyen elementos determinantes como la<br />

función fundamental a desarrollar, las necesidades a satisfacer, los clientes,<br />

beneficiarios o usuarios objetivo, así como los productos o servicios en<br />

oferta y, desde luego, la filosofía de liderazgo y dirección.<br />

En la misión se identifica la actividad actual de la entidad y aquellas que<br />

pretende asumir en el futuro, pero debe considerarse que si es muy general<br />

se hace etérea y confusa, y si es muy reducida, genera limitaciones en la<br />

actuación, aunque propicia certidumbre.<br />

Gráfico 3. Fiscalización de la misión<br />

Visión<br />

MISIÓN<br />

Valores<br />

Infraestruct.<br />

Objetivos<br />

Actividades<br />

Tareas<br />

Manual de<br />

actividades<br />

Documentos<br />

Asignación<br />

de respons.<br />

Manual de<br />

funciones<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Clarificado el concepto de misión, se determina el método de fiscalización,<br />

constituido por la matriz de fiscalización estratégica. El siguiente paso en<br />

el diseño del proceso de fiscalización es determinar los factores de la matriz,<br />

es decir, los taxones y las variables de fiscalización. Se toman como<br />

taxones los elementos que deben constituir la misión en un documento de<br />

cultura organizacional, de acuerdo con el concepto determinado sobre ella.<br />

Los taxones seleccionados se relacionan como enunciación de productos<br />

o servicios, demarcación del mercado, compromiso con la continuidad y la<br />

tecnología, énfasis en los clientes, usuarios o beneficiarios y en el talento<br />

humano, fortaleza competitiva e imagen corporativa.<br />

La enunciación de productos y servicios no constituye un catálogo, tampoco<br />

la generalidad incluida en la visión, especifica las actividades en que<br />

se centrará. Define las oportunidades que pueden presentarse ante una<br />

posible diversificación horizontal, vertical o concéntrica.<br />

La demarcación del mercado se orienta a establecer los clientes, usuarios o<br />

beneficiarios potenciales y su localización geográfica. Una vez establecida la<br />

identidad corporativa, los recursos y capacidades, así como otros factores,<br />

es más fácil acercarse a aquellos mercados omitidos en la formulación de<br />

38 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

la estrategia. La misión también nos indica el ámbito en donde se desarrolla<br />

la actuación de la entidad, permitiendo a los agentes sociales internos y<br />

externos, conocer el área de influencia.<br />

Tabla 21. Taxones de la misión<br />

TAXONES PARA FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE LA MISIÓN<br />

1. Enunciación de productos o servicios<br />

2. Demarcación del mercado<br />

3. Compromiso con la continuidad<br />

4. Compromiso con la tecnología<br />

5. Énfasis en los clientes, usuarios o beneficiarios<br />

6. Énfasis en el talento humano<br />

7. Fortaleza competitiva<br />

8. Imagen corporativa<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El compromiso con la continuidad aporta estabilidad y coherencia en las<br />

operaciones realizadas; llevar una línea de actuación genera credibilidad y<br />

fidelidad de los clientes, usuarios o beneficiarios hacia la entidad, logrando<br />

una relación estable y duradera entre las dos partes. Cuando una entidad<br />

no predica compromiso con la continuidad, genera desconfianza e incertidumbre<br />

en los agentes sociales y, por este medio, se generan tensiones<br />

que actúan contra la eficiencia.<br />

El compromiso con la tecnología hace relación a la capacidad instalada a<br />

disposición de la entidad o la que pueda llegar a estarlo. A través de los<br />

recursos y capacidades con los que cuenta la entidad se puede saber qué<br />

ventajas competitivas se pueden alcanzar, cuál es el potencial de continuidad<br />

y el compromiso con la calidad. Las entidades deben declarar su<br />

compromiso con la actualización tecnológica de sus factores productivos y<br />

sus productos y servicios, excepto cuando éstos se fundamenten en usos<br />

y costumbres, como la producción artesanal.<br />

La misión debe incluir la declaración de énfasis en clientes, usuarios o<br />

beneficiarios, caracterizando su actividad en la perspectiva de satisfacer<br />

sus necesidades y solucionar sus problemas, por encima del simple objetivo<br />

de vender o vincular. El servicio es un elemento determinante de esta<br />

declaración.<br />

Con la evolución social de las organizaciones el talento humano dejó de<br />

ser recurso controlado mediante el ejercicio de poder ejercido por la fuerza,<br />

la riqueza y el conocimiento. Los funcionarios actúan por reconocimiento<br />

integral y respeto a su dignidad humana; el énfasis en sus intereses y<br />

necesidades deben estar incluidos en la declaración misional como factor<br />

que alivia tensiones y crea confianza, elevando los resultados.<br />

39


Rafael Franco Ruiz<br />

La misión debe identificar la fortaleza competitiva de la entidad, los factores<br />

de éxito en su área de actividad, determinando si se centra en servicio,<br />

calidad, precio, aprecio, sostenibilidad u otro factor diferenciador frente<br />

a similares entidades. En los casos en que la entidad cuenta con varios<br />

productos o servicios por distribuir y en diferentes áreas o sectores, es complicado<br />

identificar la misión y se deben desarrollar recursos y capacidades<br />

centrándose en los factores de éxito de cada escenario.<br />

La misión debe definir una identidad corporativa clara y determinada,<br />

establecer la personalidad y el carácter de la organización, para que los<br />

diferentes agentes sociales la identifiquen, diferencien y respeten en cada<br />

una de sus acciones. La identidad organizacional es un elemento vital de<br />

la confianza, ese capital social determinante para el éxito.<br />

Desde la perspectiva de la gerencia estratégica, son estos los elementos<br />

constitutivos de la misión que se incluyen como taxones (descritos en la Tabla<br />

21) en la aplicación del método de matrices estratégicas de fiscalización.<br />

El segundo elemento de la matriz de fiscalización estratégica de la misión<br />

lo constituyen las variables de fiscalización, las cualidades o características<br />

que deben ser satisfechas por cada uno de los taxones.<br />

Tabla 22. Variables de fiscalización de la misión<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE LA MISIÓN<br />

1. Inclusión<br />

2. Definición por propósito duradero<br />

3. Nivel de expresión<br />

4. Comunicación interna y externa<br />

5. Aceptación interna y externa<br />

6. Motivación<br />

7. Coherencia con la visión<br />

8. Factibilidad<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Para el caso, serán variables de fiscalización la inclusión, la definición por<br />

propósito duradero, el nivel de expresión, la comunicación interna y externa,<br />

la aceptación interna y externa, la motivación, la coherencia con la visión,<br />

y la factibilidad. El sentido de estas variables se describe en la Tabla 22 y<br />

se explican a continuación.<br />

La variable de inclusión está referida al análisis del texto de la misión, en<br />

donde debe comprobarse si cada uno de los taxones está inmerso en éste.<br />

La inexistencia del documento escrito no implica la imposibilidad del proceso<br />

de fiscalización, los elementos de la cultura organizacional pueden existir<br />

40 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

y lo necesario es recurrir a las entr<strong>evista</strong>s para reconstruirlo, impartiendo<br />

instrucciones para que se formalice.<br />

Todos los taxones deben estar definidos por propósito duradero, no es<br />

aceptable que éstos estén planteados en términos cortoplacistas ni intemporales,<br />

ya que deben situarse en el plano del hacer, extrayéndolos del<br />

deber ser. La misión no debe ser inmodificable pero tampoco de variabilidad<br />

constante, su propósito es duradero.<br />

La variable relativa a nivel de expresión hace referencia a la calidad gramatical<br />

del documento, éste debe ser claro, conciso y, en tal situación, la<br />

simplicidad del lenguaje y de la expresión de las ideas, en pocas palabras,<br />

son virtudes irremplazables. Es indispensable considerar que el documento<br />

se dirige a públicos amplios para que lo interioricen y no a públicos especializados.<br />

La misión debe ser amplia hasta lo necesario, concreta, sólida,<br />

motivadora y posible.<br />

La misión institucional es la decisión de hacer y, en tal eventualidad, es<br />

una guía que permite a todos los agentes sociales cohesionarse por sus<br />

indicaciones y, por tanto, debe ser objeto de comunicación interna y externa,<br />

que se realiza por publicaciones, seminarios, inducciones y toda forma de<br />

comunicación organizacional.<br />

No basta con la comunicación de la cultura organizacional, ésta no se<br />

constituirá como tal sin que medie la aceptación de todos los agentes<br />

sociales y, por ello, se deben medir los niveles de aceptación interna y<br />

externa. Este propósito requiere trabajo de campo, que debe superar el<br />

nivel de encuestas, dado que se busca medir el grado de interiorización de<br />

sus componentes, requiriendo entr<strong>evista</strong>s controladas y formas avanzadas<br />

de observación que pueden incluir investigación analítica con métodos<br />

como la etnografía.<br />

Todos los elementos de la misión, estructurados como taxones, deben<br />

tener como característica su capacidad motivacional para crear confianza<br />

entre los diferentes agentes sociales, lo cual garantiza la emergencia de<br />

relaciones sostenibles y elimina tensiones, brindando gran dinamismo a la<br />

actividad y, por consiguiente, optimizando los resultados.<br />

La cultura organizacional no es un listado de elementos independientes,<br />

es un sistema integrado de lazo abierto, existe cohesión entre todos sus<br />

componentes, teniendo como factor regulador a la visión organizacional.<br />

Por ello, es indispensable medir el nivel de coherencia existente entre la<br />

visión y la misión, variable importante en la estructura y funcionamiento de<br />

toda la organización cultural de la entidad.<br />

41


Rafael Franco Ruiz<br />

Un elemento determinante para la vinculación de la misión a la estrategia<br />

es su factibilidad, debe ser posible su ralentización, a riesgo de asumir<br />

planos de acción subjetivos, que no garantizan el éxito. No debe olvidarse<br />

la relación de la misión con el hacer, con la praxis, lo que determina la importancia<br />

de medir el nivel de factibilidad técnica, legal, social, financiera,<br />

contractual, ambiental, en síntesis, la factibilidad integral de la misión.<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del método<br />

de matriz estratégica de fiscalización a la misión institucional, ilustrada en<br />

la Tabla 23.<br />

Determinados los elementos de la matriz de fiscalización estratégica de<br />

la misión, el paso siguiente es su aplicación, para lo cual se requiere, en<br />

primer término, una escala de valoración que, como se ha definido, tiene<br />

carácter cualitativo a pesar de su apariencia cuantitativa, subjetiva aunque<br />

se presente como objetiva, de la forma expresada en la Tabla 24, y su aplicación<br />

para el ejemplo es simulada, no corresponde a una aplicación real.<br />

Utilizando la escala se diligencian todas las celdas de la matriz de acuerdo<br />

con la satisfacción por la misión, de las variables de fiscalización en cada<br />

uno de los taxones y, en este momento, es procedente identificar las irregularidades<br />

y establecer, mediante la predicción, las instrucciones adecuadas<br />

para superarlas. Se requieren otros elementos para completar el análisis.<br />

Como se ilustra en la matriz estratégica de fiscalización de la misión, Tabla<br />

23, se establece una doble ponderación para los taxones y para las variables<br />

de fiscalización, independientes entre sí y aplicando el criterio profesional,<br />

la experticia del diseñador del instrumento de fiscalización, asignando una<br />

importancia relativa en que cada factor de ponderación totaliza la unidad.<br />

Con la doble ponderación determinada, se procede a calcular los valores<br />

ponderados, la calificación multiplicada por cada una de las dos ponderaciones<br />

relativas y estos valores se totalizan vertical y horizontalmente,<br />

resultando sumas iguales, cuyo total se encuentra dentro del rango de la<br />

escala de valoración. Al relacionar el resultado con el tamaño de la escala,<br />

en este caso, dividiendo por cuatro, se obtiene el índice de calidad de misión.<br />

Este índice de calidad de misión debe ser interpretado mediante reglas<br />

preestablecidas (ver Tabla 25), que proporciona una visión autónoma que,<br />

siendo importante, puede tener limitaciones en la formación de la evidencia<br />

por ser puntual e interna, lo que impide el conocimiento del entorno, su<br />

relación con el mismo y la posición en relación con otros o con el sector en<br />

que actúa la organización.<br />

42 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Tabla 23. Fiscalización de la misión<br />

2<br />

3<br />

4<br />

5<br />

6<br />

7<br />

8<br />

TAXONOMÍA<br />

%<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN<br />

INSTITUCIÓN FISC<strong>AL</strong>IZADA PONDERACIÓN<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 5 6 7 8<br />

Ponderación 0.13 0.06 0.18 0.17 0.11 0.09 0.19 0.07 0.13 0.06 0.18 0.17 0.11 0.09 0.19 0.07 1.00<br />

TOT<strong>AL</strong><br />

OBSERVA-<br />

CIONES<br />

1 Productos 3% 3 3 2 4 1 1 2 3 0.01 0.00 0.01 0.02 0.00 0.00 0.01 0.01 0.06 F6, H6, I6, J6<br />

Delimitación del<br />

3 3 3 2 2 1 3 3 0.<strong>12</strong> 0.05 0.16 0.10 0.07 0.03 0.17 0.06 0.76 G7, H7, I7<br />

30%<br />

mercado<br />

Compromiso con<br />

4 3 2 3 3 3 2 3 0.13 0.05 0.09 0.13 0.08 0.07 0.10 0.05 0.69 F8, J8<br />

25%<br />

continuidad<br />

Compromiso con<br />

3 3 3 2 2 3 4 3 0.06 0.03 0.08 0.05 0.03 0.04 0.11 0.03 0.44 G9, H9<br />

15%<br />

la tecnología<br />

Énfasis en clientes<br />

1 2 3 3 3 3 3 3 0.01 0.01 0.05 0.05 0.03 0.03 0.06 0.02 0.27 D10, E10<br />

10%<br />

Énfasis en talento<br />

3 2 2 3 3 3 3 2 0.02 0.01 0.02 0.03 0.02 0.01 0.03 0.01 0.13 E11, F11, K11<br />

5%<br />

Fortaleza competitiva<br />

3 3 3 3 3 3 3 2 0.02 0.01 0.03 0.03 0.02 0.01 0.03 0.01 0.15 K<strong>12</strong><br />

5%<br />

Imagen corporativa<br />

3 2 2 3 3 3 3 3 0.03 0.01 0.03 0.04 0.02 0.02 0.04 0.01 0.19 E13, F13<br />

7%<br />

TOT<strong>AL</strong>ES 100% 23 21 20 23 20 20 23 22 0.39 0.17 0.47 0.44 0.27 0.21 0.54 0.20 2.69<br />

PROMEDIOS 2.88 2.63 2.50 2.88 2.50 2.50 2.88 2.75 0.10 0.04 0.<strong>12</strong> 0.11 0.07 0.05 0.14 0.05 0.67 Cal. de misión<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

43


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 24. Escala de valoración de la misión<br />

V<strong>AL</strong>ORES DE MEDICIÓN<br />

SIGNOS DE MEDICIÓN<br />

SATISFACTORIO 4<br />

ACEPTABLE 3<br />

POCO SATISFACTORIO 2<br />

NADA SATISFACTORIO 1<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Tabla 25. Interpretación autónoma del índice de calidad de la misión<br />

RANGO (%)<br />

INTERPRETACIÓN<br />

0 HASTA 60 NADA SATISFACTORIO<br />

+ 60 HASTA 70 POCO SATISFACTORIO<br />

+ 70 HASTA 80 ACEPTABLE<br />

+ 80 HASTA 90 SATISFACTORIO<br />

+ 90 EXCELENCIA<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Se procede a la interpretación emulativa, que vincula diversas mediciones<br />

institucionales de la entidad fiscalizada, como son la puntual, la dinámica<br />

y la tendencial, con los significados y formas de cálculo ya descritos en el<br />

inicio de este capítulo e ilustrados en la Tabla 26. Aparecen mediciones<br />

emulativas, en relación con otras entidades similares e índices sectoriales<br />

o técnicos, si existe su disposición, con lo cual, se puede aprender de las<br />

fortalezas de los émulos para construir las predicciones que soportan las<br />

instrucciones, en una aplicación del método de benchmarking.<br />

Tabla 26. Interpretación emulativa del índice de calidad de la misión<br />

ÍNDICES EMULATIVOS<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong><br />

ÉMULO 1<br />

ÉMULO 2<br />

SECTORI<strong>AL</strong><br />

ESTÁNDAR<br />

ÍNDICES TEMPOR<strong>AL</strong>ES<br />

PUNTU<strong>AL</strong> DINÁMICO TENDENCI<strong>AL</strong><br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Se procede a la creación de la sumatoria evidencial a partir de la organización<br />

de las planillas instruccionales, para este evento, la correspondiente<br />

a la fiscalización de la misión, la que constituye base de la formación de<br />

la evidencia y consigna la memoria de los hallazgos de fiscalización y<br />

44 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

las instrucciones formuladas con base en predicciones de superación de<br />

irregularidades. Esta planilla (ver Tabla 27) consigna el control de informes<br />

de fiscalización y soporta el seguimiento de las instrucciones impartidas.<br />

Tabla 27. Planilla instruccional de fiscalización de la misión<br />

RESPONSABLE :<br />

FECHA:<br />

ÍTEM IRREGULARIDAD INSTRUCCIÓN<br />

OFICIO<br />

SEGUIR<br />

No FECHA 1 2 3<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Ésta constituye la segunda aplicación de métodos de fiscalización de la<br />

cultura organizacional, con base en el método de matriz de fiscalización<br />

estratégica, caracterizado por mediciones cualitativas desde perspectivas<br />

subjetivas, fundadas en el enfoque de control por políticas, como constituyentes<br />

de un escenario considerado proscrito para actividades de control,<br />

evaluación y fiscalización, que se fundamentaron en usos y costumbres<br />

de carácter objetivo y cuantitativo. La ruptura con la tradición del control es<br />

evidente y, por tanto, enriquecedora para el proceso.<br />

3.2.3 Fiscalización de valores. Los valores constituyen un factor determinante<br />

de la cultura organizacional, representan los canales de integración<br />

de los agentes sociales y orientan la acción de las organizaciones. Se han<br />

definido como elementos éticos, aludiendo a conductas deseables en relación<br />

con la visión y la misión organizacional y sus factibilidades.<br />

[Por su carácter de conducta deseada se les ha designado como<br />

virtudes en lenguajes místicos donde se les considera como] una<br />

fuerza interior que permite al hombre tomar y llevar a término las<br />

decisiones correctas en las situaciones más adversas para tornarlas<br />

a su favor, el virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque<br />

sabe cómo llegar a sus metas sin pisar las de los otros, porque pone<br />

a los demás de su lado y los lleva a alcanzar un objetivo común.<br />

El virtuoso es el que “sabe remar contra corriente”. Es el alma y el<br />

espíritu, el ser o el no ser de cada persona usando su corazón como<br />

el supremo mediador. Una virtud es una cualidad positiva de un ser,<br />

persona o cosa, exponiendo mediante calificativos las ventajas de<br />

dicho ente. Es, también, una de las herramientas más importantes<br />

para el éxito (Diccionario Larousse, 1995).<br />

45


Rafael Franco Ruiz<br />

Los valores son conductas calificadas como buenas o positivas en los<br />

juicios éticos sobre situaciones, a los cuales hay inclinación por su grado<br />

de utilidad personal y social. Son los pilares más importantes de cualquier<br />

organización porque la definen en sus elementos constitutivos, sus dimensiones<br />

y relaciones, determinando la coexistencia de valores individuales,<br />

institucionales y sociales.<br />

Los valores son motores del cómo realizar actividades y relaciones, son la<br />

base del posicionamiento de la cultura organizacional y marcan tendencias<br />

en el ejercicio del poder. Igualmente, determinan las reglas de relación<br />

entre agentes sociales, estableciendo límites al logro de los objetivos y<br />

metas establecidos, evitando el fracaso de las estrategias y reduciendo la<br />

rotación de personal. En relación con los individuos, promueven un cambio<br />

de pensamiento, evitan conflictos y fortalecen los intereses compartidos.<br />

Gráfico 4. Valores organizacionales<br />

INDIVIDU<strong>AL</strong>ES<br />

Legalidad - Moralidad<br />

Igualdad - Imparcialidad<br />

Responsabilidad<br />

SOCI<strong>AL</strong>ES<br />

Equidad - Transparencia<br />

Ambiente sano<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong>ES<br />

Eficiencia - Eficacia<br />

Economía - Celeridad<br />

Fuente: Construcción<br />

del<br />

autor<br />

La determinación de los valores no es asunto sencillo, debe realizarse<br />

dentro de algunos requerimientos básicos que eviten que sean simples<br />

manifestaciones retóricas. Deben tener relación causal con la misión e<br />

integrar las principales variables de relación determinadas por los intereses<br />

compartidos. Pero la determinación de los valores no sólo responde a la<br />

historia organizacional, deben prever y promover el cambio necesario en<br />

los procesos de innovación y en la resolución de conflictos. Deben contrarrestar<br />

la emergencia de contravalores.<br />

Normalmente, los valores se clasifican en tres niveles: valores organizacionales,<br />

valores sociales y valores individuales. Los valores organizacionales<br />

tienen relación causal con el hacer determinado en la misión y su función<br />

es prospectiva, motivadora e integradora. Los valores sociales determinan<br />

las formas de relación de la entidad con el entorno, con los agentes sociales<br />

externos o indirectos de su acción. Los valores individuales serán los<br />

reguladores de las conductas cotidianas de los agentes sociales internos.<br />

46 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Gráfico 5. Fiscalización de valores<br />

Visión<br />

V<strong>AL</strong>ORES<br />

Misión<br />

Infraestruct.<br />

Objetivos<br />

Actividades<br />

Tareas<br />

Asignación<br />

de respons.<br />

Manual de<br />

actividades<br />

Documentos<br />

Manual de<br />

funciones<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

En el proceso de fiscalización de los valores se aplica el método de matriz<br />

de fiscalización estratégica; eventualmente, se puede aplicar de manera<br />

separada para cada uno de los tres grupos enunciados o resumirlos en un<br />

solo procedimiento. Cualquiera que sea la decisión, los taxones de la matriz<br />

se conforman con los distintos tipos de valores y, dentro de ellos, se incluyen<br />

los que la entidad tiene definidos, los que no se han reconocido pero son<br />

necesarios y los que permitan contrarrestar los antivalores.<br />

A manera de ejemplo, se pueden enunciar como valores institucionales,<br />

eficiencia, eficacia, economía y celeridad; como valores sociales, equidad,<br />

transparencia, responsabilidad social, compromiso con la calidad; y como<br />

valores individuales, los relativos a moralidad, amor al trabajo, imparcialidad<br />

y compromiso. Desde luego, el listado puede ser mucho más amplio pero,<br />

a vía de ejemplo, se toman los relacionados en la Tabla 28.<br />

Tabla 28. Taxones de los valores<br />

TAXONES PARA FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE LOS V<strong>AL</strong>ORES<br />

Valores institucionales<br />

1. Eficiencia<br />

2. Eficacia<br />

3. Economía<br />

4. Equidad<br />

Valores sociales<br />

1. Solidaridad<br />

2. Compromiso con la calidad<br />

Valores individuales<br />

1. Sentido de pertenencia<br />

2. Amor al trabajo<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

Los valores son factores que definen las relaciones entre los agentes<br />

sociales de la organización. La aceptación, voluntad y perseverancia son<br />

47


Rafael Franco Ruiz<br />

necesarias para ponerlos en acción a través del aprendizaje continuo y del<br />

compromiso. Todos los valores estructurados como taxones, deben tener<br />

como característica su capacidad motivacional para crear confianza entre<br />

los diferentes agentes sociales, lo que garantiza la emergencia de relaciones<br />

sostenibles y elimina tensiones, dando gran dinamismo a la actividad y, en<br />

consecuencia, optimizando los resultados.<br />

Luego se definen las variables de fiscalización que, para el caso, se consideran<br />

como inclusión, trascendencia, nivel de expresión, comunicación,<br />

aceptación, coherencia con la misión, coherencia interna de valores, factibilidad,<br />

como se ilustra en la Tabla 29.<br />

Tabla 29. Variables de fiscalización de la misión<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE LA MISIÓN<br />

1. Inclusión<br />

2. Trascendencia<br />

3. Nivel de expresión<br />

4. Comunicación<br />

5. Aceptación<br />

6. Coherencia con la misión<br />

7. Coherencia interna de valores<br />

8. Factibilidad<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

La variable de inclusión está referida al análisis del texto de los valores,<br />

en donde debe comprobarse si cada uno de los taxones está incluido. La<br />

inexistencia del documento escrito no implica la imposibilidad del proceso<br />

de fiscalización, los elementos de la cultura organizacional pueden existir<br />

y lo necesario es recurrir a las entr<strong>evista</strong>s para reconstruirlo, impartiendo<br />

instrucciones para que se formalice.<br />

Todos los valores deben estar definidos por su trascendencia temporal y<br />

espacial, sin que se consideren eternos e inmutables, dado que son determinados<br />

por la realidad, la experiencia y la posibilidad. No es aceptable que<br />

estén planteados en términos cortoplacistas ya que deben situarse en el<br />

plano del deber ser que constituye su naturaleza. Los valores no son inmodificables<br />

pero tampoco de variabilidad constante, su propósito es duradero.<br />

La variable relativa a nivel de expresión hace referencia a la calidad gramatical<br />

del documento, éste debe ser claro, conciso y, en tal situación,<br />

la simplicidad del lenguaje y la expresión completa de ideas, en pocas<br />

palabras, son virtudes irremplazables. Es indispensable considerar que<br />

el documento se dirige a públicos amplios para que lo interioricen y no a<br />

públicos especializados.<br />

Los valores determinan el deber ser de las relaciones entre agentes sociales<br />

y, por lo tanto, es una guía que les permite a todos, cohesionarse por sus<br />

48 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

objetivos y, por ende, debe ser objeto de comunicación interna y externa,<br />

la que se realiza por publicaciones, seminarios, inducciones y toda forma<br />

de comunicación organizacional.<br />

No basta con la comunicación de la cultura organizacional, ésta no se constituirá<br />

como tal sin que medie la aceptación de todos los agentes sociales<br />

y, por ello, se deben medir los niveles de aceptación interna y externa. Este<br />

propósito requiere trabajo de campo, que debe superar el nivel de encuestas,<br />

dado que se busca medir el grado de interiorización de sus componentes,<br />

requiriendo entr<strong>evista</strong>s controladas y formas avanzadas de observación<br />

que pueden incluir investigación analítica con métodos como la etnografía.<br />

La cultura organizacional no es un listado de elementos independientes, es<br />

un sistema integrado de lazo abierto que exige cohesión entre todos sus<br />

componentes, teniendo como factor regulador a la visión organizacional.<br />

Por ello, es indispensable medir el nivel de coherencia existente entre la<br />

misión y los valores, dado que constituyen una parte de la organización<br />

estratégica y variable importante en la estructura y funcionamiento de la<br />

organización cultural de la entidad.<br />

Un elemento determinante para la vinculación de los valores a la estrategia<br />

es su factibilidad, debe ser posible su ralentización, a riesgo de asumir<br />

planos de acción subjetivos, que no garantizan el éxito. No debe olvidarse<br />

la relación de los valores con el deber ser, lo que determina la importancia<br />

de medir el nivel de factibilidad integral. Los valores son posibles porque<br />

se cree en ellos.<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios necesarios<br />

para la construcción del instrumento de fiscalización, constituido por la matriz<br />

estratégica de fiscalización de los valores, como se ilustra en la Tabla 30.<br />

Determinados los elementos de la matriz de fiscalización estratégica de los<br />

valores el paso siguiente es su aplicación, para lo que se requiere, en primer<br />

término, una escala de valoración que, como se ha definido, tiene carácter<br />

cualitativo a pesar de su apariencia cuantitativa, subjetiva aunque se presente<br />

como objetiva. Esta escala de valoración se ilustra en la Tabla 31.<br />

Utilizando la escala se diligencian todas las celdas de la matriz de acuerdo<br />

con la satisfacción por los valores de las variables de fiscalización en<br />

cada uno de los taxones y, en este momento, es procedente identificar las<br />

irregularidades y proceder a establecer, mediante la doble ponderación, la<br />

sumatoria para completar el análisis.<br />

Como se ilustra en la matriz estratégica de fiscalización de valores se<br />

establece una doble ponderación para los taxones y para las variables de<br />

la fiscalización, independientes entre sí y aplicando el criterio profesional,<br />

49


Rafael Franco Ruiz<br />

la experticia del diseñador del instrumento de fiscalización, asignando una<br />

importancia relativa en que cada factor de ponderación totaliza la unidad.<br />

Tabla 30. Fiscalización de valores<br />

2<br />

7<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN<br />

TAXONOMÍA<br />

OBSERVA-<br />

INSTITUCIÓN FISC<strong>AL</strong>IZADA PONDERACIÓN<br />

TOT<strong>AL</strong><br />

%<br />

CIONES<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 5 6 7 8<br />

Ponderación 0.13 0.06 0.18 0.17 0.11 0.09 0.19 0.07 0.13 0.06 0.18 0.17 0.11 0.09 0.19 0.07 1.00<br />

1 Solidaridad 3% 3 3 3 2 2 3 3 3 0.01 0.00 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.07 G6, H6<br />

Compromiso<br />

D7, E7<br />

30% 2 2 3 3 3 4 3 3 0.08 0.04 0.16 0.15 0.10 0.11 0.17 0.06 0.87<br />

con la calidad<br />

3 Eficiencia 25% 2 3 3 3 3 3 3 2 0.07 0.05 0.14 0.13 0.08 0.07 0.14 0.04 0.70 D8, K8<br />

4 Eficacia 15% 3 3 2 3 3 3 3 3 0.06 0.03 0.05 0.08 0.05 0.04 0.09 0.03 0.42 F9<br />

5 Economía 10% 3 3 3 3 3 3 3 4 0.04 0.02 0.05 0.05 0.03 0.03 0.06 0.03 0.31<br />

6 Equidad 5% 2 3 2 3 3 3 3 3 0.01 0.01 0.02 0.03 0.02 0.01 0.03 0.01 0.13 D11, F11<br />

Sentido de<br />

J<strong>12</strong>, K<strong>12</strong><br />

5% 3 3 3 3 3 3 2 1 0.02 0.01 0.03 0.03 0.02 0.01 0.02 0.00 0.13<br />

pertenencia<br />

8 Amor al trabajo 7% 2 3 3 3 2 3 4 3 0.02 0.01 0.04 0.04 0.02 0.02 0.05 0.01 0.21 D13, H13<br />

TOT<strong>AL</strong>ES 100% 20 23 22 23 22 25 24 22 0.30 0.16 0.50 0.50 0.32 0.30 0.57 0.19 2.84<br />

PROMEDIOS 2.50 2.88 2.75 2.88 2.75 3.13 3.00 2.75 0.08 0.04 0.13 0.13 0.08 0.07 0.14 0.05 0.71 Cal. valores<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

50 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Tabla 31. Escala de valoración de valores<br />

V<strong>AL</strong>ORES DE MEDICIÓN<br />

SIGNOS DE MEDICIÓN<br />

SATISFACTORIO 4<br />

ACEPTABLE 3<br />

POCO SATISFACTORIO 2<br />

NADA SATISFACTORIO 1<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Con la doble ponderación determinada, se procede a calcular los valores<br />

ponderados, la calificación multiplicada por cada una de las dos ponderaciones<br />

relativas y estos valores se totalizan vertical y horizontalmente<br />

resultando sumas iguales, cuyo total se encuentra dentro del rango de la<br />

escala de valoración. Al relacionar el resultado con el tamaño de la escala, en<br />

este caso, dividiendo por cuatro, se obtiene el índice de calidad de valores.<br />

Este índice de calidad de valores debe ser interpretado mediante reglas<br />

preestablecidas, que proporcionan una visión autónoma que, siendo importante,<br />

puede tener limitaciones en la formación de la evidencia por ser<br />

puntual e interna, lo que impide el conocimiento del entorno, su relación<br />

con el mismo y la posición en relación con otros o con el sector en donde<br />

actúa la organización. La escala de valoración autónoma a utilizar se ilustra<br />

en la Tabla 32.<br />

Tabla 32. Interpretación autónoma del índice de calidad de valores<br />

RANGO (%)<br />

INTERPRETACIÓN<br />

0 HASTA 60 NADA SATISFACTORIO<br />

+ 60 HASTA 70 POCO SATISFACTORIO<br />

+ 70 HASTA 80 ACEPTABLE<br />

+ 80 HASTA 90 SATISFACTORIO<br />

+ 90 EXCELENCIA<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Se procede a la interpretación emulativa, la que vincula diversas mediciones<br />

institucionales de la entidad fiscalizada, como son la puntual, la dinámica<br />

y la tendencial, con los significados y formas de cálculo ya descritos en el<br />

inicio de este capítulo. Los elementos de la evaluación emulativa se describen<br />

en la Tabla 33.<br />

Aparecen mediciones emulativas, en relación con otras entidades similares<br />

e índices sectoriales o técnicos, si existe su disposición, con lo que se<br />

puede aprender de las fortalezas de los émulos para construir las predicciones<br />

que soportan las instrucciones, en una aplicación del método de<br />

51


Rafael Franco Ruiz<br />

benchmarking. Esta es una posibilidad en relación con émulos, dado que<br />

la publicidad de la cultura organizacional es normal, pero debe reconocerse<br />

que no hay disponibilidades de información sectorial o técnica. Aunque la<br />

sectorial puede construirse.<br />

Tabla 33. Interpretación emulativa del índice de calidad de valores<br />

ÍNDICES EMULATIVOS<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong><br />

ÉMULO 1<br />

ÉMULO 2<br />

SECTORI<strong>AL</strong><br />

ESTÁNDAR<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

ÍNDICES TEMPOR<strong>AL</strong>ES<br />

PUNTU<strong>AL</strong> DINÁMICO TENDENCI<strong>AL</strong><br />

Se procede a la creación de la sumatoria evidencial a partir de la organización<br />

de las planillas instruccionales, para este caso, la correspondiente a la<br />

fiscalización de valores, que constituye base de la formación de la evidencia<br />

y consigna la memoria de los hallazgos de fiscalización y las instrucciones<br />

formuladas con base en predicciones de superación de irregularidades.<br />

Esta planilla consigna el control de informes de fiscalización y soporta el<br />

seguimiento de las instrucciones impartidas, como se ilustra en la Tabla 34.<br />

Tabla 34. Planilla instruccional de fiscalización de valores<br />

RESPONSABLE :<br />

FECHA:<br />

ÍTEM IRREGULARIDAD INSTRUCCIÓN<br />

OFICIO<br />

SEGUIR<br />

No FECHA 1 2 3<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Ésta constituye la tercera aplicación de métodos de fiscalización de la<br />

cultura organizacional, con base en el método de matriz de fiscalización<br />

estratégica, caracterizado por mediciones cualitativas desde perspectivas<br />

subjetivas, confirmando una ruptura con la tradición del control, es evidente<br />

y enriquecedora.<br />

3.2.4 Fiscalización de objetivos. Objetivo es una expresión polisémica,<br />

tiene múltiples significados, podemos ver en ella una aspiración o deseo,<br />

una correspondencia con la realidad, un medio por el cual se cumple una<br />

52 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

política, un análisis cualitativo de la misión, en fin, la lista de significados<br />

es extensa, siendo, por ello, complejo abordar la temática.<br />

El tema de los objetivos ha estado vinculado de manera permanente a la administración,<br />

especialmente en occidente, dado que constituye un elemento<br />

determinante del concepto de eficacia, la que se mide por la relación entre<br />

metas y logros, dentro de la lógica de racionalidad de acción con arreglo a<br />

fines. Esta práctica, desde luego, no se aplica en las percepciones orientales<br />

en donde la eficacia se determina por el nivel de aprovechamiento<br />

de los flujos vitales. En occidente, la idea de administración siempre gira<br />

en relación con los objetivos y su eficacia se mide por los niveles de logro.<br />

El asunto no es nuevo, aunque algunos pretendan construir historias; según<br />

ellas, la administración por objetivos es creación de la post-modernidad o,<br />

por lo menos, derivada de modernas teorías sistémicas, estructuralistas y<br />

post-estructuralistas de la administración. Para no ir muy atrás en la historia,<br />

puede recordarse que el enfoque de administración científica ya la incluía<br />

en sus teorías con el nombre de previsiones (Fayol, 1969), y planteaba el<br />

control como el establecimiento de límites a los administradores a fin de<br />

que sus decisiones no se separaran sustancialmente de ellas.<br />

El asunto justifica sólidamente la necesidad de desarrollar métodos de fiscalización<br />

de los objetivos, porque constituyen el elemento clave del proceso<br />

administrativo y, a su alrededor, se desarrollan las acciones de dirección,<br />

coordinación, ejecución y, desde luego, la evaluación.<br />

Es entonces necesario establecer claramente el significado de objetivo<br />

en el discurso administrativo, superando las tradiciones simplistas que lo<br />

entienden como el deseo de alcanzar o el elemento programático que identifica<br />

la finalidad hacia donde deben dirigirse los recursos y esfuerzos para<br />

dar cumplimiento a los propósitos, aunque la segunda afirmación incluya<br />

probabilidades más amplias de comprensión.<br />

Gráfico 6. Fiscalización de<br />

los objetivos<br />

Visión<br />

Misión<br />

Valores<br />

Infraestruct.<br />

OBJETIVOS<br />

Actividades<br />

Tareas<br />

Manual de<br />

actividades<br />

Documentos<br />

Asignación<br />

de respons.<br />

Manual de<br />

funciones<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

53


Rafael Franco Ruiz<br />

Se requiere asumir el tema en el escenario de la gerencia estratégica y, en<br />

ella, se puede considerar que el objetivo es un elemento determinante de<br />

instrumentalización de la misión, un factor determinante de la estrategia que<br />

permite la realización de la política. Es decir, el objetivo es discernimiento<br />

de la misión y allí corresponde realizar las acciones de fiscalización.<br />

En el estudio de los objetivos se han aceptado para ellos algunas características<br />

que se consideran incontrovertibles, como es el caso de su<br />

representación cuantitativa, su mensurabilidad e incluso algunas reglas<br />

gramaticales de su estructura, como aquella que señala que tienen que<br />

iniciarse con un verbo en infinitivo, asuntos que resultan tan formales como<br />

inconvenientes frente a los conceptos.<br />

En verdad, los objetivos, más que deseos, son una guía para la acción, están<br />

íntimamente vinculados a la misión institucional y deben ser coherentes con<br />

los valores, constituyendo una fuente de legitimidad de los componentes,<br />

dimensiones y relaciones que determinan a la organización en su dinámica<br />

por el logro de la libertad y el desarrollo. Este criterio permite determinar un<br />

aspecto funcional de los objetivos, una dimensión descriptiva y cualitativa<br />

de los elementos de la organización para poner en marcha la misión.<br />

De manera gráfica podemos considerar la misión como la fuente de donde<br />

emanan los objetivos a partir de un criterio sistémico que reconoce la polifuncionalidad,<br />

la gerencia es panorámica pero la gestión es especializada. La<br />

misión se desagrega mediante objetivos bajo el principio de especialización<br />

que fundamenta la división social del trabajo, esa es la representación de<br />

las áreas de responsabilidad correspondiente a las columnas de un organigrama<br />

que constituye, en general, una representación matricial.<br />

Gráfico 7. Relación misión – objetivos<br />

MISIÓN<br />

OBJETIVOS<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Por su parte, las filas que integran la representación de la estructura organizacional,<br />

define niveles de ejercicio de poder, discrecionalidad en la toma<br />

de decisiones que determina la existencia de una jerarquía de los objetivos<br />

que, entre ellos, posibilitan la acción con arreglo a fines. Los objetivos se<br />

caracterizan por legitimar la especialidad y el ejercicio de poder.<br />

54 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

En estas circunstancias, se establece una doble clasificación de los objetivos,<br />

una por especialidad y otra por autoridad, determinando una red<br />

compleja que sustenta la estructura y eventualmente las actividades. En la<br />

medida en que la totalidad de los objetivos desarrollen la misión en áreas<br />

autónomas se determinarán funciones únicas, eliminando las posibilidades<br />

de duplicación y, simultáneamente, esta propiedad se repite entre objetivos<br />

subordinados de una misma especialidad. Es esta la base de la fiscalización<br />

estratégica de objetivos, más relacionados con criterios funcionales que<br />

con expresiones cuantitativas.<br />

Cada unidad funcional de una estructura está justificada, por lo menos, por<br />

un objetivo, es decir, no pueden existir unidades funcionales sin objetivos,<br />

al tiempo que el mismo objetivo no puede justificar la existencia plural de<br />

unidades funcionales. Ese es el elemento vital de la fiscalización de objetivos<br />

que, en la práctica, muta la fiscalización de estructura pero permite, al mismo<br />

tiempo, determinar la calidad de los objetivos. El objeto de fiscalización lo<br />

constituye la carta organizacional u organigrama en donde se representan<br />

las diferentes unidades funcionales de la entidad fiscalizada, las que, desde<br />

luego, representan objetivos funcionales específicos.<br />

El método aplicable lo constituye la unidad estratégica de relación de objetivos,<br />

ilustrada en la Tabla 37 e incluye dos áreas de fiscalización; la primera,<br />

constituida por los factores de análisis; y la segunda, por las variables de<br />

fiscalización que, para el ejemplo, están ilustradas en la Tabla 35, conectadas<br />

por los taxones, constituidos por cada una de las áreas funcionales<br />

de la entidad, representadas en una carta organizacional.<br />

Como se ha dicho, en la aplicación de esta metodología, los taxones se<br />

integran por las diferentes áreas funcionales de la entidad, cada cuadro<br />

del organigrama, considerando, desde luego, que cada uno traslapa un<br />

objetivo preciso y autónomo a partir del concepto de división del trabajo<br />

con base en el principio de especialización. Estas unidades funcionales<br />

así relacionadas se pueden clasificar para efectos de análisis en los tipos<br />

creadoras de valor, funcionales de apoyo y creadoras de costo:<br />

• Unidades funcionales creadoras de valor<br />

• Unidades funcionales de apoyo<br />

• Unidades funcionales creadoras de costo<br />

Esta clasificación debe ser bien entendida, no se trata de un concepto<br />

financiero de creación de valor o de costo, no se alude a la generación<br />

de ganancias u otras medidas tradicionales de eficiencia aunque pueden<br />

llegar a coincidir. De lo que se trata es de la relación estratégica, plano en<br />

que se consideran unidades funcionales creadoras de valor aquellas que<br />

tienen por objetivo desarrollar funciones que contribuyen de manera directa<br />

55


Rafael Franco Ruiz<br />

al desarrollo de la misión. Las unidades funcionales de apoyo son aquellas<br />

que tienen por objetivo realizar funciones que no tienen relación directa con<br />

la misión pero se requieren para su realización. Las unidades funcionales<br />

creadoras de costo son aquellas que tienen como objetivo desarrollar<br />

funciones que no tienen ninguna relación con la misión o cuyo objetivo es<br />

repetido en otra que, por pertinencia, debe desarrollarlo.<br />

La clasificación es indispensable para abordar la evaluación de los factores<br />

de análisis vinculados a la fiscalización, y éste es un momento importante<br />

en relación con los usos y costumbres por cuanto se retorna a escenarios<br />

cuantitativos, muchos de ellos correspondientes a información financiera.<br />

Aquí, se instrumentaliza uno de los objetivos más mencionados en los<br />

discursos administrativos y de control, pero casi nunca desarrollados, se<br />

trata de la asignación de recursos.<br />

Los factores de análisis constituyen variables independientes que representan<br />

elementos determinantes para la acción de las unidades funcionales, son<br />

su factor dinámico y se constituyen por infraestructura, recursos financieros<br />

y talento humano, el cual integra capacidad de trabajo y conocimiento.<br />

Dentro de los factores de análisis (ilustrados, para el caso, en la tabla 35)<br />

se pueden vincular datos periodizados como costos, remuneración al trabajo,<br />

horas hombre laboradas, horas máquina ejecutadas, pero también<br />

datos no periodizados como el caso del número de trabajadores en planta<br />

y activos asignados a cada unidad funcional. Toda esta información puede<br />

ser proporcionada por una contabilidad por áreas de responsabilidad.<br />

Tabla 35. Factores de análisis<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE OBJETIVOS<br />

1. Activo<br />

2. Salario<br />

3. Costo<br />

4. Gasto<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Es evidente que todos los elementos relacionados con unidades funcionales<br />

creadoras de costo constituyen irregularidades y tienen un ingrediente muy<br />

importante en la formulación de instrucciones, consiste en la cuantificación<br />

de recursos improductivos desde la perspectiva misional permitiendo medir<br />

ahorros estratégicos y reasignación o realización de recursos aplicados a<br />

un asunto impertinente frente a la misión. Otro tipo de conclusión también<br />

podría construirse: ¿es la misión planteada la verdadera orientadora de la<br />

actividad institucional?<br />

El proceso de fiscalización debe extenderse en términos de análisis a las<br />

unidades funcionales de apoyo, cuando éstas representan una proporción<br />

56 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

exagerada frente a las unidades funcionales creadoras de valor. Aquí podrían<br />

identificarse nuevas irregularidades.<br />

La fiscalización realizada por unidades de análisis se orienta a construir<br />

un índice de calidad de estructura para lo cual se deben realizar algunas<br />

actividades así:<br />

• Se totalizan cada una de las columnas referentes a los factores de análisis.<br />

• Se totalizan los valores de cada factor de análisis correspondientes a<br />

cada tipo de unidad funcional.<br />

• Se calcula el índice de eficiencia de estructura (I.E.E) dividiendo los valores<br />

acumulados para cada factor de análisis en unidades funcionales<br />

creadoras de valor por el total de todas las unidades funcionales<br />

Unidades funcionales creadoras de valor<br />

I.E.E.=<br />

Total de unidades funcionales<br />

• Estos índices de eficiencia de estructura determinados para cada factor<br />

de análisis pueden resultar poco significativos, hay unidades funcionales<br />

que incluyen un número importante de trabajadores en relación con otras<br />

asignaciones laborales diferenciadas sustancialmente entre funcionarios<br />

de diversas unidades o porque unos factores de análisis resulten más<br />

relevantes que otros y, en tal circunstancia, su contribución al análisis<br />

global puede resultar contraproducente, por ello, deben ser ponderados.<br />

• Una vez determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan<br />

los índices de eficiencia de estructura ponderados cuya sumatoria<br />

constituye el índice de calidad de estructura.<br />

I.C.E.= ∑(I.E.E.) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de estructura puede ser objeto de análisis como<br />

todos los anteriores, es decir, en interpretación autónoma a partir de reglas<br />

preestablecidas y también de interpretación emulativa para permitir<br />

observar el comportamiento a través del tiempo o en comparación con<br />

émulos, con promedios sectoriales o con índices técnicos.<br />

Quedó afirmado que cada unidad funcional clasificada como taxón constituye<br />

un objetivo funcional y, a partir de este criterio, se desarrolla el segundo<br />

elemento del método, orientado a determinar el índice de calidad<br />

de objetivos y que dará inicio a la identificación de nuevas irregularidades,<br />

predicciones e instrucciones.<br />

La segunda parte del método constituye una aplicación normal de la matriz<br />

de fiscalización estratégica pero vinculada a la sección anterior, en que los<br />

taxones se constituyen por los objetivos que subyacen en las unidades<br />

57


Rafael Franco Ruiz<br />

funcionales y se determinan las variables de fiscalización (ver, para el caso,<br />

Tabla 36), de acuerdo con las características de tales objetivos, entre las<br />

que se pueden considerar, trascendencia, nivel de expresión, comunicación,<br />

aceptación, coherencia con la misión, coherencia interna de objetivos, observabilidad,<br />

flexibilidad, pertinencia, autonomía y asignación de recursos.<br />

• Todos los objetivos funcionales deben estar definidos por su trascendencia<br />

temporal y espacial, sin que se consideren eternos e inmutables, dado<br />

que son determinados por la realidad, la experiencia y la posibilidad. No<br />

es aceptable que estén planteados en términos cortoplacistas, ya que<br />

deben situarse en el plano del deber ser que constituye su naturaleza.<br />

• La variable relativa a nivel de expresión hace referencia a la calidad<br />

gramatical del documento, éste debe ser claro, conciso y, por lo tanto,<br />

simplicidad del lenguaje y expresión completa de ideas, en pocas palabras,<br />

son virtudes irremplazables. Es indispensable considerar que el<br />

documento se dirige a públicos amplios para que lo interioricen y no a<br />

públicos especializados.<br />

• Los objetivos funcionales determinan el deber ser de las relaciones entre<br />

agentes sociales y, en tal efecto, es una guía que permite a todos los<br />

agentes sociales cohesionarse y, por tanto, deben ser objeto de comunicación<br />

interna y externa.<br />

• No basta con la comunicación de la cultura organizacional, ésta no se<br />

constituirá como tal sin que medie la aceptación de todos los agentes<br />

sociales y, por ello, se deben medir los niveles de aceptación interna y<br />

externa. Este propósito requiere trabajo de campo, que debe superar<br />

el nivel de encuestas, dado que se busca medir el grado de interiorización<br />

de sus componentes, requiriendo entr<strong>evista</strong>s controladas y formas<br />

avanzadas de observación que pueden incluir investigación analítica con<br />

métodos como la etnografía. Los objetivos funcionales son factores que<br />

definen las relaciones entre los agentes sociales de la organización. La<br />

aceptación, voluntad y perseverancia son necesarias para ponerlos en<br />

acción a través del aprendizaje continuo y el compromiso.<br />

• Todos los objetivos funcionales, estructurados como taxones, deben tener<br />

como característica su capacidad motivacional para crear confianza<br />

entre los diferentes agentes sociales, lo que garantiza la emergencia de<br />

relaciones sostenibles y elimina tensiones, brindando gran dinamismo a<br />

la actividad y, por lo tanto, optimizando los resultados.<br />

• La cultura organizacional no es un listado de elementos independientes,<br />

es un sistema integrado de lazo abierto que exige cohesión entre todos<br />

sus componentes, teniendo como factor regulador a la visión organizacional.<br />

Por ello, es indispensable medir el nivel de coherencia existente<br />

entre la misión y los objetivos funcionales, así como su pertinencia, ellos<br />

58 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

constituyen una parte de la organización estratégica y variable importante<br />

en la estructura y funcionamiento de la organización cultural de la entidad.<br />

• Un elemento determinante para la vinculación de los objetivos a la estrategia<br />

es su factibilidad, debe ser posible su ralentización, a riesgo de<br />

asumir planos de acción subjetivos, que no garantizan el éxito. No debe<br />

olvidarse la relación de los objetivos funcionales con el deber ser, lo que<br />

determina la importancia de medir el nivel de factibilidad integral.<br />

• Los objetivos funcionales deben ser observables, es decir, debe ser factible<br />

percibir su funcionamiento real para poder evaluarlos en este nivel<br />

y en los consecuentes de la eficacia.<br />

• Los objetivos funcionales deben ser flexibles, adaptarse en los cambios<br />

de la misión o en las decisiones de integración vertical, horizontal o concéntrica<br />

que se derive del cumplimiento de la propia misión. La flexibilidad<br />

puede estar dada por la inclusión de nuevos objetivos o la diversificación<br />

o modificación de los actuales.<br />

• Los objetivos funcionales deben ser pertinentes, entendiendo por tal, su<br />

capacidad de fundamentar la toma de decisiones en el proceso administrativo,<br />

garantizando que éstas se orienten a la realización de la misión.<br />

• Los objetivos funcionales deben ser parametrizables, es decir, a partir de<br />

ellos debe ser factible la selección de indicadores y la creación de índices<br />

que permitan evaluar la eficiencia, la eficacia y el desempeño.<br />

• Los objetivos funcionales deben ser autónomos, considerar la regla lógica<br />

del tercero excluido, es decir, él mismo no puede justificar la existencia<br />

de diferentes unidades funcionales.<br />

• Para todo objetivo expresado debe determinarse una asignación de recursos<br />

adecuada para su realización. La inexistencia de asignación de<br />

recursos determina que el objetivo sólo constituye una declaración vacía,<br />

sin inclusión real al funcionamiento de la entidad.<br />

Tabla 36. Variables de fiscalización de objetivos<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE OBJETIVOS<br />

1. Trascendencia<br />

2. Comunicación<br />

3. Coherencia con la misión<br />

4. Coherencia interna de objetivos<br />

5. Observabilidad<br />

6. Flexibilidad<br />

7. Pertinencia<br />

8. Autonomía<br />

9. Asignación de recursos<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

59


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 37. Unidad de análisis de relación estratégica de objetivos<br />

Factores de análisis Variables de fiscalización<br />

Taxones<br />

Tipo<br />

Activo<br />

Salario<br />

Costo<br />

Gasto<br />

Pond. %<br />

Irregularidad<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 POND.<br />

10 <strong>12</strong> 13 <strong>12</strong> 8 9 10 14 <strong>12</strong> 100<br />

A 1 8000 4000 5000 4000 20 4 4 4 3 3 4 4 4 3 0.73<br />

B 1 2000 3000 9000 4000 25 4 3 4 3 4 3 4 4 4 0.92<br />

C 2 1500 1000 2000 2000 15 4 3 3 4 4 3 3 3 3 0.49<br />

D 2 2500 <strong>12</strong>00 1800 800 18 4 3 3 3 3 3 4 3 3 0.58<br />

E 2 3000 8000 <strong>12</strong>00 <strong>12</strong>00 10 3 3 2 4 3 4 4 3 3 0.32 K7<br />

F 3 3000 800 1000 1000 <strong>12</strong> 1 4 2 2 1 1 2 3 2 0.24<br />

I8, K8, L8,<br />

M8, N8, O8,<br />

Q8<br />

Total 10 20000 18000 20000 13000 100 3.28 I.C.O. 0.82<br />

Total 1 6 10000 7000 14000 8000<br />

B8, C8, D8,<br />

E8, F8<br />

Total 2 3 7000 10200 5000 4000<br />

Total 3 2 3000 800 1000 1000<br />

E.E. 0.18 0.50 0.30 0.70 0.62<br />

Pond. 10% 30% 25% 15% 20%<br />

E.E.P. 0.02 0.15 0.10 0.11 0.<strong>12</strong> I.C.E. 0.49<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del método<br />

de unidad de análisis de relación estratégica de objetivos y se completa el<br />

método mediante la determinación de la escala de valoración, el cálculo<br />

del índice de calidad de objetivos y su evaluación autónoma o emulativa,<br />

permitiendo mediante la predicción, la construcción de instrucciones y el<br />

alimento de la sumatoria evidencial.<br />

60 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

3.2.5 Fiscalización de infraestructura. El uso de la expresión infraestructura<br />

puede resultar controversial, está vinculado a la teoría económica pero,<br />

también, a las ciencias políticas y ello ha generado algunas resistencias<br />

sobre su inclusión en los discursos del control. Algunos utilizan la expresión<br />

para hacer referencia a las instalaciones materiales necesarias para la<br />

existencia de la sociedad y sus actividades económicas. Esta percepción<br />

puede resultar limitada, la estructura material por sí sola no garantiza ni la<br />

vida de la sociedad ni las actividades económicas necesarias para ello, ni<br />

el incremento de la productividad. La definición pudo quedarse estancada<br />

en los desarrollos históricos en que la producción se fundamentó en tierra<br />

y capital, porque el trabajo, por ser considerado medio de producción o<br />

extensión de la tierra, fue parte del capital fijo.<br />

Éstas no son las condiciones actuales, hoy se consideran medios de producción<br />

no sólo a capital y tierra, también al trabajo y al conocimiento. En<br />

especial, el trabajo alcanzó el respeto a la dignidad humana, su reconocimiento<br />

social y en los últimos tiempos se manifiesta como trabajo ilustrado,<br />

fundamentado en conocimiento. El conocimiento se hace capital por las<br />

relaciones de propiedad en su producción y circulación pero también trabajo,<br />

por su inclusión en los procesos productivos.<br />

Estos cambios en los procesos productivos y los medios de producción<br />

permiten redefinir el concepto de infraestructura, para entenderla como la<br />

parte del capital fijo, base material que soporta la realización de los procesos<br />

sociales, entre ellos, los económicos, no como conjunto de estructuras<br />

materiales, más bien como el sistema de recursos materiales y de conocimiento<br />

que interactuando con el trabajo permiten la producción social.<br />

Gráfico 8. Fiscalización de infraestructura<br />

Visión<br />

Misión<br />

Valores<br />

INFRAESTRUCTURA<br />

Objetivos<br />

Actividades<br />

Tareas<br />

Manual de<br />

actividades<br />

Documentos<br />

Asignación<br />

de respons.<br />

Manual de<br />

funciones<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

No se puede entender la infraestructura si no es en relación con el trabajo<br />

que permite la producción, distribución y consumo y, en tal hecho, los<br />

agentes sociales que los dinamizan están involucrados en el concepto.<br />

61


Rafael Franco Ruiz<br />

Por esta razón, es imposible desarrollar una estructura de fiscalización<br />

sin que se ocupe de estos elementos fundamentales de la infraestructura,<br />

algunos de cuyos elementos ya se incluyeron en la fiscalización de objetivos.<br />

No se pueden fiscalizar las actividades organizacionales sin fiscalizar<br />

lo referente a infraestructura, a riesgo de omitir elementos determinantes<br />

para la productividad social.<br />

A la base material, la administración y en especial la contabilidad, la han<br />

denominado propiedad, planta y equipo (¿tierra y capital?) o inmovilizado<br />

material. En la actualidad, en ese componente no sólo se reconocen los<br />

elementos materiales, también a bienes inmateriales o intangibles, el factor<br />

fundamental de la infraestructura en la sociedad del conocimiento. Ese<br />

concepto de inmovilizado material, que no se consume por su primer uso, el<br />

llamado capital fijo, es al que se hace objeto de fiscalización, relacionándolo<br />

con el concepto de fuerzas productivas, especialmente, el trabajo.<br />

La metodología aplicable es evidenciada en la unidad de análisis de relación<br />

estratégica, ilustrada en el anexo 4, para enriquecer los logros del proceso<br />

de fiscalización. En este caso, ésta tendrá un formato especial y tendrá<br />

tres secciones, una para información general de carácter descriptivo y dos<br />

más para los factores de análisis y variables de fiscalización. La sección<br />

destinada a la información general no forma parte de la fiscalización, es<br />

simplemente informativa, para brindar mayor conocimiento sobre cada uno<br />

de los elementos de la infraestructura.<br />

El primer paso consiste en elaborar un inventario de la base material,<br />

tangible e intangible, incluyendo toda la información necesaria para la descripción<br />

de cada elemento, entre las que puede mencionarse, identificación<br />

en inventario, responsable de su uso, marca, referencia, garantías, valor<br />

asegurado, proveedor, fecha de compra, etc.<br />

La siguiente sección corresponde a los factores de análisis, primer elemento<br />

de aplicación del procedimiento y, por ello, es recomendable clasificar por<br />

sectores la información general, cualitativa y cuantitativa, separándolo de<br />

aquellos que tienen el carácter de factores de análisis, que se describen<br />

con base en cuantificaciones específicas. Recuérdese que los factores de<br />

análisis son variables independientes necesarias para determinar el índice<br />

de calidad de infraestructura. Los factores de análisis pueden incluir información<br />

relativa a valor en libros, valor de realización, valor de reposición,<br />

valor neto de reposición y valor asegurado (como se describe en la Tabla<br />

38) sin importar si tales bienes son propios o simplemente se ejerce control<br />

sobre ellos, en virtud de contratos de arrendamiento o licencias de uso,<br />

bajo cualquier denominación.<br />

Cada recurso de infraestructura puede clasificarse por misión crítica en los<br />

tipos: recursos creadores de valor, utilizados directamente en la realización<br />

62 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

de la misión; recursos funcionales de apoyo, no se utilizan directamente<br />

en la ejecución de la misión pero se requieren para el efecto; y recursos<br />

creadores de costo, se utilizan en actividades carentes de relación con la<br />

misión. Esta clasificación se puede codificar de manera numérica, alfabética<br />

o alfanumérica e incluso con símbolos. Aquí, se escoge una codificación<br />

numérica así:<br />

1. Infraestructura creadora de valor<br />

2. Infraestructura funcional de apoyo<br />

3. Infraestructura creadora de costo<br />

Tabla 38. Factores de análisis<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE INFRAESTRUCTURA<br />

1. Valor en libros<br />

2. Valor de realización<br />

3. Valor de reposición<br />

4. Valor neto de reposición<br />

5. Valor asegurado<br />

6. Costo de operación<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

La clasificación es indispensable para abordar el análisis de los factores de<br />

análisis en el proceso de fiscalización. Dentro de los factores de análisis se<br />

pueden vincular datos cuantitativos como precio de adquisición, valor de<br />

realización, valor neto de reposición, valor asegurado, costo de la prima de<br />

seguro, valor neto en libros, costo de operación y otros que se consideren<br />

pertinentes.<br />

Es evidente que todos los recursos clasificados como creadores de costo<br />

constituyen irregularidades y tienen un ingrediente muy importante en la<br />

formulación de instrucciones, consiste en la cuantificación de recursos<br />

improductivos desde la perspectiva misional, permitiendo medir ahorros<br />

estratégicos y reasignación o realización de recursos de infraestructura<br />

aplicados a un asunto impertinente frente a la misión.<br />

El proceso de fiscalización debe extenderse en términos de análisis a los<br />

recursos de apoyo cuando éstos representan una proporción exagerada<br />

frente a los recursos creadores de valor. Aquí podrían identificarse nuevas<br />

irregularidades. Un asunto capital en el proceso de fiscalización lo determina<br />

el nivel de uso de los recursos de la infraestructura, pueden constituir<br />

inversiones sobredimensionadas o innecesarias que podrían liberar recursos<br />

para reasignarse en capital de trabajo o nuevas inversiones.<br />

La fiscalización realizada por función de la infraestructura se orienta a construir<br />

un índice de calidad de infraestructura, para lo cual se deben realizar<br />

algunas actividades así:<br />

63


Rafael Franco Ruiz<br />

• Se totalizan cada una de las columnas referentes a los factores de análisis.<br />

• Se totalizan los valores de cada factor de análisis correspondiente a cada<br />

tipo de recursos de la infraestructura.<br />

• Se calcula el índice de eficiencia de infraestructura dividiendo los valores<br />

acumulados para cada factor de análisis en recursos creadores de valor<br />

por el total de todos los recursos de infraestructura.<br />

Recursos creadores de valor<br />

I.E.I.=<br />

Total de recursos de infraestructura<br />

• Estos índices de eficiencia de infraestructura determinados para cada<br />

factor de análisis pueden resultar poco significativos, hay recursos de<br />

infraestructura de bajo valor o incidencia en las actividades de la organización<br />

y, en tal caso, su contribución al análisis global puede resultar<br />

contraproducente, por ello, deben ponderarse.<br />

• Una vez determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan<br />

los índices de eficiencia de infraestructura ponderados cuya sumatoria<br />

constituye el índice de calidad de infraestructura.<br />

I.C.I.= ∑(I.E.I) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de infraestructura puede ser objeto de análisis<br />

como todos los anteriores, es decir, en interpretación autónoma a partir de<br />

reglas preestablecidas y también de interpretación emulativa para permitir<br />

observar el comportamiento a través del tiempo o en comparación con<br />

émulos, con promedios sectoriales o con índices técnicos.<br />

Una vez realizado el primer nivel de fiscalización se procede al segundo<br />

a partir de la determinación de variables de fiscalización (ver Tabla 39) las<br />

que se clasifican en jurídicas, económicas, técnicas y sociales, así:<br />

• Variables jurídicas: titularidad, garantías.<br />

• Variables económicas: aseguramiento, comercialidad, nivel de uso.<br />

• Variables técnicas: manuales, disponibilidad de asistencia técnica, disponibilidad<br />

de repuestos, políticas de mantenimiento, calificación de estado,<br />

vigencia tecnológica, seguridad dinámica.<br />

• Variables sociales: personal capacitado, políticas de entrenamiento, desarrollo<br />

de personal.<br />

La variable de titularidad se refiere a la documentación jurídica que respalda<br />

el control del recurso, bien sean los títulos de propiedad, los contratos de<br />

arrendamiento, o las licencias de uso. Es indispensable la inspección especial<br />

de recursos nativos como software o intangibles formados que deben ser<br />

64 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

objeto de registro de propiedad intelectual, a riesgo de medidas cautelares<br />

de control estatal si esto no se hace. No debe olvidarse que normas legales<br />

en Colombia prohíben prestar servicios de mantenimiento y asistencia<br />

técnica a bienes que no tienen definida y demostrada su legalidad.<br />

La variable de garantías alude a la verificación y existencia de garantías<br />

sobre los recursos, otorgadas por los fabricantes o proveedores. El aseguramiento<br />

se relaciona con el interés en la empresa en marcha ante la<br />

eventualidad de un siniestro, se comprueba su existencia y valor asegurado<br />

que debe corresponder con el valor de reposición.<br />

Tabla 39. Variables de fiscalización de infraestructura<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE INFRAESTRUCTURA<br />

1. Titularidad<br />

2. Garantías<br />

3. Aseguramiento<br />

4. Comercialidad<br />

5. Nivel de uso<br />

6. Manuales<br />

7. Disponibilidad de asistencia técnica<br />

8. Disponibilidad de repuestos<br />

9. Políticas de mantenimiento<br />

10. Calificación de estado<br />

11. Vigencia tecnológica<br />

<strong>12</strong>. Seguridad dinámica<br />

13. Personal capacitado<br />

14. Políticas de entrenamiento<br />

15. Desarrollo de personal<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

La comercialidad hace referencia a la vigencia mercantil del bien, la existencia<br />

de mercados para su posible enajenación en caso de reemplazo y<br />

las condiciones de funcionamiento de esos mercados para generar riesgo<br />

en relación con la inversión realizada, en la perspectiva del compromiso<br />

con la tecnología.<br />

La variable relativa a nivel de uso se refiere a la evaluación de la utilización<br />

de cada uno de los recursos de infraestructura en relación con la capacidad<br />

técnica de operación dado que, en oportunidades, tales recursos se<br />

subutilizan en diferentes niveles, llegando a casos en que constituyen una<br />

verdadera dilapidación de fondos.<br />

Todos los recursos de infraestructura deben contar con manuales, pues son<br />

indispensables para soportar la operación, el mantenimiento, la reparación<br />

y la actualización.<br />

65


Rafael Franco Ruiz<br />

Debe comprobarse la disponibilidad de asistencia técnica y de repuestos<br />

para todos los recursos de infraestructura en el medio en que son utilizados,<br />

esto es capital para evitar paros y hasta cierres en los procesos por<br />

sus carencias.<br />

Se deben examinar las decisiones y contratos que desarrollan políticas de<br />

mantenimiento, reconociendo la importancia de las acciones preventivas<br />

sobre las reactivas.<br />

La calificación de estado evalúa las características físicas de los recursos,<br />

sus posibilidades de mantenimiento, recuperación, reconstrucción y escalamiento<br />

tecnológico.<br />

Es indispensable examinar la vigencia tecnológica de los recursos para<br />

evitar caer en la tenencia de recursos obsoletos o de baja productividad<br />

eliminando así los riesgos de competitividad que de ello se deriva.<br />

La seguridad dinámica se relaciona con las condiciones ambientales de uso<br />

de los recursos de infraestructura, en sus aspectos físicos, para garantizar la<br />

seguridad física pero, también, en factores concurrentes como iluminación,<br />

temperatura, emisión de contaminantes, señalización, etc.<br />

Las variables más importantes se relacionan con el trabajo, de alguna manera<br />

se han abordado parcialmente en lo referente a seguridad dinámica pero<br />

deben entenderse en una relación más directa con el talento humano y el<br />

primer elemento es la existencia de personal capacitado, conocedor de los<br />

recursos y capaz de construir soluciones in sito ante posibles problemáticas.<br />

Debe comprobarse la existencia y calidad de políticas de entrenamiento<br />

del personal para responder a exigencias o calamidades derivadas de la<br />

infraestructura y ésta debe tener como objetivo a todo el personal y no sólo<br />

a los responsables operativos.<br />

Un elemento determinante en las estrategias de infraestructura corresponde<br />

al desarrollo de personal, permitiendo el desarrollo de ascensos y promociones,<br />

la elevación de la capacidad técnica y el compromiso organizacional;<br />

así, se liberan tensiones y se cultivan condiciones de compromiso y de<br />

productividad.<br />

Con estos elementos descriptivos se determinan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización mediante una escala de medición que se<br />

aplica a cada uno de los taxones establecidos, conformando el instrumento<br />

que permite la aplicación particular del método de matriz estratégica<br />

de fiscalización a la infraestructura institucional y se completa el método<br />

mediante la determinación de la doble ponderación, el cálculo del índice<br />

de calidad de políticas sobre infraestructura (ICPI) y su evaluación autó-<br />

66 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

noma o emulativa, permitiendo mediante la predicción la construcción de<br />

instrucciones y el alimento de la sumatoria evidencial.<br />

3.2.6 Fiscalización de actividades. Existen discusiones acerca del enfoque<br />

administrativo, buscando determinar si la gestión debe concentrarse<br />

en la estructura o en los procesos, sin llegar a conclusiones definitivas. Lo<br />

cierto, es que estas discusiones no se centran en los simples problemas de<br />

información financiera, por el contrario, se representan en la contabilidad<br />

de gestión o contabilidad para la productividad.<br />

Recuérdese que la contabilidad es una representación de magnitudes que<br />

simplifica la complejidad y, en tal virtud, la contabilidad de la productividad<br />

pretende representar los procesos productivos, a través de la tradicionalmente<br />

llamada contabilidad de costos. Las primeras tradiciones de contabilidad<br />

de productividad partieron del presupuesto de que si se controla<br />

el costo primo se controla la productividad, dado que los costos indirectos<br />

de producción difícilmente alcanzaban una proporción superior al 10% del<br />

costo total de producción.<br />

Gráfico 9. Fiscalización de actividades<br />

Visión<br />

Misión<br />

Valores<br />

Infraestruct.<br />

Objetivos<br />

ACTIVIDADES<br />

Tareas<br />

Manual de<br />

actividades<br />

Documentos<br />

Asignación<br />

de respons.<br />

Manual de<br />

funciones<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Esta percepción resultó adecuada para el momento de avance de la economía,<br />

la que estuvo fundamentada en la teoría de la escasez, desde luego,<br />

definida en la relación oferta y demanda y entendida como la incapacidad de<br />

la oferta para satisfacer los requerimientos de la demanda. En esta circunstancia<br />

es el productor el que determina las reglas del juego de la economía,<br />

los diseños, los precios que se fundamentan en oferta, determinados por el<br />

productor con base en el costo, bien por el establecimiento de un margen<br />

de beneficio sobre el costo variable o sobre el costo total o absorbente.<br />

Las empresas producían pocos tipos de artículos y la determinación del<br />

costo resultó relativamente fácil, bastó asignar los costos directos a los<br />

productos y prorratear, hoy asignar; y los indirectos a través de un proce-<br />

67


Rafael Franco Ruiz<br />

so de departamentalización sobre una base confiable que varió entre el<br />

volumen de producción, las horas máquina y las horas hombre dedicadas<br />

a cada artículo o producto.<br />

La tradicional contabilidad de la productividad avanzó primero a la asignación<br />

de responsabilidades utilizando, para el efecto, la contabilidad y<br />

la información por áreas de responsabilidad, desarrollando el control por<br />

excepción, en un medio administrativo en donde prevalecían las teorías<br />

organicistas y las estructuras autoritarias.<br />

La última etapa de la contabilidad tradicional de la productividad, en verdad<br />

el momento de su primera gran transición, lo constituyó el análisis marginal,<br />

que lograría fundamentar el cambio del modelo neoclásico de la economía<br />

a la teoría de circuito, al keynesianismo con sus políticas económicas del<br />

pleno empleo.<br />

La respuesta a preguntas sobre qué pasa con una unidad adicional de<br />

producción y una unidad monetaria adicional de ingreso constituyen el fundamento<br />

de las teorías del ahorro marginal, el costo marginal y el ingreso<br />

marginal, base de la nueva economía del pleno empleo y el Estado benefactor,<br />

que genera un crecimiento sustancial de la demanda y el inicio de<br />

la crisis de la teoría económica clásica, la crisis de la teoría de la escasez.<br />

El crecimiento de la demanda impulsó el desarrollo empresarial y la diversificación<br />

caracterizó su crecimiento al tiempo que la sociedad vivió<br />

una revolución de la técnica y la tecnología, aupada en la fragmentación<br />

molecular y la emergencia de bienes de alta tecnología que permiten la<br />

integración horizontal y vertical de la producción, haciendo que ellas se<br />

hagan productoras de múltiples artículos.<br />

El fundamento del tradicional control de la productividad se derrumba; la<br />

emergencia, primero de la ciencia y de la tecnología que determina la sustitución<br />

de materias primas naturales por sintéticas, como consecuencia<br />

de la fragmentación de la molécula, la miniaturización de los productos,<br />

la emergencia de la sociedad de lo efímero que transforma los conceptos<br />

de calidad de propiedades físicas a satisfacciones sicológicas, disminuyen<br />

sustancialmente la influencia de la materia prima en el costo de producción.<br />

Por su parte, el desarrollo de la ciencia y de la tecnología, ya no sólo sustituyen<br />

el trabajo físico del hombre, inicia el proceso de la sustitución del<br />

trabajo intelectual, disminuyendo la importancia del trabajo en el costo, al<br />

tiempo que la sociedad de mercado destaca la importancia del precio de<br />

mercado por encima del costo de producción y presiona un nuevo desarrollo<br />

de la contabilidad de la productividad que avanza rápidamente a contabilidad<br />

de la competitividad, y del control de la productividad al control de la<br />

68 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

competitividad. La comprensión de esta transformación es indispensable<br />

para el entendimiento de los requerimientos del desarrollo a la información<br />

contable.<br />

Emerge, entonces, la contabilidad y el control por actividades, que incluye<br />

diferencias sustanciales frente a la contabilidad de la productividad tradicional.<br />

Ya no basta el conocimiento del costo de producción, se requiere<br />

el concepto ampliado de costo de transición que conlleva los tradicionales<br />

conceptos de gastos y la gran importancia del portafolio de productos con<br />

sus necesidades de segmentación. La transformación de la estructura del<br />

costo, primero y, luego, la importancia del costo de transición, requirieron<br />

cambios en la contabilidad.<br />

La determinación del precio ya no se puede soportar en la asignación de<br />

los costos indirectos a los productos a través de una base adecuada, un<br />

error puede subestimar o sobrestimar el precio y generar problemas estratégicos<br />

de mercado y, por ello, se desarrollaron en la década de 1950<br />

los costos por actividades que avanzaron a contabilidad por actividades y<br />

a gerencia por actividades.<br />

Los costos por actividades mantuvieron elementos de la vieja metodología,<br />

asignación de los costos directos a los productos, aunque el concepto se<br />

amplía por el reconocimiento de los correspondientes a distribución y marketing,<br />

y los indirectos asignados mediante un procedimiento ahora más<br />

sofisticado, su asignación a departamentos, de éstos a actividades y, finalmente,<br />

a los productos. El proceso mejoró la determinación del costo, ya no<br />

de producción sino de transición, pero éste no fue su logro más importante.<br />

El logro más importante apenas está en proceso de identificación, de<br />

descubrimiento, es la elevación de la efectividad del control a partir del<br />

conocimiento de los productos internos, el análisis y la predicción de su<br />

eficiencia. Desde luego, el cambio en la organización económica aún daría<br />

nuevas mutaciones transformadoras, que profundizarían los cambios en la<br />

información y el control, emerge la sociedad del conocimiento.<br />

El conocimiento se hace el activo estratégico, el mayor valor con nuevos<br />

desafíos, no corresponde a la estructura transaccional de la vieja economía<br />

y de la vieja contabilidad, presiona la emergencia del reconocimiento de<br />

activos no transaccionales y, desde luego, de nuevas formas de medición<br />

que sustituyen las tradicionales, fundamentadas en las teorías del valor<br />

trabajo. Se establecen las bases de la nueva economía.<br />

Esas bases se constituyen por una sociedad de la abundancia, la demanda<br />

no tiene capacidad de absorber la capacidad productiva de la oferta y da<br />

origen a grandes excedentes, la economía es controlada por la demanda,<br />

69


Rafael Franco Ruiz<br />

el mercado por el cliente, la calidad se consolida como satisfacción de<br />

necesidades y el dilema costo-precio se soluciona a favor del segundo. La<br />

contabilidad de la productividad debe ser sustituida por la contabilidad de la<br />

competitividad, el control debe seguir el mismo camino, actuar en un medio<br />

interno-entorno utilizando cadenas de valor (ver Tabla 40) y diamante de<br />

competitividad (Portes Michael, 1991).<br />

Es este el medio en que se desarrolla esta nueva etapa del control que<br />

fundamenta la propuesta de fiscalización por actividades que conduce,<br />

además, a la fiscalización por tareas dentro de criterios de reingeniería.<br />

Tabla 40. La cadena de valor<br />

INFRAESTRUCTURA<br />

RECURSOS HUMANOS<br />

DESARROLLO DE TECNOLOGÍA<br />

ABASTECIMIENTO<br />

APOYO<br />

MARGEN<br />

PRIMARIA<br />

Logística de<br />

entrada<br />

Operaciones<br />

Logística de<br />

salida<br />

Marketing y<br />

ventas<br />

Servicio postventa<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El primer asunto en el diseño del método es la definición de un concepto<br />

de actividad adecuado a los discursos efectuados. En este sentido, se<br />

considera como actividad al conjunto sistemático de tareas en que se<br />

interrelacionan recursos y tiempo para obtener un resultado mesurable.<br />

Algunos autores denominan producto a ese resultado mesurable y, de<br />

alguna manera, lo es, pero debe diferenciarse de manera radical con el<br />

concepto tradicional de mercancía como producto terminado. La actividad<br />

permite la obtención de un producto tangible o intangible que se entrega<br />

a un cliente interno o externo, con o sin remuneración o precio. Por esto,<br />

se diferencia de la mercancía o producto terminado, ésta siempre es un<br />

producto, pero no todo producto es una mercancía, puede estar destinado<br />

a otras satisfacciones diferentes a las del mercado.<br />

El método aplicable a este modelo de fiscalización corresponde a la unidad<br />

analítica de relación estratégica de actividades (ver Tabla 41). En la<br />

aplicación de esta metodología, los taxones se integran por las diferentes<br />

actividades de la entidad, considerando, desde luego, que cada una permite<br />

la obtención de un producto o resultado preciso y autónomo a partir del<br />

concepto de división del trabajo, con base en el principio de especialización.<br />

Estas actividades así relacionadas se pueden clasificar para efectos<br />

de análisis en los tipos creadoras de valor, de apoyo y creadoras de costo:<br />

70 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

• Actividades creadoras de valor<br />

• Actividades de apoyo<br />

• Actividades creadoras de costo<br />

Esta clasificación se fundamenta en la relación estratégica, plano en que<br />

se consideran actividades creadoras de valor a aquellas productoras de<br />

resultados que contribuyen de manera directa al desarrollo de la misión.<br />

Las actividades de apoyo son aquellas productoras de resultados que no<br />

tienen relación directa con la misión pero se requieren para su realización.<br />

Las actividades creadoras de costo son las productoras de resultados, que<br />

no tienen ninguna relación con la misión o es repetido en otra que, por pertinencia,<br />

debe desarrollarlo. Aquí, se instrumentaliza de nuevo uno de los<br />

objetivos más mencionados en los discursos administrativos y de control,<br />

pero casi nunca desarrollados, la asignación de recursos.<br />

Los taxones, para este método, se constituyen por cada una de las actividades<br />

que se desarrollan en la organización, las cuales pueden alcanzar<br />

un número significativo en empresas complejas y de gran tamaño y ser<br />

menores en las pequeñas y medianas y, aún, inferior en las microempresas.<br />

Dentro de los factores de análisis (ilustrados en la Tabla 41) se pueden vincular<br />

datos periodizados como costos, remuneración al trabajo, horas hombre<br />

laboradas, horas máquina ejecutadas, pero también datos no periodizados<br />

como el caso del número de trabajadores en planta y activos asignados<br />

a cada actividad. Toda esta información puede ser proporcionada por una<br />

contabilidad por actividades. Aquí se puede incluir un nuevo elemento de<br />

fiscalización, los costos outsourcing, es decir, los necesarios para obtener<br />

el producto o resultado de proveedores externos, una vinculación de variables<br />

externas para confrontarlas con las internas que pueden conducir a<br />

decisiones sobre incremento de productividad o sustitución de actividades,<br />

por cuanto resulte más conveniente la provisión externa que la producción,<br />

la tercerización de elementos necesarios o no para el funcionamiento de<br />

la organización.<br />

Los elementos relacionados con actividades creadoras de costo constituyen<br />

irregularidades y tienen un ingrediente muy importante en la formulación<br />

de instrucciones, consiste en la cuantificación de actividades improductivas<br />

desde la perspectiva misional, permitiendo medir ahorros estratégicos y<br />

reasignación o realización de recursos aplicados a un asunto impertinente<br />

frente a la misión.<br />

El proceso de fiscalización debe extenderse en términos de análisis a las<br />

actividades de apoyo cuando éstas representan una proporción exagerada<br />

en relación con las actividades creadoras de valor. Aquí pueden identificarse<br />

nuevas irregularidades.<br />

71


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 41. Factores de análisis<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE ACTIVIDADES<br />

1. Costos<br />

2. Remuneración al trabajo<br />

3. Horas hombre laboradas<br />

4. Horas máquina ejecutadas<br />

5. Número de trabajadores<br />

6. Activos asignados<br />

7. Precio outsourcing del resultado o producto Fuente: Construcción del autor<br />

Un elemento de capital importancia desarrollado con este método, es la<br />

determinación de costos unitarios de los productos o resultados mediante<br />

la actividad interna y su precio en el mercado, donde surgen escenarios de<br />

descripción de gran importancia en términos de comparar productividad y,<br />

eventualmente, a partir de la predicción, instruir la posibilidad de obtener<br />

los recursos externos. Esto no siempre es procedente, la existencia de secretos<br />

industriales o empresariales, generadores de ventajas comparativas<br />

y competitivas, incidentalmente, pueden hacerlo inconveniente.<br />

La fiscalización realizada por actividades se orienta a construir un índice<br />

de calidad de actividad para lo cual se deben realizar los siguientes pasos:<br />

• Se totalizan cada una de las columnas referentes a los factores de análisis,<br />

discriminando el resultado por tipo y el total.<br />

• Se calcula el índice de eficiencia de actividad (I.E.A.) dividiendo los valores<br />

acumulados para cada factor de análisis en actividades creadoras<br />

de valor por el total de todas las actividades.<br />

Actividades creadoras de valor<br />

I.E.A.=<br />

Total de actividades<br />

• Estos índices de eficiencia de actividad determinados para cada factor de<br />

análisis pueden resultar poco significativos; hay actividades que incluyen<br />

un número importante de trabajadores en relación con otras asignaciones<br />

laborales diferenciadas sustancialmente entre funcionarios de diversas<br />

unidades o porque unos factores de análisis resulten más relevantes que<br />

otros y, en tal situación, su contribución al análisis global puede resultar<br />

contraproducente, por ello, deben ser ponderados.<br />

• Una vez determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan<br />

los índices de eficiencia de actividad ponderados cuya sumatoria<br />

constituye el índice de calidad de actividad (I.C.A.).<br />

I.C.A.= ∑(I.E.A.) i<br />

P i<br />

72 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

• Este índice de calidad de actividad puede ser objeto de análisis como los<br />

anteriores, en interpretación autónoma a partir de reglas preestablecidas<br />

y también de interpretación emulativa para permitir observar el comportamiento<br />

a través del tiempo o en comparación con émulos, con promedios<br />

sectoriales o con índices técnicos.<br />

A partir de este criterio se desarrolla el segundo elemento del método,<br />

orientado a determinar el índice de calidad procedimental y que generará<br />

la identificación de nuevas irregularidades, predicciones e instrucciones.<br />

La segunda parte del método constituye una aplicación normal de la matriz<br />

de fiscalización estratégica, pero vinculada con la sección anterior, en que<br />

los taxones se constituyen por las actividades y se determinan las variables<br />

de fiscalización (ver Tabla 42) de acuerdo con las características de los<br />

productos o resultados que, para el caso, se consideran como trascendencia,<br />

coherencia con la misión, coherencia de actividades, observabilidad,<br />

flexibilidad, pertinencia, autonomía y asignación de recursos.<br />

• Todas las actividades deben estar definidas por su trascendencia temporal<br />

y espacial, sin que se consideren eternas e inmutables, dado que son<br />

determinadas por la realidad, la experiencia y la posibilidad.<br />

• Las actividades no son un listado de elementos independientes, es un<br />

sistema integrado de lazo abierto que exige cohesión entre todos sus<br />

productos o resultados, teniendo como factor regulador a la visión organizacional.<br />

Por ello, es indispensable medir el nivel de coherencia existente<br />

entre la misión, las actividades y su pertinencia.<br />

• Un elemento determinante para la vinculación de las actividades a<br />

la estrategia es su factibilidad, debe ser posible su ralentización y su<br />

correspondencia con la infraestructura, a riesgo de asumir planos de<br />

acción subjetivos, que no garantizan el éxito. Las actividades deben<br />

ser observables, es decir, debe ser factible percibir su funcionamiento<br />

real para poder evaluarlas en este nivel y en los consecuentes de la<br />

eficacia.<br />

• Las actividades deben ser flexibles, adaptarse a los cambios de la misión,<br />

de la infraestructura o en las decisiones de integración vertical, horizontal<br />

o concéntrica que se derive del cumplimiento de la propia misión. La<br />

flexibilidad puede estar dada por la inclusión de nuevas actividades o la<br />

diversificación o modificación de las actuales.<br />

• Las actividades deben ser pertinentes, entendiendo por tal, su capacidad<br />

de fundamentar la toma de decisiones en el proceso administrativo,<br />

garantizando que éstas se orienten a la realización de la misión.<br />

73


Rafael Franco Ruiz<br />

• Las actividades deben ser parametrizables, es decir, a partir de ellas<br />

debe ser factible la selección de indicadores y la creación de índices que<br />

permitan evaluar la eficiencia, la eficacia y el desempeño.<br />

• Las actividades deben ser autónomas, considerar la regla lógica del tercero<br />

excluido, es decir, el mismo producto o resultado no puede justificar<br />

la existencia de diferentes actividades.<br />

• Para toda actividad debe determinarse una asignación de recursos adecuada<br />

para su realización. Sin la asignación de recursos la actividad sólo<br />

constituye una declaración vacía, sin inclusión real al funcionamiento de<br />

la entidad.<br />

Tabla 42. Variables de fiscalización de actividades<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE ACTIVIDADES<br />

1. Trascendencia<br />

2. Coherencia con la misión<br />

3. Coherencia de actividades<br />

4. Factibilidad<br />

5. Observabilidad<br />

6. Flexibilidad<br />

7. Pertinencia<br />

8. Autonomía<br />

9. Asignación de recursos<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del método<br />

de matriz estratégica de fiscalización a las actividades y completar el método<br />

mediante la determinación de la escala de valoración, el cálculo del<br />

índice de calidad procedimental y su evaluación autónoma o emulativa,<br />

permitiendo, mediante la predicción, la construcción de instrucciones y el<br />

alimento de la sumatoria evidencial.<br />

3.2.7 Fiscalización de tareas. Se ha definido la actividad como un conjunto<br />

de tareas sistemáticamente estructuradas que permiten la obtención de<br />

un producto. Resulta importante abordar este elemento en el proceso de<br />

fiscalización y el primer aspecto que de ella requerimos es su significado.<br />

Se define tarea como una unidad de trabajo que debe ser realizada en un<br />

determinado tiempo, incluyendo interrelaciones y recursos para obtener<br />

mayor productividad.<br />

La tarea es, entonces, la unidad de conformación de la actividad y su fiscalización<br />

requiere el análisis de cada una de las actividades determinadas<br />

en el inventario que fundamentó el anterior método. El análisis de una<br />

74 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

actividad consiste en identificar las tareas que la integran y alguna información<br />

complementaria que será importante en el proceso de fiscalización<br />

(ver Tabla 44) como es el caso de identificar el cargo responsable de su<br />

ejecución, la unidad funcional en que se ubica el cargo, la calidad de la<br />

tarea, los formularios o documentos que compilan los datos de la tarea y<br />

el tiempo requerido para realizar cada unidad de la misma.<br />

Tabla 43. Unidad de análisis de relación estratégica de actividades<br />

Factores de análisis Variables de fiscalización<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 POND.<br />

Actividades<br />

Tipo<br />

Activo<br />

asignado<br />

Salario<br />

Costo<br />

Outsourcing<br />

Pond. %<br />

Irregularidad<br />

10 <strong>12</strong> 13 <strong>12</strong> 8 9 10 14 <strong>12</strong> 100<br />

A 1 8000 4000 5000 4000 20 4 4 4 3 3 4 4 4 3 0.73<br />

B 1 2000 3000 9000 4000 25 4 3 4 3 4 3 4 4 4 0.92<br />

C 2 1500 1000 2000 2000 15 4 3 3 4 4 3 3 3 3 0.49<br />

D 2 2500 <strong>12</strong>00 1800 800 18 4 3 3 3 3 3 4 3 3 0.58<br />

E 2 3000 8000 <strong>12</strong>00 <strong>12</strong>00 10 3 3 2 4 3 4 4 3 3 0.32 K7<br />

F 3 3000 800 1000 1000 <strong>12</strong> 1 4 2 2 1 1 2 3 2 0.24<br />

I8, K8, L8,<br />

M8, N8, O8,<br />

Q8<br />

Total 10 20000 18000 20000 13000 100 3.28 I.C.P. 0.82<br />

Total 1 6 10000 7000 14000 8000<br />

B8, C8, D8,<br />

E8, F8<br />

Total 2 3 7000 10200 5000 4000<br />

Total 3 2 3000 800 1000 1000<br />

E.E. 0.18 0.50 0.30 0.70 0.62<br />

Pond. 10% 30% 25% 15% 20%<br />

E.E.P. 0.02 0.15 0.10 0.11 0.<strong>12</strong> I.C.A. 0.49<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

75


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 44. Estructura de actividades<br />

RESPONSABLE:<br />

FECHA:<br />

SISTEMA:<br />

ACTIVIDAD:<br />

ITEM TAREA RESPONS. DEPEND. C<strong>AL</strong>IDAD FORMA TIEMPO<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

OBSERVACIONES: ___________________________________<br />

La calidad de la tarea se refiere a destrezas y conocimientos requeridos para<br />

su ejecución y puede ser objeto de una clasificación que puede resumirse en:<br />

• Rutinaria simple, no requiere calificaciones intelectuales, su naturaleza<br />

es trabajo físico en niveles elementales.<br />

• Rutinaria semicalificada, cuando requiere algún nivel básico de conocimiento<br />

y entrenamiento.<br />

• Rutinaria calificada, cuando requiere competencias específicas en la actividad<br />

física, conocimiento de procesos de funcionamiento de máquinas<br />

y controles en operación.<br />

• Técnica especializada, su actividad es técnica y su fundamento es el<br />

conocimiento funcional especializado en un área de actividad.<br />

• Profesional, requiere conocimientos especializados obtenidos a través<br />

de la formación profesional universitaria.<br />

• Altamente especializada, es un nivel de alta especialización que requiere<br />

formación académica avanzada.<br />

El análisis de las actividades no termina en el levantamiento de la información<br />

precedente, requiere un análisis de proceso (como se ilustra en<br />

el Gráfico 10) que implica la emergencia de una clasificación que permite<br />

describir su productividad desde las políticas y fundamenta la determinación<br />

de un índice de calidad de tareas.<br />

Gráfico 10. Diagrama<br />

de actividades<br />

Sistema:<br />

ITEM<br />

Actividad:<br />

DEPENDENCIA A<br />

DEPENDENCIA B<br />

Cargo 1 Cargo 2 Cargo 3 Cargo 4 Cargo 5 Cargo 6 Cargo 7 Cargo 8<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

76 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Un diagrama nos permite visualizar los fundamentos de la clasificación de<br />

tareas. El primer nivel de clasificación es sobre la secuencia en que están<br />

estructuradas y, desde esta perspectiva, las tareas son secuenciales o recurrentes.<br />

Son tareas secuenciales las que se van ejecutando sin retornos<br />

a cargos o unidades funcionales por donde ya se hayan realizado otras<br />

anteriores, y recurrentes las que no cumplen esta condición.<br />

Un segundo factor de clasificación lo constituye la necesidad de la tarea<br />

y, en este escenario, se consideran tareas necesarias aquellas que, de<br />

no realizarse, generan carencias en las características del producto; y<br />

son innecesarias las que no realizadas mantienen las características del<br />

producto o aquellas que repiten acciones ya ejecutadas por tareas precedentes.<br />

Este análisis de las tareas permite clasificarlas en relación con su<br />

secuencia y necesidad así:<br />

• Tareas secuenciales necesarias<br />

• Tareas secuenciales innecesarias<br />

• Tareas recurrentes necesarias<br />

• Tareas recurrentes innecesarias<br />

La anterior organización por clase de tareas se complementa con la referente<br />

a la creación de valor, entendiendo como creadoras de valor a las<br />

tareas necesarias para la realización de la misión; funcionales de apoyo<br />

a las que no se relacionan directamente con la misión pero se requieren<br />

para su realización; y creadoras de costo las que no se relacionan con la<br />

misión. Es claro que la clasificación es diferente, las actividades creadoras<br />

de costo no requieren análisis de secuencia y necesidad, deben ser<br />

eliminadas; por tanto, el método se aplica sobre actividades creadoras de<br />

valor y de apoyo. Las tareas consideradas eficientes son la combinación de<br />

secuenciales necesarias; las tareas recurrentes necesarias deben ser objeto<br />

de instrucciones para su conversión a secuenciales necesarias y las tareas<br />

innecesarias se clasifican como creadoras de costo, deben ser eliminadas,<br />

constituyendo este ejercicio una aplicación de reingeniería organizacional.<br />

El método aplicable a este modelo de fiscalización corresponde a la unidad<br />

de análisis de tareas. En la aplicación del método, los taxones se integran<br />

por las diferentes tareas de cada actividad, clasificándolas en los tres tipos<br />

de acuerdo con sus propiedades, como ya se ha definido.<br />

Dentro de los factores de análisis se pueden vincular datos periodizados<br />

como costos, remuneración al trabajo, horas hombre laboradas, horas<br />

máquina ejecutadas, pero también datos no periodizados como el caso<br />

del número de trabajadores en planta y activos asignados a cada tarea.<br />

77


Rafael Franco Ruiz<br />

Los elementos relacionados con tareas creadoras de costo constituyen<br />

irregularidades y tienen un ingrediente muy importante en la formulación<br />

de instrucciones, consiste en la cuantificación de recursos improductivos<br />

desde la perspectiva misional permitiendo medir ahorros estratégicos y<br />

reasignación o realización de recursos aplicados a un asunto impertinente<br />

frente a la misión.<br />

La fiscalización realizada por tareas se orienta a construir un índice de<br />

calidad de tareas para lo cual se debe:<br />

• Totalizar cada una de las columnas referentes los factores de análisis.<br />

• Totalizar los valores de cada factor de análisis correspondiente a cada<br />

tipo de tarea.<br />

• Se calcula el índice de eficiencia de tareas (I.E.T.) dividiendo los valores<br />

acumulados para cada factor de análisis en tareas creadoras de valor<br />

por el total de todas las tareas.<br />

Tareas creadoras de valor<br />

I.E.T.=<br />

Total de tareas<br />

• Estos índices de eficiencia determinados para cada factor de análisis<br />

pueden resultar poco significativos, hay tareas que incluyen un número<br />

importante de trabajadores en relación con otras asignaciones laborales<br />

diferenciadas sustancialmente entre funcionarios o porque unos factores<br />

de análisis resulten más relevantes que otros y, en tal situación, su<br />

contribución al análisis global puede resultar contraproducente, por ello,<br />

deben ser ponderados.<br />

• Una vez determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan<br />

los índices de eficiencia de tareas ponderados cuya sumatoria constituye<br />

el índice de calidad de tarea por actividad, como se ilustra en la Tabla 45.<br />

I.C.T. A = ∑(I.E.T.) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de tareas por actividad puede ser objeto de análisis<br />

como los anteriores, en interpretación autónoma a partir de reglas preestablecidas<br />

y también en interpretación emulativa para permitir observar<br />

el comportamiento a través del tiempo o en comparación con émulos,<br />

promedios sectoriales o índices técnicos.<br />

Este índice de calidad de tareas por actividad, que fundamenta el proceso<br />

instruccional, se constituye en materia prima para la construcción de un<br />

nuevo índice que tiene una cobertura más general, organizacional, que<br />

pretende agregar los índices de tareas por actividad en un índice de<br />

calidad organizacional de tareas.<br />

78 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Tabla 45. Unidad de análisis de tareas<br />

TAREA TIPO CLASE<br />

COSTO<br />

HORAS<br />

HOMBRE<br />

FACTORES DE ANÁLISIS<br />

HORAS<br />

MÁQ.<br />

ACTIVO<br />

ASIGNADO<br />

Nº TRABA-<br />

JADORES<br />

IRREGU-<br />

LARIDAD<br />

Tarea 1<br />

Tarea 2<br />

Tarea 3<br />

Total tarea<br />

Eficiencia<br />

Pondera<br />

I.E.T.<br />

I.C.T.<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El proceso consiste en relacionar los índices de calidad de tareas por actividad,<br />

incluyendo la totalidad de las actividades, someterlos a un proceso de<br />

ponderación, calcular los índices ponderados que, al totalizarse, producen el<br />

índice de calidad organizacional de tareas, como se describe en la Tabla 46.<br />

I.C.O.T. = ∑(I.C.T.A) i<br />

P i<br />

Tabla 46. Índice de calidad organizacional de tareas<br />

ÍNDICE DE C<strong>AL</strong>IDAD ORGANIZACION<strong>AL</strong> DE TAREAS<br />

ACTIVIDAD ICTA PONDERACIÓN ICTA PONDERADO<br />

TOT<strong>AL</strong> 1.00 ICOT<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El índice de calidad organizacional de tareas fundamenta nuevos niveles<br />

de análisis, por cuanto genera evaluaciones autónomas con reglas de interpretación<br />

que deben establecerse previamente, como las enunciadas en<br />

los anteriores métodos y evaluaciones autónomas, institucionales a través<br />

del tiempo y emulativas en relación con émulos, sectores o índices técnicos.<br />

3.2.8. Fiscalización de la comunicación organizacional. Un problema<br />

corriente en los análisis de la comunicación organizacional consiste en la<br />

permanente confusión entre información y comunicación. Las fronteras son<br />

difusas y existen malinterpretaciones, incluso, entre especialistas.<br />

La información es una forma de conocimiento que aporta sentido y significado<br />

a un objeto determinado, es un conjunto organizado de datos sobre<br />

un hecho o entidad que por su estructura se constituye en un mensaje que<br />

79


Rafael Franco Ruiz<br />

permite al receptor conocer condiciones y situaciones que fundamentan la<br />

toma de decisiones sobre un determinado asunto, así como los procesos<br />

de fiscalización y control, porque constituye o fundamenta la formación de<br />

alternativas frente a un determinado asunto.<br />

Por su parte, la comunicación trata de los intercambios entre individuos<br />

o grupos y la forma como estos intercambios afectan a la sociedad. La<br />

comunicación es una forma de interacción de los individuos, un medio de<br />

establecimiento de relaciones duraderas o no y, por tanto, es determinante<br />

en el funcionamiento de las organizaciones, de las cuales el elemento social<br />

es componente determinante. Establecida esta primera diferenciación es<br />

claro que la fiscalización debe desarrollarse en dos niveles, uno de información<br />

y otro de comunicación.<br />

3.2.8.1. Fiscalización de información organizacional. Determinada la<br />

diferencia entre comunicación e información en el plano organizacional se<br />

procede a incluir estas prácticas en el proceso de fiscalización de la arquitectura<br />

organizacional. La información se integra en sistemas estructurados<br />

de datos que relacionados constituyen mensajes y éstos, en general, deben<br />

estar disponibles para su consulta y construcción de modelos mentales que<br />

fundamenten decisiones o acciones de control.<br />

Los elementos de un sistema de información se han identificado como fuente<br />

o emisor, medio y receptor, y aunque éste actúe como preceptor, es decir,<br />

genere respuesta, tal nivel de información no puede considerarse como<br />

comunicación porque el elemento fundamental de esta última es constituir<br />

medios de convivencia a partir de los efectos sociales de los intercambios<br />

y no de los efectos binarios de los mismos.<br />

En las organizaciones, en oportunidades, la información sustituye a la comunicación,<br />

ésta termina ausente de los procesos sociales que se dan en<br />

su interior y en relación con el entorno y este factor establece condiciones<br />

de limitación al logro de los objetivos organizacionales y desarrollo de políticas,<br />

determinantes de su balance dinámico.<br />

Desde esta perspectiva básica es notable que la información incluye, en<br />

oportunidades, una circulación exclusivamente vertical, donde de forma<br />

descendente circulan órdenes e instrucciones y, en sentido ascendente,<br />

informes y explicaciones. Cuando esta situación se combina con una<br />

estructura piramidal, instrumento de una administración autoritaria, se<br />

generan condiciones de alta ineficiencia como la conocida con el nombre<br />

de conducto regular.<br />

En este caso, cuando se requiere información diagonal u horizontal en<br />

relación con la estructura, aquella debe recorrer un camino de solicitud,<br />

ascendiendo hasta el máximo nivel jerárquico y luego descendiendo al pro-<br />

80 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

veedor de la información para después retornar en el mismo proceso para,<br />

finalmente, satisfacer al solicitante, generalmente de forma extemporánea,<br />

cuando ya la información es inútil.<br />

Este problema se genera en intereses internos que pretenden utilizar la<br />

información como mecanismo de ejercicio de poder a partir de que ella<br />

constituye una de sus fuentes y no un recurso organizacional orientado a la<br />

cooperación. Se consolida la práctica de la coexistencia de varios sistemas<br />

de información que en oportunidades registran los mismos datos para fines<br />

diferentes y generan distintos resultados o informes en cada uno de ellos,<br />

dentro de una típica estructura de reinos o de feudos.<br />

Gráfico 11. Información<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El procedimiento recomendable es el establecimiento de sistemas integrales<br />

en los que se elimine la multiplicidad de registro y de proceso para<br />

los mismos datos, tarea que debe realizarse una sola vez desde el punto<br />

de origen de los datos y su organización en bases de datos que puedan<br />

accesarse controladamente para construir los informes que requiera cada<br />

unidad funcional.<br />

El sistema determina niveles de agregación de datos, algunas unidades<br />

funcionales las requieren más agregadas, otras más detalladas y los informes<br />

se pueden determinar en el sistema o ser construidos por los usuarios<br />

según las necesidades y autonomías establecidas en la regulación interna<br />

y los niveles de conocimiento requeridos.<br />

Esto porque que la información se estructura mediante el uso de códigos<br />

y datos agrupados, de tal manera que conformen mensajes, los cuales<br />

se diseñan como representación de modelos de pensamiento que deben<br />

corresponder con la cultura organizacional.<br />

La información organizada constituye conocimiento y es la materia prima de<br />

la toma de decisiones y de la estructuración de controles, al mismo tiempo,<br />

81


Rafael Franco Ruiz<br />

constituye base del proceso administrativo, del diseño de controles y, en<br />

tal circunstancia, sus sistemas son objeto de fiscalización.<br />

Es claro que la información se inicia en el proceso de su construcción con<br />

datos que se organizan mediante el uso de códigos y símbolos que estructuran<br />

un lenguaje o base comprensiva que debe ser de dominio del emisor y<br />

del receptor y, por tanto, éste debe ser socializado para que puedan circular<br />

mensajes comprendidos en su significado real y social y no en significados<br />

personales que pueden generar distorsiones. El lenguaje de los sistemas<br />

de información es un elemento capital de la arquitectura organizacional y<br />

elemento determinante de su eficiencia.<br />

El método aplicable a este modelo de fiscalización corresponde a la unidad<br />

analítica de relación estratégica de sistemas de información. En la aplicación<br />

de esta metodología, los taxones se integran por los diferentes sistemas de<br />

información de la entidad, considerando que cada uno permite la obtención<br />

de una información específica a partir del concepto de división del trabajo<br />

con base en el principio de especialización. Estos sistemas de información<br />

se pueden clasificar, para efectos del análisis, en los tipos creadores de<br />

valor, funcionales de apoyo y creadores de costo:<br />

• Sistemas de información creadores de valor<br />

• Sistemas de información funcionales de apoyo<br />

• Sistemas de información creadores de costo<br />

Esta clasificación se fundamenta en la relación estratégica, plano en que<br />

se consideran sistemas de información creadores de valor a aquellos productores<br />

de informes que contribuyen de manera directa al desarrollo de<br />

la misión. Los sistemas de información funcionales de apoyo son aquellos<br />

productores de información que no tienen relación directa con la misión pero<br />

se requieren para su realización. Los sistemas de información creadores<br />

de costo son los que producen información que no tiene ninguna relación<br />

con la misión o es repetido en otro que por pertinencia debe desarrollarlo,<br />

se consideran ruidos.<br />

Dentro de los factores de análisis (descritos en la Tabla 47) se pueden<br />

vincular datos periodizados como costos, remuneración al trabajo, horas<br />

hombre laboradas, horas máquina ejecutadas, pero también datos no periodizados<br />

como el caso del número de trabajadores en planta, costo o valor de<br />

realización del sistema y activos asignados a cada sistema de información.<br />

Los elementos relacionados con sistemas de información creadores de<br />

costo constituyen irregularidades y tienen un ingrediente muy importante<br />

en la formulación de instrucciones, consiste en la cuantificación de recursos<br />

82 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

improductivos desde la perspectiva misional, permitiendo medir ahorros<br />

estratégicos y reasignación o realización de recursos aplicados a un asunto<br />

impertinente frente a la misión.<br />

El proceso de fiscalización debe extenderse en términos de análisis a los<br />

sistemas de información de apoyo, cuando éstos representan una proporción<br />

exagerada en relación con los creadores de valor. Aquí, pueden<br />

identificarse nuevas irregularidades.<br />

Tabla 47. Factores de análisis de información<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE INFORMACIÓN<br />

1. Costos<br />

2. Remuneración al trabajo<br />

3. Horas hombre laboradas<br />

4. Horas máquina ejecutadas<br />

5. Número de trabajadores en planta<br />

6. Valor de realización del sistema<br />

7. Activos asignados<br />

8. Outsourcing<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Un elemento importante desarrollado con este método es la determinación<br />

de costos unitarios de los informes mediante la actividad interna y su precio<br />

en el mercado, donde surgen escenarios de descripción, de capital importancia<br />

en términos de comparar productividad y, eventualmente, a partir<br />

de la predicción, instruir la posibilidad de obtenerlo con recursos externos.<br />

Esto no siempre es procedente, la existencia de secretos industriales o<br />

empresariales, generadores de ventajas comparativas y competitivas,<br />

eventualmente pueden hacerlo inconveniente.<br />

La fiscalización realizada se orienta a construir un índice de calidad de sistemas<br />

de información y otro de calidad de información para lo cual se debe:<br />

• Totalizar cada una de las columnas referentes los factores de análisis.<br />

• Totalizar los valores de cada factor de análisis correspondiente a cada<br />

tipo de sistema de información.<br />

• Calcular el índice de eficiencia de sistemas de información (I.E.S.I.) dividiendo<br />

los valores acumulados para cada factor de análisis en sistemas<br />

de información creadores de valor por el total de todos los sistemas de<br />

información.<br />

I.E.S.I.=<br />

Sistemas de información creadores de valor<br />

Total de sistemas de información<br />

83


Rafael Franco Ruiz<br />

• Estos índices de eficiencia de sistemas de información determinados para<br />

cada factor de análisis pueden resultar poco significativos, hay algunos<br />

sistemas que incluyen pocos recursos en relación con otros, o porque unos<br />

factores de análisis resulten más relevantes que otros y, en tal eventualidad,<br />

su contribución al análisis global puede resultar contraproducente,<br />

por ello, deben ser ponderados.<br />

• Determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan los<br />

índices de eficiencia de sistemas de información ponderados cuya sumatoria<br />

constituye el índice de calidad de sistemas de información.<br />

I.C.S.I.= ∑(I.E.S.I.) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de sistemas de información puede ser objeto de<br />

análisis como los anteriores, en interpretación autónoma a partir de reglas<br />

preestablecidas y también de interpretación emulativa para permitir<br />

observar el comportamiento a través del tiempo o en comparación con<br />

émulos, con promedios sectoriales o con índices técnicos.<br />

A partir de este criterio se desarrolla el segundo elemento del método,<br />

orientado a determinar el índice de calidad de información y que generará<br />

la identificación de nuevas irregularidades, predicciones e instrucciones.<br />

La segunda parte del método constituye una aplicación normal de la matriz<br />

de fiscalización estratégica, pero vinculada a la sección anterior, en que los<br />

taxones se constituyen por los sistemas de información y se determinan<br />

las variables de fiscalización (descritas en la Tabla 48) de acuerdo con las<br />

características de los productos o resultados que, para el caso, se consideran<br />

como coherencia con la misión, coherencia de sistemas de información,<br />

flexibilidad, pertinencia, autonomía, significado, vigencia, validez, valor,<br />

conocimiento incremental, que se entienden así:<br />

• Los informes producidos por los sistemas de información deben ser coherentes<br />

con la misión de la entidad.<br />

• Los sistemas de información no son elementos independientes, de ellos<br />

se exige cohesión entre todos, teniendo como factor regulador la misión<br />

organizacional.<br />

• Los sistemas de información deben ser flexibles, adaptarse en los cambios<br />

de la misión, de la infraestructura o en las decisiones de integración<br />

vertical, horizontal o concéntrica que se derive del cumplimiento de la<br />

propia misión. La flexibilidad puede estar dada por la adaptación de los<br />

sistemas de información y sus altos niveles de parametrización.<br />

• Los sistemas de información deben ser pertinentes, entendiendo por<br />

tal su capacidad de fundamentar la toma de decisiones en el proceso<br />

84 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

administrativo, garantizando que éstas se orienten a la realización de la<br />

misión.<br />

• Los sistemas de información deben ser autónomos, considerar la regla<br />

lógica del tercero excluido, es decir, el mismo informe no puede justificar<br />

la existencia de varios sistemas.<br />

• Los sistemas de información deben cumplir el requerimiento del significado,<br />

esto es, corresponder a un lenguaje integrado por signos y símbolos<br />

relevantes y determinados por el entorno y lo interno.<br />

• Vigencia, relativa a la capacidad de los sistemas de información de producir<br />

elementos adecuados para el tiempo y el lugar que se requiere. Su<br />

reconocimiento está en cabeza del receptor.<br />

• Validez, relativa a la veracidad de la información dentro de un sistema<br />

compartido de ideas o su utilidad dentro de determinada acción o especialidad.<br />

Su responsabilidad radica en el emisor.<br />

• Valor, la información producida y, por tanto, el sistema en una consideración<br />

estratégica, genera activos intangibles por su funcionalidad en los<br />

planos de la productividad y la competitividad.<br />

• El sistema de información debe producir conocimiento, permitiendo la<br />

formación de un patrimonio intelectual socialmente compartido que incrementa<br />

la inteligencia y simplifica los procesos.<br />

Tabla 48. Variables de fiscalización de información<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE INFORMACIÓN<br />

1. Coherencia con la misión<br />

2. Coherencia de sistemas de información<br />

3. Flexibilidad<br />

4. Pertinencia<br />

5. Autonomía<br />

6. Significado<br />

7. Vigencia<br />

8. Validez<br />

9. Valor<br />

10. Conocimiento incremental Fuente: Construcción del autor<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del método<br />

de matriz estratégica de fiscalización de sistemas de información (ilustrado<br />

en la Tabla 49) y se completa el método mediante la determinación de la<br />

escala de valoración, el cálculo del índice de calidad de información y su<br />

evaluación autónoma o emulativa, permitiendo mediante la predicción la<br />

construcción de instrucciones y el alimento de la sumatoria evidencial.<br />

85


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 49. Unidad analítica de relación estratégica de información<br />

Sistema de<br />

información<br />

Tipo<br />

Costo<br />

Factores de análisis<br />

Salario<br />

Activo<br />

asignado<br />

Outsourcing<br />

Pond. %<br />

Variables de fiscalización<br />

1 2 3 4 5 ... POND.<br />

Irregularidad<br />

A 1 500<br />

B 1 8000<br />

C 2 600<br />

D 2<br />

E 2<br />

F 3<br />

Total 10 I.C.I.<br />

Total 1 6<br />

Total 2 3<br />

Total 3 2<br />

E.E.<br />

Pond.<br />

E.E.P.<br />

I.C.S.I.<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

3.2.8.2. Fiscalización documental. El camino para construir información<br />

y su conformación como conocimiento debe fundamentarse en un proceso<br />

de documentación, la cual le brinda soporte empírico y con ello le agrega<br />

credibilidad o mayor fidedignidad. Es la documentación el elemento determinante<br />

de la construcción de informes con el enfoque forense, es decir, con la<br />

satisfacción de los requerimientos de las pruebas documentales que califican<br />

su veracidad, entendida como correspondencia con la realidad objetiva.<br />

Los datos generados en la documentación son considerables y necesarios<br />

para producir información y, en consecuencia, conocimiento, permitiendo<br />

la verificación y la recuperación en un campo amplio de soportes integrado<br />

al modelo sistémico para maximizar la captación y recuperación dentro<br />

de un sistema complejo. Es un elemento determinante de la contabilidad<br />

forense, pero no sólo de este tipo de información, lo es de toda la información<br />

incluida en asuntos de responsabilidad legal, en condiciones en que<br />

la inobservancia de normas constituyentes del marco regulativo, propio<br />

de los elementos del ejercicio de poder, puede conducir a la emergencia<br />

de contingencias.<br />

En ese entorno documental suelen emerger situaciones inconvenientes<br />

como los llamados “requisitos de ventanilla” donde funcionarios agregan<br />

requisitos de información a los documentos o crean nuevos que incrementan<br />

86 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

los costos y restan competitividad a las entidades. Este hecho justifica la<br />

fiscalización documental, orientada a la generación de ahorros estratégicos<br />

por los ahorros en documentos o datos innecesarios que generan erogaciones<br />

de elaboración y administración, incluso de costos en las primas<br />

de seguros.<br />

El método aplicable para la fiscalización documental corresponde a la<br />

unidad analítica de relación estratégica de sistemas de documentación.<br />

En la aplicación del método, los taxones se integran por los documentos<br />

propios o de terceros, pueden analizarse por separado, considerando que<br />

cada uno permite la obtención de una información específica a partir del<br />

concepto de división del trabajo con base en el principio de especialización.<br />

Estos documentos se pueden clasificar, para efectos del análisis, en los<br />

tipos creadores de valor, de apoyo y creadores de costo:<br />

• Documentos creadores de valor<br />

• Documentos de apoyo<br />

• Documentos creadores de costo<br />

Esta clasificación se fundamenta en la relación estratégica, plano en que<br />

se consideran documentos creadores de valor a aquellos que contienen<br />

datos indispensables para la construcción de información que contribuye<br />

de manera directa al desarrollo de la misión. Los documentos de apoyo<br />

son aquellos productores de información que no tiene relación directa con<br />

la misión pero se requiere para su realización. Los documentos creadores<br />

de costo son los que producen información que no tiene ninguna relación<br />

con la misión o es repetido en otro que, por pertinencia, debe desarrollarlo.<br />

Dentro de los factores de análisis (descritos en la Tabla 50) se pueden<br />

vincular datos periodizados como costos de elaboración, costos de trámite,<br />

costos de conservación, costos de seguridad; y datos no periodizados<br />

como áreas ocupadas.<br />

Tabla 50. Factores de análisis documental<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE DOCUMENTACIÓN<br />

1. Costos de elaboración<br />

2. Costos de trámite<br />

3. Costos de conservación<br />

4. Costos de seguridad<br />

5. Áreas ocupadas<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Los elementos relacionados con documentos creadores de costo constituyen<br />

irregularidades y tienen un ingrediente muy importante en la formulación<br />

87


Rafael Franco Ruiz<br />

de instrucciones, consiste en la cuantificación de recursos improductivos<br />

desde la perspectiva misional, permitiendo medir ahorros estratégicos y<br />

reasignación o realización de recursos aplicados a un asunto impertinente<br />

frente a la misión.<br />

El proceso de fiscalización debe extenderse en términos de análisis a los<br />

documentos de apoyo cuando representan una proporción exagerada<br />

en relación con los creadores de valor. Aquí pueden identificarse nuevas<br />

irregularidades.<br />

La fiscalización realizada se orienta a construir un índice de calidad documental<br />

y otro de sistema documental para lo cual se debe:<br />

• Totalizar cada una de las columnas referentes los factores de análisis.<br />

• Totalizar los valores de cada factor de análisis correspondiente a cada<br />

tipo de documento.<br />

• Calcular el índice de eficiencia documental dividiendo los valores acumulados<br />

para cada factor de análisis en documentos creadores de valor por<br />

el total de todos los documentos.<br />

Documentos creadores de valor<br />

I.E.D.=<br />

Total de documentos<br />

• Estos índices de eficiencia documental determinados para cada factor<br />

de análisis pueden resultar poco significativos, hay algunos sistemas que<br />

incluyen pocos recursos en relación con otros, o porque unos factores<br />

de análisis resulten más relevantes que otros y, en tal circunstancia, su<br />

contribución al análisis global puede resultar contraproducente, por ello<br />

deben ser ponderados.<br />

• Determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan los<br />

índices de eficiencia documental ponderados, cuya sumatoria constituye<br />

el índice de calidad de sistemas documentales.<br />

I.C.S.D.= ∑(I.E.D.) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de sistemas documentales puede ser objeto de<br />

análisis como los anteriores, en interpretación autónoma a partir de reglas<br />

preestablecidas y también de interpretación emulativa, para permitir<br />

observar el comportamiento a través del tiempo o en comparación con<br />

émulos, con promedios sectoriales o con índices técnicos.<br />

A partir de este criterio se desarrolla el segundo elemento del método,<br />

orientado a determinar el índice de calidad documental y que generará<br />

la identificación de nuevas irregularidades, predicciones e instrucciones.<br />

88 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Tabla 51. Variables de fiscalización documental<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DOCUMENT<strong>AL</strong><br />

1. Objetivo documental<br />

2. Contenidos<br />

3. Frecuencia<br />

4. Densidad<br />

5. Conservación<br />

6. Medio de circulación<br />

7. Coherencia con tareas y actividades<br />

8. Coherencia con subsistema jurídico-político<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

La segunda parte del método constituye una aplicación normal de la matriz<br />

de fiscalización estratégica, pero vinculada a la sección anterior, en que los<br />

taxones se constituyen por los documentos y se determinan las variables de<br />

fiscalización (descritas en la Tabla 51) de acuerdo con las características de<br />

los productos o resultados que, para el caso, se consideran como: objetivo<br />

documental, contenidos, frecuencia, densidad, conservación, medio de circulación,<br />

coherencia con tareas y actividades, coherencia con subsistema<br />

jurídico-político, los cuales se entienden así:<br />

• El documento tiene por lo menos un objetivo pertinente. No es procedente<br />

la existencia de documentos que carezcan de objetivos relativos a la<br />

construcción de información.<br />

• El objetivo es o no satisfecho por otro documento. En muchos casos y<br />

especialmente cuando coexisten varios sistemas de información el mismo<br />

objetivo es satisfecho por distintos documentos, generando cargas<br />

financieras innecesarias cuyo ahorro tiene efectos de largo plazo.<br />

• Contenido necesario. En general un documento debe contener una información<br />

necesaria, relativa a la descripción del hecho a informar, las<br />

autorizaciones y responsabilidades por tal circunstancia y los contenidos<br />

del documento. La información adicional genera costos innecesarios.<br />

• Frecuencia necesaria. Un documento sólo debe emitirse con la frecuencia<br />

mínima necesaria y no en relación con el número de hechos realizados.<br />

Hay casos en que los hechos descritos se pueden presentar en documentos<br />

resumen e incluso fusionarse en otros documentos.<br />

• Densidad necesaria. Se hace relación al número de copias que se emiten<br />

y conservan de un documento, en oportunidades duplicando las necesidades<br />

de información, los archivos y en consecuencia sus costos relativos.<br />

Un documento debe ser de dos partes si existe tercero relacionado o de<br />

una sola en caso contrario.<br />

• Políticas de archivo y conservación. Hace relación a la conservación de<br />

pruebas que soportan los informes y deben alcanzar los tiempos mínimos<br />

establecidos en el marco jurídico político, en relación con los periodos<br />

legales de ejercicio de derechos.<br />

89


Rafael Franco Ruiz<br />

• Medio de información. Se refiere a los canales por los que circula la información<br />

documental, los cuales pueden ser físicos, electrónicos o de<br />

otra naturaleza aceptada en el marco jurídico-político.<br />

• Coherencia con tareas y actividades. Los documentos contienen datos<br />

acerca de la realización o previsión de actividades o tareas y, en tal<br />

circunstancia, deben ser coherentes con ellas y la responsabilidad del<br />

origen radica en ellas.<br />

• Coherencia con el subsistema jurídico-político en relación con los sistemas<br />

regulatorios. El subsistema jurídico-político por razones de interés público<br />

e intervención estatal, así como en la perspectiva de la transparencia,<br />

establece reglas sobre características a ser satisfechas por los documentos<br />

que soportan la información, en especial cuando ésta se constituye<br />

como de propósito general y tales reglas deben ser observadas a riesgo<br />

de emergencia de contingencias y responsabilidades.<br />

Tabla 52. Unidad analítica de relación estratégica de documentación<br />

Documento<br />

Tipo<br />

Factores de análisis<br />

Trámite<br />

Elaboración<br />

Conservación<br />

Seguridad<br />

Pond. %<br />

Variables de fiscalización<br />

1 2 3 4 5 ... POND.<br />

Irregularidad<br />

A 1 500<br />

B 1 8000<br />

C 2 600<br />

D 2<br />

E 2<br />

F 3<br />

G 1<br />

H 1<br />

I 1<br />

J 3<br />

Total 17 I.C.D.<br />

Total 1<br />

Total 2<br />

Total 3<br />

E.E.<br />

Pond.<br />

E.E.P.<br />

I.C.S.D.<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

90 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del<br />

método de matriz estratégica de fiscalización de documentos (ilustrada en<br />

la Tabla 52) y completa el método mediante la determinación de la escala<br />

de valoración, el cálculo del índice de calidad documental y su evaluación,<br />

permitiendo mediante la predicción la construcción de instrucciones y el<br />

alimento de la sumatoria evidencial.<br />

3.2.8.3 Fiscalización de la comunicación organizacional. Como ha<br />

quedado registrado, información y comunicación constituyen conceptos<br />

diferentes en la teoría organizacional; la primera, tiende a ser unidireccional<br />

y comprometida con la construcción de informes, el desarrollo de<br />

acciones instruccionales, la rendición de cuentas, todo con una perspectiva<br />

individualizada, así como la formación de conocimiento requerido para los<br />

procesos administrativos y de control; en tanto la segunda, se caracteriza<br />

como el elemento vital del tejido organizacional y su red de relaciones entre<br />

agentes sociales. La información está vinculada a la comunicación, puede<br />

ser parte de ella pero no alcanza su dimensión ni función.<br />

La comunicación está vinculada al ejercicio de poder y se apoya en la<br />

semiología para el uso de signos y símbolos relativos a la realidad social,<br />

nutriéndose de la lingüística para la construcción de sus mensajes. Se<br />

entiende como la transmisión de mensajes desde un emisor a un receptor<br />

o perceptor a través de un largo y complejo proceso de transformaciones<br />

e interpretaciones, generando ideas y sensaciones que influyen en los<br />

significados creativos y las interrelaciones entre agentes sociales, no sólo<br />

en el plano existencial, también en el previsional.<br />

La consideración estratégica de la comunicación organizacional se fundamenta<br />

en que es imposible vivir y convivir sin comunicarse y ésta incluye<br />

elementos de contenido y relación que fortalecen los tejidos sociales, bien<br />

sea simétrica, entre iguales, o complementaria, basada en la diferencia.<br />

El método aplicable en la fiscalización de la comunicación organizacional<br />

corresponde a la unidad analítica de relación estratégica de comunicación<br />

organizacional. En la aplicación de esta metodología, los taxones se integran<br />

por los diferentes sistemas de comunicación de la entidad, considerando<br />

que cada uno permite la obtención de una comunicación específica a partir<br />

del concepto de división del trabajo con base en el principio de especialización.<br />

Estos sistemas de comunicación se pueden clasificar, para efectos<br />

del análisis, en los tipos creadores de valor, de apoyo y creadores de costo:<br />

• Sistemas de comunicación creadores de valor<br />

• Sistemas de comunicación de apoyo<br />

91


Rafael Franco Ruiz<br />

• Sistemas de comunicación creadores de costo<br />

Esta clasificación se fundamenta en la relación estratégica, plano en que<br />

se consideran sistemas de comunicación creadores de valor, aquellos intercambios<br />

que contribuyen de manera directa al desarrollo de la misión.<br />

Los sistemas de comunicación de apoyo son aquellos intercambios de<br />

información que no tienen relación directa con la misión pero se requieren<br />

para su realización. Los sistemas de comunicación creadores de costo son<br />

los que producen intercambios que no tienen relación con la misión o es<br />

repetido en otro que, por pertinencia, debe desarrollarlo; estos últimos se<br />

han definido como ruidos.<br />

Dentro de los factores de análisis (ilustrados en la Tabla 53) se pueden<br />

vincular datos como: costos relativos a construcción de mensajes, canales<br />

de comunicación, transmisión, interpretación, control de flujo, direccionamiento<br />

y recuperación.<br />

Tabla 53. Factores de análisis de comunicación<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE COMUNICACIÓN ORGANIZACION<strong>AL</strong><br />

1. Costos de construcción de mensajes<br />

2. Canales de comunicación<br />

3. Medios de transmisión<br />

4. Métodos de interpretación<br />

5. Control de flujo<br />

6. Costos de direccionamiento<br />

7. Costos de recuperación<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Los elementos relacionados con sistemas de comunicación creadores de<br />

costo constituyen irregularidades y tienen un ingrediente muy importante<br />

en la formulación de instrucciones, consiste en la cuantificación de recursos<br />

improductivos desde la perspectiva misional permitiendo medir ahorros<br />

estratégicos y reasignación o realización de recursos aplicados a un asunto<br />

impertinente frente a la misión.<br />

La fiscalización realizada se orienta a construir un índice de calidad de sistemas<br />

de comunicación organizacional y otro de calidad de comunicación<br />

organizacional para lo cual se debe:<br />

• Totalizar cada una de las columnas referentes a los factores de análisis.<br />

• Totalizar los valores de cada factor de análisis correspondientes a cada<br />

tipo de sistema de comunicación organizacional.<br />

• Se calcula el índice de eficiencia de sistemas de comunicación organizacional<br />

dividiendo los valores acumulados para cada factor de análisis en<br />

92 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

sistemas de comunicación organizacional creadores de valor por el total<br />

de todos los sistemas de comunicación.<br />

Sistemas de comunicación creadores de valor<br />

I.E.S.C.O. =<br />

Total de sistemas de comunicación<br />

• Estos índices de eficiencia de sistemas de comunicación organizacional<br />

determinados para cada factor de análisis pueden resultar poco significativos,<br />

hay algunos sistemas que incluyen pocos recursos en relación<br />

con otros, o porque unos factores de análisis resulten más relevantes<br />

que otros y, en tal circunstancia, su contribución al análisis global puede<br />

resultar contraproducente, por ello deben ser ponderados.<br />

• Determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan<br />

los índices de eficiencia de sistemas de información ponderados cuya<br />

sumatoria constituye el índice de calidad de sistemas de comunicación<br />

organizacional.<br />

I.C.S.C.O. = ∑(I.E.S.C.O.) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de sistemas de comunicación organizacional<br />

puede ser objeto de análisis como los anteriores, en interpretación autónoma<br />

a partir de reglas preestablecidas y también de interpretación<br />

emulativa para permitir observar el comportamiento a través del tiempo<br />

o en comparación con émulos, con promedios sectoriales o con índices<br />

técnicos.<br />

A partir de este criterio se desarrolla el segundo elemento del método,<br />

orientado a determinar el índice de calidad de comunicación organizacional,<br />

que generará la identificación de nuevas irregularidades, predicciones e<br />

instrucciones. La segunda parte del método constituye una aplicación normal<br />

de la matriz de fiscalización estratégica, pero vinculada a la sección anterior,<br />

en donde los taxones se constituyen por los sistemas de comunicación<br />

organizacional y se determinan las variables de fiscalización (enunciadas<br />

en la Tabla 54) de acuerdo con las características de los sistemas que, para<br />

el caso, se consideran como: comunicación abierta, evolutiva, flexible, multidireccional,<br />

instrumentada, informativa, afectiva, valorativa, motivacional,<br />

cooperativa, reguladora y controladora.<br />

• Comunicación abierta, que tiene como objetivo el comunicarse con el<br />

entorno y hace referencia al medio usado para enviar mensajes al público<br />

interno y externo.<br />

• Comunicación evolutiva, hace énfasis en lo imprevisto que debe ser<br />

comunicado.<br />

93


Rafael Franco Ruiz<br />

• Comunicación flexible, para permitir oportunidad comunicativa entre lo<br />

formal y lo informal.<br />

• Comunicación multidireccional, para permitir la difusión de arriba hacia<br />

abajo, de abajo hacia arriba, transversal, horizontal, interna y externa.<br />

• Comunicación instrumentada, por la utilización de herramientas, soportes,<br />

dispositivos; esto debe garantizar que las informaciones que circulan<br />

sean oportunas, pertinentes por el uso adecuado de las estructuras<br />

apropiadas.<br />

• Comunicación informativa, porque contiene mensajes pertinentes, superando<br />

los niveles de relaciones públicas o propaganda.<br />

• Comunicación afectiva, que fortalece los lazos de relación que sustentan<br />

el tejido existente entre los agentes sociales que interactúan en la organización.<br />

• Comunicación valorativa, difundiendo los valores organizacionales en sus<br />

planos personal, institucional y social, vinculados a la misión.<br />

• Comunicación motivacional, porque estimula comportamientos adecuados<br />

de los agentes sociales en la perspectiva del interés público.<br />

• Comunicación cooperativa, por promover la cooperación antes que la<br />

competencia en los comportamientos de los agentes sociales.<br />

• Comunicación reguladora, por difundir elementos incluidos en el ámbito<br />

jurídico-político y el capital regulativo de la entidad y el entorno.<br />

• Comunicación controladora, por incluir elementos que establecen barreras<br />

al ejercicio exorbitante de poder por parte de los agentes sociales.<br />

Tabla 54. Variables de fiscalización comunicacional<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE COMUNICACIÓN ORGANIZACION<strong>AL</strong><br />

1. Comunicación abierta<br />

2. Comunicación evolutiva<br />

3. Comunicación flexible<br />

4. Comunicación multidireccional<br />

5. Comunicación instrumentada<br />

6. Comunicación informativa<br />

7. Comunicación afectiva<br />

8. Comunicación valorativa<br />

9. Comunicación motivacional<br />

10. Comunicación cooperativa<br />

11. Comunicación reguladora<br />

<strong>12</strong>. Comunicación controladora<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

94 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del<br />

método de matriz estratégica de fiscalización de sistemas de comunicación<br />

organizacional (ilustrada en la Tabla 55) y se complementa el método mediante<br />

la determinación de la escala de valoración, el cálculo del índice de<br />

calidad procedimental y su evaluación autónoma o emulativa permitiendo,<br />

mediante la predicción, la construcción de instrucciones y el alimento de<br />

la sumatoria evidencial.<br />

Tabla 55. Unidad analítica de relación estratégica de comunicación organizacional<br />

Sistema de<br />

comunicación<br />

Tipo<br />

Factores de análisis<br />

Canal<br />

Construcción<br />

Transmisión<br />

Control<br />

Pond. %<br />

Variables de fiscalización<br />

1 2 3 4 5 ... POND.<br />

Irregularidad<br />

A 1 500<br />

B 1 8000<br />

C 2 600<br />

D 2<br />

E 2<br />

F 3<br />

G 1<br />

H 1<br />

I 1<br />

J 1<br />

Total 15 I.C.C.O.<br />

Total 1<br />

Total 2<br />

Total 3<br />

E.E.<br />

Pond.<br />

E.E.P.<br />

I.C.S.C.O.<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

3.2.9 Fiscalización de legitimidad organizacional. Este es un concepto<br />

desconocido o poco usado en la teoría organizacional y, desde luego,<br />

está fuera de lugar en perspectivas organicistas o maquinistas en las que<br />

se desconoce el factor social de la organización. Pero en una percepción<br />

social, el concepto es válido y determinante para un sistema administrativo<br />

95


Rafael Franco Ruiz<br />

y de control. El término se ha desarrollado en la teoría del derecho, en la<br />

ciencia política e, incluso, en la filosofía.<br />

Esta es una ocasión para recordar que el derecho no sólo está constituido<br />

por el conjunto de reglas reguladoras de las relaciones del Estado y los<br />

ciudadanos, también lo es en el escenario de derecho estatutario, orientado<br />

a regular relaciones entre ciudadanos o grupos de ciudadanos, desde luego,<br />

en una subordinación a las normas superiores del derecho institucional.<br />

La legitimidad se establece en el marco relacional del derecho a mandar y el<br />

deber de obedecer, es decir, se relaciona con el ejercicio del poder. Quienes<br />

obedecen reconocen legitimidad en la estructura del poder si encuentran<br />

en ella legitimidad de origen, es decir, que el poder les fue otorgado por los<br />

órganos habilitados para hacerlo, y legitimidad de ejercicio que consiste en<br />

el reconocimiento de los elementos requeridos para ejercer el poder, para<br />

lo cual, quien manda, debe cumplir requisitos para hacerlo, lo que puede<br />

estar más allá del ordenamiento y radicar en factores carismáticos.<br />

Precisamente, Max Weber, quien ha influido sustancialmente el conocimiento<br />

administrativo a través de los enfoques burocráticos, clasifica la<br />

legitimidad en racional o soportada en las creencias de legalidad; tradicional,<br />

establecida por la costumbre; y carismática, determinada por las<br />

características del líder.<br />

Es lógico que la legitimidad organizacional se fundamente en las doctrinas<br />

de la legitimidad jurídica y, en tal condición, considera legítimo el ejercicio<br />

del poder en cuanto el ordenamiento administrativo sea válido, justo y eficaz.<br />

Se considera que el ordenamiento incrustado en el subsistema jurídicopolítico<br />

de la organización es válido cuando ha sido determinado por los<br />

órganos competentes, se encuentra vigente y es coherente con el marco<br />

jurídico-político institucional, determinado en el plano de las relaciones<br />

Estado-ciudadanía.<br />

De la misma manera, el ordenamiento jurídico-político será justo en cuanto<br />

se oriente al cumplimiento de los fines colectivos de la organización, los<br />

que, desde luego, se refieren a la producción de bienes y servicios, la regulación<br />

de las relaciones entre agentes sociales sobre valores de igualdad,<br />

el impulso al desarrollo, la fraternidad, la libertad de acceso, todo ello bajo<br />

los valores fundamentales de autonomía, desarrollo y libertad.<br />

Finalmente, el ordenamiento jurídico-político organizacional será eficaz<br />

en la medida en que sea observado y reconocido por la población objetivo<br />

a partir de algún tipo de consenso acerca de ese reconocimiento, el cual<br />

sólo puede tener origen y justificación en el interés público que lo genera.<br />

Cuando el ordenamiento jurídico-político no es observado es ilegítimo y<br />

96 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

genera oposición e incluso rebeldía, lo que genera conflictos de interés y<br />

condiciones de ejercicio de poder que crean fricciones, tensiones y crisis.<br />

Es claro, entonces, que la eficiencia organizacional depende, en gran medida,<br />

de la fiscalización organizacional y ésta se integra por unos factores<br />

determinantes: el ordenamiento jurídico-político y los agentes sociales<br />

que realizan los roles de derecho a mandar y deber de obedecer. Este<br />

ordenamiento jurídico-político interno está supeditado al ordenamiento<br />

jurídico-político del entorno.<br />

Gráfico <strong>12</strong>. Legitimación organizacional<br />

Visión<br />

Misión<br />

Valores<br />

Infraestruct.<br />

Objetivos<br />

ACTIVIDADES<br />

TAREAS<br />

ASIGNACIÓN<br />

DE RESPONS.<br />

MANU<strong>AL</strong> DE<br />

ACTIVIDADES<br />

Documentos<br />

MANU<strong>AL</strong> DE<br />

FUNCIONES<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

El ordenamiento organizacional está nucleado por la cultura organizacional,<br />

esa es su esencia y, dentro de ella, deben estar comprendidos los elementos<br />

relacionados con visión, misión, valores, objetivos y se complementa con<br />

otros ordenamientos como el reglamento interno de trabajo, el régimen de<br />

salud ocupacional y seguridad laboral, el manual de control interno, manual<br />

documental, manual de procesos o actividades, manual de funciones a<br />

través del cual se asignan responsabilidades y otros que regulen el manejo<br />

de recursos, elementos tóxicos y, en general, los determinados por las<br />

necesidades de la organización.<br />

En el proceso de fiscalización de legitimidad organizacional se aplica el<br />

método de matriz de fiscalización estratégica (ilustrada en la Tabla 56).<br />

Los taxones de la matriz se integran por los ordenamientos específicos que<br />

integran el subsistema jurídico-político, dentro de ellos se incluyen los que la<br />

entidad tiene definidos y los que no se han reconocido pero son necesarios.<br />

Luego se definen las variables de fiscalización que, para el caso, se consideran<br />

como: coherencia con regulación del entorno, coherencia con regulación<br />

interna, oportunidad regulativa, validez, justicia y eficacia.<br />

97


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 56. Fiscalización de legitimidad organizacional<br />

Reglamento interno de trabajo<br />

Manual de control interno<br />

Manual de actividades<br />

Régimen de salud ocupacional<br />

Manual de funciones<br />

Manual de gestión documental<br />

Manual de gestión de activos<br />

TOT<strong>AL</strong><br />

Fuente: Construcción del autor<br />

TAXONES % VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN INSTRUC-<br />

CIONES<br />

1 2 3 4 5 POND.<br />

Los aspectos de coherencia del ordenamiento organizacional incluido<br />

en el subsistema jurídico-político hacen relación al reconocimiento y no<br />

contradicción con la regulación externa y entre los elementos internos<br />

que lo constituyen. Las variables de validez, justicia y eficacia ya han sido<br />

definidas.<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se determinan las ponderaciones, se conforma el instrumento que permite<br />

la aplicación particular del método de matriz estratégica de fiscalización a<br />

la misión institucional con el que podemos conocer el índice de calidad de<br />

legitimidad.<br />

3.2.10. Legitimidad de cargos. Con base en la información del manual<br />

de funciones y el manual de procesos o actividades se puede realizar un<br />

proceso de fiscalización de cargos, para lo cual el objeto de fiscalización<br />

lo constituyen los mencionados manuales.<br />

El método aplicable en este factor de fiscalización organizacional es la<br />

unidad analítica de relación estratégica de cargos. Para la aplicación de<br />

este método, los taxones se integran por los diferentes cargos, considerando,<br />

desde luego, que cada uno es autónomo a partir del concepto de<br />

división del trabajo con base en el principio de especialización. No caben<br />

aquí tradicionales costumbres relativas a estandarizar cargos con similares<br />

funciones en una especie de escalafón, se deben identificar los cargos<br />

individuales porque cada uno tiene una relación independiente con los<br />

procesos o actividades. Los cargos así relacionados se clasifican para<br />

efectos de análisis en los tipos creadores de valor, funcionales de apoyo<br />

y creadores de costo.<br />

I.C.L.<br />

98 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

• Cargos creadores de valor<br />

• Cargos funcionales de apoyo<br />

• Cargos creadores de costo<br />

Son cargos creadores de valor aquellos que tienen por objetivo desarrollar<br />

funciones que contribuyen de manera directa al desarrollo de la misión. Los<br />

cargos funcionales de apoyo son aquellos que tienen por objetivo realizar<br />

funciones que no tienen relación directa con la misión pero se requiere<br />

para su realización. Los cargos creadores de costo son aquellos que tienen<br />

como objetivo desarrollar actividades que no tienen ninguna relación con<br />

la misión o cuyo objetivo es repetido en otro que, por pertinencia, debe<br />

desarrollarlo.<br />

Tabla 57. Factores de análisis de cargos<br />

FACTORES DE ANÁLISIS DE CARGOS<br />

1. Salarios<br />

2. Indemnizaciones por incapacidades<br />

3. Dotaciones<br />

4. Horas hombre laboradas<br />

5. Horas máquina ejecutadas<br />

6. Activos asignados<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

La clasificación es indispensable para abordar el análisis de los factores<br />

vinculados a la fiscalización y este es un momento importante en relación<br />

con los usos y costumbres por cuanto se apela a información cuantitativa,<br />

en gran parte, información financiera. Dentro de los factores de análisis<br />

(ilustrados en la Tabla 57) se pueden vincular datos periodizados como<br />

salarios, indemnizaciones por incapacidades, dotaciones y recursos asignados,<br />

horas hombre laboradas, horas máquina ejecutadas; o no periodizados<br />

como los activos asignados a cada cargo.<br />

Todos los elementos relacionados con cargos creadores de costo constituyen<br />

irregularidades y tienen un ingrediente muy importante en la formulación<br />

de instrucciones, consiste en la cuantificación de recursos improductivos<br />

desde la perspectiva misional permitiendo medir ahorros estratégicos y<br />

reasignación o realización de recursos aplicados a un asunto impertinente<br />

frente a la misión.<br />

El proceso de fiscalización debe extenderse, en términos del análisis, a<br />

los cargos funcionales de apoyo cuando éstos representan una proporción<br />

exagerada frente a los creadores de valor. Aquí podrían identificarse nuevas<br />

irregularidades.<br />

99


Rafael Franco Ruiz<br />

La fiscalización realizada por unidades de análisis se orienta a construir<br />

un índice de calidad de planta, para esto se deben realizar algunas actividades<br />

así:<br />

• Se totalizan cada una de las columnas referentes a los factores de análisis.<br />

• Se totalizan los valores de cada factor de análisis correspondientes a<br />

cada tipo de cargo.<br />

• Se calcula el índice de eficiencia de planta (I.E.P.) dividiendo los valores<br />

acumulados para cada factor de análisis en cargos creadores de valor<br />

por el total correspondiente a todos los cargos.<br />

I.E.P.=<br />

Cargos creadores de valor<br />

Total de cargos<br />

Estos índices de eficiencia de planta determinados para cada factor de<br />

análisis pueden resultar poco significativos, hay cargos con asignaciones<br />

laborales diferenciadas sustancialmente entre funcionarios o porque unos<br />

factores de análisis resulten más relevantes que otros y, en tal caso, su<br />

contribución al análisis global puede resultar contraproducente, por ello<br />

deben ser ponderados.<br />

Una vez determinada la ponderación de los factores de análisis se calculan<br />

los índices de eficiencia planta ponderados cuya sumatoria constituye el<br />

índice de calidad de planta.<br />

I.C.P.= ∑(I.E.P.) i<br />

P i<br />

Este índice de calidad de planta puede ser objeto de análisis como todos<br />

los anteriores, es decir, en interpretación autónoma a partir de reglas<br />

preestablecidas y también de interpretación emulativa para permitir<br />

observar el comportamiento a través del tiempo o en comparación con<br />

émulos, con promedios sectoriales o con índices técnicos.<br />

Quedó afirmado que cada cargo se determina como taxón y a partir de<br />

este criterio se desarrolla el segundo elemento del método, orientado a<br />

determinar el índice de calidad de cargo y que generará la identificación<br />

de nuevas irregularidades, predicciones e instrucciones.<br />

Esta segunda parte del método constituye una aplicación normal de la matriz<br />

de fiscalización estratégica, pero vinculada a la sección anterior, en que<br />

los taxones se constituyen por los cargos y se determinan las variables de<br />

fiscalización (descritas en la Tabla 58) de acuerdo con las características<br />

de tales objetivos que, para el caso, se consideran como: satisfacción de<br />

requisitos académicos, satisfacción de requisitos laborales, satisfacción<br />

de requisitos especiales, responsabilidad social en la provisión del cargo,<br />

100 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

comunicación de función a titular del cargo, niveles de capacitación, frecuencia<br />

de accidentalidad y frecuencia de ausentismo.<br />

Tabla 58. Variables para la fiscalización estratégica de cargos<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE CARGOS<br />

1. Satisfacción de requisitos académicos<br />

2. Satisfacción de requisitos laborales<br />

3. Satisfacción de requisitos especiales<br />

4. Responsabilidad social en la provisión del cargo<br />

5. Comunicación de función a titular del cargo<br />

6. Niveles de capacitación<br />

7. Frecuencia de accidentalidad<br />

8. Frecuencia de ausentismo<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

• La satisfacción de requisitos académicos hace relación a formación académica<br />

formal o informal requerida para el ejercicio del cargo de acuerdo<br />

con el manual de funciones o convenio de compromiso según sea el estilo<br />

administrativo.<br />

• La satisfacción de requisitos laborales hace relación a la experiencia<br />

necesaria para el ejercicio del cargo, debiendo identificar el tipo y calidad<br />

de tal experiencia.<br />

• La satisfacción de requisitos especiales se refiere a la verificación del<br />

cumplimiento de requisitos adicionales a los académicos y de experiencia<br />

para el ejercicio del cargo.<br />

• La responsabilidad social en la provisión del cargo se orienta a evaluar si<br />

en el proceso de provisión se considera la vinculación de mujeres, etnias<br />

discriminadas, sectores excluidos, minusválidos, etc.<br />

• Un instrumento fundamental del control interno es la delegación o asignación<br />

de responsabilidades y tal asunto se logra por la comunicación<br />

de funciones al titular del cargo, de esto debe existir evidencia.<br />

• En gran parte la eficiencia y los niveles de pertenencia de un funcionario<br />

dependen de los niveles de capacitación, variable que debe ser evaluada.<br />

• La frecuencia de accidentalidad es un elemento determinante para evaluar<br />

la seguridad de las personas en las instalaciones de la organización.<br />

• Como una necesidad de evaluación de responsabilidad debe considerarse<br />

la frecuencia de ausentismo y sus causas, pues, eventualmente, pueden<br />

ser generadas por aspectos relacionados con la seguridad laboral.<br />

Estas variables sólo tienen una intención ilustrativa, no es prescriptiva ni<br />

limitativa. Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios<br />

101


Rafael Franco Ruiz<br />

de medición de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones<br />

establecidos, se conforma el instrumento que permite la aplicación particular<br />

del método de matriz estratégica de fiscalización a los cargos (ilustrada en<br />

la Tabla 58) existentes en la entidad y se completa el método mediante la<br />

determinación de la escala de valoración, el cálculo del índice de calidad<br />

de cargos y su evaluación autónoma o emulativa, permitiendo, mediante la<br />

predicción, la construcción de instrucciones y el alimento de la sumatoria<br />

evidencial.<br />

Tabla 59. Unidad analítica de relación estratégica de cargos<br />

Cargo<br />

Tipo<br />

Factores de análisis<br />

Activo<br />

asignado<br />

Remuneración<br />

Incapacidades<br />

Dotación<br />

y equipo<br />

Pond. %<br />

Variables de fiscalización<br />

1 2 3 4 5 ... POND.<br />

Irregularidad<br />

A 1 500<br />

B 1 8000<br />

C 2 600<br />

D 2<br />

E 2<br />

F 3<br />

G 1<br />

H 1<br />

I 1<br />

J 3<br />

Total 10 I.C.C.<br />

Total 1 6<br />

Total 2 3<br />

Total 3 2<br />

C.P.<br />

Pond.<br />

I.C.P.<br />

I.C.P.<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

3.2.11. Fiscalización de calidad funcional. Un aspecto adicional relacionado<br />

con la fiscalización de cargos se refiere a la calidad funcional de la<br />

conformación de cargos, es decir, su sistema relacional con la estructura<br />

jurídico-política y organizacional, en relación con la eficiencia y consistencia<br />

de la planta.<br />

El método propuesto para este objetivo es la matriz de fiscalización estratégica,<br />

que corresponde al control de funciones en relación con cada cargo<br />

102 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

conducente a la determinación de un índice de calidad funcional del cargo,<br />

con el que se completa el proceso de fiscalización de los elementos de la<br />

arquitectura financiera organizacional.<br />

Para efecto de la aplicación del método, los taxones de cada matriz están<br />

integrados por las funciones de cada cargo y a partir de este criterio se<br />

desarrolla el proceso de fiscalización que generará la identificación de<br />

nuevas irregularidades, predicciones e instrucciones.<br />

El segundo elemento de la matriz de fiscalización estratégica lo constituyen<br />

las variables de fiscalización de acuerdo con las características de las<br />

funciones que, para el caso, se consideran como: coherencia funcional,<br />

correspondencia funcional, consistencia funcional, balance de cargo, legalidad<br />

funcional.<br />

• La coherencia funcional se refiere a la determinación de las relaciones<br />

entre tareas de los procesos o actividades y funciones de los cargos.<br />

• La correspondencia funcional hace referencia a la relación fáctica entre<br />

las funciones del manual y las prácticas funcionales.<br />

• La consistencia funcional hace referencia a las relaciones entre la calidad<br />

de las funciones y la calidad del cargo de acuerdo con el escalafón, con<br />

lo que se evita pérdida de recursos calificados o asignación funcional a<br />

quienes son incompetentes para cumplir eficientemente.<br />

• El balance de cargo hace relación a lo adecuado de la asignación de<br />

cargas de trabajo.<br />

• La legalidad funcional determina si se cumplen disposiciones legales para<br />

el ejercicio de la función.<br />

Con estos insumos se construye la matriz de fiscalización de calidad funcional<br />

de cargos (ilustrada en la Tabla 61). En el proceso de aplicación se<br />

determina la escala de valoración, se califican las intersecciones de función<br />

variable y se cualifican mediante la aplicación de la doble ponderación,<br />

obteniendo un total que, dividido por el tamaño de la escala, proporciona<br />

el índice de calidad funcional del cargo.<br />

Tabla 60. Variables de fiscalización de calidad funcional del cargo<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN DE C<strong>AL</strong>IDAD FUNCION<strong>AL</strong><br />

1. Coherencia funcional<br />

2. Correspondencia funcional<br />

3. Consistencia funcional<br />

4. Balance de cargo<br />

5. Legalidad funcional Fuente: Construcción del autor<br />

103


Rafael Franco Ruiz<br />

Con estos elementos descriptivos se complementan los criterios de medición<br />

de las variables de fiscalización para cada uno de los taxones establecidos,<br />

se conforma el instrumento que permite la aplicación particular del método<br />

de matriz estratégica de fiscalización a los cargos existentes en la entidad<br />

permitiendo el cálculo del índice de calidad funcional del cargo y se completa<br />

el método mediante la evaluación autónoma o emulativa posibilitando,<br />

mediante la predicción, la construcción de instrucciones y el alimento de<br />

la sumatoria evidencial.<br />

Tabla 61. Matriz estratégica de fiscalización de cargos<br />

RESPONSABLE:<br />

FECHA:<br />

CARGO<br />

%<br />

TOT<strong>AL</strong>ES<br />

OBSERVACIONES<br />

CARGO:<br />

VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN<br />

1 2 3 4 5 ... POND<br />

IRREGU-<br />

LARIDAD<br />

I.C.F.C.<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

I.C.F.C. = ∑(E.F.)(P 1<br />

)(P 2<br />

)/TE<br />

Este índice de calidad funcional del cargo, que fundamenta el proceso<br />

instruccional, se constituye en materia prima para la construcción de un<br />

nuevo índice que tiene una cobertura más general, organizacional, que<br />

pretende agregar los índices de los cargos en un índice de calidad funcional<br />

organizacional.<br />

El proceso consiste en relacionar los índices de calidad funcional de los<br />

cargos, incluyendo la totalidad de la planta, hacerlos objeto de un proceso<br />

de ponderación, calcular los índices ponderados que, al totalizarse,<br />

producen el índice de calidad funcional organizacional, como se describe<br />

en la Tabla 62.<br />

I.C.O.T. = ∑(I.C.T.A) i<br />

P i<br />

Tabla 62. Índice de calidad funcional organizacional<br />

ÍNDICE DE C<strong>AL</strong>IDAD ORGANIZACION<strong>AL</strong> DE TAREAS<br />

CARGO ICFC PONDERACIÓN ICFC PONDERADO<br />

TOT<strong>AL</strong> 1.00 ICOT<br />

Fuente: Construcción<br />

del autor<br />

104 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

El índice de calidad funcional organizacional fundamenta nuevos niveles de<br />

análisis, por cuanto genera evaluaciones autónomas con reglas de interpretación<br />

que deben establecerse previamente, como las enunciadas en los<br />

anteriores métodos y evaluaciones autónomas, institucionales a través del<br />

tiempo y emulativas en relación con émulos, sectores o índices técnicos.<br />

3.3. Fiscalización de arquitectura organizacional en síntesis. La siguiente<br />

matriz no corresponde de una manera específica a la aplicación de un<br />

método de fiscalización, constituye una síntesis de todo el proceso recorrido<br />

para permitir una visualización integral de la arquitectura organizacional, en<br />

donde se puedan observar genéricamente las deficiencias para proceder<br />

a su seguimiento o monitoreo en un proceso de mejoramiento continuo.<br />

Es una aplicación de evaluación por auto-emulación para observar la calidad<br />

de arquitectura organizacional a través del tiempo, asignando una<br />

ponderación a los diferentes índices de calidad hasta determinar uno<br />

global, al que se denomina índice de calidad de arquitectura organizacional<br />

(ver Tabla 63).<br />

I.C.A.O.= ∑(I.C.) i<br />

(P i<br />

)<br />

Queda descrito el modelo de fiscalización, donde se incluyen diferentes<br />

novedades en la construcción de conocimiento, producto de una investigación<br />

fundamental instrumentalizada en los planos cuantitativo y cualitativo<br />

que se pueden resumir en:<br />

• Ruptura de las creencias y tradiciones que ubicaron el control en planos<br />

exclusivamente cuantitativos por la influencia de la administración por<br />

objetivos y su consideración como metas mensurables.<br />

• Establecimiento de métodos de fiscalización cualitativa a partir del reconocimiento<br />

de paradigmas de administración por políticas.<br />

• Establecimiento de controles que incluyen variables internas y del entorno<br />

superando visiones exclusivamente institucionalistas.<br />

• Inclusión de métodos de fiscalización estratégica como instrumento preventivo<br />

dentro de una nueva visión de fiscalización integral.<br />

• Superación de los planos exclusivamente financieros y posteriores, propios<br />

de los modelos evaluativos de la auditoría.<br />

Continúa en la<br />

página siguiente<br />

105


Rafael Franco Ruiz<br />

Tabla 63. Índice de calidad de arquitectura organizacional<br />

INSTITUCION<strong>AL</strong><br />

Nº ÍNDICE DE C<strong>AL</strong>IDAD % PUN- DINÁ- TEN-<br />

TU<strong>AL</strong> MICO DENCIA<br />

1 Relacional intereses y poder<br />

2 Visión<br />

3 Misión<br />

4 Valores<br />

5 Estructura<br />

6 Objetivos<br />

7 Infraestructura<br />

8 Políticas de infraestructura<br />

9 Actividades<br />

10 Procedimental<br />

11 Tareas organizacionales<br />

<strong>12</strong> Información<br />

13 Sistemas de información<br />

14 Documental<br />

15 Sistema documental<br />

16 Comunic. organizacional<br />

17<br />

Sistemas de comunicación<br />

organizacional<br />

18 Legitimidad<br />

19 Cargo<br />

20 Planta<br />

21 Funcional organizacional<br />

TOT<strong>AL</strong>ES 1,0<br />

Índice de calidad de arquitectura organizacional<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

PUN-<br />

TU<strong>AL</strong><br />

PONDERADO<br />

DINÁ-<br />

MICO<br />

T E N -<br />

DENCIA<br />

Queda expuesta la contribución al desarrollo del conocimiento y de la tecnología<br />

de la fiscalización, con la pretensión de encontrar mentes receptoras<br />

que continúen el camino.<br />

Conclusiones<br />

Este trabajo ha permitido avanzar en un proceso de construcción teórica<br />

y tecnológica a partir de la aplicación del método histórico y su complementación<br />

con una aplicación sistémica. El proceso no ha sido sencillo,<br />

requirió la solución de enigmas teóricos de la mayor complejidad y que,<br />

eventualmente, se separan de las pretensiones de la investigación. En<br />

general, la administración que siempre se ha concentrado en los negocios,<br />

106 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

entendidos como “manifestación del capital en su aquí y ahora”, sólo generó<br />

descripciones o explicaciones de la empresa, una forma de organización<br />

específica pero no la organización en su conjunto.<br />

El modelo se soporta en un enfoque teleológico a partir de la consideración<br />

de la organización en sus componentes natural, económico, cultural y<br />

político, y sus dimensiones social y material interrelacionadas a través de<br />

desempeños, estructuras y procesos que interactúan para realizar valores<br />

cambiantes en la historia y en las relaciones sociales.<br />

El poder se ejerce sobre las conductas de los individuos, sobre las estructuras<br />

determinadas por los procesos y las instituciones. El poder es el<br />

determinante de los comportamientos que, por su permanencia, generan<br />

los procesos y se ejerce en el plano interno por los agentes sociales hegemónicos<br />

que actúan en lo interno de la organización o en el entorno de<br />

la misma, sin olvidar que esta fronterización es artificial y se torna difusa.<br />

De acuerdo con las características de la organización, el poder es asimétrico,<br />

tiene diferentes intensidades para los diversos agentes sociales que<br />

lo ejercen como interacción, lo que supone la existencia de consensos o,<br />

como conflicto, implica competencia por el dominio y puede fundamentarse<br />

en la fuerza cuando de organizaciones autoritarias se trata.<br />

La organización es un escenario de conflictos generados en el ejercicio<br />

de poder por los diferentes agentes que pretenden que las decisiones se<br />

orienten a satisfacer sus intereses, surgidos de necesidades humanas, unas<br />

veces más intensos, otras interactuantes, según los niveles de asimetría<br />

entre los agentes sociales.<br />

En ese medio se define el control, no como manifestación del poder absoluto,<br />

lo hace como establecimiento de barreras al ejercicio exorbitante de<br />

poder. El control actúa con fundamento en el interés público, busca que las<br />

decisiones alcancen la máxima satisfacción de necesidades humanas para<br />

todos y cada uno de los agentes sociales, neutraliza el ejercicio exorbitante<br />

del poder a través de acciones de satisfacción de necesidades, mediante<br />

la inclusión de satisfactores.<br />

El sujeto de control es una organización que, de acuerdo con el principio<br />

contable de sistemicidad, puede ser representada en todos sus aspectos<br />

por un sistema de cuentas, lo que implica que la oportunidad y cobertura<br />

del control integral se materializa en un sistema de cuentas que describe<br />

a la organización controlada.<br />

Con estos insumos se procede a desarrollar el modelo tecnológico para la<br />

fiscalización de la arquitectura organizacional, vista desde una perspectiva<br />

estratégica a partir de la consideración de que las contribuciones de su<br />

aplicación generan valor con trascendencia en el tiempo y en el espacio,<br />

107


Rafael Franco Ruiz<br />

que contribuyen al incremento de la competitividad y la productividad organizacional.<br />

Este modelo tecnológico se fundamenta en un marco de la fiscalización a<br />

la arquitectura organizacional para proceder a describir las metodologías<br />

aplicables en la construcción de técnicas e instrumentos tales como matrices<br />

de fiscalización estratégica, matrices relacionales de fiscalización<br />

estratégica, unidades de análisis y unidades analíticas de relación, que se<br />

pueden complementar con algunas herramientas informáticas que facilitan<br />

su aplicación, dentro de un criterio de lazo abierto, que permite la parametrización,<br />

por la aplicación del criterio profesional y la permanente adaptación<br />

a los cambios tecnológicos, organizacionales o jurídicos.<br />

El primer elemento del modelo tecnológico lo constituye la fiscalización de<br />

intereses y poder en la organización, abordando los relativos a los agentes<br />

sociales como un elemento determinante de las relaciones interno-entorno<br />

de la organización y de los correspondientes a los elementos de la organización<br />

que fiscaliza las tensiones dentro de la estructura de poder y<br />

especialización que la tipifica.<br />

El segundo elemento del modelo, lo constituye la fiscalización de la cultura<br />

organizacional, incluyendo objetos como la visión, misión, valores y<br />

objetivos organizacionales, en sus interacciones interno-entorno relativas a<br />

los agentes sociales. El modelo continúa con la fiscalización de estructura<br />

y actividades en relación con la generación de valor, no entendido en el<br />

concepto financiero de contribuyente a las ganancias sino en referencia al<br />

logro de la misión y objetivos necesarios para la realización de la visión,<br />

que siempre será idea reguladora, orientadora.<br />

El siguiente elemento es la fiscalización de la comunicación organizacional,<br />

un tema novedoso que cubre la comunicación formal e informal, sus<br />

medios y procesos, incluyendo la relación con los estilos de dirección y<br />

la eliminación de ruidos que dificultan la armonía, la transparencia y la<br />

coherencia informacional.<br />

El elemento que complementa el modelo de fiscalización de la arquitectura<br />

organizacional lo constituye la legitimidad organizacional, constituida desde<br />

la perspectiva burocrática determinante del llamado derecho estatutario que<br />

establece la integralidad de las relaciones internas y de lo interno con el<br />

entorno, fundamentado en la teoría de la legitimidad desarrollada por los<br />

paradigmas sociopolíticos de la difusión de información social, brindando<br />

cohesión y solidez a todos los elementos de la arquitectura, elemento determinante<br />

del funcionamiento organizacional.<br />

Este modelo de fiscalización es emergente, no tiene antecedentes en las<br />

prácticas de la revisoría fiscal y, en tal sentido, constituye una innovación<br />

que se propone y entrega a la comunidad académica y profesional, fruto<br />

de la investigación y la experticia profesional.<br />

108 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Anexo 1. Matriz estratégica de análisis relacional de intereses entre agentes sociales<br />

Agentes<br />

sociales<br />

Administración<br />

Trabajo<br />

Capital estratégico<br />

Clientes<br />

Capital rentista<br />

Consumidores<br />

Prestamistas<br />

Proveedores<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, reconocimiento,<br />

dominio,<br />

control.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez, crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, reconocimiento,<br />

calidad.<br />

Calidad,<br />

viabilidad,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

reconocimiento.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, reconocimiento,<br />

solidez,<br />

liquidez.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, reconocimiento,<br />

solidez,<br />

liquidez.<br />

Competencia<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, reconocimiento,<br />

dominio,<br />

control, transparencia.<br />

Aseguradores<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

reconocimiento.<br />

Estado Sociedad<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

reconocimiento.<br />

Trabajo<br />

Administración<br />

Seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento,<br />

dominio,<br />

control.<br />

Estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento,<br />

viabilidad.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia,<br />

reconocimiento.<br />

Estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento,<br />

viabilidad,<br />

inventario,<br />

precio, plazo,<br />

calidad.<br />

Estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento,<br />

viabilidad,<br />

inventario,<br />

calidad, precio.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

interés,<br />

plazo, reconocimiento,<br />

estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez,<br />

plazo, reconocimiento,<br />

estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración.<br />

Fuente: construcción propia<br />

Estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento,<br />

estabilidad,<br />

remuneración.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

estabilidad,<br />

seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento.<br />

109


Rafael Franco Ruiz<br />

Agentes<br />

sociales<br />

Administración<br />

Reconocimiento,<br />

dominio,<br />

control.<br />

Rentabilidad,<br />

dominio, control.<br />

Inventario,<br />

precios, plazos,<br />

dominio,<br />

control.<br />

Trabajo<br />

Seguridad,<br />

remuneración,<br />

reconocimiento.<br />

Seguridad,<br />

remuneración.<br />

Capital estratégico<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad<br />

solidez, dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control, rentabilidad.<br />

Dominio,<br />

control, inventario,<br />

precio,<br />

plazo.<br />

Capital rentista<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez, crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez, crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Inventario,<br />

precios, plazos.<br />

Clientes<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, calidad,<br />

solidez.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, calidad,<br />

transparencia.<br />

Inventario,<br />

calidad, precios,<br />

plazos,<br />

viabilidad.<br />

Consumidores<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

calidad.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad, calidad,<br />

transparencia.<br />

Inventario,<br />

calidad, precio,<br />

plazo,<br />

viabilidad.<br />

Prestamistas<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad<br />

solidez, liquidez,<br />

reconocimiento.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia,<br />

solidez,<br />

reconocimiento.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez, crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia,<br />

solidez, reconocimiento,<br />

inventario,<br />

calidad, precio,<br />

interés,<br />

plazo.<br />

Proveedores<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo,<br />

reconocimiento,<br />

inventario,<br />

calidad,<br />

precio.<br />

Competencia<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, dominio,<br />

control,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez, crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Inventario,<br />

calidad, precios,<br />

plazos,<br />

viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Aseguradores<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento.<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento.<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento,<br />

inventario,<br />

calidad,<br />

plazo.<br />

Estado Sociedad<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

solidez.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

liquidez,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

inventario,<br />

calidad,<br />

precio, plazo.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

inventario,<br />

calidad, precio,<br />

plazo.<br />

Clientes<br />

Capital rentista<br />

Capital estratégico<br />

110 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Agentes<br />

sociales<br />

Administración<br />

Inventario,<br />

precio, dominio,<br />

control.<br />

Interés, plazo,<br />

dominio,<br />

control.<br />

Precio, plazo,<br />

dominio,<br />

control.<br />

Trabajo<br />

Capital estratégico<br />

Dominio,<br />

control, inventario,<br />

precio.<br />

Dominio,<br />

control, interés,<br />

plazo.<br />

Precio, dominio,<br />

control,<br />

reconocimiento.<br />

Capital rentista<br />

Inventario,<br />

precio.<br />

Interés, plazo.<br />

Reconocimiento<br />

Clientes<br />

Precio, reconocimiento.<br />

Consumidores<br />

Inventario,<br />

calidad, precio,<br />

viabilidad.<br />

Prestamistas<br />

Rentabilidad,<br />

liquidez, crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

transparencia,<br />

solidez, reconocimiento,<br />

inventario,<br />

calidad, precio,<br />

interés,<br />

plazo.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

interés,<br />

plazo, reconocimiento.<br />

Proveedores<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo,<br />

precio, reconocimiento.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo,<br />

precio, reconocimiento.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo,<br />

precio, reconocimiento.<br />

Competencia<br />

Inventario,<br />

calidad,<br />

precio, viabilidad,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

interés,<br />

plazo, reconocimiento,<br />

transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

plazo,<br />

precio, reconocimiento,<br />

transparencia.<br />

Aseguradores<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento,<br />

inventario,<br />

calidad, precio.<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento,<br />

interés,<br />

plazo.<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento.<br />

Estado Sociedad<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

inventario,<br />

calidad,<br />

precio, plazo.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

inventario,<br />

calidad, precio.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

interés,<br />

plazo, reconocimiento.<br />

Viabilidad,<br />

empleo,<br />

responsabilidad,<br />

interés,<br />

plazo, reconocimiento,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

solidez, liquidez.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

precio, reconocimiento.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

solidez, liquidez,<br />

precio,<br />

plazo, reconocimiento.<br />

Proveedores<br />

Prestamistas<br />

Consumidores<br />

111


Rafael Franco Ruiz<br />

Agentes<br />

sociales<br />

Administración<br />

Lealtad, dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Trabajo<br />

Capital estratégico<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Dominio,<br />

control.<br />

Capital rentista<br />

Clientes<br />

Consumidores<br />

Prestamistas<br />

Proveedores<br />

Competencia<br />

Lealtad,<br />

transparencia.<br />

Aseguradores<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez, liquidez,<br />

precio,<br />

lealtad.<br />

Seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

solidez,<br />

liquidez, precio,<br />

reconocimiento.<br />

Estado Sociedad<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

lealtad.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

lealtad, transparencia.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad,<br />

seguridad,<br />

precio, reconocimiento.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

seguridad,<br />

transparencia,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

solidez,<br />

liquidez,<br />

precio, reconocimiento.<br />

Rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

viabilidad,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad,<br />

rentabilidad,<br />

crecimiento,<br />

liquidez, solidez,<br />

transparencia,<br />

legalidad.<br />

Viabilidad,<br />

empleo, responsabilidad.<br />

Sociedad<br />

Estado<br />

Aseguradores<br />

Competencia<br />

1<strong>12</strong> Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Anexo 2. Matriz estratégica de análisis relacional de poder, riesgos y oportunidades entre agentes sociales<br />

Agentes<br />

sociales<br />

Administración<br />

Trabajo<br />

Capital estratégico<br />

Clientes<br />

Proveedores<br />

Estado Sociedad<br />

Eficiencia,<br />

calidad.<br />

Identidad de<br />

intereses,<br />

definición de<br />

roles.<br />

Toma de decisiones.<br />

Capitalización.<br />

Posicionamiento<br />

de<br />

mercado.<br />

Posicionamiento<br />

de<br />

mercado.<br />

Financiamiento,<br />

crecimiento.<br />

Aprovisionamiento,<br />

crédito,<br />

calidad.<br />

Cobertura<br />

adecuada.<br />

Lealtad competitiva.<br />

Independencia.<br />

Reconocimiento.<br />

Trabajo<br />

Capital rentista<br />

Consumidores<br />

Prestamistas<br />

Competencia<br />

Aseguradores<br />

Administración<br />

Ineficiencia,<br />

conflicto, no<br />

calidad.<br />

Identidad de<br />

intereses.<br />

Paro, ritmo<br />

de trabajo,<br />

empoderamiento<br />

jurídico.<br />

Posicionamiento<br />

de<br />

mercado.<br />

Posicionamiento<br />

de<br />

mercado.<br />

Identidad de<br />

intererses.<br />

Primas adecuadas.<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Ineficiencia,<br />

conflicto, no<br />

calidad.<br />

Baja de incentivos.<br />

Decisiones<br />

de asamblea,<br />

estatutos,<br />

discrecionalidad<br />

de inversión.<br />

Rentabilidad. Primas adecuadas.<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Capital<br />

rentista<br />

Capital estratégico<br />

Descapitalización.<br />

Baja de incentivos.<br />

Descapitalización.<br />

Discrecionalidad<br />

de inversión.<br />

Rentabilidad. Capitalización.<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Pérdida de<br />

mercado.<br />

Pérdida de<br />

mercado.<br />

Pérdida de<br />

mercado.<br />

Empoderamiento<br />

jurídico,<br />

veto al<br />

consumo.<br />

Posicionamiento<br />

de<br />

mercado.<br />

Calidad, disponibilidad<br />

de inventario.<br />

Fidelización. Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos<br />

Legitimidad.<br />

Clientes<br />

Pérdida de<br />

mercado.<br />

Pérdida de<br />

mercado.<br />

Pérdida de<br />

mercado.<br />

Consumidores<br />

Empoderamiento<br />

jurídico,<br />

veto al<br />

consumo.<br />

Calidad, disponibilidad<br />

de inventario.<br />

Fidelización. Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos<br />

Legitimidad.<br />

113


Rafael Franco Ruiz<br />

Agentes<br />

sociales<br />

Administración<br />

Trabajo<br />

Capital estratégico<br />

Clientes<br />

Proveedores<br />

Capital rentista<br />

Consumidores<br />

Prestamistas<br />

Competencia<br />

Negación de<br />

acceso.<br />

Liquidez. Liquidez. Contratos<br />

de endeudamiento,<br />

empoderamiento<br />

jurídico.<br />

Aseguradores<br />

Aseguramiento.<br />

Estado Sociedad<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Prestamistas<br />

Proveedores<br />

Desaprovisionamiento.<br />

Desaprovisionamiento.<br />

Desaprovisionamiento.<br />

Contratos<br />

de provisión,<br />

políticas de<br />

crédito.<br />

Provisión<br />

oportuna.<br />

Deslealtad. Deslealtad. Deslealtad. Políticas de<br />

mercadeo.<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Aseguradores<br />

Competencia<br />

Pérdida de<br />

cobertura.<br />

Pérdida de<br />

cobertura.<br />

Pérdida de<br />

cobertura.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Determinación<br />

de<br />

primas, exigencia<br />

de<br />

seguridades.<br />

Investigaciones,<br />

sanciones.<br />

Independencia,<br />

ausencia<br />

de conflictos.<br />

Legitimidad.<br />

Empoderamiento<br />

jurídico,<br />

supervisión,<br />

fiscalización.<br />

Legitimidad.<br />

Sociedad<br />

Estado<br />

Pérdida de<br />

legitimidad.<br />

Pérdida de<br />

legitimidad.<br />

Fuente: construcción propia<br />

Empoderamiento<br />

jurídico,<br />

reconocimiento.<br />

114 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 8 - 119


Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Anexo 3. Matriz estratégica de controles de poder, riesgos y oportunidades entre agentes sociales<br />

Agentes sociales 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 <strong>12</strong><br />

Promedio<br />

Ponderación<br />

Ponderado<br />

Irregularidades<br />

1. Administración 3 3 3 4 2 4 4 2 1 3 1 2.73 <strong>12</strong>% 0.33 G4, J4, K4, M4<br />

2. Trabajo 3 3 3 2 2 2 4 1 2.50 <strong>12</strong>% 0.30 G5, J5, K5, M5<br />

3. Capital estratégico 4 3 2 2 3 1 2.50 <strong>12</strong>% 0.30 H6, K6, M6<br />

4. Capital rentista 3 3 3 3 1 3 1 2.43 3% 0.07 J7, M7<br />

5. Clientes 3 2 2 2 3 3 4 1 2.50 9% 0.23 D8, E8, G8, M8<br />

6. Consumidores 2 2 2 3 3 4 1 2.43 9% 0.22 B9, D9, E9, M9<br />

7. Prestamistas 4 3 2 2 3 4 1 2.71 6% 0.16 E10, I10, M10<br />

8. Proveedores 4 3 1 3 4 1 2.67 9% 0.24 E11, M11<br />

9. Competencia 2 2 1 4 1 2.00 5% 0.10 B<strong>12</strong>, D<strong>12</strong>, E<strong>12</strong>, M<strong>12</strong><br />

10. Aseguradores 4 3 2 3 1 2.60 6% 0.16 E13, M13<br />

11. Estado 3 4 4 4 4 4 4 4 4 3 1 3.55 8% 0.28 M14<br />

<strong>12</strong>. Sociedad 1 1 1.00 9% 0.09 B14, D15<br />

Conclusiones 29.61 100% 2.48 35<br />

Fuente: construcción propia<br />

115


Rafael Franco Ruiz<br />

Anexo 4. Unidad analítica de relación estratégica de infraestructura<br />

INFORMACIÓN GENER<strong>AL</strong> FACTORES DE ANÁLISIS VARIABLES DE FISC<strong>AL</strong>IZACIÓN<br />

Item<br />

Artefacto<br />

Precio<br />

Placa<br />

Ubicación<br />

Responsable<br />

Referencia<br />

Marca<br />

Proveedor<br />

Fecha compra<br />

Tipo<br />

Valor en libros<br />

Valor de realización<br />

Valor de reposición<br />

Valor neto reposición<br />

Valor asegurado<br />

Ponderado %<br />

Ponderación<br />

Irregularidades<br />

1 2 3 4 5 ...<br />

Total infraestructura tipo 1 TOT<strong>AL</strong>ES<br />

Total infraestructura tipo 2 Índice de calidad de políticas de<br />

Total infraestructura tipo 3<br />

infraestructura<br />

Total infraestructura<br />

Índice de eficiencia de infraestructura<br />

Ponderación de factores de análisis<br />

Índice de eficiencia ponderado de infraestructura<br />

Índice de calidad de infraestructura<br />

Observaciones:<br />

Fuente: construcción propia<br />

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Rafael Franco Ruiz<br />

investigar1@gmail.com<br />

Contador Público Universidad Libre (Bogotá). Magíster en Administración Económica<br />

y Financiera. Ha sido docente de la Universidad Libre, Universidad del Valle,<br />

Universidad La Gran Colombia, Universidad del Quindío, Universidad de Manizales,<br />

Universidad de Medellin, Universidad de Cartagena, entre otras. Creador del modelo<br />

de Contabilidad Integral. Conferencista en eventos nacionales e internacionales de<br />

la profesión y la disciplina contable. Su trabajo investigativo se ha materializado<br />

en numerosas publicaciones en las más destacadas r<strong>evista</strong>s nacionales e internacionales,<br />

así como en libros de gran referencia académica, entre ellos Reflexiones<br />

Contables; Contabilidad Integral, entre otros.<br />

119


Pensando los fundamentos de la<br />

contabilidad como disciplina académica<br />

Mauricio Gómez Villegas<br />

Resumen<br />

La disciplina contable busca permanentemente<br />

su lugar en la universidad y en<br />

el conocimiento científico. Su estatus<br />

académico se ha configurado en múltiples<br />

direcciones. En los últimos sesenta<br />

años, la predominancia de la visión<br />

economicista y neoclásica ha llevado<br />

a un mayor distanciamiento entre la<br />

contabilidad académica y la contabilidad<br />

práctica. Al mismo tiempo, la hegemonía<br />

de la educación universitaria para<br />

el trabajo, presiona por una docencia<br />

centrada en el entrenamiento. Estas<br />

circunstancias justifican replantearse la<br />

pregunta ¿es la contabilidad una disciplina<br />

académica? Este documento se<br />

estructura a partir de tal pregunta y para<br />

abordarla reflexiona los fundamentos de<br />

la disciplina. Presenta las propuestas de<br />

fundamentación de algunas escuelas<br />

contables anglosajonas y delinea una<br />

perspectiva alterna que vincula fundamentos<br />

y contexto, para el desarrollo de<br />

una contabilidad académica distinta. La<br />

propuesta se soporta en los argumentos<br />

de la escuela de la contabilidad como<br />

una práctica social e institucional.<br />

Abstract<br />

The Accounting Discipline searches<br />

permanently its place in college and in<br />

scientific knowledge. Its academic status<br />

has evolved in multiple directions. In the<br />

last seventy years, the predominance of<br />

the economicist and neoclassic view has<br />

taken to a further separation between<br />

Academic Accounting and Practical<br />

Accounting. At the same time, the prevalence<br />

of work-oriented college education<br />

puts a lot of pressure for a teaching<br />

focused on training. These circumstances<br />

justify reworking the question: Is<br />

Accounting an Academic Discipline?<br />

This paper is organized out of this question<br />

and to look for an answer asks for<br />

the foundations of the discipline. It also<br />

explains the proposals of several Anglosaxon<br />

Accounting Schools to give such<br />

foundation and sketches an alternative<br />

view that links foundations and context<br />

for the development of a different accounting.<br />

The proposal is supported by<br />

the arguments of the Accounting School<br />

as a Social and Institutional Practice.<br />

Palabras clave<br />

Disciplina contable, teoría contable, contabilidad<br />

y ciencia, contabilidad crítica,<br />

teorías de la contabilidad.<br />

Key words<br />

Accounting discipline, accounting theory,<br />

accounting and science, critical theory,<br />

theories of accounting.<br />

Primera versión recibida en septiembre de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en noviembre de <strong>2011</strong><br />

Artículo elaborado a partir de la conferencia denominada Pensando los fundamentos de la contabilidad<br />

como disciplina académica, ofrecida en el I Encuentro Nacional de Pensamiento Contable realizado en la<br />

Universidad de Manizales, los días 25, 26 y 27 de agosto de <strong>2011</strong>.<br />

<strong>12</strong>0 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

Introducción<br />

Es conveniente resaltar algunos aspectos del título de este documento,<br />

porque tiene un sentido significativo. En inglés el verbo “ing”, expresa el<br />

presente progresivo y tiene un significado importante. En este idioma es la<br />

forma de poner un verbo en acción; entonces, la expresión “pensando” no es<br />

gratuita en el título, que algunos podrían haber titulado como “pensamiento”<br />

o simplemente “pensar”. A continuación plantearé una reflexión de carácter<br />

epistemológico al respecto. Otro elemento que quisiera proponer que se<br />

tenga en cuenta es el tema de los fundamentos. Creo que la discusión por<br />

los fundamentos es muy significativa, no solamente en las ciencias sociales<br />

sino en todas las ciencias. La pregunta por qué es lo fundamental, siempre<br />

suscita debate, reflexión, discusión. Finalmente, quiero resaltar el tema<br />

de la disciplina académica. El profesor Rafael Franco realiza la distinción<br />

que desde hace algunos años se marca en la academia contable mundial<br />

entre la contabilidad académica y la contabilidad de los practicantes, o la<br />

contabilidad que él llama de los usos y las costumbres. También el profesor<br />

Macías y la estudiante Moncada (<strong>2011</strong>), se plantean algunos argumentos<br />

e interrogantes sobre la disciplina académica de la contabilidad. Yo quiero<br />

señalarles que la pregunta que articula este documento, tomándola prestada<br />

de una pregunta que ronda desde hace años en la academia internacional<br />

en nuestro campo, sería ¿es la contabilidad una disciplina académica?<br />

Estructura o contenido<br />

Este documento se desarrollará por medio de seis tópicos:<br />

• Una breve introducción sobre el pensamiento, en sentido epistemológico,<br />

será nuestro primer punto de preocupación.<br />

• En segunda instancia se planteará la pregunta ¿es la contabilidad una<br />

disciplina académica? Que, como les comenté, es retomada de las<br />

reflexiones más recientes en la academia mundial. Hay que decir que<br />

se podrían listar entre <strong>12</strong> y 15 fuentes documentales, debates y sus<br />

transcripciones, que han dado lugar a papers publicados en los últimos<br />

8 años sobre este tema. En este trabajo nos concentraremos en referir<br />

5 documentos que tienen el mismo título, o alguno muy parecido: ¿es la<br />

contabilidad una disciplina académica? Estos trabajos, y las reflexiones<br />

tras ellos, han sido gestados por importantes académicos del contexto<br />

anglosajón, ante la debacle de la contabilidad en los Estados Unidos y<br />

en el mundo.<br />

• En tercer lugar nos dedicaremos a hacer un repaso muy genérico de los<br />

fundamentos en algunas de las distintas escuelas del pensamiento contable<br />

contemporáneo, esencialmente enfocándonos también en el área<br />

anglosajona.<br />

<strong>12</strong>1


Mauricio Gómez Villegas<br />

• Posteriormente, en cuarto lugar, plantearemos una reflexión sobre la<br />

relación, y en ocasiones el antagonismo, que puede surgir entre los<br />

fundamentos vs. el contexto, donde hay una tensión muy importante hoy<br />

en día por el nivel de comprensión que tenemos de la complejidad del<br />

mundo social y biológico. Esta tensión cuestiona el espíritu universalista<br />

(nomotético) de los fundamentos en ciencias, y las visiones más complejas<br />

que hablan de la importancia del contexto y de la inconveniencia<br />

de principios universales (como son tratados en las ciencias duras) para<br />

las ciencias sociales.<br />

• En quinto lugar abordaremos el sentido de ver a la contabilidad, como<br />

diría Yuji Ijiri (en Demski et al; 2002), como un microcosmos social.<br />

• Finalmente, en sexto lugar y para cerrar, hablaremos de los retos y posibilidades<br />

en la comprensión de la contabilidad como una práctica social<br />

e institucional (Hopwood y Miller, 1994).<br />

I. Sobre el pensamiento<br />

Para este tema me soportaré en algunas de las reflexiones de Gregory<br />

Bateson. Gregory Bateson fue un antropólogo inglés muy significativo,<br />

psicólogo y científico social en general, miembro de la Escuela de Palo<br />

Alto. Gregory Bateson es uno de los pensadores anglosajones más importantes<br />

en la epistemología, digámoslo así, moderna-simbólica, y tiene<br />

unas ideas muy importantes. Gregory Bateson, junto con Norbert Wiener,<br />

padre de la cibernética, aportaron ideas que están en el nucleo de las<br />

teorías conceptuales que soportan la revolución de las tecnologías de la<br />

información y de las comunicaciones; digo esto solamente para dar una idea<br />

de la talla intelectual de esta persona. Bateson tenía unos planteamientos<br />

y conceptos muy claros y, en cierto sentido estético, “lindas ideas”, puesto<br />

que planteaba cuestiones que nos hacen pensar profundamente. Por<br />

ejemplo, él hablaba de la complejidad de los procesos y los conceptos de<br />

segundo orden; un concepto de segundo orden es aquel que se refiere a<br />

sí mismo (Bateson, 1976). Por ejemplo, ¡vamos a pensar el pensamiento!<br />

Si ya clarificar qué es el pensamiento es algo complejo, la recursividad de<br />

la expresión pensar el pensamiento es mucho más compleja, y él tenía una<br />

muy significativa reflexión respecto a los conceptos de segundo orden. Decía:<br />

“los conceptos de segundo orden sólo tienen acceso social y colectivo”<br />

(Bateson, 2002). Lo que quiere decir que para pensar el pensamiento no<br />

basta con la reflexión de uno solo, sino que se necesitan muchos pensado<br />

el pensamiento. Gregory Bateson podría caricaturizar la estatua de Rodin,<br />

y plantearía que está mal nominada esa estatua, esa estatua no debería<br />

llamarse “el pensador”, sino “el reflexionador”, porque el pensamiento es<br />

un proceso colectivo y la re-flexión el acto de volver sobre sí mismo, una<br />

dinámica esencialmente individual.<br />

<strong>12</strong>2 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

A propósito de esto, del pensamiento, resulta muy importante la reflexión de<br />

Bateson sobre los peligros del lenguaje, reflexión que también fue planteada<br />

por otros autores como Heinz Von Foerster (2002). Bateson (1976, 2002)<br />

decía “el lenguaje es muy problemático porque en ocasiones los procesos<br />

los convierte en sustantivos”, y yo quiero marcar esto; cuando uno habla<br />

de pensamiento fácilmente dice: ¿en dónde está?, ¿en qué libro está?, o<br />

algunas personas, algunos estudiosos de las ciencias naturales y sociales<br />

han intentado buscar el pensamiento en alguna parte, o la idea de que<br />

el pensamiento está en el cerebro. Las neurociencias nos han llevado a<br />

demostrar, incluso biológicamente hablando, que el pensamiento está por<br />

todas partes, no está localizado en el cerebro solamente. No es una cosa<br />

localizada, es un proceso disperso. Bateson (1976) y Heinz Von Foerster<br />

(2002), han señalado que “un peligro del lenguaje es que volvemos un<br />

verbo en un sustantivo”, el verbo pensar lo volvemos el sustantivo pensamiento,<br />

y confundimos la acción social con los productos, con los textos,<br />

con los documentos. Por esta razón quiero plantearles que el pensamiento<br />

contable no necesariamente está escrito, ni en las r<strong>evista</strong>s indexadas, ni<br />

en las investigaciones formales, sino que el pensamiento está disperso en<br />

los procesos sociales, y que la materialización sociológica de los productos<br />

de investigación es sólo una forma social de organizar los procesos y productos<br />

del trabajo especializado, que no necesariamente el conocimiento,<br />

ni la ciencia. Por eso, entonces, Bateson hace un fantástico esquema para<br />

hablar del proceso de información, conocimiento y pensamiento.<br />

Bateson (1976, 2002) dice, dado que es un convencido cibernético, y la<br />

cibernética es la ciencia del autocontrol, del proceso de información que<br />

permite el autocontrol de los sistemas, que se denominan organizados y<br />

auto-organizados (y ojo con esto porque está en la base de los “fundamentos”<br />

de la contabilidad, dado que ella es “información y control”), Bateson<br />

(2002) entonces enuncia que “la información son datos organizados y<br />

estructurados en los cuales los intérpretes entregan sentido”. Esto es muy<br />

importante, porque lo que nos está diciendo es que el sentido no va con<br />

los datos sino que lo brinda el intérprete, y que la información es la interacción<br />

del intérprete sobre datos estructurados y organizados. Bateson<br />

dice que la información puede ser individual y plantea que “la información<br />

es la base para construir conocimiento”, y cuando habla de conocimiento<br />

lo define como el mapa, el conjunto de ideas que le permiten a los seres<br />

humanos discurrir por el mundo. Para Bateson el conocimiento no es la<br />

representación plena de una verdad inmanente, la verdad esencial de las<br />

cosas, sino que es la construcción humana que genera ideas y sistemas de<br />

ideas para interactuar con el mundo, lo que es una posición epistemológica<br />

y ontológica muy importante (Bateson, 2002; Von Foerster, 2002).<br />

Bateson (2002) dice “el conocimiento es el sistema de ideas que le permite<br />

a los seres humanos encajar en el mundo, traer el entorno al mundo”. ¿Qué<br />

<strong>12</strong>3


Mauricio Gómez Villegas<br />

quiere decir esto?, esto quiere decir que ahí afuera están los árboles y los<br />

animales, pero cuando los humanos decimos “vertebrados e invertebrados”<br />

eso no es porque los animales le hablaron al hombre y le dijeron “yo<br />

soy vertebrado”, sino que el hombre construyó un mapa con el que trae a<br />

los animales al mundo y eso es conocimiento. Lo propio pasa en ciencias<br />

sociales, y lo propio pasa en contabilidad, también es un proceso social,<br />

un proceso, dice Bateson, acumulativo, es decir, en donde la información<br />

permite que los seres humanos interactúen con el mundo y se acoplen y de<br />

manera interactiva modifiquen la información. Esa es la relación informaciónconocimiento.<br />

Pero para Bateson el máximo nivel es el pensamiento.<br />

Para Bateson el pensamiento es la forma en que el ser humano utiliza su<br />

mapa para transformarse a sí mismo y para transformar al mundo; por tanto<br />

el pensamiento es también un proceso colectivo, lo que pasa es que se da<br />

en interacción con muchos o con pocos, y claro, es una retroacción, ahí hay<br />

un proceso recursivo. Y si se lleva a un nivel de neurociencia, pues todo<br />

pensamiento está atravesado por la experiencia pasada y el background<br />

de quien piensa, que no solo piensa con su aparato anatómico, sino con<br />

su conocimiento… con ideas… con conceptos.<br />

¿Por qué planteo esto?, porque para los jóvenes, especialmente en un<br />

contexto como en el actual, en el que se dice “es que no voy a clase porque<br />

me mandaron la presentación en powerpoint”, o “todo está en los textos”, o<br />

“lo que toca es estudiar a distancia, por internet”, para muchos de ellos el<br />

objetivo de estudiar podría ser principalmente acceder a información que<br />

incrementa sus ingresos o su bienestar individual en términos, solamente,<br />

de mercado. Estas ideas están incluso atadas, y promovidas, con algunas<br />

de las propuestas del gobierno, según las cuales pareciese que la educación<br />

es el proceso de simplemente entregar información y que rompe la dinámica<br />

social del ciclo información–conocimiento–pensamiento. Cuando tal<br />

ciclo se rompe, es bien difícil la construcción de sociedad; es decir, quiero<br />

señalar a los más jóvenes, cuando denomino a este documento pensando<br />

los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica, los estoy<br />

invitando a un proceso colectivo de pensamiento y que, como proceso social,<br />

el reto no es que la contabilidad sea académica porque sí, o que los<br />

académicos tengamos prestigio y buenos salarios debido a las publicaciones<br />

indexadas, sino que el reto es buscar que la contabilidad pueda aportarle<br />

a la sociedad y a la humanidad un sentido distinto, un mejor sentido para<br />

la vida conjunta e individual.<br />

II. ¿Es la contabilidad una disciplina académica?<br />

El segundo punto a tocar se estructura alrededor de la pregunta ¿es la<br />

contabilidad una disciplina académica? Esta pregunta no es menor. Traigo<br />

aquí a colación una cita de un pensador norteamericano muy importante<br />

<strong>12</strong>4 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

para la contabilidad, Henry Hatfield, quien en 1924 tuvo que dirigir una<br />

conferencia magistral en la reunión anual de los instructores y profesores<br />

de contabilidad, y comenzó su alocución a la Asociación Americana de<br />

Instructores de Contabilidad 1 con lo siguiente expresión: “estoy seguro que<br />

todos aquellos que enseñamos contabilidad en una universidad sufrimos de<br />

una compasión implícita por parte de nuestros colegas, quienes consideran<br />

la contabilidad como un intruso, como un Saúl entre los profetas, un paria<br />

cuya mera presencia detracta la santidad de los pasillos académicos” (Hatfield,<br />

1924). Lo que se deduce de esta cita es que expresiones y preguntas<br />

como: ¡La contabilidad no tiene ni porque estar en la universidad!, ¿cuál es<br />

la investigación científica de la contabilidad?, ¿cuáles son los productos de<br />

la contabilidad?, ya estaban presentes en la universidad americana desde<br />

tales fechas. En el ideario de muchos universitarios la contabilidad es una<br />

cosa muy blanda, la contabilidad es más bien un conjunto de convencionalismos,<br />

de normas, y para enfrentar esas visiones en la universidad, Hatfield<br />

construyó un muy importante texto denominado “una defensa histórica de<br />

la contabilidad” (traducción libre de su título), una traducción literal del título<br />

sería “una defensa histórica de la teneduría de libros”, el cual ha sido publicado<br />

en varias ocasiones. Y claro, cuando él desarrolló este documento<br />

lo que pensó fue “hay que ilustrarle a las personas sobre el aporte de la<br />

contabilidad a la sociedad y sobre el sentido de que la contabilidad esté en<br />

la universidad”. Para ese momento Hatfield no tenía muchos argumentos<br />

para justificar la presencia de la contabilidad en la universidad, más allá de<br />

la instrucción. Utilizó como argumentos el aporte histórico de la contabilidad<br />

a la sociedad. Lo importante para resaltar es que 80 años después, este<br />

tema sigue siendo un foco de las discusiones, por ejemplo, en la academia<br />

norteamericana; y como ustedes saben, Estados Unidos es el país donde<br />

más institucionalizada está la contabilidad como disciplina académica.<br />

Joel Demski (2001; 2007), por su parte, que es un teórico muy importante<br />

y del que más adelante hablaré, cuando fue presidente de la American<br />

Accounting Association –AAA–, desarrolló una charla inaugural de la<br />

Asociación diciendo “bueno si somos académicos qué es lo que le hemos<br />

aportado al conocimiento y a la sociedad para ser académicos, o nos llamamos<br />

académicos simplemente porque ofrecemos el programa curricular (la<br />

carrera) y la gente viene a instruirse en el programa y porque tenemos, si<br />

se quiere, demanda de estudiantes; o somos académicos porque producimos<br />

unas r<strong>evista</strong>s que sólo leemos nosotros mismos y que hacen aportes<br />

intrascendentes a la sociedad”.<br />

La pregunta siguió trabajando en la cabeza de múltiples interesados y luego<br />

fue abordada por John Fellingham (2007), quien también fue presidente<br />

1 Esta entidad es la antecesora de la American Accounting Association –AAA–, asociación que mayoritariamente<br />

agremia a los académicos de la contabilidad en Estados Unidos.<br />

<strong>12</strong>5


Mauricio Gómez Villegas<br />

de la AAA y éste le ha dedicado dos o tres artículos a la pregunta ¿es la<br />

contabilidad una disciplina académica? También hay un importante antecedente,<br />

ya que por los años 2002 se desarrolló un debate muy importan<br />

en la Universidad de Carnegie Mellon y participaron Demski, Fellingham,<br />

Ijiri y Sunder (2002).<br />

He traído estos nombres puesto que más adelante los retomaremos. Señalo<br />

esto porque en la tradición académica de nuestro país, en la evolución<br />

del pensamiento científico contable, nos hemos centrado mucho en la<br />

caracterización de Cañibano y Gonzalo Ángulo (1996) de los programas<br />

de investigación. Y en esta caracterización nos quedamos en el paradigma<br />

de la utilidad. Una taxonomía de hace 25 años, que puede tener alguna<br />

vigencia, pero que no da cuenta de significativos cambios. En los últimos<br />

30 años se pueden evidenciar cambios sustanciales, o el surgimiento de<br />

nuevos aportes en los desarrollos de las teorías contables. Los autores que<br />

se acaban de referenciar (en el párrafo anterior) son algunos de los más<br />

significativos, al menos en el contexto anglosajón. A lo largo de los últimos<br />

10 años llevan discutiendo cuáles son los fundamentos intelectuales de la<br />

contabilidad. Por eso han sido retomados como pretexto para que hablemos<br />

de sus planteamientos. Por supuesto, como verán, los vamos a describir y<br />

muchos de ellos no son compartidos por mí, pero creo que es indispensable<br />

que sus planteamientos sean estudiados y decantados concienzudamente.<br />

Ahora bien, hay de fondo un problema con la pregunta ¿es la contabilidad<br />

una disciplina académica? Ese problema es que nosotros tenemos un<br />

ideario de la universidad que ha vivido una transformación rotunda en los<br />

últimos, digámoslo así, 100 años.<br />

La universidad en el proyecto ilustrado, es decir, la universidad completamente<br />

moderna e ilustrada, tenía como objetivo popularizar el conocimiento,<br />

ilustrar a la sociedad y desarrollar el binomio educación y formación para<br />

el avance humano (De Sousa Santos, 2006). Es decir, en sus inicios la<br />

universidad tuvo en el centro de sus preocupaciones la formación política,<br />

ética y estética de las personas. Esto fue en sus inicios modernos, pero con<br />

la evolución de la universidad y con la hegemonía de la visión de la universidad<br />

como proceso socializador y económico, se fue desdibujando ese<br />

ideario y cada vez más la formación se alejó del proyecto de esa universidad<br />

ilustrada, y la universidad empezó a concentrarse más en la educación.<br />

Aquí, por tanto, hay que diferenciar educación de formación. La formación<br />

sería un estadio superior, centrado en dar forma a la mente, al cuerpo y<br />

al espíritu (Quiceno, 1998). A la educación, en cambio, el proyecto ético,<br />

estético y político le interesa un poco menos. Los acontecimientos actuales<br />

nos permiten ilustrar esto. Como lo decía el Presidente Santos, pese<br />

al cambio de estos días de no permitir que en la reforma de la Ley 30 se<br />

<strong>12</strong>6 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

incluya a las universidades con ánimo de lucro, la universidad está para<br />

conseguir el desarrollo económico, y aquí se entiende por desarrollo económico<br />

la formación de mano de obra para el trabajo competitivo (es decir,<br />

muy barato). Entonces, acá educación no es lo mismo que formación y esta<br />

universidad enfocada en la educación tiene un sentido muy distinto a otra<br />

universidad, como lo fue la universidad de la ilustración. Con tal evolución,<br />

la pregunta ¿es la contabilidad una disciplina académica?, cambia mucho.<br />

Esto porque en un proyecto de universidad ilustrada pensar la contabilidad<br />

como disciplina académica tiene unas implicaciones gigantescas, es<br />

una contabilidad para el bienestar social; en cambio, en el proyecto de la<br />

educación como instrucción para el mercado, pues lo que la universidad<br />

tiene que hacer es enseñar elementos que promuevan el enriquecimiento<br />

rápido, o que se alineen con el interés económico, que hoy es el interés de<br />

los más poderosos, de los círculos financieros.<br />

Como consecuencia de lo anterior, lo que los profesores de contabilidad<br />

debemos hacer es enseñar solamente las normas internacionales de contabilidad,<br />

¿qué opinan de esto? Algunos dicen: “¿pero qué más piensan?,<br />

si eso ya está, eso ya está hecho y está hecho en otras partes del mundo,<br />

para qué buscar soluciones contables a las realidades particulares si el<br />

lenguaje ahora es global y es sólo éste”. De esta manera, la pregunta en<br />

el primer estadio de la universidad (en la universidad ilustrada), nos implica<br />

inquirir por cuál es el aporte de la contabilidad al bienestar y al desarrollo<br />

humano y al avance social. Aquí el desarrollo humano no es el desarrollo<br />

económico visto como el crecimiento de las cosas, que es el concepto hoy<br />

predominante de desarrollo (Max Neef, 1998). Aquí el desarrollo humano<br />

nos pregunta ¿y qué le entrega la contabilidad al hombre y a la sociedad?<br />

Entonces, hacerse la pregunta por los fundamentos intelectuales en ese tipo<br />

de universidad es maravilloso y muy distinto a hacerse la pregunta desde<br />

otras perspectivas de universidad. En la universidad para el desarrollo económico,<br />

la pregunta por los fundamentos intelectuales de la contabilidad es<br />

¿y cómo se mide el valor razonable?, ¿cuál es la contabilidad útil para los<br />

mercados de capitales? Ni siquiera cuestionarse por la validez, la importancia<br />

y los efectos socio-económicos de ello. Por todo esto necesitamos tener<br />

presente que cuando pensamos los fundamentos de la contabilidad y a la<br />

contabilidad de una manera distinta, estamos haciendo universidad de una<br />

manera distinta. Por ello les pregunto ¿qué universidad quieren ustedes?,<br />

quieren una universidad simplemente de training, de entrenamiento, es decir<br />

de solamente capacitación para el trabajo?, o quieren una universidad de<br />

pensamiento, una universidad de aportes sociales? Pensar una universidad<br />

distinta tiene réditos. Por lo menos en la universidad pública, y en algunas<br />

universidades privadas, pero lo digo por mi conocimiento de la universidad<br />

pública, muchos nos negamos a pensar que el rol de la educación contable<br />

<strong>12</strong>7


Mauricio Gómez Villegas<br />

deba ser solamente entrenamiento. Algunos pensamos que no, que no<br />

puede ser solamente eso. Les dejo la pregunta para cada uno de ustedes.<br />

Ahora bien, para saber qué tipo de universidad y qué tipo de contabilidad<br />

promovemos, deberíamos cuestionarnos por lo que es enseñado en los<br />

cursos de iniciación. ¿Cuáles son los argumentos y temas en los cursos de<br />

iniciación?, empezamos los cursos revisando la valía de la contabilidad para<br />

la sociedad y sus grandes aportes?, o ¿empezamos mostrando la mecánica<br />

operativa y los estados financieros? Cuando interactuamos con estudiantes<br />

interdisciplinarios, es decir, en facultades que son de ciencias económicas,<br />

¿qué les explicamos a los economistas que estudian con los contables?,<br />

¿empezamos explicándoles a los economistas las interacciones de los<br />

sistemas contables micro y macro contables?, ¿empezamos explicándoles<br />

que el concepto abstracto de costo y de costo marginal igual al precio, bajo<br />

la lógica de la economía de mercado vista desde la teoría neoclásica, sólo<br />

se hace concreto por medio de la tasación de los costos de producción<br />

que la contabilidad hace? Es decir, ¿explicamos a los economistas que la<br />

economía tiene muy poco, como arsenal práctico, para intervenir la realidad<br />

sin la contabilidad?, ¿empezamos explicándoles eso?, o por el contrario,<br />

cedemos a la presión de la instrucción para el mercado laboral, que nos<br />

hace concentrarnos en el registro, en el balance general, en el estado de<br />

resultados, en el estado de flujos de efectivo, ¿por dónde empezamos?<br />

¿Cuáles son los mayores avances, ideas y aspectos innovadores de la<br />

contabilidad?, ¿empezamos por ahí? Tomamos a los estudiantes al inicio,<br />

diciéndoles ¡existe una teoría que explica que la contabilidad es una práctica<br />

social e institucional! (Hopwood y Miller, 1994), que es de fondo lo que<br />

el profesor Franco ha enunciado. El Profesor Franco dice: “la contabilidad<br />

tiene un proceso de usos y costumbres que es lo que hacen las empresas,<br />

y que en ocasiones va por un lado distinto a la regulación, por un lado distinto<br />

a la teoría… esto me hace ver la existencia de muchas contabilidades”<br />

(<strong>2011</strong>). ¿Empezamos diciéndoles lo más innovador?, lo digo porque en la<br />

academia nosotros mismos, los profesores, limitamos a los estudiantes,<br />

cuando los iniciamos, los iniciamos en la contabilidad financiera, cuando<br />

no en informes financieros. Claro todo ello está vinculado con la tradición,<br />

por eso hay que cambiar muchas cosas.<br />

¿Hacemos la distinción entre contabilidad y regulación en los inicios formativos?,<br />

o por el contrario ¿confundimos a los estudiantes que terminan<br />

pensando que contabilidad son las normas contables? He visto muchos<br />

cursos muy bonitos en algunas universidades, que inician explicándole al<br />

estudiante, algo que retomaré en un rato, que la contabilidad es la base<br />

de la racionalidad del capitalismo. Cuando se le dice a un estudiante como<br />

ejemplo, que cuando le preguntan a un hombre tan exitoso e influyente<br />

<strong>12</strong>8 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

como Luis Carlos Sarmiento ¿cómo ha logrado conseguir tanta riqueza?, y<br />

no es que yo lo defienda a él ni que me sienta deslumbrado por su proceso<br />

acumulativo, él responda: “aprendí contabilidad”. Si uno muestra esta íntima<br />

relación entre contabilidad y racionalidad capitalista, el avance y la valía<br />

intelectual de la contabilidad podrían ser abordados desde otro punto de<br />

vista. Si las clases iniciaran por el aporte de la contabilidad a la sociedad,<br />

seguramente se lograría seducir e invitar un poco más a los estudiantes,<br />

a la construcción de una academia contable diferente.<br />

Una pregunta final sobre la academia contable, ¿es nuestro aporte el entrenamiento<br />

para el trabajo, para la realidad del mercado?, porque como<br />

puede verificarse el tema de preocupación de los profesores, casi de toda<br />

facultad o programa de contaduría pública, tal y como lo he vivenciado<br />

en la Universidad Nacional, donde yo obré como director, es que hay que<br />

dar respuesta al mercado porque el problema es la realidad del mercado.<br />

Pero lo complejo es saber qué es el mercado en realidad y qué necesita.<br />

Y allí se dice: se necesita formar gente para esa realidad. Esta expresión<br />

es muy común, todos creemos tener claro qué es la realidad y que lo que<br />

necesitamos es formar gente para tal realidad. Pero la realidad de las<br />

empresas ha sido y es muy compleja. Lo que en realidad hacen muchas<br />

es evitar responsabilizarse por los impuestos, trasladar los riesgos a otros,<br />

disminuir los costos laborales, etc. Muchas empresas y empresarios han<br />

tenido mentalidad de corto plazo, incluso existen grupos empresariales<br />

abiertamente comprometidos con acciones que perjudican a la sociedad,<br />

siendo simplemente rentistas, incluso rayando en lo delictivo (v.g. el grupo<br />

Nule, DMG, entre otras). Se ve en todo el mundo (Enron, Lehman Brothers,<br />

entre muchos otros). La realidad empresarial, en ocasiones, las prácticas<br />

empresariales, son inadmisibles para el desarrollo humano y social, ¿debemos<br />

formar para esa realidad? Por otro lado, decimos que la realidad es la<br />

necesidad de que todas las empresas apliquen las Normas Internacionales<br />

de Contabilidad, ¿esa es la realidad? En países más avanzados económicamente,<br />

como en España, o en Francia, esa no es la preocupación de<br />

todas las empresas, hay millones de mipymes que no siguen las NIIF, sino<br />

las normas locales, ¿será esa la preocupación de nuestra realidad?, ¿es la<br />

realidad del mercado, la de un grupo de empresas? Las NIIF pueden ser la<br />

necesidad, o la moda, para las empresas cotizadas en bolsas, pero no creo<br />

que se puedan extender sus complejos requisitos a todas las empresas.<br />

Yo creo que hay que educar para mundos mejores, para cambiar cosas en<br />

sentido positivo, para crear valores sostenibles para el desarrollo humano.<br />

Esto puede ser teórico, pero es indudablemente el camino del mejoramiento<br />

humano. Debemos confiar en el mejoramiento humano.<br />

¿Qué hay detrás del argumento tan repetido de que una cosa es la teoría<br />

y otra cosa es la práctica? Esta pregunta no busca negar el hecho indu-<br />

<strong>12</strong>9


Mauricio Gómez Villegas<br />

dable de que teoría y práctica son dos, como mínimo, de las dimensiones<br />

complejas de la vida humana, de la información, del conocimiento, del<br />

pensamiento y de la interacción social. No obstante, esta pregunta permite<br />

plantear una duda. ¿Qué ocurre cuando en las aulas de ciencias económicas,<br />

y de contaduría, permanentemente decimos que una cosa es la teoría<br />

y otra la práctica?, ¿cuál es el interés de fragmentar o marcar esta división?<br />

Yo tengo una hipótesis de cuál es el interés. Podría ser el objetivo simplemente<br />

de validar el status quo. Legitimar las cosas que acontecen con la<br />

expresión “el mundo es así”, no se necesita cambiarlo, sino aprender cómo<br />

es. También creo que es para validarse a sí mismo frente a otros; decir que<br />

como digo eso, yo sí conozco mucho de la realidad. Por ello, yo creo que es<br />

importante conocer “cómo” es el mundo, desde la práctica, pero creo que<br />

es indispensable identificar qué está mal, qué está bien, qué es mejorable<br />

y qué no. Allí la buena teoría es indispensable. ¡Otros mundos son posibles!<br />

Por ello, creo que teoría y práctica se imbrican y no hay que llenar la<br />

cabeza de los estudiantes diciendo, esto no lo abordemos porque es pura<br />

teoría. Las teorías modifican y determinan muchas prácticas y viceversa.<br />

Permítaseme ejemplificar esto un poco más. Por ejemplo, los estudiantes<br />

de tecnologías de la información, los ingenieros concretamente, tienen que<br />

cursar seis asignaturas de matemática abstracta, para entender e instrumentalizar<br />

el tránsito de miles de llamadas de teléfonos celulares en una sola<br />

red o medio. Existen teorías, modelos teóricos y modelaciones abstractas<br />

que ayudan a procesar y sintetizar esto. Es decir, se necesita hacer miles<br />

de cálculos abstractos para conseguir algo práctico, todo con base en<br />

teorías, y no se le ocurre a ningún profesor decir: “nuestra preocupación<br />

es cómo vender las líneas celulares, no aprendan cálculo, ni matemática,<br />

ni modelos, que eso lo hace el computador”. Tampoco ningún estudiante<br />

se pregunta ¿para qué seis cursos de matemática?, ¡eso es muy teórico!<br />

Bueno, pues el camino hacia una contabilidad académica, reclama construir<br />

mejores puentes entre teoría y práctica y aceptar que la abstracción es un<br />

camino muy importante para el avance del conocimiento socialmente útil.<br />

Obviamente, una abstracción que tenga sentido social. El objetivo es no<br />

despreciar las fuentes y referentes intelectuales, por sobrevaloración del<br />

mundo cotidiano del hacer empresarial.<br />

Con estos puntos claros, podemos decir que el camino propuesto es pensar<br />

a la contabilidad, pensarla conjuntamente para que sea una disciplina académica.<br />

No será una disciplina académica sólo por estar en la universidad,<br />

menos en una universidad preocupada sólo por el entrenamiento, sino por<br />

aportar al desarrollo social y humano. Como para aportar es necesario<br />

conocer la realidad y poder intervenir para cambiarla, el tema de la teoría<br />

y de sus fundamentos intelectuales es determinante. A continuación, presentaremos<br />

una síntesis de algunas visiones contemporáneas sobre las<br />

130 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

bases conceptuales de la contabilidad como disciplina académica, surgidas<br />

en el contexto norteamericano.<br />

III. Los fundamentos según las escuelas contemporáneas en contabilidad<br />

El motor del desarrollo académico de la contabilidad proviene, entre otras<br />

cosas, de buscar construir teorías y modelos teóricos, sobre el rol, el papel,<br />

que la contabilidad desempeña en la sociedad, en las organizaciones y en<br />

los mercados. La contrastación de estas teorías permite el fortalecimiento<br />

de las bases explicativas, comprensivas y/o el potencial de intervención,<br />

predicción y control de la disciplina contable. En cualquier caso, los fundamentos<br />

conceptuales, casi siempre se cifran en teorías. La discusión que<br />

referenciábamos antes sobre el carácter académico de la contabilidad,<br />

ha estado azuzada por varias tradiciones teóricas. Sintetizaremos acá los<br />

planteamientos de los fundamentos de algunas de estas teorías.<br />

Ijiri (1967) y Mattessich (1967)<br />

La cuestión de los fundamentos ha llevado a que por lo menos en los últimos<br />

35 años la escuela anglosajona sistematice las siguientes teorías y plantee<br />

algunos argumentos sobre los fundamentos de la disciplina (vamos a pasar<br />

rápidamente sobre ellos). En primera instancia referenciemos a Ijiri (1967)<br />

y Mattessich (1967). Mattessich es más cercano a nosotros, Ijiri es todavía<br />

un poco más lejano. Estos autores han planteado que lo fundamental de<br />

la contabilidad es que ella es una métrica isomorfa de la realidad. ¿Qué<br />

quiere decir esto? Pues que la contabilidad es un sistema de medición que<br />

representa idénticamente a la realidad. Isomorfa significa misma forma.<br />

Para ello, estos autores se han basado en la matemática, en la teoría de<br />

conjuntos, y en investigación de operaciones. Es decir, si usted le pregunta<br />

a la teoría que se conoce como la teoría formal de la contabilidad, que fue<br />

desarrollada por varios autores, entre ellos como predominantes Ijiri (1967)<br />

y Mattessich (1967), cada uno por su lado, ¿cuáles son los fundamentos?<br />

desde esta teoría se va responder: la matemática, la teoría de conjuntos, la<br />

investigación de operaciones y los métodos analíticos. Estos argumentos<br />

son la base lógica que le va a permitir explicar cómo la contabilidad toma la<br />

realidad y la representa de una manera métrica, y esa métrica es idéntica a<br />

la realidad. Esta escuela, y hay que decirlo así porque también Mattessich<br />

(2008) lo ha reconocido en ese bello libro titulado “Two Hundred years of<br />

Accounting Research” (200 años de investigación contable), en su capítulo<br />

19, está en la base del soporte conceptual para el Fair Value. De fondo, lo<br />

que está aquí es que Mattessich dijo “la contabilidad representa el ingreso y<br />

la riqueza”, y es isomorfa, con los problemas de ajuste propio, a la realidad.<br />

Como consecuencia, lo que la contabilidad hace es decir: qué y cuánto es<br />

el ingreso, y qué y cuánto es la riqueza.<br />

131


Mauricio Gómez Villegas<br />

Sterling (1970) y Mock (1976)<br />

La segunda escuela está en la base de lo que nosotros verbalizamos como<br />

el paradigma de utilidad, y es promovida, entre otros, por Sterling y Mock,<br />

se conoce como la teoría de la contabilidad y de la medición contable para<br />

la toma de decisiones. Esta tradición está basada en el cálculo probabilístico,<br />

la teoría y la sociología de la decisión desarrollada por Simon y March<br />

(1961), y por Feldman y March (1981). Esta teoría, esencialmente, y esta<br />

escuela en general (para no irme a las teorías de Herbert Simon), lo que<br />

plantea es que la contabilidad ayuda a reducir la imperfección y la incompletud<br />

de información para poder tomar decisiones sobre rumbos de acción<br />

alternativos con base en probabilidades, y todo lo que nosotros llamamos<br />

como teoría de la decisión se desprende de allí.<br />

Watts y Zimmerman (1986)<br />

Otra de las escuelas que también conocemos y referenciamos en nuestro<br />

contexto académico colombiano, y que ha tenido gran relevancia e impacto<br />

internacional en los últimos 30 años, es la teoría positiva de la contabilidad<br />

planteada por Watts y Zimmerman (1986). También llama la atención observar<br />

los argumentos de algunos académicos locales cuando la esbozan,<br />

porque se evidencian algunas imprecisiones. El problema central de la<br />

teoría positiva de la contabilidad es que la contabilidad expresa las acciones<br />

individuales de sujetos racionales y oportunistas (Watts y Zimmerman,<br />

1986). Ésta es su esencia, porque se alinea con la economía neoclásica; la<br />

base de la economía neoclásica está en el egoísmo y en la búsqueda del<br />

interés individual, que va a redundar en un beneficio colectivo. Esta visión<br />

nos plantea “preocúpese sólo por usted, y por maximizar su beneficio, que<br />

ello beneficia a todos”. Por esta razón se puede plantear la expresión “vicios<br />

privados – beneficios públicos”. Por ello, la teoría positiva de la contabilidad<br />

sirve para explicar los intereses individuales, y está basada en la economía<br />

neoclásica, la teoría de la firma, particularmente la teoría de la agencia, la<br />

economía de los costos de transacción y la econometría. En este punto<br />

inicia lo que algunos han llamado “la ciencia perdida” en contabilidad, de<br />

la cual se ha hablado para señalar el cientificismo formalizado, pero intrascendente<br />

para la realidad. Cuando la contabilidad quiere ganarse el canon<br />

de disciplina-académica en medio de facultades de ciencias económicas y<br />

administración, porque las facultades de contaduría son muy autóctonas de<br />

Latinoamérica, comienza a basarse en el instrumental matemático, como<br />

la economía positiva, y a hacerlo cada vez más absurdamente inaccesible<br />

e incomprensible. En las anteriores escuelas el instrumental matemático<br />

tiene mucho sentido, por ejemplo en Mattessich (1967) y en Ijiri (1967). Yo<br />

no sé si ustedes sabían que los aportes de Mattessich son el más cercano<br />

antecedente de los precursores de las hojas de cálculo. Como todos saben,<br />

132 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

las hojas de cálculo tiene un potencial matemático para concretar cálculos,<br />

todos han usado excel, y eso es fruto de la matemática de conjuntos y del<br />

álgebra matricial, que están en la base de la explicación de la dualidad contable<br />

y de varias de sus formas de representación. Por ello las matemáticas<br />

en esta escuela tienen mucho sentido. Pero, desafortunadamente, en lo más<br />

estilizado de la escuela positiva, ya el asunto es: “muéstreme un modelo<br />

para formalizar el comportamiento de los agentes”. La teoría positiva de<br />

la contabilidad como principal argumento ha explicado que hay una oferta<br />

y una demanda de teorías contables para justificar el oportunismo de los<br />

gerentes y que es una lucha entre diferentes interesados, donde quedan<br />

presos los reguladores. La teoría de la agencia en su versión más estilizada<br />

y matematizada ha ayudado a esta formalización.<br />

Ball y Browm (1968) y Fama (1970)<br />

Ahora, la escuela positiva se enmarca en un contexto donde la visión instrumental<br />

y economicista de la contabilidad es el centro. La escuela de base<br />

economicista y soporte en la escuela neoclásica tiene múltiples referentes.<br />

El más importante fue el que se formó en la Universidad de Chicago. Aquí<br />

se comienza a argumentar que la contabilidad tiene que ser una disciplina<br />

instrumental alineada con las finanzas, porque las finanzas, después de los<br />

trabajos seminales de unos autores americanos, con origen italiano en el<br />

caso de uno de ellos, concretamente, Modigliani y Miller (1958), ha sido el<br />

macro-direccionar según el cual la contabilidad tiene que ser un instrumento<br />

para ayudar a formar los precios en los mercados. Aquí está el origen de<br />

las finanzas contemporáneas. Este trabajo influenció profundamente a<br />

Ball y Brawm (1968). Con base en estas visiones, Eugene Fama (1970)<br />

desarrolló la hipótesis de la eficiencia de los mercados –HEM–, que es<br />

una teoría muy especial donde la información contable es muy relevante<br />

porque ayuda a formar los precios en los mercados. Fama desarrolla tres<br />

tipos de hipótesis de la eficiencia de los mercados para explicar esto (les<br />

ruego disculpen el carácter simplificador, pero estoy simplemente haciendo<br />

un repaso muy somero de cada base teórica). Desde este punto de vista lo<br />

que la contabilidad hace es producir información que ayuda a la formación<br />

de precios y ¿cuáles son sus fundamentos?, la nueva economía financiera,<br />

la hipótesis de eficiencia de los mercados, el modelo la valoración de activos<br />

de capital –CAMP–, la econometría y, cada vez más, la contabilidad se hace<br />

muy abstracta. La academia contable de primer nivel en Norteamérica se<br />

separa más de la praxis cotidiana.<br />

Bell (1987), Lee (1999) y Beaver (2002)<br />

De otro lado, Bell (1987), Lee (1999) y Beaver (2002) son los padres de<br />

la más reciente de las teorías hegemónicas, ésta es la teoría del valor en<br />

contabilidad. Lo que estos autores plantean es: la contabilidad es el ins-<br />

133


Mauricio Gómez Villegas<br />

trumento de medición del valor. Bell (1986) y Beaver (2002) son autores<br />

muy importantes para el concepto “market to market” y “market to model”,<br />

que ahora, para las cosas concretas, ha sido retomado por la regulación<br />

para justificar la adopción de las Normas Internacionales de Información<br />

Financiera; este modelo primero lo desarrolló la regulación en Estados Unidos,<br />

el FASB, y ahora se expande por medio de las NIIF y de la regulación<br />

del IASB. El valor razonable ya no sólo se usa en mercados para activos<br />

financieros, sino para valorar muchos otros activos, incluso la propiedad,<br />

planta y equipo 2 , las inversiones inmobiliarias y los activos biológicos.<br />

¿En qué está fundamentada esta visión, es decir, cuáles son los fundamentos<br />

de la contabilidad en esta escuela? Pues son la economía neoclásica, la<br />

economía financiera, la teoría marginalista del valor, los métodos estocásticos,<br />

la estadística y la econometría; claro, la preocupación fundamental es<br />

que la contabilidad determina el valor, y eso es lo que está tras las nuevas<br />

normas y el entorno ampliamente financiarizado de nuestra actualidad.<br />

Sunder (1997)<br />

Otra teoría que se ha difundido un poco más en el país, pero sobre la<br />

que debemos trabajar más, y es alternativa a la anterior, la ha enfrentado<br />

argumentalmente de forma imaginativa durante mucho tiempo, es la que<br />

desarrolló Syham Sunder (1997). Esta teoría dice que la contabilidad es<br />

un instrumento para ayudar al funcionamiento de los contratos organizacionales.<br />

Sunder plantea que la contabilidad puede ser explicada desde<br />

una perspectiva contractual con base en la sociología económica, en las<br />

visiones más amplias de la teoría de la agencia y en el nuevo institucionalismo<br />

económico. De esta manera, se entiende que la contabilidad permite<br />

que los contratos en la organización funcionen. Recordaran quienes han<br />

leído el libro de Sunder (1997), que él habla de 5 funciones vitales para la<br />

contabilidad. Entre ellas, una de las que resulta más significativa es la de<br />

la construcción de conocimiento común, para asegurar la viabilidad de los<br />

intercambios y el cumplimiento de los contratos.<br />

Demski y Feltham (1978), Christensen y Demski (2003) Christensen y<br />

Feltham (2005)<br />

Y la última teoría de la que quisiera hablar, que va más allá de lo que en<br />

nuestro país convencionalmente entendemos por paradigma de la utilidad,<br />

es la desarrollada por Demski y Feltham (1978), Christensen y Demski<br />

(2003), y Christensen y Feltham (2005). Esta teoría se conoce internacionalmente<br />

como la teoría de la información. Desde esta visión se plantea que la<br />

contabilidad es una de las ciencias de la información, y que su preocupación<br />

2 La base del modelo revaluado, que es permitido por la NIC 16, es la medición del Valor Razonable<br />

de los elementos de Propiedad, Planta y Equipo.<br />

134 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

es la información para la coordinación de los agentes. No debe caerse en el<br />

error de confundirla con los argumentos antes presentados según la cual la<br />

contabilidad es información sobre el valor para la toma de decisiones. Está<br />

basada en los métodos analíticos, el análisis estocástico, en las ciencias<br />

de la información, en los modelos de elección probabilística, en la teoría<br />

matemática de la decisión, entre otras. Quiero resaltar que sus argumentos<br />

son muy menudos y agudos y se diferencian de las ideas convencionales<br />

que dicen de forma, un poco irreflexiva e ingenua: “la contabilidad es un<br />

sistema de información”.<br />

La lucha sociológica y epistémica es muy dura hoy entre varias de estas<br />

teorías por ganar la legitimidad sobre cuál es la explicación hegemónica de<br />

la contabilidad como disciplina académica. Para mostrarlo, traemos una cita<br />

que ilustra la distinción entre, y la tensión y lucha que se vive, la escuela<br />

de la información y la escuela del valor.<br />

Christensen y Demski (2003) han planteado:<br />

Una idea popular es que la contabilidad es, o debería ser, diseñada<br />

para medir el valor. Idealmente el argumento es que los activos<br />

deberían estar valorados al valor razonable, el ingreso debería ser una<br />

medición económica razonable y confiable del desempeño financiero.<br />

Aquí es importante resaltar que la teoría del valor en contabilidad lo que está<br />

diciendo es que la contabilidad ya no mide el desempeño organizacional<br />

como la ejecución de una actividad sino que mide el desempeño como<br />

rendimiento financiero, y el rendimiento financiero puede conseguirse aun<br />

cuando no haya actividad. Continuando con Christensen y Demski (2003):<br />

…Una vez la estructura del mercado parte de los libros de texto de<br />

una visión extrema de los mercados perfectos y completos una noción<br />

bien definida de valor desaparece.<br />

Según este punto de vista, cuando comenzamos a decir que la contabilidad<br />

mide el valor y que el valor son los beneficios económicos futuros<br />

que se van a obtener de un activo (tasado a partir de correr la fórmula del<br />

valor presente descontado en Excel o en la calculadora financiera) y que<br />

ese es el valor, entonces lo que dicen estos autores, eso ya es mentira;<br />

es decir, eso ya es un gran embuste, por decirlo de alguna manera. Esto<br />

no implica que se critique el rol de la matemática financiera, lo que dice<br />

es que el marco conceptual e institucional según el cual con un conjunto<br />

de datos “supuestos” basados en expectativas del tasador, se dice que el<br />

resultado de este cómputo es el valor, y no una expectativa o una tasación,<br />

entonces se confunde el monto estimado con la realidad social. El valor<br />

es una magnitud socialmente constituida y si cambiamos el proceso de<br />

valoración social, por la tasación financiera, instituida y legitimada por la<br />

135


Mauricio Gómez Villegas<br />

contabilidad, entonces ya todo va mal en la sociedad. Pero siguiendo con<br />

la cita, Christensen y Demski (2003):<br />

...No nos apresuramos en asegurar que si la valuación es el propósito,<br />

la contabilidad es un objeto equivocado como base mundial.La<br />

perspectiva de la información, la noción según la cual la contabilidad<br />

es diseñada para proveer información, ve a la contabilidad como un<br />

lenguaje y un algebra del valor, pero el propósito es la entrega de<br />

información no la valoración. La distinción es sutil pero profundaLa<br />

escuela de la información VE A LAS MEDICIONES CONTABLES<br />

COMO EVENTOS DE LA INFORMACIÓN, NO COMO V<strong>AL</strong>OR<br />

[mayúsculas por fuera del texto].<br />

¿Qué quiere decir esto? que cuando en contabilidad medimos, medimos<br />

porque requerimos un dato necesario para producir información, no porque<br />

la contabilidad sea el valor. Esta puntualización es muy importante.<br />

Como puede verse luego del recorrido realizado sobre algunos de los<br />

fundamentos de la contabilidad, desde diferentes perspectivas teóricas,<br />

las respuestas a qué es lo fundamental son muy diversas y heterogéneas.<br />

No obstante, a todas estas perspectivas les subyace una pretensión. Es la<br />

búsqueda de una verdad universalizable. La búsqueda misma de los “fundamentos”<br />

entraña la idea de la ciencia moderna clásica, de la existencia<br />

de fundamentos universalizables.<br />

En los últimos años, la ciencia de la complejidad, la epistemología constructivista,<br />

y muchas otras interesantes tradiciones, nos han venido a decir que<br />

en ciencias sociales los fundamentos no sirven mucho, si no se comprende<br />

y tiene en cuenta el contexto (Morin, 1999).<br />

IV. Los fundamentos vs. el contexto<br />

La imagen de un Iceberg resulta útil para significar dos cosas aquí. Les<br />

pido que por favor imaginen un Iceberg.<br />

La parte que sobresale en la superficie es sólo una ínfima proporción del<br />

fenómeno mismo. Cuando se usa la metáfora del Iceberg se nos ha dicho<br />

que es indispensable profundizar, sumergirnos en el agua para conocer<br />

las bases mismas, los fundamentos del fenómeno que no percibimos por<br />

medio de los simples sentidos o la observación más directa. ¿Bajo qué<br />

tradición cultural y académica los fundamentos son indispensables? Bajo<br />

la tradición moderna. Es la modernidad la época y la forma de pensamiento<br />

(Jaramillo, 1998) que supone que usted puede encontrar la esencia de las<br />

cosas y que es una esencia universal, invariable e inmutable.<br />

Los fundamentos son importantes. Permítanme amplío la metáfora para<br />

decir que para conocer los fundamentos debemos ponernos el traje de<br />

136 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

buzo y comenzar a profundizar. Aplicando esto a nuestra disciplina, lo más<br />

importante es encontrar la esencia pura, que la contabilidad nos hable y<br />

nos diga ¿cuál es su esencia?, ¿por qué surgió ella?<br />

Esta tradición moderna fue acogida por los pensadores contables por mucho<br />

tiempo (por ejemplo, el profesor Héctor Sarmiento, ha acogido esta tradición<br />

como el soporte de sus preguntas, nos preguntamos, entonces, ¿cuál es<br />

el objeto de la contabilidad?). Desde este punto de vista, lo fundamental<br />

es encontrar lo que trasciende totalmente, lo que es a-histórico, lo que es<br />

universal, lo mínimo-mínimo, el “elixir”.<br />

En mi concepto, todas las escuelas contables anglosajonas de las cuales<br />

hablé anteriormente, encajan en esta perspectiva del conocimiento y de<br />

la ciencia.<br />

No obstante, podemos plantear un segundo sentido de la metáfora. Una<br />

visión compleja. Edgar Morín, en ese bello libro “La cabeza bien puesta”,<br />

dice que hay que Repensar la reforma para reformar el pensamiento.<br />

Allí nos plantea que hay que nutrir nuestras reflexiones, ya no sólo de<br />

los fundamentos, sino también del contexto. No hay que alejarse de los<br />

fundamentos, pero hay que mirar el contexto, porque en cada contexto los<br />

fundamentos pueden cambiar. Lo que nos dice el pensamiento complejo<br />

es que los fundamentos y el contexto crean una interacción que hace que<br />

los fundamentos se ajusten, que existan fenómenos emergentes más<br />

allá de los fundamentos. El contextualismo plantea que los entornos son<br />

cambiantes, y que las estructuras y las relaciones sociales se basan en<br />

procesos emergentes (Morin, 1999).<br />

Siguiendo la metáfora del Iceberg, mirar al contexto es mirar alrededor, no<br />

sumergirnos solamente como buzos, sino complementar el viaje en un barco,<br />

como marineros. Necesitamos mirar los contextos y mirar los fundamentos,<br />

diría Morín. ¿Por qué? Porque si sólo se mira el fondo del Iceberg, éste<br />

puede estar moldeado por la temperatura del entorno y del agua, y esos<br />

son datos del contexto. En conclusión, si sólo nos hacemos la pregunta de<br />

la contabilidad, sola como disciplina autónoma o por fuera del contexto, y<br />

no atendemos a las relaciones sociales que trasforman a la contabilidad,<br />

no vamos nunca a poder interpretar su sentido.<br />

La propuesta comprensiva entonces es: la contabilidad moldea las relaciones<br />

sociales y, de igual manera, las relaciones sociales moldean a la<br />

contabilidad. Así mismo, las relaciones sociales no sólo pueden ser estudiadas<br />

desde la contabilidad sino que tienen que estudiarse también desde<br />

otras disciplinas sociales. La conjunción entre fundamentos y contexto nos<br />

va a llevar a la propuesta de entender a la contabilidad como una práctica<br />

social e institucional (Hopwood y Miller, 1994), escuela que se contrapone, o<br />

137


Mauricio Gómez Villegas<br />

mejor, complementa, a las otras escuelas aquí señaladas y que explica que<br />

la contabilidad juega un rol muy importante, distinto a simplemente valorar<br />

o medir, puesto que ella participa en el proceso institucional y político que<br />

estructura las relaciones sociales.<br />

Elementos de los fundamentos y del contexto para repensar la contabilidad<br />

Dicho esto, si nos parece conveniente, es indispensable entonces comenzar<br />

un proceso de re-pensar los fundamentos de la contabilidad como disciplina<br />

académica, atendiendo al contexto.<br />

Las corrientes dominantes hoy en día dicen que la contabilidad es información,<br />

pero desde un punto de vista complejo y dual, en la relación fundamentos<br />

y contexto, en el fondo ¿qué es la contabilidad? Es información,<br />

pero ¿para qué es esa información? Algunos decimos, es para el control.<br />

Para encontrar más sentido a esto, pensemos la información contable en<br />

la isla de Robinson Crusoe. ¿Tiene sentido para él ponerse a producir quipus?,<br />

¿tiene sentido llevar control si está él solo?, ¿produce información?<br />

Yo creo que en un contexto carente de relaciones sociales, no se necesita<br />

control, y allí no se requiere información. Lo que podríamos pensar es que<br />

la contabilidad juega un papel dual: produce información para desarrollar<br />

control. Aquí nos soportamos en algunos argumentos de Sunder (1997) y<br />

otros pensadores locales, como el maestro Danilo Ariza (1990).<br />

Si pensamos esos elementos fundamentales toma más sentido la discusión,<br />

por esto miremos algunos elementos que reflejan no tener claro esto, y<br />

sólo irnos por una perspectiva. La búsqueda del esencialismo ha llevado<br />

a que las teorías digan que la contabilidad es esencialmente información.<br />

Paradojas que resultan de no mirar los fundamentos y el contexto:<br />

A continuación presentaremos afirmaciones que se realizan permanentemente<br />

sobre el rol y los fundamentos de la contabilidad. Ciertamente algunas<br />

de estas afirmaciones resultan en ocasiones paradójicas. Al revisar estas<br />

afirmaciones podemos plantear críticas imaginativas sobre las mismas, que<br />

surgen de pensar la relación fundamentos vs. contexto en contabilidad.<br />

a. La contabilidad homogeniza vs. la contabilidad refleja la realidad:<br />

son argumentos esenciales de las teorías de la información y de las<br />

teorías del valor, ellas plantean que la contabilidad sirve para homogenizar<br />

y a la vez para representar la realidad.<br />

¿Ustedes creen que homogenizar es lo mismo que representar la realidad?<br />

Simplificando en extremo, homogenizar es seguir unos paráme-<br />

138 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

tros y a partir de ellos poner las cosas en estos parámetros, ¿es eso la<br />

representación de la realidad?, ¿o es más bien la estandarización de<br />

la realidad? Las dos cosas son complejas y normalmente no se dan.<br />

Es decir, ahí hay una paradoja: o se homogeniza o se representa la<br />

realidad. Pero cuando se representa la realidad, ella no tiene por qué<br />

ser homogénea entre diferentes entidades y en diferentes contextos. La<br />

homogeneización no es una constante del mundo, sino una pretensión<br />

humana. Puede ser una pretensión necesaria y conveniente, pero que<br />

algo sea necesario o conveniente, no lo hace inmediatamente verdadero.<br />

Por ello, la contabilidad tiene mucho de “convención” social.<br />

b. La regulación contable homogénea permite la comparabilidad: es<br />

otro “maravilloso discurso”. Este es un argumento muy retórico (Sunder,<br />

1997, 2010). Dado que la contabilidad homogeniza, si también la<br />

regulación con la que se produce la contabilidad y la información es<br />

homogénea, vamos a tener un lenguaje común, un gran esperanto<br />

que nos permita a todos hablar (Sunder, 1997). Precisamente de allí<br />

se deriva la siguiente paradoja.<br />

c. Debe primar la esencia sobre la forma: Sunder (2010) dice que en<br />

el mundo difícilmente hay transacciones completamente idénticas. Por<br />

ejemplo, la compra de un video beam para la Universidad de Manizales,<br />

tiene un sentido económico distinto a si lo compra el profesor Franco,<br />

o cualquier conferencista individual para dar sus charlas. En ambos<br />

casos los dos dispositivos sirven para lo mismo; pero el valor de los<br />

dos activos puede ser distinto, el precio de mercado puede ser similar,<br />

pero el valor de uso es completamente diferente, la forma como se<br />

consumen los beneficios de los activos (y por tanto la forma en que se<br />

deprecian) puede ser completamente diferente. Por ello Sunder (2010)<br />

nos dice: dos transacciones nunca son idénticas. Lo que hacemos<br />

con la contabilidad es intentar encontrar atributos similares y, a partir<br />

de criterios acordados y ajustados, representar cosas distintas de la<br />

misma manera. Por consiguiente no es que prime la representación<br />

de la realidad, porque la contabilidad, además, también nos va a decir<br />

Sunder, no es una representación sino un mecanismo de ajuste de<br />

acuerdos contractuales. Por consiguiente Sunder dice que escogemos<br />

uno o algunos de los atributos de las transacciones y a partir de allí la<br />

contabilidad va a tratar dos hechos distintos de la misma forma, pero<br />

no son idénticos. La regulación contable busca plantear tratamientos<br />

de algunos atributos, y recoger en su mecanismo de encriptación los<br />

atributos similares, para garantizar que queden homogenizadas cosas<br />

diferentes. Pero si queremos que prime la esencia sobre la forma<br />

tendríamos representaciones muy distintas, incluso no se requeriría<br />

regulación. Por eso es RETÓRICO Y TAUTOLÓGICO el argumento<br />

139


Mauricio Gómez Villegas<br />

de que una contabilidad que represente la realidad es homogénea y<br />

comparable, ¡ello es un imposible lógico! Y lo que revela esto inmediatamente<br />

es que la contabilidad necesita de la forma, porque la forma<br />

es el criterio de interpretación del dato para que todos lo compartan<br />

y para construir confianza, ¡y eso sí que es determinante! Ese es el<br />

fundamento, pero lo pone inmediatamente en contexto.<br />

De allí se desprenden entonces grandes preguntas ¿son los principios<br />

de contabilidad generalmente aceptados (PCGA) los fundamentos de la<br />

contabilidad? ¡Pues no! Son las convenciones acordadas para que todos<br />

tengamos conocimiento común de cómo operan las transacciones, cómo<br />

funcionan los procesos organizacionales, que es otra cosa.<br />

Éste es un punto que quiero señalar brevemente porque debido a diferentes<br />

disertaciones he estado bastante incitado a reflexionar 3 . Yo creo que<br />

sí tenemos que hacer un gran debate en el país sobre la diferencia entre<br />

noción, concepto y definición de sistema contable, modelo contable, sistema<br />

de información contable, regulación contable, información contable e<br />

información financiera.<br />

Propongo las siguientes ideas, a mano alzada, para pensar esto conjuntamente.<br />

a. Sistema contable: creo que la definición que los europeos han materializado<br />

es absolutamente valiosa porque es fundamento y contexto. El<br />

sistema contable es el conjunto de variables del entorno social y de la<br />

dinámica interna de la contabilidad que tiene que ser operacionalizada<br />

y representada por la contabilidad.<br />

b. Modelo contable: parece consistente que la definición acuñada por<br />

los argentinos sea retomada. Un modelo contable es un conjunto de<br />

criterios que permiten la representación de las dinámicas económicas y<br />

transaccionales de una entidad (criterios de medición, criterios de valoración<br />

y criterios de mantenimiento de capital). El aporte de los argentinos<br />

es tan significativo que la regulación internacional ha legitimado<br />

el concepto de modelo contable que ellos concretaron; por supuesto,<br />

ese concepto, el de modelo, tiene referentes en Mattessich (1964), y<br />

proviene de otras fuentes, pero quienes lo concretan operativamente<br />

fueron los argentinos, en particular Fowler Newton. Este concepto de<br />

modelo, enfocado principalmente en los modelos contables financieros,<br />

puede ser una base significativa para el avance.<br />

3 Me refiero a las importantes discusiones suscitadas en el Encuentro Nacional de Pensamiento Contable,<br />

Universidad de Manizales, agosto de <strong>2011</strong>.<br />

140 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

c. Sistema de información contable: me parece que la definición que<br />

han desarrollado las teorías de los sistemas de información según la<br />

cual el Sistema de Información Contable es la articulación de instrumentos<br />

para la producción concreta de información es muy valiosa.<br />

Conjunción de elementos para producir información. Se diferencia de<br />

sistema contable, porque el sistema contable son las variables del<br />

contexto y del entorno interno contable. El sistema de información<br />

contable es el conjunto de elementos, papel, libro, software, etc.<br />

d. Información contable e información financiera: información contable<br />

no es lo mismo que información financiera. La información contable va<br />

más allá de la información financiera, no es que sea menos. Porque<br />

la contabilidad desde un punto de vista de la dualidad de información<br />

y control produce otra información para otros propósitos, no necesariamente<br />

para propósitos financieros, y allí me adhiero a lo dicho por<br />

el profesor Franco (<strong>2011</strong>).<br />

Pero lo que quiero plantear es que estos conceptos tenemos que discutirlos<br />

y definir cuáles son los más significativos. Creo que la distinción que Bateson<br />

(2002) hace entre nociones, definiciones y conceptos resulta determinante<br />

acá. Vale la pena reflexionarlo y discutirlo.<br />

V. La contabilidad como microcosmos social<br />

Por varios años, algunos hemos retomado argumentos de Marx, Weber,<br />

Sombart para hacer notar que la contabilidad tiene un rol en la sociedad<br />

muy grande y muy importante. Hemos dicho, parándonos en hombros de<br />

gigantes, que la contabilidad es parte de la racionalidad instrumental del<br />

capitalismo. Yo quiero retomar esta cita de Sombart (estos autores, como<br />

todos saben son sociólogos, porque claro, si tenemos que entender a la<br />

contabilidad no sólo en sus fundamentos sino que hay que entenderla en<br />

el contexto, entonces, hay que ver el contexto social desde una mirada<br />

sociológica) para señalar que la contabilidad refleja y reproduce el microcosmos<br />

social (Ijiri, 2002). Sombart (1982) dice:<br />

apenas puede concebirse el capitalismo sin la teneduría de libros<br />

por partida doble; ambos están relacionados tanto por la forma como<br />

por el fondo…<br />

Aquí es muy interesante comentar este argumento. Sombart dice que el<br />

capitalismo y la contabilidad están vinculados en la forma y en el fondo.<br />

¡En el capitalismo la forma es importantísima! Tanto es así que es legal<br />

enriquecerse en la bolsa, pero en una captadora informal de recursos,<br />

como DMG en Colombia, o lo que hacía Bernard Madoff en USA, una pirámide,<br />

es un fraude, ¿cómo es posible decir que la forma no importa? en<br />

el fondo, en esencia, son lo mismo: pirámides. ¡En el capitalismo la forma<br />

141


Mauricio Gómez Villegas<br />

es importantísima! Usted se enriquece “expropiando a otro”, lo que pasa<br />

es que es una expoliación legalmente aceptada e institucionalizada. La<br />

llamamos bursatilidad, o arbitraje, o especulación. ¿Cómo pueden decirnos<br />

hoy que la contabilidad debe fijarse sólo en el fondo? Sigamos con la cita<br />

de Sombart (1982):<br />

…Sin embargo, es difícil de decidir, si la teneduría de libros por<br />

partida doble dotó al capitalismo con una herramienta para hacerse<br />

más efectivo a sí mismo, o si el capitalismo se deriva del espíritu de<br />

la teneduría de libros por partida doble.<br />

El profesor Franco (<strong>2011</strong>) hablaba de las empresas en Colombia, y planteaba<br />

que hay múltiples constataciones, acerca de que muchas mipymes no<br />

llevan contabilidad ni siquiera bajo la regulación actual que es, digámoslo<br />

así, un poco más simple que lo que podría venir con las NIIF, ¿saben porqué<br />

son apenas negocios y no empresas? Porque no tienen teneduría de libros,<br />

porque la contabilidad se hace cada 20 días, solamente para liquidar los<br />

impuestos, y por ello no logra concretarse el proceso económico de esa<br />

racionalidad básica, por ello no hay espíritu capitalista que se consolide<br />

(Boltanski y Chiapello, 2002).<br />

VI. Los retos de la comprensión de la contabilidad como práctica<br />

social e institucional<br />

Como ya lo he señalado, una escuela de estirpe esencialmente europea<br />

que viene a contraponerse a las otras y que vincula los fundamentos con el<br />

contexto, es la escuela que dice que la contabilidad es una práctica social<br />

institucional (Hopwood y Miller, 1994).<br />

Desde esta escuela, puede entenderse que en muchas ocasiones la contabilidad<br />

de usos y costumbres (es decir, la práctica contable) y la regulación<br />

contable van por rumbos distintos, porque la regulación contable se<br />

produce para instituir las reglas de legitimación de la riqueza. Desde esta<br />

escuela se plantea que la contabilidad en las organizaciones se produce<br />

para estructurar los rangos, los procesos organizacionales y el control en<br />

las organizaciones, dos cosas distintas, nunca van a ser iguales. La regulación<br />

estructura criterios ideales, ahora soportados en la racionalidad<br />

económica vista desde una visión neoclásica del hombre económico. En<br />

las organizaciones, en cambio, los sistemas contables van emergiendo en<br />

procesos de estructuración e institucionalización en un sentido sociológico<br />

(Gómez y Ospina, 2009).<br />

Esta escuela dice que hay un vínculo profundo entre contabilidad, organizaciones<br />

e instituciones. Por consiguiente quiero plantear este argumento,<br />

que es similar a la conclusión del profesor Franco (<strong>2011</strong>): tenemos que tener<br />

unas contabilidades distintas para distintos tipos de organizaciones. ¡Pues<br />

142 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

claro! Solamente cabe en la idea lógica, pero sólo lógica, no contextual,<br />

que tenemos que tener un único lenguaje, una única contabilidad ¿pero a<br />

quien le cabe eso en la cabeza? Ah yo sé a quién: a nosotros los profesores<br />

de contaduría que desde el primer semestre enseñamos un estado de<br />

resultados y un balance general ideales, idénticos para una multinacional<br />

y para una persona física y no le hacemos a los estudiantes las distinciones<br />

acerca de que la contabilidad evoluciona con las organizaciones. Este<br />

argumento, que la contabilidad evoluciona con las organizaciones es vital,<br />

para entender la dinámica contextual de la contabilidad (Hopwood y Miller,<br />

1994; Gómez y Ospina, 2009)<br />

Sólo cabe la idea de que la contabilidad financiera es la primera forma de<br />

contabilidad en una empresa, cuando nosotros no hemos enseñado que<br />

lo primero que necesita una empresa es teneduría de libros y contabilidad<br />

de costos, porque es la única forma de que se estructure como empresa<br />

racional capitalista (como nos lo señalan Sombart, Weber, Marx, entre<br />

otros), y después contabilidad financiera cuando hay propiedad compartida<br />

entre varios “propietarios” (Sunder, 1997). Pero debido a que empezamos<br />

por lo más concreto, y lo que es obligatorio o legal, es decir, la contabilidad<br />

financiera, no colocamos a la contabilidad en un contexto organizacional. No<br />

colocamos a la contabilidad en su contexto institucional cuando explicando<br />

las reglas o la regulación contable no les decimos a los estudiantes que esas<br />

reglas no son perfectas o expresión de lo más racional, sino que ése es el<br />

régimen institucionalizado para representar la realidad organizacional desde<br />

las representaciones sociales dominantes y desde las categorías hegemónicas.<br />

En este momento, desde la lógica financiarizada de los mercados<br />

financieros globalizados, que no ven los hechos, sino que se basan en las<br />

expectativas, en la promesa del futuro, en los flujos del futuro y confunden<br />

los hechos con los pronósticos. Pero si uno comienza a decir: “vamos a<br />

explicar las normas internacionales porque son las mejores”, “ustedes van a<br />

ganar un muy buen sueldo con esto”; o si uno empieza la clase de tributaria:<br />

“vamos a estudiar la tributaria porque ésta es la parte de la profesión que<br />

da plata”. Entonces cuando un profesor no explica a un estudiante el rol<br />

institucional de la contabilidad y el posicionamiento que el mismo profesor<br />

tiene, pues entonces la gente, los futuros contadores, nunca se ubican en<br />

el contexto y no evalúan mejor la relación contabilidad-contexto.<br />

Esta escuela lo que dice es la contabilidad debe entenderse en su contexto.<br />

Pero el contexto de la contabilidad no es sólo su entorno externo, sino la<br />

forma en que el entorno ha influido en ella y las vías en que ella ha influido<br />

en el entorno. ¡Esto es muy importante! Porque es aquí de donde voy a<br />

plantear, para ir concluyendo, que la contabilidad puede hacer aportes<br />

sociales que la ubiquen como una disciplina académica, no simplemente<br />

como una disciplina de instrucción o de formación de mano de obra.<br />

143


Mauricio Gómez Villegas<br />

Desde este punto de vista ¿cómo se entiende la contabilidad? Entonces<br />

miremos qué bonito esto, porque ya vamos a entrar a las bases de esta<br />

escuela; su fondo, sus fundamentos, pero en contexto. Desde este punto<br />

de vista, la contabilidad es una variedad de prácticas, instrumentos y<br />

procesos de cálculo; es decir, a los seres humanos les encanta calcular<br />

porque siendo abstracto el cálculo es el mecanismo que estimula y permite<br />

organizar las expectativas humanas sobre el futuro y sobre sus acciones<br />

presentes. ¡De nuevo, esto es muy importante! Cuando usted comienza a<br />

calcular (no como operación matemática sino como el acto de representar<br />

condiciones variables, mi situación y ponerme allí) el presente y el futuro<br />

se entrelazan. Las prácticas de cálculo, dice esta escuela, han moldeado<br />

a los sujetos modernos, porque los cálculos abstractos definen la interacción<br />

de las personas con el entorno y más en un contexto social donde los<br />

medios de cambio monetarios dominan las interacciones sociales. Como<br />

todas nuestras relaciones sociales son mediadas por el dinero, el cálculo<br />

allí se hace determinante. Repito, el cálculo no como sumar y restar, sino<br />

como mecanismos e instrumentos para calcular, para tomar a las personas<br />

y encerrarlas en números, para encerrarlas en operaciones de este orden.<br />

Desde esta visión las organizaciones son procesos formales e informales<br />

de interacción humana permanente y estable. Por su parte las instituciones<br />

son el conjunto de valores, regulaciones, creencias establecidas, y los conocimientos<br />

que las sustentan, para mediar la interacción social. Como las<br />

organizaciones son interacciones humanas, lo que va a decir esta escuela<br />

es que las interacciones humanas se diseñan de manera previa a partir de<br />

dispositivos de cálculo. Cuando usted decide si entra a una organización o<br />

no, usted calcula, calcula muchas cosas, y esos cálculos son los que ayudan<br />

a organizar la interacción individual constituyendo organizaciones. Pero a<br />

la vez, esos cálculos en esas organizaciones terminan institucionalizando<br />

visiones del mundo. Ejemplifiquemos con algunos discursos, por ejemplo<br />

refiriéndonos a la más grande y representativa empresa en Colombia: ¡tan<br />

buena que es Ecopetrol!, ¡como paga de bien los dividendos!, ¡como tiene<br />

de estabilidad la gente!, ¡paga mucho de dividendo por acción!, ¡qué gran<br />

incremento en la productividad!, etc. Todas estas manifestaciones son expresiones<br />

de cálculos contables que han constituido la organización y que<br />

la institucionalizan como la mejor empresa. Imaginen lo que termina haciendo<br />

la contabilidad. La contabilidad es el lenguaje de las organizaciones<br />

no sólo porque los inversores a nivel internacional lo utilicen para la toma<br />

de decisiones, sino sobre todo porque crea los dispositivos de cálculo y de<br />

información que le dan identidad a todos los seres humanos que participan<br />

en las organizaciones. ¡Esto es muy fuerte, asimílenlo por favor!<br />

VII. Los retos de la comprensión hoy desde la contabilidad<br />

Desde esta escuela se plantean grandes retos, los cuales podrían posicionar<br />

a la contabilidad como una disciplina académica, en una universidad ilustra-<br />

144 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

da preocupada por la sociedad. Para finalizar esbozaré muy resumidamente<br />

algunos de tales retos, que se convierten en preguntas.<br />

1. ¿Cómo la contabilidad re-establece e institucionaliza nuevos “acuerdos”<br />

sociales (por ejemplo la gestión del riesgo, el gobierno corporativo, la<br />

comprensión de los problemas sociales y medioambientales)?<br />

Es una pregunta para la contabilidad como disciplina académica. Permítaseme<br />

ejemplificarla mejor: ¿cómo se han institucionalizado los<br />

procesos de cuidado en la sociedad? Es una historia muy larga que<br />

sintetizaré, y disculpen ustedes la híper simplificación. Inicialmente<br />

el cuidado era un proceso de la gens, por eso la familia es el primer<br />

mecanismo que diseñamos para garantizar el cuidado y administrar<br />

el riesgo. Se va a morir un individuo, está en la gens, está en la tribu<br />

y desde allí se administró tal riesgo y el cuidado para enfrentar tal<br />

problema. Pasaron muchos años, se constituyeron muchos procesos,<br />

y en algún momento de la modernidad el Estado de bienestar vino a<br />

“cuidar el cuidado” y por eso desarrollamos sistemas de salud y sanidad<br />

públicos y por eso constituyó educación generalizada y muchas<br />

cosas más. Hoy, el cuidado y el riesgo de enfermedad, por ejemplo,<br />

se administran por medio de seguros, de instrumentos financieros derivados,<br />

que no existen hoy como soluciones a la enfermedad, o que<br />

no evitan la muerte del asegurado, y que sólo gestionan los efectos<br />

patrimoniales y financieros de la muerte y de la enfermedad. Estos<br />

contratos sólo existen porque la contabilidad los institucionaliza.<br />

¿Han ido a las modernas clases de finanzas?, ¿qué es un seguro?,<br />

¿cuál es el mecanismo de cuidado que la EPS nos propone hoy?,<br />

¿qué es el Plan Obligatorio de Salud - POS? Un contrato de seguro,<br />

y cuando una IPS le vende servicios futuros a una EPS registran los<br />

flujos futuros de los pagos que usted va a hacer, y no existen en la<br />

realidad sino que son expectativas futuras. Lo mismo pasa con las<br />

hipotecas, etc. O sea que la contabilidad comienza a modificar cosas<br />

que son tan esenciales, y participa en la construcción del nuevo acuerdo<br />

social sobre cómo se administra el riesgo; entonces el riesgo ya no se<br />

administra por colaboración y solidaridad sino por constitución de contratos<br />

patrimoniales que entran a la contabilidad y que la contabilidad<br />

dice está cubierto. Evitaremos que los fenómenos cubiertos afecten<br />

su patrimonio.<br />

En otro punto similar están los problemas sociales y medioambientales.<br />

Han oído hablar del balance social, el GRI, la contabilidad ambiental?<br />

Por medio de todos estos dispositivos-informes, la contabilidad comienza<br />

a moldear la idea de qué es ser ambientalmente sostenible.<br />

145


Mauricio Gómez Villegas<br />

De esta manera ser ambientalmente sostenible es seguir produciendo<br />

en E.U. y acá, en Colombia y Suramérica, algunas empresas siembran<br />

árboles y venden el instrumento financiero, el mecanismo de desarrollo<br />

limpio (MDL) o derechos de emisión de CO 2<br />

en el mercado. Es decir,<br />

la contabilidad termina reconstituyendo y aportándole al proceso de<br />

reproducción del problema medioambiental porque dice que sus soluciones<br />

están medidas por los instrumentos financieros para ganar<br />

dinero en el mercado y seguir contaminando. Así que cuando usted lo<br />

registra y está bien registrado, incluso da utilidades. Antes la máxima<br />

era “el que contamina paga”, ahora es “el que contamina no vende”.<br />

Con esto quiero ejemplificar el rol social de la contabilidad en el nivel<br />

de los acuerdos institucionales.<br />

Pero ahora veamos cómo opera esto al nivel de las organizaciones.<br />

2. ¿Cómo la contabilidad y sus procesos hegemónicos están reconfigurando<br />

el mundo económico y organizacional? (nuevos instrumentos<br />

financieros, reconfiguración de la noción de valor, volatilidad e incertidumbre).<br />

En las Normas Internacionales de Información Financiera ya no importa<br />

tanto el concepto de entidad, porque la empresa ya no es entendida<br />

como un proceso productivo que articula sus fuerzas para producir.<br />

Ahora es un conjunto de flujos de efectivo. Es vista como un gran<br />

proyecto de inversión. Cuando usted tiene normas internacionales que<br />

le dicen: sólo tenga activos que producen flujos de efectivo, unidades<br />

generadoras de efectivo, inmuebles de inversión, activos no corrientes<br />

mantenidos para la venta, etc., usted paulatinamente desestructura el<br />

capital operativo, a usted no le interesa más que la empresa produzca,<br />

sino que rente, que entregue rendimiento financiero. Es lo propio del<br />

capital financiero antes que operativo.<br />

Permítaseme ejemplificar esto un poco más. Pensemos en el estudiante<br />

que va al restaurante Crepes & Waffles. Allí le sirven en un plato<br />

enorme, una pequeña bolita de helado. El plato se cae, se rompe y<br />

el estudiante dice –¡que poco inteligentes acá, les falta un contador!–<br />

¿y por qué?, porque cómo van a poner un helado de $4.000 en un<br />

plato de $50.000, deberían ponerlo en una recipiente plástico, para<br />

evitar el riesgo y poner esa cifra en una inversión más rentable. Yo le<br />

he señalado al estudiante que precisamente por eso la gente viene a<br />

comer helado acá, por el plato. O sea que el capital operativo determina<br />

el desarrollo del objeto social. No obstante, cuando las normas<br />

internacionales dicen lo que nos interesa es sólo el flujo de efectivo,<br />

usted tiene que reducir la dinámica e importancia del capital operativo,<br />

146 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

y entonces la empresa ya no es empresa, sino portafolios, proyectos<br />

de inversión. Los gerentes ya no quiere producir sino colocar la plata<br />

en inversiones, en CDT’s, ahora en instrumentos financieros derivados.<br />

Todo esto está tras la reconfiguración de la contabilidad, porque la contabilidad<br />

es el lenguaje que institucionaliza lo que es una organización,<br />

lo que es una empresa, la forma en que se ve, se vive y se sienten las<br />

organizaciones. Si después esa información contable termina diciendo<br />

Ecopetrol es muy mala porque no está rentando igual que otra, por<br />

estar haciendo exploración sola ¡hay que cerrarla es ineficiente!<br />

Pero aún allí no termina el rol social e institucional de la contabilidad,<br />

ella llega incluso al nivel de reconfiguración de los individuos.<br />

3. ¿Cómo la contabilidad interviene en la reconfiguración de la subjetividad<br />

y en el gobierno de las personas y de sí mismo? (servicios sociales y<br />

de salud, educación, expectativas de vida).<br />

Díganme si no es muy interesante, aunque muy desafortunado, que a<br />

usted con contabilidad, ya no financiera sino de gestión, le digan ¿cuál<br />

es su objetivo? Comentemos cómo operan muchas grandes empresas,<br />

incluso de servicios contables. Contratan jóvenes profesionales,<br />

incluso aún no egresados, estas corporaciones tienen una pirámide<br />

muy grande como función o estructura de producción y en la base<br />

están estudiantes de contaduría pública de noveno y octavo semestre.<br />

Cuando los nuevos aprendices contables inician, lo que es muy<br />

importante para sus perfiles profesionales futuros, pero muy limitante<br />

y pesado para su desarrollo inicial, les plantean: “bueno, cuéntenos<br />

cuáles son sus objetivos personales y díganos cómo se articulan sus<br />

objetivos con los de la firma, vamos a hacer una evaluación de 360<br />

grados. ¡Ah! su objetivo es que la rentabilidad de los clientes que usted<br />

atiende suba… porque así alcanza sus metas personales”. De esta<br />

manera, cuando el objetivo de la empresa le es puesto (¿impuesto?)<br />

al trabajador como un objetivo propio, la subjetividad de ese sujeto se<br />

desvanece, casi desaparece, y carga a la empresa en las entrañas y<br />

ya no necesita un supervisor permanente. Esto es la gestión y evaluación<br />

del desempeño, área de alto desarrollo en la cual la contabilidad<br />

de gestión participa de forma muy directa, e incluso agresiva. Así que<br />

¿participa o no la contabilidad en la modificación de la subjetividad?<br />

La contabilidad hace personas más gobernables, y gobernables en el<br />

sentido que le interesa a quien gobierna y se sirve de la contabilidad<br />

(Gómez y Ospina, 2009; Hopwood y Miller, 1994).<br />

Muy bien, estas preguntas son para reflexionar, porque enmarcan los retos<br />

de la contabilidad como disciplina académica. Y ello nos lleva a:<br />

147


Mauricio Gómez Villegas<br />

• Mantener el proceso de pensar la contabilidad.<br />

• Buscar e identificar los aportes de la disciplina contable al conocimiento<br />

de la humanidad y de las relaciones sociales hoy.<br />

• A Re-pensar los fundamentos de la contabilidad, para consolidarla como<br />

una disciplina académica, para una universidad ilustrada.<br />

Todo esto es más retador para el espíritu académico y para la interacción<br />

humana, antes que solamente preocuparse por hacer la declaración de<br />

impuestos o por el entrenamiento para el mercado global.<br />

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Mauricio Gómez Villegas<br />

mgomezv@unal.edu.co<br />

Profesor de la Escuela de Administración y Contaduría Pública de la Universidad<br />

Nacional de Colombia (Bogotá). Contador Público y Magister en Administración<br />

(Universidad Nacional de Colombia). D.U. en Sciences du Gestion (Universite de<br />

Rouen). Premio Nacional de Investigación Contable 2003. Exsubcontador General<br />

de la Nación. Exdirector carrera de Contaduría Pública de la Universidad Nacional<br />

de Colombia. Cursa estudios de doctorado en Contabilidad en la Universidad de<br />

Valencia (España). Miembro académico del Centro Colombiano de Investigación<br />

Contable (CCINCO).<br />

150 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. <strong>12</strong>0 - 150


151


Representación contable: de la revelación de<br />

los hechos a la construcción de la realidad<br />

Marco Antonio Machado Rivera<br />

Resumen<br />

La ciencia y las disciplinas científicas<br />

cumplen la misión de indagar y de representar<br />

la realidad a su alcance para<br />

generar conocimiento sobre sus objetos<br />

de indagación (físicos, mentales y simbólicos).<br />

A pesar de que la realidad al<br />

alcance de la contabilidad se ha referido<br />

en términos de lo social, ésta se refiere<br />

(en la práctica y buena parte de la literatura<br />

contable) a los hechos contables<br />

como transacciones de naturaleza económica<br />

o jurídica, que se circunscriben<br />

al segmento financiero (particularmente,<br />

aquellos que afectan el patrimonio).<br />

Al referir conceptos como modelo y<br />

sistema, la representación de esta realidad<br />

contable se ha centrado en el ciclo<br />

contable. Los conceptos de “modelo<br />

contable” y “sistema contable” parten de<br />

la idea de una realidad segmentada per<br />

se y de una percepción lineal, determinística<br />

y trivial de los hechos contables.<br />

En esos términos se invoca la necesidad<br />

de un cambio en la concepción de<br />

modelos contables, pues se requiere<br />

representar la complejidad de las organizaciones<br />

para describir, explicar y<br />

comprender la realidad social, en aras<br />

de transformarla como aporte al desarrollo<br />

del pensamiento contable.<br />

Palabras clave<br />

Representación contable, modelo<br />

contable, sistema contable, realidad<br />

organizacional.<br />

Abstract<br />

Science and scientific disciplines aim<br />

at investigating and representing reality<br />

to generate knowledge about different<br />

objects of research (physical, mental<br />

and symbolic). Though the kind of reality<br />

with which Accounting is concerned has<br />

been referred to as social, it belongs (in<br />

the practical sphere and in a great deal of<br />

the accounting literature) to accounting<br />

facts as deals of a legal or economic<br />

nature, which are circumscribed to the<br />

financial world (in particular to that one<br />

that affects patrimony).<br />

In using concepts like model or system,<br />

the representation of this accounting<br />

reality is focused in the accounting cycle.<br />

The concepts of “accounting model” and<br />

“accounting system” suggest the idea of<br />

a reality segmented per se and a lineal,<br />

deterministic and trivial conception of the<br />

accounting facts.<br />

In these terms, I plea for the need of a<br />

change in the conception of accounting<br />

models, since we need to be able to<br />

represent the complexity of the organizations<br />

in order to describe, explain<br />

and understand social reality, so that<br />

we can transform it as a contribution to<br />

the development of Accounting Thought.<br />

Key words<br />

Accounting representation, accounting<br />

model, accounting system, organizational<br />

reality.<br />

Primera versión recibida en julio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en septiembre de <strong>2011</strong><br />

152 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

Introducción<br />

La contabilidad históricamente se ha referido, desde sus diversos niveles<br />

y enfoques, a una realidad a su alcance; ésta es la social y los hechos<br />

contables de los agentes económicos y sociales u organizaciones a nivel<br />

micro y macro. También ha hecho referencia a dicha realidad invocando,<br />

en la tradición escrita (implícita y explícitamente), el concepto de representación<br />

contable.<br />

En sus aplicaciones al mundo organizacional (empresas, corporaciones,<br />

estados, comunidades y familias) permite diseñar, implementar, desarrollar y<br />

operar sistemas de información contable que se valen de procesos como el<br />

reconocimiento, clasificación, medición, registro e información, entre otros,<br />

que se relacionan con la realidad. Ello implica la existencia ontológica de<br />

la realidad organizacional, observada y representada mediante procesos<br />

contables que permiten la conversión de datos en información.<br />

La contabilidad se relaciona con la realidad en la medida en que indague por<br />

ella, en procura por diseñar, implementar y desarrollar sistemas contables<br />

(sistemas de reconocimiento, registro, medición, revelación y exposición de<br />

hechos económicos) como dispositivos a través de los cuales se construyen<br />

imágenes de la realidad, las que pueden ser fieles en la medida en que exista<br />

coherencia entre realidad organizacional y constructos subjetivos. Pero<br />

representar la realidad por medio de dispositivos de representación puede<br />

llevar a terminar en un enfoque tecno-científico que limite la observación y<br />

se caiga en el error de tomar como objetos de representación la realidad<br />

de los dispositivos (los mismos dispositivos), y no la realidad que desea<br />

captar dichos dispositivos. Metafóricamente, todo científico es proclive a<br />

quedarse describiendo el instrumento con el que realiza sus mediciones,<br />

a modelar dichos dispositivos duros, a dar una mirada tecnológica y obviar<br />

la realidad objeto de sus mediciones, que es social, compleja y blanda.<br />

Se observa con preocupación cómo algunos conceptos desarrollados por<br />

la ciencia contable (en mente de los académicos) y aplicados en la práctica<br />

contable (en manos de los profesionistas), se han convertido en constructos<br />

que tienen como único correlato objetos del mundo tecnológico aún cuando<br />

el período científico de la contabilidad ya ha empezado.<br />

Se realiza una reflexión centrada en la relación entre representación contable<br />

y realidad organizacional, se abordan los conceptos de realidad y<br />

representación, se realiza una aproximación a los conceptos de realidad<br />

contable y representación contable, allegando dos conceptos neurales en<br />

estas aproximaciones, tales como modelo y sistema. Dichos conceptos<br />

neurales para la ciencia, tienden a ser aplicados a la contabilidad como<br />

representaciones del dispositivo de reconocimiento, medición y revelación<br />

153


Marco Antonio Machado Rivera<br />

de hechos así como de exposición de los datos contables, configurando<br />

el riesgo de limitar un poderoso instrumento de la ciencia, como son los<br />

modelos, al plano tecnológico aplicado.<br />

El presente escrito surge de la necesidad de abordar aspectos relacionados<br />

con la relación entre realidad y contabilidad, para establecer los nexos entre<br />

el saber contable y la realidad que se objetiva en los procesos de conocimiento<br />

contable, susceptibles de permear la práctica profesional (académica<br />

y empresarial). Subyace un interés por comprender las posibilidades que<br />

nuevos modelos de pensamiento pueden brindar a la comunidad contable,<br />

para ser partícipes de las grandes transformaciones que requieren nuestras<br />

naciones.<br />

1. El concepto de representación: de los reflejos a las construcciones<br />

El término representación forma parte de muchos de los aspectos de la<br />

vida de los seres humanos; se utiliza en espacios relativos al conocimiento,<br />

la ciencia, el arte y la política; es un vocablo que invoca la realidad en una<br />

segunda oportunidad, en una instancia temporal que precede o antecede<br />

al objeto que refiere.<br />

Con el término de representación, en términos generales, se hace referencia<br />

a un proceso con el cual un objeto, hecho o cosa, es vuelto a presentar por<br />

medio de imágenes, símbolos, signos o, en general, del lenguaje; también<br />

por representación podría asumirse el producto del proceso anterior, es<br />

decir, las imágenes que revelan o relevan dichos objetos representados.<br />

Para Goody (1999, 47) “La representación significa presentar de nuevo,<br />

pudiendo adoptar una forma tanto lingüística como visual”, a lo que se podría<br />

agregar que este “presentar de nuevo” es posible con signos, imitaciones,<br />

figuras y metáforas.<br />

Una característica asociada a los objetos representados, es la capacidad de<br />

los seres humanos para hacer de estos objetos representables, en lo que<br />

podría denominarse representabilidad, la que se presenta en función de la<br />

comunicación. Diversos objetos de representación se esgrimen en desarrollo<br />

de procesos e imágenes; en general, se hace referencia a la realidad, a las<br />

cosas, a los hechos, a los eventos y a las relaciones, entre otros.<br />

Según Goody (1999, 18) “Las representaciones constituyen la esencia de<br />

la comunicación humana, de la cultura humana”. En dichos procesos de<br />

comunicación y representación, el lenguaje juega un papel preponderante.<br />

“El lenguaje re-presenta, abiertamente, una imagen del futuro al igual que<br />

del presente y del pasado y, en cada uno de estos tiempos, también puede,<br />

ciertamente, tergiversar. …No siempre es fácil, obviamente, discernir si<br />

una imagen, un objeto, un acto es una presentación o una re-presentación”<br />

(Goody, 1999, 42).<br />

154 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

C. S. Pierce distingue “tres tipos de representación, representaciones basadas<br />

en la similitud; … causales o metonímicas (una parte por el todo);<br />

y convencionales (por ejemplo: lingüísticas)” (Goody, 1999, 25-26). En<br />

general, las definiciones de representación se centran en cuatro enfoques<br />

diversos, a saber:<br />

a) Reflejo: como proceso mecánico de reflejar (refractar) el mundo con<br />

imágenes objetivas. La mente vendría a ser algo así como un espejo<br />

que representa o refleja la realidad (el mundo) tal y como ésta es en<br />

sí misma; observar el mundo como objetos atados a la percepción es<br />

la herencia de Aristóteles (realismo ingenuo).<br />

b) Sustitución: como imagen sustituta de la realidad, tal como lo refiere<br />

Jay W. Forrester en referencia a un tipo particular de representación,<br />

“un modelo es un sustituto de algún equipo o sistema real” (representacionismo).<br />

c) Construcción: como imagen mental (imaginario) construida social<br />

o colectivamente y compartida por grupos homogéneos (enfoque<br />

psicosocial-construccionismo social). Que la ciencia sea percibida en<br />

función de construir imágenes de la realidad, es el aporte de P. Berger<br />

y T. Luckmann, quienes destacan la importancia de la interacción social<br />

y del lenguaje en la construcción de la realidad (construccionismo<br />

social).<br />

d) Simulación: como simulacro de la realidad, como creación de la ilusión,<br />

como incapacidad que presenta la conciencia de distinguir la realidad<br />

de la fantasía; se representa lo inexistente. Es esta una visión posmodernista<br />

que se refiere a la representación de algo que cumple el<br />

rol de lo real aún cuando no tiene origen, ni realidad; propuesta de J.<br />

Baudrillard (hiperrealismo).<br />

A manera de ilustración, a continuación, en la tabla 1, se resumen estas<br />

diversas perspectivas frente al concepto de representación, que permiten<br />

identificar una transición de lo individual mecánico a lo colectivo social.<br />

Tabla 1. Enfoques de la representación<br />

ENFOQUE<br />

Reflejo<br />

Sustitución<br />

Construcción<br />

Simulación<br />

PERSPECTIVA ONTOLÓGICA<br />

La realidad se representa de manera mecánica<br />

La imagen sustituye a la realidad<br />

La realidad se construye por medio de imágenes<br />

La realidad es una simulación, es una imagen<br />

Fuente: Elaboración<br />

del autor.<br />

Para Castoriades-Aulagnier (2004, 25) “toda representación confronta con<br />

una doble ‘puesta en forma’: puesta en forma de la relación que se impone a<br />

155


Marco Antonio Machado Rivera<br />

los elementos constitutivos del objeto representado… y puesta en forma de<br />

la relación entre el representante y el representado”. Por su parte, Chartier<br />

(1999, 57) presenta el dualismo entre ausencia y presencia que encierra el<br />

concepto de representación, al plantear que<br />

En las antiguas definiciones… las acepciones de la palabra<br />

‘representación’ muestran dos familias de sentidos aparentemente<br />

contradictorios: por un lado, la representación muestra una ausencia,<br />

lo que supone una neta distinción entre lo que representa y lo que<br />

es representado; por el otro, la representación es la exhibición de<br />

una presencia, la representación pública de una cosa o una persona.<br />

En la primera acepción, la representación es el instrumento de un<br />

conocimiento mediato que hace ver un objeto ausente al sustituirlo<br />

por una ‘imagen’ capaz de volverlo a la memoria y de ‘pintarlo’ cual es.<br />

En el concepto de representación es posible identificar una postura objetivista<br />

y otra subjetivista, en referencia a la relación sujeto representadorobjeto<br />

representado. Una perspectiva objetivista se refiere a la sustitución<br />

del objeto esgrimida por Enaudeau (1999, 27) cuando plantea que<br />

Representar es sustituir a un ausente, darle presencia y confirmar<br />

la ausencia. Por una parte, transparencia de la representación:<br />

ella se borra ante lo que muestra. Gozo de su eficacia: es como si<br />

estuviera allí. Pero, por otra parte, opacidad: la representación sólo<br />

se presenta a sí misma, se presenta representando a la cosa, la<br />

eclipsa y la suplanta, duplica su ausencia… La representación, al<br />

reemplazar y suplementar a su modelo, pecaría a la vez por defecto<br />

(es menos que ese modelo) y por exceso (su apariencia nos hace<br />

gozar y nos engañaría).<br />

La perspectiva subjetiva es la de Schopenhauer (1998, 19) al plantear que<br />

El mundo es mi representación… Cuando el hombre conoce esta<br />

verdad estará para él claramente demostrado que no conoce un sol<br />

ni una tierra y sí únicamente un ojo que ve el sol y una mano que<br />

siente el contacto de la tierra; que el mundo que le rodea no existe<br />

más que como representación, esto es en relación con otro ser: aquel<br />

que lo percibe, o sea él mismo.<br />

El término de representación da lugar a un concepto complejo que supera las<br />

huestes mecanicistas que lo reducen a ser un simple reflejo (descubrimiento<br />

o percepción con sentido común) del mundo representado y tiende a ser<br />

comprendido como una construcción intersubjetiva y, desde esta percepción,<br />

se supera el dualismo que se había gestado entre la representación<br />

y la realidad dada la búsqueda realista de “objetividad”. La representación<br />

se torna en una construcción fruto de las interacciones sociales; el objeto,<br />

y más si se inscribe en el mundo de lo social, no existe como tal sino que<br />

existe en la medida en que sea construido por los seres humanos en sus<br />

interacciones a través del lenguaje.<br />

156 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

Representar externamente la realidad es un papel que denota el trabajo<br />

científico, dado que el esfuerzo de las ciencias se centra esencialmente<br />

en indagar por la realidad; fruto de esa indagación por la realidad, la<br />

ciencia genera pensamiento y conocimiento científico sobre sus objetos<br />

de conocimiento (físicos, mentales y simbólicos). La ciencia no asume un<br />

papel de testigo ático frente a la realidad, por tanto, la representación no<br />

es especular (del latín especulum o espejo) o reflectiva, sino fruto de las<br />

interacciones con el mundo de las cosas y de los seres humanos; en ello<br />

radica la racionalidad como rasgo común de la ciencia (Méndez, 2000, 509).<br />

La representación en lenguaje de la ciencia, desde un enfoque constructivo,<br />

se refiere a asignar constructos (nivel conceptual) a hechos (nivel fáctico),<br />

a crear constructos que no tienen correlato fáctico e, incluso, a aceptar<br />

la posibilidad de que existan hechos que no tienen constructo en el nivel<br />

conceptual. Autores de esta corriente, como Searle (1995) esgrimen en sus<br />

diversos escritos, la idea de que hay una realidad carente de objetos o referentes<br />

en el mundo real, totalmente independiente de los seres humanos.<br />

2. Realidad organizacional y hechos contables<br />

La definición de la realidad es una necesidad en diversos círculos de la<br />

vida de los seres humanos. La ciencia, el arte, la técnica y las prácticas<br />

profesionales, se nutren de las perspectivas de realidad que están en juego<br />

en la vida cotidiana. Según Maturana (1997, 14) “…la cuestión central<br />

que la humanidad enfrenta hoy en día es la pregunta acerca de lo que es<br />

la realidad …y que esta pregunta puede ser contestada apropiadamente<br />

sólo si observación y conocimiento son explicados como un fenómeno<br />

biológico generado a través de la operación del observador como un ser<br />

humano viviente”.<br />

Por su parte, la ciencia se apropia de este vocablo para sus interpretaciones<br />

del mundo; según Maldonado (2005, 49) “el reto o la tarea más grande de<br />

la ciencia moderna consiste en la identificación de lo real, esto es, la determinación<br />

de aquello que posee realidad… la ciencia tan sólo se refiere<br />

a aquello que puede medir y nada es real si no se puede medir”.<br />

Entonces, lo real es ese mundo al cual se hace referencia por parte de<br />

los científicos adscritos a alguna disciplina o campo de saber: la ciencia<br />

da cuenta de la realidad a través de sus teorías y modelos. “Las teorías<br />

científicas explican los objetos y fenómenos que conocemos por medio de<br />

la experiencia en términos de una realidad subyacente que no experimentamos<br />

de modo directo. Pero la capacidad de una teoría para explicar lo<br />

que conocemos sólo por la experiencia, no es su más valioso atributo, sino<br />

el hecho de que explique la estructura de la realidad” (Deutsch, 1997, 15).<br />

Cuando se hace referencia a la realidad o al mundo real, es posible pensar<br />

que se tiene una profunda claridad sobre este tema o concepto; sin embar-<br />

157


Marco Antonio Machado Rivera<br />

go, cuando se hace un recorrido por las diversas definiciones y conceptos<br />

sobre el significante “realidad” o lo “real”, nuestra seguridad es aparente.<br />

Para algunos, el mundo real es el mundo material (lo que existe) y la realidad<br />

es el mundo mental (lo interpretado); para otros, lo real y la realidad<br />

son términos similares. Para algunos, lo real es lo que se capta con los<br />

sentidos; para otros, es lo que a diario se experimenta; para otros más, lo<br />

que la mente humana construye; para algunos, es real lo que se comparte<br />

en el diálogo. Lacan, plantea una diferenciación entre lo “real” y la “realidad,<br />

sugiriendo, que la segunda es la interpretación, por sentido común, de la<br />

primera. En el marco de la vertiente cognoscitiva de la complejidad, por<br />

realidad se hace referencia (Maldonado, 2005, 74) a “dinámicas no-lineales,<br />

a inestabilidades, emergencia y procesos de auto-organización”.<br />

Bunge, Odgen, Popper, Penrose y Lacan, coinciden en señalar que la realidad<br />

se manifiesta en tres mundos a saber: material, mental y simbólico (ver<br />

tabla 2). Ello nos da a entender que el ser humano se enfrenta, convive y<br />

permanece en un mundo de cosas materiales que interpreta en su cerebro<br />

y que luego representa para facilitar su comprensión y comunicación con<br />

otros seres; los tres mundos son reales.<br />

Tabla 2. Dimensiones de la realidad<br />

DIMENSIÓN<br />

AUTOR<br />

Bunge<br />

MUNDO MATERI<strong>AL</strong> MUNDO MENT<strong>AL</strong> MUNDO SIMBÓLICO<br />

Nivel fáctico: objetos físicos,<br />

lo empírico<br />

Nivel conceptual: conceptos,<br />

lo ideal<br />

Odgen Referente Pensamiento, la idea Símbolo<br />

Popper<br />

Penrose<br />

Lacan<br />

Mundo 1: Las cosas, lo<br />

objetivo<br />

Mundo físico: Existencia<br />

física<br />

Lo real: Lo indeterminado,<br />

lo incontrolable<br />

Mundo 2: Yo, lo subjetivo<br />

Mundo mental: Percepciones<br />

mentales<br />

Lo imaginario: pensar<br />

en imágenes<br />

Fuente: Elaboración del autor a partir de Padrón, Bunge y Lacan.<br />

Nivel lingüístico: objetos sintácticos,<br />

lo semiótico<br />

Mundo 3: Constructor compartidos,<br />

lo intersubjetivo<br />

Mundo matemático (Platónico): Existencia<br />

matemática<br />

Lo simbólico: El lenguaje y la cultura<br />

Responder la pregunta por la realidad (¿qué es la realidad? o ¿qué es<br />

real?) es un asunto de tipo ontológico, relacionado con la posibilidad de<br />

aprehender lo que es y lo que debe ser del mundo real, en un contexto<br />

dinámico o de continuas transformaciones.<br />

Existen dos extremos marcados en relación con la posibilidad de conocer<br />

o aprehender la realidad: los escépticos y los dogmáticos. Los primeros,<br />

dicen que es imposible que los seres humanos conozcamos la realidad,<br />

pues somos como los habitantes de la caverna de Platón (siempre estamos<br />

de espaldas a la realidad, no tenemos acceso directo a la realidad<br />

158 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

sino a través de los sentidos; no vemos sino las sombras); los segundos,<br />

consideran de entrada, la posibilidad de conocer la realidad, pues el ser<br />

humano la capta, la construye.<br />

Seis supuestos ontológicos permiten identificar sendos enfoques del concepto<br />

de realidad, a saber (Ryan, Scapens y Theobald, 2004, 52):<br />

a. Estructura concreta: La realidad son hechos, objetos y sociales objetivos<br />

(realismo ingenuo).<br />

b. Proceso concreto: La realidad son las relaciones y las leyes que cambian<br />

las cosas (realismo trascendental).<br />

c. Campo de información contextual: La realidad son los procesos de<br />

información y adaptación al entorno (relativismo contextual).<br />

d. Discurso simbólico: La realidad son los significados y normas creadascompartidas<br />

(idealismo trascendente).<br />

e. Construcción social: La realidad son los procesos para comprender lo<br />

que está pasando (construccionismo social).<br />

f. Proyección de la imaginación humana: La realidad son ideas y hechos<br />

imaginados (idealismo).<br />

Si bien en la contabilidad aplicada prima la idea de la realidad como estructura<br />

concreta que debe ser reflejada tal cual es, se invoca la percepción de<br />

realidad “…múltiple, incierta, en construcción” (Morin, 2010, 25) dado que<br />

no existe ningún conocimiento que sea reflejo fotográfico de la realidad.<br />

Por realidad organizacional es posible entender una serie de situaciones<br />

que le acaecen a una organización en procura de ejecutar sus planes y<br />

lograr sus objetivos. Una organización se puede entender como “el conjunto<br />

interrelacionado de actividades entre dos o más personas que interactúan<br />

para procurar el logro de un objetivo común, a través de una estructura<br />

de roles y funciones, y en una división del trabajo” (Krieger, 2001, 3) o “…<br />

dos o más personas que colaboran dentro de unos límites definidos para<br />

alcanzar una meta común. En esta definición están implícitas varias ideas:<br />

las organizaciones están compuestas por personas, las organizaciones<br />

subdividen el trabajo entre sus individuos, y las organizaciones persiguen<br />

metas compartidas” (Hodge, Anthony y Gales, 1998, 11).<br />

Una organización, según Bueno (2007, 28), es un “sistema sociotécnico<br />

abierto o ‘sistema de aspectos’ compuesto por cinco elementos principales:<br />

sistema o aspecto técnico, sistema o aspecto humano, sistema o aspecto<br />

de dirección, sistema o aspecto cultural, y sistema o aspecto político o de<br />

159


Marco Antonio Machado Rivera<br />

poder, con el que se persiguen unos objetivos básicos a través de un plan<br />

de acción común”. Cada aspecto se compone de un “conjunto de redes<br />

de flujos o procesos explicativos” (Bueno, 2007, 30); por tanto, la realidad<br />

organizacional está representada en estas redes y flujos desde una perspectiva<br />

dinámica y holística.<br />

En las organizaciones se hace referencia a diversos objetos representativos<br />

de la realidad, además de lo denotado anteriormente como redes y<br />

flujos, como relaciones, estructuras, hechos y transacciones, entre otros.<br />

Las imágenes que denotan la realidad organizacional están mediadas por<br />

propuestas que permiten representar a las organizaciones desde diversas<br />

metáforas (modelos) como máquinas, organismos vivos, cerebros, culturas,<br />

sistemas políticos, cárceles psíquicas, cambio y transformación, instrumentos<br />

de dominación, sistemas abiertos o cerrados (Morgan, 1996).<br />

Desde la visión realista, tendría que considerarse que no sólo existen<br />

hechos materiales o físicos, pues también existen (son reales) los hechos<br />

mentales (creencias compartidas e imaginarios) y los dispositivos simbólicos<br />

(culturales).<br />

Asumiendo una visión realista, en contabilidad (especialmente, la practicada)<br />

se ha aceptado como realidad contable una estructura concreta o<br />

urdimbre de hechos que se prueban en su existencia con los “documentos<br />

soporte” (facturas, recibos, nóminas, contratos, etc.) que hacen referencia a<br />

transacciones en el ámbito financiero y económico, como ventas, compras,<br />

pagos, deudas, etc. y que se narran o exponen mediante modelos predeterminados<br />

orientados a cumplir con ciertos fines. Tradicionalmente, el modelo<br />

contable, los sistemas y procesos en uso, es decir, en los que se basa el<br />

ejercicio profesional contable, fragmenta la realidad de las organizaciones<br />

y la reduce a su segmento financiero patrimonialista.<br />

Generalmente, en la literatura contable se hace alusión a los hechos contables<br />

como eventos o transacciones de naturaleza económica o jurídica,<br />

es decir, que se mencionan, pero no se conceptualiza como tal la noción ni<br />

se define el término “hecho contable”; el hecho contable se circunscribe al<br />

segmento financiero de la realidad. En la práctica contable, el hecho contable<br />

también se asocia con el hecho jurídico o el hecho económico; es ese<br />

evento o transacción que desde el mundo financiero afecta el patrimonio,<br />

y se representa en un dato que es probado a través de los referidos documentos<br />

soporte (prueba) que permiten operar (como entrada) el sistema<br />

informativo contable.<br />

Existen otras dimensiones o segmentos de la realidad de las organizaciones,<br />

pero por los intereses que sirven los sistemas operativos de información<br />

contable, la medición y exposición de los atributos o las variables, se orienta<br />

160 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

casi que exclusivamente a los aspectos enunciados, ya que satisfacen a<br />

uno de los grupos de interés que son los aportantes del capital o dueños<br />

del negocio, quienes tradicionalmente han sido los usuarios exclusivos de<br />

la contabilidad.<br />

Como alternativa a estos cuestionamientos, propios del realismo ingenuo<br />

y al materialismo, y como un golpe al positivismo y al empirismo en contabilidad,<br />

algunas corrientes de pensamiento hacen carrera afirmando con<br />

Nietzsche que “no existen hechos, sólo interpretaciones”, lo cual ha abierto<br />

brecha a las nuevas narrativas en contabilidad fundadas en los enfoques<br />

hermenéuticos. La representación contable de la realidad no es un proceso<br />

pasivo o especular, de simple reflejo de hechos; es más bien, una interpretación<br />

de la realidad que depende de los modelos en uso.<br />

3. Contabilidad y realidad: de la representación objetiva del dispositivo<br />

a la representación subjetiva de la realidad organizacional<br />

La contabilidad se debate desde hace algunos años en el mundo de los<br />

académicos y de los practicantes, entre los significados de ciencia o tecnología;<br />

para los primeros, ésta representa un conjunto de conocimientos<br />

(saber) y, para los segundos, un dispositivo de medición y exposición de<br />

resultados (aplicación). Desde el primer enfoque, la idea de representación<br />

emerge como un condicionante para que la contabilidad evolucione<br />

en sus diversas formas interpretativas (teorías, modelos e imágenes) de<br />

la realidad a su alcance; desde los símiles de la segunda interpretación, la<br />

idea de representación en contabilidad se reduce a la noción de revelación<br />

o elaboración de información (informes y estados) que den cuenta de la<br />

realidad organizacional (en alguno de sus segmentos).<br />

Asumiendo el primer enfoque, la contabilidad como disciplina debe cumplir<br />

la misión racional de construir imágenes (constructos) de la realidad,<br />

interpretarla o dar cuenta de ésta, aplicando el(los) método(s) de la ciencia,<br />

particularmente en el tipo de ciencia en que se inscribe este cuerpo<br />

de conocimientos, cuyo carácter es social por los objetos a que se refiere<br />

(circulación de valor o de recursos, organizaciones, patrimonio, etc.).<br />

El concepto de representación contable se orienta a volver a representar<br />

la realidad de las organizaciones (estados, empresas, comunidades y familias),<br />

a crear constructos del mundo real (físico, conceptual y simbólico)<br />

de éstas, a sustituir la realidad (correlato) por dichos constructos mentales.<br />

La representación en contabilidad se ha referido a asignar constructos<br />

(nivel conceptual) a hechos (nivel fáctico), a crear algunos constructos que<br />

no tienen correlato fáctico (aunque sí cultural) e, incluso, a recibir críticas<br />

porque aún no crea los constructos para reconocer hechos que no son<br />

observados, medidos ni expuestos contablemente.<br />

161


Marco Antonio Machado Rivera<br />

Si bien algunos autores se refieren a la representación contable y no la<br />

definen, otros, sin referirse particularmente a ésta la definen en sus escritos.<br />

Dentro de los primeros se encuentran Carrizo y León (2007, 24), quienes se<br />

refieren al concepto comprensión de la realidad, verdad por correspondencia<br />

y se encuadran en el concepto de medición en contabilidad. Entre los<br />

segundos, encontramos ejemplares contables destacados que relacionan<br />

el término de representación con la transformación y revelación (García<br />

G., 1997, 10), el registro convencional (Biondi, 1999, 25), construcciones<br />

o construir explicaciones (García C., 2002, 25), referencia de la hiperrealidad<br />

(Macintosh citado por Mattessich, 2004, 1) y crear semejanza física<br />

(Mattessich, 2004, 7). Estos aspectos enunciados pueden contrastarse en<br />

la primera columna de la tabla 3 (“Representación”).<br />

Precisando que lo social (“hechos reales en plano de lo social”) es la realidad<br />

que representa la contabilidad, Carrizo y León (2007, 25) condicionan<br />

su representación a “los propósitos que persigue quien elabora, diseña y<br />

transmite la información”. Por su parte, García G. (1997, 109), en referencia<br />

al concepto de realidad contable, plantea que se refiere a la circulación de<br />

renta y la riqueza económica. Biondi (1999, <strong>12</strong>) la asume como las operaciones<br />

y actividades del ente. Para García C. (2002, <strong>12</strong>) es la existencia y<br />

circulación de objetos, hechos y personas del ente social. Macinstosh (citado<br />

por Mattessich, 2004, 21) la define en términos de hiperrealidad, simulacros<br />

o representaciones mentales, conceptuales y visuales, en tanto que para<br />

Mattessich (2002, 18) es la “circulación de ingresos y de los agregados de<br />

riqueza”. Estos aspectos enunciados pueden contrastarse en la segunda<br />

columna de la tabla 3 (“Realidad contable”).<br />

Dado que el término de representación hace referencia a crear imágenes<br />

de la realidad, mediante modelos que permiten abstraerla para hacer de<br />

lo desconocido (cognoscible) en lo conocido, dos conceptos neurales<br />

articulan su vínculo con el campo contable, a saber: modelo contable y<br />

realidad contable.<br />

Como instrumento abstracto, esquemático y sintético para representar<br />

la realidad, surge el concepto de modelo, que presenta dos perspectivas<br />

generales en materia contable: una desde el punto de vista científico y<br />

otra desde el plano tecnológico. Desde el primer enfoque, el concepto de<br />

modelo se utiliza para referir el mundo real que se asume como correlato<br />

del objeto de estudio de una disciplina científica como la contabilidad, en<br />

tanto que desde el segundo enfoque se utiliza para referir el instrumental,<br />

herramientas o dispositivos utilizados por una tecnología contable para<br />

observar, medir, exponer y, en síntesis, representar la realidad o mundo<br />

real de que se ocupa la disciplina contable. El primer enfoque se refiere a<br />

162 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

“objetos suaves”, en tanto que el segundo, alude a “objetos duros” partiendo<br />

de la conceptualización de análisis de sistemas (Checkland, 2003).<br />

Desde los espacios académicos, el concepto de modelo contable ha estado<br />

relacionado con la representación de variables económicas (García G.,<br />

1997, 83), con combinación de variables del dispositivo de medición (unidad<br />

de medida, criterios de medición y capital a mantener); para Biondi (1999,<br />

91), con normas y criterios guías para proceder, en la conceptualización de<br />

García C. (2002, 215), la misma realidad (simulada) sin hacer distinción;<br />

para Macinstosh (citado por Mattessich, 2004, 21), en tanto que es una<br />

abstracción o representación de la realidad.<br />

Pueden observarse visiones clásicas en torno a la representación contable<br />

en autores como Biondi, Fowler Newton y en algunas regulaciones locales;<br />

así mismo, es posible encontrar visiones menos ortodoxas en autores como<br />

García G., García C., Mattessich y Macinstosh. Estos aspectos enunciados<br />

pueden contrastarse en la tercera columna de la tabla 3 (“Modelo contable”).<br />

Tabla 3. Conceptos relativos a la representación (por orden cronológico)<br />

CONCEPTO<br />

AUTOR<br />

Moisés García<br />

G.<br />

Mario Biondi<br />

Carlos L. García<br />

C.<br />

Norman B. Macintosh<br />

REPRESENTACIÓN RE<strong>AL</strong>IDAD CONTABLE MODELO CONTABLE<br />

“…los profesionales científicos<br />

transforman la realidad”<br />

(García G., 1997, 76).<br />

Revelan el “sistema de la circulación<br />

económica” (García<br />

G., 1997, 110).<br />

“La contabilidad registra de<br />

una manera convencional<br />

las operaciones que realiza<br />

un ente” (Biondi, 1999, 25).<br />

Construir las explicaciones<br />

de la realidad para ser comprendidas.<br />

“Construcciones explícitas<br />

de la realidad” (García C.,<br />

2002, 205).<br />

La contabilidad tiene constructos<br />

sin correlato en el<br />

mundo real.<br />

“La contabilidad ha dejado de<br />

referirse a hechos u objetos<br />

reales” (Mattessich, 2004, 1).<br />

Circulación de renta y riqueza<br />

de tipo económico.<br />

Conjuntos infinitos de fenómenos<br />

de circulación (García<br />

G., 1997, 109).<br />

“Operaciones del ente... la<br />

actividad del ente… actividades<br />

vinculadas con el ente”<br />

(Biondi, 1999, <strong>12</strong>).<br />

“Existencia y circulación de<br />

objetos, hechos y personas<br />

diversas en cada ente u<br />

organismo social” (García<br />

C., 2002, 201).<br />

Es hiperrealidad. Son simulacros<br />

o representaciones<br />

mentales, conceptuales y<br />

visuales sin referentes en<br />

el mundo real (Mattessich,<br />

2004, 21).<br />

Representación de la circulación<br />

económica. “Variables<br />

económicas interrelacionadas”<br />

(García G., 1997, 83).<br />

“Combinación de las tres<br />

variables principales… constituye<br />

la teoría contable normativa”<br />

(Biondi, 1999, 91).<br />

“Son el nexo entre la teoría<br />

contable y la práctica contable.<br />

Constituyen una guía<br />

para los procedimientos,<br />

criterios, normas y demás<br />

componentes de la actividad<br />

contable” (García C.,<br />

2002, 215).<br />

Es la realidad misma. “No<br />

hay distinción significativa<br />

entre realidad y su representación”<br />

(Mattessich, 2004,<br />

21).<br />

163


Marco Antonio Machado Rivera<br />

Richard<br />

Mattessich<br />

Crear semejanza física perfecta<br />

de sus modelos.<br />

Es subjetiva. No interesa tanto<br />

representar como dominar<br />

(Mattessich, 2004, p. 18).<br />

La percepción contiene la<br />

representación (Mattessich,<br />

2004, 7).<br />

“Circulación de ingresos y de<br />

los agregados de riqueza”<br />

(Mattessich, 2002, 18).<br />

Es multidimensional, contiene<br />

el núcleo, lo físicoquímico,<br />

lo biológico, lo mental<br />

(psicológico) y lo social. La<br />

contabilidad se limita a lo<br />

físico y lo social (Mattessich,<br />

2004, p. 6).<br />

Abstracción. Representación<br />

de la realidad por capas<br />

(dimensiones) o jerarquía<br />

de realidades (Mattessich,<br />

2004, 10).<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Desde los espacios de la práctica contable organizacional (más específicamente,<br />

la empresarial), la idea de modelo, generalmente, ha sido aplicada<br />

a la realidad que demarcan los dispositivos tecnológicos, vale decir, el instrumental<br />

conceptual que marca su dominio desde la recolección de datos<br />

hasta la presentación de la información para los usuarios (el denominado<br />

“ciclo contable”). Igualmente, esta noción ha sido aplicada al correlato<br />

real que refiere procesos de regulación (pública o privada), a la educación<br />

contable (modelos pedagógicos-didácticos), a la valoración, a la valuación<br />

y a la depreciación de bienes.<br />

Esta tesis puede contrastarse al analizar las características de los modelos<br />

contables convencionales. Para Biondi (1999, 91) un modelo contable<br />

constituye la teoría contable normativa y define tres variables (unidad de<br />

medida, criterios de medición y capital a mantener) que en su combinación<br />

“proporcionarán diferencias en el patrimonio y en los resultados”.<br />

La unidad de medida “representa” (define) en qué patrón monetario (moneda<br />

heterogénea u homogénea) se expresarán los estados contables<br />

(más específicamente, estados financieros); los criterios de medición se<br />

refieren a cómo medir los activos y los pasivos (a costos -valores- históricos<br />

o corrientes) y el capital a mantener define qué capital se informará para<br />

salvaguardar el patrimonio.<br />

Los constructos “¿qué patrón monetario?”, “¿cómo medir activos y pasivos?”<br />

y “¿qué capital se informará?” denotados como variables del modelo<br />

contable, evidentemente, son lineamientos metodológicos para medir y<br />

exponer los datos contables, datos que se extractan de la realidad de las<br />

organizaciones. Un argumento al respecto, permite evidenciar que ni los<br />

datos de la realidad organizacional, ni los dispositivos que permiten su<br />

procesamiento, medición y exposición, ni los atributos a tener en cuenta<br />

para operar tal dispositivo, son la realidad organizacional.<br />

Aceptando su carácter de atributos o elementos variables, estos constructos<br />

son, sin duda, atributos del dispositivo de medición-exposición de<br />

164 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

la realidad (sirven para medir-exponer datos que tienen en los hechos su<br />

correlato), no son una representación en sí de los hechos ni de la realidad<br />

organizacional. Si se quiere hacer mención a modelos científicos deberían<br />

ser modelos que permitieran cumplir a la contabilidad su rasgo común de<br />

racionalidad en materia de representar la realidad de las organizaciones y<br />

no sólo de los dispositivos tecnológicos utilizados para dar cuenta de ésta.<br />

El concepto de modelo contable debería hacer observancia, entonces, a<br />

las dimensiones de la realidad, tal como lo expresa Mattessich en asuntos<br />

relacionados con lo social; “la contabilidad es una disciplina que se ocupa<br />

de la descripción cuantitativa y de la proyección de la circulación de ingresos<br />

y de los agregados de riqueza” (Mattessich, 2002, 18) a través de un<br />

método basado en unos supuestos básicos.<br />

Una visión menos tecnológica del modelo contable (sin pretender tomar<br />

como generalidad el segmento financiero-patrimonialista) es la que reconoce<br />

como variables del modelo los activos (A), pasivos (P), neto patrimonial (N),<br />

ingresos (I), costos (C), gastos (G), utilidad (U), rentabilidad (R), denotando<br />

tres formulaciones matemáticas simples, a saber:<br />

1) A = P + N (ecuación patrimonial)<br />

2) U = I - [C+G] (ecuación de resultado)<br />

3) R = U/N (rentabilidad patrimonial)<br />

Se aclara que en la anterior formulación se haría referencia a la realidad<br />

organizacional reduciéndola (delimitándola) a hechos financieros que<br />

afectan el patrimonio.<br />

En mención a la representación y en congruencia con lo planteado en relación<br />

con los conceptos de “realidad contable” y “modelo contable” emerge<br />

el concepto de “sistema contable” como un constructo que aplica los<br />

lineamientos de la teoría general de sistemas. Teniendo en cuenta que se<br />

puede modelar (representar mediante modelos) desde diversas tendencias<br />

de pensamiento (con herramientas mentales derivadas de su aplicación),<br />

es necesario precisar que una de tantas tendencias es la representación<br />

sistémica, basada en los postulados de la teoría general de sistemas heredada<br />

de la biología y postulada, entre otros, por Bertalanffy.<br />

Igual que con el concepto de modelo, es posible aplicar el concepto de<br />

sistema a diversos aspectos de la realidad contable; podría ser aplicado<br />

a las prácticas contables (sistema laboral, sistema remuneración, sistema<br />

legal, etc.), al portafolio contable (sistema productos, sistema servicios,<br />

sistema mercado, etc.), a la formación contable (sistema didáctico, sistema<br />

pedagógico, sistema educativo, etc.) y, obviamente, a los aspectos duros<br />

tales como las aplicaciones tecnológicas (sistemas de inventario, sistema<br />

165


Marco Antonio Machado Rivera<br />

de nómina, sistema de costos, etc.). Todos estos aspectos contables son<br />

potenciales objetos de sistematización, aún cuando su aplicación en el<br />

mundo práctico se circunscribe al proceso de información contable.<br />

El concepto de sistema contable ha sido percibido como un conjunto de<br />

elementos que permiten la captura, identificación, clasificación, medición,<br />

registro y exposición de datos contables y, por tanto, la revelación de su<br />

constructo “hechos contables”. Fowler N. (1994, 241) define tautológicamente<br />

el sistema contable como “sistema diseñado para alcanzar los<br />

fines de la contabilidad”, en tanto que para otros se asemeja a sistema<br />

de contabilidad y se concibe como un “conjunto de sistemas coordinados,<br />

integrados e interrelacionados entre sí, los cuales forman un todo unitario,<br />

diferenciable de su ambiente (sistema de información), para la obtención<br />

de información financiera, utilizando métodos electrónicos, mecánicos o<br />

manuales” (Aguiar y otros, 1998, 244).<br />

La aplicación de la teoría (particularmente del concepto) de sistemas al<br />

ámbito de la contabilidad se ha reducido a los aspectos tecnológicos de<br />

la contabilidad, a las operaciones relacionadas con el sistema operativo<br />

contable o ciclo contable de procesamiento de la información; tal parece<br />

que aún la contabilidad, en los ámbitos académicos y en los de la práctica<br />

contable, ha sido incapaz de entender sistémicamente la realidad de las<br />

organizaciones y prueba de ello es que en la tabla 3 la definición de realidad<br />

contable y el concepto de modelo contable no se construyen en función<br />

del concepto de sistema.<br />

La contabilidad debe representar la realidad, ello implica que la disciplina<br />

debe tener la capacidad de revelar y transformar la realidad, realizar el registro<br />

convencional de las operaciones, explicar o construir explicaciones de<br />

lo que pasa en el mundo real, referenciar la hiperrealidad, crear semejanzas<br />

(metáforas) y analogías de la circulación de ingresos y riqueza (ver tabla 3).<br />

Ese esfuerzo racional de representar la realidad, le permitirá a la disciplina<br />

contable estar “de frente” a la realidad y no de espaldas a ella, observando<br />

y representando los instrumentos con los que la mide y expone; al dar el<br />

giro racional hacia la realidad es posible describir, explicar y transformar lo<br />

que pasa en las organizaciones.<br />

Los conceptos neurales relacionados con la representación, resaltados<br />

como “modelo contable” y “sistema contable”, no sólo se orientan al sistema<br />

duro (dispositivo tecnológico), incurren, además, en otro reduccionismo:<br />

partir del supuesto de que realidad es el segmento financiero y servir la<br />

idea de realidad dual (percepción dualista de la realidad). Adicionalmente, al<br />

referir modelos y sistemas contables (financieros, administrativos, sociales,<br />

etc.) se parte de la idea de una realidad segmentada per se y del supuesto<br />

de que la realidad se comporta de manera lineal y determinística.<br />

166 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

La contabilidad debe orientarse a construir modelos y sistemas del mundo<br />

real de las organizaciones, vale decir, modelar sistémicamente la realidad<br />

de las organizaciones en esos aspectos que le competen, tales como la<br />

circulación de renta y riqueza económica, las operaciones y actividades<br />

del ente, la existencia y circulación de objetos, hechos y personas del<br />

ente social, la hiperrealidad o simulacros de la realidad o la circulación de<br />

ingresos y de los agregados de riqueza (ver tabla 3).<br />

En últimas, la contabilidad debe construir modelos (con variables económicas,<br />

administrativas, sociales, etc.), representar la realidad construyendo<br />

un nexo entre la teoría contable y la práctica contable; así mismo, realizar<br />

abstracciones del mundo de las organizaciones aún con el riesgo de confundir<br />

modelo o representaciones con la misma realidad (física, mental o<br />

simbólica) de las organizaciones (ver tabla 3).<br />

Anteriormente se indicó que los conceptos de “modelo contable” y “sistema<br />

contable” parten de la idea de una realidad segmentada per se, lo que ha<br />

llevado al entendimiento de una realidad contable lineal y determinística.<br />

Igualmente, se ha analizado que éstos conceptos neurales se reducen al<br />

sistema tecnológico, dan cuenta del segmento financiero y sirven la idea<br />

de realidad dual.<br />

En este sentido, Morin plantea que “para obtener un buen principio de<br />

realidad, hay que situar la incertidumbre en el centro de la realidad” (2010,<br />

<strong>12</strong>8); en una época donde se han acabado las certidumbres, donde reinan<br />

los contextos globales, las contradicciones y el conflicto, este autor hace<br />

su apuesta por el pensamiento complejo y caracteriza como fallas el pensamiento<br />

disyuntivo, la fragmentación de la realidad, el reduccionismo de<br />

ésta a alguno de sus segmentos y el mecanicismo (pensamiento lineal).<br />

El pensamiento tecno-científico ha llevado a la humanidad, a los científicos,<br />

a ignorar la realidad (los seres, las gentes, las culturas). Frente a este<br />

panorama, Morin (2010, <strong>12</strong>9) sentencia que “vamos a morir por la falta<br />

de solidaridad. Vamos a morir, igualmente, por la falta de una reforma del<br />

pensamiento”. Quizás, la contabilidad al diseñar y aplicar sus modelos, ha<br />

tomado como objeto de representación su instrumental tecnológico y no<br />

la realidad a su alcance. Igualmente, el pensar que la contabilidad puede<br />

representar las cosas tal cual son, condena a ponderar la visión del mundo<br />

basada en el realismo ingenuo, frente a lo cual, Morin (2010, <strong>12</strong>1) convida<br />

a “rechazar el realismo trivial… lo real es un hervidero de posibilidades”.<br />

Finalmente, con base en estos considerandos, se invoca un cambio en la<br />

construcción de los modelos (sistémicos y no sistémicos) de los objetos<br />

de representación contable (realidad organizacional en contexto), haciendo<br />

eco a la alternativa que Morin (2010, 133) plantea para evitar la catástrofe<br />

de la humanidad (barbarie) cuando dice que “hace falta una formidable re-<br />

167


Marco Antonio Machado Rivera<br />

construcción intelectual, …una reforma del pensamiento”. Dicha reforma del<br />

pensamiento implica un cambio en las comprensiones de realidad, modelo<br />

y sistema contable para permitir el desarrollo del pensamiento contable.<br />

Conclusión<br />

La contabilidad como disciplina debe dar cuenta de la realidad a su alcance<br />

o realidad objeto de conocimiento, es decir, que debe representarla desde<br />

sus diversas dimensiones y sus diversos segmentos. Para dar cuenta de<br />

la realidad, la contabilidad hace uso de modelos, algunos de los cuales se<br />

expresan sistémicamente (aplicando la noción de sistema) y, en otros casos,<br />

se hace de manera diferente (como función o estructura).<br />

La realidad que estudia la contabilidad, es decir, la realidad a su alcance<br />

racional, es la social en sus diversas expresiones (circulación de renta y<br />

riqueza económica, operaciones y actividades del ente, existencia y circulación<br />

de objetos, hechos y personas del ente social, simulacros de la realidad<br />

o la circulación de ingresos y los agregados de riqueza); sin embargo, la<br />

representación de esta realidad contable se ha centrado, tradicionalmente,<br />

desde el acervo contable de sus definiciones, en el ciclo contable, el cual<br />

parte del dato que es probado a través de los documentos soporte que<br />

permiten operar el sistema informativo contable.<br />

Como elementos neurales relacionados con la representación en contabilidad,<br />

los conceptos de “modelo contable” y “sistema contable” parten de<br />

la idea de una realidad segmentada per se y de un entendimiento lineal<br />

y determinístico de los hechos contables. Igualmente, estos conceptos<br />

neurales se reducen al sistema tecnológico (ciclo contable), dan cuenta del<br />

segmento financiero y se cimentan en la idea de realidad dual, configurando<br />

así un pensamiento que no permite centrarse en la realidad compleja de<br />

las organizaciones, vale decir, que la mirada en el instrumento no permite<br />

captar la realidad y ello representa un riesgo para el desarrollo del pensamiento<br />

contable.<br />

Si bien, en la literatura contable al tratar estos conceptos (modelo contable<br />

y sistema contable) se menciona de manera subyacente la revelación de la<br />

realidad organizacional, en ella no se hace referencia a la realidad misma de<br />

las organizaciones, es decir, que no se le representa con las aplicaciones de<br />

estos conceptos; lo que, en términos generales, se ha representado (y se<br />

predispone representar) es el dispositivo para registrar, revelar e informar<br />

la realidad. El enfoque de modelo centrado en la realidad organizacional,<br />

permitirá abandonar el enfoque tecnológico tradicional orientado a representar<br />

el dispositivo contable; seguir haciendo referencia a los modelos<br />

como las variables relacionadas con el dispositivo de medición y exposición<br />

de los datos contables (unidad de medida, criterios de medición y capital<br />

168 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 152 - 171


Representación contable: de la revelación de los hechos a la construcción de la realidad<br />

a mantener) es limitar un poderoso instrumento de la ciencia, al plano<br />

meramente tecnológico.<br />

Se invoca la necesidad de un cambio en la construcción de modelos contables<br />

para cumplir con la misión racional de representar la complejidad de<br />

las organizaciones, es decir, su realidad compleja, lo que no implica simplemente<br />

reflejarla sino, en esencia, construirla socialmente. Representar la<br />

realidad de las organizaciones (desde sus diversas dimensiones y atributos<br />

variables) mediante el esfuerzo intelectual por explorarla, describirla, explicarla,<br />

comprenderla y transformarla, es una misión que la sociedad le ha<br />

encomendado a la contabilidad como corpus cognoscitivo, de naturaleza<br />

social, para mejorar la condición humana.<br />

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Marco Antonio Machado Rivera<br />

mmachado@economicas.udea.edu.co<br />

Profesor investigador de la Universidad de Antioquia. Director del Grupo de Investigación<br />

y Consultorías Contables (GICCO). Contador Público de la Universidad<br />

Nacional de Colombia. Candidato a Ph.D. en Ciencias Contables de la Universidad<br />

de los Andes (Venezuela). Especialista en Gerencia Estratégica de Costos y Gestión<br />

de la Universidad Central y Especialista en Ciencias Fiscales de la Universidad Antonio<br />

Nariño. Reconocido investigador en las áreas de teoría contable, investigación<br />

contable, modelación y representación contable.<br />

171


Producción académica sobre educación<br />

contable en Colombia 2000-2009:<br />

incidencia de la pedagogía crítica<br />

Fabiola Loaiza Robles<br />

Jamás acepté que la práctica educativa<br />

debería limitarse sólo a la lectura de la palabra,<br />

a la lectura del texto,<br />

sino que debería incluir la lectura del contexto,<br />

la lectura del mundo.<br />

Paulo Freire<br />

Resumen<br />

El artículo expone los resultados de<br />

la investigación realizada con el fin de<br />

caracterizar la incidencia de la pedagogía<br />

crítica en la producción académica<br />

de educación contable en Colombia,<br />

proyecto que se inscribe en la corriente<br />

de investigación interpretativa. La pedagogía<br />

crítica entrega posibilidades de<br />

apertura para una educación contable<br />

diferente en la cual hay un amplio camino<br />

en construcción, de tal manera, que<br />

este texto se convierte en una invitación<br />

para pensarnos y movilizarnos en el<br />

campo de la pedagogía crítica.<br />

Abstract<br />

This paper expounds the result of a research<br />

Project aimed at characterizing<br />

the implications of critical pedagogy in<br />

the academic production in the field<br />

of Accounting Education in Colombia,<br />

form an interpretative research point of<br />

view. Critical pedagogy delivers several<br />

possibilities for an accounting education<br />

different in which there is a wide path<br />

in construction in such a way that this<br />

paper becomes an invitation to reflect<br />

and mobilize ourselves in the field of<br />

critical pedagogy.<br />

Palabras clave<br />

Pedagogía crítica, educación contable,<br />

producción académica.<br />

Key words<br />

Critical pedagogy, accounting education,<br />

academic production.<br />

Primera versión recibida en agosto de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en noviembre de <strong>2011</strong><br />

172 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

Pre-texto de investigación<br />

Las preocupaciones que pueden generar los procesos educativos para<br />

quienes navegamos por estas aguas, se convierten en motores para movilizarnos<br />

a otras formas de ver y entender el fenómeno de la educación<br />

contable y, de esta manera, también, los procesos de investigación en<br />

nuestra disciplina y profesión se pueden nutrir de opciones teóricas diferentes<br />

a las tradicionales.<br />

Este trabajo bebe de la corriente educativa latina, específicamente, de la<br />

pedagogía crítica, tendencia que tiene sus orígenes en Brasil, con Paulo<br />

Freire (1921-1997), quien inicialmente la llamó pedagogía del oprimido;<br />

para él, cualquier educación es, en sí misma, política.<br />

El papel de la pedagogía crítica es “afrontar las necesidades de reproducción,<br />

apropiación, revaloración y, sobre todo, de generación, en el sentido<br />

de fundamentar un discurso y una práctica acorde con un mundo menos<br />

alienado, menos homogeneizado y menos fraccionado” (Muñoz, 1998, p.<br />

28), de manera que también es la encargada de formular otros postulados,<br />

siempre con la posibilidad de transformarse y de contraponerse al contexto<br />

y sus contradicciones.<br />

De tal modo, que al propender por un pensamiento crítico sea posible<br />

“aprender de qué forma podríamos comenzar a hacer una historia distinta<br />

del presente, es decir, de aquellos discursos y prácticas, que le han dado<br />

forma a nuestro pensamiento, que determinan lo que vemos y sentimos,<br />

con la esperanza de que a través de nuestra reflexión aquello que aún no<br />

ha sido pensado o imaginado pueda llegar a existir” (Martínez, 2004, p.<br />

403). De manera análoga que el discurso pedagógico pueda ser repensado<br />

desde un horizonte crítico, que apunte a la transformación de los imaginarios<br />

que se han creado desde discursos que no corresponden con nuestras<br />

verdaderas necesidades.<br />

La pedagogía crítica es una propuesta de enseñanza que intenta ayudar a<br />

los estudiantes a cuestionar y a desafiar la dominación, las creencias y las<br />

prácticas que la generan. En otras palabras, es teoría y práctica (praxis)<br />

en la que los estudiantes alcanzan una conciencia crítica, pero esto sólo es<br />

posible si los docentes se encuentran formados en esta línea, ya que aquí<br />

no se percibe, como en otras perspectivas, que el docente es sólo el asesor<br />

o el orientador, sino que el docente tiene un nivel de responsabilidad muy<br />

alto y sabe que es parte de un proceso de formación y de construcción de<br />

subjetividades e imágenes de mundo.<br />

En esta tradición, el maestro trabaja para guiar a los estudiantes a cuestionar<br />

las teorías y las prácticas consideradas como represivas (incluyendo<br />

173


Fabiola Loaiza Robles<br />

aquellas que se dan en la propia escuela), animando a generar respuestas<br />

liberadoras tanto a nivel individual como colectivo, las que ocasionan cambios<br />

en sus actuales condiciones de vida.<br />

Desde la pedagogía crítica se busca comprender el contexto educativo<br />

latinoamericano, que permita que nuestra praxis pedagógica y didáctica<br />

adquiera o refuerce ese sentido de lucha y de defensa, porque nuestro<br />

pensamiento no es como el de otras culturas… simplemente porque es<br />

el nuestro.<br />

Una pedagogía crítica parte de reconocer que la enseñanza debe situar<br />

al frente la relación del sujeto concreto con su existencia, es decir, con la<br />

vida, que no es exclusiva del ser humano. Se trata, entonces, de “generar<br />

conciencia en el darse cuenta y dar cuenta de las redes de relaciones de<br />

representaciones, símbolos y sentidos que están detrás de lo que se vive<br />

cotidianamente como natural y no como redes de significaciones y codificaciones<br />

históricamente construidas y, por lo tanto, históricamente posibles<br />

de ser deconstruidas y transformadoramente reconstruidas” (Quintar, 2005).<br />

Lo que conocemos como conocimiento es, sin duda, una construcción social<br />

que, como tal, tiene una carga simbólica, que es necesario que sea pensada<br />

desde los procesos didácticos de enseñanza y reconstruida en el aula.<br />

La pedagogía crítica se entrelaza con la pedagogía de la potenciación 1 o<br />

epistemología de la conciencia histórica, pensada y divulgada por el Dr.<br />

Hugo Zemelman Merino, donde lo epistemológico se aleja de la lógica del<br />

positivismo, que ve a la epistemología como el campo de conocimiento<br />

encargado de estudiar la estructura y la fundamentación de las ciencias,<br />

para centrarse en el proceso de complejización del conocimiento, donde el<br />

sujeto se resignifica en su ser y en su contexto en relación con la realidad<br />

y sus condiciones de existencia; la epistemología de la conciencia histórica<br />

implica un movimiento constante de los sucesivos actos de conciencia en<br />

niveles de abstracción cada vez mayores.<br />

De otra parte, la mirada de la pedagogía crítica reconoce aquellos actos<br />

enseñantes que se salen de las canónicas, de lo impuesto que, como se<br />

sabe, no producen hombres de pensamiento libre sino hombres de pensamiento<br />

constreñido o pensamiento apto para continuar con las lógicas en<br />

que nos hemos venido comprendiendo y devastando.<br />

La pedagogía crítica se planta sobre preguntas inquietantes, interrogantes<br />

que no siempre nos formulamos: “¿cuáles son las causas de que la racionali-<br />

1 Este término es acuñado por el Dr. Hugo Zemelman y consiste en resaltar que cada persona puede<br />

potenciar sus habilidades y conocimiento si tiene conciencia histórica, es decir, si se encuentra<br />

ubicado en su tiempo y espacio, y se relaciona de forma tanto racional como emocional con él,<br />

participando en su construcción y deconstrucción permanente.<br />

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Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

dad técnica perviva a pesar del reconocimiento de la necesidad de promover<br />

una racionalidad práctica y una acción emancipadora? ¿Por qué las teorías<br />

críticas se enseñan acríticamente y muchas veces dogmáticamente? ¿Qué,<br />

por qué y para qué enseñamos los enseñantes?” (Quintar, 2006, p. 21). En<br />

tales circunstancias, abordar un pensamiento abierto exige una didáctica<br />

abierta, que no se ciña a parámetros, que se desparametralice para que<br />

el acto del enseñante, tan auténtico o tan demeritado, siga produciendo<br />

sujetos que potencien su pensamiento.<br />

La pedagogía crítica es también una forma de leer la propuesta epistémica<br />

del presente potencial como discurso más amplio, más incluyente, planteado<br />

por el Dr. Hugo Zemelman, donde se da una relación de tránsito de<br />

un discurso epistémico a un discurso pedagógico. “La epistemología de la<br />

conciencia histórica o del presente potencial se entrelaza y fundamenta en<br />

un pensamiento pedagógico y didáctico que tiene como finalidad promover<br />

una educación emancipadora” (Quintar, 2005, p. 2). Toda propuesta<br />

teórica requiere en sus fundamentos de la fuerza que da una perspectiva<br />

epistemológica y esta es precisamente la unión que se puede dar entre la<br />

pedagogía crítica y la epistemología de la conciencia histórica, articulación<br />

que puede resultar de gran interés para los procesos pedagógico-contables<br />

que requieren de un sujeto con potencialidad de enseñanza y de aprendizaje<br />

de lo contable.<br />

Esta propuesta epistémica incorpora la idea de movimiento “en articulaciones<br />

constantes y permanentes de sucesivos actos de conciencia que<br />

permiten complejizar el conocimiento en niveles de abstracción cada vez<br />

mayores” (Quintar, 2005, p. 9). La realidad, ya sea ésta económica, política,<br />

educativa, ecológica, etc., con distinto ritmo, necesita distintas coordenadas<br />

de tiempo y espacio, es decir, se trata de recuperar la exigencia de que<br />

las cosas están en constante movimiento, de que la realidad nunca está<br />

estabilizada ni cristalizada.<br />

La idea de movimiento rompe con estos límites; ya los fenómenos no<br />

son sólo económicos, políticos o culturales, son todos a la vez, entonces<br />

expresan la multiplicidad de dinamismo que es muy complejo, porque son<br />

ritmos diferentes de la realidad, la realidad no es el compartimiento es una<br />

articulación. “Se busca estar en la vastedad de la realidad y no dejarse<br />

aplastar por los límites de lo que ya está producido; de ahí que se tenga<br />

que romper con las determinaciones histórico-culturales que nos conforman<br />

para rescatar el sujeto histórico como constructor y retador” (Zemelman,<br />

2003, p. 13); en este campo, la pedagogía crítica hace un proceso de fortalecimiento<br />

en esa mirada.<br />

El movimiento de la realidad supone movimiento del sujeto y esto es lo que<br />

plantea el problema de los parámetros, es probable que esos parámetros<br />

175


Fabiola Loaiza Robles<br />

no nos dejen ver una didáctica adecuada para enseñar, de tal manera, que<br />

lo teórico y lo práctico sigan escindidos, al cabo que el entorno se deteriora.<br />

Como es sabido, en el currículum se organizan las maneras, los contenidos<br />

donde, en la mayoría de casos, el sujeto queda afuera, porque lo que se<br />

muestra son realidades siempre externas al sujeto, entonces, lo que se<br />

pretende desde esta propuesta, es la inclusión del movimiento del sujeto,<br />

que no es más que la recuperación de su propia capacidad de pensar, de<br />

su propia capacidad de ver, no en términos de códigos disciplinarios ya<br />

preestablecidos sino de mundos abiertos, “podríamos, pues, estar enfrentando<br />

un quiebre que obliga a estar abiertos como nunca, en vez de optar,<br />

como ocurre, por una supeditación a los parámetros del poder; o bien del<br />

proyecto hegemónico” (Zemelman, 2005, p. 14). Aquí la pedagogía crítica<br />

entraría a fortalecer estas sendas en el sujeto, buscando que sea capaz<br />

de usar esos códigos disciplinarios a partir de su capacidad de preguntar,<br />

de su capacidad de conjeturar y de construir.<br />

Es ahí donde el individuo tiene que colocarse frente al conocimiento, no sumergirse<br />

en el conocimiento, sino ser capaz de usarlo, pero para poder usar<br />

el conocimiento necesita algo fundamental, y es la capacidad de recuperar<br />

su propia capacidad de discernimiento, su propia capacidad de pensar, de<br />

brindarle sentido a la relación con el conocimiento a partir de algo que le<br />

es externo, que va a surgir de su capacidad de ubicarse en un momento,<br />

es un sujeto que se compromete en teoría y en práctica; si ello no sucede,<br />

entonces, el proceso didáctico ha fallado; se requiere, además, “colocarse<br />

en el momento, requiere que el sujeto construya su conocimiento desde<br />

las interrogantes, que sepa formular desde el momento histórico en que<br />

está inserto” (Zemelman, 2005, p. 9). Se hace necesario, por lo tanto, un<br />

sujeto que se entienda como parte de la realidad, que conozca sus temáticas<br />

y problemáticas para que esto le permita formular cuestionamientos<br />

que potencien su capacidad de pensar y proponer soluciones contables.<br />

El objetivo es hacer que los estudiantes aprendan a pensar su momento,<br />

un momento que no está cristalizado, pues el movimiento del presente es<br />

su potencialidad y también son los intereses sobre dinamismos.<br />

Así las cosas, el hombre construye y la pedagogía crítica lo que le facilita<br />

es que el sujeto asuma la postura de constructo, esto supone desarrollar<br />

todas las fuerzas del sujeto, no solamente las del entendimiento, sino asumir<br />

una “postura epistemológica capaz de construir un conocimiento que<br />

devenga en la apropiación de lo necesario, de proyectarse en función de<br />

finalidades valóricas alternativas” (Zemelman, 2003, p. <strong>12</strong>), donde incluya<br />

también su emocionalidad, su imaginación y su voluntad, es ahí donde se<br />

da la relación de la epistemología del presente potencial con la pedagogía<br />

crítica, el presente nunca está cerrado, siempre está abierto; que esté<br />

cerrado depende del sujeto, no hay ninguna ley ontológica que cierre el<br />

176 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

presente y mucho menos en la educación contable que ha reconocido la<br />

necesidad de actuar sobre un pasado que se escapa con mucha celeridad<br />

y del cual hoy podemos observar las consecuencias de sus errores por la<br />

falta de conciencia.<br />

La pedagogía crítica parte de las siguientes premisas o supuestos teóricos,<br />

que he decidido agrupar por procesos:<br />

Tabla 1. Categorías de análisis<br />

Procesos de pensamiento<br />

La formación de un pensamiento libre<br />

La promoción de un pensamiento policausal<br />

La construcción social del conocimiento<br />

El conocimiento científico como medio e instrumento<br />

para decodificar la realidad<br />

Saber popular<br />

El planteamiento permanente de la duda<br />

La creatividad como medio para resolver lo cotidiano<br />

Procesos comunicativos<br />

Nuestras pobrezas lingüísticas para dar cuenta de<br />

la realidad<br />

La potencia del lenguaje para convocar acontecimientos<br />

La comunicación horizontal<br />

Significación de los imaginarios<br />

Procesos de contextualización<br />

La realidad como una totalidad contradictoria<br />

Transformación de la realidad social<br />

Participación social<br />

La participación real<br />

Identidad cultural<br />

El mundo y lo que en él hay de enriquecedor<br />

Proceso educativo<br />

El reconocimiento de la educación como práctica<br />

social intencional<br />

Diálogo como base educativa<br />

La reflexión constante de lo que se enseña y se<br />

aprende<br />

Principio de práctica – teoría – práctica<br />

Humanización de los procesos educativos<br />

Contextualización del proceso educativo<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

La construcción social del conocimiento y la participación real, conlleva a<br />

un sujeto dispuesto a generar, a recrear y no siempre a esperar, un sujeto<br />

que se sienta parte de interpretación y comprensión de lo contable y, por<br />

lo tanto, que puede convertirse en constructor de su conocimiento.<br />

La pedagogía crítica es un eslabón imprescindible para la construcción de<br />

un hombre nuevo, constructor de un mundo nuevo, teniendo en cuenta que<br />

este hombre es el sujeto principal del proceso de cambio y, como tal, una<br />

comprensión crítica de la realidad dada a partir del diálogo como base de<br />

los procesos educativos es clave en esta propuesta pedagógica.<br />

La formación de un pensamiento libre y la realidad como totalidad contradictoria<br />

se insertan en la enseñanza en el sentido que esta realidad debe<br />

ser pensada como sistémica y compleja, y la libertad del pensamiento no<br />

se refiere a que cada quien piense lo que quiera sino que se deben dar las<br />

diferentes posibilidades de análisis, que permitan una reflexión constante<br />

del que enseña y aprende.<br />

177


Fabiola Loaiza Robles<br />

El conocimiento científico hace parte de esta propuesta, ya que la enseñanza<br />

no se puede basar sólo en lo emocional o en la intuición; es necesario<br />

un contenido temático fuerte, se hace pertinente un trabajo que sea, en lo<br />

posible, transdisciplinar, pues las problemáticas ameritan miradas holísticas.<br />

Al pensar la pedagogía crítica en el contexto de la educación contable hay<br />

que partir por el reconocimiento de un contexto institucional organizado a<br />

través del cual se da la práctica pedagógica y, mediante ésta, la regulación<br />

de las posiciones de los sujetos y de sus relaciones sociales en el contexto<br />

educativo, que se presenta como estructura organizada para la reproducción<br />

de discursos primarios, y se constituye en redes para la estructuración de<br />

experiencias, las que preparan a los sujetos para actuar en el escenario<br />

laboral-profesional.<br />

De aquí se desprende que la pedagogía contable tenga la facultad de reconstruir<br />

las prácticas sociales significantes en dicho campo, por lo cual,<br />

su estructuración no puede ser descuidada, pues si nos mantenemos al<br />

margen, la intención de ciertas agencias y agentes de control simbólico<br />

harán de éste un dispositivo con pretensiones homogeneizantes y de la<br />

pedagogía una forma de construir nuevos signos y significantes sociales<br />

y culturales para ubicar al sujeto frente o a favor del nuevo orden mundial.<br />

La educación contable necesita que se fortalezca el saber pedagógico contable,<br />

sin desconocer su naturaleza social, atendiendo a los lineamientos<br />

que, por ejemplo, presenta la pedagogía crítica, “cuya finalidad ética se<br />

funde sobre principios de argumentación de la vida, ya que su ausencia<br />

parece amenazar todo asomo de la misma” (Muñoz, 1998, p. 28), de manera<br />

que este tipo de pedagogía se construye desde un discurso y un horizonte<br />

crítico que buscan opciones frente al mundo contemporáneo, acorde con<br />

las diferentes concreciones culturales, por lo cual es necesario el trabajo<br />

en opciones pedagógicas contables con sólidas bases de análisis de discurso,<br />

desarrolladas en los escenarios que poco a poco se han convertido<br />

en espacios de resistencia del campo contable.<br />

Al respecto, se observa que en Colombia se han presentado varios trabajos<br />

configurados desde la perspectiva crítica y que pueden constituirse<br />

en antecedentes para el presente proyecto, es el caso de las ponencias<br />

presentadas en el VII Simposio Nacional de Investigación Contable y Docencia<br />

(2008, Universidad Nacional-CCINCO) titulado Perspectivas críticas<br />

de la contabilidad. Reflexiones y críticas contables alternas al pensamiento<br />

único, en especial, se destaca en este evento el trabajo del profesor Gregorio<br />

Giraldo, Repercusión de la teoría crítica en la investigación contable.<br />

También se destacan los dos seminarios internacionales de Perspectivas<br />

críticas de la contabilidad contemporánea (2007 y 2009, Universidad del<br />

178 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

Valle y Universidad Javeriana de Cali). El libro Pensamiento contable:<br />

Memorias de los congresos de estudiantes. Colombia 1984-2000 (2001,<br />

Universidad del Valle), editado por el profesor William Rojas; y el trabajo de<br />

las profesoras Claudia Barrios, Tatiana Fúquene y Jorge Eduardo Lemos,<br />

Desarrollo de la investigación en el Centro Colombiano de Investigación<br />

Contable (2009, Universidad del Valle).<br />

La pedagogía crítica forma parte de “la diversidad pedagógica que se<br />

registra en las múltiples expresiones que hoy abundan en América Latina,<br />

constituye una muestra significativa del potencial inmensamente rico que<br />

va mucho más allá de aquello que la sociedad del capitalismo tardío quiere<br />

ver con lo cual se están iniciando procesos de transformación cultural de<br />

hondo calado” (Martínez, 2004, p. 398). El campo educativo cuenta con movimientos<br />

sociales, como la Expedición Pedagógica Nacional, que trabajan<br />

en la construcción de nuevas formas de representación de sí mismos y del<br />

ambiente social y cultural de la educación colombiana. Es pertinente que<br />

desde el campo de la educación contable nos acerquemos a este tipo de<br />

trabajos que se desarrollan desde diferentes frentes de acción y defensa<br />

por una educación pensada desde nosotros para nosotros, con el fin de<br />

comprender y estructurar desde un horizonte crítico la educación contable<br />

en Colombia.<br />

La educación contable a nivel mundial se encuentra transitando por la<br />

senda de la teoría crítica, Colombia no ha sido ajena a este proceso, así<br />

que teniendo en cuenta el panorama anterior, resulta de interés analizar<br />

la producción académica en educación contable en Colombia y, para tal<br />

fin, se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué incidencia ha<br />

tenido la pedagogía crítica en la producción académica sobre educación<br />

contable en Colombia en los últimos diez años (2000-2009)?<br />

Para resolver la pregunta anterior, el objetivo general del proyecto estuvo<br />

centrado en caracterizar la incidencia de la pedagogía crítica en la producción<br />

académica sobre educación contable realizada en Colombia, a<br />

través del análisis de artículos y ponencias publicados en los últimos diez<br />

años (2000-2009), con el fin de determinar posibles aproximaciones a los<br />

planteamientos educativos de la escuela latina. Y los objetivos específicos<br />

fueron: reconocer los componentes que estructuran la escuela latina en<br />

educación, que dan origen a los planteamientos de la pedagogía crítica;<br />

revisar y sistematizar la producción académica en educación contable de<br />

los últimos diez años; y, por último, determinar el avance que se ha presentado<br />

en la producción académica en educación contable en Colombia<br />

con relación a la tendencia crítica.<br />

Camino de la investigación<br />

La investigación se realizó bajo el método hermenéutico, que busca interpretar<br />

en el discurso escrito de teóricos e investigadores de la educación<br />

179


Fabiola Loaiza Robles<br />

contable, la incidencia de la pedagogía crítica en la producción académica<br />

sobre educación contable realizada en Colombia, a través del análisis de<br />

artículos y ponencias publicados en los últimos diez años (2000-2009),<br />

con el fin de determinar posibles aproximaciones a los planteamientos<br />

educativos de la escuela latina; implica una mirada desde la perspectiva<br />

epistemológica que brinda la hermenéutica ya que el trabajo tuvo su base<br />

en la interpretación de los artículos de educación publicados en r<strong>evista</strong>s<br />

indexadas y que han tenido un reconocimiento permanente en los últimos<br />

diez años; éstas constituyeron la unidad de trabajo de la presente investigación<br />

que busca dar sentido a la educación contable crítica en Colombia.<br />

La hermenéutica como corriente filosófica encuentra en Georg Gadamer<br />

1900-2002, uno de sus mayores exponentes; Gadamer considera la interpretación<br />

y la comprensión de sentido como el problema del cual se ocupa la<br />

hermenéutica, a través del correcto acuerdo sobre un asunto que tiene lugar<br />

en medio de la simbología del lenguaje. Para que éste se dé, debe existir<br />

una ruptura con el escritor o autor, así como con un destinatario o lector.<br />

Para que el fenómeno de la comprensión y de la correcta interpretación<br />

tenga lugar, es necesario elaborar un lenguaje común entre ambos interlocutores,<br />

en el que se fusione pensamiento y habla, para construir y<br />

deconstruir los sentidos objetivos que dan forma a la realidad.<br />

La hermenéutica no es un saber dominador, ella misma se somete a la<br />

pretensión dominante de un texto, ya que todo lo escrito está elevado a una<br />

esfera de sentido inherente al mismo, que sólo puede develarse mediante<br />

normas objetivas de interpretación que serán explicadas más adelante en<br />

el análisis de información. La hermenéutica como teoría de la interpretación<br />

es también teoría del sentido ya que, en últimas, lo que se interpreta es el<br />

sentido del texto.<br />

Teniendo en cuenta que el presente trabajo buscó interpretar la incidencia<br />

de la pedagogía crítica en la producción académica sobre educación contable,<br />

resulta muy pertinente trabajar la hermenéutica teniendo en cuenta<br />

que al estudiar el lenguaje de esta corriente educativa se pueden develar<br />

interesantes construcciones para la comprensión de una experiencia colectiva<br />

humana, como es la educación contable.<br />

El diseño de investigación es documental argumentativa, ya que gira en<br />

torno a la producción académica en educación contable publicada durante<br />

los últimos diez años, donde a partir de un análisis categorial se pretendió<br />

extractar de los artículos analizados posibles aspectos de la pedagogía<br />

crítica. El carácter argumentativo se define por la construcción de sentido<br />

que se dará en el análisis de la información.<br />

180 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

El diseño documental argumentativo ofrece un marco metodológico para<br />

analizar aspectos esenciales de la pedagogía crítica que se pueden encontrar<br />

en los artículos analizados para la presente investigación.<br />

Teniendo en cuenta que esta investigación estuvo orientada por la perspectiva<br />

epistemológica planteada por Georg Gadamer, el proyecto está dividido<br />

en tres momentos que corresponden al círculo hermenéutico propuesto por<br />

este autor; también pueden ser analizados en forma de ciclos, puesto que<br />

se refiere a la posibilidad de estar dando una mirada cíclica, permanente,<br />

que revele aquellos aspectos que en un primer paso no se intuyen.<br />

El primer momento está referido a entender el significado textual, acá se<br />

hace una aproximación a la realidad social desde la teoría, con el fin de<br />

focalizar el problema de investigación. En este primer ciclo se definió el<br />

campo de conocimiento y se construyó el planteamiento del problema;<br />

al tener claridad al respecto, se realizó la búsqueda de antecedentes, se<br />

plantearon los objetivos; a partir de allí, se diseñó la estrategia metodológica<br />

y, a la par, se fueron articulando los diálogos teóricos, para culminar esta<br />

fase con la elaboración del proyecto.<br />

El segundo momento, interpretar el significado intertextual, se refiere a la<br />

argumentación interpretativa para originar una confrontación dialógica donde<br />

se dé una lectura conjunta y crítica entre investigador y la unidad de trabajo.<br />

El segundo ciclo se centró en el trabajo de campo referido a recolección y<br />

análisis documental, donde se identificaron las categorías encontradas en<br />

sus discursos y se hizo un diálogo intertextual.<br />

Por último, comprender y dar sentido contextual; se realizó una inferencia o<br />

abstracción semántica donde, a la par con la interpretación, se comprende<br />

el sentido de la pedagogía crítica en la educación contable. En este último<br />

ciclo se efectuó la interpretación de la información, con la construcción de<br />

las relaciones categoriales, se realizó el diálogo teórico, para concluir con<br />

la discusión académica.<br />

Las fuentes secundarias de la investigación, fueron los artículos de educación<br />

contable publicados en las siguientes r<strong>evista</strong>s indexadas o que se<br />

encuentran en circulación hace más de diez años 2 :<br />

• R<strong>evista</strong> Lúmina – Universidad de Manizales.<br />

• R<strong>evista</strong> PorikAn – Universidad del Cauca.<br />

• R<strong>evista</strong> Contaduría – Universidad de Antioquia.<br />

• R<strong>evista</strong> Legis del Contador/Internacional de Contabilidad y Auditoría –<br />

Legis Editores.<br />

2 Ver anexo 1 – Unidad de Trabajo<br />

181


Fabiola Loaiza Robles<br />

La técnica que se utilizó fue la revisión documental, que es el proceso de<br />

lectura, síntesis, representación y recuperación de un texto, puede tomar<br />

la forma de un sumario, resumen, índice alfabético de temas o códigos<br />

sistemáticos.<br />

En la revisión documental “se vinculan procesos de selección y análisis<br />

documental, por tanto, es necesario hacerlas de manera sistemática y registrarlas<br />

en fichas bibliográficas y de contenido” (Galeano, 2004, p.<strong>12</strong>0),<br />

y tiene dos fases: análisis formal y análisis de contenido.<br />

Análisis formal es aquel que recoge todos los elementos objetivos del<br />

documento: tipo, autor, título, editorial, fecha, número de páginas, idioma<br />

original, etc. Se trata de un análisis externo del documento que extrae<br />

aquellos datos que lo distinguen típicamente de los demás.<br />

El análisis de contenido es aquella operación intelectual o automática según<br />

la cual se describe aquello de que trata el documento, se seleccionan los<br />

conceptos o categorías que se relacionen con los tópicos a analizar en la<br />

investigación. En primera instancia, se utiliza un lenguaje natural, es decir,<br />

aquel en el que está escrito el documento resumido, pues consiste en la<br />

síntesis del contenido que trata el documento; luego se trabaja un lenguaje<br />

documental, que es un lenguaje artificial, creado con el objeto de traducir<br />

la información contenida en los documentos.<br />

Entrelíneas<br />

La información se analizó, como ya se indicó, a través de la hermenéutica,<br />

que viene del griego “hermenéuiein” que traduce auscultar, comprender o<br />

enunciar un pensamiento; así mismo es decodificar y dilucidar un mensaje<br />

o un contenido de texto.<br />

La hermenéutica, como es sabido, incluye la interpretación y la comprensión<br />

de sentido, para lo cual se parte por afirmar que la comprensión en<br />

las ciencias sociales es histórica, un texto sólo se vislumbra cuando se<br />

percibe en su contexto; la lectura implica la participación de ese sentido<br />

pasado en uno presente, sin ser necesaria la congenialidad para reconocer<br />

lo verdaderamente significativo, es decir, el sentido originario de la tradición.<br />

La comprensión está íntimamente relacionada con lo conceptual, este<br />

enunciado propone rechazar toda afirmación que niegue la unidad interna<br />

de palabra y objeto; y afirmar que comprender es siempre apropiación de lo<br />

dicho hasta que se convierte en cosa propia. “La comprensión no es nunca<br />

un comportamiento subjetivo respecto a un objeto dado sino que pertenece a<br />

la historia factual, esto es, al ser de lo que se comprende” (Gadamer, 1984).<br />

Por lo anterior, se planteó para este trabajo una estructura de análisis<br />

hermenéutico ya que la comprensión depende del reconocimiento de lo<br />

182 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

que otro sujeto quiere decir o piensa sobre la base de signos de todo tipo<br />

en los que se expresa su vida, para este caso, lo referido a la producción<br />

académica en educación contable en Colombia en los últimos diez años.<br />

La interpretación no es un medio para producir la comprensión, sino que<br />

se incluye ella misma en el contenido de lo que se comprende. La interpretación<br />

coloca el tema en la balanza de las palabras, donde el intérprete<br />

aporta sus propios conceptos para que la referencia del texto se haga lenguaje<br />

y se comprenda su sentido. “Todo comprender es interpretar, y toda<br />

interpretación se desarrolla en el medio de un lenguaje que pretende dejar<br />

hablar al objeto y es al mismo tiempo el lenguaje propio de su intérprete”<br />

(Gadamer, 1984, p. 467).<br />

El intérprete es quien le vuelve a dar sentido a los signos y en esta resurrección,<br />

como la llama Gadamer, siempre estarán implicadas las ideas<br />

de éste, de esta manera se llega a un acuerdo entre interlocutores o a un<br />

consenso sobre las cosas; la interpretación no es un acto complementario y<br />

posterior al de la comprensión, sino que comprender es siempre interpretar.<br />

En el presente trabajo se realizó un diálogo constante entre la producción<br />

académica publicada en educación contable, los referentes teóricos y, a<br />

partir de allí, las interpretaciones dadas por la autora.<br />

Leer el contexto educativo-contable significa no quedarse prisionero de<br />

parámetros que anticipan lo que el contexto es, que imponen significados<br />

a los términos, pero en función de un contexto que no corresponde con<br />

las verdaderas realidades, es decir, la educación contable se encuentra<br />

permeada por diferentes discursos que muchas veces no leen nuestro<br />

contexto sino que son apropiaciones de otras lecturas.<br />

La educación contable debe propender por la configuración de un sujeto con<br />

identidad social hacia el contexto organizacional colombiano y es, precisamente,<br />

en la pedagogía crítica, desde donde se puede lograr este cometido,<br />

pues ésta tiene como objetivo la recuperación del sujeto en su memoria,<br />

historia y olvido, para trabajarlo en la configuración de dicha identidad.<br />

La pedagogía crítica como crítica de la lógica de contenido y en su aspiración<br />

por recuperar la historicidad del sujeto, la conciencia histórica y la<br />

manera en que el sujeto se pone frente a las diferentes situaciones humanas,<br />

propone que “es en la conciencia de la propia realidad en la que se<br />

pone de manifiesto el ser humano y su capacidad cognoscente, es en esa<br />

realidad en la que puede re-significar sentidos y significados de lo construido<br />

históricamente como conocimiento científico y tecnológico universal y no<br />

viceversa” (Quintar, 2005, p. 11). En esta perspectiva, el sujeto involucrado<br />

en la formación contable debe estar en capacidad de poner en cuestión los<br />

contenidos de dicho campo, para analizar críticamente los conocimientos<br />

que forman parte de su explicación y comprensión del mundo contable.<br />

183


Fabiola Loaiza Robles<br />

Pensar en la amplitud del campo pedagógico de la educación contable<br />

connota una recuperación de la voz del maestro y del estudiante desde una<br />

conciencia histórica, social y política, que se unifique en lo contable, una<br />

recuperación de su carácter de sujeto de pensamiento crítico e innovador.<br />

“El sentido que la enseñanza adquiere en esta propuesta es el de promover<br />

el deseo de saber en la conciencia de sí y del mundo para actuar en él<br />

autónoma-instrumentada y transformativamente, es decir, aprehender en<br />

la conciencia de nuestra propia existencia material des-naturalizando lo<br />

dado como natural” (Quintar, 2006, p. 45), ese deseo por el saber que se<br />

debe alimentar de la conciencia que se adquiere en el proceso educativo<br />

contable es una de las claves potenciadoras que, en últimas, permitirá otro<br />

tipo de lecturas de la realidad y problemática contable.<br />

Precisamente, en esa recuperación de la voz del maestro encontramos<br />

las diferentes tendencias en los temas abordados en los artículos que<br />

hacen parte de la unidad de trabajo, temáticas como la caracterización<br />

de la educación superior, los estándares internacionales de educación, la<br />

educación virtual, currículo, acreditación, estándares mínimos de calidad,<br />

discurso pedagógico contable, competencias formativas, exámenes de<br />

calidad de la educación superior, educación contable y medio ambiente,<br />

formación humanista.<br />

Teniendo en cuenta que esta propuesta se centra en movilidades desde la<br />

palabra, la vivencia y la práctica, es importante resaltar las preocupaciones<br />

que en diálogo interpretativo con los autores de los artículos se pueden<br />

vislumbrar.<br />

• Una de las preocupaciones está relacionada con el tema ambiental, con<br />

la forma como la pedagogía ambiental puede permear la enseñanza de<br />

la contaduría sin que se parta de la fragmentación que divide lo ambiental<br />

en lo físico-natural y lo simbólico-social, desconociendo que lo social<br />

también hace parte del medio ambiente.<br />

• La crisis universitaria y el papel que se ha venido desempeñando desde la<br />

educación contable, una crisis relacionada con la imposibilidad de poder<br />

dar cuenta de las dinámicas y movimientos que se presentan por fuera<br />

del círculo universitario.<br />

• La preocupación por la formación con pensamiento crítico, con habilidades<br />

cognitivas que puedan estar enfocadas a la creación de un pensamiento<br />

original donde se potencien las competencias investigativas.<br />

• La forma como se maneja el conocimiento científico en el aula, planteando<br />

que las dinámicas de enseñanza no se deben centrar en el tema sino en<br />

las problemáticas que de allí se pueden derivar.<br />

184 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

• El rol del docente y del estudiante, la forma como se relacionan, el papel<br />

protagónico del uno y del otro, entendiendo la responsabilidad que implica<br />

el acto de enseñar en el contexto actual.<br />

• Las nuevas herramientas virtuales y la posibilidad de aprender y construir<br />

conocimiento desde allí, ya que “la inmensa infraestructura de la red y<br />

de la tecnología que recoge la nueva sociedad, han abierto perspectivas<br />

que ofrecen al sector educativo valiosísimos recursos y servicios para<br />

enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, donde lo importante<br />

ya no es cuánto enseña un docente, sino cuánto está dispuesto a<br />

aprehender un estudiante, redefiniendo con ello los roles que uno y otro<br />

deben asumir en lo que hoy se ha venido a denominar como educación<br />

on-line, e-learning, educación virtual, aula virtual o entornos virtuales de<br />

aprendizaje” (Betancur, 2008, p. 108), se resalta la importancia de que<br />

cada vez más los docentes hagan más uso de la tecnología que permite<br />

otra forma de relación con los estudiantes.<br />

• Carácter pragmático de los estándares internacionales ya que el enfoque<br />

de la regulación educativa de IFAC está direccionado a: 1) Entender<br />

las necesidades actuales y futuras de los usuarios de los profesionales<br />

contables y sus implicaciones para la educación contable. 2) Desarrollar<br />

estándares, guías y otras formas de apoyo y asistencia para… las instituciones<br />

afiliadas al IFAC. 3) Ser garante de la aplicación de éstas. 4)<br />

Promover la educación para los contadores profesionales (Gómez, 2007,<br />

p. 28).<br />

• Discurso pedagógico contable y contexto educativo, la forma como se<br />

caracteriza, analizado desde los planteamientos teóricos de la pedagogía<br />

crítica. Para tal cometido, se plantea en primera instancia que el discurso<br />

pedagógico tiene su aplicación en el sistema cultural y que, como tal, se<br />

ha convertido en un dispositivo que genera significaciones culturales.<br />

• Formación cultural en educación contable, que trata de entender la manera<br />

en que se puede presentar una nueva cultura contable que contribuya al<br />

desarrollo de la sociedad, al progreso cultural y a la equidad en la distribución<br />

de la riqueza, es decir, al mejoramiento de la calidad de vida, donde<br />

se critica el papel de las facultades y programas de contaduría pública<br />

en relación con la formación técnica y financiera de los profesionales<br />

contables, motivando a cambios de vista. La educación debe basarse en<br />

cuatro aprendizajes: aprender a conocer, a hacer, a ser, y a vivir juntos,<br />

para lo que se requieren unos elementos a los cuales se les debe sumar<br />

la formación ética.<br />

• Indiscutiblemente otra preocupación que aparece con frecuencia es la<br />

interdisciplinariedad curricular, donde se hace énfasis en la necesidad<br />

185


Fabiola Loaiza Robles<br />

de pasar de una mirada multidisciplinar y fraccionada, a una interdisciplinaria,<br />

donde prime la visión de lo contable con claridad para entender<br />

su relación con el entorno académico-disciplinar al que está adscrita. Se<br />

plantea, entonces, que “la educación por su parte debe fundamentarse en<br />

aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir<br />

juntos” (Cardona y Zapata, 2002, p. 44). Para lo cual se requiere de una<br />

vasta cultura y reconocimiento de la sociedad, por lo que se hace mención<br />

a que la educación del contador requiere de valores y de conocimientos<br />

éticos.<br />

• Los programas contables carecen de un marco conceptual, que permita<br />

visibilizar los mecanismos regulativos y de control que subyacen a los<br />

discursos, las prácticas, los agentes y los contextos involucrados, en la<br />

configuración del discurso pedagógico y de los modelos curriculares, por<br />

lo cual plantea que la universidad debe adoptar una postura de “indisciplinamiento”,<br />

entendido como un acto de rebelión contra los saberes<br />

enclaustrados en parcelas fijas, descontaminadas y asépticas de nuevas<br />

reelaboraciones, asumiendo que vivimos tiempos y espacios marcados por<br />

la simultaneidad de las reapreciaciones y la volatilidad de la multiplicidad<br />

(Martínez, 2007, p. 46). Las disciplinas, entonces, deben producir un discurso<br />

más completo a partir de las diferentes disciplinas que aportan a su<br />

construcción autónoma, ya que las profesiones poseen como soporte los<br />

discursos de las diferentes disciplinas que moldean su praxis social y no<br />

existen bajo la forma de disciplinas puras, tangencialmente intervenidas<br />

por relaciones discursivas consideradas, en oportunidades accesorias a<br />

la matriz disciplinar.<br />

• Los planes de estudio sobrecargados se ha convertido en un tema de<br />

gran preocupación, pues los programas de hoy sufren de una sobrecarga<br />

temática y saturación de información, donde se deja deliberadamente por<br />

fuera la posibilidad de ampliación que facilite la re-contextualización y profundización<br />

de saberes, cortando el avance intelectual, ético y actitudinal<br />

de los estudiantes; a veces se pretende que el estudiante maneje todo<br />

pero que no profundice en nada, sin embargo, cuando estos intentos se<br />

han hecho, lo que se observa es otro problema y es que se retiran los<br />

cursos de teoría o los relacionados con humanidades.<br />

• Importancia de la lectura como base para la formación de pensamiento<br />

policausal, crítico, creativo.<br />

• La articulación de las ciencias humanas y sociales al estudio permitirá<br />

generar profesionales que se resistan al consumo, donde se dé cuenta<br />

de los “destrozos humanos que están detrás de miles de empresas<br />

exitosas” (Rojas, 2008, p. 272). Se plantea un rechazo por la educación<br />

alejada de las letras, las artes y la escritura, educar se dignifica cuando<br />

el profesional mira más allá de las ambiciones, además, asegurando una<br />

186 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

articulación con las ciencias sociales y humanas que genere una vida<br />

digna, mostrando a la contabilidad como algo más que una ciencia objetiva<br />

y neutral, generando profesionales que piensen y actúen de manera<br />

inquieta y proactiva; por tal razón, la educación contable requiere de la<br />

ayuda de las ciencias sociales y humanas facilitando la aprehensión de las<br />

representaciones y valores característicos de la etnicidad colombiana, por<br />

lo que un programa que no tenga en cuenta esto, pone “al estudiante al<br />

servicio de la afraternidad” (Rojas, 2008, p. 262) por lo que los programas<br />

deben siempre estar acordes con su época y medio social.<br />

• La carencia de docentes con una formación adecuada, que incide drásticamente<br />

en la calidad de la educación; existe una preocupación porque la<br />

docencia ha sido abarcada por profesionales exitosos en la práctica pero<br />

con limitaciones para la docencia, con muchas ocupaciones y que, en sus<br />

clases, comentan experiencias vividas pero con carencias pedagógicas<br />

y ausencia de calidad.<br />

• Otra preocupación tiene que ver con las competencias enfocadas al mercado<br />

laboral, ya que la educación contable en países como Colombia,<br />

siempre ha sido el producto de un interés estratégico, mas no de una<br />

necesidad disciplinar, lo cual se ve reflejado en los programas académicos,<br />

que generan profesionales preparados para los intereses de corto plazo<br />

descuidando la formación con intervención social en la realidad. Aunque<br />

se ha intentado hacer un esfuerzo por una educación menos técnica, más<br />

humanística y apoyada en los saberes aún no se ha logrado. A esto se le<br />

suma la globalización con una serie de cambios y contradicciones.<br />

• Y, por último, no podía faltar la necesidad de la transversalidad de la<br />

investigación, donde se pretende que no se convierta sólo en tema de<br />

los cursos de metodología o seminarios de investigación, sino que ésta<br />

sea una necesidad que se piense y se trabaje en todos los espacios<br />

académicos del pénsum para que, de esta forma, sea más evidente su<br />

importancia y se brinden construcciones que tengan un verdadero aporte<br />

para quien las realiza y para la disciplina y profesión contables.<br />

Las preocupaciones de los autores colombianos en educación contable<br />

se encuentran vinculadas con la tendencia latina, ya que tocan aspectos<br />

fundamentales de esta propuesta pero no se ha hecho con el rigor que implica<br />

trasegar por el campo de la pedagogía crítica, se mencionan aspectos<br />

pero, algunas veces, sin saber que éstos hacen parte de una corriente muy<br />

importante en educación como es la pedagogía crítica.<br />

Reflexión final<br />

La pedagogía crítica entrega posibilidades de apertura para una educación<br />

contable diferente, es una propuesta que se está gestando en el ámbito<br />

187


Fabiola Loaiza Robles<br />

contable; por lo tanto, no se han medido los logros de lo teórico o lo práctico;<br />

se deduce que hay un camino amplio en construcción, es una apuesta al<br />

optimismo sin ingenuidades, pero sustentada en teorías que, cualquiera<br />

sea la circunstancia, indaga por el sujeto; pretende, entonces, visibilizar<br />

aquello que subyace en los discursos teóricos. Varias posibilidades para<br />

la educación contable se desprenden de esta investigación, tales como:<br />

• Se observa, de acuerdo con las indagaciones bibliográficas realizadas,<br />

que la pedagogía crítica resulta ser una valiosa herramienta para la educación<br />

contable, ya que presenta una perspectiva amplia de formación<br />

de sujetos con pensamiento crítico.<br />

• La pedagogía crítica en la educación contable sería la encargada de la<br />

inclusión del movimiento del sujeto, que no es más que la recuperación<br />

de su propia capacidad de pensar, de su propia capacidad de ver, no en<br />

términos de códigos disciplinarios ya preestablecidos, sino que sea capaz<br />

de usar esos códigos disciplinarios.<br />

• La pedagogía crítica, dentro de sus objetivos, pretende develar los discursos<br />

que se encuentran ocultos y configuran visiones de mundo en<br />

determinados contextos; para el caso que nos ocupa, es importante ver<br />

cómo los discursos contables están determinados fundamentalmente por<br />

una perspectiva instrumental funcionalista, dejando al margen importantes<br />

elementos culturales, sociales, entre otros; por lo tanto, la pedagogía<br />

crítica permite formas de análisis y de sentir que incluyen al sujeto para<br />

que sea capaz de construir discursos que contribuyan a una adecuada<br />

formación crítica del sujeto en lo contable, donde pueda reconocer posibilidades<br />

de realidad sistemáticas y complejas, aislándose de visiones<br />

unilaterales.<br />

• Se reconoce que las dimensiones trabajadas desde la pedagogía crítica<br />

(política, cultural y económica) deben entenderse como articuladas en lo<br />

contable.<br />

• La corriente crítica en la educación contable es una vía que está en construcción<br />

y, por lo tanto, sus ámbitos, límites y horizontes aún no están<br />

claros, por ello, en la medida que se investiga se puede teorizar, es una<br />

propuesta que se está constituyendo.<br />

• A través de la pedagogía crítica se pueden revisar las lógicas de razonamiento,<br />

el sentido lógico y las consideraciones de realidad incluidas en<br />

la enseñanza de lo contable.<br />

• La pedagogía crítica puede ser una aliada en la comprensión de lo contable,<br />

permitir la incorporación del conocimiento al ámbito emocional, y<br />

generar un cambio en la cosmovisión tradicional, unilateral y limitada de<br />

188 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

lo contable; en este sentido, se trata de incluir al sujeto, no imponerle un<br />

discurso ya armado, sino que éste sea capaz de construir el suyo, pero<br />

¿qué significa discurso en este contexto?, significa reconocer posibilidades<br />

de realidad no unilateralmente, sino reconocerlas en toda la complejidad<br />

que tiene la realidad, que son sus múltiples dimensiones, las distintas<br />

opciones de construcción de realidad que existen.<br />

• La pedagogía crítica tiene dispositivos importantes para reflexionar y actuar<br />

dentro de la formación contable. No es suficiente con saber teorías,<br />

es necesario dar cuenta de ellas dentro del sujeto. Este es uno de los<br />

grandes aportes de la pedagogía crítica, que el sujeto conmocionado logre<br />

integrar su mundo teórico al práctico, es decir, pasar de un conocimiento<br />

teórico a uno epistémico; permitir al sujeto un darse cuenta de la realidad<br />

para poder actuar o intervenir, si es del caso, puesto que lo contable exige<br />

acciones políticas, éticas, estéticas, económicas, científico-tecnológicas<br />

y, cómo no, educativas.<br />

Anexo 1 – Unidad de Trabajo<br />

REVISTA LUMINA – Universidad de Manizales<br />

Año N° Artículo Autor<br />

La educación frente al desarrollo Carolina Mayorga – Liliana Velásquez<br />

1 2000 3 sostenible<br />

2 2003 4<br />

Hacia una línea de investigación en<br />

contabilidad y medio ambiente<br />

Héctor José Sarmiento Ramírez<br />

La crisis de la universidad: ¿Una Danilo Ariza – Elizabeth soler<br />

3 2004 5<br />

lección para reconstruir el tránsito<br />

disciplinar de la contabilidad en<br />

Colombia?<br />

4 2005 5 Contra el currículo inculto Héctor José Sarmiento Ramírez<br />

Habilidades de pensamiento de Carlos Emilio García<br />

5 2006 7<br />

orden superior, epistemología y<br />

evaluación en el aula de clase<br />

6 2007 8<br />

7 2008 9<br />

8 2008 9<br />

9 2009 10<br />

Las insuficiencias disciplinares de<br />

los estándares internacionales de<br />

educación -IES- para contadores<br />

profesionales<br />

Reflexiones acerca de la calidad<br />

en la educación con un enfoque<br />

de sistemas<br />

La virtualidad: nuevo escenario para<br />

la construcción de conocimiento<br />

contable. Un reto para las facultades<br />

de contaduría<br />

Aportes para la comprensión del<br />

discurso pedagógico contable<br />

Mauricio Gómez Villegas<br />

Luis Alfredo Valdés<br />

Héctor Darío Betancur<br />

Fabiola Loaiza Robles<br />

189


Fabiola Loaiza Robles<br />

REVISTA CONTADURÍA - Universidad de Antioquia<br />

Año N° Artículo Autor<br />

1 2001 38 La educación contable una nueva cultura John Cardona Arteaga<br />

Necesidad de investigar formas y procedimientos<br />

Mario Biondi<br />

2 2002 40<br />

de integración curricular en la<br />

carrera del contador público<br />

La formación para un ejercicio profesional John Cardona Arteaga – Miguel Ángel Zapata<br />

3 2002 40 multidisciplinario. Actuales tendencias en<br />

procesos curriculares<br />

4 2002 41<br />

Modelos básicos, elementos de gestión<br />

tecnología y ética para la nueva educación<br />

de calidad<br />

Antonio Castilla<br />

5 2002 41<br />

6 2003 42<br />

7 2004 44<br />

8 2004 45<br />

9 2007 50<br />

10 2007 50<br />

11 2007 51<br />

<strong>12</strong> 2008 52<br />

Acreditación en contaduría y aseguramiento<br />

de calidad<br />

El sentido filosófico de la educación<br />

contable en Colombia<br />

Estándares internacionales para la formación<br />

del contador público<br />

Intereses subyacentes de las propuestas<br />

de estandarización de la educación<br />

contable<br />

Ética y enseñanza de la contabilidad (una<br />

propuesta para discutir)<br />

La educación contable en un nuevo<br />

contexto de significación<br />

Un modelo de evaluación curricular alternativo<br />

y pertinente con el diseño curricular<br />

basado en la solución de problemas<br />

para la formación de profesionales: caso<br />

programa de contaduría pública de la<br />

Universidad de Antioquia<br />

Congoja por una educación contable fútil<br />

John Cardona Arteaga - Claudia María<br />

Rivera Osorio<br />

Abel María Cano Morales<br />

John Cardona Arteaga - Miguel Ángel Zapata<br />

Monsalve<br />

Claudia Patricia Calderón Zapata - Juan<br />

Manuel Pineda López<br />

José Antonio Gonzalo Angulo - Anne Marie<br />

Garvey<br />

Guillermo León Martínez Pino<br />

Elvia María González Agudelo - María Isabel<br />

Duque Roldán - Martha Cecilia Álvarez Osorio<br />

William Rojas Rojas<br />

LEGIS DEL CONTADOR/INTERNACION<strong>AL</strong> DE CONTABILIDAD Y AUDITORÍA<br />

Año N° Artículo Autor<br />

1 2000 2 Educación superior y contaduría pública Jack Alberto Araujo E.<br />

2 2001 8 Contaduría pública bajo la modalidad virtual Gabriel Vásquez Tristancho<br />

3 2003 15<br />

Currículo integral y los decretos de estándares Omar Díaz Bautista<br />

mínimos de calidad y créditos académicos<br />

4 2004 19<br />

Educación contable, calidad educativa, ECAES Walter Sánchez<br />

y pedagogía.<br />

5 2006 26<br />

Competencias formativas y mercado profesional<br />

contable<br />

Elkin H. Quirós Lizarazo<br />

6 2007 29<br />

Contribución de las ciencias sociales y humanas<br />

a la formación del contador<br />

William Rojas Rojas<br />

público<br />

190 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


Producción académica sobre educación contable en Colombia 2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

7 2009 37<br />

Planes de estudio de contaduría pública en<br />

Colombia y las propuestas de formación<br />

profesional.<br />

Ruth Alejandra Patiño Jacinto - Gerardo<br />

Santos<br />

PORIK AN – Universidad del Cauca<br />

Año N° Artículo Autor<br />

1 2000 3-4<br />

En torno a la docencia de la contabilidad: una Jorge Tua Pereda<br />

reflexión personal<br />

2 2001 5-6<br />

El liderazgo académico: una quijotada William Rojas Rojas<br />

necesaria<br />

Los desafíos en la educación contable: “encrucijada<br />

Guillermo León Martínez<br />

3 2006 11<br />

de una educación monodisciplinaria<br />

en un entorno complejo e incierto”<br />

Bibliografía<br />

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multidisciplinario. Actuales tendencias en procesos curriculares. En R<strong>evista</strong><br />

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191


Fabiola Loaiza Robles<br />

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Fabiola Loaiza Robles<br />

floaizar@gmail.com<br />

Contadora Pública (Universidad de Manizales). Magíster en Educación y Desarrollo<br />

Humano (CINDE-Universidad de Manizales). Docente e investigadora de la Universidad<br />

de la Salle y de la Universidad Central. Ponente en eventos de carácter nacional,<br />

con trabajos en educación contable, teoría contable e investigación contable.<br />

194 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 172 - 194


195


Medición del valor económico agregado EVA de<br />

las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Gabriel Eduardo Escobar Arias - Rubén Darío Arango Álvarez<br />

Alejandra Molina Osorio - Francisco Javier Arias Vargas<br />

Resumen<br />

Esta investigación está basada en el<br />

reporte de información de los estados<br />

financieros consignados de forma<br />

continua por las empresas de Caldas<br />

durante el periodo 2000-2008 ante la<br />

Superintendencia de Sociedades que<br />

permitió calcular y obtener la variación<br />

de dicho índice.<br />

Para lograr este cometido, primero, se<br />

depuraron los estados financieros, luego,<br />

se extrajeron las cuentas contables<br />

necesarias para el cálculo de la rentabilidad<br />

operativa y el costo del capital<br />

promedio ponderado, y así obtener el<br />

Valor Económico Agregado en términos<br />

porcentuales.<br />

Por último, se presenta un análisis del<br />

comportamiento del EVA del sector industrial,<br />

comercial, agroindustrial y de<br />

actividades, debido a que son los más<br />

representativos en cuanto a agrupación<br />

de número de unidades de negocio.<br />

Abstract<br />

This research is based on the report of<br />

the information of the financial statements<br />

submitted continuously by Caldas’<br />

enterprises to the Superintendency of<br />

Societies during the period 2000-2008,<br />

which allowed us to calculate and obtain<br />

the variation of such index.<br />

To this end, we first refined the financial<br />

statements and extracted the accounting<br />

accounts required to calculate the operational<br />

profitability, the cost of the average<br />

adjusted capital to obtain the Added<br />

Economic Value in percentage terms.<br />

Lastly, I make an analysis of the behavior<br />

of the EVA in the industrial, commercial,<br />

agro-industrial and the activities sector,<br />

since they are the most representative to<br />

group different units of business.<br />

Palabras clave<br />

Valor económico agregado, Caldas,<br />

ROI, costo capital.<br />

Key words<br />

Added economic value, Caldas, ROI,<br />

cost capital.<br />

Primera versión recibida en junio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en octubre de <strong>2011</strong><br />

196 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Introducción<br />

El término de valor agregado nace en la compañía Stern Stewart & Co.<br />

donde es definido de la siguiente manera “es una estimación del monto<br />

de las ganancias que difieren de la tasa de rentabilidad mínima requerida<br />

(contra inversiones de riesgo comparable) para los accionistas o prestamistas.<br />

La diferencia puede ser una escasez o exceso de rentabilidad” (www.<br />

sternstewart.com)<br />

Este término a pesar de que es propio de esta compañía, desde hace<br />

varias décadas se viene utilizando a nivel empresarial y financiero, donde<br />

la generación de valor está vinculada directamente con la rentabilidad operacional,<br />

es decir, en la medida en que la organización tenga la capacidad<br />

de generar una rentabilidad operativa suficiente para cubrir los costos de<br />

la operación, se genera valor agregado, por esta razón no es un modelo<br />

nuevo ni novedoso sino que fue la oportunidad para esta compañía de<br />

registrar la marca EVA como un nuevo indicador financiero que comparara<br />

la diferencia entre la rentabilidad y el costo de capital, arrojando como<br />

resultado la generación o destrucción de valor.<br />

En la actualidad hay varios factores que inciden en la importancia de tener<br />

en cuenta la generación de valor al interior de las organizaciones como son<br />

el flujo mundial de capitales, el reto de la apertura de las economías y la<br />

necesidad de mejores medidas de evaluación del desempeño 1 .<br />

En cuanto al flujo mundial de capitales hoy vemos cómo cualquier empresario,<br />

inversionista o especulador puede adquirir títulos de renta fija o variable<br />

en cualquier parte del mundo, en cualquier denominación y en todo momento<br />

a través de las nuevas tecnologías, permitiendo que el empresario pueda<br />

obtener recursos de forma oportuna y a menores costos 2 .<br />

La apertura económica y de los mercados es otro factor determinante<br />

para la competitividad y la generación de valor de las organizaciones. El<br />

empresario puede tomar dos caminos, uno es el de continuar sus operaciones<br />

como lo ha venido haciendo sin tener en cuenta que esta apertura<br />

es una oportunidad para obtener el acceso a nuevos mercados o para<br />

la importación de bienes de capital que hacen que sus procesos puedan<br />

mejorar desde el punto de vista del tiempo, la calidad y el costo. El otro<br />

camino es siendo partícipe de estos procesos donde tiene acceso a mayor<br />

información, a nuevos mercados y a bienes de capital que hacen que su<br />

eficiencia operativa pueda mejorar o incrementar, apoyando, de esta for-<br />

1 Puede consultarse el libro Valoración de empresas, gerencia del valor y EVA de Oscar León García,<br />

capítulo 1.<br />

2 Costo de financiación de una organización. También conocido como costo de capital promedio<br />

ponderado.<br />

197


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

ma, a la generación de valor-producto, en la perspectiva de la mejora en<br />

las capacidades y las eficiencias que este tipo de decisiones pueda llevar<br />

hacia el interior de la organización.<br />

El valor económico agregado también hace su aporte al crecimiento de la<br />

organización desde el punto de vista socio-humanístico, pues en la medida<br />

en que las personas forman parte de la organización hacen un aporte a<br />

la generación del indicador a través del capital humano, el cual debe ser<br />

visto como una inversión y no como un gasto más al interior de la empresa<br />

(Gerardo Lacouture, 2003). El capital humano, hoy por hoy, hace un buen<br />

aporte a la generación de valor, debido a que como bien sabemos los<br />

activos generadores de renta ayudan al cumplimiento de esta función, las<br />

personas con sus conocimientos generan las estrategias y colaboran para<br />

el cumplimiento de éstas, en la medida que se enfocan hacia la generación<br />

del valor, que en su mayoría son estrategias de largo plazo que generan<br />

renta adicional. Se puede determinar que las personas son en gran parte<br />

los gestores del valor en la organización, lo que conlleva, si se logran los<br />

objetivos planteados, a mejores remuneraciones o premios por el cumplimento<br />

de los objetivos, mayor trabajo en equipo y un mejor ambiente<br />

laboral en la medida que todos sean partícipes de las mayores utilidades<br />

que se generan. Esto también genera que exista un mayor compromiso por<br />

parte de las personas para el cumplimiento de nuevas metas que apunten<br />

al permanecer y crecer, conceptos importantes que están orientados hacia<br />

la generación del valor.<br />

Las empresas necesitan entonces de indicadores financieros que puedan<br />

mostrar el desempeño de sus actividades y la generación de valor es uno<br />

de éstos, donde el empresario, ya sea grande, mediano o pequeño, puede<br />

determinar mediante el uso del EVA cómo está en su actividad principal, es<br />

decir, en qué grado de eficiencia operativa se encuentra, si está destruyendo<br />

valor o por el contrario es un empresario que en sus operaciones apunta<br />

a la generación del mismo.<br />

El autor Oriol Amat en su libro EVA. Valor Económico Agregado define con<br />

mayor amplitud este indicador:<br />

El importe que queda una vez que se han deducido de los ingresos<br />

la totalidad de los gastos, incluidos el costo de oportunidad del capital<br />

y los impuestos. Por tanto EVA considera la productividad de todos<br />

los factores utilizados para desarrollar la actividad empresarial. En<br />

otras palabras, el EVA es lo que queda una vez que se han tendido<br />

todos los costos y gastos y se ha satisfecho una rentabilidad mínima<br />

esperada por parte de los accionistas. En consecuencia, se crea valor<br />

en una empresa cuando la rentabilidad generada supera el costo de<br />

oportunidad de los accionistas (Amat, 1999, p. 32).<br />

198 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Hoy por hoy, muchos gerentes están enfocados en medir sus resultados en<br />

la generación de utilidades, pero, como se muestra mediante la definición<br />

anterior, los resultados no deben ser observados a partir de este rubro sino<br />

más bien del indicador EVA como factor de competitividad financiero, porque<br />

generar valor agregado significa una estrecha relación entre cada uno de<br />

los departamentos que componen la organización, donde cada uno aporta<br />

para el logro de este resultado cada vez que sea positivo; puesto que la<br />

generación de valor no es solamente un objetivo financiero sino un objetivo<br />

organizacional como lo señala Oscar León García, la generación de valor<br />

agregado es una cultura de las organizaciones en todos sus sentidos y<br />

relaciones, ya sea con los clientes, empleados, proveedores, dueños, etc.<br />

Para el cálculo del EVA se debe conocer de dónde proviene éste, es decir,<br />

cuáles son los factores que lo generan y así ejercer un control sobre ellos<br />

para el logro de los objetivos, a nivel financiero a éstos se les conoce como<br />

los inductores del valor que son: la rentabilidad del activo y el costo del<br />

capital promedio ponderado.<br />

El EVA es el resultado de restar a la rentabilidad del activo el costo promedio<br />

ponderado según lo indicado en la siguiente fórmula:<br />

EVA % = ROI - C.C.P.P. (1)<br />

1.1 Rentabilidad del activo (ROI)<br />

Es la ganancia que tiene la empresa por la correcta utilización de sus activos<br />

operativos. De acuerdo con Oscar León García en su libro Valoración de<br />

empresas, gerencia del valor y EVA la rentabilidad del activo se define como:<br />

Es la rentabilidad que resulta de relacionar la utilidad operativa<br />

después de impuestos con los activos netos de operación (García,<br />

2003).<br />

La rentabilidad del activo es la resultante de dividir la utilidad operativa<br />

después de impuestos (UODI) entre los activos operativos:<br />

ROI = UODI / ACTIVOS OPERATIVOS (2)<br />

Siendo la utilidad operativa después de impuestos la ganancia operacional<br />

después del pago del impuesto de renta y complementarios de la actividad<br />

principal, y los activos netos operativos la sumatoria entre los activos corrientes<br />

operativos (caja, bancos, cuentas por cobrar e inventarios) y los activos<br />

fijos (terrenos, edificaciones, maquinaria y otros generadores de renta).<br />

Con base en lo anterior, se realizó una depuración de las cuentas contables<br />

de acuerdo con la información obtenida de la Superintendencia de<br />

Sociedades para obtener los saldos de la utilidad operativa después de<br />

199


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

impuestos (UODI) y de los activos operativos para poder realizar el cálculo<br />

de la rentabilidad del activo.<br />

Las cuentas operativas del activo son aquellas que contribuyen a la generación<br />

de ingresos para ejercer la actividad principal del negocio, de esta<br />

manera las cuentas contables que forman parte del activo operativo son:<br />

caja, bancos, deudores e inventarios, estas cuentas contables corresponden<br />

a lo que en finanzas se denomina capital de trabajo, que son los<br />

desembolsos o recursos monetarios necesarios para la correcta operación<br />

de la empresa y, generalmente, están representados por la sumatoria de<br />

las cuentas contables anteriores.<br />

Otro aspecto para tener en cuenta en el cálculo de la rentabilidad del activo<br />

son los activos fijos netos operativos, que son aquellos fijos generadores<br />

de renta que se utilizan para ejercer la actividad principal del negocio, los<br />

cuales se resumen en la cuenta 15 (Propiedad, planta y equipo netos), del<br />

Plan Único de Cuentas (PUC).<br />

Para el cálculo de la utilidad operativa después de impuestos, para cada<br />

caso aparece la utilidad operativa (Estado de Resultados), que es la resultante<br />

de la diferencia entre los ingresos operativos, los costos y gastos<br />

operacionales; para el cálculo de la tasa de impuestos se trabajará con la<br />

tasa que deben contribuir las empresas para cada periodo contable.<br />

1.2 Costo capital promedio ponderado (CCPP)<br />

El conocimiento del costo de capital que debe tener una empresa es muy<br />

importante, puesto que en toda evaluación económica y financiera se requiere<br />

tener una idea aproximada de los costos de las diferentes fuentes<br />

de financiación que utiliza la empresa para emprender sus proyectos de<br />

inversión. Además, el conocimiento del costo de capital y cómo es éste<br />

influenciado por el apalancamiento financiero, permite tomar mejores decisiones<br />

en cuanto a la estructura financiera de la empresa. Finalmente, existe<br />

otro gran número de decisiones tales como: estrategias de crecimiento,<br />

arrendamientos, y políticas de capital de trabajo, las cuales requieren del<br />

conocimiento del costo de capital de la empresa, para que los resultados<br />

obtenidos con tales decisiones sean acordes con las metas y objetivos que<br />

la organización ha establecido.<br />

Para el cálculo del costo del capital, en el presente trabajo, se tomó en<br />

cuenta el costo de dos variables que fueron el costo de la deuda con los<br />

bancos comerciales y el costo de la utilización de los recursos internos<br />

de las empresas (recursos propios). En el caso del costo de los recursos<br />

otorgados por la banca se tuvo en cuenta el promedio de la tasa de interés<br />

de colocación anual, dato suministrado por el Banco de la República. Para<br />

200 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

el cálculo de la financiación con terceros solamente se realizó bajo esta<br />

variable, ya que la gran mayoría de empresas objeto de estudio no obtuvo<br />

ninguna financiación con otro tipo de recursos.<br />

Para el cálculo del costo de los recursos propios se tomó como base el<br />

Modelo de Costos de Activos de Capital (CAPM), el cual tiene en cuenta<br />

los riesgos de la inversión por parte de los dueños y posibles rendimientos<br />

externos que podría tener esta inversión en un mercado interno y externo.<br />

Estos riesgos y rendimientos se calcularon con la tasa mínima de rendimiento<br />

requerido por el inversionista (T.M.R.R.I.)<br />

De acuerdo con lo anterior, el costo del capital promedio ponderado es el<br />

resultado de la sumatoria de los costos de financiación de los recursos con<br />

la banca y de los recursos otorgados por los accionistas o inversionistas, así:<br />

C.C.P.P. = Costo ponderado de la deuda con banca + costo ponderado de<br />

la deuda con socios<br />

2. Síntesis económica del periodo 2000-2008 en Caldas<br />

Caldas es un departamento que ha tenido como principal actividad económica<br />

la caficultura, lo que ayudó a que en la región los beneficios de esta<br />

actividad agrícola se fueran convirtiendo en empresas; es así como en este<br />

momento Caldas y Manizales han mostrado un incremento significativo en la<br />

creación de nuevas compañías en el sector industrial, comercial y agrícola,<br />

como herramientas agrícolas, productos comestibles, aparatos y materiales<br />

eléctricos, productos químicos y manufacturas que han alcanzado proporciones<br />

muy significativas del Producto Interno Bruto local; además de estar<br />

iniciando el sector servicios con la generación de software y call centers<br />

como manera de diversificación de oferta y búsqueda de nuevos mercados.<br />

Caldas es un departamento exportador, “en 2008, los empresarios de Caldas<br />

llegaron con sus productos a 89 países; el consolidado de las ventas<br />

al exterior del departamento arrojó un saldo de $750,1 millones de dólares,<br />

el 31% corresponde a café verde y el 69% a productos no tradicionales,<br />

este valor representa un crecimiento del 33,7% respecto a 2007” (Cámara<br />

de Comercio de Manizales, 2009).<br />

De acuerdo con el Informe de coyuntura económica regional, investigación<br />

realizada durante el año 2007 por el Banco de la República y el Departamento<br />

Nacional de Estadística (Dane), se muestra cómo en Caldas y en la<br />

ciudad de Manizales, algunos sectores han crecido durante los últimos años,<br />

debido a que la región se ha caracterizado por ser en gran parte dedicada<br />

al sector primario, donde su participación en el PIB regional ha aumentado<br />

año por año, para el año 2000 era de $ 4.600 y pasó a ser, en el año 2007,<br />

de $ 5.500 millones de pesos; mostrando de esta manera en los últimos 7<br />

201


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

años un incremento aproximado del 19%. También muestra este informe<br />

cómo en el año 2004 se constituyeron 16 nuevas empresas dedicadas al<br />

sector de los alimentos y, en el año 2006, 24 empresas; esto muestra cómo<br />

el sector ha sido más partícipe en el crecimiento económico de la región.<br />

3. Metodología<br />

Las empresas en Caldas han presentado variación en los reportes que éstas<br />

deben hacer a la Superintendencia de Sociedades cada año; debido a las<br />

condiciones económicas de la región y del país donde cada año se crean,<br />

fusionan, trasladan, se organizan o simplemente se liquidan las empresas;<br />

generando la dinámica que se muestra en el gráfico 1, donde se decide<br />

realizar el seguimiento a 86 de ellas por contar con los datos continuos y<br />

necesarios para realizar el análisis en el periodo 2000-2008.<br />

Gráfico 1. Evolución del número de empresas de Caldas que reportan ante la<br />

Superintendencia de Sociedades en el periodo 2000-2008<br />

Fuente: Cálculo propio<br />

con base en la información<br />

reportada por la Superintendencia<br />

de Sociedades.<br />

Para realizar el presente trabajo se tomaron los estados financieros de las<br />

empresas de Caldas que reportaron datos de forma continua en el periodo<br />

2000-2008, ante la Superintendencia de Sociedades; posteriormente, se<br />

depuraron y se extrajeron las cuentas contables necesarias para el cálculo<br />

de la rentabilidad operativa (ROI) y el Costo Capital Promedio Ponderado<br />

(CCPP), con el fin de obtener el Valor Económico Agregado Nominal en<br />

términos porcentuales.<br />

Una vez obtenido el Valor Económico Agregado para cada empresa, se<br />

procedió a calcular el consolidado del sector mediante la aplicación de un<br />

factor ponderativo basado en los activos de cada empresa, generando así<br />

el EVA del sector para cada año; los cuales se graficaron mediante el uso<br />

de la herramienta Excel y el software estadístico PASW 18 – SPSS 18.<br />

Finalmente se determinó trabajar con los sectores industrial, comercial y<br />

agroindustrial; por ser los que agrupan el mayor número de las empresas<br />

202 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

de Caldas que reportaron la información financiera ante la Superintendencia<br />

de Sociedades en el periodo 2000-2008.<br />

4. Resultados<br />

El comportamiento del Valor Económico Agregado y las correspondientes<br />

utilidades en el periodo 2000-2008 para el sector industrial se muestran en el<br />

gráfico 2, donde se puede apreciar que desde el año 2004 las utilidades del<br />

sector han crecido de forma sostenida. Estos resultados están vinculados al<br />

crecimiento económico que ha tenido el país durante los últimos años. En el<br />

caso del EVA, durante el mismo periodo, ha mostrado descensos, esto se<br />

explica porque las empresas han realizado grandes inversiones en bienes<br />

de capital, lo que causa una disminución en su rentabilidad operacional<br />

y esto se debe principalmente a que los empresarios tienen expectativas<br />

de crecimiento; otra razón que explica las grandes inversiones fueron las<br />

disminuciones en las tasas de interés de colocación del sector financiero,<br />

lo que incrementa la demanda de dinero necesario para la adquisición de<br />

este tipo de bienes. Es importante tener en cuenta que el incremento en la<br />

cantidad de activos fijos en el corto plazo produce una disminución en la<br />

rentabilidad operativa, pero en el largo plazo debe causar un incremento del<br />

mismo indicador lo que se traduce en un mayor valor económico agregado.<br />

Gráfico 2. Evolución anual del EVA y de las utilidades del sector industrial en<br />

el periodo 2000-2008<br />

0.15<br />

Evolución anual del Eva del sector industrial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

0.1<br />

0.05<br />

0<br />

-0.05<br />

1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010<br />

-0.1<br />

-0.15<br />

-0.2<br />

y = -0.007x 2 + 28.28x - 28384<br />

R² = 0.771<br />

-0.25<br />

-0.3<br />

-0.35<br />

Fuente: cálculo propio elaborado en Excel<br />

203


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

7000000<br />

Evolución anual de las utilidades del sector industrial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

6000000<br />

5000000<br />

4000000<br />

3000000<br />

2000000<br />

1000000<br />

0<br />

1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010<br />

Fuente: cálculo propio elaborado en Excel<br />

De acuerdo con el informe de coyuntura económica suministrado por la<br />

ANDI, podemos observar (gráfico 3) cómo hay un crecimiento en este<br />

sector a partir del año 2004 (incremento de la producción real), el cual se<br />

encuentra sustentado con la generación de utilidades; también podemos<br />

observar en este informe cómo la utilización de la capacidad instalada comienza<br />

a aumentar a partir del mismo periodo, esto explica en gran parte<br />

la disminución del EVA, como se afirmó en el párrafo anterior, en la medida<br />

en que se incremente la adquisición de activos de capital la rentabilidad<br />

del activo disminuye por las inversiones que esto conlleva, pero que en el<br />

largo plazo genera una mayor rentabilidad, un sector más competitivo y un<br />

mayor valor agregado.<br />

Grafico 3. Gráfico de producción real de la industria vs. capacidad instalada<br />

Producción real de la industria<br />

Variación año continuo %<br />

Fuente: Informe<br />

balance 2008<br />

y perspectivas<br />

ANDI 2009 pág. 7<br />

204 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Utilización de la capacidad instalada<br />

Porcentaje<br />

Fuente: Informe<br />

balance 2008 y<br />

perspectivas ANDI<br />

2009 pág. <strong>12</strong><br />

En el sector agroindustrial (gráfico 4) vemos un comportamiento similar al<br />

sector industrial, sin embargo, se observa una diferencia entre el periodo<br />

2007 y 2008, donde tanto las utilidades netas como el EVA sectorial cayeron<br />

en forma considerable y esto se debe, principalmente, a los cambios<br />

climáticos durante el periodo, ya que se caracterizó por ser muy lluvioso,<br />

causando grandes pérdidas en el sector, debido a las dificultades de acceso<br />

a los proveedores, al incremento en los costos de las materias primas, la<br />

pérdida en los activos productivos, entre otros factores.<br />

Gráfico 4. Evolución anual del EVA y de las utilidades en el sector agroindustrial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

0.1<br />

Evolución anual del Eva del sector agroindustrial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

0.05<br />

0<br />

-0.051998 2000 2002 2004 2006 2008 2010<br />

-0.1<br />

-0.15<br />

-0.2<br />

y = -0.006x 2 + 27.10x - 27189<br />

R² = 0.739<br />

-0.25<br />

-0.3<br />

-0.35<br />

Fuente: cálculo propio elaborado en Excel<br />

205


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

6000000<br />

5000000<br />

4000000<br />

3000000<br />

2000000<br />

1000000<br />

0<br />

1998<br />

-1000000<br />

2000 2002 2004 2006 2008 2010<br />

-2000000<br />

Evolución anual de las utilidades del sector agroindustrial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

Fuente: cálculo propio elaborado en Excel<br />

Podemos observar en el sector comercial (gráfico 5) cómo durante el<br />

periodo 2003-2005 las utilidades netas para el sector disminuyeron en<br />

una buena proporción. De acuerdo con el informe del Centro de Estudios<br />

Económicos y Cafeteros (CRECE), el sector durante este periodo sufrió<br />

un comportamiento desfavorable en las ventas, debido principalmente a la<br />

baja demanda, tendencia que comenzó a cambiar a partir del año 2005.<br />

A partir del año 2004 vemos cómo el valor económico agregado comenzó<br />

a caer y éste se explica por el cambio de expectativas en el sector lo que<br />

hace que los empresarios comiencen nuevamente a realizar inversiones<br />

con la perspectiva de incrementar sus ingresos.<br />

Gráfico 5. Evolución anual del EVA y de las utilidades en el sector comercial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

Evolución anual del Eva del sector comercial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

0<br />

-0.05<br />

1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010<br />

-0.1<br />

-0.15<br />

-0.2<br />

-0.25<br />

y = -0.006x 2 + 25.<strong>12</strong>x - 25193<br />

R² = 0.884<br />

Fuente: cálculo<br />

propio elaborado<br />

en Excel<br />

206 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Evolución anual de las utilidades del sector comercial<br />

periodo 2000 a 2008<br />

25000000<br />

20000000<br />

15000000<br />

10000000<br />

5000000<br />

0<br />

1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010<br />

Fuente: cálculo<br />

propio elaborado<br />

en Excel<br />

Con el fin de observar el comportamiento de las empresas de Caldas, se<br />

procedió a realizar el consolidado de las empresas mediante un factor ponderador<br />

con base en los activos de las mismas, donde el sector industrial<br />

ostenta la mayor participación, mostrándose el comportamiento reportado<br />

en la gráfica 6.<br />

El siguiente gráfico muestra una línea de tendencia que apunta hacia en<br />

crecimiento del EVA, el cual ha tenido variaciones debido al manejo de las<br />

utilidades, la coyuntura económica y la situación de cada empresa.<br />

Gráfico 6. Comportamiento consolidado del EVA y de las utilidades para las<br />

empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

0.4<br />

Generación del Valor Económico Agregado de las Empresas de Caldas<br />

entre los años 2000 a 2008<br />

0.3<br />

0.2<br />

0.1<br />

y = 0,004x 2 - 17,79x + 17762<br />

R² = 0,9<strong>12</strong><br />

0<br />

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009<br />

-0.1<br />

-0.2<br />

-0.3<br />

Fuente: cálculo<br />

propio elaborado<br />

en Excel<br />

207


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

8000000<br />

Evolución de las Utilidades de las Empresas de Caldas<br />

periodo 2000 a 2008<br />

7000000<br />

6000000<br />

5000000<br />

4000000<br />

3000000<br />

2000000<br />

1000000<br />

0<br />

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009<br />

Fuente: cálculo<br />

propio elaborado<br />

en Excel<br />

Al realizar un gráfico de dispersión entre la variación del EVA y las utilidades<br />

para las empresas de Caldas, se puede encontrar que existe una relación<br />

inversa entre las variables, lo que significa que cada vez que se aumente<br />

la toma de utilidades a costa del capital operativo, el EVA disminuirá; este<br />

resultado es importante, puesto que muchas empresas han sido regidas por<br />

este principio, es decir, las empresas han considerado mejor gerente al que<br />

otorgue mayor número de utilidades, pero, muchas veces, estas prácticas<br />

lesionan la sostenibilidad de la empresa en el tiempo.<br />

Gráfico 7. Análisis de dispersión entre la variación del EVA y las Utilidades<br />

para el sector empresarial de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Fuente: cálculo propio<br />

elaborado en el Software<br />

SPSS 18 Versión<br />

Trial<br />

208 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Al realizar la tabla de correlaciones para los datos anteriores (tabla 1), se<br />

encuentra que el 82,3% de la variabilidad del EVA es explicada por el modelo<br />

lineal que contempla la variación anual de las utilidades como variable<br />

explicativa, existiendo evidencia estadística de la correlación entre ambas<br />

variables, la cual se caracteriza por ser altamente significativa (0,005) en<br />

el periodo 2000 a 2007 (datos 1 al 7).<br />

Tabla Nº 1. Correlaciones entre la variación anual del EVA y las Utilidades de<br />

las empresas de Caldas en el periodo 2000-2007<br />

Variación anual<br />

del EVA<br />

Variación anual<br />

de las utilidades<br />

Variación anual del EVA Correlación de Pearson<br />

Coeficiente de Determinación (R2)<br />

1 -,907**<br />

0,823<br />

Sig. (bilateral) ,005<br />

N 7 7<br />

Variación anual de las utilidades Correlación de Pearson<br />

-,907**<br />

1<br />

Coeficiente de Determinación (R2) 0,823<br />

Sig. (bilateral) ,005<br />

N 7 7<br />

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).<br />

Fuente: cálculo propio elaborado en el Software SPSS 18 Versión Trial<br />

Si se toma todo el periodo 2000-2008, la correlación difiere del periodo<br />

2000-2007; debido a que en el periodo 2007 a 2008 (dato 8), se genera<br />

un cambio apreciable en el manejo de las utilidades y la generación de<br />

valor por parte del sector empresarial, en un contexto de crisis económica<br />

internacional y problemas con países vecinos a los cuales se dirigen las<br />

exportaciones del departamento.<br />

Tabla Nº 2. Correlaciones entre la variación anual del EVA y las Utilidades de<br />

las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Variación anual de las utilidades<br />

Variación anual del EVA<br />

Variación anual de<br />

las utilidades<br />

Variación anual<br />

del EVA<br />

Correlación de Pearson<br />

Coeficiente de Determinación<br />

1 -,682<br />

0,465<br />

Sig. (bilateral) ,062<br />

N 8 8<br />

Correlación de Pearson<br />

-,682<br />

1<br />

Coeficiente de Determinación<br />

0,465<br />

Sig. (bilateral) ,062<br />

N 8 8<br />

Fuente: cálculo propio elaborado en el Software SPSS 18 Versión Trial<br />

209


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

Conclusiones<br />

En el cálculo del costo del capital promedio ponderado se pudo observar<br />

que un número significativo de empresas se financian en mayor proporción<br />

con patrimonio (recursos propios) que con pasivos (recursos de terceros);<br />

lo que causa que el costo de capital se incremente, debido a que el riesgo<br />

es mayor en la medida en que los recursos están invertidos en un solo negocio,<br />

contrario a lo que ocurre con los recursos de terceros los cuales se<br />

encuentran diversificados, por lo que el riesgo disminuye y causa un costo<br />

de financiación menor. Muchos empresarios tienen la creencia de que la<br />

financiación con recursos propios es a costo cero, pero esto se debe a que<br />

no se tiene en cuenta el riesgo de la inversión.<br />

Los empresarios miden sus beneficios a partir de las utilidades que se<br />

generan al interior de la organización, siendo éste un parámetro de corto<br />

plazo, donde la rentabilidad del activo es un enfoque del largo plazo que<br />

el empresario no tiene en cuenta, debido a que lo importante para este<br />

tipo de inversionista, como se presenta en la mayoría de los casos, es el<br />

resultado obtenido al final del periodo (utilidad neta) y no los resultados<br />

que se puedan obtener en el largo plazo y el Valor Económico Agregado<br />

es un indicador de este tipo, el cual se logra en la medida en que se creen<br />

las estrategias para el logro de la rentabilidad operacional, cumpliendo así<br />

el objetivo básico financiero organizacional.<br />

Las principales empresas objeto de estudio del departamento de Caldas son<br />

poco rentables en su actividad principal (rentabilidad del activo), debido a<br />

varios factores, como son: a) Las empresas estudiadas presentan un capital<br />

de trabajo demasiado alto con respecto a su propiedad, planta y equipo,<br />

lo que muestra que hay un problema de rotación en estas organizaciones,<br />

debido a que los saldos de estas cuentas debe ser bajo en la medida que<br />

se haga buen uso de los recursos, como el efectivo, las cuentas por cobrar<br />

y los inventarios. b) Algunas de las empresas estudiadas tienen altos niveles<br />

en sus saldos de activos fijos, lo que hace deducir que hay activos fijos<br />

operativos no utilizados de forma adecuada, debido a las bajas utilidades<br />

que se dan con respecto a la gran inversión en activos de capital.<br />

El Valor Económico Agregado durante el periodo 2003-2004 presentó un<br />

buen incremento en los diferentes sectores objeto de estudio, debido al<br />

incremento en la rentabilidad operativa de las empresas, mientras que el<br />

costo de la deuda se mantuvo estable. Este incremento en la rentabilidad<br />

se explica porque se realizó una desinversión en activos fijos operativos por<br />

parte de los empresarios en un 9.04% en promedio. Y de forma contraria, a<br />

partir de este año, el indicador EVA comenzó a disminuir, donde los inversionistas<br />

incrementaron la adquisición de activos de capital generadores<br />

de renta por una mejor expectativa de incremento de la producción y del<br />

ingreso nacional, como también por una disminución de las tasas de interés<br />

de colocación en el mercado financiero.<br />

210 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

El descenso en el Valor Económico Agregado a partir del año 2004 en las<br />

empresas industriales del departamento se sustenta en una mayor adquisición<br />

de activos generadores de renta, una decisión certera debido a<br />

que esto, ante una expectativa de crecimiento sectorial, se traduce en una<br />

mayor rentabilidad en el futuro, un mayor grado de competitividad y una<br />

generación adicional del valor.<br />

Para los sectores durante los periodos objeto de estudio, se pudo observar<br />

una caída en el Valor Económico Agregado a partir del año 2004, este<br />

descenso en el indicador se explica por el mejoramiento de las expectativas<br />

de crecimiento económico, lo que está de acuerdo con los informes<br />

de coyuntura presentado por diferentes entidades en el país, donde los<br />

empresarios comenzaron a realizar nuevas inversiones con el objeto de<br />

incrementar sus utilidades. Como se ha señalado, el aumento de éstas<br />

causa en el corto plazo una disminución del Valor Económico Agregado,<br />

pero con la expectativa de recibir en el largo plazo una mayor rentabilidad<br />

sobre estas inversiones e incrementar la competitividad de los sectores.<br />

Recomendaciones<br />

Los empresarios de los diferentes sectores del departamento de Caldas<br />

deben vislumbrar sus negocios hacia el largo plazo, es decir, deben crear<br />

las estrategias para el logro de una mayor rentabilidad producto de sus<br />

operaciones.<br />

En Caldas hay una cultura de generación de utilidades, estrategia del corto<br />

plazo, esto debe cambiar, debido a que la rentabilidad, al ser una estrategia<br />

del largo plazo, hace que la competitividad de estas organizaciones<br />

aumente, debido a que se crean las estrategias para poder actuar de otra<br />

forma, más eficiente en mercados más competitivos.<br />

Realizar un seguimiento de la generación o destrucción de valor para las<br />

empresas objeto de estudio, y así poder determinar nuevas conclusiones<br />

sobre el comportamiento del empresario y de los sectores, debido a que si<br />

se hace un seguimiento, seguramente se hace un refinamiento de la información,<br />

para poder aplicar estas nuevas conclusiones a otros sectores y<br />

a los empresarios brindarle mejor y mayor información, para que apunten<br />

al logro de un sector más competitivo.<br />

Aunque en la actualidad no existe un marco legal que exija a las empresas<br />

realizar un análisis más profundo de sus resultados y que éstos se enfoquen<br />

a la generación de valor, crecimiento organizacional o mayor competitividad<br />

del sector, para que apunten a mercados más grandes o de índole internacional,<br />

el estudio de los resultados debería convertirse en una cultura<br />

organizacional que busque el logro de estos objetivos.<br />

211


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

Con nuevos estudios, se recomienda que los gremios como ACOPI, ANDI,<br />

FEN<strong>AL</strong>CO, entre otros, sean líderes en la implementación de estrategias<br />

para que los empresarios de los sectores puedan tener más información y<br />

capacitación sobre el tema para la implementación de nuevos métodos de<br />

análisis enfocados al logro del valor empresarial.<br />

Los empresarios deben tener en cuenta el factor rentabilidad y costo de<br />

capital como bases para la generación del valor, es decir, no solamente<br />

fijarse en la generación de utilidades, sino también tener en cuenta los inductores<br />

del valor, como medidas de eficiencia para el logro de los objetivos<br />

del valor agregado.<br />

Disminuir el costo de capital promedio ponderado debe ser otra meta organizacional<br />

de los empresarios, donde se busque la manera más adecuada<br />

de financiación al menor costo posible, esto se logra en la medida en que<br />

se tomen obligaciones con terceros a bajos costos, tratando de disminuir<br />

las obligaciones con los dueños, pues esto genera un costo mayor debido<br />

al riesgo de éstos al colocar sus recursos en una sola empresa, por lo que<br />

el concepto de diversificación no se presenta en estos casos.<br />

Aumentar la rentabilidad del activo también es un factor determinante a la<br />

hora de implementar estrategias para la generación del valor, incrementar<br />

las ventas, disminuir los costos y los gastos es clave para el logro del valor<br />

agregado, en este caso los empresarios deben determinar su estructura<br />

de costos y gastos para poderlos controlar y de esta forma contribuir a la<br />

generación del valor. También hay que tener en cuenta que las ventas y<br />

su respectivo incremento son un potenciador de utilidades en la medida en<br />

que los costos sean controlados.<br />

Realizar un seguimiento permanente a los costos indirectos de fabricación<br />

(CIF) es pieza clave para la generación del valor, puesto que en muchas<br />

organizaciones, al no tener muy bien definido estos costos, se hace imposible<br />

realizar un control sobre ellos, lo que causa de forma inmediata una<br />

disminución de las utilidades operativas, generando, de esta forma, una<br />

disminución en la rentabilidad del activo.<br />

Los empresarios deben tener en cuenta el concepto del apalancamiento<br />

financiero, donde tomar obligaciones con terceros resulta menos costoso<br />

que hacerlo con los propios dueños, contribuyendo, de esta forma, a la<br />

disminución del costo de capital, factor determinante para la generación<br />

del valor.<br />

Bibliografía<br />

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2<strong>12</strong> Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


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213


Gabriel E. Escobar A.; Rubén D. Arango A.; Alejandra Molina O.; Francisco J. Arias V.<br />

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214 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 196 - 215


Medición del valor económico agregado EVA de las empresas de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Gabriel Eduardo Escobar Arias<br />

gabrieledo@autonoma.edu.co<br />

Economista (Universidad de Manizales). Magíster en Administración Financiera y<br />

Económica (Universidad Tecnológica de Pereira). Especialista en Finanzas (Universidad<br />

Eafit). Cursa estudios de doctorado en Ingeniería, Industria y Organizaciones<br />

(Universidad Nacional de Colombia). Actualmente es docente de la Universidad<br />

Autónoma de Manizales y docente catedrático de la Universidad Nacional de Colombia<br />

y de la Universidad de Manizales.<br />

Rubén Darío Arango Álvarez<br />

rdarango@autonoma.edu.co<br />

Contador Público (Universidad de Manizales). Especialista en Gerencia de Finanzas<br />

(Universidad Autónoma de Manizales). Actualmente es docente de la Universidad<br />

Autónoma de Manizales y docente catedrático de la Universidad de Manizales.<br />

Alejandra Molina Osorio<br />

alejamoli@autonoma.edu.co<br />

Economista Empresarial (Universidad Autónoma de Manizales). Especialista en<br />

Gerencia Empresarial y Magíster en Administración de Negocios (Universidad Autónoma<br />

de Manizales). Docente de la Universidad Autónoma de Manizales.<br />

Francisco Javier Arias Vargas<br />

franciscoarias@autonoma.edu.co<br />

Ingeniero Químico (Universidad Nacional de Colombia). Especialista en Gerencia<br />

Empresarial y Magíster en Administración de Negocios (Universidad Autónoma de<br />

Manizales). Docente de la Universidad Autónoma de Manizales.<br />

215


Perspectivas de investigación, retórica<br />

y contabilidad: una invitación<br />

Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

Resumen<br />

La retórica, comúnmente, es vista como<br />

la forma de manipular los argumentos<br />

con el fin de engañar diferentes audiencias.<br />

Contrario a esto, las miradas<br />

académicas, históricamente, han mostrado<br />

a la retórica como una manera<br />

sistemática de argumentar con el fin de<br />

promover diversas acciones y actitudes<br />

entre un público específico. Sin embargo,<br />

la mirada tradicional ha visto a la<br />

ciencia como objetiva y no usuaria de<br />

la retórica. La contabilidad ha entrado<br />

en esta mirada y se ha visto como una<br />

forma objetiva y neutral de ‘reflejar’ la<br />

realidad. El presente texto hace énfasis<br />

en los contemporáneos estudios sociales<br />

de la ciencia y la tecnología para<br />

mostrar que la contabilidad, así como la<br />

ciencia, posee una retórica especial que<br />

lleva a que sea legitimada actualmente<br />

como representativa de la realidad.<br />

Abstract<br />

Commonly, rhetoric is considered as the<br />

way of manipulating arguments in order<br />

to deceive different audiences. Contrariwise,<br />

the academic view, historically,<br />

has defined “rhetoric” like a systematic<br />

way of argumentation in order to promote<br />

different actions and attitudes among<br />

a specific public. However, the traditional<br />

view has seen science as objective and<br />

severed it from rhetoric. Accounting has<br />

been considered in this line and has<br />

been seen as an objective and neutral<br />

way of “reflecting” reality. This paper<br />

emphasizes in the contemporary social<br />

studies of science and technology to<br />

show that Accounting, like Science,<br />

has a special rhetoric which leads to be<br />

legitimated as representative of reality.<br />

Palabras clave<br />

Retórica, contabilidad, investigación<br />

contable.<br />

Key words<br />

Rhetoric, accounting, accounting research.<br />

Primera versión recibida en agosto de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en noviembre de <strong>2011</strong><br />

Este artículo es producto de la investigación que se está llevando a cabo en la Universidad la Gran<br />

Colombia, titulada “El concepto de control desde la década de los noventa del siglo XX y su incidencia<br />

en el saber contable”.<br />

216 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 216 - 239


Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

1. Introducción: perspectivas de investigación contable<br />

Por largo tiempo la contabilidad ha sido vista como un sistema de información<br />

que representa ‘fielmente’ la realidad. Las versiones tradicionales de<br />

la contabilidad, además, le otorgan un carácter objetivo a la información<br />

que ella produce. Así, la contabilidad, se dice también, es una disciplina<br />

neutral, sin intereses algunos, debido a que representa la realidad tal cual<br />

es. Estas miradas acerca de la contabilidad se alimentan de las versiones<br />

tradicionales de la ciencia, para las cuales esta última es el producto más<br />

avanzado de la humanidad y, a través de la investigación y de la publicación,<br />

logra mostrar la realidad en toda su extensión (Chua, 1986; Larrinaga<br />

González, 1999; Ryan, Scapens, & Theobald, 2004).<br />

Desde la década de los setenta, los estudios sociales de la ciencia y la tecnología<br />

(ESCT), entre muchos estudios más, han logrado mostrar la debilidad<br />

de estos argumentos. La ciencia, desde esta perspectiva, es solamente una<br />

forma de conocimiento que tiene aceptación en un tipo particular de cultura,<br />

en nuestro caso: la cultura capitalista, moderna, occidental. La ciencia es<br />

vista por los ESCT como una práctica social, interactuante con todas las<br />

esferas de la sociedad: lo político, lo económico, lo psicológico, lo religioso,<br />

etc. Por lo tanto, lejos de ser un conocimiento que hable sobre la verdad<br />

de la realidad, es un conjunto de creencias acerca de lo que es o debería<br />

ser el mundo; un conjunto de creencias fuertemente legitimado, otorgando<br />

poder de intervención de quien es dueño de ese mismo conocimiento<br />

(Miller & O’leary, 1987; Miller & Rose, 2008; Latour, 1991; 1994; 2001). En<br />

consecuencia con esto, y desde perspectivas mucho más interpretativas y<br />

críticas que positivistas (Chua, 1986), se puede argumentar que la ciencia<br />

tiene un conjunto de discursos socialmente aceptados que otorgan poder a<br />

quien emita tal discurso llevando a que otros cambien sus modos de actuar.<br />

Estas perspectivas han alimentado a la investigación contable. Las miradas<br />

tradicionales de la ciencia han llevado a la consolidación de una perspectiva<br />

amplia de investigación que en varios contextos ha sido analizada y ha<br />

llegado a ser denominada: corriente principal, positivismo, estructural-funcionalismo,<br />

esencialismo, entre otras (Chua, 1986; Hopper & Powell, 1985;<br />

Larrinaga González, 1999; Ryan et al., 2004). Esta perspectiva considera<br />

a la realidad como algo objetivo, externa al ser humano y, por lo tanto, imposible<br />

de ser modificada. Las metodologías más usadas por este tipo de<br />

investigación son las cuantitativas, las cuales buscan ‘descubrir’ y describir<br />

las ‘leyes’ y las ‘esencias’ por las cuales la realidad está determinada. El ser<br />

humano y la sociedad se ven como determinados por su contexto y por ende<br />

su voluntad está seriamente limitada, pues la realidad tiene un orden específico<br />

regido por leyes universales. La investigación contable desarrollada a<br />

partir de estas proposiciones es, sin embargo, heterogénea, yendo desde<br />

217


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

el diseño de prácticas ‘precisas’ de valoración de activos, hasta el análisis<br />

estadístico (econométrico) del comportamiento de derivados financieros<br />

en los mercados de capitales. Este tipo de investigación está altamente<br />

influenciado por la mirada de la economía neoclásica, la cual ha llevado a<br />

mostrar a la economía como ‘la más exacta de las ciencias sociales’.<br />

Como miradas alternas a la corriente principal, se pueden ver dos o tres<br />

perspectivas diferentes: la primera, denominada por algunos como la corriente<br />

interpretativa; en segundo lugar, se puede encontrar la perspectiva<br />

crítica radical; y, por último, hay un grupo de investigación preocupada por<br />

las relaciones de poder. Estas dos últimas son reunidas por algunos autores<br />

en una sola perspectiva denominada crítica.<br />

La corriente interpretativa surge de la investigación cultural en las ciencias<br />

sociales. La relación, aquí, con disciplinas como la antropología, la<br />

sociología, la lingüística, entre otras, es fuerte. Se parte de considerar a<br />

la realidad como producto, construcción, de las interacciones sociales. No<br />

se ve a la realidad con una esencia única, sino, por el contrario, como el<br />

resultado de un proceso intersubjetivo de otorgamiento de significados a<br />

los fenómenos que podemos percibir de la realidad. Para comprender esa<br />

realidad, no habría que buscar sus leyes o esencias, sino los significados<br />

que las diversas interacciones le otorgan. En este sentido, las metodologías<br />

preferidas por este tipo de investigación son las cualitativas, que irían hacia<br />

la profundidad de un fenómeno hasta comprender los significados, los discursos<br />

y las interacciones propias de un contexto social. La investigación<br />

contable orientada desde esta perspectiva ha buscado comprender el papel<br />

que juega la contabilidad y los contadores en la construcción de realidades<br />

sociales. Se entiende que la contabilidad, a través de su lenguaje, construye<br />

un tipo particular de realidad, que lleva a que las interacciones se den de<br />

cierto modo y no de otro. La contabilidad, a través de la representación<br />

que hace de algunos elementos de la realidad, limita la posibilidad de que<br />

otros elementos sean vistos. La sociedad es vista como ordenada, pero al<br />

contrario de la corriente principal, este orden está dado por las interacciones<br />

sociales y por los significados que son institucionalizados por los actores.<br />

El ser humano, y por ende el contador, adquieren un papel activo en la<br />

construcción de órdenes sociales.<br />

Por su parte, la corriente crítica radical considera que la sociedad está<br />

constituida fundamentalmente por el conflicto. El conflicto principal es<br />

aquel que se da entre las clases propietarias de los medios de producción<br />

y todos aquellos que son dueños sólo de su propio ser. El análisis está<br />

centrado en la explotación y dominación que hacen las clases propietarias<br />

sobre las clases desposeídas. Esta explotación y dominación tiene dos<br />

expresiones: una, desde lo económico, en la cual las clases desposeídas<br />

218 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 216 - 239


Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

se ven obligadas a satisfacer sus necesidades básicas a través de la<br />

subordinación a los intereses productivos de las clases propietarias; otra,<br />

desde lo ideológico, por medio de la cual las clases desposeídas asumen<br />

como propios los valores y discursos de las clases propietarias, pero que<br />

no benefician a las clases desposeídas sino que mantienen el poder en<br />

manos de las clases propietarias. La contabilidad, desde esta perspectiva,<br />

es vista como un actor fundamental en la legitimación de la explotación<br />

de las clases hegemónicas sobre las clases desposeídas. La contabilidad<br />

actúa en las dos expresiones de explotación: por un lado, otorga la imagen<br />

de justa a la relación entre ‘iguales’ que se da entre las clases propietarias<br />

y las clases desposeídas; por otro lado, el lenguaje de la contabilidad sirve<br />

como mecanismo ideológico que da un significado parcializado de la realidad<br />

a favor de los intereses hegemónicos. La investigación contable ha<br />

buscado analizar la explotación legitimada por la contabilidad en diferentes<br />

ámbitos: laboral, de género, ambiental, etc.<br />

La corriente preocupada por las relaciones de poder se alimenta del trabajo<br />

de la filosofía posmoderna, principalmente. En esta perspectiva se hace, al<br />

igual que en la anterior, una crítica al orden social existente. Se considera<br />

que hay una estrecha relación entre el saber y el poder en la sociedad.<br />

Aquel que tiene el conocimiento tiene el poder de definir la sociedad y aquel<br />

que tiene el poder define qué conocimiento es considerado como válido. El<br />

conocimiento, desde esta perspectiva, es el que define qué es importante<br />

y qué no es, qué se excluye y qué se incluye, qué relaciones son permitidas<br />

y cuáles prohibidas. La verdad, entonces, es relativa y dependerá del<br />

contexto histórico y espacial en el que se produzca, además de los mecanismos<br />

por los cuales esa verdad es legitimada y asumida como cierta.<br />

Esta perspectiva usa metodologías como la arqueología y la genealogía.<br />

Ambas metodologías buscan reconocer e interpretar las verdades relativas<br />

dentro de su contexto. En el caso de la arqueología se busca comprender<br />

el concepto definido como verdadero en medio de un conjunto complejo<br />

y contextual de significados y relaciones. Por el lado de la genealogía se<br />

intenta reconocer los puntos de inflexión en los significados de las cosas (de<br />

las verdades), haciendo énfasis en los cambios que sufren los significados,<br />

y con ellos, las relaciones y la sociedad en general. La investigación en<br />

contabilidad rechaza, asumiendo esta perspectiva, un concepto único de<br />

contabilidad, mostrando en sus diversas indagaciones que la contabilidad<br />

es (tautológicamente) lo que los miembros de una comunidad digan que es<br />

la contabilidad. El lenguaje de la contabilidad es contextual, es definitorio de<br />

lo que es verdad o no y es producto, y reproduce ciertos tipos de relaciones<br />

sociales que son, al mismo tiempo, relaciones de poder.<br />

El presente texto se ubica en medio de las tres últimas perspectivas. Las<br />

tres perspectivas comparten una evaluación constante a los discursos que<br />

219


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

son emitidos en la sociedad. Intenta recuperar una tradición que viene desde<br />

la antigüedad y que en el último siglo ha tenido una fuerte renovación.<br />

La retórica o aquella disciplina dedicada a la construcción de argumentos<br />

convincentes (que es muy diferente a decir que son mentirosos) tiene, desde<br />

las miradas renovadoras del siglo XX, presencia en todos los discursos de<br />

la sociedad, sean estos académicos, religiosos, políticos, sentimentales,<br />

deportivos, etc. La contabilidad, como uno de esos discursos de la sociedad,<br />

tiene también una retórica particular.<br />

El artículo sigue con una breve revisión a las miradas que históricamente<br />

se han presentado acerca de la retórica, haciendo especial énfasis en las<br />

miradas contemporáneas acerca de la retórica en la ciencia. Posteriormente,<br />

se hará un recorrido por los elementos tradicionales de la retórica y de la<br />

investigación retórica. En tercer lugar, se hace una evaluación de la contabilidad<br />

y de su carácter retórico. Por último, a manera de conclusiones,<br />

a la par que se revisa la investigación que ha sido desarrollada sobre la<br />

retórica de la contabilidad se establecen los potenciales que para nuestro<br />

contexto tiene este tipo de investigación.<br />

2. Retórica: perspectivas contemporáneas<br />

Según Gill y Whedbee (2000) la retórica tiene múltiples significados “mientras<br />

que algunas […] definiciones comparan la retórica con la persuasión,<br />

otras la caracterizan de manera más amplia, como tratándose de cualquier<br />

tipo de expresión instrumental. Una definición identifica la retórica con la<br />

argumentación; otra, con el lenguaje elocuente. Por último, mientras que<br />

algunas definiciones asocian la retórica exclusivamente con el discurso, al<br />

menos una de ellas deja abierta la posibilidad de que pueda incluir actividades<br />

y objetos no discursivos” (2000). Para ellas, “la retórica es el discurso<br />

calculado para influir sobre un auditorio hacia cierto fin en particular. […]<br />

Aunque las descripciones de los fines de la retórica discrepan bastante, el<br />

tema invariable es que se trata de un tipo de discurso instrumental. De un<br />

modo u otro, es un vehículo para reforzar, alterar o responder a las opiniones<br />

de un público determinado” (2000).<br />

La crítica retórica tiene entre sus objetivos “determinar el modo por el cual<br />

la retórica invita a la construcción o reconstrucción de sucesos y fenómenos.<br />

Su método consiste en identificar las estructuras textuales, discutirlas<br />

y, en algunos casos, desarmarlas, a fin de establecer cómo operan para<br />

crear opiniones, sancionar ciertas maneras de mirar el mundo, o silenciar<br />

a determinadas personas o puntos de vista” (2000).<br />

Para Gill y Whedbee la crítica retórica analiza los discursos a partir de tres<br />

preguntas básicas: ¿Qué expectativas genera el contexto? ¿Qué es lo que<br />

el texto le presenta al público? y ¿Cuáles son los rasgos significativos del<br />

220 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 216 - 239


Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

texto? A partir de estas preguntas, las autoras consideran que son varios los<br />

elementos que se pueden analizar desde la crítica retórica. Dentro de los<br />

elementos que responden a la pregunta inicial acerca de las expectativas<br />

que genera el contexto se encuentran: la exigencia (el problema o asunto<br />

a que se refiere el texto), la audiencia (las personas concretas a las que se<br />

dirige el orador), el género (la naturaleza misma del texto) y la credibilidad<br />

del orador (la posición social del orador en relación con el auditorio al que<br />

se dirige). Para responder a la pregunta por lo que presenta el texto al<br />

público, Gill y Whedbee enumeran: la persona retórica (la persona ficticia<br />

del autor creada en el texto), el auditorio implícito (o la audiencia ficticia<br />

simbolizada en el texto mismo), la percepción del contexto (la mención<br />

que se hace del contexto en el que opera el texto y/o la re-definición que<br />

el texto hace del contexto) y la ausencia (aquello que está ausente o que<br />

ha sido silenciado por el texto). Por último, para responder a la pregunta<br />

por las características del texto señalan: la estructura y temporalidad, la<br />

argumentación, la metáfora, y la iconicidad.<br />

Desde el énfasis en la interacción, Jonathan Potter (1998) define la retórica<br />

como el “discurso utilizado para reforzar versiones particulares del mundo<br />

y para proteger estas versiones de la crítica”. Potter (1998) considera que<br />

“la retórica no se debería limitar a expresiones manifiestamente argumentativas<br />

o explícitamente persuasivas y debería verse como un aspecto<br />

fundamental de la manera en que las personas interactúan y llevan a la<br />

comprensión”. Así, las actitudes pueden llegar a ser vistas como posturas<br />

públicas inseparables de las controversias del momento. Posteriormente,<br />

Potter identifica dos tipos de retórica: una retórica ofensiva, encargada de<br />

socavar las descripciones alternativas, elaborada para reelaborar, dañar o<br />

reenmarcar una descripción; y una retórica defensiva, que resiste a la anterior<br />

y que protege las descripciones empleando diversas técnicas (Potter,<br />

1998). El análisis retórico debe tener en cuenta qué tipo de retórica se está<br />

analizando con el fin de identificar los procedimientos a través de los cuales<br />

se construyen hechos o versiones factuales o se busca socavar dichas<br />

versiones. Potter denominará a estas retóricas, en términos generales,<br />

discursos cosificadores y discursos ironizadores.<br />

Bazerman (1988) define la retórica como “el más amplio estudio de cómo<br />

la gente usa el lenguaje y otros símbolos para lograr objetivos humanos y<br />

llevar a cabo actividades humanas (…) un estudio práctico que ofrece a la<br />

gente un mayor control sobre su actividad simbólica”. Para él, “la persuasión<br />

está en el corazón de la ciencia, no en el margen irrespetable. Una retórica<br />

inteligente practicada dentro de una comunidad de investigación seria, reconocible<br />

y comprometida es un método serio de búsqueda de la verdad. La<br />

comunicación científica más seria no es la que deja de lado la persuasión,<br />

sino la que persuade de la manera más profunda, más irresistible y, por<br />

lo tanto, arrasa con los argumentos más superficiales” (Bazerman, 1988).<br />

221


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

Según Bazerman et al. (2005) a partir de la década de los ochenta se origina<br />

un movimiento denominado Retórica de la Indagación (Rhetoric of Inquiry),<br />

encabezado por autores como John Nelson, John Campbell, Arjo Klamer,<br />

Allan Megill, Donald McCloskey, entre otros. La publicación más importante<br />

de este movimiento es la compilación The rhetoric of human sciences<br />

(Nelson, Megill, & McCloskey, 1987b). Para Nelson et al. (1987a) “la investigación<br />

usa argumentos, y los argumentos usan retórica. La ‘retórica’ no es<br />

el mero ornamento o la mera superchería. Es retórica en el antiguo sentido<br />

de discurso persuasivo. En materias desde la prueba matemática hasta la<br />

crítica literaria, los investigadores escriben retóricamente”. Dentro de este<br />

grupo se encontraban historiadores, sociólogos, filósofos, economistas,<br />

matemáticos, entre otros. “La retórica de la investigación toma como punto<br />

de partida que toda investigación –desde la biología hasta la teología– es<br />

argumento. Ni los hechos de la historia ni las pruebas matemáticas hablan<br />

por sí mismas” (Bazerman et al., 2005).<br />

Bazerman et al. también reconocen el papel en el fortalecimiento de los<br />

estudios retóricos de autores como Bruno Latour (1992) y Steve Woolgar<br />

(Latour & Woolgar, 1995). Para Latour (1992) “la retórica es una disciplina<br />

fascinante aunque despreciada, pero se hace aún más importante cuando<br />

los debates son tan exacerbados que se convierten en científicos y técnicos<br />

(…). Los textos científicos o técnicos no se escriben de forma distinta por<br />

diferentes razas de escritores. Cuando llegas a ellos no significa que hayas<br />

dejado la retórica por el reino más tranquilo de la razón pura. Significa que<br />

la retórica se ha vuelto lo suficientemente acalorada, o que es todavía tan<br />

activa, como para que se tengan que incluir muchos más recursos para<br />

mantener en pie los debates”. Así, es en las controversias donde con mayor<br />

fuerza se verá el uso de la retórica, en especial para provocar cierres de las<br />

mismas. Pero que una controversia se cierre no quiere decir que deje de<br />

haber retórica, al contrario, la retórica es más fuerte para que el cierre se<br />

mantenga. De acuerdo con Latour y Woolgar (1995), “las materias primas<br />

dentro del laboratorio son rápidamente transformadas en moneda simbólica<br />

por los científicos a través de las actividades rutinarias de etiquetado,<br />

codificación, y clasificación” (Ver también Bazerman et al., 2005).<br />

Un campo cercano a la contabilidad en el que ha habido un movimiento<br />

importante desde los análisis retóricos es el de la economía. Su principal<br />

representante, Donald McCloskey (hoy Deirdre McCloskey) ha hecho un<br />

análisis profundo de la retórica que usa la economía, especialmente la<br />

economía neoclásica. Para McCloskey (1994), “la ciencia es escrita con<br />

intención, la intención de persuadir a otros científicos, tales como los científicos<br />

económicos”. En un texto anterior (McCloskey, 1983) comenta que<br />

los economistas tienen dos actitudes ante los discursos: una actitud oficial<br />

por la cual los economistas se reconocen a sí mismos como científicos en<br />

222 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 216 - 239


Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

el moderno sentido de la palabra; estos científicos reconocen como propios<br />

y adecuados los requerimientos del método científico (hipotético-deductivo).<br />

La segunda actitud de los economistas, de carácter implícito, tiene que ver<br />

con el trabajo real de investigación, en donde los economistas hacen uso<br />

de una fuerte retórica para elaborar sus argumentos. “Aún en las materias<br />

estrechamente más técnicas de la discusión científica, los economistas<br />

tienen un conjunto compartido de convicciones sobre lo que hace un argumento<br />

fuerte, pero un conjunto que aún no ha sido examinado, que pueden<br />

comunicar a los estudiantes sólo tácitamente, y que contiene muchos<br />

elementos embarazosos para la retórica oficial” (1983). Para McCloskey, la<br />

economía utiliza, principalmente, figuras como la metáfora que se muestra<br />

con claridad en la utilización de modelos (McCloskey, 1983; 1990; 1994).<br />

Incluso, afirma que las principales metáforas de la economía provienen de<br />

la contabilidad (Klamer & McCloskey, 1992; McCloskey, 1993).<br />

3. Elementos de retórica<br />

Los elementos que históricamente se han considerado como fundamentales<br />

en la construcción de argumentos desde la retórica, son elementos que<br />

sirven, igualmente, para un análisis de los argumentos que otros dan. A<br />

continuación se hará énfasis en algunos de los términos y elementos más<br />

importantes en el análisis retórico de la ciencia.<br />

3.1. Géneros<br />

Desde Aristóteles, han sido diferenciados tres tipos de géneros discursivos:<br />

deliberativo, judicial y epidíctico. En palabras de Perelman (1997) “en el<br />

género deliberativo el orador aconseja o desaconseja y su opinión concluye<br />

en lo que parece más útil; en el género judicial acusa o defiende para decidir<br />

lo justo; en el género epidíctico alaba o critica y su discurso tiene que ver<br />

con lo bello y lo feo”. Para Gross (2006) “los textos científicos participan en<br />

cada uno de estos géneros. Un informe es judicial porque reconstruye la<br />

ciencia pasada en una forma que apoye sus proposiciones; es deliberativo<br />

porque pretende dirigir la investigación futura; es epidíctico porque es una<br />

celebración de los métodos apropiados”. En otras palabras, el género deliberativo<br />

expone y propone caminos a seguir, decisiones a tomar, etc. Por<br />

su parte el género judicial evalúa los hechos pasados con el fin de decidir<br />

si fueron realizados o no correctamente. Por último, el género epidíctico se<br />

concentra en adjudicar virtudes a un objeto o sujeto del que trata el discurso.<br />

3.2. Construcción del discurso<br />

Es necesario nombrar los cinco elementos de la composición o construcción<br />

de un discurso que desde la retórica clásica son reconocidos. El primero<br />

de ellos es la inventio o invención (también hallazgo), por medio de la cual<br />

223


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

el orador escoge, descubre, construye los argumentos por los cuales dará<br />

apoyo o demostrará sus tesis. Al escoger aquellos argumentos a utilizar,<br />

el orador realiza una dispositio, ordenamiento, con el fin de presentar los<br />

argumentos de una manera coherente dentro del discurso. Al presentar<br />

el discurso, el orador debe hacerlo de un modo claro, vívido, adecuado<br />

al público al que se dirige, acto que se denomina elocutio. Por último, se<br />

encuentran la memne (o memoria), necesaria para recordar los argumentos<br />

y la disposición de los mismos, y la actio (o pronunciación), que implica las<br />

estrategias propias de entonación del discurso. Estos dos últimos elementos<br />

han perdido importancia en la medida en que el análisis retórico actual se<br />

hace principalmente sobre los textos escritos.<br />

3.3. Tipos de argumentos<br />

Dentro de los elementos tradicionalmente utilizados en la retórica se encuentran<br />

los tipos o especies de argumentos. Entre ellos encontramos el<br />

ethos, el pathos, y el logos.<br />

Logos: este recurso estilístico es utilizado apelando a la ‘razón’, a la lógica<br />

del argumento. Se podría decir que es el recurso más utilizado por la ciencia.<br />

La utilización de un método de investigación, la búsqueda de causalidades,<br />

la presentación de los argumentos dentro de un artículo, la presentación<br />

de gráficas y cuadros explicativos y, sobretodo, el estilo impersonal de<br />

escritura, son apelaciones a la razón, al conocimiento. Sin embargo, este<br />

no es el único de los recursos que se utilizan en la ciencia.<br />

Ethos: con este recurso se apela a la credibilidad del orador. Dentro de<br />

la retórica de la ciencia esta credibilidad se apoya en recursos como los<br />

argumentos de autoridad, la apelación a la objetividad de la ciencia, etc.<br />

Parte de la credibilidad del científico está en la capacidad de innovación,<br />

innovación que debe estar hecha de acuerdo con el método científico, lo<br />

que le entrega mayor credibilidad al científico. Gross (2006) considera que<br />

por sí mismos “todos los artículos científicos (…) están en medio de una red<br />

de relaciones de autoridad: la publicación en un journal respetado; detrás<br />

de tal publicación, una serie de garantías dadas a los científicos conectadas<br />

con una institución de investigación bien respetada; dentro del texto, un<br />

conjunto de citaciones ilustrando el artículo como el último resultado de un<br />

programa de investigación vital y en marcha”.<br />

Pathos: este recurso estilístico apelará a los sentimientos del auditorio, del<br />

público. En momentos de controversias científicas los sentimientos, las<br />

emociones, se harán claramente presentes al argumentar en contra del<br />

otro o al defender la posición propia. Más prominentemente, la principal<br />

emoción presente en la ciencia es la falta de emociones. Como plantea<br />

Gross (2006) “la objetividad de la prosa científica es una invención retórica<br />

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Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

cuidadosamente trabajada, una apelación no racional a la autoridad de la<br />

razón: los informes científicos son el producto de elecciones verbales diseñadas<br />

para capitalizar la atractividad de una empresa que implica un mito<br />

conveniente, un mito en el que, aparentemente, la razón ha subyugado a las<br />

pasiones. Pero la negación disciplinada de la emoción en la ciencia es sólo<br />

un atributo para nuestra inversión apasionada en sus métodos y objetivos”.<br />

El estilo de la ciencia: como ya se ha enunciado, el estilo de la ciencia busca<br />

ser impersonal. Además de esto, se ha buscado que el estilo de la ciencia<br />

sea breve y claro. Para Gross (2006) el estilo de la ciencia es paradójico,<br />

un oxímoron: por un lado se quiere que sea modesto, claro, sin muchos<br />

ornamentos, en términos estilísticos; sin embargo, por otro, se quiere que<br />

el discurso científico lo abarque todo, sea heroico y solucione todo tipo de<br />

problemas.<br />

3.4. Figuras retóricas<br />

Según McCloskey, (1994) cuatro son las principales figuras utilizadas en<br />

la ciencia. La primera de ellas es la metáfora, para algunos, la figura más<br />

utilizada y la figura sine qua non de la ciencia. “La forma fundamental del<br />

entendimiento humano es un proceso metafórico; la mente comprende una<br />

idea desconocida sólo por comparación con o en términos de algo que ya<br />

conoce. De este modo, el lenguaje metafórico de un texto presenta una<br />

perspectiva particular de la realidad que estructura la comprensión de una<br />

idea en términos de algo que ya comprendió previamente. Desde este<br />

punto de vista la metáfora modela la experiencia humana” (Gill & Whedbee,<br />

2000). Para McCloskey (1983; 1990; 1994) y Klamer (Klamer & McCloskey,<br />

1992) las metáforas hacen parte inherente de la ciencia, tanto que tratar de<br />

hablar científicamente sin metáfora alguna, sería una contradicción. “Quizá<br />

el pensamiento es metafórico. Quizá remover la metáfora es remover el<br />

pensamiento” (1983).<br />

La segunda figura es la sinécdoque, mediante la cual se refiere a un todo<br />

a través de un elemento parte del todo: hacer rodar la pecosa (el balón), la<br />

industria (el sector industrial) creció al X%, etc. Una tercera figura puede<br />

ser la metonimia o la iconicidad, mediante las cuales un término es utilizado<br />

como símbolo de representación del referente: la niña de sus ojos (su<br />

novia; su hija), se enfrentó a tres espadas, etc. En cuarto lugar, la figura de<br />

la ironía se vuelve importante en la retórica científica. La ironía es el uso<br />

de argumentos de otros con el fin de refutarlos. Para McCloskey, la ironía<br />

puede ser usada luego de años de preparación.<br />

3.5. El yo y el otro en contexto<br />

Para Gill y Whedbee (2000), todo discurso responde a la pregunta por<br />

¿qué es lo que presenta al público? Ellas argumentan que los principales<br />

225


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

elementos que son presentados por un discurso son: la persona retórica, el<br />

auditorio implícito, la percepción del contexto y las ausencias. Por persona<br />

retórica se entiende la manera en la que el orador o emisor del discurso se<br />

define a sí mismo, que sería distinto al orador mismo (es decir, el orador es<br />

diferente de la representación que hace de sí mismo). McCloskey llama a<br />

este elemento el ‘autor implicado’, quien tiene un punto de vista particular,<br />

que en el caso de la ciencia se trata de desaparecer al autor con el estilo<br />

impersonal de escritura (McCloskey, 1994).<br />

Hablar del auditorio implícito es hablar de los mecanismos que utiliza el<br />

orador o emisor del discurso con el fin de presentar a su audiencia. Se trata<br />

de los mecanismos por los cuales el autor construye al otro, que es muy<br />

diferente de aquel que está leyendo u oyendo el discurso. “El ‘auditorio<br />

implícito’ es ficticio, porque se crea a partir del contexto y sólo existe dentro<br />

del mundo simbólico que este propone” (Gill & Whedbee, 2000).<br />

Cuando nos referimos a la percepción del contexto hablamos de los dispositivos<br />

que son usados por un orador para presentar ‘su’ percepción acerca<br />

del contexto. En este tipo de argumentos o dispositivos, se construye a<br />

través de la argumentación, la lógica del entorno del discurso, otorgando<br />

nuevos valores, nuevos roles, nuevos significados a los elementos constitutivos<br />

del entorno.<br />

En la medida en que todo discurso tiene como intención construir los límites<br />

de la realidad y lograr con ello la persuasión de otros, este proceso deja por<br />

fuera múltiples objetos, personas, etc., que no llegan a ser nombrados en el<br />

discurso explícitamente y que se convierten en inaceptables o insignificantes.<br />

Este elemento puede ser conocido como la construcción de la ausencia.<br />

La retórica de la ciencia acude continuamente a las autoridades, que pueden<br />

ser de diversa clase. La forma principal de acudir a las autoridades es<br />

la citación de lo que han dicho en sus obras. Esto se expresa a través de<br />

citas tomadas textualmente, la referenciación de textos y la puesta o no de<br />

la referencia en la bibliografía de los artículos. Sin embargo, la autoridad<br />

principal en la ciencia es la naturaleza misma, invocada gracias al estilo<br />

impersonal que poseen los artículos científicos. Las publicaciones científicas<br />

se encuentran escritas de tal manera que la observación, lejos de ser<br />

mostrada como parte de la percepción del científico y la discusión con sus<br />

colegas, se muestra como un proceso propio del fenómeno en el cual el<br />

autor no tiene ninguna incidencia.<br />

Por último, y sin querer agotar los elementos o categorías del análisis retórico,<br />

se puede hablar de la capacidad que tienen los textos de elaborar<br />

relatos (o historias). Los textos científicos generan relatos cuando a partir<br />

de la aplicación de un método científico a una realidad concreta, pueden<br />

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Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

llegar a solucionar, interpretar, cuestionar, un problema específico. Para<br />

Gill y Whedbee “la preocupación por la estructura del texto en la forma<br />

de, por ejemplo, introducción, cuerpo y conclusión de un discurso es tan<br />

antigua como el mismo arte de la retórica. La preocupación contemporánea<br />

por la estructura de los textos está relacionada con la tesis de Saussure<br />

(1986) de que experimentamos el discurso en forma lineal. De este modo,<br />

la estructura de un texto se entrelaza con el tiempo” (2000). De manera<br />

que como plantea McCloskey, esta interrelación estructura-tiempo genera<br />

relatos lineales (1990; 1994). Según Clower (1988), “contrario a la opinión<br />

popular y a las pretensiones de algunos científicos, la cantidad de todo<br />

el conocimiento comúnmente visto como ‘científico’ está expresado en<br />

términos de historias que difieren poco de las historias contadas por los<br />

escritores de novelas serias. La semblanza no es accidental”.<br />

Si bien en este acápite se han mostrado algunos de los principales elementos<br />

que están inmersos en el discurso retórico, no se trata solamente de<br />

tratar de hacer uso de ellos para mejorar nuestra elaboración argumentativa,<br />

sino hacer de ellos nuestras herramientas metodológicas para el análisis<br />

de los discursos.<br />

4. Retórica y contabilidad<br />

Tal como ha pasado con la ciencia, se dice de la contabilidad que no posee<br />

retórica; que su discurso está libre de juicios, libre de decoraciones retóricas<br />

que evitan o promuevan acciones en los usuarios de la información que<br />

ella produce; que ella representa fielmente la realidad, sin tomar partido,<br />

apegándose a los hechos. Esto está lejos de ser cierto. La contabilidad,<br />

al igual que la ciencia y al igual que la mayoría de discursos expresados<br />

en la sociedad, es retórica. Es retórica por varias razones: es un discurso<br />

emitido por una comunidad, con un mensaje especial y dirigido a otros con<br />

el fin de influir sus decisiones. Con una pequeña revisión a los elementos<br />

retóricos presentes en la contabilidad se busca en esta sección argumentar<br />

esta proposición. Se ofrecerán diversos ejemplos, aunque no de todos los<br />

elementos comentados en la sección anterior.<br />

De lo primero que tenemos que hablar, entonces, es de los diferentes géneros<br />

en contabilidad. Se puede llegar a argumentar que los tres tipos de<br />

géneros discursivos (deliberativo, judicial, epidíctico) están presentes en<br />

la contabilidad, incluso, los tres géneros se presentan al mismo tiempo en<br />

los informes contables. Los informes contables son una forma de género<br />

deliberativo en cuanto son usados para analizar las opciones de acción futura<br />

en una organización, en particular, podemos ver que en campos como<br />

la evaluación de proyectos de inversión, los presupuestos, entre otros, es<br />

necesaria la evaluación de las posibles repercusiones de las decisiones<br />

actuales con el fin de tomar las más ‘adecuada’ al futuro de la organización.<br />

227


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

Por otro lado, el género judicial se encuentra presente en todas las formas<br />

de información contable en cuanto ella se refiere a hechos pasados que<br />

son evaluados en el presente y definen si lo llevado a cabo fue bueno o<br />

no. Por último, el género epidíctico se encuentra presente en la valoración<br />

que se hace de las organizaciones en sus propios informes; los informes<br />

anuales, los informes de sostenibilidad y otros por el estilo, proveen una<br />

gran cantidad de juicios de valor acerca de las acciones positivas que hacen<br />

las empresas mismas.<br />

Siguiendo el mismo orden de la sección anterior, es el turno de hablar de la<br />

construcción de los argumentos en contabilidad. Si nos detenemos a considerar<br />

el método contable, tal como los exponen Mattessich (2002) y (nos<br />

llega por) Cañibano (1988), él mismo es un proceso retórico. El momento<br />

de invención de los argumentos (o inventio) estaría representado por los<br />

momentos que conocemos como el principio de dualidad y la medición y<br />

valoración de los hechos económicos: en estos momentos del método contable<br />

lo que tenemos es un proceso de abstracción en el cual escogemos<br />

(inventamos) las características ‘importantes’ de los hechos económicos<br />

con el fin de (re)presentarlos a un público. Por otro lado, la dispositio estaría<br />

presente en el momento de definir las formas de representación, pues son<br />

las que nos permiten definir qué tipo de información vamos a presentar y<br />

en qué orden; es este el momento en el que, hablando de estados financieros,<br />

definimos cómo representar los activos, los pasivos, los ingresos,<br />

etc. Por último, la elocutio, la presentación, estaría dada en el momento de<br />

agregación de la información contable, momento en el que la información<br />

deja de estar en manos de los contables (los científicos de la contabilidad)<br />

para ser pública, para ser manejada por otros, para tomar decisiones, etc.<br />

Los tipos de argumentos no dejan de estar presentes en la contabilidad.<br />

Aquí es donde la contabilidad puede llegar a ser vista como una disciplina<br />

no neutral y llena de juicios de valor, pues tanto el pathos como el ethos,<br />

argumentos de los que se ha querido alejar la ciencia (y la contabilidad),<br />

son fundamentales en la elaboración de informes contables o de reportes<br />

científicos. Para hablar con ejemplos, veamos el caso de un informe de<br />

estados financieros. A simple vista estaríamos hablando de una especie<br />

de logos, un conjunto de argumentos que no apelan a los sentimientos<br />

ni las valoraciones sino que se basan en hechos reales, comprobables,<br />

demostrables, etc.; hasta este punto, entonces, toda información contable<br />

representa un logos. Sin embargo, en medio de este logos contable se<br />

apela constantemente a los sentimientos y a los juicios de valor, los que<br />

nos llevan a decir que el pathos y el ethos se encuentran en la contabilidad.<br />

Dentro del balance de Bavaria (segundo semestre de 2008) encontramos<br />

la siguiente expresión:<br />

…la utilidad bruta fue de $1,279,491 millones, representando un<br />

incremento del 11.9% respecto al primer semestre del mismo año.<br />

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Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

El margen bruto fue de 66.2% en el segundo semestre del 2008,<br />

mayor en 0.3% con respecto al semestre anterior cuando representó<br />

el 65.9% (Bavaria, 2008).<br />

De entrada parecen sólo datos, sin ningún juicio de valor, sólo representaciones<br />

del desempeño de la organización durante un periodo de tiempo<br />

especial. Sin embargo, hacer énfasis en que la utilidad de este periodo<br />

incrementó o fue mayor que la utilidad del periodo anterior habla muy bien<br />

de la organización, de su crecimiento, de su buen desempeño (ethos) y al<br />

mismo tiempo apela a las expectativas de los inversores externos (actuales<br />

y/o potenciales) quienes al ver que la utilidad de la organización está<br />

creciendo, tendrán motivos para decidir invertir o mantener su inversión<br />

en la organización (pathos). Ejemplos como estos los podemos encontrar<br />

en todos los informes contables e incluso en técnicas contables como las<br />

del análisis financiero.<br />

Como ya se ha dicho, a pesar de querer mostrarse como alejada de la<br />

literatura y de las artes retóricas, gracias a su jerga especializada, es innegable<br />

la presencia de figuras retóricas en la ciencia. La contabilidad no<br />

está lejana de ello. Para hablar solamente de la metáfora, la contabilidad<br />

usa en su lenguaje un conjunto infinito de metáforas para referirse a la realidad,<br />

a los hechos económicos. Baste con preguntarnos el significado de<br />

palabras como activo, pasivo o ingresos. Los tres términos son metáforas.<br />

Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua - RAE,<br />

éstos significan (obviando el hecho de que los significados contables ya<br />

son aceptados en la RAE): “que obra o tiene virtud de obrar”; “se dice del<br />

sujeto que recibe la acción del agente, sin cooperar con ella”; y, “acción<br />

de ingresar” (ingresar: entrar en un lugar). Mirando estos tres significados<br />

detenidamente podríamos decir que no hay cosa más activa que un<br />

pasivo, no hay cosa más pasiva que un activo y que los ingresos no son<br />

realmente ingresos. Para nosotros, estas tres palabras no son literales, son<br />

metafóricas. Un activo lo es, no porque tenga la capacidad de obrar, sino<br />

porque representa los bienes de la empresa, con los cuales ella cumple<br />

su objeto social; un pasivo lo es, no por su falta de actividad, sino por la<br />

capacidad de acción que tiene un tercero sobre la organización; un ingreso<br />

no lo es porque entren los recursos a la empresa, sino porque se generan<br />

derechos para la organización en virtud de sus actividades cotidianas, que<br />

aumentarán los activos de la misma. Las demás figuras retóricas, según<br />

Lakoff & Johnson (1986) son formas diversas de metáfora, por lo cual, con<br />

el presente ejemplo, es suficiente.<br />

Para cerrar esta sección, consideremos el caso de las audiencias, las<br />

ausencias y las autoridades en el discurso contable. Mucho se ha hablado<br />

acerca de quiénes son los usuarios de la información contable. Se ha llegado<br />

a plantear que todos los que estén interesados en una empresa son<br />

229


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

usuarios de su información contable. Sin embargo, la información contable<br />

está lejos de ser dirigida a cualquier usuario. Las audiencias a las que se<br />

dirige el discurso contable son pocas: en ejemplos como el que vimos de<br />

Bavaria se puede argumentar que la audiencia preferente son los inversores<br />

de capital, aquellos a quienes las utilidades de una empresa pueden ser<br />

importantes; un estado de costos, en el que se expresa el valor dedicado<br />

a la mano de obra, no está dirigido a la comunidad de trabajadores de la<br />

organización, se dirige a los administrativos y tomadores de decisiones<br />

quienes definirán los rumbos a seguir en su relación con los trabajadores<br />

actuales y potenciales. Por otro lado, las ausencias se evidencian en el<br />

lenguaje ampliamente monetario de la contabilidad: el valor monetario de<br />

un bien es solamente una de las características que posee el bien mismo;<br />

ésta no nos habla acerca del estado en el que se encuentra, del nivel de<br />

intervención del hombre sobre él, o del valor cultural que posee para una<br />

comunidad específica; muchas críticas se han hecho a la contabilidad en<br />

relación con lo que deja de representar: el deterioro ambiental, el aporte<br />

o perjuicio social, etc., todos ellos ausencias en la contabilidad. En última<br />

instancia, las autoridades usadas en contabilidad son de diferente tipo:<br />

una primera autoridad la encontramos en la firma que es impuesta por el<br />

contador sobre los estados financieros, apoyada por su número de tarjeta<br />

profesional o, en otras palabras, el hecho de que el que (se dice que) elabora<br />

los estados financieros posea una tarjeta profesional es la muestra de<br />

que toda una profesión está apoyando la bondad de los estados financieros<br />

firmados por tal contador; una segunda autoridad se encuentra en la apelación<br />

constante a normas y principios de contabilidad que agregan valor<br />

a la información producida, en cuanto ésta está elaborada de acuerdo con<br />

una tradición o una legalidad; otra forma de autoridad en contabilidad es la<br />

revisión de los estados financieros por parte de un auditor o un revisor fiscal,<br />

quienes dan fe de la veracidad de la información presentada al público.<br />

Todos estos elementos, vistos de manera general, nos ayudan para mostrar<br />

(o para inventarnos el cuento de) que la contabilidad, al igual que la ciencia<br />

o que todo discurso producido en la sociedad, es altamente retórica.<br />

5. A guisa de conclusiones: los potenciales de investigación retórica<br />

en contabilidad<br />

La investigación retórica en contabilidad, lejos de ser una novedad, ha tenido<br />

un amplio desarrollo desde la década de los ochenta del siglo pasado. En<br />

esta sección se explorará la retórica en contabilidad desde seis ámbitos<br />

especiales. Estos ámbitos expresan, a través de ejemplos, por un lado, los<br />

avances que la investigación retórica ha tenido en la investigación contable<br />

internacional y, por otro, los potenciales de investigación que en nuestro país<br />

puede llegar a tener. El primer ámbito dará cuenta de la investigación que<br />

se ha centrado en analizar el uso de la retórica de la ciencia en la disciplina<br />

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Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

contable, tratando de mostrar, así, a la contabilidad como una disciplina<br />

científica. En el segundo, se explorarán algunas indagaciones acerca de<br />

la retórica que es utilizada en los procesos de normalización contable y en<br />

las normas de contabilidad. Un tercer ámbito explorado se relaciona con<br />

la retórica que es usada en diferentes teorías contables. En cuarto lugar,<br />

se presentan investigaciones que se han concentrado en la retórica usada<br />

en diferentes procesos de formación contable. Luego, se hace un recorrido<br />

por indagaciones que han sido realizadas en pro de un análisis de la<br />

retórica usada en la práctica contable, como, por ejemplo, en los informes<br />

anuales. El último ámbito explora miradas acerca de la contabilidad como<br />

un dispositivo discursivo o retórico utilizado por otras disciplinas o personas<br />

‘ajenas’ a la disciplina contable.<br />

5.1. La retórica de la ciencia y de la investigación en contabilidad<br />

En primer lugar, podremos dirigir nuestra mirada a las construcciones académicas<br />

que sobre la contabilidad se han hecho de manera que podamos<br />

analizar, a la luz de la retórica de la ciencia y de la investigación, el proceso<br />

de construcción de la contabilidad, como disciplina de conocimiento. Un<br />

ejercicio que han asumido trabajos como el de Mouck (1992) en su análisis<br />

de la retórica del texto de la Positive accounting theory de Watts y Zimmerman;<br />

el de Amernic (1997) con su revisión a la retórica de la investigación<br />

utilizada en un artículo científico; o el de Reiter y Williams (1997) al evaluar<br />

la retórica científica utilizada en una conferencia sobre Economía Financiera.<br />

El texto de Mouck (1992) inicia considerando el texto de Positive accounting<br />

theory como un relato, una narrativa literaria que puede ser analizada<br />

a través de la crítica retórica. Después de mostrar las principales tesis y<br />

argumentos del libro, Mouck analiza las características retóricas del mismo.<br />

Él considera que este libro ha sido tan ‘exitoso’ entre los investigadores<br />

contables, en particular, gracias a la retórica científica y a la retórica rebelde<br />

usadas por los autores. Con respecto a la retórica científica, Mouck enuncia<br />

los elementos presentes en el texto: interés por mostrar a los científicos o<br />

los teóricos como neutrales; asume como científica toda investigación de<br />

carácter empírico (descriptivo) dejando de lado los estudios normativos;<br />

utiliza un lenguaje naturalizador por el cual establece que la realidad se<br />

comporta de acuerdo con leyes inalterables; el uso de metáforas y alegorías,<br />

expresadas en particular en los ‘modelos’ usados por Watts y Zimmerman<br />

y en su presentación de las empresas como ‘nexos de contratos’;<br />

apelaciones a la economía (neoclásica) como autoridad académica; entre<br />

otras. De la retórica de la rebelión se puede decir que el éxito de la teoría<br />

positiva empalma con el momento histórico en el que se consideraba cualquier<br />

intervención regulativa como un limitante del mercado y sus fuerzas<br />

‘naturales’; la teoría positiva niega la capacidad de la regulación contable<br />

para coordinar la presentación de informes contables.<br />

231


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

Este tipo de investigación es útil para evaluar todo tipo de enunciaciones<br />

teóricas que sobre la contabilidad nos lleguen de otros contextos o se produzcan<br />

en el nuestro. No se trata de limitar o negar el carácter científico que<br />

puede tener la contabilidad, sino, por el contrario, reconocer que a pesar<br />

de ser un trabajo riguroso, ‘científico’, la academia contable no está lejos<br />

de ser una práctica productora de textos, narrativas, relatos, socialmente<br />

construidos y susceptibles de ser evaluados.<br />

5.2. Retórica y regulación contable<br />

Como se había enunciado, un segundo ámbito podría dirigir nuestra investigación<br />

hacia los procesos de formulación de normatividad contable,<br />

nacional o internacional, de modo que nos lleve a comprender la dinámica<br />

de dichos procesos y el papel de las estrategias retóricas en la estabilización<br />

de una u otra normatividad o normalizador. Análisis de este tipo se puede<br />

observar en el trabajo Jupe (2000) que analiza la retórica auto-referencial<br />

usada por los actores negociantes en la definición de estándares contables<br />

con el fin de legitimar las prácticas contables de las grandes corporaciones;<br />

o de Young (2003), quien analizó la retórica del buen emisor de estándares,<br />

presente en los estándares de contabilidad del FASB de Estados Unidos.<br />

Young (2003) argumenta que las estrategias retóricas empleadas por el<br />

FASB construyen la imagen de que un estándar contable específico es<br />

‘bueno’, silenciando las alternativas y las posibles críticas y mostrando al<br />

FASB como un ‘buen’ emisor de estándares. Así, estas estrategias, ayudan<br />

a mostrar al estándar como un producto técnico, fortaleciendo el valor aceptado<br />

de la objetividad en la contabilidad y en los estándares que la regulan.<br />

Reconocer el carácter retórico de la normatividad contable y de los emisores<br />

de estándares puede ayudar a la evaluación crítica de la normatividad existente,<br />

de la normatividad emergente y de los mismos emisores de normas.<br />

En particular, evaluaciones de este tipo son necesarias al momento de<br />

evaluar la posible adopción (adaptación, convergencia, etc.) de estándares<br />

internacionales de contabilidad.<br />

5.3. Retórica de las teorías contables<br />

Otro de los ámbitos que pueden ser abordados dentro de la investigación<br />

retórica son las teorías contables o, en otras palabras, todo aquel conjunto<br />

de ideas acerca de lo que se hace o puede hacerse con la contabilidad, su<br />

sistematización y argumentación como modelo a seguir. Es el caso de la<br />

partida doble, como una de las herramientas básicas de la contabilidad moderna;<br />

o el balanced scorecard, una contemporánea herramienta de gestión.<br />

Dentro del primer caso, podemos encontrar el trabajo de Aho (1985) en el<br />

que argumenta que lejos de ser parte de la racionalidad capitalista, tal y<br />

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Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

como llegaron a considerar Weber y Sombart, la partida doble podría ser<br />

analizada como un ejercicio retórico para justificar la existencia del comercio<br />

en el medioevo tardío. Aho, apoyándose en el texto de Paciolo, De computis<br />

et scripturis, considera que el proceso de elaboración del Libro Mayor<br />

de un mercader es similar al proceso de construcción de un argumento.<br />

La contabilidad por partida doble poseería los tres momentos básicos de<br />

la construcción de argumentos: inventio, dispositio y elocutio. Para Aho,<br />

el origen de la partida doble está sumamente vinculado a las prácticas<br />

religiosas como la confesión, a la enseñanza de la retórica en los círculos<br />

académicos e, incluso, a las consideraciones estéticas del Renacimiento.<br />

En el mismo orden, por otra parte, Carruthers y Espeland (1991) muestran<br />

que la naturaleza balanceada de la partida doble documenta la naturaleza<br />

balanceada de las firmas, lo que le otorga una legitimidad y equidad a los<br />

negocios. En el mismo tema, Thompson (1994) muestra que la partida<br />

doble crea una apariencia de control sobre los flujos de bienes y servicios<br />

al establecer una medida de ellos.<br />

El trabajo de Norreklit (2003) se centra en el análisis retórico de uno de<br />

los trabajos más influyentes en la contabilidad de gestión actual: The balanced<br />

scorecard (TBSC) de Kaplan y Norton. El texto, según Norreklit,<br />

adquiere fuerza sólo con mirar las condiciones en las que aparece: TBSC<br />

es un texto producto de dos altos ejecutivos de la consultoría de gestión y<br />

de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. Por otro lado, al<br />

sumergirse en el texto del primer capítulo, Norreklit muestra que es un texto<br />

más emotivo que racional: apela a la obsolescencia del modelo contable<br />

y a la necesidad de un nuevo modelo, con el fin de ser competitivos en la<br />

“nueva era de la información”, que supera la “era industrial” en la que surgió<br />

el antiguo modelo. Norreklit evalúa el texto del TBSC como un texto poco<br />

científico, confuso y emocional, en el que hay un uso excesivo de metáforas,<br />

analogías, con un estilo irónico, antitético, e inmerso en lo que él llama el<br />

género de los Gurús del Management. Si bien el texto de Norreklit muestra<br />

el carácter retórico de TBSC, posee una versión parcializada del mismo al<br />

no considerarlo científico debido al lenguaje utilizado por los autores. Más<br />

allá hay una defensa de los paradigmas racionales de la ciencia moderna.<br />

Estos ejemplos nos dan luces acerca de la posibilidad de evaluar el carácter<br />

retórico de los diferentes enunciados teóricos que han sido desarrollados<br />

acerca de la contabilidad. Enunciados que pueden encontrarse en todos los<br />

espacios de la contabilidad: contabilidad financiera, contabilidad de gestión<br />

y de costos, auditoría, finanzas, etc.<br />

5.4. Retórica en la educación contable<br />

El cuarto ámbito que podemos tener en cuenta en la investigación retórica<br />

se relaciona con las prácticas de educación contable, ya sean éstas de<br />

233


Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

carácter formal o informal. Análisis de este tipo incluyen los trabajos de<br />

Amernic y Craig (2000b) que identifican las estrategias retóricas de la Guía<br />

para entender las finanzas de la IBM; o el trabajo de McGoun, Bettner y<br />

Coyne (2007) que se relaciona con algunas de las metáforas utilizadas en<br />

la educación contable.<br />

El texto de Amernic y Craig (2000b) inicia con la evaluación a la preocupación<br />

que algunos académicos tienen acerca de la posibilidad de que las<br />

grandes corporaciones lleguen a invadir el sector educativo y la imposibilidad<br />

que tienen las instituciones de educación de competir con aquellas. Para<br />

los autores, además de que ésta sea una posibilidad real, las corporaciones<br />

ya se encuentran formando contadores, y ¡gratis!, a través de mecanismos<br />

no tradicionales, como las páginas web. Así, toman el caso de la Guía para<br />

entender las finanzas disponible en la página web de la IBM (en el año 1998).<br />

Esta guía, según los autores, enseña la contabilidad financiera de un modo<br />

no-problemático, es decir, dejando de lado las profundas controversias que<br />

alrededor de la elaboración de informes contables existen en los medios<br />

académicos y regulativos. Por otro lado, muestran las diferentes metáforas<br />

presentes en la Guía, tales como: 1.) metáforas verbales: ‘una compañía es<br />

una entidad limitada (con fronteras)’; ‘el efectivo es la sangre de los negocios’;<br />

‘una empresa es una persona/un organismo biológico’; ‘los estados<br />

financieros son un lenguaje’; ‘los estados financieros son contenedores’; o<br />

‘los estados financieros son fotografías’; o, 2.) metáforas visuales: ‘IBM es<br />

un guía’; o ‘una compañía es un equipo deportivo’. Amernic y Craig (2000b)<br />

concluyen que IBM enseña contabilidad, pero un tipo de contabilidad que<br />

ignora las dimensiones sociales y desproblematiza las numerosas decisiones<br />

y estructuras sociales presentes las metáforas enseñadas en la Guía.<br />

Las investigaciones centradas en la retórica de la educación contable puede<br />

llevarnos a evaluar los (pre)juicios bajo los cuales los contadores ‘del futuro’<br />

son formados y la manera en que ellos pueden llegar a observar y a actuar<br />

en el mundo laboral. Estas investigaciones pueden llevarse a cabo en el<br />

aula de clase, en los textos guía, en los instrumentos de enseñanza virtual e,<br />

incluso, en los reportes contables de las empresas, dado que estos últimos<br />

pueden ser unas importantes herramientas pedagógicas.<br />

5.5. La retórica en las prácticas contables<br />

Un quinto tipo de investigación puede ser llevado a cabo en el marco de las<br />

prácticas organizacionales, identificando el papel de la retórica contable en<br />

la consolidación de un tipo de organización específico. La retórica puede<br />

ser encontrada en momentos como la elección de una práctica contable<br />

particular, en los procesos de elaboración de informes contables o en los<br />

informes contables entregados al exterior de la organización. Trabajos en<br />

esta materia los han realizado investigadores como Hooper y Pratt (1995)<br />

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Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

quienes analizaron el papel de la contabilidad y su retórica en la New Zealand<br />

Native Land Company; Courtis (2004) quien observó las prácticas de<br />

producción de informes anuales tomando en cuenta, principalmente, el<br />

papel del color en dichos informes; Bourguignon (2005) quien llevó a cabo<br />

un análisis crítico acerca del proceso de reificación de la creación de valor<br />

empresarial; Crowther, Carter y Cooper (2006) que a la luz de la poética<br />

analizaron los informes anuales de diversas compañías de prestación de<br />

servicio de acueducto; o Amernic y Craig (2000a) quienes evaluaron el<br />

papel de la contabilidad en la primera carta a los accionistas emitida por<br />

Walt Disney en 1940.<br />

5.6. La contabilidad como herramienta retórica<br />

Otra posible esfera puede ser la llevada a cabo por investigadores ‘externos’<br />

a la disciplina, como Aho (1985). Carruthers y Espeland (1991), Klamer y<br />

McCloskey (1992), o Porter (1992), quienes han indagado en el papel que<br />

la contabilidad y su retórica juegan en las relaciones sociales en general<br />

y en el desempeño de otras disciplinas en particular (Christensen, 2004;<br />

Moerman & van der Laan, 2007; Solli & Jönsson, 1997; Mellemvik, 1997).<br />

La aparente objetividad y neutralidad de la contabilidad sirve como argumento<br />

de autoridad, como metáfora, para otras disciplinas. Klamer y Mc-<br />

Closkey (1992) muestran cómo la economía se alimenta de los conceptos<br />

contables para llevar a cabo sus modelos y sus argumentaciones. “La<br />

economía (…) está dominada por ideas contables. Muchos economistas<br />

podrían ser sorprendidos por esta proposición pero, en efecto, su campo<br />

es reglamentado por poco. Costo y beneficio, racionalidad y cálculo, dependen<br />

de un conjunto de libros como un sistema cerrado, cubriendo por<br />

definición cualquier cosa que haya que cubrir. Los inventarios y los flujos,<br />

el capital y el ingreso; el producto neto de la depreciación; el gasto igual<br />

para todos; el flujo circular; la escasez; la elección bajo constreñimientos”<br />

(Klamer & McCloskey, 1992).<br />

Todo lo anterior, nos lleva a plantear que los potenciales de investigación<br />

retórica en contabilidad son amplios. Como se dijo inicialmente, este tipo de<br />

investigación puede ser de gran utilidad para perspectivas interpretativas y<br />

críticas de la contabilidad. Del mismo modo, la investigación retórica puede<br />

llevarse a cabo dentro de las organizaciones, en la práctica contable, en<br />

la academia contable y en sus productos científicos, y en la sociedad en<br />

general que es usuaria del lenguaje contable. La invitación es a promover la<br />

investigación interpretativa-crítica y la investigación retórica en contabilidad.<br />

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Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

falequimar@gmail.com<br />

Docente investigador de la Universidad la Gran Colombia. Contador Público (Universidad<br />

Nacional de Colombia). Candidato a Magíster en Estudios Sociales de la<br />

Ciencia (Universidad Nacional de Colombia). Miembro de los grupos: Tendencias<br />

Contables Contemporáneas, de la Universidad la Gran Colombia; y Contabilidad,<br />

Organizaciones y Medio Ambiente, de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro<br />

académico del Centro Colombiano de Investigaciones Contables, Regional<br />

Cundinamarca (CCINCO-CUNDINAMARCA). Investigador en áreas de la teoría<br />

contable, historia de la contabilidad, contabilidad ambiental, responsabilidad social,<br />

y sociología de la contabilidad.<br />

239


La docencia en el lugar equivocado<br />

Resumen<br />

Al abordar el tercer milenio la educación<br />

contable en Colombia y quizás en latinoamérica<br />

y por qué no a escala mundial,<br />

se encuentra frente a frente a un mundo<br />

diferente al que le vio nacer.<br />

En su inicios para satisfacer una necesidad<br />

de información y control se formaron<br />

los escribas, dueños de un “saber”<br />

operativo, con habilidad de escribir sin<br />

interpretar.<br />

La formalización de la escuela y las<br />

instituciones educativas superiores se<br />

orientó a atender la demanda del mercado<br />

en sus etapas mercantil, industrial<br />

y capitalista. Por todas esas épocas la<br />

educación contable trasegó y se valió<br />

de una propuesta pedagógica capaz<br />

de satisfacer sus demandas; de ahí la<br />

pedagogía tradicional o industrial que<br />

desde finales del siglo pasado ha mostrado<br />

su obsolescencia e incapacidad<br />

para atender a las necesidades de la<br />

sociedad de la información.<br />

En la obsolescencia del modelo pedagógico<br />

tradicional, subyace una de las<br />

causas fundamentales de la crisis en<br />

la educación contable, denunciadas en<br />

Colombia desde de la década del 80 en<br />

el siglo pasado, que invernaba hasta que<br />

el Estado decide intervenir para evaluar<br />

la calidad de la educación a través de<br />

sus “productos”, los estudiantes.<br />

Palabras clave<br />

Pedagogía, modelos pedagógicos,<br />

competencias, conceptos, instrumentos<br />

de conocimiento, operaciones intelectuales.<br />

Walter Abel Sánchez Chinchilla<br />

Abstract<br />

In the third millennium Accounting Education<br />

in Colombia and maybe in Latin<br />

America and why not in the rest of the<br />

world, faces a world different to the one<br />

in which it was born.<br />

At the beginning, and with the purpose<br />

of satisfying a need for information and<br />

control there appeared the scribes, owners<br />

of an operative “ knowledge “ with<br />

the ability of writing without interpreting.<br />

The formalization of School and higher<br />

education institutions aimed at satisfying<br />

the demand of the market in its mercantile,<br />

industrial and capitalist stages. During<br />

those times Accounting Education decanted<br />

and used a pedagogic proposal<br />

able to satisfy its demands. From there<br />

on we have the traditional or industrial<br />

pedagogy, which since the final of last<br />

century has shown its obsolescence<br />

and inability to meet the demands of the<br />

society of the information.<br />

In the obsolescence of the traditional<br />

pedagogic model underlies one of the<br />

fundamental causes of the crisis in the<br />

Accounting Education denounced in Colombia<br />

since the 80’s in the last century<br />

that hibernated until the State decides<br />

to intervene to evaluate the quality of<br />

the education through its “ products “,<br />

the students.<br />

Key words<br />

Pedagogy, pedagogical models, competences,<br />

concepts, instruments of<br />

knowledge, intellectual operations.<br />

Primera versión recibida en julio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en septiembre de <strong>2011</strong><br />

240 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

Introducción<br />

La historia de Julio<br />

Julio es ese profesor que de manera desinteresada nos dio un regalo<br />

invaluable: su amistad. Así mismo nos dio su luz y nos sembró la semilla<br />

de la inquietud.<br />

Este año me he enterado que después de veinticinco años de ejercicio<br />

docente en la universidad, Julio ha logrado pensionarse (antes de que<br />

el super-presidente se lo impidiera), que decidió retirarse de la docencia<br />

universitaria activa y dedicarse a otros menesteres.<br />

Al saber esa noticia, llegaron a mi mente estos recientes últimos veinte años<br />

y, cual película que se desenreda, la vida docente de este entrañable amigo<br />

se me presenta en la pantalla de mi mente para lamentar el tiempo perdido<br />

y el ver cómo, sin que uno se dé cuenta, el tiempo pasa inexorablemente.<br />

Afortunadamente logró su pensión, en un ejercicio profesional de alto riesgo<br />

y subvalorado por el Estado y la sociedad.<br />

Sin entrar en las múltiples razones que transformaron su vida como docente,<br />

al conocer de sus labios la noticia de su pensión, un doble y contradictorio<br />

sentimiento me embargó. Uno de alegría, porque un amigo lograba una<br />

meta (que con este sistema, ya de por sí es un gran logro); y otro de tristeza,<br />

al revisar en retrospectiva su incidencia y protagonismo como docente.<br />

Recién llegado de estudios en el exterior, la llama de su inconformidad<br />

intelectual era fulgurante hasta iluminarnos a quienes fuimos sus primeros<br />

discípulos. Bebimos de sus fuentes y tomamos las lenguas de fuego para<br />

nuestro quehacer estudiantil de la época. De su ejemplo y sus inquietudes<br />

se alimentó toda una generación que convirtió a la carrera en un bastión<br />

importante dentro de la universidad y que nos enseñó que la contaduría<br />

tenía una responsabilidad e importancia social grande, que ameritaba<br />

nuestro compromiso y nuestra lucha. El consejo estudiantil, el periódico,<br />

el congreso de estudiantes, en fin, son resultados de ese proceso para el<br />

cual, no obstante, nunca reclamó protagonismo ni reconocimiento.<br />

Pero el inexorable tiempo y las circunstancias que, pese a la amistad, aún<br />

no conocimos, Julio dejó de ser lo que pintó en sus primeros años después<br />

de llegar del exterior. Qué pasó, será una inquietud por resolver ahora que<br />

el peso del deber ha desaparecido y la edad permite hacer “balances”.<br />

En la educación contable colombiana abundan los Julio. Llenos de conocimiento,<br />

inquietos por el saber, amorosos del conocimiento, humanistas,<br />

investigadores, dominadores de la práctica y de la técnica. Otros, expertos<br />

empíricos; muchos, autoridades en impuestos (estatutos tributarios ambu-<br />

241


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

lantes), pero con una pequeña pero profunda debilidad: se hicieron docentes<br />

por accidente, por oportunidad, por conveniencia, por fama, por prestigio y<br />

así iniciaron un recorrido que poco a poco se tornó rutinario y convirtieron<br />

la práctica docente en un empleo y no en vocación.<br />

En esa época que Julio inició, ser egresado de la NACHO era un “pasaporte<br />

suizo”. Sumado a la carencia de profesionales para la docencia, el acceso<br />

a la universidad era casi una obligación.<br />

Julio era y es poseedor de las más brillantes ideas y pensamientos en torno<br />

a la contaduría pública como profesión. Su conciencia social y su preocupación<br />

por ello eran permanentes, por eso le fastidiaba el alto enfoque instrumental<br />

y el individualismo de la profesión y criticaba a los pseudolíderes<br />

que se usufructuaban de ella, cual mercaderes del gremio.<br />

Su formación en el exterior lo dotó de unos conocimientos muy revolucionarios<br />

para la época. Su estructura de pensamiento era avanzada y sus<br />

reflexiones complejas y por ello erróneamente decodificadas.<br />

Pero como casi nada es completo en esta vida, a Julio todo el tiempo le<br />

faltó una cosa: FORMACIÓN PEDAGÓGICA que le impidiera caer en la<br />

rutina, innovar, conservar el compromiso, amar el ejercicio docente, aportar<br />

y dejar una huella y que sus discípulos, hoy, no creamos que su papel fue<br />

muy inferior a lo que pudo y debió ser. Julio era contador público y se hizo<br />

docente, no fue un docente que se haya hecho contador público, siempre<br />

practicó la pedagogía tradicional como lo siguen haciendo hoy en Colombia<br />

y en el planeta el 99% de los contadores públicos que ejercen la enseñanza.<br />

A los Julio que persisten en la universidad colombiana...<br />

Por el contador del siglo XXI<br />

Para quienes tenemos la suerte de llegar y vivir el siglo XXI y para aquellos<br />

que inexorablemente lo vivirán, la educación ha sido, es y será el medio más<br />

eficaz para dotar de las herramientas más adecuadas para sobrevivir en él.<br />

Educar es transformar; es la educación lo que nos diferencia de los demás<br />

seres vivos conocidos y que existen sobre la faz de la tierra. Al igual que<br />

hace algo más de quinientos años o quizás más de dos mil años, el siglo<br />

XXI precisa de un contador público capaz de re-crear el conocimiento. Trabajadores<br />

del conocimiento al estilo de los sumerios o más recientemente<br />

de Cotrugli y Pacciolo al re-crear la contabilidad por partida doble. Cinco<br />

siglos después, ningún avance significativo, ni conceptual ni instrumental,<br />

se ha dado en torno a este tipo de contabilidad. Y ello motiva a la pregunta<br />

cuya respuesta debe llenar de preocupación ante la evidencia de estar<br />

formando los limitados escribas de la antigüedad. ¿Por qué no se están<br />

242 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

formando contadores públicos trabajadores del conocimiento? ¿Por qué<br />

en el plano conceptual los avances en la disciplina contable son mínimos y<br />

en el ejercicio docente casi inexistentes? ¿Por qué el ejercicio profesional<br />

sigue a expensas de normas y de personas ajenas a él?<br />

El siglo XXI precisa, por los cambios laborales, económicos y sociales que<br />

trae consigo, un nuevo profesional con una serie de características, habilidades,<br />

aptitudes y actitudes, todas especiales y que trascienden de manera<br />

definitiva las concepciones que aún persisten en la educación contable no<br />

sólo nacional sino internacional.<br />

Contrario a lo que plantean Toffler y Drucker esta sociedad siempre ha sido,<br />

desde que el hombre es Homo Sapiens, una sociedad del conocimiento. El<br />

siglo XXI, no es exclusivamente el momento de la llegada de la sociedad<br />

del conocimiento, más bien lo es de la información. La información que se<br />

posee, existe y se genera es realmente abrumadora para toda persona<br />

ávida de aprehender. El contador público, desde siempre, ha manipulado<br />

información, ella es la materia prima de su trabajo; pero hoy la decodificación<br />

de esa información le exige unas nuevas habilidades y capacidades que,<br />

no obstante, no están siendo ni formadas ni mucho menos potenciadas<br />

por el aparato educativo. El trabajador del siglo XXI se debe caracterizar<br />

por poseer una alta capacidad de abstracción, por pensar sistémicamente,<br />

por la habilidad de identificar problemas y de crear soluciones, por la<br />

capacidad de re-crear conocimiento, por la actitud para trabajar en equipo,<br />

capacidad y negociación, orientación al cliente, innovación y creatividad,<br />

por la flexibilidad y por una gran disposición y facilidad para desaprender,<br />

aprehender y aprender a aprehender 1 .<br />

Tales características del trabajador del conocimiento del siglo XXI han<br />

sido identificadas por investigadores sociales como los mismos A. Toffler,<br />

P. Drucker y R. Reich, entre otros. Para la profesión contable los vaticinios<br />

de estas voces autorizadas no son nada halagüeños. En nuestro interior<br />

lo reconocemos y comprendemos. La sociedad, el Estado, los clientes lo<br />

reclaman. Nosotros mismos lo sentimos. No estamos respondiendo de<br />

acuerdo con los retos del siglo XXI. Las circunstancias sociales y sobre<br />

todo las normas nos amparan, sin estas últimas ya seríamos dinosaurios.<br />

En nuestra profesión los pioneros son los célebres B. Cotrugli Rangeo y L.<br />

Pacciolo. ¿Pero, qué ha pasado en los últimos quinientos años para que<br />

no emerjan sus émulos o discípulos?<br />

Las evidencias reflejan que Cottrugli y Pacciolo efectivamente hicieron uso<br />

de una alta capacidad de abstracción para identificar la problemática y las<br />

1 La mayoría competencias socioafectivas (inteligencia emocional), poco tiene que ver con conocimientos<br />

y menos con normas, datos e informaciones.<br />

243


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

debilidades de la contabilidad por partida simple para re-crear la contabilidad<br />

por partida doble; poseían también la capacidad de pensar sistémicamente<br />

y la habilidad de decodificar los eventos del momento económico. Qué<br />

escasas son esas habilidades en el ejercicio profesional, brillan por su<br />

ausencia en el proceso educativo.<br />

Pensar en el tipo de contador público que precisa el siglo XXI debe ser el<br />

primer ejercicio de abstracción y de pensamiento sistémico a abordar por<br />

la institución educativa, con el fin de no preparar a un profesional para vivir<br />

en un mundo que no existe.<br />

Causas del problema<br />

Suficientes han sido las cinco versiones de simposios, congresos nacionalistas,<br />

simposios de las firmas, los ene eventos de la asociación de facultades<br />

y los casi veinte de estudiantes para seguir hablando y “votando corriente”<br />

en aras de obtener palco y “seguidores”. ¡Ya basta! Dejemos la verborrea<br />

y apostemos a una hipótesis.<br />

Mientras la educación contable continúe desconociendo el principal aspecto<br />

del proceso educativo como es el pedagógico, el estado de cosas actual<br />

no cambiará.<br />

La ausencia de lo pedagógico es la causa del diagnóstico de enfermedades,<br />

debilidades, carencias y similares que hoy atacan a la educación en general.<br />

En la mayoría de profesiones el proceso de construcción de los programas<br />

de enseñanza se caracterizó por el mismo itinerario en la conformación de<br />

la estructura teórica, práctica y de insumos. Los docentes pioneros e incluso<br />

los de hoy son, en la mayoría de los casos, sobresalientes profesionales,<br />

muy ocupados, con amplia experiencia en el ejercicio, con especializaciones<br />

puntuales y dueños del modelo y de una práctica docente heredada: tiza<br />

(marcador) y tablero, informaciones, casos, normas, técnicas, memoria,<br />

repetición y uso de la nota y del estatus como poder subyugante.<br />

La aplicación del modelo pedagógico tradicional es lo corriente en la mayoría<br />

de instituciones educativas desde el nivel medio, pasando por el superior<br />

hasta el posgradual, no solamente acá en nuestro país sino en la mayoría<br />

de países del planeta Tierra.<br />

El modelo pedagógico tradicional se caracteriza por estar enfocado en<br />

la transmisión de información y normas de una manera instruccional y<br />

cronológica, a través de la exposición de tipo descriptiva y reiterada, en<br />

un ambiente rígido y autoritario, y haciendo énfasis en la reproducción de<br />

saberes particulares, definiciones y operaciones (De Zubiría,1995:59). Este<br />

modelo genera procesos de pensamiento simples pero no los complejos. El<br />

244 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

estudiante es pasivo, no se le genera inquietud, interés o entusiasmo por el<br />

conocimiento. Se le dota de informaciones o conocimientos repetitivos, que<br />

ahora están a la mano en los infinitos medios que proveen las tecnologías<br />

de la información.<br />

La inclusión de novedosos y modernos recursos para la enseñanza vienen<br />

atacando de una manera muy importante el segundo aspecto del proceso<br />

educativo como es el cómo enseñar, de suerte que ahora lo “in” es lo lúdico,<br />

los multimedia, el videobeam, la computadora, el retroproyector, entre<br />

otros 2 . Pero la preocupación y el énfasis en el cómo desvían y contribuyen<br />

al descuido de lo primero, el qué enseñar.<br />

La anterior tiene un efecto de cascada en todo aquello que implica la planeación<br />

educativa, desde el diseño curricular hasta terminar en el desarrollo<br />

de una clase. Ante la ausencia de un modelo pedagógico, la estructura<br />

teórica que acompaña los planes educativos y desembocan en los diseños<br />

curriculares terminan siendo -en la mayoría de los casos- esbozos líricos,<br />

seductores, letras, discursos, en fin, pero que no trascienden hasta la práctica<br />

pedagógica, la cual se atomiza y agrava aún más con la abundante<br />

presencia de los famosos profesores cátedra que, escasamente, tienen<br />

tiempo para dedicarle a la orientación de su materia, tomando como referencia<br />

su “experiencia práctica”, el contenido de la materia, lo que vivió en<br />

su época de estudiante y sus destrezas expresivas. Lo anterior se evidencia<br />

en que, con un mismo modelo de documento de planeación curricular (caso<br />

el 90% de los planes de estudio de contaduría pública), no se aprecian los<br />

mismos impactos en la práctica educativa y las diferencias entre programas<br />

dependen más de la orientación del decano de turno, de las circunstancias<br />

del entorno y de los énfasis temáticos del pénsum.<br />

Este modelo convirtió a los profesores de materias como tributaria en los<br />

más reconocidos, admirados y temidos: el arsenal de informaciones y de<br />

enseñanzas instrumentales y normativas es lo suficientemente grande, y<br />

además el “hacer” es lo más apetecido por todos (además de la rentabilidad<br />

inmediata). La suposición de que el conocimiento es transmisible proviene<br />

de la identificación de los contenidos educativos con las informaciones, los<br />

hechos y los datos particulares de las ciencias (De Zubiría,1995:59). Por ello<br />

la pregunta sobre el qué enseñar no surgió, por el contrario la respuesta fue<br />

el camino “fácil” de la habilidad memorística con el Estatuto Tributario y la<br />

experiencia en el ejercicio práctico para llegar a clase a relatar los hechos<br />

del día (que siempre resultan abundantes) y colocar prácticas elaborando<br />

declaraciones de renta.<br />

2 Ahora añoramos a esos maestros que sin acetatos ni ayudas exponían teorías y planteamientos<br />

complejos acerca de las disciplinas. Ahora hay quienes se atreven a leer las ayudas visuales.<br />

245


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

De otro lado se encuentra el modelo de la Pedagogía Activa, el cual no se<br />

ha tomado a nivel superior de manera abierta por considerarle propio de<br />

los grados elementales de educación, para ella la prioridad está dada a la<br />

acción, a la manipulación y al contacto directo con los objetos.<br />

Una ligera reflexión permite hallar en una misma institución una colcha<br />

de prácticas pedagógicas que giran entre estas dos opciones. Evidencia<br />

clara de las debilidades y de la falta de unidad en este aspecto crucial del<br />

proceso educativo.<br />

Ninguno de estos dos modelos pedagógicos se ha formulado la pregunta<br />

en cuanto al qué enseñar. La pregunta en torno a cuáles contenidos enseñar<br />

es, en esta medida, fundamental, ya que sólo así se puede determinar<br />

cuáles son los aspectos esenciales de toda la herencia cultural que deben<br />

hacer parte de un currículo (De Zubiría,1995:63).<br />

Para corroborar aún más lo anterior, las evidencias abundan. Por ejemplo,<br />

en la materia de Auditoría se enseña la definición, ya añeja, de “sistema<br />

de control interno”, sobre ella se “habla” lo suficiente. Este elemento organizacional,<br />

es crucial en la etapa de ejercicio profesional como Revisor<br />

Fiscal. Para evaluarlo se enseña una metodología estándar e ingenua de<br />

cuestionarios, pero no se conceptualiza y el contador público (su evaluador<br />

de ley) no sabe diseñar (pues en casi ninguna institución lo enseñan) lo<br />

que le corresponde evaluar y calificar.<br />

Hasta ahora, en la planeación de esta materia no se indaga sobre qué<br />

enseñar acerca del sistema de control interno, y no se precisa sobre sus<br />

elementos conceptuales, es decir, no se sabe qué es, qué le caracteriza,<br />

qué no es y eventualmente cómo se clasifica. Todas las preguntas de un<br />

concepto fundamental en el ejercicio académico y profesional. Se sigue<br />

con la vieja definición y ahora se remoza con “desarrollos” foráneos, a<br />

los cuales se les rinde culto, calificando a este sistema como un proceso,<br />

algo totalmente erróneo, pero esto no importa, ya que proviene de una<br />

“autoridad” externa 3 .<br />

Igual sucede en materias como contabilidad, donde desde el primer semestre<br />

hasta las contabilidades “especiales”, se transmiten informaciones,<br />

normas y habilidades instrumentales. En ningún momento aflora la pregunta<br />

qué enseñar para evitar transmitir informaciones que, por sí mismo, podría<br />

obtener el estudiante. ¿Qué sentido tiene un libro de contabilidad cuyo 80%<br />

de su contenido es el PUC (o los PGCP)? ¿Qué objeto tiene enseñarle<br />

al estudiante lo instrumental si él lo puede acceder, y dejar de formar las<br />

3 O como le sucedió a una colega egresada de una especialización en Revisoría Fiscal, el docente de<br />

SCI les ofreció MECI al desayuno, al algo, al almuerzo, a las onces, a la comida y al dormir. Me<br />

pregunto: ¿y antes del MECI, qué enseñaba?<br />

246 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

bases conceptuales fundamentales? ¿Qué diferencia estructural existe en<br />

esta materia, entre la enseñanza impartida en una Institución de Educación<br />

Superior y el SENA? Parece ser que ninguna 4 ¿Y, entonces, la universidad<br />

colombiana qué forma?<br />

A propósito de lo anterior el profesor Richard Mattessich plantea:<br />

En tanto los cursos de contabilidad se hallen llenos de tecnicismos,<br />

existirá el riesgo de perderse en multitud de detalles prácticos<br />

a expensas de abordar cuestiones fundamentales que dominan<br />

las variadas facetas de la medición del ingreso y la riqueza. La<br />

concentración en el punto de vista legal y comercial y el desprecio<br />

por los aspectos científicos en la enseñanza actual de la contabilidad,<br />

es la resultante de esta actitud de miras estrechas. La idea de<br />

“medición” puede servir para ilustrar este hecho; el término se usa<br />

abundantemente en la literatura de nuestra disciplina; pero, ¿se<br />

han asegurado los autores de que sus lectores y estudiantes saben<br />

realmente lo que subyace bajo tal concepto? [5] ... proponemos, por<br />

lo tanto, concebir la contabilidad de una manera menos técnica y<br />

específica pero más general y científica (Mattessich, 2002: 5-6).<br />

Algo más de seis semestres se dedican a la formación profesional en<br />

contabilidad, dedicados de manera flagrante a lo instrumental-normativo,<br />

sin que en ningún semestre se recurra a la abstracción para develar los<br />

asuntos fundamentales de esta disciplina y evitar la dependencia del derecho<br />

y de “desarrollos” del exterior. “Con respecto a nuestra disciplina, la<br />

cuestión que se presenta es si ya hemos sacado todo el provecho posible<br />

de esta poderosa herramienta, si ya hemos agotado todo el potencial de<br />

abstracción en contabilidad, o si hay lugar todavía para su aplicación”<br />

(Mattessich, 2002: 8).<br />

Y así como sucede en la materia básica de la formación profesional de<br />

contaduría pública sucede con el resto de materias. Las habilidades propias<br />

del trabajador que precisa el siglo XXI, están ausentes, nada o poco de<br />

abstracción 6 porque se favorecen las enseñanzas concretas, las informaciones,<br />

las definiciones; cero de pensamiento sistémico y de re-creación de<br />

conocimiento porque se enseñan casos puntuales dentro de un activismo<br />

descubridor, memorístico e irreflexivo 7 .<br />

4 Según Ricardo Vásquez, docente de la Universidad Javeriana, en una investigación realizada para<br />

el ICFES sobre este tema y calidad educativa, se logró determinar que no existía diferencia alguna.<br />

5 El libro Contabilidad Conceptual e Instrumental, supera esta debilidad y presenta un desarrollo<br />

acerca de, entre otros más, los conceptos de medición y medición contable.<br />

6 Según Richard Mattessich, la esencia del enfoque científico es la abstracción.<br />

7 Una investigación empírica en curso en la Universidad Central (<strong>2011</strong>) acerca de la superestructura<br />

semántica de los textos utilizados en Contaduría Pública en los ejes fundamentales (contabilidad,<br />

control y tributaria) demuestra que la mayoría de ellos son de carácter descriptivo, informativo y<br />

247


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

En materias que bajo contenido instrumental tienen, veamos qué se enseña:<br />

para el caso de la materia de Teoría Contable se tiene que, al igual,<br />

se enseñan informaciones, teorías y planteamientos derivados de la abstracción<br />

aplicada por sus creadores, pero no se enseñan instrumentos de<br />

conocimiento que obliguen (inciten) al estudiante a “abstraer por sí mismo”<br />

sino que termina recibiendo, bajo diferentes escenarios y planteamientos,<br />

unas enseñanzas que terminan, en la mayoría de los casos, convertidos<br />

en conocimiento inútil 8 (por aquello de que el conocimiento que no se usa<br />

es un conocimiento inútil). De ahí la fama de las materias “costura”.<br />

Pese a la orientación formal que esbozan muchos programas de contaduría<br />

pública del país en el área investigativa.<br />

La temática de investigación ha sido percibida en forma de módulos<br />

dentro del contexto de las temáticas del área contable (expresión<br />

técnica de la disciplina). Como resultado de experiencias percibidas<br />

en los diferentes escenarios académicos de la profesión, en los<br />

cuales es evidente el escaso dominio de los profesionales de<br />

términos fundamentales y de conceptos básicos de su disciplina,<br />

es necesaria la formación del Contador Público en temáticas que<br />

respondan a necesidades particulares de la sociedad, pero más<br />

que ello a necesidades propias de la contabilidad, como cuerpo de<br />

conocimientos teóricos e instrumentales capaces de ser convertidos<br />

en soluciones organizacionales y académicas 9 (cursiva y énfasis por<br />

fuera del texto original).<br />

Como se diría, para la muestra un botón, estos planteamientos pertenecen<br />

a una universidad de rancio abolengo, con una antigüedad y “fama” que se<br />

refleja en sus finanzas, y que pese a reconocer la situación grave carece<br />

de una respuesta y de la alternativa de solución para algo caótico y que<br />

incide, de manera estructural, en el futuro laboral de quien estudia para<br />

mejorar sus condiciones de vida. Se reconoce la debilidad y se continúa<br />

en ella. Se siguen transmitiendo informaciones, normas y datos y no se<br />

dota al estudiante y al futuro profesional de conceptos (instrumentos de<br />

conocimiento); se forman escribas, no Pacciolos.<br />

En materia de investigación y teoría contable, incluso, se parte de supuestos<br />

erróneos y con ello, en adelante, los esfuerzos, en la mayoría de los<br />

casos, resultarán infructuosos. Se supone que el estudiante “sabe leer” y,<br />

por ende, tiene gusto por la lectura, que es el medio privilegiado de acceso<br />

con enfoque normativo; los textos de carácter argumentativo brillan por su ausencia o bajísimo<br />

número y uso, tanto por docentes como por estudiantes.<br />

8 Los índices de orientación estudiantil y profesional a la investigación son supremamente insignificantes.<br />

9 Esta información corresponde al PEI de una reconocida universidad en Colombia con respecto al<br />

área investigativa en el Programa de Contaduría Publica, por obvias razones se omite su nombre.<br />

248 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

a la puerta principal del conocimiento; que el mayor conocimiento y de mejor<br />

calidad lo obtienen los humanos leyendo (De Zubiría Samper, 2005). ¿Qué<br />

hacer en la universidad ante ese panorama de estudiantes con aversión<br />

por la lectura y con los indicadores que a nivel profesional se encuentran<br />

en el 20%? Pocas universidades han intuido esta situación y han tomado<br />

algunas medidas a nivel del pénsum con el afán de remediar este elemento<br />

que afecta el proceso de enseñanza aprehendizaje.<br />

Asediadas por los saberes convencionales y el unanimismo de la globalización,<br />

las instituciones de educación superior entraron en la moda de<br />

la austeridad y, ahora, sólo se contratan profesores por cátedra, con cero<br />

prestaciones, casi cero remuneración, con cero compromiso (la mayoría),<br />

con cero preparación docente, con cero experiencia (por eso son baratos),<br />

y con cero tiempo para un ejercicio vocacional como es el ser maestro o<br />

guiador de humanos (pedagogo). La calidad irá rumbo al abismo, pero más,<br />

los inermes estudiantes y las familias detrás de ellos.<br />

La unión de varios factores como son: el desconocimiento de la causa<br />

del problema, la carencia de un modelo pedagógico, la falta de unidad de<br />

criterios (más allá de los formalismos del PEI) en los procesos de enseñanza-aprendizaje,<br />

la casi nula formación pedagógica de los docentes, la<br />

inexistencia de textos pedagogizados con los conceptos fundamentales de<br />

las disciplinas medulares de la profesión, están en la raíz, en las causas del<br />

problema existente en la educación contable y que provoca la formación de<br />

profesionales aptos para laborar en un mundo que ya no existe.<br />

Modelos pedagógicos, calidad y pruebas saber pro<br />

Ante situaciones como la evidenciada en el PEI de esta universidad colombiana<br />

para el área investigativa y la realidad de las no soluciones, le<br />

corresponde al Estado, por obligación, asumir la defensa de los derechos<br />

de la población a través de la evaluación de la calidad en la educación. Y<br />

esta avisada guerra encuentra a los contrincantes desarmados y temerosos<br />

por el escarnio público y su impacto financiero y moral (aunque debería ser<br />

ético porque la docencia es un tipo de ejercicio laboral).<br />

La inminencia en la aplicación de las pruebas de Estado saca a flote las<br />

debilidades que hibernaron durante largo tiempo y se empieza a reconocer<br />

los errores en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en no estar formando<br />

por competencias 10 , en la carencia de un modelo pedagógico capaz de<br />

satisfacer de manera estructural las exigencias de calidad y de trabajador<br />

de conocimiento, como es el profesional contable.<br />

10 Algo que no es cierto del todo, sólo que la dedicación total fue a las competencias del Hacer, por<br />

aquello del enfoque instrumental-normativo; las demás competencias se cubrieron tangencialmente.<br />

249


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

Los actores directos del proceso Pruebas Saber Pro deberían comentar<br />

abiertamente acerca de la experiencia en su conjunto; de las jornadas de<br />

formulación de preguntas y sus resultados, de la participación y compromiso<br />

de la universidad y de sus docentes, de la calidad de las preguntas, de<br />

las deficiencias y carencias conceptuales, de las fallas estructurales; los<br />

hallazgos deberían sintetizarse, re-crearse y plantearse socialmente; ellos<br />

son el desayuno de lo que puede ser el almuerzo de la prueba por aplicar<br />

a los conejillos-estudiantes. Lo cierto es que los hallazgos sustentan la presencia<br />

de un escenario de serias y delicadas debilidades en los programas<br />

de contaduría pública que no pueden ni deben ser ocultos por las muestras<br />

de compromiso de un mínimo puñado de amorosos de la profesión.<br />

Una vez conocido el hecho de la inminencia de las pruebas de Estado, la<br />

mayoría de universidades ha iniciado un proceso “bomberil” para conjurar<br />

las llamas y evitar una conflagración que arrase con instituciones; otras, sin<br />

modelo pedagógico de por medio, se han dado a la incorporación de cambios<br />

curriculares, algunas de manera simultánea han abordado el recorte<br />

de horas y temas para adaptarse a los créditos educativos; todo ello sin<br />

que medie la reflexión sustancial a soluciones estructurales, que apunten<br />

al núcleo de la problemática.<br />

Con respecto a la calidad el modelo tradicional ha sido orientado a fomentar<br />

y fortalecer las competencias del hacer; en la mayoría de los casos el enfoque<br />

instrumental-normativo que prepondera, ha propiciado esto, de suerte<br />

que las demás competencias, las de larga vida como son las cognitivas y<br />

las actitudinales, se despreciaron por las causas atrás reseñadas.<br />

Son evidentes los niveles de baja calidad que ofrece la profesión contable;<br />

la producción intelectual y el desarrollo de tecnología son nimios. El sometimiento<br />

a lo foráneo es aceptado como algo profético, sin temor al apocalipsis<br />

que puede evitarse. El pensar con cabeza propia no es la principal<br />

característica de los actores de esta profesión. La aceptación vía adopción<br />

de modelos eminentemente instrumentales fascina a una pléyade de profesionales<br />

formados durante algo más de cinco años bajo ese esquema.<br />

Lo conocido nos amaña. Lo desconocido nos desconcierta.<br />

Los resultados de las Pruebas Saber Pro, cual caja de pandora, pueden<br />

llegar con más desconciertos que sorpresas. El autoengaño puede ser un<br />

síndrome, ya que las políticas del Estado, para este caso en particular, son<br />

las de un papá bueno y poco exigente; prueba de ello es la evaluación de<br />

habilidades como competencias, es decir, el examen puede ser una elemental<br />

evaluación de destrezas lectoras y por ello se evalúan las “competencias<br />

interpretativa, argumentativa y propositiva”.<br />

Al final, si el Estado no re-piensa el enfoque de las pruebas, los impactos<br />

pueden ser, desde el punto de vista formal, excelentes, pero desde la<br />

250 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

realidad social deplorables; ante la presencia de un contador público instrumentalista<br />

y normativo, con poco o nada de compromiso, amor, ética y<br />

solidaridad social y con una pobre re-creación de conocimiento; será un<br />

excelente escriba pero nunca un Pacciolo o un Cotrugli.<br />

Los modelos pedagógicos existentes no apuntan desde ninguna perspectiva<br />

a una educación de calidad; sus propuestas y estrategias didácticas<br />

fueron útiles para la era industrial, pero para la sociedad de la información<br />

se quedaron rezagadas totalmente.<br />

Propuestas de solución<br />

¿Cómo enfrentar la vieja y nueva crisis de la educación contable?<br />

¿Cómo enfrentar las exigencias de los Ecaes? ¿Qué camino tomar<br />

una vez adoptados los estándares mínimos de calidad? ¿Después<br />

de adecuar los curriculum al sistema de créditos educativos, qué<br />

cambios estructurales se generan, se requieren? ¿Qué cambios se<br />

requieren en la práctica pedagógica? ¿Qué cambios percibirán, de<br />

manera real, los estudiantes en su formación? Por ejemplo, una vez<br />

adoptado el sistema de créditos para la asignatura de Contabilidad<br />

I: ¿Qué depende del docente? ¿Qué le corresponde al estudiante?<br />

¿Cómo se van a determinar y jerarquizar los contenidos? ¿Qué es<br />

relevante y fundamental en Contabilidad I? ¿Que vamos a enseñar en<br />

Contabilidad I para generar las competencias cognitivas, las afectivas,<br />

las praxiológicas? (Sánchez, 2004).<br />

La formulación e implementación de un modelo pedagógico en los programas<br />

de contaduría pública, que se articule con los estándares de calidad,<br />

créditos educativos y con el enfoque de formación y evaluación basado en<br />

competencias, buscando la formación de un estudiante competente en el<br />

saber, el ser y el hacer, debe ser el norte a seguir.<br />

Tal proyecto debe partir de un proceso de construcción de un inventario<br />

integral del programa que permita elaborar un balance en aspectos institucionales,<br />

legales, del curriculum, de la función docente y del talento humano,<br />

las didácticas, los modelos pedagógicos, los recursos físicos, la investigación,<br />

entre otros, que permitan dimensionar las fortalezas, las debilidades<br />

y los escenarios futuros en los cuales se desarrollará la misión educativa.<br />

Así mismo, se debe adelantar un proceso de fundamentación acerca del<br />

modelo pedagógico a formular que, circunscrito dentro de las pedagogías<br />

del conocimiento, coadyuve a la formación de un contador público trabajador<br />

del conocimiento.<br />

Se precisa adoptar un modelo pedagógico capaz de formar trabajadores<br />

del conocimiento. Un modelo pedagógico capaz de favorecer y activar las<br />

competencias cognitivas, actitudinales y las praxiológicas. Un modelo que<br />

251


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

interprete la historia evolutiva del ser humano y su capacidad de aprehendizaje,<br />

que enseñe a aprehender, a activar las operaciones intelectuales y<br />

a dotar de los instrumentos de conocimiento metacognitivos.<br />

Las aspiraciones que subyacen en las estrategias del ICFES son, entre<br />

otras, la formación de profesionales centrada en el desarrollo de sus<br />

competencias, lo cual requiere el incremento de prácticas que permitan<br />

fortalecer la capacidad de abstracción y el manejo de sistemas simbólicos,<br />

muchos de ellos altamente formalizados. Las competencias son categorías<br />

conceptuales integradoras o articuladoras de procesos, contenidos, contextos<br />

y desempeños (Bustos, 2000:106). Es decir, se trata del desarrollo de<br />

competencias de tres categorías: a) cognitivas, tales como las habilidades<br />

para el razonamiento y los procesos de comprensión, análisis y solución<br />

de problemas, creatividad y argumentación; b) instrumentales, tales como<br />

las destrezas puramente técnicas en el ejercicio de un oficio, actividad o<br />

profesión; c) actitudinales, tales como la autoconciencia, la autorregulación,<br />

la motivación, la empatía y las habilidades sociales.<br />

Si partimos de la buena fe y la universidad colombiana acepta y adopta<br />

una serie de cambios educativos de acuerdo con los planteamientos del<br />

gobierno surgen nuevas preguntas:<br />

• ¿Qué de nuevo van a encontrar los estudiantes para que se percaten y<br />

sientan que, además de los cambios formales, también hay cambios en el<br />

modelo educativo (no solamente didácticos) para apreciar que el enfoque<br />

es de competencias, que se les dotará de los instrumentos metacognitivos<br />

y de las operaciones intelectuales suficientes, para lanzarlo a la sociedad<br />

en la seguridad de estar adecuadamente formado de acuerdo con los<br />

retos y exigencias de ésta?<br />

• ¿Qué se les va a enseñar en Contabilidad I, para que los estudiantes<br />

adquieran, desarrollen o fortalezcan sus habilidades de razonamiento,<br />

abstracción, razonamiento, interpretación, argumentación, proposición,<br />

de creatividad y de solución de problemas, entre otras?<br />

• ¿Qué tiene que saber el estudiante en Contabilidad I?, y así establecer<br />

los conocimientos teóricos.<br />

• ¿Qué tiene que saber hacer el estudiante en Contabilidad I?, y determinar<br />

los conocimientos prácticos.<br />

• ¿Cómo tiene que saber estar y actuar el estudiante en Contabilidad I?, y<br />

con ello precisar las actitudes y comportamientos requeridos.<br />

Finalmente, y aceptando que las IES reciben “productos” o “materia prima”<br />

provenientes de un sistema educativo en crisis, un aspecto que requiere<br />

252 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

especial atención es el referido a la conformación de competencias actitudinales,<br />

tales como la iniciativa, la autoconciencia, la solidaridad, la autorregulación,<br />

la motivación, la empatía, el trabajo en equipo, la flexibilidad, la<br />

orientación al cliente, la mentalidad creativa, la identificación y la resolución<br />

de problemas, etc.<br />

Las respuestas para una Institución de Educación Superior (IES), formadora<br />

de seres humanos y del futuro de una nación, se deben dar desde lo pedagógico<br />

y lo didáctico, en su orden. Los qué, son instrumentos metacognitivos.<br />

Desde la perspectiva de Karl Popper con sus mundos, el número tres es<br />

coincidente con las tres únicas enseñanzas que se le pueden suministrar a<br />

un ser humano y, por ende, evaluar. En cada uno de ellos existe el respectivo<br />

instrumento cognitivo, o afectivo, o de destreza; tres son las competencias<br />

a evaluar para igual número de habilidades lectoras, las interpretativas, las<br />

argumentativas y las propositivas.<br />

Un modelo pedagógico en lo posible debe descender desde las altas esferas.<br />

Pero a partir de la célula académica que representa el programa o la<br />

facultad, el proceso también se puede adelantar y debe concluir en el día<br />

a día de cada jornada de clases.<br />

A manera de ejemplo y sin pretender ser paradigma o exhaustiva, la planeación<br />

de la materia de Contabilidad I a partir del desarrollo de un modelo<br />

pedagógico podría ser:<br />

Universidad Central - Programa de Contaduría Pública<br />

Desarrollo Contable I - Planeación Curricular<br />

Segundo Semestre <strong>2011</strong><br />

Docente: C.P. Wálter Abel Sánchez C.<br />

Asignatura: Desarrollo Contable I<br />

Modalidad: Teórico-práctica<br />

Ubicación: Primer semestre<br />

Intensidad: 4 horas semanales.<br />

Contenidos mínimos: Ver sílabo. Ver red conceptual.<br />

Propósitos<br />

Propósitos afectivos: Reconocer la importancia de la contabilidad como disciplina<br />

y práctica social esencial en la formación y en el ejercicio profesional del contador<br />

público y su incidencia socioeconómica.<br />

Que los estudiantes comprendan la importancia de aprehender y dominar los<br />

conceptos básicos de la disciplina y los rudimentos instrumentales mínimos de la<br />

teneduría contable.<br />

253


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

Valorar la importancia del saber teórico y de la destreza técnica en la formación y<br />

el ejercicio profesional contable.<br />

Propósitos cognitivos: Que los estudiantes aprehendan los conceptos fundamentales<br />

de la disciplina contable desde la teoría y la práctica social. Ver red conceptual.<br />

Que los estudiantes aprehendan la lógica instrumental del proceso contable en<br />

cada uno de sus componentes, fases y actividades.<br />

Propósitos expresivos: Que los estudiantes dominen los conceptos básicos de la<br />

disciplina contable.<br />

Que los estudiantes dominen la lógica instrumental del proceso contable en cada<br />

uno de sus componentes, fases y actividades.<br />

Enseñanzas afectivas: (estructura pre-categorial)<br />

Es muy importante dominar<br />

el entramado conceptual e<br />

instrumental de la contabilidad<br />

Es necesario conocer y valorar<br />

la importancia social de la<br />

contabilidad<br />

La contabilidad es un saber estratégico fundamental<br />

dentro de la formación del contable y esencial en la<br />

vida de las organizaciones económicas.<br />

La contabilidad<br />

es un sistema de<br />

control económico<br />

La contabilidad registra,<br />

mide y procesa hechos<br />

económico-sociales<br />

La contabilidad<br />

como prueba<br />

ante jueces<br />

La contabilidad<br />

simplifica lo<br />

complejo<br />

Las proyecciones macroeconómicas<br />

se sustentan<br />

en la información contable<br />

Los tributos se calculan<br />

con base en la contabilidad<br />

Sin un sistema de control la<br />

sociedad económica cae en<br />

la incertidumbre y el caos<br />

Hasta ahora no se ha inventado<br />

otro sistema de control sustituto o<br />

similar a la contabilidad<br />

El Estado y las organizaciones usan<br />

la contabilidad para controlar sus<br />

recursos, derechos y obligaciones<br />

Enseñanzas cognitivas: se transferirán a los estudiantes conceptos como: contabilidad,<br />

contabilidad por partida doble, contabilidad por memoriales, contabilidad<br />

por partida simple, teoría de la medición, medición contable, objeto de medición<br />

contable, magnitud contable, unidad de medición contable, base de medición contable,<br />

instrumento de medición contable y registro contable.<br />

Enseñanzas expresivas: procedimiento para leer y construir mentefactos conceptuales.<br />

Se transferirá a los estudiantes el algoritmo del proceso contable con todos<br />

sus componentes y elementos.<br />

254 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

Evaluación: los estudiantes que hayan aprobado la asignatura estarán en capacidad<br />

de: a) leer y construir los mentefactos proposicionales y conceptuales propios<br />

de la disciplina contable; b) dominar los conceptos básicos y esenciales de la<br />

disciplina contable; c) diseñar un heurístico o algoritmo que dé cuenta del proceso<br />

contable, sus elementos y componentes; d) desarrollar todo un proceso elemental<br />

de registro manual de transacciones contables hasta terminar con la construcción<br />

de la hoja de trabajo.<br />

Secuencia<br />

La asignatura será desarrollada en sesiones presenciales en bloques de dos (2)<br />

horas, dos días por semana. La secuencia se muestra en la siguiente tabla:<br />

Sesión<br />

Temas/Conceptos<br />

1 Presentación de la asignatura y del docente, justificación, propósitos, contenidos, actividades, metodología,<br />

bibliografía; expectativas y perspectivas. Compromisos de los estudiantes con la asignatura<br />

y la carrera a iniciar.<br />

2 Activación afectiva alrededor de la contabilidad como práctica social. Concepto de contabilidad desde<br />

la práctica social y la teoría.<br />

3. Concepto de contabilidad (continuación)<br />

4. Activación afectiva alrededor de los tipos de contabilidad. Concepto de contabilidad por memoriales,<br />

por partida simple, por partida doble.<br />

5. Concepto de contabilidad por partida doble (continuación)<br />

6. Concepto de contabilidad por partida doble (continuación)<br />

7. Activación afectiva alrededor de la medición y la medición contable. Concepto de medición (teoría de<br />

la medición).<br />

8. Teoría de la medición (continuación)<br />

9. Teoría de la medición (continuación). Introducción al concepto de medición contable.<br />

10. Activación afectiva alrededor de los elementos de la medición contable. Concepto de objeto de medición<br />

contable.<br />

11. Concepto de magnitud para la medición contable.<br />

<strong>12</strong>. Magnitudes contables<br />

13. Magnitudes contables<br />

14. Magnitudes contables.<br />

15. Concepto de unidad de medición en contabilidad<br />

16. Concepto de base de medición en contabilidad<br />

17. Concepto de bases de medición (continuación)<br />

18. Concepto de bases de medición (continuación)<br />

19. Activación afectiva alrededor de los instrumentos de medición<br />

20. Concepto de instrumentos de medición (la cuenta)<br />

21. Concepto de instrumentos de medición (la cuenta - continuación)<br />

22. Concepto de instrumentos de medición (la cuenta - continuación)<br />

23. Activación afectiva alrededor del registro y procesamiento contable. Concepto de registro contable.<br />

24. Tipos de registro contable.<br />

25. Tipos de registro contable (continuación)<br />

26. Tipos de registro contable (continuación)<br />

27. Activación afectiva alrededor de la teneduría contable.<br />

28. El proceso contable, elementos, etapas, componentes, características.<br />

255


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

29. Algoritmo acerca del procesamiento de información contable.<br />

30. Análisis conceptual alrededor del algoritmo para la resolución de la hoja de trabajo.<br />

31 Ejercicio básico de teneduría manual.<br />

Didáctica: cada uno de los temas será desarrollado con la didáctica conceptual<br />

socrática. Si el tema lo permite, se usarán didácticas inductivas, en caso contrario<br />

se desarrollarán didácticas expositivas. Así mismo para la parte instrumental se<br />

hará uso de la didáctica operacional.<br />

Recursos: la asignatura se desarrollará con los siguientes recursos: textos de<br />

lectura sugerida, bibliografía recomendada, mentefactos conceptuales.<br />

Observaciones: se aclara que esta planeación obedece al criterio personal del<br />

proponente y que no considera –por obvias razones– los propósitos de la universidad,<br />

de la facultad y los del área, consideradas básicas para una planeación<br />

estrictamente coherente con el modelo de la teoría del hexágono.<br />

Bibliografía mínima (de la propuesta):<br />

Cañibano Calvo, Leandro (1997). Teoría actual de la contabilidad. Madrid: ICAC,<br />

pp.19-28.<br />

Committee of Concepts and Standards for External Financial Reports (1977). Statement<br />

of accounting theory and acceptance. American Accounting Association,<br />

Sarasota, Florida.<br />

Contaduría Pública-Universidad Central (2005). Proyecto académico de carrera.<br />

En: Hojas Académicas Nº 2. Bogotá, pp. 4-15.<br />

Franco Ruiz, Rafael. Reflexiones contables. Editorial Investigar Editores.<br />

Franco Ruiz, Rafael. Contabilidad integral. Editorial Investigar Editores.<br />

Franco Ruiz, Rafael. Réquiem por la confianza. Editorial Investigar Editores.<br />

Gertz Manero, Federico (1997). Origen y evolución de la contabilidad. México: Trillas.<br />

Grajales Londoño, Gherson y Sánchez Ch. Walter A. (2010). Contabilidad conceptual<br />

e instrumental. Editorial Investigar Editores, 4 edición.<br />

Hendriksen, Eldon. (1974). Teoría de la contabilidad. México: U.T.E.H.A.<br />

Lopes de Sá, Antonio. (2002). Orígenes y evolución del conocimiento contable. En:<br />

Enciclopedia de contabilidad. Capítulo 2. Bogotá: Panamericana, pp. 11-41.<br />

Mejía Soto, Eutimio. (2005). Introducción al pensamiento contable de Richard Mattessich.<br />

R<strong>evista</strong> Internacional Legis de Contabilidad & Auditoría N° 24. pp. 135-174.<br />

Morin, Edgar. (1994). El conocimiento del conocimiento. Tomo III de El Método.<br />

Madrid: Cátedra, p. 34.<br />

Requena Rodríguez, José Mª. (s.r.). La filosofía de la ciencia y la contabilidad:<br />

reflexiones, p. 243.<br />

Riahi-Belkaoui, Ahmed. (2004). Accounting theory. Great Britain: Thomson, pp.<br />

<strong>12</strong>, 329-361.<br />

Romero León, Henry. (2001). Teorías científicas y teoría contable. R<strong>evista</strong> Legis<br />

del Contador Nº 8, oct.-dic.<br />

256 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

Sánchez Ch. Walter A. (<strong>2011</strong>). Valores contables. Editorial Investigar Editores, 1ª<br />

edición.<br />

Santos, Gerardo et al. (1997). Acerca de los paradigmas contables. R<strong>evista</strong> Innovar<br />

N° 9, ene.-jun., pp. 141-150.<br />

Suárez Pineda, Jesús Alberto. (2004). Orígenes de la contabilidad. En: Cosmovisión<br />

histórica y prospectiva de la contabilidad. Tomo I: Arqueología e historia de la<br />

contabilidad. Bogotá: UNINCCA, pp. 3-31.<br />

Tua Pereda, Jorge. (2004). Evolución y situación actual del pensamiento contable.<br />

R<strong>evista</strong> Internacional Legis de Contabilidad & Auditoría, N° 20, oct.-dic., pp. 43-144.<br />

Vlaemminck, Joseph H. (1961). Historia y doctrinas de la contabilidad. Madrid:<br />

Editorial E.J.E.S.<br />

A manera de conclusión<br />

Desde el siglo XX la sociedad ha demandado un tipo de profesional capaz<br />

de re-crear conocimiento, no es nada nuevo. Las IES tienen una responsabilidad<br />

moral, ética y legal comprobable en escuelas de derecho como<br />

la anglosajona con desastrosas consecuencias. No puede ni debe seguir<br />

la universidad atacando nuevos males con remedios viejos o adoptando<br />

modelos foráneos. La responsabilidad es social.<br />

Le corresponde a las IES adoptar cambios estructurales en su quehacer<br />

académico más allá de las paredes y la rimbombancia, despojadas de celos<br />

y de vanidades. Apostarle a un modelo pedagógico inscrito dentro de las<br />

pedagogías del conocimiento y que mire al estudiante como un ser integral<br />

en todas sus dimensiones y sistémicamente.<br />

La universidad debe reducir significativamente las meras enseñanzas instrumentales<br />

e incluir las cognitivas y las afectivas.<br />

La universidad debe replantear sus procesos de conformación y estructuración<br />

de sus plantas de docentes, dejar de pensar en encontrar doctores, o<br />

magisters, o especialistas en saberes específicos (revisoría fiscal, finanzas,<br />

tributaria, auditoría, contabilidad internacional, etc.) con cero de formación<br />

pedagógica. La universidad es una institucion de educación superior, no<br />

una firma de contadores, ni una fábrica de técnicos, es una institución cuya<br />

misión es enseñar a quienes no saben y saber hacerlo es fundamental.<br />

De nada sirve ser un estatuto tributario ambulante para recitar la norma y<br />

deslumbrar con “casos de la vida real” si se carece de la majestuosidad y<br />

el don del maestro capaz de enseñar a quien viene a aprender.<br />

Un buen docente es un experto en enseñar. Sería una insensatez<br />

pedirle a los docentes que además de hacerlo estén totalmente<br />

actualizados en los avances de su disciplina y que produzcan<br />

conocimiento científicamente validable. Así frente a dos candidatos,<br />

257


Walter Abel Sánchez Ch.<br />

elegiremos a aquel que sabe ejemplificar, construir analogías, asumir<br />

maduramente su rol de autoridad, formular preguntas y crear un<br />

buen clima de aprendizaje. Muchas instituciones educativas, entre<br />

ellas las universidades, se enfrentan a una encrucijada sin aparente<br />

salida: conseguir excelentes profesores que a la vez demuestren<br />

ser excelentes investigadores. Rara vez se cumplen estas dos<br />

condiciones, aún cuando existan excepciones que confirman la regla<br />

(De Zubiría Rago, 2004).<br />

Las hojas de vida de miles de docentes se encuentran adornadas de títulos<br />

de especialización o incluso maestría en “Docencia Universitaria” sin que,<br />

después de ello, se aplique un modelo pedagógico diferente al tradicional<br />

o industrial (De Zubiría Samper, 2004) (por aquello de formar para el trabajo<br />

de la era industrial) 11 . Esos estudios, en la mayoría de los casos, han<br />

beneficiado económicamente a universidades y docentes, pero casi nada a<br />

los directos implicados, y prueba de ello es la baja calidad en la educación.<br />

Bibliografía<br />

De Zubiría Samper, Julián. (1995). Los modelos pedagógicos. Fundación<br />

Alberto Merani. Bogotá.<br />

De Zubiría Samper, Miguel. (2005). El lector óptimo. Fundación Dimelee.<br />

Cali.<br />

De Zubiria Ragó, Alejandro. (2004). Pedagogía conceptual. En Enfoques<br />

pedagógicos y didácticas contemporáneas. Editorial FIPC, Bogotá.<br />

Enthoven, Adolf. Megatendencias contables. (1986). R<strong>evista</strong> Contaduría<br />

Nº 9. Medellín: Universidad de Antioquia.<br />

Franco Ruiz, Rafael. (1984). Reflexiones contables. Investigar Editores.<br />

Mattessich, Richard. (2002). Contabilidad y métodos analiticos. Medición y<br />

proyección del ingreso y la riqueza en la microeconomía y en la macroeconomía.<br />

Editorial La Ley.<br />

Sánchez, Wálter. (2004). Educación contable, calidad educativa, Ecaes y<br />

pedagogía. R<strong>evista</strong> Internacional Legis de Contabilidad y Auditoría. Nº 19,<br />

julio - septiembre. Bogotá: Editorial Legis.<br />

11 En la actualidad (<strong>2011</strong>) el autor adelanta una investigación al respecto que valida esta afirmación.<br />

258 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 240 - 259


La docencia en el lugar equivocado<br />

Wálter Abel Sánchez Chinchilla<br />

waltersanchex@hotmail.com<br />

Pedagogo Conceptual. Contador Público egresado de la UFPS de Cúcuta. Especialista<br />

en Desarrollo Intelectual y Educación de la Fundación Merani-USC.<br />

Magíster en Educación de la Universidad de Manizales. Ex Contralor Municipal<br />

de Villa del Rosario (N. de S.). Consultor educativo en competencias. Asesor en<br />

pedagogía conceptual. Diseño innovador de currículums, formación de lectores de<br />

alto nivel y orientador de destrezas lectoras. Consultor organizacional en control<br />

interno, control integral, control fiscal, auditoría de gestión. Ex catedrático de las<br />

Universidades Libre de Pereira, de Sucre y de Manizales. Docente invitado en las<br />

universidades de Medellín, del Magdalena, Libre de Pereira y del Valle. Actualmente<br />

Profesor de Tiempo Completo de la Universidad Central. Autor del libro Control<br />

interno conceptual y práctico; Valores contables. Competencias socioafectivas en<br />

contaduría pública; y coautor del libro Contabilidad conceptual e instrumental; así<br />

mismo de varios artículos en r<strong>evista</strong>s nacionales e internacionales en el campo de<br />

la educación contable.<br />

259


El campo científico de la contabilidad:<br />

panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

Hugo Arlés Macías Cardona<br />

Tatiana Moncada Ruiz<br />

Resumen<br />

A partir de la noción de campo científico<br />

del sociólogo francés Pierre Bourdieu,<br />

este artículo identifica las características<br />

de la brecha existente entre la academia<br />

contable anglosajona y la academia<br />

contable latinoamericana. El objetivo es<br />

identificar algunos retos específicos que<br />

debe enfrentar la investigación latinoamericana,<br />

para acercarse a la frontera<br />

del conocimiento contable, moverse<br />

dentro de su dinámica y hacer aportes<br />

concretos. Para ello se presentan los<br />

principales avances de la investigación<br />

contable en países como Argentina,<br />

Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela,<br />

y se contrastan no sólo con<br />

la estructura del campo científico en<br />

Estados Unidos y el Reino Unido, sino<br />

con los avances de la academia de<br />

Australia, que también es reconocida<br />

internacionalmente. La comparación se<br />

hace a través de características de las<br />

comunidades académicas expresadas,<br />

en r<strong>evista</strong>s y bases de datos donde<br />

están disponibles los trabajos; también<br />

se tiene en cuenta el distanciamiento<br />

entre la investigación y la práctica, así<br />

como el carácter local de este tipo de<br />

investigación.<br />

Palabras clave<br />

Investigación contable, campo científico,<br />

campo contable, Latinoamérica, Pierre<br />

Bourdieu.<br />

Abstract<br />

Out of the notion of “scientific field” by the<br />

French Sociologist Pierre Bourdieu, this<br />

paper identifies the characteristics of the<br />

existing gap between the Anglo Saxon<br />

Accounting Academy and the Latin American<br />

Academy. I aim at identifying some<br />

specific challenges that Latin American<br />

Research has to face in order to conduct<br />

borderline research in Accounting, progress<br />

in its dynamics and make specific<br />

contributions to knowledge. To this aim,<br />

I present the main advances in Accounting<br />

Research in countries like Argentina,<br />

Brazil, Chile, Colombia, Mexico and<br />

Venezuela, and I contrast them not only<br />

with the structure of the Scientific Field<br />

in the United States and the United<br />

Kingdom, but also with the ones in the<br />

Australian Academy that is recognized<br />

internationally. I undertake this comparison<br />

through the characteristics of the<br />

Academic Communities as they appear<br />

in journals and databases where their<br />

works are available. I also take into<br />

account the separation between practice<br />

and research as well as the local<br />

character of this type of research.<br />

Key words<br />

Accounting research, scientific field,<br />

accounting field, Latin America, Pierre<br />

Bourdieu.<br />

Primera versión recibida en agosto de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en noviembre de <strong>2011</strong><br />

260 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

Introducción<br />

El sociólogo francés Pierre Bourdieu (1930-2002) propuso en 1976 la noción<br />

de campo científico, como un mecanismo para comprender la dinámica<br />

que conduce a la construcción de conocimiento. El campo científico se<br />

refiere a los espacios donde se crea el conocimiento, a las personas que<br />

participan en esos procesos, a la manera que tienen de relacionarse con<br />

el conocimiento acumulado y con los otros actores del proceso; se refiere<br />

a las relaciones de poder que se van tejiendo entre aquellos que por su<br />

trayectoria asumen una posición conservadora y aquellos que llegaron<br />

después y pretenden subvertir el orden. El campo científico es un campo<br />

de luchas que tiene como objetivo principal reclamar la autoridad científica<br />

(Bourdieu, 1976). La noción de campo hace parte del sistema de conceptos<br />

campo-capital-habitus, donde el capital son los objetos y los símbolos que<br />

se van acumulando en el proceso de construcción científica (r<strong>evista</strong>s, conceptos,<br />

teorías, premios, eventos, prestigio, etc.), mientras que el habitus<br />

se refiere a las actividades cotidianas que llevan a cabo los científicos para<br />

ingresar al campo y para sostenerse en él.<br />

En estos términos, el campo científico contable hace referencia a la dinámica<br />

mediante la cual se crea conocimiento contable, se evalúa, se reproduce, se<br />

comunica, se debate; hace referencia a las posiciones de poder, es decir,<br />

a las instituciones que han adquirido mayor prestigio, a los protagonistas,<br />

a las r<strong>evista</strong>s, a los encuentros de primer nivel y a los mecanismos de participación<br />

de aquellos que no están cerca de la frontera del conocimiento<br />

contable, pero que son usuarios de todos los cambios que se van incluyendo<br />

en aquella frontera. Este trabajo, que tiene un nivel exploratorio preliminar,<br />

presenta brevemente las características más importantes de la academia<br />

anglosajona, para luego dar una mirada con sus indicadores a los desarrollos<br />

de campo científico en América Latina y el Caribe, prestando especial<br />

atención a la evolución de las r<strong>evista</strong>s académicas.<br />

1. La región anglosajona del campo contable<br />

El carácter local que tienen varios aspectos de la contabilidad, especialmente<br />

por las costumbres comerciales y la normativa, hacen que varias<br />

de sus características difieran entre distintas regiones del planeta. Los<br />

investigadores Kam Chan, Carl Chen y Lowis Cheng, publicaron un artículo<br />

en 2006 donde establecieron una clasificación de la investigación contable<br />

entre 1991 y 2002, a partir de trabajos publicados en 19 r<strong>evista</strong>s europeas de<br />

contabilidad. Una metodología diseñada de manera cuidadosa les permitió<br />

identificar que tres instituciones del Reino Unido son las más productivas en<br />

toda la región y desde allí se definen los lineamientos europeos de la profesión.<br />

Las universidades son: Universidad de Manchester, London School of<br />

Economics y la Universidad de Edimburgo (Chan, Chen, & Cheng, 2006).<br />

261


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

En el año 2007 los mismos autores extendieron su trabajo al ámbito mundial<br />

y establecieron el nivel de concentración del poder de la profesión en un<br />

grupo pequeño de instituciones y programas académicos. Analizando de<br />

manera sistemática la producción académica de las 24 r<strong>evista</strong>s de contabilidad<br />

más influyentes del mundo anglosajón, encontraron que la productividad<br />

académica del Reino Unido es desplazada al segundo lugar por los aportes<br />

de Estados Unidos y que cerca de ellos también está la producción académica<br />

contable de Australia, Canadá y Hong Kong. También encontraron que<br />

las publicaciones de vanguardia en contabilidad están dominadas por un<br />

grupo pequeño de instituciones y autores de élite (Chan, Chen, & Cheng,<br />

2007), que en términos de Bourdieu son los conservadores del status quo,<br />

los que han reservado para sí un lugar especial en el campo de luchas y<br />

que han definido cuáles son los capitales más valorados y las actividades<br />

cotidianas que deben desarrollar aquellos que quieran participar en el juego<br />

y sumarse a la corriente principal.<br />

Chan et al. (2007) encontraron que académicos de Estados Unidos producen<br />

alrededor del 60% de los artículos publicados en las 24 principales<br />

r<strong>evista</strong>s; entre las 100 instituciones que más publican en ellas, 60 son de<br />

Estados Unidos; si se tienen en cuenta sólo las 5 r<strong>evista</strong>s más influyentes,<br />

en las primeras 100 instituciones, 73 son de Estados Unidos. Justamente<br />

eso es lo que los autores llaman efecto élite, que entre más exclusivo sea<br />

el número de publicaciones que se están analizando, más participación<br />

tienen los académicos de instituciones estadounidenses y algunas de<br />

ellas en particular, como la Universidad de Pennsylvania, la Universidad de<br />

Michigan, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de Chicago y<br />

la Universidad de Stanford; estas mismas instituciones son las que ubican<br />

también sus programas de doctorado en los primeros lugares de los ranking<br />

(Chan et al., 2007). Los egresados de los programas de doctorado de<br />

élite, en promedio, publican más en las tres principales r<strong>evista</strong>s (Journal of<br />

Accounting Research, Journal of Accounting and Economics, y Accounting<br />

Review) que egresados de otros programas, y también muestran una tendencia<br />

a publicar menos en las otras 18 r<strong>evista</strong>s más prestigiosas (Chan,<br />

Chen, & Fung, 2009; Fogarty & Jonas, 2010); a esto se suma que los tres<br />

académicos contables más citados en los artículos de las principales r<strong>evista</strong>s<br />

(Richard G. Sloan, Robert E. Verrecchia y Paul M. Healy), también<br />

trabajan en instituciones estadounidenses (Chan & Liano, 2009). Así las<br />

cosas, Estados Unidos tiene el liderazgo mundial indiscutible en investigación<br />

contable, con participación de algunas universidades europeas y<br />

asiáticas, pero con ausencia total de las universidades de América Latina<br />

y el Caribe, en los componentes más visibles del campo.<br />

Antes de presentar la dinámica latinoamericana, es importante traer a la<br />

discusión varias hipótesis emergentes de la academia anglosajona, que<br />

262 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

pueden servir de referente para analizar las luchas del campo en otras<br />

latitudes. Estas hipótesis y debates tienen que ver con el poder del prestigio<br />

acumulado cuando se hacen nuevas propuestas al saber contable<br />

(Campenhout & Caneghem, 2010; Fogarty & Jonas, 2010; Hopwood, 2007),<br />

con el distanciamiento de la investigación académica de la práctica de la<br />

profesión (Inanga & Schneider, 2005; Merchant & Van der Stede, 2006;<br />

Villiers & Venter, 2010) y con el debate acerca de la homogeneización de<br />

la investigación contable (Chua, <strong>2011</strong>; Kaplan, <strong>2011</strong>; Wilkinson & Durden,<br />

2010). Por último, se presentan unos aspectos claves de la academia<br />

australiana y algunas oportunidades concretas en contabilidad de gestión.<br />

La corriente principal en investigación contable no está exenta de críticas;<br />

ya el profesor Anthony Hopwood señalaba la inercia institucional a la que ha<br />

llegado la profesión, que la hace muy conservadora y donde es muy difícil<br />

proponer algo que se distancie mínimamente del status quo (Hopwood,<br />

2007). Incluso, se ha llegado a un nivel de adoctrinamiento en la parte<br />

más alta de la élite contable, que ha sido denunciado por aquellos que se<br />

resisten a la relativa linealidad de la corriente principal; se ha planteado,<br />

por ejemplo, que el consorcio doctoral de la Asociación Americana de Contabilidad<br />

genera mecanismos para dirigir la formación de los estudiantes<br />

de doctorado de mejor desempeño y los conduce a elegir entre la amplia<br />

gama de áreas de la contabilidad, sólo la contabilidad financiera, y a publicar<br />

en las tres r<strong>evista</strong>s más prestigiosas; este proceso se describe con<br />

detalle en el sugestivo artículo “La mano que mece la cuna”, publicado en<br />

Critical Perspectives on Accounting (Fogarty & Jonas, 2010). Pero a pesar<br />

del rigor metodológico con el que se llega a defender estas hipótesis,<br />

algunos autores de la región europea del campo contable sostienen que<br />

en la literatura académica las citas no dependen tanto de la reputación<br />

del autor, sino de la contribución del artículo (Campenhout & Caneghem,<br />

2010); es decir, que el éxito de un artículo en particular no depende de la<br />

trayectoria previa de quien lo escribe, sino de la contribución real que haga.<br />

Ese debate continúa abierto.<br />

Por su parte, en el 2005, se arreciaron las críticas contra la investigación<br />

contable, al acusarla de estar enormemente distanciada de la práctica, de<br />

no preocupase por los problemas reales de la profesión, de no generar<br />

mecanismos de comunicación claros y de no disponer de un marco teórico<br />

que vincule las prácticas académicas al quehacer investigativo (Inanga &<br />

Schneider, 2005). Esas críticas llegaron a distintos escenarios produciendo<br />

muchos ecos y también muchas respuestas; una de estas últimas encontró<br />

que en contabilidad de gestión hay más oportunidades de cerrar la brecha,<br />

por una tradición que se ha estado construyendo de incluir trabajo de campo<br />

cualitativo en este tipo de investigaciones (Merchant & Van der Stede, 2006).<br />

Pero otro enfoque radical plantea que la profesión está influenciando nega-<br />

263


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

tivamente la enseñanza de la contabilidad y la investigación, al despreciar<br />

la teoría y hacer un llamado persistente al instrumentalismo; el poder de<br />

los gremios profesionales, en algunos casos, hace que los investigadores<br />

contables pierdan su libertad académica y su capacidad de ser críticos<br />

con la profesión y que resulten perdedores en un campo de lucha (como<br />

es el campo científico) donde los conservadores del status quo no están<br />

interesados en cambios (Villiers & Venter, 2010).<br />

Un último debate necesario es la preocupación por la homogeneización<br />

de la investigación contable, especialmente en el contexto de los Estados<br />

Unidos, donde el asunto se ha documentado detalladamente en términos<br />

de su concentración en contabilidad financiera positivista, con dominio de<br />

pocas instituciones, autores y programas de doctorado y, paralelamente,<br />

la formación de profesionales con preocupaciones instrumentales en las<br />

escuelas de negocios (Khurana, 2007), que son diferentes de otras áreas<br />

de formación. Al respecto, la r<strong>evista</strong> académica con más años de tradición<br />

publicó en <strong>2011</strong> la conferencia que dictó el profesor Robert Kaplan en la<br />

asamblea de la Asociación Americana de Contabilidad en 2010; allí se hace<br />

referencia al entorno y a los aspectos básicos que debe desarrollar un profesional<br />

que está iniciando su carrera como académico de la contabilidad; las<br />

recomendaciones se hacen en un sentido de homogeneidad y de continuar<br />

acercándose a la práctica de la profesión (Kaplan, <strong>2011</strong>). Otros hacen un<br />

llamado al cambio y a que éste nazca desde quienes monopolizan la autoridad<br />

científica, a que intencionalmente actúen y reasignen los recursos<br />

(Wilkinson & Durden, 2010). Sin embargo, como lo planteó recientemente<br />

la profesora W.F. Chua (<strong>2011</strong>) los investigadores pueden determinar por<br />

sí mismos, en cada etapa de su carrera, los resultados a los que aspiran<br />

tomar conciencia de las múltiples nociones de investigación “exitosa” y, por<br />

lo tanto, de la diversidad de rutas que pueden elegir (Chua, <strong>2011</strong>).<br />

Por su parte, la tradición académica australiana ha logrado construir una<br />

contabilidad de alto nivel, que permite incluso que las mejores instituciones<br />

de Asia-Pacífico se encuentren al mismo nivel que sus contrapartes americanas;<br />

la producción académica de las 5 primeras instituciones de Asia-<br />

Pacífico es comparable con las primeras 24 instituciones de los Estados<br />

Unidos y Canadá. Cuando se tiene en cuenta la participación sólo en las 5<br />

principales r<strong>evista</strong>s, ya Australia queda en el puesto 85, es decir, el efecto<br />

élite aparece de nuevo; hay un problema de igualdad a la hora de acceder<br />

a las principales r<strong>evista</strong>s. Una experiencia interesante que ha construido<br />

Australia es que desde 1994 conformó una red de 8 universidades, que se<br />

denominó el G8, con el propósito de cooperar para mantenerse al mismo<br />

nivel de las mejores universidades norteamericanas; las ocho universidades<br />

son: The University of Adelaide, The Australian National University, The<br />

University of Melbourne, Monash University, The University of New South<br />

264 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

Wales, The University of Queensland, The University of Sydney, y The<br />

University of Western Australia (Jarnecic, Segara, Segara, & Westerholm,<br />

2008). Para el caso específico de la academia contable los avances se<br />

materializan, por ejemplo, en el sostenimiento de tres r<strong>evista</strong>s a un nivel<br />

cercano al de las mejores r<strong>evista</strong>s estadounidenses y se han identificado<br />

varios ejemplos de cualificación investigativa que no dependen del prestigio<br />

acumulado por la institución a la que pertenecen.<br />

Además de que es muy difícil para los académicos latinoamericanos publicar<br />

en las r<strong>evista</strong>s contables de alto impacto (Macías & Cortés, 2009; Murcia<br />

& Borba, 2008), también es necesario encontrar mecanismos para que los<br />

trabajos sean citados. La academia angosajona da muchas pistas, una de<br />

ellas es que en el área de la contabilidad de gestión los artículos publicados<br />

son citados en campos tan diversos como economía, investigación de operaciones,<br />

psicología, sociología, comportamiento organizacional, estrategia;<br />

esto muestra que los investigadores contables tienen ventaja competitiva<br />

con estructuras alternativas de medición en los negocios; además se<br />

muestra, contrario a lo planteado por Zimmerman (2001), que los artículos<br />

basados en economía no son siempre los que hacen contribuciones más<br />

significativas al conocimiento (Mensah, Hwang, & Wu, 2004); en contabilidad<br />

de gestión se están abriendo muchas oportunidades de investigación,<br />

no sólo por los vínculos con la práctica, sino por la tendencia emergente<br />

de trabajo de campo cualitativo en esta área de la contabilidad (Baxter &<br />

Chua, 2008; Merchant & Van der Stede, 2006).<br />

Como puede verse, en la región anglosajona del campo contable se han<br />

dado avances significativos, existe un número amplio de publicaciones<br />

con alto nivel de calidad; en Estados Unidos está el mayor número de instituciones,<br />

autores y publicaciones; también ocupan un lugar destacado el<br />

Reino Unido, Canadá, Australia y Hong Kong (Chan, Chen, & Cheng, 2006,<br />

2007; Chan, Chen, & Fung, 2009; Macías & Cortés, 2009). En América<br />

Latina y el Caribe el panorama es distinto, no sólo por los pocos avances<br />

de la disciplina en particular, sino porque toda la región cumple un papel<br />

marginal en la mayoría de las áreas del conocimiento. Antes de adentrarse<br />

en las r<strong>evista</strong>s de contabilidad, se presenta la evolución de las r<strong>evista</strong>s<br />

académicas de la región, para comprender luego esta academia particular<br />

en su contexto disciplinar e institucional.<br />

2. La dinámica de las r<strong>evista</strong>s de Latinoamérica y el Caribe frente a la<br />

ciencia mundial: ¿cómo escapar de la “ciencia perdida”?<br />

Los procesos de normalización de la ciencia, propiciados por el Institute for<br />

Scientific Información (ISI), mediante criterios muy rigurosos y exigentes, no<br />

son nuevos. La primera versión impresa del Science Citation Index (SCI) fue<br />

publicada en 1961; el Social Science Citation Index (SSCI) apareció impreso<br />

265


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

en 1973, y el Arts & Humanities Citation Index (A&HCI), está disponible desde<br />

1978; esos tres son los índices del sistema ISI utilizados para hacer seguimiento<br />

a las publicaciones científicas de todas las áreas, especialmente<br />

del mundo anglosajón. Las r<strong>evista</strong>s de los 27 países de América Latina y el<br />

Caribe no han logrado trascender el carácter marginal de su participación en<br />

estas esferas de la ciencia: en <strong>2011</strong> aparecen aceptadas en los índices 283<br />

r<strong>evista</strong>s, que corresponden al 2% del total de r<strong>evista</strong>s aceptadas, mientras<br />

que Estados Unidos publica el 36% de las r<strong>evista</strong>s y la Unión Europea el<br />

35% (Cantoral, 2009; Funes et al., <strong>2011</strong>; Luna & Collazo, 2007).<br />

La escasa presencia de autores, publicaciones y citas de los países del<br />

tercer mundo en los índices de ISI, se ha llamado desde mediados de los<br />

noventa la “ciencia perdida”, por su escaza visibilidad y la consecuente<br />

ausencia de impacto (Luna & Collazo, 2007); esto hace que los artículos<br />

publicados en las r<strong>evista</strong>s locales no tengan ningún reconocimiento y se<br />

pierda el interés de publicar en ellas. Para la ciencia mundial los artículos<br />

que aparecen en esas r<strong>evista</strong>s son literatura que queda “sepultada bajo<br />

el membrete de conocimiento gris” (León-Paime, 2009a), las r<strong>evista</strong>s se<br />

convierten en un eco de “colegios invisibles locales” y se quedan “condenadas<br />

a una existencia fantasma” (Rios & Herrero, 2005); en palabras de dos<br />

profesores norteamericanos “los mejores trabajos son los que aparecen en<br />

las mejores r<strong>evista</strong>s y el resto chorrean, se deslizan, hacia un punto virtual<br />

de irrelevancia” (Fogarty & Jonas, 2010, pág. 305). El reto sigue siendo<br />

entonces cómo construir las capacidades para escapar de esa “ciencia<br />

perdida” que se identificó hace más de una década y que tiene mayor<br />

amplitud en las ciencias sociales.<br />

Pero los esfuerzos han sido grandes y los aprendizajes colectivos han sido<br />

abundantes. Los primeros pasos de la academia latinoamericana hacia las<br />

altas esferas de la ciencia, fueron dados por las r<strong>evista</strong>s argentinas en los<br />

años sesenta, cuando lograron el mejor nivel de aceptación en el SCI; con<br />

la aparición del SSCI México logró el mayor crecimiento de las r<strong>evista</strong>s<br />

visibles en los índices de primer nivel durante la década de los setenta, lo<br />

cual se mantuvo en la década siguiente; a partir de los años ochenta las<br />

r<strong>evista</strong>s brasileras empezaron un camino similar al de las mexicanas y al<br />

final de esa década se convirtieron en el grupo más numeroso. Las r<strong>evista</strong>s<br />

chilenas se estabilizaron en 2 títulos durante los sesenta y los setenta y<br />

luego presentaron un crecimiento discreto. Los demás países tienen una<br />

menor participación, que creció hasta los años noventa y desde allí se ha<br />

estabilizado (Luna & Collazo, 2007).<br />

Esto ha conducido a que las 283 r<strong>evista</strong>s vigentes en <strong>2011</strong> estén concentradas<br />

en Brasil, con 132 de ellas (47%), seguido por Chile con 45 (16%),<br />

México con 43 (15%), Colombia con 23 (8%), Argentina con 20 (7%),<br />

266 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

Venezuela con 14 (5%) y un 2% de las r<strong>evista</strong>s para los 21 países restantes<br />

(Funes, Heredia, & Suárez, <strong>2011</strong>). A esta concentración en países se<br />

suma una concentración en las principales ciudades y otra concentración<br />

que hace aún más invisibles a los académicos de ciencias económicas y<br />

administrativas: el 70% de las r<strong>evista</strong>s latinoamericanas aceptadas por ISI<br />

pertenecen a las ciencias exactas, naturales y tecnología, de manera que<br />

a las ciencias sociales le queda sólo el 18% del total de r<strong>evista</strong>s, y a artes y<br />

humanidades el restante <strong>12</strong>%. Pero más aún, de las <strong>12</strong> r<strong>evista</strong>s de ciencias<br />

económicas y administrativas aceptadas en ISI para los países seleccionados,<br />

ninguna es del área contable, como puede verse en el Cuadro Nº 1.<br />

Las r<strong>evista</strong>s que se ubican en los mayores niveles de calidad para los<br />

países seleccionados son todas de economía en tres países y son todas<br />

de administración en los otros tres. Curiosamente los países que tienen<br />

r<strong>evista</strong>s de administración con mayor nivel de calidad (en lugar de economía)<br />

son los países que tienen más desarrollos formales en sus r<strong>evista</strong>s<br />

contables, como lo veremos más adelante; de allí surge la hipótesis de<br />

una relación positiva o complementaria entre la investigación contable y la<br />

investigación en administración y una relación inexistente entre la investigación<br />

de alto nivel en economía y la investigación contable, en el contexto<br />

latinoamericano. La hipótesis no se rechaza por el caso de México, porque<br />

allí la investigación contable con visibilidad internacional se concentra en la<br />

UNAM, que es una institución destacada en varias áreas del conocimiento<br />

y donde la Facultad de Contaduría y Administración es independiente de<br />

la Facultad de Economía.<br />

Contrario a lo que pudiera esperarse, el hecho de que una r<strong>evista</strong> sea<br />

aceptada en ISI, no le garantiza su continuidad. En la década de los setenta<br />

ingresaron cerca de la mitad de las r<strong>evista</strong>s latinoamericanas que habían<br />

sido aceptadas en ISI hasta 2005, pero el 63% de ellas no se sostuvieron<br />

allí, aunque se siguen editando; eso ha seguido ocurriendo en las siguientes<br />

décadas, aún en las r<strong>evista</strong>s de ciencias sociales y humanas 1 . Las r<strong>evista</strong>s<br />

que permanecen en ISI se han consolidado como los medios de difusión de<br />

las prácticas científicas vinculadas al contexto local, dentro de las cuáles<br />

se destaca “Trimestre Económico” que se ha mantenido vigente por más<br />

de 40 años en el SSCI, lo que la ubica como la r<strong>evista</strong> latinoamericana de<br />

mayor trayectoria en los índices ISI. Las r<strong>evista</strong>s que pertenecen al índice<br />

SCI son más inestables en términos de altas, bajas, cambios de título y<br />

1 Si bien las r<strong>evista</strong>s latinoamericanas se encuentran en el mejor momento histórico, sostenerse es<br />

un reto muy difícil: las r<strong>evista</strong>s chilenas han sido las más estables, ya que presentan el menor número<br />

de bajas y en Brasil de cada 4 r<strong>evista</strong>s que ingresan, 3 logran sostenerse; pero en México la<br />

mitad de las r<strong>evista</strong>s que ingresan a los índices no logran sostenerse en ellos y en los demás países<br />

de América Latina y el Caribe es mayor el número de r<strong>evista</strong>s que pierden su aceptación en esos<br />

índices, que aquellas que lo sostienen (Luna & Collazos, 2007, pág. 538).<br />

267


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

factor de impacto, mientras que en los índices SSCI y A&HCI permanecen<br />

básicamente las mismas r<strong>evista</strong>s (Luna & Collazo, 2007).<br />

Cuadro Nº 1. R<strong>evista</strong>s Latinoamericanas de Ciencias Económicas y Administrativas,<br />

aceptadas en ISI <strong>2011</strong><br />

País Nombre de la R<strong>evista</strong> Institución<br />

Argentina Journal of Applied Economics Universidad del CEMA<br />

RAE-R<strong>evista</strong> de Administraçao de Empresas Fundação Getulio Vargas<br />

Brasil RBGN-R<strong>evista</strong> Brasileira de Gestao de<br />

Negocios<br />

FECAP - Fundação Escola de Comércio Álvares<br />

Penteado<br />

Cepal Review<br />

CEP<strong>AL</strong><br />

Chile Economía Chilena<br />

Banco Central de Chile<br />

Estudios de Economía<br />

Universidad de Chile<br />

Colombia<br />

Academia - R<strong>evista</strong> Latinoamericana de<br />

Administración<br />

Innovar - R<strong>evista</strong> de Ciencias Administrativas<br />

y Sociales<br />

Economía Mexicana - Nueva Época<br />

Investigación Económica<br />

Trimestre Económico<br />

Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración<br />

– CLADEA<br />

Universidad Nacional de Colombia<br />

CIDE<br />

México<br />

UNAM<br />

Fondo de Cultura Económica<br />

Venezuela R<strong>evista</strong> Venezolana de Gerencia Universidad del Zulia<br />

Fuente: elaboración propia, a partir de Funes et al. (<strong>2011</strong>).<br />

Pero otro de los retos de la comunidad que trabaja alrededor de una r<strong>evista</strong><br />

es alcanzar alto nivel de citación. Ese objetivo lo lograron <strong>12</strong> r<strong>evista</strong>s latinoamericanas<br />

en el periodo 1990-2005, con un factor de impacto superior<br />

a 1, lideradas por la R<strong>evista</strong> Mexicana de Astronomía y Astrofísica, del<br />

Instituto de Astronomía de la UNAM; la r<strong>evista</strong> Biological Research, publicada<br />

por la Sociedad de Biología de Chile; Archives of Medical Research,<br />

del Instituto Mexicano del Seguro Social; y el Journal of Brazilian Chemical<br />

Society, de la Sociedad Brasilera de Química. La primera de éstas batió el<br />

record latinoamericano en 2004 al alcanzar un factor de impacto de 3.296,<br />

es decir, presentó un promedio superior a 3 citas en r<strong>evista</strong>s ISI por cada<br />

artículo publicado, mientras que la r<strong>evista</strong> chilena superó el promedio de<br />

dos citas por artículo. Algunas de estas <strong>12</strong> r<strong>evista</strong>s con mayor impacto<br />

inauguraron una nueva época en inglés, que les resultó muy provechosa<br />

y de esta manera se alejaron de los últimos lugares de su categoría y del<br />

peligro de ser excluidas del índice (Luna & Collazo, 2006).<br />

Estos <strong>12</strong> casos exitosos son resultado de esfuerzos editoriales individuales,<br />

no de una política editorial de la región, se trata de casos excepcionales<br />

que han seguido estrategias distintas; además, ese número de r<strong>evista</strong>s<br />

268 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

representa un porcentaje pequeño de las aceptadas, lo cual no puede generar<br />

lo que León Paime (2009a) llama una “ilusión de suficiencia”, ya que<br />

la gran mayoría sigue ocupando permanentemente los últimos lugares en<br />

sus respectivas áreas y si los esfuerzos no pueden sostenerse, el efecto<br />

será marginal; el asunto es más de fondo, es de construcción colectiva de<br />

capacidad. De todos modos hay algunos puntos comunes en las r<strong>evista</strong>s<br />

que pueden tomarse como referente: las <strong>12</strong> r<strong>evista</strong>s se caracterizan por<br />

tener comités internacionales de arbitraje, los artículos están escritos en<br />

inglés, cada número está subdividido en títulos independientes, tienen<br />

colaboración con editoriales internacionales, circulan en versión electrónica,<br />

disminuyeron visiblemente las prácticas endogámicas y usan criterios<br />

estrictos de selección (Luna & Collazo, 2006).<br />

En ciencias naturales casi la totalidad de los trabajos de mayor relevancia<br />

aparecen en ISI y en Scopus, pero en ciencias sociales y humanidades la<br />

investigación trata fundamentalmente (aunque no de manera exclusiva)<br />

temas locales o, cuanto más, regionales; esta temática es de interés especialmente<br />

para los investigadores locales; el auditorio experto al que están<br />

dirigidos se encuentra allí (Rodríguez, 2010). Las r<strong>evista</strong>s de psicología han<br />

aplicado diferentes estrategias que les han resultado exitosas; una de ellas<br />

es calcular los factores de impacto nacional e internacional para cada r<strong>evista</strong><br />

y otros factores bibliométricos aunque no hayan sido aceptadas aún en ISI;<br />

además, las r<strong>evista</strong>s se deben presentar en todos los foros y deben contar<br />

con criterios muy claros de calidad. En el caso de psicología se construyó<br />

una tradición de simposios de editores, necesaria para la comunicación y<br />

cooperación entre ellos; desde allí se puede evitar que los mejores trabajos<br />

se vayan a las r<strong>evista</strong>s anglosajonas (Buela & López, 2005).<br />

3. R<strong>evista</strong>s contables latinoamericanas con mayor visibilidad e impacto<br />

La base de datos más amplia sobre r<strong>evista</strong>s académicas que se publican<br />

en América Latina y el Caribe es Latindex, gestionada desde 1995 por la<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); es un catalogador<br />

que registra características editoriales y aunque no pone a disposición<br />

contenidos, ni evalúa calidad científica, es para los editores de r<strong>evista</strong>s la<br />

puerta de entrada a otras bases de datos. Un segundo proyecto exitoso,<br />

promovido desde 2002 por la Universidad Autónoma del Estado de México<br />

(UAEM), es Redalyc, que hace evaluación de calidad, otorga visibilidad<br />

mediante accedo libre al texto completo de los artículos y tiene integrados<br />

meta-buscadores. Por su parte, un esfuerzo interinstitucional con base<br />

en Brasil, que tuvo su origen en el área de la salud, desarrolló Scielo, la<br />

base de consulta más importante de América Latina y el Caribe, que admite<br />

r<strong>evista</strong>s que cumplan con criterios de calidad similares a los de ISI<br />

y Scopus, reconocidos por la comunidad científica como los estándares<br />

269


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

mundiales. Para los editores de r<strong>evista</strong>, lograr la indexación en Scielo es<br />

un paso intermedio para acceder a las grandes ligas científicas del mundo<br />

(León Paime, 2009a; Rodríguez, 2010). Éstos no son los únicos proyectos<br />

similares surgidos en la región, pero son el resultado más avanzado de un<br />

proceso de construcción colectiva e interdisciplinaria.<br />

Cuadro Nº 2. Principales r<strong>evista</strong>s de investigación contable, por país<br />

País R<strong>evista</strong> Institución<br />

Año<br />

de<br />

creación<br />

ISI<br />

Disponible en<br />

Scopus<br />

Scielo<br />

Redalyc<br />

Latindex<br />

Argentina<br />

Chile<br />

Colombia<br />

R<strong>evista</strong> Contabilidad y Sistemas<br />

Universidad de Chile 2004 No No No No Si<br />

Contaduría Universidad de<br />

Antioquia<br />

Universidad de Antioquia 1982 No No No No Si<br />

Cuadernos de Contabilidad<br />

Pontificia Universidad Javeriana<br />

1995 No No Si No Si<br />

Lúmina Universidad de Manizales 1996 No No No No Si<br />

Actualidad Contable FACES Universidad de los Andes 1998 No No Si Si Si<br />

R<strong>evista</strong> Venezolana de Gerencia<br />

Universidad del Zulia 1996 Si Si Si Si Si<br />

Contaduría y Administración<br />

UNAM 2004 No No Si Si Si<br />

Venezuela<br />

México<br />

Contabilidad y Auditoría<br />

Contabilidad y Decisiones<br />

Escritos contables y de<br />

Administración<br />

Boletin Informativo Colegio<br />

de Contadores de Chile<br />

Contabilidad, Teoría y Práctica<br />

Contabilidad, Auditoría e<br />

Impuestos<br />

Contabilidad (Santiago)<br />

Universidad de Buenos<br />

Aires<br />

Universidad Católica de<br />

Córdoba<br />

Universidad Nacional del<br />

Sur<br />

Colegio de Contadores de<br />

Chile<br />

1995 No No No No Si<br />

2009 No No No No Si<br />

2010 No No No No Si<br />

1960 No No No No Si<br />

Universidad de Chile 1986 No No No No Si<br />

Editorial Jurídica Conosur<br />

Ltda<br />

Colegio de Contadores de<br />

Chile<br />

1996 No No No No Si<br />

1998 No No No No Si<br />

Contaduría Pública<br />

R<strong>evista</strong> Interamericana de<br />

Contabilidad - Interamerican<br />

Accounting Magazine<br />

Entre Contadores y Empresarios<br />

(sin ISSN)<br />

Instituto Mexicano de Contadores<br />

Públicos A.C.<br />

Instituto Mexicano de Contadores<br />

Públicos A.C.<br />

Colegio de Contadores Públicos<br />

de Yucatán A.C.<br />

1972 No No No No Si<br />

1980-<br />

1996<br />

No No No No Si<br />

2008 No No No No Si<br />

270 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

País R<strong>evista</strong> Institución<br />

Año<br />

de<br />

creación<br />

ISI<br />

Disponible en<br />

Scopus<br />

Scielo<br />

Redalyc<br />

Latindex<br />

Brasil<br />

Contabilidade e Finanças Universidad de Sao Paulo 1989 No No Si No Si<br />

Contabilidade Vista e R<strong>evista</strong><br />

R<strong>evista</strong> Contemporânea em<br />

Contabilidade<br />

Base: R<strong>evista</strong> de Administração<br />

e Contabilidade da<br />

Unisinos<br />

Universo Contábil<br />

REPEC, R<strong>evista</strong> de Educação<br />

e Pesquisa em Contabilidade<br />

R<strong>evista</strong> de Contabilidade do<br />

Mestrado em Ciências Contábeis<br />

da UERJ 3<br />

Pensar Contábil 4<br />

RC&C - R<strong>evista</strong> de Contabilidade<br />

e Controladoria<br />

R<strong>evista</strong> Brasileira de Contabilidade<br />

RECCON. R<strong>evista</strong> de Ciências<br />

Contábeis da FIRVE<br />

R<strong>evista</strong> de Contabilidade<br />

da UFBA<br />

Contabilidade e Informação<br />

R<strong>evista</strong> de Informação Contábil<br />

Universidad Federal de<br />

Minas Gerais<br />

Universidad Federal de<br />

Santa Catarina<br />

Universidade do Vale do<br />

Rio dos Sinos<br />

Universidad Regional de<br />

Blumenau<br />

Conselho Federal de Contabilidade<br />

Universidad Estatal de Río<br />

de Janeiro<br />

Conselho Regional de<br />

Contabilidade do Estado<br />

do Río de Janeiro<br />

Universidade Federal do<br />

Paraná<br />

Conselho Federal de Contabilidade<br />

Universidade para o Desenvolvimento<br />

do Estado<br />

e da Região do Pantanal<br />

Universidade Federal da<br />

Bahia<br />

Universidade Regional do<br />

Noroeste do Estado do Rio<br />

Grande do Sul<br />

Universidade Federal de<br />

Pernambuco<br />

1989 No No No Si Si<br />

2004 No No No Si Si<br />

2004 No No No No Si<br />

2005 No No No Si Si<br />

2007 No No No No Si<br />

2007 No No No No No<br />

1998 No No No No Si<br />

2009 No No No No Si<br />

19<strong>12</strong> No No No No Si<br />

2000 No No No No Si<br />

2007 No No No No Si<br />

1998 No No No No Si<br />

2007 No No No No Si<br />

Adcontar Universidade da Amazônia 2000 No No No No Si<br />

R<strong>evista</strong> Contabilidade e Organizações<br />

Universidad de Sao Paulo 2007 No No No Si Si<br />

2 La R<strong>evista</strong> fue fundada en 1956, pero empezó una nueva época en 2004, caracterizada especialmente<br />

por el inicio de su arbitraje doble ciego internacional.<br />

3 Es B4 en QU<strong>AL</strong>IS/CAPES, entre 1996 y 2006 circuló en versión impresa con el nombre de “R<strong>evista</strong><br />

do NUSEG”. Los números publicados a partir del año 2002 están publicados en el portal de<br />

la R<strong>evista</strong> (UERJ, <strong>2011</strong>).<br />

4 Es B4 en QU<strong>AL</strong>IS/CAPES<br />

271


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

País R<strong>evista</strong> Institución<br />

Año<br />

de<br />

creaciòn<br />

ISI<br />

Disponible en<br />

Scopus<br />

Scielo<br />

Redalyc<br />

Latindex<br />

Reino<br />

Unido<br />

Estados<br />

Unidos<br />

Australia<br />

Journal of Business Finance<br />

& Accounting<br />

The British Accounting Review<br />

Accountig Organization and<br />

Society<br />

University of Manchester 1969 Si No No No No<br />

British Accounting Association<br />

1974 No Si No No No<br />

Imperial College London 1976 No Si No No No<br />

The Accountig Review<br />

American Accounting Association<br />

1926 Si Si No No No<br />

Journal of Accounting Research<br />

University of Chicago 1963 Si Si No No No<br />

Journal of Accounting and<br />

Economics<br />

University of Rochester 1979 Si Si No No No<br />

Abacus Universidad de Sydney 1965 Si Si No No No<br />

Accounting Forum<br />

University of South Australia<br />

1976 No Si No No No<br />

Accounting, Auditing and<br />

Accountability Journal<br />

Fuente: elaboración propia<br />

University of South Australia<br />

1988 No Si No No No<br />

En el caso de Argentina, llaman la atención dos r<strong>evista</strong>s, una es la R<strong>evista</strong><br />

del Instituto de Estudios Contables, de la cual sólo circuló el primer número<br />

en 2002 y luego se publicó un número en los años 2006, 2007 y 2008, con<br />

el nombre de R<strong>evista</strong> Proyecciones; pero desapareció nuevamente, como<br />

puede constatarse en la Web del Instituto de Investigaciones y Estudios<br />

Contables, de la Universidad Nacional de la Plata. La segunda r<strong>evista</strong> es<br />

Enfoques: contabilidad y administración, que aparece citada en algunos<br />

artículos, pero no aparece en Latindex, ni en las otras bases de datos;<br />

tampoco fue posible encontrar su sitio Web. Así las cosas, en Argentina<br />

la r<strong>evista</strong> que tiene mayor visibilidad es Contabilidad y Auditoría, de la<br />

Universidad de Buenos Aires, donde es posible encontrar los artículos de<br />

académicos argentinos muy conocidos en América Latina y el Caribe, como<br />

Mario Biondi, Carlos Luis García Casella, entre otros. Aunque esta última<br />

está registrada en Latindex, no aparece aún en Redalyc o en Scielo, para<br />

ganar mayor visibilidad, pero en julio de 2007 fue incluida en el “núcleo<br />

básico de r<strong>evista</strong>s científicas argentinas” y desde entonces es posible<br />

consultarla a texto completo en el sitio Web de la Universidad (UBA, <strong>2011</strong>).<br />

En Colombia el proceso de indexación de las r<strong>evista</strong>s contables se ha dado<br />

como un proceso tardío, no sólo en el contexto de las r<strong>evista</strong>s de ciencias<br />

básicas, sino también en el contexto de las ciencias económicas y admi-<br />

272 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


El campo científico de la contabilidad: panorama internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

nistrativas (Macías & Cortés, 2009). Sin embargo, desde 2008 tres r<strong>evista</strong>s<br />

alcanzaron la categoría C en el proceso de indexación de Publindex de<br />

Colciencias: la R<strong>evista</strong> Lúmina, de la Universidad de Manizales; Cuadernos<br />

de Contabilidad, de la Pontificia Universidad Javeriana; y Contaduría<br />

Universidad de Antioquia, de la Universidad de Antioquia; la segunda de<br />

ellas ascendió a categoría B en la convocatoria de <strong>2011</strong> (Colciencias, <strong>2011</strong>)<br />

y está disponible a texto completo en EBSCO; ninguna de las tres r<strong>evista</strong>s<br />

aparece en Redalyc, pero todas ellas están disponibles electrónicamente<br />

en los sitios Web de sus universidades y las tres están registradas en<br />

Latindex. En los círculos académicos contables colombianos también<br />

son muy conocidas la r<strong>evista</strong> Porik-An, de la Universidad del Cauca; y la<br />

R<strong>evista</strong> Internacional Legis de Contabilidad y Auditoría, que tiene un perfil<br />

más profesional que académico. Desde 2007 la Universidad de Medellín<br />

emprendió un esfuerzo editorial sugestivo, con la creación del Colombian<br />

Accounting Journal, de periodicidad anual; ninguna de estas tres r<strong>evista</strong>s<br />

ha sido indexada por Colciencias, ni es posible acceder a ellas por la vía<br />

electrónica, con excepción de Porik-An.<br />

En Chile sucede algo particular con las r<strong>evista</strong>s contables. A pesar de la<br />

alta dinámica científica de Chile, de la experiencia y éxito tanto en el SCI,<br />

como en el SSCI y en el A&HCI, el alto nivel de las r<strong>evista</strong>s de economía<br />

y el apoyo que presta el Conicyt a las r<strong>evista</strong>s científicas, en contabilidad<br />

no existe ninguna r<strong>evista</strong> académica destacada. En Latindex aparecen<br />

registradas algunas r<strong>evista</strong>s de un gremio, una universidad y una editorial<br />

privada, como puede verse en el Cuadro Nº 2, pero no fue posible encontrar<br />

evidencias del impacto de esas publicaciones. Por su parte, la r<strong>evista</strong><br />

Actualidad Contable FACES, de la Universidad de los Andes, en Mérida-<br />

Venezuela, sí aparece en Redalyc y, por lo tanto, se lee en varios países de<br />

América Latina y el Caribe, pero no tiene competencia local, ninguna otra se<br />

destaca, no aparecen registradas al menos en Latindex; ésta es una de las<br />

r<strong>evista</strong>s contables con mayor visibilidad en la región y está recorriendo el<br />

camino para ingresar a bases de datos e índices que le permitan aumentar<br />

su impacto, pero aún está lejos de alcanzar los niveles de calidad y visibilidad<br />

de la R<strong>evista</strong> Venezolana de Gerencia, que es su referente más cercano.<br />

La concentración en una sola r<strong>evista</strong> contable con visibilidad internacional,<br />

también está presente en México, donde Contaduría & Administración, de la<br />

UNAM, se ha posicionado como la r<strong>evista</strong> que más representa a la región,<br />

no sólo por su nivel de circulación y visibilidad, sino por la participación de<br />

académicos de varios países de la región en calidad de autores.<br />

El caso de Brasil es un caso especial, porque gracias a las políticas institucionales<br />

de la CAPES, los docentes adquieren una capacidad para escribir<br />

y para publicar, lo cual los hace muy visibles en América Latina, a pesar de<br />

que ellos sienten que les falta mucho por el número de posgrados Strictu<br />

273


Hugo Arlés Macías Cardona y Tatiana Moncada Ruiz<br />

Sensu (maestrías y doctorados). Además de que tienen algunas r<strong>evista</strong>s<br />

ya consolidadas y otras nuevas que tienen una importante dinámica, varios<br />

de sus investigadores hacen el trabajo de hacerle seguimiento a la ciencia,<br />

saben qué está ocurriendo en su país y tienen la posibilidad de influir<br />

un poco el rumbo, además, desde hace 4 años están muy pendientes de<br />

la dinámica internacional de las r<strong>evista</strong>s y de los eventos. También en el<br />

caso de las r<strong>evista</strong>s dieron el paso hacia las ediciones electrónicas. Brasil<br />

realmente es un caso muy especial, y habría mucho para decir en torno a<br />

este proceso, pero que por razones de espacio de esta ponencia, no será<br />

posible. Nótese que aún en los casos más avanzados, la academia contable<br />

latinoamericana está completamente desconectada de la academia mundial.<br />

Conclusiones<br />

La mayoría de las r<strong>evista</strong>s científicas latinoamericanas están concentradas<br />

en un número muy pequeño de países, especialmente Brasil, Chile y México,<br />

con una participación destacada de Argentina, Colombia y Venezuela<br />

(Funes, et al, <strong>2011</strong>; Luna & Collazo, 2007; Rodríguez, 2010). Esto se explica<br />

por los aspectos históricos, institucionales y la canalización de recursos, que<br />

han conducido a que el 82% de las personas dedicadas a la investigación<br />

en la región trabajen en Brasil, Argentina y México, seguidas por Chile y<br />

Colombia con el 14% del total (León Paime, 2009a, pág. 99). Es decir, la<br />

visibilidad es resultado de esfuerzos institucionales que son diferentes en<br />

cada caso, pero que redundan en una canalización de recursos dirigida a<br />

producir resultados.<br />

Si la ciencia latinoamericana y caribeña es marginal en la ciencia mundial,<br />

el conocimiento contable lo es mucho más; incluso la academia brasilera<br />

que es la más desarrollada, tiene mucho por hacer, ya que cuenta, por<br />

ejemplo, con cerca de 1000 programas profesionales de contabilidad y ha<br />

graduado históricamente 150 doctores, en su programa que existe desde<br />

1978; es decir, dispone de un doctor por cada 7 programas profesionales.<br />

Falta mucho por hacer, los caminos están llenos de señales, de advertencias,<br />

de liberaciones, pero cada comunidad puede elegir si le interesa<br />

movilizarse hacia los niveles más avanzados o si prefiere seguir teniendo<br />

influencias negativas de los gremios profesionales, sobre la formación y<br />

en la investigación.<br />

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Hugo Arlés Macías Cardona<br />

hmacias@udem.edu.co<br />

Economista y Magister en Economía Internacional, egresado de la Universidad<br />

Nacional de Colombia. Becario Colciencias (2008-20<strong>12</strong>) para adelantar estudios<br />

de Doctorado en Administración en la Universidad EAFIT. Profesor Asociado de<br />

la Universidad de Medellín, en los programas de Contaduría Pública y Maestría<br />

en Contabilidad. Líder del Grupo de Investigaciones Contables y Gestión Pública,<br />

categoría B Colciencias. Director Científico del Centro de Investigaciones CIECA,<br />

de la Universidad de Medellín. Ha publicado artículos en 5 r<strong>evista</strong>s colombianas<br />

indexadas y ha realizado estancias cortas en la UNAM de México, la CEP<strong>AL</strong>, la<br />

Universidad de los Andes en Venezuela, la Universidad de Massachusetts y la<br />

Universidad de Harvard.<br />

Tatiana Moncada Ruiz<br />

tmoncada30@gmail.com<br />

Estudiante de Contaduría Pública de la Universidad de Medellín. Integrante del<br />

semillero de investigación del Grupo de Investigaciones Contables y Gestión Pública,<br />

Categoría B Colciencias. Distinguida con el “Premio Alcaldía de Medellín a<br />

estudiantes destacados en investigación, <strong>2011</strong>”. Publicó con anterioridad un artículo<br />

y un capítulo de libro; ha sido ponente en eventos de investigación contable en<br />

Cartagena, Manizales, Medellín y México D.F.<br />

278 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 260 - 278


279


Una redefinición de la contabilidad<br />

socioambiental a partir del paradigma de la<br />

complejidad: consideraciones teóricas básicas<br />

Resumen<br />

El presente artículo debe entenderse<br />

como un primer esfuerzo en un proceso<br />

de construcción científica orientado<br />

hacia la elaboración de desarrollos teóricos,<br />

epistemológicos y metodológicos<br />

en contabilidad socio-ambiental a partir<br />

del paradigma de la complejidad. Esta<br />

primera travesía se centra en la exposición<br />

argumentativa sobre la necesidad<br />

del tránsito del saber contable hacia<br />

nuevas formas emergentes del pensamiento<br />

contemporáneo, caracterizado<br />

por la necesidad imperiosa de modificar<br />

las bases filosóficas y epistemológicas<br />

que sustentan el pensamiento científico<br />

moderno. El dinamismo de los fenómenos<br />

sociales y naturales desborda<br />

la estructura conceptual de la ciencia<br />

moderna que pretende su aprehensión;<br />

dicha realidad evidencia la urgencia manifiesta<br />

de un proceso de deconstrucción<br />

y modificación de la base conceptual<br />

clásica sustentada en la objetividad, el<br />

determinismo, la lógica formal y la verificación.<br />

Los desarrollos actuales en diversos<br />

campos de las ciencias naturales<br />

y sociales demuestran que la incertidumbre<br />

y el caos son características propias<br />

de la realidad, situación compleja que<br />

se presenta como un reto imposible de<br />

asumir desde una simple parcela del<br />

conocimiento; tal abordaje requiere de<br />

un enfoque transdisciplinario.<br />

Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

Abstract<br />

This paper is meant as a first effort at<br />

building a scientific process oriented<br />

towards the construction of theoretical,<br />

methodological epistemological<br />

developments in socio-environmental<br />

accounting from the paradigm of complexity.<br />

This first outing focuses in the<br />

argumentative exposition about the<br />

need to move accounting knowledge<br />

towards the new emerging forms of<br />

contemporary thought, characterized<br />

by the imperative to change the philosophical<br />

and epistemological foundations<br />

that underlie modern scientific thought.<br />

The dynamism of social and natural<br />

phenomena is beyond the conceptual<br />

structure of modern science that seeks<br />

its apprehension. Such a reality makes<br />

evident the urgency of a process of<br />

deconstruction and modification of the<br />

classical conceptual base underpinned<br />

by objectivity, determinism, formal logic<br />

and verification. Current developments<br />

in various fields of natural and social<br />

sciences show that uncertainty and<br />

chaos are characteristics of reality,<br />

complex situation that presents itself as<br />

an impossible challenge to be met from<br />

a single area of knowledge; such an<br />

approach requires of a transdisciplinary<br />

perspective.<br />

Palabras clave<br />

Contabilidad socio-ambiental, medio ambiente,<br />

complejidad, paradigma clásico.<br />

Key words<br />

Social and environmental accounting, environmental,<br />

complexity, classical paradigm.<br />

Primera versión recibida en junio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en octubre de <strong>2011</strong><br />

280 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

Introducción<br />

No es descabellado afirmar que en contabilidad, actualmente, prevalece un<br />

tipo de investigación empírico realizado bajo presupuestos racionalistas y<br />

objetivistas, incluso con un tinte mercantilista, desarrollos metodológicos<br />

orientados a la consecución de un mayor beneficio para la organización.<br />

Estos trabajos se clasifican en la llamada corriente dominante o paradigma<br />

tradicional, perspectiva desde la que se tiende a menospreciar cualquier<br />

planteamiento alternativo, provocando su rechazo y el desconocimiento<br />

por parte de la academia.<br />

La denominada corriente ortodoxa o dominante en contabilidad está cimentada<br />

sobre los preceptos básicos del pensamiento científico moderno. El<br />

positivismo y el determinismo matizan y modelan la estructura tradicional<br />

contable, caracterizada por la creencia en una realidad objetiva cuya esencia<br />

es determinada y susceptible de ser conocida; por eliminar al sujeto del<br />

conocimiento científico, producto de su separación de la realidad objeto<br />

de estudio; por su pretensión de probar empíricamente el conocimiento<br />

científico; por la eliminación del ser; y por creer que el mundo se rige por<br />

leyes invariables y principios de orden, promoviendo el uso de herramientas<br />

de exactitud para la medición de fenómenos sociales.<br />

Esta contabilidad moderna dotó de racionalidad al nuevo sistema de producción,<br />

transformándose en motor de su desarrollo. Un saber contable miope,<br />

que sólo capta realidades susceptibles de ser medibles cuantitativamente<br />

y valorables en términos monetarios, desconocedor de la estrecha relación<br />

entre el sistema social y el sistema biofísico; un conocimiento estéril que<br />

ahonda la crisis social y ambiental actual, y perpetúa el estado de exclusión<br />

y depredación de los recursos naturales propio del modelo de desarrollo<br />

occidental.<br />

Los planteamientos contemporáneos emergentes evidencian una realidad<br />

compleja, en la que converge una multitud de elementos y múltiples y<br />

variadas interacciones en procesos en los que el dinamismo es constante;<br />

situación que reclama la construcción colectiva de nuevas formas de<br />

sentir, valorar, pensar y actuar en los individuos y en las colectividades que<br />

posibiliten a toda la ciudadanía del planeta alcanzar una vida digna en un<br />

entorno sostenible (Bonil, Sanmartí, Tomás y Pujol, 2004, pp. 6).<br />

La ciencia contable debe emprender un proceso de deconstrucción y modificación<br />

de su base conceptual, haciendo un reconocimiento de las necesidades<br />

actuales y de la urgencia ante la actual crisis. Tal proceso implica no<br />

sólo una reconsideración de sus bases teóricas y epistemológicas, también<br />

el reconocimiento de la complejidad de los fenómenos sociales y naturales,<br />

y las intensas tramas relacionales que existen entre ellos, perspectiva que<br />

281


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

permite elaborar una nueva comprensión de la realidad. Se requiere una<br />

ciencia contable que no desconozca la íntima relación que existe entre lo<br />

económico, lo social y lo ambiental.<br />

Por ello, el presente documento parte de dicha preocupación y se manifiesta<br />

como un primer esfuerzo de un proceso de construcción científica<br />

orientado hacia la reformulación de la contabilidad bajo el paradigma de la<br />

complejidad. Este preámbulo se centra en el análisis de la contabilidad socio<br />

ambiental y la necesidad de su replanteamiento bajo cánones contemporáneos,<br />

construyéndose un derrotero argumentativo que, en primer lugar,<br />

se centra en el estudio del denominado paradigma clásico, la contabilidad<br />

ortodoxa y las actuales formas de la contabilidad socio ambiental; en segunda<br />

instancia, se adentra en las nuevas consideraciones de la realidad y sus<br />

posibles formas de abordaje, para finalmente plantear algunas reflexiones<br />

sobre posibles vías para el rediseño de esta rama contable.<br />

El paradigma clásico: bases teóricas y epistemológicas de la contabilidad<br />

ortodoxa<br />

La modernidad trajo consigo grandes cambios, en el orden económico,<br />

social, científico, cultural y religioso; transformaciones germen de la cosmovisión<br />

de la sociedad moderna. En el ámbito económico se asistió al<br />

advenimiento de un nuevo modelo de producción; en el campo religioso,<br />

el protestantismo sentó las bases ideológicas de la nueva clase social que,<br />

en este campo, significó el surgimiento de la burguesía como nueva clase<br />

social dominante; el Renacimiento revolucionó las artes y la cultura al retomar<br />

los planteamientos de la Grecia antigua; y, por último, la revolución<br />

científica fundamentada en el determinismo de Newton y la percepción<br />

positivista de la ciencia.<br />

En cuanto a las ciencias, es válido afirmar que los cimientos teóricos sobre<br />

los que se edificó el pensamiento científico moderno promovieron su miopía.<br />

La simplificación de la realidad con base en los postulados de Rene Descartes,<br />

llevó a que el saber científico moderno fuera incapaz de aprehender<br />

la complejidad de los fenómenos naturales y sociales, haciendo que varios<br />

siglos de evolución científica terminaran en una crisis de orden global.<br />

La revolución científica tomó un periodo de aproximadamente 150 años,<br />

e implicó fundamentalmente grandes desarrollos en astronomía y física;<br />

esta modificación en las ciencias comprende “el periodo de tiempo que<br />

transcurre aproximadamente entre la fecha de publicación del De Revolutionibus<br />

de Nicolás Copérnico, en 1543, hasta la obra de Isaac Newton,<br />

cuyos Philosophiae Naturalis Principia Mathemarica fueron publicados por<br />

primera vez en 1687. Se trata de un poderoso movimiento de ideas que<br />

adquiere en el siglo XVII sus rasgos distintivos con la obra de Galileo, que<br />

282 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

encuentra sus filósofos desde perspectivas diferentes en las ideas de Bacon<br />

y de Descartes, y que más tarde llegará a su expresión clásica mediante<br />

la imagen newtoniana del universo, concebido como una máquina, como<br />

un reloj” (Reales y Antiseri, 1988, pp. 1).<br />

Es, en efecto, en este lapso de la historia en el que “Newton, con su teoría<br />

gravitacional, unificará la física de Galileo y la de Kepler. Sin embargo,<br />

durante los 150 años que transcurren entre Copérnico y Newton no sólo<br />

cambia la imagen del mundo. Entrelazado con dicha mutación se encuentra<br />

el cambio -también en este caso, lento, tortuoso, pero decisivo- de las<br />

ideas sobre el hombre, sobre la ciencia, sobre el hombre de ciencia, sobre<br />

el trabajo científico y las instituciones científicas, sobre las relaciones entre<br />

ciencia y sociedad, sobre las relaciones entre ciencia y filosofía, y entre<br />

saber científico y fe religiosa. Durante este periodo, pues, se modifica la<br />

imagen del mundo. Pieza a pieza, trabajosa pero progresivamente, van<br />

cayendo los pilares de la cosmología aristotélico-ptolemaica” (Reales y<br />

Antiseri, 1988, pp. 1).<br />

La nueva ciencia, en el marco de la modernidad, vendría a caracterizarse<br />

por el determinismo de Newton, la simplificación de Descartes, la causalidad<br />

lineal y la concepción positivista. Este nuevo paradigma científico se<br />

fundamentó en el principio de universalidad, en la eliminación de la irreversibilidad<br />

temporal, en el principio de análisis, en la búsqueda de principios<br />

de orden y leyes invariables, en la causalidad lineal, en el determinismo<br />

universal, en el aislamiento del objeto de su entorno, en la eliminación del<br />

sujeto del conocimiento, en la eliminación del ser, en la cuantificación y la<br />

formalización, en la incapacidad de concebir la autonomía de los objetos, en<br />

la aplicabilidad exclusiva de la lógica clásica y, por último, en la racionalidad<br />

monológica (Morín, 1984, pp. 359).<br />

Planteamientos que trajeron como consecuencia un conocimiento plano e<br />

insuficiente para captar la dimensionalidad del mundo real, generándose<br />

una errónea interpretación de la realidad que desencadenó una carrera<br />

acelerada hacia la destrucción del sistema biofísico. Estas formas de pensamiento<br />

también promueven un proceso de exclusión social que atenta<br />

contra la sostenibilidad de gran parte de la población, engendrando terribles<br />

conglomerados de miseria, que en el presente matizan las grandes urbes.<br />

Esta nueva forma de pensamiento germinada con la modernidad permeó<br />

todas las esferas del conocimiento. La contabilidad no es ajena al nuevo<br />

paradigma y hereda sus bases conceptuales, desarrollándose a partir del<br />

siglo XX un proceso de construcción científica edificado sobre los principios<br />

del denominado paradigma clásico: racionalidad y objetividad (Monagas,<br />

2005, pp. 45-51).<br />

283


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

La cientificidad de la contabilidad es un proceso reciente, abordado con<br />

gran preocupación después de la gran depresión de 1930, fecha con la<br />

que coinciden un gran número de teóricos contables. Esta fundamentación<br />

científica de la contabilidad se basó en la adopción de postulados positivistas,<br />

planteamientos racionalistas y desarrollos basados en teorías socio<br />

epistemológicas, como es posible evidenciar en las palabras del profesor<br />

Calafell:<br />

Los autores contables han profundizado en torno a la fundamentación<br />

de la contabilidad como ciencia basándose en los caracteres<br />

que, según la lógica, deben reunir unos conocimientos para ser<br />

considerados como científicos, estudiando el objeto material, el<br />

objeto formal y el fin de la ciencia contable. Otros han utilizado la<br />

axiomática de las ciencias formales y han constituido sistemas de<br />

axiomas, teoremas, postulados y definiciones a las cuales someten<br />

la realidad económica con objeto de ser tratada con rigor científico y<br />

de enunciar los principios y normas de la ciencia de la contabilidad.<br />

Por último, en la actualidad, existe un grupo de autores que aplican a<br />

la demostración científica de la contabilidad los principios de la teoría<br />

de conjuntos y de la lógica simbólica, tendiendo a una teoría formal<br />

de la contabilidad (Calaffel, 1963).<br />

La nueva preocupación por otorgarle estatus científico a la contabilidad<br />

promovió el desarrollo de numerosas investigaciones, fundamentadas en los<br />

preceptos tradicionales del saber científico. Fueron muchos los trabajos de<br />

investigación desarrollados sobre bases positivistas, especialmente los enmarcados<br />

en la llamada teoría contable positiva (PAT) (Watts y Zimmerman,<br />

1978, pp. 1<strong>12</strong>-134; Watts y Zimmerman, 1979, pp. 273-305), como también<br />

desarrollos basados en lógica clásica y lenguaje formal (Mattessich, 1964).<br />

Al igual, son muy reconocidas las construcciones epistemológicas basadas<br />

en los desarrollos teóricos de Thomas Kuhn e Imre Lakatos (Cañibano y<br />

Gonzalo, 1996, pp.13-61; Belkaoui, 1985, pp. 555; Cañibano, 1974, pp.<br />

33-45; Wells, 1976, pp. 471-482).<br />

La corriente principal del pensamiento contable, como ha sido denominada,<br />

se aferra a la creencia de la existencia de una realidad objetiva que posee<br />

una naturaleza determinada que es susceptible de ser conocida, que dicha<br />

realidad (el objeto), presumiblemente está separada de aquel que puede<br />

conocer (el sujeto), que el conocimiento puede ser validado por medio de la<br />

experiencia, que los métodos cuantitativos para el análisis y recolección de<br />

información que permiten las generalizaciones son favorables, que los seres<br />

humanos son objetos pasivos y, por último, que los individuos y las firmas<br />

tienen como único propósito la maximización de la utilidad (Chua, 1986,<br />

en Gómez y Ospina, 2009, pp. 37-75). Esta posición en contabilidad tiene<br />

serias consecuencia, que bien pueden sintetizarse, en primera instancia,<br />

en manifestar que la contabilidad es una técnica neutral; y segundo, que<br />

284 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

ésta está en función de la maximización del beneficio de quien ostenta el<br />

capital, características que hacen de la contabilidad una herramienta que<br />

reproduce y perpetúa las estructuras de poder establecidas, ahondando la<br />

crisis en la que hoy se encuentra envuelta la especie humana.<br />

Esta lógica perversa de la contabilidad financiera es extendida a la naciente<br />

contabilidad socio ambiental, como lo exponen Bebbington y Gray, citados<br />

por Gómez, cuando afirman que:<br />

La instrumentalización realizada por parte de algunas expresiones<br />

de la contabilidad medioambiental (financiera, de gestión, de costos<br />

y la auditoría) revisten de valoración social positiva a las actuaciones<br />

de las organizaciones con su aplicación, ya que el poder constitutivo<br />

de la contabilidad entrega aparentes visibilidades sobre problemas,<br />

que aparecen como para su mejoramiento o<br />

solución. Pero tales soluciones concebidas bajo el marco conceptual<br />

predominante del beneficio ampliado del capital y bajo los marcos<br />

referenciales de actuación y herramientas analíticas de la economía,<br />

la gestión y la contabilidad, preocupados por la eficiencia económica<br />

de la reducción del costo y de la maximización del beneficio privado,<br />

no logran cambios sustanciales en la dinámica de operación de<br />

la organización y desembocan, gracias al prestigio racionalizador<br />

y al poder de las cifras financieras duras proporcionadas por la<br />

contabilidad, legitimando actuaciones bajo los parámetros de<br />

actuación de siempre, aquellos que conllevaron a la actual crisis<br />

ambiental (Gómez, 2004, pp. 104).<br />

De esta forma, la nueva contabilidad que busca dar respuestas a las nuevas<br />

necesidades de información y al control del desempeño de las organizaciones<br />

en el campo social y ambiental se traduce en un conocimiento incapaz<br />

de aportar una solución a la actual crisis, por el contrario, ayuda a ahondar<br />

el estado de cosas que hoy representan una problemática de orden global.<br />

En este campo, son nutridos los estudios que analizan estos actuales<br />

desarrollos de la contabilidad, fundamentalmente en el campo ambiental.<br />

Análisis que buscan develar el trasfondo de estas nuevas prácticas, que se<br />

centran especialmente en la emisión de triples balances que aparentemente<br />

demuestran la sostenibilidad como condición del desarrollo organizacional,<br />

legitimando las acciones de las grandes corporaciones (Moneva, Llena y<br />

Lameda, 2005, pp. 1-27; Archel, 2003, pp. 561-601; Archel y Lizarraga,<br />

2001, pp. <strong>12</strong>9-153; Bebbington, Larrinaga y Moneva, 2008, pp. 337-361;<br />

Conesa, Déniz, Dorta y Pérez, 2006, pp. 96–119; Garza, 2008, pp. 144-193;<br />

Hursillo, 2004, pp. 1-40; Larrinaga, 1997, pp. 957-991; Larrinaga, 1999,<br />

pp. 645-674; Rahaman, Lawrence y Roper, 2004, pp.35-56; Larrigana y<br />

Bebbington, 2001, pp. 269-292; Archel, Fernández y Larrinaga, 2008, pp.<br />

106-117; Aranguren y Ochoa, 2008, pp. <strong>12</strong>3-142; Gómez, 2009a, pp. 147-<br />

166; Ariza, 2007, pp. 45-60).<br />

285


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

He allí la urgencia manifiesta de la redefinición de la contabilidad socio ambiental<br />

bajo fundamentos conceptuales que le permitan desprenderse de los<br />

planteamientos dominantes, heredados del positivismo y el determinismo.<br />

Es necesario aclarar, en este punto, que todo el saber contable requiere<br />

de un replanteamiento de sus bases conceptuales, una modificación de su<br />

estructura teórica, epistemológica y metodológica, pero para efectos del<br />

presente trabajo y de las intenciones del autor, el análisis, en este momento,<br />

sólo se centrará en este subsistema de la contabilidad.<br />

De la simplicidad a la complejidad: el caos y la incertidumbre, realidad<br />

de los fenómenos sociales y naturales<br />

La crisis actual que afronta la especie humana está vinculada a su equívoca<br />

interpretación del mundo y de la realidad. El cuerpo teórico clásico sobre<br />

el que se edificó la modernidad, “resulta corto, insuficiente e inadecuado<br />

para simbolizar o modelar realidades que se han ido imponiendo ya sea<br />

en el mundo subatómico de la física, como en el de las ciencias de la vida<br />

y en las ciencias sociales” (Martínez, 2002, citado por Martínez, Ortiz y<br />

González, 2007, pp. 2).<br />

La problemática que actualmente afronta la humanidad debe entenderse<br />

como un urgente llamado a la reflexión y al cuestionamiento sobre el modelo<br />

de civilización edificado en la modernidad. La forma de desarrollo asumida<br />

en los albores del siglo XVIII por la sociedad occidental, se caracteriza por<br />

depredar los recursos naturales de forma irracional y por la acumulación<br />

de riqueza bajo la lógica de la búsqueda de la maximización del bienestar<br />

individual. “La idea de que la civilización científico-técnica y la economía de<br />

mercado son el horizonte universal de la humanidad y que en ella existen<br />

las únicas posibilidades de un modo de vida razonable, perfectible y mejor,<br />

se está esfumando junto con la pretensión de la ciencia de explicar el mundo<br />

y el sueño tecnológico que permita alcanzar la “felicidad” (Elster, 1992;<br />

Lanz y Fergusson, 1994, 1995; Habermas, 1984, citados por Fergunson,<br />

2003, pp. 21).<br />

En este nuevo contexto la ciencia moderna empieza a perder vigencia, en<br />

la medida que no puede responder a muchos fenómenos cuyo comportamiento<br />

desborda los planteamientos tradicionales, dado que:<br />

El gran poder de la ciencia radicó en la capacidad de relacionar<br />

causas y efectos, esto es, de predecir. Sobre esta idea se construye<br />

una visión del mundo que se presenta ordenado, cierto en tanto que<br />

tangible, predecible, real y en equilibrio. La irrupción del concepto<br />

de “caos” ha alterado de modo fundamental esta visión, de manera<br />

que el azar y la incertidumbre son inherentes al universo mismo. La<br />

predicción científica ha encontrado sus límites y la idea de que el<br />

mundo de relaciones causa-efecto y en equilibrio, se ha debilitado<br />

(Baladier, 1993; Briggs y Peats, 1991; Rheingold, 1994, citados por<br />

Fergunson, 2003, pp. 21).<br />

286 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

La incursión de los términos caos e incertidumbre estremecieron las bases<br />

del pensamiento científico edificado en la modernidad. La causalidad lineal<br />

y el determinismo de Newton entran en crisis, al evidenciarse una realidad<br />

gobernada por el azar. El descubrimiento de los sistemas no lineales en la<br />

física demostró el error de las presunciones clásicas; éste fue el punto de<br />

quiebre para el desarrollo de un nuevo paradigma. El paso desde la simplicidad<br />

inherente a la forma de interpretación moderna a la complejidad<br />

exaltada por los nuevos pensamientos contemporáneos, sugirió el desarrollo<br />

de una nueva ciencia (Arch y Rosado, 2009, pp. 341-350).<br />

En cuanto a la definición de complejidad se puede afirmar que a pesar de<br />

que no existe una posición homogénea al respecto, las diversas conceptualizaciones<br />

existentes convergen en dos elementos comunes: por un lado, la<br />

complejidad está asociada a la idea de sistemas, es decir, un conjunto de<br />

partes, aspectos, o componentes, que de algún modo se relacionan entre sí<br />

para dar lugar a un ‘todo’; y por otro lado, la complejidad supone la dificultad<br />

para entender algo (Perona, 2005, pp. 27-54). Esta nueva concepción de<br />

la realidad fue el detonador de una nueva revolución en las ciencias, que<br />

aunque tuvo sus inicios en la física, actualmente se ha extendido a todo los<br />

campos del conocimiento. Esta particular y novedosa forma de interpretar<br />

los fenómenos se ha denominado ciencias de la complejidad.<br />

Las bases para el desarrollo de estas ciencias, temporalmente, se ubican<br />

en el siglo pasado, a pesar de que aún no existe una definición homogénea<br />

sobre lo que es complejidad y cuáles son sus características, como ya se<br />

había anotado en acápites anteriores. “Es decir, si bien las ciencias de la<br />

complejidad constituyen un fenómeno novedoso y su expansión acelerada<br />

es claramente muy reciente, las bases para que éstas pudieran surgir, los<br />

fundamentos sobre los que se asientan, son ideas que fueron tomando<br />

forma a lo largo del siglo pasado” (Perona, 2005, pp. 29).<br />

Para algunos, las ciencias de la complejidad tuvieron su origen en 1990, y a<br />

partir de esta concepción se plantea que el conocimiento científico transita<br />

hacia “lo múltiple, lo temporal y lo complejo” (Prigogine y Stengers, 1984,<br />

pp. 349). La ciencias de la complejidad estudian los fenómenos del mundo<br />

asumiendo su complejidad y busca modelos predictivos que incorporan la<br />

existencia del azar y la indeterminación, es una forma de abordar la realidad<br />

que se extiende no sólo a las ciencias experimentales sino también a las<br />

ciencias sociales (Balandier, 1989, pp.114).<br />

De acuerdo con Maldonado y Gómez (2005, pp. 8), “el estudio de la complejidad<br />

consiste, dicho de un modo básico, en el estudio de la dinámica<br />

no-lineal. Esta dinámica está presente en una multiplicidad de sistemas<br />

y fenómenos, que incluye, entre otros, al funcionamiento del cerebro, los<br />

sistemas ecológicos, los insectos sociales, la dinámica de los mercados<br />

287


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

financieros, los sistemas alejados del equilibrio, por ejemplo, los fenómenos<br />

de autoorganización”.<br />

Cuando se habla de ciencias de la complejidad se hace referencia a varias<br />

formas de pensamiento, que aunque coinciden en algunos aspectos, sus<br />

diferentes formas son disímiles, sin embargo, algo en común es que éstas<br />

niegan fundamentos de la ciencia moderna como: “la suma de las partes<br />

es el todo”, y la tercera ley de Newton: “a toda acción corresponde una<br />

reacción de la misma magnitud pero en sentido contrario”. La complejidad<br />

implica que “la suma de las partes no es igual al todo”, que muchas variables<br />

independientes inciden en una sola variable dependiente, esto es, muchas<br />

causas para un solo efecto (Arch y Rosado, 2009, pp. 342).<br />

La primera ciencia compleja fue la termodinámica del no equilibrio desarrollada<br />

por I. Prigogine, cuyas contribuciones abarcan desde la física y la<br />

química hasta la biología y los sistemas sociales humanos (Maldonado y<br />

Gómez, 2010, pp. 62).<br />

La complejidad implica transdisciplinariedad, una integración de las ciencias<br />

para la comprensión de una realidad que desborda las formas clásicas de<br />

interpretación. En palabras de Morin (2004, pp. 1), “las prácticas clásicas<br />

del conocimiento son insuficientes. Mientras que la ciencia de inspiración<br />

cartesiana iba muy lógicamente de lo complejo a lo simple, el pensamiento<br />

científico contemporáneo intenta leer la complejidad de lo real bajo la<br />

apariencia simple de los fenómenos”.<br />

Son rasgos distintivos de las ciencias de la complejidad: el estudio de los<br />

sistemas, fenómenos y comportamientos caracterizados por complejidad<br />

creciente, la no linealidad, emergencias, autoorganización, turbulencias,<br />

fluctuaciones e incertidumbre; aspectos característicos de la realidad, desde<br />

el orden subatómico, hasta la realidad natural y social. La nueva forma de<br />

interpretar la realidad tiene varias manifestaciones, con mayor auge en las<br />

ciencias naturales, en este campo son grandes los desarrollos alcanzados<br />

por las denominadas ciencias de la complejidad: la termodinámica no-lineal,<br />

la teoría del caos, la teoría de los fractales, entre otras; en el caso de las<br />

ciencias sociales son pocos los desarrollos, y son los planteamientos de<br />

Morín los mas revisados, a pesar de la distancia entre ciencias de la complejidad<br />

y pensamiento complejo (Maldonado y Gómez, 2010, pp. 1-134).<br />

Estos nuevos planteamientos referentes a la complejidad emergen producto<br />

de las consecuencias de la racionalidad moderna, la cual es génesis de la<br />

actual crisis ambiental; realidad que no debe interpretarse erróneamente<br />

como un problema ecológico. Como lo expresa Leff, (2007, pp. 3): “la degradación<br />

ambiental es resultado de las formas de conocimiento a través<br />

de las cuales la humanidad ha construido el mundo y lo ha destruido por<br />

288 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

su pretensión de unidad, de universalidad, de generalidad y de totalidad;<br />

por su objetivación y cosificación del mundo”.<br />

La encrucijada que afronta el hombre, en el presente, requiere de un<br />

replanteamiento de su cosmovisión, de su forma de interpretar, actuar y<br />

transformar la realidad de la que él hace parte, y es un elemento más. La<br />

naturaleza es compleja, esa es su principal característica; la complejidad<br />

es propia de los seres vivos por ello se afirma que las ciencias de la complejidad<br />

son ciencias de la vida (Maldonado, 2005, pp. 1-47).<br />

Para efectos de facilitar la comprensión de la tesis que en este documento<br />

se defiende, en este punto de la argumentación se hace imperativa una<br />

reflexión sobre la nominada crisis ambiental. Al manifestarse que esta<br />

crisis no es un problema ecológico y que, por el contario, es un problema<br />

de racionalidad, es posible afirmar que estamos realmente ante una crisis<br />

de la especie humana, una compleja problemática de orden global, cuyo<br />

origen se encuentra en el hombre y sus consecuencias se evidencian en<br />

los altos niveles de degradación de la naturaleza. Esta situación evidencia<br />

la complejidad de los fenómenos sociales, pero también la conectividad<br />

de éstos con los fenómenos naturales, planteándose un gran reto para las<br />

ciencias sociales.<br />

El abordaje de la crisis ambiental planetaria requiere el planteamiento<br />

de una nueva conceptualización, en este escenario, Enrique Leff expone<br />

un planteamiento de lo ambiental a partir de la complejidad, enfatizando<br />

que la complejidad ambiental no se inscribe dentro de las ciencias de la<br />

complejidad, aspecto que es compresible de acuerdo con la reflexión del<br />

párrafo anterior.<br />

La complejidad ambiental es la reflexión del conocimiento sobre<br />

lo real, lo que lleva a objetivar a la naturaleza y a intervenirla, a<br />

complejizarla por un conocimiento que trasforma el mundo a través<br />

de sus estrategias de conocimiento. La complejidad ambiental<br />

irrumpe en el mundo como un efecto de las formas de conocimiento,<br />

pero no es solamente relación de conocimiento. No es una biología<br />

del conocimiento ni una relación entre el organismo y su medio<br />

ambiente. La complejidad ambiental no emerge de las relaciones<br />

ecológicas, sino del mundo tocado y trastocado por la ciencia, por<br />

un conocimiento objetivo, fragmentado, especializado. No es casual<br />

que el pensamiento complejo, las teorías de sistemas y las ciencias<br />

de la complejidad surjan al mismo tiempo que se hace manifiesta la<br />

crisis ambiental, allá en los años sesenta, pues el fraccionamiento<br />

del conocimiento y la destrucción ecológica son síntomas del mismo<br />

mal civilizatorio (Leff, 2007, pp. 5).<br />

La responsabilidad de las ciencias sociales y el reto al que se enfrenta en el<br />

marco de la complejidad es titánico, si tenemos presente que “las ciencias<br />

289


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

sociales y humanas poseen rasgos, objetos, temas y problemas de mayor<br />

complejidad que las ciencias básicas y naturales (Maldonado, 2005, pp.<br />

42). Las ciencias de la complejidad se muestran como un punto de partida<br />

para el estudio de las tramas sociales y sus correlaciones con la naturaleza;<br />

teniendo presente que todos los sistemas complejos se comportan de la<br />

misma forma, estos conceptos pueden ser fácilmente aplicados a la física,<br />

ciencias de la salud, ciencias ambientales, sociología, economía, administración<br />

y, sin dudar, a la contabilidad. Por ello “el estudio de las ciencias de<br />

la complejidad y la apropiación de sus herramientas conceptuales, lógicas<br />

y metodológicas, se revela como una ayuda con un valor incalculable para<br />

explicar justamente las dinámicas que no pueden ser explicadas y mucho<br />

menos resueltas con la ciencia normal (Kuhn) imperante hasta el momento”<br />

(Maldonado, 2005, pp.41).<br />

Una interpretación de la contabilidad a partir de la teoría de la complejidad<br />

Considerando la naturaleza compleja e indeterminada de la realidad y,<br />

particularmente de la realidad socio ambiental (Carvalho, 2000, pp. 19), es<br />

necesario replantear el conocimiento que hoy conocemos como contabilidad<br />

socio ambiental e, incluso, como contabilidad. Si se quiere aportar a<br />

la solución de la crisis global que afronta la especie humana es necesario<br />

remover las bases conceptuales de la contabilidad ortodoxa, de lo contrario<br />

este subsistema de la contabilidad inevitablemente no será más que un<br />

atenuante y no la solución para la enfermedad (Gómez, 2009b, pp. 77).<br />

No se debe seguir insistiendo en el proyecto predominante en el cual se<br />

encumbraron los académicos de la contabilidad, conseguir para ésta el<br />

estatus de disciplina científica bajo los cánones del positivismo. Porque<br />

como lo han mostrado Marcuse, Habermas, Foucault, Bourdieu y otros,<br />

el conocimiento científico construido en la modernidad está fuertemente<br />

relacionado con los intereses particulares provenientes de la emancipación<br />

burguesa, por tanto, este es predominantemente fruto y medio de su<br />

voluntad de clase (Gómez, 2003, pp. 110).<br />

La contabilidad, como es entendida hoy, es presumiblemente fruto de la<br />

visión que a través de la historia se le ha dado, y en especial a partir del advenimiento<br />

del sistema capitalista. Hoy los contadores están en presencia de<br />

un hecho trascendental, que no sólo implica crisis, entropía o degradación,<br />

también la posibilidad de una revolución del conocimiento contable desde<br />

sus bases teóricas y epistemológicas y, ante esta situación, no se puede<br />

ser simples espectadores. Es necesario ser actor e iniciar un proceso de<br />

modelación de la contabilidad bajo las nuevas perspectivas que nos brinda<br />

la contemporaneidad, la complejidad se revela como la nueva forma de<br />

interpretación de fenómenos tanto naturales como sociales.<br />

290 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

Las demandas y requerimientos actuales están orientados hacia la solución<br />

de la problemática socio ambiental que enfrenta la sociedad humana,<br />

por ello, es imperativo, en consecuencia, hacer un énfasis acerca de las<br />

relaciones entre ciencias de la complejidad y ciencias sociales (Maldonado,<br />

2005, pp. 34).<br />

Razón por la cual, en este documento, se pretende plantear algunas<br />

consideraciones preliminares acerca de la contabilidad socio ambiental<br />

desde la noción de complejidad, acometiendo caracteres fundamentales<br />

de la contabilidad, como son la medición y la valoración; consideraciones<br />

que tomará el autor como base de futuras investigaciones en este campo.<br />

Para ello se parte de la percepción de que la realidad socio ambiental es<br />

compleja, condición que exige transdisciplinariedad para su estudio. El primer<br />

paso, implica el reconocimiento de la complejidad de dicha realidad y<br />

de la incapacidad de las formas actuales de la contabilidad para abordarla.<br />

El criterio de exactitud vinculado a la representación contable, al igual que<br />

la valoración explícitamente monetaria, no son perspectivas adecuadas<br />

para su interpretación.<br />

Un grave error cometido por la estructura tradicional contable es pretender<br />

medir fenómenos inexactos a partir de herramientas exactas. Como fue<br />

planteado anteriormente, la incertidumbre y el caos son características<br />

de la realidad, tanto los fenómenos naturales como sociales son caóticos<br />

e inciertos, por ello, un primer aspecto a revaluar en contabilidad socio<br />

ambiental está vinculado a la medición de este tipo de fenómenos. En<br />

este campo es necesario explorar otras posibilidades. En las ciencias de<br />

la complejidad ya se ha hecho el aprendizaje de que son posibles y tienen<br />

sentido también mediciones cualitativas. Exactamente en esta dirección han<br />

surgido las matemáticas cualitativas (Maldonado, 2005, pp. 39).<br />

Como quiera que sea, el más difícil e importante de los problemas<br />

de la complejidad hace referencia a su medición. ¿Cómo medir la<br />

complejidad de un sistema? Para entender este problema es esencial<br />

recordar que la ciencia sólo se interesa por lo que es medible y sólo<br />

habla de aquello que se puede medir. Sin embargo, al mismo tiempo,<br />

es igualmente importante tener en cuenta que la principal y la única<br />

forma de medición no es cuantitativa (Maldonado, 2005, pp. 39).<br />

Esta es una lección que debe aprender la contabilidad, como técnica<br />

especializada en la traducción de cualquier realidad material en términos<br />

cuantitativos.<br />

En el marco de las ciencias de la complejidad se adopta “la medición de<br />

aleatoriedad como la medición de la complejidad misma de un sistema<br />

no-lineal” (Maldonado, 2005, pp. 33). En este escenario, se adoptan nue-<br />

291


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

vos instrumentos para el tratamiento de los hechos imprecisos, inciertos<br />

y difusos. Como es el caso de la matemática difusa o borrosa, legado de<br />

Lotfi Zadeh (Rico y Tinto, 2008, pp. 199-214).<br />

En el contexto de la complejidad algo está claro, no existe una proposición<br />

verdadera o falsa, tal postulado sólo es válido si no existiere una posibilidad<br />

diferente a los máximos extremos de “verdadero” o “falso”, principio<br />

enunciado por Epicuro. Este planteamiento es la base de las matemáticas<br />

borrosas, la existencia de una verdad gradual, es decir, con diferentes<br />

grados de verdad y de falsedad. Estos planteamientos son necesarios para<br />

enfrentar la diversificación, el dinamismo y la complejidad del cúmulo de<br />

conocimientos evolucionados con la misma sociedad que los crea (Mallo<br />

et al., 1998, pp. 7-16; Rico y Tinto, 2008, pp. 202-203).<br />

[Zadeh ha escrito que] la teoría de los subconjuntos borrosos es,<br />

de hecho, un paso hacia un acercamiento entre la precisión de<br />

la matemática clásica y la sutil imprecisión del mundo real, un<br />

acercamiento nacido de la incesante búsqueda humana por lograr<br />

una mejor comprensión de los procesos mentales y del conocimiento.<br />

Desde entonces se ha asociado a los términos “lógica borrosa”<br />

cualquier sistema matemático que se base en los conjuntos borrosos<br />

(Zadeh, 1996, pp. 422; Lazzari, Machado y Pérez, 1999, pp. 1-25).<br />

Estos planteamientos resultan muy interesantes para el caso de mediciones<br />

de carácter social, como en la denominada contabilidad del recurso humano,<br />

donde los registros contables pueden ser de orden cualitativo, al igual que<br />

las mediciones, ajustándose la herramienta a la realidad que se estudia. En<br />

contabilidad socio ambiental, el sujeto contable se enfrenta a una realidad<br />

incierta que para su medición requiere de una herramienta inexacta.<br />

No es pretensión del autor realizar una profundización de la teoría de los<br />

conjuntos borrosos o de las diferentes formas de las matemáticas no lineales,<br />

el objeto en este trabajo es evidenciar posibles herramientas para<br />

abordar desde la contabilidad la realidad socio ambiental.<br />

En el caso del medio ambiente, estas herramientas matemáticas también<br />

jugarían un papel fundamental para su medición, valoración e interpretación.<br />

Por ejemplo, tradicionalmente, las caracterizaciones ecosistémicas tienden<br />

a ser planas, no captan las tramas y las correlaciones entre los diversos y<br />

múltiples elementos que conforman el sistema, teniendo esto serios efectos<br />

en el proceso de valoración. La complejidad de estos sistemas vivos requieren<br />

de una forma diferente de interpretación, no sólo se debe percibir la<br />

relación y tramas entre los múltiples elementos que los componen, también<br />

es clave determinar su relación con otros sistemas naturales y su estrecha<br />

vinculación con los sistemas sociales.<br />

292 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 280 - 299


Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma de la complejidad<br />

En este campo es importante plantear que no es estrictamente necesaria la<br />

valoración de los recursos naturales en términos monetarios, y que al igual<br />

es posible una medición cualitativa-cuantitativa. Hay que tener presente que<br />

esta forma de valoración (valoración monetaria) está vinculada al sistema<br />

y su forma de comprensión de la realidad; en este sentido, la contabilidad<br />

bajo la lógica ortodoxa facilita el proceso de cosificación de la naturaleza<br />

ahondando la crisis.<br />

Estas consideraciones están respaldadas por múltiples ejercicios de aplicación<br />

de la teoría de los conjuntos borrosos a diversos campos tanto de<br />

las ciencias naturales como de las ciencias sociales, donde se evidencia<br />

la utilidad de estas herramientas no lineales para el estudio de fenómenos<br />

inciertos tanto en el campo de la naturaleza como en el social. En este<br />

sentido, son varias las aplicaciones realizadas en el plano de la economía,<br />

administración e inclusive en contabilidad financiera (Gil, 2008, pp. 39-58;<br />

Riba, Viladrich y Sarria, 1991, pp. 1-6; Gil, 2005, pp. 1-15; Rico y Marco,<br />

2010, pp. <strong>12</strong>7-146; Lazzari y Fernandez, 2006, pp. 63-96; Cazorla, López<br />

y Loenzana, 2002, pp. 41-69; Armario, 1982, pp. 405-430; Domínguez,<br />

Ruiz y Sánchez, 1992, pp. 47-55; García, Lazzari y Pérez, 1998, pp. 1-10)<br />

La contabilidad socio ambiental redefinida bajo una perspectiva compleja,<br />

debe caracterizarse por una base conceptual que interpreta lo económico,<br />

social y ambiental como un todo, que reconoce la íntima relación entre<br />

hechos sociales y fenómenos naturales, que no desconoce la multiplicidad<br />

de variables que intervienen en estos fenómenos y las tramas relacionales<br />

que existen entre ellos. Un conocimiento que no ignora la imprecisión, la<br />

incertidumbre y el caos como características de la realidad. En este sentido,<br />

a partir de dicha estructura teórica, se deben desarrollar, ajustar o apropiar<br />

herramientas para el análisis de esta realidad compleja. Esta nueva forma de<br />

contabilidad se identificará por la implementación de herramientas de medición<br />

inexactas y cualitativas, y metodologías de valoración no monetarias.<br />

El presente documento representa apreciaciones preliminares del autor,<br />

quien cree firmemente en una posibilidad del desarrollo de la contabilidad<br />

por fuera de las esferas del determinismo, el positivismo y la lógica capitalista.<br />

Las apreciaciones planteadas muestran el inicio de un proceso<br />

de investigación y construcción que busca encauzar la contabilidad socio<br />

ambiental bajo la noción de complejidad, como una alternativa de solución<br />

a la actual crisis. No se desconoce por parte de éste los diversos factores<br />

que influyen en el conocimiento contable y su evolución, aspecto que le<br />

permite entender la labor titánica que pretende atacar. Se deja abierto al<br />

debate las ideas aquí planteadas esperando enriquecer la tesis defendida.<br />

Conclusiones<br />

• La estructura conceptual de la contabilidad ortodoxa se encuentra edificada<br />

sobre los cánones teóricos del pensamiento científico moderno. Su<br />

293


Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

estatus científico se ha construido sobre el determinismo y el positivismo;<br />

y como saber responde a la lógica de la maximización del beneficio individual.<br />

En el presente, se observa la transición de estas bases conceptuales,<br />

o lógica perversa, a la naciente contabilidad socio ambiental, subsistema<br />

de la contabilidad que estudia el comportamiento de las organizaciones<br />

en términos sociales y ambientales. Este conocimiento corre el peligro<br />

de transformarse en un simple atenuante de la crisis ambiental y antes<br />

de representar una solución, ahondaría la crisis.<br />

• El pensamiento científico moderno es incapaz de abordar la complejidad<br />

de los fenómenos naturales y sociales. La irrupción del caos y la incertidumbre<br />

hacen tambalear el edificio de las ciencias modernas. La crisis<br />

ambiental pone en entredicho el modelo civilizatorio, haciendo imperativo<br />

un replanteamiento de la forma de interpretación de la realidad por parte<br />

de la humanidad.<br />

• El saber contable debe considerar los planteamientos de la contemporaneidad<br />

y redefinirse bajo la noción de la complejidad. La complejidad<br />

de los fenómenos sociales y ambientales exigen una modificación de la<br />

base conceptual contable, en este sentido, las matemáticas no-lineales<br />

se presentan como alternativa para la medición y valoración en el campo<br />

socio ambiental.<br />

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Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

carbal<strong>12</strong>5@yahoo.es<br />

Docente investigador de la Universidad de Cartagena y de la Universidad Libre sede<br />

Cartagena. Magíster en Ciencias Ambientales del SUE Caribe. Contador Público<br />

egresado de la Universidad de Cartagena. Director del Grupo de Investigación GI-<br />

DEA de la Universidad de Cartagena y Director del Grupo de Investigación GISEMA<br />

de la Universidad Libre sede Cartagena. Autor de diversos artículos publicados en<br />

r<strong>evista</strong>s indexadas, ponente en eventos de carácter nacional e internacional.<br />

299


Una mirada del pasado hacia el futuro de<br />

evolución del pensamiento contable<br />

Dilia Castillo Nossa<br />

Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

Resumen<br />

En el presente documento se presenta<br />

una reflexión que abarca desde el origen<br />

del pensamiento contable, su evolución<br />

y concepción como ciencia, reflejada en<br />

la situación actual con los espejos de<br />

los grandes aportes a la contabilidad<br />

por estudiosos que a través del tiempo<br />

han dejado huella imborrable en la construcción<br />

del saber contable. Así mismo,<br />

se denota la clasificación en periodos<br />

de avance de la contabilidad, dejando<br />

una clara evidencia en la travesía de la<br />

misma, pasando de ser un arte, luego<br />

técnica y perfeccionándose cada vez<br />

más en disciplina científica, a partir de<br />

la búsqueda de la verdad. Adicionalmente,<br />

se encuentra una mirada en<br />

la actualidad, dejando plasmada una<br />

preocupación sobre la realidad contable<br />

colombiana.<br />

Palabras clave<br />

Historia, contabilidad, teoría y pensamiento<br />

contable, escuelas.<br />

Abstract<br />

In this paper we make a reflection that<br />

includes the origins of the Accounting<br />

Thought, its evolution and its conception<br />

as science as it appears in its current<br />

situation from the perspective of the<br />

main contributions to Accounting made<br />

by scholars who, through time, left<br />

important traces in the construction of<br />

Accounting Knowledge. Likewise, we<br />

discuss the classification in the periods<br />

of progress of Accounting, which left<br />

clear signals, and went from being an art,<br />

then a technique until it perfected itself<br />

as a scientific discipline by searching for<br />

the truth. In addition, we found a current<br />

view that raises some concerns about<br />

the Colombian Accounting Reality.<br />

Key words<br />

History, accounting, accounting theory<br />

and thought, schools.<br />

Primera versión recibida en junio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en septiembre de <strong>2011</strong><br />

300 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 300 - 311


Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución del pensamiento contable<br />

1. Introducción<br />

Lo más importante del presente estudio es reconocer los avances hechos<br />

por cada ilustre seguidor en la búsqueda de la verdad contable, la clasificación<br />

de los periodos que identifican los cambios en la mentalidad y<br />

el reconocimiento de las tendencias, teorías o escuelas de pensamiento<br />

contable, sus precursores y la herencia que se vive en la actualidad.<br />

La evolución del pensamiento contable se representa a través de la línea<br />

del tiempo en la historia de la contabilidad, donde se puede observar las<br />

diferentes investigaciones realizadas sobre el objeto de estudio de la contabilidad.<br />

Al respecto, es muy importante conocer el estado del arte sobre las diferentes<br />

investigaciones que a través del tiempo han desarrollado autores<br />

sobresalientes en el conocimiento contable e indispensable para el inicio de<br />

cualquier tipo de estudio sobre la materia. Este trabajo se encuentra vigente<br />

y será actualizado en la medida que se descubran nuevos acontecimientos<br />

que aporten a la construcción de la ciencia contable.<br />

Este trabajo de investigación nace en el Grupo de Investigaciones Fiscales<br />

GIF, de la Escuela de Contaduría Pública - UPTC Tunja, con la participación<br />

de docentes y estudiantes.<br />

2. Periodos de evolución contable<br />

2.1 Periodo empírico<br />

Desde el origen de la civilización se conoce la necesidad del ser humano<br />

por saber cuantificar cuánto administra, cuánto debe y cuánto tiene, dando<br />

origen a la partida simple, también conocida como registro, y ésta a su<br />

vez da inicio al periodo empírico de la contabilidad (ver Tabla N° 1). Una<br />

de las primeras actividades del comercio fue conocido como “trueque” o<br />

intercambio de artículos entre las diferentes civilizaciones como resultado<br />

de una relación de cuantificar el saldo posible de intercambio. Vlaemminck,<br />

en su análisis histórico, argumenta que la práctica contable “data de la más<br />

remota antigüedad, puesto que se confunde con la historia de la economía”<br />

(Vlaemminck, 1961) y sugiere que los registros de aspectos elementales es<br />

una actividad tan antigua como el propio comercio. Los primeros registros<br />

fueron fundamentales para el inicio del trueque, pues fue la herramienta<br />

necesaria para determinar las cantidades que existían almacenadas, qué<br />

cantidad se podía intercambiar (excedentes) y qué cantidades faltaban, lo<br />

que da lugar al nacimiento del debe, haber y saldo.<br />

Fue en Mesopotamia donde se encontraron los primeros registros de hace<br />

6000 años en tablillas de arcilla (escrito por los sumerios), como evidencia<br />

301


Dilia Castillo Nossa y Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

primigenia de las evoluciones del movimiento diario, y correspondió al<br />

registro “de lo que era mío”, y “de lo que era suyo”; 1 reconociendo las relaciones<br />

comerciales con otras personas, esto dio origen a lo que actualmente<br />

conocemos como movimiento débito y crédito (Lopes De Sá, 2002, p. <strong>12</strong>).<br />

La cultura egipcia contribuyó al avance de la ciencia contable, el documento<br />

más antiguo conocido de esta civilización se escribió en la Dinastía I, proveniente<br />

de los Abidos. El Museo del Cairo conserva un fragmento del libro<br />

contable de la corte real en Tebas (3800 a. C.) en el cual se encuentran las<br />

entradas, salidas y saldos de los bienes, registrados en cuadernos o libros<br />

de papiro (Lopes De Sá, 2002, p. 14).<br />

Por otro lado, en Lagash (2580 a 2725 a. C.) los hechos y acontecimientos<br />

se registraban en cuentas, con títulos propios y definidos para identificar<br />

pagos, provisiones (Lopes De Sá, 2002, p. 13), entre otras. Las cuentas<br />

aparecían con nombres de los artículos que contaba (la cuenta de pago en<br />

cebada se denominaba: se – ba). Esta escritura contable había avanzado<br />

a niveles de perfección, incluso de archivo (están en el Museo de Loure,<br />

en París en el Museo Británico) (Lopes De Sá, 2002, p. <strong>12</strong>-13).<br />

En la civilización prehelénica de Creta nació la contabilidad pública, allí se<br />

encuentran balances escritos en piedras de mármol como una forma de<br />

publicar dichas cuentas (2400 a 2100 a. C.); como evidencia de ello, se<br />

puede nombrar el Código de Hammurabi de los Sumerios (1700 a.C. ) 2 .<br />

En Roma las evidencias del uso de la contabilidad son muy escasas, la<br />

más remota alusión de contabilidad fue hecha por Marco Pórtico Cataó (234<br />

a 149 a. C.) en su manual De Re Rústica, donde se refiere a las cuentas<br />

de la actividad agrícola, pero para ellos los registros contables ya habían<br />

madurado, y como prueba están los libros conocidos como La Adversaria<br />

o Memorial para anotaciones simples del día a día, como un borrador o<br />

agenda de memorias, y el Codéx Rationum que era el colector cuenta a<br />

cuenta, Codex accepti et Expensi, el Kalendarium, el Libellus Familiae o<br />

Liber Patrimoii (Lopes De Sá, 2002).<br />

En cuanto a la partida doble, se puede mencionar que fue el resultado de<br />

un fenómeno de causa y efecto. Entre los escritos más antiguos acerca<br />

de la partida doble se encuentra la obra titulada Liber Abacci, escrita por<br />

Leonardo de Pisa o Fibonacci (<strong>12</strong>02) basada en un principio lógico, en una<br />

ecuación donde un débito implicaba un crédito y viceversa (Lopes De Sá,<br />

1 Tales registros se realizaron en arcilla cruda y después cocida; inicialmente fueron con el diseño de<br />

las cosas (pictográfica) y luego con símbolos (ideográfica).<br />

2 El código Hammurabi, creado el el año 1760 a. C. es uno de los primeros conjunto de leyes que se<br />

han encontrado y uno de los ejemplos mejor conservados de este tipo de documento de la antigua<br />

Mesopotamia.<br />

302 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 300 - 311


Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución del pensamiento contable<br />

2002), contenía temas de matemáticas y técnica comercial, ocasionando<br />

la terminación del periodo empírico y posibilitando el inicio del periodo de<br />

la Génesis de la Contabilidad (ver Tabla N° 1). El documento más antiguo<br />

que incluía registros de partida doble data del 22 de diciembre de <strong>12</strong>81,<br />

que proviene de una compañía mercantil y bancaria de la ciudad de Siena<br />

(región de Toscana, Italia).<br />

Tabla 1. Periodos de la contabilidad según Vicente Montesinos Julve (1997)<br />

Martínez, L. (2009).<br />

Periodo Empírico Génesis<br />

Clasificación<br />

Aproximado<br />

Desde la Antigüedad<br />

y la alta Edad Media<br />

hasta <strong>12</strong>02 con la<br />

aparición del libro<br />

Liber Abaci de Leonardo<br />

de Pisa.<br />

Desde 6000 a.C.<br />

hasta <strong>12</strong>02 d. C.<br />

Fuente: adaptado por los autores<br />

Desde el siglo XIII<br />

y se extiende hasta<br />

la publicación de la<br />

obra de Luca Pacioli<br />

en 1494.<br />

<strong>12</strong>02 d.C. hasta<br />

1494 d. C.<br />

Expansión y<br />

Consolidación<br />

Desde la difusión de<br />

la partida doble hasta<br />

la primera mitad<br />

del siglo XIX.<br />

Desde el siglo XV<br />

hasta la mitad del<br />

siglo XIX.<br />

Científico<br />

Comienza en el siglo<br />

XIX y se extiende<br />

hasta nuestros días<br />

Desde la mitad del<br />

siglo XIX hasta nuestros<br />

días<br />

Según Lopes De Sá (2002), el primer escrito que trata de la partida doble<br />

es RIS<strong>AL</strong>E-I-FELLEKIYE de autoría de Abdullab All Mazarandarani (1363)<br />

descubierta en Teherán, escrita en árabe y persa; contiene normas y símbolos<br />

contables, forma de los documentos, división del débito y crédito, estructura<br />

de las partidas, cuentas auxiliares, reglas para escribir las partidas,<br />

registros de variaciones patrimoniales, déficit y superávit, transferencia de<br />

cuentas, reglas de composición de documentos, libros contables (diario,<br />

razón, gastos, ingresos, financieros, de obras, entre otros) y casos especiales<br />

de registro.<br />

No obstante, la edad de oro de la partida doble nace en el Renacimiento,<br />

y se extiende con la invención de la imprenta. Al respecto, es importante<br />

fragmentar el paradigma acerca de que Luca Pacioli es el padre o autor de<br />

la partida doble (“pruebas históricas evidencian que la cuna de la difusión<br />

cultural, en obras, fue en el Oriente Medio y que Paciolo no fue el primer<br />

autor ni tampoco el inventor de la partida doble”) (Lopes De Sá, 2002).<br />

Según el Profesor Pifarré Riera (ver Tabla N° 2) aproximadamente en 1494<br />

termina el periodo empírico e inicia el periodo clásico de la contabilidad,<br />

con la difusión de la obra de Luca Pacioli “Summa de aritmética, geometría,<br />

proporciones y proporcionalidades” concluida en Perugia (Lopes De Sá,<br />

2002), lo que se constituyó en el proceso más importante de difusión del<br />

conocimiento de la partida doble, en la edad de oro de Italia para beneficio<br />

de la ciencia contable.<br />

303


Dilia Castillo Nossa y Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

Tabla 2. Evolución histórica de la ciencia de la contabilidad según el autor<br />

Pifarré Riera (Apuntes de teoría de la contabilidad).<br />

Periodo Empírico Clásico Científico<br />

Clasificación<br />

Desde el origen de la civilización<br />

hasta 1494.<br />

Fuente: Adaptada por los autores<br />

2.2 Periodo clásico<br />

Desde la difusión de la partida<br />

doble en 1494 hasta 1910.<br />

Desde 1910 hasta la fecha.<br />

Es importante resaltar que fue en este periodo (1494-1914 aprox.) donde<br />

se constituyeron las escuelas del pensamiento contable, las cuales se<br />

relacionan brevemente a continuación.<br />

Escuela o corriente contista<br />

Según Vlaemminck, en el siglo XVIII, en Francia, Edmond Degranges (padre<br />

de la Escuela Contista) publicó su obra titulada “La tenue des libres rendue<br />

facile”, editada en París aproximadamente en 1795 en la que expone los<br />

principios de la Escuela Contista o “cinquecontista”. Esta doctrina se basa<br />

en la reducción a cinco cuentas principales: mercaderías, caja, efectos a<br />

cobrar, efectos a pagar, y pérdidas y ganancias. Degranges es el creador<br />

del Diario-Mayor (Vlaemminck, 1961). En el contismo se admitía que las<br />

cuentas son el objeto de estudio de la contabilidad, y su máximo exponente<br />

fue Giuseppe Bornaccini a partir de 1818.<br />

Otros precursores del contismo fueron De la Porte, Savary, Richard, Barréme,<br />

Giraudeau. Desde el punto de vista filosófico los contistas no buscaron<br />

la esencia sobre lo que es la cuenta, la cual no tiene condiciones de ser<br />

objeto científico, pues ésta registra los fenómenos patrimoniales; aunque<br />

sin lugar a dudas contribuyó al progreso del conocimiento contable, especialmente<br />

a la clasificación de los fenómenos.<br />

Según el profesor Montesinos “la escuela contista es la primera escuela<br />

contable de la historia, y es reconocida como la ciencia de las cuentas,<br />

cuyo objeto es elaborar las adecuadas reglas que rigen las anotaciones<br />

en las mismas” (Tua, 1988).<br />

[Al respecto, De La Porte sintetiza la definición de contabilidad como] la<br />

ciencia de las cuentas, que representa los movimientos de los valores<br />

de cambio clasificados en sus funciones principales y accesorias.<br />

Trata de las concepciones, coordinaciones, transformaciones y<br />

clasificaciones de todos los valores materiales o jurídicos, servicios,<br />

desembolsos y otros que influyen en las situaciones de los patrimonios<br />

privados o públicos. La contabilidad llena las funciones que les son<br />

propias por medio de las cuentas, aisladas responden individualmente<br />

a sus funciones principales de clasificación y estadística, a sus<br />

304 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 300 - 311


Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución del pensamiento contable<br />

funciones accesorias de tiempo, de historia, de numeración, de<br />

evaluación, de control, y de resultado, en el espacio de un ejercicio,<br />

y que, jugando entre sí, dos a dos, por sus relaciones organizadas,<br />

llenan las funciones de informes y de resultados frente a los otros<br />

organismos directores, administrativos, financieros, técnicos,<br />

comerciales o anexos de una empresa cualquiera (Tua, 1988. p. 27).<br />

Escuela o corriente personalista<br />

Nace como reacción al contismo, basada en la responsabilidad personal<br />

entre los gestores y la sustancia patrimonial (administrativo-jurídico), su<br />

principal líder fue Giuseppe Cerboni y el genio mayor Giovanni Rossi (1873).<br />

Lo característico de esta escuela no era la preocupación por las cuentas<br />

sino por los fenómenos.<br />

En esta escuela, Hipolito Vannier clasifica las cuentas en: cuentas del<br />

comerciante (capital, lucros y pérdidas); cuentas de los valores comerciales<br />

(mercancías, efectos a recibir, efectos a pagar, muebles, gastos de<br />

instalación, fondo de comercio) y cuentas correspondientes (deudores y<br />

acreedores). El principal aporte al avance científico se presenta a través de<br />

las relaciones entre los sujetos de derecho y las cuentas. Entre sus máximos<br />

exponentes está Giovanni Rossi y F. A. Bonalumi (Lopes De Sá, 2002. p. 32).<br />

[Para Cerboni la contabilidad es] la ciencia de las funciones, de las<br />

responsabilidades y de las cuentas administrativas de las haciendas,<br />

que abarca cuatro partes distintas, que tratan respectivamente: 1)<br />

del estudio de las funciones de la administración económica de<br />

las empresas con el fin de determinar las leyes naturales y civiles<br />

según las cuales las empresas se manifiestan y se regulan; 2) de<br />

la organización y de la disciplina interna de las empresas; 3) del<br />

cálculo, o sea, de la aplicación de las matemáticas a los hechos<br />

administrativos y de su demostración en el orden tabular; y 4) del<br />

estudio del método de registro, destinado a coordinar y a representar<br />

los hechos administrativos de la empresa, poniendo en relieve<br />

los procesos y sus efectos específicos, jurídicos y económicos, y<br />

manteniéndolos todos reunidos en una ecuación (Tua, 1988. p. 17)<br />

Escuela o corriente controlista<br />

Esta escuela entiende que el objeto de estudio contable es el control económico<br />

de la riqueza hacendal, su líder fue Fabio Besta (1880), manifestado<br />

en su obra La Ragionera. Abarca el control en todos sus tiempos: antecedentes,<br />

concomitantes y subsecuentes. Esta corriente se concentra más en<br />

la contabilidad y procura brindarle el máximo a la riqueza patrimonial como<br />

algo concreto, real, objeto de indagaciones propias (Lopes de Sá, 2002).<br />

La obra La Ragionera (la contabilidad), inicia definiendo ciencia y sitúa la<br />

administración patrimonial como estudio relevante; doctrina sobre las defi-<br />

305


Dilia Castillo Nossa y Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

niciones contables, entre ellos sobre al patrimonio, el cual lo describe como<br />

“grandeza conmensurable, el agregado de valores atribuido a los bienes”.<br />

Besta afirma que “sólo por su valor los bienes pueden ser medidos”. Entre<br />

sus máximos seguidores están: Vittorio Alfieri, Francisco de Gobbis, Vicencio<br />

Vianello, Pietro D´Alvise, Carlo Ghidiglia, entre otros.<br />

Según el controlismo de Fabio Besta, se “distingue tres fases en la administración<br />

hacendal: gestión, dirección y control, de modo que las funciones<br />

de la contabilidad se refieren a esta etapa, al ser su característica el control<br />

de la riqueza hacendal” (Tua, 1988. p. 18) y define la contabilidad como:<br />

La contabilidad, desde el punto de vista teórico, estudia y enuncia<br />

las leyes del control económico en las haciendas de cualquier clase,<br />

y deduce las oportunas normas a seguir para que dicho control sea<br />

verdaderamente eficaz, convincente y completo; desde el punto<br />

de vista práctico, es la aplicación ordenada de estas normas a las<br />

distintas haciendas (Tua, 1988, p. 18).<br />

Escuela o corriente haciendalista<br />

Esta escuela buscaba presentar un conjunto de ciencias hacendales con<br />

base en la economía hacendal presentadas por Gino Zappa (1926-1927),<br />

por medio del discurso de apertura del año académico 1926-1927 en Venecia<br />

con “Tendencias novas no estudo de contabidade” donde ofrece las<br />

bases de su economía hacendal, que dieron origen a esta gran corriente.<br />

La definición de Hacienda fue comprendida como un sistema de personas<br />

y medios materiales e inmateriales que en sentido dinámico conducen a la<br />

sociedad a cumplir una finalidad (familia, empresas, asociaciones, Estado,<br />

todo es hacienda).<br />

Entre sus máximos exponentes encontramos a Alberto Cecherelli, Pietro Onida,<br />

Aldo Amaduzzi, Egidio Giannessi, Lino Azzini, Giuseppe Cudini, Giovanni<br />

Ferrero, Domenico Amodeo, Angelo Riera, Teodoro D´Ipólito, entre otros.<br />

Zappa no fue amigo de las definiciones, si bien en alguno de sus<br />

trabajos afirmó que: podría aceptarse la noción vulgar que percibe<br />

la contabilidad como la disciplina que estudia los procedimientos<br />

seguidos en las empresas para la manifestación contable de la gestión<br />

(Tua, 1988. p. 19).<br />

Escuela o corriente patrimonialista<br />

El patrimonialismo considera la contabilidad como la ciencia que estudia los<br />

fenómenos del patrimonio hacendal, su líder y creador fue Vicencio Massi<br />

(1923). Aunque Aristóteles, en su obra Política, fue el primero en resaltar<br />

la relación entre el comportamiento patrimonial y la felicidad del individuo,<br />

escribió que existen dos especies de ciencias de la riqueza, evidenciando<br />

306 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 300 - 311


Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución del pensamiento contable<br />

que una cosa es el estudio social, de abstracción o hipótesis de una riqueza<br />

global, y otra la ciencia palpable de la riqueza individualizada ya sea de<br />

una persona natural o jurídica.<br />

Esta escuela es la corriente del pensamiento contable que tiene más repercusión<br />

en la actualidad. Vicencio Massi en 1923 admitió su idea sobre<br />

el objeto científico de la contabilidad: el patrimonio; el cual fue publicado<br />

en la r<strong>evista</strong> italiana de Contabilidade (1926) y editado en 1927 en el libro<br />

“A Contabilidade como scienza del patrimonio”. Es considerada una corriente<br />

formada en todo el mundo y la más vigorosa que se ha consolidado<br />

y continúa como corriente viva, avanza cada vez más, presenta obras de<br />

raro valor científico y filosófico en muchos países del mundo, manteniendo<br />

como objeto de estudio “todo lo que acontece con la riqueza haciendal”. En<br />

la tabla Nº 3 encontramos algunos de sus seguidores.<br />

[Según el pensamiento de Vicencio Massi] la contabilidad tiene<br />

por objeto el estudio de todos los fenómenos patrimoniales: sus<br />

manifestaciones y su comportamiento, y trata de disciplinarlos con<br />

relación a un determinado patrimonio de la empresa. Estos fenómenos<br />

no son ni jurídicos, ni económicos, ni económico-sociales, ni sólo<br />

económicos de la empresa, ni sólo financieros, ni sólo de rédito,<br />

pues participan directamente de unos y otros, aunque tienen una<br />

característica y fisonomía propias. Así, pues, la contabilidad estudia<br />

este patrimonio en su aspecto estático y dinámico, cualitativo y<br />

cuantitativo, valiéndose de instrumentos y medios de manifestación<br />

patrimonial, para conocer concretamente dicho patrimonio en sus<br />

elementos y en sus valores, ya porque tal conocimiento sea necesario<br />

a los fines de la gestión por los datos que pueda ofrecer, ya porque<br />

puede permitir la recopilación de aquellos que, debidamente estudiados<br />

y comprobados, pueden servir de norma general o particular para la<br />

gestación futura. Se manifiestan en tres ramas: estática, dinámica y<br />

manifestación contable o escrituración” (Tua, 1988. p. 19).<br />

En resumen “el objeto de la contabilidad es el patrimonio hacendal, considerado<br />

en sus aspectos estático y dinámico, cualitativo y cuantitativo… y<br />

su fin es el gobierno oportuno, prudente, conveniente, de tal patrimonio en<br />

las empresas y en los entes de cualquier naturaleza, sea en situación de<br />

constitución, sea en situación de gestión, sea en situación de transformación,<br />

cesión, fusión o liquidación” (Tua, 1988. p. 19-20)<br />

Tabla 3. Precursores de la<br />

Escuela Patrimonialista<br />

Nombre<br />

Vicencio Massi<br />

Jaime Lopes Amorim<br />

Francisco D´Auria<br />

Hermann Junior<br />

Alberto Arévalo<br />

José Fernández Pirla<br />

Juan Rodríguez López<br />

Pais<br />

Italia<br />

Portugal<br />

Brasil<br />

Brasil<br />

Argentina<br />

España<br />

Uruguay<br />

Fuente: Adaptado<br />

por los autores.<br />

307


Dilia Castillo Nossa y Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

2.3 Periodo científico<br />

Las grandes corrientes del pensamiento contable terminaron por generar<br />

nuevos enfoques y generar un cambio histórico, que llevarían a la finalización<br />

del periodo de expansión y consolidación o clásico (ver Tabla N° 1, N°<br />

2) y el comienzo del periodo científico.<br />

Para iniciar a definir este periodo es imprescindible contar con el concepto<br />

de contabilidad por Richard Mattessich (1964): “…es una disciplina que se<br />

refiere a las descripciones cuantitativas y predicciones de la circulación<br />

de la renta y los agregados de riqueza por medio de un método basado<br />

en un conjunto de supuestos básicos” (Tua, 1988, p. 51), adicionalmente<br />

manifestó que: “…si, ampliando el concepto tradicional de ciencia, se<br />

incluyen también en el ámbito científico los planteamientos normativos e<br />

instrumentales, habremos sentado las bases de un concepto de ciencia<br />

en el que tienen cabida tanto posturas normativas como positivas. Con<br />

esta óptica, la contabilidad, al igual que otras ciencias sociales, sería una<br />

disciplina científica” (Tua, 1988, p. 52).<br />

Por su parte en Mejía (<strong>2011</strong>) se encuentra que la visión de Fernández Pirla<br />

(1970) junto con Requena (1981), “constituye una prueba evidente del interés<br />

de los investigadores contables de fundamentar la contabilidad como<br />

una ciencia independiente, pero con amplias relaciones con otras ciencias.<br />

Los enfoques expuestos de estos dos investigadores se caracterizan por<br />

su reduccionismo, a pesar de dar a ésta el carácter de ciencia sustantiva<br />

y autónoma, en la fundamentación teórica no logran desprenderse de su<br />

visión economista, como queda evidente en la definición del objeto y las<br />

relaciones con la economía” (Mejía, <strong>2011</strong>, p. 116).<br />

Adicionalmente, Richard Mattessich (1978) “afirma que la contabilidad es,<br />

en primer lugar, una ciencia empírica, pues sus verdades pueden refutarse<br />

por la experiencia: los rasgos comunes pueden ser contrastados y verificada<br />

su existencia con los diferentes sistemas y, a la vez, puede comprobarse<br />

el funcionamiento de un sistema contable, es decir, si sus consecuciones<br />

se orientan o no a la finalidad pr<strong>evista</strong>. Pero, dentro de las disciplinas empíricas,<br />

la contabilidad participa en buena medida del carácter de ciencia<br />

aplicada, pues cada sistema contable requiere de un conjunto de hipótesis<br />

instrumentales, a partir de las cuales construye sus reglas, en función de<br />

los objetivos previstos para el sistema” (Mejía, <strong>2011</strong>, p. 53).<br />

Por último, es importante resaltar que el proceso de formación de las bases<br />

de la Escuela Europea en comparación con la Escuela Norteamericana, en<br />

razón a que “por ser diferentes las percepciones y los efectos de tratamiento<br />

que se ha dado a la contabilidad, las principales distinciones de comprensión<br />

se encuentran, en la actualidad, entre las escuelas norteamericanas,<br />

pragmáticas; y las europeas, científicas” (Lopes De Sá, 2003, p. 70).<br />

308 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 300 - 311


Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución del pensamiento contable<br />

Según Lopes De Sá, quien analiza el pensamiento contable europeo a<br />

partir de las obras de los finales del siglo XIX, “se puede observar el rigor<br />

del método y la seriedad como se trataron los fenómenos que ocurrían<br />

con el patrimonio de las empresas y de las instituciones… Europa, en<br />

consecuencia, desarrolló con seriedad una vasta materia teórica y lógica,<br />

rehaciéndolas apenas hace unas décadas pasadas, en razón de la presión<br />

de los Estados Unidos, que prácticamente impuso sus normas pragmáticas,<br />

teniendo como vehículo de acción, básicamente, instituciones financieras y<br />

multinacionales de auditoría, poderosas empresas de altísima facturación”<br />

(Lopes De Sá, 2003, p. 70).<br />

Caso contrario sucedió a finales del siglo XIX, pues mientras Europa tenía<br />

un sistema consolidado, Estados Unidos apenas iniciaba en materia<br />

contable. “En la primera mitad del siglo XX lo que existía en aquel país era<br />

una gran variedad de métodos de registro y demostración, y algunos pocos<br />

libros de valor que ensayaban teorías como las de Paton, Kester y Finney.<br />

En vez de acelerar el movimiento científico, a partir de los teorizantes, lo<br />

que prefirió fue organizar instituciones de gremio, a través de las cuales, a<br />

partir de los inicios del siglo XX, se comenzaron a fijar principios y procedimientos<br />

de registros” (Lopes De Sá, 2003, p. 79). Brasil, “aceptando las<br />

doctrinas científicas que representaron grandes conquistas, como las de<br />

Besta, Massi, Ceccherelli y Zapa, básicamente, parte de axiomas inspirados<br />

en la verdad de que la riqueza no se mueve por sí misma y que las causas<br />

deben ser estudiadas bajo la égida del interés del comportamiento de los<br />

medios patrimoniales, en la búsqueda de la eficacia”, esto fue determinante<br />

para que “…se construyese los fundamentos de un nuevo patrimonialismo<br />

o neopatrimonialismo” (Lopes De Sá, 2003, p. 87).<br />

A partir de lo enunciado anteriormente, que constituye un breve inicio, se<br />

pretenden adelantar estudios sobre las diferentes investigaciones referentes<br />

al tema científico de la contabilidad y, de esta forma, realizar aportes a la<br />

disciplina y profesión contables.<br />

3. Conclusiones<br />

Lo desarrollado anteriormente permite visualizar el avance de la disciplina<br />

contable, desde su génesis hasta la actualidad (donde es clasificada dentro<br />

de las ciencias empíricas) (Suárez, 2001), clasificado en tres periodos,<br />

empírico, clásico y científico; donde en el periodo clásico se constituyeron<br />

las escuelas de pensamiento contable (contista, personalista, controlista,<br />

haciendalista y patrimonialista).<br />

Según el análisis realizado en cada una de las escuelas de pensamiento<br />

contable es posible concluir que en Colombia, en el sector privado al igual<br />

que en la mayoría de países a nivel mundial, predomina la Escuela Patrimonialista,<br />

dado que el objeto de estudio de la misma son los fenómenos del<br />

309


Dilia Castillo Nossa y Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

patrimonio (cambios en el patrimonio, es decir, aumento o disminución del<br />

mismo y las razones de tal cambio); y este aspecto es el más relevante para<br />

las distintas partes interesadas; por lo tanto, la contabilidad como disciplina<br />

científica debe responder a las exigencias y/o necesidades de las mismas.<br />

Sin embargo, también es posible inferir que la contabilidad en el sector<br />

gubernamental predomina el pensamiento de la Escuela Controlista, toda<br />

vez que es de vital importancia para el Estado ejercer control de la riqueza;<br />

y lo hace a través de la emisión de normas y la aplicación de las mismas<br />

por medio de la Contraloría General de la República.<br />

Ahora bien, el análisis realizado a la evolución del pensamiento contable permite<br />

realizar los siguientes aportes a la actualidad de la profesión contable:<br />

• La enseñanza de la contabilidad en las universidades se debe centrar en<br />

las bases teóricas, teniendo en cuenta el avance científico de la misma,<br />

es decir, enseñada como una disciplina científica que contiene aspectos<br />

empíricos.<br />

• Debe existir una sinergia entre la investigación contable y el ejercicio de<br />

la profesión contable, de forma tal que la segunda sea consecuencia de<br />

la primera.<br />

• La investigación contable en Colombia debe centrarse en satisfacer las<br />

necesidades contables a nivel nacional, interrelacionando los sistemas<br />

financieros, administrativos, sociales y ambientales de la contabilidad.<br />

• Por todo lo anterior, constituye un reto para los investigadores y profesionales<br />

contables, continuar avanzando en el conocimiento contable<br />

y no permitirse retroceder ni estancarse; esto se puede lograr a través<br />

de los diferentes grupos de investigación contable de las universidades<br />

colombianas.<br />

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investigación, teoría y práctica desde la crítica epistemológica. R<strong>evista</strong><br />

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Enciclopedia de contabilidad. Bogotá: Panamericana.<br />

Lopes De Sá, A. (2002). Luca Pacioli: hombre del Renacimiento. R<strong>evista</strong><br />

Legis del contador Nº 10, Editorial Legis, pp. 82-97.<br />

310 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 300 - 311


Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución del pensamiento contable<br />

Lopes De Sá, A. (2003). Bases de las escuelas europea y norteamericana<br />

fente a la cultura contable y la propuesta neopatrimonialista. R<strong>evista</strong> Internacional<br />

Legis de Contabilidad y Auditoría Nº 13, Editorial Legis, pp. 67-92.<br />

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El contador público: visionario del mundo internacionalizado y articulado<br />

al desarrollo nacional. En Memorias Federación Colombiana de Colegios<br />

de Contadores Públicos de Barranquilla.<br />

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definiciones. R<strong>evista</strong> Contaduría Nº <strong>12</strong>, Universidad de Antioquia, pp. 9-65.<br />

Vlaemminck, J. (1961). Historia y doctrinas de la contabilidad. Madrid: EJES.<br />

Dilia Castillo Nossa<br />

dilcast@hotmail.com<br />

Docente e investigadora de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia<br />

(UPTC) sede Tunja. Actualmente es Directora de la Escuela de Contaduría Pública<br />

de la UPTC. Contadora Pública (UPTC). Magíster en Administración con énfasis en<br />

finanzas de la Universidad Autónoma de Bucaramanga en convenio con el Instituto<br />

Tecnológico de Monterrey-México. Especialista en Revisoría Fiscal de la UPTC en<br />

convenio con la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Investigadora y ponente en teoría<br />

y pensamiento contable. Integrante del Grupo de Investigaciones Fiscales (GIF) de<br />

la UPTC. Asesora externa en temas contables y financieros.<br />

Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

gloriaceciliadavila@gmail.com<br />

Docente e investigadora de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia<br />

(UPTC) sede Tunja. Contadora Pública de la Universidad del Quindío. Magíster en<br />

Administración de la Universidad Nacional de la Plata (Argentina). Investigadora del<br />

Grupo de Investigaciones Fiscales (GIF) de la UPTC. Participante con publicaciones<br />

en r<strong>evista</strong>s y en eventos nacionales.<br />

311


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos<br />

académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Luis María Barrera Piragauta<br />

Resumen<br />

El sistema de créditos académicos fue<br />

implementado en la Universidad Pedagógica<br />

y Tecnológica de Colombia<br />

(UPTC) desde el año 2005 y en este<br />

trabajo se recoge la percepción de los<br />

docentes y estudiantes del programa<br />

de contaduría pública de la UPTC Sogamoso<br />

sobre la aplicación del sistema<br />

y cómo se está evidenciando la flexibilidad<br />

frente a un marco conceptual,<br />

para establecer debilidades que, luego<br />

de analizado, permitirán conclusiones<br />

y recomendaciones para ajustar el<br />

currículo que se está estudiando e implementando<br />

desde la perspectiva del<br />

pensamiento complejo.<br />

Palabras clave<br />

Estructura y distribución curricular, créditos<br />

académicos, flexibilidad.<br />

Abstract<br />

The academic credit system was implemented<br />

in the Pedagogic and Technologic<br />

of Colombia University (UPTC)<br />

since 2005. In this paper I survey the<br />

perception of teachers and students<br />

of the program of Public Accounting<br />

UPTC Sogamoso on the application<br />

of such system and how is flexibility<br />

being implemented within a framework,<br />

to establish weaknesses which, once<br />

analyzed, support some conclusions and<br />

recommendations to adjust the curriculum<br />

that has been implemented from the<br />

perspective of Complex Thought.<br />

Key words<br />

Curricular structure and distribution,<br />

academic credit system, flexibility.<br />

Primera versión recibida en agosto de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en octubre de <strong>2011</strong><br />

3<strong>12</strong> Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Introducción<br />

El planteamiento del problema está enfocado a establecer qué piensan<br />

docentes y estudiantes respecto de la aplicación del sistema de créditos<br />

académicos y si el resultado es coherente con el marco conceptual y con<br />

el sentido de los resultados que se esperan a nivel institucional a partir de<br />

lo planteado por Mario Díaz Villa en “Lectura crítica de la flexibilidad”, como<br />

referente para establecer en la práctica el impacto que está produciendo.<br />

El crédito académico como unidad de medida del trabajo del estudiante,<br />

forma parte del currículo y obedece a una corriente subyacente a la globalización<br />

que vive el mundo, relacionado con las competencias para el trabajo,<br />

la flexibilidad y la movilidad de estudiantes; en Colombia fue reglamentado<br />

mediante Decreto 2566 de 2003 y en la Universidad implementado a partir<br />

del año 2005 1 .<br />

El sistema de créditos requiere conocimiento, compromiso, responsabilidad<br />

y adquirir la cultura por parte de la comunidad académica; desarrollarlo implica<br />

tener en cuenta la metodología del sistema para lograr los resultados<br />

planteados en la propuesta curricular como marco para cumplir con los<br />

propósitos de formación del contador público.<br />

Al diseñar el currículo del Programa se debe tener en cuenta el concepto de<br />

créditos académicos, por cuanto el sistema aplicado de manera adecuada<br />

puede llevar a una mejor formación, pero se debe disponer de infraestructura<br />

básica, organización, contenidos, tiempo, modelo y prácticas pedagógicas.<br />

Los resultados son variados e importantes porque recogen las percepciones<br />

de los docentes y estudiantes a través de encuestas abiertas, que son<br />

analizadas en forma general para efectos de tenerlas como referentes para<br />

continuar con el trabajo de la reforma planteada.<br />

1. Marco de referencia<br />

1.1. Estructura curricular y créditos académicos<br />

Los créditos académicos en el contexto de la educación superior forman<br />

parte del currículo del programa de contaduría pública y obedece a una<br />

corriente subyacente a la globalización que vive el mundo, relacionado con<br />

las competencias para el trabajo, la flexibilidad y la movilidad de estudiantes.<br />

Este proceso, que ya se aplica en la unión Europea, luego se implementó<br />

1 Mediante Acuerdo 052 de 2004 estableció el Sistema de Créditos Académicos y definió las áreas de<br />

estructuración curricular de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Este Acuerdo<br />

fue derogado por el Acuerdo 050 de 2008, por el cual se establecen los criterios para la implementación<br />

del Sistema de Créditos y se definen las áreas de estructuración curricular de los programas<br />

de pregrado presenciales, en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.<br />

313


Luis María Barrera Piragauta<br />

en Latinoamérica y particularmente en Colombia promovido por el Ministerio<br />

de Educación Nacional a través del Decreto 2566 de 2003 2 .<br />

Existen varias definiciones de currículo de acuerdo con el autor que se<br />

aborde, por ejemplo, para Díaz (2007) “una estructura curricular establece<br />

los límites y controles, posibilidades y opciones en el tiempo y contenido<br />

del proceso formativo de los estudiantes” (p. 177), teniendo fundamentos<br />

epistemológicos, psicológicos y pedagógicos. Así, el currículo se constituye<br />

en la columna vertebral de los procesos formativos por cuanto brinda la<br />

orientación y organización de los conocimientos y prácticas pedagógicas<br />

y “no tiene sentido, como ocurre en el currículo tradicional organizado por<br />

asignaturas, reducir la flexibilidad curricular a la agregación o desagregación<br />

de asignaturas” (p. 179), sin modificar las relaciones entre los contenidos ni<br />

sus estructuras organizativas, es decir, que se deben tener en cuenta “las<br />

necesidades y usos sociales, culturales y científicos de educación superior”<br />

(p. 179), lo que conlleva a la pertinencia del programa en las relaciones<br />

entre la formación, la investigación y la proyección social.<br />

Continúa diciendo Díaz: “en la percepción tradicional de la educación superior,<br />

los procesos instrumentales de selección y distribución han estado<br />

mediados por las oposiciones tradicionales que regulan la temporalidad de<br />

un plan de estudios” (p. 180); estas tensiones se observan en la sigiente<br />

tabla:<br />

Obligatorio vs Opcional o electivo<br />

Básico vs Profesional<br />

General (genérico) vs Específico<br />

Fundamental vs Complementario<br />

Teórico vs Práctico (aplicado)<br />

Fuente: Díaz, 2007, p. 180.<br />

En la generalidad de los planes de estudio lo obligatorio ocupa un porcentaje<br />

alto, siendo lo electivo, mínimo. “La noción de electivo se ha ido vinculando<br />

en un mercado educativo que privilegia la diversidad de intereses y posibilidades<br />

de los estudiantes” (p. 180), lo que puede conducir “a diferentes<br />

realizaciones de lo electivo: cursos electivos de profundización, de soporte,<br />

laterales, libres que suplen áreas adicionales” (p. 180). Balancear estos<br />

conceptos, depende de la dirección y propósitos de formación que se pretenda<br />

brindar al programa, “con propuestas curriculares más articuladas<br />

o integradas, que conduzcan a prácticas pedagógicas más socializadas,<br />

participativas y mediadas por la concertación y el diálogo” (p. 182), mediante<br />

la recontextualización y reconceptualización; en el caso de la Universidad<br />

2 El Decreto <strong>12</strong>95 de 2010, por el cual se reglamenta el registro calificado de que trata la Ley 1188<br />

de 2008 y la oferta y desarrollo de programas académicos de educación superior, derogó el Decreto<br />

2566 de 2003.<br />

314 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

de los Andes, se proyectaba para 2007 50% obligatorio y 50% electivo y,<br />

además, con un programa académico variable entre <strong>12</strong>0 y 130 créditos para<br />

la formación de pregrado, con una duración de 8 semestres, y los créditos<br />

permitirían, además, establecer las cargas docentes de los profesores de<br />

planta, en forma tal que adicionalmente a su labor pedagógica puedan<br />

adelantar actividades de investigación, de consejería o de investigación<br />

(Angulo, 2004).<br />

Es conveniente reflexionar sobre los nuevos anclajes del currículo<br />

provocados por:<br />

1. El ritmo de expansión, cambio de la naturaleza, los nuevos modos<br />

de producción y reproducción y desarrollo del conocimiento en<br />

todas sus dimensiones.<br />

2. Las necesidades contingentes que surgen de la diversidad de<br />

escenarios laborales inestables que reclaman profesionales con<br />

competencias variables.<br />

3. Las tendencias diversas del ejercicio profesional promovido<br />

por agentes nacionales e internacionales, lo que conlleva al<br />

surgimiento de múltiples problemas que afectan a la sociedad y<br />

que requieren soluciones de corto y largo plazo (Díaz, 2007, p.<br />

183,184).<br />

Lo anterior hace que la selección del currículo sea más flexible o abierto<br />

“desprofesionalizante, de ciclos cortos y de salidas al mercado laboral sin<br />

menoscabo de la continuidad de la formación propedéutica ascendente”<br />

(Díaz, 2007, p. 185). Los programas de formación requieren una reconceptualización<br />

relacionada no sólo con la organización de su campo, sino<br />

también con sus objetos de conocimiento e intervención.<br />

Para la organización del currículo, según Díaz (2007, p.186) se deben tener<br />

en cuenta los siguientes puntos:<br />

1. El campo de formación, que se deriva de la histórica división de los<br />

campos de producción del conocimiento e inicialmente estructurado<br />

por disciplinas. En nuestro caso se trata de la contabilidad como disciplina<br />

que aporta los principios, conceptos, métodos, procedimientos,<br />

epistemologías y términos de su discurso y práctica.<br />

2. La organización de las áreas de conocimiento está regulada por la<br />

demarcación temporal entre lo básico o general y lo específico o profesional,<br />

y se agregan otras denominaciones como profundización,<br />

complementaria y de desarrollo humano y, de manera equívoca, sociohumanística.<br />

La mayoría de los programas se encuentran estructurados<br />

como se observa en la siguiente tabla.<br />

315


Luis María Barrera Piragauta<br />

Área de formación básica<br />

Área de formación profesional<br />

Área de profundización<br />

Área de formación complementaria<br />

Subárea de formación básica general<br />

Subárea de formación básica profesional<br />

Es específica y está centrada en la disciplina o profesión<br />

Profundiza en aspectos específicos de la disciplina o profesión<br />

Se expresa como área humanística o con otras denominaciones<br />

Fuente: Díaz, 2007, p.195.<br />

La organización por áreas no garantiza la flexibilidad curricular, lo<br />

que garantiza la flexibilidad es el debilitamiento de los límites de los<br />

contenidos (seleccionados y organizados) entre los componentes y<br />

dentro de éstos. Dependiendo de la estructura organizativa del plan<br />

de estudios, se puede establecer nuevas áreas y nuevas relaciones<br />

entre y dentro de éstas, que sean cada vez más abiertas y centradas<br />

en la interdependencia, la interacción, la reciprocidad o la integración.<br />

Las áreas deben relacionarse e interrelacionarse dependiendo de los<br />

propósitos de formación y de las necesidades del contexto y, en todo<br />

caso, la vinculación de la teoría con la práctica.<br />

3. La organización de los componentes generalmente equivale al de áreas.<br />

“Un componente de formación es, por lo tanto, la sub-expresión de<br />

un amplio campo de conocimientos o de prácticas que goza de cierta<br />

autonomía e incluye conocimientos seleccionados de disciplinas y<br />

prácticas distintas interrelacionadas o no” (Díaz, 2007, p. 198). Así se<br />

puede observar en la tabla anterior que la organización del Plan de Estudios<br />

está dado por componentes. Indica el autor que “la jerarquización<br />

del conocimiento seleccionado y organizado en componentes genera<br />

disposiciones y hábitos epistemológicos que hacen que el profesional<br />

se inscriba en un régimen de verdad y deseche las posibilidades de<br />

pensar de otra manera y desde otras ópticas. Se produce de esta<br />

manera, y en términos weberianos un profesional sin alma repleto de<br />

componentes de formación” (Díaz, 2007, p. 200).<br />

4. La asignatura, es el término que ha sido utilizado, tradicionalmente, de<br />

manera rígida y explícita para organizar unidades mínimas de contenidos.<br />

En la mayoría de los casos, estas asignaturas han permanecido<br />

y permanecen aisladas las unas de las otras, adquiriendo jerarquías<br />

diferentes que, por lo general, son promovidas por los profesores. Es<br />

común escuchar al respecto expresiones como “mi,.. tu,… asignatura”.<br />

Cualquiera que sea el agrupamiento de las asignaturas, por lo general,<br />

éstas no se piensan subordinadas a una idea, un problema, o un proyecto<br />

que permita, por lo menos, disminuir o hacer más flexibles los límites<br />

entre ellas y fomentar, así sea de manera mínima, la investigación, el<br />

trabajo colectivo y participativo en equipos, etc. …no es sorprendente,<br />

316 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

entonces, que las asignaturas se reduzcan a contenidos que poco o<br />

nada tienen que ver con las formas de conocimientos intrínsecas a<br />

las disciplinas, las cuales están constituidas por: a) un conjunto de<br />

conceptos que son particulares en forma y carácter, b) una estructura<br />

lógica específica, c) unos criterios de evaluación específicos y, d) unas<br />

técnicas de exploración particulares y no existe una relación directa<br />

entre las disciplinas y las formas de conocimiento o de interdisciplinariedad<br />

entre las asignaturas (Díaz, 2007, p. 201, 203).<br />

1.2. Flexibilidad y distribución del currículo<br />

Hace referencia a la distribución de los contenidos formativos en el tiempo<br />

que está asociado a: 1) la secuencia 3 que se presenta de la organización<br />

entre lo básico y lo aplicado, la teoría y la práctica, y da lugar a distribuciones<br />

de planes de estudio en secuencias explicitas vinculadas a normas, como<br />

los prerrequisitos que indican qué va antes y qué va después; y, 2) al ritmo<br />

del aprendizaje que, acorde con la secuencia, por etapas progresivas o en<br />

escalera, indican hasta dónde puede llegar el aprendizaje en una etapa<br />

determinada.<br />

En tal sentido se formula la siguiente pregunta: ¿cómo entender, entonces,<br />

la distribución de los contenidos curriculares de acuerdo con las perspectivas<br />

o finalidades de una formación flexible?, para lo cual es necesario<br />

tener en cuenta tres aspectos: 1) redefinición del tiempo de formación, es<br />

decir, la duración que puede significar que el estudiante no esté sujeto a<br />

tiempo rígidamente establecido (semestres) sino a unos requisitos, criterios<br />

académicos y logros específicos que demanda la profesión; la distribución<br />

podría ser modular y la flexibilidad estaría asociada por el sistema de créditos<br />

académicos. 2) Redefinición de los grados de especialidad o desarrollo<br />

de la formación y como consecuencia el desarrollo de las competencias,<br />

lo cual puede conducir a la formación por ciclos 4 que permiten ofrecer al<br />

estudiante programas cortos pero articulados, que al tiempo que le permite<br />

desarrollar unas competencias (para el mercado laboral) 5 , lo habilita para<br />

el grado siguiente acorde con la expectativa del estudiante; en este caso la<br />

flexibilidad ha dado origen a la formación por competencias. 3) La ampliación<br />

de las ofertas dentro de los componentes, que signifique la posibilidad<br />

3 Temporalidad: edad, el desarrollo y crecimiento del sujeto, el grado de complejidad del conocimiento,<br />

o los niveles del sistema educativo.<br />

4 El ciclo puede entenderse como una etapa, periodo o secuencia que distribuye, de manera articulada<br />

o independiente, el proceso de formación en el tiempo.<br />

5 Los países adoptan un marco de referencia común y flexible de grados y calificaciones que tengan<br />

impacto en el sistema de transferencias, valoración de los estudios y la movilidad educativa y laboral,<br />

y como dijo Alexander, director de asuntos educativos de la OCDE, “ya no estamos preparando<br />

a la gente para seguir una carrera, la estamos preparando para la vida”. R<strong>evista</strong> Suma Nº 74 titulado<br />

“Quien tiene el conocimiento tiene el poder”.<br />

317


Luis María Barrera Piragauta<br />

de complementar, profundizar, o escoger libremente cursos (énfasis con<br />

opciones de profundización) a lo largo del proceso de formación como<br />

educación continuada.<br />

Este nuevo concepto implica un giro curricular en la percepción del proceso<br />

de aprendizaje, en el sentido que los ciclos permiten no sólo fundamentar<br />

al estudiante en los principios, lenguaje y métodos de conocimiento y las<br />

prácticas sino también crearle un espectro amplio de opciones y rutas profesionales.<br />

“Ya son numerosas las críticas a la formación profesionalizante<br />

de largo plazo, la cual ha resultado incapaz de plantear una formación que<br />

integre respuestas inmediatas o de corto plazo a las necesidades que el<br />

mundo laboral tecnologizado demanda, y a una multiplicidad de contextos<br />

ocupacionales de todo tipo” (Díaz, 2007, p. 239), lo cual requiere de una<br />

formación permanente que actualice y reformule la competencia previamente<br />

adquirida por los individuos y que los capacite para el aprendizaje<br />

automotivado y continuo, para la adaptabilidad ocupacional y la autonomía.<br />

Adicionalmente, existen preocupaciones internacionales, estatales, institucionales,<br />

académicas y profesionales por una formación flexible que obligan<br />

a replantear los más estáticos esquemas (o perfiles) profesionalizantes de<br />

largo plazo centrados en una formación académica aislada de los campos<br />

de práctica posibles. En tal sentido ¿cómo se podría catalogar el programa<br />

de contaduría? ¿Existiría la alternativa de optar por la formación de ciclos<br />

cortos o por la formación de largo plazo, que es la que predomina en la<br />

mayoría de las IES en América Latina? De acuerdo con sus condiciones,<br />

intereses y necesidades, el estudiante accedería a cualquiera de las dos<br />

modalidades.<br />

1.3. Créditos académicos<br />

En Colombia, a través del Decreto 2566 de 2003, se implementaron los<br />

créditos académicos en los programas de educación superior a partir de<br />

referentes internacionales 6 , a lo cual a fines de noviembre de 2000 se llevó<br />

a cabo en Torino (Italia) un encuentro en el que Colombia se comprometió<br />

a adoptar medidas uniformes del trabajo estudiantil que facilitara la movilidad,<br />

las transferencias y las convalidaciones. Pero ¿será que en realidad<br />

se está dando la aplicación correcta desde el sentido literal y conceptual?<br />

El crédito académico es una unidad de medida que tiene una relación con<br />

las transformaciones cualitativas y cuantitativas de la formación dentro de<br />

6 En el año 2000 se realizó en la Universidad de Santa Catarina (Brasil), con el auspicio del programa<br />

COLUMBUS, un evento orientado a promover la movilidad internacional de estudiantes y de<br />

profesores entre países de América Latina y Europa, y uno de los medios propuestos para el logro<br />

del objetivo fue la implementación del sistema de créditos en los países de la región, de forma que<br />

se pueda contar con una medida equiparable al sistema de créditos adoptado internacionalmente.<br />

ECTS, diseño europeo, ya es acogido por la mayoría de los países asiáticos.<br />

318 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

y entre los sistemas de educación superior, y con una mayor necesidad<br />

de articulación sistémica entre éstas para responder a las demandas por<br />

nuevos logros educativos, a los cambios en la economía, a los requerimientos<br />

por personal más eficiente y competente, y a las nuevas modalidades<br />

de educación, sobre todo a aquellas que impulsan la auto-regulación del<br />

aprendizaje, su progreso y la evaluación de sus resultados. El sistema<br />

de créditos tiene como propósitos apoyar la movilidad de los estudiantes,<br />

mayor flexibilidad dentro de un programa de formación y mayor articulación<br />

entre los programas de una institución al permitir seleccionar una variedad<br />

de opciones entre las diversas ofertas existentes que puede conllevar a<br />

oportunidades de transferencia en el amplio mercado educativo.<br />

En tal sentido, el crédito académico tiene consecuencias prácticas para el<br />

estudiante y para el quehacer formativo en el programa de contaduría en<br />

la UPTC, desde la individualidad sobre la base de organizar unidades de<br />

aprendizaje terminales y auto-contenidos. El desarrollo del aprendizaje es<br />

coherente con el desarrollo personal y presupone prácticas y ritmos diferentes<br />

por parte del estudiante, lo que implica considerar las diferencias<br />

individuales.<br />

El sistema de créditos en sí mismo no garantiza un logro cognitivo<br />

comprensivo, reflexivo y crítico. Si la institución sólo piensa en el<br />

crédito como unidad de medida administrativa, poco interés habrá<br />

en las modificaciones pedagógicas que permitan compaginar los<br />

tiempos de aprendizaje con los requerimientos cognitivos que dicho<br />

aprendizaje demande. En este caso se estará cerca de lo que<br />

Barnett (2001) denomina la filosofía bancaria: una acumulación de<br />

información que no genera cambios en la mente (Díaz, 2007, p. 248).<br />

Lo anterior implica que la universidad debe repensar y redireccionar las<br />

nuevas formas del manejo de los créditos, acorde con las nuevas formas<br />

de aprendizaje y brindar aplicación adecuada a las prácticas pedagógicas<br />

con base en las necesidades del contexto.<br />

Los créditos en el sistema de educación europeo (ECTS) 7 han sido definidos<br />

como el valor numérico asignado a cada asignatura para describir el<br />

trabajo necesario (student workload) que un estudiante debe realizar para<br />

prepararla. En los créditos se incluyen clases teóricas, prácticas, seminarios,<br />

tutorías, trabajos de campo, horas de estudio, exámenes u otros tipos<br />

de evaluaciones. En este sentido, representa la cantidad de trabajo para<br />

7 ECTS: European Community Course Credit Transfer System. Hace parte de la propuesta de convergencia<br />

europea orientada a producir flexibilidad en el acceso a y egreso de la educación superior,<br />

una mayor movilidad, comparabilidad y transparencia en los programas de estudio de las<br />

diferentes instituciones europeas y a promover una amplia movilidad estudiantil dentro de y entre<br />

los sistemas de educación superior de Europa, y en diversos países del mundo.<br />

319


Luis María Barrera Piragauta<br />

cada asignatura en relación con el total necesario par alcanzar la formación<br />

completa en el programa de contaduría pública.<br />

Técnicamente un crédito se entiende, entonces, como la unidad de medida<br />

del trabajo académico del estudiante que permite calcular el número de<br />

horas semanales en promedio por periodo académico dedicado por el estudiante<br />

a una actividad académica. Esto significa que en cada curso se debe<br />

realizar el cálculo de dicho promedio, en lo que radica uno de los mayores<br />

problemas curriculares y pedagógicos actuales, ya que implica definir la<br />

calidad y cantidad de responsabilidades que al estudiante le corresponde<br />

cumplir en tiempo determinado, las cuales deben ser coherentes con los<br />

principios de flexibilidad que regulan las nuevas prácticas pedagógicas de<br />

formación.<br />

Significa una reformulación de las actividades académicas del estudiante,<br />

haciéndolo partícipe activo del proceso de su propio aprendizaje en cada<br />

asignatura como la unidad básica de la organización curricular, puede recibir<br />

diversas expresiones pedagógicas que van desde la clase magistral<br />

(grupal) hasta la tutoría pasando por el taller, la práctica, la visita, el trabajo<br />

de campo, el panel, el seminario, el foro, la mesa redonda, o la tutoría, debidamente<br />

articulado con el acompañamiento del docente (tiempo presencial)<br />

y el trabajo autónomo del estudiante (tiempo independiente).<br />

El tiempo independiente del estudiante es el tiempo adicional al presencial,<br />

sin supervisión del docente, dedicado a lecturas previas y posteriores, al<br />

estudio de material de consulta, a la solución de problemas, preparación<br />

y realización de presentaciones, talleres, prácticas y a la realización de<br />

informes, es decir, a toda aquella actividad relacionada con el aprendizaje<br />

autónomo del estudiante.<br />

Actualmente en el programa de contaduría, excepto por seis (6) seminarios<br />

que se consideran electivos, pero que en el fondo también son obligatorios,<br />

ya que por recursos y normatividad no se dispone de los docentes para dar<br />

cumplimiento con la electividad, tal como Díaz afirma: “en muchos casos,<br />

la mayoría de las actividades son obligatorias y excesivas, que desbordan<br />

las capacidades físicas e intelectuales de los estudiantes y se expresan en<br />

un número excesivo de asignaturas que se consideran igualmente obligatorias”<br />

(Díaz, 2007, p. 525).<br />

Así las cosas, hay pocas posibilidades para que el estudiante desarrolle<br />

actividades (cursos) opcionales o electivos de los ofrecidos por la institución,<br />

de acuerdo con los intereses, tiempos disponibles, oportunidades de<br />

participación y tipos de metodologías. Las prácticas pedagógicas pueden<br />

privilegiar el tiempo presencial o el tiempo independiente (aprendizaje autónomo),<br />

atendiendo el principio de la flexibilidad, al incluir en el programa,<br />

320 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

cursos y actividades electivas u opcionales que puedan constituir parte del<br />

programa de formación.<br />

Sintetiza el autor indicando que el sistema de créditos tiene características<br />

que hacen parte de los nuevos modelos del mercado educativo en el que<br />

las instituciones pueden ampliar la oferta educativa, está inspirado en los<br />

modelos de flexibilidad de manera igual a la del trabajo y, por tanto, ha<br />

cambiado el significado de la educación al dar a los estudiantes más posibilidad<br />

para moldear su vida.<br />

Pero ¿los estudiantes son conscientes de la necesidad de autoestudio?<br />

¿Saben cómo manejar su tiempo frente a estas nuevas necesidades? ¿Qué<br />

competencias requieren desarrollar y potenciar? Y los docentes, ¿están<br />

capacitados e interesados en desarrollar nuevas prácticas pedagógicas?,<br />

¿en el desarrollo de proyectos y el trabajo enfocado a problemas colombianos<br />

y de trabajo en equipo y, por tanto, a evaluación de procesos y no<br />

de contenidos?<br />

[A partir del planteamiento de Hardt y Negry se dice que] en la<br />

posmodernidad, el tiempo ya no está determinado por ninguna<br />

medida trascendente, por ningún a priori, aquí el tiempo corresponde<br />

directamente a la existencia, [y agrega Díaz:] este planteamiento es<br />

un punto de partida para reflexionar sobre la naturaleza del tiempo de<br />

aprendizaje en las instituciones de hoy y para analizar su potencial,<br />

su valor y, sobre todo, su efecto en la conciencia de los profesionales<br />

actuales y futuros, en sus incertidumbres y en sus formas de vida.<br />

El estudio de estas relaciones es hoy un reto fundamental (Hardt y<br />

Negry 2002, p. 347 citado en Díaz 2007, p. 256).<br />

Corresponde al pensamiento sistémico y complejo entrar a analizar y reflexionar<br />

a fin de formular una propuesta, “es así como con criterios externos<br />

se ha pretendido hacer la educación superior a imagen y semejanza del<br />

mercado y la empresa, flexibles, como consecuencia de la economía global<br />

y de la internacionalización de los mercados y de los capitales, ¿para qué?,<br />

¿es interés de quién?” (Díaz, 2007, p. 256).<br />

La justificación según Asmar (2002) de los créditos académicos se presenta<br />

en tres dimensiones:<br />

Sistema de educación superior Estudiantes Instituciones<br />

Para verificación de los estándares<br />

de calidad.<br />

Criterios y parámetros para definir a<br />

nivel nacional y sentar bases para<br />

cooperación internacional, movilidad<br />

e intercambio de estudiantes.<br />

Facilita la movilidad y transferencias.<br />

Empoderar al estudiante en las<br />

rutas de formación profesional,<br />

tiempos de dedicación académica<br />

y definición de los ritmos y secuencias<br />

de aprendizaje.<br />

Facilita el manejo financiero y el<br />

análisis de costos.<br />

Permite la inclusión de formas flexibles<br />

de organización académica,<br />

pedagógica y administrativa.<br />

321


Luis María Barrera Piragauta<br />

Los sistemas educativos del mundo<br />

han ido adoptando los créditos por<br />

efectos de la flexibilidad en los<br />

sistemas abiertos de aprendizaje.<br />

Con el sistema de créditos, el país<br />

contaría con un instrumento que facilitaría<br />

el proceso de homologación<br />

y títulos adelantados en el exterior.<br />

Proporciona un marco de referencia<br />

para adelantar procesos de transferencia<br />

y homologación de estudios.<br />

Facilita los convenios de cooperación<br />

internacional con pares de<br />

otros países.<br />

Fuente: Asmar Amador, Patricia. Ministerio de Educación Nacional, Directora general (e),<br />

2002: “Educación superior con calidad y equidad social”, oficio circular para rectores<br />

y comunidad académica, mayo 3 de 2002.<br />

En cuanto se refiere a aspectos que se consideran críticos para la implementación<br />

del sistema de créditos, en la perspectiva de Guillermo Londoño,<br />

se resumen los siguientes:<br />

• Este proceso no puede asumirse bajo un esquema de manejo de tipo<br />

burocrático-matemático, conlleva mucho más que el ordenamiento de<br />

asignaturas por nivel académico y fijación de un tope máximo de créditos,<br />

la división por niveles y asignaturas y no se debe desarrollar en eventos<br />

cerrados (director, comité de currículo).<br />

• Por oposición, debe ser abierto con la participación activa de docentes,<br />

estudiantes, directores, egresados, lo que conduce a la comprensión y<br />

dilucidación de sus efectos técnico-pedagógicos.<br />

• Los créditos no son un punto de partida de los procesos curriculares, sino<br />

de llegada, que presupone la existencia previa de claras definiciones del<br />

objeto de estudio del campo profesional, propósitos y problemas de formación,<br />

perfiles profesionales, ciclos (básico, profesional, profundización,<br />

complementario, socio-humanístico) y el peso específico que cada uno<br />

adquiere en relación con los perfiles diseñados.<br />

• Definir los contenidos y precisar qué o cuáles de ellos son básico-fundamentales,<br />

las estrategias de aprendizaje de acuerdo con los propósitos<br />

generales y específicos de formación, las características de los estudiantes,<br />

definir cuáles deben tener acompañamiento del profesor y cuáles<br />

deben ser realizados en forma independiente por el estudiante.<br />

• Una aproximación que desde la experiencia y expectativas del profesor,<br />

o preferiblemente desde el cuerpo de académicos se estima y en consecuencia<br />

con la noción de crédito, ha de ser tenida como una definición<br />

provisional que debe ser evaluada y ajustada en la medida que transcurre<br />

el proceso de aprendizaje y que los estudiantes prueben la validez de las<br />

nociones puestas en funcionamiento en relación con sus logros académicos<br />

y por eso tenerlos como tema abierto, objeto de continua discusión.<br />

322 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

• Exige una seria revisión de los propósitos de formación, de los contenidos,<br />

y de su estructuración en función de esa formación, de las estrategias<br />

pedagógicas exigidas para cada unidad de organización curricular y de los<br />

diferentes proyectos de aula. Propone una revisión-redimensionamiento<br />

de las responsabilidades propias del docente y del cuerpo docente (rol del<br />

docente), del estudiante (rol del estudiante) y del grupo de estudiantes.<br />

• Definir y asignar créditos obliga, además, a indagar por las condiciones<br />

de la institución, del profesor y del estudiante para lograr los propósitos<br />

de formación de enseñanza y de aprendizaje; obliga a la pregunta por<br />

los medios o los recursos disponibles para apoyar adecuadamente los<br />

procesos de enseñanza-aprendizaje.<br />

• La asignación de créditos como unidad de medida del tiempo requerido<br />

por el estudiante para alcanzar los productos de aprendizaje propuestos,<br />

la discusión, análisis, racionalización interprofesoral del tipo, volumen<br />

y del sentido formativo de los trabajos asignados a los estudiantes, los<br />

tiempos exigidos por éstos, los agregados de conocimiento generado<br />

por ellos, se hace la asignación colectiva de trabajos, con carácter más<br />

integral y con la consecuente revisión-evaluación-calificación por el grupo<br />

de docentes, produciendo más trabajo en equipo, mayor propósito común<br />

de formación, mayor grado de profundización en el manejo de los objetos<br />

por parte del estudiante y mayor motivación.<br />

• Asignar créditos debe ser mucho más que una “acción de parcheo”, lo<br />

cual debe ser una consecuencia de una seria revisión curricular vigente<br />

con una clara voluntad de incorporar elementos de calidad y pertinencia a<br />

los procesos de formación, ello implica el compromiso y la disponibilidad<br />

de directivos, docentes y estudiantes como elemento indispensable que<br />

conlleve a la gobernabilidad del proceso.<br />

• Lo anterior, en forma particular, permitirá encontrar fortalezas y debilidades<br />

que se constituyen en aspectos de los planes de mejoramiento (Londoño,<br />

2004).<br />

La aplicación de los créditos académicos debe obedecer a un estudio juicioso<br />

del currículo actual para establecer, desde los propósitos de formación,<br />

cuál es contador público que la UPTC debe propiciar de acuerdo con las<br />

necesidades del contexto local y particularmente a partir de la comunidad<br />

académica (docentes, estudiantes y egresados), lo cual debe ser visto<br />

desde la perspectiva del pensamiento sistémico y complejo, en lo regional<br />

pero con proyección global, atendiendo la parte investigativa, ambiental y<br />

social, como estrategia prospectiva que genere cambios encaminados al<br />

mejoramiento del ser humano, con un estilo de vida digno, como centro del<br />

proceso del conocimiento y no sólo desde lo económico.<br />

323


Luis María Barrera Piragauta<br />

Pero se requiere cambiar paradigmas en todos los estamentos de la comunidad<br />

académica, de tal manera que la reforma curricular se enfrente<br />

a verdaderos cambios sin tener miedo a la incertidumbre, en un mundo<br />

complejo y caótico, lo que implica pensar sistémicamente como lo indica<br />

Herrscher (2006):<br />

Se refiere a un nuevo modo de ver, hacer y estar en el mundo,<br />

una forma de ser, una manera de pensar a través del caos y la<br />

complejidad... Las ciencias naturales descubrieron “el caos”. Las<br />

ciencias sociales encontraron “la complejidad”. Pero ni caos ni<br />

complejidad son características de nuestra nueva realidad: son rasgos<br />

de nuestras percepciones y de nuestro entendimiento. Vemos el<br />

mundo cada vez más complejo y caótico porque usamos conceptos<br />

inadecuados para explicarlo. Cuando comprendemos algo, ya no lo<br />

vemos como caótico o complejo.<br />

Ver el mundo de nuevo implica un cambio de enfoque a través del pensamiento<br />

sistémico que hoy “se necesita más que nunca porque la complejidad<br />

nos abruma”, ya que “ofrece un lenguaje que comienza por la<br />

reestructuración de nuestro pensamiento… sin pensamiento sistémico no<br />

hay incentivos ni medios para integrar las disciplinas de aprendizaje una<br />

vez que se incluyen en la práctica”, afirma Senge (2008).<br />

Para solucionar problemas complejos se requiere cambio de enfoque en<br />

nuestro pensamiento, pensar complejamente y en forma estratégica, por<br />

tanto, el diseño de un currículo debe estar encaminado al diseño no sólo<br />

de contenidos, sino de estrategias que permitan la relación e interrelación,<br />

para lograr los propósitos de formación del programa de contaduría, lo<br />

que conlleva al establecimiento de los créditos académicos acorde con las<br />

necesidades cambiantes. Es importante tener claro también el concepto<br />

de pensamiento estratégico, con el fin de diseñar las estrategias que conduzcan<br />

al logro de lo planteado en el currículo, que según Morrisey (1995)<br />

“incluye la aplicación del juicio basado en la experiencia para determinar<br />

las direcciones futuras… es la coordinación de mentes creativas dentro de<br />

una perspectiva común que permite avanzar hacia el futuro de una manera<br />

satisfactoria y explorar muchos desafíos futuros”.<br />

Lo anterior es realmente a lo que se está enfrentando el programa de<br />

contaduría cuando pretende presentar una reforma curricular que busca<br />

quizá efectos económicos, pero lo que realmente se debe buscar es que<br />

responda a las necesidades del contexto, acorde con la conceptualidad de<br />

los créditos académicos en busca de flexibilidad, movilidad y adaptación a<br />

las exigencias globalizadoras.<br />

2. Resultados obtenidos<br />

Para obtener la información primaria, se aplicaron encuestas al 54.17%<br />

(13) de los 24 docentes de diferentes áreas del programa y al 17.3% (104)<br />

324 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

de los 600 estudiantes de diferentes semestres que cursan el programa<br />

de Contaduría Pública de la seccional Sogamoso, incluyendo los de terminación<br />

académica; se considera es una muestra representativa tanto<br />

de docentes como de estudiantes, puesto que cada elemento tiene igual<br />

y conocida probabilidad de ser escogido en la muestra y los resultados<br />

obtenidos pueden generalizarse al universo.<br />

La técnica utilizada fue la encuesta con preguntas directas a cada docente<br />

y estudiante, que proporcionaron información homogénea sobre el objeto<br />

de investigación.<br />

2.1. Resultado docentes<br />

La encuesta aplicada contiene 16 preguntas cerradas y combinadas que<br />

permiten establecer el concepto del encuestado, para facilitar en forma<br />

amplia lo que pueden aportar al trabajo de investigación; se obtuvo los<br />

siguientes resultados:<br />

1. Todos los docentes encuestados dijeron saber qué es un crédito<br />

académico y el sistema de créditos se aplica en todos los programas<br />

de educación superior; no obstante, un bajo porcentaje lo definieron<br />

acertadamente, como consecuencia de no haber recibido o participado<br />

en el proceso de capacitación como se muestra en la gráfica 1.<br />

Gráfica 1. Convocado y capacitado<br />

54%<br />

46%<br />

SI<br />

NO<br />

La definición internacional indica que “los créditos en el sistema de educación<br />

europeo han sido definidos como el valor numérico asignado a cada<br />

asignatura para describir el trabajo necesario (student workload) que un<br />

estudiante debe realizar para prepararla. Incluye clases teóricas, prácticas,<br />

seminarios, tutorías, trabajos de campo, horas de estudio, exámenes u<br />

otros tipos de evaluaciones” 8 .<br />

8 ECTS: European Community Course Credit Transfer System.<br />

325


Luis María Barrera Piragauta<br />

2. En promedio, de acuerdo con<br />

el concepto de los docentes,<br />

el tiempo en horas adicionales<br />

a su clase presencial<br />

que el estudiante debe dedicar<br />

a cada asignatura es<br />

muy diverso (38%, 2 horas;<br />

15%, 3 horas; y 23%, 4 horas).<br />

Como se observa en la<br />

gráfica 2, esta percepción<br />

no se ajusta a lo señalado<br />

en el estándar fijado a nivel<br />

internacional que indica que<br />

por cada hora presencial, el<br />

estudiante debe dedicar dos<br />

de trabajo independiente.<br />

Gráfica 2. Horas adicionales<br />

8%<br />

8%<br />

23%<br />

8%<br />

38%<br />

15%<br />

2 3 4 5 8 otra<br />

Todos los docentes encuestados consideran que no ha mejorado el<br />

aprendizaje, y los estudiantes no se han beneficiado con la aplicación<br />

de los créditos académicos; en las gráficas 3 y 4 se muestra cómo perciben<br />

lo relacionado con la diferencia entre la enseñanza tradicional y el<br />

sistema de créditos académicos, y cómo se benefician los estudiantes<br />

con la flexibilidad, e indican que no existe la cultura, el compromiso, el<br />

conocimiento, la actitud de los actores, los recursos son insuficientes,<br />

no se cuantifica el trabajo independiente del estudiante, en últimas,<br />

todo ha continuado igual.<br />

Gráfica 3. Diferencia con enseñanza<br />

tradicional<br />

Gráfica 4. Beneficiado con la flexibilidad<br />

16%<br />

31%<br />

38%<br />

69%<br />

46%<br />

SI<br />

NO<br />

SI NO NR<br />

326 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

3. Con respecto a la flexibilidad, todos los docentes brindaron definiciones<br />

acordes con el sentido que representa, en tanto que rompe la rigidez,<br />

brinda la oportunidad para que el estudiante organice el conocimiento<br />

y se apropie de él, orientándolo de acuerdo con sus necesidades, oportunidades<br />

y capacidades, y le permite movilidad entre los programas<br />

de la universidad, lo cual ha beneficiado a los estudiantes.<br />

La flexibilidad tiene que ver con la duración, el estudiante no está sujeto<br />

a tiempo rígido; está asociada al sistema de créditos académicos y<br />

al desarrollo de competencias, lo cual puede conducir a la formación<br />

por ciclos que permiten ofrecer al estudiante programas cortos pero<br />

articulados, habilitándolo para el grado siguiente acorde con sus expectativas;<br />

también, la ampliación de las ofertas dentro de los componentes,<br />

que signifique la posibilidad de complementar, profundizar, o<br />

escoger libremente cursos a lo largo del proceso de formación, como<br />

educación continuada que permite la movilidad dentro del programa,<br />

otros programas e instituciones.<br />

4. El 38% de los docentes encuestados consideran que el número de<br />

créditos asignado a cada asignatura no es el adecuado, el 31% que<br />

sí, pero también el 31% no respondieron (gráfica 5). En la definición de<br />

créditos académicos, la tutoría está incluida como una actividad, que<br />

la mayoría de los docentes encuestados conocen y aplican de acuerdo<br />

con las solicitudes de los estudiantes en asesorías y consultas fuera de<br />

clase, aunque existen dificultades debido a que no están programadas<br />

oficialmente; en tal sentido, el 69% indicaron que sí hacen tutoría, frente<br />

al 15% que no, y un porcentaje igual que no respondieron, como se<br />

observa en la gráfica 6.<br />

Gráfica 5. Número de créditos asignado es adecuado<br />

Gráfica 6. Hace tutoría a los estudiantes<br />

15%<br />

31%<br />

31%<br />

15%<br />

69%<br />

38%<br />

SI NO NR<br />

SI NO NR<br />

327


Luis María Barrera Piragauta<br />

5. En la gráfica 7 se muestra la consideración<br />

frente a la necesidad<br />

de tener en cuenta lo relacionado<br />

con los créditos académicos<br />

en el diseño del currículo en un<br />

62%.<br />

En el planteamiento del problema<br />

62%<br />

de este trabajo, el sistema<br />

de créditos académicos se<br />

8%<br />

implementó en el 2005 9 para<br />

todos los programas de la Universidad,<br />

lo que conllevó a una<br />

reforma curricular, pero sólo<br />

correspondió a la asignación<br />

SI NO NR<br />

numérica a las asignaturas existentes. Hoy se propone una nueva reforma<br />

de reasignación de créditos 10 , sin el previo análisis que permita<br />

asignar los créditos con base en el resultado del estudio del currículo;<br />

por tanto, la mayoría de los docentes encuestados consideran que al<br />

diseñar el currículo se debe tener en cuenta el concepto de créditos<br />

académicos, lo que implica organización de los contenidos, el tiempo y<br />

las necesidades de recursos frente al modelo pedagógico establecido.<br />

2.2. Resultado estudiantes<br />

Gráfica 7. Créditos académicos en el<br />

diseño del currículo<br />

31%<br />

1. En promedio la mayoría de<br />

los estudiantes encuestados<br />

cursan entre seis (6),<br />

siete (7) y ocho (8) asignaturas<br />

(21, 31 y <strong>12</strong> por ciento<br />

respectivamente) por<br />

semestre (gráfica 8), dado<br />

además que el programa<br />

actual (Resolución 03 de<br />

2005) contiene siete (7)<br />

por semestre para poder<br />

lograr los sesenta y ocho<br />

(68) cursos proyectados<br />

para diez (10) semestres,<br />

con un total de 167 créditos<br />

académicos.<br />

Gráfica 8. Asignaturas por semestre<br />

3%<br />

7%<br />

<strong>12</strong>%<br />

8%<br />

10%<br />

31%<br />

8%<br />

21%<br />

1 2 3 4 5 6 7 8<br />

9 Para el Programa de Contaduría Pública de Sogamoso, mediante Resolución 003 de 2005.<br />

10 Esta reforma se está aplicando desde el primer semestre de 2010, mediante Resolución 93 de 2009.<br />

328 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

2. La mayoría de los estudiantes<br />

saben que un crédito académico<br />

es una unidad de medida<br />

del trabajo del estudiante y, de<br />

acuerdo con las definiciones<br />

brindadas, se ajustan al significado<br />

del concepto; sin embargo,<br />

un porcentaje significativo<br />

(32%) no tienen conocimiento<br />

(gráfica 9). La mayoría (53%)<br />

dedican sólo dos (2) horas de<br />

tiempo adicional a cada asignatura<br />

y en un bajo porcentaje,<br />

tres o cuatro horas (gráfica 10);<br />

en general, consideran que el tiempo asignado es el suficiente, o que no<br />

se dispone de más, por lo que no están dando aplicación al concepto<br />

del crédito académico, dos a uno.<br />

Gráfica 10. Tiempo adicional en horas<br />

a cada asignatura<br />

25%<br />

2% 1%<br />

10%<br />

<strong>12</strong>%<br />

Gráfica 9. Conocimiento del concepto<br />

de crédito académico<br />

En el caso del plan actual, la<br />

mayoría de las asignaturas son<br />

de 3 créditos con 4 horas presenciales,<br />

por lo que requieren<br />

en promedio 8 horas de trabajo<br />

independiente adicional.<br />

Un alto porcentaje (72%) indicó<br />

51%<br />

que no era suficiente el tiempo<br />

1 2 3 4 5 6<br />

dedicado adicionalmente al<br />

presencial (gráfica 11) y son<br />

variadas las razones, pero el<br />

enfoque general está en que<br />

no se logra afianzar el conocimiento,<br />

profundizar e investigar, con el fin de obtener mejores resultados<br />

y cada asignatura requiere diferente tiempo de acuerdo con sus<br />

características.<br />

Sólo un bajo porcentaje de los estudiantes sabe que los créditos académicos<br />

se aplican en todos los programas de educación superior, no<br />

sólo en contaduría, al igual que en Colombia y en Europa.<br />

Los estudiantes son conscientes de la necesidad de dedicar más tiempo<br />

a cada asignatura, lo que generalmente no se hace, quizá por falta de<br />

programar las actividades de trabajo independiente, hacer seguimiento<br />

y evaluación permanente a los procesos y resultados, que necesariamente<br />

debe conllevar a una realimentación para obtener productos<br />

32%<br />

SI<br />

68%<br />

NO<br />

329


Luis María Barrera Piragauta<br />

Gráfica 11. ¿Considera que el tiempo<br />

es suficiente?<br />

28%<br />

conducentes a la construcción<br />

de conocimiento, fortalecer el<br />

aprendizaje de calidad y lograr<br />

compromiso por parte de docentes<br />

y estudiantes.<br />

72%<br />

SI<br />

NO<br />

3. Un alto porcentaje de los estudiantes encuestados (82%) consideran<br />

que con el sistema de créditos académicos el aprendizaje no ha mejorado<br />

(gráfica <strong>12</strong>), por varias razones que apuntan a la falta de cultura,<br />

conciencia, interés por aprender, autonomía para el aprendizaje, desconocimiento<br />

del significado de crédito académico, se cursan muchas<br />

asignaturas y en algunos casos se traslada la responsabilidad a los<br />

docentes o compartida con el estudiante.<br />

Gráfica <strong>12</strong>. Los créditos<br />

académicos mejoran el aprendizaje<br />

6%<br />

82%<br />

13%<br />

SI NO NR<br />

En contraste con lo indicado por<br />

los docentes, los estudiantes en<br />

un 73% dijeron que sí han encontrado<br />

diferencias entre la enseñanza<br />

tradicional y el sistema<br />

de créditos académicos (gráfica<br />

13), en razón a que existe más<br />

compromiso, autoestudio, trabajo<br />

independiente, responsabilidad,<br />

interrogantes, participación, flexibilidad<br />

(homologación), estandarización<br />

en la enseñanza de<br />

los programas académicos con<br />

otros similares nacional e internacional,<br />

cambia la forma de enseñar, se debe dedicar más tiempo extra<br />

clase a cada materia, en el proceso de aprendizaje se debe investigar<br />

y leer más, se promueve la investigación. Pero también existen observaciones<br />

negativas como: disminución de la calidad de la formación,<br />

no hay profundización, bajo nivel académico, mediocridad en algunos<br />

estudiantes y profesores, no hay práctica, se pierde interacción (comunicación)<br />

y presencialidad, los estudiantes no han llevado el sistema<br />

como debe ser, la asesoría no se cumple, con el modelo tradicional se<br />

salía mejor preparado que ahora.<br />

330 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Gráfica 13. Hay diferencia con la<br />

enseñanza tradicional<br />

16%<br />

11%<br />

73%<br />

SI NO NR<br />

Con el sistema de créditos no ha<br />

mejorado el aprendizaje, por las razones<br />

expuestas, y aunque encuentra<br />

diferencias con el sistema tradicional,<br />

se presentan debilidades que deben<br />

ser subsanadas a partir del conocimiento<br />

de la naturaleza, aplicación<br />

del sistema, y las responsabilidades<br />

que deben tener los estudiantes,<br />

mediante capacitación a nivel general<br />

y en cada asignatura por el docente<br />

respectivo desde el primer semestre.<br />

4. Respecto al conocimiento que los estudiantes tienen sobre la flexibilidad,<br />

se observa que en general existe claridad, y de las definiciones<br />

dadas se extrajeron palabras y frases que tenían alguna frecuencia y<br />

relación con el concepto cuestionado: oportunidad, no hay una estructura<br />

rígida, ni imposición, adaptar al cambio según las circunstancias<br />

y coherente con la realidad, se puede modificar o cambiar, autonomía<br />

de decidir cuánto quiere aprender, libertad de aprender, facilidad para<br />

alternar entre varias opciones, múltiples alternativas de propuestas,<br />

tener movilidad para adquirir el conocimiento, negociación, facilidad<br />

que se brinda para la formación académica y de tomar los créditos<br />

que quiere en la universidad que desee, tener la oportunidad de hacer<br />

cambios en el aprendizaje.<br />

Lo anterior se ajusta a aspectos de movilidad, tiempo, contenidos, y<br />

cursos acordes con las necesidades de cada estudiante de acuerdo<br />

con disponibilidad y competencias para el aprendizaje autónomo. Pero<br />

¿el programa ofrece esas posibilidades?<br />

De hecho, el 53% (gráfica 14)<br />

indicó que sí se han beneficiado<br />

de la flexibilidad, lo cual<br />

se puede corroborar con la<br />

realidad en el sentido que pueden<br />

ver asignaturas en otras<br />

seccionales y/o programas a<br />

través de la homologación de<br />

materias.<br />

Adicionalmente pueden trabajar,<br />

dedicar tiempo a su familia<br />

y a otras actividades, para<br />

estar acorde con los cambios<br />

Gráfica 14. Beneficios con la<br />

flexibilidad<br />

37%<br />

10%<br />

53%<br />

SI NO NR<br />

331


Luis María Barrera Piragauta<br />

que el mundo está mostrando. No obstante, ha disminuido la exigencia<br />

y, por falta de responsabilidad, los resultados no son alcanzados<br />

eficazmente, con detrimento en la calidad de la educación.<br />

5. El 74% de los encuestados consideran<br />

que el número de horas presenciales<br />

asignadas a cada asignatura es suficiente<br />

para el aprendizaje de los contenidos,<br />

frente al 24% que indicaron que<br />

no, como se muestra en la gráfica 15.<br />

Gráfica 15. Horas<br />

presenciales asignadas<br />

2%<br />

24%<br />

6. El 89% de los estudiantes encuestados<br />

conocen el significado de la tutoría<br />

74%<br />

(gráfica 16) y en las definiciones<br />

dadas se refieren a tiempo adicional<br />

(extra clase) que el docente dedica<br />

al estudiante para acompañamiento,<br />

asesoría, guía, orientación, consultas,<br />

SI NO NR<br />

refuerzo, explicación adicional, ampliación de conocimientos, solución<br />

de problemas, dudas e inquietudes; el 11% dicen no saber su significado.<br />

Gráfica 16. Conocimiento de la<br />

tutoría<br />

11%<br />

SI<br />

89%<br />

NO<br />

En la gráfica 17, se observa que el<br />

56% hacen uso de la tutoría en asesorías<br />

de trabajos, solución de dudas,<br />

consultas temáticas, apoyo o refuerzo<br />

en temas no entendidos. Sin embargo,<br />

un porcentaje representativo (41%)<br />

no la utilizan, entre otras razones: no<br />

existe, nunca coincide el tiempo (cruce<br />

de horarios docente-estudiante),<br />

no hay espacio físico ni tiempo, no fue<br />

posible, la mayoría de los docentes<br />

nunca están en la universidad para<br />

este fin, o nunca se encuentran, son<br />

muy pocos los docentes que tienen<br />

tiempo y espacio para explicarle a<br />

sus estudiantes; no se ha ofrecido<br />

de la manera que se planteaba al<br />

inicio de la implementación de los<br />

créditos académicos; se han dejado<br />

de utilizar ya que no hay apoyo y participación<br />

por parte del profesorado.<br />

Gráfica 17. Uso de la tutoría<br />

3%<br />

41%<br />

56%<br />

SI NO NR<br />

332 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

2.3. Análisis combinado docentes-estudiantes<br />

Como docentes y estudiantes señalaron que la cultura es un aspecto importante<br />

para la aplicación del sistema de créditos académicos, aclarando<br />

además que se necesita una cultura del trabajo autónomo, del aprender<br />

más que del pasar, de la importancia del trabajo en equipo para resolver<br />

problemas y dejar de lado la cultura del facilismo por no asumir compromisos<br />

con la apropiación del conocimiento como deber fundamental de autoconstrucción<br />

del sujeto, en la formación de un profesional competente para que<br />

genere cambios y valores en y para la sociedad a la cual pertenece, razón<br />

de ser del aprendizaje en la educación superior.<br />

En tal sentido, se considera importante abordar este concepto para establecer<br />

en qué medida esta variable afecta a los actores y desde la perspectiva<br />

del pensamiento sistémico y complejo como referente del estudio que se<br />

está llevando a cabo para la reforma curricular. En las ideas de Edgar<br />

Morín (2001), la cultura está conformada por elementos, relacionada con<br />

el conocimiento, la sociedad y los individuos a través del lenguaje; como<br />

la cultura y la sociedad mantienen una relación mutua con los individuos<br />

y con sus interacciones, ellos mismos producen cultura y sociedad, así lo<br />

indica al referirse a los ídolos de la tribu, y la relación cultura-conocimiento:<br />

…tradición, educación, lenguaje son los constituyentes nucleares de<br />

la cultura y juntos forman los ídolos de la sociedad. La cultura, que es<br />

lo propio de la sociedad humana, está organizada/es organizadora,<br />

mediante el vehículo cognitivo que es el lenguaje, a partir del capital<br />

cognitivo colectivo de los conocimientos adquiridos, de los saber/hacer<br />

aprendidos, de las experiencias vividas, de la memoria histórica, de<br />

las creencias míticas de una sociedad. Cultura y sociedad mantienen<br />

una relación generadora mutua y en esta relación no olvidemos las<br />

interacciones entre los individuos que son, ellos mismos, portadores/<br />

trasmisores de cultura; estas interacciones regeneran a la sociedad,<br />

la cual regenera a la cultura. La cultura es coproductora de la realidad<br />

percibida y concebida por cada cual. Los individuos no son todos, ni<br />

siempre, incluidas las condiciones culturales más cerradas. Una idea<br />

puede modificar una cultura, transformar una sociedad, cambiar el<br />

curso de una historia (Morín, 2001).<br />

CULTURA<br />

MODOS DE<br />

CONOCIMIENTO<br />

HOMBRE DE<br />

ESA CULTURA<br />

PRODUCE<br />

Fuente: Elaborado a partir de Edgar Morín. El método. Las ideas. 2001.<br />

333


Luis María Barrera Piragauta<br />

Los estudiantes de contaduría pertenecen a una sociedad con una cultura<br />

particular y al ingresar a la universidad se enfrentan a otra cultura, la del<br />

conocimiento, donde se dan unas interacciones con los integrantes principales,<br />

los docentes, que interactúan directamente con ellos a través del<br />

lenguaje común que es el currículo. El currículo es la columna vertebral<br />

de la formación y es el que conecta la cultura universitaria con la sociedad<br />

a través de las interacciones con los estudiantes, buscando lograr unos<br />

propósitos de formación que conlleven a generar cambios de cultura en la<br />

sociedad. Cada estudiante tiene una tradición generada por la sociedad y<br />

la cultura, la cual debe ser modificada por la cultura abierta que constituye<br />

la universidad; el fin es generar cambio en su actitud hacia la cultura de la<br />

formación, a partir de un compromiso de toda la comunidad académica;<br />

la aplicación de los créditos académicos constituye parte integrante del<br />

currículo dentro del sistema, en el proceso adquisitivo de conocimiento,<br />

que en lenguaje de Morín, forma parte de la esfera de la cultura en el bucle<br />

cerebro-espíritu-cultura, interdependientes: “la esfera de la cultura: mitos,<br />

religiones, creencias, teorías, ideas que deben ser inseparables de la esfera<br />

del espíritu”. En tal sentido, “la cultura debe ser incluida en la unidualidad<br />

espíritu/cerebro, …necesita de la copresencia de una cultura”. Se debe<br />

considerar un macro concepto de triple entrada, que corresponde a las tres<br />

instancias interdependientes y que se coproducen entre sí:<br />

Cerebro<br />

Espíritu<br />

Cultura<br />

Para generar la cultura del compromiso, responsabilidad del estudio a<br />

partir del sistema de créditos académicos y competencias, se requiere<br />

fundamentación a partir del currículo y del macro y micro diseño curricular,<br />

donde se da aplicación al marco estratégico definido, los propósitos y estrategias<br />

pedagógicas mediante las cuales se diseñan las actividades que<br />

los estudiantes deben llevar a cabo en el tiempo de trabajo independiente<br />

debidamente estimado, que alimenta el espíritu de estudio y estimula el<br />

cerebro, creando la correspondiente cultura de hábito hacia la formación<br />

del líder de gestión de información que pretende el currículo en su misión.<br />

Un análisis juicioso por parte de docentes y estudiantes es importante para<br />

determinar cuáles son los contenidos que contribuyen a formar dicho perfil,<br />

pues no se trata de volumen sino de la cantidad necesaria que fundamente<br />

y estructure lo teórico-conceptual y práctico que permita desarrollar las competencias<br />

para responder a la sociedad-mundo, comprendiendo el devenir<br />

334 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

de la planetarizacion de la humanidad y el desafío de la gobernabilidad 11 en<br />

forma positiva, generando desarrollo y los cambios requeridos en el mundo.<br />

En términos de control, se extiende a todo tipo organizaciones como<br />

la cadena de valor de la información y las estrategias en torno al gobierno,<br />

riesgo y control <strong>12</strong> , a lo que está apuntando la misión del programa de contaduría<br />

y expresado a través del diseño del currículo cuyo éxito depende<br />

del valor agregado que genere y, precisamente, puede darse a través de<br />

los créditos académicos para obtener conocimiento.<br />

De acuerdo con la teoría del empoderamiento 13 , el conocimiento genera<br />

poder, proporcionando reconocimiento y cambios en la estructura social y<br />

cultural. En teoría quien tiene el conocimiento es el docente y la clase es un<br />

medio de interacción entre la cultura docente y estudiante, lo que supone<br />

un ámbito de relación y de poder. Dentro de la ideología de la diversidad<br />

11 El principal objetivo de la educación en la era planetaria es educar para el despertar de una sociedad-mundo.<br />

Sin embargo, no es posible comprender el porvenir de una sociedad-mundo, que<br />

implica la existencia de una civilización planetaria y una ciudanía cosmopolita (ciudadano del<br />

mundo y en este contexto significa también hijo de la Tierra y no individuo abstracto y sin raíces),<br />

sin comprender el devenir de la planetarización de la humanidad y el desafío de su gobernabilidad.<br />

En este sentido, es preciso indicar que el término planetarización es un término más complejo que<br />

globalización porque es radicalmente antropológico, que expresa la inserción simbólica, pero al<br />

mismo tiempo implica la humanidad en el planeta Tierra. Porque la Tierra no es sólo un terreno<br />

donde se despliega la globalización, sino una totalidad compleja física/biológica/antropológica.<br />

Es decir, hay que comprender la vida como emergente de la historia de la Tierra y a la humanidad<br />

como emergente de la historia de la vida terrestre. La relación del ser humano con la naturaleza<br />

y el planeta no puede concebirse de un modo reductor y separadamente, como se desprende de la<br />

noción de globalización, porque la Tierra no es la suma de elementos disjuntos: el planeta físico,<br />

más la biosfera, más la humanidad, sino que es la relación entre la Tierra y la humanidad que debe<br />

comprenderse como una entidad planetaria y biosferita. Morín, Edgar. Educar en la era planetaria.<br />

Editorial Gedisa, 2006. p. 78-80.<br />

<strong>12</strong> Una definición de gobierno, riesgo y control se pude consultar en Deloitte. Control interno efectivo.<br />

Editorial Planeta, 2009. p. 22, donde además se indica que la clave para el éxito radica en la<br />

introducción de sistemas más coherentes de riesgo y control dentro de las estructuras apropiadas<br />

de gobierno que abarcan todos los procedimientos relacionados.<br />

13 El término utilizado por el autor es empowerment, indicando que no existe traducción, sin embargo,<br />

en administración se conoce como empoderamiento, que significa dar poder a las personas para<br />

que se consideren como dueñas de los procesos y resultados. El autor establece cinco principios<br />

para caracterizar el empowerment: 1) el alumnado es un grupo infra representado; 2) todos los<br />

grupos de alumnos tienen fuerza y el cambio cultural debería emanar de esa posición; 3) para determinar<br />

las estrategias apropiadas para la reducción de la desigualdad, es indispensable entender la<br />

historia de la comunidad o grupo de alumnos determinados, incluido el lenguaje, los valores y las<br />

convenciones asociadas con el significado cultural; 4) el aprendizaje de nuevos roles proporciona<br />

a la gente acceso a recursos y dicho aprendizaje ocurre a través de la participación en esos nuevos<br />

contextos; 5) la reflexión crítica colectiva es un proceso integral para la participación y empoderamiento<br />

al llevar las cuestiones a un nivel consciente. Así, una definición de empoderamiento<br />

engloba tres dimensiones de poder que incluyen las nociones de proceso colectivo, reflexión crítica<br />

y respeto mutuo. Martínez Rodríguez, Juan Bautista. El papel del alumnado en el desarrollo del<br />

Curriculum. En Teoría y desarrollo del curriculum. Angulo, José Félix y Blanco Nieves (Coordinadores).<br />

Ediciones Aljibe, 2000.<br />

335


Luis María Barrera Piragauta<br />

y de estrategias de educación multicultural posibles nos encontramos los<br />

programas de empowerment, como resultado de entender que entre los<br />

grupos culturalmente diferentes la cuestión del poder es el problema fundamental<br />

que subyace al sistema educativo y, por tanto, la cultura no puede<br />

ser entendida si no se hace referencia a los discursos políticos, históricos y<br />

económicos que constituyen el proceso de transición de una falta de control<br />

a la adquisición del control sobre la propia vida y el entorno inmediato. Es<br />

preciso reconocer que el empowerment es una noción de pedagogía crítica<br />

que se centra en la naturaleza colectiva de las emociones, creencias<br />

y experiencias personales que constituyen el conocimiento y la cultura 14 .<br />

¿Será que existen las estrategias y el control sobre el cambio de cultura de<br />

los créditos académicos y se está dando participación a los estudiantes en<br />

el aprendizaje y adquisición de conocimiento de acuerdo con los intereses<br />

multiculturales que los empoderen en desarrollo del currículo y proyecto<br />

de vida individual?<br />

Los estudiantes aprenden a descubrirse como tales, aprenden a aprender<br />

y el profesor también es un aprendiz, lo que significa que en el aula hay<br />

que decidir, reflexionar, experimentar, elegir y comprometerse. Los alumnos<br />

deben tener tiempo para reflexionar, de manera que tanto alumnos como<br />

profesores puedan construir teorías nuevas sobre el aprendizaje y extenderlas<br />

a la sociedad. Si los profesores van a enseñar de acuerdo con un<br />

currículo planificado, sin primero implicar los intereses de los alumnos, la<br />

calidad del aprendizaje será insuficiente, por tanto se debe implicar a los<br />

estudiantes en compromisos personales con el fin de que tengan doble<br />

responsabilidad en el aprendizaje y en los resultados (Angulo & Blanco,<br />

2000, p. 64).<br />

Se requiere un alto compromiso de directivos, docentes y estudiantes para<br />

reconocer y apropiarse de los roles y responsabilidades que les corresponden<br />

en el desarrollo del programa de contaduría con la metodología<br />

de créditos académicos, conducente a construir conocimiento y a sembrar<br />

la cultura que genere cambios en la sociedad a la que pertenece cada uno<br />

de los actores.<br />

De hecho no hay unidad de criterio entre los docentes sobre cuántas<br />

horas adicionales deben existir en cada asignatura 15 , por cuanto no ha<br />

14 Delgado Gaitán, C. y Trueba, H. Crossing cultural Borders: education for immigrant families in<br />

America. London. The Falmer Pres. 1991. Citado por Martínez Rodríguez, Juan Bautista. El papel<br />

del alumnado en el desarrollo del Curriculum. En Teoría y desarrollo del curriculum. Angulo, José<br />

Félix y Blanco, Nieves (Coordinadores). Ediciones Aljibe, 2000. p. 60.<br />

15 Para el trabajo independiente, el 38% de los docentes indicaron que dos horas; el 23%, 4 horas; en<br />

tanto que los estudiantes, el 51%, 2 horas; el 25%, 3 horas; y sólo el 10% indicaron que 4 horas; los<br />

demás indicaron cifras totalmente diferentes alejadas del parámetro general de 2 a 1; para el caso<br />

336 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

sido definido claramente la magnitud de los créditos académicos frente a<br />

un estudio desde el punto de vista teórico-conceptual y práctico, sino que<br />

fueron asignados sólo desde lo numérico a las asignaturas existentes y hoy,<br />

por exigencias de la institución, se ha caído en la misma falencia 16 , pues<br />

se está tomando desde el punto de vista economicista 17 y apuntando hacia<br />

la actividad del docente sin modificar las relaciones entre los contenidos,<br />

ni sus estructuras organizativas, por tanto, se deben tener en cuenta las<br />

necesidades y usos sociales, culturales y científicos de la contabilidad,<br />

ajustadas a la pertinencia del programa en las relaciones entre la formación,<br />

la investigación y la proyección social. El formato existente para el micro<br />

diseño de los cursos no contempla lo correspondiente a la estimación del<br />

tiempo de trabajo independiente del estudiante que conlleve a la fijación<br />

de créditos académicos.<br />

Lo anterior puede ser la causal e incidencia en la afirmación de los docentes<br />

en que no ha mejorado el aprendizaje y el desmejoramiento de la<br />

calidad aducida por los estudiantes, por cuanto los docentes consideran<br />

que el estudiante entiende el sentido del sistema de créditos y, por tanto,<br />

el compromiso y la responsabilidad en su formación haciendo uso del trabajo<br />

independiente, al cual el estudiante no le preocupa, porque si no hay<br />

actividades programadas que deban ser evaluadas, entonces no le dedica<br />

tiempo, lo que conlleva a que el resultado no sea el que espera el docente<br />

y la institución. En tal sentido, está el trabajo de la comunidad académica,<br />

establecer el qué, por qué y para qué de los contenidos y proyección del<br />

tiempo que el estudiante debe dedicar para alcanzar los objetivos propuestos.<br />

El diseño de los micro currículos además de los contenidos, deben<br />

obedecer al alcance de los objetivos de formación, las competencias a<br />

desarrollar, las estrategias y actividades que el estudiante debe realizar<br />

en la aplicación del concepto de créditos académicos; igualmente, los<br />

mecanismos de seguimiento y evaluación, no sólo del aprendizaje sino de<br />

la calidad de la formación reflejada en las competencias del estudiante.<br />

En cuanto a la flexibilidad, tanto docentes como estudiantes tienen claro el<br />

significado como la posibilidad de aprender de acuerdo con sus necesidadel<br />

programa en la situación real, el tiempo presencial es de 4 horas, lo que significa que el tiempo<br />

de trabajo independiente es de 8 horas.<br />

16 En la ultima reforma se ha reducido el numero de asignaturas a 51 (incluye proyecto de grado)<br />

y máximo están previstos seis (6) para cada semestre, pero con la reglamentación existente en la<br />

Institución, los estudiantes pueden optar por ver mas cursos (hasta 8), lo que implica la reducción<br />

del tiempo independiente disponible para cada asignatura.<br />

17 Se ha tratado de igualar sin precisar, el número de horas presenciales con el número de créditos<br />

asignado a cada curso (como lo propuso el rector de la Universidad de los andes en 2004), lo que<br />

conlleva a diversidad de criterios dificultando el trabajo curricular, pues una cosa son los créditos<br />

académicos que esta dirigida al tiempo que el estudiante necesita para aprender una temática y otra<br />

muy diferente la actividad del docente.<br />

337


Luis María Barrera Piragauta<br />

des e intereses y la institución debe facilitar los medios para llevar a cabo<br />

la estructura del currículo, organización de contenidos, horarios, tiempo y<br />

ofertas que proporcione la movilidad dentro del programa, otros programas<br />

y otras instituciones nacionales e internacionales; de hecho, los estudiantes<br />

se han beneficiado por cuanto pueden adelantar cursos, verlos u homologarlos<br />

en otros programas.<br />

3. Conclusiones<br />

Algunos docentes no tienen claro en qué consiste el sistema de créditos académicos<br />

o, al menos, no lo definen correctamente, como consecuencia de<br />

que no fueron debidamente capacitados o no asistieron a las capacitaciones<br />

cuando se implementó el sistema. En término medio, por las definiciones<br />

brindadas, los estudiantes tienen idea, pero un buen porcentaje no saben<br />

qué significa y en su mayoría no dan aplicación en la práctica, influenciados<br />

por la cantidad de materias que tienen cada semestre y por el ánimo de<br />

tomar la mayor cantidad de asignaturas posible, lo que conlleva a que se<br />

vean muy superficialmente y, como tal, incida en la calidad.<br />

Los docentes consideran que el estudiante debe dedicar en forma adicional<br />

entre 2 a 8 horas a cada asignatura, lo cual dependería de los contenidos<br />

y propósitos. Los estudiantes en un 76% (gráfica 10) le dedican entre 2 y<br />

3 horas adicionales, aunque el 72% (gráfica 11) consideran que el tiempo<br />

no es suficiente, por la cantidad de asignaturas y contenidos muy extensos,<br />

no hay margen de acompañamiento, práctica e investigación y hay<br />

desmejoramiento de la calidad.<br />

Con el sistema de créditos académicos no se ha mejorado el aprendizaje,<br />

según todos los docentes encuestados y el 82% de los estudiantes (gráfica<br />

<strong>12</strong>), por cuanto la asignación de créditos no se hizo basado en un estudio<br />

que determine los contenidos, actividades y tiempo requerido para abordar<br />

una temática y, como tal, la aplicabilidad, pues no se ha tenido en cuenta<br />

las necesidades, el análisis, la participación y la capacitación a docentes,<br />

estudiantes y demás comunidad académica con el fin de crear una cultura<br />

y compromiso en la aplicación del sistema.<br />

El 69% (gráfica 3) de los docentes no encuentran diferencias entre el sistema<br />

de créditos académicos y la enseñanza tradicional, tan sólo en la teoría, por<br />

cuanto no se ha adoptado la cultura adecuada y, por el contrario, se perciben<br />

deficiencias en el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque no existen<br />

las condiciones que garanticen el trabajo individual del estudiante. Por su<br />

parte, el 73% (gráfica 13) de los estudiantes indicó que si han encontrado<br />

diferencias, en conceptos muy variados, pero hay críticas en cuanto a la<br />

calidad de la formación, bajo nivel académico, falta de práctica y se pierde<br />

interacción (comunicación) entre docentes y estudiantes.<br />

338 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Como consecuencia del sistema de créditos académicos, se da la flexibilidad,<br />

que tanto para docentes como estudiantes es la posibilidad de que los<br />

estudiantes pueden aprender de acuerdo con sus necesidades e intereses,<br />

de manera que la institución debe facilitar los medios para llevar a cabo<br />

la estructura del currículo, organización de contenidos, horarios, tiempo y<br />

ofertas que proporcione la movilidad dentro del programa, otros programas<br />

e instituciones nacionales e internacionales; en este sentido, aunque los<br />

docentes no lo consideran, los estudiantes en un término medio se han<br />

beneficiado del sistema.<br />

Las opiniones de los docentes están repartidas en porcentajes bajos respecto<br />

al tiempo de trabajo independiente asignado a cada asignatura (2, 3<br />

y 4 horas), la mayoría (51%) de los estudiantes consideran que dos horas<br />

es suficiente, seguido por el 25% con tres horas, como se muestra en el<br />

cuadro siguiente.<br />

ASIGNATURA 1 2 3 4 5 6 7 8 TOT<strong>AL</strong><br />

ESTUDIANTES <strong>12</strong> 53 26 10 2 1 104<br />

% <strong>12</strong>% 51% 25% 10% 2% 1% 0% 0% 100%<br />

Fuente: Construcción del autor<br />

Un alto porcentaje de docentes (85%) y estudiantes (89%) saben qué es<br />

la tutoría; el 69% de docentes dicen llevar a cabo esta actividad y el 56%<br />

de los estudiantes la utilizan (gráficas 6, 16 y 17).<br />

El 62% de los docentes (gráfica 7) consideran que al diseñar el currículo del<br />

programa se deben tener en cuenta el concepto de créditos académicos,<br />

por cuanto el sistema aplicado de manera adecuada puede llevar a una<br />

mejor formación. Los créditos académicos implican infraestructura básica,<br />

organización, contenidos, tiempo, modelo y prácticas pedagógicas, con el<br />

fin de lograr la formación y movilidad estudiantil.<br />

No hay unidad de criterio sobre el número de créditos asignado a cada curso,<br />

porque el sistema no fue implementado de manera clara y precisa, ni claridad<br />

en la comunidad académica, la infraestructura y demás requerimientos.<br />

La implementación de los créditos académicos en el programa de Contaduría<br />

Pública de la UPTC, seccional Sogamoso, ha impactado en forma positiva<br />

en cuanto ha beneficiado a los estudiantes por la flexibilidad (movilidad)<br />

y a los que han entendido el sistema les ha permitido adelantar el proceso<br />

de formación en forma adecuada; no obstante, en su implementación no<br />

se hicieron los estudios pertinentes, la capacitación y aplicación en las<br />

asignaturas, por tanto, se observan falencias en el desarrollo, propiciando<br />

339


Luis María Barrera Piragauta<br />

el facilismo y el desmejoramiento de la calidad de la educación, por cuanto<br />

en la práctica se sigue por el sistema tradicional.<br />

Bibliografía<br />

Alvarado Valencia, Jorge Andrés. (2005). Propuesta de estrategias pedagógicas<br />

y evaluativas adaptadas al sistema de créditos académicos para<br />

la asignatura de inferencia estadística.<br />

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Ponencia presentada en el primer encuentro de los miembros de CONACES.<br />

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el primer encuentro de los miembros de CONACES.<br />

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Cátedra.<br />

________ (2001). El método. Las ideas. Ediciones Cátedra.<br />

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abierta al aprendizaje. Granica.<br />

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Créditos académicos,<br />

Acuerdos 052 de 2004 y 050 de 2008. Plan de estudios del Programa de<br />

Contaduría Pública, Resolución 03 de 2005.<br />

340 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 3<strong>12</strong> - 341


¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en el programa de<br />

contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Universidad de Deusto. (2005). Tuning educational structures in Europe.<br />

Disponible en: http://www.relint.deusto.es/tuningProject/index.htm (consultado:<br />

agosto 10 de 2009).<br />

Luis María Barrera Piragauta<br />

barreraluism@gmail.com<br />

Contador Público. Especialista en Gerencia de Pequeña y Mediana Empresa; Control<br />

de Gestión; y Revisoría Fiscal. Diplomado en Diseño Curricular y Formación<br />

de Pares Académicos; Docencia Universitaria; e Informática Aplicada. Docente<br />

de Planta del Programa de Contaduría Pública de la UPTC de Sogamoso. Ha<br />

elaborado las siguientes publicaciones: Consolidación de estados financieros; La<br />

función gerencial en el diseño de proyectos formativos; Aportes para la construcción<br />

de una contabilidad alternativa pensada desde la perspectiva del pensamiento<br />

complejo. Ponente en eventos de carácter nacional y par académico del Ministerio<br />

de Educación Nacional.<br />

341


Análisis del régimen de contabilidad<br />

gubernamental de Colombia y su perspectiva<br />

forense en el subproceso de reconocimiento<br />

Resumen<br />

El presente trabajo se deriva de un<br />

estudio realizado en la Universidad<br />

Central (por parte del autor) donde se<br />

analizaron 82 informes de los municipios<br />

auditados por la Superintendencia<br />

Nacional de Salud, para la vigencia de<br />

2008 y primer trimestre de 2009, relacionados<br />

con la determinación de los<br />

saldos de las cuentas maestras, y que<br />

permitieron obtener información de los<br />

entes territoriales sobre el manejo del<br />

subproceso de reconocimiento contable,<br />

y cuya conclusión deriva a considerar<br />

que las prescripciones emitidas por la<br />

Contaduría General de la Nación no son<br />

suficientes para determinar el carácter<br />

forense de la contabilidad (respecto<br />

de soportes, comprobantes y libros,<br />

subproceso de reconocimiento), y que<br />

las prácticas verificadas en los entes territoriales<br />

no cumplen con el precepto de<br />

legalidad de los libros de contabilidad,<br />

conllevando, por lo tanto, a desvirtuar<br />

la consideración de los mismos con<br />

valores probatorios.<br />

Conviene precisar que las alusiones<br />

de contabilidad pública obedecen a la<br />

necesaria coherencia con las disposiciones<br />

existentes en Colombia, pero<br />

que realmente deben considerarse en la<br />

noción de contabilidad gubernamental.<br />

Palabras clave<br />

Contabilidad gubernamental, libros de<br />

contabilidad, contabilidad forense.<br />

Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

Abstract<br />

This paper derivates from a research<br />

conducted at Universidad Central (by the<br />

author) in which 82 reports of the towns<br />

audited by the Health Superintendency<br />

during 2008 and the first quarter of 2009<br />

were analyzed. Those reports were related<br />

to the determination of the balance<br />

of the master accounts and allow me to<br />

obtain information of these towns and<br />

how they managed the subprocess of<br />

accounting recognizance. As a result we<br />

can infer that the bylaws of the General<br />

Accounting of the Nation are no enough<br />

to determine the forensic character of<br />

accounting (in relation to support documents,<br />

invoices and books, sub-process<br />

of recognizance) and that the practices<br />

applied to these towns do not comply<br />

with the bylaw of legality of the Accounting<br />

Books, what lead to invalidate those<br />

books as documents of proof.<br />

It is important to clarify that to allude<br />

to public accounting is a consequence<br />

of the necessary coherence with the<br />

existing norms in Colombia, but that<br />

they should be considered as part of<br />

the notion of governmental accounting.<br />

Key words<br />

Governmental accounting, accounting<br />

books, forensic accounting.<br />

Primera versión recibida en julio de <strong>2011</strong> - Versión final aceptada en noviembre de <strong>2011</strong><br />

Artículo derivado de la investigación denominada Análisis y reconstrucción de las prácticas contables en<br />

los Fondos Locales de Salud de Colombia, realizada durante el año 2010, y cuyos resultados se presentaron<br />

en el primer semestre de <strong>2011</strong>.<br />

342 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

1. Fundamentos legales del Sistema Nacional de Contabilidad Pública<br />

en Colombia (contabilidad gubernamental)<br />

Previo al análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia,<br />

conviene precisar el marco jurídico aplicable en materia contable, que<br />

constitucionalmente le corresponde a la Contaduría General de la Nación.<br />

Para el efecto se resaltan aquellos aspectos contenidos en el artículo 4º<br />

de la Ley 298 de 1996 (Congreso de la República de Colombia, 1996)<br />

que se dirige a las formas prescriptivas del manejo contable de los entes<br />

territoriales y sus entidades descentralizadas, que determina lo siguiente:<br />

Artículo 4. Funciones de la Contaduria General de la Nacion.<br />

La Contaduría General de la Nación desarrollará las siguientes<br />

funciones: a) Determinar las políticas, principios y normas sobre<br />

contabilidad, que deben regir en el país para todo el sector público. b)<br />

Establecer las normas técnicas generales y específicas, sustantivas<br />

y procedimentales, que permitan uniformar, centralizar y consolidar<br />

la contabilidad pública. [...] g) Establecer los libros de contabilidad<br />

que deben llevar las entidades y organismos del sector público,<br />

los documentos que deben soportar legal, técnica, financiera y<br />

contablemente las operaciones realizadas, y los requisitos que éstos<br />

deben cumplir. [...]<br />

En virtud de la Ley 298 antes citada (Congreso de la República de Colombia,<br />

1996), se establece la necesidad de existencia y adecuación de<br />

áreas financieras y contables de las entidades obligadas, acorde con los<br />

lineamientos que establece la Contaduría General de la Nación (ver artículo<br />

5º). De igual forma, la ley aludida, establece el Sistema Nacional de<br />

Contabilidad Pública que contiene las políticas, normas y procedimientos<br />

técnicos de contabilidad que versan sobre las operaciones, recursos y<br />

actividades de los entes públicos en la generación de información para la<br />

toma de decisiones y el control de la administración pública (ver artículo 7º).<br />

Existe una diferencia entre la contabilidad general de la nación y la contabilidad<br />

pública, conforme a lo estipulado en los artículos 9 y 10 de la Ley<br />

298 de 1996 (Congreso de la República de Colombia, 1996). La contabilidad<br />

pública comprende la contabilidad general de la nación y la de las<br />

entidades y organismos descentralizados, territorialmente o por servicios,<br />

independientemente del orden a que pertenezcan o la forma jurídica de las<br />

entidades que manejen o administren recursos públicos.<br />

Desde 1996, hasta nuestro tiempo, la Contaduría General de la Nación ha<br />

emitido diversas normas, cada vez más profusas y atinentes a situaciones<br />

generales y específicas, de las cuales sólo interesa denotar que mediante<br />

Resolución 354 de 2007 (Contaduría General de la Nación, 2007), se<br />

adoptó un Régimen de contabilidad pública de obligatoria observancia que<br />

comprende:<br />

343


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

• El plan general de contabilidad pública.<br />

• El manual de procedimientos.<br />

• La doctrina contable pública.<br />

La Resolución 354 (Contaduría General de la Nación, 2007), ya citada,<br />

establece el régimen de contabilidad pública en el cual se estructuran las<br />

prescripciones a observar en materia de contabilidad gubernamental. En<br />

esta perspectiva, dicho régimen determina el Sistema Nacional de Contabilidad<br />

Pública, en su título II, en los siguientes términos:<br />

31. Desde el punto de vista conceptual y técnico, la contabilidad<br />

pública es una aplicación especializada de la contabilidad que, a<br />

partir de propósitos específicos, articula diferentes elementos para<br />

satisfacer las necesidades de información y control financiero,<br />

económico, social y ambiental, propias de las entidades que<br />

desarrollan funciones de cometido estatal, por medio de la utilización<br />

y gestión de recursos públicos. Por lo anterior, el desarrollo del<br />

SNCP implica la identificación y diferenciación de sus componentes,<br />

tales como las instituciones, las reglas, las prácticas y los recursos<br />

humanos y físicos.<br />

32. Los elementos que componen el SNCP son: el ente regulador, que<br />

es la Contaduría General de la Nación; la regulación contable pública,<br />

es decir, el régimen de contabilidad pública emitido por el regulador;<br />

los sistemas electrónicos o manuales, soporte para la construcción y<br />

conservación de la contabilidad; los contadores públicos responsables<br />

de la preparación y presentación de la información; las entidades<br />

contables públicas que emiten y presentan información y sus<br />

representantes legales en calidad de responsables; la información<br />

contable pública, estructurada en diferentes tipos de informes<br />

contables; los evaluadores internos y externos de la información,<br />

como los órganos de control fiscal y las auditorías; y los usuarios de<br />

la información contable pública, entre ellos las autoridades de control,<br />

de planeación y gestión de las políticas públicas y la ciudadanía.<br />

Las prácticas y lo sujetos (para nuestro caso los contadores públicos) hacen<br />

parte del Sistema Nacional de Contabilidad Pública, lo cual permite ubicar<br />

como un punto de inflexión o análisis de tales prácticas las disposiciones<br />

establecidas y los acatamientos de los sujetos de dichas disposiciones,<br />

específicamente en aquellas relacionadas con los libros, documentos y<br />

soportes. Es importante destacar que en la determinación de entidad contable<br />

pública, el régimen en cuestión expresa que es la unidad productora<br />

de información que puede ser una unidad jurídica, administrativa y/o económica,<br />

que desarrolla funciones de cometido estatal y controla recursos<br />

públicos 1 , y que, por lo tanto, debe desarrollar el proceso contable y producir<br />

1 Ver párrafo 34, Régimen de contabilidad pública (Contaduría General de la Nación, 2007).<br />

344 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

los estados, informes y reportes contables de conformidad con la normativa<br />

expedida por la Contaduría General de la Nación.<br />

1.1. Preceptos del proceso contable público<br />

Existen definiciones derivadas del Régimen de contabilidad pública relacionadas<br />

con la actividad y toma de decisiones de las entidades contables<br />

y el control sobre tales entidades, de conformidad con los párrafos 39 y 40<br />

(Contaduría General de la Nación, 2007). Sin embargo, interesa señalar<br />

que el proceso contable, que permite el reconocimiento y revelación de las<br />

transacciones, hechos y operaciones financieras, económicas, sociales y<br />

ambientales, posibilita la toma de decisiones y el control en las entidades<br />

públicas.<br />

Conforme con lo expresado, el proceso contable se concreta en el reconocimiento<br />

y revelación de información 2 . El subproceso de reconocimiento,<br />

según el régimen de contabilidad pública, considera:<br />

• La captura de datos, y para ello se fundamenta en soportes.<br />

• La inclusión en una estructura de clasificación cronológica y conceptual,<br />

y para ello utiliza los comprobantes de contabilidad.<br />

• La representación, para lo cual convierte la información mediante la<br />

aplicación de partida doble, y considera los principios, normas generales<br />

y específicas de los elementos de los estados financieros (que incluye<br />

normas técnicas).<br />

• Estructuración de libros de contabilidad, en los cuales se sistematizan<br />

los elementos conceptuales y técnicos de representación de la realidad<br />

económica, al tiempo que se constituyen en valores probatorios.<br />

Por otra parte, el subproceso de revelación, prescrito en el régimen de<br />

contabilidad pública, considera la generación de estados, informes y reportes<br />

contables, encaminados a la toma de decisiones y al control sobre los<br />

recursos por parte de múltiples usuarios de información, conforme con lo<br />

definido en el párrafo 63 (Contaduría General de la Nación, 2007) y que describen<br />

las pautas y criterios seguidos en la etapa previa de reconocimiento.<br />

La información contable pública se estructura sobre unas características<br />

de confiabilidad, relevancia y compresibilidad, unas pautas o principios<br />

descritos en los párrafos 102 a 104 del régimen de contabilidad pública<br />

(Contaduría General de la Nación, 2007). Los principios de contabilidad<br />

pública son: gestión continuada, registro, devengo o causación, asociación,<br />

medición, prudencia, periodo contable, revelación, no compensación<br />

y hechos posteriores al cierre.<br />

2 Ver párrafo 61, Régimen de contabilidad pública (Contaduría General de la Nación, 2007).<br />

345


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

1.1.1. Subproceso de reconocimiento contable<br />

El proceso contable de las entidades públicas se relaciona con los soportes,<br />

comprobantes y libros de contabilidad. Para esbozar el contenido que<br />

caracteriza cada uno de los elementos del subproceso de reconocimiento,<br />

conforme a las disposiciones contenidas en el Régimen de contabilidad<br />

pública, se prescriben unas normas técnicas genéricas que establecen los<br />

criterios para el registro de transacciones, hechos y operaciones que se<br />

relacionan con las formalidades, conservación y custodia, entre otras, de<br />

los soportes, comprobantes y libros de contabilidad 3 .<br />

El subproceso de reconocimiento debe garantizar los preceptos de legalidad<br />

(fundamento jurídico), autenticidad (correspondencia con la formalidad<br />

jurídica), e integridad (respecto del contenido), con miras al adecuado ejercicio<br />

de inspección, vigilancia y control. Otra característica interesante es<br />

la posibilidad de elaboración de soportes, comprobantes y libros de forma<br />

manual o automatizada (Contaduria General de la Nación, 2007).<br />

336. Los soportes, comprobantes y libros de contabilidad forman<br />

parte integral de la contabilidad pública y pueden ser elaborados, a<br />

elección del representante legal, en forma manual o automatizada<br />

de acuerdo con la capacidad tecnológica y operativa de la entidad<br />

contable pública que se trate.<br />

Soportes de contabilidad: respecto de los soportes de contabilidad, el<br />

Régimen de contabilidad pública determina una noción que contiene algunas<br />

características que deben observar tales soportes 4 y se clasifican en<br />

internos y externos.<br />

Como características específicas de los soportes se destacan que los mismos<br />

son relaciones, escritos o mensajes de datos que deben:<br />

1. Anteceder los registros contables.<br />

2. Adjuntarse a los comprobantes de contabilidad.<br />

3. Archivarse y conservarse en el orden en que hayan sido expedidos.<br />

Del análisis de las prescripciones del Régimen de contabilidad pública<br />

enunciadas para los soportes contables se generan algunas inquietudes así:<br />

• ¿Cómo adjuntar mensajes de datos en los comprobantes contables, si<br />

estos últimos son documentos físicos?<br />

3 Ver párrafos 335 y 336 del numeral 9.2, normas técnicas relativas a los soportes, comprobantes y<br />

libros de contabilidad. Régimen de contabilidad pública en Colombia (Contaduría General de la<br />

Nación, 2007).<br />

4 Ver párrafos 337 y 338, normas técnicas relativas a los soportes, comprobantes y libros de contabilidad.<br />

Régimen de contabilidad pública en Colombia (Contaduría General de la Nación, 2007).<br />

346 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

• ¿Cómo adjuntar mensajes de datos en los comprobantes contables, si<br />

estos últimos, a su vez, son mensajes de datos?<br />

• Si los soportes se adjuntan a los comprobantes de contabilidad (en cualquier<br />

forma), y en consideración a su origen interno o externo, ¿cómo se<br />

archivan y conservan en el orden en que fueron expedidos?<br />

Los interrogantes formulados son indicadores del requerimiento de precisiones<br />

legales sobre los soportes contables<br />

Comprobantes de contabilidad: por otra parte, el Régimen de contabilidad<br />

pública determina la noción, y algunas características, de los comprobantes<br />

de contabilidad (Contaduría General de la Nación, 2007) en el siguiente<br />

sentido:<br />

9.2.2 Comprobantes de contabilidad. 339. Noción. Los comprobantes<br />

de contabilidad son los documentos en los cuales se resumen las<br />

operaciones financieras, económicas, sociales y ambientales de<br />

la entidad contable pública y sirven de fuente para registrar los<br />

movimientos en el libro correspondiente. Deben elaborarse en<br />

castellano con base en los documentos soporte, indicando la fecha,<br />

origen, descripción y cuantía de las operaciones, cuentas afectadas,<br />

personas que los elaboran y autorizan y numerarse en forma<br />

consecutiva y continua; su codificación se hará de acuerdo con el<br />

catálogo general de cuentas.<br />

340. Las entidades contables públicas deben elaborar, entre otros,<br />

comprobantes de contabilidad de ingreso, egreso y general. El<br />

comprobante de ingreso resume las operaciones relacionadas<br />

con el recaudo de efectivo o documento que lo represente. El<br />

comprobante de egreso constituye la síntesis de las operaciones<br />

relacionadas con el pago de efectivo o su equivalente. Por su parte,<br />

el comprobante general resume las operaciones relacionadas con<br />

movimientos globales o de integración, tales como estimaciones,<br />

ajustes, correcciones y otras operaciones en las que no interviene<br />

el efectivo o su equivalente.<br />

341. Los comprobantes deben incluir información de máximo un<br />

mes, por medios manual, mecánico o electrónico y conservarse de<br />

manera que sea posible su verificación posterior. Podrán agrupar o<br />

resumir varias operaciones realizadas por las diversas áreas de la<br />

entidad contable pública.<br />

Es de recordar que en el párrafo 336 antes citado (Contaduría General de la<br />

Nación, 2007), se establece la posibilidad de elaboración automatizada de<br />

los comprobantes de contabilidad, pero en los párrafos 339 y 340 se definen<br />

como documentos 5 . Dentro de las características de los comprobantes de<br />

contabilidad se resaltan las contenidas en la tabla 1.<br />

5 Esta situación no contradice la idea de trabajo sobre la insuficiencia de las disposiciones regulativas<br />

relacionadas con el carácter forense de libros, comprobantes y soportes de contabilidad, pues<br />

347


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

Tabla 1. Variables que deben contener los comprobantes de contabilidad<br />

1. Existencia documental 2. Expresar el resumen de operaciones<br />

3. Previos, fuentes, a los registros en libros 4. Elaborarse en castellano<br />

5. Debidamente soportado 6. Indicar fecha de operaciones<br />

7. Señalar origen de operaciones 8. Describir operaciones<br />

9. Debidamente cuantificados 10. Cuentas contables afectadas<br />

11. Personas que elaboran <strong>12</strong>. Personas que autorizan<br />

13. Numeración consecutiva 14. Numeración continua<br />

15. Clasificados de forma adecuada 16. Conservación (archivo)<br />

17. Integridad (información de máximo un mes)<br />

Fuente: Elaboración propia<br />

Las características de los comprobantes de contabilidad establecen precisiones<br />

sobre la forma y contenido de los mismos, situación que facilita la<br />

verificación de la observancia normativa en las entidades públicas.<br />

Libros de contabilidad: con relación a los libros de contabilidad, el Régimen<br />

de contabilidad pública (Contaduría General de la Nación, 2007) señala<br />

en los párrafos 342 a 349, inclusive, la noción de libros de contabilidad en<br />

términos de estructuras que de forma cronológica y nominativa sistematizan<br />

los datos provenientes de las transacciones, hechos y operaciones de las<br />

entidades contables, y alude su constitución como “soporte documental” 6 .<br />

Interesante observar la definición de libros de contabilidad en términos de<br />

estructuras que sistematizan datos de transacciones, hechos y operaciones.<br />

Una síntesis de las características relevantes de libros de contabilidad se<br />

presenta en la tabla 2.<br />

Tabla 2. Variables que deben contener los libros de contabilidad<br />

1. Cronológicos 2. Nominativos, respecto de las cuentas y grupos de<br />

cuentas<br />

3. Base documental, por ello deben ser verificables, 4. Clasificados (principales o auxiliares)<br />

preferiblemente impresos<br />

5. Aplicar partida doble (para el caso de los principales<br />

Diario General y Mayor – movimientos débitos<br />

6. Indicación de comprobantes de contabilidad<br />

y créditos)<br />

7. Indicar saldos (para el caso del libro Mayor) anteriores<br />

y acumulados<br />

8. Cuentas contables afectadas (conforme al Plan<br />

General de Contabilidad Pública - Catálogo General<br />

de Cuentas)<br />

lo que denota es precisamente que existen contradicciones o ambigüedades en las disposiciones<br />

emitidas por la Contaduría General de la Nación, que por una parte señala la posibilidad de elaboración<br />

y conservación automatizada de los comprobantes de contabilidad, pero luego precisa que<br />

éstos son documentos.<br />

6 Ver disposiciones en materia de libros de contabilidad. Régimen de contabilidad pública (Contaduría<br />

General de la Nación, 2007), párrafos 342 a 349.<br />

348 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

9. Validez / legalidad [Oficialización mediante elaboración de 10. Numeración de folios sucesiva y continua<br />

un acta de apertura que suscribirá el representante legal de la<br />

entidad contable pública, la cual debe conservarse, o registro<br />

mercantil si es el caso]<br />

11. Expresamente nominados (nombre) <strong>12</strong>. Llevarse en castellano<br />

13. Contener el número y fecha de los comprobantes<br />

de contabilidad, que le sirven de respaldo<br />

14. Integridad de la información contable pública,<br />

contener todos los movimientos según comprobantes<br />

15. Observar normas sobre corrección de errores 16. Observar normas sobre anulación de folios<br />

17. Observar normas sobre diligenciamiento (libros<br />

físicos)<br />

Fuente: Elaboración propia<br />

Los anteriores ítems se constituyen en variables básicas a verificar dentro<br />

de las formas del procesamiento contable para entidades gubernamentales.<br />

Los enunciados anteriores generan algunas dudas sobre la posibilidad del<br />

manejo automatizado de libros de contabilidad (conforme a lo señalado en<br />

el párrafo 336 antes descrito), pues la característica de soporte documental<br />

pareciera expresar la necesidad de contar con libros físicos; la numeración<br />

de folios de forma sucesiva y continua, las normas sobre corrección, anulación<br />

y diligenciamiento apoyan esta afirmación. Sin embargo, queda la certeza<br />

de los demás ítems señalados, de los cuales se destaca la necesidad<br />

de observar el precepto de validez o legalidad, previo al diligenciamiento de<br />

libros, que incluyen a los libros automatizados, mediante acta de apertura.<br />

Respecto de las normas sobre tenencia, conservación y custodia de soportes,<br />

comprobantes y libros de contabilidad, el Régimen de contabilidad<br />

pública determina unas formalidades de responsabilidad, asignación, reproducción<br />

exacta, conservación y exhibición de los mismos en los párrafos<br />

350, 351, 353 y 354 que se trascriben seguidamente (Contaduría General<br />

de la Nación, 2007):<br />

9.2.4 Tenencia, conservación y custodia de los soportes,<br />

comprobantes y libros de contabilidad. 350. La tenencia,<br />

conservación y custodia de los soportes, comprobantes y libros de<br />

contabilidad es de la responsabilidad del representante legal o quien<br />

haga sus veces, el cual podrá designar mediante acto administrativo<br />

esta responsabilidad.<br />

351. Cuando las entidades contables públicas preparen la contabilidad<br />

por medios electrónicos, debe preverse que tanto los libros de<br />

contabilidad principales como los auxiliares y los estados contables<br />

puedan consultarse e imprimirse. La conservación de los soportes,<br />

comprobantes y libros de contabilidad puede efectuarse, a elección<br />

del representante legal, en papel o cualquier otro medio técnico,<br />

magnético o electrónico, que garantice su reproducción exacta.<br />

353. El término de conservación de los soportes, comprobantes y<br />

libros de contabilidad es de diez (10) años, contados a partir del 31<br />

349


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

de diciembre del período contable al cual corresponda el soporte,<br />

comprobante y libro de contabilidad, sin perjuicio de las normas<br />

específicas de conservación documental que señalen las autoridades<br />

competentes.<br />

9.2.5 Exhibición de soportes, comprobantes y libros de<br />

contabilidad. 354. Toda la documentación contable que constituya<br />

evidencia de las transacciones, hechos y operaciones efectuadas por<br />

la entidad contable pública debe estar a disposición de los usuarios<br />

de la información, en especial, para efectos de inspección, vigilancia<br />

y control por parte de las autoridades que los requieran.<br />

1.1.2. Subproceso de revelación contable<br />

Como se afirmó en párrafos anteriores, el proceso contable también incluye<br />

el subproceso de revelación que conforme con el Régimen de contabilidad<br />

pública, comprende las normas relacionadas con los estados, informes y<br />

reportes contables (párrafos 355 al 397).<br />

Las revelaciones, relacionadas con los estados contables, establecen una<br />

primera característica de existencia, e inmediatamente la debida certificación.<br />

Respecto de las notas a los estados contables básicos (que son parte<br />

integrante de los mismos), existen unas características de contenido,<br />

conforme a los párrafos 375 a 381 del Régimen de contabilidad pública,<br />

que establecen un carácter general y otro específico de las mismas. Para<br />

el sentido que interesa, la existencia y contenido deben considerar los aspectos<br />

de políticas y prácticas contables, movimiento, resultados, recursos<br />

restringidos, y demás situaciones particulares.<br />

El subproceso de revelación se cumple con la preparación, certificación<br />

y difusión de los estados contables de propósito general, de las notas a<br />

los estados contables básicos y de informes específicos que se enuncian:<br />

• Balance general.<br />

• Estado de actividad financiera, económica, social y ambiental.<br />

• Estado de cambios en el patrimonio.<br />

• Estado de flujos de efectivo.<br />

• Las notas a los estados contables básicos, que forman parte integral de<br />

los mismos.<br />

• Informes contables específicos.<br />

• Informes por segmentos.<br />

• Informes contables complementarios.<br />

• Informes de objetivos.<br />

350 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

• Informe de cuadro de mandos o tableros de control.<br />

• Informe de operaciones efectivas de caja.<br />

• Informe de fuentes y usos de ingresos.<br />

Para estos preceptos de revelación se deben tener en cuenta formalidades<br />

relacionadas con la identificación del ente, nombre del estado o informe<br />

pertinente, periodo a que corresponden, deben ser comparativos, deben<br />

estar debidamente certificados y suscritos por quienes lo elaboran. De igual<br />

forma, debe existir correspondencia con los libros de contabilidad, deben<br />

ser oportunos y contener la información con base en las características y<br />

principios de contabilidad contenidos en el Régimen de contabilidad pública.<br />

1.2. Prescripciones en materia de control interno contable<br />

El proceso contable de reconocimiento y revelación requiere de la aplicación<br />

de normas relacionadas con el control que garanticen una adecuada consecución<br />

de los objetivos y cualidades de la información contable pública.<br />

Al respecto, el Régimen de contabilidad pública presenta en su párrafo 40<br />

un sentido amplio que se orienta hacia la posibilidad de evaluación de las<br />

responsabilidades en el cumplimiento de los fines y finalidades del Estado,<br />

y en el uso y mantenimiento de los recursos y del patrimonio público, conforme<br />

con el marco legal pertinente. La Contaduría General de la Nación,<br />

mediante Resolución 357 de 2008 adoptó el procedimiento de control<br />

interno contable y de reporte del informe anual de evaluación con destino<br />

a dicha entidad, con miras a garantizar razonablemente la producción de<br />

información contable confiable, relevante y comprensible.<br />

La observancia de las normas relativas a la implementación de controles<br />

al proceso contable público corresponde a las entidades expresamente<br />

señaladas en el Régimen de contabilidad pública establecido mediante<br />

Resolución 354 (Contaduría General de la Nación, 2007). En esta perspectiva<br />

los jefes de control interno, los auditores o quienes actúen como<br />

tales, son los responsables de evaluar la implementación y efectividad del<br />

control interno contable, dentro del modelo estándar de control interno MECI.<br />

Adicional a la información contable requerida por la Contaduría General de<br />

la Nación, es necesario que al corte de cada periodo se elabore y remita a<br />

dicha entidad un informe anual de evaluación del control interno contable,<br />

debidamente suscrito por el representante legal y el jefe de la oficina de<br />

control interno, o de quien haga sus veces (ver artículos 4 y 5 de la Resolución<br />

357 de 2007, CGN).<br />

De acuerdo con el procedimiento para la implementación y evaluación del<br />

control interno contable prescrito por la Contaduría General de la Nación, se<br />

requiere, en aras de garantizar la confiabilidad, relevancia y comprensibilidad<br />

de la información contable, que la información revelada en los estados<br />

351


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

contables sea susceptible de comprobaciones y conciliaciones exhaustivas<br />

o aleatorias, internas o externas, observando siempre la aplicación estricta<br />

del Régimen de contabilidad pública para el reconocimiento y revelación de<br />

las transacciones, hechos y operaciones realizadas por la entidad contable<br />

pública (Contaduría General de la Nación, 2008, pág. 4). La situación aludida,<br />

respecto de las comprobaciones, deben considerarse en la perspectiva<br />

forense de los soportes, comprobantes y libros de contabilidad.<br />

2. Análisis de las prácticas contables en los Fondos Locales de Salud,<br />

subproceso de reconocimiento<br />

El subproceso de reconocimiento en el proceso contable de las entidades<br />

públicas en general incluye: soportes de contabilidad, comprobantes de<br />

contabilidad, libros de contabilidad.<br />

Se analizaron 82 informes de los municipios auditados por la Superintendencia<br />

Nacional de Salud, para la vigencia de 2008 y primer trimestre de<br />

2009. En las entidades que no se suministraron libros, comprobantes o<br />

soportes contables manifestados expresamente en los informes analizados,<br />

se consideró como inexistente.<br />

Para el caso de información electrónica (en libros y comprobantes contables)<br />

se entiende por defecto el cumplimiento de algunas variables contenidas<br />

en el análisis, por ello la calificación subsiguiente es automática, excepto<br />

aquellas variables relacionadas con la legalidad (en el caso de libros de<br />

contabilidad). Para este tipo de situaciones, no se les aplican las variables<br />

relacionadas con la observancia de normas sobre corrección de errores,<br />

anulación y diligenciamiento de folios.<br />

Respecto a la evaluación de libros de contabilidad sólo se consideran las<br />

prescripciones relacionadas con libros oficiales de contabilidad (en especial<br />

con los libros: mayor y balances, y diario general), distinto de las consideraciones<br />

de libros auxiliares que no son objeto de análisis.<br />

2.1. Soportes contables<br />

El análisis correspondiente se basa en un promedio de 87% de las entidades<br />

sobre las cuales se obtuvo información del manejo de los soportes<br />

contables (promedio de 71 entes territoriales). De tales entidades se observa<br />

un manejo adecuado promedio de 93% respecto de las variables<br />

analizadas asociadas a los soportes de contabilidad, que incluyen aspectos<br />

relacionados con su existencia, identificación, cronología, archivo y contenido<br />

(ver gráfica 1). La observancia de los aspectos señalados, denota la<br />

importancia de los soportes dentro de las actividades propias que realizan<br />

los contables.<br />

352 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

Gráfico 1. Análisis de cumplimiento prescripciones sobre soportes contables en algunos<br />

entes territoriales (2008-2009)<br />

96.1%<br />

95.8%<br />

95.7%<br />

89.7% 91.5%<br />

91.5%<br />

3.9%<br />

4.2%<br />

4.3% 10.3%<br />

8.5%<br />

8.5%<br />

Existencia<br />

Identificación del<br />

ente<br />

Fecha que<br />

antecede a los<br />

registros<br />

contables<br />

Adjuntarse a los<br />

comprobantes de<br />

contabilidad<br />

Archivo y<br />

conservación<br />

Coherencia de<br />

contenido<br />

CUMPLIMIENTO<br />

INCUMPLIMIENTO<br />

Fuente: elaboración propia<br />

2.2. Comprobantes de contabilidad<br />

La verificación de observancia de los comprobantes de contabilidad, inició<br />

con el reconocimiento de que la información disponible corresponde a<br />

cada una de las variables de forma distinta, siendo 95% la mayor, y 34% la<br />

menor, es decir, de los 82 informes, se analizaron por variable y se obtuvo<br />

información en algunos casos de 78 entes, y en otros sólo se obtuvo de 28,<br />

teniendo un promedio de 63 (77% de la muestra observada).<br />

Se pudo determinar que 6 entes territoriales de categoría 6 diligencian de<br />

forma electrónica los comprobantes de contabilidad, sin que exista copia<br />

impresa (y su consecuente archivo) y sin soportes de los mismos.<br />

La información obtenida se divide por variable examinada y por ello sólo<br />

conviene destacar aquellas variables que no alcanzan a ser mayoritariamente<br />

observadas, relacionadas con los elementos de formalidad como las<br />

firmas de quienes elaboran y autorizan tales comprobantes (ver gráfica 2).<br />

De igual forma, de manera destacable, se observa que una cuarta parte<br />

de los entes analizados, se caracterizan porque en sus comprobantes de<br />

contabilidad no discriminan las cuentas contables afectadas. En las demás<br />

variables se puede afirmar que existe una observancia general sobre las<br />

demás disposiciones sobre comprobantes de contabilidad.<br />

353


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

Gráfica 2. Análisis de variables de comprobantes de contabilidad - Fondos Locales de Salud<br />

4% 4% 3% 3% <strong>12</strong>% 4% 3% 3% 4% 25% 54% 65% 18% 18% 8% 18% 3%<br />

1<br />

0.9<br />

0.8<br />

0.7<br />

0.6<br />

0.5<br />

0.4<br />

0.3<br />

0.2<br />

0.1<br />

0<br />

CUMPLIMIENTO INCUMPLIMIENTO<br />

Fuente: elaboración<br />

propia<br />

2.3. Libros de contabilidad<br />

El análisis de libros de contabilidad considera dos formas de usanza de tales<br />

libros. Algunas entidades, desde aplicativos informáticos, sólo diligencian<br />

información de carácter electrónica, considerando por lo tanto que sus libros<br />

de contabilidad son de igual manera electrónicos, pues lo asocian a reportes<br />

(virtuales o impresos) sin la observancia de algunos o todos los preceptos<br />

de legalidad de tales libros. No obstante, otras entidades, con el apoyo<br />

354 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

de aplicativos informáticos mantienen los libros de contabilidad de forma<br />

impresa, teniendo que observar por lo tanto las disposiciones en la materia.<br />

En tanto dato interesante, se observa que el 46% de las entidades examinadas<br />

manejan el concepto de libros electrónicos de contabilidad (ver<br />

gráfica 3), mientras que el restante 54% diligencia los libros de contabilidad<br />

en aplicativos contables, pero efectúa las impresiones o reportes correspondientes,<br />

aplicándole todas las variables antes descritas para libros de<br />

contabilidad.<br />

Gráfica 3. Usanza de libros de contabilidad electrónicos e impresos en algunos<br />

entes territoriales analizados<br />

% LIBROS ELECTRÓNICOS<br />

54%<br />

46%<br />

% LIBROS IMPRESOS CON<br />

APOYOS ELECTRÓNICOS<br />

Fuente: elaboración propia<br />

En el caso de las entidades que utilizan el concepto de libros electrónicos<br />

de contabilidad, no es posible (acorde con las definiciones) aplicarle las<br />

variables que se enuncian seguidamente:<br />

• Numeración de folios sucesiva y continua<br />

• Observar normas sobre corrección de errores<br />

• Observar normas sobre anulación de folios<br />

• Observar normas sobre diligenciamiento (libros físicos)<br />

Cabe destacar que en los informes analizados se puede observar que<br />

ninguno de los entes utiliza esquemas de mensajes de datos en su contabilidad<br />

y, en este sentido, no se cumple con las condiciones para considerar<br />

la información electrónica como valor probatorio, de conformidad con la<br />

normativa vigente.<br />

355


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

Gráfico 4. Análisis de cumplimiento de variables sobre libros de contabilidad general<br />

10% 11% 11% 11% <strong>12</strong>% 15% 11% <strong>12</strong>% 74% 11% 11% 15% 14%<br />

INCUMPLIMIENTO<br />

CUMPLIMIENTO<br />

Fuente: elaboración propia<br />

Se obtuvo información<br />

del 90% (promedio) de<br />

las entidades cobijadas<br />

en los informes analizados.<br />

Se puede verificar<br />

que el 89% en promedio<br />

observa las disposiciones<br />

en materia de<br />

existencia, cronología,<br />

nominación de cuentas,<br />

clasificación, aplicación<br />

de partida doble, indicación<br />

de comprobantes<br />

de contabilidad, saldos<br />

(para el caso del libro mayor)<br />

y cuentas contables<br />

afectadas, entre otras,<br />

como práctica general. Sin embargo, tales correspondencias carecen de<br />

fundamento cuando se confirma que sólo el 26% de las entidades poseen<br />

un acto administrativo que da cuenta de la legalidad de tales libros (ver<br />

gráfico 4), situación que desdibuja las demás características para el diligenciamiento<br />

de libros de contabilidad.<br />

En lo concerniente sólo a libros físicos de contabilidad se verificaron las<br />

variables de numeración, corrección de errores, anulación de folios y diligenciamiento,<br />

observando que existe un incumplimiento promedio de casi<br />

la mitad (49%) de las entidades que utilizan este tipo de libros contables,<br />

significando que una de cada dos entidades presenta dificultades para<br />

aplicar las normas sobre dichas variables (ver gráfica 5).<br />

356 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

en el subproceso de reconocimiento<br />

Gráfica 5. Análisis de variables sobre libros de contabilidad físicos<br />

100%<br />

90%<br />

80%<br />

70%<br />

60%<br />

50%<br />

40%<br />

30%<br />

20%<br />

10%<br />

0%<br />

Numeración de<br />

folios<br />

29%<br />

71%<br />

Normas -<br />

corrección de<br />

errores<br />

57% 57% 53%<br />

43% 43% 47%<br />

Normas - anulación<br />

de folios<br />

Normas -<br />

diligenciamiento<br />

(libros físicos)<br />

INCUMPLIMIENTO<br />

CUMPLIMIENTO<br />

Fuente: elaboración propia<br />

Conclusiones<br />

En el Sistema Nacional de Contabilidad Pública (SNCP), los contadores<br />

públicos como sujetos responsables de la preparación y presentación de la<br />

información, no están cumpliendo con algunas disposiciones en la materialización<br />

de dicho sistema, relacionada con el proceso contable de conformidad<br />

con la normativa expedida por la Contaduría General de la Nación.<br />

En el análisis del subproceso de reconocimiento contable se pudo determinar<br />

que existe mayor observancia en las disposiciones relacionadas con<br />

soportes y comprobantes contables, con excepciones en las identificaciones<br />

de elaboración y autorización de los últimos. En lo concerniente a libros de<br />

contabilidad, el 46% de las entidades examinadas manejan el concepto de<br />

libros electrónicos de contabilidad, mientras que el restante 54% diligencian<br />

libros de contabilidad en aplicativos contables, pero efectúan las impresiones<br />

o reportes correspondientes.<br />

Aunque existe una mayor observancia sobre soportes y comprobantes<br />

de contabilidad, es de anotar que es preponderante la falta de legalidad<br />

de los libros de contabilidad (físicos y virtuales) en los entes analizados<br />

desvirtuando la característica forense de la contabilidad.<br />

La información electrónica de los entes territoriales analizados no está<br />

amparada bajo el esquema de mensajes de datos, sino que sólo conservan<br />

la información en un aplicativo, el cual es susceptible de modificación en<br />

cualquier tiempo, por lo cual se requiere de disposiciones o regulaciones<br />

claras en materia de elaboración, conservación y custodia de ese tipo de<br />

información. Con la legislación vigente en Colombia, pareciera ser que<br />

357


Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

carece de todo fundamento legal la información contable así tratada, aun<br />

cuando existieren actos administrativos internos que prescriban dicho manejo,<br />

situación que afecta los procesos de reconocimiento y revelación de<br />

información contable de las entidades.<br />

La mayor observancia normativa de las actividades contables se denota<br />

en los soportes de contabilidad que son obtenidos por medios físicos, aun<br />

cuando existen algunas incongruencias con las prescripciones de la Contaduría<br />

General de la Nación, relacionadas con los soportes como mensajes<br />

de datos. En este sentido, se observa que las prescripciones del Régimen<br />

de contabilidad pública no son suficientes para determinar las características<br />

de los soportes de contabilidad.<br />

Bibliografía<br />

Calderón R., C. (2000). Planeación estatal y presupuesto público. Bogotá:<br />

Legis.<br />

Congreso de la República de Colombia. (1993). Ley 42 de 1993. Sobre la<br />

organización del sistema de control fiscal financiero y los organismos que<br />

lo ejercen. Bogotá, Colombia.<br />

Congreso de la República de Colombia. (2000). Ley 617 de 2000, por la cual<br />

se reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, el Decreto Extraordinario <strong>12</strong>22<br />

de 1986, se adiciona la ley orgánica del presupuesto, el Decreto 1421 de<br />

1993, y se dictan otras normas tendientes a fortalecer la descentralización.<br />

Bogotá, Colombia.<br />

Contaduría General de la Nación. (2007). Resolución 248 de julio de 2007,<br />

por la cual se establece la información a reportar, los requisitos y los plazos<br />

de envío a la Contaduría General de la Nación. http://www.santander.<br />

gov.co/santander/phocadownload/resoluciones-departamentales/Resolucion_248_del_2007.pdf<br />

(14/02/<strong>2011</strong>).<br />

Contaduría General de la Nación. (2007). Resolución 354 de 2007, por la<br />

cual se adopta el Régimen de contabilidad pública, se establece su conformación<br />

y se define el ámbito de aplicación. Bogotá, Colombia.<br />

Contaduría General de la Nación. (2007a). Resolución 356 de 2007, por la<br />

cual se adopta el manual de procedimientos del Régimen de contabilidad<br />

pública. Bogotá, Colombia.<br />

Contaduría General de la Nación. (2008). Resolución 357 de 2008, por la<br />

cual se adopta el procedimiento de control interno contable y de reporte<br />

del informe anual de evaluación a la Contaduría General de la Nación.<br />

Bogotá, Colombia.<br />

358 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>. págs. 342 - 359


Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su perspectiva forense<br />

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Contaduría General de la Nación. Diapositivas: armonización del Plan general<br />

de contabilidad pública (PGCP) con estándares internacionales de<br />

contabilidad pública (IPSAS). http://www.veeduriadistrital.gov.co/es/grupo/<br />

g285/web/Adopcion%20IPSAS%20sector%20publico.pdf. (14/02/<strong>2011</strong>).<br />

Elizondo, A. (2002). Metodología de la investigación contable. México:<br />

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Méndez, C. (2001). Metodología, diseño y desarrollo del proceso de investigacion.<br />

3ª ed., Bogotá: Mc Graw Hill.<br />

Ortega C., A. (2000). Hacienda pública. Bogotá: Ecoe ediciones.<br />

Presidencia de la República de Colombia. (1996). Decreto 111 de 1996,<br />

por el cual se compilan la Ley 38 de 1989, la Ley 179 de 1994, y la Ley<br />

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Restrepo, J. C. (2000). Hacienda pública. 5ª ed., Bogotá: Universidad Externado<br />

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Romero R., E. (2007). Presupuesto y contabilidad pública: una visión práctica<br />

actualizada a NIC-SP. 3ª ed., Bogotá: Ecoe Ediciones.<br />

Talero, A. (1999). El derecho de las finanzas públicas. Bogotá: Legis.<br />

Universidad del Valle - Superintendencia Nacional de Salud. (2009). Informes<br />

convenio 145 de 2008.<br />

Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

koperar@gmail.com<br />

Docente del departamento de Contaduría Pública de la Universidad Central (Bogotá).<br />

Contador Público. Magíster en Contabilidad y Auditoría de Gestión (USACH).<br />

Especialista en Revisoría Fiscal y Control de Gestión y en Docencia Universitaria.<br />

Ponente y conferencista en eventos académicos de carácter nacional.<br />

359


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contable y las reflexiones académicas de disciplinas relacionadas. Los argumentos<br />

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académico y en esa medida fija los presentes criterios de publicación, que actuarán<br />

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técnica contable y las disciplinas que se consideren conexas con ella, siempre en<br />

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un proceso de reflexión académica que sustente rigurosamente el criterio del autor<br />

sobre el tema expuesto. La fecha límite para la recepción de artículos es el 30<br />

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360 Lúmina <strong>12</strong>, <strong>Enero</strong> - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>.


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Programa de Contaduría Pública<br />

Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas<br />

Carrera 9 Nº 19-03<br />

Tel. (57) (6) 887 96 80. Fax 884 14 43<br />

Manizales, Caldas. Colombia.<br />

Cualquier inquietud respecto a estos criterios, será gustosamente atendida por la<br />

dirección editorial de LÚMINA.<br />

Carlos Emilio García Duque<br />

Director Editorial<br />

Jhon Henry Cortés Jiménez<br />

Coordinador Editorial<br />

361


R<strong>evista</strong><br />

lumina<br />

t<br />

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Suscripción nacional por un año: Profesionales: $15.000 - Estudiantes: $<strong>12</strong>.000<br />

Suscripción nacional por dos años: Profesionales: $25.000 - Estudiantes: $20.000<br />

Se debe consignar en el Banco de Bogotá, cuenta corriente N° 428079628, o en Bancolombia,<br />

cuenta corriente N° 07008236974. Se debe enviar copia de consignación y hoja de suscripción<br />

al fax 8841443, indicando en cada hoja: «destinado a programa de contaduría pública».<br />

Además debe informarse de la suscripción a los siguientes e-mail: r<strong>evista</strong>lumina@umanizales.<br />

edu.co y cegarcia@umanizales.edu.co<br />

Último ejemplar recibido / Last issue mailed<br />

Año / Year Número / Number Fecha / Date<br />

363


lumina <strong>12</strong><br />

Modelo de control estratégico de arquitectura organizacional<br />

Rafael Franco Ruiz<br />

Pensando los fundamentos de la contabilidad como disciplina académica<br />

Mauricio Gómez Villegas<br />

Representación contable: de la revelación de los hechos a la<br />

construcción de la realidad<br />

Marco Antonio Machado Rivera<br />

Producción académica sobre educación contable en Colombia<br />

2000-2009: incidencia de la pedagogía crítica<br />

Fabiola Loaiza Robles<br />

Medición del valor económico agregado EVA de las empresas<br />

de Caldas en el periodo 2000-2008<br />

Gabriel Eduardo Escobar Arias - Rubén Darío Arango Álvarez<br />

Alejandra Molina Osorio - Francisco Javier Arias Vargas<br />

Perspectivas de investigación, retórica y contabilidad: una invitación<br />

Fabián Leonardo Quinche Martín<br />

La docencia en el lugar equivocado<br />

Walter Abel Sánchez Chinchilla<br />

El campo científico de la contabilidad: panorama<br />

internacional de las r<strong>evista</strong>s<br />

Hugo Arlés Macías Cardona<br />

Tatiana Moncada Ruiz<br />

Una redefinición de la contabilidad socioambiental a partir del paradigma<br />

de la complejidad: consideraciones teóricas básicas<br />

Adolfo Enrique Carbal Herrera<br />

Una mirada del pasado hacia el futuro de evolución<br />

del pensamiento contable<br />

Dilia Castillo Nossa<br />

Gloria Cecilia Dávila Giraldo<br />

¿Cómo ha sido la aplicación de los créditos académicos y el impacto en<br />

el programa de contaduría pública en la UPTC de Sogamoso?<br />

Luis María Barrera Piragauta<br />

Análisis del régimen de contabilidad gubernamental de Colombia y su<br />

perspectiva forense en el subproceso de reconocimiento<br />

Esteban Segundo Martínez Salinas<br />

La R<strong>evista</strong> Lúmina está indexada<br />

en Publindex Categoría C.<br />

ISSN 0<strong>12</strong>3 4072<br />

Facultad de Ciencias Contables,<br />

Económicas y Administrativas<br />

Programa de Contaduría PúbliCa<br />

Centro de Investigaciones Contables y Desarrollos Alternativos<br />

Colombia 366 $15.000. Lúmina Exterior <strong>12</strong>, US$ <strong>Enero</strong> 15. - <strong>Diciembre</strong>, <strong>2011</strong>.<br />

Cindal

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