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el enfoque psicosocial - Bivipas

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Acción sin Dañoy Construcción de Paz9ElDaño desde<strong>el</strong> Enfoque PsicosocialMartha Nubia B<strong>el</strong>lo AlbarracínRicardo Chaparro PachecoCon <strong>el</strong> apoyo de:


Catalogación en la publicación Universidad Nacional de ColombiaB<strong>el</strong>lo Albarracín, Martha Nubia, 1964-El daño desde <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> / Martha Nubia B<strong>el</strong>lo Albarracín, Ricardo Chaparro Pacheco. -- Bogotá :Universidad Nacional de Colombia. Programa deIniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC), 2010xxx p., il. -- (Acción sin daño y construcción de paz , M9)Incluye referencias bibliográficasISBN : 978-958-719-629-01. Asistencia humanitaria 2. Conflicto armado - Aspectos psicológicos 3. Violencia - Aspectos psicológicos 4.Acción sin daño I. Chaparro Pacheco, Ricardo, 1981- II. Tít. III. SerieCDD-21 303.66 / 2011Primera edición; Bogotá D.C., 2011El daño desde <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>Universidad Nacional de Colombia, Sede BogotáFacultad de Ciencias Humanas, Departamento de Trabajo SocialPrograma de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia – PIUPC-Calle 44 No. 45 – 67, Unidad Camilo Torres, Bloque 1, Oficina 601T<strong>el</strong>.: (57) 1 3165000 Ext.: 10261 – 10265, Bogotá D.C.Correo <strong>el</strong>ectrónico: proiupc_bog@unal.edu.coAutorMartha Nubia B<strong>el</strong>lo Albarracínmnb<strong>el</strong>loa@unal.edu.coRicardo Chaparro Pachecorchaparrop@gmail.comDirección académicaMartha Nubia B<strong>el</strong>lo AlbarracínCoordinación editorialLiz Yenny Vanessa Londoño PiñerosComité editorialOlga d<strong>el</strong> Pilar Vázquez CruzJulia Esmeralda Rodríguez FernándezÁng<strong>el</strong>a Cristina Sánchez LemusGloria Inés Retrepo CastañedaYaneris AlvisRevisión de textosMargarita MejíaDiseño y diagramaciónErica FlórezFotografíasArchivo PIUPC, Archivo GIZ, Archivo COSUDEArchivo Borja Paladini Ad<strong>el</strong>l - www.borjapax.orgFoto portada: COSUDEImpresiónImágenes IPDBogotá D.C., 2011Apoyo financieroAgencia Suiza para <strong>el</strong> Desarrollo y la CooperaciónCra. 9 No. 74 – 08, Piso 8, oficina 806, Bogotá D.C.T<strong>el</strong>éfono ++57 1 349 72 30, Fax ++57 12124432bog.sdc@eda.admin.ch, www.cosude.org.co, www.eda.admin.ch/bogotaDeutsche Ges<strong>el</strong>lschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ)Calle 26 No. 13-19 piso 27 Edificio FONADET<strong>el</strong>éfono + 57 1 3815000 Ext. 2705-2700 Fax Ext 2704www.cercapaz.orgISBN Volumen: 978-958-719-629-0Las opiniones y los énfasis destacados en <strong>el</strong> texto, son de exclusivaresponsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista d<strong>el</strong>a Universidad Nacional de Colombia, COSUDE, ni GIZ


5.2. Tipologías de las acciones <strong>psicosocial</strong>es en ColombiaUNIDAD 6. Propuesta para la Formulación de Indicadores deSeguimiento y Evaluación a los Proyectos de AcompañamientoPsicosocial6.1. Evaluación y seguimiento según tipologías d<strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong>6.2. Criterios de seguimiento y evaluación y ciclo de los proyectos de acompañamiento<strong>psicosocial</strong>Bibliografía citada y de referenciaAnexo 1. Herramientas Metodológicas: Inventario de daños y exigencias de reparación616566707376Índice de FigurasFigura 1. Ámbitos de Interacción d<strong>el</strong> Sujeto y los Arreglos DiferencialesFigura 2. Vínculos entre los Procesos Sociales de la Guerra y los Procesos Subjetivosque DesencadenaFigura 3. Tipologías d<strong>el</strong> Acompañamiento Psicosocial en Colombia154263Índice de CuadrosCuadro 1. Clasificación de las Necesidades Humanas, sus Satisfactores y CarenciasCuadro 2. Caracterización de las R<strong>el</strong>aciones Satisfactoras de Segundo Orden (o deBienestar Social)Cuadro 3. Características y Criterios de Evaluación según las Tipologías de ProyectosCuadro 4. Plano de Criterios para <strong>el</strong> Seguimiento y la Evaluación de los Proyectos deAcompañamiento Psicosocial19216771


PresentaciónLos impactos positivos y negativos de las intervenciones humanitarias y de los procesos deconstrucción de paz por lo general son evaluados a partir de indicadores de orden cuantitativo,material y económico. Por medio de estos indicadores se busca dar cuenta de la capacidad quetiene la acción para responder a las “necesidades inmediatas” generadas por los conflictos,especialmente de alimentación, albergue y protección.Sin embargo, los grandes fenómenos que su<strong>el</strong>en ser catalogados como catástrofe –ya seaoriginados a partir de fenómenos naturales o de características antrópicas, como los conflictosarmados –, provocan gran cantidad de impactos en la salud mental de las personas y lascomunidades afectadas, los cuales si no tienen evidencias somáticas claras, su<strong>el</strong>en obviarsey por lo tanto, quedar sin atención.Con <strong>el</strong> desconocimiento de este tipo de situaciones, los agentes humanitarios al determinar laprioridad de sus intervenciones pueden incurrir de un lado, en soslayar y subestimar aqu<strong>el</strong>lassituaciones que por razones de orden psicológico o r<strong>el</strong>aciones de poder no son expresadas nivisibilizadas por quienes las padecen; o de otro, contribuir a profundizar los daños.Por otro lado, es importante evidenciar que las guerras y los conflictos armados tienen grancapacidad para afectar las r<strong>el</strong>aciones entre las personas y debilitar los lazos comunitarios.El miedo, la desconfianza y <strong>el</strong> sufrimiento, restringen, limitan y distorsionan las r<strong>el</strong>acioneshumanas, creando escenarios problemáticos y complejos en donde las acciones de los otros,tanto internos como externos, son objeto de sospecha, aceptación pasiva o rechazo.Los lenguajes implícitos, los rumores e incluso, las resistencias pasivas son un obstáculopara <strong>el</strong> trabajo, lo cual exige de capacidad de los agentes humanitarios para reconocerlos yafrontarlos en sus procesos.A partir de tales consideraciones, los programas de atención humanitaria y provisión de ayudaa víctimas, tanto de conflictos armados como de otras catástrofes, han venido incluyendoacciones de intervención <strong>psicosocial</strong> y reconociendo en cierta medida, tanto los efectos d<strong>el</strong>contexto en la salud mental de quienes están inmersos en <strong>el</strong> conflicto, como las capacidadescon las que cuentan los individuos para actuar sobre ese escenario.Sin embargo, los lineamientos conceptuales y metodológicos que sostienen lo <strong>psicosocial</strong> d<strong>el</strong>as acciones humanitarias, y que incluyen este componente, no son d<strong>el</strong> todo claros. Oscilanentre posiciones personales y la imposición de preceptos ajenos a las comunidades, quedesconocen las condiciones propias d<strong>el</strong> escenario de intervención. Tampoco hay claridadrespecto a sus propósitos. Sostienen <strong>el</strong> ciclo descrito anteriormente, dando r<strong>el</strong>evancia a unosaspectos sobre otros, los cuales son ignorados o abordados de manera superficial. En ocasiones,incluso se puede llegar intencionalmente o por accidente, a dev<strong>el</strong>arse aspectos cuyaimportancia y d<strong>el</strong>icadeza no son reconocidos o generan angustia en <strong>el</strong> mismo equipo de inter-


vención, <strong>el</strong> cual, frente a la propia confusión e incertidumbre abandona <strong>el</strong> trabajo ad<strong>el</strong>antadoo pasa por alto lo conseguido hasta entonces. Lo anterior, sin reconocer la alta vulnerabilidada la que queda expuesta la población sujeto de su trabajo y, generando daño.La importancia d<strong>el</strong> llamado que hace la perspectiva de la Acción Sin Daño radica precisamenteen la promoción de una reflexión en la que no solo se tenga en cuenta <strong>el</strong> daño en lascomunidades y sus miembros a partir de los efectos devastadores de las catástrofes y losconflictos armados, sino también la manera en que la acción humanitaria desprovista de un<strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> puede incidir en la generación y/o profundización de daños.Teniendo en cuenta lo anterior, y desde la experiencia de trabajo que durante 10 años ha desarrollado<strong>el</strong> Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC) d<strong>el</strong>a Universidad Nacional de Colombia, <strong>el</strong> propósito de este módulo es:Presentar una propuesta para pensar en un <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> que, bajo la perspectiva d<strong>el</strong>a Acción sin Daño, brinde <strong>el</strong>ementos para aproximarse a los escenarios que demandan laformulación, ejecución, seguimiento y posterior evaluación, de acciones humanitarias y proyectosde construcción de paz.Las cuatro primeras partes de este módulo presentan un abordaje conceptual de lo que sepropone como aspectos a tener en cuenta para la definición de un <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> y, desdeallí, pensar la noción de daño y sus expresiones en los individuos y comunidades sujetosde atención.Las dos últimas partes corresponden a un abordaje metodológico desde <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>,donde más que presentar un “recetario” de acciones que se suponen <strong>psicosocial</strong>es, sepersigue promover la reflexión en torno a los propósitos d<strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong> y supuesta en acción en las diferentes tipologías de proyectos <strong>psicosocial</strong>es. Luego, esta reflexiónse traslada a una exploración por los aspectos que pueden precipitar la generación de dañosen <strong>el</strong> desarrollo de proyectos <strong>psicosocial</strong>es, y culmina con una invitación a pensar en indicadoresde impacto d<strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong>. Lo anterior, se diferencia de la propuestapresentada para la formulación de indicadores de seguimiento y evaluación a los proyectos<strong>psicosocial</strong>es.


Objetivo general:Presentar una propuesta para pensar en un <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> que, bajo la perspectiva de laAcción sin Daño, brinde <strong>el</strong>ementos para aproximarse a los escenarios que demandan la formulación,ejecución, seguimiento y posterior evaluación de acciones humanitarias y proyectosde construcción de paz.Objetivos específicos:»»Precisar <strong>el</strong> significado y las implicaciones d<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> y sus aportes para ladefinición, la identificación y la prevención d<strong>el</strong> daño.»»Identificar los daños <strong>psicosocial</strong>es de orden individual, familiar, comunitario y social quepueden generarse como resultado de las acciones humanitarias y los procesos de construcciónde paz.»»Reconocer la importancia de la dimensión emocional y espiritual de las personas y lascomunidades en los proyectos humanitarios y de construcción de paz.»»Analizar <strong>el</strong> impacto que genera <strong>el</strong> trabajo en contextos de guerra y conflicto sobre losagentes humanitarios, y proponer estrategias de prevención y afrontamiento.» » Promover la reflexión en torno a la evaluación de los impactos de las acciones humanitariasy los procesos de construcción de paz desde una perspectiva <strong>psicosocial</strong>.


Mapa ConceptualEL DAÑO DESDE EL ENFOQUE PSICOSOCIALAbordaje conceptualAproximaciones<strong>psicosocial</strong>essobre <strong>el</strong> contextoEl <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>El encuentro sujetocolectivoNoción de daño desde <strong>el</strong><strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>La construcciónsocial d<strong>el</strong> sujeto y lasatisfacción de lasnecesidades humanasDerechos humanos,dignidad humanay acompañamiento<strong>psicosocial</strong>Daños al proyectode vida o dañoexistencialExpresiones<strong>psicosocial</strong>es d<strong>el</strong>dañoDaños alcuerpoNo solo <strong>el</strong> dañoDañopsicosomáticoTransformacionesy daños en lasidentidadesTransformacionesy daños en laautonomíaTransformacionesy daños en <strong>el</strong>empoderamiento


Abordaje metodológicoFactores generadores yagravantes d<strong>el</strong> daño desde <strong>el</strong>acompañamiento en la atenciónhumanitaria y estrategias para sumitigaciónTendencias d<strong>el</strong>acompañamiento<strong>psicosocial</strong> y estrategiaspara identifi cación derecursos protectores y deafrontamientoPropuesta parala formulación deindicadores deseguimiento y evaluaciónde los proyectosSentidos y propósitos de laacción humanitaria desde <strong>el</strong><strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>La sobredimensióny la subestimaciónd<strong>el</strong> dolor y d<strong>el</strong>sufrimientoCriterios generales de laacción humanitaria desde<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>Evaluación yseguimiento segúnlas tipologías deacompañamientoDaño colectivo osocioculturalLa victimizaciónInvasión de losespacios privados ylos ámbitos íntimosTipologías de las acciones<strong>psicosocial</strong>es en ColombiaCriterios de seguimientoy evaluación y ciclosde los proyectos deacompañamiento<strong>psicosocial</strong>Lasgeneralizaciones yestandarizacionesLa utilizaciónarbitraria de losritualesLa exacerbacióny <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> dolorfrente a donantes yfi nanciadoresAgotamientod<strong>el</strong> equipo deacompañamiento


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9UNIDAD 1APROXIMACIONES PSICOSOCIALES SOBRE EL CONTEXTOFoto: www.irinnews.org / Nancy PalusEn <strong>el</strong> escenario colombiano se presentan diversassituaciones que frecuentemente llamanla atención de agencias internacionalesy organizaciones de ayuda humanitaria.Cientos de miles de personas que año trasaño, son damnifi cadas por las inundacionesa causa d<strong>el</strong> invierno y los deslizamientos detierra en zonas de alta inestabilidad debido ala actividad volcánica o sísmica, entre otrosfactores generadores de riesgo. Frente aestos hechos son repetitivas las declaracionesde “situación de emergencia” – generalmenteen las mismas áreas geográfi casdonde ya se había hecho una declaraciónsimilar –, lo cual habla de acciones insufi -cientes por parte d<strong>el</strong> Estado para generarcondiciones de seguridad que reduzcan laexposición de las personas a la devastaciónpropia de estos fenómenos naturales (prevenciónde las emergencias, reducción d<strong>el</strong>número de perjudicados y rápida recuperaciónde los afectados). Asimismo, para transformarlas estructuras sociales que reprodu-cen estas condiciones de alta vulnerabilidad,puesto que la gran mayoría de damnifi cadoshabitan áreas rurales empobrecidas o cinturonesde miseria, ubicados en la periferiade las grandes ciudades d<strong>el</strong> país.La historia d<strong>el</strong> país da cuenta de un largoconflicto armado interno que ha provocadomiles de muertes, desapariciones, masacres,desplazamientos forzados y todasuerte de prácticas horrendas, orientadasa degradar la dignidad o despojar de todorasgo de humanidad y <strong>el</strong>iminar a quienesson considerados como enemigos o simpatizantesde los bandos contrarios. El usode estrategias de guerra, violatorias de losDerechos Humanos y <strong>el</strong> Derecho InternacionalHumanitario, ha afectado principalmentea la población civil y de manera particular,a campesinos, indígenas y afrocolombianos,entre los que sobresalen las mujeres, los niñosy las niñas como los grupos mayormentevulnerados por las dinámicas de la guerra.11


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialLa guerra transcurre además, en un clima de corrupción e impunidad que impide a lasvictimas ad<strong>el</strong>antar procesos para garantizar la verdad, la justicia y la reparación, y másaún, las hace objeto de nuevas victimizaciones y vulneraciones.Por su parte, en las áreas d<strong>el</strong> país comolos centros urbanos, donde las acciones d<strong>el</strong>confl icto no se manifi estan de manera continua,otras violencias (contra las mujeres, losniños y niñas, entre vecinos, etc.), pierdenvaloración simbólica y no son representadassocialmente como tales, hasta que sus manifestacionesalcanzan expresiones explícitamentefísicas y de “gravedad evidente”.Hablar de una guerra de más de 50 años implicaasumir que las r<strong>el</strong>aciones sociales estánabsolutamente atravesadas por sus dinámicasy sus lógicas. En particular, pensaren que la amenaza, la destrucción y las pérdidasse instalan como procesos socialesque constituyen realidades permanentes,conlleva a identifi car una serie de procesossubjetivos y paral<strong>el</strong>os, r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong>miedo, <strong>el</strong> trauma y <strong>el</strong> du<strong>el</strong>o, especialmente 1.El conflicto armado colombiano ha configurado la vida política, social yeconómica d<strong>el</strong> país, conllevando consecuencias profundas a sus víctimas(individuos y colectividades) y la sociedad en su conjunto. Estas consecuenciasa su vez, construyen subjetividades y realidades, que dan lugar a lenguajes yprácticas sociales, las cuales a la postre, adquieren “dinámica” propia y pasan aformar parte de las características d<strong>el</strong> ámbito social y comunitario en <strong>el</strong> cual seinscribe <strong>el</strong> quehacer profesional. 2Este escenario condiciona de modo particularla manera como los sujetos perciben <strong>el</strong>mundo y se arman de herramientas para interpretarlo,desenvolverse en él y construirlo.Con lo anterior puede intuirse también,que existen incidencias que van más allá d<strong>el</strong>os individuos para trascender en las redessociales construidas y los ámbitos de interacciónque las contienen.Foto: Archivo PIUPC1. Estos aspectos se desarrollarán más ampliamente en <strong>el</strong> apartado 3.1.3 Daños Psicosomáticos.2. Martha B<strong>el</strong>lo & Dora Lancheros, Acompañamiento <strong>psicosocial</strong> y atención humanitaria en <strong>el</strong> contexto colombiano. Bogotá:Corporación apoyo a víctimas de violencia sociopolítica pro-recuperación emocional -AVRE-, 2005. p. 10.12


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9UNIDAD 2EL ENFOQUE PSICOSOCIALwww.unmultimedia.org/ Mark Garten2.1. El encuentro sujeto– colectivo: Hacia unadefinición d<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong><strong>psicosocial</strong>La vasta literatura existente acerca de lo<strong>psicosocial</strong> genera al mismo tiempo ciertadifi cultad para precisar y d<strong>el</strong>imitar <strong>el</strong> tema,más aún cuando los puntos en común noson fáciles de identifi car y son planteadossin mayores precisiones. En nombre de lo<strong>psicosocial</strong> se realizan aproximaciones quetienden a caricaturizar o privilegiar una d<strong>el</strong>as dos tendencias que se hallan incluidasallí, como son lo psicológico/psiquiátrico y losocial/comunitario, reduciendo la signifi caciónd<strong>el</strong> término y, por ende, su práctica 3 .Al revisar <strong>el</strong> término en cuestión, se tienendos componentes lingüísticos que puedendar alguna orientación: <strong>el</strong> prefi jo psico que:“…Se refi ere a la psique o al alma’’ 4 aludea la indagación y comprensión de la experienciahumana desde su subjetividad; y lapalabra social, que se refi ere a la dinámicavinculante d<strong>el</strong> sujeto con otros con quienesestá en permanente r<strong>el</strong>ación.Lo <strong>psicosocial</strong> entonces, en suaspecto más básico de la composiciónmorfológica d<strong>el</strong> término, alude a eseespacio de encuentro entre lo subjetivoy lo colectivo, pero sin perder de vistala experiencia personal d<strong>el</strong> sujeto.3. Bertha Castaño. «A propósito de lo <strong>psicosocial</strong> y <strong>el</strong> desplazamiento», Desplazamiento forzado: dinámicas de guerra, exclusióny desarraigo. Martha B<strong>el</strong>lo. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-, Programa de Iniciativas Universitariaspara la Paz y la Convivencia (PIUPC); Ofi cina d<strong>el</strong> Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),2004, pp. 187-196.4. David Becker & Barbara Weyermann. Género, transformación de confl ictos y <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>. Agencia suiza para <strong>el</strong> desarrolloy la cooperación – COSUDE, 2006, fi cha 2, p.1.13


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialEs decir, lo <strong>psicosocial</strong> parte de preguntarpor la experiencia subjetiva de una personainscrita en espacios más amplios de r<strong>el</strong>acióncon otros, un sujeto en r<strong>el</strong>ación o, como lollamarían Becker y Weyermann 5 , un sujetoen contexto.Pero la importancia de pensar en un sujetoen r<strong>el</strong>ación con otros radica en <strong>el</strong> reconocimientode lo que dichas r<strong>el</strong>aciones representanpara él mismo: inicialmente, la garantíade su supervivencia frente a la primigeniainmadurez biológica, desde la cual podemoshablar de un ser humano que nace en necesidad.En la historia de la humanidad, laasociación humana y sus producciones parala contingencia frente al entorno han garantizadola supervivencia de la especie. “Cadaanimal deja vestigios de lo que fue; sólo <strong>el</strong>hombre deja vestigios de lo que ha creado” 6 .En este orden de ideas, <strong>el</strong> ser humano llegaa un mundo que le antecede, en la medidaque ha sido interpretado, nombrado y hastaFoto: Archivo PIUPCmodifi cado por los ancestros, quienes lo recibeny lo insertan en ese mundo, para qu<strong>el</strong>uego, <strong>el</strong> sujeto esté en capacidad de interactuarcon <strong>el</strong>los y otras personas a su alrededor.Esos otros a su vez, continuarán en latarea de interpretar <strong>el</strong> entorno y actuar en él(unas veces transformándolo, otras simplementesiendo parte de él), sostenidos sobrecriterios y preceptos culturales anteriores a<strong>el</strong>los mismos y que han venido aprehendiendoy viviendo desde su primera infancia 7 .Esta dinámica r<strong>el</strong>acional d<strong>el</strong> sujeto nos hablad<strong>el</strong> carácter social d<strong>el</strong> ser humano, desdecuyas interacciones se hace posible laasimilación d<strong>el</strong> mundo y sus componentes,y ser parte de él.Este proceso de construcción social de larealidad 8 , también valida la espera e inserciónd<strong>el</strong> nuevo sujeto humano en ese mundopreconcebido. Se trata de la atribución socialde un valor, d<strong>el</strong> cual se deriva <strong>el</strong> estatus dereconocimiento de una persona como miembrode una asociación humana, y que comotal, la hace merecedora de la atención d<strong>el</strong>colectivo para satisfacer las condiciones quegaranticen su supervivencia, y le asigna unpropósito a su vida y a su lugar en <strong>el</strong> mundo.Esto la convierte en un fi n en sí misma, esdecir, que no puede ser instrumentalizada niutilizada como medio para ninguna causa 9 .Este valor es la dignidad humana, de cuyadefi nición histórica en los Derechos Humanos10 , también se deriva <strong>el</strong> deber de respetarese mismo valor asignado a los demás.5. David Becker & Barbara Weyerman, 1.6. Jacob Bronowski, El Ascenso d<strong>el</strong> hombre. 1973, p.19.7. Yolanda López, “Trabajo social individual”. Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-, Facultad de Ciencias Humanas,Departamento de Trabajo Social, apuntes de clase, I/2002.8. Peter Berger & Thomas Luckman. La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1968 (Título originalen inglés: The social construction of reality, Zuleta, Silvia, tr.).9. B<strong>el</strong>lo & Lancheros, Acompañamiento…p. 68.10. Ver <strong>el</strong> apartado: Derechos humanos, dignidad humana y acompañamiento <strong>psicosocial</strong>.14


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Tanto <strong>el</strong> sujeto como los espacios en los que se r<strong>el</strong>aciona con otros sujetos – ámbitos deinteracción –, son atravesados por aspectos que social y culturalmente son signifi cados, arregladossegún los parámetros precedentes, y por consiguiente, condicionan la r<strong>el</strong>ación de laspersonas entre sí y la construcción de sus espacios sociales. A esto lo llamamos arreglosdiferenciales 11 , que son <strong>el</strong> ciclo vital, <strong>el</strong> grupo social al que hace parte 12 , <strong>el</strong> grupo étnico y <strong>el</strong>género.Figura 1. Ámbitos de interacción d<strong>el</strong> sujeto y los arreglos diferencialesRecursos MaterialesRecursos AmbientalesCiclo VitalEtniaClaseSocioeconómicaGéneroTerritorialComunitarioPlobaciones específicasHistóricoCulturalPolíticoSujetoFamiliarRecursos SimbólicosRecursos EconómicosFuente: Strang y Alastair, 2003; B<strong>el</strong>lo, et al., 2006;<strong>el</strong>aboraciones propias para este módulo11. A partir de la defi nición propuesta por María Emma Wills sobre arreglos de género, entiéndase por arreglos diferencialeslas pactos sociales, legales e informales, que asignan roles, estatus y prácticas diferenciadas a cada aspecto que imprime unadiferencia, tanto en la identidad como en la experiencia individual y/o colectiva en cada ámbito de interacción. Para Wills (2008,s.ed.), los arreglos son “…desenlaces contingentes de luchas entre actores con distintos grados de poder”, lo que les asigna uncarácter dinámico y cambiante según los momentos y contextos históricos.12. Caben en esta categoría diferencial tanto las agrupaciones alrededor de arreglos socioeconómicos y de clase como los depoblaciones especiales, por ejemplo, los discapacitados.15


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialAsí las cosas, <strong>el</strong> sujeto está en permanenteconstrucción a partir de su r<strong>el</strong>ación con otrosy su participación en ámbitos de interacciónmás amplios. Sin embargo, esos espacios alos que <strong>el</strong> sujeto está vinculado no lo captanen su totalidad, así como tampoco los ámbitosde interacción más amplios (cultural,político, social) lo hacen con los ámbitosde interacción más pequeños (comunitario,grupal, familiar). En otras palabras, hayalgo d<strong>el</strong> sujeto 13 y sus ámbitos de interacción,que se escapa a los espacios socialesmás amplios que lo contienen, pese a queéstos son construidos socialmente (por esarazón, la fi gura 1 es representada mediantecírculos descentrados, no concéntricos,como quisiera pensarse).Estos fragmentos que se escapan al dominiototal d<strong>el</strong> ámbito de interacción más amplioson los reductos en los que se depositanaqu<strong>el</strong>los aspectos diferenciales ocultos– casi que como un sacrifi cio –, a fi n de qu<strong>el</strong>os pactos sociales sean posibles, pero cuyalatencia representa tensiones que a menudosu<strong>el</strong>en encontrarse en la cotidianidad, lasacciones de acompañamiento y hasta en laformulación de políticas públicas (individuovs. familia, familia vs. sociedad, derechosindividuales vs. los derechos de otrosindividuos vs. los derechos colectivos,entre muchos otros). Bajo ciertas condiciones,estas tensiones pueden exacerbarse ymanifestarse abiertamente hasta llegar a lageneración de confl ictos. Es por eso que demanera acertada, las perspectivas de transformaciónde confl ictos llaman la atenciónsobre la imposibilidad de resolver <strong>el</strong> confl ictode una vez por todas, y convocan a pensaren la construcción social de mecanismos noviolentospara su abordaje.Teniendo en cuenta que la atención se dirigea lo que ocurre en un sujeto en r<strong>el</strong>acióncon otros y con un contexto en <strong>el</strong> que seconforman colectivos, es posible considerarlo <strong>psicosocial</strong> como un <strong>enfoque</strong> integrador,en <strong>el</strong> que caben diferentes perspectivas deabordaje teórico y práctico sobre <strong>el</strong> encuentrosujeto-colectivo, lo cual le imprime un carácterholístico, sistémico y dinámico.Considerando la r<strong>el</strong>ación constructora recíprocaentre <strong>el</strong> sujeto, los grupos y las estructurassociales en las que se halla inscrito,se asume que los acontecimientos y lastransformaciones en los distintos ámbitosde interacción inciden directamente en susubjetividad. Si tales cambios se ad<strong>el</strong>antanen pro de la afi rmación d<strong>el</strong> sujeto, entoncescontribuyen a la realización de su dignidadhumana, pero si por <strong>el</strong> contrario estos cambiosconllevan a la despersonifi cación d<strong>el</strong>sujeto y su reducción a la condición de ob-13. Para <strong>el</strong> psicoanálisis ese algo d<strong>el</strong> sujeto es <strong>el</strong> inconsciente, parte fundamental de la estructura psíquica y subjetiva que seescapa al pleno conocimiento y al dominio de las nociones que manejamos de nosotros mismos y frente a los demás: la consciencia.Con tales características, la incidencia d<strong>el</strong> inconsciente en la subjetividad y la vida cotidiana es bastante amplia.16


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9jeto (como ocurre en la guerra y sus diferentesviolencias), se niega <strong>el</strong> reconocimientoa su dignidad humana. Lo anterior, exponesu vulnerabilidad y conlleva a la expresiónde diversos malestares tanto en la subjetividadd<strong>el</strong> individuo como en <strong>el</strong> enrarecimientoy quiebre de los lazos y redes sociales desus ámbitos de interacción.A partir de lo anterior puede deducirse que <strong>el</strong>acompañamiento <strong>psicosocial</strong> es demandadoen escenarios en los que se amenaza con <strong>el</strong>desconocimiento – o se ha desconocido defacto – de la dignidad humana, la vulneraciónd<strong>el</strong> derecho y la capacidad de los sereshumanos para decidir sobre sus proyectosde vida, y <strong>el</strong> impedimento para desplegaracciones y hacer uso de sus recursos paraconfi gurar y alcanzar esa dignidad. Por consiguiente,la fi nalidad d<strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong> es contribuir a la restitución yreivindicación de la dignidad y la autonomía.2.2. La construcción sociald<strong>el</strong> sujeto y la satisfacciónde las necesidades humanasAnteriormente se mencionó que <strong>el</strong> ser humanonace en necesidad y esta necesidadpermanece con él, en la medida que susubsistencia depende de los recursos qu<strong>el</strong>e ofrece la asociación humana para tal fi n,desde los diferentes ámbitos de interaccióny en r<strong>el</strong>ación con las características de losarreglos diferenciales correspondientes alos contextos donde se desenvu<strong>el</strong>ve.Frente a una cierta confusión por ladefinición de estas necesidades y lo quepareciera ser una interminable lista de<strong>el</strong>las, los debates en la primera mitad d<strong>el</strong>siglo XX tendieron a jerarquizarlas detal manera que, conforme se satisfacenlas más básicas – alimentación, agua,aire, vivienda, etc. –, los seres humanospueden desarrollar necesidades y deseosmás <strong>el</strong>evados – afecto, amor, éxito, etc.–,subordinando lo espiritual/simbólicoa lo material/biológico 14 . Según estaperspectiva, las acciones de apoyo<strong>psicosocial</strong> desde la atención humanitariafiguran en un segundo plano, puessu provisión e impacto sólo se haceposible una vez que sean satisfechas lasnecesidades de supervivencia en mediode la emergencia 15 .En los momentos de crisis (individuales ocolectivas, de origen antrópico 16 o no), <strong>el</strong>cubrimiento de las necesidades propias d<strong>el</strong>ser humano resulta reducido, limitado o casinulo, lo cual convoca la ayuda para la superaciónde este tipo de situaciones y a la vez,la convergencia de diferentes disciplinas yperspectivas para su mayor comprensión.Como pueden priorizarse las necesidades,implícitamente se acepta un tratamiento dedesconexión y segmentación frente a las necesidadeshumanas. Algunas de <strong>el</strong>las quedanpara ‘resolverse’ en <strong>el</strong> tiempo. Se niega,en otras palabras, la interdependencia d<strong>el</strong>as necesidades.14. B<strong>el</strong>lo & Lancheros, Acompañamiento…p. 68.15. Micha<strong>el</strong> Wess<strong>el</strong>ls, «Do no harm: Challenges in organizing psychosocial support to displaced people in emergency settings»,Journal refuge 25,1, 2008, p. 6 [revista en línea], [Nota: 25 corresponde al volumen, 1 al número], (Consultado enero de 2009).16. Antrópico hace referencia a un fenómeno que es causado por la acción humana, distinto a los fenómenos naturales quecorresponden a los principios propios de regulación y funcionamiento d<strong>el</strong> planeta y su medio ambiente.17


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocial(…) Esta manera de pensar las necesidadeshumanas lleva a una intervenciónfragmentada, diferida, y nopocas veces ‘autoritaria’, en <strong>el</strong> sentidode prescribir un orden universal ypreestablecido de las necesidades,por fuera de los marcos culturales y,de manera más radical y exacta, porfuera d<strong>el</strong> respeto a la condición humana,a la subjetividad de las víctimas ya su condición de sujetos. Las consecuenciasson evidentes en algunas experiencias:comunidades tradicionalesque dan cereales de la ‘ayuda’ a susanimales, porque no forman parte desu dieta; comunidades a las que se lesobliga a comer cierto tipo de alimentos,dispuestos de tal manera sin reconocersus tradiciones 17 .Bajo la perspectiva de la Acción sin Daño, laanterior cita llama la atención sobre los mensajeséticos implícitos y los daños que comotal, puede generar la atención humanitariadesde este tipo de abordaje.A medida que avanzan las discusiones alrespecto, se ha logrado señalar que existeuna imprecisión en la diferencia conceptualentre lo que son propiamente las necesidadeshumanas y los satisfactores de esas necesidades.Lo anterior lleva a pensar en lasprimeras como un sistema interdependiente,fi nito y clasifi cable, cuya defi nición seríapermanente y aplicable a todos los sistemasculturales y periodos históricos, en tanto lossegundos, son los recursos empleados para<strong>el</strong> cubrimiento de estas necesidades (Ver fi -gura 1), y por consiguiente, variables tantoen las diferentes culturas como en <strong>el</strong> tiempoque se consideren 18 .on base en la propuesta d<strong>el</strong> equipo deManfred Max-Neef y su perspectiva dedesarrollo a escala humana, desde <strong>el</strong>departamento de Trabajo Social de laUniversidad Nacional de Colombia 19se propone que la consecución de lossatisfactores de las necesidades humanases posible a través de interaccionesy r<strong>el</strong>aciones que involucren recursos(ambientales, físicos, económicos ysimbólicos (Ver figura 1) –, lo cualse denomina r<strong>el</strong>aciones satisfactoras– aspecto r<strong>el</strong>evante para un <strong>enfoque</strong><strong>psicosocial</strong> desde <strong>el</strong> que se piensa a unsujeto en r<strong>el</strong>ación –.En concordancia con lo identifi cado anteriormente,acerca de que <strong>el</strong> ser humano naceen necesidad y permanece en tal estado, lasnecesidades humanas pueden ser entendidascomo condiciones para la construcciónde un sujeto humano digno. La privaciónde los satisfactores para cubrir esasnecesidades genera carencias, defi nidascomo la negación de las necesidades humanasy, por consiguiente, la vulneración ala dignidad humana.17. B<strong>el</strong>lo & Lancheros, Acompañamiento…p. 62.18. Manfred Maxneef & ál., Desarrollo a escala humana: una opción para <strong>el</strong> futuro. Cepaur, Fundación Dag Hammarskjöld,1993.p. 22.19. Édgar Malagón, Problemas sociales I, Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-, Facultad de Ciencias Humanas,Departamento de Trabajo Social, apuntes de clase, I/2002.18


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Puede decirse en este punto que, en la medidaque <strong>el</strong> propósito de los satisfactores es <strong>el</strong> cubrimientode las necesidades humanas, y que susexpresiones varían según las interpretacionesque se hagan de dichas necesidades y los sentidosque se les asignen a los recursos disponiblesen unos momentos dados, entonces la dignidadhumana es una condición que se construye y/ogarantiza atendiendo a una amplia variedad culturaly social en contextos históricos determinados.A partir de lo anterior, las necesidades humanaspodemos entonces clasifi carlas como existencialesy ontológicas. Las primeras – las cualespodemos defi nir como <strong>el</strong>ementos de base en laconstrucción de un proyecto de vida –, son lasnecesidades de ser, hacer, estar y tener. La denominaciónde las segundas se debe a que <strong>el</strong> carácterde su satisfacción depende de los valoresatribuidos histórica y socioculturalmente a sussatisfactores. El Cuadro 1 presenta la propuestade este módulo para la clasifi cación de las necesidadesexistenciales y axiológicas, así como desus respectivos satisfactores y carencias.Desde <strong>el</strong> trabajo de Amartya Sen, los satisfactorespropuestos para las necesidades existencialespueden ser pensados en términos de capacidades,cuya dinamización y desenvolvimientoguardan una estrecha r<strong>el</strong>ación con la garantía d<strong>el</strong>as condiciones para <strong>el</strong> pleno ejercicio de los DerechosHumanos (aspecto que se profundizarámás ad<strong>el</strong>ante).Cuadro 1. Clasificación de las necesidades humanas, sus satisfactores y carenciasNecesidades humanas Satisfactores CarenciasNecesidadesexistencialesSer Identidad AlienaciónHacerEstarAutonomía HeteronomíaTener Empoderamiento DesempoderamientoProtecciónNecesidades MovilidadcorporalesEnergíaPobrezaNecesidadesaxiológicasNecesidadesafectivasNecesidadesculturalesAutoestimaAlteridadSabertradicionalSaberCientífi coProductos, servicios,infraestructuras yredes socialesDesafectoExclusiónEticidadFuente: Max Neef, et al., 1993; Malagón, 2001, 2002; Chaparro, 2006; y <strong>el</strong>aboraciones propias para <strong>el</strong> presente módulo.19


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialEl concepto de r<strong>el</strong>aciones satisfactoras permitehacerse a la idea de la variedad de expresionesde las necesidades, a través d<strong>el</strong>as formas que adquieren sus satisfactoresy según las características propias de losarreglos diferenciales y los ámbitos de interacciónen los que se desenvu<strong>el</strong>ve <strong>el</strong> sujetoy sus colectivos. A tal diversidad debe agregárs<strong>el</strong><strong>el</strong>a experiencia subjetiva; la maneraparticular como cada quien vive sus necesidadesy r<strong>el</strong>aciones desde las cuales logra susatisfacción. Lo anterior permite afi rmar que:“Las formas en que vivimos nuestras necesidadesson, en último término, subjetivas” 20 .Sobre <strong>el</strong> supuesto de una sociedad de mercado,“…en la cual, la satisfacción de las necesidadesy la calidad de vida dependen d<strong>el</strong>esfuerzo y la capacidad individual para proveersede los <strong>el</strong>ementos indispensables…”21 , la familia (desde sus diferentes tipologíasy expresiones culturales), <strong>el</strong> mercado y <strong>el</strong>trabajo pueden pensarse como r<strong>el</strong>acionessatisfactoras de primer orden, en la medidaque responden al cubrimiento de las necesidadeshumanas en su primera expresión, esdecir, como condiciones para la construcciónd<strong>el</strong> sujeto humano digno. Desde una perspectivade Derechos Humanos, se añade laciudadanía a esta categoría de r<strong>el</strong>aciones,pensada como la r<strong>el</strong>ación entre <strong>el</strong> Estado y<strong>el</strong> sujeto.El Estado acoge al sujeto como miembro yse compromete a garantizar las condicionespara un pleno ejercicio de sus derechos paraque sea posible la satisfacción de las necesidades.Por su parte, <strong>el</strong> sujeto se identifi ca a sí mismocomo miembro d<strong>el</strong> Estado y asume <strong>el</strong>deber de respetar y promover las condicionesque hagan posible <strong>el</strong> ejercicio de losderechos para los demás en su calidad deciudadanos.Esta última r<strong>el</strong>ación – la de ciudadanía –, supon<strong>el</strong>a base para <strong>el</strong> reconocimiento socialde la dignidad de toda persona, y por <strong>el</strong>lomismo, lleva a la dinamización de otro tipode r<strong>el</strong>aciones que responden a la negaciónde la necesidad, es decir, a su expresióncomo carencia: las r<strong>el</strong>aciones satisfactorasde segundo orden o de bienestar social, (interaccionessurgidas y sostenidas desde diversosimperativos éticos de ayuda social, alas cuales se les atribuye la posibilidad decrear canales de restitución y redistribuciónde los satisfactores).Estas r<strong>el</strong>aciones implican transacciones deorden económico (en dinero, especie o servicios),que apuntan a la restitución de satisfactoresde las necesidades axiológicas, asícomo de orden simbólico, que redundan enla promoción – o la negación – de capacidadesindividuales y/o colectivas. La transferenciarepresentada en estas transaccionesadquiere un carácter según su dirección: intraclaseo extraclase. El desarrollo de estetipo de r<strong>el</strong>aciones ha llevado a la organizaciónde diferentes procesos y estructurasadministrativas.20. Manfred Maxneef & ál., 36-37.21. Édgar Malagón, «Las r<strong>el</strong>aciones de bienestar social y los campos de intervención d<strong>el</strong> trabajo social», Revista de TrabajoSocial, No. 2, Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Trabajo Social,2000, p. 15.20


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9El cuadro 2 presenta una síntesis de tres de las cinco r<strong>el</strong>aciones satisfactoras identifi cadascomo de segundo orden, y que representan un interés particular para los objetivos de estemódulo 22Cuadro 2. Caracterización de las r<strong>el</strong>aciones satisfactoras de segundo orden (o de bienestar social)tipo der<strong>el</strong>aciónImperativoéticoeconómicatransacciónSimbólicaCarácter d<strong>el</strong>atransferenciaestructurasy procesosadministrativosIntraclase:AutogestiónSolidaridad, decarácter voluntario.Contribuciones,noción dereciprocidad.Equidad o asimetríaen las r<strong>el</strong>acionesde poder d<strong>el</strong>colectivo.Representación(real o simbólica)de simetríaentre los actoresOrganizacionesprivadas, independientes,colectivas/comunitarias.involucrados> Iniciativas fi lantrópicasDesarrollo histórico:particulares.De la caridad,al altruismo y laDe la limosna, aNegación oExtraclase:> Organizaciones indeAsistenciasocialcooperación (estaúltima inspiradaen la promoción yreivindicación d<strong>el</strong>a donación y lacofi nanciación,noción de gratuidad.reconocimientoy promoción decapacidades.Representación realde una asimetríasocial.pendientes, en su mayoríacolectividades sinánimo de lucro.> Agencias estatales deDDHH).cooperación internacional.PolíticapúblicaJusticia social,propósito d<strong>el</strong>Estado socialde derecho y sucompromiso con losDDHH.Política social,nociones detributación(impuestos comocontribución socialobligatoria), ysubsidiariedad (gastosocial).Restricción orestitución ypromoción decapacidadessobre la base deuna ciudadaníaactiva.Extractase:Imperativo de unaredistribución d<strong>el</strong>ingreso y la garantíade derechos aquienes les hansido negados ovulnerados.El Estado ysus agencias, con susprocesos deplaneación y desarrollode programas yproyectos, ejecutadosdirectamente,por contratación ocoadministrados.Fuente: Malagón, 2000, y algunas <strong>el</strong>aboraciones propias para <strong>el</strong> presente módulo.22. Las otras dos r<strong>el</strong>aciones satisfactoras de segundo orden que sugiere Malagón (2000) son la Seguridad Social y <strong>el</strong> BienestarSocial Laboral, ambas r<strong>el</strong>acionadas con un uso racional d<strong>el</strong> salario, que obliga a destinar una parte de éste para garantizar lareproducción social de la fuerza laboral.21


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialEstas r<strong>el</strong>aciones apuntan a la restitución detodos los satisfactores en general, aunquevarían según los intereses y las característicaspropias desde donde se tramita la ayuda.Es así como en su mayoría, se encuentranprocesos para la consecución de satisfactoresbásicos (vivienda, alimentación o vestuario),pero también otros que involucranapoyo psicoterapéutico o reivindicacionessociales. Este segundo tipo de r<strong>el</strong>acionesplantean escenarios distintos desde los quese demanda y/o proporciona <strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong>, y por tanto imprimen característicasespecífi cas a la manera comose lleva a cabo.La r<strong>el</strong>ación de autogestión su<strong>el</strong>e caracterizarsecomo una respuesta organizativa dealgunos grupos frente a situaciones de crisiso al interés por compartir ciertas afi nidades(ejemplo de <strong>el</strong>lo son las cooperativas, fondoscolectivos o asociaciones por la reivindicaciónde derechos), pero también comouna característica cultural propia de algunascomunidades (como ocurre al interior de comunidadesindígenas y de afrodescendientes).“…Aquí no hay niños limosneros,no hay niños mendigos, no hay niñosen la calle, porque como se maneja <strong>el</strong>concepto de familia extensa, entoncessi en su familia no tienen <strong>el</strong> tuco[plátano], en la casa mía sí tenemos<strong>el</strong> tuco, entonces yo le doy <strong>el</strong> tuco alniño, en cualquier casa <strong>el</strong> niño puedecomerse su tuco” 23.En este orden de ideas, desde la racionalidadd<strong>el</strong> mercado la autogestión puedepensarse y de la manera en que aquí sepresenta, como una r<strong>el</strong>ación satisfactorade segundo orden. Sin embargo, en determinadoscontextos adquiere característicaspropias d<strong>el</strong> primer orden que involucra capacidadeslocales y cohesión social, las cualesdeben reconocer y promover antes qu<strong>el</strong>imitar, los proyectos de ayuda humanitaria.Respecto al acompañamiento <strong>psicosocial</strong>pensado desde la autogestión, éste ser<strong>el</strong>aciona con la búsqueda de respuestas yacciones frente a las crisis, a partir de losrecursos materiales y/o simbólicos propiosde las comunidades (por ejemplo, gruposno-asistidos de autoayuda, o rituales chamánicosde las comunidades indígenas paraconjurar los efectos de una catástrofe sobr<strong>el</strong>a salud mental de sus miembros) 24 .la asistencia social es una r<strong>el</strong>ación cuyosprocesos históricos han generado controversiasy cambios en sus imperativos éticos. Laentrada de la modernidad implicó un pasode la perspectiva de la caridad cristiana alFoto: Archivo PIUPC23. Testimonio de miembro de comunidad en Bojaya, Chocó, consignado en Martha B<strong>el</strong>lo & ál., Bojayá, memoria y río: violenciapolítica, daño y reparación. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-, Programa deIniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC); Colciencias, 2005, p. 119.24. Acinda Honwana, «Guía de discusión No. 4: conceptos no-occidentales sobre salud mental». La experiencia d<strong>el</strong> refugiado:manual de entrenamiento <strong>psicosocial</strong>. Centro de estudios sobre refugiados, Universidad de Oxford, Queen Margaret UniversityCollage, 2001. (Traducción d<strong>el</strong> Inglés por Teresa Santos Rojas, Bogotá, 2004).22


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9altruismo y la fi lantropía, desde los cualesno se cuestionan las estructuras sociales yse reproducen sus asimetrías, en tanto lasdiferentes formas de ayuda terminan siendodispositivos de control social funcionales alstatu quo (por ejemplo, The salvation armyen Norteamérica, la caminata de la solidaridadpor Colombia, y fundaciones y obrasde benefi cencia de gremios económicos yreconocidas personalidades). Con <strong>el</strong> advenimientode los Derechos Humanos, posturascríticas / emancipatorias encontraron unsoporte desde <strong>el</strong> cual reivindicar procesosde transformación social hacia sociedadesmás equitativas e incluyentes (compromisoal que no escapan las acciones de acompañamiento<strong>psicosocial</strong> pensadas desdeesta perspectiva). El imperativo ético de lacooperación también transformó las motivacionesy propósitos de la cooperación internacional25 .a política pública representa ladinamización d<strong>el</strong> imperativo éticode la justicia social a la que secompromete <strong>el</strong> Estado social dederecho, a partir de la garantíade los Derechos Humanos paratodos sus miembros. De ahí laimportancia de la ciudadaníadesde <strong>el</strong> primer orden desatisfacción de las necesidades.Este compromiso involucra responsabilidadesdefi nidas desde <strong>el</strong> pacto social queconstituye al Estado, y que no se desdibujanpese a que las voluntades políticasatraviesan los lineamientos de las agenciasestatales, sus programas y proyectos. Lacontribución de la perspectiva de DerechosHumanos a la construcción d<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>y la defi nición d<strong>el</strong> ejercicio d<strong>el</strong> Estadomerecen una refl exión más amplia.2.3. Derechos Humanos,dignidad humanay acompañamiento<strong>psicosocial</strong>El carácter abrupto y la magnitud de la devastaciónde fenómenos como los desastrespor causas naturales o la guerra y los conflictos armados, cuyos efectos convocan laatención humanitaria, ponen en evidencia ymaximizan la vulnerabilidad de la dignidadhumana, exponiéndola o llevándola efectivamentehasta condiciones generadoras decarencia y daño.Las causalidades de uno y otro fenómenoson tan diferentes como lo es <strong>el</strong> carácter d<strong>el</strong>as interacciones a las que remiten respectoal individuo. El caso de los desastres porfenómenos naturales, se refi ere a un sujetoen r<strong>el</strong>ación con un medio ambiente quedesencadena las fuerzas de la naturalezafrente a la inestabilidad propia de su diná-25. Sin tener en cuenta los arreglos diplomáticos a los que haya lugar, la cooperación internacional adquiere diversas formas entr<strong>el</strong>as que se encuentran acciones con la sociedad civil – sea con apoyos directos o a través de la contratación de grupos locales–, y/o <strong>el</strong> respaldo directo a la política pública d<strong>el</strong> Estado (por ejemplo, USAID en Colombia). Sin embargo, estas acciones sonclasifi cadas en las r<strong>el</strong>aciones de Asistencia Social en la medida que su imperativo ético sigue siendo la cooperación, sin sustituiral Estado social de derecho y por su compromiso con <strong>el</strong> imperativo de la justicia social.23


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialmica o como resultado de la manera en que<strong>el</strong> ser humano entiende y pone en práctica<strong>el</strong> desarrollo 26 . Por ejemplo, la r<strong>el</strong>ación entr<strong>el</strong>a acumulación de gases tóxicos, <strong>el</strong> calentamientoglobal y <strong>el</strong> desencadenamiento dehuracanes.En cuanto a las guerras y los conflictosarmados, la referencia es a un sujeto enr<strong>el</strong>ación con otros que están atravesados,directa o indirectamente, por procesos quesostienen luchas violentas de poder en susámbitos de interacción más amplios. Así,pese a que las consecuencias guarden ciertasimilitud, es distinta la dinámica de loshechos, su durabilidad y los impactos en lasubjetividad y los lazos sociales.l daño <strong>psicosocial</strong> producido por lasdiferentes manifestaciones de violenciarepresiva tiene características propias,específicas, que hacen que no seahomologable a cualquier otra forma deexpresión de trastornos psiquiátricoso psicológicos. En la base de lascaracterísticas que lo hacen diferenteestá la sociogénesis de este daño, valedecir, <strong>el</strong> hecho que es producto deun accionar político. Es un daño quefue infligido de modo planificado ysistemático a determinados sectores d<strong>el</strong>a sociedad.depende de la manera como se haya manejadoese riesgo 27 .En otras palabras, la calidad de las condicionespara la realización de la dignidad humanade las personas afectadas y sus comunidades,determina tanto <strong>el</strong> impacto de ladevastación de uno u otro fenómeno comola disponibilidad de recursos materiales, humanosy emocionales para su afrontamientoy pronta recuperación.Como resultado d<strong>el</strong> desarrollo histórico d<strong>el</strong>a asociación humana y sus instituciones, <strong>el</strong>Estado es <strong>el</strong> responsable de la garantía yla calidad de estas condiciones previas y surestitución; <strong>el</strong> Estado, sostenido en <strong>el</strong> compromisoasumido con sus miembros / ciudadanospara procurar, proteger y defender <strong>el</strong>ejercicio de los Derechos Humanos.A fi nales de la década de 1940, luego d<strong>el</strong>os estragos de la Primera Guerra Mundialy ante los horrores de la entonces recienteSegunda Guerra Mundial, representantesde la mayor parte de los estados d<strong>el</strong> planetaconformaron lo que hoy se conoce como Organizaciónde las Naciones Unidas (ONU),cuyo fundamento de acción y constitución loEste tipo de fenómenos han estado presentesa lo largo de la historia de la humanidad,por lo que <strong>el</strong> riesgo de que ocurran siempreestá latente, en tanto la magnitud de la catástrofeque representan sus consecuenciasFoto: Archivo PIUPC26. Gustavo Wilches. Manejo sensible de riesgos y desastre. Documento para la discusión d<strong>el</strong> Grupo Base de la Especializaciónen Acción Sin Daño y Construcción de Paz, Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia – PIUPC –, UniversidadNacional de Colombia – Sede Bogotá, octubre de 2008.27. Wilches, 2008.24


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9representa la Declaración Universal de losDerechos Humanos, adoptada y proclamada<strong>el</strong> 10 de diciembre de 1948.onsiderando que la libertad, la justiciay la paz en <strong>el</strong> mundo tienen por base <strong>el</strong>reconocimiento de la dignidad intrínsecay de los derechos iguales e inalienables detodos los miembros de la familia humana…(…) Considerando que <strong>el</strong> desconocimientoy <strong>el</strong> menosprecio de los DerechosHumanos han originado actos de barbarieultrajantes para la conciencia de lahumanidad, y que se ha proclamado, comola aspiración más <strong>el</strong>evada d<strong>el</strong> hombre,<strong>el</strong> advenimiento de un mundo en qu<strong>el</strong>os seres humanos, liberados d<strong>el</strong> temory de la miseria, disfruten de la libertadde palabra y la libertad de creencias 28 .A partir d<strong>el</strong> primero de los párrafos citadospuede considerarse que <strong>el</strong> fundamento deesta declaración es la defi nición y reivindicaciónde ciertas condiciones que defi nan ypreserven <strong>el</strong> valor que representa la dignidadhumana. A eso apunta todo su articulado,con <strong>el</strong> valor agregado de atribuir al Estadola responsabilidad de proteger, promovery garantizar a todos sus miembros, la realizacióny <strong>el</strong> ejercicio de tales condiciones,ahora entendidas como derechos 29 .os Derechos Humanos son demandasde libertad, facultades o prestacionesdirectamente vinculadas con ladignidad o valor intrínseco de todo serhumano, reconocidas como legítimaspor la comunidad internacional – porser congruentes con principios éticopolíticosampliamente compartidos– y por esto mismo, consideradasmerecedoras de protección jurídicaen la esfera interna y <strong>el</strong> planointernacional 30.El segundo párrafo citado d<strong>el</strong> preámbulo deesta declaración, habla d<strong>el</strong> desconocimientode los Derechos Humanos en diferentes sucesoshistóricos caracterizados por la barbariey <strong>el</strong> irrespeto a la condición humana, valgadecir, la dignidad humana. Ello apuntaa deducir que este documento es una construcciónhistórica cuyo objeto es fi jar algunasregulaciones a la r<strong>el</strong>ación entre las nacionesy aún entre los seres humanos, con <strong>el</strong> ánimode tener hasta lo máximo que sea posible larepetición de este tipo de hechos.Este último es un propósito queSigmund Freud también le atribuye a lacultura, la cual define como: “…La sumade las producciones e instituciones…28. Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada <strong>el</strong> 10 de diciembre de 1948.29. Aunque en todo <strong>el</strong> documento se hace referencia al respecto, puede pensarse que los artículos que concretamente hablan deesta atribución son <strong>el</strong> artículo 8 (derecho de acceso a la justicia), artículo 12 (derecho a la protección de la ley frente a injerenciassobre la vida privada, familiar o <strong>el</strong> domicilio), artículo 22 (derecho a la seguridad social) y artículo 28 (derecho al establecimientode un orden social en <strong>el</strong> que sea posible para toda persona <strong>el</strong> ejercicio de los Derechos Humanos) (Cfr. ONU, 1948).30. Defensoría d<strong>el</strong> Pueblo, ¿Qué son los Derechos Humanos? Bogotá: Red de Promotores de Derechos Humanos, 2001.25


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosociali se asume que <strong>el</strong> desplazamientoprovoca daños y sufrimientos, esnecesario tomar distancia de los<strong>enfoque</strong>s que colocan <strong>el</strong> problemaen los individuos y que por lo tanto,asimilan daños y sufrimientosa ‘enfermedad mental’, a unaincapacidad o disfuncionalidad de laspersonas y sus familias. Asumimos conMartín 36 que un <strong>enfoque</strong> que reconoc<strong>el</strong>as raíces histórico-sociales en las cualesse desarrolla la guerra y sus secu<strong>el</strong>as,no puede patologizar a sus víctimas, nimedicalizar su sufrimiento…(…) Es necesario destacar que losacontecimientos violentos (…) generandaños no sólo a niv<strong>el</strong> individual,sino también a niv<strong>el</strong> colectivo, estosúltimos no aparecen por la sumatoriade los impactos individuales, sino porla capacidad de los eventos violentospara desestructurar las redes y vínculossociales, para poner en cuestión losaprendizajes, sentidos y significados…comúnmente utilizados para explicar yafrontar los acontecimientos 37.A partir de la cita anterior puede señalarseque lo que caracteriza al <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>es la manera como interpreta la producciónd<strong>el</strong> daño, <strong>el</strong> cual se r<strong>el</strong>aciona con la maneracomo <strong>el</strong> sujeto es desprovisto de sus referentes,sus vínculos y sus afectos, debido aque su entorno cotidiano fue alterado de maneraabrupta y aumentó la vulnerabilidad d<strong>el</strong>a dignidad humana de quienes hacían partede él, lo cual redunda en la vulneración d<strong>el</strong>a propia dignidad. Esta interpretación, quese distancia de una concepción de limitacióno incapacidad mental de los individuos,compromete <strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong>con <strong>el</strong> reconocimiento de los derechosde las víctimas y la proposición y promociónde transformaciones sociales estructuralesdesde una mayor presencia y responsabilidadd<strong>el</strong> Estado.Foto: Camila Orju<strong>el</strong>a36. Ignacio Martín-Baró, Psicología Social de la Guerra: trauma y terapia. San Salvador: UCA Editores, 1990.37. Martha B<strong>el</strong>lo & ál. Evaluación y estudio técnico de la gerencia e impacto social de los proyectos de intervención <strong>psicosocial</strong>a la población en situación de desplazamiento forzado interno por la violencia en Colombia, periodo 2000 –2005. Conveniointeradministrativo No. 306 de 2005, Bogotá D.C. : Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-, Programa de IniciativasUniversitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC); Ministerio de la Protección Social, 2006, p.3428


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9UNIDAD 3LA NOCIÓN DEL DAÑO DESDE EL ENFOQUE PSICOSOCIALFoto: Archivo PIUPCEl daño en la dimensión <strong>psicosocial</strong>, producto de la violencia sociopolítica, resultacon frecuencia menos tangible que los daños materiales (lesiones físicasy pérdidas económicas, por ejemplo). Su desconocimiento hace que los procesosad<strong>el</strong>antados no sean sólidos y dejen por fuera un aspecto clave para <strong>el</strong>restablecimiento de las personas y las comunidades afectadas 38 .Desde la perspectiva <strong>psicosocial</strong> se insisteen reconocer que los daños que provocanlas situaciones de catástrofe – y en especialla guerra –, no conciernen exclusivamenteal mundo de los objetos materiales ni a laslesiones físicas. Pensar <strong>el</strong> daño desde estaperspectiva invita a reflexionar por la maneraen que la guerra y los desastres porfenómenos naturales afectan a los individuos,sus familias y comunidades, y cómolas acciones humanitarias y en general, lasintervenciones externas pueden profundizartales afectaciones, en especial, las transformacionesy daños que ocurren en <strong>el</strong> ámbitode las subjetividades y las r<strong>el</strong>aciones e interaccionesen donde éstas se confi guran.Al respecto, resulta importante analizar algunosconceptos a partir de los cuales esposible identificar con mayor claridad laforma en que se construyen las significacionesy valoraciones humanas, con<strong>el</strong> fi n de establecer en qué medida una acciónpuede resultar “buena” o “mala” (desdeuna posición deontológica que privilegia lomoral), “adecuada” o “inadecuada” (según38. Óscar Gómez, Aspectos Psicosociales de la Reparación Integral, Serie Voces de Memoria y Dignidad: Material pedagógicosobre Reparación Integral [documento en línea]. Bogotá: Grupo Pro-Reparación Integral, Diakonía, 2006.29


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosociallas perspectivas consecuencialistas). Lo anterior,a partir d<strong>el</strong> principio ético de que losseres humanos son seres competentes, concapacidad y derecho para decidir y valorarlo que les resulta benefi cioso o inadecuado,pero también reconociendo que dichasdecisiones y valoraciones no siempre sonentendidas ni compartidas (no son universales),debido al carácter, histórico, cultural ysubjetivo que revisten.Las guerras y las catástrofes transformansúbita y dramáticamente las condiciones devida de las personas, sus r<strong>el</strong>aciones y también,sus sistemas de creencias y valoraciones.Los cambios forzosos de lugar, las pérdidasmateriales y de seres humanos, así comolas lesiones físicas, representan para los sobrevivientesimpactos múltiples y complejos,además de desencadenar una serie desituaciones capaces de confi gurar nuevascondiciones de vulneración y daño.Todas estas transformaciones abruptasafectan dramáticamente su estabilidad, seguridady capacidad para decidir e incidir sobresus vidas, generando sufrimiento emocionaly deterioro grave en la salud física ymental 39 .Sin embargo, cabe advertir que tampoco esposible homogenizar <strong>el</strong> daño, <strong>el</strong> sufrimientoy las respuestas para todos los miembrosde la comunidad – no todos y todas sufren yenfrentan de la misma manera –. Hombres,mujeres, jóvenes, niños y niñas, aunquecomparten un mundo de signifi cados qu<strong>el</strong>es permite reconocerse y ser reconocidoscomo parte de una comunidad, son seresúnicos con trayectorias y experiencias vitalesparticulares que los dotan de más o menosrecursos y soportes para incorporar laexperiencia de diversas maneras a sus vidas.A partir de lo anterior, se intenta romper conlas dicotomías y separaciones radicales quediferencian y hasta contraponen las categoríascuerpo – alma, salud mental – salud física,e individuo – colectivo.Si se considera que <strong>el</strong> bienestar <strong>psicosocial</strong>es la habilidad para desplegarrecursos efectivamente, y así dar formaal propio mundo, entonces <strong>el</strong> principalpropósito de la intervención <strong>psicosocial</strong>debe ser dar apoyo a este proceso decompromiso.Fundamentalmente, es una tarea de facilitación,por lo tanto, también puede incluirs<strong>el</strong>a disposición de recursos 40 .En <strong>el</strong> ejercicio de reconocer los daños generadospor las situaciones que convocan laayuda humanitaria (que son susceptibles aser profundizados por las intervenciones externas)y con <strong>el</strong> propósito de reivindicar losderechos de las víctimas a ser resarcidas oreparadas, es necesario precisarlos y hacerlosvisibles (Cf., Fernández, s.f.).39. B<strong>el</strong>lo & ál., Evaluación.40. Alison Strang & Alastair Ager, «Psychosocial interventions: some key issues facing practitioners», Journal intervention, 1.3,2004, pp. 2 – 12. [revista en línea].[Nota: 1 corresponde al volumen, 3 al número].30


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM93.1. Expresiones<strong>psicosocial</strong>es d<strong>el</strong> dañon la acepción más básica d<strong>el</strong> término,<strong>el</strong> daño resulta ser una situaciónindeseable, que como tal involucra unjuicio ético y moral de valor negativo.Desde la disciplina d<strong>el</strong> derecho se ha enfatizadoen la necesidad de contemplar <strong>el</strong> dañoen dos sentidos:EN CUANTO A LA NATURALEZA DEL ENTEAFECTADO:<strong>el</strong> daño objetivo, defi nido como aqu<strong>el</strong> querecae sobre lo que no es <strong>el</strong> ser humano, esdecir, sobre los entes que se hallan en <strong>el</strong>mundo, que son los objetos conocidos y utilizadospor <strong>el</strong> hombre.<strong>el</strong> daño a la persona, categoría genéricacon la que se pretende hacer referencia alos daños que recaen directamente sobre <strong>el</strong>ser humano 41 .EN CUANTO A SUS CONSECUENCIAS:Pensando en un sujeto humano construidosocialmente y en r<strong>el</strong>ación con los otros y sucontexto, podemos defi nir <strong>el</strong> daño como <strong>el</strong>resultado de procesos que vulneran ladignidad humana – afectan negativament<strong>el</strong>as r<strong>el</strong>aciones satisfactoras desde las que seconstruye y sostiene <strong>el</strong> sujeto –, y que conllevana la generación de situaciones de carenciacomo negación d<strong>el</strong> sujeto humano digno.Respecto a las diferentes formas que adquierenlas carencias puede pensarse endiferentes expresiones d<strong>el</strong> daño desde <strong>el</strong><strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>.3.1.1. El daño al proyecto devida o daño existencialAnteriormente se plantearon las necesidadesexistenciales – ser, hacer, estar y tener– como la base para defi nir un proyecto devida 42 en la medida que esa defi nición d<strong>el</strong>quién se quiere ser, cómo, dónde y con quéestá sujeta a los márgenes de los que gozala persona en y con sus colectivos, paradesenvolver y desarrollar sus capacidadesde identidad, autonomía y empoderamiento.El ‘proyecto de vida’ se asocia al conceptode realización personal, que a suvez se sustenta en las opciones que<strong>el</strong> sujeto puede tener para conducir suvida y alcanzar <strong>el</strong> destino que se propone.En rigor, las opciones son la expresióny garantía de la libertad. Difícilmentepodría decirse que una personaes verdaderamente libre si carece deopciones para encaminar su existenciay llevarla a su natural culminación.Esas opciones poseen en sí mismas,un alto valor existencial. Por lo tanto,su canc<strong>el</strong>ación o menoscabo implicanla reducción objetiva de la libertad y lapérdida de un valor que no puede serajeno a la observación de esta Corte 43 .41. Carlos Fernández, «Deslinde conceptual entre ‘daño a la persona’, ‘daño al proyecto de vida’ y ‘daño moral’» [documentoen línea].42. “…En la actualidad, la discusión sobre los determinismos que este concepto implica como posibilidad futura de algo y queva más encaminada al individualismo propio d<strong>el</strong> capitalismo, hace proponer mejor <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> concepto trayectoria vital para considerarésta como proceso, en <strong>el</strong> que infl uyen factores ajenos a la voluntad de la víctima” (AVRE, 2009).43. Corte Interamericana de Derechos Humanos – Caso Mapiripán, Párrafo 47, citado en Óscar Gómez, Aspectos Psicosocialesde la Reparación Integral, Serie Voces de Memoria y Dignidad: Material pedagógico sobre Reparación Integral. Bogotá: GrupoPro-Reparación Integral, Diakonía, 2006, p. 40.31


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialComo puede inferirse de la cita anterior, enr<strong>el</strong>ación con los hechos de violencia sociopolíticaeste tipo de daño cuenta con <strong>el</strong> reconocimientoy varios desarrollos en la jurisprudenciainternacional, en la medida que seadmite que su representación en la subjetividad– y no pocas veces en lo factual – esde tal magnitud que llega a truncar de formaabrupta y dolorosa, la realización de la vocaciónde la persona humana 44 . Sin embargo,muchas personas ni siquiera llegan a plantearseun proyecto vital porque en medio d<strong>el</strong>a vivencia crónica de la destrucción, ésta resultaser una estrategia útil de supervivenciay “prevención de la frustración”. Esta últimacircunstancia plantea un escenario con muchosretos para la ayuda humanitaria. Dado<strong>el</strong> carácter ontológico de los satisfactores ycapacidades cuya dinámica se ve alterada,vale la pena detenerse a hacer algunas consideraciones.3.1.1.1. transformaciones ydaños en las identidadesLas identidades no son únicas, sino múltiples,no son estáticas, sino dependientesd<strong>el</strong> contexto [vale decir, de la r<strong>el</strong>ación que seconstruye con éste], tienen sus raíces en losprocesos de enculturación, pero pueden sertransformados por experiencias extremas engeneral y la violencia política en particular.Desde ésta óptica hay que pensar en lasidentidades d<strong>el</strong> confl icto, las identidades enconfl icto y <strong>el</strong> confl icto de identidades comoformas de reajuste de la persona ante contextosde violencia 45 .a identidad es un proceso de<strong>el</strong>aboración subjetiva que permiteque cada individuo construya unaversión(es) de sí mismo (que defineroles y atributos), a partir de la r<strong>el</strong>acióncon los otros, quienes a su vez dicen yotorgan. En esta versión o versionessobre sí mismo, hablan las palabrasde los otros (lo que nos atribuyen,cómo nos califican, lo que esperan denosotros).Las guerras por lo general tienen la capacidadde romper <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato biográfi co de laspersonas y las comunidades, <strong>el</strong> cual su<strong>el</strong>eexpresarse como: “antes y después de”…“yo era y ahora soy”. La imagen que las personasconstruyen de sí mismas, sus atributosy señales distintivas, son profundamentealteradas, al perder sus prácticas cotidianasligadas con:► El trabajo.► El territorio.► Las prácticas culturales.► Los roles sociales.► Ser afectado su estatus (posición social).► El lenguaje.► Las formas de:1. Transacción.2. Solidaridad.3. Reciprocidad.44. Fernández, «Apuntes » …, 25.45. Pérez, Pau. « Identidad e identidad étnica en <strong>el</strong> marco de los confl ictos políticos», Revista psicología social, 21, 3. Octubre de2006. p. 289. Fundación infancia y aprendizaje. [Nota: 21 corresponde al volumen, 3 al número].32


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Los r<strong>el</strong>atos biográfi cos de las personas, suautopercepción, las maneras en que se nominany defi nen, son signifi cativamente alterados.Los cambios ocurren al perderse o transformarse:1. las fuentes de honorabilidad de muchasde las víctimas, afectación de loque antes de los hechos de violencia ocatástrofe les permitía ser reconocidos(su trabajo, sus pertenencias, sus roles),y ahora se ven obligados a asumir posicionesy roles no siempre deseados niacordes a sus saberes, habilidades y expectativas.2. las fuentes de estabilidad y seguridad,tanto de orden material (vivienda,fuentes de provisión) como espiritual(certezas, creencias, prácticas rituales yculturales).3. las bases de proyección a futuro, porla interrupción de labores y actividadesque se tenían en función de proyectos yexpectativas como la educación, <strong>el</strong> ahorro,etc.Los daños en la identidad no se refi eren sóloa las experiencias vividas en <strong>el</strong> pasado, nidevienen exclusivamente de las accionesviolentas experimentadas. Éstos se asociantambién a las vivencias de discriminación,estigmatización y maltrato recibido durant<strong>el</strong>os hechos de victimización (por los actoresarmados) y durante los procesos dehuida, albergue provisional, reubicación oreinserción en lugares distintos a sus sitiosde vivienda, especialmente por parte de lascomunidades receptoras y las autoridades yfuncionarios encargados de prestar la atención.En algunos casos, por la persistenciade amenazas y persecuciones que se extiendena los lugares de llegada.Recordemos además, que en escenarios deconfl ictos armados las víctimas su<strong>el</strong>en sernombradas por los victimarios de determinadasformas (subversivos, colaboradores, indeseables,anormales, etc.), y que al mismotiempo, los regímenes políticos en que estoshechos se producen legitiman los discursosy las acciones de los victimarios, contribuyendode esta manera a afectar las denominacionesy las valoraciones sobre <strong>el</strong>las.De esta forma, atributos como <strong>el</strong> trabajo y<strong>el</strong> liderazgo, entre otros, son cambiados porcalifi cativos y señalamientos que a la postre,devienen en autopercepciones como mendigos,dependientes, incapaces, etc. Así, lasdescripciones acerca de quién soy o quiénessomos, cambian o son alteradas, dandolugar a que las personas sientan que no sonlas mismas y que no son quienes quierenser – alienación –. De hecho, los cambiosbruscos y violentos de contextos “… provocanuna serie de transformaciones en laidentidad de las víctimas, pues sus rutinas,sus pertenencias, sus señales distintivas ysus r<strong>el</strong>aciones deben modifi carse en virtudde la nueva situación, alterándose signifi cativament<strong>el</strong>a realidad objetiva y por lo tanto,la subjetiva d<strong>el</strong> individuo.” 4646. Martha B<strong>el</strong>lo, «Identidad, dignidad y desplazamiento forzado: una lectura <strong>psicosocial</strong>», Desplazamiento forzado interno enColombia: confl icto, paz y desarrollo. Bogota: ACNUR, CODHES, Kimpres Ediciones, 2001, pp. 299 – 319.33


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialLas dinámicas de las guerras y los confl ictos armados se constituyen en eventos que desencadenantransformaciones radicales, debido a que los cambios abruptos de contextos, haceresy decires ponen a prueba la capacidad d<strong>el</strong> individuo para seguir sintiéndose él mismo ymantenerse estable. En este sentido y dependiendo de los recursos que dispone cada sujetoy d<strong>el</strong> tipo de situaciones que enfrente, puede producir inseguridad, incertidumbre, confusióny, en consecuencia, <strong>el</strong> deterioro d<strong>el</strong> sentimiento de identidad; o por <strong>el</strong> contrario, en ocasiones,dar lugar a una revisión crítica de la experiencia vital, un reposicionamiento social y por consiguiente,la revaloración de sí mismo 47 .Vale la pena interrogar:¿De qué manera los proyectos de ayuda humanitaria o deconstrucción de paz después de la guerra, contemplan accionestendientes a disminuir los impactos negativos que la violencia hagenerado sobre la identidad de las personas?¿Cómo pueden <strong>el</strong>los contribuir a fortalecer las identidadesindividuales y colectivas?Para esto es indispensable contemplar e intervenir en los distintosámbitos donde se configura la identidad.Reconstruir la identidad y recuperarse emocionalmente desde la perspectivaaquí asumida, implica espacios, empresas y proyectos colectivos, además d<strong>el</strong>os individuales, pues <strong>el</strong> reconocimiento personal y la autoimagen no se construyenen un proceso autorefl exivo sino en <strong>el</strong> ejercicio colectivo, donde los otroscumplen la función de reconocer, atribuir y reafi rmar 48 .47. B<strong>el</strong>lo, «Identidad».48. B<strong>el</strong>lo, Identidad…,299 – 319.34


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM93.1.1.2. transformaciones ydaños en la autonomíaNosotros mismos construimos nuestra autonomíapsicológica, individual, personal,a través de las dependencias que hemosexperimentado, que son las de la familia, ladura dependencia en <strong>el</strong> seno de la escu<strong>el</strong>a,las dependencias en <strong>el</strong> seno de la universidad.Toda vida humana autónoma es un tejidode dependencias increíbles. Por supuestoque si aqu<strong>el</strong>lo de lo que dependemos nosfalta, estamos perdidos, estamos muertos;esto quiere decir también, que <strong>el</strong> conceptode autonomía es un concepto no sustancial,sino r<strong>el</strong>ativo y r<strong>el</strong>acional. No digo que cuantomás dependiente se es, se sea más autónomo.No existe reciprocidad entre estostérminos. Digo que no se puede concebir laautonomía sin dependencia 49 .l concepto de autonomía refierea la posibilidad y capacidad quetienen las personas para configurar<strong>el</strong> mundo en <strong>el</strong> que viven: decidir <strong>el</strong>tipo de vida que desean vivir e incidiractiva y creativamente para lograrlo(B<strong>el</strong>lo, Lancheros, 2005: 68). Hablarde autonomía implica contemplarcuando menos dos aspectos que leson constitutivos: la libertad y ladependencia.la libertad es la garantía de gobernarse así mismo, de acuerdo a sus propias leyes,las cuales como se mencionó anteriormente,son <strong>el</strong> resultado de históricas interaccionessociales.En este sentido, “la libertad no reside en lasoñada independencia de las leyes naturales,sino en <strong>el</strong> conocimiento de esas leyes yen la posibilidad que lleva aparejada de hacerlasactuar de un modo planifi cado parafi nes determinados. Y esto rige no sólo conlas leyes de la naturaleza exterior, sino conlas que presiden la existencia corporal y espirituald<strong>el</strong> hombre: dos clases de leyes quepodemos separar a lo sumo en la idea, perono en la realidad” 50 .La libertad en este sentido, es posibilidad deactuar en función de límites posibles, de decisionesconscientes y condiciones factibles.Ello supone un niv<strong>el</strong> de refl exión importantey la existencia de contextos que viabilicenlas <strong>el</strong>ecciones.49. Morin, Edgar. Ciencia con consciencia, pensamientocrítico/pensamiento utópico, Col. dirigida por José Ma.Ortega. Barc<strong>el</strong>ona: Anthropos, Editorial d<strong>el</strong> hombre, 1984, p.376.50. George W. F. Heg<strong>el</strong>, Fenomenología d<strong>el</strong> espíritu. México:Fondo de Cultura Económica, [1807]1962.Foto: Wolvenspergens Vincent35


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialLa libertad se nos muestra en dosmomentos sin dejar de ser unitaria.El primero es la insecuestrabley subjetiva instancia de nuestrasíntimas decisiones. En virtud denuestra calidad de seres libresdecidimos por nosotros mismos,aqu<strong>el</strong>lo que queremos “hacer”, lo que“proyectamos” realizar en nuestrovivir. A esta libertad le es inherent<strong>el</strong>a capacidad o vocación de realizarse,es decir, de convertirse en acto, enconducta humana intersubjetiva, encomportamiento. Es en este tramodonde surge <strong>el</strong> segundo momento d<strong>el</strong>a libertad. Ella aparece en <strong>el</strong> mundoexterior, se objetiva, se fenomenaliza,es conocida por los demás 51 .En <strong>el</strong> contexto d<strong>el</strong> confl icto armado colombianoson diversas las situaciones que afectanla autonomía de los sujetos individualesy colectivos. En efecto, si algo lesiona, obstaculizae impide la libertad – de movimiento,pensamiento, decisión y expresión –, sonlas acciones armadas y violentas.las víctimas son perseguidas en muchasocasiones debido a sus opciones y posturasr<strong>el</strong>igiosas, ideológicas, políticas e incluso,por sus prácticas culturales que su<strong>el</strong>en servistas por los actores armados como contrariasa sus propósitos. Amplios sectores de lapoblación, independientemente de sus ideologías,se ven afectados por la imposibilidadpara abastecerse, producir y realizar susactividades y practicas cotidianas, además,ven amenazada constantemente su integridadfísica y moral.De otro lado, la construcción de la autonomíaimplica r<strong>el</strong>aciones de dependencia einterdependencia con los “otros”. Como loplantea Morin en la cita anterior, para serautónomo es necesario “depender”, lo cualquiere decir que necesitamos de los otrospara ser quienes somos y que justamente,somos lo que somos gracias a lo que recibimosy damos a los otros, lo cual es coherentecon lo desarrollado sobre los ámbitos deinteracción.La pérdida de familiares, <strong>el</strong> despojo de propiedades,<strong>el</strong> desarraigo y <strong>el</strong> destierro, la imposibilidadpara desempeñar las actividadesgeneradoras d<strong>el</strong> sustento y la ruptura de losvínculos y redes familiares y sociales de so-Foto: Ang<strong>el</strong>a Sánchez51. Fernández, «Apuntes».36


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9porte, impiden que las personas “dependande sí mismas y de su red social”. La guerragenera nuevas dependencias, ahora de otrosno-signifi cativos – tales como instituciones,organizaciones, iglesias o incluso vecinos yfamiliares –, provocando sentimientos de indignidad,angustia e impotencia y afectandode manera dramática la autoestima.El confl icto armado y sus dinámicasdespojan a las personas de pertenencias eimpiden las actividades r<strong>el</strong>acionadas con <strong>el</strong>hacer. Esto niega a las personas (individualy colectivamente) la posibilidad de vivir <strong>el</strong>tipo de vida que desean, de conducir susvidas e incidir sobre <strong>el</strong> entorno en <strong>el</strong> quetranscurren.La pérdida de autonomía se expresadramáticamente en la dependencia norecíproca (recibir, sin dar) experimentada congran indignación, toda vez que la voluntadpropia pasa a depender de <strong>el</strong>ementosajenos a <strong>el</strong>la misma – <strong>el</strong> concepto básico deheteronomía –.3.1.1.3. transformaciones ydaños en <strong>el</strong> empoderamientoEl proyecto de vida parte de la defi nición, supuestao manifi esta , de unas aspiracionesy propósitos – Ser –, cuyo alcance implica<strong>el</strong> desenvolvimiento de ciertos procesos –Hacer – en escenarios concretos – Estar –,los cuales involucran recursos, materialese inmateriales, que le son pertinentes a talproyecto y sobre los que se requiere ejercercierto margen de poder – Tener – paraacceder y hacer uso de <strong>el</strong>los d<strong>el</strong> modo qu<strong>el</strong>e sea favorable a la vida misma – tanto ensu supervivencia como en la realización desus propósitos –. Así las cosas, <strong>el</strong> empoderamientoremite a examinar las oportunidadesy la posición que ocupan los sujetos conr<strong>el</strong>ación a las estructuras de poder y de tomade decisiones.Así las cosas, <strong>el</strong> empoderamiento remitea examinar las oportunidades y la posiciónque ocupan los sujetos con r<strong>el</strong>ación a lasestructuras de poder y toma de decisiones.En su interpretación más convencional,podría pensarse que <strong>el</strong> empoderamientoconsiste en <strong>el</strong> desarrollo de procesos deinclusión en las estructuras de toma de decisiones– una dimensión social y políticad<strong>el</strong> concepto –. Sin embargo, científi cas socialesfeministas van más allá e insisten enque ‘la dimensión personal es política’. Enese sentido, las refl exiones sobre <strong>el</strong> poderinvolucran la comprensión de las dinámicasde la opresión en una doble vía: desdegrupos sociales favorecidos sobre aqu<strong>el</strong>losexcluidos, y de una manera interiorizada, enla que estos sujetos menos favorecidos seperciben a sí mismos de una forma alienada(ver transformaciones y daños en laidentidad), y que a la vez, los lleva a asumirposturas ajenas a su propia voluntad (vertransformaciones y daños en la autonomía).En este orden de ideas, “<strong>el</strong> empoderamientoes, por lo tanto, algo másque <strong>el</strong> simple hecho de abrir <strong>el</strong> accesoa la toma de decisiones; tambiéndebe incluir los procesos que llevan alas personas a percibirse a sí mismascon la capacidad y <strong>el</strong> derecho a ocuparese espacio decisorio” 52 . Esto últi-52. Jo Rowlands, El empoderamiento a examen [documento en línea].37


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialmo representa un llamado ético parapensar <strong>el</strong> empoderamiento y su promoción– desde <strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong> y la ayuda humanitariaen general, en términos de deconstruirestructuras sociales excluyentes– desempoderantes –, para que laspersonas afectadas sean poseedorasde la capacidad y <strong>el</strong> derecho a actuary tener infl uencia tanto sobre las dinámicasde sus ámbitos de interaccióncomo sobre los recursos que en<strong>el</strong>los circulan 53 . En otras palabras, serequiere de un cambio al interior d<strong>el</strong>sujeto y en la sociedad misma.Esta autopercepción de posesión de un derechoa decidir sobre lo que compete a símismo, corresponde con lo que AmartyaSen ha defi nido como capacidad de agencia,desde sus planteamientos sobre <strong>el</strong> desarrollo;como la capacidad que tienen laspersonas para defi nir sus propias metas yactuar en consecuencia con <strong>el</strong>las. En estesentido, en la capacidad de agencia estáninvolucradas la autonomía y, de acuerdo a laplanteado en <strong>el</strong> apartado anterior, la libertad.Así las cosas, la capacidad de agencia se r<strong>el</strong>acionacon procesos subjetivos de autoafi r-mación de la persona, en tanto <strong>el</strong> empoderamientoresulta d<strong>el</strong> ejercicio de esa agenciaen la transformación de las condiciones d<strong>el</strong>contexto. La primera le es instrumental al segundoy <strong>el</strong> crecimiento de éste incide en <strong>el</strong>fortalecimiento de la primera, pero no signifi -can lo mismo 54 .a agencia puede ser concebida como lacapacidad de las personas para lograr lasmetas de desarrollo que se proponen, enconsecuencia de sus propias <strong>el</strong>ecciones ydecisiones. (…) Por otra parte planteamosque <strong>el</strong> proceso de empoderamientose da cuando, como resultado de unproceso de fortalecimiento interno desu capacidad de agencia, las personaslogran interactuar favorablemente,incidir en o modificar las barrerassocioeconómicas, políticas y culturalesque presenta su entorno, acceder o creara nuevas oportunidades de acuerdo a susnecesidades y redefinir como resultado sucondición individual. Empoderamientoagéntico es, por tanto, la suma de estosdos procesos: es al mismo tiempo unestado y un proceso de acumulaciónde poder desde adentro que le permitea las personas tomar decisiones, actuarde manera autónoma y tener un mayorsentido de control sobre su contexto 55 .El reducido margen de decisión que las personastienen sobre los fenómenos naturaleslleva a que en las situaciones de catástrofederivados de <strong>el</strong>los, la impotencia sea uno d<strong>el</strong>os sentimientos que más sobresale en lacompleja trama de emociones frustrantes d<strong>el</strong>as víctimas. Esto hace que la promoción deprocesos empoderantes ocupe un lugar r<strong>el</strong>evanteen los trabajos de recuperación luegod<strong>el</strong> desastre, tanto para la defi nición d<strong>el</strong>os aspectos involucrados en la reconstruccióncomo para refl exionar sobre aqu<strong>el</strong>las53. Jo Rowlands, El empoderamiento…; Carmen de la Cruz , «El desarrollo humano y las desigualdades de género», Género,derechos y desarrollo humano[documento en línea]. Programa de las Naciones Unidas para <strong>el</strong> Desarrollo – PNUD –, 2007, pp.22-30; Martha Nussbaum, Las mujeres y <strong>el</strong> desarrollo. Barc<strong>el</strong>ona: Herder, 2002.54. Pick, Susan, & ál., «Escala para medir agencia personal y empoderamiento (ESAGE)», Revista interamericana de psicología,41.3, pp.295 – 304, Porto Alegre, Brasil, 2007. [Nota: 41 corresponde al volumen, 3 al número].55. Susan Pick, & Carolina Ruesga, Agencia y desarrollo humano: una perspectiva empírica [documento en línea]. UniversidadNacional Autónoma de México (UNAM), Instituto Mexicano de Investigación en Familia y Población (IMIFAP).38


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9circunstancias desempoderantes que ocasionanque las consecuencias d<strong>el</strong> fenómenosean catastrófi cas.Por otra parte, en <strong>el</strong> caso de las víctimas deviolencia sociopolítica, estos procesos sonmucho más complejos, pues la devastaciónde sus diferentes violencias genera desempoderamientosabruptos y dolorosos sobr<strong>el</strong>a toma de decisiones – extorsiones, amenazas–, sobre las dinámicas de los vínculos– secuestro, desaparición forzada –, sobre<strong>el</strong> propio cuerpo – torturas, violaciones –,sobre la identidad – etnocidios, genocidios,violencias basadas en <strong>el</strong> género –, sobre losterritorios y sus posesiones – desplazamientoforzado, confi namientos –, y entre muchasotras formas de menoscabo a la dignidadhumana, sobre la vida misma – asesinatoss<strong>el</strong>ectivos, masacres –Cuando hay una confrontación violenta armada,ya sea reconocida como confl icto armadoo amenaza terrorista, lo que está enevidencia es <strong>el</strong> agotamiento de lo simbólicoy la potencia de la palabra para mediar <strong>el</strong>encuentro entre los intereses en cuestión.En un escenario de tales características, lasarmas de la razón ceden su lugar a la razónde las armas, donde entran en choqu<strong>el</strong>a fortaleza y la vulnerabilidad de los cuerpos56.Así las cosas, los sujetos son despojadosde esa atribución de dignidad que los reconocecomo pares y miembros de la asociaciónhumana, para reducirlos a la condiciónde objetos, dispuestos a la devastación d<strong>el</strong>goce mortífero de los actores armados y susagentes 57 .3.1.2. Daños al cuerpoEn <strong>el</strong> orden de las necesidades humanasaxiológicas, desde un <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>,los daños al cuerpo no sólo se r<strong>el</strong>acionancon las heridas y laceraciones en <strong>el</strong> organismovivo – cuyas expresiones son evidentes–, sino con aqu<strong>el</strong>los daños objetivos – según<strong>el</strong> concepto planteado anteriormente –, querepresentan una exposición de la vulnerabilidado una ac<strong>el</strong>eración signifi cativa de lacaducidad d<strong>el</strong> cuerpo humano.Así las cosas, por ejemplo, un megaproyectopara la construcción de una represa quedesvié <strong>el</strong> curso o reduzca <strong>el</strong> caudal de unrío que pasa cerca a una comunidad afrodescendiente,redunda (además de las implicacionesde orden social, simbólico y dedesempoderamiento d<strong>el</strong> territorio) en dañosal cuerpo al alterar negativamente <strong>el</strong> volumende la pesca y <strong>el</strong> suministro de alimentosa través d<strong>el</strong> río, y al privar a los miembros d<strong>el</strong>a comunidad de un espacio para la recuperaciónde su energía mediante <strong>el</strong> descansoactivo (actividades de ejercicio y recreacióndesarrolladas en torno al río).En este mismo sentido, los daños alcuerpo derivados de los atentadoscontra los acueductos, los centros desalud y las misiones médicas, las víasde acceso a un pueblo o la siembra deminas antipersonales en los caminosy senderos en las zonas rurales, sontan contundentes como los derivadosde las fumigaciones a los cultivos ilí-56. Carmen Lucía Díaz, «De la guerra a la alianza», La universidad piensa la paz: obstáculos y posibilidades. Bogotá: UniversidadNacional de Colombia, División de Extensión de sede, Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia(PIUPC), 2002, pp. 135-152.57. Chaparro, 24-25.39


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialcitos, que también perjudican cultivosde pancoger y cuyos residuos contaminanlas fuentes de agua.3.1.3. Daños psicosomáticosPara Fernández 58 <strong>el</strong> daño psicosomáticocomprende todas o cualquiera de las lesionesinferidas tanto al soma o cuerpo en sentidoestricto, como a la psique, constituyendouna unidad. Los daños somáticos repercutennecesariamente y en alguna medida, enla psique, y los daños psíquicos, a su vez,tienen incidencias somáticas. Esta indivisibilidadexplica por qué <strong>el</strong> daño moral, según <strong>el</strong>derecho, hace parte de este tipo de daños.Por otra parte, aqu<strong>el</strong>los daños que recaendirectamente sobre <strong>el</strong> cuerpo (heridas, infecciones,cicatrices, amputaciones, entreotros), dejan de ser hu<strong>el</strong>las en la corporalidad– externas y/o internas –, y pasan a sermarcas d<strong>el</strong> paso por eventos aislados o sucesivosa los que <strong>el</strong> sujeto atribuye diversossentidos y signifi cados; es decir esa marcallega a trascender al orden de lo psicosomático.58. Fernández… «Deslinde».59. Fernández… «Deslinde»…, 18.60. Claudio Nash, citado en AVRE. Acompañamiento <strong>psicosocial</strong>con víctimas d<strong>el</strong> desplazamiento forzado, fundamentadoen los derechos humanos [documento en línea] 2007,pp. 2-9www.borjapax.org / Borja Paladini Ad<strong>el</strong>lon daños psicosomáticos desde unaleve perturbación psicológica, comoun dolor o un sufrimiento, hasta lapérdida de discernimiento; desdeuna pequeña lesión somática hastaaqu<strong>el</strong>la de graves consecuencias comola amputación de algún miembro,por ejemplo. En esta categoría dedaños psicosomáticos se incluye,comprensiblemente, <strong>el</strong> mal llamadodaño “moral” pues constituye un dañoemocional que causa perturbacionespsíquicas, generalmente transitorias,no patológicas, como dolores osufrimientos. Cabe hacer la salvedadque es posible que, en algunos casos,una perturbación psíquica se puedaconvertir en una patología psíquica 59 .El daño moral, desarrollado ampliamente enla jurisprudencia de la Corte Interamericanade Derechos Humanos (CIDH), comprende“…tanto los sufrimientos y las afl iccionescausadas a las víctimas directas y a susallegados, como <strong>el</strong> menoscabo de valoresmuy signifi cativos para las personas y otrasperturbaciones que no son susceptibles demediación pecuniaria” 60 .40


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9A este orden corresponden los deteriorosen la salud mental y <strong>psicosocial</strong>, los cualesson provocados porque las víctimas son sometidasa situaciones extremas de amenazay riesgo, y quedan desprovistas de losmecanismos de protección e interpretaciónque permiten <strong>el</strong> transcurrir de la cotidianidaddentro de los parámetros construidos de estabilidad,normalidad y continuidad.El acompañamiento <strong>psicosocial</strong> asumeque los daños y las nuevas dinámicas provocadaspor la violencia y los desastres searticulan a los procesos históricos de configuración particular de la comunidad (en <strong>el</strong>caso colombiano, la mayoría de las vecescaracterizados por la exclusión, la discriminacióny la pobreza), a las condiciones devida que marcan <strong>el</strong> presente (un presentede amenazas, hostigamientos, pobreza ydesocupación, entre otros), y de manera especial,a los aspectos culturales que dotana la comunidad de formas particulares paraleer, entender, explicar y actuar frente a loshechos. La situaciones vinculadas a la violenciapolítica, articuladas con las dinámicasmencionadas, provocan sufrimiento y malestaremocional, por lo que <strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong> debe aportar mecanismos qu<strong>el</strong>o disminuyan a partir de la identifi cación y <strong>el</strong>despliegue de recursos (apoyos) individualesy colectivos, internos y externos.Si se asume que las guerras provocan dañosy sufrimientos, es necesario tomar distanciade los <strong>enfoque</strong>s que colocan <strong>el</strong> problema enlos individuos y por tanto, asimilan daños ysufrimientos a “enfermedad mental”, a unaincapacidad o disfuncionalidad de las personasy sus familias. De esta manera, debeentenderse la forma en que los eventos deviolación sistemática de los Derechos Hu-manos menoscaban la dignidad, deterioranlos soportes sociales y espirituales, y colocana las personas y a sus comunidades encondiciones de extrema desprotección y vulnerabilidad.…Lo que define lo traumático nodebería ser un conjunto de síntomaspsicofisiológicos, sino <strong>el</strong> hecho de queuna experiencia quiebre de maneraradical las convicciones más intimas deuna persona, alienándola d<strong>el</strong> mundo 61 .Las consecuencias de un evento de violenciano dan lugar automáticamente a procesos detraumatización o a enfermedades mentales,como en ocasiones se supone. Las respuestas,así como los daños y transformacionesen las vidas de las personas y las comunidades,no tienen que ver solamente conlas características de los hechos violentos(aunque estos interfi eran poderosamente),sino con las de quien lo experimenta, con suhistoria e incluso, con <strong>el</strong> trámite personal ycolectivo, interno y externo, desencadenadofrente a los hechos violentos. Así las cosas,puede afi rmarse que los procesos subjetivosque corresponden a esta categoría de dañoestán estrechamente vinculados a procesossociales propios d<strong>el</strong> contexto con <strong>el</strong> que ser<strong>el</strong>aciona <strong>el</strong> sujeto 62 .Foto: Archivo PIUPC61. Pau Pérez, «La banalización d<strong>el</strong> trauma», JANO 2004, LXVI, 1.506 [Nota: LXVI corresponde al volumen, 1.506 al número].62. Becker & Weyermann, fi cha 2, p.2.41


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialFigura 2. Vínculos entre los procesos sociales de la guerra y los procesos subjetivos que desencadenaPROCESOS SOCIALESPROCESOS SUBJETIVOSAmenazaMiedoDestrucción / eventosdisruptivosDolor, sufrimiento y ansiedad,no patológico (Dañomoral)Impacto que no es <strong>el</strong>aboradosobrepasa mecanismosde afrontamiento(trauma)PérdidaDu<strong>el</strong>o (afectado por lacontinuidad d<strong>el</strong> conflicto yla impunidad )Fuente: Becker & Weyermann, 2006: Ficha 2, p. 2; AVRE, 2009; <strong>el</strong>aboraciones y edición propias para este módulo.La sociedad colombiana en su conjunto yespecialmente algunos sectores, experimentanla amenaza cotidiana. La represiónpolítica, por ejemplo, manifestada en la <strong>el</strong>iminaciónfísica, <strong>el</strong> exilio y la criminalizaciónde opositores políticos, disidentes o simplemente,de quienes son críticos o no están afavor d<strong>el</strong> régimen, ha generado un clima queinhibe la participación política y que devieneen una especie de apatía y escepticismo,capaz de limitar las iniciativas sociales, <strong>el</strong>ejercicio de la ciudadanía y la capacidad deacción individual y colectiva.Si bien es claro que la amenaza es máscontundente para ciertos grupos y sectoressociales (defensores de Derechos Humanos,comunidades en resistencia, etc.), éstase cierne no sólo frente a quienes expresanuna opción política, r<strong>el</strong>igiosa o inclusosexual diferente, sino que se convierte enuna amenaza generalizada, en tanto nadieparece estar exento d<strong>el</strong> riesgo de convertirseen víctima de la extorsión, <strong>el</strong> secuestro,una acción terrorista o en general cualquieratrop<strong>el</strong>lo, lo cual produce una respuesta demiedo generalizado. El miedo por supuesto,es una emoción normal que permite a laspersonas limitar una serie de acciones con<strong>el</strong> ánimo de protegerse, sin embargo, cuando<strong>el</strong> miedo es generalizado se convierte encrónico; los individuos y las comunidades seven fuertemente limitados en sus r<strong>el</strong>acionesy posibilidades, y afectados en sus emocionesy salud física.42


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9La guerra produce heridas profundasque requieren ser reconocidas ytrabajadas. No es posible pensar enprocesos de desarrollo y de paz si nose identifican los daños presentes y enespecial si no se construyen condicionespara que las personas recobren laconfianza, la esperanza y <strong>el</strong> control desus vidas y sus entornos.Al respecto es importante anotar que muchascomunidades viven en situaciones deextrema amenaza y que por <strong>el</strong>lo están atravesadasy afectadas por <strong>el</strong> miedo. Esta consideracióntiene especial r<strong>el</strong>evancia para lasintervenciones externas, dado que reconocer<strong>el</strong> miedo y trabajar sobre él resulta casique una condición necesaria para establecerlas r<strong>el</strong>aciones de confi anza requeridasa fi n de dar lugar a los emprendimientoscolectivos y <strong>el</strong> despliegue de las iniciativaspersonales básicas en cualquier proyectode reconstrucción que implique accioneshumanitarias y de desarrollo. Reconocer ytrabajar <strong>el</strong> miedo no se limita solamente aun ejercicio sobre las emociones de quieneslo experimentan (aunque esto se requiere),implica también trabajar sobre las fuentesque lo producen, lo cual coloca <strong>el</strong> trabajoen una dimensión política orientada hacia laprotección y <strong>el</strong> reconocimiento de los DerechosHumanos.Por otra parte, toda guerra implica destrucción,la cual abarca desde lo material hasta<strong>el</strong> sistema de creencias, seguridades básicasy referentes de protección. En este sentido,es recurrente hablar de que la guerraprovoca traumas de orden individual y colectivoen las víctimas, pues genera vivenciasy situaciones de amenaza extremas “…capaces de quebrar sus convicciones másíntimas y alienarlas d<strong>el</strong> mundo, que se vu<strong>el</strong>veun lugar hostil y ajeno, sin sentido, en <strong>el</strong>que no es posible confi ar y en <strong>el</strong> que se hanperdido aspectos básicos de dignidad y controlsobre la propia vida” 63 .Ahora bien, desde la perspectiva <strong>psicosocial</strong>se insiste en superar la mirada d<strong>el</strong> traumacomo la expresión de un conjunto de signosy síntomas que requiere intervenciones sobr<strong>el</strong>os individuos, aun cuando es necesarioreconocer que <strong>el</strong> horror de la guerra en efectoes capaz de provocar enfermedad y por lomismo, admitir que no se debe descartar laatención a las víctimas desde acciones clínicas.En la práctica, la mayoría de casosevidencia que <strong>el</strong> trauma no estáen los individuos, sino que sonlas condiciones las que puedendefinirse como traumáticas y por<strong>el</strong>lo requieren ser intervenidas ymodificadas.En la historia de violencia d<strong>el</strong> país se cuentanpor miles los asesinatos, las desaparicionesy los desplazamientos forzados. Estas situacionesimplican una serie de pérdidas significativas – de seres humanos, de territorios,de r<strong>el</strong>aciones, de objetos, de estatus –, lascuales dan lugar a diversos du<strong>el</strong>os que lamayoría de las veces no encuentran las condicionespropicias para su debido trabajo y<strong>el</strong>aboración.63. Pérez, La banalización.43


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialSi bien <strong>el</strong> du<strong>el</strong>o es un proceso normal antepérdidas signifi cativas y puede concluircuando las personas logran recobrar <strong>el</strong> cursode sus vidas, reconociendo e integrandola o las pérdidas como parte de sus experiencias,en un contexto d<strong>el</strong> confl icto armadolos rituales se impiden y se sufren múltiplesy simultáneas pérdidas en medio de difícilescondiciones para la sobrevivencia y la seguridad,lo cual aplaza, complica, cong<strong>el</strong>a oaltera la <strong>el</strong>aboración de los du<strong>el</strong>os.Con la presencia de du<strong>el</strong>os sin <strong>el</strong>aborar, lapérdida se convierte en una compañía constanteque puede expresarse en angustia,desesperanza e incertidumbre (esta últimacobra mayor fuerza y recurrencia en los casosde desaparición forzada), y esto alejacada vez más las posibilidades de retomar<strong>el</strong> control sobre <strong>el</strong> desenvolvimiento de lacotidianidad y de la vida misma.El sujeto que padece esta experiencia no lograredirigir sus afectos y valoraciones d<strong>el</strong>objeto perdido hacia otros objetos y sujetos,nuevos o presentes, por tanto se expone aque <strong>el</strong> sentido de la vida y su continuidadse pierda entre dos extremos: <strong>el</strong> de la negación,en donde la autodestrucción puedehacerse presente como alternativa real (cediendoal acto d<strong>el</strong> suicidio o al aislamientotriste y agonizante de la “pena moral”); o laexacerbación de un ideal en cuya reivindicaciónno importa si se entrega la vida misma(apuntando igualmente a su entrega a lamuerte).Por otra parte, a niv<strong>el</strong> colectivo los daños noaparecen por la sumatoria de los impactosindividuales, sino por la capacidad de loseventos violentos para desestructurar las redesy los vínculos sociales, a fi n de poner encuestión los aprendizajes, los sentidos y lossignifi cados que constituyen las identidadescolectivas. En consecuencia, para identifi car,comprender y ayudar a mitigar los impactosque genera la guerra, es necesario reconocerque las interpretaciones, los signifi cadosy las acciones individuales y colectivas, generadaspor y para enfrentar la violencia seconstruyen en densas y complejas redes ytramas que dan lugar a particulares manerasde estar y percibir <strong>el</strong> mundo. Por tantose asume que <strong>el</strong> daño (por qué se sufre ycómo se sufre, qué se pierde) y la manerade afrontarlo (qué se hace, para qué, cómoy con quién se hace), no puede establecersea priori, medirse según estándares universaleso deducirse por referencia a un acontecimientoen otro lugar, o con otras personas.…La salud mental en r<strong>el</strong>acióncon <strong>el</strong> bienestar emocional de losindividuos] está íntimamente ligada ala cultura porque la forma en que laspersonas expresan, experimentan ydan significado a sus aflicciones, estár<strong>el</strong>acionada con contextos culturales ysociales específicos. Las perturbacionespsicológicas y los traumas tienen unadimensión social y cultural. La maneraen que las personas interpretan susaflicciones, está indudablementeconectada con las creencias acercade los orígenes de dichas aflicciones.Estas creencias son básicas para crearestrategias terapéuticas apropiadas paraaliviarlas y <strong>el</strong>iminarlas. Debido a qu<strong>el</strong>as diferentes culturas tienen diferentescreencias acerca de la causalidad y <strong>el</strong>tratamiento de las enfermedades, habrádiferencias en la forma de conceptuar lasalud y la salud mental, como tambiénen la manera de tratarlas 64 .64. Honwana, 103-118.44


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM93.1.4. Daños colectivos odaño socioculturalEn la medida que las experiencias de miedo,terror, amenaza y en general, la violaciónde Derechos Humanos afectan los referentesde seguridad y protección, tambiénson seriamente vulneradas la confi anzaen los otros y los sistemas de valores, asícomo la credibilidad en la justicia o las instituciones.Con <strong>el</strong>lo se pierden las certezasmínimas requeridas para habitar <strong>el</strong> mundo ytramitar la incertidumbre desde los mod<strong>el</strong>osexplicativos y las herramientas culturales d<strong>el</strong>os saberes tradicional y científi co de las comunidades65 .Aunque las necesidades culturales se refi e-ren a la aprehensión de las interpretaciones,atribuciones y regulaciones que median <strong>el</strong>encuentro d<strong>el</strong> sujeto con <strong>el</strong> mundo pre-confi -gurado, <strong>el</strong> carácter social de la construcciónde estos referentes particulares en cada colectividady por los que es posible “que <strong>el</strong>mundo quepa en la cabeza” 66 , constituyeuna identidad colectiva, soporte de la cohesiónen los vínculos sociales.Son varios los ejemplos de acciones quefragmentan los tejidos sociales – generaciónde exclusiones – y que promueven<strong>el</strong> sectarismo entre los diversos grupossociales, sin importar que éstos estén construidosalrededor de intereses políticos, económicos,étnicos, de discapacidad y/o degénero.► Proyectos educativos que desconocencosmovisiones ancestrales no-occidentales.► Menosprecio a la participación deciertos grupos en procesos de toma dedecisiones, en razón de su edad, posiciónsocial, etnia, género u orientaciónsexual, entre otras.► Declaraciones públicas t<strong>el</strong>evisadasque defi nen como “amigos de la paz” o“colombianos de bien” a quienes respaldanal gobierno y califi can de “enemigosde la patria” a quienes se oponen a lasprácticas que contrarían su imperativoético de justicia social.Por su parte, la guerra produce rupturascomunitarias y vulnerabilidades sociales.La dinámica armada precisa de un clima der<strong>el</strong>aciones producto d<strong>el</strong> terror y la vulnerabilidadde las personas. Los rumores, losseñalamientos mutuos y la exacerbaciónde los confl ictos son consecuencias importantesd<strong>el</strong> paso de la guerra y sus lógicasde desconfi anza, mentira y manipulación,y por ende, de generación de diversas exclusiones.El asesinato de líderes, la cooptaciónde otros, y la interrupción de prácticascooperativas, lesionan las identidadescolectivas y aumentan los riesgos para <strong>el</strong>incremento de la confl ictividad y la disminuciónde la capacidad autogestionaria. Eneste sentido, <strong>el</strong> genocidio sobresale comola práctica sistemática de <strong>el</strong>iminación con lacual “…se reduce letalmente la diversidadétnica, social, política o r<strong>el</strong>igiosa de la comunidadhumana” 67 .65. Martha B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá, memoria y río: violencia política, daño y reparación. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia-sede Bogotá-, Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC); Colciencias,2005.66. López, 2002.67. Claudia Girón, «Genocidio», Dimensión política de la reparación colectiva: cuaderno de refl exión sobre reparación integral,Serie voces de memoria y dignidad, Grupo de trabajo pro-reparación integral. Bogotá: Diakonía, 2008, pp. 20 – 21.45


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosociall etnocidio [como forma de genocidio]significa entonces la negación d<strong>el</strong>derecho individual y colectivo que ungrupo étnico tiene de ser diferente, estoes, la <strong>el</strong>iminación de la continuidadde una forma particular de asumir<strong>el</strong> mundo, de hablar una lengua, deaprehender <strong>el</strong> entorno, de significarloy ejercer unas prácticas socialesinherentes a la cosmovisión. Enconsecuencia, negar la manifestaciónde una cosmovisión que estructura laexistencia de un grupo humano, es unaforma extrema de violación masiva de losDerechos Humanos, particularmented<strong>el</strong> derecho de los grupos étnicosal respeto de su identidad cultural,tal como lo establecen numerosasdeclaraciones, pactos y convenios de lasNaciones Unidas… 68 .Los eventos de violación sistemática de losDerechos Humanos menoscaban la dignidad,deterioran los soportes sociales y espirituales,y por consiguiente, colocan a laspersonas y sus comunidades en condicionesde extrema desprotección y vulnerabilidad.3.2. No solo <strong>el</strong> daño...Ahora bien, hemos insistido en la necesidadde reconocer las transformaciones y los daños,pues de hecho es imprescindible si sequiere determinar la pertinencia de un proyectode intervención o acompañamiento.No obstante, varios autores han insistidoen la necesidad de superar la excesiva concentraciónen <strong>el</strong> daño y las pérdidas, puespuede incurrirse en <strong>el</strong> riesgo de contemplara las comunidades y las personas sólo comosujetos sufrientes, desprovistos, carentes, eincluso y con reiterada frecuencia, como incapacespara decidir y defi nir qué quieren ycómo hacer algo al respecto.Esta mirada extrema contribuye avulnerar la dignidad, toda vez quese atribuye <strong>el</strong> “poder” de decidir y deactuar por los otros, bajo la idea deque éstos están tan afectados que nopueden hacerlo por sí mismos.Centrarse en <strong>el</strong> daño y la vulnerabilidadno permite valorar los recursos y las capacidadesde las personas y de esta forma,se termina excluyéndolos de los proyectosque supuestamente “los benefi cian”. Esmás, como lo advirtió Ignacio Marín Barópara <strong>el</strong> contexto salvadoreño, en la guerraes posible que las personas desarrollencapacidades, habilidades y sensibilidadescontrarias a la lógica de la guerra, dando lugara la solidaridad, <strong>el</strong> compromiso social, laresponsabilidad, etc. De esta realidad dancuenta múltiples comunidades que en susejercicios por sobrevivir y resistir, fortalecensus identidades y capacidades organizativas,logrando incluso salir fortalecidas de laadversidad.Al respecto, la corporación AVRE señalacómo las personas y las comunidades realizanacciones para afrontar y contrarrestarlos efectos negativos de la violencia socio-68. Constanza Millán, «Etnocidio y derecho a la reparación integral», Dimensión política de la reparación colectiva: cuadernode refl exión sobre reparación integral, Serie voces de memoria y dignidad, Grupo de trabajo pro-reparación integral., Bogotá. :Diakonía, 2008, p.23.46


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9política. Estas acciones involucran aspectosque ayudan a los procesos de reivindicaciónde los derechos, entre <strong>el</strong>los se destacan 69 :1. El reconocimiento que hacen las personas,familias y comunidades de sí mismascomo víctimas y de su derecho ala verdad, la justicia y la reparación integral.2. La organización. Hay comunidades quefrente a los hechos de violencia han generadomecanismos para evitar que sefragmenten sus r<strong>el</strong>aciones comunitarias,lo cual hace que se constituya un contextogrupal protector para las personasde la comunidad. Por ejemplo, los efectospositivos de unirse en la búsquedade esclarecimiento y justicia, llevan a laorganización paulatina de los familiares,y a su tránsito hacia <strong>el</strong> rol de actores sociales.3. Los aspectos espirituales y r<strong>el</strong>igiososson igualmente factores que contribuyena crear mecanismos de afrontamiento,tanto en lo individual como en lo colectivo.4. Factores o recursos protectores en lo individual:La capacidad de afrontamientoen lo conductual se expresa en la habilidadpara resolver las situaciones problemáticasque se originaron, y en <strong>el</strong> planoemocional, se manifi esta en la habilidadde atenuar las reacciones emocionalesante las perdidas y los daños sufridos.5. Factores protectores familiares: La calidadd<strong>el</strong> apego emocional a las personasmás cercanas genera una protecciónfrente a sentimientos de indefensión yfalta de sentido. Los lazos de afectospermiten anticipar, enfrentar e integrarde mejor manera los impactos <strong>psicosocial</strong>esproducidas por la violencia sociopolítica.6. Factores protectores de la red social deapoyo: Cuando la familia no está o noes sufi ciente, las sociedades disponende recursos comunitarios para <strong>el</strong> manejode situaciones de estrés y tensión. Laidentifi cación y <strong>el</strong> sentido de pertenenciasocial, generan sentimientos de apoyomutuo y solidaridad. Estos sentimientosson canalizados y rescatados por lasagrupaciones de familiares y afectados,y por las organizaciones de promoción ydefensa de los Derechos Humanos.7. Factores protectores ideológicos, espirituales(valores): Las ideas políticas yespirituales proveen al individuo de unsistema de creencias que evita que éstese vea sobrepasado ante situaciones deviolencia sociopolítica y su impacto. Elsistema de creencias da tranquilidad ysentido a la experiencia vivida.3.3. Sentidos ypropósitos de la acciónhumanitaria desde <strong>el</strong><strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>Teniendo en cuenta los impactos <strong>psicosocial</strong>esde la guerra y las situaciones de catástrofe,<strong>el</strong> daño que éstas producen, las vulnerabilidadesque acentúan y las respuestasque se construyen para afrontarla, pasamosa defi nir <strong>el</strong> sentido de la acción humanitariaa partir de un <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>, no sólo69. AVRE, 2007.47


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocial– como ya se ha insistido –, en la pretensiónde no hacer daño, sino de contribuir arestituir la dignidad humana afectada por lasacciones violentas y sus dinámicas.Así las cosas, desde un <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>estimamos que los proyectos de acompañamientoy acción humanitaria deben orientarsepor los siguientes fi nes:Contribuir a reconstruir la identidady la dignidad, a partir d<strong>el</strong> reconocimientode las personas, de suestatus jurídico, social y subjetivo devíctimas. Asumimos que esta es unaidentidad, entre otras identidades,que puede ser transitoria. De igualmanera reconocemos <strong>el</strong> rol de actoressociales y de sujetos de derechosde los mismos.Aportar en <strong>el</strong> proceso de ganar autonomía,generando condiciones quepermitan asumir <strong>el</strong> control d<strong>el</strong> presente,tomando decisiones y realizandoacciones para incidir en <strong>el</strong> curso desus vidas. Los proyectos de intervenciónfundamentados en un <strong>enfoque</strong><strong>psicosocial</strong> deben procurar la construcciónde potencialidades individualesy colectivas con <strong>el</strong> propósitode fortalecer la capacidad de agenciade las personas. Esta perspectiva esfundamental pues al tiempo que es fi -nalidad, se constituye en medio paraatenuar los impactos negativos deeste fenómeno y asegurar <strong>el</strong> mejoramientode la calidad de vida.Aportar condiciones que permitangarantizar la seguridad vital. Construirestabilidad a partir de la realizaciónde las acciones de protecciónd<strong>el</strong> Estado y <strong>el</strong> despliegue creativo d<strong>el</strong>os recursos propios (individuales, r<strong>el</strong>acionales,familiares y comunitarios),así como la activación de los vínculosy soportes sociales e institucionales48


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9UNIDAD 4FACTORES GENERADORES Y AGRAVANTES DEL DAÑODESDE EL ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL EN LA ATENCIÓNHUMANITARIA, Y ESTRATEGIAS PARA SU MITIGACIÓNwww.unmultimedia.org / Mark Garten“Hay mucha tristeza en <strong>el</strong> pueblo,es necesario trabajar juntospara reconstruir la vida que tenemos.Ahora hay mucha soledad,<strong>el</strong> pueblo se siente como vacío,y qué me dice usted de la desunión,antes no era así… perodesde que llegaron las institucionesnosotros no sabemos paradónde coger” 70 .En los procesos de ejecución de los proyectosde atención <strong>psicosocial</strong> se manifi estanuna serie de “tensionalidades” producto d<strong>el</strong>a diversidad de <strong>enfoque</strong>s y concepcionessobre lo <strong>psicosocial</strong>, así como de los procesosadministrativos y la interacción defactores diversos como lo interdisciplinario,lo intersectorial, lo público, lo privado, y lasexigencias de la cooperación internacionalo entes fi nanciadores, entre otros. Al revisarlas experiencias es claro que a pesar d<strong>el</strong>a existencia de propuestas conceptuales ylineamientos que orientan <strong>el</strong> desarrollo deestos proyectos de acompañamiento <strong>psicosocial</strong>,<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de apropiación e interpretaciónde los mismos es bastante heterogéneoy que, aún utilizándose un lenguaje común,subyacen concepciones y prácticas distintas,e incluso contradictorias en algunas ocasiones.Es así como subsisten bajo un lenguajede derechos, proyectos asistencialistas quepoco contribuyen a un ejercicio real de losmismos. Por <strong>el</strong> contrario, en nombre de la70. Testimonio de un hombre de B<strong>el</strong>lavista, Bojayá, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 22.49


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialresiliencia y la agencia contribuyen a unaprivatización d<strong>el</strong> daño y a una renuencia enla reivindicación de derechos 71 .Luego de haber propuesto una referenciapara interpretar <strong>el</strong> daño desde <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong><strong>psicosocial</strong>, y atendiendo al llamado de laperspectiva de Acción sin Daño, es importanteincluir una refl exión sobre las formascomo estas tensionalidades presentes enlas acciones de acompañamiento <strong>psicosocial</strong>,son susceptibles a generar nuevos dañoso a profundizar los existentes 72. Entre ladiversidad de factores que pueden desencadenartales efectos, este módulo incluye losque considera que merecen mayor atención.“Si usted me pregunta qué fue loque hicimos en Quibdó, pues lecuento manita que eso fue unaconfusión; en un mismo día asistimosa reuniones de todo, yo meacuerdo que hasta estuve en unareunión que yo creo que eso erancomo evangélicos, <strong>el</strong>los nos cogíany nos llevaban a todos losd<strong>el</strong> albergue a una casa, <strong>el</strong>losdecían que nosotros habíamossufrido mucho, se ponían hacerun poco de oraciones y cha, cha,cha […] <strong>el</strong>los decían que si llorábamos,<strong>el</strong> mal que teníamos senos iba a quitar 73 .4.1. La sobredimensióno subestimación d<strong>el</strong>dolor y <strong>el</strong> sufrimientoSon varios los aspectos asociados a estatensionalidad. Por una parte, está la creenciade que todo evento abrupto o violentodesencadena procesos de estrés postraumático,cuyo trasfondo concentra la responsabilidaden <strong>el</strong> sujeto sin tener en cuenta lascondiciones sociales, políticas y culturalesd<strong>el</strong> contexto 74 . Por otra parte, lo que se encuentraes la negación de las capacidadesde afrontamiento, personales y comunitarias,para <strong>el</strong> manejo de la situación, desde locual puede determinarse que <strong>el</strong> impacto d<strong>el</strong>os sucesos precipitantes de la crisis y queconvoca la atención humanitaria, no es <strong>el</strong>mismo para todas las víctimas. Esto no niegaque haya quienes requieran de serviciospsicológicos especializados en la medidaque sus capacidades de afrontamiento hansido rebasadas.Este aspecto está r<strong>el</strong>acionado estrechamentecon la evaluación que se haga de la situación,la cual por una parte, puede caeren generalizaciones de las condiciones d<strong>el</strong>a población (como se abordará más ad<strong>el</strong>ante),o por otra, puede ignorar evaluacionesprevias que terminan por agotar a las personasdebido a la repetición d<strong>el</strong> ejercicio dediagnóstico y a la falta de acción frente a lasexpectativas expresadas desde la primeraevaluación 75 .71. Martha B<strong>el</strong>lo & ál., Evaluación…; Comité Permanente entre Organismos (IASC), Guía d<strong>el</strong> IASC sobre salud mental y apoyo<strong>psicosocial</strong> en emergencias humanitarias y catástrofes. [Revisión técnica de la edición en cast<strong>el</strong>lano: Pérez – Sales, Pau].Ginebra:IASC, 2007.72. Mary Anderson, Do No Harm: how aid can support peace – or war. Boulder. London: Lynne-Rienner Publishers, 1999.73. Testimonio de mujer de B<strong>el</strong>lavista, Bojayá, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 66.74. Becker & Weyermann, fi cha 2, p.5.75. Micha<strong>el</strong> Wess<strong>el</strong>ls, «Do no harm: Challenges in organizing psychosocial support to displaced people in emergency settings»,Journal refuge 25, 1, 2008, pp. 6 – 14. [revista en línea]. [Nota: 25 corresponde al volumen, 1 al número]. (Consultado enerode 2009).50


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9A esto se suma lo que puede deducirse d<strong>el</strong>a cita anterior, como es <strong>el</strong> apresuramientoque conlleva a intervenciones impertinentese incoherentes respecto a los aspectos quese han referido como componentes de un<strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>. Con la subestimaciónd<strong>el</strong> dolor pueden pasarse por alto aspectosr<strong>el</strong>evantes para la experiencia subjetiva ycolectiva d<strong>el</strong> sufrimiento, y su exacerbación,llevar a una situación de victimización.4.2. La victimización:cuando <strong>el</strong> sufrimientoresulta útil como fuentede reconocimiento yretribución.“No nos mató la pipeta pero nosva a matar la ayuda. Mire, yo estoyllevado, decepcionado. Aquíya nadie quiere hacer nada. Haycomo pereza, desánimo. La gentese está acostumbrando a algoasí como la mendicidad” 76 .Con la victimización se corre <strong>el</strong> riesgo de encerraral sujeto y sus comunidades en unaposición de autovalidación d<strong>el</strong> sufrimiento.Esto limita <strong>el</strong> despliegue de sus capacidadespara la superación de esa condición y crear<strong>el</strong>aciones de dependencia y asistencialistasdesde las cuales no es posible la recuperacióny la reivindicación de un sujeto autónomo,cuya identidad se afi rma en los derechosque detenta en calidad de ciudadano.En otras palabras, desde la victimización lasacciones de las que puede ser benefi ciarioson vistas más como un favor que como <strong>el</strong>ejercicio de un derecho.En <strong>el</strong> fondo d<strong>el</strong> asunto, hay una negación d<strong>el</strong>a posibilidad de participación real de la poblacióntanto en la defi nición de su situaciónactual como en la identifi cación de alternativaspara su superación. Esto a su vez, sesoporta en la desconfi anza respecto a lascapacidades de las personas a quienes s<strong>el</strong>es brinda este tipo de acompañamiento.“Hay gente que viene con susproyectos escritos y dicen que loconstruyeron con nosotros; esono es así, uno no entiende lo quedicen esos documentos. Hacenuna reunión para darnos a conocerlo que pretenden y por esodicen que es un proyecto participativo”77 .En este punto se destaca <strong>el</strong> reconocimientode la participación en <strong>el</strong> diagnóstico, laplaneación, la ejecución y la evaluación d<strong>el</strong>os proyectos de atención <strong>psicosocial</strong>, comouna importante estrategia metodológica tantopara la superación de la condición propiade la victimización como para mitigar <strong>el</strong> dañoderivado de esta forma de intervención.76. Testimonio extraido de fuente secundaria, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 136.77. Testimonio de lideres de organización comunitaria d<strong>el</strong> Chocó, 2003, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 23.51


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocial4.3. Invasión de losespacios privados y losámbitos íntimosLa exploración de la experiencia subjetivay / o colectiva d<strong>el</strong> sufrimiento en <strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong> puede hacer daño silas entrevistas o las técnicas de expresión desentimientos tienen preguntas que invocanmemorias caracterizadas por <strong>el</strong> horror querepresentó la catástrofe, o que representancierta sensibilidad y cuyo dilema emocionalaún no ha sido superado. Con estas preguntaspueden desencadenarse crisis emocionalesque sin <strong>el</strong> debido manejo, profundizan<strong>el</strong> daño psíquico y/o a la desconfi anza en lasiniciativas y los escenarios ofrecidos en <strong>el</strong>acompañamiento (Cf., Wess<strong>el</strong>ls, 2008: 12).Esta cuestión sugiere, por una parte, la revisiónde las condiciones de seguridad para<strong>el</strong>/la profesional y su equipo en <strong>el</strong> espacioen <strong>el</strong> que se ad<strong>el</strong>antan este tipo de actividades.Por otra parte, es evidente una preparaciónmás adecuada en cuanto a la formulaciónde preguntas, de tal manera quese reduzca en lo posible <strong>el</strong> uso de aqu<strong>el</strong>lasque r<strong>el</strong>acionan las situaciones como cadenasde acción / reacción, que atribuyenresponsabilidades al sujeto preguntando porun “por qué…” o que conducen a respuestasunívocas de “sí” y “no” (preguntas lineales,de carácter directivo). A cambio, motivarpreguntas que proyecten al sujeto en cuantoa su r<strong>el</strong>ación con los demás (preguntas reflexivas, “¿qué diría otra persona de lo queacaba de decir?…”, “¿qué puede signifi carpara otra persona lo que usted hace?…”),con <strong>el</strong> contexto (preguntas circulares, quesustituyen <strong>el</strong> “por qué” por “¿qué llevó a…?”o “¿para qué?…”), con alternativas de solu-ción (preguntas estratégicas, “¿qué pasaríasi dijera…?”, “¿cuáles cree que serían losresultados si hiciera…?”), y sobre todo, conla efectiva superación d<strong>el</strong> sufrimiento, desu condición de víctima y la transformaciónde las condiciones d<strong>el</strong> entorno que lo mantienenen esa posición (preguntas milagro,“¿para usted cuál sería la situación ideal?”,“¿qué le daría a entender que todo ha pasado,que ya se ha resu<strong>el</strong>to?” 78 ) .Un efecto poco esperado, pero más comúnde lo que se cree, con estas intervencionesinvasivas, es la promoción de reaccionesagresivas por fuera de los encuadresterapéuticos, ya sea en una confrontaciónconcreta o en actitudes que usualmente sepensaría que pasan a normalizarse en <strong>el</strong>desenvolvimiento cotidiano.“Yo escuché a un niño de 4 años amenazandoa otro y le gritaba ‘te voy a matar, tevoy a lanzar un pipetazo’” 79 .“…A veces van a llamarme y a contarmeque está en la cancha agarrado con otrop<strong>el</strong>ao. Vio que ayer se hizo una chambaen la cabeza, por estar en su fútbol, p<strong>el</strong>eandopor <strong>el</strong> balón, un chino (joven, niño)pasó y le tiró una bot<strong>el</strong>la en la cabeza. (…)Pues, estoy cansada, porque después d<strong>el</strong>o de la pipeta yo veo que con ese p<strong>el</strong>aono hay ley, así que le dije que lo iba mandarencerrar en <strong>el</strong> calabozo de la policía.El comandante me ayudó y allá está. Yo ledije al policía que si lo volvía a ver en sudesorden lo podía encerrar” 80 .78. Son varios los autores y autoras de la línea de intervención sistémica que ofrecen interesantes refl exiones al respecto. Karl Tommes reconocido por esta distinción en los tipos de preguntas, que luego retoman, Micha<strong>el</strong> White y Carlos Slusky, entre otros.79. Testimonio de un joven de B<strong>el</strong>lavista, Bojayá, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 134.80. Testimonio de una mujer de B<strong>el</strong>lavista, Bojayá, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 121.52


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Al respecto, David Becker y Bárbara Weyermann81 señalan que: “…El proceso de losDerechos Humanos que trata de instaurarseexige no sólo <strong>el</strong> aprendizaje y la adopciónde las normas jurídicas correspondientes,sino también un proceso de maduración yliberación psicológica”, <strong>el</strong> cual vincula <strong>el</strong> trabajopsicoterapéutico y socioterapéutico conla educación y la exploración de estrategiaspara <strong>el</strong> manejo no-violento de confl ictos 82 .4.4. Las generalizacionesy estandarizaciones: laigualdad que desconoc<strong>el</strong>a diferencia“Aquí muchos vienen a decir quevan a ejecutar un proyecto de atención<strong>psicosocial</strong> porque aquí todo<strong>el</strong> mundo está traumatizado, ypues lo que uno ve es que no todo<strong>el</strong> mundo está traumatizado, pues¿quién no se va a sentir mal porlo que pasó? Hay psicólogos quevienen a ver dónde está la enfermedad,incluso a formular remedios,¿será que es una enfermedadsentir miedo, o que los niñosse orinen cuando están en mediode un combate? Así la gente queviene no es la más preparada,creen que por tener un psicólogoo un trabajador social, ya estánhaciendo lo <strong>psicosocial</strong> y eso noes así necesariamente, o a vecesencuentra uno hasta administradoresde empresas o comunicadoressociales haciendo un taller sobredu<strong>el</strong>o con la gente, y pues para loque ha pasado aquí, ese tipo deintervenciones han maltratado muchoa la gente” 83 .Varios de los aspectos r<strong>el</strong>acionados con esteasunto ya fueron abordados anteriormente,en referencia a las evaluaciones y la mismaestimación d<strong>el</strong> sufrimiento. Pero otro asuntoque está presente es la imposición de interpretacionesexternas, ajenas al lenguaje,las tradiciones y las representaciones de lacomunidad, que implantan y reproducen uncierto imperialismo cultural 84 . Así, un diagnósticoindiscriminado de estrés postraumáticoy su tratamiento, por ejemplo, ademásde desconocer las condiciones d<strong>el</strong> contextoque propician la situación para <strong>el</strong> acompañamiento,ignora las implicaciones que tienenlas atribuciones espirituales y ritos comunitariossobre la subjetividad y desde los cuales<strong>el</strong> sujeto ha construido y vivido su nociónde salud mental y bienestar <strong>psicosocial</strong> 85 .Esto también ha de r<strong>el</strong>acionarse con procesosde acompañamiento <strong>psicosocial</strong> que nosu<strong>el</strong>en incluir en sus lineamientos orientadoresuna perspectiva diferencial para interpretarlos diferentes impactos y potencialidadesde la comunidad, desde las característicasque han condicionado la construcción de susarreglos diferenciales (a saber, generación,etnia, género y grupo social). Frente a <strong>el</strong>lo,81. Wess<strong>el</strong>ls, 12.82.También confrontar, Wess<strong>el</strong>ls, 13.83. estimonio de un miembro de la Diócesis de Quibdó, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojayá..., 23.84. Wess<strong>el</strong>ls, 11.85. Honwana, 2001.53


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialla participación vu<strong>el</strong>ve a aparecer como laestrategia metodológica que contribuye ala mitigación de este tipo de daños, ya queinvolucra activamente a los benefi ciarios d<strong>el</strong>os proyectos y presta atención al reconocimientode los diferentes aspectos que alinterior de la comunidad marcan diferenciastanto en las dinámicas cotidianas, como enlos impactos y los recursos de afrontamientodisponibles.4.5. La utilización arbitrariade los rituales, los símbolos ylos aspectos significativos deorden espiritual y culturalFrente a lo planteado en <strong>el</strong> numeral anterior,<strong>el</strong> romanticismo cultural aparece comola otra cara de la moneda, desde la que seasume sin discusión, que todos los aspectospropios de la cultura sobre la cual estátrabajándose son adecuados, sin cuestionarlos <strong>el</strong>ementos que desde allí pueden habercontribuido a la ocurrencia de la catástrofe,o sostienen asimetrías sociales e imposiciónde poderes (por ejemplo, los arreglos de géneroy generación que representan opresiónpara las mujeres, los niños y las niñas, oprácticas espirituales que involucran tanto lareproducción de estructuras asimétricas depoder como la amenaza a la integridad físicade algunos de los miembros de la comunidad).Estas dinámicas de poder son un <strong>el</strong>ementofrente al que debe permanecer atento <strong>el</strong>equipo de acompañamiento <strong>psicosocial</strong>.Para <strong>el</strong>lo, los derechos humanos sirvencomo referencia para la identifi cación deprácticas locales culturales y espirituales dañinasy sobre las cuales, la crisis representauna oportunidad para trabajar en su transformación.4.6. La exacerbación y <strong>el</strong> usod<strong>el</strong> dolor frente a donantesy financiadores“Después de lo ocurrido estamospeor, las ayudas no llegan y esoque todo <strong>el</strong> mundo supo lo quenos pasó […]. El Gobierno nosdijo que iba a invertir muchos millonesen proyectos, en trabajo,en casas nuevas, en <strong>el</strong> colegio,en la escu<strong>el</strong>a y no vemos que esose cumpla tampoco, muchos intentanayudarnos desde que estuvimosen Quibdó, pero las ayudasde unos y otros se tropiezanentre sí, se pisan, compiten y alfi nal esto se volvió una calenturay un desorden” 86 .Directamente r<strong>el</strong>acionado con la victimizacióny <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> dolor como herramientapara <strong>el</strong> reconocimiento, la estructura competitivasobre la que se sostiene la empresahumanitaria ha entrado en <strong>el</strong> uso de losmedios de comunicación y los testimoniosde las víctimas no como recurso para la sensibilizaciónde la responsabilidad social ciudadana,sino como herramienta publicitariapara <strong>el</strong> protagonismo y <strong>el</strong> recaudo de fondoseconómicos.86. Testimonio de una mujer de B<strong>el</strong>lavista, Bojayá, 2003, citado en B<strong>el</strong>lo & ál, Bojaya..., 21.54


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Frente a este escenario es importante <strong>el</strong> fortalecimientode un discurso de los DerechosHumanos que demande <strong>el</strong> liderazgo d<strong>el</strong> Estadoen la coordinación de las acciones, con<strong>el</strong> propósito de restituir los derechos vulneradosy como objetivo que también debe estaren la base de la competencia de la empresahumanitaria. Este <strong>enfoque</strong> de derechos tambiéndebe servir de marco de referencia paraestablecer parámetros de desempeño en losmedios de comunicación, así como para lasensibilización de la responsabilidad socialciudadana.Pero las consecuencias de estacompetencia no están representadasen lo que pudiera llamarse “<strong>el</strong>mercado de lo humanitario”, sino enla gente: además de la tergiversaciónde los imperativos éticos desolidaridad y cooperación – y losque en suma, están representadosen los Derechos Humanos –, lo quese encuentra es una duplicación deesfuerzos, desperdicio de recursos,focalización excesiva, baja coberturageográfica y de servicios, y no enpocos casos, la fragmentación deequipos de trabajo 87 .Foto: Archivo PIUPC4.7. Agotamiento d<strong>el</strong> equipode acompañamiento“Para la mayoría de los trabajadoreshumanitarios… las presiones de unaemergencia exceden la propensión a laauto-reflexión. La triste ironía es quesin una auto-reflexión crítica, uno noes capaz de ver <strong>el</strong> daño inadvertido quecausa, ni de asumir los pasos necesariospara corregir y prevenir <strong>el</strong> daño” 88 .El personal que trabaja con cualquier tipo deviolencia está expuesto al desgaste profesional,<strong>el</strong> cual pone en p<strong>el</strong>igro la estabilidademocional y psicológica de los profesionales,la supervivencia de los equipos, y porende, es un potencial generador de daño,por lo tanto, merece un abordaje más amplio.Burn - outEl carisma y compromiso social son reemplazadospor malestares psicosomáticos.Físico:» Dolor de cabeza, cu<strong>el</strong>lo, espalda.» Problemas d<strong>el</strong> aparato locomotor, digestivo.» Irritabilidad.» Alteraciones d<strong>el</strong> sueño y apetito.» Problemas de pi<strong>el</strong>.» Mayor vulnerabilidad a todo tipo de enfermedades.87. Wess<strong>el</strong>ls, 7-8.88. Wess<strong>el</strong>ls, 7. Traducción propia.55


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialConductual:» Ausentismo laboral.» Llegar tarde al trabajo.» Trabajar muchas horas pero lograrpoco.» Pérdida d<strong>el</strong> entusiasmo.» Facilidad para frustrarse.» Aburrimiento.» Rigidez.» Difi cultad para tomar decisiones.Social:» Aislamiento de los colegas.» Cerramiento frente a nuevas informaciones.» Aumento de la irritabilidad con loscompañeros de trabajo.Psicológico:» Dependencia al alcohol y las drogascomo manera de anestesiarse frente ala frustración.» Desmotivación.» Decaimiento psicológico.» Sensación de vacío.» Deterioro de la autoestima.» Visión negativa de la vida y de los demás.» Culpabilizar a otros o autoinculparsepor la falta de logro con los consultantes.» Sentimientos de omnipotencia.» Sensación de incompetencia profesionaly fantasías de abandono d<strong>el</strong> trabajo.Conocido conceptualmente desde sus inicioscon <strong>el</strong> anglicismo burn-out (“fundirse” o“quemarse”), se refi ere al proceso en <strong>el</strong> cual<strong>el</strong> carisma y <strong>el</strong> compromiso social de estostrabajadores es reemplazado por <strong>el</strong> agotamiento,la fatiga y otros malestares psicosomáticos,de orden físico (dolores de cabeza,cu<strong>el</strong>lo, espalda, problemas d<strong>el</strong> aparatolocomotor, <strong>el</strong> aparato digestivo, irritabilidad,alteraciones d<strong>el</strong> sueño y <strong>el</strong> apetito, problemasde pi<strong>el</strong> y mayor vulnerabilidad a todotipo de enfermedades), conductual (ausentismolaboral, llegar tarde al trabajo, trabajarmuchas horas pero lograr poco, pérdida d<strong>el</strong>entusiasmo, facilidad para frustrarse, aburrimiento,rigidez y difi cultad para tomar decisiones),social (aislamiento de los colegas,cerramiento frente a nuevas informaciones,aumento de la irritabilidad con los compañerosde trabajo) y psicológico (dependencia alalcohol y las drogas como manera de anestesiarsefrente a la frustración, desmotivación,decaimiento psicológico, sensación devacío, deterioro de la autoestima, visión negativade la vida y de los demás, culpabilizara otros o autoinculparse por la falta de logrocon los consultantes, o en <strong>el</strong> otro extremo,sentimientos de omnipotencia, sensaciónde incompetencia profesional y fantasías deabandono d<strong>el</strong> trabajo), entre otros 89 .No se trata de un agotamiento porexceso de trabajo, que se cura con unasvacaciones, más bien es <strong>el</strong> surgimientode la desconfianza y la desmotivaciónpara continuar en la empresa deayudar a los demás. Aunque sus89. Ana M. Aarón & María Llanos, «Cuidar a los que cuidan:desgaste profesional y cuidado de los equipos que trabajancon violencia», Revista sistemas familiares, 20. 1-2, 2004, pp.5-15. [revista en línea]. [Nota: 1 corresponde al volumen, 1-2al número]. (Consultado <strong>el</strong> 17 de Enero de 2009).56


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9síntomas son similares a los atribuidosa la depresión o <strong>el</strong> estrés, su referenciacomo agotamiento profesional permitecambiar <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> de concentrarseen una serie de problemas personalespor una responsabilidad en <strong>el</strong> ámbitolaboral tanto sobre los trabajadorescomo los temas que se abordan y <strong>el</strong>contexto en que se desenvu<strong>el</strong>ven. D<strong>el</strong>a misma manera, permite pensar en<strong>el</strong> concepto de desarrollo de factoresprotectores: la necesidad de cuidarsepara cuidar a los otros 90 .Frente a esto es importante reconocer <strong>el</strong>riesgo de los efectos de la exposición a estostemas y dedicar recursos y estrategiaspara su contención. Mediante la metáforad<strong>el</strong> material contaminante para referirse alos aspectos que generan desgaste y agotamientoprofesional, 91 sugieren crear espaciosde discusión en <strong>el</strong> equipo, donde seaposible la descompresión d<strong>el</strong> material contaminantecon pares profesionales, y manteneráreas personales (las que están porfuera d<strong>el</strong> ámbito laboral) libres de esa contaminación.A niv<strong>el</strong> de los equipos – continúanlas autoras –, es de igual r<strong>el</strong>evancia asegurarlas condiciones mínimas de resguardode la integridad personal en <strong>el</strong> trabajo, asícomo facilitar espacios formales e informalespara <strong>el</strong> vaciamiento y la descompresiónde los casos y problemáticas manejadas. A<strong>el</strong>lo se suma la necesidad de establecer códigoséticos de conducta y procedimientospara la resolución no-violenta de confl ictosal interior de los equipos de trabajo.90. Aarón & Llanos.91. Aarón & Llanos.57


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9UNIDAD 5TENDENCIAS DEL ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL YESTRATEGIAS PARA LA IDENTIFICACIÓN DE RECURSOSPROTECTORES Y DE AFRONTAMIENTOFoto: Ang<strong>el</strong>a Sánchez5.1. Criterios generales de laacción humanitaria desde<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>La referencia a las tensiones entre lasperspectivas conceptuales involucradas en <strong>el</strong><strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong>, es necesario retomarla conrespecto a las prácticas y <strong>el</strong> desenvolvimiento d<strong>el</strong>a ayuda humanitaria, y particularmente, sobre losproyectos denominados de “acompañamiento<strong>psicosocial</strong>”.Para abordar los aspectos metodológicosd<strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong> vale lapena retomar dos aspectos que ya han sidoplanteados respecto a este <strong>enfoque</strong>. Por unaparte, que este <strong>enfoque</strong> concibe a un sujetohumano digno de carácter social, cons-truido a partir de las r<strong>el</strong>aciones con otros qu<strong>el</strong>e rodean y con <strong>el</strong> contexto o los contextosdonde se desenvu<strong>el</strong>ve. Por otro lado, la interpretaciónd<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> sobr<strong>el</strong>a producción d<strong>el</strong> daño se r<strong>el</strong>aciona con lamanera como <strong>el</strong> sujeto es desprovisto desus referentes, vínculos y afectos, debidoa que su entorno cotidiano fue alterado demanera abrupta y aumentó la vulnerabilidadde la dignidad humana de quienes hacíanparte de él. Así las cosas, la atención desde<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> incluye la reconstrucciónde estos vínculos y redes de apoyo quehan sido fragmentadas.A partir de allí se lleva a cabo un trabajo conjuntocon las personas, los grupos y las comunidades,para recuperar la construcciónsocial y cultural d<strong>el</strong> bienestar – que tambiénincluye la salud mental 92 ; ubicar aqu<strong>el</strong>lo92. Honwana, 2001.59


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialque individual y colectivamente no permitealcanzar <strong>el</strong> bienestar, así como reconstruir<strong>el</strong> entramado social y las redes de apoyoque lo posibiliten, a partir de las capacidadespersonales y colectivas y sin perder devista que <strong>el</strong> punto central de estas accioneses <strong>el</strong> sujeto y la reducción de su sufrimiento.Esto implica por consiguiente, que ni <strong>el</strong> dañoni los recursos para su superación sean homogenizados,sino identifi cados a partir d<strong>el</strong>a singularidad con la que cada quien cuentatanto para comunicar ese sufrimiento comopara darlo por terminado.Es por eso que entre las referencias al trabajo<strong>psicosocial</strong> se hallan bastantes experienciasde trabajo grupal y comunitario, peroque muchas veces menosprecian <strong>el</strong> trabajoclínico e individualizado, siendo que tambiéncontribuye a la reducción d<strong>el</strong> sufrimientoque agobia al sujeto. En aras de superar latendencia a considerar lo <strong>psicosocial</strong> comoacciones reducidas al ámbito de lo clínico– terapéutico, se incurre en su desconocimientoy hasta en su estigmatización. Estasacciones son subestimadas y las de ordensocial, “sobrevaloradas”. Se corre <strong>el</strong> riegode no reconocer, que en efecto, todas lasexperiencias asociadas a la guerra puedendesencadenar o generar “enfermedadesmentales”, las cuales requieren atención deorden clínico.Muchos funcionarios asocian la clínicaexclusivamente a la medicalizacióno al psicoanálisis y desconocen queperspectivas como la sistémica tambiénproponen prácticas clínicas.l criterio de trabajo conjunto con laspersonas y sus comunidades nos lleva aque las acciones de atención <strong>psicosocial</strong>sean pensadas como acompañamiento<strong>psicosocial</strong>, en <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> profesional o suequipo de trabajo interpreta <strong>el</strong> escenarioen <strong>el</strong> que trabaja con <strong>el</strong> fin de facilitarlas condiciones para que los sujetosy sus colectivos sean protagonistas yagentes activos de su propio proceso decambio. Por <strong>el</strong> contrario, <strong>el</strong> términode intervención <strong>psicosocial</strong> atribuyeal agente profesional <strong>el</strong> saber válidopara modificar aqu<strong>el</strong>lo que desde sudiagnóstico, no corresponde con susconcepciones de lo que está bien, en uncontexto en <strong>el</strong> cual apenas está de pasodurante <strong>el</strong> tiempo de su intervención.Como se mencionó, <strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong> contribuye a la recuperación yla reivindicación de la dignidad humana ysu autonomía. En consecuencia, los proyectosde atención desde este <strong>enfoque</strong> debenorientarse por los siguientes fi nes 93 :Identifi car y comprender las interpretacionesque los individuos, familias y colectivos dana los hechos, las particulares maneras deenfrentarlos y en este sentido, <strong>el</strong> signifi cadoque <strong>el</strong>los tienen para sus vidas.Favorecer una <strong>el</strong>aboración de las experiencias(dotarlas de sentido) y potenciar losrecursos internos (individuales, familiares ycolectivos) con que disponen quienes hansido víctimas de este fenómeno, así comoaportar en la capacidad para agenciar losrecursos externos.93. B<strong>el</strong>lo & ál., Evaluación…, 39; Chaparro, 44.60


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Reconstruir los tejidos fragmentados por losefectos de la violencia construyendo confianza y nuevos vínculos e identidades qu<strong>el</strong>ogren asumir e incorporar una memoria históricade las destrucciones y las pérdidasirremediables, y desde allí, desarrollar nuevasperspectivas de futuro.Aportar a la dignifi cación y <strong>el</strong> empoderamientode las víctimas para que a su vez, éstaspresionen e incidan en reivindicacionesy transformaciones políticas, económicas ysociales.La corporación AVRE - Acompañamiento <strong>psicosocial</strong>y atención en salud mental a víctimasde violencia política, desde su experienciapráctica ampliamente reconocida, recogede manera clara estos y otros criterios entresus metodologías y técnicas de trabajo, lascuales pueden revisarse en la lectura anexa:Herramientas metodológicas: Inventario dedaños y exigencias de reparación 94 , al fi nalde este módulo.►►►►►la reducción d<strong>el</strong> sufrimiento emocional yla prevención de enfermedades y patologíasmentales. Lo anterior, medianteespacios que permitan:La <strong>el</strong>aboración de los hechos (qué pasó,por qué, cómo).La identifi cación de los daños y los cambiosgenerados.El impacto de los daños sobre la persona(sus creencias, sistema de valores,r<strong>el</strong>aciones).La expresión de las emociones y sentimientosgenerados por los hechos.La identifi cación de los recursos deafrontamiento personales, r<strong>el</strong>acionales,familiares y comunitarios y su fortalecimiento.5.2. Tipologías de las acciones<strong>psicosocial</strong>es en ColombiaLas r<strong>el</strong>aciones entre lo individual y lo colectivo,<strong>el</strong> trabajo clínico/ terapéutico y comunitario/organizativo,pueden pensarse a manerade tensionalidades en las que oscilan laspropuestas de atención <strong>psicosocial</strong> en losprocesos de atención humanitaria en Colombia.De este modo, pueden identifi carsecuatro tipologías 95 :b. De trabajo comunitario. defi nida comode construcción y fortalecimiento d<strong>el</strong> tejidosocial, se concentra en la generaciónde condiciones para la gestión y autogestiónde apoyos y recursos que mejorenla calidad de vida de los sujetos a losque acompaña. Lo anterior, a partir d<strong>el</strong>a organización de las personas, estableciendonuevas r<strong>el</strong>aciones que posibilitentejer vínculos en los que sean reconocidascomo parte activa de un colectivosocial. En este orden se inscriben principalmente:a. Clínico-terapéutica, que privilegia <strong>el</strong>encuadre terapéutico individual, grupaly/o familiar, y cuyo objetivo se centra en►Proyectos de incorporación a nuevoscontextos. Promoción de r<strong>el</strong>aciones de94. Gómez, 34-35.95. B<strong>el</strong>lo & ál., Evaluación…, 40-43.61


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocial►►reconocimiento y solidaridad en escenariosdiferentes a aqu<strong>el</strong>los previos a unacatástrofe –de origen antrópico o no–, yque desencadenó procesos de desplazamiento(erupciones volcánicas, desplazamientoforzado interno por la violencia,etc.).Proyectos de fortalecimiento de la identidadcolectiva en procesos de reubicacióno retorno colectivo.Proyectos de mejoramiento de la calidadde vida (emprendimientos productivos,de seguridad alimentaria y saneamientobásico), a partir d<strong>el</strong> trabajo organizado ysolidario.c. Organizativos, los cuales mediante procesosformativos, informativos y de apoyoorganizativo aportan a:►►►►El reconocimiento d<strong>el</strong> contexto sociopolíticoen que acontecen los hechos.El reconocimiento de los derechos vulneradosy los derechos a la reparación.La construcción como actores sociales ypolíticos (sujetos de acción y transformación).La cualifi cación y la acción organizada ycolectiva.la culpa que genera sufrimiento en <strong>el</strong> sujetopor lo que le pasó y que sostiene la desesperanzade superación de su situación.Por consiguiente, propende por un reconocimientopúblico y político que contribuyaa su dignifi cación. Asimismo, promueve <strong>el</strong>sostenimiento de una lucha contra la impunidad,que de no superarse representa unobstáculo signifi cativo para la recuperaciónemocional.d. De sensibilización y apoyo social. dirigidoa población no involucrada directamenteen las situaciones de catástrofey a la sociedad en general; promueveen estos sectores <strong>el</strong> reconocimiento d<strong>el</strong>as víctimas como ciudadanos vulneradosy trata de deconstruir prejuiciosque puedan obstaculizar su integraciónsocial (por ejemplo, los imaginarios querepresentan a las personas en situaciónde desplazamiento como p<strong>el</strong>igrosaso portadoras de enfermedades, entreotros). Igualmente, hace un llamado ala responsabilidad social para que lasvíctimas sean efectivamente reparadasen su dignidad y puedan producirse lastransformaciones sociales necesariaspara evitar la repetición de tales hechos.Se habla de tipologías teniendo en cuentaque ninguna de estas descripcionesse presenta como “pura” en la práctica,sino que recoge uno o varios <strong>el</strong>ementosde las otras perspectivas (Ver fi gura 3).El valor de estos proyectos radica en que laconstrucción de la condición de víctima deuna acción u omisión d<strong>el</strong> Estado, desinstala62


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Figura 3. Tipologías d<strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong> en ColombiaClínico - TerapéuticosEstabilidad emocionalOrganizativosReivindicación yAfirmación de derechosSensibilización yApoyo socialTrabajo con no-victimasComunitariosConstrución de redes socialesFuente: B<strong>el</strong>lo & ál., 2006.La tipología o tipologías de proyectos adoptados generan diversos tipos de metas e indicadores,a partir de los cuales se realiza <strong>el</strong> seguimiento y la evaluación de los mismos (ver cuadro3). Esto se abordará con mayor detalle más ad<strong>el</strong>ante.63


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9UNIDAD 6PROPUESTA PARA LA FORMULACIÓN DE INDICADORESDE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN A LOS PROYECTOS DEACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIALArchivo PIUPCFoto: Archivo GTZLa evaluación es una medición científi caque al comparar con un estándar científi co,técnico o ético, permite realizar un juicio devalor 96 . Existen varias defi niciones que expresande manera más o menos precisa los<strong>el</strong>ementos de la evaluación, pero que convergenen considerar que se trata de dar juiciosvalorativos sobre un resultado o procesomedido con algún grado de objetividad.Por tal motivo, requiere la defi nición previasobre criterios normativos o lineamientosde política que funcionalmente se expresanen variables e indicadores. La práctica d<strong>el</strong>a evaluación consiste en obtener evidenciasistemática (información objetiva de índolecuantitativa y cualitativa), que soporte losjuicios de valor subyacentes a dicho marcode referencia. En ese sentido, un mod<strong>el</strong>o deevaluación de los acompañamientos <strong>psicosocial</strong>eses concebible solamente a partir96. Alfredo Sarmiento, Diseño de indicadores. s. ed., 2004.de una política o un marco orientador que lede sentido y signifi cado. De igual forma, laconstrucción de los indicadores parten de tenerun vínculo estrecho con tales lineamientos.A partir de los aspectos conceptuales presentadossobre <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> y suestrecha r<strong>el</strong>ación con las perspectivas deDerechos Humanos y desarrollo humano,los siguientes son principios de base para<strong>el</strong> seguimiento y la evaluación de un proyectoa partir de dicha perspectiva:► Sobre la construcción depolíticas institucionales, lapolítica pública y <strong>el</strong> estadosocial de derecho: Se asume qu<strong>el</strong>a formulación de políticas institucionalesde cooperación y la política pública ensu especifi cidad, y su expresión en65


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialprogramas y proyectos, no constituyendos procesos separados, sino queson momentos que en una r<strong>el</strong>ación deretroalimentación hacen parte de unmismo proceso. Esto a tal punto, qu<strong>el</strong>a evidencia práctica permite inclusoreformular la política con la participaciónde todos los agentes comprometidos:funcionarios públicos, ejecutores ypoblación benefi ciaria (compuestatanto por personas en situación dedesplazamiento como por poblaciónreceptora). En este orden de ideas,estas políticas han de reconocer tantolos diferentes intereses en confl icto enla trama social como los mecanismospara la construcción de acuerdos, consus respectivas regulaciones socialesy culturales que los median, apuntandosiempre hacia fi nalidades públicas.► <strong>el</strong> carácter indivisible e interdependientede los derechos:La interdependencia propia de las necesidadeshumanas caracteriza la interdependenciamisma de los derechos queemanan de <strong>el</strong>las. Esto debe traducirseen la integralidad de la respuesta institucional.► la progresividad d<strong>el</strong> derecho:Entendiendo los proyectos como hitosen los procesos de restauración de derechospara las víctimas, la interpretaciónque se haga d<strong>el</strong> tiempo de ejecución enla evaluación ha de ser tanto sincrónica(en un momento dado, inmediata) comodiacrónica (a lo largo de un tiempo establecidocomo “razonable”). Esto remitea la progresividad d<strong>el</strong> ejercicio de los derechosy la determinación de indicadoresy mecanismos de seguimiento que dencuenta de los alcances en ese procesode restitución y realización d<strong>el</strong> derecho.► Sobre <strong>el</strong> campo de evaluación:Si la evaluación centra su atenciónen la disposición de bienes y serviciosa través de proyectos se pierdeinformación acerca de la calidad y laapropiación de los procesos de gestiónde los medios satisfactores (por ejemplo,la provisión de alimentos respecto a lacondición de una buena nutrición y <strong>el</strong> alcancea mediano o largo plazo de seguridadalimentaria estable). Se requiereentonces, hacer seguimiento a los procesosconstruidos conjuntamente conlas personas, a partir de los presupuestosculturales desde los cuales se atribuyesentido a la cotidianidad, así comoa la disponibilidad de capacidades individualesy colectivas para <strong>el</strong> alcance d<strong>el</strong>ogros en términos de ser, hacer, estar ytener, de acuerdo a los objetivos socialmenteprescritos para la realización de laciudadanía y la dignidad humana.6.1. Evaluación y seguimientosegún tipologíasd<strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong>Atendiendo a sus características particulares,<strong>el</strong> seguimiento y la evaluación de unproyecto de acompañamiento <strong>psicosocial</strong>varía según la tipología o tipologías que esteadquiera, las cuales generan diversos tiposde metas e indicadores (ver cuadro 3). Enla mayoría de los casos, los proyectos debencontemplar como parte d<strong>el</strong> proceso la<strong>el</strong>aboración de “líneas base” que permitanestablecer las condiciones de inicio o puntosde partida. De igual manera, advertir sobre<strong>el</strong> conjunto de variables y situaciones “externasal proyecto” que pueden incidir sobre laspersonas y las dinámicas a intervenir.66


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Cuadro 3. Características y criterios de evaluación según las tipologías de proyectostipología deproyectosObjetivosModalidades deproyectosCriterios deevaluaciónClínicoterapéuticos► Disminuir <strong>el</strong> sufrimientoemocional causado por laculpa, la inseguridad y lossentimientos de minusvalía.► Prevenir enfermedadesy patologías mentales: violenciaintrafamiliar, abusode sustancias psicoactivas,etc.Procesos individuales ycolectivos, clínicos o confi nalidades terapéuticas,que permitan a las víctimasllevar a cabo:►La <strong>el</strong>aboración de loshechos (qué pasó, porqué, cómo).►La identifi cación de losdaños y los cambios quese generan.►El impacto de los dañossobre la persona (suscreencias, sistema de valores,r<strong>el</strong>aciones).►La expresión de lasemociones y sentimientosgenerados por los hechos.► La identifi cación de losrecursos de afrontamientopersonales, familiares ycomunitarios y su fortalecimiento.► Las personas <strong>el</strong>aboranversiones coherentesacerca de los hechos quedieron lugar a la catástrofey/o hecho de violencia(identifi can causas, actorese intereses).► Las personas reconoceny nombran laspérdidas materiales, espiritualesy morales ocasionadaspor <strong>el</strong> eventodesastroso y la maneracomo repercuten en susvidas.► Las personas identifi -can recursos, habilidadesy capacidades (personales,familiares, comunitariase institucionales) yse apoyan en <strong>el</strong>las parala superación de las crisisactuales y las que puedanpresentarse a futuro.67


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialtipología deproyectosObjetivosModalidades deproyectosCriterios deevaluaciónDe trabajocomunitario► Construcción y fortalecimientode tejido social.► Generación de condicionespara la gestión yautogestión de apoyos yrecursos que mejoren sucalidad de vida, a partir d<strong>el</strong>a organización de las personas.► Proyectos de incorporacióna nuevos contextos.Promoción de r<strong>el</strong>acionesde solidaridad y reconocimientoen los contextos d<strong>el</strong>legada.►Proyectos de fortalecimientode identidad colectivaen procesos de reubicacióno retorno colectivo.► Proyectos de mejoramientode la calidad devida (emprendimientosproductivos, de seguridadalimentaria, saneamientobásico), a partir d<strong>el</strong> trabajoorganizado y solidario.► Las personas conoceny establecen r<strong>el</strong>aciones(de transacción, conversación,solidaridad)con vecinos y amigos.► Las personas participande dinámicas grupales.► Las personas se vinculana alguna organización.► Las personas se vinculana proyectos paramejorar su calidad devida.68


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9tipología deproyectosObjetivosModalidades deproyectosCriterios deevaluación► Las personas tieneninformación clara sobr<strong>el</strong>a situación d<strong>el</strong> país y suregión, que provocó <strong>el</strong>evento catastrófi co.Proyectos de formación,información, capacitacióny organización quepermitan:► Las personas tieneninformación que le permitereconocer sus derechosvulnerados.De formación yorganizaciónsocial► La construcción comoactores sociales y políticos(sujetos de acción ytransformación).► Fortalecimiento d<strong>el</strong>as organizaciones devíctimas – con sus particularidadessegún <strong>el</strong>evento catastrófi co, si esde origen antrópico/violentoo no –.►El reconocimiento d<strong>el</strong>contexto sociopolítico enque acontecen los hechos.► El reconocimiento d<strong>el</strong>os derechos vulneradosy de los derechos a la reparación.► El conocimiento d<strong>el</strong>os mecanismos de accesoa servicios y reclamaciónde derechos.► Las personas conocensus derechos a lareparación.►Las personas conocenlas instituciones yentidades con obligacionesy competencias deatención.►Las personas solicitany tramitan serviciosy derechos.► La promoción de actividadesorganizativas yde acción colectiva.► Las personas usanmecanismos de reclamaciónde derechos.► Las personas participanen organizacionesque reivindican derechos.69


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocialtipología deproyectosDe sensibilizacióny apoyo socialObjetivos► Promover <strong>el</strong> reconocimientosocial de lacondición de victimas.► Promover la responsabilidadsocial para qu<strong>el</strong>as víctimas sean efectivamentereparadas ensu dignidad.Modalidades deproyectos► Proyectos de formaciónde funcionarios.►Proyectos para la visibilizacióny sensibilizaciónde la sociedad frenteal evento catastrófi coy <strong>el</strong> contexto en que seproduce.►Proyectos de construcciónde convivenciaciudadana y escolar.Criterios deevaluación► Funcionarios, ciudadaníay agentes socialesinformados frente ala situación y los derechosespecífi cos de lasvíctimas.► Funcionarios, ciudadaníay agentes socialescapaces de orientara la población víctimad<strong>el</strong> evento catastrófi coen cuanto a sus derechos,mecanismos yservicios a los que puedenacceder.Fuente: B<strong>el</strong>lo & ál., Evaluación…, 41-43.6.2. Criterios deseguimiento y evaluación,y ciclo de los proyectosde acompañamiento<strong>psicosocial</strong>Teniendo en cuenta la defi nición de evaluaciónpresentada, se requiere entonces ladefi nición de unos criterios desde los cualessean examinados los aspectos teóricosy metodológicos que orientan <strong>el</strong> ejercicio d<strong>el</strong>a entidad ejecutora, y por consiguiente, lasactividades que conforman los proyectosejecutados (Ver cuadro 4).Foto: Archivo PIUPC70


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Cuadro 4. Plano de criterios para <strong>el</strong> seguimiento y la evaluación de los proyectos deacompañamiento <strong>psicosocial</strong>Criterio Contenido Subcriterio ContenidoPertinenciaCoherenciaLos proyectos se realizan en lugaresque son escenario de catástrofesCorrespondenciahumanitarias, o susceptibles de serlo, oPertinencia geográfi caentre los procesos dedonde hay concentración de víctimas poracompañamiento <strong>psicosocial</strong>este tipo de desastres.y la poblaciónsujeto de la política,su lugar de ubicación,necesidades y problemasPertinencia en la atención<strong>psicosocial</strong>Grado de correspondencia entre laatención brindada por los proyectos y lasnecesidades <strong>psicosocial</strong>es de la poblacióna acompañar.r<strong>el</strong>ativos al áreaNiv<strong>el</strong> de conocimiento que tienen las<strong>psicosocial</strong>.instancias ejecutoras sobre la poblaciónConocimiento de la problemáticaque acompañan.Niv<strong>el</strong> de correspondencia entre <strong>el</strong>Coherencia en <strong>el</strong> <strong>enfoque</strong><strong>enfoque</strong> <strong>psicosocial</strong> de los proyectos y los<strong>psicosocial</strong>lineamientos de política.Niv<strong>el</strong> de correspondencia entre <strong>el</strong>Coherencia en la formulación deplanteamiento de la propuesta y losla propuestalineamientos de política.Niv<strong>el</strong> de coordinación interinstitucionalen <strong>el</strong> tratamiento d<strong>el</strong> acompañamiento<strong>psicosocial</strong>, tanto con entidades oCorrespondencia d<strong>el</strong> Inter-institucionalidadinstituciones d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> local como regional,proyecto con respectonacional e internacional.a los lineamientos deÁrea y tipo de formación de losreferencia d<strong>el</strong> <strong>enfoque</strong>profesionales y demás recursos humanos<strong>psicosocial</strong> y las estrategiasde atención.Ínter-disciplinaridadque participan en <strong>el</strong> proyecto.Espacios de participación de la poblaciónbenefi ciaria d<strong>el</strong> proyecto según <strong>el</strong> tipoEnfoques Participativosde intervención que realizan los agentessociales e institucionales en los procesosde intervención.Participación específi ca por gruposEnfoque diferencialpoblacionales defi nidos según género,generación, etnia y grupo social particular.71


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialMide la diferencia de tiempo entre <strong>el</strong>Oportunidadmomento en que la acción se realizaefectivamente y <strong>el</strong> momento para <strong>el</strong>cual fue programadaMide <strong>el</strong> grado de cumplimiento de laR<strong>el</strong>ación existenteEjecución presupuestalejecución presupuestal en términoseficienciaentre cumplimientode objetivos, metas ologros y los recursos ytiempos empleados.Efi ciencia en <strong>el</strong> cumplimiento demetasde recursos.Mide la r<strong>el</strong>ación entre la cantidad derecursos efectivamente empleados y<strong>el</strong> cumplimiento de las metas.Mide la r<strong>el</strong>ación entre la cantidad deEfi ciencia en la asignaciónrecursos efectivamente empleados ypresupuestallos benefi ciarios directos e indirectosd<strong>el</strong> proyecto.Cumplimiento de metasCumplimiento de la totalidad de lasmetas planteadas en la propuesta.eficaciaMide <strong>el</strong> avance en laimplementación deuna acción, frente auna meta planteada.CoberturaRestitución y ejercicio efectivo dederechosAmpliación global decapacidades individualesÍndice de población que se benefi ciacon <strong>el</strong> proyecto.Promoción, protección y ejercicio dederechos de la población benefi ciariaa partir d<strong>el</strong> proyecto.Acceso continuo y sostenible abienes, servicios y condiciones para<strong>el</strong> ejercicio de derechos.Fuente: B<strong>el</strong>lo & ál., Evaluación.Por último, hay que tener en cuenta que losindicadores que se formulen a partir de loscriterios anteriores varían según la etapa d<strong>el</strong>ciclo de los proyectos, los cuales involucran5 fases fundamentales:1. Pre-inversión o planeación: Involucra lasactividades r<strong>el</strong>acionadas con la defi nición y<strong>el</strong> ajuste de los lineamientos orientadores ycon <strong>el</strong> proceso de asignación de recursos fi -nancieros.2. Formulación: Involucra las actividadesr<strong>el</strong>acionadas con la formulación de las propuestasde acompañamiento y su impacto<strong>psicosocial</strong> – sea este un objetivo principalo un resultado colateral –. Dicha formulaciónse realiza por parte de las distintas entidadesejecutoras, de naturaleza pública o privada.3. Aprobación: Reconoce las actividadesde s<strong>el</strong>ección y validación de las propuestaspara <strong>el</strong> acompañamiento <strong>psicosocial</strong>.4. Ejecución: Reconoce las actividades deejecución técnica, administrativa y fi nancierad<strong>el</strong> proyecto.5. Seguimiento: Involucra las actividadesde seguimiento técnico y administrativo a losproyectos y sus posibilidades de acompañamiento<strong>psicosocial</strong> – directamente a partird<strong>el</strong> proyecto, o como acción complementaria6. Evaluación: Involucra <strong>el</strong> ejercicio de actividadesr<strong>el</strong>acionadas con la evaluación fi nalde los proyectos.–.72


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M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialAnexo 1HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS:Inventario de Daños y exigencias de ReparaciónTomado de:Óscar Gómez, Aspectos Psicosociales de la Reparación Integral, Serie Voces de Memoria y Dignidad: Materialpedagógico sobre Reparación Integral. Bogotá: Grupo Pro-Reparación Integral, Diakonía, 2006.Para fundamentar las exigencias de reparación integral, es importante que las víctimas directas,sus familiares y allegados, y las comunidades a las que pertenecen, cuenten conherramientas o instructivos sencillos que les permitan establecer cuál ha sido <strong>el</strong> daño sufridoa niv<strong>el</strong> individual, familiar y colectivo.Personas y organizaciones especializadas en <strong>el</strong> tema d<strong>el</strong> acompañamiento a víctimas d<strong>el</strong>a violencia sociopolítica pueden realizar informes que se conoce como peritajes, los cualespueden resultar de enorme utilidad en las instancias internacionales. Es importante que larealización de un peritaje sea un proceso solicitado por, y concertado con, las mismas personasy comunidades. Esa <strong>el</strong>aboración de peritajes requiere d<strong>el</strong> diseño de instrumentos especializados,a cargo de personal capacitado. En este módulo vamos a sugerir instrumentosmás sencillos, dirigidos, como hemos mencionado, a hacer una primera aproximación al dañodesde la perspectiva <strong>psicosocial</strong>.Hacer <strong>el</strong> inventario de daños no signifi ca que se considere a las víctimas como personaspasivas, desvalidas o incapaces. Es por <strong>el</strong> contrario un ejercicio de ciudadanía, dignidad ysolidaridad humana, para evitar, a partir d<strong>el</strong> legítimo reclamo de los derechos, que se siganrepitiendo los hechos de barbarie, dejando constancia histórica para que éstos nunca másvu<strong>el</strong>van a ocurrir. El poder reconocer nuestra historia personal y colectiva para establecerintegralmente los daños que nos causaron, es ante todo una manifestación de capacidad yfuerza.El inventario de daños debe hacerse en r<strong>el</strong>ación con cada una de las formas de daño descritas,sin olvidar la estrecha r<strong>el</strong>ación que guardan entre sí. Dicho inventario es un primer paso,después d<strong>el</strong> cual debe realizarse otro inventario de exigencias de reparación, que a travésde un trabajo de refl exión, desarrollado con las mismas víctimas, contribuya a establecer lamanera en que deben ser reparados los daños en sus dimensiones individual, familiar y colectiva.1. Consideraciones previas al trabajar con personas y comunidades víctimas d<strong>el</strong>a violencia sociopolíticaEl trabajo con víctimas de la violencia sociopolítica es particularmente difícil, y más al abordareste tipo de impactos y temáticas, pues en <strong>el</strong> caso colombiano se está trabajando en <strong>el</strong> con-76


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9texto d<strong>el</strong> confl icto armado interno, en medio de reiteradas violaciones a los derechos humanosy al Derecho Internacional Humanitario. Entre las reacciones más comunes que pueden tenerlas víctimas, encontramos:• Temor de hablar de su situación.• Miedo a ser juzgado o incomprendido.• Confusión y miedo por la experiencia vivida.• Dudas sobre la pertinencia y momento adecuado para hablar.Este tipo de reacciones son totalmente válidas y es necesario poder identifi carlas, ya que nospermiten comprender las difi cultades para abordar <strong>el</strong> trabajo de reparación integral.Esto signifi ca que hay que tener precauciones para realizar <strong>el</strong> inventario de daños <strong>psicosocial</strong>es,pues si bien la pretensión es identifi car y visibilizar estos daños, se deben tener en cuentalos siguientes pasos:Hacer un trabajo previo de sensibilización, explicando los alcances, signifi cados y <strong>el</strong>tipo de actividades a realizar.Generar un clima de confi anza, cuando se va a trabajar en entrevistas o charlasindividuales, haciendo entender a las personas la importancia, <strong>el</strong> cuidado y manejoque va a dárs<strong>el</strong>e a la información suministrada.Facilitar los medios de expresión, respetando los ritmos de las personas, procurandono atacarlas con preguntas.Tener una actitud de escucha activa, sin juzgar los sentimientos y expresiones de laspersonas.En ocasiones hacer un ejercicio de memoria frente a los impactos <strong>psicosocial</strong>es producemalestar o <strong>el</strong> incremento de padecimientos emocionales, por lo que es recomendable hacer<strong>el</strong> inventario de daños, con <strong>el</strong> acompañamiento y apoyo de organizaciones o personas queconocen d<strong>el</strong> tema, y pueden brindar un soporte emocional adecuado.Las actividades a desarrollar para realizar <strong>el</strong> inventario de daños deben ser programadascon las víctimas, teniendo en cuenta <strong>el</strong> contexto histórico, social y cultural. Por ejemplo, haylugares y regiones donde no se pueden hacer reuniones o talleres grupales, por la presenciaconstante de actores armados, lo cual pondría en riesgo a la comunidad; en estos casos, espreferible hacer <strong>el</strong> trabajo de acompañamiento <strong>psicosocial</strong> a niv<strong>el</strong> individual.77


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialA continuación, daremos algunas pautas para <strong>el</strong>aborar una entrevista basada en una guíade preguntas que pueden orientar <strong>el</strong> trabajo de identifi cación d<strong>el</strong> daño. Es importante señalarque esta guía puede ser complementada con nuevas preguntas. Al fi nalizar cada bloque depreguntas vamos a sugerir, a manera de ejemplo, algunos ejercicios para diseñar los inventariosde daños; estos ejercicios pueden ser adaptados, según <strong>el</strong> caso, a las necesidades yrequerimientos de la comunidad.Dado que <strong>el</strong> diseño y <strong>el</strong>aboración de los inventarios, se desarrolla dentro de un proceso, esimportante considerar que en ocasiones puede ser necesario realizar más de una actividadque permita hacer los ajustes que requiera cada caso.1.1 Daños en la dimensión individualPara abordar este aspecto una alternativa es determinar <strong>el</strong> “antes” y <strong>el</strong> “después” d<strong>el</strong> hechoviolento, a fi n de establecer puntos de comparación acerca de los impactos emocionales generadospor <strong>el</strong> hecho de victimización y sus niv<strong>el</strong>es de afectación.Las manifestaciones emocionales más comunes, originadas por <strong>el</strong> hecho violento son: larabia, <strong>el</strong> miedo, la desesperación, <strong>el</strong> desánimo, la tristeza, la nostalgia, la angustia, <strong>el</strong> desamparo,la incertidumbre, etc. La intensidad y la manera de expresar dichas emociones varíadependiendo de cada persona.Guía de preguntas:• ¿Qué cambios se han presentado en su actitud, actividad y comportamiento? Por ejemplo,hablar menos, aislarse o descuidar sus intereses habituales, etc.• ¿Qué tipo de preocupaciones son más comunes?, ¿Qué pensamientos lo perturban y lecausan ansiedad o temor?• ¿De qué manera se ve afectada su capacidad para entablar r<strong>el</strong>aciones, emprender actividadeslaborales y de estudio, o desempeñarse en sus roles habituales?• ¿Cuáles son los hechos que más dolor o sufrimiento le generan? O ¿Qué es lo que lecausa o genera más dolor o sufrimiento?• Después d<strong>el</strong> hecho violento ¿qué tipo de malestares físicos se han presentado?• ¿De qué manera se han visto afectados sus sueños y proyectos futuros?Recuerde que para hacer las preguntas es necesario tener en cuenta que <strong>el</strong> género y <strong>el</strong>grupo generacional, son determinantes de la forma en que reaccionamos ante los hechosde violencia.En <strong>el</strong> trabajo con niños es importante identifi car los temores y los cambios de comportamientoque se expresan en los juegos, en <strong>el</strong> rendimiento escolar y en <strong>el</strong> aislamiento.A partir de las respuestas a estos interrogantes, es posible detectar niv<strong>el</strong>es altos de afectaciónque difi cultan gravemente las r<strong>el</strong>aciones sociales y <strong>el</strong> desempeño en la vida cotidiana.En estos casos es necesario recurrir a una valoración especializada que permita evaluar lamagnitud d<strong>el</strong> daño y tomar las medidas d<strong>el</strong> caso.78


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM91.2 Daños en la dimensión familiarEs importante establecer los impactos en las siguientes áreas:Guía de preguntas:• ¿Cómo se ha visto afectada su forma de r<strong>el</strong>acionarse en familia? ¿Ha aumentado latensión o la confl ictividad en sus r<strong>el</strong>aciones?• ¿En qué medida se han producido cambios de roles y funciones?¿Qué impacto hantenido dichos cambios a niv<strong>el</strong> familiar?• ¿A raíz d<strong>el</strong> hecho violento se han fragmentado las r<strong>el</strong>aciones familiares? ¿De qué manera?También hay que tener en cuenta los mecanismos adaptativos y las respuestas creativas qu<strong>el</strong>as personas y comunidades afectadas han desarrollado para afrontar los impactos d<strong>el</strong> dañoproducidos por los hechos violentos:• A raíz d<strong>el</strong> hecho violento ¿Qué ha hecho usted para manejar las difi cultades a niv<strong>el</strong>individual y familiar?• ¿Qué actividades o acciones de las que ha realizado, ha contribuido a disminuir <strong>el</strong> sufrimientoemocional?1.3 Inventario de daños colectivos/comunitariosLos aspectos individuales y colectivos están en constante interacción; <strong>el</strong> bienestar individualdepende de manera fundamental de condiciones sociales que lo hacen posible,de valores y referentes cuya realización es <strong>el</strong> resultado de las pautas de convivenciaestablecidas en la comunidad. La sociedad se fundamenta en las múltiples y complejasr<strong>el</strong>aciones que conforman <strong>el</strong> tejido social, donde se generan las condiciones que permiteno no, desarrollar las potencialidades de las personas y grupos. En otras palabras, <strong>el</strong>bienestar psicológico de los individuos depende en gran medida d<strong>el</strong> entorno social, y ala vez, <strong>el</strong> bienestar psicológico individual es un factor fundamental d<strong>el</strong> bienestar social.Guía de preguntas:1. Después de los hechos violentos, ¿De qué manera se han visto afectadas las r<strong>el</strong>acionesentre los miembros de la comunidad?2. ¿El conjunto de valores e ideales compartidos por la comunidad siguen siendo los mismos?,¿Cómo se han visto afectados?3. ¿De qué manera se ha visto afectado <strong>el</strong> proyecto de vida y los sueños de futuro construidospor las familias y la comunidad? ¿Qué sueños colectivos se vieron afectados?4. ¿Cuáles son los nuevos roles que han tenido que asumir los diferentes miembros de lafamilia y la comunidad?5. ¿Cómo han cambiado las r<strong>el</strong>aciones familiares y comunitarias después de los hechosde violencia?79


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocial6. ¿Cómo se han visto afectados los mecanismos de participación comunitaria?7. ¿Cómo se han trasformado los roles y funciones que desempeñaban los hombres, mujeres,niños y niñas, de la comunidad, a partir de los hechos violentos? ¿Qué impactohan generado estos nuevos roles en la comunidad?2. Acciones para identifi cación d<strong>el</strong> daño <strong>psicosocial</strong> individual, familiar y colectivo avíctimas de la violencia políticaLos ejercicios o actividades que van a encontrar a continuación son ejemplos de cómo ustedpuede plantear un proceso, o hacer ejercicios para <strong>el</strong> inventario de daños y las formas dereparación d<strong>el</strong> daño <strong>psicosocial</strong>. Pero recuerde que ustedes pueden sugerir muchas otrasactividades que ayuden al objetivo y propósito de identifi car los daños. Las actividades que acontinuación vamos a presentar pueden transformarlas y adaptarlas a su contexto y según lasnecesidades que hayan identifi cado con la comunidad o grupo que se va a trabajar.Recuerde igualmente que este es un primer acercamiento a la información sobre <strong>el</strong> inventariode daños. Con esto se puede tener una panorámica general y más ad<strong>el</strong>ante, dependiendo decómo vaya <strong>el</strong> proceso que se ad<strong>el</strong>ante, se pueden hacer acciones de profundización.El proceso puede implicar varios momentos, no necesariamente hay que hacerlo todo almismo tiempo; tiene que ser pausado, para dar tiempo de refl exión y apropiación de lo quese está trabajando.Actividad No. 1. Sensibilización frente al tema de la reparación integralObjetivos− Brindar información y sensibilizar a las personas, grupos o comunidades implicadasen <strong>el</strong> proceso pedagógico, a fi n de suministrar <strong>el</strong>ementos para la <strong>el</strong>aboraciónd<strong>el</strong> inventario de daños.− Hacer un trabajo previo al inventario de daños, con <strong>el</strong> fi n de informar a las personas ycomunidades involucradas en <strong>el</strong> proceso, sobre qué se va hacer y <strong>el</strong> porqué.MaterialesPap<strong>el</strong>ógrafo y marcadoresDescripción de la actividadA partir de las inquietudes de los participantes, <strong>el</strong> facilitador d<strong>el</strong> grupo plantea una refl exiónque permitirá unifi car las expectativas acerca de los objetivos y actividades que se desarrollaránpara <strong>el</strong>aborar <strong>el</strong> inventario de daños. Esta refl exión -cuya fi nalidad es crear un clima deconfi anza, destacando la importancia de hacer un ejercicio de memoria para manejar <strong>el</strong> doloresun primer paso hacia la reparación integral, y abre un espacio para que los participantespuedan hacer sugerencias y ajustes, y compartan sus dudas y temores.Una vez hecha la refl exión, se concerta con <strong>el</strong> grupo un cronograma de actividades teniendoen cuenta sus características, necesidades y motivaciones.80


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Evaluación.El facilitador realiza las siguientes preguntas al grupo.¿Cómo nos sentimos durante la actividad?¿Qué nos aportó?Actividad No. 2. Inventario de dañosNo es necesario seguir un orden para abordar en primer lugar la dimensión individual yluego la dimensión grupal; ésto depende de lo que decida la comunidad. Lo importante esque se puedan tener diferentes espacios: individual, familiar y colectivo.Inventario de daños en lo individual y familiarHay varias estrategias y actividades que se pueden realizar para desarrollar este trabajo. Acontinuación, plantearemos algunas:Entrevistas individuales:La realización de entrevistas individuales se hace con <strong>el</strong> objetivo de que las personas puedanidentifi car <strong>el</strong> impacto de los daños sufridos a consecuencia de la violencia sociopolítica.Para construir, tanto <strong>el</strong> inventario de daños, como <strong>el</strong> inventario de formas de reparación, a travésde la entrevista es importante indagar sobre cada uno de los impactos ocasionados por laviolencia sociopolítica, sobre la forma en que cada persona ha manejado o afrontado las situaciones,y sobre las expectativas, prioridades y consideraciones que cada uno tiene, en cuantoa la forma en que se debería reparar <strong>el</strong> daño sufrido.En muchas ocasiones es importante realizar las entrevistas de manera individual, ya que muchaspersonas tienen temor o desconfi anza, y no quieren hablar en público, ni tampoco que seconozcan ciertas situaciones de las que fueron víctimas.Por ejemplo, en <strong>el</strong> caso de que hayan sucedido torturas con violencia sexual, tanto para loshombres, como para las mujeres, es difícil hablar de estos hechos ante un grupo; en este sentido,para algunas personas es mejor hablar de estos temas de manera privada.En la medida de lo posible, y si hay <strong>el</strong> recurso disponible en la zona, es recomendable contarcon <strong>el</strong> apoyo de una o más personas que puedan hacer contención emocional. Estas personaspueden ser líderes comunitarios, trabajadores de una organización de confi anza que conozcay trabaje <strong>el</strong> tema, entre otras.El inventario de daños en la dimensión individual puede hacerse a través de una entrevista personal;para <strong>el</strong>lo, es necesario tener en cuenta las preguntas formuladas al iniciar esta sección.Estas preguntas son una guía que se puede utilizar, modifi cando, ampliando o trasformandolas preguntas si <strong>el</strong> caso lo requiere, y teniendo en cuenta variables como la edad y <strong>el</strong> género.El siguiente esquema puede servir de mod<strong>el</strong>o para realizar una entrevista:81


M9El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque Psicosocial1. InicioQuien va entrevistar debe teneruna actitud amable para generarla confianza. Ésto se realiza, porejemplo, explicando la motivaciónpara la entrevista, los alcances d<strong>el</strong>a misma, y <strong>el</strong> uso que se va hacerde la información, etc.3. FinalizaciónSe hace un cierre de la entrevistarecordando los objetivos y alcancesde la misma. A partir de un balancede la información proporcionadapor las entrevistas, se formulan lassiguientes preguntas:¿De qué manera considera que sepuede reparar <strong>el</strong> daño causado?2. DesarrolloSe motiva a la gente a hablar,comenzando a abordar <strong>el</strong> temade una manera general, paraluego precisar y profundizar. Sepuede, empezar preguntando,por ejemplo, sobre los cambiosque ha tenido cada personadespués de los hechos deviolencia, en r<strong>el</strong>ación a lo quevivía antes. En la medida en quecada uno va contando su historia,se amplía la información.Recuerde preguntar demanera precisa cuáles fueronlas formas de afrontamientoante los impactos causadospor la violencia.Es importante aclarar que laentrevista es un primer pasod<strong>el</strong> proceso de búsqueda de lareparación integral que se estáemprendiendo.Evaluación.El facilitador realiza las siguientes preguntas al grupo.¿Cómo nos sentimos durante la actividad?¿Qué nos aportó?Actividad No. 3. Inventario de daños en lo colectivo/ comunitarioObjetivoConstruir un inventario de daños <strong>psicosocial</strong>es a niv<strong>el</strong> grupal/comunitario, y un inventario d<strong>el</strong>as formas de reparación ante <strong>el</strong> daño colectivo, con la participación activa de la comunidado grupo interesado.MaterialesHojas.Lápices de colores y marcadores.82


El Daño desde <strong>el</strong> Enfoque PsicosocialM9Cartulina o pap<strong>el</strong> periódico.Pap<strong>el</strong>ógrafo.Descripción de la actividadSiguiendo las recomendaciones propuestas para realizar <strong>el</strong> inventario de daños en las dimensionesindividual y familiar, se formulan las preguntas sugeridas al inicio de esta sección.Se pide al grupo que construya un cuadro comparativo que permita diferenciar entre “<strong>el</strong> antes”y “<strong>el</strong> después” de los hechos violentos, a fi n de identifi car los daños ocasionados. Para poderprofundizar en <strong>el</strong> tema, la información que surja de esta actividad, será complementada connuevas preguntas.Es importante tener en cuenta, que dados los distintos perfi les que tienen las comunidades ylos grupos, para realizar <strong>el</strong> inventario de daños colectivos, se deben utilizar diferentes recursosy combinar diversas técnicas.Para construir este cuadro comparativo, se puede recurrir a cualquiera de las siguientes técnicas:1. A través de un dibujo colectivo (mural), donde todos aporten sus ideas, se pide a losparticipantes que plasmen las situaciones vividas que dan cuenta de “un antes” y “undespués” de los hechos violentos. Como hemos mencionado anteriormente, es importanteresaltar las particularidades de los miembros d<strong>el</strong> grupo; por ejemplo: cuántos de<strong>el</strong>los son hombres, mujeres, niños, niñas, o ancianos, etc.2. Aprovechando las habilidades de algunos de los participantes para la construcción der<strong>el</strong>atos, se les pide que empiecen a contar historias r<strong>el</strong>acionadas con la experienciacompartida en torno a los hechos de violencia. De esta manera, se puede alentar laparticipación de todos para hacer una construcción colectiva de los daños causadosa la comunidad.3. Al igual que en <strong>el</strong> ejercicio individual se preguntó por la forma en que las personasmanejaron las situaciones provocadas por los hechos de violencia, y la forma en quecada cual afrontó los daños, en este caso también se indaga y se pregunta acerca d<strong>el</strong>as estrategias y acciones colectivas o grupales que ha llevado a cabo la comunidadpara afrontar y superar los impactos causados por este tipo de hechos y situaciones.4. Cuando se tenga una visión general de los daños colectivos desde la perspectiva<strong>psicosocial</strong>, se pasa a la siguiente etapa, que consiste en construir, con las mismascomunidades, <strong>el</strong> inventario de formas de reparación frente a los daños <strong>psicosocial</strong>es.EvaluaciónEl facilitador realiza las siguientes preguntas al grupo.¿Cómo nos sentimos durante la actividad?¿Qué nos aportó?83

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