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Columnawww.twitter.com/mariocamposSe buscan insiders¿Quién ganará la próxima elección? El candidatoo candidata que nos cuente la mejor historia,porque de eso se trata cada contienda. Ya seaque nos hablen de cambio, esperanza o de cualquierade los grandes conceptos con que sazonan sus discursos,el triunfador será quien persuada al mayornúmero de votantes de que el suyo es el más creíble,el más entrañable, y sea porque lo haya construidoen torno a una propuesta o a la descalificación de losotros candidatos para atraerse las simpatías.Por eso, más allá del contenido de un discurso,es importante saber con qué herramientas cuentanlos aspirantes para hacernos parte de su narrativa.Hoy tienen un arsenal novedoso que vale la penaanalizar porque, contrariamente a lo que pasó haceapenas seis años –y no se diga en elecciones anteriores–,los postulantes actuales pueden comunicarsede manera directa con los votantes sin necesidad depasar por el filtro de los periodistas o de los mediosde comunicación. Es el recurso del going public, comolo llaman en Estados Unidos. Éste siempre ha existidoen la plaza pública o en el mitin donde el políticopronuncia un discurso completo, y el público lo recibede primera mano, es decir, no tras ser editado. Elproblema es cuando se difunde mediante la prensa,la radio o la televisión, pues implica su paso previopor criterios –periodísticos o de otra índole– quedeterminan qué y cómo llegará a los electores. Heahí el valor de la Internet a la hora de analizar lascampañas políticas.Ya hay aspirantes, como Andrés Manuel LópezObrador, que suben un mensaje cada domingo aYouTube. También hemos visto al coordinador decampaña de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray,compartiendo fotos de su candidato desde Davos, ya Josefina Vázquez Mota haciendo circular a travésde Twitter las fotos de sus encuentros con quienesfueran sus rivales: Ernesto Cordero y Santiago Creel.Son los primeros pasos de lo que podríamos presenciaren los próximos meses, porque hoy, comonunca antes, los propios candidatos tienen la posibilidadde contarnos la historia desde su perspectiva.Eso es una poderosa oportunidad para ellos si entiendencómo jugar con la figura del insider. ¿Cuán-MEDIUS OPERANDIMa r i o A. Ca m p o stos aspirantes, por ejemplo, están usando las cuentasde Twitter o Facebook para mostrarnos el “detrás decámaras”?: la imagen del aspirante mientras preparaun discurso, la foto de los fotógrafos o reporteros quesiguen sus actividades, el video de algún traslado, eldiálogo con el equipo de trabajo…Vivimos, como bien cuenta Frank Rose, en lostiempos de la inmersión. No nos basta con conocerlo que siempre hemos visto, el show como productofinal; ahora queremos enterarnos de cómo se prepara.Por eso, también los equipos de futbol transmitenpor Internet sus entrenamientos; los artistas compartenmomentos anteriores o posteriores a sus conciertos,y los personajes de programas de televisiónabren cuentas para contarnos en Twitter lo que vivenentre un capítulo y otro.¿Qué político o política está listo para sacar provechode este nuevo entorno? Tienen las herramientasal alcance de su mano. Basta con dotar de smartphones(teléfonos inteligentes) a su personal para que empiecela función. Las plataformas –YouTube, Twitter,Facebook, Instagram– son gratis y ya cuentan conmillones de usuarios; el reto consiste en generar contenidointeresante.Aquí está la clave del asunto. Si se malentiendeesta herramienta y sólo se publican contenidos parael culto al ego de los candidatos, entonces que nocuenten con los ciudadanos. No se trata de ver cuántolos quieren o cuán populares son. Tampoco funcionasi muestran lo que ya nos dan los medios tradicionales.La meta es otra: usar la red para contarnosuna historia de éxito en la que queramos participar;transmitir los momentos en los que se construye unnuevo capítulo en la historia de México.Cualquiera de los tres aspirantes que gane estaráviviendo una historia única, sea el regreso triunfaldel Partido Revolucionario Institucional (PRI), conEnrique Peña Nieto; el esperado triunfo de AndrésManuel López Obrador, o la victoria de la primerapresidenta si gana Josefina Vázquez Mota por el PartidoAcción Nacional (PAN). Veremos quién de ellostiene la capacidad de contar mejor su anhelo y de entusiasmarnoslo suficiente como para que se le vuelvarealidad.HOMO ZAPPINGSDa r w i n Fr a n c oLos presidenciables, entre la TV y TwitterEs bien sabido que los actualescandidatos a la presidencia,Enrique Peña Nieto,por la coalición del Partido RevolucionarioInstitucional (PRI) y elPartido Verde Ecologista de México(PVEM); Josefina Vázquez Mota,del Partido Acción Nacional (PAN), yAndrés Manuel López Obrador, por elPartido de la Revolución Democrática(PRD) en alianza con el Partido del Trabajo(PT) y Movimiento Ciudadano, sonmás devotos de la televisión que de las nuevastecnologías, a pesar de las posibilidadesde interacción que éstas brindan. Esto se debea que dichos políticos (como el grueso de su clase) noestán acostumbrados a dialogar y ser cuestionados,sino a seguir religiosamente el teleprompter (apuntadoróptico que va mostrando lo que se debe decirfrente al público presencial o televisivo) y el discursoredactado para “apantallar” a la audiencia.Muestra de ello es el ineficaz manejo que hasta lafecha han hecho de las redes sociales y de las diversasplataformas donde se han visto forzados a incursionarpor las actuales costumbres de los votantes respectoa la informática. Así lo indica el espléndido trabajodel Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ)de la UNAM a través de su Observatorio Electoral2.012, el cual monitorea –desde hace varios meses–la actividad de estos candidatos en la red, lo que losusuarios decimos sobre ellos y qué enlaces relacionadosseguimos o sugerimos.En la página http://info7.juridicas.unam.mx/Electoral2012Mx,el IIJ presenta datos que compruebanque la llamada Política 2.0 sólo puede ser un mitoen un país donde los políticos son analógicos (y untanto anacrónicos, diría yo), y confirma también elreinado de la televisión sobre la política, así como sudependencia recíproca.Uno de los datos más llamativos es que, pese alos nuevos canales de interacción, nuestros políticosson poco participativos en ellos, y sus asistentesdedican más tiempo a matizar positivamentelas acciones y giras de campaña de aquéllos que afomentar el debate o a construir las propuestas conlos usuarios/electores. Los asesores,sin duda, jamás revisaron la estrategiade Barack Obama.Por ejemplo, Enrique Peña Nietoencabeza la lista de suscriptores enTwitter; sin embargo, ocho de cada 10comentarios que recibe son negativos, yla mayoría se refiere al error que cometióen la FIL en vez de a sus propuestaspolíticas.Lo mismo pasa con Josefina VázquezMota, quien es la candidata más seguidaen Facebook, pero esto no se traduce necesariamenteen una mayor interacción,porque del millón de usuarios registradosen su cuenta sólo una mínima parte ha comentadoalguna de sus publicaciones, y –como sucede conPeña Nieto– la mayoría de los seguidores se centra entodo menos en su política. Lo más comentado, hastaahora, es el hecho de que la panista no sacó, porrazones estéticas o políticas, a una de sus hijas en laportada de la revista Quién.La página del IJJ también destaca que, tras elbloqueo informativo, López Obrador está usandoYouTube como principal vía de comunicación con losvotantes. En este sitio no sólo es el más seguido, sinotambién el político cuyos videos cuentan con mayornúmero de reproducciones. Esto contrasta con supoca o nula presencia en Facebook y Twitter.El Observatorio Electoral 2.012 ofrece, asimismo,un mapa en tiempo real de lo que sucede con los políticosy los usuarios: es posible saber lo que estánpublicando y la retroalimentación que reciben.¿Pero qué dice esto de nuestros políticos?, ¿quédice de nosotros como ciudadanos? Lo que hastaahora se vislumbra es que no hay un plan de comunicaciónpolítica para aprovechar la interactividad delos nuevos medios, pues los políticos ni promuevenla participación ni se abren al diálogo. Pero tambiénes evidente que los ciudadanos no exigimos aperturay debate, ya que nuestra postura es más reactiva quepropositiva y caemos en la crítica fácil y poco reflexiva.Ahí está el detalle.¿Será que también tenemos el uso político de lasredes sociales que nos merecemos?Columna Especial20 de febrero de 2012 www.buzos.com.mxwww.buzos.com.mx20 de febrero de 2012