¡CARAMBOLA!

Vandalismo a la vista de todos
El vandalismo y la formación de pandillas han existido toda la vida, pero en la actualidad este
problema ha incrementado de manera increíble, va subiendo como la espuma.
Ahora el simple hecho de caminar por las calles de tu barrio implica tener muy abiertos los ojos y estar
analizando quien camina detrás o al lado de ti. Es muy común encontrar grupos de adolescentes de
entre 14 a 17 años de edad en las esquinas tomando, fumando, ya sea tabaco o marihuana, rayando
las paredes con grafitti, drogándose y en el peor de los casos, vendiendo ellos mismos la droga.
Los vecinos de esas calles ya no pueden vivir en paz, ya no pueden salir a caminar con sus hijos
por miedo a que los menores tomen ese mal ejemplo o peor aún, que los dañen. La interrogante
más común en estos casos es ¿y dónde están los padres?, pero en la mayoría de los casos éstos
están bien enterados de lo que sus hijos están haciendo en las calles: robando, insultando a la
gente e incluso matando, pero todo esto a los ojos de los padres de estos adolescentes es “normal”,
culpan a que no les pudieron dar una educación buena o también que es la ley de la vida y
en la calle sabrán formarse, creencia errónea y muchas veces retrógrada por parte de los padres.
Otra situación que preocupa es
que en las mismas calles ya pueden
encontrarse a muchachitas
que oscilan también entre esos
rangos de edad, prostituyéndose
por algunas monedas. Es triste
ver como acaban poco a poco
con sus vidas y como es que esas
mismas
muchachitas
en poco tiempo
terminan embarazadas y por
el vicio tienen a sus bebes
con malformaciones físicas, abortándolos o terminando con la vida de los dos.
La mejor solución para poder erradicar poco a poco con este tipo de
problemas es denunciar a las autoridades correspondientes sobre lo que se
observa y lo que se sabe alrededor de esos “barrios” que se forman en las
calles aledañas de donde se vive, perder el miedo a hablar, porque decir
lo que está mal es buen indicio para poder llegar a cambiar las cosas.
Adolescentes forman parte del barrio
Por parte de los padres, la mejor manera de evitar esto es hablar con sus
hijos, darles confianza de que les cuenten las circunstancias por las que at
raviesan, sus problemas y dudas para así poder llevarlos por un camino
positivo y así hacer que tengan un futuro más alentador que el que tienen
muchachos pandilleros; escucharlos no juzgarlos y siempre apoyarlos, hablar
con sus hijos sobre las drogas y los problemas que les pueden traer a lo largo
de los años y mostrarles que lo mejor es llevar una vida sana y sin problemas.