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24<br />
Opinión<br />
cnt n°343 marzo 2008<br />
La crisis de Kenya y la hipocresía<br />
del Foro Social Mundial<br />
Rafael Uzcategui*<br />
Empecemos ilustrando el punto con<br />
un ejemplo. Usted vive en un<br />
hogar tumultuoso en el que, con<br />
esfuerzo, intentan que las cosas<br />
mejoren. Un grupo de personas le<br />
dicen que desean dormir en su casa pues consideran<br />
que su apoyo mejorará las relaciones<br />
entre los miembros de su familia, y que la convivencia<br />
de todos y todas desembocará en nuevas<br />
formas de relación con la que todos salen<br />
ganando. Usted los recibe y durante una semana<br />
ellos reiteran, incesantemente, el placer<br />
que tienen de estar con usted y conversan, a<br />
los cuatro vientos, sobre la importancia de la<br />
solidaridad, los valores eticos, la comunicación,<br />
etc. etc. En su casa estan contentos y<br />
durante una semana hay una tregua y un<br />
ambiente que deja a todos satisfechos. Sus<br />
invitados se van repitiendo, por enesima vez,<br />
que puede contar con ellos para cualquier cosa,<br />
y que los vinculos para que su situación mejore<br />
estan construidos y en proceso de agigantamiento.<br />
Al cabo de un corto tiempo, la situación<br />
en su casa estalla y sus habitantes<br />
empiezan a agredirse entre sí, como no lo<br />
habían hecho en mucho tiempo. Usted<br />
espera que sus recientes amigos se ocupen<br />
de usted, como lo habian prometido,<br />
y que honren la hospitalidad y<br />
amistad establecida recientemente. Pero<br />
resulta que sus “amigos”, en el momento<br />
en que usted más los necesita, se<br />
olvidan de usted y se abocan a la tarea<br />
de visitar a otros, tal como lo hicieron<br />
con usted unos meses atras. Ante esta<br />
situación usted piensa que la intención<br />
de esos “amigos” no es sincera, que lo<br />
engañaron, que lo utilizaron para fines que<br />
aun no comprende.<br />
El ejemplo viene a colación del pasado “Dia<br />
de acción global” convocado por el Foro Social<br />
Mundial para el pasado 26 de enero, dado que<br />
<strong>este</strong> año, por diversas razones, no pudieron<br />
realizar el evento como lo han realizado desde<br />
su primera versión en Porto Alegre. A finales<br />
de enero del 2007, se realizó su VII edición en<br />
Nairobi, la capital de Kenya, fecha en el que<br />
sus organizadores no se cansaron de repetir<br />
de que estaban la mar de contentos<br />
de realizarlo por primera vez en el continente<br />
africano. Según el discurso oficial<br />
de aquellos días, realizar el evento<br />
allí pretendía reforzar las luchas de las<br />
organizaciones locales, acercarse a la<br />
problemática del continente negro y<br />
tender puentes son sus elementos<br />
progresistas. El evento real,<br />
fue muydiferente, como<br />
lo relaté en su<br />
momento -en<br />
calidad de<br />
observador<br />
in<br />
situy<br />
cuyo texto puede ser leido aqui<br />
En Nairobi, en virtud de la crisis interna<br />
por la que atraviesa el evento, se estableció<br />
que el año siguiente se realizaría un Día de<br />
Acción Global, convocado para el 26 de enero<br />
del 2008, convocatoria que suscitó múltiples<br />
adhesiones y campañas que se iniciarían o se<br />
potenciarían ese día. Pero si usted se toma la<br />
molestia de revisar los cientos de actos realizados<br />
de manera simultánea, notará rapidamente<br />
una cosa: Muy pocos llaman la atención<br />
acerca de la crisis de Kenia, tumulto que en dos<br />
meses de disturbios sobrepasa la cifra de 700<br />
personas muertas. ¿Qué pasó con tantas bonitas<br />
intenciones afirmadas hace apenas un año?<br />
El Foro Social Mundial fue creado, en su<br />
momento, como una propuesta de construcción<br />
de alternativas por esa diáspora de movimientos<br />
que en 1999 fue bautizado como<br />
“Movimiento antiglobalización”. Una gran<br />
parte de la izquierda mundial fue sorprendida<br />
por las movilizaciones que ocurrieron ese año<br />
en Estados Unidos, en el marco de la convención<br />
de la Organización Mundial de Comercio<br />
(OMC). Muchos y muchas de los que asistieron<br />
a esas jornadas en Seattle lo hicieron en contra<br />
de la globalización, las multinacionales y<br />
el capitalismo, pero también en contra de la<br />
forma de hacer política de la izquierda tradicional,<br />
a la que muchos apuntaron como<br />
corresponsable de la situación. Ese fue el motivo,<br />
entre otros, de su sorpresa: que hubiera<br />
un movimiento de contestación del que ellos<br />
estaban literalmente excluidos.<br />
El “movimiento antiglobalización” fue analizado,<br />
por las viudas del Muro de Berlín, como<br />
una oportunidad de oxigenar su discurso y<br />
recobrar legitimación. Y en los años siguientes<br />
se dedicaron, meticulosamente, en traer<br />
las aguas rebeldes a su dinosaurio molino. Y<br />
si no pudieron controlar las convocatorias y<br />
procedimientos de las contracumbres, no les<br />
pasaría lo mismo con un cónclave como el Foro<br />
Social Mundial. Ya en Porto Alegre, los métodos<br />
del Partido de los Trabajadores para protagonizar<br />
el entarimado dejaron claro que el<br />
FSM sería un ring para ver cual tendencia de<br />
izquierda controlaría el asunto. Y más temprano<br />
que tarde, ese “otro mundo es posible”<br />
fue colonizado por el mundo de la izquierda<br />
parlamentaria, dogmática y autoritaria. A<br />
nadie sorprendía que en los caros stands de<br />
Porto Alegre vendieran camisetas de Stalin,<br />
que los gobiernos de “izquierda” tuvieran las<br />
exposiciones más grandes, o que las ONGs con<br />
mayor capacidad económica fueran las que<br />
coparan los foros de discusión. A nivel micro,<br />
el FSM reproducía todas las perversiones de<br />
las que, en teoría, cuestionaba.<br />
Durante esos días en Kenia, los habitantes<br />
de Nairobi recordaban las luchas tribales como<br />
algo lejano, e intentaban dar los primeros<br />
pasos hacia una democracia al estilo occidental,<br />
el cual era su referente. Tras su paso por<br />
Caracas, en el que el Foro Social Mundial agrandó<br />
la polarización que fragmentaba a los movimientos<br />
de base venezolanos, el evento parece<br />
signado por la maldición. Tras visitar Kenia, el<br />
país africano despierta sus demonios dormidos,<br />
mientras el Politburó de la nueva internacional<br />
de la burocracia mira hacia otro lado.<br />
Hay gente que participa en el Foro Social<br />
Mundial con su mejor voluntad de cambio. Pero<br />
la crisis que padece el cónclave tiene que ver<br />
con esa suma de funcionarios y pequeñoburócratas<br />
de izquierda que han visto en el evento<br />
una plataforma para, como ellos dicen,<br />
“acumular fuerzas y cambiar la correlación de<br />
las mismas”. Son los mismos que piden a gritos<br />
que el FSM tenga un programa para la toma<br />
del poder, y que se desviven porque entre los<br />
invitados figuren caudillos y mesías autoritarios<br />
de todos los pelajes.<br />
Pero yo mismo podría ahorrarme todas las<br />
explicaciones. El silencio del Foro Social<br />
Mundial sobre la crisis de Kenia, el último país<br />
que les sirvió de anfitrión, ya lo dice todo.<br />
*www.rafaeluzcategui.wordpress.com