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REFLEXIONES CATÓLICAS SOBRE LA BIBLIA<br />

Arquidiócesis <strong>de</strong> Miami - Ministerio <strong>de</strong> formación cristiana<br />

Julio <strong>de</strong> 2013 XIV Domingo <strong>de</strong> Tiempo Ordinario (Ciclo C)<br />

Lectura <strong>de</strong> santo Evangelio según San Lucas 10:1-12, 17-20<br />

En aquel tiempo, <strong>de</strong>signó el Señor otros setenta y dos y los mandó por <strong>de</strong>lante, <strong>de</strong> dos en dos, a todos los pueblos y lugares adon<strong>de</strong><br />

pensaba ir él. Y les <strong>de</strong>cía: “<strong>La</strong> mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño <strong>de</strong> la mies que man<strong>de</strong> obreros a su mies.<br />

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como cor<strong>de</strong>ros en medio <strong>de</strong> lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os <strong>de</strong>tengáis a<br />

saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, <strong>de</strong>cid primero: “Paz a esta casa.” Y si allí hay gente <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong>scansará sobre<br />

ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed <strong>de</strong> lo que tengan, porque el obrero merece su salario.<br />

No andéis cambiando <strong>de</strong> casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y <strong>de</strong>cid:<br />

“Está cerca <strong>de</strong> vosotros el Reino <strong>de</strong> Dios.” Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y <strong>de</strong>cid: “Hasta el polvo <strong>de</strong> vuestro<br />

pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino <strong>de</strong> Dios.” Os<br />

digo que aquel día será más lleva<strong>de</strong>ro para Sodoma que para ese pueblo.” Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: “Señor,<br />

hasta los <strong>de</strong>monios se nos someten en tu nombre.”<br />

Él les contestó: “Veía a Satanás caer <strong>de</strong>l cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el<br />

ejército <strong>de</strong>l enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque<br />

vuestros nombres están inscritos en el cielo.”<br />

Comentario breve:<br />

El evangelio <strong>de</strong> hoy continúa con los gran<strong>de</strong>s temas <strong>de</strong>l discipulado y misión apostólica. Los discípulos <strong>de</strong> Jesús, aquellos que han<br />

respondido a su llamado a seguirle y a acompañarle, los envía <strong>de</strong>lante ‘a cada pueblo y lugar don<strong>de</strong> pensaba ir’. Sin excepción, cada<br />

bautizado es ungido y fortalecido por el Espíritu Santa para la misión cristiana; esta misión incluye la proclamación <strong>de</strong>l mensaje evangélico<br />

con palabras y obras, y así preparar el camino para la visita <strong>de</strong>l Señor con los cuales el intenta encontrarse. Jesús envió sus discípulos en<br />

pares como testigos, porque se consi<strong>de</strong>raba que se necesitaban dos para atestiguar sobre la veracidad <strong>de</strong> algo. El los instruyo a viajar<br />

ligeros, no <strong>de</strong>pendiendo en sus propios recursos solamente, pero en la provi<strong>de</strong>ncia divina y la hospitalidad <strong>de</strong> la gente. Este ‘consejo<br />

evangélico’ <strong>de</strong> ‘pobreza por la causa <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios’ no es un consejo que solamente los misioneros y santos como San Francisco y<br />

Santa Clara <strong>de</strong> Asís adoptaron; es también uno que cada cristiano, or<strong>de</strong>nado, religioso y laico, <strong>de</strong>be a aspirar. Hoy, tanto como en los<br />

mismos principios <strong>de</strong> la proclamación <strong>de</strong>l evangelio cristiano, existe una gran necesidad <strong>de</strong> apóstoles intrépidos <strong>de</strong>l Señor que se aventuren<br />

audazmente “como cor<strong>de</strong>ros en medio <strong>de</strong> lobos” en un mundo con gran potencial pero que también es envuelto por gran<strong>de</strong>s retos. Cristo<br />

envía a sus apóstoles a personas en necesidad <strong>de</strong> sanación <strong>de</strong> varias enfermeda<strong>de</strong>s. El los envía a aquellos que anhelan oír nuevamente un<br />

anuncio <strong>de</strong> esperanza y gozo, “está cerca <strong>de</strong> [y para] vosotros el Reino <strong>de</strong> Dios,” <strong>de</strong> manera que resuene significativamente y concretamente<br />

en sus vidas. Jesús busca a discípulos que “busquen ante todo el reinado <strong>de</strong> Dios y su justicia,” en maneras que afirmen el gran bien que ya<br />

existe en el mundo y que confronten a todo lo que sea indigno <strong>de</strong> la persona humana. El Señor busca a testigos auténticos que sean ‘sal y<br />

luz y levadura’ en familias y parroquias, lugares <strong>de</strong> empleo, escuelas y universida<strong>de</strong>s, vecindarios y las instituciones sociales, en los ‘mundos’<br />

<strong>de</strong> la política, ley, entretenimiento, <strong>de</strong>portes, etc. – en sí, en cada sector <strong>de</strong> la sociedad. Consciente <strong>de</strong> que la “mies es abundante” y<br />

disponible para el Evangelio – pero que también que existe la necesidad <strong>de</strong> que los llamados <strong>de</strong>jen a un lado la comodidad, conveniencia,<br />

temores, presiones y opiniones sociales, e intereses y ganancias personales – <strong>de</strong>bemos orar para una gran respuesta al llamado a la misión<br />

apostólica. Este evangelio nos asegura que los que se olvidan a sí mismos, confiando en el Señor y en su po<strong>de</strong>r provi<strong>de</strong>ncial, vencerán<br />

obstáculos en el nombre <strong>de</strong> Jesús y serán exitosos en su misión. El mundo ya contiene muchos ambiciosos buscando la fama y fortuna, el<br />

po<strong>de</strong>r y el prestigio, los placeres y “la buena vida.” Lo que <strong>de</strong> veras se necesita son apóstoles intrépidos y generosos, comprometidos<br />

sinceramente e incondicionalmente al servicio <strong>de</strong> la misión liberadora y re<strong>de</strong>ntora <strong>de</strong> Cristo en el mundo. Po<strong>de</strong>mos ser esos que respon<strong>de</strong>n<br />

al llamado <strong>de</strong> Jesús. Tenemos también que pedir en oración a Dios pidiéndole que inspire a muchos hacia una vida <strong>de</strong>dicada a la misión<br />

como sacerdotes, religiosos/religiosas, y ministros laicos.<br />

<strong>La</strong> <strong>lectura</strong> <strong>de</strong> hoy nos presenta tres i<strong>de</strong>as importantes:<br />

<br />

<br />

<br />

Como cristianos bautizados hemos recibido la misión apostólica <strong>de</strong> dar testimonio <strong>de</strong>l evangelio <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios con nuestras<br />

palabras y obras, con nuestras vidas, en este mundo que tanto Dios ama. Depen<strong>de</strong>mos no solamente en nuestros recursos y<br />

habilida<strong>de</strong>s, sino mas especialmente en la gracia <strong>de</strong> Dios.<br />

Jesús no promete que siempre encontraremos una buena recepción y respuesta, pero nos llama al compromiso. Como se ha<br />

dicho, “Dios no nos llama a ser fieles no simplemente exitosos,” y Dios “no siempre llama a los capacitados sino capacita a los<br />

llamados.” Encontramos un dicho similar en 2 Corintias 3:4-6 (“Es Cristo el que nos da esta seguridad <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios, no<br />

porque podamos atribuirnos algo que venga <strong>de</strong> nosotros mismos, ya que toda nuestra capacidad viene <strong>de</strong> Dios. El nos ha<br />

capacitado para que seamos los ministros <strong>de</strong> una Nueva Alianza.”<br />

Debemos <strong>de</strong> “rogar al dueño <strong>de</strong> la mies que man<strong>de</strong> obreros a su mies.” En nuestras familias y parroquias <strong>de</strong>bemos fomentar un<br />

rico sentido para la misión cristiana en cada sector <strong>de</strong> la sociedad, y <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong> fomentar un gran valor hacia las vocaciones <strong>de</strong>l<br />

sacerdocio, vida religiosa, y misiones.<br />

Para la reflexión personal o comunitaria:<br />

Después <strong>de</strong> una pausa breve para reflexionar en silencio, comparta con otros sus i<strong>de</strong>as o sentimientos.<br />

<br />

<br />

<br />

¿Estoy consciente <strong>de</strong> mi misión como cristiano?<br />

¿Cómo estoy proclamando <strong>de</strong> Evangelio <strong>de</strong> Jesucristo a los <strong>de</strong>más?<br />

¿Tengo vocación hacia el sacerdocio o vida religiosa? ¿Oro por las vocaciones?<br />

Lecturas recomendadas: Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica, párrafos 816, 857-70, 915


REFLEXIONES CATÓLICAS SOBRE LA BIBLIA<br />

Arquidiócesis <strong>de</strong> Miami - Ministerio <strong>de</strong> formación cristiana<br />

14 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 2013 XV Domingo <strong>de</strong> Tiempo Ordinario (Ciclo C)<br />

Lectura <strong>de</strong>l santo Evangelio según San Lucas 10:25-37<br />

En aquel tiempo, se presentó un maestro <strong>de</strong> la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para<br />

heredar la vida eterna?” Él le dijo: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?” Él contestó: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu<br />

corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.” Él le dijo: “Bien dicho. Haz esto y<br />

tendrás la vida.” Pero el maestro <strong>de</strong> la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús dijo: “Un hombre<br />

bajaba <strong>de</strong> Jerusalén a Jericó, cayó en manos <strong>de</strong> unos bandidos, que lo <strong>de</strong>snudaron, lo molieron a palos y se marcharon, <strong>de</strong>jándolo medio<br />

muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un ro<strong>de</strong>o y pasó <strong>de</strong> largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó<br />

a aquel sitio: al verlo dio un ro<strong>de</strong>o y pasó <strong>de</strong> largo. Pero un samaritano que iba <strong>de</strong> viaje, llegó a don<strong>de</strong> estaba él y, al verlo, le dio lástima, se<br />

le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día<br />

siguiente, sacó dos <strong>de</strong>narios y, dándoselos al posa<strong>de</strong>ro, le dijo: “Cuida <strong>de</strong> él, y lo que gastes <strong>de</strong> más yo te lo pagaré a la vuelta.” ¿Cuál <strong>de</strong><br />

estos tres te parece que se portó como prójimo <strong>de</strong>l que cayó en manos <strong>de</strong> los bandidos?” Él contestó: “El que practicó la misericordia con<br />

él.” Díjole Jesús: “Anda, haz tú lo mismo.”<br />

Comentario breve:<br />

Jesús era un comunicador extraordinariamente efectivo entre la sociedad oral <strong>de</strong> Palestina <strong>de</strong>l primer siglo. Des<strong>de</strong> entonces, sus parábolas<br />

han mol<strong>de</strong>ado la consciencia y valores <strong>de</strong> civilizaciones enteras. <strong>La</strong>s parábolas <strong>de</strong> Jesús invitan a sus oyentes a consi<strong>de</strong>rar situaciones<br />

ordinarias <strong>de</strong> maneras extraordinariamente diferentes. Así ellas sublevan las convenciones y asunciones por las cuales como individuos o<br />

como sociedad operamos, y que informan y mol<strong>de</strong>an nuestro modo <strong>de</strong> pensar, valuar y vivir. <strong>La</strong>s parábolas nos liberan para po<strong>de</strong>r<br />

consi<strong>de</strong>rar otras perspectivas y nos retan a actuar en maneras que no hubiésemos actuados por nuestra cuenta. <strong>La</strong> parábola <strong>de</strong> hoy <strong>de</strong>l<br />

Buen Samaritano es un ejemplo i<strong>de</strong>al no solo <strong>de</strong> cómo enseñaba Jesús, sino sobre que enseñaba Jesús. Mas importante todavía, es que esta<br />

parábola es un excelente ejemplo <strong>de</strong> cómo vivía Jesús y como llama a sus discípulos a vivir. Como respuesta inicial a la pregunta valiosa <strong>de</strong>l<br />

letrado <strong>de</strong> la Ley – una pregunta que nos <strong>de</strong>bíamos hacer con más frecuencia en nuestros tiempos – Jesús ofrece el amor como la<br />

cualificación central. Para proponer esto él se refiere al Shema, la profesión <strong>de</strong> fe judía tomada <strong>de</strong>l Deuteronomio (6:4-11) que llama hacia<br />

un amor total a Dios, y <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Levítico sobre el amor al prójimo. Al notar la persistente pregunta <strong>de</strong>l letrado sobre la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l<br />

“prójimo,” Jesús ofrece un cuento ilustrativo corto (una parábola) que evocara la imaginación, emoción, comprensión y finalmente acción.<br />

Con esta parábola, encontrada solamente en Lucas, Jesús celebra a la figura menos esperada para los judíos como ejemplo <strong>de</strong> servicio al<br />

prójimo, un samaritano, cuyos los judíos consi<strong>de</strong>raban herejes. Solamente el “ve” al herido, al punto <strong>de</strong> ser conmovido con compasión y<br />

<strong>de</strong> tomar acción. Su acción es bien generosa y se extien<strong>de</strong> más allá <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s inmediatas <strong>de</strong>l hombre herido. El samaritano toma el<br />

bienestar <strong>de</strong>l herido muy personalmente, sin temor <strong>de</strong> involucrarse en su vida. Aun mas, a través <strong>de</strong> esta parábola Jesús rompe las barreras<br />

<strong>de</strong> etnicidad y religión, y reinterpreta lo que significa ser el prójimo: amar al prójimo hasta se extien<strong>de</strong> hacia amar a los que uno consi<strong>de</strong>ra<br />

como enemigos. A la conclusión <strong>de</strong> la parábola, Jesús hace algo inesperado, torna la pregunta hacia el letrado <strong>de</strong> la Ley (¡y hacia nosotros!),<br />

“¿Eres tu un prójimo hacia el prójimo que te necesita?” Lo hace explícitamente llamándolo (y a nosotros) diciendo, “Anda, haz tu lo<br />

mismo.” Quizás pocos relatos han afectado el curso <strong>de</strong> las vidas y el curso <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s más que esta parábola. También ella se<br />

encuentra a la base <strong>de</strong>l la buena nueva cristiana: para amar a Dios <strong>de</strong>bemos amar al prójimo <strong>de</strong> todo corazón. Hoy es la perfecta oportunidad para<br />

cada uno <strong>de</strong> nosotros los cristianos, como familias y parroquias, para preguntarnos como estamos viviendo como prójimos a los que están<br />

en necesidad. ¿Buscamos y vemos y respon<strong>de</strong>mos a los muchos en nuestros alre<strong>de</strong>dores que nos necesitan? ¿Qué barreras personales o<br />

sociales necesitamos romper para po<strong>de</strong>r dar asistencia generosa con todo corazón? ‘Heredar la vida eterna’ no meramente significa la<br />

inmortalidad, sino significa la calidad <strong>de</strong> esa vida, que es vida <strong>de</strong> autentico amor.<br />

<strong>La</strong> <strong>lectura</strong> <strong>de</strong> hoy nos presenta tres i<strong>de</strong>as importantes:<br />

<br />

<br />

<br />

Amor a Dios <strong>de</strong> todo corazón y amor al prójimo forman el centro <strong>de</strong> la respuesta humana <strong>de</strong> fe en Dios. En haciendo referencia<br />

a las escrituras, Jesús le recuerda al letrado <strong>de</strong> la Ley (y a nosotros) que el camino <strong>de</strong> conduce a la vida ya se nos ha sido revelado,<br />

necesitamos simplemente actual <strong>de</strong> acuerdo a él. ¿Como puedo vivir y actuar en solidaridad con los que sufren y con los<br />

oprimidos en el mundo?<br />

<strong>La</strong> parábola <strong>de</strong>l Buen Samaritano nos ilustra la vida <strong>de</strong> Jesús mismo. De veras él es el Buen Samaritano cuya compasión sobrepasa<br />

toda barrera para así sanarnos y restaurarnos. Similarmente, el nos llama a “hacer lo mismo” hacia nuestro prójimo.<br />

Para Jesús, la gran pregunta no es ‘¿Quién es mi prójimo?’ sino, ‘¿Estoy siendo yo un prójimo’ en haciendo el bien hacia los<br />

<strong>de</strong>más, especialmente los que más necesitan <strong>de</strong> mi, y hasta hacia los que yo consi<strong>de</strong>ro como forasteros y enemigos?<br />

Para la reflexión personal o comunitaria:<br />

Después <strong>de</strong> una pausa breve para reflexionar en silencio, comparta con otros sus i<strong>de</strong>as o sentimientos.<br />

<br />

<br />

<br />

¿Cuáles son las barreras que me impi<strong>de</strong>n ayudar a los <strong>de</strong>más…el temor, comodidad, egoísmo, prejuicio, presiones y opiniones<br />

externas? ¿Veo la humanidad en el otro/a al punto <strong>de</strong> ver en él/ella a una hermana o hermano?<br />

¿Estoy consciente <strong>de</strong> mis propias heridas y <strong>de</strong> mi propia necesidad <strong>de</strong> ser sanado por Jesucristo?<br />

¿Cómo estoy siendo un prójimo a las personas en necesidad? ¿Cómo pue<strong>de</strong> mi familia, parroquia y comunidad respon<strong>de</strong>r más<br />

eficazmente a las personas en necesidad, o a participar en esfuerzos para hacerlo?<br />

Lecturas recomendadas: Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica, párrafos 1822-29, 1939-48


REFLEXIONES CATÓLICAS SOBRE LA BIBLIA<br />

Arquidiócesis <strong>de</strong> Miami - Ministerio <strong>de</strong> formación cristiana<br />

21 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 2013 XVI Domingo <strong>de</strong> Tiempo Ordinario (Ciclo C)<br />

Lectura <strong>de</strong>l santo evangelio según San Lucas 10:38-42<br />

En aquel tiempo, entró Jesús en una al<strong>de</strong>a, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que,<br />

sentada a los pies <strong>de</strong>l Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con él. servicio; hasta que se paró y dijo: “Señor,<br />

¿no te importa que mi hermana me haya <strong>de</strong>jado sola sirviendo? Dile que me eche una mano.” Pero el Señor le contestó: “Marta, Marta,<br />

andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.”<br />

Comentario breve:<br />

<strong>La</strong> <strong>lectura</strong> <strong>de</strong>l evangelio <strong>de</strong> hoy, <strong>de</strong> Lucas, nuevamente se concentra en el significado <strong>de</strong>l discipulado. Muy significativamente, encontramos<br />

aquí a dos más <strong>de</strong> las discípulas <strong>de</strong> Jesús. Otras mujeres discípulas incluyen Susana, Juana, Salome, María Magdalena, María la madre <strong>de</strong><br />

Santiago, y otras mujeres que acompañaban a Jesús a través <strong>de</strong> la Galilea y en sus jornadas en Jerusalén. Muy significante, Jesús es el único<br />

maestro <strong>de</strong> la antigüedad que incluía a mujeres como discípulas. El formo una comunidad igualitaria que incluía mujeres, pobres y ricos,<br />

colectores <strong>de</strong> impuestos y pescadores, pecadores arrepentidos y extremistas religiosos, y personas con varias enfermeda<strong>de</strong>s. Jesús vio a las<br />

personas como personas, fueran judíos, samaritanos o gentiles, y así rompió las barreras <strong>de</strong> etnicidad, religión, estatus social y genero. El era<br />

una persona verda<strong>de</strong>ramente libre, sin temor <strong>de</strong> ser visto con nadie, y no sometiéndose a las presiones sociales <strong>de</strong> su tiempo. De verdad<br />

que Jesús vino para todos, con ese <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> crear una familia con un Padre. Esto es central a la buena nueva cristiana. En este narrado,<br />

ambas Marta y María están ocupadas con aspectos importantes <strong>de</strong> la vida comunitaria, la hospitalidad y el estudio. Y no es la hospitalidad<br />

<strong>de</strong> Marta que le preocupa a Jesús, sino su ansiedad y preocupaciones “sobre muchas cosas.” El la invita a <strong>de</strong>scartarlas. <strong>La</strong> actitud <strong>de</strong> María<br />

es reconocida; ella esta “al lado <strong>de</strong>l Señor y le escucha.” El discípulo es la que con su vida y esfuerzos se enraíza en una comunión con el<br />

Señor escuchando su voz en su vida, en medio <strong>de</strong> cualquier cosa en que esté ocupada. Esto no es, entonces, un relato en que se valora el<br />

estudio y oración y compañía sobre la hospitalidad y acción. Este es un relato acerca <strong>de</strong> la fe sobre la ansiedad, no importa si lo que<br />

hacemos es oración o acción. Aun es verdad que la acción cristiana esta siempre fundada en la oración y reflexión. Los cristianos <strong>de</strong> hoy<br />

continúan haciéndole frente a muchos <strong>de</strong>safíos y “muchas preocupaciones” y asuntos, ansieda<strong>de</strong>s y frustraciones, comunes a la vida diaria.<br />

Pero somos llamados, como Marta y María, a ocuparnos <strong>de</strong> estos aspectos <strong>de</strong> la vida cristiana en comunión con Jesucristo, en quien<br />

permanecemos enfocados y <strong>de</strong> quien recibimos nuestra fuerza. Adicionalmente, los cristianos en países <strong>de</strong>sarrollados – tal como sus<br />

contemporáneos – viven un ritmo <strong>de</strong> vida agitado, y son similarmente distraídos por continua (¡y algunas veces adictiva!) compra y en las<br />

re<strong>de</strong>s sociales, en juegos <strong>de</strong> computadora y entretenimiento sin límite. Si no hacemos conscientes esfuerzos en la oración y en el estudio<br />

cristiano que informa y forma nuestras vidas como cristianos, entonces más y más nos sentaremos ‘al pie’ <strong>de</strong>l entrenamiento popular y <strong>de</strong>l<br />

mensaje materialista <strong>de</strong> una cultura profundamente orientada hacia lo superficial y comercial, y así ser mol<strong>de</strong>ados intelectualmente y<br />

moralmente por estas. ¿Cuyos discípulos seremos? ¿Qué clase <strong>de</strong> discípulos seremos? Jesús nos llama hoy a escucharle para, como María,<br />

podamos “escoger la mejor parte que nadie nos podrá quitar.”<br />

<strong>La</strong> <strong>lectura</strong> <strong>de</strong> hoy nos presenta tres i<strong>de</strong>as importantes:<br />

<br />

<br />

<br />

Jesús tuvo discípulas. Esto lo hace único entre los maestros <strong>de</strong> la antigüedad. Jesús era una persona verda<strong>de</strong>ramente progresiva e<br />

in<strong>de</strong>pendiente. Para el Dios y las personas vienen en primer lugar.<br />

El evangelio llama a cada creyente hacia una vida cristiana activa centrada en la escucha <strong>de</strong> la Palabra <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> fe orante, en<br />

vez <strong>de</strong> en preocupaciones, ansieda<strong>de</strong>s y excesivas distracciones. Así se promoverá el Reino <strong>de</strong> Dios.<br />

El evangelio nos llama a abandonar nuestras preocupaciones “en muchas cosas” y que nos enfoquemos en lo que más vale. Con<br />

tantas activida<strong>de</strong>s y distracciones que llenan nuestras vidas, los cristianos están en peligro <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse ser arrancados <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong><br />

su i<strong>de</strong>ntidad, vida y misión en Jesucristo.<br />

Para la reflexión personal o comunitaria:<br />

Después <strong>de</strong> una pausa breve para reflexionar en silencio, comparta con otros sus i<strong>de</strong>as o sentimientos.<br />

<br />

<br />

<br />

¿Cuál es mi perspectiva <strong>de</strong> la Iglesia? ¿Estoy consciente <strong>de</strong> que los seguidores <strong>de</strong> Jesús formaban un grupo mixto, unidos como<br />

una familia? ¿Cómo me inspira esto en mi vida como miembro <strong>de</strong> la Iglesia?<br />

¿Es mi vida cristiana enraizada en la oración, el estudio <strong>de</strong> la Palabra y la reflexión?<br />

¿Cómo pue<strong>de</strong> un estudio más profundo <strong>de</strong> la Biblia, <strong>de</strong>l Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica, <strong>de</strong> libros <strong>de</strong> teología y <strong>de</strong> las vidas <strong>de</strong> los<br />

santos, llevado a cabo individualmente y en comunidad, capacitarme y retarme para crecer como cristiano y dar testimonio<br />

cristiano efectivo?<br />

Lecturas recomendadas: Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica, párrafos 131-41, 2548-54, 427


REFLEXIONES CATÓLICAS SOBRE LA BIBLIA<br />

Arquidiócesis <strong>de</strong> Miami - Ministerio <strong>de</strong> formación cristiana<br />

28 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 2013 XVII Domingo <strong>de</strong> Tiempo Ordinario (Ciclo C)<br />

Lectura <strong>de</strong>l santo Evangelio según San Lucas 11:1-13<br />

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno <strong>de</strong> sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan<br />

enseñó a sus discípulos.” Él les dijo: “Cuando oréis <strong>de</strong>cid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan<br />

<strong>de</strong>l mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos <strong>de</strong>be algo, y no nos <strong>de</strong>jes caer en la<br />

tentación.” Y les dijo: “Si alguno <strong>de</strong> vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para <strong>de</strong>cirle: “Amigo, préstame tres panes,<br />

pues uno <strong>de</strong> mis amigos ha venido <strong>de</strong> viaje y no tengo nada que ofrecerle.” Y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro, el otro le respon<strong>de</strong>: “No me molestes; la<br />

puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos.” Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no<br />

se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros:<br />

Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pi<strong>de</strong> recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué<br />

padre entre vosotros, cuando el hijo le pi<strong>de</strong> pan, le dará una piedra? ¿O si le pi<strong>de</strong> un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pi<strong>de</strong> un huevo, le<br />

dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el<br />

Espíritu Santo a los que se lo pi<strong>de</strong>n?”<br />

Comentario breve:<br />

Los que tienen fe oran. <strong>La</strong> oración es un ‘extra’ <strong>de</strong> la vida cristiana ni es periférica a ella. Es una característica básica e inherente <strong>de</strong> cada<br />

persona <strong>de</strong> fe. Los que tienen fe oran, porque ellos no simplemente creen en algo (una i<strong>de</strong>a o causa), sino en Alguien en quien están<br />

personalmente relacionados. Más aun, las personas <strong>de</strong> fe esperan gran<strong>de</strong>s cosas <strong>de</strong> Dios, porque están convencidos <strong>de</strong> que son<br />

verda<strong>de</strong>ramente escuchados por El quien su po<strong>de</strong>r infinito es el amor. En el evangelio <strong>de</strong> hoy encontramos una tal persona <strong>de</strong> fe y oración<br />

confiada y creyente, Jesús <strong>de</strong> Nazaret. Jesús <strong>de</strong> veras creyó, y <strong>de</strong> manera tan total que se entrego completamente al Padre y al hacer la<br />

voluntad divina. El escritor <strong>de</strong> Hebreos (5:7) escribe <strong>de</strong> que, “En los días <strong>de</strong> su vida mortal, presentó ruegos y súplicas a aquel que podía<br />

salvarlo <strong>de</strong> la muerte; este fue su sacrificio, con gran<strong>de</strong>s clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión.” Ciertamente, la<br />

primera vez que encontramos al adulto Jesús en el evangelio <strong>de</strong> Lucas, lo encontramos orando en el momento <strong>de</strong> su bautismo. Tan<br />

impresionados estaban sus discípulos al verlo en oración que le pidieron que les enseñaran a orar. En el evangelio <strong>de</strong> Lucas recibimos una<br />

versión <strong>de</strong>l Padre Nuestro abreviada en comparación a la versión que más comúnmente conocemos <strong>de</strong> Mateo, pero incluye los mismos<br />

componentes esenciales. Y por lo cuanto en el evangelio <strong>de</strong> Mateo Jesús concluye su enseñanza sobre la oración con una enseñanza sobre<br />

la importancia <strong>de</strong>l perdón, en Lucas Jesús enfatiza la importancia <strong>de</strong> orar con perseverancia y confianza. El toma imagines <strong>de</strong> la vida diaria<br />

para ilustrar la efectividad <strong>de</strong> la persistencia. Se requiere una búsqueda y <strong>de</strong>seo habitual que busca, toca a la puerta y pi<strong>de</strong>, porque la fe es<br />

relación <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong> uno al Otro. Se requiere entonces una certeza <strong>de</strong> que uno recibirá y encontrara, y <strong>de</strong> que las puertas serán abiertas.<br />

¿Y porque es este el caso? Aquí encontramos una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> lo que Jesús pensaba sobre el Padre celestial: Dios es verda<strong>de</strong>ramente<br />

Padre, como los padres y madres terrenales, pero también muy diferente. Dios es el Padre y la Madre absoluto; uno dispuesto a respon<strong>de</strong>r a<br />

la oración, a dar dones generosamente, y uno <strong>de</strong>seoso por acudir a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus hijas e hijos. Sin embargo, es importante que<br />

también nos acerquemos a él libremente. Finalmente, hacia la conclusión <strong>de</strong> sus enseñanzas sobre la oración, Jesús le recuerda a sus<br />

discípulos que el don por excelencia, el Espíritu Santo, no es meramente algo, sino Alguien. El Espíritu Santo es “el Don que contiene<br />

todos los dones” porque el Espíritu es el don <strong>de</strong> Dios mismo a quien Dios está dispuesto dar a los que lo pi<strong>de</strong>n, buscan, y tocan a la puerta.<br />

Dios está dispuesto dar su propio corazón, su amor y darse a sí mismo como don. <strong>La</strong> oración no es un quid pro quo (‘una cosa por otra’),<br />

pero es una comunicación real personal. En esta semana <strong>de</strong> verano y <strong>de</strong>l Tiempo Ordinario, este evangelio nos invita a una vida <strong>de</strong> oración<br />

genuina y fiel, confiando que hará un efecto profundo en nuestras vidas, y a través <strong>de</strong> nosotros, en las vidas <strong>de</strong> muchos.<br />

<strong>La</strong> <strong>lectura</strong> <strong>de</strong> hoy nos presenta tres i<strong>de</strong>as importantes:<br />

<br />

<br />

Jesús oró. También los que tienen fe oran. <strong>La</strong> fe no es basada meramente en una i<strong>de</strong>a o en ritos; en vez, es primeramente y<br />

sobretodo una relación <strong>de</strong> amor y confianza y mutua auto-donación.<br />

Este evangelio <strong>de</strong>staca la importancia <strong>de</strong> la confianza, la certitud, y la perseverancia en la oración. De esa manera nos llama a la<br />

esperanza en El que tiene nuestro mejor bien en su corazón. <strong>La</strong> oración cristiana es un estilo <strong>de</strong> vida, vida en comunión y dialogo<br />

con Dios. El cristiano <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en la gracia y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios.<br />

<br />

De todos los dones por los cuales po<strong>de</strong>mos pedir, <strong>de</strong>bemos pedir por los dones espirituales, más especialmente el Don <strong>de</strong> Dios<br />

mismo en su Espíritu Santo. Siéndoos ‘dotados’ con el Espíritu po<strong>de</strong>mos en a<strong>de</strong>lante ser una mayor bendición en las vidas <strong>de</strong><br />

nuestros prójimos.<br />

Para la reflexión personal o comunitaria:<br />

Después <strong>de</strong> una pausa breve para reflexionar en silencio, comparta con otros sus i<strong>de</strong>as o sentimientos.<br />

<br />

<br />

<br />

¿Cuál es mi experiencia <strong>de</strong> la oración? ¿Cómo comprendo y percibo la oración? ¿Rezo <strong>de</strong> corazón?<br />

¿Qué puedo hacer hoy y en el futuro para crecer en la vida <strong>de</strong> oración, una vida consiente <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> Dios, atento a la voz<br />

<strong>de</strong> Dios y a sus señales que me vienen <strong>de</strong> tantas diversas maneras?<br />

¿Por cuales dones espirituales <strong>de</strong>bo pedir para crecer como cristiano, para po<strong>de</strong>r dar testimonio <strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong>l evangelio y ser<br />

una bendición en las vidas <strong>de</strong> <strong>de</strong>más?<br />

Lecturas recomendadas: Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica, párrafos 2566-67, 2700-58, 2777-2865

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