Año 7 - Número 27 - Fundación del Patrimonio histórico de Castilla ...

DOSSIERlla y las quinas dePortugal.Pero si todoslos sepulcros conservadosen lasHuelgas son excepcionalespara elestudio del arte funerario,no menosimportantes sonlas indumentarias ylos tejidos de su interior.Es indudableque los monarcasForro del ataud de don Fernandode la Cerda.castellano-leoneses fueron unos grandes admiradoresde las telas de al-Andalus, al menosdesde que Alfonso VIII arrebatara a su rival, el“Miramamolín” de la célebre batalla de las Navasde Tolosa, cuyo verdadero nombre eraAbu´Allah Muhammad ibn Ya´qub ibn Yusuf ibnal- Mu´min al -Nasir li-Din Allah (1199-1213),el “pendón de las Navas” conservado precisamenteen el Monasterio de las Huelgas, aunquesabemos que esa admiración venía de antiguo.Pero lo cierto es que los personajesenterrados en este singular panteón medieval,llevaron su entusiasmo hasta el extremo dequerer ser enterrados envueltos en esas telasdecoradas frecuentemente con oraciones aAllah, algo que puede resultar insólito. Graciasa ellos hemos podido conocer y estudiar lostejidos ricos fabricados en al-Andalus básicamentedurante el siglo XIII.Los forros de los ataúdes y las indumentariasencontradas en las tumbas de las Huelgasson fundamentales para el estudio de tales tejidose, incluso, de los bordados, a pesar deque los franceses, al profanar los enterramientos,provocaron una evidente confusión. Por lasfechas de defunción de los personajes enterradospodemos considerar que estos tejidos,preferentemente de seda, son obras procedentesde talleres almohades tardíos o nazaríestempranos, cuya exacta ubicación desconocemos,ya que no parece probable el trasladoAlmohada de doña Berenguela laGrande.de tejedores andalusíes al reino de Castilla. Enestos trabajos la ambivalencia estética vuelve aser una realidad, ya que junto a los escudos dearte cristiano, insistentemente repetidos conformeal gusto hispanomusulmán citado, hayinscripciones en escritura cúfica o nasji y esquemasorientalizantes con animales afrontadoso adosados. Gracias a algunas almohadas ycojines apreciamos también la calidad de losbordados y de las labores de punto de mediarealizados en esta época.Como ejemplos, difíciles de elegir ante lacalidad de todas las piezas, mostramos un detalledel forro exterior del ataúd de don Fernandode la Cerda, muerto en 1275 a los diecinueveaños, y la almohada de doñaBerenguela la Grande, hija de Alfonso VIII deCastilla, esposa de Alfonso IX de León y madrede Fernando III. Esta última va decoradacon la tradicional y expresiva representaciónde dos personajes afrontados ante el “hom”o árbol de la vida, la música y el bebedor. Alrededorde la escena una inscripción nasjidesgrana la oración más común en el Islam,debido a su monoteísmoa ultranza,“No haymás divinidadque Dios”, mientrasque en lasdos cenefas delos bordes selee, en cúfico:“La bendiciónperfecta”. Puedeparecer algo insólito,pero locierto es quesobre esta almohadadurmió elsueño eterno una gran reina de Castilla, nadamenos que la madre de San Fernando. Es talvez en mejor homenaje brindado a los tejedoresde al-Andalus por nuestros monarcasbajomedievales.Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León 33