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ocurrió hace 50 añosaquel complicadoaño de 1965La selección campeona de Europa sufrió para eliminar aIrlanda del Norte en eliminatoria directa clasificatoriapara el mundial de 1966 (Inglaterra): perdió (1-0)sorprendentemente en Belfast y goleó (4-1) en Sevilla, perono había diferencia de goles y hubo que acudira un desempate en París, en el que decidió un golde Ufarte a los 82’.1965 fue un año complicado para la selección que tuvo que acudira un desempate en París (foto superior) ante Irlanda del Nortepara clasificarse para el Mundial. Villalonga convocó para los dospartidos a los jugadores que vemos en estas fotos: Iribar, Rivilla,Olivella, Reija, Zoco, Betancort, Ufarte, Luis, Adelardo, Marcelino,Lapetra, Glaría, Gallego, Miera, Aguirre, Guillot, Rifé y Suárez, queaparecen en estas fotos.El 21 de junio de 1964 España celebró el primerode sus grandes triunfos internacionales a nivelde selecciones absolutas. Aquel grupo quequedó grabado para la historia fue la columnavertebral del que debía encarar la fase de clasificacióndel Mundial de Inglaterra (1966), pero el caminohacia la Isla resultó más penoso de lo que cabía esperar enlos campeones continentales.España perdió el siguiente encuentro a la final España-URSSdel estadio Santiago Bernabéu con todos los hombresque alzaron la Copa de Europa a excepción de LuisSuárez, al que sustituyó el jugador del Real Zaragoza y exmadridista Villa. Con él se presentaron en el estadio DasAntas de Oporto Iribar, Rivilla, Olivella, Reija, Zoco, Fusté,Amancio, Pereda, Marcelino y Lapetra. El duelo teníaademás de las habituales connotaciones de rivalidad entrevecinos, las comprensibles ansias portuguesas de vencera los campeones. Para ello reunieron un formidable conjuntocon la base del Benfica que por entonces ya era unpoderosísimo equipo. El guardameta Costa Pereira, los defensasGermano y Cruz, el extraordinario volante Coluna,y los delanteros José Augusto, Eusebio y Torres, a los queacompañaron el zaguero Pedro Gomes, el medio José Carlosy el ala izquierda del ataque Pinto y Nóbrega formaronaquel temible equipo rival.Un gol de Pereda a los 25’ de partido adelantó a los españolesque hasta entonces habían hecho valer su superioridad. Nofue suficiente con eso para doblegar a los lusos, que empataroncon un zarpazo de Eusebio a los 39’ y que se pusieron en ventaja,ya definitiva, con otro tanto a los 70’. En el descaso, Ríos,defensa central del Real Betis y que debutaba con el equiponacional, sustituyó a Olivella. En el banquillo vieron la derrotade España el portero suplente Pepín, el medio Glaría y los delanterosLuis y Santos. Sucedió el 11 de noviembre de 1964.Seis meses tardó el equipo español en volver a jugar. Entoncesno había encuentros internacionales con la frecuenciade ahora, pero el paso del tiempo no modificó sensiblementela estructura del equipo que dirigía José Vilalonga. Continuóel cuarteto defensivo formado por Iríbar, Rivilla, Olivella yReija. Glaría sustituyó a Fusté como compañero de Zoco yfue en la línea de vanguardia donde se produjeron más novedades.Entraron Ufarte y Guillot por Amancio y Pereda, yAdelardo ocupó el puesto de Suárez. Muchas novedades, esosí, en el banquillo: Betancort, Miera, Rifé, Gallego y Luis.El 5 de mayo de 1965, Irlanda del Norte, la del legendarioguardameta Dunne, y España se encontraron en el no menoscélebre Dalymount Park. Los irlandeses no tenían ni muchomenos la calidad de los españoles, pero su fútbol rudimentarioy físico siempre había sido un problema para nuestraselección. Tenían corpulencia, un juego simple y directo almás puro estilo británico, pero no estaban sobrados de habilidadesni de talentos. Tanto es así que no crearon más peligroinsuperable que su gol, un autogol de Iribar al intentardespejar un balón.La derrota obligaba inexcusablemente a España a ganar elencuentro de vuelta. Era una eliminatoria directa y no servíala diferencia de goles. Ganar o Ganar. No había otra. Trasun esperanzador empate sin goles ante Escocia, la espléndidade dos excelentes futbolistas, Bremmer y Law, quizás elmejor de siempre, España y la República de Irlanda volvierona verse las caras en el Sánchez Pizjuán el 27 de octubrede 1965. Aquella noche, casi año y medio después de haberconseguida la Eurocopa, la selección rebobinó y alineó aocho de los campeones: Rivilla, Olivella, Reija, Zoco, Pereda,Marcelino, Suárez y Lapetra. Con ellos, el guardametacanario del Real Madrid Antonio Betancort, y dos jugadoresdel Atlético de Madrid, Glaría y Ufarte.Aquella fue una formidable noche para todos. El partido fueun camino de rosas, aunque McEvoy adelantó a los irlandesesa los 27’. Fue especialmente una gran noche para “Chus”Pereda, que marcó los tres primeros goles de la selección enlos minutos 39, 43 y 67, goleada que cerró Pereda a los 73’.A pesar de la clara diferencia de calidad y juego entre ambosequipos, el desempate era inevitable. El partido se celebró el10 de noviembre de 1965 en el Parque de los Príncipes de Parísy en él la superioridad de los españoles (Villalonga repitióexactamente el “once”) por más que evidente no fue suficientepara doblegar la resistencia de los irlandeses del norte hastaque marcó Ufarte a los 82. Un triunfo agónico que llevabadirectamente a España al Mundial de Inglaterra (1966), en elque no tuvo un lucido papel si bien es verdad que cayó en ungrupo terrible: perdió con Argentina y la República Federalde Alemania y solo pudo ganar a Suiza.Era el fin de una etapa.36 37