Psiconeuroinmunología una nueva frontera de la medicina

Psico neuroinmunología una
ueva frontera de la medicina:
La integración mente cuerpo
"No hay cambio en la mente ni en el alma
Que no se refleje en el cuerpo;
ni cambio en el cuerpo
Que no se refleje en la psique"
Aristóteles.
Luis Fernando Samper Hincapié
Profesor titular Facultad de Ciencias para la Salud Universidad de Caldas y
Universidad de Manizales
Eduardo Ángulo García
Profesor asistente Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Caldas
Sonia Roció De la Portilla Maya
Residente de Psiquiatría Universidad de Caldas

RESUMEN
Se habla del cerebro humano como al final de una historia de los seres vivientes, se debe
hacer un planteamiento del cerebro y el pensamiento.
Siempre se ha dicho que el cerebro es el órgano del pensamiento. Aristóteles planteaba «que la
función del cerebro era antagonista a la del corazón».
Hipócrates enseño «que el cerebro es la sede de las sensaciones, el órgano de los
movimientos y de los juicios»
La relación entre el cerebro, pensamiento y el mundo no podría ser concebida, como la
reproducción mental de los afectos físicos producidos en el cerebro por la Introducción en el
mundo exterior prestando a este afecto la vía de los canales Sensoriales.
La mente humana origen de actos y fantasías, ideas y sensaciones ha fascinado al hombre a
través del tiempo. Durante siglos la búsqueda del conocimiento de la mente y su relación con el
cuerpo fue una cuestión filosófica y espiritual.
El pensar que debemos vivir en un equilibrio físico, mental y espiritual es desear mantenernos
en homeostasis, que se da cuando la mente y el espíritu que irradia todo el organismo, siendo el
verdadero estado de los seres biológicos, el cual es alterado por el medio ambiente o los
elementos patógenos procedentes del mismo.
Palabras Claves
Homeostasis
Psique - Neural — Inmunología - Neuroquímica - Endocrinología

Introducción
El surgimiento de la Psiconeuroinmunología (PNI) responde a la necesidad de articular
la visión holística del ser Humano, que sustenta la influencia recíproca entre los
diferentes sistemas: biopsicosocio -espiritual, permitiendo conocer y comprender la
manera en que los factores emocionales, cognitivos y conductuales, modulan los
sistemas orgánicos.
Las enfermedades no se pueden atribuir únicamente a causas orgánicas, sino que
muchas de ellas son consecuencia de comportamientos inadaptados y a un entorno
cambiante, razón por la cual surge la necesidad inminente de hallar un método que integre
el cuerpo con la mente.
La mente por su parte, es la suma de emociones, pensamientos y voluntad percibidos a
través de nuestro aparato receptivo, mediante el cual conocemos, experimentamos y
reaccionamos frente al mundo externo e interno, gracias a la memoria, los recuerdos y
las percepciones, para formar finalmente los conceptos, a través de complejas
interacciones cerebrales internas, con el resto del organismo y con el mundo exterior.
La PNI constituye una ciencia de enorme aplicación práctica, que explica, describe y
predice el origen, evolución y tratamiento de enfermedades tales como el SIDA, el
Cáncer, la artritis reumatoide, las enfermedades autoinmunes, las infecciones virales y
bacterianas, el asma alérgica, el síndrome de Guillam Barré, la obesidad y las alergias
entre otras. En esta forma, se perfilan novedosas y complejas modalidades de abordaje
clínico, terapéutico y de intervención psicoeducativa interdisciplinaria, altamente
alentadoras
Breve reseña Histórica
En la década de los sesenta, George Solomo M.D. y Rudolf Moos M.D., de la
Universidad de California, San Francisco, relacionaron las emociones con el sistema
inmune en pacientes con artritis reumatoidea, describiendo los factores psicológicos en
enfermedades autoinmunes, así como la presencia de enfermedades inmunológicas
en pacientes con enfermedades mentales severas, integrando así los dos sistemas,
dando así el origen a la disciplina llamada Psicoinmunología
En 1975 Robert Ader, adicionó el prefijo "nauro", luego de sus investigaciones, que
esclarecen algunos mecanismos de integración de la corteza cerebral y el sistema
inmune con una gran participación del sistema endocrino. David Felten de Rochester
descubrió la inervación de los órganos inmunes, especialmente el timo, órgano linfoide, en
donde los linfocitos aprenden a ser linfocitos T. (2)
Hugo Basedovski, en Suecia, descubrió que después de inmunizarse el cuerpo con
vacunas, se producen cambios en la actividad eléctrica cerebral y en los núcleos
ventromediales del hipotálamo, el cual a su vez afecta las hormonas del eje
hipotálamo-hipófisis -suprarrenal, entre las cuales se destacan los corticosteroides,
conocidos ampliamente como depresores del sistema inmune. Estos estudios
constituyen la primera evidencia científica de la vía inversa de comunicación, es decir,
desde el sistema inmune hacia el cerebro
Mackenzie, (1986), reporta que un paciente con reacciones alérgicas a las rosas,
experimentaba un ataque cuando era expuesto a rosas artificiales. Hill (1930) observó

que la fotografía de un campo de heno producía ataques de fiebre en sujetos muy
sensibles. En conjunto, las observaciones e investigaciones clínicas apoyan la hipótesis
de un componente psicológico en las reacciones de hipersensibilidad inmediata como
en el asma, afecciones dermatológicas, trastornos en los cuales los mecanismos
inmunológicos tienen una implicación fundamental (Bayes, 1987, 1989) (2)
El sistema inmunitario (SI.), no se circunscribe a un órgano específico. Es "un montón
de células y no tiene una anatomía fija" , (4 así como tampoco es un sistema
independiente. Hay fuerzas no inmunológicas potentes que influyen en el desarrollo y
función del S. I.
Edwin Bllacklook, de la Universidad de Texas, encontró que las células del sistema
inmune fabrican hormona ACTH y Beta endorfinas, las que hasta ese momento solo se
habían reportado como de producción controlada por el cerebro. Se enmarca así la
novedosa ciencia de la Psiconeuroendocrinoinmunologia (PNEI)
"El Sexto Sentido" o sistema nervioso líquido
El Sistema inmunológico es considerado como el "Sexto sentido", receptor periférico y
extensión del cerebro para el tacto molecular (detección de antígenos). Por sus
reconocidos atributos, el Psiquiatra Joel Elkes. de la Universidad de Lousville, ha
llamado al S.l, "el sistema Nervioso líquido" (J, concepto compartido por el bioquímico de
la Universidad de Texas, Edwin Blalock, quien además encontró en sus investigaciones
que los Glóbulos blancos pueden elaborar sustancias prácticamente idénticas a los
péptidos que produce el Sistema nervioso, tales como la ACTH, hormona protagonista
en las reacciones ante el estrés. De ahí que el S.l. tenga la misma capacidad de
reaccionar al estrés.
Otra evidencia de la influencia del S.l sobre el Sistema Nervioso la aportan las acciones de
las citokinas o interleukinas, polipéptidos mediadores de la respuesta inmune e
inflamatoria liberados por linfocitos activados, las cuales se ha demostrado que actúan
en varios tejidos incluyendo el Sistema nervioso central y periférico, como mediadoras
de varías neuropatogénesis, y tanto la cito quina IL1 como la IL2 e interferón poseen
además la capacidad de activar el eje hipotálamo- hipófisis-adrenal. ( 3 )
Por su parte, las hormonas y neurotransmisores que el cerebro segrega y controla,
tienen afinidad por las células inmunológicas: la prolactina ejerce efecto estimulador del
S.l, las endorfinas y la ACTH modifican también las respuestas ante antígenos, y
particularmente los glucocorticoides, ejercen su influencia directa como inmunosupresores.
Ciertos estados mentales y sentimientos pueden producir profundas consecuencias
bioquímicas, que hoy en día pueden ser explicadas científicamente, gracias a la
Psiconeuroinmunoendocrinología. (PNIE)
El Doctor Albert Goldsteín encontró claros defectos inmunológicos en la sangre de
pacientes esquizofrénicos, y observó que cuando se les administraba clorpromazina,
no solo desaparecían algunos síntomas esquizofrénicos sino que también lo hacían
algunas anormalidades microscópicas del S.l. (4)

La clorpromazina además de su conocido efecto anti sicótico, es también un
imunoinhibidor. Las mismas acciones que restringen el sistema inmunológico, y
disminuyen el daño causado por las enfermedades autoimunes, restringen también los
efectos de la esquizofrenia en el cerebro. Esta correlación permite inferir que el
cerebro es sensible a algunos de los compuestos bioquímicos que producen
desequilibrio en el sistema inmunológico.
Lesiones cerebrales y efectos sobre el SI
En 1958, dos investigadores Húngaros: Geza Philipp y Szentivany, descubrieron que al
quitar la parte media del hipotálamo, podían proteger a los conejos en experimentación,
del shock anafiláctico. Demostraron que los animales cuyos cerebros habían sido
afectados selectivamente, presentaban escasa reacción a un alérgeno. En Rusia, Elena
Korneva, del Instituto de Medicina Experimental de Leningrado, descubrió que al
seccionar selectivamente partes diferentes del hipotálamo, por ejemplo, la porción
dorsal, se suprimía la reacción inmunitaria tanto celular como humoral.
El Psiquiatra Norteamericano George Solomón, se basó en el trabajo de Korneva y
repitió algunos de sus experimentos, con resultados similares, pero además, sorprendió
un nuevo hallazgo: al lesionar el hipotálamo, también se afectaba el Timo.
El hipotálamo no es la única parte del cerebro que participa en la regulación de las
funciones inmunitarias. Gerard Renoux, investigador francés observó que en pacientes
con daños neocortícales graves, especialmente del hemisferio izquierdo (dominante),
se presenta disminución de la actividad inmunológica, sugiriendo entonces una
influencia cerebral. Hasta ahora, no ha sido posible aislar centros específicos de control
inmunitario en el cerebro humano.
Otros factores internos y externos que afectan
la respuesta inmune
Metalnikov y Chornie en Rusia, experimentaron con conejos a quienes se les aplicó un
antígeno en las orejas, las cuales fueron previamente privadas de circulación, hallando
anticuerpos específicos en respuesta al antígeno inyectado, no obstante la interrupción
del transporte circulatorio. La conclusión fue que el tejido nervioso está en capacidad
de reconocer aproximadamente diez millones de antígenos a los que puede responder el
S.l.,
Entre otros factores de influencia para el S.l se destaca el factor tiempo. El S.l responde
a los relojes externos e internos (ritmo circadiano), como lo demostró Franz Halberg,
especialista en cronobiología, demostró en un estudio de los relojes internos en ratones,
que al exponerlos a cantidades constantes de radiaciones en diferentes horas del día, la
respuesta inmune varía, mostrando mayor inmunosupresión en las horas de la
madrugada y un pico óptimo, hacia las siete de la mañana.
Lo anterior permite inferir que los medicamentos tienen efectos distintos en horas
diferentes del día.
El S.l. comparte algunas de las características propias del cerebro, tales como la
capacidad para aprender, reaccionar a modulación externa e interna, recibiendo
múltiples interconexiones e influjos de diversos sistemas orgánicos incluyendo al
mismo cerebro.

Una de las demostraciones más espectaculares de la relación íntima entre el cerebro y
el S.l, la constituyen la serie de experimentos realizados por el Psicólogo Robert Ader
de la Universidad de Rochester, al comprobar que el S.l. podía condicionarse. .
Condicionamiento clásico
De las respuestas inmunológicas
Al igual que múltiples respuestas conductuales, las respuestas inmunitarias de tipo
celular, humoral e inespecífico, como mecanismos de defensa del organismo, son
susceptibles de aprendizaje por condicionamiento clásico Pavloviano. "La inmuno
modulación condicionada", funciona tanto en sentido de inmunosupresión como de
Inmunoestimulación. Este fenómeno aporta bases teóricas, experimentales y clínicas en
el complejo salud -enfermedad.
En este campo se destacan las investigaciones de Ader, (1975), quien realizó
experimentos con ratones con Lupus Eritematoso, pareando la Cyclofosfamida (CY),
medicamento inmunosupresor, con la sacarina -un azúcar -. Posteriormente, logró
causar inmunosupresión dando sacarina sola, siendo éste un ejemplo de
condicionamiento Pavloviano clásico el cual permite comprender los procesos de
aprendizaje y condicionamiento en un subsistema biológico, tradicionalmente considerado
como autónomo y ajeno a tal posibilidad de modulación.
El condicionamiento de respuestas inmunológicas nos permite además estudiar la
inferencia de diversos sistemas interactuantes, SNC, S. I. que operan
concertadamente para incrementar la capacidad adaptativa del individuo.
Se abre así una amplia gama de aplicaciones e investigaciones en el campo de la
inmuno farmacoterapia como proceso de aprendizaje y condicionamiento, así
Como también, en el análisis experimental del "efecto placebo", como una respuesta
condicionada inmunológica.
Síntesis de algunas evidencias científicas de la
interacción del SNC, Sistema Endocrino y Sistema
Inmunológico
• La Respuesta inmunológica puede ser condicionada.
• La estimulación eléctrica o lesiones en sitios específicos del cerebro alteran la
función inmunológica.
• En animales experimentales y en observaciones en humanos, el estrés provoca
alteraciones en la respuesta inmunológica y altera la susceptibilidad a tumores y a
otras enfermedades.
• La activación del sistema inmunitario está relacionada con la activación
neurofisiológica, neuroquímica y neuroendocrina de las células cerebrales.
• En humanos hay correlación entre estados psicológicos y estados inmunológicos.
• Los tratamientos cognitivos comportamentales afectan parámetros del Sistema
Inmunológico.

Efectos del Estrés en el SI. Y la susceptibilidad para
contraer enfermedades
En sentido estricto, el estrés es una fuerza que aplicada a un sistema lo deforma. Esas
fuerzas o presiones psicológicas y sociales perturban el equilibrio de la persona,
generando una excesiva activación orgánica de, gran resonancia emocional. (Latorre,
1994)
El estrés y las emociones han sido asociados con cambios fisiológicos sustanciales,
incluyendo la actividad del sistema simpático adrenal, el sistema hipotálamo- pituitario -
adrenocortical y otros sistemas endocrinos, ya sea para mantener la homeostasis y
proteger al individuo de la enfermedad, o para facilitar, a su vez, el proceso de la enfermedad
(Asterita, 1985)
Estudios demuestran que diferentes eventos vitales estresantes afectan la inmunidad
tornando al individuo más vulnerable para contraer enfermedades, o influyendo en el curso y
pronóstico de las mismas. El estrés, "per se" no es oncogénico, pero la incapacidad de
controlarlo, permite el desarrollo de células tumorales, exacerbar la enfermedad tiroidea, el SIDA
y puede desencadenar crisis diabéticas, lupus, asma, esclerosis múltiple y alergias y otros.
Las células inmunológicas auxiliares, llamadas células nulas o asesinas naturales
(natural killer) revisten gran importancia en la PNI, por ser principalmente ellas las
encargadas de reconocer y destruir tumores y células infectadas, preservando las
células normales.
Según estudios realizados por Valdés y Flores en 1994, se demuestra que el estrés
disminuye consecuente de la actividad de las células natural killer, así como también, la
actividad de los Linfocitos T y B. Cuanto mayor ansiedad, menos anticuerpos se
forman tras la exposición a sustancias o factores potencialmente nocivos.
La disminución celular está mediada por efectos del eje hipotálamo -hipófisis -
suprarrenal y el sistema nervioso simpático, desencadenando finalmente un aumento
de cortisol y catecolaminas. Se ha demostrado que inyectar epinefriña en animales, se
produce una redistribución de los linfocitos fuera de las áreas de almacenamiento hacia
la circulación, reduciendo al tiempo, el funcionamiento de los linfocitos (Carry y cois, 1083,
Eriksson y Hedfyrs, 1977; Feltenycols, 1985; GaderyCash, 1975)
Ante el estrés se liberan además, endorfinas y péptidos semejantes a la morfina, los
cuales han mostrado efectos supresores de la respuesta linfocitaria a mitogenos y a la
actividad de las células NK (Morley y col. 1987)
Se han encontrado anormalidades en la función del sistema inmune en los desórdenes
emocionales tales como depresión y aún en ciertos estados de ánimo, sentimientos de
impotencia y carencia de control sobre eventos estresantes (Restak 1989) (1)
Seligman y col. (1988) sustentan dicha hipótesis tras analizar el "estilo explicativo"
definiéndose este como las formas habituales en donde los individuos explican los
eventos que les ocurren, lo cual parece ser un factor de riesgo para la salud física.
Demuestran que las personas con estilo explicativo pesimista tenían fuerte correlación
con el desarrollo de trastornos inmunológicos en comparación con los individuos
optimistas. ...

Explorando la mente y el espíritu en el contexto
de la PNIE
El hombre actual sufre cada vez mas estrés y más enfermedades. No obstante los
vertiginosos avances científicos y conquistas intelectuales, adolece de un
conocimiento básico de sí mismo, que le sirva de fuerza orientadora capaz de ampliar
las opciones de vida en busca de la paz y la armonía.
No en vano el literato Ernesto Sábato escribe en una reciente obra: " La ciencia ha
logrado deshumanizarla humanidad gestando un monstruo de tres cabezas: el
racionalismo, el materialismo y el individualismo. .. Se quebró la armonía entre el
hombre consigo mismo y con el cosmos." (Antes del Fin)
En un intento por recuperar dicha armonía, en los últimos tiempos se ha visto un
creciente auge de las ciencias humanistas y las filosofías orientales, lo que bien
podría simbolizarse como la búsqueda de la "espiritualidad".
Sin pretender dar una connotación religiosa, la relación entre el cuerpo y el espíritu es
semejante a la que existe entre un edificio y sus cimientos; éstos aunque ocultos bajo la
tierra, siguen siendo el apoyo indispensable del edificio. De modo análogo, el espíritu
es el sustentáculo del cuerpo y de la mente.
En el marco de las estrategias sanitarias mundiales, la Asamblea Mundial de la Salud
definió en 1984 la dimensión espiritual como "Un fenómeno que no es material por su
naturaleza sino que pertenece al reino de las ideas, así como de las creencias, los
valores y la ética que surgen en la mente y la conciencia de los seres humanos" y
afirmó la dimensión espiritual de la salud.
La espiritualidad nos invita a un proceso de introspección, que empieza con la pregunta:
"¿Quién soy yo?". De hecho, ¡os sabios filósofos de la antigüedad proclamaban el lema:
"Conócete a ti mismo", el cuaí nos lleva a aceptar que somos un cuerpo del cual forma
parte un cerebro y una mente, con pensamientos, recuerdos y deseos.
El proceso del descubrimiento del YO, lleva consigo la purificación de la mente con
respecto a la ira, el odio, la envidia, la codicia y otros sentimientos, fuentes de conflicto
y sufrimiento, para substituirlos por valores humanos superiores, tales como: la verdad,
el amor, la paz, y la solidaridad, las cuales se hacen presentes en nuestros
pensamientos, luego en nuestros sentimientos y finalmente en nuestros actos.
La serenidad y la caima son algunas de las máximas disciplinas de la vida humana,
pues "e/ hombre no está a merced de su herencia y su ambiente; si modifica su
pensamiento, puede modificar su vida" 2
El conocimiento por sí solo, no puede subsanar la crisis actual y futura. La sabiduría es
el catalizador necesario para utilizar nuestro conocimiento del mundo en aras de una
comprensión cabal de nosotros mismos y del universo en el cual vivimos, para así,
armonizar con el cosmos. (11)

Tratamiento cognitivo
Comportamental y función inmunológica
Las técnicas psicoterapéuticas comportamentales pueden ser usadas como alternativa
útil coadyuvante para incrementar la respuesta inmune. (Wolpe, 1977, Yates 1976,
Ardila, 1988, kiecolt Glaser 1990).
También han contribuido favorablemente las prácticas rutinarias de ejercicio físico,
técnicas de relajación y autocontrol.
Por consiguiente queda planteada la necesidad de aunar esfuerzos desde los
diferentes campos profesionales y disciplinas humanistas, para mejorar las técnicas de
intervención y dominio de las enfermedades.
Perspectivas y nueva frontera de la PNIE
en medicina
Queda demostrada científicamente la relación entre los estados psicológicos y la salud
o enfermedad, instando a un nuevo enfoque transdisciplínarío para el abordaje
terapéutico efectivo.
Los resultados de la PNIE son alentadores en cuanto a las posibilidades de aplicar
estrategias psicoterapéuticas para:
• Mejorar la calidad de vida de las personas
• Reducir el riesgo de enfermedades
• Disminuir el tiempo de las mismas
• Aumentar la soprevida en pacientes con enfermedades terminales.
• Se abren nuevas perspectivas para futuras investigaciones que complementen y
amplíen el campo de esta prometedora disciplina científica.

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