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Capítulo 1
FUNDAMENTOS Y METODOS PARA UNA INVESTIGACION
CIENTIFICA EN EL AREA DE LA TRADUCCION
EMILIO LOPEZ
1.1. BASES PARA UNA CIENCIA DE LA TRADUCCION
El problema que aquí nos ocupa es el del desarrollo de una disciplina que
aborde científicamente el estudio de la traducción. Antes de comenzar su
estudio es preciso hacer mención de algunas definiciones que contribuirán a
delimitar nuestro objeto de análisis ya dimensionar el alcance de las
conclusiones que se obtengan.
La traducción, como oficio, es una actividad práctica, que es llevada a cabo
por un traductor, con fines esencialmente pragmáticos y, en una gran mayoría
de los casos, utilitarios. Para ello, el traductor se vale de un cuerpo de
principios, conocimientos y aptitudes que le permiten alcanzar su objetivo con
mayor o menor éxito. Cabe aquí mencionar una primera distinción en torno a
nuestro objeto de análisis. La actividad del traductor, así como la entrega de
orientaciones para dicha actividad, no constituyen nuestro ámbito de interés,
por lo que este libro no está destinado hacia el ejercicio de la traducción ni le
prestará utilidad directa. Su objetivo es proponer una metodología que permita
abordar el conocimiento de la actividad traductora y la búsqueda de los
principios que la orientan.
Los principios que guían la toma de decisiones del traductor son de diversa
índole. En primer lugar, en toda traducción, y en particular en la literaria, se
considera una serie de principios estéticos que condicionan los distintos estilos
que puede tomar una traducción. En segundo lugar, otras decisiones son de
naturaleza ética, que toman en cuenta las consecuencias de dichas decisiones y
hacen optar por una u otra, en función de normas y valores compartidos por el
traductor, sus usuarios y los destinatarios de su producto. Finalmente, el
traductor cuenta con un cuerpo teórico de conocimientos que le permiten
considerar las variables y los factores que implican determinados efectos,
pudiendo manejarlos para obtener un fin deseado. Estos principios están
siempre presentes, ya sea consciente o inconscientemente, y todo traductor los
combina en forma particular al enfrentar cada trabajo. Esto hace que la
actividad de traducción pueda ser considerada una técnica o un arte, según el
énfasis en principios teóricos o estéticos.