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XV Feria Internacional
dedicada a los soneros del mundo
y a Santiago de Cuba
18 de mayo de 2011
5/9
Danilo
Orozco
El dilema del
son o no son
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Al estilo
de Pujals
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Se inaugura
hoy
monumento
a Miguel
Matamoros
Pág. 6 y 7

mayo
2011
En el ámbito musicológico cubano
es bien conocida la figura del
maestro Danilo. Sus estudiantes y
colegas buscan sus escritos, asisten
regularmente a sus talleres y conferencias,
le llaman constantemente
por teléfono y hasta acuden al lejano
reparto Alamar para recibir consejos
y orientaciones sobre los temas más
diversos. Una reseña de la trayectoria
de Danilo Orozco González, santiaguero
nacido en 1944, nos sitúa
frente a un músico-guitarrista, investigador,
doctor summa cum laude en
Ciencias Filosóficas y Musicológicas
de la Universidad Humboldt de
Berlín, investigador titular y catedrático
con más de cuarenta años de
ejercicio ante un extenso alumnado
y al frente de estudios musicológicos,
promociones y activismo musical
de toda clase.
Durante la década de los 60 simultaneó
estudios de ciencias básicas
y Filosofía con las enseñanzas
de importantes matemáticos, físicos
y humanistas de la Universidad
de Oriente y otras instituciones del
país, conocimientos influyentes en
su pensamiento y vocación analítico-docente.
Su trabajo ha abordado
múltiples procesos músico-culturales
de la Isla y sus factores identitarios
en perenne cambio; el profundo
estudio de géneros y estilos de la
música cubana, la caracterización y
trascendencia de la obra de importantes
compositores contemporáneos
–como Leo Brouwer y Roberto
Valera– y figuras descollantes en la
música popular cubana. Son conocidos
sus reenfoques críticos y revalorizaciones
sobre aspectos medulares
de la música clásica eurooccidental
en su conexión con el nuevo mundo
y el ámbito caribeño-cubano, poco
conocidas y cruciales conexiones
históricas entre la cultura y la música
cubana y norteamericana, así
como sus valoraciones críticas sobre
la postmodernidad en lo musical y
filosófico.
En tan extensa trayectoria, sobresale
su exhaustiva investigación
acerca de los tipos de sones, sus
procesos definidores, carácter integrador
y dispersor, a partir del papel
que han desempeñado familias centenarias
representativas de procesos
medulares, tradición múltiple músico-festivo-danzaria
y religiosidad
popular –la Familia Valera Miranda
desde sus orígenes, junto a otras cincuenta
estudiadas–, así como grandes
cultivadores del son y de otras
manifestaciones, en su trascendencia
más allá del ámbito de lo musical,
Danilo Orozco
entre sones
y no sones
vale decir: lo que él denomina modo
son en la cultura cubana, que incluye
aspectos sicológicos, corporales,
gestuales y culturales, lo que devino
problemática centro en su notable
tesis doctoral de los 80.
Trabajos de su autoría pueden
consultarse en relevantes publicaciones
internacionales. Ha sido
profesor invitado y conferencista de
prestigiosas universidades e instituciones
en buena parte del mundo
euroamericano y latino. En la discografía
ha legado no pocas notas de
obligatoria consulta, además de la
producción de la Antología integral
del son (Vol. I), que realizara para
la Egrem, y su creatividad en innumerables
materiales audiovisuales
de carácter documental y disímiles
contenidos temáticos.
Orozco ha sido promotor o gestor
de varios acontecimientos excepcionales
de nuestra cultura musical,
quizás poco reconocidos. Debe mencionarse
su papel como suerte de
interlocutor musicológico de la casi
desconocida e histórica Charanga
de la ENA (1969-1971), cuyas únicas
grabaciones aún conserva, agrupación
integrada por entonces bisoños
músicos que devinieron figuras clave
para anticipar numerosas propuestas
de plena vigencia en la actual música
cubana.
También se destacó como sustentador
y organizador de un sui
generis evento internacional sobre
sones y música cubana, realizado en
Santiago de Cuba en 1988, donde,
con guión suyo, se hizo coincidir por
única vez en sus respectivas escenas,
en un montaje integrador, a las familias
centenarias más significativas —
del Cauto, la Sierra Maestra, Baracoa
y otras locaciones; las representadas
por las figuras de Compay Segundo y
Eliades Ochoa—, con relevantes músicos
del ámbito profesional: Pablo
Milanés, Pancho Amat, Omara
Portuondo, Sara González y Frank
Fernández. Este último, a solicitud
de Orozco, condujo la puesta en escena
en el antiguo teatro Oriente y,
a su vez, compuso piezas inspiradas
en las músicas centenarias promovidas
por Danilo. Otros protagonistas
de aquel evento histórico irrepetible
fueron la Schola Cantorum Coralina,
el Orfeón Santiago y la Orquesta
Sinfónica de Oriente, todos en una
representación poco divulgada, pero
donde el público pudo apreciar y
disfrutar, sin didactismo, la creatividad
y los nutrientes fundamentales
de estos artistas.
En 1989 seleccionó y asesoró
la muestra musical que representó
a Cuba en el Festival Mundial de
Artes Tradicionales del Smithsonian
Institute (Washington DC), integrada
por una selecta delegación de la
que formaron parte Compay, Eliades
y su cuarteto de aquella etapa. Este
elenco devino presentación singularísima
aclamada por espectadores
y críticos. Así quedó consignado en
los mensajes de los organizadores
del evento al Instituto Cubano de la
Música, donde señalan total excepcionalidad
y profundo trabajo de
preparación y fundamentación realizado
por Orozco. Esto sucedió una
década antes del boom mediático del
Buena Vista Social Club, acontecimiento
detonante para la promoción
internacional de aquellos valores,
pero que poco descubrió de lo que
parecía “olvidado”, contrario a lo
que divulga la gran prensa internacional,
a veces con eco poco crítico
en la del patio.
Orozco también preparó y
asesoró, a petición del Instituto
Cubano de la Música, varias muestras
y agrupaciones que acudieron
a los festivales de son y flamenco
realizados en Sevilla desde 1994,
auspiciados por la diputación de esa
ciudad, en cuyas ediciones se rindió
homenaje al Guayabero y a Antonio
Machín. En ellos destaca el permanente
rol protagónico de Compay
Segundo y su grupo, amén de la
posterior incorporación de Omara
Portuondo.
Ha sido merecedor de relevantes
reconocimientos y galardones
otorgados por universidades e instituciones
internacionales: Premio
Nacional de Musicología Pablo
Hernández Balaguer en la categoría
de Análisis (1974); jurado del
Primer Concurso de Musicología
de Casa de las Américas (1979);
Premio especial de investigación
Egrem (1987); Distinción por la
Cultura Cubana (1989); Distinción
Especial del Smithsonian Institute of
Washington por contribuciones excepcionales
a la cultura internacional
(1989); Orden Alejo Carpentier
(2002); Miembro Emérito de la
UNEAC (2002); y Premio Especial
CUBADISCO (2004).
Quienes lo conocen, seguro podrían
añadir logros, rememorar
enseñanzas y encuentros, ora en especiales
trabajos, ora en la búsqueda
incesante del conocimiento, siempre
con nuevos derroteros, no solo para
él, sino para el legado que reciben
sus eternos alumnos. Eso es Danilo:
un incansable buscador de saberes.
Por eso y mucho más merece el reconocimiento
infinito de quienes
mucho le agradecen.

mayo
2011
Abelardo Miguelito Cuní Barroso
Miguel Arcángel Conill. Pinar
del Río, 8 de mayo de 1917-La
Habana, 3 de marzo de 1984.
Se inica como cantante con el
grupo Los Colombinos (después
Los Carameleros), de Pinar del Río.
Más tarde forma parte del septeto
Caridad, que dirigía El Niño Rivera,
y a la vez alterna con las orquesta
de Fernando Sánchez, Jacobo
Rubalcaba y Yamilé, esta última
dirigida por el pianista Humberto
Suárez, con la que estrena algunas
obras de Pedro Junco.
En 1938 se traslada a La Habana,
donde comienza a cantar con la orquesta
de Ernesto Muñoz en la radioemisora
El Progreso Cubano.
En 1939 ingresa en el Conjunto de
Arsenio Rodríguez, con el que ac-
(Tomado del Diccionario enciclopédico de la música en Cuba, de Radamés Giro).
túa en el Edén Concert y en el Sans
Souci. También trabaja en la CMQ,
y en la Mil Diez con la orquesta de
Arcaño y sus Maravillas, en la que
entró en 1942.
Después de la partida de
Arsenio Rodríguez hacia Estados
Unidos, Cuní se queda en el conjunto
de Arsenio, que entonces toma
el nombre del trompetista Félix
Chappottín.
En 1947 viaja a Panamá con el
conjunto Los Astros, que dirigía
René Álvarez. En 1956 es invitado
por Benny Moré para que, con
su orquesta, realizara una gira por
Caracas, Venezuela. En 1957 toca
en Antillas Holandesas. En 1969
firma un contrato para actuar en el
Palladium de Nueva York.
En 1978 visita la Unión Soviética
con la Orquesta de Música Moderna,
y México en 1982, con el Conjunto
de Chappottín.
Para Cuní “un buen sonero debe
saber cantar bolero, desenvolverse
en la guaracha, la rumba y el guaguancó.
Acomodar la voz a cada ritmo,
y darle el timbre que lleva. Sobre
todas las cosas, saber improvisar.
Eso es muy importante. Por ejemplo,
para mí escuchar música culta es
fundamental. Me afina el oído. Si es
ópera, mucho mejor. Me parece que
aprendo a colocar la voz oyendo a los
grandes tenores y barítonos. Mi autor
preferido es Chaikovsky”.
Hasta su fallecimiento, Cuní estuvo
cantando con Félix Chappottín.
(Tomado del Diccionario enciclopédico
de la música en Cuba, de Radamés Giro).
Félix Chappottín
Félix Chappottín Lage. La
Habana, 31 de marzo de 1907-21 de
diciembre de 1983.
Trompetista y compositor. Sus
estudios musicales los realiza con
Venancio González en Guanajay.
Se inicia como músico en 1918 en
la Banda Infantil de esa localidad,
donde toca la caja, la tuba, el bombardino,
el cornetín y, por último, la
trompeta. Después, como ejecutante
del cornetín, integra la Chambelona,
de Guanajay. Con posterioridad
forma parte de la Estudiantina
Orquídea, que dirigía el tresero
Américo González (“Salpico”),
quien ejecutaba un tres de nueve
cuerdas. Con esta agrupación se
inicia Chappottín en el son, género
en que se destacó por la limpieza de
su sonido y su modo de ejecutar la
trompeta con sordina.
En 1927 ingresa en el Sexteto
Habanero, que a partir de entonces
será septeto, dirigido por el maraquero
y fundador, Felipe Neri
Cabrera. Desde ese año, Chappottín
integraría, en diferentes etapas,
los septetos Colín y Munamar,
de Izquierdo Ramos; Alabama y
Universo, de Abelardo Barroso;
Bolero 1935, de Tata Gutiérrez;
Anacaona, de Concepción Castro;
Carabina de Ases, de
Mariano Oxamendi,
donde trabajó Andrés
Hechavarría (“El Niño
Rivera”); y los conjuntos
América, de Elpidio
Piedra; Jóvenes del Cayo,
de Domingo Vargas;
Arsenio Rodríguez, y
la Gloria Cubana, de
Feliciano García.
Como trompetista, formó parte
de la comparsa Los Dandys de
Belén, dirigida por Julio Lastre y
Miguel Chappottín, de la que también
eran miembros el tamborero
Chano Pozo y la cantante Rita
Montaner.
En 1940, junto a Chano Pozo,
forma el Conjunto Azul, así llamado
porque se escuchaba en la radioemisora
RHC Cadena Azul. También
trabaja en la 2PC con el pianista
Enrique Billón. En 1949 Arsenio le
deja su conjunto, pues decide ir a
Nueva York con el objetivo de recibir
tratamiento médico para la visión.
En 1950 el conjunto toma el nombre
de Chappottín y sus Estrellas,
con los siguientes integrantes:
Pepín Vaillant, Aquilino Valdés
y Cecilio Serviz, trompetas; Luis
Martínez Griñán (“Lilí”), piano;
Sabino Peñalver, contrabajo; Félix
Alfonso (“Chocolate”), tumbadora;
Antolín Suárez (“Papá Kila”), bongó;
Arturo Hervey, tres; Julio Alberto
Fresneda, guitarra; Miguelito Cuní,
René Álvarez y Conrado Cepero,
cantantes.
En otras etapas son miembros
de la agrupación: Agustín
Someillán, Aníbal Rodríguez
(“Mayía”), Ángel Chappottín,
Antonio Pichardo, Cecilio Sierra,
Alejandro Pichardo, Arturo Meer,
José Manuel Trápaga y Rodolfo
Simons, trompetas; César Pedroso
(padre) y Evelio Rodríguez, piano;
Ramón Cisneros (“Liviano”), tres;
Carlos Alexandre, guitarra y voz
segunda; Eugenio Rodríguez,
guitarra y cantante; Lázaro Prieto,
contrabajo; Humberto Fuentes
(“Campeón”), tumbadora; Alberto
Abreu y Alberto Avilés, bongó;
Alberto Rodríguez y Digno Pérez,
maracas; Estela Rodríguez, René
Scull, Ignacio Carrillo, Rolo
Martínez, Pedro Luis Sarracent,
Eugenio Rodríguez, Arístides
Balmaceda y Digno Pérez,
cantantes.
El conjunto cantó en la radio, la
televisión, y en casi todos los salones
de baile de Cuba, y realizaron
varias giras por Curazao, Aruba y
Miami, con un repertorio integrado
por boleros. Pero, sobre todo,
Chappottín y sus Estrellas fue famoso
por la calidad de sus interpretaciones
del son y sus variantes, del
guaguancó y del afro.
(Tomado del Diccionario enciclopédico
de la música en Cuba, de
Radamés Giro).

maYo
2011
Al estilo de Pujals
Entrevista a Jorge Luis Pujals,
Premio al Productor
CUBADISCO 2011
Por Meysis Carmenati
En la Egrem de Santiago de Cuba
–a la que justamente hoy se le entrega
Premio de Honor– todo el mundo
conoce a Jorge Luis Pujals, Premio
al Productor en CUBADISCO 2011.
Con más de veinticinco años como
profesor de percusión y orquestación,
Pujals ha conjugado la enseñanza y la
creación artística en una misma obra.
Director, arreglista y percusionista
devenido productor musical, todo parece
ser poco para quien ha vivido la
historia del sello Siboney. En 1990 obtuvo
el Gran Premio en el Concurso
Nacional de Composición de la
UNEAC con el tema “Vibraciones
para orquesta de cuerdas”, en el 2008
el Premio CUBADISCO en la categoría
de Música popular tradicional
con el volumen Al estilo de Paisán,
y un año después lo mereció por el
CD Imagen de la trova. Con sencillez
comenta que varias de sus obras integran
los planes de estudio en los conservatorios
del país. Sin embargo, a
Pujals se le conoce más por su trabajo,
desde 1994, como asesor musical del
sello Egrem en Santiago de Cuba.
¿Cuándo comienza su relación
con la música?
Vengo de una familia de músicos.
Hubo en Santiago un Pujals
que tres o cuatro generaciones atrás
trabajaba como músico en la capilla
de la Catedral. Pero donde recibí la
mayor influencia fue en mi propia
casa. Allí ensayaban los grupos de
música popular y se daban clases de
guitarra. Mi hermano es guitarrista,
profesor del Conservatorio Esteban
Salas. Ahí estudié mi primer año de
música y luego me fui a La Habana,
donde me gradué de percusión y
me quedé trabajando en la Escuela
Nacional de Arte (ENA). A Santiago
de Cuba regreso en los años 80, y me
vinculo con la Orquesta Sinfónica y
después con la Egrem como productor
discográfico.
¿Qué tal la experiencia como
productor de la Egrem en Santiago?
Tuve la suerte de aprender con
los maestros Osmundo Calzado y
Franklin Holland mis primeros pasos
como productor. La Egrem de
Santiago se funda en 1980 y en esa
época vinieron a la ciudad grupos de
mucha importancia: Rumba Habana,
los boleristas Orestes Macías, Lino
Borges, y Fernando Álvarez, la música
de todo el país pasaba por Santiago
de Cuba. Grabaron Son 14 con
Adalberto, Pacho Alonso, en fin, lo
mejor de la música cubana.
Yo empiezo mi trabajo de asesor
musical en el 94. Desde el principio
sentí que esa vinculación marcó mi
vida, y mi obra también. Lo primero
que debe hacer un productor es escuchar
al grupo en vivo, luego perfeccionar
los arreglos. Después viene el
trabajo de selección. Grabación, sonido,
mezcla, masterización… Todos
los momentos son de igual importancia.
Muchas veces las agrupaciones en
vivo funcionan de lo mejor, pero al
realizar el disco no es así.
¿Qué importancia tiene para
Santiago el sello Siboney?
La Egrem, desde su fundación,
ha comprendido la necesidad de preservar
la cultura, la tradición y la
música santiaguera. Hoy no se puede
decir que hay que rescatar la música
tradicional, porque está grabada y
rescatada. Otra cosa es que deba difundirse
más en la radio y en espacios
culturales.
La historia de la Egrem es parte
imprescindible de la historia musical
de Santiago de Cuba. Desde los años
90 se graba la música de la zona oriental,
algo de Camagüey, Villa Clara
también. Desde sus inicios ha hecho
cosas muy importantes con la trova
tradicional, hoy conocida en todo el
mundo a través de Compay, Eliades y
otros artistas. Esta música está recogida
en los estudios Siboney y se comercializa
internacionalmente.
Otra labor significativa de la
Egrem ha sido la discografía de música
folclórica, con la Compañía Danzaria
Cutumba, la cultura yoruba con tambores
batá –del Maestro Milián Galí–
el Ballet Folclórico de Oriente y otros.
La música popular y la folclórica son,
en mi criterio, los géneros más fuertes
de la ciudad, aunque también está la
música coral, con el trabajo de Orfeón
Santiago y el maestro Electo Silva y
otras manifestaciones musicales de
importancia. Todo este acervo cultural
ha sido recogido para la historia en
-Al estilo de Paisán, Vol. II. Egrem.
Música popular tradicional. Premio
CUBADISCO 2008. Contiene varios
arreglos de danzones realizados por
Pujals y de otras obras conocidas de
Ernesto Lecuona.
-Pensando en ti. Eva Griñán.
Egrem. Arreglos, producción y dirección
musical. Con formato de
orquesta (clarinetes, cuerdas, trompetas,
flautas…). Este proyecto se
realizó en noviembre de 2010 con
la Orquesta de Cámara de Oslo,
Noruega, en el marco del Festival
Word Music, con gran repercusión
en los medios, pues se llevó la música
tradicional al ámbito orquestal
sin perder su esencia.
-Así quiero vivir. Disquera Blue
Yackel, Nueva York. Música campesina
realizada de forma peculiar,
combinada con la trova tradicional.
-Grupo Vocal Descendant.
Música vocal haitiana. Disquera
Bembé Record, Estados Unidos.
Realizado con la productora Estrella
Quiroga.
-Santiago en el corazón. Grupo
Son de la Loma. Productor ejecutivo:
la Egrem de Santiago, y ese testimonio
queda como su obra mayor: ser el
testigo de la riqueza musical de esta
provincia y dejarla plasmada para las
futuras generaciones.
Algunas producciones discográficas
Foto: Jorge Fernández Era
A. E., Estados Unidos. Música tradicional.
Excelente resultado musical
y gran aceptación internacional.
-Sabor no tiene color. Latin jazz.
Con el músico austriaco Anton
Mulhofter. Producción, dirección
musical, arreglos y varios temas
originales.
-Galí batá. Folclor. Egrem.
Incluye música franco-haitiana de
la zona oriental del país. Fue grabado
con el tambor de juramento
de Milian Galis. Nominado al
CUBADISCO.
Otros datos de interés
Jorge Luis Pujals es graduado
de la Escuela Nacional de Arte en
la especialidad de Percusión, y del
Instituto Superior de Arte en la especialidad
de Composición.
Le fue otorgado el Premio
Uneac de Música en el año 1990 por
la obra “Vibraciones”, para orquesta
de cuerdas. Obtuvo Mención especial
de la Dirección de Enseñanza
Artística por el libro Obras de
concierto para instrumentos de
percusión.

maYo
2011
Soy como un niño distraído / Regino Oliver
Premio en la categoría Documental
Roberto Valera juega a decirse desde todo escenario
Por Joel del Río
A pesar de que el documental de
entrevistas apenas goza ya de aquel
prestigio de los años 60 y 70 resultante
del mejoramiento de las técnicas
para el registro directo de sonido,
cuando se emprende esta modalidad
desde la adecuada selección de las
preguntas y las respuestas, de la capacidad
comunicativa del entrevistado,
y se focaliza convenientemente
la “revelación” inherente a todo buen
material, vuelven a reconsiderarse las
posibilidades del diálogo filmado, y
tienen lugar obras en la guisa de Soy
como un niño distraído, documental
musical premiado en su categoría, dirigido
por Regino Oliver, y cuyo título
proviene de un poema escrito por
Juan Ramón Jiménez, leído, interiorizado,
asumido por Roberto Valera en
la obra mencionada.
Además del poema de Juan
Ramón Jiménez, se escuchan frag-
mentos de textos de Nicolás Guillén,
Federico García Lorca y versos escritos
por el propio compositor, protagonista
del documental, voz en off
que guía y declara, evoca el pasado y
cuenta, bromea y agradece por la posibilidad
de exponer una vida tan generosa
y rica en creación. El espacio
representacional que sirve de núcleo,
inicia, cierra y aparece a lo largo de
toda la obra, es un pequeño escenario,
rodeado de instrumentos, donde
aparece Valera a conversar con el espectador
–más que a ser entrevistado
delante de una cámara– acerca de sí
mismo y de su amplísimo recorrido
por la música coral, para cine, para
niños, la composición, la dirección
de orquesta y el magisterio, las casi
infinitas facetas en que ha manifestado
su amor por la música y su capacidad
para crearla.
Ninguno de los anteriores tópicos
y pasajes tiene algo que ver
con la conferencia pontificadora y
autoglamorizante, ni mucho
menos con esos documentales
o entrevistas plagados de datos
y currículos tan al uso en nuestra
televisión de ahora mismo. Soy
como un niño distraído se expone a
través de los naturales meandros y
digresiones de cualquier conversación,
y además, posee una riquísima
cualidad subtextual, en cuanto
a la relación imagen-sonido, que
permite escuchar mucho más de lo
que dice, y apreciar mucho más de
lo que se muestra. Esto es evidente
en anécdotas como la del vecino que
intentó agredir al maestro porque lo
incomodaba su música, la relación
con el arte y la cultura de Polonia, la
cubanía inmanente de toda su obra,
el acento popular, vinculado a la delicadeza,
la gracia y la elegancia, que
se aprecia en la mucha (nunca excesiva)
música que se escucha.
Por supuesto que hablamos de un
documental convencional en cuanto
a su línea narrativa y estilística, o
respecto al vínculo entre la historia
y el empleo de las fotos e imágenes de
archivo, pero la convención, el empleo
de códigos conocidos, de probada
eficacia, nunca es un problema
o un defecto per se. La experimentación
no es obligatoria. También
se agradece el manejo eficaz de los
protocolos audiovisuales clásicos, el
conocimiento de las leyes elementales
de la comunicación, el empleo
diestro de las reglas establecidas por
el género documental para convencer,
instruir, rendir tributo, seducir
y entretener. Todo ello lo logra con
creces Soy como un niño distraído
debiera ser exhibido varias veces en
la televisión para así replicar y compartir,
con la necesaria prolijidad,
sus múltiples logros.
Pas de trois / Ernán López-Nussa
Premio en la categoría Jazz
Hacia las cumbres del éxito
Por José Dos Santos
La objetividad está en tela de juicio
siempre que se trate de evaluar
lo hecho por alguien conocido, para
bien o para mal. Si la persona en cuestión
es, adicionalmente, amable, inteligente,
culta y con talento más que
probado en lo que hace, el desafío a
que me enfrento ahora es mayúsculo.
Le adiciono, de pasada, que considero
a Ernán López-Nussa, ganador del
Premio CUBADISCO 2011 en la categoría
Jazz, como uno de mis amigos
en el mundo musical.
Me pregunté ante el encargo de
hacer esta nota: ¿qué escribo sobre
Pas de trois que otros no hayan expresado
ya y no refleje mi entusiasmo por
lo que considero la obra más importante
en la actual madurez del pianista,
compositor, arreglista y líder con
quien me he relacionado en los últimos
cuatro lustros?
Al confeccionar programas de La
Esquina del Jazz en marzo pasado,
signifiqué: “Sin ánimo de ser profeta,
le vaticino muchas posibilidades
de éxito a Ernán López-Nussa y su
trío con exquisito álbum y DVD”. Y
agregué que “Pas de trois contiene
de todo lo que hay que disponer para
alzarse con reconocimientos de especialistas
y de público. Desde danzas a
estándares hasta sus composiciones e
improvisaciones”.
Con el avezado Enrique Plá en la
batería, y el joven y muy competente
contrabajista Yandi Martínez, se hacía
justicia a la apreciación de Silvio
Rodríguez sobre Ernán. Al referirse
a las cosas que más le conmueven
del pianista, el gran trovador subrayó
cómo se acoplan en él lo singular y lo
gregario. “Es tan capaz de la exquisitez
más callejera, como de la cotidianidad
más elaborada”.
Yo conocí de esa dualidad creativa
desde mis primeras conversaciones
con ese vikingo criollo, como le identifiqué
en alguna ocasión en referencia
a su melena rubia y sus acentuadas
raíces culturales. En una oportunidad
le pregunté –y escribí– sobre sus
influencias. Me habló de los estudios
clásicos, el escuchar jazz en su casa, y
lo que le llegaba “a través de las ventanas
abiertas”, alusión al medio popular
sonoro común al cubano.
Ernán López-Nussa es un capitalino
nacido en septiembre de 1958,
cuya vocación en el piano lo lleva a
ampliar los márgenes de la música.
Es de los que tocan lo mismo con
una orquesta de cuerdas que solo con
su piano. El formato de trío le viene
como anillo al dedo. Recuerda la excelencia
alcanzada en otra etapa de
su vida artística, también con pequeño
formato que incluía la percusión
menor.
Habana Report, otro momento de
su desarrollo, afianzó sus inquietudes
tímbricas y ritmáticas. El trío, ahora,
se convierte en una consolidación de
sus visiones, híbridas y a la vez singulares.
Parte de lo tradicional a lo contemporáneo,
une lo clásico con el jazz,
y hace crecer desde las raíces nuevas
formas y contenidos de la música.
Heredero de las enseñanzas de
Bobby Carcassés, capaz de asumir caminos
diferentes, como lo hizo desde
Afrocuba y Cuarto Espacio, Ernán se
confirma cada vez más como tamizador
del entorno y de la historia sonora
de su tierra.
Con Pas de trois muestra que él
tiene aún mucha música por crear.
Hay que coincidir con lo que, en 1999,
Howard Reich, del Chicago Tribune,
admiraba: “Su poderoso sonido, su
asombrosa técnica, su amplio rango
expresivo y su conocimiento aparentemente
enciclopédico, de varias formas
de jazz, de la música afrocubana
y de la clásica”.
Ese es el músico que en esta edición
de CUBADISCO se impuso en
el criterio del jurado especializado a
otros notables fonogramas que, por
suerte, hicieron del certamen uno de
los más reñidos de las últimas ediciones.
Felicidades. Estoy convencido
de que nuevos peldaños permitirán
el continuo ascenso de Ernán López-
Nussa hacia las cumbres del éxito.

MAYO
2011
Renace Miguel
Por Rafael Lam
Hoy será develada una estatua
de bronce esculpida por José
Montero y dedicada al Rey del Son:
Miguel Matamoros. El 15 de abril se
conmemoró el aniversario 40 de su
fallecimiento en Santiago de Cuba.
Antes de su desaparición física, estuve
en los carnavales santiagueros
y aproveché para llegar a la casa de
Matamoros. Había vivido casi ocho
décadas recorriendo el mundo con
su música sabrosa. El genio ya se
sentía cansado; nunca se resignó a
estar lejos de los aplausos del público,
y tampoco abandonó su típico
ron cubano. Lo acompañaba su
querida esposa, Mercedes Cuevas.
Vivían en el Callejón de Santiago
del Tivolí. En aquel encuentro, sin
la prisa de las presentaciones que
hacía el Trío cuarenta años atrás,
conversé con Matamoros acerca de
su vida.
Miguel, ¿vivió usted la pobreza?
Pasé mucha hambre. Recuerdo
el bloqueo de los americanos a
Santiago de Cuba; ellos nos decían
que éramos hijos de los mambisitos.
Nos amenazaban con bombardearnos.
Los cañonazos tumbaban casas
de la ciudad y tuvimos que alejarnos
a las afueras. Fuimos para El Caney,
donde había mangos para comer.
Vivimos sin padre, abandonados a
la suerte. Tuve que vender agua, y
mamá lavar ropa. Tuve que hacer de
todo para comer algo, entre otras cosas
el papel de monaguillo. El cura
me decía que nunca llegaría a nada,
yo era muy rebelde.
¿Ya tenía guitarra?
Mi hermano Ignacio me compró
una guitarrita. Entonces un amigo
me enseñó algo más o menos, casi
todo lo aprendí por mi cuenta. En
España, reyes del flamenco me dijeron
que ningún hombre en el planeta
es capaz de sonar el instrumento
como yo. No empleaba las uñas, halaba
con los dedos las cuerdas metálicas
(no de tripas).
¿Compuso algo más que sones y
boleros?
Compuse pasodobles, caprichos,
habaneras, danzones, puntos cam-
pesinos, criollas, guarachas, congas,
todo lo que estuviera de moda.
Hice canciones dedicadas al
divorcio, al nudismo, al amor, las
mujeres, la familia, la bohemia,
las carretas de caña, el Código de
Defensa Civil… A las mulatas, el
béisbol, la maraca, los pregones,
los cafeteros, la guerra, los ingenios,
los mendigos, los chinos, las
congas… hasta los sepultureros,
los paralíticos y Lucifer. Son más
de doscientas composiciones.
¿Cuál es su concepto musical?
Las melodías mías son sencillas,
con sabor melódico. Las hacía lo más
atractivas y novedosas que pudiera,
aunque en realidad todas salían al
natural. Yo impuse la clave oriental
sonera; Nuestra música inspiró a poetas
como Nicolás Guillén. Narramos
la vida cotidiana con esa manera que
tenemos los santiagueros: con mucho
humor cubano. Inventamos modelos
en el ritmo. Somos músicos de
la calle, sencillos como una guitarra
campesina llena de música. Así, poéticamente,
se lo digo.
¿Tuvo influencias del tango?
El tango fue una moda muy
fuerte. Yo me ponía un sombrero al
estilo de los tangueros; algunos me
decían que yo tenía cierta pinta de
Gardel. El bolero-son Lágrimas negras
tiene el dramatismo de los tangos
de la época.
Tuvimos dos contactos con
Gardel en Nueva York, en la calle
116, la zona latina. Departimos en un
bar de Manhattan donde cantamos
para él. Nos volvimos a ver mientras
participábamos en una película; tenía
interés en conocer La Habana,
que tenía mucha fama cuando aquello.
Al final nos dijo: “Para Cuba
siempre guardo algo bueno”. Era un
artista carismático, por algo llegó
donde llegó: tenía mucho imán, ese
tipo gallardo del argentino. Su conversación
cautivaba.
Llegó a La Habana en 1920…
Me hospedé por la calle
Monserrate, que era muy populosa
en aquel entonces. Me llevaron a tocar
a un club aristocrático, pero esa
gente no entendía la música cubana,
ellos pensaban en Europa.
Foto: Jorge Fernández Era
El monumento a Miguel está emplazado en Callejón del Carmen y San
Bartolomé, detrás del parque Serrano.
…y en 1925 funda el trío.
Lo creamos el día de mi cumpleaños,
8 de mayo de 1925. Yo tenía
31 años, éramos muy jóvenes. Ese
fue el primer día que tocamos juntos
los tres: Cueto, Siro y yo.
El conjunto lo fundé en 1926
con Siro Rodríguez (voz segunda
y maraca), Rafael Cueto (guitarra),
Francisco Paquito Portela
(contrabajo), Manuel Poveda,
Manuel Borgellá Mozo, José Mecías
(trompeta), y Francisco Repilado
“Compay Segundo”. Compay y yo
vivíamos cerca; caminábamos por
las calles de la ciudad, me gustaba
que la gente nos saludara.
¿En qué momento se retira?
El 5 de marzo de 1960, después
del último viaje a Nueva York en
1959.
¿Tuvo muchos amores?
Un “poquito”. Me casé varias
veces. Llegaron a meterme preso
por llevarme una muchacha fugada
de su casa. Me condenaron por
haberla raptado. Cosas de juventud…
boberías.
¿Ha vivido muy intensamente?
Todo lo que pude. La vida es un
sueño, como decía mi amigo Arsenio
Rodríguez.

maYo
2011
Las primeras grabaciones del Trío Matamoros
Por Lino Betancourt Molina
Desde que Miguel Matamoros
vino a La Habana en 1924 con su trío
Oriental, tuvo entre sus mayores anhelos
grabar un disco. Aquel trío, antecedente
del que fundó en 1925 con
Siro Rodríguez y Rafael Cueto, estuvo
formado por Miguel (voz y guitarra
prima), Alfonso del Río (guitarra
acompañante) y Miguel Bisbé (voz
segunda y claves). Pero tuvieron que
regresar a Santiago sin poder entrar en
un estudio de grabación.
Años después, vieron al fin coronadas
sus aspiraciones. En 1928 el
agente de la firma discográfica RCA
Victor, Juan Castro, visitó Santiago de
Cuba en busca de nuevos talentos. Fue
a uno de los ensayos del trío y quedó
gratamente impresionado. “En estos
días viene Terry a Santiago. Él es el
agente de la empresa y dirá la última
palabra”, les dijo.
Pocos días después llegó el susodicho
en compañía de Juan Castro,
quien lo llevó a uno de los ensayos del
trío. Quedó en escucharlos esa noche
cuando se presentaran en el teatro
Aguilera. Así fue. Miguel vio al americano
de pie en el pasillo. Cuando
terminó la actuación, conversó largamente
con Miguel y le preguntó:
“¿Ustedes están dispuestos a grabar
en Estados Unidos?”. “Claro que sí”,
respondió Miguel. Cuando se acercó
adonde estaban Siro y Cueto, no creye-
ron lo que escucharon. Siro, riéndose,
dijo a Matamoros: “¿Dónde se emborrachó
usted, compay?”.
A los pocos días recogieron los pasajes
en la tienda La Dichosa, frente a
la placita Serrano. Ya en La Habana, la
Casa Humara y Lastra, representante
de la RCA Victor en Cuba, les gestionó
los pasaportes y se embarcaron rumbo
a Nueva York. En el puerto los esperaba
un representante de la firma discográfica
que los llevó a Camden, Nueva
Jersey, donde estaban los estudios de
grabación.
El 28 de mayo grabaron “Promesa”,
“Juramento” y “Mamá, son de la loma”.
Al siguiente día “Olvido”, “Mujer celosa”,
“Tito me rompió la máquina”,
“Visiones”, “El beso”, “Luz que no
alumbra”, “Mata y Baby”, “Pobre bohemia”,
“Mi ropa”, “Mariposita de primavera”
y “El que siembra su maíz”. El
31 de mayo completaron la sesión con
“Santiaguera”, “Regáleme el ticket”,
“Elixir de la vida”, “El voto y la mujer”,
“Canción triste” y “Por qué pasaron”.
En aquel primer viaje el trío grabó
en total diecinueve temas, todas de
la autoría de Matamoros. Al siguiente
año regresaron para realizar otras grabaciones,
siempre para la casa RCA
Victor. El 26 de julio de 1929 registraron
en disco “Advertencia”, “Nada
más”, “Yo no dudo de tu amor”, “La
mujer de Antonio” y “La bomba lagrimosa”,
también de Miguel, y “El
manisero”, de Moisés Simons. El 29
grabaron “Desfile lírico”, “Falsaria”,
“Desolación”, “Ansias”, “El huerfanito”
y “Lucifer”. Al siguiente día “Si
coge el tren”, “Demostración”, “Rosa”,
“Reclamo místico”, “Dulce embeleso”,
“Qué hay en tu alma”, y “El paralítico”.
Concluyeron un día después con el
son de Miguel Matamoros “Hojas para
baño”.
El primer disco que llegó a Santiago
fue el que tenía grabado por una de sus
caras “El que siembra su maíz”, y por la
otra “Olvido”. Con este fonograma se
implantó un récord de ventas en Cuba:
¡sesenta y cuatro mil discos!
Luego del primer viaje, los tres
regresaron a Santiago. Miguel se reincorporó
a su trabajo como chofer
particular del comerciante Bartolomé
Rodríguez. Siro continuó martillando
hierros en el taller de herrería de
Melesio Rizo, mientras que Rafael
Cueto quedó cesante en su puesto de
mecanógrafo de la Oficina Municipal
de Salubridad. Se le había vencido la
licencia por “enfermedad” que había
solicitado.
Una tarde, Matamoros pasó con
su patrón por la esquina de Enramada,
donde estaba la tienda La Dichosa,
luego El Encanto, y vio a mucha gente
en el portal. “¿Qué están vendiendo?”,
preguntó Rodríguez. Miguel se bajó y
regresó con la respuesta: “Un disco”.
“Por favor, vaya y cómpreme uno”, le
dijo Rodríguez a Matamoros.
Al día siguiente, mientras Miguel
preparaba el carro para salir, escuchó
en el tocadiscos de la casa su primera
grabación. A Bartolomé Rodríguez le
llamó la atención que en la carátula
del disco se leía “Trío Matamoros”.
Llamó a Miguel: “¿Tiene usted algún
familiar compositor y director de un
trío?”. Matamoros: “¿Se acuerda usted
cuando le pedí un permiso de treinta
días para ir a La Habana a ver un
familiar enfermo? Le mentí, no fue
para eso: fuimos a grabar a Estados
Unidos”. Rodríguez, lejos de molestarse,
felicitó a Miguel y le dijo que tenía
el día libre. A la mañana siguiente,
cuando fue a casa de su jefe, este le dio
un sobre y le pidió que no lo abriera
enseguida. Cuando Miguel lo hizo,
vio cien pesos de regalo y una nota
que decía: “Un artista de su extraordinaria
calidad merece mejor destino.
No sería justo de mi parte retenerlo
como chofer. Dedíquese al arte por
completo”.
Desde entonces se dedicaron al
canto, y dieron a conocer el son y
el bolero-son por el mundo entero.
Fue la agrupación musical que viajó
más en su tiempo. Las grabaciones
del Trío Matamoros constituyen
hoy un preciado tesoro de nuestra
identidad.
canSonERO
Lágrimas negras
(Miguel Matamoros)
Aunque tú me has dejado en el
abandono,
aunque tú has muerto todas mis
ilusiones,
en vez de maldecirte con justo
encono,
en mis sueños te colmo de
bendiciones.
(Las piezas seleccionadas están incluidas en la antología 100 sones cubanos, realizada por Edesio
Alejandro para J&N Records. Nominada en la última edición de los Grammy como mejor álbum latino
tropical, y Premio CUBADISCO 2011 en la categoría Compilación).
Sufro la inmensa pena de tu extravío
y siento el dolor profundo de tu partida
y lloro aunque sepas que el llanto mío
tiene lágrimas negras como mi vida.
Tú me quieres dejar,
yo no quiero sufrir,
contigo me voy, mi santa,
aunque me cueste morir.
El que siembra su maíz
(Miguel Matamoros)
Huye, huye, dónde está Mayó, dónde
está.
Ya no vende por las calles,
ya no pregona en la esquina,
ya no quiero trabajar.
El que siembra su maíz
que se coma su pinol
La mujer en el amor
se parece a la gallina,
que cuando se muere el gallo
a cualquier pollo se arrima
El que siembra su maíz
que se coma su pinol
Muchacha dice tu abuela
no te meta en la cocina,
que el que tiene gasolina
no ha de jugar con candela
El que siembra su maíz
que se coma su pinol

mayo
2011
programación
18 DE MAYO
Cine Rialto
Simposio Internacional CUBADISCO 2011.
“Santiago de Cuba, reserva musical de nuestra
nación”.
9:30 am: “Inaudis Paisán”. Carmen Bozina.
10:00 am: “Tallando su diamante en silencio.
Acercamiento a la vida y obra de Conrado Monier
Ribeaux”. Carmen González Vidal y José Cuenca
Sosa.
10:30 am: Entrega de Premio Acdam.
10:35 am: “Chito Latamblet: una proyección auténtica
en el tres”. Rosario Pupo García.
11:05 am: Receso.
11:30 am: Casa de la Trova. IX Taller de la guitarra
trovadoresca. Expertos: Pancho Amat, Alejandro
Almenares y “El Pinto”. Facilitadota: Maritza Puig.
Receso.
3:30 pm: Concierto-conferencia: “Pancho Amat,
un trovador del son”. Presentación artística: Pancho
Amat y su Cabildo del Son. Conferencista: Neris
González Bello.
Parque Serrano
5:00 pm: Inauguración del monumento a Miguel
Matamoros, realizado por el escultor Rolando
Montero. Palabras inaugurales del musicólogo Lino
Betancourt Molina. Invitados: septeto Ecos del
Tivolí y Orfeón Santiago.
Teatro Martí
8:00 pm: Gran final del Concurso de improvisación
sonera en el tres, la voz y el piano.
Sala Dolores
8:30 pm: Concierto homenaje de la Egrem de
Santiago de Cuba a Juan Almeida Bosque. Invitados:
Anaís Abreu, Beatriz Márquez, Waldo Mendoza,
Guillermo Tussio, Esperanza Ibis, Gabino Jardines,
Septeto Santiaguero, Eliades Ochoa y el grupo
Patria y la compañía danzaría Word Star. Entrega
del Premio de Honor CUBADISCO a la Egrem de
Santiago de Cuba.
Parque Céspedes
9:00 pm: Orquestas Angelito y su Banda y La
Jugada.
Cochera de la Uneac
Exposición de humor gráfico “Cuidadito, compay
gallo”, del caricaturista Román Emilio Pérez
(“Chicho”). Se mantiene hasta el domingo 22.
Otras locaciones
Salón del Son (10:00 pm): Son de Salón (Francia),
orquesta Salsón / Casa de la Música (10:00 pm):
Portela y su Típica Oriental, Changüí Santiago / Patio
de los Dos Abuelos (10:00 pm): Septeto Guitarras
y Trovadores / Salón de los Grandes (Casa de la
Trova) (10:00 pm): Morena Son y María Ochoa y su
grupo / Salón Principal de la Casa de la Trova (mañana),
Taller de la guitarra trovadoresca (tarde):
Estudiantina Invasora, Omar Corales y el sexteto
Oriente, Familia Valera Miranda, Septeto Luz; (noche):
trío JJ Son / La Trovita (Casa de la Trova) (11:00
am): Aracelis Romero, Lorenzo Manso, dúo Voces
Latinas, Los Cubanitos, Israel Gutiérrez / Casa del
Joven Creador (8:30 pm), Casa del Caribe (5:00 pm y
6:00 pm): Septeto Típico Tivolí.
19 DE MAYO
Cine Rialto
Simposio Internacional CUBADISCO 2011.
“Santiago de Cuba, reserva musical de nuestra
nación”.
9:30 am: “El Trío Matamoros y la música de
Rafael Hernández”. Lino Betancourt Molina.
10:00 am: “Arsenio Rodríguez, por los caminos
del son”. Radamés Giro.
10:30 am: Presentación de la revista Clave, números
1, 2 y 3 de 2010. Laura Vilar y Liliana Casanella.
11:00 am: Receso.
11:15 am: Panel: “Santiago de Cuba, cuna del
son”. Centenario de Arsenio Rodríguez. Panelistas:
Adalberto Álvarez, Lino Betancourt, Enrique Bonne,
Pancho Amat, Rodolfo Vaillant y Pachi Naranjo.
Moderador: Jesús Gómez Cairo.
12:00 m: Entrega de Premio de Honor CUBADISCO
por parte de Ciro Benemelis y Neris González Bello.
12:10 pm: Palabras de clausura del simposio.
12:20 pm: Presentación artística del grupo La
Botija.
Parque Aguilera
5:00 pm: Inauguración del monumento al tres,
realizado por el escultor Alberto Lescay. Palabras
del musicólogo Jesús Gómez Cairo, director del
Museo Nacional de la Música. Invitados: Pancho
Amat, Septeto de la Trova, y reconocidos treseros
santiagueros.
7:00 pm: Al culminar la inauguración del monumento
al tres en el parque Aguilera, comenzará el
desfile por calle Enramada hasta el parque Serrano.
Con todos los participantes en el evento y bloques de
diferentes manifestaciones de la música.
Parque Céspedes
9:00 pm: Orquestas Son Caliente y Pachi Naranjo
con la Original de Manzanillo.
Cochera de la Uneac
Exposición de humor gráfico “Cuidadito, compay
gallo”, del caricaturista Román Emilio Pérez
(“Chicho”). Se mantiene hasta el domingo 22.
Otras locaciones
Salón del Son (10:00 pm): Sonora Santi Garay /
Casa de la Música (10:00 pm): Septeto Son Amigos
/ Patio de los Dos Abuelos (10:00 pm): Bisset Son y
Changüí Santiago / Salón de los Grandes (Casa de la
Trova) (10:00 pm): Ecos del Tivolí y Pancho Amat y
su Cabildo del Son / Salón Principal Casa de la Trova
(tarde): Entrega de Premios de Honor y Estudiantina
Invasora; (noche): Septeto Cumbre / La Trovita (Casa
de la Trova) (11:00 am): Xiomara Vidal, dúo Cohiba,
dúo Melodías Cubanas, trío Erosay / Casa del Joven
Creador (8:30 pm), Uneac (8:30 pm): Rubén Lester,
Felipón, Adriana Aseff y su grupo.
diario / 18 de mayo de 2011
5/9
Dirección
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Dirección Editorial
cary diez
Edición y corrección
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Diseño Gráfico
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