11.07.2015 Views

Participación ciudadana para una administración ... - Notas de prensa

Participación ciudadana para una administración ... - Notas de prensa

Participación ciudadana para una administración ... - Notas de prensa

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Participación</strong> Ciudadana...<strong>para</strong> <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa


Titulo:"<strong>Participación</strong> Ciudadana"...<strong>para</strong> <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativaPromueve y Edita:Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana.Departamento <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>ncia.Gobierno <strong>de</strong> Aragón.Dirección y coordinación:Ignacio Celaya Pérez, Fernando López Martín, Sergio CastelGayán, Tomás Gómez <strong>de</strong> ValenzuelaAutores:Joan Subirats Vila, Daniel Innerarity Grau, José Tu<strong>de</strong>la Aranda,Quim Brugué Torruella, Sergio Castel Gayán, Ignacio CelayaPérez, Fernando Pindado i Sánchez, Fernando López MartínDiseño <strong>de</strong> portada:Jorge GayMaquetación y edición:JfactoryTipo <strong>de</strong> papel: Offset superior 100% recicladoDepósito Legal: Z-3.612-2009ISBN: 978-84-8380-200-7


PresentaciónPresentaciónLa <strong>de</strong>mocracia es, sin duda, el mejor <strong>de</strong> los gobiernos posibles. Observamos cómo la historia <strong>de</strong> lapolítica contemporánea ha sido la <strong>de</strong> la consolidación <strong>de</strong> procesos y procedimientos <strong>de</strong>mocráticos enlas principales regiones <strong>de</strong>l mundo. Hoy en día, menos <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> todos los Estados <strong>de</strong>l mundoson autoritarios, habiendo aumentado el número <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracias. De este modo po<strong>de</strong>mos afirmarcon total rotundidad que la <strong>de</strong>mocracia se ha convertido en el principio central <strong>de</strong> la legitimidadpolítica <strong>de</strong> nuestra era.Ahora bien, este sistema político se encuentra hoy ante un contexto <strong>de</strong> complejida<strong>de</strong>s que altera encierto modo sus bases instrumentales. Es cierto que el sistema representativo, como eje <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong>mocrático, es el régimen a<strong>de</strong>cuado <strong>para</strong> las actuales socieda<strong>de</strong>s, amplias, diversas y complejas.Sin embargo, los po<strong>de</strong>res públicos <strong>de</strong>ben ser conscientes <strong>de</strong> que la participación <strong>de</strong> los ciudadanosen la vida pública no <strong>de</strong>be limitarse al periódico ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos electorales. La legitimidadpolítica no se basa únicamente en las urnas o en la regla <strong>de</strong> la mayoría, sino también en <strong>de</strong>liberar,explicar y motivar la adopción <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones públicas. Por ello, propiciar <strong>una</strong> mayor intervención<strong>de</strong> la ciudadanía, como titular <strong>de</strong> la soberanía, en la construcción <strong>de</strong> las políticas públicas, se haconvertido en uno <strong>de</strong> los ejes centrales <strong>de</strong> la teoría política con el fin <strong>de</strong> mejorar la calidad <strong>de</strong>l régimen<strong>de</strong>mocrático en el siglo XXI.Este pensamiento político no trata <strong>de</strong> poner en duda quién toma las <strong>de</strong>cisiones. La participacióny la <strong>de</strong>liberación permiten, como complemento <strong>de</strong>l sistema representativo, adoptar <strong>de</strong>cisionespúblicas más eficaces y a<strong>de</strong>cuadas a las necesida<strong>de</strong>s sociales, en tanto la <strong>de</strong>cisión final se adoptateniendo en cuenta la voz <strong>de</strong> los propios interesados. Esta es la gran apuesta política, abrir víasy procedimientos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> que impliquen <strong>una</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática ymejoren la calidad en el funcionamiento <strong>de</strong> las instituciones públicas.El propio Estatuto <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> Aragón se ha hecho eco <strong>de</strong> esta nueva cultura política y, comonorma institucional básica <strong>de</strong> nuestra Comunidad Autónoma, ha establecido un nuevo marcojurídico-político presidido por el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación. En concreto, or<strong>de</strong>na a los po<strong>de</strong>res públicosaragoneses promover la participación social en la elaboración, ejecución y evaluación <strong>de</strong> las políticaspúblicas, así como la participación individual y colectiva en los ámbitos cívico, político, cultural yeconómico.El Gobierno <strong>de</strong> Aragón ha asumido esta apuesta política, ratificada con la afirmación <strong>de</strong>l propioPresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> que “hoy no se pue<strong>de</strong> gobernar sin contar con la colaboración, las voces y las complicida<strong>de</strong>s1


<strong>de</strong> la ciudadanía y <strong>de</strong> sus organizaciones”. Para ello hemos puesto en marcha <strong>una</strong> estrategia que,impulsada y coordinada por la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana, trata <strong>de</strong> poner enmarcha mecanismos y procesos participativos en la elaboración <strong>de</strong> las políticas públicas, re<strong>de</strong>finiendoun marco normativo que se a<strong>de</strong>cue a los nuevos tiempos.Para la construcción <strong>de</strong> esta cultura <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>mocrática resulta fundamental impulsar,a<strong>de</strong>más, proyectos <strong>de</strong> investigación, análisis y estudio en el ámbito <strong>de</strong> la innovación <strong>de</strong>mocrática.Herramientas que nos sirvan <strong>para</strong> reflexionar sobre cómo mejorar la forma <strong>de</strong> gestionar lo público,convirtiéndose en foros <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate <strong>para</strong> que políticos, técnicos y ciudadanos contribuyan en estaestrategia. Con este espíritu, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Gobierno <strong>de</strong> Aragón hemos querido publicar la presente obra,don<strong>de</strong> expertos <strong>de</strong> diversos ámbitos tratan <strong>de</strong> analizar las oportunida<strong>de</strong>s planteadas actualmente<strong>para</strong> alcanzar <strong>una</strong> verda<strong>de</strong>ra profundización <strong>de</strong>mocrática.Javier VELASCO RODRÍGUEZConsejero <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>nciaGobierno <strong>de</strong> Aragón2


PrólogoPrólogoHace dos años… En tiempos <strong>de</strong> <strong>de</strong>safección <strong>de</strong>mocrática y crisis <strong>de</strong> la política, el Gobierno <strong>de</strong> Aragónhizo <strong>una</strong> apuesta por <strong>una</strong> nueva manera <strong>de</strong> hacer política, <strong>una</strong> nueva manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la relaciónentre los po<strong>de</strong>res públicos y la ciudadanía, <strong>una</strong> apuesta por recuperar en la ciudadanía el “gusto” porla Política y el respeto y la credibilidad <strong>de</strong> los gestores <strong>de</strong> lo público. Una apuesta que es compromisocon la mejora <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> ciudadanos, técnicos y políticos. Una opción profunda y <strong>de</strong> calado<strong>para</strong> propiciar –entre todos- la construcción <strong>de</strong> las políticas públicas, siendo capaces <strong>de</strong> compartirvalores <strong>de</strong>mocráticos y fortalecer la calidad <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> nuestras organizaciones.La <strong>de</strong>cisión fue anunciada por el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón en el propio discurso <strong>de</strong> investidura.Era <strong>una</strong> apuesta valiente, pero humil<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el convencimiento <strong>de</strong> que solos no po<strong>de</strong>mos y que entiempos <strong>de</strong> complejidad, es necesario implicar a ciudadanos, políticos y técnicos en la solución <strong>de</strong>los problemas.Es verdad que no partimos <strong>de</strong> cero, cantidad <strong>de</strong> experiencias en el ámbito <strong>de</strong> lo local, nos marcaronel camino y normativas como Aarhus y la Directiva Marco <strong>de</strong>l Agua, se han convertido en privilegiadaspalancas <strong>de</strong> cambio. Pero el reto era dar respuesta al artículo 15 <strong>de</strong> nuestro Estatuto, que insta a lospo<strong>de</strong>res públicos a propiciar la participación <strong>de</strong> la ciudadanía en las construcción <strong>de</strong> las políticas públicas.Para todo ello se creó un instrumento, la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana. Su sola existenciano significa nada, pero su puesta en marcha tiene un alto valor simbólico y su recorrido, sin dudasorpren<strong>de</strong>nte en estos dos años <strong>de</strong> vida, ha permitido vislumbrar ya un camino, <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> hacer.En sólo dos años hemos conseguido, entre todos, <strong>una</strong> dilatada experiencia en procesos <strong>de</strong> participación<strong>para</strong> construir políticas públicas al interior <strong>de</strong>l Gobierno, <strong>de</strong> gran significatividad: (Cambio Climático,La Mesa <strong>de</strong> la Montaña, Ley <strong>de</strong> Servicios Sociales, Seguridad Vial, Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Salud, Menores,Violencia <strong>de</strong> Género, Decreto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> los alumnos, Catálogo <strong>de</strong> Servicios Sociales,Cooperación al Desarrollo, Inmigración…).También tenemos formulada y en práctica, toda <strong>una</strong> política sobre participación <strong>ciudadana</strong> <strong>de</strong>cara a las entida<strong>de</strong>s locales. Con experiencias <strong>de</strong> asesoría, formación y apoyo a sus experienciasen este ámbito.Hemos puesto en marcha un portal www.aragonparticipa.es, en software libre, que nos permiteabrir y ofrecer <strong>una</strong> ventana <strong>de</strong>l Gobierno a la ciudadanía en cuestiones relacionadas con laparticipación en la construcción <strong>de</strong> políticas públicas y que en los tres primeros meses <strong>de</strong> vida hatenido más <strong>de</strong> dos millones <strong>de</strong> páginas consultadas.3


Y por supuesto, hemos puesto en marcha <strong>una</strong> línea <strong>de</strong> publicaciones en la que se enmarca este libroque tienes en tus manos.A lo largo <strong>de</strong>l año 2008 fuimos <strong>de</strong>sarrollando la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> contar con esta publicación que queríamosque sirviera <strong>para</strong> dar respuesta a dos <strong>de</strong> nuestros objetivos más importantes; el <strong>de</strong> generar discursocompartido sobre <strong>de</strong>mocracia participativa, proporcionando al conjunto <strong>de</strong> la sociedad instrumentos,valores y prácticas <strong>para</strong> avanzar hacia el objetivo <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática, y el <strong>de</strong> propiciar losinstrumentos <strong>de</strong> información y participación a<strong>de</strong>cuados y accesibles, que hagan posible compartirvalores, cultura y prácticas <strong>de</strong>mocráticas al conjunto <strong>de</strong> la sociedad.Bajo el título <strong>de</strong> “<strong>Participación</strong> <strong>ciudadana</strong>… <strong>para</strong> <strong>una</strong> <strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativa” hemos construidoun libro coral, “participado”… por varios autores <strong>de</strong> reconocido prestigio con visiones distintas peroconformadoras <strong>de</strong> <strong>una</strong> visión común.En esta obra van a encontrar reflexiones esenciales sobre cuestiones relacionadas con la <strong>Participación</strong>,la Gobernanza y su significado, su relación con los parlamentos, la <strong>administración</strong> participada, sucapacidad <strong>de</strong> trasformación, el ámbito normativo, su papel en las ciuda<strong>de</strong>s, la relación con el sectorambiental y <strong>una</strong> aproximación a la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong>Aragón.Como <strong>de</strong>cía, hemos contado con gran<strong>de</strong>s especialistas, <strong>de</strong> reconocido prestigio y a los que queremosmostrar nuestro más sincero agra<strong>de</strong>cimiento por su trabajo y amable disponibilidad, porque <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>manera han sido maestros que nos han ayudado a conformar este sueño.Nos queda mucho camino por recorrer y muchos procesos que experimentar, pero estamos convencidosque otra forma <strong>de</strong> hacer política es posible, y a buen seguro que este libro pue<strong>de</strong> contribuir a ello.Nacho CELAYA PÉREZDirector General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> CiudadanaGobierno <strong>de</strong> Aragón4


Los espejismos <strong>de</strong> la razóny los caminos <strong>de</strong> la participaciónPolíticas <strong>de</strong> Intervención en el territorio y procesos <strong>de</strong>mocráticosJoan SUBIRATS (1)Instituto <strong>de</strong> Gobierno y Políticas PúblicasUniversidad Autónoma <strong>de</strong> BarcelonaLos estudios sobre el territorio son cada vez másespacios <strong>de</strong> intervención, acción y reflexión pluralesy diversos. Se mezclan muchas expectativas,proyectos, disciplinas, instituciones, actores y,también, perspectivas temporales divergentes.Hay quienes <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> un “urbanismo veloz”(Vicente Guallart, El País, 18 d’agosto, 2007,p.11), mientras que otras buscan respuestas enel “ir <strong>de</strong>spacio” (slow cities). Unos siguenconfiando en la capacidad <strong>de</strong> planificar <strong>de</strong> losexpertos, mientras que otros recuerdan que laexpertise o los conocimientos son tambiénplurales, y que más que encontrar la respuesta“a<strong>de</strong>cuada”, hace falta encontrar la mejor entrelas que resulten socialmente y técnicamenteposibles. Y es en este punto en el que las nuevasexperiencias <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> resultanprometedoras <strong>para</strong> algunos, mientras <strong>para</strong> otroses <strong>una</strong> complicación más a superar.Crecen los problemas y las tensiones en unosterritorios sobrecargados <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>perspectivas, mientras que casi con la mismaintensidad, <strong>de</strong>crece la confianza <strong>de</strong> la gente enrelación a las instituciones que tienen lascompetencias legales <strong>para</strong> intervenir en losmismos. Muchas veces, tanta complejidad eincertidumbre, lleva a algunos a atacar y criticara los que gobiernan por su falta <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión ytambién a aquellos que parece que “lo complicantodo”, aunque acaben ellos mismos haciendopropuestas que aparentemente son simples, orevestidas <strong>de</strong> sentido “común”, pero que tambiéntropiezan <strong>de</strong> tan simplemente cómo han sidoformuladas.En estas notas, quisiera recorrer esquemáticamente(y sin duda también sesgadamente) lo que hansido alg<strong>una</strong>s <strong>de</strong> las lógicas imperantes en laintervención territorial (2) , y cómo estas lógicasse han visto crecientemente discutidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el momento en que se han ido diversificandolos actores y las <strong>de</strong>mandas que los mismostransportan, mientras se han ido tambiénmultiplicando las esferas y las perspectivas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>las que se proyectan las volunta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> intervenirJoan SUBIRATS. Los espejismos <strong>de</strong> la razón y los caminos <strong>de</strong> la participación(1)Joan Subirats es Doctor en Ciencias Económicas y Catedrático <strong>de</strong> Ciencia Política <strong>de</strong> la Universidad Autónoma <strong>de</strong> Barcelona.Es investigador y dirige el programa <strong>de</strong> Doctorado <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Gobierno y Políticas Públicas <strong>de</strong> la mencionada universidad.(2)Es interesante la lectura <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> J.Farinós-J.Romero, Territorialidad y buen gobierno <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo sostenible (Universitat<strong>de</strong> Valencia, 2007), y en el mismo el excelente resumen que hace Oriol Nel.lo, <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> intervención territorialen Cataluña en los últimos años: La nueva política territorial <strong>de</strong> Cataluña (2003-2006, p. 191-236).7


en cada uno <strong>de</strong> los espacios territoriales. Partimos<strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> que se han ido sustituyendo lastradicionales fronteras entre territorios, entre losestatutos formales <strong>de</strong> los actores institucionalesque luchan por estar presentes en los mismos, yentre <strong>de</strong>limitaciones competenciales aparentementecompletas y rígidas, por dinámicas y procesos máscentrados en las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los diferentesactores <strong>para</strong> hacer progresar sus proyectos yestrategias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> posiciones que van ganandovía el ejercicio simultáneo <strong>de</strong> influencia, <strong>de</strong>articulación <strong>de</strong> los recursos que se ponen enjuego y <strong>de</strong> las complicida<strong>de</strong>s que unos y otrosconsiguen ganar.En este escenario, la capacidad <strong>de</strong> planificarterritorialmente, <strong>de</strong> intervenir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> posicionesbasadas estrictamente en la jerarquía o en laposición institucional <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicoso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la hipotética superioridad <strong>de</strong> lascapacida<strong>de</strong>s o competencias técnicas, resultaninsuficientes y acaban generando notablesfrustraciones y situaciones <strong>de</strong> bloqueo que noacaba por favorecer a nadie. Defen<strong>de</strong>remospues aquí, visiones y perspectivas más soft,pautas <strong>de</strong> intervención más centradas en lacapacidad <strong>de</strong> generar visiones y proyectoscompartidos, quizás no <strong>de</strong>l todo “canónicas”técnicamente, pero quizás también más viablessocialmente.1. Diferentes perspectivasen relación a los problemas públicosy a las perspectivas <strong>de</strong> intervenciónUna visión tradicional <strong>de</strong> la actuación <strong>de</strong> lospo<strong>de</strong>res públicos parte <strong>de</strong> la hipótesis que laspolíticas públicas son el resultado objetivo <strong>de</strong> lacombinación <strong>de</strong> la voluntad política <strong>de</strong> interveniry <strong>de</strong> la selección <strong>de</strong> la alternativa <strong>de</strong> acción máseficaz y eficiente entre todas las posibles, enrelación al problema <strong>de</strong> carácter colectivoplanteado y que ha generado el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong>esa política. Normalmente se consi<strong>de</strong>ra quecada política o intervención <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los po<strong>de</strong>respúblicos <strong>de</strong>bería respon<strong>de</strong>r a <strong>una</strong> doble lógica:especialización y territorio.Des<strong>de</strong> esta perspectiva, cada intervención sedirigiría a un problema específico, y por lo tantorequeriría <strong>una</strong> visión especializada (sanitaria,educativa, <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> infraestructuras, <strong>de</strong>vivienda...), y se haría <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la posición jerárquicay competencial que cada institución pública tendríaen el territorio dón<strong>de</strong> ha surgido el problemay dón<strong>de</strong> se <strong>de</strong>bería <strong>de</strong>sarrollar la actuación. Y locierto es que, al menos aparentemente y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><strong>una</strong> perspectiva formal, las instituciones públicasy las políticas que ponen en práctica respon<strong>de</strong>na estos principios.Tenemos en España, un organigrama institucionalor<strong>de</strong>nado aparentemente por el alcance territorialque cada instancia gubernamental ostenta. Elconjunto <strong>de</strong> España sería competencia <strong>de</strong> laAdministración Central <strong>de</strong>l Estado, cada ámbitoautonómico <strong>de</strong> las instituciones autonómicascorrespondientes, y a cada gobierno local letocaría intervenir en su <strong>de</strong>marcación territorial,con presencia no obstante <strong>de</strong> otras instancias<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r local como son las diputaciones (límitesprovinciales) y, en su caso, los consejos comarcales(mapa <strong>de</strong> comarcas). Sin olvidarnos, <strong>de</strong> la presenciamás bien indirecta y regulatoria <strong>de</strong> las institucioneseuropeas. Y en cada territorio, la hipótesisformal establecida, es que intervienen <strong>de</strong> maneraespecializada las diferentes instanciasgubernamentales a partir <strong>de</strong> las <strong>de</strong>limitacionescompetenciales previamente establecidas.8


En la práctica todo ello funciona, al fin y al cabo,<strong>de</strong> manera mucho más mezclada y con abundantessolapamientos y redundancias. En un mismoterritorio “llueven” programas y actuaciones<strong>de</strong> las diferentes instancias gubernamentales,<strong>de</strong> forma que, por ejemplo, <strong>una</strong> ciudad pue<strong>de</strong><strong>de</strong>cidirse por <strong>de</strong>scentralizar servicios a los barrios,al mismo momento que sufre <strong>una</strong> restricciónpresupuestaria que le impi<strong>de</strong> abordar un proceso<strong>de</strong> revitalización <strong>de</strong> un espacio <strong>de</strong> la ciudad,mientras simultáneamente anuncian <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<strong>administración</strong> central que le darán nuevosrecursos <strong>para</strong> un programa <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> puestos<strong>de</strong> trabajo, y el gobierno autonómico establecesimultáneamente <strong>una</strong> norma por la que <strong>de</strong>beráponer en marcha un nuevo sistema <strong>de</strong> recogidacentralizada <strong>de</strong> residuos sanitarios, cumpliendoasí <strong>una</strong> regulación europea. Las lógicas <strong>de</strong>intervención no tienen porque coincidir, perolo cierto es que cada instancia gubernamentalparte <strong>de</strong> <strong>una</strong> agenda propia, y <strong>de</strong> <strong>una</strong> presunción<strong>de</strong> certeza tanto técnica como legal que estaría<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> cada <strong>de</strong>cisión.Al fin y al cabo, pese a partir <strong>de</strong> esta presunción<strong>de</strong> certeza, <strong>de</strong> racionalidad y <strong>de</strong> intervenciónreglada y or<strong>de</strong>nada, se acaba generando en elterritorio la sensación <strong>de</strong> <strong>de</strong>scoordinación y<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, o incluso, <strong>de</strong> que “lo que uno hace,el otro lo estropea”. Los expertos trabajan en <strong>una</strong>perspectiva racional y <strong>de</strong> planificación, y seencuentran con que a la hora <strong>de</strong> la verdad,todo parece complicarse por la interacciónintergubernamental, que “contamina”, dificultao bloquea la puesta en práctica final <strong>de</strong> aquelloque estaba previsto. Por otra parte, hasta ahorasólo hemos mencionado los actores institucionales,pero hemos <strong>de</strong> tener en cuenta que, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> las instituciones, en el territorio encontramosotros muchos actores, otros muchos intereses,otras muchas perspectivas <strong>de</strong> intervención o <strong>de</strong>no intervención.Todo lo cual, al final genera <strong>una</strong> gran sensación<strong>de</strong> complejidad, cuando en cambio, muchas veces,la perspectiva <strong>de</strong> cada intervención es simple o“única”, al ser hecha <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la lógica ya mencionada<strong>de</strong> territorialización y especialización. Se trabajay se planifica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> hipotética certeza, perola realidad interinstitucional y social sitúa la puestaen práctica <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones en un escenario <strong>de</strong>incertidumbre don<strong>de</strong> sólo queda negociar ytransaccionar. Y lo curioso, es que pese queello suceda <strong>una</strong> y otra vez, los procedimientos<strong>de</strong> planificación persisten en los puntos <strong>de</strong>partida ya mencionados.En el análisis <strong>de</strong> políticas públicas se usa a menudoun esquema que permite situar y diferenciar laspolíticas públicas atendiendo al grado <strong>de</strong> certezaexistente sobre los objetivos a lograr y los medioso la tecnología a<strong>de</strong>cuada por conseguirlos (figura1). Podríamos pues distinguir entre objetivoscompartidos o no, y entre el grado <strong>de</strong> conocimientoy <strong>de</strong> confianza (eficacia) <strong>de</strong> los instrumentostécnicos a disposición.Figura 1:Problemas públicos y políticas <strong>de</strong> respuestaObjetivosMediosConocidosNo conocidosClaros,compartidosACPoco claros,no compartidosFuente: Adaptación <strong>de</strong> Thompson, J.D.-Tu<strong>de</strong>n,A., Com<strong>para</strong>tiveStudies in Administration, Pittsburgh, University of PittsburghPress, 1959De manera habitual, se tien<strong>de</strong> a consi<strong>de</strong>rar quela mejor situación es la que expresa la casilla A,y tácitamente se proce<strong>de</strong>, muchas veces, como sieste fuese el punto <strong>de</strong> partida más natural.Así, a menudo, la lógica planificadora <strong>de</strong> la<strong>administración</strong>, al partir <strong>de</strong> <strong>una</strong> posiciónnormativamente jerárquica, basada en elmonopolio formal <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los interesesgenerales, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la seguridad que aparentementeproporciona la <strong>de</strong>limitación territorial y especializadaya mencionada, se sitúa “técnicamente” en estasituación <strong>de</strong> “objetivos compartidos” y “mediostécnicos conocidos”. Pero, como ya hemos dicho,las cosas no acaban <strong>de</strong> funcionar así.En la figura 2, hemos tratado <strong>de</strong> situar un conjunto(seguramente incompleto) <strong>de</strong> actores e instanciasque están presentes en el escenario en el queBDJoan SUBIRATS. Los espejismos <strong>de</strong> la razón y los caminos <strong>de</strong> la participación9


Figura 2:Relaciones con el entorno <strong>de</strong> la institución públicacon capacidad <strong>de</strong> intervención en el territorioInstitucionesfinanciadorasCorporacionesprofesionalesEmpleadospúblicosOtras institucionespúblicas <strong>de</strong>l mismosector <strong>de</strong> intervencióno <strong>de</strong> otrosGrupos<strong>de</strong> afectadosInstitución Pública(con objetivos,múltiples,contradictorios yambiguos)InversoresOtrasinstituciones públicas<strong>de</strong>l mismo nivelContribuyentesGrupos<strong>de</strong> interésInstancias<strong>de</strong> control(intervención,justicia,...)Ciudadanos y medios<strong>de</strong> comunicacióna partir <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> diagnosis, <strong>de</strong> la selección<strong>de</strong> alternativas y <strong>de</strong> la operacionalización <strong>de</strong>lproceso a seguir. Pero, nos resistimos a aceptarlocomo la “normalidad <strong>de</strong>mocrática”, y más bienlo enten<strong>de</strong>mos como <strong>una</strong> especie <strong>de</strong> constanteinterferencia entre la racionalidad <strong>de</strong>seable yun resultado poco estimulante, fruto <strong>de</strong>l exceso<strong>de</strong> intereses y <strong>de</strong> actores que acaba generandoconfusión y <strong>una</strong> mezcolanza final muy alejada<strong>de</strong> lo que en un principio parecía <strong>de</strong>seable acada actor particular.Fuente: Elaboración propiase <strong>de</strong>sarrolla la capacidad <strong>de</strong> intervención en elterritorio <strong>de</strong> <strong>una</strong> institución pública. En la mayoría<strong>de</strong> casos, esta voluntad <strong>de</strong> intervención, basadaquizás en <strong>una</strong> primera hipótesis <strong>de</strong> actuaciónque partía <strong>de</strong> objetivos bien estructurados y <strong>de</strong>medios e instrumentos técnicos bien conocidosy probados, <strong>de</strong>berá someterse al “fuego cruzado”<strong>de</strong> los otros operadores públicos y no públicospresentes en el escenario <strong>de</strong> intervención, todosellos con otros intereses, visiones <strong>de</strong>l problemay propuestas <strong>de</strong> intervención seguramente muydiferentes, aunque racionales y lógicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>su particular punto <strong>de</strong> vista. La inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> cada institución pública en relación con estaconstelación <strong>de</strong> actores es muy evi<strong>de</strong>nte, y a<strong>de</strong>más,cada escenario o ámbito <strong>de</strong> actuación afecta yes afectado por otros ámbitos y escenariosdón<strong>de</strong> esta situación también se da.Al fin y al cabo, todo ello es sobradamente conocidoy no estamos <strong>de</strong>scubriendo ningún secreto. Pero,a pesar <strong>de</strong> todo, sorpren<strong>de</strong> la constante letaníay el lamento habitual en relación a que “las cosasno se hacen cómo <strong>de</strong>berían hacerse”, “todo es<strong>de</strong>masiadas complicado”, que acostumbra aacabar con la coletilla: “hace falta racionalizar laintervención pública en el territorio”. Es evi<strong>de</strong>nteque la mayoría somos conscientes <strong>de</strong> que hacefalta siempre ajustar las perspectivas <strong>de</strong> losdiferentes actores, y que, por tanto, acabaremoscon <strong>de</strong>cisiones y vías <strong>de</strong> acción que no son lasque habíamos imaginado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>spacho,10


2. Más allá <strong>de</strong> las certezas y los <strong>de</strong>sengañosNo creemos que el tipo <strong>de</strong> problemas con losque normalmente se enfrentan las institucionespúblicas, permitan <strong>una</strong> aproximación basadasólo en las certezas <strong>de</strong> carácter técnico. Pero,como ya hemos dicho, las administracionesacostumbran a trabajar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong>la certeza. Y este es un hecho que es todavía máspreocupante cuando hablamos <strong>de</strong> intervencionesen el territorio. El territorio es un gran contenedoren el que la confusión y <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> intereses,casi siempre contradictorios, las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> actores<strong>de</strong> toda condición, las expectativas <strong>de</strong> intervenciónmuy pocas veces armónica <strong>de</strong> los diferentesoperadores públicos y privados, o las redundanciasy solapamientos <strong>de</strong> competencias y controles<strong>de</strong> unos y otros se torna muy visible. No convienecaer en el <strong>de</strong>sengaño o la pasividad cuando, comobien sabemos si acostumbramos a seguir en la<strong>prensa</strong> o en los medios las abundantes noticiassobre proyectos que van y vienen en un sinfín<strong>de</strong> territorios, las necesida<strong>de</strong>s son gran<strong>de</strong>s, laspasiones muchas y las expectativas muy altas. Loque nos conviene a todos es ir aprendiendo acomo conseguir hacer avanzar las intervencionesen el territorio con los criterios <strong>de</strong> calidad técnicaque sean a<strong>de</strong>cuados, pero también con lacapacidad <strong>de</strong> escuchar y apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las<strong>de</strong>sazones, conocimientos y perspectivas <strong>de</strong> losdiferentes actores presentes en el escenarioterritorial en cuestión. Si queremos avanzar enesa perspectiva, ¿que nos falla más?, ¿la tecnologíadisponible?, ¿la carencia <strong>de</strong> conocimientos <strong>de</strong>la gente?, ¿<strong>una</strong> mala <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> objetivos?,¿la incapacidad <strong>de</strong> los políticos <strong>para</strong> <strong>de</strong>cidir <strong>de</strong>forma a<strong>de</strong>cuada?, ...Muchas <strong>de</strong> las aproximaciones “racionales”relacionadas con la producción <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionespúblicas, acostumbran a fallar, al no enten<strong>de</strong>r quelo que seguramente es la esencia <strong>de</strong>l proceso esel <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que los diferentes actores yprotagonistas <strong>de</strong> la comunidad política dón<strong>de</strong> se<strong>de</strong>sarrollan las <strong>de</strong>cisiones, transportan y <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n.Lo que moviliza a la gente es el compartir visiones,maneras <strong>de</strong> ver los problemas y compartir vías <strong>de</strong>salida. Cada i<strong>de</strong>a es un conjunto <strong>de</strong> argumentosque, en relación al problema planteado, expresa<strong>una</strong> concepción <strong>de</strong>l mundo. Y, como bien sabemos,las i<strong>de</strong>as están en el corazón <strong>de</strong>l conflicto político.Las <strong>de</strong>cisiones públicas son pues el terreno en elque se enfrentan los diferentes puntos <strong>de</strong> vista,criterios, y <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> problema <strong>de</strong> losrespectivos actores y grupos implicados. Tenemospor lo tanto objetivos, tenemos problemas,tenemos discrepancias entre objetivos y realidad,y tratamos <strong>de</strong> encontrar <strong>una</strong> alternativa quereduzca o incluso acabe con las discrepancias.Como bien sabemos, en la práctica este esquemano funciona tan or<strong>de</strong>nadamente. Muchas vecesse ve primero el problema, se buscan solucionesy acaban <strong>de</strong>finiéndose objetivos. O incluso, aveces se tiene primero la solución (o los recursos)y se busca el problema dón<strong>de</strong> aplicarla (o invertirla subvención o el fondo). Pero, la perspectivaque proponemos permite generar un ciertoor<strong>de</strong>n en esta confusa realidad, y posibilita elapren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las experiencias pasadas, sin falsasexpectativas <strong>de</strong> racionalidad general. Es másimportante enten<strong>de</strong>r la lógica <strong>de</strong>l juego que se<strong>de</strong>sarrolla en cada caso, que aplicar <strong>de</strong> maneraestandarizada un repertorio <strong>de</strong> solucionespreviamente establecido.Des<strong>de</strong> nuestro punto <strong>de</strong> vista, la unidad <strong>de</strong> análisis<strong>de</strong>bería ser la colectividad o comunidad afectadapor la intervención territorial objeto <strong>de</strong> análisiso <strong>de</strong> proceso <strong>de</strong>cisional. Es <strong>de</strong>cir, el conjunto <strong>de</strong>personas y colectivos que encontramos en un<strong>de</strong>terminado territorio. La motivación queacostumbra a justificar la actuación pública esel interés común (pero, sin olvidar que en cadaintervención concreta existen también interesessectoriales y particulares). Las claves <strong>de</strong> los conflictosacostumbran a establecerse en los puntos <strong>de</strong>contraste entre los intereses <strong>de</strong> cada actor, ylos intereses comunes (<strong>de</strong>finidos colectivamentea partir <strong>de</strong> concepciones compartidas <strong>de</strong>l problema).La lógica <strong>de</strong> la movilización colectiva es tanto lacooperación como la competencia entre actoresy personas. Cada actor busca <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su propiointerés, pero también trata <strong>de</strong> “trabajar” yJoan SUBIRATS. Los espejismos <strong>de</strong> la razón y los caminos <strong>de</strong> la participación11


argumentar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los intereses comunes, y semueve por lo tanto en terrenos que exigen lealta<strong>de</strong>ntre estas personas y actores, y ello exige que segaranticen las <strong>de</strong>cisiones cuando son asumidas<strong>de</strong> manera colectiva. La información <strong>de</strong> que sedispone <strong>para</strong> <strong>de</strong>cidir, es muchas veces ambigua,incompleta, llena <strong>de</strong> opiniones y posicionessesgadas, y no es <strong>de</strong>l todo raro que encontremosinformaciones o argumentaciones que po<strong>de</strong>moscalificar como <strong>de</strong> estratégicamente manipuladas.Las bases <strong>de</strong> un cambio, <strong>de</strong> <strong>una</strong> modificación <strong>de</strong>lstatus quo, son las i<strong>de</strong>as, la persuasión, las alianzasentre actores. Y lógicamente, la voluntad <strong>de</strong>ejercer po<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> conseguir el propio bienestary el bienestar colectivo.Este conjunto <strong>de</strong> criterios conceptuales, enten<strong>de</strong>mosque son notablemente distintos <strong>de</strong> los que todosconocemos en relación a como se presupone quefunciona el mercado, o como el or<strong>de</strong>n jurídicoformal nos presenta los procesos <strong>de</strong>cisionales.Des<strong>de</strong> la perspectiva aquí adoptada, enten<strong>de</strong>mosque la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l problema que da lugar o<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na la política es <strong>una</strong> fase crucial. Nopo<strong>de</strong>mos confundir el <strong>de</strong>finir un problema presenteen un territorio con la simple <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>una</strong>situación que no nos gusta y que se <strong>de</strong>sea cambiar.Hace unos cuántos años, el almacenaje <strong>de</strong> losresiduos urbanos y domésticos <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>terminadacomarca <strong>de</strong>l país, no suponía un “problemapúblico”, en el sentido que cada ayuntamiento seespabilaba <strong>para</strong> arreglárselas como buenamentepodía o entendía. Era simplemente “un efecto no<strong>de</strong>seado <strong>de</strong>l consumo”, que había ido creciendoa medida que la gente aprovechaba menos los<strong>de</strong>sechos, y que crecía el uso <strong>de</strong> los embalajesy contenedores no reciclables. En un camposectorial muy diferente, <strong>de</strong>beríamos recordarque también, hasta hace sólo unos años, temascomo las pensiones <strong>de</strong> las personas o la regulación<strong>de</strong> las adopciones <strong>de</strong> niños no se consi<strong>de</strong>rabantemas merecedores <strong>de</strong> la intervención pública.En nuestra actual forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la sociedad,los po<strong>de</strong>res públicos han <strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> maneradiferente a como lo hacían en relación a los<strong>de</strong>sechos urbanos, puesto que normativamentese consi<strong>de</strong>ra la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l medio ambiente y susostenibilidad como un tema prioritario y querequiere <strong>una</strong> especial protección. Pero, si noslimitamos a señalar la distancia que existe entrelo que <strong>de</strong>bería ser (eliminación <strong>de</strong> los residuos noreciclables) y lo que acontece (toneladas <strong>de</strong> residuosno reciclables), esto no nos ayuda <strong>de</strong>masiado a<strong>de</strong>finir la política a seguir.Una política necesita <strong>una</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> problemamás operativa, que <strong>de</strong> alg<strong>una</strong> manera indique elcamino a recorrer entre la situación <strong>de</strong> partidano <strong>de</strong>seada, y <strong>una</strong> situación que sin ser la óptima(el “no problema”) sea claramente mejor que laque originó la percepción <strong>de</strong> la situación comoproblemática. En otro contexto, tampoco po<strong>de</strong>mossimplemente señalar que sería conveniente,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista sanitario o <strong>de</strong> convivenciacolectiva, que se acabara con el uso <strong>de</strong> sustanciastóxicas como el tabaco. La realidad nos indica quemuchos ciudadanos consi<strong>de</strong>ran como naturaly propio <strong>de</strong> su libertad <strong>de</strong> elección el tipo <strong>de</strong>consumo. Las políticas que se han impulsado<strong>para</strong> reducir y ten<strong>de</strong>ncialmente eliminar estasconductas, han partido no tanto <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>seable,como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo que era en aquel momentoposible. La cuestión clave resi<strong>de</strong> siempre encomo <strong>de</strong>finir e impulsar políticas y medidas quevayan en el sentido <strong>de</strong>seado y que reúnan elmáximo consenso social <strong>para</strong> conseguir suviabilidad, ampliando los apoyos <strong>de</strong> individuosy grupos sociales conscientes <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>behacerse, y reduciendo y restringiendo la capacidad<strong>de</strong> maniobra y <strong>de</strong> alianza <strong>de</strong> los actores quetratan <strong>de</strong> mantener las cosas tal y como están.Si seguimos con el ejemplo <strong>de</strong> los residuosdomésticos, la cosa se complica cuando nosdamos cuenta que cada actor implicado en lasituación in<strong>de</strong>seada <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósitos no controlados,tiene <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong>l problema diferentes ycontradictorias. Unos opinan que el problemaprincipal es la forma como las empresas produceny ofrecen sus productos, y que es absurdo trabajarsólo “al final <strong>de</strong> la cañería” y no centrarse en elpunto <strong>de</strong> partida o <strong>de</strong> origen <strong>de</strong>l problema. Otroscreen que el tema central es la poca sensibilidady educación ambiental <strong>de</strong> la gente, que nocolabora en la reducción <strong>de</strong> esta clase <strong>de</strong>residuos. Mientras, algunos entien<strong>de</strong>n que esla <strong>administración</strong> la principal responsable, puesto12


que lo que <strong>de</strong>bería hacerse es simplemente prohibirla fabricación <strong>de</strong> ciertos productos y obligar atodo el mundo a seguir la norma establecida.Des<strong>de</strong> visiones diferentes, hay quienes creenque es la recogida <strong>de</strong> residuos la que generaproblemas, puesto que si se hiciera la recogidapuerta a puerta y diferenciando tipo <strong>de</strong> residuos,las cosas irían mejor. También los hay que<strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n que lo que se necesitan son incentivosy <strong>de</strong>sincentivos económicos <strong>para</strong> conseguircambios en la industria y en la actuación <strong>de</strong> lagente, grabando especialmente aquellos productosmás peligrosos o distorsionadores, o haciendopagar más a los ciudadanos que más residuosgeneran.En el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir que hacer, el <strong>de</strong>cisor<strong>de</strong> la política sabe con qué recursos cuenta, cuales la correlación <strong>de</strong> fuerzas existentes, y pormucho que sepa que existen muchas causas yelementos que confluyen en el caso, acaba por<strong>de</strong>finir el problema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las limitaciones enlas cuales opera, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong> lacapacidad <strong>de</strong> influencia y presión <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong>actores que ro<strong>de</strong>an el escenario <strong>de</strong> la producción<strong>de</strong> residuos. Y esto le pue<strong>de</strong> llevar a <strong>una</strong> concepciónrestringida <strong>de</strong>l problema, como es la recogidaselectiva y el almacenaje <strong>de</strong> los residuos noreciclables. Así <strong>de</strong>spliega contenedores, normas<strong>de</strong> reciclaje, crea plantas <strong>de</strong> selección y construyeecoparks, y busca emplazamientos <strong>para</strong> <strong>de</strong>pósitoscontrolados don<strong>de</strong> almacenar la fracción noreciclable, aun cuando sea consciente <strong>de</strong> los otrosmuchos elementos que convergen en la situación.En muchos casos, estos otros elementos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<strong>de</strong> otras esferas <strong>de</strong> gobierno, y también <strong>de</strong><strong>de</strong>partamentos o agencias especializadas. Porejemplo, <strong>para</strong> eliminar o reducir <strong>de</strong>cisivamentela gran cantidad <strong>de</strong> envases <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> bocaque se generan, haría falta conseguir que lasautorida<strong>de</strong>s correspondientes trabajasen <strong>para</strong>mejorar la calidad organoléptica <strong>de</strong>l aguadistribuida por la red, y reducir así la compra <strong>de</strong>la ya envasada. Pero, todos somos conscientes <strong>de</strong>que mucha gente se gana la vida en activida<strong>de</strong>smedioambientalmente ina<strong>de</strong>cuadas, y que lagente quiere respeto y respeto <strong>de</strong>l medio ambiente,pero también quiere puestos <strong>de</strong> trabajo, quiereaprovechar las facilida<strong>de</strong>s en el consumo, y portanto no es fácil enten<strong>de</strong>r como “<strong>una</strong> mejora”el tener que ir a buscar el pan con <strong>una</strong> bolsa <strong>de</strong>s<strong>de</strong>casa, u optar por los envases <strong>de</strong> vidrio y su retornoposterior en vez <strong>de</strong> seguir usando las aparentementecómodas y sin problemas latas.En el escenario <strong>de</strong> las políticas públicas, podríamosafirmar que el que se acabe haciendo o nohaciendo no <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rado muchas vecescomo la solución racional o óptima, sinosimplemente como la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> problemaque ha resultado triunfante en el <strong>de</strong>bate públicoentre actores y sus <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> problema.Esta <strong>de</strong>cisión tampoco indica un final <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate,puesto que los actores “per<strong>de</strong>dores” tratarán<strong>de</strong> evitar que la <strong>de</strong>cisión adoptada oficialmentese ejecute en la práctica, o harán campaña <strong>para</strong><strong>de</strong>mostrar que esta opción es errónea y conseguirque se revise.Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> políticas nose consi<strong>de</strong>ra que la lista <strong>de</strong> problemas que lagente consi<strong>de</strong>ra más urgentes, o que figuranen la agenda <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos, seannecesariamente los más perentorios o graves.Se consi<strong>de</strong>ra que cada actor trata <strong>de</strong> impulsarsus puntos <strong>de</strong> vista, y presiona <strong>para</strong> que untema sea objeto <strong>de</strong> atención (o al contrario,trata <strong>de</strong> evitar que sea percibido como problemapor la población).Muchas veces se utiliza o se genera el que, enel argot <strong>de</strong>l policy analysis, se <strong>de</strong>nomina como<strong>una</strong> ventana <strong>de</strong> oportunidad: se aprovecha quese dan a conocer y tienen publicidad unos hechosque van en la línea <strong>de</strong>seada, y se presentanalternativas que pue<strong>de</strong>n ser positivas <strong>para</strong> esteactor o conjunto <strong>de</strong> actores. Pue<strong>de</strong> asimismocrearse esta ventana. Recor<strong>de</strong>mos la cuidadosapre<strong>para</strong>ción <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l <strong>para</strong>pléjico RamónSampedro por parte <strong>de</strong> los partidarios <strong>de</strong> <strong>una</strong>regulación inmediata <strong>de</strong> la eutanasia, <strong>para</strong><strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar un <strong>de</strong>bate social sobre el tema.A veces, la concatenación <strong>de</strong> problemas y noticiassobre un ámbito <strong>de</strong> intervención <strong>de</strong> las políticaspúblicas se aprovecha <strong>para</strong> presentar alternativasque estaban “a punto” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía tiempo, ysi esta “ventana <strong>de</strong> oportunidad” es recogida porJoan SUBIRATS. Los espejismos <strong>de</strong> la razón y los caminos <strong>de</strong> la participación13


algún “empren<strong>de</strong>dor” político, podría producirseun cambio significativo en las políticas. Se trata<strong>de</strong> <strong>una</strong> asociación <strong>de</strong> hechos que posibilita laoportunidad: a partir <strong>de</strong> ellos se plantea <strong>una</strong>nueva posibilidad <strong>para</strong> que se adopten <strong>de</strong>cisiones.Y esta oportunidad pue<strong>de</strong> o no ser aprovechadapor los actores que tratan <strong>de</strong> impulsar su resolución,mientras que tratará <strong>de</strong> ser bloqueada por parte<strong>de</strong> quien consi<strong>de</strong>ran lesivos a sus intereses talmodificación <strong>de</strong> la situación.Hace falta saber relacionar mejor los problemasy las políticas <strong>de</strong> respuesta con la forma <strong>de</strong> operar<strong>de</strong> los políticos y con las instancias y los recursos<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Toda la teorización que se ha hecho<strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> la agenda <strong>de</strong> intervención <strong>de</strong>los po<strong>de</strong>res públicos, nos habla <strong>de</strong> la necesidad<strong>de</strong> conectar a<strong>de</strong>cuadamente la voluntad política<strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> alg<strong>una</strong> institución, <strong>una</strong> solución(surgida <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate existente <strong>de</strong> como resolver<strong>una</strong> situación problemática) y un problema (es<strong>de</strong>cir, un tema que por las razones que sea hairrumpido en la agenda social, o sea aquelloque en aquel preciso momento atrae las miradas<strong>de</strong>l la gente y <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación).Una buena i<strong>de</strong>a en un mal momento no sirve<strong>de</strong> gran cosa. La lógica <strong>de</strong>mocrática exige a lospolíticos, como expresión <strong>de</strong> la legitimidad socialque su representatividad los otorga, que esténmucho más interesados en encontrar solucionessocialmente posibles, que no aquellas que seantécnicamente inmejorables, pero <strong>de</strong> muy difícilpuesta en marcha.3. ¿Como hacer actuaciones en el territorioasumiendo la incertidumbrey buscando alternativas posibles?Seguramente, la mejor manera <strong>de</strong> enfocar lasperspectivas <strong>de</strong> cambio en las intervenciones enel territorio, sería partir <strong>de</strong> un cierto escepticismo.La manera <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a la complejidad <strong>de</strong>actores, perspectivas e intereses presentes en elterritorio, no es incrementando las especializacionesy las fragmentaciones. La especialización crealo que podríamos <strong>de</strong>nominar como pseudocerteza.Si diseccionas el problema en diferentescomponentes y pi<strong>de</strong>s a diferentes especialistasque busquen alternativas, o ante un escenario<strong>de</strong>masiado concurrido <strong>de</strong> actores, <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>s reunirlospor se<strong>para</strong>do <strong>para</strong> tratar <strong>de</strong> <strong>de</strong>sencallar el tema,aparentemente estarás avanzando con mayorceleridad, pero al final te encontrarás con elinconveniente no menor, <strong>de</strong> ensamblar perspectivas,aproximaciones e intereses, sin haber aúnconstruido espacios comunes <strong>de</strong> interacciónentre los actores afectados, que les hagan darcuenta <strong>de</strong> la complejidad general <strong>de</strong>l tema.¿Cómo trabajar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la variabilidad y lacomplejidad?. Seguramente sólo se pue<strong>de</strong> hacerincorporando los principios <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scentralización,<strong>de</strong> la redundancia y <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> ladiversidad. Cada uno <strong>de</strong> estos elementos nos<strong>de</strong>bería dar más capacidad <strong>de</strong> aceptación <strong>de</strong> lavariabilidad que forzosamente acompaña cadaproceso específico <strong>de</strong> intervención en el territorio.La <strong>de</strong>scentralización nos proporciona máscapacidad <strong>de</strong> respuesta a situaciones específicas.La redundancia evita la i<strong>de</strong>a que sólo hay <strong>una</strong>manera correcta <strong>de</strong> hacer las cosas, y generacontroles cruzados <strong>de</strong> actores y propuestas. Yla diversidad nos proporciona más opciones ymás espacio <strong>para</strong> <strong>de</strong>cidir.De alg<strong>una</strong> manera, esta forma <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r nos“vac<strong>una</strong>” contra la incertidumbre, puesto que<strong>de</strong> hecho incorpora esta incertidumbre en elpropio proceso <strong>de</strong>cisional. Nos hace partir <strong>de</strong>un cierto escepticismo sobre la existencia <strong>de</strong>soluciones posibles, pero, en cambio, nos asegura14


que estas alternativas surjan. Por otra parte, yesto es sumamente importante, comporta laincorporación <strong>de</strong> las dinámicas participativas enlos procesos <strong>de</strong>cisionales. Alienta la multiplicidad<strong>de</strong> aproximaciones, respeta las diferencias, yusa el conflicto como mecanismo <strong>de</strong> innovaciónen los procesos <strong>de</strong>cisionales públicos.La acumulación <strong>de</strong> experiencias y su sistematización,nos ayuda también a apren<strong>de</strong>r haciendo, alentandorespuestas que se adapten a circunstanciascambiantes. Todo lo que vamos diciendo noimplica que no se pueda planificar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lospo<strong>de</strong>res públicos, o que no se pueda trabajaren buscar medios técnicos que se consi<strong>de</strong>rena<strong>de</strong>cuados <strong>para</strong> <strong>de</strong>terminadas intervencionesen el territorio. Planificación y <strong>de</strong>scentralización,o planificación y participación, no tienen porque ser vistos como contradictorios. Los po<strong>de</strong>respúblicos <strong>de</strong>ben ejercer sus responsabilida<strong>de</strong>sque <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> la legitimidad general que lessigue confiriendo los mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciarepresentativa. Pero la proximidad y la participaciónpue<strong>de</strong>n ser instrumentos muy po<strong>de</strong>rosos tanto<strong>para</strong> mejorar el proceso, como en relación a loscontenidos o los resultados <strong>de</strong> la intervencióna implementar.Se viene discutiendo mucho últimamente enEspaña sobre la <strong>de</strong>nominada “cultura <strong>de</strong>l no”. Ycon esa expresión se ha querido estigmatizar aaquellos que <strong>de</strong>fendían sus puntos <strong>de</strong> vista, susconcepciones sobre que hacía falta enten<strong>de</strong>rcomo “<strong>de</strong>sarrollo territorial”, su rechazo a<strong>de</strong>cisiones que entendían hechas sin ning<strong>una</strong>consi<strong>de</strong>ración por los escenarios y los contextoslocales. Y se ha presentado a estos grupos comopersonas ”negativas”, o sólo <strong>de</strong>fensoras <strong>de</strong> losintereses particulares, cuando lo que estaba enjuego eran los intereses generales. Y, en cambio,lo que muchas veces encontramos <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esosconflictos son incomprensiones locales frente a<strong>de</strong>cisiones vistas como prepotentes, jerárquicas,tecnocráticas e indiferentes en relación a lasrealida<strong>de</strong>s locales.Cuando se habla <strong>de</strong> pasar <strong>de</strong>l “aquí no” al “asísí”, se quiere poner <strong>de</strong> relieve que es posibleencontrar maneras <strong>de</strong> intervenir en el territorioque respeten las atribuciones y los roles <strong>de</strong> lospo<strong>de</strong>res públicos legitimados <strong>para</strong> intervenir, ylas i<strong>de</strong>as, valores y percepciones <strong>de</strong> los actoresque viven y trabajan en aquel territorio, y que lovaloran y lo sienten como suyo. Y que, en <strong>de</strong>finitiva,esta interacción no <strong>de</strong>be ser vista como un estorbomás <strong>de</strong> un proceso ya <strong>de</strong> por si complicado, sino<strong>una</strong> oportunidad <strong>de</strong> mejora y <strong>de</strong> garantía enrelación a la posterior implementación <strong>de</strong> las<strong>de</strong>cisiones que se tomen.En este sentido, la creciente interacción <strong>de</strong> losmovimientos en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l territorio y núcleos<strong>de</strong> profesionales y expertos, ha ido generando<strong>una</strong> capacidad propositiva <strong>de</strong> la que ya tenemosprueba en muchos puntos <strong>de</strong>l país y que enbuena parte está construyendo lo que ya se<strong>de</strong>nomina “<strong>una</strong> nueva cultura <strong>de</strong>l territorio”.Por otra parte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s instancias <strong>de</strong>gobierno y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s direcciones generales<strong>de</strong> participación creadas, se han impulsado<strong>de</strong>bates y reflexiones bastante bien asentadassobre el papel <strong>de</strong> la participación, sus ventajasy sus límites, en la planificación territorial, y enalgunos casos se ha puesto <strong>de</strong> relieve las ventajas<strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong> en complejosprocesos <strong>de</strong> instalación <strong>de</strong> centros penitenciarioso en complejos conflictos relacionados con lagestión <strong>de</strong>l agua. Se pue<strong>de</strong> comprobar así, quelos procesos participativos impulsados han idoconsiguiendo dinámicas que sin evitar elconflicto, lo han canalizado y han favorecidola incorporación <strong>de</strong> aportaciones positivas alpropio proyecto, gracias a las dinámicasemprendidas en cada territorio afectado.Si recuperamos la figura con la que empezábamosestas reflexiones, y tratamos <strong>de</strong> ver nuevasperspectivas a partir <strong>de</strong> lo que ya hemos comentado(Figura 2), po<strong>de</strong>mos encontrar diferentessituaciones que pue<strong>de</strong>n requerir más o menosdosis <strong>de</strong> apertura y <strong>de</strong> dinámicas <strong>de</strong> implicacióny participación social en los procesos <strong>de</strong> intervenciónen el territorio.No tenemos aquí espacio suficiente <strong>para</strong><strong>de</strong>sarrollar cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> estas situaciones, peroes fácil constatar que cada vez son menosfrecuentes las situaciones en que exista un granJoan SUBIRATS. Los espejismos <strong>de</strong> la razón y los caminos <strong>de</strong> la participación15


Figura 2:Tipos <strong>de</strong> problemas públicos y situaciones <strong>de</strong>planificación e intervención en el territorioObjetivosMediosConocidosNo conocidosClaros,compartidosPlanesestandarizados,previsibles,aproximaciones“<strong>de</strong> experto”(- participaciónnecesaria)Procesosinnovadores,pragmáticos,experimentales(+ participaciónnecesaria)Poco claros,no compartidosAproximacionesfacilitadoras,negociadoras(+ participaciónnecesaria)Aprendizaje social,construccióncolectiva <strong>de</strong>problemas ysoluciones(+ participaciónnecesaria)Fuente: Elaboración pròpia a partir <strong>de</strong> Thompson, J.D. yTu<strong>de</strong>n, A., Com<strong>para</strong>tive Studies in Administration, Pittsburgh,University of Pittsburgh Press, 1959consenso sobre los objetivos a lograr mediantelas acciones a empren<strong>de</strong>r (entre otras cosas,sabemos que existen marcos cognitivos muydiferentes en relación a que se ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rcomo <strong>de</strong>sarrollo y crecimiento...). Y la propiadinámica <strong>de</strong> avance <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong>concepción pluralista <strong>de</strong>l mismo, tien<strong>de</strong> tambiéna no aceptar fácilmente los instrumentostécnicos o los medios a emplear como elementosexentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate. Esto no quiere <strong>de</strong>cir quesiempre estamos en la casilla “no acuerdo enlos objetivos, no acuerdo en los medios”, perosi que es cierto que la frecuencia con la quenos encontramos en situaciones que po<strong>de</strong>moscaracterizar como tal, es notable. En estos casos,hace falta encontrar un cierto “or<strong>de</strong>n” en lalínea <strong>de</strong> ponernos <strong>de</strong> acuerdo sobre <strong>de</strong> quéproblema estamos tratando, y esta será laprimera tarea <strong>de</strong>l planificador.De esta manera pue<strong>de</strong> irnos acercando a espacioso situaciones mucho más gestionables, comosería la que expresa el recuadro <strong>de</strong> “acuerdo enlos objetivos, medios no conocidos”. Podríamosincluso no estar <strong>de</strong> acuerdo <strong>de</strong>l todo con la<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l problema, puesto que esto podríaimplicar un <strong>de</strong>bate sobre valores e i<strong>de</strong>as queacabaría quizás convirtiéndose en <strong>para</strong>lizante,pero si se pue<strong>de</strong> avanzar en las opciones quetenemos <strong>para</strong> mejorar la situación <strong>de</strong> partida<strong>de</strong> manera compartida.Po<strong>de</strong>mos pues planificar las intervenciones enel territorio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las posiciones y roles quetengan la legitimidad <strong>para</strong> hacerlo, explicitandolos puntos <strong>de</strong> partida, y aceptando la variabilidady la incertidumbre como elementos naturalespropios <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s plurales que aceptan elconflicto como <strong>una</strong> palanca <strong>de</strong> cambio y nocomo un estorbo <strong>para</strong>lizador. Y <strong>para</strong> ello hacefalta acercarse a las variables territoriales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el máximo consenso posible con entida<strong>de</strong>s ygrupos que tengan visiones globales <strong>de</strong>l territorioy aceptando que en cada lugar concreto y encada perspectiva <strong>de</strong> intervención se entrecruzanmuchas instancias <strong>de</strong> los diferentes gobiernos,y que por lo tanto, como ya hemos dicho, hacefalta evitar visiones segmentadas y jerárquicas.16


4. A modo <strong>de</strong> conclusión.La intervención en el territorio comoproceso políticoLos elementos <strong>de</strong> fondo que han guiado estoscomentarios hasta aquí son relativamente simples.Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista expresado, todo proceso<strong>de</strong> intervención pública, toda política públicaes, básicamente, un proceso político. Procesoque tiene como base el encontrar formas <strong>de</strong>racionalidad colectiva que nos permitan actuaren un marco que por <strong>de</strong>finición es plural, conflictivoy lleno <strong>de</strong> diferentes i<strong>de</strong>as sobre lo que hacefalta hacer frente a cada situación social querequiere respuesta. Para enten<strong>de</strong>r cómo funcionala acción pública hace falta enten<strong>de</strong>r cómofunciona la dinámica política (no confundir conla dinámica institucional).Los <strong>de</strong>cisores públicos se ven obligados amoverse y encontrar salida a los problemas enel escenario social, y no pue<strong>de</strong>n ni quierenlimitarse a actuar en el espacio científico otecnológico. Buscan, buscamos, formas <strong>de</strong>acción colectiva que sean lo más legítimasposibles, y esto nos obliga a salir <strong>de</strong> la aparentecomodidad <strong>de</strong> las certezas pre<strong>de</strong>terminadas,<strong>para</strong> ir construyendo combinaciones viables <strong>de</strong>análisis y convicciones socialmente compartidas.De hecho, así funcionan las cosas ahora y aquí.Pero muchas veces nos empeñamos en explicarlo que pasa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> perspectivas más normativasque positivas. Todos tenemos <strong>una</strong> predisposiciónnatural a evitar incertidumbres, y por lo tantoten<strong>de</strong>mos a postular y a esperar actuacionesguiadas por la previsibilidad. Pero, los gobiernoshan incorporado la incertidumbre a sus formas<strong>de</strong> acción y buscan mecanismos <strong>para</strong>acomodarse. Así, se lanzan pre-propuestas <strong>para</strong>ver la reacción que generan, se diseñanprogramas que implican la incorporaciónvoluntaria <strong>de</strong> otras instancias <strong>de</strong> gobierno o <strong>de</strong>actores a quienes se incentiva mediante fondos,se crean “grupos ad hoc” <strong>para</strong> superar lascontradicciones entre <strong>de</strong>partamentosgubernamentales o entre esferas <strong>de</strong> gobierno,se potencian “mesas” no institucionales <strong>para</strong>facilitar la negociación, etc. En <strong>de</strong>finitiva, hemos<strong>de</strong> concluir que si bien la incertidumbre muchasveces genera problemas, es también el camino<strong>para</strong> su resolución colectiva. Y, en este sentido,a través <strong>de</strong> los procesos participativos, todoslos actores acostumbran a enten<strong>de</strong>r mejor lacomplejidad como algo inherente a todo proceso<strong>de</strong>cisional público, y no como <strong>una</strong> anomalía asuperar.Joan SUBIRATS. Los espejismos <strong>de</strong> la razón y los caminos <strong>de</strong> la participación17


Recuperar la capacidadtransformadora <strong>de</strong> la políticaDaniel INNERARITY (1)Universidad <strong>de</strong> ZaragozaLas socieda<strong>de</strong>s actuales, si quieren asegurar susupervivencia y bienestar, están obligadas a incluircada vez más el futuro en sus cálculos. Pero sonescasos los diseños <strong>de</strong> ese futuro. El futuro tienemalos abogados en el presente y pa<strong>de</strong>ce <strong>una</strong><strong>de</strong>bilidad crónica. El problema <strong>de</strong> nuestras<strong>de</strong>mocracias es que el antagonismo político estáabsorbido por el presente. Vivimos a costa <strong>de</strong>lfuturo, en <strong>una</strong> completa irresponsabilidad enrelación con él. La lógica <strong>de</strong>l just in time y <strong>de</strong>lcorto plazo se pone <strong>de</strong> manifiesto en fenómenosmuy diversos: en la hegemonía <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> losmercados financieros que se impone sobre otrasdimensiones <strong>de</strong> la economía; en la presión queejerce el tiempo <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicacióny frente a la que el sistema político muestra <strong>una</strong>preocupante vulnerabilidad; en el sensacionalismoque antepone lo espectacular y catastrófico frentea, por ejemplo, a la ayuda al <strong>de</strong>sarrollo; en laconcepción instantaneista <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia quese manifiesta en el hecho <strong>de</strong> que las <strong>de</strong>cisionespolíticas estén atrapadas por los plazos electorales…La lógica <strong>de</strong> lo urgente <strong>de</strong>sestructura nuestrarelación con el tiempo, subordinado siempre almomento presente.Este es el contexto en el que se inscribe la falta<strong>de</strong> ambición colectiva <strong>de</strong> nuestras socieda<strong>de</strong>s, laextenuación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo, nuestro miedo difuso, elrepliegue sobre los intereses individuales y lacarencia <strong>de</strong> perspectiva. Se podría <strong>de</strong>cir que hatriunfado el proceso sobre el proyecto, el postsobre el pro, y las conductas <strong>de</strong> anticipacióntienen un tono más bien <strong>de</strong> prevención yprecaución que <strong>de</strong> prospectiva y proyecto. Esamiopía temporal está afectando a nuestracapacidad <strong>de</strong> representación <strong>de</strong>l porvenir. Noes la urgencia la que impi<strong>de</strong> elaborar proyectosa largo plazo sino la ausencia <strong>de</strong> proyecto laque nos somete a la tiranía <strong>de</strong>l presente. Elmovimiento contemporáneo, la adaptaciónincesante al cambio que se nos exige, es vividoconforme a <strong>una</strong> lógica <strong>de</strong> la supervivencia, no <strong>de</strong>la esperanza. A fuerza <strong>de</strong> explicar que los “gran<strong>de</strong>srelatos” han muerto, su lugar ha sido ocupadopor la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los “<strong>de</strong>rechos adquiridos”;el hueco <strong>de</strong>jado por la imaginación <strong>de</strong>l futuroha sido ocupado por la preocupación <strong>de</strong>l instante;don<strong>de</strong> no se pre<strong>para</strong> el futuro, la política se limitaa gestionar el presente.Daniel INNERARITY. Recuperar la capacidad transformadora <strong>de</strong> la política(1)Daniel Innerarity es Doctor en Filosofía y Catedrático <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Zaragoza.19


1. ¿Adaptación o proyecto?Este panorama <strong>de</strong> incertidumbre respecto <strong>de</strong>lfuturo está en el origen <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s renuncias alesfuerzo <strong>de</strong> la prospectiva y a la configuraciónintencional <strong>de</strong>l futuro. La semántica <strong>de</strong>l progresoque impulsó los procesos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización, hasido sustituida por la retórica <strong>de</strong> la necesidad,bajo conceptos como competencia o mo<strong>de</strong>rnización.Hay quien ha transformado el principio hegeliano<strong>de</strong>l “conocimiento <strong>de</strong> la necesidad” en “aceptación<strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias”. Los programas, reformas yestrategias se han rendido ante <strong>una</strong> lógica <strong>de</strong>adaptación.Si no hay anticipación, la acción política se reducea gestionar las urgencias, cuando ya no haymárgenes <strong>de</strong> maniobra. Como <strong>de</strong>cía Talleyrand,“cuando es urgente, ya es <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>”. Lapolítica se abandona al muddling through, enel que mandan los plazos cortos y las solucionesprovisionales sustituyen a los gran<strong>de</strong>s proyectos<strong>de</strong> configuración, <strong>de</strong> manera que los mismosproblemas reaparecen <strong>una</strong> y otra vez en la agendapolítica. La política pier<strong>de</strong> así su función <strong>de</strong> actorconfigurador y adopta el estatuto <strong>de</strong> jugadorreactivo o re<strong>para</strong>dor <strong>de</strong> daños.No es extraño entonces el fenómeno <strong>de</strong> la<strong>de</strong>safección, que refleja, no tanto <strong>una</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> las obligaciones cívicas, cuanto <strong>una</strong> ciertaracionalidad <strong>de</strong> los electores, que expresan asícon su <strong>de</strong>sinterés la pérdida <strong>de</strong> significaciónreal <strong>de</strong> la política en relación con el curso <strong>de</strong> lahistoria. La actual crisis <strong>de</strong> la política no es <strong>una</strong>crisis asociada a momentos <strong>de</strong> ruptura y <strong>de</strong>cisiónsino el hecho <strong>de</strong> que no hay nada que <strong>de</strong>cidir,que las dinámicas sociales se hayan emancipadofrente a las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> configuraciónintencional haciendo <strong>de</strong> la política algo irrelevante.La renovación <strong>de</strong> la política pasa por <strong>una</strong>reformulación <strong>de</strong> la anticipación cognoscitiva <strong>de</strong>lfuturo y su configuración, bajo las condiciones<strong>de</strong> la actual complejidad. No habrá ningún futuromejor si no po<strong>de</strong>mos hacernos <strong>una</strong> imagen <strong>de</strong>él. Cuando se está interesado en modificacionesreales, el primer paso es un buen análisis <strong>de</strong>lpropio presente que permita hacerse <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> los futuros posibles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquello que seconsi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>seable.Y no se trata sólo <strong>de</strong> acertar en la observación<strong>de</strong> un entorno al que simplemente hubiera queadaptarse. Hay que explorar también todas lasposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> anticipación y configuración.Hablar hoy en día, en <strong>una</strong> época que disfraza sufalta <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as como improvisación inteligente,<strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong>l futuro equivale a hacerse acreedor<strong>de</strong> la acusación <strong>de</strong> propiciar un estatalismoplanificador. Las actuales evi<strong>de</strong>ncias colectivashablan <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> la competencia, la dinámica<strong>de</strong>l mercado y la contingencia <strong>de</strong> la evolución.Pero este mundo aparentemente <strong>de</strong>sreguladoexige planificación y anticipación en <strong>una</strong> medidahasta ahora <strong>de</strong>sconocida.La i<strong>de</strong>a tradicional <strong>de</strong>l estado soberano seencuentra muy <strong>de</strong>bilitada ciertamente, pero estono significa que las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ban renunciara su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> autoconfiguración. Lo que ocurrees que la configuración <strong>de</strong>l futuro se ha <strong>de</strong> llevara cabo ahora con mayor reflexividad y conciencia<strong>de</strong> los propios límites, <strong>de</strong> <strong>una</strong> manera coordinaday flexible, más a través <strong>de</strong> regulaciones que <strong>de</strong>intervenciones directas. Son formas <strong>de</strong> abordarla complejidad <strong>de</strong>l futuro <strong>para</strong> las que no resultaútil la contraposición entre mercado y jerarquía,pues requieren sistemas <strong>de</strong> cooperación, con<strong>una</strong> constelación <strong>de</strong> actores múltiples. Lo que <strong>de</strong>este modo se pier<strong>de</strong> <strong>de</strong> soberanía es recuperadobajo la forma <strong>de</strong> iniciativa e intervención. Paraelaborar un proyecto concertado no es necesariotener <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>terminista <strong>de</strong>l porvenir. Que sehaya perdido el control absoluto sobre la sociedadno significa que se hayan <strong>de</strong>svanecido lasposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> configurarlas por relación a unfuturo <strong>de</strong>seable, sino que esta aspiración <strong>de</strong>beahora ser llevada a cabo <strong>de</strong> otra manera, tal vezsea incluso más <strong>de</strong>mocrática y eficaz que lasviejas planificaciones supuestamente soberanas.Es <strong>una</strong> gran verdad aquella i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Hannah Arendt<strong>de</strong> que los seres humanos vinculados por unproyecto concertado tienen <strong>una</strong> superioridadsobre aquellos a los que no vincula ning<strong>una</strong>20


promesa y carecen <strong>de</strong> intención. Pero cualquierproyecto sólo es posible en un entorno consi<strong>de</strong>radocomo abierto y, al menos parcialmente,in<strong>de</strong>terminado. Presupone <strong>una</strong> visión optimista<strong>de</strong> la realidad social y <strong>de</strong> nuestras capacida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> combatir el <strong>de</strong>stino que ahora se presentacon diversos ropajes: como aceptación sin crítica<strong>de</strong> lo que hay, como pasividad reactiva que sólose pone en marcha en el registro <strong>de</strong> la urgenciao como <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> que otro mundo esposible y bastaría <strong>para</strong> lograrlo con recurrir alos procedimientos tradicionales.2. La configuración política <strong>de</strong>l futuroLa política es precisamente el intento <strong>de</strong> civilizarel futuro, <strong>de</strong> impedir su colonización por un pasado<strong>de</strong>terminante, su monopolio i<strong>de</strong>ológico, o suabandono a la mera inercia administrativa. Lapolítica tiene por objetivo configurar un horizontecomún <strong>de</strong> sentido en el que se articulen lasexpectativas individuales con el progreso colectivo.Des<strong>de</strong> hace ya tiempo se viene constatando ladificultad <strong>de</strong> la política <strong>para</strong> configurar ese futuro,en la medida en que va <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> ser <strong>una</strong>actividad que constituye, renueva y transformael or<strong>de</strong>n social. Tres son, a mi juicio, los factoresque están contribuyendo a la pérdida <strong>de</strong> relevancia<strong>de</strong> la política: la privatización <strong>de</strong> la realizaciónpersonal, el asedio que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> otras esferas<strong>de</strong> la vida pública como la economía, el <strong>de</strong>rechoo la comunicación, que quieren hacerla superfluay, correlativamente, la propia <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> lapolítica a la hora <strong>de</strong> generar el cambio social.Dicen las encuestas que los jóvenes están imbuidos<strong>de</strong> "optimismo individual y pesimismo colectivo"y muestran interés por "la cosa común", pero no"<strong>de</strong> forma colectiva". Tien<strong>de</strong>n a pensar que elfuturo es un asunto exclusivamente individual yno algo que competa a la política. Ha tenido lugarlo que Klaus Offe ha llamado “privatización <strong>de</strong> lautopía”: el futuro se privatiza, pluraliza y fragmenta.Tenemos <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a privada <strong>de</strong> la felicidad, queya no está asociada a proyectos colectivos, ni seentien<strong>de</strong> como algo posibilitado por un contextosocial. Concebimos el espacio público comoirrelevante en or<strong>de</strong>n a nuestra felicidad, comomero garante <strong>de</strong> lo privado, no como lugar <strong>de</strong>ampliación <strong>de</strong> lo privado. Nuestro actual <strong>de</strong>stinoparece ser el sálvese quien pueda en medio <strong>de</strong><strong>una</strong>s fuerzas impersonales que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> laglobalización, la burocracia y la tecnología, en<strong>una</strong> sociedad sin política, sin esperanza colectiva,incapaz <strong>de</strong> imaginar y promover un futuro comúnalternativo.De la política se espera solamente protección <strong>para</strong><strong>de</strong>sarrollar un proyecto <strong>de</strong> realización personal.Desprovista <strong>de</strong> toda fuerza <strong>de</strong> transformaciónDaniel INNERARITY. Recuperar la capacidad transformadora <strong>de</strong> la política21


social, la política queda subordinada a <strong>una</strong> socieda<strong>de</strong>ntendida como amalgama <strong>de</strong> individuos privados,consumidores, accionistas, clientes, cuya únicarelación con la política es su aparición ocasionalcomo electores, a través <strong>de</strong> la protesta o en laauscultación <strong>de</strong> los son<strong>de</strong>os.Al mismo tiempo la política se encuentra asediadapor otras lógicas que achican su espacio. La políticase <strong>de</strong>svanece frente al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> lo mediático y lofinanciero, <strong>de</strong> los mercados y la judicialización.La política es débil frente a la po<strong>de</strong>rosa competencia<strong>de</strong> los flujos financieros y los po<strong>de</strong>res mediáticos;su espacio propio se pier<strong>de</strong> en los formatos inéditos<strong>de</strong> la globalización y frente a las exigenciasparticulares que plantean los procesos <strong>de</strong>individualización. Se trata <strong>de</strong> fuerzas que preten<strong>de</strong>nconvertir a la política en <strong>una</strong> actividad prescindible.El mundo se unifica en el plano económico ycomunicativo, sin que hayamos conseguido <strong>una</strong>correspondiente sincronización política comola que <strong>de</strong>signan los objetivos, todavía incumplidos,<strong>de</strong> la multilateralidad o la gobernanza global.La agilidad y sincronización <strong>de</strong> los mercadoscontrasta con el analfabetismo político <strong>de</strong> lasociedad mundial.Nuestro principal <strong>de</strong>safío es cómo reaccionarfrente a las nuevas figuras <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino, que ya noson la tradición, el or<strong>de</strong>n público o el sometimiento,sino esas formas <strong>de</strong> agitación que nos exigenadaptarnos a un movimiento planetario ineluctable.Porque, si fuera verdad que se ha acabado lapolítica, ¿qué significaría esto <strong>para</strong> nosotros?.Supondría el fin <strong>de</strong> ese limitado control sobre el<strong>de</strong>stino que conseguimos las socieda<strong>de</strong>s humanascuando <strong>de</strong>cidimos entre todos los asuntoscolectivos, sin confiarlos al saber <strong>de</strong> los expertos,a la furia <strong>de</strong> los fanáticos o a la burocraciaadministrativa.Pero la principal amenaza contra la políticaproce<strong>de</strong> <strong>de</strong> su propia <strong>de</strong>bilidad, que imposibilitaesa forma <strong>de</strong> futuro que hace posible la políticacuando transforma, reforma o plantea alternativas.Las reformas sociales profundas, entendidascomo el resultado <strong>de</strong> <strong>una</strong> acción planificadorallevada a cabo por actores eficaces y conscientes,son un fenómeno inverosímil en las socieda<strong>de</strong>scontemporáneas. En sistemas veloces y dinámicos,orientados a unos presentes extremadamentecortos, no se pue<strong>de</strong> y tal vez no se <strong>de</strong>be querercambiar significativamente las condiciones <strong>de</strong>la acción futura (Luhmann). Se ha impuesto lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la complejidad social no pue<strong>de</strong> serpolíticamente modificada. Este pesimismoalcanza incluso a la i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong> gobierno yplanificación, obsoleta y frente a la que se imponeel “ir tirando”, o, en el mejor <strong>de</strong> los casos, <strong>una</strong>improvisación inteligente. Hemos pasado <strong>de</strong> laeuforia <strong>de</strong> la planificación al pesimismo <strong>de</strong> lagobernanza. Frente al “gobierno”, lo que sepresenta son más bien “evolución sin plan”,“autorregulación social”, “cierre autorreferencial<strong>de</strong> los subsistemas sociales”, régimen <strong>de</strong> los“efectos secundarios” e incluso “ingobernabilidad”.Y el estado se transforma <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> concepcióncomo centro <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r a <strong>una</strong> instancia <strong>de</strong>coordinación que ha <strong>de</strong> ocuparse <strong>de</strong> gestionarlas inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias sociales (Mayntz). La<strong>de</strong>cisión y la iniciativa ha sido sustituidas por lainteractividad. En cualquier caso, las constelacionesy las dinámicas son más importantes que lasintenciones <strong>de</strong> los actores.Ahora bien, se pue<strong>de</strong> subrayar un aspecto positivo<strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> gobernabilidad y enten<strong>de</strong>rla como<strong>una</strong> oportunidad <strong>para</strong> transformar la políticaen <strong>una</strong> línea más <strong>de</strong>mocrática y respetuosa conel protagonismo <strong>de</strong> la sociedad civil. Porque lacapacidad <strong>de</strong> configuración <strong>de</strong> la política no serealiza a pesar <strong>de</strong> sus límites sino bajo lascondiciones <strong>de</strong> limitación. Podríamos <strong>de</strong>cir queesa resistencia <strong>de</strong> las cosas y <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>sa ser gobernadas constituye <strong>una</strong> fuente <strong>de</strong>aprendizaje <strong>para</strong> la política y <strong>una</strong> garantía frentea los li<strong>de</strong>razgos incontestables. Probablementeera tan ilusoria la fe en el carácter todopo<strong>de</strong>roso<strong>de</strong> la política como la actual creencia <strong>de</strong> quees impotente o irrelevante. Lo que ocurre esque hay otras formas <strong>de</strong> actuación sobre lasociedad diferentes <strong>de</strong> la dirección autoritaria.Que la política sea <strong>una</strong> configuración <strong>de</strong>l futuroquiere <strong>de</strong>cir que en ella se realiza <strong>una</strong> peculiarlucha contra el <strong>de</strong>stino, contra el mundo <strong>de</strong> loshechos presentados como indiscutibles. La políticaes el esfuerzo <strong>de</strong> transformar la fatalidad en22


esponsabilidad. Una <strong>de</strong> las cosas que más merecenser protegidas <strong>de</strong> nuestra tradición <strong>de</strong>mocráticaes precisamente el rechazo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino que setraduce en la voluntad <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir, compren<strong>de</strong>ry transformar. El futuro <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> nuestras<strong>de</strong>cisiones y compromisos más <strong>de</strong> lo que pensaronquienes elaboraron la i<strong>de</strong>a mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> progresocomo <strong>una</strong> fuerza irresistible a la que podíamosabandonarnos confiadamente; tampoco los cínicostienen razón cuando contemplan el presente actualcomo algo inevitable. El futuro no es tanto algoque <strong>de</strong>ba adivinarse como algo que <strong>de</strong>bemosimaginar y construir. La gran cuestión no es portanto qué nos espera sino qué vamos a hacer,sustituir las gran<strong>de</strong>s disculpas i<strong>de</strong>ológicas porlos proyectos concretos.Supongamos que efectivamente los gran<strong>de</strong>srelatos que construían y or<strong>de</strong>naban nuestraexperiencia se han agotado. Esto pue<strong>de</strong> ser algomás liberador que limitante, dado que las gran<strong>de</strong>snarraciones contenían también sus propiofatalismo. Tal vez en ese lugar vacío se inaugure<strong>una</strong> nueva posibilidad. La política no pue<strong>de</strong>eliminar completamente el <strong>de</strong>stino ya que noes posible imaginar un mundo sin limitaciones.Pero la i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong> la política ofrece <strong>una</strong>visión diferente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino, personal y colectivo.La política es <strong>una</strong> pequeña rebelión contra elprejuicio <strong>de</strong> que todo está ya <strong>de</strong>cidido y resultainalterable.La política es <strong>una</strong> combinación singular <strong>de</strong> visióny pasión, <strong>de</strong> perspectiva y <strong>de</strong>terminación, por laque no <strong>de</strong>jamos <strong>de</strong> percibir la realidad como es,pero al mismo tiempo nos proyectamos másallá <strong>de</strong> lo meramente dado; es conciencia <strong>de</strong> loslímites y voluntad <strong>de</strong> superarlos. La política sinvisión se pier<strong>de</strong> en el ajetreo cotidiano y acabamosllegando a dón<strong>de</strong> realmente no <strong>de</strong>seábamos;pero si le falta pasión, la política resulta incapaz<strong>de</strong> hacer frente a la resistencia fatal <strong>de</strong> los hechos,a los que se acomoda fatalmente, sin llegar adon<strong>de</strong> se había propuesto.Pue<strong>de</strong> que el contenido y el estilo <strong>de</strong> la política<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos años nos resulte irreconocible,com<strong>para</strong>da con la <strong>de</strong> hoy. Pero la necesidad <strong>de</strong>la política no <strong>de</strong>saparecerá. Más aún: la políticano ha sido nunca tan necesaria, <strong>de</strong>bido a lamagnitud <strong>de</strong> los problemas que nos aguardan yque exigen <strong>una</strong> acción colectiva. Si no po<strong>de</strong>mosresolver esos problemas a través <strong>de</strong> la política,no los po<strong>de</strong>mos resolver <strong>de</strong> ning<strong>una</strong> manera.Daniel INNERARITY. Recuperar la capacidad transformadora <strong>de</strong> la política23


3. Salir <strong>de</strong>l pesimismoCreo que buena parte <strong>de</strong> lo que le pasa a laizquierda en muchos países <strong>de</strong>l mundo es quese limita a ser la anti-<strong>de</strong>recha, algo que no tienenada que ver, aunque lo parezca, con <strong>una</strong>verda<strong>de</strong>ra alternativa. Se ha dicho que la izquierdatiene dificulta<strong>de</strong>s en movilizar a su electoradoy hay quien piensa que esa operación vendríaa ser, no tanto <strong>de</strong>spertar la esperanza colectivacomo inquietar al electorado <strong>para</strong> ganarse lapreferencia que resignadamente nos hace<strong>de</strong>cidirnos por lo menos malo.Por <strong>de</strong>cirlo sintéticamente: hoy la <strong>de</strong>recha esoptimista y la izquierda pesimista. Tal vez elantagonismo político se articule actualmente máscomo disposición emocional que como proposicióni<strong>de</strong>ológica. Lo que ocurre es que las emocionesy las i<strong>de</strong>as se relacionan más estrechamente <strong>de</strong> loque solemos suponer. Si examinamos las cosas<strong>de</strong> este modo, percibiremos el <strong>de</strong>splazamientoi<strong>de</strong>ológico que está teniendo lugar.Tradicionalmente la diferencia entre progresivoy conservador se correspondía con el pesimismoy el optimismo, en el or<strong>de</strong>n antropológico ysocial. Mientras que el progresismo se inscribíaen un <strong>de</strong>sarrollo histórico hacia lo mejor, elconservadurismo, por <strong>de</strong>cirlo con expresión <strong>de</strong>Ernst Bloch, ha estado siempre dispuesto aaceptar <strong>una</strong> cierta cantidad <strong>de</strong> injusticia osufrimiento como un <strong>de</strong>stino inevitable. Peroesto ya no es así, en buena medida. El estado<strong>de</strong> ánimo general <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha, que tiene sumejor exponente en Sarkozy, es todo lo contrario<strong>de</strong> la resignación: <strong>de</strong>cidida y activa, sin complejos,confiada en el futuro y con <strong>una</strong> firme resolución<strong>de</strong> no <strong>de</strong>jar a nadie el mando <strong>de</strong> la vanguardia.Esta disposición es lo que está poniendo endificulta<strong>de</strong>s a <strong>una</strong> izquierda que, aun teniendobuenas razones <strong>para</strong> oponerse, no las tiene ala hora <strong>de</strong> proponer algo mejor. Si recoge lascausas <strong>de</strong> los excluidos o se convierte en abogada<strong>de</strong>l pluralismo, no lo hace <strong>para</strong> construir a partir<strong>de</strong> todo ello <strong>una</strong> concepción alternativa <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r, y eso se nota en la mala conciencia <strong>de</strong>quien sabe que no está haciendo otra cosa quereclutar aliados.La izquierda es, fundamentalmente, melancólicay re<strong>para</strong>dora. Ve el mundo actual como <strong>una</strong>máquina que hubiera que frenar y no como <strong>una</strong>fuente <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s e instrumentos susceptibles<strong>de</strong> ser puestos al servicio <strong>de</strong> sus propios valores,los <strong>de</strong> la justicia y la igualdad. El socialismo seentien<strong>de</strong> hoy como re<strong>para</strong>ción <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociedad liberal. Su legitimidad proce<strong>de</strong>únicamente <strong>de</strong> la pretensión <strong>de</strong> re<strong>para</strong>r aquelloque ha sido <strong>de</strong>struido por la <strong>de</strong>recha o protegeraquello que es amenazado por aquella. Preten<strong>de</strong>conservar lo que amenaza ser <strong>de</strong>struido, perono remite a ning<strong>una</strong> construcción alternativa.La mentalidad re<strong>para</strong>dora se configura a costa<strong>de</strong>l pensamiento innovador y anticipador. De estemodo no se ofrece al ciudadano <strong>una</strong> interpretacióncoherente <strong>de</strong>l mundo que nos espera, que esvisto sólo como algo amenazante. Esta actitudrecelosa frente al porvenir proce<strong>de</strong> básicamente<strong>de</strong> percibir al mercado y la globalización comolos agentes principales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n económicoy las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> advertirlas posibilida<strong>de</strong>s que encierran y que pue<strong>de</strong>n seraprovechadas. Movilizar los buenos sentimientose invocar continuamente la ética no basta; hacefalta enten<strong>de</strong>r el cambio social y saber <strong>de</strong> quémodo pue<strong>de</strong>n conquistarse en las nuevascircunstancias los valores que a uno le i<strong>de</strong>ntifican.La primera dificultad <strong>de</strong> la izquierda <strong>para</strong>configurarse como alternativa esperanzadoraproce<strong>de</strong> <strong>de</strong> esa especia <strong>de</strong> “heroísmo frente almercado” (Grunberg / Laïdi) que le impi<strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r su verda<strong>de</strong>ra naturaleza y le hacepensar que el mercado no es más que unpromotor <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad, <strong>una</strong> realidadantisocial. Para <strong>una</strong> buena parte <strong>de</strong> la izquierdarazonar económicamente es conspirarsocialmente. Piensa que lo social no pue<strong>de</strong> serpreservado más que contra lo económico. La<strong>de</strong>nuncia ritual <strong>de</strong> la mercantilización <strong>de</strong>l mundoy <strong>de</strong>l neoliberalismo proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> tradiciónintelectual que opone lo social a lo económico,que tien<strong>de</strong> a privilegiar los <strong>de</strong>terminismos y lasconstrucciones frente a las oportunida<strong>de</strong>s ofrecidaspor el cambio social. Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> partida24


es difícil compren<strong>de</strong>r que la competencia es <strong>una</strong>uténtico valor <strong>de</strong> izquierda frente a las lógicas<strong>de</strong> monopolio, público o privado, sobre todocuando el monopolio público ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong>garantizar la provisión <strong>de</strong> un bien público encondiciones económicamente eficaces ysocialmente ventajosas.Y es que también hay monopolios públicos quefalsifican las reglas <strong>de</strong>l juego. A estas alturassabemos bien que existen <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>sproducidas por el mercado, pero también porel Estado, frente a las que algunos se muestranextraordinariamente indulgentes. En ocasiones,garantizar a toda costa el empleo es un valorque <strong>de</strong>be ser contrapesado con los costes queesta protección representa respecto <strong>de</strong> aquellosa los que esa protección impi<strong>de</strong> entrar en elmercado <strong>de</strong> trabajo, creando así <strong>una</strong> nueva<strong>de</strong>sigualdad. Enmascarada tras la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>las conquistas sociales, la crítica social pue<strong>de</strong>ser conservadora y <strong>de</strong>sigualitaria, lo que explicaque la izquierda está actualmente muy i<strong>de</strong>ntificadacon la conservación <strong>de</strong> un estatus.Esta actitud conservadora podría re<strong>de</strong>finirse entérminos <strong>de</strong> innovación política modificando losprocedimientos en or<strong>de</strong>n a conseguir los mismosobjetivos: se trata <strong>de</strong> poner al mercado al servicio<strong>de</strong>l bien público y la lucha contra las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s.La nostalgia <strong>para</strong>liza y no sirve <strong>para</strong> enten<strong>de</strong>rlos nuevos términos en los que se plantea un viejocombate. No es que <strong>una</strong> era <strong>de</strong> solidaridad hayasido sustituida por <strong>una</strong> explosión <strong>de</strong> individualismo,sino que la solidaridad ha <strong>de</strong> articularse sobre<strong>una</strong> base más contractual, sustituyendo aquellarespuesta mecánica a los problemas socialesconsistente en intensificar las intervenciones<strong>de</strong>l Estado por formulaciones más flexibles <strong>de</strong>colaboración entre Estado y mercado, con formas<strong>de</strong> gobierno indirecto o promoviendo <strong>una</strong> cultura<strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> las políticas públicas.Y la otra causa <strong>de</strong> que la izquierda se presenteactualmente un aspecto pesimista es su concepciónúnicamente negativa <strong>de</strong> la globalización, que leimpi<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r sus aspectos positivos en or<strong>de</strong>na la redistribución <strong>de</strong> la riqueza, la aparición <strong>de</strong>nuevos actores o el cambio <strong>de</strong> reglas <strong>de</strong> juegoen las relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Al insistir en las<strong>de</strong>sregulaciones vinculadas a la globalización, laizquierda corre el riesgo <strong>de</strong> aparecer como <strong>una</strong>fuerza que protege a unos privilegiados y rechazael <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los otros. Es cierto que la dinámicageneral <strong>de</strong>l mundo nunca había sido tan po<strong>de</strong>rosa,pero también tan prometedora <strong>para</strong> muchos.¿O acaso no existe alg<strong>una</strong> relación prometedoraentre el proceso <strong>de</strong> la globalización y la emergencia<strong>de</strong> un mundo multipolar?Por eso la izquierda <strong>de</strong>l siglo XXI <strong>de</strong>be ponercuidado en distinguirse <strong>de</strong>l altermundialismo,lo que no significa que no haya problemas gravesa los que hay que buscar <strong>una</strong> solución o que <strong>de</strong>baabandonarse la posición crítica, pero sin ce<strong>de</strong>ra la letanía <strong>de</strong> <strong>de</strong>plorar la pérdida <strong>de</strong> influenciasobre el curso general <strong>de</strong>l mundo. En lugar <strong>de</strong>proclamar que “otro mundo es posible”, másle vale imaginar otras maneras <strong>de</strong> concebir yactuar sobre este mundo. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que no sepue<strong>de</strong> hacer nada frente a la globalización es<strong>una</strong> disculpa <strong>de</strong> la pereza política. Lo que nose pue<strong>de</strong> es actuar como antes. La izquierdano se librará <strong>de</strong> ese pesimismo que la atenazamientras no se esfuerce en aprovechar lasposibilida<strong>de</strong>s que genera la mundialización yorientar el cambio social en un sentido másjusto e igualitario.Daniel INNERARITY. Recuperar la capacidad transformadora <strong>de</strong> la política25


4. Mas allá <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y la impotenciaUna sociedad postheroica necesita <strong>una</strong> políticaque se ejerza más allá <strong>de</strong> la alternativa enfáticaentre el po<strong>de</strong>r y la impotencia. Tanto en el discursoi<strong>de</strong>ológicamente voluntarista como en el<strong>de</strong>rrotismo neoliberal resuena el eco <strong>de</strong> tiemposheroicos en los que mandar era entendido comomandar absolutamente, como <strong>una</strong> disposiciónsoberana, sin verda<strong>de</strong>ros interlocutores, sinrespetar la complejidad social. Pero hay vidapolítica en el po<strong>de</strong>r limitado y en la impotenciabien gestionada. El fracaso <strong>de</strong> la política, queunos celebran y otros lamentan, es <strong>una</strong> tesis queno pue<strong>de</strong> acreditarse históricamente ni medirseempíricamente. En ocasiones se <strong>de</strong>sacredita ala política <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>una</strong> competenciainalterable, como si los problemas socialesestuvieran con<strong>de</strong>nados a la disyuntiva <strong>de</strong> sersolucionados mediante <strong>una</strong> política soberanao estar abandonados a su suerte.Para que la política recupere capacidadconfiguradora <strong>de</strong>be protegerse a sí misma frentea la tentación voluntarista <strong>de</strong> concebirse comosolucionadora universal <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> lasociedad. Uno <strong>de</strong> sus peores enemigos es la ilusión<strong>de</strong> que le correspon<strong>de</strong> <strong>una</strong> obligación universal,la confusión <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> las condicionesgenerales con el gobierno <strong>de</strong> todo. Renunciara este maximalismo permitiría la re<strong>de</strong>finición<strong>de</strong> lo político, <strong>de</strong> manera que no aparecieraconstantemente como un héroe fracasado.Autolimitación <strong>de</strong> la política no equivale a lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> “estado mínimo” ni a <strong>una</strong> concepciónrestringida <strong>de</strong> lo público en beneficio <strong>de</strong> la sociedadcivil, <strong>de</strong>l mismo modo que la <strong>de</strong>sestatalizacióno reformulación <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l estado no tienepor qué significar <strong>de</strong>spolitización. La <strong>de</strong>cisiónacerca <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> y en or<strong>de</strong>n a qué fines se estableceesa limitación, es <strong>una</strong> <strong>de</strong>cisión política y no elresultado <strong>de</strong> <strong>una</strong> constatación científica o <strong>de</strong><strong>una</strong> exigencia ética.Así pues, las promesas heroicas <strong>de</strong> un controlpolítico sobre la sociedad están obsoletas. ¿Cómoactuar en esa pérdida <strong>de</strong> seguridad? ¿No nosqueda otro remedio que rendirnos al cierreoperativo <strong>de</strong> los sistemas funcionales, entregarnosal <strong>de</strong>stino y a la arbitrariedad? Renunciar a lasemántica <strong>de</strong> la crisis, la pérdida y la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia,no significa renunciar a <strong>una</strong> configuración política<strong>de</strong> la sociedad, sino dar <strong>una</strong> nueva oportunidada la <strong>de</strong>mocracia como conquista contingentey estable <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> nuestras socieda<strong>de</strong>s.Reconocer sus limitaciones no es <strong>una</strong> disculpa<strong>para</strong> que la política se cruce <strong>de</strong> brazos y seabandone a <strong>una</strong> evolución incomprensible eincontrolable. El sistema político es capaz <strong>de</strong>originar procesos que hagan posible laemergencia <strong>de</strong> constelaciones <strong>de</strong>seables.Aunque la emergencia no se pue<strong>de</strong> producirintencionalmente, la política pue<strong>de</strong> generar <strong>una</strong>cultura en la que se incremente la verosimilitud<strong>de</strong> un futuro como el que se espera. A pesar<strong>de</strong> que la política nunca estuvo tan limitada ensu margen <strong>de</strong> actuación, nunca fue tan <strong>de</strong>cisivacomo hoy.Pero todo esto exige otra manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rel po<strong>de</strong>r y transitar hacia <strong>una</strong> manera <strong>de</strong> hacerla política más relacional y cooperativa, que noesté pensada sobre la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la jerarquía y elcontrol. Aunque esté omnipresente, el po<strong>de</strong>r comoimposición es un modo atávico, suboptimal, <strong>de</strong>regular los conflictos. La focalización tradicional<strong>de</strong> lo político sobre el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>snudo permaneceatrapada en <strong>una</strong> concepción heroica <strong>de</strong> la política.Las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> configuración política se<strong>de</strong>clinan actualmente <strong>de</strong> otra manera: influencia,diplomacia, entendimiento, <strong>de</strong>liberación,procedimiento. Cuando el sistema que ha <strong>de</strong>controlar es también y al mismo tiempo el sistemacontrolado, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un control unilateral resultaalgo obsoleto, como ilustra la metáfora <strong>de</strong>ltermostato al que apela Bateson <strong>para</strong> mostrarque no termina <strong>de</strong> estar claro quién manda sobrequién. La forma <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que mejor reduce lacomplejidad consiste en no necesitar imponer,configurando formas <strong>de</strong> condicionamiento mutuo,que renuncian a la unilateralidad o la amenaza.Una teoría postheroica <strong>de</strong> la política no implica<strong>una</strong> política impotente. Sigue habiendo po<strong>de</strong>ry <strong>de</strong>cisión, pero estas propieda<strong>de</strong>s ya nocorrespon<strong>de</strong>n a personas concretas o actores26


colectivos. Si la función <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r es la regulación<strong>de</strong> la contingencia, entonces quien tiene el po<strong>de</strong>rya no es un sujeto heroico que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cidir —en su forma personal o institucional— sino elproceso general en el que se equilibran el acuerdoy el disenso.Si la política no se pue<strong>de</strong> justificar ni a partir<strong>de</strong> su <strong>de</strong>signio planificador, ni por su capacidad<strong>de</strong> promover un consenso que se rinda ante laevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l saber disponible, ¿qué le queda?Será socialmente relevante y sobrevivirá comoinstancia <strong>de</strong> configuración social en la medidaen que <strong>de</strong>sarrolle <strong>una</strong> espacial capacidad <strong>de</strong>observar y apren<strong>de</strong>r. Pero entonces, comoadvertía Niklas Luhmann, la política <strong>de</strong>beenten<strong>de</strong>r su relación con la sociedad como <strong>una</strong>relación <strong>de</strong> aprendizaje y no <strong>de</strong> enseñanza. Lapolítica sirve <strong>para</strong> que la sociedad reflexionesobre sí misma como totalidad y aprenda agestionar su incierto futuro colectivo. Nada másy nada menos.5. Una esperanza razonableTengo la impresión <strong>de</strong> que los problemas <strong>de</strong>la política no proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> haber cedidoprecipitadamente al realismo ni <strong>de</strong> haberrenunciado a la utopía, como suele <strong>de</strong>cirse, sino<strong>de</strong> algo que es anterior. En el origen <strong>de</strong> su falta<strong>de</strong> vigor está la conformidad con un reparto<strong>de</strong>l territorio según el cual a la <strong>de</strong>recha lecorrespon<strong>de</strong>ría gestionar la realidad y la eficiencia,mientras la izquierda pue<strong>de</strong> disfrutar el monopolio<strong>de</strong> la irrealidad, don<strong>de</strong> se movería sin competidorentre los valores, las utopías y las ilusiones. Unostienen realidad sin esperanza y otros esperanzasin realidad. Es esta cómoda <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong>lterritorio lo que se encuentra en el origen <strong>de</strong><strong>una</strong> crisis general <strong>de</strong> la política: aceptada la rupturaentre el principio <strong>de</strong> placer y el principio <strong>de</strong> realidad,entre la objetividad y las posibilida<strong>de</strong>s, la <strong>de</strong>rechase pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>dicar a mo<strong>de</strong>rnizar irreflexivamente,sin el temor <strong>de</strong> que la izquierda consiga incomodarlacon su utopismo genérico y <strong>de</strong>sconcertado. La<strong>de</strong>recha pue<strong>de</strong> permitirse el lujo <strong>de</strong> tener alg<strong>una</strong>sdificulta<strong>de</strong>s con los valores mientras la izquierdasiga teniéndolas con la realidad. Y el repartoapenas seduce a los electores, que probablemente<strong>de</strong>searían po<strong>de</strong>r elegir <strong>de</strong> otra manera.Así entendido, el realismo político equivale hoy aconstatar la impotencia a la hora <strong>de</strong> configurar elespacio social. ¿Y si, en el fondo, la política nofuera otra cosa que <strong>una</strong> discusión acerca <strong>de</strong> loque enten<strong>de</strong>mos por “realidad”? Porque la realidadno es lo fáctico ni se reduce a lo actualmenteposible. También pertenecen a la realidad susposibilida<strong>de</strong>s y sus imposibilida<strong>de</strong>s provisionales,su in<strong>de</strong>terminación y apertura. La realidad <strong>de</strong> lavida humana, la realidad <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s es <strong>una</strong>mezcla <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s e imposibilida<strong>de</strong>s, queestán en parte abiertas y en parte cerradas a laacción. Como afirmaba Sartre en sus diarios, cadapresente tiene un futuro al que ilumina y con elque <strong>de</strong>saparece. Que todo es posible <strong>de</strong> otramanera no significa que todo sea posible, perotambién es cierto que los “realistas” suelen tenerun concepto muy estrecho <strong>de</strong> la realidad, pocaDaniel INNERARITY. Recuperar la capacidad transformadora <strong>de</strong> la política27


sensibilidad hacia otras posibilida<strong>de</strong>s laterales. Talvez la cuestión política fundamental no sea tantola <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales y los imaginarios, como la i<strong>de</strong>aque se tiene <strong>de</strong> lo real. Ya Tocqueville nos enseñóque el utopismo y el empirismo son dos maneras,indisociables, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar la realidad intacta. Elprimero no acelera su movimiento más que <strong>de</strong>manera ilusoria: el retorno a la realidad terminaimponiéndose. El segundo no la frena más que<strong>de</strong> manera igualmente ilusoria: el dinamismointerno <strong>de</strong> la sociedad acaba imponiéndose. Enambos casos la realidad es abandonada a susuerte.Pues bien, si eso es así, lo mejor que pue<strong>de</strong>hacerse frente a <strong>una</strong> concepción conservadora<strong>de</strong> la política es combatirle en el terreno <strong>de</strong> larealidad, discutir su concepción <strong>de</strong> la realidad.Sería la única manera <strong>de</strong> no repetir el viejo error<strong>de</strong> la izquierda <strong>de</strong> jugar en un campo en el quees inevitable que la <strong>de</strong>recha lo haga mejor. Ala <strong>de</strong>recha no <strong>de</strong>be oponérsele <strong>una</strong> ensoñaciónsino otra <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la realidad que seamejor. La batalla no se gana mediante la apelacióngenérica a otro mundo sino en la lucha por<strong>de</strong>scribir la realidad <strong>de</strong> otra manera. La izquierdano convence cuando se sitúa como si estuvierareñida con la realidad como tal, sino cuando escapaz <strong>de</strong> convencernos <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>recha hace<strong>una</strong> mala <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la realidad. Seríacatastrófico dar por perdida la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>lcampo <strong>de</strong> juego, aceptando alg<strong>una</strong> <strong>de</strong> las dosposibilida<strong>de</strong>s que se le ofrecen: competir en lapugna por gestionar mejor esa realidad ocombatirla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un moralismo inofensivo.Contra los administradores oficiales <strong>de</strong>l realismohay que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r que la política no es mera<strong>administración</strong>, ni mera adaptación, sinoconfiguración, diseño <strong>de</strong> los marcos <strong>de</strong> actuación,adivinación <strong>de</strong>l futuro. Tiene que ver con lo inéditoy lo insólito, magnitu<strong>de</strong>s que no comparecenen otras profesiones muy honradas pero ajenasa las inquietu<strong>de</strong>s que provoca el exceso <strong>de</strong>incertidumbre. El tipo <strong>de</strong> acción que es la políticano opera únicamente con meras reglas <strong>de</strong> laexperiencia, con las enseñanzas cómodamentealmacenadas entre lo sabido. Quien sea capaz<strong>de</strong> concebir esta incertidumbre como oportunidad,verá cómo la erosión <strong>de</strong> algunos conceptostradicionales hace nuevamente posible la políticacomo fuerza <strong>de</strong> innovación y transformación. Esurgente llevar a cabo <strong>una</strong> re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l sentidoy <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> la acción política a partir<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que en ella se conoce, es <strong>de</strong>cir, se<strong>de</strong>scubren aspectos <strong>de</strong> la realidad y posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> acción que no pue<strong>de</strong>n percibirse <strong>de</strong>s<strong>de</strong>nuestras prácticas rutinarias y nuestros <strong>de</strong>batespreconstruidos.Los humanos seríamos otra cosa sin esa capacidad<strong>de</strong> “futurizar”, <strong>de</strong> proyectarse hacia el futuro yanticiparlo en términos <strong>de</strong> imaginario, expectativa,proyecto y <strong>de</strong>terminación. Esa inquietud quenos hace <strong>de</strong>sear, esperar y temer es la que nospermite relacionarnos con el futuro en sus diversasformas. Si no se educa, esa anticipación funciona<strong>de</strong>structivamente: se atrofia, nos convierte enfanáticos, en temerosos sin motivo, en <strong>de</strong>masiadocrédulos… La relación con el futuro se ha <strong>de</strong>cultivar, como lo hacemos con las <strong>de</strong>más aptitu<strong>de</strong>shumanas. Aunque no lo solamos formular así, nilo recoja <strong>de</strong> este modo ningún currículo educativo,toda la educación, el trabajo <strong>de</strong> las instituciones,nuestra socialización en general tiene, entre otros,el objetivo <strong>de</strong> configurar en cada uno <strong>de</strong> nosotros<strong>una</strong> relación correcta con el futuro, lo que tambiénpue<strong>de</strong> predicarse <strong>de</strong> la sociedad en su conjunto.Hay socieda<strong>de</strong>s que se relacionan patológicamentecon su propio futuro, mientras que otras lo tratan<strong>de</strong> <strong>una</strong> manera razonable y provechosa.La esperanza –ese sentimiento o afecto humanoque regula nuestra relación con el futuro- no es<strong>una</strong> ilusión consoladora ni <strong>una</strong> resistencia tercafrente al aprendizaje que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cepciónbien aprovechada. La esperanza razonable sedistingue <strong>de</strong>l optimismo blando que alimentala ilusión en la misma medida en que se cierraal conocimiento <strong>de</strong> la realidad. Los esperanzadosestán siempre pre<strong>para</strong>dos <strong>para</strong> lo peor. Suconfianza en la vida no tendría mucho valor sino hubieran sobrevivido a <strong>de</strong>cepciones en elpasado, <strong>de</strong>l mismo modo que el conocimiento <strong>de</strong>que el futuro traerá nuevas <strong>de</strong>cepciones <strong>de</strong>muestrala continua necesidad <strong>de</strong> la esperanza… La falta<strong>de</strong> previsión, <strong>una</strong> fe ciega en que las cosas acabaránsiempre bien, constituye un pobre sustituto <strong>de</strong> la28


2. La vigencia<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia representativaLa tensión entre la <strong>de</strong>mocracia representativay un presunto i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>mocrático encarnado porla <strong>de</strong>mocracia directa, ha sido <strong>una</strong> <strong>de</strong> las constantesque ha presidido la evolución <strong>de</strong>l pensamiento<strong>de</strong>mocrático. Durante años, la convicción <strong>de</strong> quelos problemas técnicos <strong>de</strong> llevar la <strong>de</strong>mocraciadirecta a gran<strong>de</strong>s espacios eran insuperables,durmieron, al menos en parte, el mencionadoconflicto. En nuestros días, la creencia <strong>de</strong> queesas dificulta<strong>de</strong>s técnicas han <strong>de</strong>saparecidogracias a las aportaciones <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollotecnológico ha provocado, como se dijo, unrenacer <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate que ha contribuido al<strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong>l actual mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciarepresentativa.Antes <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a examinar la influencia quelas nuevas tecnologías tienen <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa, esconveniente realizar <strong>una</strong> reflexión que <strong>de</strong>bepresidir cualquier referencia al diálogo/conflictoentre <strong>de</strong>mocracia directa y <strong>de</strong>mocraciarepresentativa. En ocasiones, ambos conceptosse oponen como si se tratase <strong>de</strong> dos visionesantagónicas y claramente <strong>de</strong>limitadas en susrespectivos perfiles, como si se tratase <strong>de</strong> dosmo<strong>de</strong>los unitarios carentes <strong>de</strong> matiz alguno.Para un mejor entendimiento <strong>de</strong>l discursoposterior, es preciso recordar que se trata <strong>de</strong>un falso antagonismo. Una oposición nítidaentre los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>mocráticos antedichospue<strong>de</strong> realizarse con intenciones dialécticas o<strong>para</strong> realizar alg<strong>una</strong>s consi<strong>de</strong>raciones académicas.Pero ese es el límite. Ni existe <strong>una</strong> oposición entrelos dos mo<strong>de</strong>los ni éstos son monolíticos, carentesno ya <strong>de</strong> matices sino <strong>de</strong> significativas variables (4) .Esta reflexión cobrará importancia a la luz <strong>de</strong>lo que habrá <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse en páginas posteriores.De momento, valga indicar que es pertinentetenerla presente <strong>para</strong> evitar distorsiones queimpedirían <strong>una</strong> mejor apreciación <strong>de</strong>l rico <strong>de</strong>bateque se escon<strong>de</strong> tras la confrontación <strong>de</strong> los dosmo<strong>de</strong>los. En efecto, oponer sin más <strong>de</strong>mocraciadirecta a <strong>de</strong>mocracia representativa aportaescasa información. Las conclusiones seránnecesariamente pobres e insuficientes <strong>para</strong>encontrar alternativas realistas a los dilemasque se plantean en la actualidad. Los interrogantessuscitados por la <strong>de</strong>mocracia van más allá <strong>de</strong>la citada controversia. Pero incluso aquellos que<strong>de</strong> <strong>una</strong> u otra manera se encuentran relacionadoscon la misma, requieren <strong>de</strong> los matices queenriquecen ambos mo<strong>de</strong>los, matices que en eldiálogo adquieren <strong>una</strong> riqueza inesperada quesirve <strong>para</strong> ilustrar amplios espacios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate<strong>de</strong>mocrático.La resurección <strong>de</strong> la utopía <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>manos <strong>de</strong> la tecnología concurre con viejosalegatos contra la <strong>de</strong>mocracia representativacon origen bien en los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong>mocráticosatribuidos como inherentes a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>representación bien en las <strong>de</strong>sviaciones que<strong>para</strong> esa teoría ha significado el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>estado <strong>de</strong> partidos con su cascada <strong>de</strong> negativasconsecuencias <strong>para</strong> la relación entre el ciudadanoy sus representantes. Frente a ello, es oportunorecordar que dicho mo<strong>de</strong>lo no sólo fuemayoritariamente aceptado por razones <strong>de</strong>índole técnica sino que numerosos argumentoscualitativos han sido empleados en su <strong>de</strong>fensa,hasta el extremo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r afirmar que lasJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(4)Al respecto, por todos, D. HELD, La <strong>de</strong>mocracia y el or<strong>de</strong>n global,* ob. cit., p. 337.(5)Junto a todo ello, se alu<strong>de</strong> reiteradamente al hecho <strong>de</strong> que un mo<strong>de</strong>lo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa es imposible, no ya porrazones técnicas sino porque no pue<strong>de</strong> superar las dificulta<strong>de</strong>s que la complejidad plantea al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>mocrático. Al respecto,L. AGUIAR <strong>de</strong> LUQUE, El impacto <strong>de</strong> las nuevas tecnologías sobre el principio <strong>de</strong> representación: ¿Democracia directa y<strong>de</strong>mocracia representativa?,* ob. cit., p. 27; E. W. BÖCKENFÖRDE, Estudios sobre el Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho y la <strong>de</strong>mocracia, *ob. cit., p. 47; R. Del ÁGUILA, La senda <strong>de</strong>l mal. Política y razón <strong>de</strong> Estado, * ob. cit., pp. 150 y 152; B. MANIN, Los principios<strong>de</strong>l gobierno representativo, * ob. cit., p. 20; J. HASKELL, Direct Democracy or Representative Government. Dispelling thePopulist Mith, Westwiew Press, 2001; J.K. KAMPEN y K. SNIJKERS, E-Democracy. A critical evaluation of the Ultimate E-Dream,Social Science Computer Review, vol. 21, nº 4.33


azones técnicas son secundarias <strong>para</strong> explicar laprevalencia universal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo representativo.La representación acompañada <strong>de</strong> <strong>una</strong><strong>de</strong>liberación racional serviría <strong>para</strong> cerrar conperfección la escisión entre comunidad y estadoy entre justicia y bien común. La concreción <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia exige <strong>de</strong> la representación aunquepueda ser completada con mo<strong>de</strong>los plebiscitariosque servirían <strong>para</strong> enriquecer su caudal<strong>de</strong>mocrático pero que nunca podrían ocupar<strong>una</strong> posición <strong>de</strong> privilegio (5) .Ahora bien, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa no pue<strong>de</strong> realizarse sin re<strong>para</strong>ren los <strong>de</strong>fectos objetivos <strong>de</strong> su funcionamiento.No basta con alegar que es mejor sistema que la<strong>de</strong>mocracia directa o con poner <strong>de</strong> relieve lasdificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> poner en práctica este mo<strong>de</strong>lo.Es necesario realizar <strong>una</strong> lectura crítica <strong>de</strong>l sistemarepresentativo y procurar corregir sus principalesdisfunciones. Asimismo, habrá que contemplarla posibilidad <strong>de</strong> enriquecer su componenteparticipativo.Como se indicó, la creencia <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa se justifica sólo por razones técnicasy que es contraria por <strong>de</strong>finición a la concepción<strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia como ejercicio autónomo y directo<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r por parte <strong>de</strong>l pueblo, sustenta en buenaparte la filosofía <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa (6) .Como se ha señalado, en los últimos años, se hageneralizado la impresión <strong>de</strong> que el reciente<strong>de</strong>sarrollo tecnológico está en la raíz <strong>de</strong>l revival <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia directa. Si bien ello es en gran partecierto, no pue<strong>de</strong> olvidarse que un resurgimiento<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología encarnada en la <strong>de</strong>mocraciadirecta tuvo ya lugar con el auge y proliferación<strong>de</strong> los son<strong>de</strong>os <strong>de</strong> opinión. En realidad, se trata<strong>de</strong> un i<strong>de</strong>al presente <strong>de</strong> manera constante enla conciencia colectiva y que resurge cuando sepresenta <strong>una</strong> ocasión oport<strong>una</strong> que pue<strong>de</strong> tenernaturaleza muy diversa.Antes <strong>de</strong> examinar con cierto <strong>de</strong>tenimiento lastesis que sustentan la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia directa como mo<strong>de</strong>lo alternativoválido a la <strong>de</strong>mocracia representativa y las críticasque las mismas merecen, bueno será <strong>de</strong>jarconstancia <strong>de</strong> la práctica <strong>una</strong>nimidad existentesobre la repercusión <strong>de</strong> las nuevas tecnologíassobre el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>mocrático. Pue<strong>de</strong>n existirdiscrepancias sobre la importancia <strong>de</strong> esa influenciay así hay quien opina que la alteración <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong>mocrático será sustantiva frente a quienesconsi<strong>de</strong>ran que los cambios serán cualitativamentemenores. Por otra parte, existe quienes sólo venventajas en unos instrumentos <strong>de</strong> gran potencial<strong>de</strong>mocrático y hay quienes ven en los mismosel primer problema <strong>para</strong> la <strong>de</strong>mocracia que ha<strong>de</strong> venir. Pero prácticamente nadie afirma laneutralidad (7) . Una neutralidad que el paso <strong>de</strong>ltiempo ha <strong>de</strong>smentido <strong>de</strong>finitivamente. Loshechos estan <strong>de</strong>mostrando que esa influenciano es pre<strong>de</strong>cible, surge <strong>de</strong> la misma manera queesas tecnologías se han <strong>de</strong>sarrollado socialmente.De forma espontánea, sin planificación, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>impulsos sociales que sirven <strong>de</strong> cauce a nuevasformas y agentes <strong>de</strong> participación política. Dehecho, son numerosos los acontecimientos(6)En la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa siempre se pue<strong>de</strong> encontrar el eco <strong>de</strong>l temor <strong>de</strong> Rousseau a ce<strong>de</strong>r con la representaciónalgo irre<strong>para</strong>ble <strong>para</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la autonomía (J. J. ROUSSEAU, El contrato social, * ob. cit., p. 99).(7)Así, S. RODOTA, La démocratie electronique, * ob. cit, p. 11; E. GARCÍA GUITIAN, Sobre la <strong>de</strong>mocracia en el ámbitointernacional,* ob. cit., p. 93; A. RUIZ MIGUEL, La igualdad política, Derechos y liberta<strong>de</strong>s nº 11, 2002, p. 78. Por su parte,Comago Prieto establece distintas modulaciones <strong>para</strong> la relación entre nuevas tecnologías y <strong>de</strong>mocracia: Distintas modulacionescon las que se presenta la relación nuevas tecnologías/<strong>de</strong>mocracia: a) modulación institucional: la <strong>de</strong>mocracia electrónicacomo base <strong>para</strong> la eficacia y eficiencia; b) modulación participativa: la <strong>de</strong>mocracia electrónica como base <strong>para</strong> la revitalización<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia; c) modulación utilitarista: la <strong>de</strong>mocracia electrónica como herramienta en un mercado político tecnologizado;d) modulación comunitarista: la <strong>de</strong>mocracia electrónica como cauce <strong>para</strong> la autoafirmación i<strong>de</strong>ntitaria y la formación <strong>de</strong>nuevas comunida<strong>de</strong>s electrónicas; e) modulación <strong>de</strong>liberativa: la <strong>de</strong>mocracia electrónica como práctica dialógica y discursiva,este enfoque subraya la posibilidad <strong>de</strong> nuevos procedimientos <strong>de</strong> participación política, incluso en los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>liberaciónprevios previos a la adopción <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones; f) modulación radical: la <strong>de</strong>mocracia electrónica como praxis simbólica contestariao alternativa (N. COMAGO PRIETO, El <strong>de</strong>bate sobre la <strong>de</strong>mocracia electrónica y la crisis <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia representativa: críticay replanteamiento <strong>de</strong>l problema en Las tecnologías <strong>de</strong> la información y la e-<strong>de</strong>mocracia, * ob. cit., pp. 54-58); F. PAU i VALL,Democracia e Internet, * ob. cit., pp. 199-200.34


políticos significativos <strong>de</strong> los últimos años<strong>de</strong>terminados por el soporte tecnológico. Des<strong>de</strong>las movilizaciones contra la guerra <strong>de</strong> Irak hastala campaña que ha hecho posible la elección<strong>de</strong> Barak Obama como Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los EstadosUnidos, los ejemplos se suce<strong>de</strong>n y es posiblever como reducir la presencia <strong>de</strong> esas tecnologíasal <strong>de</strong>bate sobre el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>mocrático esinsuficiente.Como es evi<strong>de</strong>nte, todas las tesis que postulanel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la tele<strong>de</strong>mocracia beben enfuentes clásicas, críticas con la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa. Así, Rousseau renace po<strong>de</strong>rosocon su mencionada afirmación <strong>de</strong> que el puebloque se da representantes <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser libre. Lospostulados <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa, enterradosbajo el manto <strong>de</strong> <strong>una</strong> imposibilidad material,resucitan cuando esa imposibilidad parece<strong>de</strong>saparecer. El terreno queda expedito <strong>para</strong>poner en práctica todos los sueños (8) .Pero la <strong>de</strong>mocracia directa sigue teniendo losriesgos <strong>de</strong> siempre y alguno nuevo y sonnumerosos los autores que los han <strong>de</strong>nunciado,advirtiendo <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s utopías<strong>de</strong>mocráticas (9) . Des<strong>de</strong> luego, no es un peligro<strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñable que, por muy <strong>para</strong>dójico que parezca,frente a la ilusión y espejismo que pue<strong>de</strong>representar la <strong>de</strong>mocracia directa, el resultadosea <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> élites en la que sólo<strong>una</strong> minoría opina y <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>. La crítica a losmo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa es amplia y traea colación cuestiones muy diversas como lacomplejidad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones a adoptar, suincompatibilidad con un mo<strong>de</strong>lo pausado <strong>de</strong>adopción <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, la <strong>de</strong>sinformación <strong>de</strong>lvoto asociado a dicho mo<strong>de</strong>lo o la ingenuidad<strong>de</strong> confundir al hombre con el ciudadano, porcitar alguno <strong>de</strong> los más utilizados (10) . Junto aestos argumentos u otros similares, hay queconsi<strong>de</strong>rar los recelos que <strong>de</strong>spiertan la irrupción<strong>de</strong> los movimientos sociales no ya como sujetosactivos <strong>de</strong> la vida política sino como encarnación<strong>de</strong> la legitimidad o la pervivencia significativa<strong>de</strong> la tesis <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia débil.La mejor manera <strong>de</strong> cuestionar y <strong>de</strong>bilitar estemo<strong>de</strong>lo es enfrentarlo a su realidad. No bastacon <strong>de</strong>cir que los ciudadanos <strong>de</strong>ben serconsultados sobre los asuntos que los afectanporque ello es hoy posible. Las <strong>de</strong>cisiones quese adoptan por un gobierno, por <strong>una</strong><strong>administración</strong>, son millones todos los días. Sinnecesidad <strong>de</strong> llegar a la exageración, limitándosea las <strong>de</strong>cisiones significativas, éstas son múltiplescada día. Es evi<strong>de</strong>nte que habría que seleccionarcuáles se someten a consulta, y <strong>de</strong>terminarquién las selecciona, y cómo se formulan. Nadahay que <strong>de</strong>cir sobre las innumerables dificulta<strong>de</strong>sque plantea esa selección. Pero, a<strong>de</strong>más, no sepue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer la necesidad <strong>de</strong>l matiz,imposible en consultas como las <strong>de</strong>scritas. O lanecesidad <strong>de</strong> establecer priorida<strong>de</strong>s y jerarquíaspropias <strong>de</strong> toda acción <strong>de</strong> gobierno. Sin serconscientes, la complejidad surge como cuestiónJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(8)No se olvida la pervivencia <strong>de</strong> sistemas políticos en los que la <strong>de</strong>mocracia directa <strong>de</strong>sempeña en la actualidad un papel relevante.Su propia excepcionalidad es la mejor <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong>l papel que en general correspon<strong>de</strong> a esta forma <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.Sobre la <strong>de</strong>mocracia directa en Suiza, California e Italia, véase, Y. PAPADOPOULOS, Démocratie directe,* ob. cit., pp. 37-81.(9)La tele<strong>de</strong>mocracia ha sido criticada <strong>de</strong> manera significativa por Joan Majó. Para este autor es indudable que <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocraciaque sometiese a consi<strong>de</strong>ración universal cuestiones diversas <strong>de</strong> manera constante, sería <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia manipulable, fluctuantepor la fragilidad <strong>de</strong> sus conclusiones y, por tanto, llena <strong>de</strong> riesgos, entre los que no sería el menor el <strong>de</strong> la tiranía <strong>de</strong> la opiniónpública, <strong>una</strong> tiranía que <strong>de</strong>jaría fuera <strong>de</strong>l sistema a los grupos sociales marginales por no tener acceso a las nuevas tecnologías(En este sentido, J. MAJÓ, La nova <strong>de</strong>mocracia, en www.web<strong>de</strong>mocracia.org, p. 3). También son críticos con la ciber<strong>de</strong>mocracia,entre otros muchos, J. CANO BUESO, En torno a las transformaciones <strong>de</strong> la representación política, * ob. cit., pp. 802-803;Y. PAPADOPOULOS, Démocratie directe, * ob. cit., pp. 194-200; J. FISHKIN, Democracia y <strong>de</strong>liberación, Ariel, 1995, p. 45(10)Veánse A. RUIZ MIGUEL, La igualdad política, * ob. cit., pp. 76-78; N. COMAGO PRIETO, El <strong>de</strong>bate sobre la <strong>de</strong>mocraciaelectrónica y la crisis <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia representativa: crítica y replanteamiento <strong>de</strong>l problema, ob. cit., p. 72; J. STREET, Remotecontrol: politics, technology and electronic <strong>de</strong>mocracy, European Journal of Communication Vol. 12 nº 1, 1997, p. 33. Essintomático recordar el escepticismo <strong>de</strong> Kautsky frente a las fórmulas <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa, en oposición a numerosos <strong>de</strong>sus correligionarios que veían en ella el instrumento que habría <strong>de</strong> llevar a la clase trabajadora al po<strong>de</strong>r (K. KAUTSKY,Parlamentarismo y <strong>de</strong>mocracia, * ob. cit., p. 197).35


fundamental a resolver. Es la complejidad <strong>de</strong>lEstado y <strong>de</strong> la vida social aquello que se alzacomo primer obstáculo <strong>para</strong> la materialización<strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo como el señalado (11) .Junto a ello, no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñarse la necesidad<strong>de</strong> arropar la política con mitos y ropajes. Sin losmismos, su <strong>de</strong>bilidad sería mayor. Se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong>cobertura legada por la historia. Una historia <strong>de</strong>siglos a la que no se pue<strong>de</strong> renunciar, so riesgo<strong>de</strong> la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> un peligroso <strong>de</strong>snudo. Lamáquina es fría y el hielo acabaría afectando atodo el funcionamiento <strong>de</strong>l sistema político. ElParlamento como escenario, como lenguaje, comoicono <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, aporta a ésta un valorirrenunciable. En tiempos en los que es necesarioocupar un lugar en el imaginario colectivo, seríasuicida <strong>para</strong> el sistema <strong>de</strong>mocrático renunciara su imagen más reverenciada. Al contrario, <strong>de</strong>berealizarse todo lo posible por potenciar la mismay proyectarla <strong>de</strong> manera universal.Ahora bien, el hecho <strong>de</strong> que las objeciones <strong>de</strong>todo tipo planteadas a la <strong>de</strong>mocracia directapuedan tener la fuerza suficiente como <strong>para</strong>frenar su puesta en marcha, no significa quelos planteamientos sobre los que <strong>de</strong>scansa la<strong>de</strong>mocracia representativa puedan permanecerinalterados. Des<strong>de</strong> dos perspectivas distintas hayque consi<strong>de</strong>rar afectado el actual mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><strong>de</strong>mocracia representativa. En primer lugar, porel inevitable cuestionamiento que supone la meraposibilidad <strong>de</strong> llevar a la práctica fórmulas más“completas” <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>mocrática. Ensegundo lugar, por el amplio abanico <strong>de</strong>posibilida<strong>de</strong>s que <strong>para</strong> la teoría y praxis políticaplantea el citado <strong>de</strong>sarrollo tecnológico. En efecto,lejos <strong>de</strong> moverse entre blancos y negros, el estadoactual <strong>de</strong> la tecnología permite articular distintosinstrumentos que sin hacer per<strong>de</strong>r al mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong>mocrático su carácter representativo lopuedan enriquecer sobremanera con canalescomplementarios <strong>de</strong> participación e información.Lo que es innegable es que, como se señaló, losciudadanos y colectivos sociales harán uso <strong>de</strong>esa tecnología con fines políticos. Precisamente,<strong>una</strong> <strong>de</strong> las características más acusadas <strong>de</strong> esteproceso es la marginalidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público ensu impulso y <strong>de</strong>sarrollo. Por ello, las instituciones,y muy singularmente el Parlamento, <strong>de</strong>ben realizarun esfuerzo especial <strong>de</strong> sensibilidad hacia loscambios <strong>de</strong> comportamiento política que sesuce<strong>de</strong>n en la sociedad. De lo contrario, el riesgo<strong>de</strong> verse <strong>de</strong>finitiva e irremediablemente superadosserá algo más que <strong>una</strong> mera consi<strong>de</strong>raciónhipótesis teórica <strong>de</strong> estudio.Así, más que en la posibilidad <strong>de</strong> eliminar lasbarreras que hacían inviable la <strong>de</strong>mocracia directa,la importancia <strong>de</strong> la aportación tecnológica a lapráctica <strong>de</strong>mocrática estriba en las opciones queofrece <strong>para</strong> articular un sistema capaz <strong>de</strong> ampliarcuantitativa y cualitativamente las posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión y participación <strong>de</strong> los ciudadanos enel proceso político. En función <strong>de</strong> la perspectivaelegida o, si se quiere <strong>de</strong> la intensidad dada a loselementos participativos, se entien<strong>de</strong> que laaplicación al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> las nuevastecnologías surge <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia representativanotablemente complementada por elementosparticipativos o lo que ha venido en <strong>de</strong>nominarse<strong>de</strong>mocracia continua, mo<strong>de</strong>lo que no se referiríasólo al tiempo sino también al espacio y que(11)Véase al respecto, G. SARTORI, En <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la representación política, Claves <strong>de</strong> Razón Práctica nº 91, 1999, pp. 2-6.El mismo autor señala que ning<strong>una</strong> técnica <strong>de</strong>cisional individual cumple las cinco exigencias que <strong>de</strong>be satisfacer un sistema<strong>de</strong>cisional: a) atribuir a todos, entendidos individualmente, un mismo peso <strong>de</strong>cisorio; b) tener en cuenta la <strong>de</strong>sigual intensidad<strong>de</strong> las preferencias individuales; c) producir resultados <strong>de</strong> suma positiva; d) minimizar los riesgos externos; e) mantener bajoslos costes <strong>de</strong>cisionales (G. SARTORI, Elementos <strong>de</strong> teoría política, ob. cit., p. 304).(12)En cualquier caso, lo que sí pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como unánimamente aceptado es que en la actualidad la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be completarse con fórmulas participativas extraídas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las nuevas tecnologías S.RODOTÀ, La démocratie électronique, ob. cit., p. 12 y 76; R. LOUVIN y J. LORD ALDERNICE, I Parlemento regionali nell’ eradi Internet, * ob. cit., p. 14; L. AGUIAR <strong>de</strong> LUQUE, El impacto <strong>de</strong> las nuevas tecnologías sobre el principio <strong>de</strong> representación¿Democracia directa y <strong>de</strong>mocracia representativa?,* ob. cit., p. 29; A. E. PEREZ LUÑO, Democracia directa y <strong>de</strong>mocraciarepresentativa en el sistema constitucional español, * ob. cit., p. 76. Sobre la complementariedad entre participación y<strong>de</strong>liberación, J. FISHKIN, Democracia y <strong>de</strong>liberación, ob. cit., pp. 50-51.36


sería i<strong>de</strong>ntificable con <strong>una</strong> nueva dimensióninstitucional <strong>de</strong> la acción política y <strong>de</strong> laconstrucción <strong>de</strong> la ciudadanía. De alg<strong>una</strong>manera, la complementariedad entre<strong>de</strong>mocracia directa y <strong>de</strong>mocracia representativallama a la complementariedad entre participacióny análisis (12) .Bajo estas premisas, hay quien ha llegado aafirmar que en el escenario <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia representativa, la irrupción <strong>de</strong> latecnología pue<strong>de</strong> acabar por hacer totalmenteinútil la existencia <strong>de</strong>l Parlamento. Sin embargo,las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>mocrático<strong>de</strong>muestran que ello está lejos <strong>de</strong> ser verdad.Y no es sólo la referida necesidad <strong>de</strong> articularrespuesta satisfactoria a los numerososinterrogantes <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la complejidadpolítica y social <strong>de</strong>l sistema, lo que provoca <strong>una</strong>respuesta tan categórica. Frente a aquellos queven en esas tecnologías un enemigo po<strong>de</strong>roso<strong>para</strong> la Institución, conviene subrayar su firmecompatibilidad. De hecho, la renovación <strong>de</strong>lParlamento habrá <strong>de</strong> venir, en gran medida, <strong>de</strong>la mano <strong>de</strong>l nuevo papel que el <strong>de</strong>sarrollotecnológico le permite realizar en el escenario<strong>de</strong>mocrático. La a<strong>de</strong>cuada utilización <strong>de</strong> lasherramientas tecnológicas le posibilitaráenriquecerse con nuevos cauces <strong>de</strong> participaciónhasta el punto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r convertirse en lareferencia ineludible <strong>de</strong> la continuidad <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia (13) .Por otra parte, es preciso advertir que no todo enla irrupción tecnológica implica más <strong>de</strong>mocracia.También existen problemas, y no <strong>de</strong> pequeñaimportancia. Así, el enriquecimiento que <strong>para</strong>el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia representativa pue<strong>de</strong>nsuponer los canales <strong>de</strong> participación e informaciónque ofrece esa tecnología a la política, planteaal estudioso <strong>una</strong> interesante <strong>para</strong>doja. Laprofundización en los elementos participativos<strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>mocrático no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sligarse <strong>de</strong>la <strong>para</strong>lela necesidad <strong>de</strong> un mayor conocimiento,que no simple información, en aquellos llamadosa participar. La citada reflexión queda reforzadaa la luz <strong>de</strong> lo que <strong>para</strong> la misma supone laconsolidación <strong>de</strong>l escenario tecnológico. Laconclusión no pue<strong>de</strong> ser sino que profundizar enlos elementos participativos <strong>de</strong>l sistema, comoparece inevitable, supone, simultáneamente,incorporar <strong>una</strong> dosis <strong>de</strong> elitismo a la políticafrente a la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>mocratizadora <strong>de</strong> lamisma dominante durante el último medio siglo.La utilización y aprovechamiento <strong>de</strong> esastecnologías, dista <strong>de</strong> ser algo general. Contodavía mayores dificulta<strong>de</strong>s se topa laconversión <strong>de</strong> la información que proporcionanen conocimiento. De esta manera, y<strong>para</strong>dójicamente, no es exagerado <strong>de</strong>cir quesu irrupción en la política, presunta y realmentefavorecedora <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>,pue<strong>de</strong> acabar en un mo<strong>de</strong>lo menos<strong>de</strong>mocrático, un mo<strong>de</strong>lo en el que <strong>una</strong>s eliteshayan adquirido un elevado grado <strong>de</strong> influenciaa través <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> participaciónque se ofrecen y <strong>una</strong> mayoría <strong>de</strong> la poblaciónresulte <strong>de</strong> hecho discriminada en la intensidad<strong>de</strong> la participación política (14) .La participación política no pue<strong>de</strong> quedarrestringida a aquellos que sepan <strong>de</strong>senvolverseen el mundo <strong>de</strong> las nuevas tecnologías. Suemergencia tiene como uno <strong>de</strong> los mayoresriesgos el abrir <strong>una</strong> nueva vía <strong>de</strong> fractura social.La que separe a aquellos que aprovechen ydisfruten su utilización <strong>de</strong> aquellos que que<strong>de</strong>nmarginados <strong>de</strong> sus beneficios como consecuencia<strong>de</strong> su <strong>de</strong>sconocimiento o no posibilidad <strong>de</strong>acceso. Es misión fundamental <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>respúblicos evitar que esta brecha se consoli<strong>de</strong> yorigine <strong>una</strong> nueva y peligrosa dualidad social.Al Parlamento le correspon<strong>de</strong>rá aten<strong>de</strong>r a estereto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su perspectiva. Es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lapolítica. Así, su función será, básicamente, evitarJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(13)Un buen ejemplo <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s que las nuevas tecnologías ofrecen a la relación Parlamento-ciudadanos en, P.MAMBREY, H-P. NEUMANN y K. SIEVERDINGBECK, Bridgin the Gap between Parliament and Citizan-the Internet services ofthe German Bun<strong>de</strong>stag,* ob. cit., pp. 483-490.(14)Sobre la <strong>de</strong>mocracia directa y la fractura <strong>de</strong> la igualdad política, Y. PAPADOPOULOS, Démocratie directe, ob. cit., pp. 177-186.37


que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las nuevas tecnologías hagasurgir <strong>una</strong> sociedad dual en torno a la vidapública y la participación política. En consecuencia,no sólo <strong>de</strong>berá procurar que las ventajasparticipativas que facilitan lleguen a todos sinoque <strong>de</strong>berá ser garantía <strong>de</strong> que, en últimainstancia, el espectro social se encuentrapolíticamente representado en toda supluralidad. Paliar las <strong>de</strong>rivas elitistas yminoritaristas a las que se enfrenta el sistemapolítico se convierte en uno <strong>de</strong> los primerosretos que en los próximos años habrán <strong>de</strong>enfrentar las instituciones <strong>de</strong>mocráticas.ciudadanos se encuentren más vinculados tantoa sus representantes como a la actividad queéstos <strong>de</strong>spliegan. Simultáneamente, habrá<strong>de</strong> reivindicar el valor y concepto <strong>de</strong> larepresentación. Des<strong>de</strong> un mayor nutriente,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> mayor participación, esa tarea serámás sencilla, facilitando el ejercicio <strong>de</strong> la función<strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo que correspon<strong>de</strong> a la políticainstitucionalizada.El Parlamento <strong>de</strong>be servir a reforzar la vinculaciónentre la opinión pública y el sistema <strong>de</strong>mocrático.Una opinión pública que, cada vez en mayormedida, va a tener en Internet uno <strong>de</strong> losinstrumentos esenciales <strong>para</strong> su conformación.El Parlamento no pue<strong>de</strong> permitir que le sucedalo mismo que cuando se <strong>de</strong>sarrollaron los medios<strong>de</strong> comunicación social <strong>de</strong> masas. El hecho <strong>de</strong>que en su momento no se adaptase a lastransformaciones <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> su consolidaciónha sido uno <strong>de</strong> sus principales lastres <strong>para</strong> lograrlos fines que le son inherentes. La tecnologíasupone, necesariamente, <strong>una</strong> revolución en elproce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la comunicación y, por tanto, enla realidad y conformación <strong>de</strong> la opinión pública.El Parlamento, lejos <strong>de</strong> mostrarse ajeno a susuce<strong>de</strong>r, tiene que aprovechar las ventajas quele ofrece la nueva situación <strong>para</strong> paliar uno <strong>de</strong>sus mayores déficits, su relación con ese público.Más allá <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate sobre la vigencia/conveniencia<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa y la suficiencia <strong>de</strong>lactual mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia representativa,el po<strong>de</strong>r público está obligado a favorecer el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevos instrumentos <strong>de</strong>participación. La calidad <strong>de</strong> la representaciónlo exige y la nueva cultura <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollotecnológico, le enfrenta al <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>ra exigencias sociales nuevas y po<strong>de</strong>rosas (15) . Enesta encrucijada, el Parlamento ha <strong>de</strong> optar porun mo<strong>de</strong>lo favorecedor <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia másparticipativa, <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia en la que los(15)Véase, R. VARGAS-MACHUCA, La calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, ob. cit, p. 38.38


3. El <strong>de</strong>recho al Parlamento.Necesidad y eficacia transformadora<strong>de</strong> nuevos <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> participaciónpolítica3.1. Parlamento y ciudadaníaSi son muchas las cosas que han cambiado, sison numerosos los retos y problemas quepue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse novedosos <strong>para</strong> elParlamento, no es menos cierto que su primerproblema, su primer objetivo, es el mismo queaquél que le acompañaba en los años <strong>de</strong> s<strong>una</strong>cimiento. Lograr que los ciudadanos se sientanverda<strong>de</strong>ramente representados por susdiputados sigue siendo núcleo <strong>de</strong>l serparlamentario. El Parlamento, como institucióny a través <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los diputados que loconforman, no pue<strong>de</strong> olvidar que su <strong>de</strong>uda es<strong>para</strong> con los ciudadanos. Los ciudadanos nosólo <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n cada cuatro años la composición<strong>de</strong> las cámaras sino que les dan razón <strong>de</strong> seren su actuación cotidiana.Por ello, es preciso mirar al concepto <strong>de</strong>ciudadanía y hacerlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las modulacionesque al mismo pue<strong>de</strong> aportar un Parlamentorenovado. Pero antes <strong>de</strong> pensar sobre el futuroes preciso <strong>de</strong>tenerse en la forma <strong>de</strong> incidir enel concepto tradicional <strong>de</strong> ciudadanía. En estesentido, la primera observación a realizar esque ningún mo<strong>de</strong>lo institucional pue<strong>de</strong> ir másallá <strong>de</strong>l razonable celo político que cabe predicar<strong>de</strong> los ciudadanos. Lo contrario no sólo abocaríaa planteamientos irrealizables sino que dañaríacualquier intento realista <strong>de</strong> reforma. La opinióny voluntad <strong>de</strong> los ciudadanos, su forma <strong>de</strong>relacionarse con la política, no pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rsecomo ajena al sistema, como algo que haya <strong>de</strong>ser tomado en consi<strong>de</strong>ración sólo comoreferencia indicativa. Por el contrario, se trata<strong>de</strong> algo esencial, nuclear. Difícilmente un sistemapolítico es cuestión distinta al ser político <strong>de</strong>los ciudadanos que lo conforman.Lo anterior es especialmente relevante si setoma en consi<strong>de</strong>ración, que, <strong>de</strong> acuerdo a lamayoría <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> opinión públicarealizados al respecto, normalmente, losciudadanos no tienen a la política entre suspreocupaciones cotidianas. Desean participaren la elección <strong>de</strong> los gobernantes y disfrutar <strong>de</strong>las garantías <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong>mocrático, perono exigen ir más allá. Es sólo <strong>una</strong> minoría, seafirma, la que quiere <strong>una</strong> participación constantey con mayor capacidad <strong>de</strong> influencia. Estaafirmación ha llevado pensar en la irrelevancia<strong>de</strong> los esfuerzos por fortalecer los instrumentos<strong>de</strong> participación política. Circunscribiéndose alámbito que es propio a estas páginas, ellosupondría negar la vía elegida como camino<strong>de</strong> reforma. Frente al cambio <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>loparlamentario <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la participación y sucorrespondiente inserción social, emergeríanlas reformas meramente ligadas a cuestionesorganizativas y procedimentales. Ir más allá nosólo no se correspon<strong>de</strong>ría con las <strong>de</strong>mandassociales sino que perjudicaría el funcionamiento<strong>de</strong> la Institución.Así, es necesario <strong>de</strong>tenerse a consi<strong>de</strong>rar la<strong>de</strong>scripción realizada <strong>de</strong> la relación vigente entreel ciudadano y la política. Aun, aceptando lamayor, es <strong>de</strong>cir que en la actualidad sólo es <strong>una</strong>minoría quien <strong>de</strong>sea mayores dosis <strong>de</strong> participacióny que la mayoría prefiere <strong>una</strong> distancia yespecialización como las existentes, se planteandos vías <strong>de</strong> crítica con significativas consecuencias.Por <strong>una</strong> parte, hay que consi<strong>de</strong>rar si <strong>de</strong>l paisaje<strong>de</strong>scrito se <strong>de</strong>duce necesariamente la bondad <strong>de</strong>la situación actual. Por otra, habrá que reflexionarsobre si ese paisaje es el fruto <strong>de</strong> <strong>una</strong> actitudinamovible, casi natural al ser humano, o si,por el contrario, pue<strong>de</strong> ser modificada, al menosparcialmente, con nuevos instrumentos y, sobretodo, con nuevas actitu<strong>de</strong>s y hábitos.Si se examina la primera <strong>de</strong> las perspectivascitadas, son diversos los argumentos que pue<strong>de</strong>ntraerse a colación <strong>para</strong> cuestionar la postura <strong>de</strong>aquellos que estiman que los cauces <strong>de</strong> relaciónentre el ciudadano y la política vigentes en laactualidad son esencialmente correctos y suficientesy que lo que se requiere es que funcionen <strong>de</strong>manera eficaz, sin cortapisas, ni, sobre todo,José TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa39


sombras <strong>de</strong> corrupción en el sistema. Así, frentea aquellos que cuestionan la introducción <strong>de</strong>nuevos instrumentos participativos por la alicaídavida que siguen los existentes, podría <strong>de</strong>cirse, sinnecesidad <strong>de</strong> entrar en el análisis <strong>de</strong> la virtualidad<strong>de</strong> los mismos, que el sistema no sólo se legitimapor el grado <strong>de</strong> utilización que <strong>de</strong> sus instrumentos<strong>de</strong> participación se haga. Su legitimidad radicatambién en la mera existencia <strong>de</strong> vías que ofrezcana los ciudadanos la posibilidad <strong>de</strong> expresar suopinión y en los esfuerzos que se hagan <strong>para</strong>que éstas sean utilizadas. Des<strong>de</strong> esta perspectiva,es difícil cuestionar que incrementar esos caucese incentivar su utilización, por el mero hecho<strong>de</strong> hacerlo, contribuye a legitimar el sistema,<strong>de</strong>bilitando las críticas. Si los cauces <strong>de</strong> participaciónque se arbitran son relevantes cuantitativa ycualitativamente y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el po<strong>de</strong>r público seimpulsa su utilización, la fortaleza moral <strong>de</strong>lsistema crecerá eliminando grietas y argumentosa sus enemigos.En segundo lugar, pue<strong>de</strong> alegarse la notableimportancia y significación <strong>de</strong> la minoría que<strong>de</strong>sea <strong>una</strong> participación más constante y activaen la vida política. Se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> minoríaintensa y, normalmente, con un alto grado <strong>de</strong>influencia sobre la opinión pública. Una minoríaque, a<strong>de</strong>más, en el tiempo presente, no esperaque las instituciones pongan en marcha nuevoscanales <strong>de</strong> participación <strong>para</strong> incrementar supresencia pública. Esa minoría es hoy vanguardiaen el aprovechamiento <strong>de</strong> la tecnología <strong>para</strong>fortalecer la presencia social y los movimientosciudadanos. Precisamente, el hecho <strong>de</strong> que esastecnologías multipliquen las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>hacer política informal es uno <strong>de</strong> los argumentosmás relevantes <strong>para</strong> avalar en la actualidad lareforma institucional. No pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocerseque esta circunstancia favorece el crecimientocuantitativo <strong>de</strong> esa minoría activa. Por otraparte, con ello, cabe aventurar <strong>una</strong> intensificación<strong>de</strong> la sectorialización <strong>de</strong> esa participación. Lamayoría <strong>de</strong> los ciudadanos pue<strong>de</strong>n no estarinteresados en un seguimiento constante <strong>de</strong>los avatares políticos generales. Sin embargo,<strong>para</strong> <strong>una</strong> parte significativa sí pue<strong>de</strong> tener interésla posibilidad <strong>de</strong> participar, influir o informarse,sobre materias concretas que son las queconstituyen el objeto <strong>de</strong> su actividad o interés.La participación sectorializada pue<strong>de</strong> acabarinteresando a un amplio espectro <strong>de</strong> ciudadanosy, en consecuencia, incrementar significativamentela atención por los cauces <strong>de</strong> relación con elpo<strong>de</strong>r político.Junto a estos argumentos, y otros semejantesque podrían ser traídos a colación <strong>para</strong>cuestionar la inercia actual, es forzoso <strong>de</strong>tenerseen consi<strong>de</strong>rar si el <strong>de</strong>sapego generalizado enrelación con la política y los políticos no tiene<strong>una</strong>s causas cuya modificación contribuiría aalterar la situación. Antes <strong>de</strong> proseguir estalínea argumental es conveniente señalar comorecientes experiencias <strong>de</strong>muestran con claridadque en <strong>de</strong>terminadas situaciones, cuando sepercibe que hay algo realmente importante enjuego, el ciudadano se compromete y olvida sudistancia. Las referencias que se realizan son,pues, <strong>para</strong> tiempos que bien pue<strong>de</strong>n ser llamados<strong>de</strong> normalidad. Es sobre los mismos sobre losque, <strong>para</strong>dójicamente, se proyectan las sombrasmás negras que en la actualidad manchan lapraxis <strong>de</strong>mocrática.Es posible que la política no pueda ser materia<strong>de</strong> atención constante y universal. Seguramente,a<strong>de</strong>más, es cierto que no es conveniente queasí sea. Pero entre los extremos, existen caminosintermedios que bien pue<strong>de</strong>n pasar por crear<strong>una</strong> cultura pública más incentivadora <strong>de</strong> lapresencia <strong>ciudadana</strong> en la política o por favorecerla mencionada participación sectorializada.Junto a ello, esta la inexcusable necesidad <strong>de</strong>quitar a la política el óxido que hoy la mancha.Nada bueno pue<strong>de</strong> provenir <strong>de</strong> <strong>una</strong> actitudcrítica, cáustica y <strong>de</strong>sconfiada en el mejor <strong>de</strong>los casos. En situación <strong>de</strong> normalidad pue<strong>de</strong>presuponerse que nada suce<strong>de</strong>. Pero nada haceposible exten<strong>de</strong>r la creencia a situacionesextraordinarias. La propia singularidad <strong>de</strong> los<strong>de</strong>safíos a los que ha <strong>de</strong> hacer frente el or<strong>de</strong>npolítico obliga a pensar en cambios significativos<strong>de</strong> estrategia y comportamiento que haganviable <strong>una</strong> mayor confianza <strong>de</strong> los ciudadanos40


en sus instituciones y representantes. No setrata, pues, <strong>de</strong> generalizar el animal político ni<strong>de</strong> evocar ágoras imposibles. Se trata <strong>de</strong> cambiarcomportamientos, eliminar vicios, establecercauces comunicativos y, porque no, <strong>de</strong> limpiarfachadas cuya excesiva suciedad pue<strong>de</strong> hacerlasproclives al engaño.La salud y la estabilidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia no<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, sólo <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> susinstituciones. Depen<strong>de</strong>n, en medida muysignificativa, <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>los ciudadanos. Pero sería injusto <strong>de</strong>tenerse enesta afirmación sin referirse a la cuota <strong>de</strong>responsabilidad que sobre esas actitu<strong>de</strong>s poseenaquellos que personifican el quehacer político.El político tiene que adoptar actitu<strong>de</strong>s quepropicien el respeto <strong>de</strong> los ciudadanos por sutrabajo y empren<strong>de</strong>r políticas que eduquen enel respeto y necesidad <strong>de</strong> lo público. Su <strong>de</strong>ber esgran<strong>de</strong> al respecto. Le correspon<strong>de</strong> un li<strong>de</strong>razgoque transcien<strong>de</strong> el mero ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>para</strong>ser <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> la actitud con la que secontemple la vida pública por la mayoría <strong>de</strong> losciudadanos. Ello no supone eximir <strong>de</strong> cualquierresponsabilidad al individuo. Sería tan equivocadocomo irreal. Pero se trata <strong>de</strong> un juego <strong>de</strong> equilibrios,<strong>de</strong> flujos <strong>de</strong> mutua alimentación, en los que laprimera obligación siempre ha <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ral que ejerce el po<strong>de</strong>r, al que es elegido <strong>para</strong> elloy, en consecuencia, ostenta el li<strong>de</strong>razgo y laresponsabilidad.La conclusión no pue<strong>de</strong> ser otra que la <strong>de</strong>afirmar la necesidad <strong>de</strong> introducir importantescambios en el funcionamiento tradicional <strong>de</strong> lapolítica al objeto <strong>de</strong> que ofrezca incentivossuficientes <strong>para</strong> el ciudadano. De lo contrario,será inevitable que el espíritu público <strong>de</strong> las<strong>de</strong>mocracias occi<strong>de</strong>ntales continúe <strong>de</strong>scendiendo,no siendo fácil pre<strong>de</strong>cir cuál será el final <strong>de</strong> uncamino emprendido sin guía ni ruta cierta. Así,sea cual sea la opinión que merezcan lasformulaciones que plantean el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>mo<strong>de</strong>los más participativos, lo que pareceinnegable es que seguir apostando por <strong>una</strong>ciudadanía esencialmente <strong>de</strong>sactivada estaabocado a consecuencias in<strong>de</strong>seables (16) .Las consi<strong>de</strong>raciones realizadas <strong>de</strong>ben ser tenidasen cuenta a la hora <strong>de</strong> abordar el examencontemporáneo <strong>de</strong> la Institución parlamentariay, sobre todo, en el momento <strong>de</strong> diseñar sus líneas<strong>de</strong> futuro. El Parlamento <strong>de</strong>be seguir cumpliendosu función instrumental y seguir respondiendoa la necesidad <strong>de</strong> la especialización <strong>de</strong>l trabajo,permitiendo que no todos los ciudadanos tenganque ejercer el po<strong>de</strong>r que les correspon<strong>de</strong>. Perono pue<strong>de</strong> ser sólo eso, un órgano especializadoe instrumental. El Parlamento es también<strong>de</strong>mocracia, entendida en el sentido esencial<strong>de</strong>l término. Democracia en el Parlamentosignifica que aunque es se<strong>de</strong> <strong>para</strong> el ejercicio<strong>de</strong> la política por sus profesionales es tambiénel lugar don<strong>de</strong> se ejerce el po<strong>de</strong>r que a todoscorrespon<strong>de</strong>. Ello no pue<strong>de</strong> traducirse tan sólo enlas necesarias formulaciones retóricas. Tambiénrequiere <strong>de</strong> la traducción física, <strong>de</strong> la capacidad<strong>de</strong> transmitir al ciudadano su pertenencia a lossalones solemnes. Se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> concepciónvalorativa <strong>de</strong> la Institución que <strong>de</strong>be servir <strong>para</strong>complementar y paliar las insuficiencias <strong>de</strong> lasociedad-mercado.Para po<strong>de</strong>r alcanzar el objetivo antedicho seránecesario fortalecer la cultura participativa y laética <strong>de</strong> la responsabilidad pública. <strong>Participación</strong>y responsabilidad son conceptos que se incorporancon fuerza a la agenda política. Las institucionestienen que asumirlos como propios. Más quereflexiones externas al sistema <strong>de</strong>bieran serimpulsos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo. De ambos conceptossurgen i<strong>de</strong>as-fuerza con capacidad suficiente <strong>para</strong>aglutinar y movilizar. El Parlamento <strong>de</strong>be ocuparun lugar singular entre todas las institucionesya que ning<strong>una</strong> se encuentra tan vinculada aJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(16)Kymlicka señala como experiencias recientes <strong>de</strong>muestran que la salud <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocracias mo<strong>de</strong>rnas no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> sólo <strong>de</strong> la justicia<strong>de</strong> sus instituciones básicas sino también <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su ciudadanos, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> su sentimiento <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad,<strong>de</strong> su tolerancia <strong>de</strong> su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> participación (W. KYMLICKA, La ciudadanía multicultural, ob. cit., p. 241 y 242; F. VALLESPIN, Elfuturo <strong>de</strong> la política, ob. cit., p. 20; J. PEÑA, La ciudadanía en Teoría política, po<strong>de</strong>r, moral y <strong>de</strong>mocracia, ob. cit., p. 233.)41


los citados conceptos. Y <strong>de</strong>be hacerlo ofreciendo<strong>una</strong> manera diferente <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r sus relacionescon la ciudadanía. Con la ambición <strong>de</strong> contribuirpo<strong>de</strong>rosamente a un cambio <strong>de</strong>l actual papelasignado al conjunto ciudadano en el actuarpolítico.Tradicionalmente se ha hablado <strong>de</strong> hasta tresconceptos <strong>de</strong> ciudadanía, legal, política y social,e, incluso, en los últimos años se ha aludido ala existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> cuarta dimensión, lasimbólica (17) . Sea cual sea la perspectiva quese elija <strong>para</strong> analizar la relación entre Parlamentoy ciudadanía, se habrá <strong>de</strong> constatar la capacidadque la Institución posee <strong>para</strong> incidir sobrecualquiera <strong>de</strong> ellas. Lo importante es que seaproveche la resurrección <strong>de</strong> este término <strong>para</strong>alimentarse en su savia i<strong>de</strong>ológica. La apelaciónal ciudadano, a la ciudadanía, ha sido y serásiempre <strong>una</strong> llamada a la <strong>de</strong>mocracia. El <strong>de</strong>batecontemporáneo sobre la misma se hace sin elParlamento. Al Parlamento le cabe recordarque es la primera expresión <strong>de</strong> la ciudadanía.Pero no es suficiente. Ha <strong>de</strong> sugerir que si enun tiempo pasado fue la Institución llamada adar forma al sueño político mo<strong>de</strong>rno, hoyconserva todavía las energías necesarias <strong>para</strong>dar respuesta satisfactoria a las nuevas<strong>de</strong>mandas. En última instancia, la ciudadaníaimplica <strong>una</strong> forma <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> presenciay <strong>de</strong> relación <strong>de</strong> los individuos con la socieda<strong>de</strong>n tanto que ésta se encuentra organizadapolíticamente. Por ello, es consecuenciainevitable que si se <strong>de</strong>sea acabar formalizando<strong>una</strong> i<strong>de</strong>a diferente <strong>de</strong> concebir la ciudadanía,habrá que mirar al Parlamento (18) .En puridad, el Parlamento no ha <strong>de</strong> ser sino lavanguardia <strong>de</strong> la respuesta institucional a lasnecesida<strong>de</strong>s relacionadas con un nuevo mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong>mocrático que se ha <strong>de</strong> imponer fruto <strong>de</strong><strong>una</strong> evolución social, tecnológica y económica<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s proporciones. La supervivencia <strong>de</strong>los principios rectores <strong>de</strong> la política tal y comohoy se entien<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong>generar <strong>una</strong> nueva cultura <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> lopúblico capaz <strong>de</strong> aglutinar todas las dimensiones<strong>de</strong>l cambio. No es pensable que esa cultura carezca<strong>de</strong> elementos participativos. Necesariamenteha <strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong> <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> hacer políticamás horizontal, más flexible y permeable. Y sonestas características las que precisamente han<strong>de</strong> otorgar al Parlamento su posición <strong>de</strong> privilegioen el proceso que se inicia. Ni el actual mapainstitucional ni en los diferentes mo<strong>de</strong>los quese han podido esbozar existe <strong>una</strong> instituciónque conjugue tan eficazmente la realidad conel <strong>de</strong>seo. El Parlamento es presente y es potencia.Sólo se requiere que se activen i<strong>de</strong>ológicamentelos resortes correspondientes. Des<strong>de</strong> esteejercicio, podrá enten<strong>de</strong>rse mejor la ciudadaníacomo algo que transcien<strong>de</strong> la mera posesión<strong>de</strong> unos <strong>de</strong>rechos legales, <strong>para</strong> ser capacidad<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación, <strong>una</strong> i<strong>de</strong>ntidad política que seconstruye a diario en relación con unos principios<strong>de</strong> libertad y justicia (19) .Hay que hacer notar la importancia <strong>de</strong>l discursoconstructivo y dinámico <strong>de</strong> la ciudadanía comoi<strong>de</strong>ntidad. No tratándose <strong>de</strong> <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a novedosasí que posee un renovado interés en el momento<strong>de</strong> dar respuesta a la ruptura <strong>de</strong> la homogeneidad(17)Vid A. MARGALIT, La sociedad <strong>de</strong>cente, ob. cit., pp. 129 y ss.. Para Marshall la ciudadanía es <strong>una</strong> elaboración histórica porlo que su forma cambia con el tiempo (véase, J. J. JENSON y S. D. PHILIPS, De la estabilidad al cambio en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>ciudadanía canadiense en Ciudadanía: la justicia social, i<strong>de</strong>ntidad y participación, ob. cit., p. 96).(18)“La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ciudadanía orillada durante décadas en la teoría política, es hoy tema favorito <strong>de</strong> la disciplina. Ello tiene quever con la dimensión normativa <strong>de</strong>l concepto. La apelación a la ciudadanía entraña la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia más plenay real que la efectivamente existente”. Es importante subrayar como comunitaristas y republicanos exhortan a enten<strong>de</strong>r laciudadanía no tanto como un estatus que conce<strong>de</strong> a los individuos <strong>de</strong>terminados <strong>de</strong>rechos legales como un vínculo con lapropia comunidad que impone compromisos y <strong>de</strong>beres (J. PEÑA, La ciudadanía, ob. cit., pp. 215-216 y 233).(19)“Lo que compartimos, lo que con Wittgenstein po<strong>de</strong>mos llamar gramática <strong>de</strong> la conducta política, son los principios <strong>de</strong>la libertad. Ciudadanía no es sólo tener unos <strong>de</strong>rechos. Es estar asociado en función <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> unos principios<strong>de</strong>mocráticos liberales. Ello implica no consi<strong>de</strong>rar la ciudadanía como un estatus legal, sino como <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación,un tipo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad política: algo a construir, no dado empíricamente” (CH. MOUFFE, El retorno <strong>de</strong> lo político. Comunidad,ciudadanía, pluralismo, <strong>de</strong>mocracia radical, ob. cit., p. 96).42


en socieda<strong>de</strong>s tradicionalmente homogéneasy <strong>de</strong> resurgir <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>spre<strong>de</strong>terminadas. El concepto constructivo <strong>de</strong>ciudadanía muestra <strong>una</strong> capacidad integradoracuyas posibilida<strong>de</strong>s están lejos <strong>de</strong> seraprovechadas. La exigida y necesaria formulación<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>para</strong> las minorías <strong>de</strong>bería encontraracomodo en el mismo. Hacerlo así implicaría lanecesidad <strong>de</strong> encontrar el <strong>de</strong>bido equilibrio conla mayoría y con los principios generales queésta se ha dado. No se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer quelos profundos cambios sociales acaecidos enlas últimas décadas obligan a nuevas políticasy, singularmente, a mirar <strong>de</strong> manera distinta alotro. Una nueva concepción <strong>de</strong> la equidad exigeescuchar y tener en cuenta los intereses yperspectivas <strong>de</strong> ese otro. A tal objeto, <strong>una</strong>concepción renovada <strong>de</strong> la ciudadanía emergecomo herramienta po<strong>de</strong>rosa. Una herramientaque <strong>de</strong>be y pue<strong>de</strong> servir tanto <strong>para</strong> tener encuenta la posición <strong>de</strong> las minorías y suscorrespondientes i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s como <strong>para</strong> tomaren consi<strong>de</strong>ración las exigencias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>ldiscurso mayoritario y, <strong>para</strong>dójica ysimultáneamente, relativizar el concepto <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntidad fuerte (20) .Ligado a la relación entre ciudadanía e i<strong>de</strong>ntidadrecorre camino el principio <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación.Un Parlamento favorecedor <strong>de</strong> <strong>una</strong> metodología<strong>de</strong>liberativa y justificativa en sus relaciones conlos ciudadanos, un Parlamento vinculado a laexigencia <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su consi<strong>de</strong>ración<strong>de</strong> sujeto pasivo <strong>de</strong> nuevos <strong>de</strong>rechos políticos,es <strong>una</strong> Institución que fortalece el citadoprincipio (21) . La voluntad <strong>de</strong> libertad es la esenciaque transforma el conjunto <strong>de</strong> <strong>una</strong> serie <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos en el <strong>de</strong>recho al Parlamento comofundamento i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong>l nuevo trabajarparlamentario.En este contexto, la representación parlamentariaasume <strong>una</strong> función <strong>de</strong> garantía. El <strong>de</strong>recho alParlamento entra <strong>de</strong> lleno en el concepto <strong>de</strong>ciudadanía y, <strong>de</strong> esta manera, contaminatransversalmente los restantes <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>lestatus civitatis (22) . No <strong>de</strong>be pasarse por el altoel significado <strong>de</strong> vincular el Parlamento con elnúcleo duro <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos subjetivos <strong>de</strong> losciudadanos. El ciudadano es Parlamento, tiene<strong>de</strong>recho al Parlamento. Es más, ese <strong>de</strong>recho esgarantía y cobertura <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más queconforman su posición en la sociedad y frenteal po<strong>de</strong>r público. A nadie pue<strong>de</strong> escaparse lasignificación que esta tesis posee <strong>para</strong> la posicióninstitucional <strong>de</strong>l Parlamento. El Parlamento espo<strong>de</strong>r público, sí. Pero no cualquier po<strong>de</strong>r. Esel po<strong>de</strong>r por excelencia <strong>de</strong>l ciudadano, es elpo<strong>de</strong>r <strong>de</strong>stinado a hacer efectiva la condición<strong>de</strong> dignidad <strong>de</strong>l ciudadano en la vida política.Para cumplir con efectividad la funciónantedicha, el Parlamento <strong>de</strong>be convertirse enel vínculo entre sociedad y sistema <strong>de</strong>mocrático.En este reto, la Institución <strong>de</strong>berá servirse <strong>de</strong>lnexo siempre existente entre la opinión públicay el sistema <strong>de</strong>mocrático. Al servicio <strong>de</strong> estafinalidad, será objetivo fundamental el <strong>de</strong>estimular y garantizar el <strong>de</strong>bate público. Nohay ning<strong>una</strong> Institución o entidad dotada <strong>de</strong> lafuerza suficiente como <strong>para</strong> sustituir alParlamento en esta función. Es más, enocasiones, su extraordinaria relevancia pue<strong>de</strong>levantar temores no infundados sobre elfuncionamiento <strong>de</strong>l sistema político. ElParlamento pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be ser foro. El Parlamentopue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be impulsar la reflexión pública sobreJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(20)Véase, W. KYMLICKA, Ciudadanía multicultural, ob. cit., pp. 23 y 183. La exclusión <strong>de</strong> ciertas categorías <strong>de</strong> ciudadanos<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos sociales y políticos básicos, las crecientes <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s y un aumento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sconfianza <strong>de</strong>l público respectoa las instituciones políticas son indicio <strong>de</strong> los graves problemas en los mo<strong>de</strong>los contemporáneos <strong>de</strong> ciudadanía” (J. J. JENSONy S. D. PHILIPS, De la estabilidad al cambio en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ciudadanía canadiense, ob. cit., p. 93). Sobre el valor <strong>de</strong> la relacióncon el otro, I. BERLIN, El fuste torcido <strong>de</strong> la humanidad. Capítulos <strong>de</strong> historia <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, ob. cit., p. 101.(21)Véanse, D. HELD, La <strong>de</strong>mocracia y el or<strong>de</strong>n global, ob. cit., pp. 181-183; R. DAHL, La <strong>de</strong>mocracia y sus críticos, ob. cit.,p. 129; S. RODOTÀ, La démocratie électronique, ob. cit., p. 80. Un expresivo discurso sobre la vinculación <strong>de</strong> la auto<strong>de</strong>terminacióncon la dignidad <strong>de</strong>l hombre en, I. BERLIN, El fuste torcido <strong>de</strong> la humanidad. Capítulos <strong>de</strong> historia <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, ob. cit., p. 190.(22)De esta manera se expresa el profesor Manzella (A. MANZELLA, El Parlamento en el siglo XXI, ob. cit, p. 27).43


aquellos temas que a la comunidad más puedaninteresar. El Parlamento es el espacio primario<strong>de</strong> lo público y a él <strong>de</strong>be atraer con la fuerza<strong>de</strong> un imán lo que a lo público interesa. Elcumplimiento <strong>de</strong> este objetivo lo vincula con<strong>una</strong> concepción <strong>de</strong>liberativa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.El Parlamento sería el espacio público porexcelencia no susceptible <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>ramientopor la iniciativa privada.La forma <strong>de</strong> hacer real la nueva manera <strong>de</strong>relacionarse con el cuerpo político será, comose ha indicado, la creación <strong>de</strong> nuevos <strong>de</strong>rechospolíticos que los ciudadanos podrán exigir frentea las instituciones parlamentarias. El nexo entre<strong>de</strong>rechos humanos y soberanía popular serenovaría mediante la acción positiva <strong>de</strong> laInstitución que articularía en los correspondientesinstrumentos jurídicos distintos cauces <strong>de</strong>comunicación al servicio <strong>de</strong> la mencionada i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> libertad <strong>de</strong>mocrática. De nuevo, latransformación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos vendráimpuesta por la necesidad <strong>de</strong> dar respuesta a<strong>una</strong> nueva mo<strong>de</strong>rnidad (23) .Otras instituciones <strong>de</strong>berán promover cambiosen las restantes dimensiones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos.Al Parlamento le correspon<strong>de</strong>rá aban<strong>de</strong>rar latransformación <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> los mismos.Mediante esos <strong>de</strong>rechos, el ciudadano seencontrará virtual y realmente con la políticaen la se<strong>de</strong> parlamentaria. Pero es necesarioalgo más <strong>para</strong> alcanzar un final satisfactorio.El ciudadano conoce que tiene <strong>de</strong>recho a tener<strong>de</strong>rechos. También, aunque con menorintensidad, que tiene <strong>de</strong>recho a transformaresos <strong>de</strong>rechos. Para que llegue el momento<strong>de</strong> su proclamación quizá no sea suficientecon interesar al or<strong>de</strong>n institucional. Como seha examinado, la voluntad política no ha <strong>de</strong>ser el menor obstáculo <strong>para</strong> la renovación. Deahí la importancia <strong>de</strong> lograr exten<strong>de</strong>r laconciencia <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> reelaborar elmapa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos, dando en el mismocabida al Parlamento como sujeto <strong>de</strong>stinatario<strong>de</strong> los mismos.3.2. El <strong>de</strong>recho a la participacióne información parlamentariaEn la actualidad, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participaciónpolítica, universalmente reconocido en las<strong>de</strong>mocracias occi<strong>de</strong>ntales, se encuentra,básicamente, ligado a la participación en losdiversos procesos electorales. Más allá <strong>de</strong> losmismos, su reconocimiento se traduce a lo sumoen <strong>una</strong>s tan frágiles como poco operativas llamadasa instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia participativa y a laenunciación y proclamación formal <strong>de</strong> <strong>una</strong> serie<strong>de</strong> principios, las más <strong>de</strong> las veces huérfanos <strong>de</strong>consecuencias prácticas. Pues bien, la integración<strong>de</strong> los ciudadanos en la política formal, siquierasea <strong>de</strong> <strong>una</strong> manera parcial y, con ella, elacrecimiento <strong>de</strong> la legitimación <strong>de</strong> las institucionespolíticas, sólo podrá venir dado por <strong>una</strong>reelaboración <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho que tengapresente el conjunto <strong>de</strong> los cambios producidosen el funcionamiento <strong>de</strong> la sociedad y en lasrelaciones entre ésta y el Estado. Unareelaboración global <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participaciónpolítica que <strong>para</strong> tener virtualidad <strong>de</strong>berá estarligado a ese nuevo diseño <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> relacionesentre los ciudadanos y el po<strong>de</strong>r público. Es enla nueva dimensión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la participacióndon<strong>de</strong> habrán <strong>de</strong> insertarse los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>naturaleza política que van a tener al Parlamentocomo sujeto pasivo.Unos <strong>de</strong>rechos que, por otra parte, servirían a lamaterialización <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>mocráticoenunciado en el proyecto <strong>de</strong> Tratado ConstitucionalEuropeo y que lejos <strong>de</strong> circunscribirse a lasinstancias comunitarias <strong>de</strong>bería proyectarse confuerza sobre los or<strong>de</strong>namientos jurídicos <strong>de</strong> losEstados miembros, sea cual sea la suerte final<strong>de</strong>l Tratado. Los po<strong>de</strong>res públicos se encuentranobligados a vigorizar la cultura <strong>de</strong>mocrática,a impedir que langui<strong>de</strong>zca bajo las excusasconocidas.Más antes <strong>de</strong> incidir en la formulación <strong>de</strong> loscitados <strong>de</strong>rechos, bueno será recordar la estrechavinculación que con los mismos poseen los(23)Sobre este extremo, J. HÄBERMAS, La constelación posnacional, ob. cit., pp. 152-156.44


elacionados con el acceso a la información. Siel <strong>de</strong>recho a la información y su correspondienteen la libertad <strong>de</strong> expresión, han sidotradicionalmente elevados en un grado porencima <strong>de</strong> otros por su <strong>de</strong>cisiva contribución ala conformación <strong>de</strong> <strong>una</strong> opinión pública libre,en la actualidad, dada la nueva dimensiónadquirida por la información en la sociedad <strong>de</strong>lconocimiento, es calificado sin ambages <strong>de</strong>verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>recho a la <strong>de</strong>mocracia. Así, se indicaque la libertad total <strong>de</strong> acceso a la informacióny la posibilidad <strong>de</strong> convertirla en conocimientoforman parte <strong>de</strong> ahora en a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l núcleo<strong>de</strong>l estatus ciudadano, <strong>de</strong>biendo enten<strong>de</strong>rsetoda limitación a la misma como <strong>una</strong> restricción<strong>de</strong> la ciudadanía. El nivel <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, seaña<strong>de</strong>, habrá <strong>de</strong> medirse por la cantidad ycalidad <strong>de</strong> la información que circule así comopor la amplitud <strong>de</strong>l acceso a la misma (24) . Elrecordatorio es preciso por la estrecha vinculaciónque se postula, en general, entre el nuevoParlamento y la información y, en particular,por la profunda dimensión informativa <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho que a continuación se enuncia. Des<strong>de</strong>estos vínculos, el <strong>de</strong>recho a la información yparticipación parlamentaria como expresiónmás nítida <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho al Parlamento se vincula,a su vez, con las exigencias <strong>de</strong>mocráticas <strong>de</strong>lnuevo mo<strong>de</strong>lo social.Bajo el <strong>de</strong>nominador común <strong>de</strong> la participacióny <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> la permeabilidad, dos seránlos ejes que han <strong>de</strong> servir a la construcción <strong>de</strong>lmencionado <strong>de</strong>recho. Por <strong>una</strong> parte, el <strong>de</strong> laparticipación constante en la acción política através <strong>de</strong> las cámaras representativas. Por otra,el <strong>de</strong>recho tanto a recibir <strong>una</strong> informaciónpolítica <strong>de</strong>terminada como a po<strong>de</strong>r comunicareficazmente con los actores políticos. El <strong>de</strong>rechoo <strong>de</strong>rechos que se elaboren <strong>de</strong>bieran respon<strong>de</strong>rlo más fielmente posible a la porosidad que ha<strong>de</strong> caracterizar las nuevas relaciones entregobernantes y gobernados y a la relativización<strong>de</strong> los espacios físicos que es connatural a <strong>una</strong>sociedad paulatinamente adaptada a lasposibilida<strong>de</strong>s que ofrecen las tecnologías <strong>de</strong> lacomunicación. Hay que hacer real el Parlamentoen cada ciudadano. El Parlamento son los sujetosque actúan en su interior. Pero también losciudadanos que eligen a esos sujetos. Hoy esposible dar veracidad a esta afirmación más allá<strong>de</strong> la retórica y <strong>de</strong>bería proce<strong>de</strong>rse enconsecuencia. La Institución y los diferentesagentes que la componen <strong>de</strong>ben aceptar estanueva perspectiva <strong>de</strong> la presencia <strong>ciudadana</strong>como un elemento esencial <strong>de</strong> la nueva culturaa <strong>de</strong>sarrollar.Una buena parte <strong>de</strong> las manifestaciones concretasque podrían dar contenido a los <strong>de</strong>rechos que secomentan, al menos en <strong>una</strong> primera fase, hansido enunciadas a lo largo <strong>de</strong> estas páginas. Porello, no habrá lugar a insistir en procedimientosya citados. Sí cabe, por el contrario, realizar alg<strong>una</strong>consi<strong>de</strong>ración particular que complete el panorama<strong>de</strong>scrito y otras <strong>de</strong> carácter forzosamentegeneralista sobre los dos citados ejes <strong>de</strong>articulación <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho a la participacióne información parlamentaria. En cualquier caso,hay que enten<strong>de</strong>r que esos <strong>de</strong>rechos, en susdistintas manifestaciones, son inse<strong>para</strong>bles <strong>de</strong>lmo<strong>de</strong>lo que les alumbra. La matriz es en todocaso la concepción <strong>de</strong>l Parlamento como un<strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l ciudadano en cuanto representación<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político quecomo ciudadano le correspon<strong>de</strong>. Este vínculo,será el puente necesario con <strong>una</strong> renovación<strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> ciudadanía que ha <strong>de</strong> servir a suconstante enriquecimiento.Des<strong>de</strong> las consi<strong>de</strong>raciones realizadas, es posibleanalizar la proyección <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho sobre lainformación. Para un mejor entendimiento, laprimera cuestión que exige <strong>para</strong>da es el análisis<strong>de</strong> su finalidad. Todos los pasos que el Parlamentoemprenda en la búsqueda <strong>de</strong> un nuevo mo<strong>de</strong>lopolítico, <strong>de</strong>ben estar orientados a buscar elcumplimiento <strong>de</strong> objetivos previos. De otra manera,se hará imposible tener pautas y criterios <strong>para</strong>resolver los diferentes problemas que a buenJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(24)Al respecto, S. RODOTÀ, La démocratie électronique, ob. cit., pp. 80-100.45


seguro han <strong>de</strong> plantearse en un camino <strong>de</strong>lque se <strong>de</strong>sconocen múltiples cuestiones. Porello, es necesario tener presentes los distintosanclajes teóricos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos que seformulen y los objetivos que con los mismosse pretendan alcanzar.Si se atien<strong>de</strong> a la naturaleza, por <strong>de</strong>finición política,<strong>de</strong> la información a suministrar por el ejercicio<strong>de</strong>l citado <strong>de</strong>recho, habrá <strong>una</strong> aproximaciónesencial a su finalidad. Mediante su proclamacióny efectiva puesta en práctica, <strong>de</strong>be perseguirse laconsolidación <strong>de</strong> <strong>una</strong> opinión pública autónoma,en cuya conformación las fuentes respon<strong>de</strong>n ala diversidad política y social. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse queno existe diferencia respecto a la finalidadgenérica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la información. Y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>luego, la coinci<strong>de</strong>ncia existe en lo que se refiereal fin último. La diferencia estriba en el plusque el Parlamento aporta <strong>para</strong> la consecución<strong>de</strong>l citado objetivo y en el hecho <strong>de</strong> que suponeun ejercicio activo por parte <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público ala hora <strong>de</strong> conformar esa opinión. La información<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Parlamento y por el Parlamento seríaun presupuesto ineludible <strong>de</strong>l ulterior <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la participación en se<strong>de</strong> parlamentaria. Sólo<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> información cualificada, esencialmentedistinta a la que hoy existe, es posible pensaren nuevas formas <strong>de</strong> participación política. Y, enbuena medida, esos rasgos distintivos <strong>de</strong> la nuevainformación, sólo los pue<strong>de</strong> facilitar <strong>una</strong> Institucióncomo el Parlamento. Sobre estas característicases necesario <strong>de</strong>tenerse siquiera brevemente.En relación con el <strong>de</strong>recho a la información librey veraz, tal y como se encuentra configurado enla actualidad, el <strong>de</strong>recho a la informaciónparlamentaria supone <strong>una</strong> diferencia fundamentalen la naturaleza <strong>de</strong> sus fuentes. Diferencia,lógicamente, vinculada al pluralismo innato ala Institución. Un pluralismo que otorga a lainformación parlamentaria un espacioinsustituible. Ning<strong>una</strong> Institución ni organizaciónpue<strong>de</strong> facilitar en las condiciones <strong>de</strong> equidady transparencia que son propias <strong>de</strong>l Parlamento,información política. Esta naturaleza esencialmentediversa <strong>de</strong> la información parlamentaria, expresióncasi completa <strong>de</strong> los pareceres políticos existentesen la sociedad, <strong>de</strong>be otorgar al Parlamento unlugar privilegiado en la nueva sociedad <strong>de</strong> lainformación. En la actualidad, algunos portalesparlamentarios reflejan esa posición aventajada.Sin embargo, ello no ha transcendido como <strong>de</strong>bieraa la sociedad. Es como si no hubiese concienciasobre la importancia <strong>de</strong>l lugar que se pue<strong>de</strong> ocuparen el nuevo escenario informativo. En el nuevoor<strong>de</strong>n político, la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l Parlamentocomo <strong>una</strong> superestructura informativa <strong>de</strong>bieraser <strong>una</strong> <strong>de</strong> sus primeras caracterizaciones.Los parlamentos <strong>de</strong>ben, pues, poner a disposición<strong>de</strong> la opinión pública toda la información generadapor la Institución, entendiendo que esa totalidadincluye no sólo la información que hace referenciaal parecer final <strong>de</strong> la Cámara sino, también, ala <strong>de</strong> los distintos grupos que han contribuidoa la <strong>de</strong>cisión final. De esta forma, por ejemplo,no sólo se <strong>de</strong>bería tener acceso a un plan o unproyecto <strong>de</strong> ley ya aprobados sino, también, alos distintos pareceres <strong>de</strong> los grupos parlamentariosy diputados al respecto. El Parlamento sería, <strong>de</strong>esta manera, el gran portal <strong>de</strong> la informaciónpolítica. Junto a ello, si se <strong>de</strong>sea plena efectividad,se <strong>de</strong>berá realizar un importante esfuerzo <strong>de</strong>comunicación que divulgue los contenidosinformativos accesibles a través <strong>de</strong>l Parlamentoy consoli<strong>de</strong> la convicción <strong>de</strong> que la opiniónpolítica, al menos la formalizada, la que traducelas verda<strong>de</strong>ras intenciones <strong>de</strong> cada grupo odiputado se encuentra disponible utilizando losdistintos recursos parlamentarios.La circunstancia <strong>de</strong> que en la actualidad losparlamentos ofrezcan numerosa informaciónno resta valor a las afirmaciones realizadas. Almargen <strong>de</strong> las cuestiones relacionadas con lanaturaleza y amplitud <strong>de</strong> la misma, que habrán<strong>de</strong> verse posteriormente, el paisaje actual <strong>de</strong> lainformación disponible obliga a <strong>de</strong>tenerse enlas cuestiones relacionadas con su organización.La información que se encuentra disponible loesta <strong>de</strong> manera fragmentaria cuando no caótica,normalmente incompleta, sin aten<strong>de</strong>r a objetivosnítidos. Por otra parte, <strong>de</strong> forma generalizada laInstitución se limita a preocuparse por lainformación que posee ya un carácter institucional,siendo los grupos parlamentarios y los diputados,cuando lo hacen, los que muestran sus respectivas46


posiciones. Es necesario modificar este panoramay lograr que no sólo <strong>de</strong> cuenta <strong>de</strong> las posiciones<strong>de</strong> los diferentes actores sino que se facilite elanálisis com<strong>para</strong>tivo <strong>de</strong> las mismas. Es evi<strong>de</strong>nteque, en todo caso, <strong>de</strong>be evitarse cualquierconfusión entre los institucionales y partidistas.Or<strong>de</strong>nando satisfactoriamente la informacióndisponible se daría un paso <strong>de</strong> gran relevanciacualitativa.La organización <strong>de</strong> manera global y plural <strong>de</strong>la información política por parte <strong>de</strong>l Parlamentosupondría un evi<strong>de</strong>nte enriquecimiento <strong>de</strong> lasfuentes informativas <strong>de</strong> los ciudadanos, claramenteamenazadas, es necesario recordarlo, por lasten<strong>de</strong>ncias monopolísticas que dominan elmercado <strong>de</strong> la información. Un enriquecimientoque, a<strong>de</strong>más, ha <strong>de</strong> servir a fines diversos a lospuramente relacionados con el interés ciudadanopor la política ya que muchas <strong>de</strong> las cuestiones<strong>de</strong>batidas por el Parlamento y las diferentesopiniones planteadas por los grupos y diputadosal respecto han <strong>de</strong> servir a los ciudadanos ensu quehacer diario. La intención común a losobjetivos a perseguir es la <strong>de</strong> contribuir a laprofundización <strong>de</strong>mocrática mediante el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la participación política y la potenciación <strong>de</strong>la conciencia <strong>ciudadana</strong> como valor compartido.La acción positiva <strong>de</strong>l Parlamento <strong>de</strong>berá ir másallá <strong>de</strong> formular <strong>de</strong>claraciones genéricas o <strong>de</strong><strong>de</strong>terminadas formas <strong>de</strong> organización interna<strong>de</strong>l trabajo. Junto a ello se encuentra el <strong>de</strong>berhacer i<strong>de</strong>ológico. El Parlamento tiene un <strong>de</strong>beren relación con la conformación <strong>de</strong> la opiniónpública que se traduce en asegurar a la sociedadun acceso rápido, fiable y sencillo a la informacióny opinión política. Para que ello alcance lavirtualidad <strong>de</strong>seada, <strong>de</strong>berá utilizarse la fórmula<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho subjetivo. La importancia <strong>para</strong> elsistema <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong>l acceso a <strong>una</strong> informaciónpolítica plural es tal que resulta imprescindibledotar a los ciudadanos <strong>de</strong> los instrumentos máspotentes al respecto y nada hay com<strong>para</strong>ble enel mapa jurídico a la categoría <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos.Des<strong>de</strong> la misma, pasará a <strong>una</strong> posición <strong>de</strong>obligación que le vinculará <strong>de</strong> manera activafacilitándose, <strong>de</strong> este modo, no sólo la estática<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho sino su obligada adaptación a lasnecesida<strong>de</strong>s emergentes.La elaboración <strong>de</strong>l citado <strong>de</strong>recho a la informaciónparlamentaria conllevará la necesidad <strong>de</strong><strong>de</strong>terminar el contenido concreto <strong>de</strong> las accionesque los ciudadanos pue<strong>de</strong>n realizar <strong>para</strong>materializar el mismo. Así, <strong>de</strong>berán fijarse conexactitud su contenido y eventuales límites. Éstaes la diferencia fundamental entre la consi<strong>de</strong>ración<strong>de</strong> la información <strong>de</strong>l Parlamento a la ciudadaníacomo un mero principio <strong>de</strong> relaciones o hablar <strong>de</strong>un <strong>de</strong>recho. No es posible <strong>de</strong>tenerse a examinartodas las opciones que ofrece su formulaciónque son muchas y variadas. Mas alg<strong>una</strong>s pue<strong>de</strong>nser mencionadas por lo nítido <strong>de</strong> su vinculacióncon el mismo. Así, la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> accesibilidad<strong>de</strong> la documentación parlamentaria, la<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> unos contenidos obligatorios<strong>para</strong> las páginas web, la creación <strong>de</strong> programas<strong>de</strong> singularización <strong>de</strong> la información, laobligatoriedad <strong>de</strong> mostrar <strong>de</strong> manera contrastadalas distintas posiciones políticas sobre cuestionesa examen o la <strong>de</strong> facilitar el acceso al programa<strong>de</strong> gobierno, son alg<strong>una</strong>s <strong>de</strong> las manifestacionesque <strong>de</strong> manera más evi<strong>de</strong>nte podrían nutrir<strong>una</strong> primera etapa. Al respecto, no es ociosoindicar que la flexibilidad <strong>de</strong>be presidir su<strong>de</strong>sarrollo, pudiendo irse incorporando nuevoscontenidos en función <strong>de</strong> la experiencia yposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada Cámara.La accesibilidad a la documentación parlamentariamerece un breve comentario. Como parecelógico, la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> accesibilidad generalestará condicionada por la naturaleza <strong>de</strong> ladocumentación. En este sentido, es preciso quelas cámaras inicien un <strong>de</strong>bate sobre los distintosgrados <strong>de</strong> publicidad a los que pue<strong>de</strong> ser sometidala muy diversa información y documentaciónparlamentaria. Cabe pensar en <strong>una</strong> <strong>de</strong>terminación<strong>de</strong> mínimos generalizados que integrarían elcontenido esencial <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho y que seríanampliables por cada Cámara, en un supuesto <strong>de</strong>organización territorial como el español, en virtud<strong>de</strong> criterios adoptados en función <strong>de</strong> su autonomía.En cualquier caso, no pue<strong>de</strong> olvidarse que laaccesibilidad se encuentra estrechamente ligadaal principio <strong>de</strong> publicidad y, en consecuencia,al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong>mocrático. Por ello,aunque puedan fijarse distintos niveles, siempreJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa47


<strong>de</strong>berá primar <strong>una</strong> interpretación favorable ala misma. Sus límites han <strong>de</strong> venir, básicamente,por la posible afección <strong>de</strong> otros <strong>de</strong>rechosfundamentales. En este punto, los intereses <strong>de</strong>los partidos <strong>de</strong>ben supeditarse al valor superior<strong>de</strong> la libre conformación <strong>de</strong> la opinión pública.Un aspecto relevante <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho es queen virtud <strong>de</strong>l mismo los ciudadanos tendríanacceso directo a <strong>una</strong> información completa, sinintermediarios ni recortes. Se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> cuestiónrealmente notable. Hoy es posible facilitar unvolumen <strong>de</strong> información <strong>de</strong>sconocido hasta lafecha. Aquél que lo <strong>de</strong>see no tendrá quecontentarse con <strong>una</strong> información aproximada,por muy bienintencionados que hayan sido loscriterios con los que se haya elaborado, sinoque pue<strong>de</strong> acudir directamente y en su totalidadal documento base. Evi<strong>de</strong>ntemente, ello noresulta incompatible con el necesario papel <strong>de</strong>interpretación y síntesis realizado por agentesintermediarios, especialmente medios <strong>de</strong>comunicación social. Los Parlamentos tienen laposibilidad <strong>de</strong> convertirse en <strong>una</strong> fuente nuevay distinta <strong>de</strong> información. La importancia <strong>de</strong> estehecho no pue<strong>de</strong> soslayarse en <strong>una</strong> sociedad cadavez más <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> la información.Así, el Parlamento se convierte en un referentenecesario y preciso <strong>para</strong> la información política.Para alcanzar la plena efectividad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> acceso a la información política sería precisocontemplar el acceso a la documentación enmanos <strong>de</strong> los grupos parlamentarios, cuestiónsustancialmente más complicada. Todo el mundoentien<strong>de</strong> que en un <strong>de</strong>terminado estadio ladocumentación generada por los grupos tieneun carácter reservado. Ahora bien, también esposible pensar que a partir <strong>de</strong> un momento oen virtud <strong>de</strong> <strong>una</strong> circunstancia concreta, esadocumentación <strong>de</strong>biera ser pública. Su afecciónal interés general, su ligazón con la libreconformación <strong>de</strong> la opinión pública, el propiointerés <strong>de</strong> los Grupos Parlamentarios, seríanalgunos <strong>de</strong> los argumentos que apoyarían esapublicidad. En cualquier caso, se trataría <strong>de</strong>documentos finales y no <strong>de</strong> los trabajospre<strong>para</strong>torios que por su propia naturalezapertenecen al ámbito reservado <strong>de</strong> la estrategia<strong>de</strong> cada grupo. Es, por lo <strong>de</strong>más, <strong>una</strong> cuestiónque merece y requiere <strong>de</strong> un análisis singularizado.Las características y organización <strong>de</strong>l trabajoparlamentario simplifican notablemente laposibilidad <strong>de</strong> establecer criterios claros alrespecto en se<strong>de</strong> parlamentaria.Junto al <strong>de</strong>recho a la información, el nuevo <strong>de</strong>rechopolítico estaría conformado por <strong>una</strong> serie <strong>de</strong>medidas que articulasen la posibilidad <strong>de</strong> losciudadanos <strong>de</strong> participar en la vida parlamentaria.Cuando se examinó el principio <strong>de</strong> participacióncomo inspirador <strong>de</strong>l nuevo Parlamento, se aludióa <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> instrumentos que podrían articularloy hacerlo realidad. Preguntas <strong>de</strong> iniciativa<strong>ciudadana</strong>, foros, <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición, participaciónen los procedimientos legislativos e iniciativalegislativa popular asoman como posible contenidoinicial <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho. Al lado <strong>de</strong> ellos, cabríapensar en otros procedimientos. Sin embargo,junto a la reivindicación <strong>de</strong> su necesidad, estambién preciso realizar <strong>una</strong> llamada a la pru<strong>de</strong>ncia.Es importante comenzar el camino. Pero hay quehacerlo con seguridad, sabiendo que va a serposible superar las distintas etapas fijadas. Eneste sentido, sólo <strong>de</strong>be asumirse aquello quese estime pue<strong>de</strong> cumplirse. Levantar expectativasy luego <strong>de</strong>fraudarlas es lo peor que pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r.Por ello, es comprensible un ritmo pausado,incluso pru<strong>de</strong>nte. Lo que es necesario es iniciarla andadura pensando, eso sí, en metas másambiciosas. Junto a ello, es pru<strong>de</strong>nte recordarque la participación no pue<strong>de</strong> ser confusión.La <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> la participación en se<strong>de</strong>parlamentaria como un <strong>de</strong>recho subjetivo <strong>de</strong>los ciudadanos no pue<strong>de</strong> ir en ningún caso enmenoscabo <strong>de</strong> la singular posición que correspon<strong>de</strong>al elegido en un sistema representativo.Esa consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>berá ser asumida <strong>para</strong>elaborar <strong>de</strong>terminados programas en relacióncon los cuales se restrinja la participación porsu especial complejidad. Serían accionesclaramente ligadas a saberes especializados enrelación con las cuales el acceso a la informaciónpodría ser libre pero que <strong>para</strong> participar en lasmismas exigiría <strong>de</strong> conocimientos singulares.También pue<strong>de</strong> pensarse en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><strong>una</strong> participación sectorializada y en función48


<strong>de</strong> unos intereses que pue<strong>de</strong>n haber sidopreviamente <strong>de</strong>clarados al Parlamento <strong>para</strong> queeste proceda en consecuencia. Una manifestaciónconcreta sería la <strong>de</strong> <strong>de</strong>limitar un foro jurídicoque contribuyese al perfeccionamiento técnico<strong>de</strong> las leyes mediante sus aportaciones en elcorrespondiente momento procedimental.La dimensión que se otorgue al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>participación en se<strong>de</strong> parlamentaria <strong>de</strong>berá serformulada atendiendo a <strong>una</strong> reflexión general,en íntima conexión con el contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechoa la información y siempre bajo el mandato <strong>de</strong>lrealismo y <strong>de</strong> la cautela. No se trata <strong>de</strong> elaborarun mo<strong>de</strong>lo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio. Se trata <strong>de</strong>iniciar <strong>una</strong> nueva manera <strong>de</strong> relacionar elParlamento con la sociedad, <strong>de</strong> favorecer lapercepción <strong>de</strong> la política y <strong>de</strong> lo político comoalgo próximo. Las incertidumbres son muchaspero no superiores a cualquier comienzo. Nohay nada que impida dar al Parlamento <strong>una</strong>dimensión más cercana a los ciudadanos. S<strong>una</strong>turaleza <strong>de</strong> órgano representativo en absolutoexcluye la relación formalizada con la ciudadaníaentre periodos electorales. La representaciónsólo supone la reserva al electo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión.Las posibilida<strong>de</strong>s abarcan, pues, alternativasmuy diversas y <strong>de</strong> intensidad muy variada. Nopue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocerse, a<strong>de</strong>más, que es fácilpre<strong>de</strong>cir que en un futuro no lejano serán mayoreslas opciones que se ofrezcan <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho. Por ello, lo necesario es establecerun cauce que permita hacer viables las nuevasposibilida<strong>de</strong>s y necesida<strong>de</strong>s, con la suficienteflexibilidad como <strong>para</strong> incorporar con el tiemponuevas variantes. El cauce ha <strong>de</strong> ser la elaboración<strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho subjetivo que, junto al aludido<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acceso a la información parlamentaria,sea espejo <strong>de</strong> las nuevas relaciones entreciudadanos y política.Debe subrayarse la conjunción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechopostulado con el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición en se<strong>de</strong>parlamentaria. El reconocimiento por la legislaciónvigente <strong>de</strong> las cámaras como <strong>de</strong>stinatariasnaturales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición obliga asingularizar su contenido y ello sólo pue<strong>de</strong>hacerse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su naturaleza política. El <strong>de</strong>rechoque en estas páginas se promueve habría <strong>de</strong> irmás allá <strong>de</strong> lo que cabría predicar estrictamentealre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición ante elParlamento, pero, sin duda, abarcaría a éste,que hay, que recordarlo, <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>sarrolladonormativamente.Los <strong>de</strong>rechos examinados, en coherencia consu caracterización como <strong>de</strong>rechos subjetivos,<strong>de</strong>berán protegerse mediante el correspondienteelenco <strong>de</strong> garantías. Junto a los obligadosprocedimientos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n jurisdiccional, habríaque arbitrar un marco eficaz <strong>de</strong> protección ense<strong>de</strong> parlamentaria. Éstas últimas tendrán <strong>una</strong>importancia singular <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> quela propia naturaleza <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos, aconseja,<strong>para</strong> alcanzar su mayor efectividad, el reduciral máximo el número <strong>de</strong> controversias judicialessuscitadas en relación con los mismos.En el interior <strong>de</strong> los Parlamentos, y junto alcorrespondiente sistema <strong>de</strong> recursos internos,pue<strong>de</strong> pensarse en instrumentos adicionales <strong>de</strong>utilidad <strong>para</strong> <strong>una</strong> protección más eficaz. Así,cabe pensar en la creación <strong>de</strong> la figura <strong>de</strong>l <strong>de</strong>fensor<strong>de</strong>l ciudadano que tendría como función esencialvelar por el compromiso con el espíritu <strong>de</strong> losnuevos <strong>de</strong>rechos. Algunos parlamentos poseen<strong>una</strong> figura similar aunque sus perfiles se encuentranlejos <strong>de</strong> ser nítidos. La formulación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosestudiados daría <strong>de</strong> forma inmediata a esteórgano <strong>una</strong> diáfana razón <strong>de</strong> ser. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>la creación <strong>de</strong> esta figura, pue<strong>de</strong> pensarse enla incorporación al ámbito parlamentario <strong>de</strong> lasauditorías <strong>de</strong>mocráticas, a través <strong>de</strong> las cualespodría comprobarse el funcionamiento <strong>de</strong> losinstrumentos <strong>de</strong> participación. Su realizaciónpodría ser periódica sin <strong>de</strong>scartarse que, con<strong>de</strong>terminadas condiciones, la solicitud <strong>de</strong>realización <strong>de</strong> las mismas formase parte <strong>de</strong>lpropio <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación. En todo caso,la mejor garantía en se<strong>de</strong> parlamentaria será elcompromiso <strong>de</strong> todos los grupos con los objetivos<strong>de</strong>scritos y su participación en igualdad <strong>de</strong>condiciones en los órganos que han <strong>de</strong> velarpor su materialización. Por ello, en los órganosparlamentarios que se atribuyan funciones enrelación con estos <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>bería haberpresencia <strong>de</strong> todos los grupos e intentar evitar,en la medida <strong>de</strong> lo posible, el funcionamientosobre criterios <strong>de</strong> partido.José TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa49


Al igual que se indicó en su momento en relacióncon los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las minorías en se<strong>de</strong>parlamentaria, los <strong>de</strong>rechos parlamentarios <strong>de</strong>los ciudadanos exigirían que en se<strong>de</strong>jurisdiccional <strong>una</strong> protección diligente. Laperentoriedad pue<strong>de</strong> no ser la misma que laexigible <strong>para</strong> la protección <strong>de</strong> las minoríaspolíticas y podría pensarse que no hay argumentossuficientes <strong>para</strong> justificar <strong>una</strong> protección mássumaria <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos a la que recibenotros <strong>de</strong>rechos fundamentales. Frente a ellosólo cabe <strong>de</strong>cir que la posibilidad <strong>de</strong> tener <strong>una</strong>respuesta rápida en se<strong>de</strong> jurisdiccional a eventualesvulneraciones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos proclamadossería no sólo <strong>de</strong> gran ayuda <strong>para</strong> asegurar sucredibilidad en los siempre difíciles inicios sinoque, sobre todo, sería el instrumento máspo<strong>de</strong>roso <strong>para</strong> obligar a las cámaras a proveerlos medios y actitu<strong>de</strong>s necesarias <strong>para</strong> darcuerpo a estos <strong>de</strong>rechos.Para un sector doctrinal, el Parlamento comoórgano, sería un conjunto <strong>de</strong> normas. Las queguían la conducta <strong>de</strong> sus miembros; las queconfieren po<strong>de</strong>res; y, finalmente, las queestablecen las condiciones <strong>de</strong> posibilidad <strong>para</strong>su actividad (25) . Pues bien, la elaboración <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho a la información y participación <strong>ciudadana</strong>en el Parlamento sería la máxima expresiónnormativa <strong>de</strong>l nuevo mo<strong>de</strong>lo parlamentario. Dehecho, supondría <strong>una</strong> notable novedad al darcarta <strong>de</strong> naturaleza a las relaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoentre el Parlamento y la sociedad, relacioneshasta ahora siempre limitadas a supuestos muyconcretos. Con la elaboración <strong>de</strong> este <strong>de</strong>rechoalcanzaría toda su virtualidad la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que elnuevo Parlamento no se circunscribe a <strong>una</strong> se<strong>de</strong>física <strong>de</strong>terminada sino que se extien<strong>de</strong> allí don<strong>de</strong>hay un ciudadano. El nuevo <strong>de</strong>recho formaría unnovedoso conjunto <strong>de</strong> normas parlamentarias.Un conjunto que no sólo tendría importanciapor lo que las normas supondrían en si mismasconsi<strong>de</strong>radas sino, también, por su capacidad<strong>para</strong> contaminar al conjunto <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namientoparlamentario. La formulación y ejercicio <strong>de</strong> un<strong>de</strong>recho como el comentado afectaría a todoslos presupuestos <strong>de</strong> la Institución. La puertaque se abriría podría afectar al funcionamientotradicional <strong>de</strong> los partidos y los hábitosparlamentarios se verían afectados. Se dirá, yno sin razón, que precisamente esa posibilidad<strong>de</strong> contaminación pue<strong>de</strong> ser uno <strong>de</strong> los mayoresobstáculos <strong>para</strong> su elaboración, ya que no seráfácil contar con la necesaria voluntad política.Pero, frente a las naturales reticencias que sepuedan levantar, hay que insistir en que más que<strong>de</strong> <strong>una</strong> elección libre se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> imposiciónsi no se quieren males mayores. Los cambiospue<strong>de</strong>n venir provocados por la iniciativainstitucional o causados por acontecimientosexternos. Siendo estos últimos en todo casoinevitables, a partidos e instituciones les restahacer lo posible por dirigirlos y ofrecer caucesinstitucionales <strong>de</strong> cambio.Más <strong>para</strong> vencer la eventual resistencia a suformulación no sólo la necesidad es aliada. Laextensión <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r el Parlamento como prestador <strong>de</strong>nuevos servicios políticos <strong>de</strong>be generalizar yarticular <strong>una</strong> <strong>de</strong>manda al respecto. La creación<strong>de</strong> <strong>una</strong> conciencia <strong>ciudadana</strong>, aunque ésta tengacomo protagonista primerizo, a las minorías másintensas, ha <strong>de</strong> ser un instrumento po<strong>de</strong>roso<strong>para</strong> incentivar la creación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos aludidos.El hecho <strong>de</strong> que sea lugar común la necesidad<strong>de</strong> introducir cambios en el funcionamiento <strong>de</strong>la Institución parlamentaria ofrece la premisanecesaria. Es preciso fortalecer esa opiniónaportando elementos al <strong>de</strong>bate que transciendanla visión tradicional <strong>de</strong> la misma. Los alicientes<strong>para</strong> la reforma sin duda crecen si se exponennuevas funciones que el Parlamento pue<strong>de</strong> asumir.Así, insertar al Parlamento en el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> larenovación <strong>de</strong>mocrática es la mejor manera <strong>de</strong>servir, simultáneamente, a su cambio y a supermanencia.La elaboración <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>scansa,asimismo, sobre <strong>una</strong> racionalidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechopositivo que, a su vez, se <strong>de</strong>be a <strong>una</strong> teoría política(25)Al respecto véase, J. ASENSI SABATER, El futuro <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong>l Parlamento, ob. cit., p. 18.50


que adapta los principios clásicos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaparlamentaria a nuevos condicionantes socialesy tecnológicos (26) . Esta reflexión sobre el origen<strong>de</strong> la racionalidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho positivo vigente<strong>de</strong>be servir <strong>para</strong> impulsar <strong>una</strong> consi<strong>de</strong>racióndinámica <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos que favorezca tantola emergencia <strong>de</strong> nuevos <strong>de</strong>rechos como laadaptación y renovación, en su caso, <strong>de</strong> losexistentes. De esta consi<strong>de</strong>ración, se pue<strong>de</strong> extraercon claridad la secuencia que presi<strong>de</strong> este trabajo.Una teoría política que bebe en las fuentesclásicas pero que acepta contaminarse <strong>para</strong>adaptarse a nuevas circunstancias, un mo<strong>de</strong>loparlamentario que quiere ser la expresióninstitucional <strong>de</strong> esa teoría y un Derecho quebusca ser expresión subjetiva y generalizada <strong>de</strong>todo el proceso.El recuerdo <strong>de</strong> las <strong>de</strong>nominadas minoríasintensas acerca el <strong>de</strong>bate a la relación entre los<strong>de</strong>rechos examinados y el principio <strong>de</strong> igualda<strong>de</strong>ntendido como vertebrador <strong>de</strong> todo sistema<strong>de</strong>mocrático. Como se indicó, frente a losevi<strong>de</strong>ntes riesgos <strong>de</strong> fractura que plantea unmo<strong>de</strong>lo cultural basado en el <strong>de</strong>sarrollotecnológico y en el que la capacidad <strong>de</strong> convertirinformación en conocimiento adquiere mayorimportancia, los po<strong>de</strong>res públicos se encuentranobligados a reaccionar. De lo contrario, la<strong>de</strong>mocracia se convertiría en coto cerrado <strong>para</strong>el diálogo entre políticos y minorías intensas.Las ya perceptibles <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en la relacióncon la política se incrementarían <strong>de</strong> maneramuy significativa. Pues bien, si la formulación<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos como los examinados no pue<strong>de</strong>garantizar por sí sola la ansiada igualdad, lacierto es que resultan condición ineludible <strong>de</strong>la misma. Sin unos <strong>de</strong>rechos que garanticen<strong>una</strong> igualdad básica ante las instituciones y quedifundan <strong>de</strong> manera generalizada la percepción<strong>de</strong> acceso equitativo a las mismas, no seráposible ir más allá. El Parlamento no tiene a sualcance ningún instrumento que pueda resultarmás efectivo <strong>para</strong> la consecución <strong>de</strong> unosmínimos razonables <strong>de</strong> igualdad que el queproporciona la teoría <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong> susgarantías. Des<strong>de</strong> su proclamación, le seríafactible la realización <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> comunicacióny divulgación que atenuasen el dominio que<strong>de</strong> las esferas <strong>de</strong> participación se hace por parte<strong>de</strong> las mencionadas minorías. Tienen pues los<strong>de</strong>rechos en su relación con la igualdad unvalor añadido que en ningún caso pue<strong>de</strong> sermenospreciado (27) .Estrechamente vinculado al principio <strong>de</strong> igualdadse encuentra, asimismo, el examen <strong>de</strong> lascondiciones <strong>de</strong> acceso a Internet. La importanciaque <strong>para</strong> el acceso a la información posee enla sociedad contemporánea Internet haprovocado que un significativo sector doctrinalentienda que el acceso al mismo <strong>de</strong>biera serconsi<strong>de</strong>rado a modo <strong>de</strong> un servicio universal aprestar por los po<strong>de</strong>res públicos (28) . Sin queJosé TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa(26)Sobre la relación entre teoría política y racionalidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho positivo, F. RUBIO LLORENTE, Deberes constitucionales (I),REDC nº 62, 2001, p. 12.(27)De manera expresiva, Dahl entien<strong>de</strong> como condición <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>mocrático que cada ciudadano cuente con oportunida<strong>de</strong>sapropiadas e iguales <strong>para</strong> <strong>de</strong>cubrir y convalidar la elección <strong>de</strong> los asuntos <strong>de</strong>batidos (R. DAHL, La <strong>de</strong>mocracia y sus críticos,ob. cit., p. 138).(28)Al respecto, Rodotà quien entien<strong>de</strong> que el acceso a la información <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>finido como un <strong>de</strong>recho. Para ello <strong>de</strong>beríaarticularse un servicio universal con <strong>una</strong>s características <strong>de</strong>terminadas (S. RODOTÀ, La démocratie électronique, ob. cit., pp.98-102); S. MUÑOZ MACHADO, La regulación <strong>de</strong> la red. Po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>recho en internet, ob. cit.; M. J. GARCÍA MORALES,Internet como instrumento <strong>de</strong> información y comunicación en Democracia y medios <strong>de</strong> comunicación, ob. cit., pp. 198-206;J. PRATS i CATALÁ, Por unos Parlamentos al servicio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, la eficiencia económica y la equidad social, ob. cit.,p. 12; G. DÍAZ PINTOS, A favor <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho fundamental <strong>de</strong> acceso a la red, Persona y <strong>de</strong>recho nº 45, 2001 (“La era <strong>de</strong>la informática exige un <strong>de</strong>recho fundamental <strong>de</strong> acceso a la red que haga posible <strong>una</strong> amplia reorganización <strong>de</strong> la sociedadbasada en el fomento <strong>de</strong>l conocimiento y el intercambio <strong>de</strong> información con el lenguaje como conectivo primordial”). Porsu parte, la OCDE ha elaborado un informe sobre el significado <strong>de</strong>l servicio institucional ligado a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ciudadanía en elque se postula el acceso a las telecomunicaciones como <strong>de</strong>recho fundamental ligado a la libertad <strong>de</strong> expresión y telecomunicación.En los Estatutos <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> segunda generación, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acceso a las nuevas tecnologías es recogido conintensidad diversa. En los Estatutos <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> Comunidad Valenciana (artículo 19.2) y Andalucía (artículo 34), pue<strong>de</strong>hablarse <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>recho.51


ésta sea <strong>una</strong> cuestión propiamente parlamentaria,tampoco es ajena al Parlamento. Des<strong>de</strong> elmomento en que va a utilizar la Red como <strong>una</strong><strong>de</strong> sus principales herramientas <strong>para</strong> relacionarsecon la ciudadanía, tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la participacióncomo <strong>para</strong> la información, <strong>de</strong>biera asumir comopropia la tarea <strong>de</strong> facilitar y generalizar el accesoa Internet.El acceso a Internet, incluso la propia posición<strong>de</strong>l Parlamento en relación con el mismo, noes, a la postre, sino expresión <strong>de</strong> un <strong>de</strong>batemucho más amplio que sólo ha empezado aplantearse y en términos muy embrionarios. Esel <strong>de</strong> la traducción en <strong>de</strong>rechos, y en su caso,<strong>de</strong>beres <strong>de</strong>l nuevo or<strong>de</strong>n social, <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>Estado que emerge tras las transformaciones<strong>de</strong> las que es testigo el tiempo presente. Frentea planteamientos que buscan evitar la retórica<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>para</strong> hacer <strong>una</strong> llamada a larealidad y al pragmatismo, parece inevitablevolver a encontrarse con los <strong>de</strong>rechosfundamentales. Así ha sucedido siempre queha habido necesidad <strong>de</strong> dar respuesta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lalibertad y la justicia a los principales interrogantesy nada parece mostrar que vaya a ser diferente.La Institución no pue<strong>de</strong> ser indiferente al <strong>de</strong>batesobre los nuevos <strong>de</strong>rechos. Es razonable pensarque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su caracterización se encuentraobligada a tomar <strong>una</strong> posición activa en relacióncon la nueva cultura <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos civiles,hasta el extremo <strong>de</strong> que <strong>de</strong>biera ser uno <strong>de</strong> susretos más significativos <strong>para</strong> el futuro inmediato.El Parlamento no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>senten<strong>de</strong>rse <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo y consolidación <strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong> lapersona, que es la dignidad <strong>de</strong> aquellos aquienes representa. Garantizar su capacidad <strong>de</strong>auto<strong>de</strong>terminación, <strong>de</strong> organización comociudadanos y, por en<strong>de</strong>, su facultad <strong>de</strong>información, expresión y comunicación, esfunción a la que ningún Parlamento pue<strong>de</strong> ni<strong>de</strong>be renunciar. Por ello, en un tiempo comoel presente, en el que todas las cuestionescomentadas se encuentran sometidas aprofundas transformaciones, el Parlamento<strong>de</strong>be procurarse un lugar director en el necesario<strong>de</strong>bate y posterior <strong>de</strong>cisión. La proclamaciónpor su parte <strong>de</strong> nuevos <strong>de</strong>rechos que loconviertan en <strong>de</strong>udor frente a la sociedad<strong>de</strong>biera formar parte <strong>de</strong> esa política integral <strong>de</strong>fortalecimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos en <strong>una</strong> nuevasociedad.El Parlamento tiene que ser el primer creyenteen la capacidad transformadora <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos.Ésta, lejos <strong>de</strong> haber acabado, continúa dandomuestras <strong>de</strong> vigor. El mero reconocimiento <strong>de</strong>un <strong>de</strong>recho es ya iniciar el camino <strong>de</strong> latransformación. Ese <strong>de</strong>be ser el espíritu quepresida la formulación <strong>de</strong> cuantos <strong>de</strong>rechos seproclamen por el Parlamento como <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>mocrático. Transformación <strong>de</strong><strong>una</strong> cultura y transformación <strong>de</strong> la percepción<strong>ciudadana</strong>. No es posible ni <strong>de</strong>be preten<strong>de</strong>rsereconducir a cauces institucionales todas lasexpresiones <strong>de</strong> la política no formalizada. Ésta<strong>de</strong>be conservar su espacio. Pero a la misma<strong>de</strong>ben ofrecérsele cauces <strong>para</strong> hacerse oír ense<strong>de</strong> institucional. Los <strong>de</strong>rechos están llamadosa cumplir esa función. El Parlamento <strong>de</strong>be<strong>de</strong>mostrar que esos <strong>de</strong>rechos son un puentea<strong>de</strong>cuado entre ciudadanía y or<strong>de</strong>n institucional<strong>para</strong> po<strong>de</strong>r respon<strong>de</strong>r a los <strong>de</strong>safíos que tieneplanteados la política contemporánea.Des<strong>de</strong> su enunciado y <strong>de</strong>sarrollo, el Parlamentose vincularía activamente a <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> hacerpolítica que no sólo ha <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r al nuevomarco <strong>de</strong> relaciones sociales y políticas en elinterior <strong>de</strong> las fronteras nacionales sino que<strong>de</strong>be tener presente la nueva realidad global.El futuro <strong>de</strong> la política pasa también por saberpren<strong>de</strong>r en la sociedad nuevas ilusiones. Elpolítico y, con él, el Parlamento, <strong>de</strong>be intentarmotivar, seducir y convencer a los ciudadanos.Los <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s son el mejorargumento <strong>de</strong>l que disponen.Pue<strong>de</strong> que el Parlamento y la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa sean instituciones insuficientes<strong>para</strong> respon<strong>de</strong>r a un mundo como el queanuncia un futuro que ya no lo es tanto. Pero,<strong>de</strong> momento, al menos, no hay alternativarealista que posibilite el cumplimiento <strong>de</strong> losfines que se les adjudica. Por ello, elfortalecimiento <strong>de</strong>l Parlamento y, con él, <strong>de</strong> la52


<strong>de</strong>mocracia representativa, no sólo interesa alos agentes políticos y a caducos románticos <strong>de</strong>un Parlamento <strong>de</strong> maza y peluca. Es el or<strong>de</strong>n<strong>de</strong> valores que ha hecho posible un <strong>de</strong>sarrollosocial, político, económico y tecnológico comoel que disfrutamos el que necesita <strong>de</strong> esefortalecimiento. Una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> libertad y<strong>de</strong>mocracia que no parece que resulteesencialmente alterada por mucho que cambieel flujo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y se incremente la capacidadtecnológica.José TUDELA. Parlamento, ciudadanía y <strong>de</strong>mocracia representativa53


Una <strong>administración</strong> que hablaes <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa1. IntroducciónDe la gestión pública a la <strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativaQuim BRUGUÉ (1)IGOP - UABDurante la última década han proliferado lasexperiencias <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>. Coninstrumentos y con resultados diversos, hansido muchas las administraciones –especialmentelocales- que han intentado involucrar a losciudadanos en el diseño y la ejecución <strong>de</strong> suspolíticas públicas. A menudo se han limitadoa usar metodologías o a seguir las modasparticipativas, aunque <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> estas razonesmás peregrinas suele haber <strong>una</strong> intuición, máso menos consciente, sobre la necesidad <strong>de</strong>mirar los asuntos públicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> múltiplesópticas y, <strong>de</strong> este modo, incorporar toda sucomplejidad.Este panorama pue<strong>de</strong> parecer alentador, ya quenos muestra la realización <strong>de</strong> un intenso yfructífero trabajo. Sin embargo, hoy por hoy,este panorama también nos ofrece alg<strong>una</strong>ssombras. El esfuerzo realizado ha sido notable,pero surgen dudas sobre sus resultados.Concretamente, sobre la relevancia <strong>de</strong> susimpactos en las propias políticas públicas y, enconsecuencia, sobre el <strong>de</strong>sarrollo y el bienestar<strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> intervenimos. Es<strong>de</strong>cir, frente al acuerdo entorno las virtu<strong>de</strong>sintrínsecas <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>,emergen serias controversias sobre su utilida<strong>de</strong>fectiva. Hemos avanzado mucho, dirían losmás cínicos, pero sin saber exactamente hacíadon<strong>de</strong> íbamos.En el ámbito <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong> nosencontramos, pues, en <strong>una</strong> encrucijada.Necesitamos dar un salto cualitativo que nospermita superar la retórica participativa <strong>para</strong>mostrar los resultados concretos <strong>de</strong> su práctica.Necesitamos materializar las promesas <strong>de</strong> laparticipación; <strong>una</strong>s promesas que no pue<strong>de</strong>nlimitarse a la propia realización <strong>de</strong> los procesosparticipativos, sino que <strong>de</strong>ben proyectarse sobresu capacidad <strong>para</strong> mejorar las condiciones <strong>de</strong>vida <strong>de</strong> la ciudadanía. Es imprescindible dareste salto: un salto que pue<strong>de</strong> ser al vacío –sino somos capaces <strong>de</strong> traducir las promesas enresultados- o hacía a<strong>de</strong>lante –si, al contrario,po<strong>de</strong>mos mostrar los impactos efectivos <strong>de</strong> laparticipación.Quim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa(1)Quim Brugué es Doctor en Ciencias Políticas y Director <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Gobierno y Políticas Públicas (IGOP).55


El éxito <strong>de</strong> este salto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> muchosfactores, aunque hay uno que quisiéramos<strong>de</strong>stacar y que, en cambio, ha sido pocoatendido por los <strong>de</strong>fensores y los promotores<strong>de</strong> las experiencias participativas. Nos estamosrefiriendo a los cambios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l propiomo<strong>de</strong>lo organizativo <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> queimpulsa los procesos <strong>de</strong> participación. Nosreferimos –y éste es el objetivo <strong>de</strong> este capítuloacomo la participación, <strong>para</strong> ser efectiva,requiere cambios en el interior <strong>de</strong> la propia<strong>administración</strong>. En las siguientes páginasabordaremos este asunto, primero argumentandola necesidad <strong>de</strong> conectar dos temas quenormalmente se han dado la espalda(participación y gestión), más tar<strong>de</strong> mostrandoun rápido panorama sobre los mo<strong>de</strong>losorganizativos que encontramos en el <strong>de</strong>bateactual y, finalmente, proponiendo <strong>una</strong><strong>administración</strong> –llamada <strong>de</strong>liberativa- concapacidad <strong>para</strong> dar cabida a los cambios internosque reclama la orientación externa –hacía laciudadanía- <strong>de</strong> los procesos participativos.2. <strong>Participación</strong> y Gestión.Las dos caras <strong>de</strong> la misma moneda2.1. La participación mirando hacia fueraComo mencionábamos anteriormente, lasexperiencias <strong>de</strong> participación han partido <strong>de</strong>reconocer la creciente complejidad y diversidad<strong>de</strong> los problemas en manos <strong>de</strong> los responsablespúblicos. Éstos, promoviendo la incorporación<strong>de</strong> los ciudadanos en sus <strong>de</strong>cisiones y actuaciones,estarían, en realidad, reconociendo sus limitacionesfrente a la creciente dificultad <strong>de</strong>l mundo don<strong>de</strong>han <strong>de</strong> intervenir. La participación –si se mepermite la expresión- es un acto <strong>de</strong> valientes;pues supone reconocer los propios límites, laincapacidad <strong>de</strong> abordar en solitario asuntos que<strong>de</strong>sbordan nuestras posibilida<strong>de</strong>s.De este modo, la participación se ha impulsadocon la mirada puesta en el exterior <strong>de</strong> la<strong>administración</strong>, observando la crecientecomplejidad <strong>de</strong> la realidad sobre la que se<strong>de</strong>berían <strong>de</strong>splegar las políticas públicas. Losprocesos participativos se concentran pues en elexterior, reconocen los cambios y las incertidumbres<strong>de</strong> este exterior y, en consecuencia, preten<strong>de</strong>narticular los mecanismos a<strong>de</strong>cuados <strong>para</strong> captartoda su complejidad y, <strong>de</strong> esta manera,incorporarla al proceso <strong>de</strong>cisional y a lasactuaciones públicas. La participación, dicho<strong>de</strong> manera más breve, serviría a la <strong>administración</strong><strong>para</strong> captar las <strong>de</strong>mandas diversas y sofisticadas<strong>de</strong> <strong>una</strong> sociedad, a su vez, cada vez más diversay sofisticada. Serviría <strong>para</strong>, lejos <strong>de</strong> las viejassimplicida<strong>de</strong>s y certidumbres, reconocer lanecesidad <strong>de</strong> abrirse al exterior <strong>para</strong> po<strong>de</strong>renten<strong>de</strong>r los retos y las expectativas <strong>de</strong> lacomunidad <strong>para</strong> la cuál trabaja.Los procesos <strong>de</strong> participación vinculados alproceso legislativo serían un buen ejemplo <strong>de</strong>lo que estamos explicando. Hasta no hace mucho,en un contexto estable y conocido, la elaboraciónlegislativa era el monopolio <strong>de</strong> unos pocosexpertos. Unos pocos especialistas en el ámbito56


sustantivo objeto <strong>de</strong> la regulación y otros pocosexpertos en técnica legislativa eran suficientes<strong>para</strong> redactar unos textos que, luego, se convertíanen vinculantes <strong>para</strong> todos. Hoy esta aproximaciónparece insuficiente, puesto que los objetos <strong>de</strong>nuestras legislaciones cada vez presentan másaristas y necesitan ser abordados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> puntos<strong>de</strong> vista más diferentes. De forma parecida, en<strong>una</strong> sociedad más sofisticada y con <strong>una</strong> ciudadaníamás madura, las <strong>de</strong>cisiones que nos vinculan atodos no se pue<strong>de</strong>n imponer, sino que precisancomplicida<strong>de</strong>s, diálogos y acuerdos.Así pues, la elaboración legislativa exige, <strong>para</strong>ser suficientemente rica y efectiva, ampliar lospuntos <strong>de</strong> referencia exteriores; mirar haciafuera <strong>para</strong> adquirir conocimientos complementariosy construir complicida<strong>de</strong>s y soportes. Tanto enAragón como en Cataluña encontramos algunosejemplos que nos ilustran como pue<strong>de</strong> incorporarsela participación <strong>ciudadana</strong> –la mirada haciafuera- en la elaboración <strong>de</strong> proyectos legislativosimportantes como la Ley <strong>de</strong> Servicios Sociales,la Ley <strong>de</strong> la Infancia o la Ley <strong>de</strong> Acogida. Estemismo argumento ha servido <strong>para</strong> incorporara los ciudadanos en la elaboración <strong>de</strong> planes yprogramas como el Plan <strong>para</strong> la Inmigración olos Planes <strong>para</strong> la gestión <strong>de</strong> las cuencas hídricas.2.2. La participación mirando hacia <strong>de</strong>ntroLa participación hacia fuera sirve <strong>para</strong> i<strong>de</strong>ntificar<strong>de</strong>mandas complejas, pero, <strong>una</strong> vez éstas hansido incorporadas ¿qué respuesta reciben? Hemosmirado al exterior <strong>para</strong> encontrar problemascada vez más complejos, pero, ¿qué hacemosahora con estos problemas? Para respon<strong>de</strong>r aestas preguntas hemos <strong>de</strong> mirar hacia <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> la organización y valorar su capacidad <strong>para</strong>respon<strong>de</strong>r a los problemas complejos conrespuestas también complejas.La participación, en este sentido, se convierte en<strong>una</strong> fuerte presión <strong>para</strong> la transformación <strong>de</strong>nuestras organizaciones. La participación nosólo hace emerger <strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong>los problemas, sino que al hacerlo incorporandoa la ciudadanía también genera expectativas.De esta manera, la <strong>administración</strong> se encuentracon la doble necesidad <strong>de</strong> articular respuestasa la altura <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas y, al mismo tiempo,no convertir sus dificulta<strong>de</strong>s administrativas engeneradoras <strong>de</strong> frustración y malestar entre laciudadanía.Y nuestras administraciones suelen estar pocopre<strong>para</strong>das <strong>para</strong> estas presiones y estos retos.Nuestras administraciones han sido diseñadas<strong>para</strong> operar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la seguridad y la simplicidad,pero encuentran muchas dificulta<strong>de</strong>s operativascuando se salen <strong>de</strong> sus rígidos esquemas <strong>de</strong>trabajo. En este sentido, cuando se atreven conexperiencias <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> sueleaparecer <strong>una</strong> fuerte asimetría entre la capacidad<strong>de</strong> éstas <strong>para</strong> incorporar <strong>de</strong>mandas complejasy la incapacidad <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> <strong>para</strong> ofrecerotra cosa que no sean respuestas simples. Estaes <strong>una</strong> asimetría irresistible pues, como <strong>de</strong>cíamosantes, no sólo muestra la incapacidad <strong>de</strong> lassoluciones administrativas sino que, a<strong>de</strong>más,genera frustración entre la ciudadanía.El caso <strong>de</strong> la gestión hídrica es un buen ejemplo<strong>de</strong> lo que estamos exponiendo. Un procesopotente <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate y participación pue<strong>de</strong> resultarmuy positivo, aunque sus resultados suelencomprometer la capacidad <strong>de</strong> respuesta <strong>de</strong> lapropia <strong>administración</strong>.El año 2008, en Cataluña, fue un año <strong>de</strong> sequíaintensa. Una sequía que tuvo <strong>una</strong> consecuenciaprevisible pero inesperada: situar la políticahídrica en la agenda política y mediática,mostrando la extrema complejidad y lasabundantes contradicciones que genera lagestión <strong>de</strong>l agua. Así, más allá <strong>de</strong> los espectáculosy las alarmas mediáticas, observamos como enla política hídrica se contraponen intereses–todos ellos legítimos- <strong>de</strong> actores tan diversoscomo los agricultores, los industriales, los gruposambientalistas o las asociaciones <strong>de</strong> vecinos.También observamos –y esto es lo que ahoraquerremos subrayar- como la lógica <strong>de</strong> cadasector se traslada a la <strong>administración</strong> y generacontradicciones entre diferentes <strong>de</strong>partamentos.Así, a la hora <strong>de</strong> concretar <strong>una</strong> política hídrica,Quim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa57


no es fácil poner <strong>de</strong> acuerdo a los <strong>de</strong>partamentos<strong>de</strong> energía, medioambiente, política territorialo agricultura.Para quién lo haya querido ver, el conflicto hídricose nos ha mostrado como un <strong>para</strong>digma <strong>de</strong> lasdificulta<strong>de</strong>s, no ya <strong>para</strong> gestionar eficientemente,sino sobre todo <strong>para</strong> lograr articular <strong>una</strong> políticapública eficaz, <strong>una</strong> respuesta suficientementerica e inteligente. El problema no es ni la eficiencia<strong>de</strong> nuestras instituciones ni la capacidad <strong>de</strong>nuestros profesionales. El problema es que lapolítica hídrica entendida como la sumaincoherente <strong>de</strong> lo que hacen los unos y los otrosno funciona, no es más que <strong>una</strong> actuaciónincoherente <strong>de</strong>stinada a fracasar. El problemaes que hay que alinear los múltiples actores, losmúltiples intereses, los múltiples puntos <strong>de</strong> vista;y así se nos multiplican las dificulta<strong>de</strong>s operativas.La participación, <strong>de</strong> este modo, parte <strong>de</strong> <strong>una</strong>mirada hacia fuera (proceso <strong>de</strong> participacióncon los actores sociales y económicos) pero seconvierte en la exigencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> mirada hacia<strong>de</strong>ntro (coherencia entre <strong>de</strong>partamentos). Nopo<strong>de</strong>mos, en otros términos, generar <strong>de</strong>mandassin <strong>de</strong>sarrollar las capacida<strong>de</strong>s <strong>para</strong> darlesrespuesta. <strong>Participación</strong> y gestión son, pues, lasdos caras <strong>de</strong> <strong>una</strong> misma moneda. Hasta ahorala reflexión entorno la participación <strong>ciudadana</strong>ha sido muy ajena a los mo<strong>de</strong>los organizativosy a los estilos <strong>de</strong> gestión, incluso a veces se hamostrado un cierto antagonismo entre los“participativos” y los “gerencialistas”. Sin embargo,son dos mundos que <strong>de</strong>beríamos ver comocomplementarios; dos mundos que no pue<strong>de</strong>ndarse la espalda el uno al otro.Con el objetivo <strong>de</strong> trabajar la participación hacia<strong>de</strong>ntro, en los siguientes apartados introduciremosel <strong>de</strong>bate sobre mo<strong>de</strong>los organizativos y, en elmarco <strong>de</strong> este <strong>de</strong>bate, propondremos lasopciones que nos parecen más a<strong>de</strong>cuadas <strong>para</strong>ir recuperando la simetría entre las <strong>de</strong>mandasexternas y las respuestas internas. Como ya sepue<strong>de</strong> anticipar, apostaremos por un mo<strong>de</strong>loorganizativo capaz <strong>de</strong> incorporar la complejidad,por <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que no se limite a laeficiente ejecución <strong>de</strong> tareas simples sino quepiense y actué <strong>de</strong> forma inteligente.3. Mo<strong>de</strong>los organizativos:¿De dón<strong>de</strong> venimos, a dón<strong>de</strong> vamos?No preten<strong>de</strong>mos, en <strong>una</strong>s pocas páginas, ofrecer<strong>una</strong> panorámica completa sobre un tema tanamplio como los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>administración</strong>pública y los actuales <strong>de</strong>bates entorno a sueventual mo<strong>de</strong>rnización. Nos limitaremos, encambio, a unos rápidos esbozos entorno nuestrosorígenes, nuestra situación actual y nuestrastrayectorias <strong>de</strong> cambio. Al mismo tiempo, tampocopreten<strong>de</strong>mos ser exhaustivos en estos puntossino que, conscientemente, optamos por escogery subrayar aquellos aspectos que más nos interesan<strong>para</strong> vincular los <strong>de</strong>bates, a veces <strong>de</strong>masiadose<strong>para</strong>dos, sobre la innovación <strong>de</strong>mocrática yla mo<strong>de</strong>rnización administrativa.3.1. Venimos <strong>de</strong> la burocracia weberianaLos genes <strong>de</strong> nuestra <strong>administración</strong> –y <strong>de</strong> lamayoría <strong>de</strong> los que trabajamos en ella- sonweberianos. No se trata únicamente <strong>de</strong> que lasinstituciones muestren <strong>una</strong> forma y <strong>una</strong> imagenweberiana sino <strong>de</strong> que, más importante, elweberianismo es su espíritu, su mentalidad, suforma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r lo que <strong>de</strong>be hacer y <strong>de</strong>compren<strong>de</strong>r las razones <strong>de</strong> su propia existencia.Así pues, <strong>de</strong>finir el mo<strong>de</strong>lo burocrático que nosproponía Max Weber equivale a <strong>de</strong>finir la esenciaconstitutiva <strong>de</strong> nuestras administraciones.Una <strong>administración</strong> que, en su versión i<strong>de</strong>alizada,estaba concebida <strong>para</strong> satisfacer dos objetivos.Se pretendía, en primer lugar, maximizar laeficiencia <strong>de</strong> la actuación administrativa y, ensegundo lugar, garantizar la equidad en el tratoa la ciudadanía. Ambos objetivos son sensatosy loables, lo cuál nos permite situar el i<strong>de</strong>alburocrático lejos <strong>de</strong> las percepciones intensamentenegativas que hoy acompañan su simple mención.Para alcanzar el primer objetivo, la burocraciarecurre a la racionalidad. El argumento es simple:<strong>para</strong> realizar cualquier tarea <strong>de</strong> la mejor forma58


posible (es <strong>de</strong>cir, <strong>para</strong> maximizar la eficiencia)<strong>de</strong>beríamos preguntar a los expertos y, <strong>una</strong> vezatendidas sus recomendaciones, convertirlas enun procedimiento administrativo. Al convertirlos dictados <strong>de</strong> la razón en normas se logra nosólo maximizar la eficiencia sino tambiénimponerla, hacerla obligatoria. A la organizaciónburocrática no le queda más remedio que actuareficientemente. La norma racional no permitela ineficiencia, pues conduce las acciones y obligaa trabajar <strong>de</strong> la forma (racionalmente) prevista.El procedimiento administrativo ha sido <strong>para</strong> la<strong>administración</strong> pública lo que la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong>montaje representó <strong>para</strong> la producción industrial.El segundo objetivo, las garantías <strong>de</strong> equidad,se alcanza gracias a la impersonalidad <strong>de</strong>lmo<strong>de</strong>lo weberiano. La propuesta burocráticano pue<strong>de</strong> ser más sencilla: <strong>para</strong> garantizar quetodos seremos tratados <strong>de</strong> la misma manera,nada mejor que eliminar nuestras referenciaspersonales y convertirnos en los números <strong>de</strong> unfrío expediente administrativo. Sin conocer ni elrostro ni los apellidos <strong>de</strong> sus usuarios, la frialdadadministrativa se convierte en la palanca haciala igualdad –quizá también hacia la indiferenciaenel trato a los ciudadanos.Así pues, a unos objetivos loables (eficiencia eigualdad) les acompañan unos instrumentossensatos (racionalidad e impersonalización). Laburocracia, por lo tanto, no sería la encarnación<strong>de</strong>l mal; como muchos parecen creer. No <strong>de</strong>bemospues enten<strong>de</strong>rla como un mo<strong>de</strong>lo organizativoinnatamente perverso, aunque sí <strong>de</strong>beríamosreconocer que sus objetivos loables y susinstrumentos sensatos sirven <strong>para</strong> alg<strong>una</strong>s cosas,mientras que se convierten en trabas <strong>para</strong> alcanzarotras. La racionalidad y la impersonalidadburocrática son impecables <strong>para</strong> hacer siemprelo mismo, pero se encuentra con fuertesdificulta<strong>de</strong>s cuando se le exige cierta flexibilidad.En entornos previsibles y estables, la burocraciase encuentra muy cómoda; mientras que encontextos <strong>de</strong> incertidumbre y volatilidad –comolos actuales- se siente invadida por el <strong>de</strong>sconcierto.La burocracia weberiana, en <strong>de</strong>finitiva, es unmo<strong>de</strong>lo organizativo que hace bien las cosasque le mandan, pero que no piensa en nada.No se espera esto <strong>de</strong> ella. Es <strong>una</strong> maquinariasin cerebro, incapaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir. Se encuentraabsorbida por la repetición <strong>de</strong> sus movimientosy concentrada en ejecutar los dictados <strong>de</strong> <strong>una</strong>razón lejana. Algunos <strong>de</strong> los responsables <strong>de</strong>lgenocidio nazi se <strong>de</strong>fendieron alegando sucondición <strong>de</strong> burócratas: cumplíamos las ór<strong>de</strong>nescon eficiencia, sin pensar en sus contenidos.Esta maquinaria <strong>de</strong>scerebrada convierte a la<strong>administración</strong> burocrática en un espacioirresponsable y silencioso. Sin capacidad <strong>de</strong>pensar no se asumen los resultados <strong>de</strong> lasactuaciones, pero tampoco se dispone <strong>de</strong> lacapacidad <strong>para</strong> hablar y <strong>para</strong> relacionarse conlos otros. No estamos dotados <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>scomunicativas y, por lo tanto, somos incapaces<strong>de</strong> generar inteligencia.La <strong>administración</strong> burocrática se configura, así,como un mo<strong>de</strong>lo don<strong>de</strong> cada parte se <strong>de</strong>dicaa lo suyo. Y no sólo esto, sino que a<strong>de</strong>más nose mete en los asuntos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Ni permiteque se metan en los suyos. La burocraciainstitucionaliza la especialización y la segmentacióno, lo que es lo mismo, se convierte en la genuinaorganización <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sconfianza. Cada uno alo suyo, cada uno encerrado en su espacio ycada uno sospechando <strong>de</strong> quien pudieraacercársele. Cada uno sabe <strong>de</strong> lo suyo (dispone<strong>de</strong>l dictado experto correspondiente) y, por lotanto, <strong>para</strong> que hablar con nadie, <strong>para</strong> quepermitir que nadie se entrometa en asuntosque no son los suyos.Una organización tan <strong>de</strong>sconfiada como laburocrática ofrece alg<strong>una</strong>s ventajas muy<strong>de</strong>stacables y, sobre todo, muy valoradas en<strong>de</strong>terminados ámbitos y momentos. La seguridad,la previsibilidad y la igualdad son algunos <strong>de</strong>sus activos, mientras que –en la otra cara <strong>de</strong> lamoneda- estos mismos factores se conviertenen simplicidad, homogeneidad y rigi<strong>de</strong>z. Laburocracia, <strong>de</strong> este modo, nos asegura y nosgarantiza que acce<strong>de</strong>remos a, por ejemplo,unos servicios educativos, sanitarios o económicos.Y, a<strong>de</strong>más, que estos servicios serán iguales<strong>para</strong> todos y no variarán en el tiempo. Unasituación muy confortable, aunque incompatibleQuim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa59


con un mundo en constante movimiento comoel actual. Hoy, la confortable seguridad y lasgarantías <strong>de</strong> igualdad se transforman en rigi<strong>de</strong>zy falta <strong>de</strong> sensibilidad ante la diversidad y lacomplejidad. No se trata únicamente <strong>de</strong>l mismoservicio <strong>para</strong> todos (que también), sino <strong>de</strong> cómorespon<strong>de</strong>mos a <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> ciudadanos mássofisticados, volátiles y diversos.Este es un argumento ampliamente aceptado,como se observa en la veneración que <strong>de</strong>spiertantérminos como los <strong>de</strong> flexibilidad o integralidad.Sabemos lo que nos gustaría alcanzar y sabemosque se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> organización diferente a laburocrática. Pero a menudo parece que <strong>para</strong>alcanzarla no estamos dispuestos a reconocerque el reverso <strong>de</strong> la adaptabilidad y la flexibilida<strong>de</strong>s la incertidumbre y el riesgo. Incluso ciertogrado <strong>de</strong> caos y <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n. No queremos laburocracia, pero echamos en falta sus segurida<strong>de</strong>s.Acusamos a la burocracia <strong>de</strong> rígida, pero nosda miedo que la flexibilidad sea arbitraria. Nosburlamos <strong>de</strong> las garantías y los procesosburocráticos, pero parecemos incapaces <strong>de</strong>conciliar un sueño apacible sin ellos. En <strong>de</strong>finitiva,criticamos ácidamente a la burocracia pero noacabamos <strong>de</strong> atrevernos con sus alternativas.Estas alternativas, sin embargo, han idoapareciendo y haciendo su fort<strong>una</strong> en el mundo<strong>de</strong> la gestión pública. Su datación y sus contenidoshan sido muy variables, pero po<strong>de</strong>mos simplificardos gran<strong>de</strong>s alternativas a la burocracia weberiana.En primer lugar, la llamada Nueva Gestión Pública(NGP), que se impuso con fuerza en los añosochenta y que, a pesar <strong>de</strong> la intensidad con laque ha argumentado su afán mo<strong>de</strong>rnizador,pensamos que se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> forma <strong>de</strong>neoburocracia. La NGP, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra óptica,mejora la burocracia pero no la transforma. Ensegundo lugar nos referiremos a la AdministraciónPública Deliberativa (APD), un nuevo discursoque aparece ya entrados los años noventa y quepreten<strong>de</strong>, ahora sí, <strong>una</strong> auténtica transformación.No <strong>una</strong> simple mejora, sino un cambio a fondo;aunque al pasar <strong>de</strong> la teoría a la práctica, laAPD encuentra abundantes dificulta<strong>de</strong>s. Vamosa referirnos brevemente a estas dos alternativasorganizativas en los siguientes apartados.3.2. La Nueva Gestión Pública:<strong>una</strong> transformación <strong>de</strong> superficieLa NGP se concentra, como hizo Max Weberen su momento, en la eficiencia instrumental.De hecho, parte <strong>de</strong> atacar con cru<strong>de</strong>za laineficiencia burocrática y <strong>de</strong> postularse comola mejor forma <strong>de</strong> hacer las cosas. Esta es larazón por la cuál hemos calificado la NGP como<strong>una</strong> transformación <strong>de</strong> superficie.Así pues, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la preocupación instrumental,se han planteado procesos mo<strong>de</strong>rnizadoresdiversos: la reinvención <strong>de</strong>l gobierno (Osborney Gaebler, 1994), el <strong>para</strong>digma postburocrático(Barzelay, 1992) o, usando la terminología porla que hemos optado, la nueva gestión pública(Hood, 1994). Cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> estas etiquetasrepresenta <strong>una</strong> <strong>de</strong>scripción y <strong>una</strong> interpretación<strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización administrativa; al tiempoque incorpora <strong>una</strong> estrategia discursiva, unmensaje que condiciona la forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>ry <strong>de</strong> pensar la realidad administrativa.Esta estrategia discursiva ha convertido lamo<strong>de</strong>rnización administrativa en <strong>una</strong> i<strong>de</strong>ología;en un conjunto <strong>de</strong> valores y <strong>de</strong> prácticas queasumen que a través <strong>de</strong> <strong>una</strong> mejora en la gestiónseremos capaces <strong>de</strong> resolver los problemassocioeconómicos <strong>de</strong> fondo. La llamadamo<strong>de</strong>rnización administrativa se convierte asíen <strong>una</strong> i<strong>de</strong>ología que conce<strong>de</strong> <strong>una</strong> especie <strong>de</strong>rol apocalíptico a la gestión: mejorar la gestiónes básico, ya que sus efectos se multiplicarány alcanzarán otros ámbitos sustantivos. Unosámbitos en los que no es necesario hacer grancosa, simplemente esperar que aparezcan losefectos <strong>de</strong> la mejora gerencial (Clarke yNewman, 1997).Así pues, la mo<strong>de</strong>rnización gerencial se articulaa través <strong>de</strong> un discurso simple, basado enblancos y negros, en la oposición entre un pasadoin<strong>de</strong>seable y un futuro lleno <strong>de</strong> esperanzas. Unargumento que critica a la <strong>administración</strong>burocrática y que ofrece <strong>una</strong> alternativa feliz,pero que en ningún caso justifica ni las críticasni las alternativas ni las estrategias <strong>para</strong>alcanzarlas. Las propias palabras –peyorativas60


o esperanzadas- se convierten en el argumento.Es evi<strong>de</strong>nte que esta forma <strong>de</strong> argumentarpa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> un exceso <strong>de</strong> simplificación, a la vezque confun<strong>de</strong> permanentemente la <strong>de</strong>scripcióny la prescripción, lo que es y lo que nos gustaríaque fuera. Pero también es cierto que la propiasimplificación pue<strong>de</strong> convertirse en <strong>de</strong>cisión sintitubeos, mientras que la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> lasjustificaciones pue<strong>de</strong> convertirse en mensajesclaros y fáciles <strong>de</strong> transmitir. La esencia <strong>de</strong> lamo<strong>de</strong>rnización se aguanta sobre frágilescolumnas <strong>de</strong> cristal, aunque su resplandor pue<strong>de</strong>ser muy potente.¿Cuáles son estas columnas? ¿Cuáles son losprincipales contenidos <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización quepropugna la NGP? Para respon<strong>de</strong>r a estosinterrogantes lo que <strong>de</strong>bemos hacer es or<strong>de</strong>nary dotar <strong>de</strong> cierta coherencia a la multitud <strong>de</strong>términos y conceptos que conforman elvocabulario <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización gerencialista.Cuando nos referimos a la NGP aparecenempleados motivados y polivalentes, planesintegrales, programas <strong>de</strong> calidad, contratosprograma, clientes satisfechos, gerentes,indicadores <strong>de</strong> resultados, gestiones porobjetivos y mil cosas más; todas seductoras yprometedoras. Una manera <strong>de</strong> abordar estaproliferación <strong>de</strong> noveda<strong>de</strong>s consiste enagruparlas bajo dos gran<strong>de</strong>s etiquetas, las doscolumnas que soportan el peso <strong>de</strong> la NGP.Una <strong>administración</strong> <strong>de</strong> machotesCon esta etiqueta, <strong>de</strong> dudosa corrección política,agrupamos todas aquellas iniciativas que tienencomo objetivo <strong>de</strong>smantelar <strong>una</strong> organizaciónpoblada <strong>de</strong> individuos que se pasan la mañana<strong>de</strong>say<strong>una</strong>ndo y comentando el partido <strong>de</strong>ldomingo, y construir <strong>una</strong> alternativa don<strong>de</strong>esos mismos individuos noten la presión, sesientan obligados a sudar la camiseta. Se trata,en otros términos, <strong>de</strong> expulsar la irresponsabilidadburocrática y sustituirla por la obligación <strong>de</strong>rendir cuentas que impone el mercado y lacompetencia. Des<strong>de</strong> esta óptica, el principal<strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> burocrática seencuentra en su incapacidad <strong>para</strong> imponerpremios y castigos, en la imposibilidad <strong>de</strong> lograrque las actuaciones –mejores o peores- generenconsecuencias.Para revertir esta situación y recuperar el estilo“machote” que caracterizaría al mercado, la NGPpropone un conjunto <strong>de</strong> medidas mo<strong>de</strong>rnizadoras:la externalización <strong>de</strong> servicios, la división <strong>de</strong> roles,la gerencialización, la dirección por objetivos,los contratos programa, los quasi-mercados,etc. (Walsh, 1995; López Casanovas et al, 2003).Una <strong>administración</strong> <strong>de</strong> buen rolloNo sabemos si la segunda columna <strong>de</strong> la NGPcomplementa o contradice a la primera, ya quesegún ella la mejora <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> no<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la competencia entre “machotes”sino <strong>de</strong>l “buen rollo”, <strong>de</strong> la colaboración entrelas personas que la integran. El problema ya noes la irresponsabilidad sino la segmentación. Laprincipal perversión <strong>de</strong> la burocracia se encuentraen su alma racionalizadora y profesionalizadora;un alma que nos encierra en la jaula <strong>de</strong> hierroweberiana y que nos impi<strong>de</strong> la comunicacióny la coordinación. Una <strong>administración</strong> <strong>de</strong> reinos<strong>de</strong> taifas es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> rígida y cerradasobre sí misma, sin capacidad <strong>de</strong> respuesta, sinflexibilidad y sin creatividad.Para promocionar estas virtu<strong>de</strong>s, la NGP nospropone poner en marcha programas <strong>de</strong> calidad,reformas en la gestión <strong>de</strong> los recursos humanos,equipos <strong>de</strong> mejora, cartas <strong>de</strong> servicio, círculos <strong>de</strong>calidad, planes estratégicos, mo<strong>de</strong>los participativos<strong>de</strong> dirección, procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralizaciónadministrativa etc. (Peters y Waterman, 1992;Pollitt et al, 1998; Sancho, 1999).Las frágiles columnas <strong>de</strong> la NGPSobre estas dos columnas se ha construido,durante las dos últimas décadas, la NGP. Pero,como ya hemos anticipado, se trata <strong>de</strong> doscolumnas <strong>de</strong> cristal; brillantes pero frágiles. Estafragilidad se ha manifestado en diversas críticas,<strong>de</strong> las que a continuación nos limitaremos amostrar alg<strong>una</strong>s pinceladas (Heckscher yDonnellon, 1994; Ritzer, 1996; Sennet, 1998).Quim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa61


Para empezar, es importante notar que lasiniciativas mo<strong>de</strong>rnizadoras que se han <strong>de</strong>splegadocon más <strong>de</strong>cisión son aquellas que se inspiranen lo que hemos llamado <strong>una</strong> “<strong>administración</strong><strong>de</strong> machotes”. No parece ina<strong>de</strong>cuado, al menos<strong>de</strong> entrada, que las personas <strong>de</strong>banresponsabilizarse <strong>de</strong> lo que hacen, comotampoco parece extravagante pensar que <strong>una</strong>forma <strong>de</strong> forzar esta responsabilidad consistiríaen vincular los resultados <strong>de</strong> <strong>una</strong> actividad a unsistema <strong>de</strong> incentivos. Esto es lo que, segúnparece, hace el mercado <strong>de</strong> forma automática:premiar a los mejores y expulsar a los peores.Sin embargo, cuando trasladamos esta lógicaal sector público, las cosas no son tan simples.En realidad, <strong>para</strong> que este planteamientofuncione <strong>de</strong>ben cumplirse dos requisitos: sabercon precisión cuáles son los objetivos quepreten<strong>de</strong>mos alcanzar y ser capaces <strong>de</strong> medirlos.En el sector privado la lógica se aplica <strong>de</strong> manerainmediata: lo que queremos es ganar más y lomedimos en unida<strong>de</strong>s monetarias.En el sector público, en cambio, esta obviedadse convierte en complejidad. ¿Qué preten<strong>de</strong> lapolítica educativa? ¿Cuál es el objetivo <strong>de</strong>lsistema penitenciario? ¿Cómo medimos lacalidad docente? ¿Cómo calculamos la atenciónque le dispensamos a la gente mayor? Elproblema no es que nuestros políticos seanunos inútiles incapaces <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir sus objetivos,sino que –por naturaleza- sus objetivos sonvariados e, incluso, contradictorios. Lo que serequiere no es i<strong>de</strong>ntificarlos, sino equilibrarlos.Consecuentemente, <strong>de</strong>saparece la esperanza<strong>de</strong> imitar la claridad y la precisión <strong>de</strong>l mundoempresarial.En segundo lugar, el énfasis competitivo hafavorecido la aparición <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>administración</strong>contractual, don<strong>de</strong> las relaciones ya no<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la subjetividad <strong>de</strong> los vínculosentre un superior y su subordinado, sino <strong>de</strong> laobjetividad <strong>de</strong> un contrato. La objetividad y laclaridad <strong>de</strong> la relación contractual nos permitenrecuperar el concepto <strong>de</strong> responsabilidad. Esposible, pero <strong>para</strong> lograrlo hemos <strong>de</strong> pagar unprecio consi<strong>de</strong>rable. Un precio que hoy por hoynos parece inaceptable y que tiene un nombreque todos <strong>de</strong>ploramos: la rigi<strong>de</strong>z.Es <strong>de</strong>cir, la creciente contractualización <strong>de</strong> la<strong>administración</strong> genera rigi<strong>de</strong>z en un mundoque proclama a los cuatro vientos los beneficios<strong>de</strong> la flexibilidad. Una <strong>para</strong>doja sorpren<strong>de</strong>nte,aunque en realidad es <strong>una</strong> conclusión a la quepo<strong>de</strong>mos llegar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sentido común. ¿Cuáles la diferencia entre <strong>una</strong> relación <strong>de</strong> autoridady <strong>una</strong> relación contractual? Pues bien, no esnecesario invocar ning<strong>una</strong> teoría sofisticada<strong>para</strong> enten<strong>de</strong>r que en la primera puedo variarlas instrucciones cuando me parezca a<strong>de</strong>cuado(flexibilidad), mientras que en la segunda nopuedo hacer otra cosa que cumplir con lascláusulas contractuales (rigi<strong>de</strong>z).Es cierto que la convocatoria <strong>de</strong> un concurso(cuyo premio es el contrato) pue<strong>de</strong> estimularal candidato a realizar <strong>una</strong> propuesta máscompetitiva que la que ofrece aquel que tieneel trabajo asegurado. Pero también es ciertoque esta propuesta es más competitiva en lamedida que es más económica y más eficiente,pero no más flexible (Donahue, 1991). Lacontractualización <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> públicagenera la presión suficiente <strong>para</strong> satisfacer uno<strong>de</strong> los lemas más famosos <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización–hacer más con menos-, pero esta misma presiónnos <strong>de</strong>ja en el mismo sitio don<strong>de</strong> estábamos,en la segmentación y en el cada uno a lo suyo.Finalmente, la columna <strong>de</strong>l “buen rollo” noúnicamente es tan frágil como la anterior sinoque a<strong>de</strong>más es muy <strong>de</strong>lgada. Disponemos <strong>de</strong>menos experiencias y <strong>de</strong> más fracasos vinculadosa programas <strong>de</strong> calidad o a planes transversalesque a la gestión <strong>de</strong> la competencia y <strong>de</strong> <strong>una</strong><strong>administración</strong> contractual. Este <strong>de</strong>sequilibriono es casual, sino que se explica por lasdificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> poner en marcha <strong>una</strong>s mejorasque en la mayoría <strong>de</strong> los casos no pasan <strong>de</strong> sercosméticas y que, a<strong>de</strong>más, parecen contra<strong>de</strong>cirel mensaje central <strong>de</strong> la competitividad. Nopo<strong>de</strong>mos promocionar el estilo resolutivo,agresivo, <strong>de</strong> la competencia y, al mismo tiempo,pedirle a la gente que comparta, que colaborecon los compañeros, que escuche a los que62


tienen otras perspectivas, que pierda el tiempointentando enten<strong>de</strong>rse con los otros.El “buen rollo” es pues difícil <strong>de</strong> provocar en<strong>de</strong>terminados entornos, aunque efectivamenterepresentaría un cambio sustantivo que nospermitiría avanzar en la dirección <strong>de</strong> resolverproblemas complejos y diversos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la suma<strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> vista y contribucionescomplementarias. Estas expectativas, sinembargo, se ven frustradas cuando el “buenrollo” se transforma en otra cosa, cuandoaquello que se reclama a través <strong>de</strong>l trabajo enequipo o <strong>de</strong> la polivalencia no es flexibilidad ydiálogo sino, sobre todo, precariedad.Actualmente, los recursos humanos –tantopúblicos como privados- están recibiendo unmensaje difícil <strong>de</strong> encajar: según parece han <strong>de</strong>estar comprometidos con su organización(apreciarla como a su propia familia) y, al mismotiempo, ser flexibles <strong>para</strong> que la empresa losutilice y <strong>de</strong>seche a su antojo. Sennett (1998)nos ilustra magníficamente la incoherencia <strong>de</strong>estas <strong>de</strong>mandas: la flexibilidad <strong>de</strong>bilita loscompromisos, mientras que la i<strong>de</strong>ntidad sólose logra a partir <strong>de</strong> cierta estabilidad.La NGP ha fracasado. No ha transformado la<strong>administración</strong>, sino que se ha limitado a<strong>de</strong>corarla con nuevas etiquetas. La NGPmantiene la rigi<strong>de</strong>z y la falta <strong>de</strong> diálogo (tantointerno como externo) como rasgos distintivos<strong>de</strong> su funcionamiento y, por lo tanto, semantiene fiel al alma tecno-burocrática <strong>de</strong> laburocracia. Sige siendo racionalizadora yeficientista, a pesar <strong>de</strong> haber maquillado suapariencia. Sige proclamando que cada uno ha<strong>de</strong> ocuparse <strong>de</strong> lo suyo. Pue<strong>de</strong> que la NGPmejore las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gestión y la eficiencia<strong>de</strong> las actuaciones administrativas, pero siguesiendo <strong>una</strong> maquinaria sin cerebro, uninstrumento incapaz <strong>de</strong> pensar y, por lo tanto,sin posibilidad <strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones inteligentes.La NGP mejora la <strong>administración</strong> burocrática,pero sin traspasar sus límites. Unos límites que,como argumentábamos al inicio <strong>de</strong>l texto,chocan con las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> <strong>una</strong> sociedadcrecientemente sofisticada y diversificada.3.3. La Administración Deliberativa:<strong>una</strong> transformación <strong>de</strong> fondoEn este choque entre <strong>una</strong> <strong>administración</strong>eficiente pero simple y <strong>una</strong> sociedad cada vezmás exigente y compleja, es don<strong>de</strong> fructificanlas propuestas <strong>de</strong> la APD. Un mo<strong>de</strong>lo quepreten<strong>de</strong> transformar la esencia, el alma,segmentadota y tecnocrática <strong>de</strong> la <strong>administración</strong>tradicional. Una propuesta que dibuja el camino<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong>l cada uno a lo suyo a la lógica<strong>de</strong>l entre todos lo haremos. Una nueva lógicaque llega <strong>para</strong> hacer frente a los retos <strong>de</strong> nuestrasactuales comunida<strong>de</strong>s, pero que, al mismotiempo, se convierte en <strong>una</strong> propuesta difícil<strong>de</strong> concretar. Al afectar al alma <strong>de</strong> la organización,las inercias y las resistencias son muy intensas.Las dificulta<strong>de</strong>s operativas pue<strong>de</strong>n inclusopervertir las intenciones iniciales, convirtiendola lógica <strong>de</strong>l entre todos lo haremos en <strong>una</strong>parálisis organizativa, en –usando <strong>una</strong> expresiónpopular- aquella clásica situación <strong>de</strong>l entre todos… y mientras … la casa por barrer.Creatividad e inteligencia frente la complejidadEn cualquier caso, la mo<strong>de</strong>rnización quepropugna la APD consistiría principalmente enpre<strong>para</strong>r a la <strong>administración</strong> <strong>para</strong> resolverproblemas complejos y <strong>para</strong> equilibrar lasdiversas perspectivas que conforman la sociedadactual. Así, el objetivo ya no es instrumental,sino que preten<strong>de</strong> garantizar tanto la riquezay la creatividad <strong>de</strong> sus respuestas como elcompromiso y el equilibrio que ha <strong>de</strong> permitira los diversos sentirse parte <strong>de</strong> un todo colectivo.Lo que necesitamos, en <strong>de</strong>finitiva, es reflexionarsobre como construir <strong>una</strong> <strong>administración</strong> creativae inteligente.La creatividad y la inteligencia <strong>de</strong> <strong>una</strong><strong>administración</strong> no se consiguen a través <strong>de</strong> lare-racionalización que nos propone la NGP. LaNGP pue<strong>de</strong> ser útil <strong>para</strong> hacer las cosas mejor,pero no <strong>para</strong> hacerlas <strong>de</strong> <strong>una</strong> manera diferente.¿Dón<strong>de</strong>, pues, se encuentra la clave <strong>para</strong> trasladara la práctica los objetivos <strong>de</strong> la creatividad y lainteligencia administrativa? Creemos, con otrosQuim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa63


autores, que esta clave únicamente pue<strong>de</strong><strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong>l diálogo, <strong>de</strong> facilitar el intercambio<strong>de</strong> perspectivas y recursos entre las diferentespartes <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> y entre la <strong>administración</strong>y su entorno (Habermas, 1981; Fisher y Forester,1993; Fox y Miller, 1996; Hajer y Wagennar,2003; Font, 2003).Cuando este diálogo es auténtico, nuestrasrespuestas a la complejidad se enriquecen <strong>de</strong>las diversas sensibilida<strong>de</strong>s y, <strong>de</strong> esta manera,estimulan la creatividad y la inteligencia. Esnecesario <strong>de</strong>stacar que ahora las respuestas <strong>de</strong>la <strong>administración</strong> no tienen porque sertécnicamente mejores (si es que este conceptoexiste), sino que representan un punto <strong>de</strong>equilibrio, un compromiso entre las diversasvisiones <strong>de</strong> un mismo problema. Si el problemaque preten<strong>de</strong>mos abordar es claro y diáfanoquizá con la respuesta técnica sea suficiente;pero si, como es cada vez más frecuente, elproblema es complejo y poliédrico, entoncesserá más a<strong>de</strong>cuada <strong>una</strong> respuesta dialogada y<strong>de</strong> equilibrio.En <strong>de</strong>finitiva, la necesidad <strong>de</strong> construir <strong>una</strong><strong>administración</strong> creativa e inteligente nos obligaa incorporar el diálogo en el proceso <strong>de</strong>mo<strong>de</strong>rnización. Y, <strong>una</strong> vez i<strong>de</strong>ntificada laalternativa a la NGP, la siguiente pregunta es¿cómo se materializa esta <strong>administración</strong><strong>de</strong>liberativa? ¿Cómo nos trasladamos <strong>de</strong> las<strong>de</strong>finiciones conceptuales a la práctica? En elsiguiente apartado nos acercaremos a estosinterrogantes, mientras ahora insistiremos unmomento más en el concepto <strong>de</strong> diálogo.El diálogo como referente:<strong>de</strong>mocratizar la <strong>administración</strong>Otorgar un papel <strong>de</strong> centralidad al diálogosupone recuperar aquel viejo principio segúnel cuál el todo es más que la suma <strong>de</strong> las partes.El <strong>de</strong>bate no se limita a un intercambio pasivosino que se convierte en <strong>una</strong> construcción activa.De esta manera, el espacio público no essimplemente el lugar don<strong>de</strong> emerge un resultadoagregado, sino don<strong>de</strong> se construye un proyecto<strong>de</strong> vida en común. Lo mismo ocurriría con la<strong>administración</strong> pública <strong>de</strong>liberativa.En un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia republicana losciudadanos no son meros <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> suspropuestas, sino que convencen y sonconvencidos, se comunican y argumentan <strong>para</strong>madurar juntos nuevas opiniones. Es aquí don<strong>de</strong>el diálogo se dota <strong>de</strong> valor, don<strong>de</strong> la políticapue<strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>rnos y ser creativa, y don<strong>de</strong>engarza el concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia y <strong>de</strong><strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativa (Cohen, 1989;Fishkin, 1991 y 1995; Pettit, 1997; Habemas,1999; Gutman y Thomson, 2004).Algunos autores, como Fox y Miller (1996), sehan <strong>de</strong>dicado a reflexionar sobre como incorporarel diálogo en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones en el ámbitopúblico. Para ellos, un diálogo auténtico (sometalk) <strong>de</strong>be diseñarse <strong>para</strong> conjurar sus dos <strong>de</strong>rivasmás habituales: el monólogo (few talk) y elchismorreo (many talk). Un monólogo, en primerlugar, no es un diálogo <strong>de</strong> verdad, puesto queno hay construcción conjunta sino <strong>una</strong> meraexplicación unilateral <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas posiciones.A menudo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la exposición se pi<strong>de</strong> lapalabra <strong>de</strong> los asistentes, pero la asimetría <strong>de</strong>la conversación es tan evi<strong>de</strong>nte que el diálogoqueda sin sentido. En segundo lugar, el chismorreo<strong>de</strong>scribiría aquella situación en la que proliferanlos <strong>de</strong>bates multilaterales, don<strong>de</strong> todos hablany don<strong>de</strong> todos lo hacen a la vez. Pue<strong>de</strong>n existirmúltiples <strong>de</strong>bates, pero no son constructivos.Nadie los or<strong>de</strong>na, nadie toma nota, nadie resumeni sintetiza conclusiones. Estamos más ante unevento social que ante un diálogo con capacidad<strong>de</strong> conformar un proyecto colectivo.El auténtico diálogo se encontraría en <strong>una</strong>posición equilibrada don<strong>de</strong> se permitiera hablar<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la simetría pero don<strong>de</strong>, al mismo tiempo,existiera un or<strong>de</strong>n que garantizara el alcance<strong>de</strong> conclusiones y resultados. Un diálogo no esni un discurso ni un conjunto <strong>de</strong> voces solapadasque se acallan las <strong>una</strong>s a las otras. Un diálogoes <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> construir, <strong>de</strong> crear <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elintercambio. Este diálogo constructivo está enel corazón <strong>de</strong> lo que hoy llamamos la <strong>de</strong>mocracia<strong>de</strong>liberativa y <strong>de</strong> la APD. Una i<strong>de</strong>a que, a pesar<strong>de</strong> su apariencia <strong>de</strong> novedad, ya encontrábamosen Aristóteles cuando argumentaba a favor <strong>de</strong>64


la capacidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate entre ciudadanosnormales frente a los expertos aislados a la hora<strong>de</strong> alcanzar las mejores <strong>de</strong>cisiones.También en el trabajo <strong>de</strong> Benjamín Barber (2004)se otorga al <strong>de</strong>bate político un papel central,siendo éste un elemento consustancial <strong>de</strong> suDemocracia Fuerte. El <strong>de</strong>bate, según este autor,<strong>de</strong>be, en primer lugar, equilibrar las capacida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hablar y <strong>de</strong> escuchar. Se trata no sólo <strong>de</strong>exponer las posiciones propias –como en lasversiones liberales- sino <strong>de</strong> aproximarse a las<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, <strong>de</strong> ponernos en el lugar <strong>de</strong>l otro.En este sentido, en segundo lugar, al escuchara los <strong>de</strong>más hay que tomar en consi<strong>de</strong>racióntanto los elementos cognitivos como los afectivos.En un <strong>de</strong>bate intercambiamos razones, perotambién establecemos relaciones. Finalmente,el <strong>de</strong>bate en la Democracia Fuerte también ha<strong>de</strong> combinar su carácter reflexivo con su vocación<strong>de</strong> pasar al mundo <strong>de</strong> la acción.Incorporar el diálogo supone pues un ejercicio<strong>de</strong> equilibrio. Y esta es la esencia <strong>de</strong> la política.Solón, uno <strong>de</strong> los legisladores <strong>de</strong>l siglo <strong>de</strong> oro<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia ateniense, nos legó un poematitulado Eunomía. Esta palabra se traduceprecisamente como equilibrio y sirve <strong>para</strong>i<strong>de</strong>ntificar la esencia <strong>de</strong> la actividad política. LaAPT, al incorporar el diálogo, incorpora la política,se politiza. Esto sí es un atentado al alma maquinal<strong>de</strong> la burocracia, a sus esencias tecnocráticasy a su capacidad <strong>de</strong> hacer las cosas sin pensar.Alcanzar el equilibrio no es un asunto <strong>de</strong> eficienciasino <strong>de</strong> inteligencia, <strong>de</strong> la inteligencia que segenera hablando, dialogando, compartiendopuntos <strong>de</strong> vista y alcanzando situaciones <strong>de</strong>compromiso. Barber lo ha expresado en <strong>una</strong>frase magistral:“El autor <strong>de</strong>l lenguaje, el pensamiento, lafilosofía, la ciencia y el arte, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la ley,los pactos, los <strong>de</strong>rechos individuales, la autoridady la libertad no es el hombre sino los hombres.”4. Hablar y pensar:condiciones <strong>para</strong> <strong>una</strong> <strong>administración</strong>inteligenteEn este último apartado intentaremos avanzaren el cómo <strong>de</strong> <strong>una</strong> APD. ¿Cómo se construye<strong>una</strong> <strong>administración</strong> que hable, piense y actúeinteligentemente? ¿Cómo lograrlo cuandopartimos <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo basado en lainstitucionalización <strong>de</strong>l silencio y la <strong>de</strong>sconfianza?¿Cómo alcanzar la lógica <strong>de</strong>l hacerlo entre todosin sucumbir al riesgo <strong>de</strong> … y la casa por barrer.No hay respuestas simples a estos interrogantes.Incluso más, la primera y contun<strong>de</strong>nte respuestaque <strong>de</strong>beríamos dar –<strong>para</strong> no generar falsasexpectativas- es que hacer lo que se proponees muy difícil, dificilísimo. Pasar <strong>de</strong>l cada unoa lo suyo al entre todos no se logra ni coninstrucciones administrativas ni con las quizámás sofisticadas recomendaciones <strong>de</strong> la ingenieríaorganizativa. No hay <strong>una</strong> receta clara y asequible.Debemos transformar el alma, la esencia <strong>de</strong> laorganización; y esto no se logra por <strong>de</strong>creto.Necesitamos, pues, modificar <strong>una</strong> estructuragenética que sólo entien<strong>de</strong> <strong>de</strong> especializacionesy segmentaciones y que, a<strong>de</strong>más, condicionanuestros comportamientos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace al menosdos siglos.La dificultad <strong>de</strong> la tarea es enorme y, por lotanto, no nos atrevemos a lanzar listados <strong>de</strong>recomendaciones. Nos limitaremos, en cambio,a <strong>de</strong>stacar 4 condiciones que pue<strong>de</strong>n ayudarnosa empren<strong>de</strong>r el camino. No se trata <strong>de</strong> solucionescon resultados inmediatos, sino <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as conlas que ir trabajando <strong>para</strong> no per<strong>de</strong>r la dirección<strong>de</strong>l cambio que, en nuestra opinión, <strong>de</strong>bemosempren<strong>de</strong>r.4.1. Buen gobierno y transparencia:las condiciones <strong>de</strong> partidaQuim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensaYa hemos insistido en la necesidad <strong>de</strong> construir<strong>una</strong> <strong>administración</strong> inteligente y en cómo, <strong>para</strong>lograrlo, es imprescindible dotarla <strong>de</strong> capacidad65


<strong>para</strong> hablar, <strong>para</strong> dialogar. Pues bien, parecelógico que <strong>de</strong> entrada nos preocupe el contexto(administrativo) en el que <strong>de</strong>be producirse eldiálogo. Este contexto es el espacio don<strong>de</strong>hemos <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a trabajar juntos, a conviviry a generar productos compartidos.El punto <strong>de</strong> partida no es <strong>de</strong>masiado prometedor,pues nuestras administraciones se han construido–como ya hemos mencionado- tomando la<strong>de</strong>sconfianza como factor constitutivo. Des<strong>de</strong>la <strong>de</strong>sconfianza es difícil encontrarse <strong>de</strong> maneraconstructiva. Las relaciones están contaminadaspor recelos y sospechas: entre la <strong>administración</strong>y sus ciudadanos, entre los diferentes<strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong> <strong>una</strong> misma <strong>administración</strong>,y entre las administraciones <strong>de</strong> distintasinstituciones. Hablar es complicado cuando laspercepciones mutuas llegan teñidas por viejasrencillas y competencias.En consecuencia, lo primero que necesitamos<strong>para</strong> avanzar hacia <strong>una</strong> <strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativaes conjurar <strong>de</strong>sconfianzas y <strong>de</strong>sactivar sospechas.Poner las cartas encima <strong>de</strong> la mesa y <strong>de</strong>mostrarnoslos unos a los otros que somos “confiables”, quepo<strong>de</strong>mos hablar y trabajar juntos. A menudola <strong>administración</strong> se nos presenta como unescenario dón<strong>de</strong> múltiples telones escon<strong>de</strong>nintenciones inconfesables o escenas censuradas.En este contexto no pue<strong>de</strong> abrirse camino laAPD, necesitamos correr los telones y mostrarun escenario <strong>de</strong>snudo. Necesitamos construir<strong>una</strong> <strong>administración</strong> <strong>de</strong> cristal, don<strong>de</strong> todo seavisible y don<strong>de</strong> no podamos acogernos a viejassospechas <strong>para</strong> evitar el encuentro y el diálogo.Para lograrlo po<strong>de</strong>mos seguir la pista marcadapor la propuestas que nos hablan <strong>de</strong>l BuenGobierno y la Transparencia Administrativa(Grupo expertos, 2005; Hood y Heald, 2006;Comisión Europea, 2007). De forma sintética,bajo este epígrafe se nos propone empren<strong>de</strong>run amplio conjunto <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s y reformasadministrativas <strong>de</strong>stinadas a garantizar el accesoa la información, ofrecer la máxima transparencia,hacer explícitos compromisos éticos <strong>de</strong>comportamiento, asumir las responsabilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> la gestión pública, evaluar lasactuaciones y a rendir cuentas <strong>de</strong> sus resultados.En <strong>una</strong> <strong>administración</strong> silenciosa y <strong>de</strong>sconfianzacomo la que tenemos, avanzar en los factoresmencionados pue<strong>de</strong> suponer <strong>una</strong> lenta perointensa revolución. Estamos programados <strong>para</strong>encerrarnos en nuestros espacios organizativos–con nuestras certezas técnicas y nuestrasincomunicaciones. Abrirnos no será sencillo,pero necesitamos ir construyendo un espaciodon<strong>de</strong> mirarnos los unos a los otros, aunque alprincipio sea <strong>de</strong> reojo. Desnudar este espaciotan repleto <strong>de</strong> sospechas es el primer paso hacia<strong>una</strong> <strong>administración</strong> capaz <strong>de</strong> hablar, <strong>de</strong>encontrarse con ella misma <strong>para</strong> pre<strong>para</strong>r sus<strong>de</strong>cisiones inteligentes.4.2. De las formas a los contenidos:cambiar el vocabularioQuizá la principal razón <strong>de</strong> nuestros silenciosadministrativos radica en <strong>una</strong> gran obviedad:en la <strong>administración</strong>, concebida como máquina<strong>de</strong>scerebrada, no hay <strong>de</strong> que hablar. Se trata <strong>de</strong>ir haciendo cosas, pero no hay ningún contenidosustantivo <strong>de</strong>l que hablar. Como en los ascensores,don<strong>de</strong> nos encontramos con los vecinos sinotro tema a comentar más allá <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>ltiempo, en la <strong>administración</strong> burocráticacoincidimos <strong>para</strong> ajustar nuestros procedimientos,pero no tenemos ningún otro tema <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate.Una vez en la misma sala, como si <strong>de</strong> un ascensorse tratara, evitamos los ojos <strong>de</strong> los colegas, nosmiramos a los pies y esperamos impacientespo<strong>de</strong>r salir <strong>de</strong> aquel espacio cruel (<strong>de</strong> encuentro)<strong>para</strong> volver a recogernos en nuestro cómodoespacio <strong>de</strong> trabajo (en solitario).Así pues, <strong>una</strong> segunda condición –obvia- <strong>para</strong>construir <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que hable esdotarla <strong>de</strong> contenidos conversacionales. Pareceque nuestro vocabulario está limitado a palabrasinstrumentales: procedimientos, comisiones,organigramas, normas y protocolos. Requerimosampliar este vocabulario y ser capaces <strong>de</strong> hablarsobre cuestiones con contenido: cohesión social,mo<strong>de</strong>los urbanísticos, <strong>de</strong>sarrollo económico ocambio climático. Únicamente otorgandocontenido a nuestras conversaciones tendremos66


ganas <strong>de</strong> participar en ellas o, más importante,enten<strong>de</strong>remos la importancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicarlestiempo y esfuerzos.Por otro lado, los procedimientos nos se<strong>para</strong>n(encerrándonos en nuestros propios protocolos),mientras que los contenidos nos juntan (abriendonuestros intereses a las aportaciones <strong>de</strong> losotros). Los ejes <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> tradicionalhan sido sus estructuras y sus procesos, mientrasque <strong>una</strong> APD <strong>de</strong>be construirse a partir <strong>de</strong> suscontenidos sustantivos. Los procedimientos hielannuestras relaciones, mientras que los contenidos(sociales, hídricos, territoriales, económicos)actúan como los fuegos tras <strong>una</strong> larga excursión,como un foco <strong>de</strong> atracción alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cuálencontrarnos y charlar.4.3. Gestionar activamente las relaciones:<strong>para</strong> hablar se requiere confianzaYa nos hemos referido anteriormente al concepto<strong>de</strong> confianza, pero lo recuperamos ahora <strong>para</strong>subrayar su centralidad en la construcción <strong>de</strong><strong>una</strong> APD. Es evi<strong>de</strong>nte que cualquier organización<strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como la suma <strong>de</strong> sus partes.Es precisamente en la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponerlas tareas y <strong>de</strong> distribuirlas entre los diferentesagentes don<strong>de</strong> encontramos la razón <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>las organizaciones, sean <strong>de</strong>l tipo que sean. Almismo tiempo, <strong>una</strong> organización también sirve<strong>para</strong> evitar que las partes se dispersen, <strong>para</strong>integrarlas en un proyecto común y <strong>para</strong>coordinar los esfuerzos en la persecución <strong>de</strong>un resultado colectivo. Cualquier organización,como se visualiza en los organigramas,representa <strong>una</strong> manera <strong>de</strong> fragmentar e integrarsimultáneamente.Tradicionalmente se ha abordado la integración<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la autoridad. La autoridad es el cementoque mantiene juntas las partes, que evita que lafragmentación se convierta en <strong>de</strong>scomposición.Cada parte <strong>de</strong> la <strong>administración</strong> se limita ahacer lo que le toca, mientras que el trabajo<strong>de</strong> la autoridad consiste en controlar que lastareas realizadas son las previstas y que cadaparte pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar su actividad <strong>de</strong> la mejorforma posible. La autoridad es el cementoorganizativo en la medida que sirve tanto <strong>para</strong>mantener a cada uno en su sitio (fragmentación)como <strong>para</strong> evitar que olvi<strong>de</strong>n su pertenencia a<strong>una</strong> única organización (integración). La autoridad,por lo tanto, es el atributo que dota <strong>de</strong> contenidoa las relaciones entre las diferentes partes <strong>de</strong><strong>una</strong> organización. La autoridad nos dice quehemos <strong>de</strong> hacer, que po<strong>de</strong>mos esperar quehagan los otros, cuál es nuestro lugar, cuál esel <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más y cómo y con quién nos hemos<strong>de</strong> relacionar. La autoridad es la referencia quepermite a las partes formar parte <strong>de</strong> un todo.Es evi<strong>de</strong>nte, sin embargo, que cuando la autorida<strong>de</strong>s el cemento organizativo <strong>de</strong>saparece cualquierposibilidad <strong>de</strong> diálogo. La autoridad nos indicaa todos don<strong>de</strong> estamos y qué hemos <strong>de</strong> hacer:no nos queda, pues, nada más por hablar. Laposibilidad <strong>de</strong> construir <strong>una</strong> APD pasa, portanto, por la necesidad <strong>de</strong> jubilar a la autoridadcomo cemento organizativo. Necesitamos <strong>una</strong>organización don<strong>de</strong> las partes se integren através <strong>de</strong> la colaboración, la comunicación y<strong>de</strong>l diálogo (Agranoff y McGuiver, 2003; Innesy Booher, 2003).Para lograrlo hemos <strong>de</strong> satisfacer dos requisitosbásicos: que las partes dispongan <strong>de</strong> cierto margen<strong>de</strong> maniobra (si no es así, no vale la pena hablar<strong>de</strong> nada) y que las relaciones que se establezcanentre ellas se doten <strong>de</strong> confianza (si no es así, setermina por no hablar o por convertir el diálogoen chismorreo). El primer requisito hace referenciaa temas ya conocidos como la autonomía y la<strong>de</strong>scentralización. El segundo, en cambio, laconfianza en las relaciones organizativas, esmás novedoso.La confianza, a<strong>de</strong>más, no es algo dado sino quese ha convertido en objeto y factor <strong>de</strong> gestión(Child y Faulkner, 1998; Lane y Bachmann,1998). No es el momento <strong>de</strong> repasarla, pero sí<strong>de</strong> reconocer que a través <strong>de</strong> ella la confianzase ha convertido en un factor <strong>de</strong> gestión. Estacircunstancia es fundamental, ya que nospermite pensar en términos operativos. Laconfianza, por lo tanto, ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser <strong>una</strong>Quim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa67


cosa intangible, <strong>para</strong> convertirse en un objeto<strong>de</strong> gestión. ¿Cómo po<strong>de</strong>mos gestionar estefactor? ¿Cómo generamos la confianzaindispensable <strong>para</strong> construir <strong>una</strong> <strong>administración</strong><strong>de</strong>liberativa como la que hemos propuesto?Una forma <strong>de</strong> abordar estos interrogantes pasapor consi<strong>de</strong>rar la posibilidad <strong>de</strong> producirconfianza incidiendo en lo que algunos hani<strong>de</strong>ntificado como sus tres momentos: lacreación, la implementación y la consolidación.En primer lugar, al iniciar la relación –el diálogoentre las partes- es necesario estimular laformación <strong>de</strong> la confianza a través <strong>de</strong>l cálculo;es <strong>de</strong>cir, dando a conocer a las diferentes parteslos costes y los beneficios <strong>de</strong> la relación que seinicia. Una vez superado este primer momento,en segundo lugar, llega la hora <strong>de</strong> laimplementación. En esta segunda etapa, lacomprensión entre las diferentes partes escrucial: la confianza no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse sino se compren<strong>de</strong>n los objetivos y las formas<strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> los otros. Finalmente, la confianzase consolidará cuando a la comprensión lesuceda la i<strong>de</strong>ntificación entre las partes; cuandoéstas sientan que forman parte <strong>de</strong> un mismoproyecto, que disponen <strong>de</strong> un objetivo comúny que comparten un mismo estilo <strong>de</strong> hacer lascosas. Gestionando estos tres momentosa<strong>de</strong>cuadamente podríamos avanzar hacia <strong>una</strong>organización don<strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong>l cada uno a losuyo <strong>de</strong>jará paso a la lógica <strong>de</strong>liberativa <strong>de</strong>lentre todos lo haremos.4.4. Li<strong>de</strong>razgo fuerte y renovado:el motor <strong>de</strong>l cambioA<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las estructuras orgánicas, lasadministraciones también cuentan con <strong>una</strong>dirección. Esta dirección se ocupa, evi<strong>de</strong>ntemente,<strong>de</strong> distribuir tareas y responsabilida<strong>de</strong>s, así como<strong>de</strong> proveer a las diferentes partes <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los recursos necesarios, <strong>de</strong> supervisar lasactivida<strong>de</strong>s que se realizan y <strong>de</strong> controlar losresultados. Nos estamos refiriendo a <strong>una</strong> direcciónjerárquica, a <strong>una</strong> conducción racional que va<strong>de</strong> arriba abajo. Ning<strong>una</strong> novedad especial.Desgraciadamente, este tipo <strong>de</strong> dirección sirve<strong>para</strong> comunicarle a la gente lo que ha <strong>de</strong> hacery <strong>para</strong> comprobar que lo hacen, pero no <strong>para</strong>provocar el diálogo entre las partes. Una<strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativa no necesita serdirigida, sino que reclama ser articulada eintermediaria. Estos conceptos también resultanrelativamente extraños <strong>para</strong> el mundo <strong>de</strong> lagestión, pero configuran la esencia <strong>de</strong>l cambio<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la dirección (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba) hacia lamediación (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el medio). Se trata, tal comoproponen algunos autores, <strong>de</strong> fomentar unli<strong>de</strong>razgo más bidireccional que unilateral; unli<strong>de</strong>razgo don<strong>de</strong> el diálogo y la negociaciónsustituyen a las instrucciones y al control (Kooiman,1993; Kickert et al, 1997; Heifetz, 1997).Hacer efectivo este li<strong>de</strong>razgo mediador es crucial<strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo práctico <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>administración</strong><strong>de</strong>liberativa. El ya mencionado peligro <strong>de</strong>l “… yla casa por barrer” reclama la existencia <strong>de</strong> unli<strong>de</strong>razgo no autoritario, pero sí potente. En lasestructuras reticulares que <strong>de</strong>finen <strong>una</strong><strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativa a menudo se echaen falta un cerebro y un sistema nervioso quegarantice el empuje y la continuidad <strong>de</strong> lasactuaciones. Para cubrir este frecuente déficitnecesitamos un li<strong>de</strong>razgo mediador que no seejerza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cúpula <strong>de</strong> la pirámi<strong>de</strong> sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el centro <strong>de</strong> la red; pero que se ejerza.Este li<strong>de</strong>razgo ha <strong>de</strong> ser el responsable <strong>de</strong>generar confianza, <strong>de</strong> conducir las <strong>de</strong>liberacionesy <strong>de</strong> garantizar que éstas produzcan resultados.Su perfil, por lo tanto, no ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>finirsesiguiendo los tradicionales criterios tecnocráticossino incorporando, sobre todo, habilida<strong>de</strong>srelacionales. El lí<strong>de</strong>r relacional, a diferente <strong>de</strong>lgerente tradicional, no es aquel que sabe comohacer las cosas sino el que sabe como provocar,articular y aprovechar los diálogos.El directivo tradicional se guía por el principio<strong>de</strong> la eficiencia y se <strong>de</strong>fine a través <strong>de</strong> un perfilaltamente competente y con capacidad <strong>para</strong>construir <strong>una</strong> organización funcionalmentecompetitiva. El lí<strong>de</strong>r relacional, en cambio,resuelve los problemas provocando la colaboraciónentre todos aquellos que tienen alg<strong>una</strong> cosaque <strong>de</strong>cir al respecto. Para ello se requieren68


habilida<strong>de</strong>s diversas, entre las que <strong>de</strong>stacamoslas <strong>de</strong> seducción y dinamización (Vallès y Brugué,2003):El li<strong>de</strong>razgo que proponemos ha <strong>de</strong> ser, enprimer lugar, un seductor; alguien capaz <strong>de</strong>utilizar un proyecto colectivo <strong>para</strong> seducir alas partes. Ha <strong>de</strong> ser capaz <strong>de</strong> animar, <strong>de</strong>comprometer y, finalmente, <strong>de</strong> lograr quetodo esto se produzca en un clima <strong>de</strong>confianza y <strong>de</strong> colaboración.Este li<strong>de</strong>razgo, en segundo lugar, ha <strong>de</strong> seranimador, alguien con capacidad <strong>para</strong>construir un proyecto seductor a partir <strong>de</strong> lascontribuciones <strong>de</strong> las partes. El mediador ha<strong>de</strong> estimular la participación, ha <strong>de</strong> escucharcon atención y ha <strong>de</strong> utilizar aquello que leexplican.En otros términos, el lí<strong>de</strong>r tradicional llega consoluciones y hace <strong>de</strong>saparecer los problemas:mis soluciones <strong>para</strong> vuestros problemas, como seexplicaría <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong>l llamado “directivoheroico”. En cambio, nuestro lí<strong>de</strong>r relacionali<strong>de</strong>ntifica problemas y articula soluciones: nuestrassoluciones <strong>para</strong> nuestros problemas. Para dareste paso se requiere la mo<strong>de</strong>stia <strong>de</strong> los valientes,confianza en las personas, creer en la propiaorganización y capacidad <strong>para</strong> asumir el riesgoy la incertidumbre. El lí<strong>de</strong>r burocrático nos cantananas que nos adormecen en la seguridad y elsilencio, mientras que el lí<strong>de</strong>r relacional nosestimula con las incertidumbres y nos <strong>de</strong>spiertacon los ruidos <strong>de</strong>l riesgo. En el primer casolangui<strong>de</strong>cemos, mientras que en el segundo florecelo mejor <strong>de</strong> cada uno, aparece la inteligenciay la creatividad.En <strong>de</strong>finitiva, el li<strong>de</strong>razgo es crucial como motor<strong>para</strong> transformar la <strong>administración</strong>, ya que sinél no encontraremos los puntos <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong>s<strong>de</strong>los que promover unos cambios que, comosiempre, encontraran frecuentes e intensasresistencias. Pero, a<strong>de</strong>más, este li<strong>de</strong>razgo nosólo <strong>de</strong>be existir y ser ejercido con <strong>de</strong>cisión,sino que <strong>de</strong>be adoptar <strong>una</strong>s formas peculiares;a las que hemos llamado li<strong>de</strong>razgo relacional.Pue<strong>de</strong> parecer <strong>una</strong> <strong>para</strong>doja, pero nos estamosrefiriendo a un li<strong>de</strong>razgo que sea a la vez potentey mo<strong>de</strong>sto.5. Conclusiones:paciencia y convicciónEn las páginas anteriores hemos planteado tantola necesidad <strong>de</strong> avanzar hacia la APD comoreconocido las dificulta<strong>de</strong>s que encontraremosen el camino. Es complejo pero imprescindible,y en esta doble circunstancia radica el ánimocon el que <strong>de</strong>bemos enfrentar un proceso <strong>de</strong>cambio que será largo y lleno <strong>de</strong> obstáculos.Transformar nuestras administraciones esimprescindible <strong>para</strong> hacer frente a los retos <strong>de</strong>nuestra sociedad actual, aunque <strong>para</strong> hacerlono po<strong>de</strong>mos negar la herencia y las inercias <strong>de</strong>un weberianismo secular. Por lo tanto,necesitamos mucha convicción, pues sin ellapue<strong>de</strong>n flaquearnos las fuerzas; y necesitamospaciencia, pues sin ella generaremos expectativasinalcanzables. Convicción y paciencia,compromiso y pru<strong>de</strong>ncia, audacia y calma;dualida<strong>de</strong>s que, otra vez, nos recuerdan nuestrosorígenes intelectuales helénicos. El equilibrio–la eunomia <strong>de</strong> los antiguos griegos- se convierteen un términos <strong>de</strong> referencia. Frente a lascertezas <strong>de</strong> la racionalización –que se nos impusoa partir <strong>de</strong>l siglo XVII- nuestros sabios <strong>de</strong>l sigloV aC nos recordaban que las socieda<strong>de</strong>s soncomplejas, llenas <strong>de</strong> matices y que esprecisamente en los grises don<strong>de</strong> se encuentranlas <strong>de</strong>cisiones inteligentes.Mirar hacia <strong>de</strong>lante con los pies anclados en laslecciones <strong>de</strong>l pasado: ésta podría ser la principalpropuesta que se agazapa tras un término tanpoco atractivo como el <strong>de</strong> <strong>administración</strong> pública<strong>de</strong>liberativa. Mirar hacia <strong>de</strong>lante <strong>para</strong> reconocerla inevitabilidad <strong>de</strong> los cambios y anclarse ennuestros sabios antiguos <strong>para</strong> no per<strong>de</strong>r lacabeza, <strong>para</strong> recuperar el valor <strong>de</strong> la pacienciay la virtud <strong>de</strong>l equilibrio.Quim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa69


BibliografíaAGRANOFF, R. y McGUIRE, M. Collaborative Public Management. Washington, DC: GeorgetownUniversity Press, 2003.BARZELAY, M. Breaking Through Bureaucracy: A New Vision for Managing in Government. Berkeley:University of California Press, 1992.COMISIÓN EUROPEA. Green Paper on Public Access to Document Held by Institutions of theEuropean Community. Bruselas: European Commission, 2007.CHILD, J. y FAULKNER, D. Strategies of Co-operation. Managing Alliances, Networks and JointVentures. Oxford: Oxford University Press, 1998.CLARKE, J. y NEWMAN, J. The Managerial State. Londres: Sage, 1997.COHEN, J. “Deliberation and Democratic Legitimacy” en Hamli, A. y Pettit, P. (eds.) The Good Polity.Oxford: Blakwell, 1989.DONAHUE, J. La Decisión <strong>de</strong> Privatizar. Fines Públicos y Medios Privados. Barcelona: Paidós, 1991.FISHER, R. y FORESTER, J. (eds.) The Argumentative Turn in Policy Analysis and Planning. Durham:Duke University Press, 1993.FISHKIN, J. Democracy and Deliberation: New Directions for Democratic Reform. New Haven: YaleUniversity, 1991.FISHKIN, J. The Voice of the People: Public Opinion and Democracy. New Haven: Yale University, 1995.FONT, J. (ed.) Public Participation and Local Governance. Barcelona: ICPS, 2003.FOX, C. y MILLER, H. Postmo<strong>de</strong>rn Public Administration. Towards Discurse. Londres: Sage, 1995.GRUP D’EXPERTS. Informe sobre el Bon Govern i la Transparència Administrativa. Departament<strong>de</strong> Justícia: Generalitat <strong>de</strong> Catalunya, 2005.GUTMANN, A. y THOMPSON, D. Why Deliberative Democracy? Princeton: Princeton UniversityPress, 2004.HABERMAS, J. The Theory of Communicative Action. Boston: Beacon Press, 1981.HABERMAS, J. La Inclusión <strong>de</strong>l Otro. Madrid: Alianza, 1991.HAJER, M.A. y WAGENNAR, H. (eds.) Deliverative Policy Analysis. Un<strong>de</strong>rstanding Governance inthe Network Society. Cambridge: Cambridge University Press, 2003.HECKSCHER, C. y DONNELLON, A. (eds.) The Post-Bureaucratic Organization. New Perspectiveson Organizational Change. Londres: Sage, 1994.HEIFETZ, R.A. Li<strong>de</strong>razgo sin Respuestas Fáciles. Barcelona: Paidós, 1997.HOOD, C. Explaining Economic Policy Reversals. Buckingham: Open University Press, 1994.HOOD, C. y HEALD, D. (eds) Transparency: The Key to Better Government. Londres: Macmillan, 2006.INNES, J.E. y BOOHER, D.E. “Collaborative Policymaking: Governance Through Dialogue” a Hajer,M.A. y Wagenaar, H. (eds.) Deliverative Policy Analysis. Un<strong>de</strong>rstanding Governance in the NetworkSociety. Cambridge: Cambridge University Press, 2003.70


KICKERT, W. et al. Managing Complex Networks: Strategies for the Public Sector. Londres: Sage, 1997.KOOIMAN, J. (1993) Mo<strong>de</strong>rn Governance. Londres: Sage, 1993.KOOIMAN, J. Governing as Governance. Londres: Sage, 2003.LANE, C. i BACMANN, R. (eds.) Trust Within and Between Organization. Oxford: Oxford UniversityPress, 1998.LÓPEZ CASANOVAS, G. et al. Els Nous Instruments <strong>de</strong> la Gestió Pública. Barcelona: La Caixa, 2003.OSBORNE, D. i GAEBLER, T. La Reinvención <strong>de</strong>l Gobierno. Barcelona: Paidós, 1994.PETERS, T. i WATERMAN, R. In Search of the Excellence. New York: Harper & Row, 1982.PETTIT, P. Republicanism. A theory of Freedom and Government. Oxford: Oxford University Press, 1997.POLLITT, C., BIRCHALLl, J. y PUTMAN, K. Descentralizing Public Service Management. Londres:Macmillan, 1998.RITZER, G. The McDonaldization of Society. Londres: Pine Forge Press, 1996.SANCHO, D. Gestión <strong>de</strong> Servicios Públicos: Estrategias <strong>de</strong> Marketing y Calidad. Barcelona: Tecnosi UPF, 1999.SENNETT, R. La Corrosión <strong>de</strong>l Carácter. Las Consecuencias Personales <strong>de</strong>l Trabajo en el NuevoCapitalismo. Barcelona: Anagrama, 1998.VALLÈS, J.M. y BRUGUÉ, Q. Polítics Locals: Pre<strong>para</strong>nt el Futur. Barcelona: Ed. Mediterrània, 2003.WALSH, K. Public Services and Market Mechanisms. Competition, Contracting and the New PublicManagement. Londres: Macmillan, 1995.Quim BRUGUÉ. Una <strong>administración</strong> que habla es <strong>una</strong> <strong>administración</strong> que piensa71


La juridificación<strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>Sergio CASTEL (1)Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> CiudadanaGobierno <strong>de</strong> Aragón1. Una primera aproximacióna modo <strong>de</strong> introducción1.1. Las transformaciones <strong>de</strong>l Estado,<strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong>l DerechoDes<strong>de</strong> que en 1920 Hans Kelsen publicara“De la esencia y valor <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia”,se abre en el mundo científico-político unlargo e intenso <strong>de</strong>bate que intenta precisarlo que en realidad constituye un régimen<strong>de</strong>mocrático. La <strong>de</strong>mocracia, como principioinspirador <strong>de</strong> <strong>una</strong> organización política,conlleva inexcusablemente <strong>una</strong> serie <strong>de</strong>premisas básicas, como la proclamación <strong>de</strong>la soberanía popular, la aceptación <strong>de</strong>lpluralismo político y social, la responsabilidad<strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos, y el reconocimiento<strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> los ciudadanos en la“cosa pública”.La legislación como herramienta<strong>para</strong> <strong>una</strong> <strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativaSobre esta última, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> perspectivageneral, se pue<strong>de</strong>n distinguir dos formas <strong>de</strong><strong>de</strong>mocracia/participación institucionalizada. Unsistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa, en el que laciudadanía toma parte <strong>de</strong> manera inmediata,sin ningún tipo <strong>de</strong> intermediarios, en la<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones colectivas, conlo que se produce <strong>una</strong> coinci<strong>de</strong>ncia inmediataentre la titularidad y el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Porotro lado, un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia representativa,i<strong>de</strong>ada alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> Estado-Nación,basado en la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> Asambleaparlamentaria reclutada por medio <strong>de</strong> eleccionesperiódicas, <strong>de</strong> tal modo que el pueblo segobierna por sus elegidos, <strong>de</strong>legando en éstoslas funciones <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> la comunidad.La disyuntiva <strong>de</strong>mocracia directa-<strong>de</strong>mocraciarepresentativa ha sido objeto <strong>de</strong> un importante<strong>de</strong>bate, ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el proceso revolucionariofrancés, con dos gran<strong>de</strong>s corrientes. Por un lado,la tradición <strong>de</strong>mocrática –cuyo mejor exponentees Rosseau- que proclama que la única<strong>de</strong>mocracia posible es la directa ya que el pueblo,al elegir sus representantes, pier<strong>de</strong> parte <strong>de</strong> suirrenunciable soberanía. Por otro, la tradiciónliberal –cuya más acabada expresión seríaMontesquieu- que se <strong>de</strong>cantaba por la<strong>de</strong>mocracia representativa como consecuencia<strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> soberanía nacional.Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(1)Sergio Castel es Licenciado en Derecho y Asesor <strong>de</strong> la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong>Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón.73


La evolución posterior se <strong>de</strong>cantaría a favor <strong>de</strong>lrégimen representativo. La <strong>de</strong>mocracia directacomo sistema único <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones políticases consi<strong>de</strong>rada como <strong>de</strong> difícil o imposibleaplicación en las complejas socieda<strong>de</strong>s actuales,lo que, junto a otros factores históricos, haprovocado <strong>una</strong> progresiva extensión <strong>de</strong> laparticipación representativa. De este modo, elprincipio metafísico <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l pueblo serealiza técnicamente a través <strong>de</strong> la elección libre<strong>de</strong> representantes, articulando así el principio<strong>de</strong>mocrático.Ahora bien, será con la afirmación <strong>de</strong>l EstadoDemocrático tras la I Guerra Mundial, yconcretamente con la Constitución <strong>de</strong> Weimar,cuando las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong><strong>de</strong>mocracia directa se vuelven a plantear. Peroya no en la forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa versus<strong>de</strong>mocracia representativa, sino bajo laconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> complemento <strong>de</strong> los sistemasrepresentativos.Este <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> complementariedad continúa hoycon fuerza en un contexto <strong>de</strong> transformacionesestructurales. Des<strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l siglo XX estamosasistiendo a <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> cambios políticos,económicos y sociales que suponen el surgimiento<strong>de</strong> nuevos retos al mo<strong>de</strong>lo clásico <strong>de</strong> Estado, asu Administración, y al Derecho Público.Se observa el paso <strong>de</strong>l Estado Social <strong>de</strong> Derechoal Estado policéntrico y contractual que actúa enred, como mo<strong>de</strong>lo que permite la adaptación<strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> su Administración a <strong>una</strong> nuevasociedad. Si el anterior sistema suponía lacaracterización <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r centralista alre<strong>de</strong>dor<strong>de</strong>l Estado, el actual mo<strong>de</strong>lo policéntrico conllevaun especial protagonismo <strong>de</strong> la ciudadanía en latoma <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones públicas. Consecuenciainmediata <strong>de</strong> esta nueva perspectiva organizativaes la superación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> interés generalen manos exclusivas <strong>de</strong> la Administración, sustituidopor el <strong>de</strong> interés colectivo abierto a la participaciónsocial en su <strong>de</strong>terminación y gestión (2) .La transformación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo weberiano <strong>de</strong> corteburocrático en <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa,exige la adopción <strong>de</strong> respuestas firmes y eficaces.En la década <strong>de</strong> los sesenta <strong>de</strong>l siglo pasadocomienza a manifestarse la crisis <strong>de</strong> legitimidad<strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos como consecuencia <strong>de</strong>su incapacidad <strong>para</strong> dar <strong>una</strong> a<strong>de</strong>cuada satisfaccióna las necesida<strong>de</strong>s sociales. Se forma <strong>una</strong> concienciaque pone fin a la aceptación <strong>de</strong> la legitimidadfundada exclusivamente sobre principios jurídicosconstitucionales, bien por la fuente <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r–principio <strong>de</strong> potestad pública-, bien por sufinalidad –criterio <strong>de</strong>l servicio público-. Se abre lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la legitimidad <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos<strong>de</strong>be fundarse también en su eficacia. Hoy, nossituamos ante <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa,en la que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ajustarse a la legalidad yactuar con eficacia, se le exige que abra campos<strong>de</strong> participación al ciudadano, lo que repercutepositivamente en aras <strong>de</strong> la legitimidad <strong>de</strong> laactuación pública y <strong>de</strong> la consecución eficaz <strong>de</strong>los intereses colectivos.Los actuales cambios socio-económicos sobreel Estado también repercuten directamente sobreel Derecho Público y, muy en especial, sobre larama que organiza a la Administración Pública,el Derecho administrativo. Éste, por ser reflejo<strong>de</strong> la significación y configuración <strong>de</strong>l Estado encada época histórica, se encuentra en continuaevolución resaltando así su carácter instrumental,por lo que hoy se encuentra afectado <strong>de</strong> llenopor esas transformaciones. De este modo, si elDerecho Administrativo clásico se basaba en launilateralidad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones administrativas,las ten<strong>de</strong>ncias económicas y sociales actualesaportan <strong>una</strong> nueva lógica a los Estados y a susAdministraciones –y por consiguiente a suor<strong>de</strong>namiento jurídico-, e invalidan los medios(2)El Trib<strong>una</strong>l Constitucional <strong>de</strong>claró, ya en su Sentencia 18/1984, <strong>de</strong> 7 <strong>de</strong> febrero, la difuminación <strong>de</strong> la dicotomía público-privado,<strong>de</strong> modo que no correspon<strong>de</strong> al Estado en exclusiva el logro <strong>de</strong> los fines <strong>de</strong> interés general, sino que existe <strong>una</strong> acción mutuaentre aquél y la sociedad.(3)CHEVALLIER, J. “Vers un droit post-mo<strong>de</strong>rne? Les transformations <strong>de</strong> la regulation juridique”. Revue du droit public. 1998,pp. 668 y ss. Tal y como señala Chevallier, el <strong>de</strong>recho posmo<strong>de</strong>rno se enfrenta al <strong>de</strong>recho mo<strong>de</strong>rno: a la unidad opone elpluralismo; a la jerarquía, la diversidad; a la sujeción, la regulación; a la estabilidad, la adaptabilidad.74


tradicionales <strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos (3) .El Derecho Administrativo se mueve en un contextonuevo, en el que la complejidad <strong>de</strong> la realidadactual <strong>de</strong>manda <strong>una</strong> intervención administrativaen sectores cada vez más complejos, novedosos,e interrelacionados, lo que exige la participación<strong>de</strong> diversos puntos <strong>de</strong> vista con interés en lamateria correspondiente, bajo los conceptossocio-jurídicos <strong>de</strong> diálogo y concertación social.Esta exigencia <strong>de</strong> participación y concertacióntrae consigo la ausencia <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r normativointrínseco. El valor normativo no se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong><strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong> las normas, sino <strong>de</strong> suaceptación y <strong>de</strong> la adhesión a sus mandatos porlos sujetos <strong>de</strong>stinatarios, por lo que resultanecesario el consenso que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> laparticipación en el proceso <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong>esas normas. Se configura así un <strong>de</strong>rechonegociado fruto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>liberación colectiva y<strong>de</strong> un diálogo permanente entre gobernantes ygobernados, que constituye un exponente <strong>de</strong> laparticipación como complemento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa –ya que no pone en cuestión dón<strong>de</strong>resi<strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión última-, contribuyendo a laconfiguración <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n jurídico convencional,diferente <strong>de</strong>l anterior <strong>de</strong>recho unilateral, buscandono tanto la imposición como la adhesión (4) .Por tanto, el Derecho <strong>de</strong>l Estado actual lo po<strong>de</strong>mosconfigurar como un sistema jurídico que, partiendo<strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong> la sociedad real, se convierteen instrumento flexible <strong>de</strong> regulación, útil <strong>para</strong>un gobierno más abierto y participativo. El nuevoDerecho constata la complejidad <strong>de</strong> la sociedadposmo<strong>de</strong>rna que se manifiesta en la producción<strong>de</strong>l Derecho y en la articulación <strong>de</strong> las normasjurídicas, así como en la flexibilidad <strong>de</strong> sucontenido y <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> adaptación.1.2. ¿Por qué es necesaria la perspectivajurídica <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>?La participación <strong>ciudadana</strong>, como <strong>de</strong>manda eneste nuevo contexto, es analizada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentesperspectivas y campos. Aquí se trata <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rpor qué es importante estudiar su régimen jurídico.El Derecho, la norma, tiene entre sus objetosfundamentales or<strong>de</strong>nar las relaciones humanas,respon<strong>de</strong>r a las evoluciones, necesida<strong>de</strong>s y<strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> la sociedad. Así, en el actual contexto<strong>de</strong> gobernanza, don<strong>de</strong> la sociedad exige mayorcorresponsabilidad, el Derecho tiene que a<strong>de</strong>cuarla estructura y el funcionamiento <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>respúblicos a dicha <strong>de</strong>manda. Pero a<strong>de</strong>más, hoydía no pue<strong>de</strong> hablarse <strong>de</strong> un sistema políticoy social verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>mocrático si suor<strong>de</strong>namiento jurídico no cuenta con suficientesgarantías <strong>para</strong> la participación <strong>de</strong> los ciudadanosen los procesos <strong>de</strong>cisionales.El or<strong>de</strong>namiento jurídico no pue<strong>de</strong> ser ajeno ados principios fundamentales <strong>de</strong> la estructurapolítica y social actual, que no son sinoconsecuencia <strong>de</strong> las transformaciones vistasanteriormente. Por un lado, la multidimensionalidady la complejidad <strong>de</strong> las realida<strong>de</strong>s actuales, queexige <strong>una</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones participativa, yaque el legislador no pue<strong>de</strong> contemplar, él sólo,todas las posibles soluciones, sino que hacefalta la visión <strong>de</strong> políticos, técnicos y ciudadanos;por ello, el or<strong>de</strong>namiento jurídico <strong>de</strong>be contemplarmecanismos eficaces <strong>de</strong> participación. Por otro,el principio <strong>de</strong> multinodalidad, que supone queno hay un único centro <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, sino que hoylas <strong>de</strong>cisiones se toman <strong>de</strong> forma conjunta, sinperjuicio <strong>de</strong> que las <strong>de</strong>cisiones últimas seanadoptadas formalmente por los po<strong>de</strong>res públicoslibremente elegidos por la ciudadanía.Partiendo <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> esta perspectivajurídica, y a modo <strong>de</strong> breve introducciónconceptual, la participación obliga a analizarsus dos aspectos básicos: la relación entre<strong>de</strong>mocracia y Derecho, así como la participación<strong>ciudadana</strong> como concepto jurídico.La relación entre <strong>de</strong>mocracia y Derecho gira entorno a cuatro pilares (5) . En primer lugar, la<strong>de</strong>mocracia como principio legitimador <strong>de</strong>lSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(4) ALLI ARANGUREN, Juan-Cruz. Derecho Administrativo y globalización. Aranzadi, 2004, p. 170.(5) GARRORENA MORALES, A. “Democracia”. En ARAGÓN REYES, Manuel (Coord.). Temas básicos <strong>de</strong> Derecho Constitucional.Tomo I. Civitas, 2001, pp.118-120.75


Derecho, es <strong>de</strong>cir, la <strong>de</strong>mocracia se muestra comoprincipio <strong>de</strong> justificación última <strong>de</strong>l Derecho, loque exige que éste apoya su capacidad <strong>de</strong> obligaren su condición como or<strong>de</strong>n nacido <strong>de</strong>lconsentimiento <strong>de</strong> aquellas mismas personasa las que obliga. Así, el or<strong>de</strong>n jurídico establecidoes justo en la medida en que es un or<strong>de</strong>n quenace <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> sus propios <strong>de</strong>stinatarios.En segundo lugar, la <strong>de</strong>mocracia como fin <strong>de</strong>lDerecho, por lo que éste <strong>de</strong>be ten<strong>de</strong>r a realizaren nuestra convivencia los valores propios <strong>de</strong>li<strong>de</strong>al <strong>de</strong>mocrático, <strong>de</strong> tal modo que elor<strong>de</strong>namiento jurídico <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong>mocráticoqueda traspasado por un cierto sentido finalistaque lo orienta hacia la progresiva perfección<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, y a dicha luz <strong>de</strong>ben ser leídastodas sus normas. En tercer lugar, la <strong>de</strong>mocraciacomo contenido <strong>de</strong>l Derecho. Des<strong>de</strong> estaperspectiva, la <strong>de</strong>mocracia es materia ella mismaa regular por el or<strong>de</strong>namiento jurídico. El Derechoes norma que rige y <strong>de</strong>termina los distintosprocesos <strong>de</strong>mocráticos incluidos en el sistema,<strong>de</strong> tal modo que la <strong>de</strong>mocracia es también <strong>una</strong>realidad materialmente necesitada <strong>de</strong> reglas y,por lo tanto, constituida ella misma en objeto<strong>de</strong> regulación. En último lugar, la <strong>de</strong>mocraciacomo forma <strong>de</strong> producción <strong>de</strong>l Derecho. La<strong>de</strong>mocracia es método o procedimiento <strong>para</strong> lacreación <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico,lo que pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r porque la <strong>de</strong>cisión últimaque constituya o cree tales normas proceda <strong>de</strong>la voluntad directamente expresada por lospropios ciudadanos, o porque esa creación seconfíe a la institución parlamentaria que ostentala representación <strong>de</strong> la ciudadanía, lo que esmás habitual en nuestras <strong>de</strong>mocracias liberales.El segundo aspecto básico a analizar es el <strong>de</strong>la participación como un auténtico conceptojurídico. Des<strong>de</strong> esta perspectiva, la participaciónes en sí misma un <strong>de</strong>recho humano, que competea cada individuo miembro <strong>de</strong> la comunidadcomo a la colectividad misma en su conjunto,así como un elemento configurador <strong>de</strong> la vida<strong>de</strong>mocrática y, por tanto, exigencia <strong>para</strong> losindividuos, grupos y, especialmente, <strong>para</strong> elEstado que estructura políticamente el conjunto<strong>de</strong> la convivencia social.Por tanto, es imperativo <strong>de</strong> cualquier sistema<strong>de</strong>mocrático que el Estado <strong>de</strong>be crear lascondiciones que permitan que este <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>participación sea efectivo, removiendo <strong>para</strong> ellolos obstáculos que limiten la libertad e igualdad<strong>de</strong> los sujetos en el acceso a la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones, <strong>de</strong> acuerdo con los principios <strong>de</strong>lEstado Social y Democrático <strong>de</strong> Derecho. Y bajoesta premisa, uno <strong>de</strong> los instrumentos con losque cuenta el Estado <strong>para</strong> crear dichas condicioneses su or<strong>de</strong>namiento jurídico, en la medida enque éste <strong>de</strong>be contener normas jurídicas quegaranticen la participación real en los procesos<strong>de</strong>cisionales como uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales <strong>de</strong>l ciudadano. Pero a<strong>de</strong>más,no hay que olvidar que las actuaciones públicasestán sometidas al principio <strong>de</strong> legalidad, porlo que es fundamental conocer el marco normativoen el que se <strong>de</strong>sarrollan los instrumentos dirigidosa promover la participación <strong>ciudadana</strong>. Estopermitirá <strong>una</strong> labor <strong>de</strong> análisis crítico <strong>de</strong> sucontenido con el fin <strong>de</strong> modificar ese marco yreconducirlo hacia formas que faciliten laparticipación <strong>de</strong> la ciudadanía en la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones públicas.De este modo, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>loverda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong> precisa <strong>de</strong> la configuración inicial <strong>de</strong>ese marco normativo y planificador quecontemple las acciones, procesos, vías y órganos<strong>de</strong> participación que van a constituir dichomo<strong>de</strong>lo. Sin embargo, es opinión unánime quehoy la creciente <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciaparticipativa tropieza con la dificultad <strong>de</strong>establecer <strong>una</strong> normatividad que conecte <strong>de</strong>forma real las acciones <strong>de</strong> la sociedad civil conlas <strong>de</strong>cisiones políticas (6) .Por todo lo anterior, y partiendo <strong>de</strong> la importancia<strong>de</strong> esta perspectiva jurídica, el objeto <strong>de</strong> estecapítulo no es otro que analizar cómo ha(6)RUBIO NÚÑEZ, Rafael. “La guerra <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocracias”. Revista Parlamentaria <strong>de</strong> la Asamblea <strong>de</strong> Madrid. 2007, Nº 16, p. 91.76


evolucionado nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico enaras <strong>de</strong> <strong>una</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática -teniendo en cuenta el marco internacional ycomunitario que inci<strong>de</strong> en nuestro Derecho-,observando las transformaciones actuales <strong>de</strong>las que está siendo objeto este or<strong>de</strong>namientoen los últimos años. Analizar qué evolución seha producido y qué existe, sin la pretensión <strong>de</strong>agotar <strong>de</strong> forma exhaustiva toda la normativavigente, sino únicamente aquellas líneasgenerales más representativas <strong>de</strong> la situaciónnormativa <strong>para</strong> su correcto entendimiento ycomo punto <strong>de</strong> reflexión.2. La participación <strong>ciudadana</strong>como principio inspiradoren el ámbito supranacional2.1. ¿La globalización afecta al <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>?Principios internacionalesEl conocido proceso <strong>de</strong> globalización –al igual queel <strong>de</strong> regionalización- supone la internacionalización<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas fuentes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho y laarmonización <strong>de</strong> principios jurídicos, lo queimplica en última instancia la inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> los sistemas normativos. De esta manera, sesuele afirmar que la globalización no sólo alcanzaa las activida<strong>de</strong>s económicas y financieras, sinotambién a ciertos valores éticos universales.En este sentido, se han ido aprobando diversostextos normativos <strong>de</strong> alcance global que tratan<strong>de</strong> crear <strong>una</strong> conciencia <strong>de</strong> respeto a los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> la persona en cualquier punto <strong>de</strong>l planeta,garantizando <strong>una</strong> ética universal. Estos textosinternacionales configuran un auténtico Derechoconvencional, en la medida en que no tienencarácter imperativo ni capacidad <strong>de</strong> imposición,sino que se reconocen válidos en cuanto a lasadhesiones que suscita.Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>Dentro <strong>de</strong> estos textos normativos <strong>de</strong> carácterinternacional resalta, por su significado, laDeclaración Universal <strong>de</strong> los Derechos Humanos.Dentro <strong>de</strong> su catálogo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, el artículo21.1 reconoce <strong>de</strong> forma expresa el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>participación, al señalar que “toda persona tiene<strong>de</strong>recho a participar en el gobierno <strong>de</strong> su país,directamente o por medio <strong>de</strong> representanteslibremente escogidos”, bajo la consi<strong>de</strong>ración<strong>de</strong> que “la voluntad <strong>de</strong>l pueblo es la base <strong>de</strong> laautoridad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público” (artículo 21.3).Por su parte, el artículo 25 <strong>de</strong>l Pacto Internacional<strong>de</strong> los Derechos Civiles y Políticos establece que“todos los ciudadanos gozarán, sin ning<strong>una</strong> <strong>de</strong>las distinciones mencionadas en el artículo 2,y sin restricciones in<strong>de</strong>bidas, <strong>de</strong> los siguientes77


<strong>de</strong>rechos y oportunida<strong>de</strong>s: a) Participar en ladirección <strong>de</strong> los asuntos públicos, directamenteo por medio <strong>de</strong> representantes librementeelegidos” (7) .Ahora bien, este <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación nose reconoce únicamente con un carácter general.Existen sectores en los que se han ido aprobandodocumentos normativos que resaltan lanecesidad <strong>de</strong> potenciar la participación <strong>de</strong> laciudadanía en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas.Son aquellos sectores cuyo funcionamientotiene claras repercusiones globales, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>afectar <strong>de</strong> forma directa al individuo y a lacolectividad conjuntamente.Resalta, por su importancia y aceptación, el<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación en las cuestionesmedioambientales. Se consi<strong>de</strong>ra que los problemasrelacionados con el medio ambiente no sonexclusivamente locales o regionales, sino quese manifiestan a nivel global y, por tanto, exigenla búsqueda <strong>de</strong> soluciones a este nivel. Ahorabien, esta adopción <strong>de</strong> políticas globales ha <strong>de</strong>estar basada en los pilares o <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l accesoa la información, la participación pública y elacceso a la justicia, que caracterizan lo que seha dado en llamar la <strong>de</strong>mocracia ambiental.Estos tres pilares o <strong>de</strong>rechos se erigen como unprincipio básico y general <strong>de</strong>l Derecho globalambiental, proclamado en la Declaración sobreel Medio Ambiente y Desarrollo, adoptada enla Conferencia <strong>de</strong> Río <strong>de</strong> 1992, cuyo principio10 establece que “el mejor modo <strong>de</strong> tratar lascuestiones ambientales es con la participación<strong>de</strong> todos los ciudadanos interesados, en el nivelque corresponda. En el plano nacional, todapersona <strong>de</strong>berá tener acceso a<strong>de</strong>cuado a lainformación sobre el medio ambiente <strong>de</strong> quedispongan las autorida<strong>de</strong>s públicas, incluida lainformación sobre los materiales y las activida<strong>de</strong>sque encierran peligro en sus comunida<strong>de</strong>s, asícomo la oportunidad <strong>de</strong> participar en los procesos<strong>de</strong> adopción <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. Los Estados <strong>de</strong>beránfacilitar y fomentar la sensibilización y laparticipación <strong>de</strong> la población poniendo lainformación a disposición <strong>de</strong> todos. Deberáproporcionarse acceso efectivo a losprocedimientos judiciales y administrativos,entre éstos el resarcimiento <strong>de</strong> daños y losrecursos pertinentes” (8) .Pero, ¿y la participación en las instanciasinternacionales?, ¿cómo aplicar el concepto<strong>de</strong>mocrático en un contexto globalizado?,¿cómo participar en la actuación mundializada<strong>de</strong> la actividad política y económica? RobertDahl señala que la <strong>de</strong>mocracia únicamente seha <strong>de</strong>sarrollado en dos estadios, en la polisgriega y en el Estado Nación. En la primera, elsistema político se basaba en un régimen <strong>de</strong><strong>de</strong>mocracia directa -con todos sus matices-,mientras que en el segundo, el sistema reinante(7)En este sentido, el artículo 10.2 CE’78 establece que “las normas relativas a los <strong>de</strong>rechos fundamentales y a las liberta<strong>de</strong>sque la Constitución reconoce se interpretarán <strong>de</strong> conformidad con la Declaración Universal <strong>de</strong> Derechos Humanos y losTratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España”. El Trib<strong>una</strong>l Constitucional vienereconociendo que “la interpretación a que alu<strong>de</strong> el artículo 10.2 <strong>de</strong>l texto constitucional no convierte a tales tratados oacuerdos internacionales en canon autónomo <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las normas y actos <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales. Por el contrario, realizada la mencionada proclamación, no pue<strong>de</strong> haber duda <strong>de</strong> que lavali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las disposiciones y actos impugnados en amparo <strong>de</strong>be medirse sólo por referencia a los preceptos constitucionales[…], siendo los textos y acuerdos internacionales <strong>de</strong>l artículo 10.2 <strong>una</strong> fuente interpretativa que contribuye a la mejori<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos cuya tutela se pi<strong>de</strong> a este Trib<strong>una</strong>l” (STC 64/1991).(8)A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales han adoptado el objetivo <strong>de</strong> lasostenibilidad medioambiental y el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación. Es el caso <strong>de</strong>l Banco Mundial, en cuyo Informe <strong>de</strong> 2003 DesarrolloSostenible en <strong>una</strong> Economía Dinámica recoge diez principios básicos en materia <strong>de</strong> medio ambiente, entre los que se encuentra“reconocer la participación <strong>ciudadana</strong> como factor crucial” y “lograr el consenso entre las diferentes fuerzas sociales necesarias<strong>para</strong> conseguir el cambio”. Por su parte, el Comité <strong>de</strong> Asistencia <strong>para</strong> el Desarrollo <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> CooperaciónDesarrollo Económicos (OCDE) publicó Shaping the 21st Century (2001), documento político en el que se llamaba a <strong>una</strong>asociación global <strong>para</strong> seguir <strong>una</strong> nueva estrategia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, fijando <strong>de</strong>terminados objetivos a cumplir mediante cuatrodirecciones <strong>de</strong> actuación. La segunda dirección establece que el <strong>de</strong>sarrollo sostenible requiere <strong>de</strong> instituciones que asumanprocesos transparentes y que permitan la participación <strong>de</strong> todos los sectores <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> productores a consumidorescomo la Administración.78


es la <strong>de</strong>mocracia representativa. Si encontramosestos dos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia, la preguntaque se plantea es qué ocurre en un contextoen el que las <strong>de</strong>cisiones se han globalizado.Según Robert Dahl, en un mundo global,<strong>de</strong>mocracia significa ser capaz <strong>de</strong> transferir laautoridad a la esfera en la que se consiga máseficacia (multilateral, supranacional o mundial),manteniendo a la vez tanto los niveles <strong>de</strong>representatividad como la capacidad <strong>de</strong> losciudadanos <strong>de</strong> ejercer un control sobre lospolíticos. Esto requeriría <strong>de</strong>mocratizar los Estados,pero también las organizaciones internacionales.2.2. Orientaciones y directrices comunitarias:el espíritu <strong>de</strong> la gobernanzaEl Tratado <strong>de</strong> la Unión Europea, en su artículo6, invoca los principios <strong>de</strong> libertad, <strong>de</strong>mocracia,respeto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos y las liberta<strong>de</strong>sfundamentales y el Estado <strong>de</strong> Derecho, principiosque son comunes a los Estados miembros,resaltando la necesidad <strong>de</strong> adoptar las <strong>de</strong>cisiones<strong>de</strong> la forma más abierta y próxima a los ciudadanos(artículo 1 TUE). Por su parte, el artículo 41 <strong>de</strong>la Carta <strong>de</strong> los Derechos Fundamentales <strong>de</strong> laUnión Europea reconoce el <strong>de</strong>recho a <strong>una</strong> buena<strong>administración</strong>.Por tanto, la primacía <strong>de</strong> la ética <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoshumanos constituye <strong>una</strong> clave <strong>de</strong> interpretacióny <strong>de</strong> legitimación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n jurídico europeo,que conduce necesariamente a <strong>una</strong> aproximación<strong>de</strong> los sistemas jurídicos nacionales al aplicarlas mismas normas y jurispru<strong>de</strong>ncia. A partir <strong>de</strong>aquéllos se introduce la <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong> lospo<strong>de</strong>res públicos y la garantía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosen el ámbito administrativo, como son los <strong>de</strong>participación en la <strong>de</strong>cisión y gestión, concertación,transparencia, información, etc.Uno <strong>de</strong> los objetivos estratégicos fijados <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el ámbito comunitario –en concreto, por elParlamento Europeo en febrero <strong>de</strong> 2000-, fuepromover nuevas formas <strong>de</strong> gobernanzaeuropea (9) . El Programa <strong>de</strong> trabajo titulado“Libro Blanco sobre la Gobernanza Europea.Profundizar en la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> la UniónEuropea”, estableció <strong>una</strong>s bases <strong>para</strong> el proceso<strong>de</strong> acomodación <strong>de</strong> los Tratados respecto a laestructura interna y el funcionamiento <strong>de</strong> laUnión. El resumen <strong>de</strong>l programa recogió elconcepto <strong>de</strong> gobernanza propio <strong>de</strong> lasinstituciones comunitarias, <strong>de</strong>stacando laimportancia <strong>de</strong> la legitimidad vinculada a laaceptabilidad <strong>de</strong> las normas, a la participación<strong>de</strong> los ciudadanos y a la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> ladiversidad cultural, lingüística y territorial.El Libro Blanco <strong>para</strong> la Gobernanza Europeafue aprobado por la Comisión el 25 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>2001, y contiene <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> recomendacionesten<strong>de</strong>ntes a profundizar en la <strong>de</strong>mocracia yaumentar la legitimidad <strong>de</strong> las instituciones,mejorando los procedimientos y prácticas queafectan a la manera en que actúan lasAdministraciones Públicas. Se fijó el objetivoestratégico <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong> la gobernanzaeuropea, entendida como el conjunto <strong>de</strong>“normas, procesos y comportamientos queinfluyen en el ejercicio <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res a niveleuropeo, especialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<strong>de</strong> la apertura, la participación, la responsabilidad,la eficacia y la coherencia”. De este modo, elLibro Blanco propone abrir el proceso <strong>de</strong>elaboración <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> la Unión Europeacon el fin <strong>de</strong> asociar a un mayor número <strong>de</strong>personas y organizaciones en su formulación yaplicación, lo que se traduce en <strong>una</strong> mayortransparencia y en <strong>una</strong> mayor responsabilización<strong>de</strong> todos los participantes.Los principios <strong>de</strong> la buena gobernanza son los<strong>de</strong> apertura, participación, responsabilidad,eficacia y coherencia, principios que han <strong>de</strong> seraplicados al Gobierno y al Derecho, en todossus niveles –mundial, europeo, nacional, regionalSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(9)PRODI, Romano. Dar forma a la nueva Europa, discurso en el Parlamento Europeo, 15 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2000. Tal y comoexpuso el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Comisión Europea, “es tiempo ya <strong>de</strong> darse cuenta <strong>de</strong> que Europa no está tan sólo administradapor las instituciones europeas, sino también por las instituciones nacionales, regionales y locales y por la sociedad civil”.79


y local-. En concreto, el “principio <strong>de</strong> participación”supone la ampliación y potenciación <strong>de</strong> laparticipación <strong>ciudadana</strong> en todas y cada <strong>una</strong><strong>de</strong> las fases <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> laspolíticas públicas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la concepción hasta laaplicación, generando <strong>una</strong> mayor confianza enlos resultados finales y en las instituciones (10) .De este modo, el Libro Blanco ha venido aproponer un cambio <strong>de</strong> cultura basada en <strong>una</strong>mayor participación <strong>de</strong> todos los actores sociales,a fin <strong>de</strong> hacer más transparente el sistema <strong>de</strong>funcionamiento, llegar hasta el ciudadano porla <strong>de</strong>mocracia regional y local, implicar a lasociedad civil, <strong>una</strong> consulta más eficaz ytransparente en la elaboración <strong>de</strong> las políticasy establecer vínculos con las re<strong>de</strong>s. Cambio <strong>de</strong>cultura política que, como se acaba <strong>de</strong> ver, estábasado en ese concepto <strong>de</strong> gobernanza,entendido como un proceso <strong>de</strong> transformación<strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> gobernar que se caracteriza, por<strong>una</strong> parte, por superar la exclusividad <strong>de</strong> lospo<strong>de</strong>res públicos en la gestión <strong>de</strong> los asuntospúblicos dotados <strong>de</strong> potesta<strong>de</strong>s exorbitantes y<strong>de</strong> <strong>una</strong> capacidad coercitiva sobre la sociedad,y por otra, por reconocer la pluralidad <strong>de</strong> agentessociales con posibilidad <strong>de</strong> intervenir en losasuntos públicos e inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia entre losmismos, <strong>de</strong> modo que su asociación impliquesu participación y cooperación en la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones, la gestión y las responsabilida<strong>de</strong>s.Posteriormente, el Comité <strong>de</strong> las Regiones ensu sesión <strong>de</strong> 13 y 14 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2002 aprobóun dictamen en el que propuso <strong>una</strong> mejora enel Libro Blanco. El Comité propuso <strong>una</strong> serie <strong>de</strong>principios a<strong>de</strong>cuados a <strong>una</strong> nueva gobernanzaeuropea, entre los que cabe resaltar aquí, elprincipio <strong>de</strong> consulta, según el cual cada esfera<strong>de</strong> gobierno reconoce que <strong>de</strong>be consultarsistemáticamente, en <strong>una</strong> fase temprana, aaquellos que se vean afectados por sus<strong>de</strong>cisiones; el principio <strong>de</strong> participación, envirtud <strong>de</strong>l cual se percibe como esencial elcompromiso <strong>de</strong> los ciudadanos, que será<strong>de</strong>sarrollado por todas las esferas <strong>de</strong> gobierno;y el principio <strong>de</strong> transparencia, que exige quelos po<strong>de</strong>res públicos <strong>de</strong>ben garantizar la libertad<strong>de</strong> acceso a toda información cuya confi<strong>de</strong>ncialidadno <strong>de</strong>ba preservarse, y justificar sus <strong>de</strong>cisiones.Sobre estas bases conceptuales la Unión Europeaha venido incidiendo en la necesidad <strong>de</strong>garantizar y potenciar la participación <strong>de</strong> laciudadanía en <strong>de</strong>terminados sectores <strong>de</strong>intervención administrativa, <strong>de</strong> modo que elDerecho comunitario ha ido obligando a losEstados miembros a reconocer en sus legislacionessectoriales mecanismos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>.En materia <strong>de</strong> medio ambiente, en 1998 seadoptó en el seno <strong>de</strong> la Comisión Económica<strong>para</strong> Europa <strong>de</strong> Naciones Unidas el Conveniosobre el Acceso a la Información, la <strong>Participación</strong><strong>de</strong>l Público en la Toma <strong>de</strong> Decisiones y el Accesoa la Justicia en Asuntos Ambientales -conocidocomo “Convenio <strong>de</strong> Aarhus”, y ratificado porEspaña en 2004-. Para su aplicación, laComunidad Europea articuló tres directivas, dos<strong>de</strong> ellas ya aprobadas: la Directiva 2003/4/CE<strong>de</strong>l Parlamento Europeo y <strong>de</strong>l Consejo, <strong>de</strong> 28<strong>de</strong> enero, relativa al acceso a la informaciónmedioambiental, y la Directiva 2003/35/CE <strong>de</strong>lParlamento Europeo y <strong>de</strong>l Consejo, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong>mayo, sobre la participación <strong>de</strong>l público en laelaboración <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados planes y programasrelacionados con el medio ambiente, y quemodifica las Directivas 85/337/CEE (sobre(10)Para el Libro Blanco (III.3.1. Una mayor participación <strong>de</strong> todos los actores sociales: Hacer más transparente el sistema <strong>de</strong>funcionamiento <strong>de</strong> la Unión...), “la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> los ciudadanos <strong>para</strong> participar en el <strong>de</strong>batepúblico. Para ello, <strong>de</strong>ben tener acceso a <strong>una</strong> información fiable sobre los asuntos europeos y estar en condiciones <strong>de</strong> seguircon <strong>de</strong>talle cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> las etapas <strong>de</strong>l proceso político. En 2001, se han realizado consi<strong>de</strong>rables progresos con la aprobación<strong>de</strong> nuevas normas que permiten a los ciudadanos un mayor acceso a los documentos <strong>de</strong> la Comunidad. Pero las Institucionesy los Estados miembros tendrán también que establecer <strong>una</strong> comunicación más activa con la opinión pública sobre lascuestiones europeas. La política <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> la Comisión y las restantes Instituciones fomentará los esfuerzos <strong>de</strong>stinadosa proporcionar información a nivel nacional y local, recurriendo en la medida <strong>de</strong> lo posible a las re<strong>de</strong>s existentes, a lasorganizaciones <strong>de</strong> base y a las autorida<strong>de</strong>s nacionales, regionales y locales. La información <strong>de</strong>berá presentarse <strong>de</strong> <strong>una</strong> formaadaptada a las necesida<strong>de</strong>s y preocupaciones locales y en todas las lenguas oficiales <strong>de</strong> la Unión si se quiere evitar excluir a<strong>una</strong> gran parte <strong>de</strong> la población: este reto será aún más acuciante en el contexto <strong>de</strong> la ampliación”.80


evaluación <strong>de</strong> impacto ambiental) y 96/61/CE(sobre prevención y control integrado <strong>de</strong> lacontaminación) <strong>de</strong>l Consejo –actualmente, estápendiente la propuesta <strong>de</strong> Directiva sobre accesoa la justicia en materia <strong>de</strong> medio ambiente-. Lapropia Unión Europea ha adoptado el Reglamento(CE) 1367/2006 <strong>de</strong>l Parlamento Europeo y <strong>de</strong>lConsejo, <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong> septiembre, sobre la aplicacióna las instituciones y a los organismos comunitarios<strong>de</strong> las disposiciones <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Aarhus.También en materia hidráulica, la Directiva2000/60/CE, <strong>de</strong>l Parlamento Europeo y <strong>de</strong>lConsejo, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2000, por la quese establece un marco comunitario <strong>de</strong> actuaciónen el ámbito <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> aguas (conocidacomo Directiva Marco <strong>de</strong>l Agua), inci<strong>de</strong> en laparticipación pública, estableciendo en supreámbulo 14 que “el éxito <strong>de</strong> la presenteDirectiva <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> colaboración estrechay <strong>una</strong> actuación coherente <strong>de</strong> la Comunidad,los Estados miembros y las autorida<strong>de</strong>s locales,así como <strong>de</strong> la información, las consultas y laparticipación <strong>de</strong>l público, incluidos los usuarios”.En concreto, formula <strong>una</strong> regulación <strong>de</strong>tallada<strong>de</strong> la información y consultas públicas en suartículo 14, estableciendo que los Estadosmiembros fomentarán la participación activa<strong>de</strong> todas las partes interesadas en la aplicación<strong>de</strong> la presente Directiva, en particular en laelaboración, revisión y actualización <strong>de</strong> losplanes hidrológicos <strong>de</strong> cuenca (11) .3. Situación normativaen el estado autonómico3.1. El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participaciónen el marco constitucionaly estatutarioEl Preámbulo <strong>de</strong> la Constitución Española <strong>de</strong>1978 (CE’78) recoge la voluntad constitucional<strong>de</strong> establecer “<strong>una</strong> sociedad <strong>de</strong>mocráticaavanzada”. De este modo, nuestro textofundamental ha optado por <strong>de</strong>finir al Estadoespañol como un Estado Democrático (artículo1.1) (12) , lo que tiene como consecuencia obligadael reconocimiento, no sólo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> libertadque garanticen <strong>una</strong> esfera <strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong>lindividuo frente al Estado (status libertatis), sinotambién el <strong>de</strong>recho a participar en la formación<strong>de</strong> la voluntad estatal (status activae civitatis).Esta calificación <strong>de</strong> “<strong>de</strong>mocrático” supone elreconocimiento <strong>de</strong> un principio informador <strong>de</strong>la propia i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l Estado y, por tanto, <strong>de</strong>lor<strong>de</strong>namiento jurídico por él producido. La cláusula<strong>de</strong>l citado precepto tiene <strong>una</strong> virtualidad clara,esto es, resumir y explicar todo el contenido <strong>de</strong>la CE’78 y <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico españoly, por <strong>de</strong>rivación, informar la legitimación <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r, la articulación <strong>de</strong> la sociedad con el po<strong>de</strong>r,y la organización <strong>de</strong> éste (13) .Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(11)En concreto, el artículo 14 establece que “los Estados miembros velarán por que, respecto <strong>de</strong> cada <strong>de</strong>marcación hidrográfica,se publiquen y se pongan a disposición <strong>de</strong>l público, incluidos los usuarios, a fin <strong>de</strong> recabar sus observaciones, los documentossiguientes: a) un calendario y un programa <strong>de</strong> trabajo sobre la elaboración <strong>de</strong>l plan, con inclusión <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> lasmedidas <strong>de</strong> consulta que habrán <strong>de</strong> ser adoptadas, al menos tres años antes <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l período a que se refiera el plan;b) un esquema provisional <strong>de</strong> los temas importantes que se plantean en la cuenca hidrográfica en materia <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong>aguas, al menos dos años antes <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l período a que se refiera el plan; c) ejemplares <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> plan hidrológico<strong>de</strong> cuenca, al menos un año antes <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l período a que se refiera el plan.”(12)La recepción constitucional <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>l Estado es relativamente reciente. Esta mención empieza aaparecer en el primer tercio <strong>de</strong>l siglo XX en alg<strong>una</strong>s Constituciones aisladas (Constitución mexicana <strong>de</strong> Querétaro <strong>de</strong> 1917,Constitución austriaca <strong>de</strong> 1920), generalizándose su uso tras la II Guerra Mundial. En el constitucionalismo español, el artículo1 <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> 1931 calificaba como “<strong>de</strong>mocrática” a la República entonces establecida. Posteriormente, la Ley <strong>para</strong>la Reforma Política <strong>de</strong> 1977, volvía a hablar <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia en su artículo 1.1. La CE’78 es así la culminación <strong>de</strong> un largoproceso histórico <strong>de</strong> lucha por la constitucionalización <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong>mocrático.(13)Tal y como señala la STC 18/1981, <strong>de</strong> 8 <strong>de</strong> junio, la inclusión <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l artículo 1.1 fundamenta <strong>una</strong>lectura finalista <strong>de</strong> la Constitución y, a su vez, <strong>de</strong> todo el or<strong>de</strong>namiento jurídico.81


Alu<strong>de</strong> a los fundamentos y al modo <strong>de</strong> gestión<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público <strong>para</strong> resaltar, por un lado, lalegitimación <strong>de</strong> todo po<strong>de</strong>r en la voluntadpopular y, por otro, la obligación <strong>de</strong> ejercer esepo<strong>de</strong>r teniendo en cuenta esa voluntad popularmanifestada. Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista, loimportante es que la organización <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>respúblicos y el proceso <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> sus<strong>de</strong>cisiones garanticen la a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> la<strong>de</strong>cisión final a la voluntad <strong>de</strong>l pueblo (14) . Porquelos po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado emanan <strong>de</strong>l pueblo, queaparece como sujeto <strong>de</strong> la soberanía nacionaly autor último <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l Estado. Elpo<strong>de</strong>r pertenece en última instancia al pueblo,lo que lleva a su conexión con el concepto <strong>de</strong>soberanía popular. Así, el artículo 1.2 <strong>de</strong> laCE’78 proclama que la soberanía nacional resi<strong>de</strong>en el pueblo español, <strong>de</strong>l que emanan lospo<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado (15) , lo que permite a todoslos ciudadanos participar en los asuntos <strong>de</strong> sucomunidad, expresar sus opiniones, y tener vozy voto en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> sus gobiernos.Este principio <strong>de</strong> participación se expresa concarácter general en el artículo 9.2 CE’78 -inspiradoen la cláusula Lelio Basso <strong>de</strong> la Constituciónitaliana (16) -, al proclamar que correspon<strong>de</strong> a lospo<strong>de</strong>res públicos facilitar la participación <strong>de</strong> todoslos ciudadanos en la vida política, económica,cultural y social -bajo esa voluntad <strong>de</strong> establecer<strong>una</strong> “sociedad <strong>de</strong>mocrática avanzada”-, lo queconlleva <strong>una</strong> extensión <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong>.Ante todo es necesario recalcar que este artículo9.2 CE’78, como todas las disposicionesconstitucionales, tiene un claro valor normativo,caracterizando la norma contenida en esteprecepto como principio jurídico. En este sentido,conviene recordar que los principios generalespue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> diverso tipo, según contengancriterios <strong>de</strong> aplicación directa e inmediata obien prevean <strong>una</strong> orientación -en este últimocaso se configuran como principios programáticoso «normas <strong>de</strong> finalidad»-. El carácter que se leadjudica al artículo 9.2 CE’78 es el <strong>de</strong> principiogeneral <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>esta categoría genérica entraría en el tipo <strong>de</strong>norma programática o <strong>de</strong> finalidad, esto es,cumple <strong>una</strong> función informadora e integradora<strong>de</strong> todo el or<strong>de</strong>namiento jurídico, a la vez quecontiene un mandato vinculante <strong>de</strong> actuación<strong>para</strong> todos los po<strong>de</strong>res públicos (17) .Este principio se corrobora, en su manifestación<strong>de</strong> participación política, en el artículo 23 CE’78,al señalar que “los ciudadanos tienen el <strong>de</strong>rechoa participar en los asuntos públicos directamenteo por medio <strong>de</strong> representantes, librementeelegidos en elecciones periódicas por sufragiouniversal”. Por tanto, nuestra Constitución asumedos formas <strong>de</strong> acceso <strong>de</strong> los ciudadanos a las<strong>de</strong>cisiones públicas, directamente o por medio <strong>de</strong>representantes, que no es sino el reconocimiento<strong>de</strong> un sistema mixto, <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia representativay <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa. Ahora bien, el tratamientojurídico-político que se ha dado a este precepto,tanto en el propio texto constitucional comoen la legislación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, no hace sino probarque nuestro sistema se inclina <strong>de</strong>cididamentepor un mo<strong>de</strong>lo bastante cerrado <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciarepresentativa.Así lo viene reconociendo el propio Trib<strong>una</strong>lConstitucional que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeras sentencias,(14)SÁNCHEZ MORÓN, Miguel. “El principio <strong>de</strong> participación en la Constitución Española”. Revista <strong>de</strong> Administración Pública.1979. Nº 89. p. 178.(15) Un Estado <strong>de</strong>mocrático es aquél, en palabras <strong>de</strong> García Pelayo, en don<strong>de</strong> el pueblo es fuente <strong>de</strong> la que emanan los po<strong>de</strong>resestatales o, más correctamente, don<strong>de</strong> los ciudadanos participan en la toma y control <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l Estado, comotitulares <strong>de</strong> la soberanía.(16)El origen <strong>de</strong> este precepto se encuentra en el artículo 3.2 <strong>de</strong> la Constitución italiana, que prescribe la obligación <strong>de</strong> laRepública <strong>de</strong> suprimir los obstáculos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n económico y social que, limitando <strong>de</strong> hecho la libertad y la igualdad <strong>de</strong> losciudadanos, impi<strong>de</strong>n el pleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la persona humana y la participación efectiva <strong>de</strong> todos los trabajadores en laorganización política, económica y social <strong>de</strong>l pais.(17)En este sentido, M.J. LARIOS PATERNA ha resaltado que el artículo 9.2 CE’78 “no contiene un mandato que vincule allegislador a la adopción <strong>de</strong> <strong>una</strong>s medidas legislativas concretas, sino un mandato abstracto que, aunque se configura comoun auténtico <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> acción legislativa, no impone al legislador <strong>una</strong> acción <strong>de</strong>terminada”.82


ha venido configurando <strong>una</strong> <strong>de</strong>limitaciónconceptual <strong>de</strong> la participación consagrada enlos citados preceptos constitucionales, resaltandola preeminencia <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciarepresentativa.Atendiendo a esa <strong>de</strong>limitación conceptual, elmandato recogido en el artículo 9.2 CE’78implica la maximización <strong>de</strong> la participacióncomo uno <strong>de</strong> los ejes centrales que <strong>de</strong>ben guiarla actuación <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos, proyectándoseno sólo en las instituciones públicas o másinmediatamente políticas, sino que <strong>de</strong>be tambiénhacerse presente en otros diversos ámbitos <strong>de</strong><strong>de</strong>cisión y gestión (18) . Sin embargo, respecto ala manifestación contenida en el artículo 23CE’78, ésta línea jurispru<strong>de</strong>ncial ha seguido unconcepto restrictivo, señalando que la participaciónen los asuntos públicos consagrada en esteprecepto es <strong>una</strong> participación estrictamentepolítica, que se realiza, en primera línea, alelegir los representantes en todos los nivelesterritoriales en que se organiza el Estado, peroque se cumple también <strong>de</strong> forma directamediante el ejercicio inmediato <strong>de</strong> cargos(concejo abierto en los Municipios) o <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> iniciativa legislativa o consultas populares,es <strong>de</strong>cir, es fundamentalmente <strong>una</strong> participaciónpolítica que entronca con el principio<strong>de</strong>mocrático (STC 119/1995, <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> julio,que reafirma la doctrina sentada en las anteriores32/1985, 63/1987, 149/1988, 71/1989,212/1993, 76/1994 y 80/1994). Quedan asífuera <strong>de</strong>l artículo 23 CE’78 cualesquiera otrostítulos <strong>de</strong> participación que, configurados como<strong>de</strong>rechos subjetivos o <strong>de</strong> otro modo, puedancrearse por el or<strong>de</strong>namiento jurídico, pues notodo <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación es un <strong>de</strong>rechofundamental. Para que la participación reguladaen <strong>una</strong> Ley pueda consi<strong>de</strong>rarse como <strong>una</strong>concreta manifestación <strong>de</strong>l artículo 23 CE’78,es necesario que se trate <strong>de</strong> <strong>una</strong> participaciónpolítica, <strong>una</strong> manifestación <strong>de</strong> la soberaníapopular, lo que excluye <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> protección<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho fundamental a las formas <strong>de</strong>participación administrativa.Sin embargo, la posibilidad <strong>de</strong> integrar laparticipación administrativa en el artículo 23CE’78 es hoy <strong>una</strong> cuestión <strong>de</strong>batida. Una parte<strong>de</strong> la doctrina entien<strong>de</strong> que el reconocimiento<strong>de</strong> la participación directa en los “asuntospúblicos” (artículo 23) permite incorporar laparticipación administrativa en el ámbito <strong>de</strong> laprotección privilegiada que supone este precepto,ya que lo contrario supondría negar el propiocarácter público <strong>de</strong> la Administración (19) .Sin entrar aquí en este <strong>de</strong>bate, sí que existe <strong>una</strong>cierta <strong>una</strong>nimidad en cuanto a la necesidad <strong>de</strong>propiciar mayores cotas <strong>de</strong> participación, nosólo en el ámbito <strong>de</strong> la participación política, sinotambién en el <strong>de</strong> la participación administrativa.Así lo exige el principio <strong>de</strong>mocrático contenidoen el artículo 9.2 CE’78, que se extien<strong>de</strong> aespacios diferentes <strong>de</strong>l político-parlamentario,esto es, al resto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res públicos, en especial,al Gobierno y la Administración (20) . Así, laconfiguración <strong>de</strong> <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa<strong>de</strong>manda resaltar el interés por la participaciónen la esfera administrativa, más aún si tenemosen cuenta que, tras la superación <strong>de</strong> la teoríaclásica <strong>de</strong> neutralidad <strong>de</strong>l Estado liberal, laAdministración Pública interviene hoy en muydiversos y complejos sectores <strong>para</strong> la consecución<strong>de</strong> los intereses generales. Ahora bien, hay quehablar <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> en el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> las tareas y funciones administrativas queinfluyen en el interés colectivo, no en la meraintervención en el procedimiento administrativo<strong>para</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos particulares <strong>de</strong>linteresado.Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(18)AGUIAR DE LUQUE, Luis. “Democracia directa e instituciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa en el or<strong>de</strong>namiento constitucionalespañol”, en AA.VV. La experiencia constitucional, CEPC, Madrid, 2000, pg. 69.(19)Al respecto, PÉREZ MORENO, Alfonso. “Crisis <strong>de</strong> la participación administrativa”, RAP. 1989, núm. 119, pp. 91 y ss.;SÁNCHEZ BLANCO, Ángel. “La participación como coadyudante <strong>de</strong>l Estado social y <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> Derecho”, RAP. 1989,núm. 119, pp. 133 y ss.(20)CASTELLÀ ANDREU, Josep María. Los Derechos Constitucionales <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Política en la Administración Pública,CEDES Ed., Barcelona, 2001, pg. 116.83


Por otra parte, la referida jurispru<strong>de</strong>nciaconstitucional permite establecer <strong>una</strong> primerai<strong>de</strong>a sobre la que ha <strong>de</strong> versar todo el análisis<strong>de</strong>l régimen jurídico <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>,como es la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> clara preeminencia<strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia representativa. ElTrib<strong>una</strong>l Constitucional ha venido a resaltar quela participación política –como manifestación <strong>de</strong>la soberanía popular- se ejerce normalmente através <strong>de</strong> representantes y que, excepcionalmente,pue<strong>de</strong> ser directamente ejercida por el pueblo(STC 119/1995, <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> julio). Así, la participaciónpopular se encauza básicamente a través <strong>de</strong> laelección <strong>de</strong> representantes populares en losórganos <strong>de</strong> gobierno.Ello no es óbice <strong>para</strong> que, siguiendo la ten<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong>mocráticos mo<strong>de</strong>rnos, nuestraConstitución se proponga intensificar laparticipación <strong>de</strong> los ciudadanos y <strong>de</strong> los gruposen la vida pública. El propio artículo 23 CE’78<strong>de</strong>clara el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los ciudadanos a participardirectamente en los asuntos públicos, articulandonuestro texto fundamental, <strong>para</strong> ello, varias formas<strong>de</strong> participación directa <strong>de</strong> los ciudadanos (21) .Así, nuestra Constitución no <strong>de</strong>sconoce lasinstituciones más extendidas <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciadirecta, como la iniciativa legislativa popular(artículo 87.3) o el referéndum (en sus diversasmodalida<strong>de</strong>s), formas todas que permiten a laciudadanía intervenir directamente en la toma<strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas (22) .Pero nuestra Carta Magna no agota en estospreceptos la previsión constitucional <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong>, sino que acor<strong>de</strong> conun espíritu <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática y<strong>para</strong> el cumplimiento <strong>de</strong>l mandato contenido enel artículo 9.2 CE’78, recoge otros reconocimientosexpresos a lo largo <strong>de</strong> su articulado.El principio constitucional <strong>de</strong> participaciónencuentra reflejo en el ámbito judicial a través<strong>de</strong>l artículo 125 (23) , así como en el ámbito <strong>de</strong>la Administración Pública, mediante el régimen<strong>de</strong> Concejo abierto (artículo 140 CE’78), eltrámite <strong>de</strong> la audiencia <strong>de</strong> los ciudadanos,directamente o a través <strong>de</strong> las organizacionesy asociaciones reconocidas por la ley, en elprocedimiento <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> las disposicionesadministrativas que les afecten (artículo 105.aCE’78), o el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acceso <strong>de</strong> los ciudadanosa los archivos y registros administrativos (artículo105.b CE’78). El artículo 29 CE’78 reconoce,como <strong>de</strong>recho fundamental, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>petición. Con un carácter sectorial, la CE’78reconoce la participación <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>la comunidad educativa (artículo 27.5), laparticipación libre y eficaz <strong>de</strong> la juventud en el<strong>de</strong>sarrollo político (artículo 48), <strong>de</strong> los consumidoresy usuarios en las cuestiones que les afecten(artículo 51.2), el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>los interesados en la Seguridad Social y en laactividad <strong>de</strong> los organismos públicos cuyafunción afecte directamente a la calidad <strong>de</strong> lavida o al bienestar general (artículo 129) o laparticipación en la planificación <strong>de</strong> la activida<strong>de</strong>conómica general (artículo 131.2). El principio,a<strong>de</strong>más, encuentra respaldo constitucionalen toda <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>sfundamentales que <strong>de</strong>vienen esenciales <strong>para</strong>el correcto ejercicio <strong>de</strong> la participación, comola libertad <strong>de</strong> expresión (artículo 20) o el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> asociación (artículo 22).(21)El propio Trib<strong>una</strong>l Constitucional ha llegado a afirmar que la “integración entre gobernantes y gobernados constituye eli<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>mocrático” (STC 48/2003, FJ.5), o que la <strong>de</strong>mocracia representativa preten<strong>de</strong>r conseguir que los ciudadanossean “actores y autores <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico” (STC 24/1990, FJ.2).(22)En cualquier caso, la doctrina ha resaltado que estos mecanismos reciben un tratamiento restrictivo. Quedan sometidosa exigencias superiores a las normales en Derecho com<strong>para</strong>do; no incluyen en nuestro or<strong>de</strong>namiento alg<strong>una</strong> <strong>de</strong> sus másinteresantes versiones -por ejemplo, el referéndum legislativo-; finalmente, quedan bajo el control <strong>de</strong> la propia clase política,que controla su iniciativa (referéndum) o domina su toma en consi<strong>de</strong>ración (iniciativa legislativa popular), lo que viene aconfirmar su configuración como instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta.(23)El artículo 125 CE’78 establece que “los ciudadanos podrán ejercer la acción popular y participar en la Administración <strong>de</strong>Justicia mediante la institución <strong>de</strong>l Jurado, en la forma y con respecto a aquellos procesos penales que la Ley <strong>de</strong>termine, asícomo en los Trib<strong>una</strong>les consuetudinarios y tradicionales”84


Por otra parte, en el sistema político español,como en cualquier Estado <strong>de</strong>mocráticopolíticamente <strong>de</strong>scentralizado, la exigencia <strong>de</strong>lcarácter <strong>de</strong>mocrático en el funcionamiento <strong>de</strong>los órganos <strong>de</strong> gobierno se extien<strong>de</strong> al ámbitoautonómico. También en este nivel territorialse exige la participación <strong>de</strong> la ciudadanía en latoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas, <strong>de</strong> tal modo quelas normas institucionales básicas <strong>de</strong> lasComunida<strong>de</strong>s Autónomas han venidoreconociendo estos <strong>de</strong>rechos participativos,teniendo en cuenta y respetando, en cualquiercaso, el marco constitucional.En los inicios <strong>de</strong> nuestro Estado Autonómico,el reconocimiento y proclamación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechospolíticos y <strong>de</strong> participación sólo ha aparecidoen el texto constitucional, quedando el Estatuto<strong>de</strong> Autonomía como norma <strong>de</strong> carácterpreferentemente institucional. Los Estatutos,en sus versiones originarias, no recogían ningúntítulo específico o precepto expreso <strong>de</strong>dicadoa los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, sinoque se limitaban a señalar que los ciudadanos<strong>de</strong>l territorio autonómico son titulares <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres fundamentales establecidosen la Constitución, y a reproducir el mandato<strong>de</strong>l artículo 9.2 CE’78, aplicándolo a los po<strong>de</strong>respúblicos autonómicos, sin perjuicio <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>mención indirecta a la participación en algúnámbito sectorial concreto. Sí se recoge alg<strong>una</strong>alusión a figuras relacionadas con la participaciónen su vertiente <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa, como lainiciativa legislativa popular, o el referéndum<strong>de</strong> ratificación <strong>de</strong> la reforma estatutaria en lasComunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la “vía rápida”. De este modo,ha sido la legislación autonómica sectorial la que,en base a la capacidad <strong>de</strong> autogobierno <strong>de</strong> lasComunida<strong>de</strong>s Autónomas, ha ido regulando <strong>de</strong>forma concreta y expresa diferentes mecanismos<strong>de</strong> participación.Por este motivo es importante resaltar elmovimiento dado por las recientes reformasestatutarias en cuanto al reconocimiento <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, ya quesupone la consagración, en la norma institucionalbásica <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma (24) , <strong>de</strong> unprincipio y unos <strong>de</strong>rechos que <strong>de</strong>ben informarla actuación <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos autonómicos.En concreto, se pue<strong>de</strong> observar cómo losEstatutos <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> última generaciónhacen un especial hincapié en el “hecho<strong>de</strong>mocrático”, con <strong>una</strong>s manifestaciones que,en com<strong>para</strong>ción con los textos originales, resaltan<strong>una</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática.Por tanto, hoy po<strong>de</strong>mos observar dos gran<strong>de</strong>sgrupos o tipos <strong>de</strong> Estatutos según el grado <strong>de</strong>reconocimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación.Por un lado, aquellos textos estatutarios quemantiene su redacción original, en la que serecoge la proclamación participativa en un grado<strong>de</strong> mínimos, por lo general reproduciendoaquellos mandatos impuestos por el textoconstitucional, y por otro, un segundo grupocompuesto por aquellos Estatutos <strong>de</strong> últimageneración (Cataluña, Aragón, Valencia,Andalucía, Baleares y Castilla León) quereconocen el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación en <strong>una</strong>lto grado <strong>de</strong> intensidad, con continuasproclamaciones normativas que se configurancomo auténticos mandatos -en muchos casosinnovadores- dirigidos <strong>de</strong> forma general ysectorial a los po<strong>de</strong>res públicos autonómicos.Una <strong>de</strong> las noveda<strong>de</strong>s más <strong>de</strong>stacables que estánpresentando los recientes textos estatutarios esla inclusión <strong>de</strong> un catálogo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, <strong>de</strong>beresy principios rectores. Dentro <strong>de</strong> esta partedogmática, cobran <strong>una</strong> especial importancia<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista jurídico-político, los<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> participación política y <strong>de</strong> relación<strong>de</strong> los ciudadanos con la Administración y, enconcreto, la inclusión <strong>de</strong> artículos específicos<strong>de</strong>dicados al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación. Encualquier caso, hay que reseñar que las referenciasrelativas a la promoción <strong>de</strong> la participación seextien<strong>de</strong>n a lo largo <strong>de</strong> todo el texto.Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(24)Respecto al reconocimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos políticos por los Estatutos <strong>de</strong> Autonomía, véase la STC 247/2007, <strong>de</strong> 12 <strong>de</strong>diciembre (FJ. 15b).85


Dentro <strong>de</strong> estos Estatutos <strong>de</strong> Autonomía serecogen <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> disposiciones generalessobre la participación <strong>ciudadana</strong>, con <strong>una</strong> doblevertiente que <strong>de</strong>be complementarse. Por unlado, como obligación <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos,correspondiendo a éstos fomentar la calidad<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia facilitando la participación <strong>de</strong>todos los ciudadanos en la vida política,económica, cultural y social, así como en laelaboración, ejecución y evaluación <strong>de</strong> laspolíticas públicas, en aras <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocraciasocial avanzada y participativa (25) . Por otro,como <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los ciudadanos, reconociendoel <strong>de</strong>recho a participar en condiciones <strong>de</strong> igualda<strong>de</strong>n los asuntos públicos, en el marco <strong>de</strong> <strong>una</strong>cultura <strong>de</strong> valores <strong>de</strong>mocráticos, <strong>de</strong>sarrollando<strong>una</strong> conciencia <strong>ciudadana</strong> y <strong>de</strong>mocrática plena.Así, <strong>para</strong> hacer efectivos estos principios, ygarantizar el ejercicio pleno <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>participación, los Estatutos <strong>de</strong> Autonomíareconocen a lo largo <strong>de</strong> su articulado diversosinstrumentos y, en algunos casos, mandatosespecíficos dirigidos a los po<strong>de</strong>res públicos.Los Estatutos <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> última generación,al igual que el resto <strong>de</strong> textos, abren elprocedimiento legislativo a los ciudadanos através <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular. Ahorabien, mientras tradicionalmente los Estatutosse limitaban a enumerar la iniciativa popularentre las diferentes vías <strong>de</strong> iniciativa legislativa,remitiendo a la ley autonómica <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la forma y condiciones <strong>de</strong> su ejercicio, la mayoría<strong>de</strong> los nuevos textos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> contemplarlaentre los preceptos <strong>de</strong>dicados al procedimientolegislativo (art. 42.2 EAAr, art. 62.1 EACat, art.47.3 EAIB, art. 25.2 EACL, art. 111.2 EAAnd),también proclaman expresamente, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lTítulo <strong>de</strong>dicado a los <strong>de</strong>rechos subjetivos <strong>de</strong> losciudadanos, el <strong>de</strong>recho a presentar iniciativaslegislativas ante el correspondiente Parlamentoautonómico (art. 15.2 EAAr, art. 29.3 EACat,art. 15.2.b EAIB, art. 11.4 EACL, art. 30.1.bEAAnd). A<strong>de</strong>más, la intervención en elprocedimiento legislativo se extien<strong>de</strong> a su fasecentral o <strong>de</strong>liberativa, al reconocer el <strong>de</strong>rechoa participar en el proceso <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> lasLeyes, <strong>de</strong> acuerdo con lo que establezca la leyel Reglamento parlamentario (art. 15.2 EAAr,arts. 30.1.b y 113 EAAnd, art. 29.4 EACat, art.15.2.b EAIB).A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong> en laactividad legislativa autonómica, la lista <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos estatutarios <strong>de</strong> participación directacontempla el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los ciudadanos apromover la celebración <strong>de</strong> consultas popularessobre cuestiones <strong>de</strong> interés general relacionadascon las competencias <strong>de</strong> la Comunidad (art.30.1.c EAAnd, art. 29.6 EACat, art. 15.2.c EAIB).Será la futura legislación autonómica sobreconsultas populares, cuya aprobación y<strong>de</strong>sarrollo forman parte <strong>de</strong> la lista <strong>de</strong>competencias asumidas en los Estatutos <strong>de</strong>última generación (26) , la que <strong>de</strong>terminará lascondiciones y régimen jurídico concreto,teniendo en cuenta que la autorización <strong>para</strong> laconvocatoria <strong>de</strong> estas consultas por vía <strong>de</strong>referéndum es competencia exclusiva <strong>de</strong>l Estadoa tenor <strong>de</strong>l artículo 149.1.32 CE’78.Otras vías <strong>de</strong> participación directa abiertas porlos Estatutos <strong>de</strong> Autonomía son la participación<strong>de</strong>l ciudadano en el procedimiento <strong>de</strong>(25)En este sentido, merece <strong>una</strong> especial atención el artículo 16 EA Castilla León (“principios rectores <strong>de</strong> las políticas públicas”).Según este precepto, en el ejercicio <strong>de</strong> sus competencias, los po<strong>de</strong>res públicos <strong>de</strong>ben promover y adoptar las medidasnecesarias <strong>para</strong> garantizar la plena eficacia <strong>de</strong> <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> objetivos, entre los que cita el fomento <strong>de</strong>l diálogo social comofactor <strong>de</strong> cohesión social y progreso económico, y el fortalecimiento <strong>de</strong> la sociedad civil y el fomento <strong>de</strong>l asociacionismo, elvoluntariado y la participación social.(26)Estos Estatutos contemplan como competencia autonómica (en algunos casos como exclusiva, en otros como competencia<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo legislativo y ejecución), la materia <strong>de</strong> consultas populares, que, en todo caso, compren<strong>de</strong> el establecimiento<strong>de</strong>l régimen jurídico, las modalida<strong>de</strong>s, el procedimiento, la realización y la convocatoria por la Comunidad Autónoma o porlos entes locales en el ámbito <strong>de</strong> sus competencias <strong>de</strong> encuestas, audiencias públicas, foros <strong>de</strong> participación y cualquier otroinstrumento <strong>de</strong> consulta popular, con excepción <strong>de</strong> la regulación <strong>de</strong>l referéndum y <strong>de</strong> lo previsto en el artículo 149.1.32 <strong>de</strong>la Constitución (art. 71.27 EAAr, art. 78 EAAnd, art. 122 EACat, 31.10 EAIB).86


eforma <strong>de</strong>l texto estatutario (en algunos casosreconociendo la iniciativa <strong>ciudadana</strong> <strong>para</strong> impulsarel propio procedimiento -art. 222 EAAr-, y enotros, mediante la convocatoria <strong>de</strong> referéndum<strong>de</strong> ratificación <strong>de</strong>l cuerpo electoral) y el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> petición ante las Administraciones Públicas(art. 16 EAAr, art. 11.6 EACL, art. 30.1.d EAAnd,art. 29.5 EACat, art. 15.2.d EAIB).Por otra parte, más allá <strong>de</strong> estas regulacionesgenéricas proclamadas <strong>para</strong> todas las personas,los recientes textos estatutarios contienenmúltiples menciones a la participación <strong>de</strong>colectivos <strong>de</strong> ciudadanos en diferentes planosnormativos y con diferente alcance jurídico(<strong>de</strong>rechos, principios rectores específicos relativosa la materia participativa, o referencias en otrosprincipios <strong>de</strong>dicados a distintos bienes jurídicos).Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista subjetivo, se proclamala necesidad <strong>de</strong> propiciar la participación <strong>de</strong> laspersonas mayores (art. 24 EAAr, art. 13.5 EACL,art. 10 EAV), personas con discapacida<strong>de</strong>s (art.25 EAAr, art. 13.8 EACL, art. 10.3 EAV, art.16.3 EAIB), personas inmigrantes (arts. 4.3 y29 EAAr), participación <strong>de</strong> la juventud (art. 16.3EAIB, art. 10.3 EAV), <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>sresi<strong>de</strong>ntes en el exterior (art. 6 EAAnd) o <strong>de</strong> lasmujeres (art. 19 EACat).Finalmente, se incorporan preceptos que prevén<strong>una</strong> participación sectorial, <strong>una</strong> participación<strong>de</strong> la ciudadanía en sectores específicos <strong>de</strong> laintervención administrativa, como el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> consumidores y usuarios a la información yla protección, así como los procedimientos <strong>de</strong>participación en las cuestiones que puedanafectarles (art. 17.2 EAAr, artículo 14.5 EAIB,artículo 28.2 EACat, artículo 9.5 EAV, artículo27 EAAnd), el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> todas las personas aacce<strong>de</strong>r a la información medioambiental <strong>de</strong>que disponen los po<strong>de</strong>res públicos, preceptoque ha <strong>de</strong> ser interpretado <strong>de</strong> acuerdo con elcriterio <strong>de</strong> información-participación <strong>ciudadana</strong>que impone la normativa comunitaria (art. 18.3EAAr, artículo 27.3 EACat, artículo 28.3 EAAnd),<strong>de</strong>rechos relacionados con el agua, cuyo ejerciciose produce en el marco <strong>de</strong> la participación (art.19 EAAr), <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación en el ámbito<strong>de</strong> la educación (art. 21 EACat, art. 26 EAIB), oen el ámbito <strong>de</strong> los servicios sociales (art. 24 EACat).Por otra parte, el reconocimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> en un Estadopolíticamente <strong>de</strong>scentralizado nos lleva a<strong>de</strong>terminar <strong>una</strong> cuestión fundamental, comoes su <strong>de</strong>limitación competencial. Obviamente,no existe un título competencial específico queatribuya competencia al Estado o a lasComunida<strong>de</strong>s Autónomas sobre la regulacióngeneral <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>. Laparticipación <strong>ciudadana</strong> no se <strong>de</strong>fine como <strong>una</strong>competencia “sustantiva”, no es competenciaper se, sino que tiene un carácter instrumental<strong>para</strong> el cumplimiento <strong>de</strong> los fines y objetivos<strong>de</strong> las políticas públicas generales o sectoriales.La participación <strong>de</strong> la ciudadanía en el proceso<strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas tiene unindudable carácter instrumental, está al servicio<strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición, implementación y evaluación<strong>de</strong> las políticas públicas; y dado este carácterinstrumental, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong>autoorganización se habilita <strong>para</strong>, en un primermomento, regular la materia y poner en marchasus instrumentos (27) . Cada Administraciónterritorial pue<strong>de</strong> hacer uso <strong>de</strong> los mecanismos<strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, así como or<strong>de</strong>narla gestión y <strong>administración</strong> <strong>de</strong> dichosinstrumentos, <strong>de</strong> tal forma que estos <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> participación van a actuar como normascuya función es orientar y limitar la actuación<strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos autonómicos.No olvi<strong>de</strong>mos que las Comunida<strong>de</strong>s Autónomasse configuran como entida<strong>de</strong>s territoriales conautonomía política, lo que les permite <strong>de</strong>finiry ejecutar políticas públicas propias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>su ámbito territorial, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistemacompetencial previamente <strong>de</strong>finido. RespetandoSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(27)En este sentido, la Ley 11/2008, <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2008, <strong>de</strong> la Generalitat, <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong> la ComunitatValenciana, se dicta en el ejercicio <strong>de</strong> su competencia y potestad <strong>de</strong> autoorganización, en los términos previstos en los artículos48 y 49 <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> la Comunidad Valenciana.87


los parámetros participativos impuestos por laConstitución y por la normativa estataldirectamente aplicable, el cómo <strong>de</strong>finir y ejecutarestas políticas sectoriales autonómicas, encuanto a intervención <strong>de</strong> la ciudadanía, es <strong>una</strong>opción <strong>de</strong> cada Comunidad dado su autogobiernoy consiguiente autoorganización.Sin embargo, la participación como instrumentoal servicio <strong>de</strong> las políticas públicas autonómicasencuentra <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> límites. Debe respetar lascondiciones básicas que el Estado haya establecido<strong>para</strong> garantizar a todos los españoles la igualda<strong>de</strong>n el ejercicio <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos (artículo149.1.1 CE’78), las reservas normativas previstasen la Constitución -en especial las leyes orgánicas<strong>de</strong>l artículo 81 CE’78-, así como el contenidoesencial o núcleo irreductible <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho (28) .A<strong>de</strong>más, los mecanismos <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong> han <strong>de</strong> respetar la distribucióncompetencial aplicable en cada materia o sectory, por tanto, la introducción <strong>de</strong> instrumentosparticipativos no se pue<strong>de</strong> configurar comotítulo habilitante <strong>para</strong> intervenir en ámbitos enlos que no existe competencia (29) .En <strong>de</strong>finitiva, a través <strong>de</strong> los recientes textosestatutarios, las Comunida<strong>de</strong>s Autónomas sehan dotado <strong>de</strong> <strong>una</strong> habilitación estatutaria expresaque les permite iniciar <strong>de</strong> forma seria <strong>una</strong> política<strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación y fomento <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong>. Es cierto que anteriormente nadales impedía -al igual que al Estado- implementary <strong>de</strong>sarrollar su legislación <strong>de</strong> forma participadae, incluso, con las previsiones constitucionales,estaban obligadas a ello. No fue así, tal y comose pue<strong>de</strong> apreciar en el funcionamiento <strong>de</strong> lossistemas <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la puesta enmarcha <strong>de</strong>l Estado Autonómico. Quizás con estosmo<strong>de</strong>rnos reconocimientos estatutarios sea elmomento <strong>de</strong> potenciar <strong>de</strong>finitivamente lalegislación y las políticas, generales y sectoriales,facilitadoras y garantistas <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong>.Esto último es importante. El tipo <strong>de</strong> normaescogido <strong>para</strong> la configuración <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechosparticipativos –principios rectores, habilitacioneslegislativas- hace que se trasla<strong>de</strong> al legisladorla concreción <strong>de</strong> su régimen jurídico, sin quepueda observarse un núcleo intangible <strong>para</strong> éste.Contienen mandatos abstractos, sin imponer<strong>una</strong> acción concreta y <strong>de</strong>terminada. Por tanto,será fundamental el <strong>de</strong>sarrollo que el legisladorordinario vaya estableciendo <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>finir<strong>una</strong> nueva política en materia <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong>. Del mismo modo que <strong>para</strong> elcumplimiento <strong>de</strong>l principio participativo contenidoen el artículo 9.2 CE’78, en cuanto que principioprogramático, se prevé la concreción práctica <strong>de</strong>su contenido a través <strong>de</strong> <strong>una</strong> normativa secundaria.El problema consiste en instrumentar las técnicasjurídicas a<strong>de</strong>cuadas <strong>para</strong> garantizar el cumplimiento<strong>de</strong> dicha obligación.Vamos a analizar el <strong>de</strong>sarrollo normativo dadotanto a la participación en la esfera política como,con especial interés, a la que ha tenido lugar<strong>para</strong> configurar <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa.En este sentido, nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídicoha ido recogiendo <strong>de</strong> forma progresivainstrumentos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> en latoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas, teniendo en cuentaque los diversos mecanismos reconocidos eneste proceso no son sustitutivos, sino acumulativos,a la par que se han ido adaptando y modulandocada uno <strong>de</strong> ellos a las exigencias <strong>de</strong> <strong>una</strong><strong>de</strong>mocracia consolidada.(28)En este sentido, el artículo 6.3 <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> Aragón, en relación a los <strong>de</strong>rechos y principios <strong>de</strong>l Título I–entre los que se encuentra el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación-, establece que “ning<strong>una</strong> <strong>de</strong> sus disposiciones pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sarrollada,aplicada o interpretada <strong>de</strong> forma que reduzca o limite los <strong>de</strong>rechos fundamentales reconocidos por la Constitución y por lostratados y convenios internacionales ratificados por España”. En el mismo sentido se expresa el artículo 8.3 <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong>Autonomía <strong>de</strong> Castilla León.(29) De esta manera, cabe mencionar la <strong>de</strong>claración propuesta por el artículo 6.3 <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> Aragón, envirtud <strong>de</strong>l cual “los <strong>de</strong>rechos y principios <strong>de</strong>l Título I <strong>de</strong> este Estatuto no supondrán <strong>una</strong> alteración <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> distribución<strong>de</strong> competencias, ni la creación <strong>de</strong> títulos competenciales nuevos o la modificación <strong>de</strong> los ya existentes”. En el mismo sentidose expresa el artículo 8.3 <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> Castilla León.88


En esta evolución pue<strong>de</strong>n distinguirse tres fases.En <strong>una</strong> primera, el or<strong>de</strong>namiento jurídico españolse limitó a regular los mecanismos tradicionales<strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa o semidirecta, así como losrasgos <strong>de</strong>finidores <strong>de</strong> <strong>una</strong> Administración Pública<strong>de</strong>mocrática, configurándose <strong>de</strong> este modo unor<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> mínimos. Posteriormente, seinició el camino hacia <strong>una</strong> participación sectorial,<strong>de</strong> tal modo que la progresiva implantación <strong>de</strong>la participación <strong>ciudadana</strong> en las <strong>de</strong>cisionespúblicas vino <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> la legislaciónsectorial -medio ambiente, agua, educación,consumidores y usuarios, salud, etc.-, bien porimperativos internacionales o comunitarios,bien por <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l propio legislador. Concluyeeste proceso en <strong>una</strong> tercera fase en la queestamos asistiendo a <strong>una</strong> auténtica juridificacióny codificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>.3.2. Democracia directay Administración <strong>de</strong>liberativaEl legislador español estableció, en un primermomento, el régimen jurídico <strong>de</strong> aquellosinstrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa o semidirectaa los que venía obligado, tanto por la propia CE’78como por las técnicas propias <strong>de</strong>l constitucionalismotradicional. Vamos a centrarnos aquí en aquellosmecanismos más importantes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong>perspectiva jurídico-política.El procedimiento <strong>de</strong> participación directa porexcelencia es el <strong>de</strong>l referéndum. NuestraConstitución ha previsto esta figura en susdiversas modalida<strong>de</strong>s, pudiendo agrupar éstasen torno a cuatro gran<strong>de</strong>s grupos: referéndumconstitucional, consultivo <strong>para</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>especial trascen<strong>de</strong>ncia, autonómico y municipal.El <strong>de</strong>sarrollo legislativo <strong>de</strong> estas modalida<strong>de</strong>s hatenido lugar mediante la Ley Orgánica 2/1980,<strong>de</strong> 18 <strong>de</strong> enero, sobre Regulación <strong>de</strong> las DistintasModalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Referéndum, <strong>para</strong> las tresprimeras, y el artículo 71 <strong>de</strong> la Ley 7/1985, <strong>de</strong>2 <strong>de</strong> abril, Reguladora <strong>de</strong> las Bases <strong>de</strong>l RégimenLocal, <strong>para</strong> la variedad municipal (30) .El Título X <strong>de</strong> la CE’78 contempla dos modalida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> referéndum insertado en el procedimiento<strong>de</strong> reforma constitucional. Para el supuesto <strong>de</strong>reformas agravadas –es <strong>de</strong>cir, cuando se trata<strong>de</strong> revisar la totalidad <strong>de</strong> la CE’78 o <strong>de</strong> modificarparcialmente la misma <strong>de</strong> forma que se afecteal Título Preliminar, al Capítulo II, Sección I <strong>de</strong>lTítulo I, o al Título II- el texto fundamental prevéel referéndum con carácter obligatorio <strong>para</strong> laratificación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong> reforma(artículo 168.3 CE’78). En el marco <strong>de</strong> la reformaordinaria – <strong>para</strong> el resto <strong>de</strong> propuestas <strong>de</strong> reforma<strong>de</strong> la CE’78, las que no afecten a los preceptosaludidos-, proce<strong>de</strong>rá la convocatoria <strong>de</strong> <strong>una</strong>consulta popular cuando así lo soliciten <strong>una</strong>décima parte <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> cualquiera<strong>de</strong> las Cámaras (artículo 167.3 CE’78).La figura más genuina <strong>de</strong> participación directa<strong>de</strong> los ciudadanos en los asuntos públicos seubica en el referéndum consultivo al que alu<strong>de</strong>el artículo 92 CE’78 (31) . A través <strong>de</strong> este instrumentose consulta al cuerpo electoral <strong>una</strong> <strong>de</strong>cisióngubernamental <strong>de</strong> especial trascen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong>carácter básico –es <strong>de</strong>cir, cuya puesta en prácticapue<strong>de</strong> implicar tanto <strong>una</strong> política legislativa <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo, como <strong>una</strong>s medidas concretas <strong>de</strong>Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(30)En relación a ésta última –objeto <strong>de</strong> análisis en otro Capítulo <strong>de</strong> esta obra-, únicamente resaltar que ese artículo 71 sientalas bases normativas <strong>de</strong>l referéndum municipal, al señalar que los Alcal<strong>de</strong>s, previo acuerdo por mayoría absoluta <strong>de</strong>l Pleno yautorización <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Nación, podrán someter a consulta popular aquellos asuntos <strong>de</strong> la competencia propia municipaly <strong>de</strong> carácter local que sean <strong>de</strong> especial relevancia <strong>para</strong> los intereses <strong>de</strong> los vecinos, con excepción <strong>de</strong> los relativos a la Haciendalocal. Este precepto ha sido <strong>de</strong>sarrollado por la legislación autonómica, aunque con un tratamiento normativo diferente, pudiendohablar <strong>de</strong> tres gran<strong>de</strong>s grupos normativos: alg<strong>una</strong>s Comunida<strong>de</strong>s Autónomas establecen un régimen jurídico completo <strong>de</strong> estafigura (como Navarra -Ley Foral 27/2002, <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> octubre, reguladora <strong>de</strong> consultas populares <strong>de</strong> ámbito local-, Andalucía -Ley 2/2001, <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong> Regulación <strong>de</strong> las Consultas Populares Locales en Andalucía-, y Cataluña -Decreto 294/1996,<strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> julio, por el que se aprueba el Reglamento <strong>de</strong> Consultas Populares Municipales-); otras regulan ciertos aspectos <strong>de</strong>su régimen en la normativa local general (es el caso, entre otras, <strong>de</strong> la Ley 7/1999, <strong>de</strong> 9 <strong>de</strong> abril, <strong>de</strong> Administración Local <strong>de</strong>Aragón, en su artículo 157); y, finalmente, un último grupo <strong>de</strong> Comunida<strong>de</strong>s que no or<strong>de</strong>nan este instrumento <strong>de</strong> participación.(31)Según el artículo 92 CE’78, “las <strong>de</strong>cisiones políticas <strong>de</strong> especial trascen<strong>de</strong>ncia podrán ser sometidas a referéndum consultivo<strong>de</strong> todos los ciudadanos”.89


gobierno-, <strong>para</strong> que el órgano gubernamental,atendiendo y pon<strong>de</strong>rando los resultados <strong>de</strong> laconsulta popular –jurídicamente consultivos,no vinculantes-, impulse y adopte las medidasproce<strong>de</strong>ntes <strong>para</strong> la formalización <strong>de</strong>l veredictopopular. Si bien esta figura se encuentra hoyregulada en la citada Ley Orgánica 2/1980, enel ámbito territorial autonómico la consultapopular no ha sido objeto <strong>de</strong> atención normativa.No obstante, es probable que esta orientacióncambie en el futuro, dada la asunción competencialque los Estatutos <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> últimageneración han recogido en sus textos, <strong>de</strong> formaque la futura legislación autonómica sobreconsultas populares <strong>de</strong>berá <strong>de</strong>terminar el régimenjurídico, las modalida<strong>de</strong>s, el procedimiento, larealización y convocatoria <strong>de</strong> consultas sobrecuestiones <strong>de</strong> interés general relacionadas conlas competencias <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma-en cualquier caso, la autorización <strong>para</strong> laconvocatoria <strong>de</strong> consultas populares por vía <strong>de</strong>referéndum es <strong>una</strong> competencia exclusiva <strong>de</strong>lEstado (artículo 149.1.32 CE’78)-.La tercera modalidad <strong>de</strong> referéndum tiene quever con el propio proceso <strong>de</strong> configuración <strong>de</strong>lEstado Autonómico. Se prevé el referéndum <strong>para</strong>aprobar y reformar los Estatutos <strong>de</strong> Autonomíaelaborados con arreglo al artículo 151 CE’78,bien por ser nacionalida<strong>de</strong>s históricas que enel pasado ya gozaron <strong>de</strong> autonomía, o bien porhaber manifestado su voluntad autonomistaen votación popular.La CE’78 también prevé la participación directa<strong>de</strong> los ciudadanos en el proceso <strong>de</strong> producciónnormativa, a través <strong>de</strong> la iniciativa legislativapopular (artículo 87.3 CE’78). Regulada por laLey Orgánica 3/1984, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> marzo, Reguladora<strong>de</strong> la Iniciativa Legislativa Popular (32) , permiteinstrumentar la participación directa <strong>de</strong> laciudadanía en la tarea <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> lasnormas, y posibilita la apertura <strong>de</strong> vías <strong>para</strong>proponer al po<strong>de</strong>r legislativo la aprobación <strong>de</strong>normas cuya necesidad es ampliamente sentidapor el electorado, pero que, no obstante, noencuentren eco en las formaciones políticascon representación parlamentaria. La CE’78excluye <strong>de</strong> la iniciativa las materias propias <strong>de</strong>ley orgánica, tributarias, <strong>de</strong> carácter internacionaly las relativas a la prerrogativa <strong>de</strong> gracia, a las quela Ley Orgánica 3/1984 aña<strong>de</strong> aquellas materiasmencionadas en los artículos 131 y 134.1 CE’78,que tratan <strong>de</strong> la planificación económica y <strong>de</strong>los presupuestos generales <strong>de</strong>l Estado. Tambiéna nivel autonómico se ha reconocido legalmenteeste instrumento <strong>de</strong> participación, por lo quehoy la totalidad <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Autónomascuentan con <strong>una</strong> Ley reguladora <strong>de</strong> la iniciativalegislativa popular (33) . No obstante, esta legislación(32)La Ley Orgánica 4/2006, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> mayo, reformó este régimen jurídico, tras la justificación establecida en el propio Preámbulo:“el tiempo transcurrido y la experiencia acumulada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la aprobación <strong>de</strong> la Ley Orgánica 3/1984, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> marzo, hacenaconsejables alg<strong>una</strong>s a<strong>de</strong>cuaciones <strong>de</strong> la institución <strong>de</strong> participación popular <strong>para</strong> evitar requisitos innecesarios e incorporar mejorasque faciliten su ejercicio”. Entre las modificaciones introducidas por esta Ley Orgánica es encuentra la ampliación <strong>de</strong>l plazo <strong>para</strong>la recogida <strong>de</strong> firmas, la previsión <strong>de</strong> la firma electrónica, la supresión <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s causas <strong>de</strong> inadmisión, la intervención <strong>de</strong> lacomisión promotora en las Cortes Generales durante la tramitación <strong>de</strong> la proposición <strong>de</strong> ley, etc. Sobre esta materia, véase CUESTALÓPEZ, Víctor, <strong>Participación</strong> directa e iniciativa legislativa <strong>de</strong>l ciudadano en <strong>de</strong>mocracia constitucional. Thomson Civitas, 2008.(33)En este sentido, las leyes autonómicas hoy vigentes son las siguientes: País Vasco -Ley 8/1986, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong> iniciativalegislativa popular-; Asturias -Ley <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1984 reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativa <strong>de</strong> los ayuntamientos y <strong>de</strong> la iniciativapopular-; Murcia -Ley <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1984 reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular <strong>de</strong> los ayuntamientos y comarca-;Aragón -Ley 7/1984, <strong>de</strong> 27 <strong>de</strong> diciembre, reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular ante las Cortes <strong>de</strong> Aragón-; Navarra -Leyforal 3/1985, <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> marzo, reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular, y Ley 4/1985, <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> marzo, reguladora <strong>de</strong> la iniciativalegislativa <strong>de</strong> los Ayuntamientos <strong>de</strong> Navarra-; Castilla-La Mancha -Ley 2/1985, <strong>de</strong> 8 <strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong> iniciativa legislativa popular y <strong>de</strong>los ayuntamientos-; La Rioja -Ley 3/1985, <strong>de</strong> 20 <strong>de</strong> mayo, sobre iniciativa legislativa <strong>de</strong>l pueblo riojano-; Cantabria -Ley <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong> julio<strong>de</strong> 1985 <strong>de</strong> iniciativa legislativa popular-; Extremadura -Ley 7/1985, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> noviembre, <strong>de</strong> iniciativa legislativa popular <strong>de</strong> laComunidad Autónoma <strong>de</strong> Extremadura-; Canarias -Ley 10/1986, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> diciembre, sobre iniciativa legislativa popular-; Comunidad<strong>de</strong> Madrid -Ley 6/1986, <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong> iniciativa legislativa popular y <strong>de</strong> los ayuntamientos <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid-; Galicia–Ley 1/1988, <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> enero, <strong>de</strong> iniciativa legislativa popular ante el Parlamento <strong>de</strong> Galicia; Andalucía -Ley 5/1988, <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> octubre,<strong>de</strong> iniciativa legislativa popular y <strong>de</strong> los ayuntamientos; Baleares -Ley 4/1991, <strong>de</strong> 13 <strong>de</strong> marzo, reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativapopular en las Islas Baleares-; Comunidad Valenciana -Ley 5/1993, <strong>de</strong> 27 <strong>de</strong> diciembre, reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular<strong>de</strong> la Comunidad Valenciana-; Castilla y León -Ley 4/2001, <strong>de</strong> 4 <strong>de</strong> julio, reguladora <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular y <strong>de</strong> losayuntamientos <strong>de</strong> Castilla y León-; Cataluña -Ley 1/2006, <strong>de</strong> 16 <strong>de</strong> febrero, <strong>de</strong> la iniciativa legislativa popular-.90


autonómica ha sido objeto <strong>de</strong> críticas doctrinales<strong>de</strong>bido a que, en términos generales, trasladamiméticamente el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la iniciativa nacional (34) ,con <strong>una</strong> clara reproducción <strong>de</strong> las condicionessubjetivas, formales, procedimentales y materiales,habiendo sido <strong>de</strong>seable, e incluso más a<strong>de</strong>cuadoa las exigencias participativas <strong>de</strong> unos entes<strong>de</strong>scentralizados y más próximos al ciudadano,que en este aspecto los Parlamentos autonómicoshubiesen innovado haciendo más fácil el acceso<strong>de</strong> los ciudadanos a la institución parlamentaria (35) .Por este motivo <strong>de</strong>staca el régimen aprobadorecientemente en Cataluña a través <strong>de</strong> la Ley1/2006, <strong>de</strong> 16 <strong>de</strong> febrero, <strong>de</strong> la iniciativa legislativapopular, que se aparta <strong>de</strong> esa ten<strong>de</strong>ncia mimetista<strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Autónomas (36) .El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición ha sido consi<strong>de</strong>rado porgran parte <strong>de</strong> la doctrina como un tercerinstrumento <strong>de</strong> participación directa, aunquecon un carácter residual respecto a otrosinstrumentos <strong>de</strong> relación entre los ciudadanosy los po<strong>de</strong>res públicos. Tiene por objeto hacer llegara cualquier institución pública, <strong>administración</strong>,o autoridad, así como ante los órganos <strong>de</strong> direccióny <strong>administración</strong> <strong>de</strong> los organismos y entida<strong>de</strong>svinculados o <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> las Administracionespúblicas, solicitu<strong>de</strong>s –sugerencia, iniciativa- oquejas sobre las que el peticionario no puedaesgrimir pretensiones subjetivas cuya satisfacciónse convierta en <strong>una</strong> obligación por parte <strong>de</strong> laautoridad requerida, <strong>de</strong>biendo referirse a <strong>de</strong>cisionesdiscrecionales o graciables (STC 242/1993, <strong>de</strong> 14<strong>de</strong> julio) (37) . Previsto en el artículo 29 CE’78 como<strong>de</strong>recho fundamental, tiene “un mucho <strong>de</strong>instrumento <strong>para</strong> la participación <strong>ciudadana</strong> auncuando lo sea por vía <strong>de</strong> sugerencia” (STC242/1993). Durante muchos años ha permanecidoen vigor la Ley 92/1960, <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> diciembre, cuyavigencia ha reconocido el Trib<strong>una</strong>l Constitucionalno obstante su origen preconstitucional, sinperjuicio <strong>de</strong> las inevitables adaptaciones queexigía su aplicación en el nuevo marcoconstitucional. Hoy, la norma básica al respectoes la Ley Orgánica 4/2001, <strong>de</strong> 12 <strong>de</strong> noviembre,Reguladora <strong>de</strong>l Derecho <strong>de</strong> Petición, cuyaExposición <strong>de</strong> Motivos consi<strong>de</strong>ra que esteinstrumento “entronca <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuadacon las ten<strong>de</strong>ncias mayoritarias que proclaman<strong>una</strong> mayor participación <strong>de</strong> los ciudadanos, y<strong>de</strong> los grupos en que se integran, en la cosapública, <strong>una</strong> mayor implicación en las estructurasinstitucionales sobre las que se asienta nuestroEstado social y <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> Derecho”. Porsu parte, a pesar <strong>de</strong> que las Comunida<strong>de</strong>sAutónomas, en virtud <strong>de</strong> la Disposición FinalÚnica <strong>de</strong> la Ley Orgánica 4/2001, pue<strong>de</strong>naprobar <strong>una</strong> normativa propia que regule elejercicio <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho, solamente Cataluñaha ejercido esta habilitación a través <strong>de</strong>l Decreto21/2003, <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong> enero, por el que se estableceel procedimiento <strong>para</strong> hacer efectivo el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> petición ante las administraciones públicascatalanas (38) .Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(34)CUESTA LÓPEZ, Víctor, op. Cit., pg. 309. Por su parte, el sistema <strong>de</strong> iniciativa <strong>ciudadana</strong> <strong>de</strong> ley autonómica ha sido calificadopor MANUEL ARAGÓN REYES como “<strong>una</strong> especie <strong>de</strong> retrato, a escala reducida, y con ciertas variaciones y complicaciones, <strong>de</strong>lprevisto en el artículo 87 CE”, ARAGÓN REYES, Manuel, “La iniciativa legislativa” REDC, núm. 16, enero-abril 1986, pg. 304.(35) LARIOS PATERNA. M.J. “<strong>Participación</strong> <strong>ciudadana</strong> en la elaboración <strong>de</strong> la ley”, Congreso <strong>de</strong> los Diputados, Madrid, 2003, pg. 246.(36) La propia elaboración <strong>de</strong> este texto legal se hizo mediante un intenso proceso participativo, tal y como reconoce el Preámbulo<strong>de</strong> la norma, que señala se han tenido en cuenta “la experiencia acumulada durante la vigencia <strong>de</strong> la Ley 2/1995, los procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>bate ciudadano sobre esta figura, promovidos por el Gobierno, y las consultas a alg<strong>una</strong>s entida<strong>de</strong>s impulsoras, que hanrealizado aportaciones que <strong>de</strong>ben permitir <strong>una</strong> mejora legislativa sustancial”. Tras esta reforma, el <strong>de</strong>recho estatutario apromover y presentar <strong>una</strong> iniciativa legislativa ve cómo se amplía el ámbito <strong>de</strong> personas legitimadas, liberando buena parte<strong>de</strong> las limitaciones materiales y procedimentales traspuestas <strong>de</strong> la Ley Orgánica 3/1984 por el legislador <strong>de</strong> 1995.(37) La petición no es, por tanto, <strong>una</strong> reclamación en vía administrativa, ni <strong>una</strong> <strong>de</strong>nuncia ni un recurso en la judicial, quedandoexcluidas aquellas pretensiones <strong>para</strong> cuya realización el or<strong>de</strong>namiento jurídico prevea otros mecanismos (procedimiento parlamentario,procedimiento administrativo, quejas ante el Defensor <strong>de</strong>l Pueblo, recursos judiciales, audiencias ante la Administración, etc.).(38)En cualquier caso, hay que resaltar que el régimen fijado por el Decreto 21/2003 apenas se se<strong>para</strong> <strong>de</strong>l establecido en lanormativa estatal, <strong>de</strong>bido, en gran medida, a la regulación <strong>de</strong>tallada que lleva a cabo la Ley Orgánica 4/2001, <strong>de</strong>jando pocoespacio normativo <strong>para</strong> la innovación autonómica.91


Respecto al po<strong>de</strong>r legislativo, la CE’78 tambiéncontempla en su artículo 77 la presentación <strong>de</strong>peticiones escritas. Según esta previsiónconstitucional, las Cámaras pue<strong>de</strong>n recibirpeticiones individuales y colectivas, siempre porescrito, pudiendo remitírselas al Gobierno queestará obligado a explicarse siempre que lasCámaras así lo exijan. En consonancia con lodispuesto en la Disposición Adicional Primera<strong>de</strong> la Ley Orgánica 4/2001, son los Reglamentos<strong>de</strong>l Congreso <strong>de</strong> los Diputados, <strong>de</strong>l Senado y <strong>de</strong>las Asambleas Legislativas <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>sAutónomas, los que regulan las peticiones dirigidasa los órganos legisladores, estableciéndose lascorrespondientes Comisiones. Por su parte, enlos supuestos en que <strong>una</strong> iniciativa legislativapopular haya resultado inadmitida por nocumplir con todos los requisitos previstos en sunormativa reguladora, a solicitud <strong>de</strong> susfirmantes podrá convertirse en petición antelas Cámaras, en los términos establecidos ensus respectivos Reglamentos.Finalmente, el legislador español (estatal yautonómico), junto a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> estosmecanismos clásicos <strong>de</strong> participación directa–iniciativa popular, referéndum y petición-, haido configurando jurídicamente los rasgos <strong>de</strong><strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa. Des<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong> la participación como <strong>de</strong>rechoadministrativo, tanto la proclamación contenidaen el artículo 1.1 CE’78 como el principioparticipativo <strong>de</strong>l artículo 9.2 CE’78, exigían laconfiguración <strong>de</strong> <strong>una</strong> auténtica Administración<strong>de</strong>mocrática, <strong>una</strong> Administración que, al servicio<strong>de</strong> los intereses generales, introdujera fórmulasactivas <strong>de</strong> intervención <strong>de</strong> los ciudadanos. Así,el principio constitucional <strong>de</strong> participaciónencuentra su reflejo legal en el artículo 3.5 <strong>de</strong>la Ley 30/1992, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> RégimenJurídico <strong>de</strong> las Administraciones Públicas y <strong>de</strong>lProcedimiento Administrativo Común, alestablecer, entre los principios generales <strong>de</strong>actuación, que “en sus relaciones con losciudadanos las Administraciones públicas actúan<strong>de</strong> conformidad con los principios <strong>de</strong> transparenciay <strong>de</strong> participación”, concretado posteriormenteen los artículos 84 a 86, como manifestación<strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia participativa.Sin ir más lejos en el análisis <strong>de</strong> la participacióncomo <strong>de</strong>recho administrativo, sí que caberesaltar la evolución legislativa producida enaras <strong>de</strong> <strong>una</strong> Administración <strong>de</strong>liberativa. Enconcreto, el legislador autonómico, acor<strong>de</strong> con eldiscurso que triunfa en los ámbitos administrativosmo<strong>de</strong>rnos, incluye la participación <strong>ciudadana</strong>como uno <strong>de</strong> sus pilares informadores, enconexión con el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>una</strong> Administración<strong>de</strong>liberativa basada en la cercanía, transparenciay calidad. En este sentido, se observa cómo laúltima oleada <strong>de</strong> normas reguladoras <strong>de</strong> laorganización y funcionamiento <strong>de</strong> laAdministración ha supuesto <strong>una</strong> profundización<strong>de</strong>mocrática en las estructuras administrativas,siendo claro ejemplo <strong>de</strong> ello los casos <strong>de</strong> lanormativa navarra y gallega.La Comunidad <strong>de</strong> Navarra, a través <strong>de</strong> la LeyForal 21/2005, <strong>de</strong> 29 <strong>de</strong> diciembre, Ley Foral<strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> las políticas públicas y <strong>de</strong> lacalidad <strong>de</strong> los servicios públicos, parte <strong>de</strong> lanueva consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong>lsiglo XXI, como organizaciones cercanas a susciudadanos, y que ajustan -o <strong>de</strong>ben ajustar- susfunciones a principios como transparencia yparticipación. Así, el artículo 4 establece loscriterios y principios que han <strong>de</strong> informar laevaluación <strong>de</strong> las políticas públicas y <strong>de</strong> la calidad<strong>de</strong> los servicios públicos, reconociendo, entreellos, el principio <strong>de</strong> legitimidad <strong>de</strong>mocrática,entendido como aquella gestión <strong>de</strong> lo públicoque concibe la ciudadanía como la razón <strong>de</strong>ser <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> las AdministracionesPúblicas y dirige las políticas y los serviciospúblicos a la satisfacción <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>sreales <strong>de</strong> los ciudadanos; el principio <strong>de</strong>transparencia, entendido como el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> laAdministración <strong>de</strong> realizar su actividad facilitandola información necesaria a la ciudadanía, tantocolectiva como individualmente, sobre suorganización y la forma <strong>de</strong> prestar los serviciospúblicos, y como el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> los responsablespúblicos <strong>de</strong> actuar con probidad en el<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> las tareas públicas; así como elprincipio <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, entendidocomo la elaboración y gestión <strong>de</strong> políticaspúblicas y la prestación <strong>de</strong> servicios con aplicación92


<strong>de</strong> sistemas y métodos que permiten a losciudadanos, tanto individual como asociadamente,intervenir y formular sugerencias, observacioneso alegaciones, o presentar reclamaciones yquejas por el <strong>de</strong>ficiente funcionamiento <strong>de</strong> losservicios públicos, y el grado <strong>de</strong> aceptación porla Administración <strong>de</strong> las propuestas <strong>ciudadana</strong>so <strong>de</strong> resolución eficaz <strong>de</strong> sus reclamaciones.También la Comunidad Autónoma <strong>de</strong> Galiciasigue esta línea en la Ley 4/2006, <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> junio,<strong>de</strong> transparencia y <strong>de</strong> buenas prácticas en laAdministración pública gallega (39) . Según elartículo 2, las entida<strong>de</strong>s comprendidas en suámbito <strong>de</strong> aplicación y el personal a su servicio,<strong>de</strong>ben a<strong>de</strong>cuar sus activida<strong>de</strong>s a <strong>una</strong> serie <strong>de</strong>principios, entre los que se encuentra el fomentary favorecer la participación <strong>de</strong> la ciudadanía enlos asuntos públicos y en el diseño y mejora <strong>de</strong>los servicios públicos. Concreción <strong>de</strong> este espíritu,merecen ser <strong>de</strong>stacadas dos previsiones contenidasen esta Ley. Por un lado, la participación <strong>ciudadana</strong>en la programación administrativa, al señalarque “la Administración general <strong>de</strong> la ComunidadAutónoma establecerá programas anuales yplurianuales en que se <strong>de</strong>finirán los objetivosconcretos y las activida<strong>de</strong>s y medios necesarios<strong>para</strong> ejecutarlos, así como el tiempo estimado<strong>para</strong> su consecución”, añadiendo que “sepromoverán fórmulas <strong>para</strong> que las personas,individualmente o por medio <strong>de</strong> las organizacionesy asociaciones reconocidas por la ley que lasagrupen o representen, puedan participar enel diseño y elaboración <strong>de</strong> estos programas en lostérminos en que se <strong>de</strong>termine reglamentariamente”.Tiene en cuenta, <strong>para</strong> el cumplimiento <strong>de</strong> estosmandatos, las posibilida<strong>de</strong>s que proporcionanlas nuevas tecnologías como instrumento <strong>para</strong>propiciar la participación, al establecer que “lapágina web correspondiente contendrá lainformación sobre los programas y sus objetivos,y las formas <strong>de</strong> participación contempladas enel apartado 2 <strong>de</strong> este artículo”. Por otro lado,lleva a cabo <strong>una</strong> regulación innovadora en cuantoa la participación en la elaboración <strong>de</strong> disposiciones<strong>de</strong> carácter general, obligando a cada Consejeríaa publicar en su página web la relacióncircunstanciada y motivada <strong>de</strong> los procedimientos<strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> disposiciones administrativas<strong>de</strong> carácter general que estén en curso, indicandosu objeto y estado <strong>de</strong> tramitación, así como laposibilidad que tienen las personas <strong>de</strong> remitirsugerencias y la forma <strong>de</strong> hacerlo. En cualquiermomento anterior al trámite <strong>de</strong> audiencia o, ensu caso, al informe final <strong>de</strong> la secretaría general,las personas, individualmente o por medio <strong>de</strong>asociaciones que las agrupen o representen,podrán remitir sugerencias relativas a aquellosproyectos que les afecten. Las proposiciones,sugerencias o recomendaciones recibidas serántenidas en cuenta por el órgano encargado <strong>de</strong>la redacción <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong>l proyecto, que podráasumirlas o rechazarlas a través <strong>de</strong> un informefinal en el cual recibirán <strong>una</strong> respuesta razonada,salvo las <strong>de</strong> reconocida y notoria urgencia, quepodrá ser común <strong>para</strong> todas aquellas sugerenciasque planteen cuestiones sustancialmente iguales.Junto a este mandato, la Ley se encarga <strong>de</strong> cerrarposibles <strong>de</strong>bates en cuanto a la naturaleza <strong>de</strong>este mecanismo, al señalar que ni la presentación<strong>de</strong> propuestas atribuye, por sí misma, la condición<strong>de</strong> persona interesada en el procedimiento, nieste instrumento <strong>de</strong> intervención sustituye eltrámite <strong>de</strong> audiencia pública en los supuestosen que sea preceptivo <strong>de</strong> acuerdo con la normativa<strong>de</strong> aplicación.3.3. La legislación sectorialcomo punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrolloEn un segundo momento –lo que hemos dadoen llamar fase <strong>de</strong> participación sectorial- se fueSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(39)El preámbulo <strong>de</strong> esta Ley parte <strong>de</strong> un fundamento claro que habilita su aprobación: “La participación <strong>de</strong> la ciudadanía enlos asuntos públicos se conforma hoy como un elemento fundamental en el contexto <strong>de</strong> un nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> gobiernocaracterizado por la transparencia, la información y la asunción <strong>de</strong> responsabilida<strong>de</strong>s, y constituye, a<strong>de</strong>más, <strong>una</strong> expresaencomienda que el artículo 9.2 <strong>de</strong> la Constitución realiza a los po<strong>de</strong>res públicos en general y que el artículo 4.2 <strong>de</strong> nuestroEstatuto <strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong>posita sobre los po<strong>de</strong>res públicos <strong>de</strong> Galicia, a los cuales encarga el cometido <strong>de</strong> facilitar laparticipación <strong>de</strong> todos los gallegos y gallegas en la vida política, económica, cultural y social”.93


asistiendo a un <strong>de</strong>sarrollo normativo que, antela ausencia <strong>de</strong> un cuerpo jurídico general sobrela colaboración <strong>de</strong> los ciudadanos con lasAdministraciones Públicas, se <strong>de</strong>finió por lasnotas <strong>de</strong> la extensión, multisectorialidad y falta<strong>de</strong> sistematización.En esta segunda fase, con la llamada “motorizaciónlegislativa” (C. Schmitt), la normativa sectorial seha visto influida por los principios constitucionales,entre ellos, los relativos a la participación<strong>ciudadana</strong>. Si bien es cierto que los mecanismos<strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa o semidirecta que fueronregulados en la primera fase tienen un caráctertransversal y, por tanto, pue<strong>de</strong>n ser utilizadosen cualquier ámbito, la normativa sectorial vinoa configurar jurídicamente mecanismos específicosque recogen y se adaptan a las característicaspropias <strong>de</strong> esos sectores.En cuanto a la tipología <strong>de</strong> estos mecanismos<strong>de</strong> participación, la legislación sectorial abre <strong>una</strong>mplio abanico <strong>de</strong> formas <strong>de</strong> participación (40) .En primer lugar, la mayor parte <strong>de</strong> estas formas<strong>de</strong> participación tiene <strong>una</strong> naturalezaprocedimental, a través <strong>de</strong>l trámite <strong>de</strong> audiencia-en el procedimiento <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> normasadministrativas-, <strong>de</strong>l trámite <strong>de</strong> informaciónpública -<strong>para</strong> la adopción <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones quepor lo general afectan directa o indirectamentea grupos in<strong>de</strong>terminados o numerosos <strong>de</strong>personas-, o a través <strong>de</strong> consultas <strong>de</strong> laAdministración a sujetos cualificados –comoorganizaciones sociales o expertos-. En segundolugar, la consistente en la creación <strong>de</strong> órganosconsultivos, <strong>de</strong> los que forman parte representantes<strong>de</strong> las organizaciones sociales. En tercer lugar,aunque <strong>de</strong> aplicación menos usual, la participación<strong>de</strong> estas organizaciones sociales en órganosadministrativos <strong>de</strong> gestión o con faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>de</strong>cisión.Esta legislación sectorial ha sido objeto también<strong>de</strong> un proceso evolutivo en cuanto alreconocimiento <strong>de</strong> esferas participativas. Si lalegislación sectorial <strong>de</strong> los primeros años <strong>de</strong>nuestro sistema <strong>de</strong>mocrático contemplaba <strong>una</strong>participación a nivel <strong>de</strong> mínimos, la legislación<strong>de</strong> última generación viene innovando ypotenciando los instrumentos en virtud <strong>de</strong> loscuales se quiere hacer participe a la ciudadaníaen la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas.Pero también es cierto que en esta línea <strong>de</strong><strong>de</strong>mocratización sectorial, la influencia <strong>de</strong> lasnuevas corrientes participativas no ha sido lamisma en todos los sectores. Se aprecia la existencia<strong>de</strong> ámbitos sensibles a la participación, comolos relativos a servicios públicos esenciales–educación, sanidad, servicios sociales-, aquellosque hacen referencia a los conocidos como<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> tercera generación -medio ambienteosectores en los que se generan conflictossociales especiales -agua, urbanismo-, en losque su régimen jurídico hace especial hincapiéen el elemento participativo.Sin lugar a dudas –y como se ha visto-, el sectormedioambiental es uno <strong>de</strong> los más sensiblesen relación a la participación <strong>ciudadana</strong>. La Ley9/2006, <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> abril, sobre evaluación <strong>de</strong> losefectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados planes y programasen el medio ambiente (que transpone la Directiva2001/42/CE), anticipó el pilar <strong>de</strong> participaciónpública. Poco <strong>de</strong>spués, la Ley 27/2006, <strong>de</strong> 18<strong>de</strong> julio, ha regulado los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> acceso ala información, <strong>de</strong> participación pública y <strong>de</strong>acceso a la justicia en materia <strong>de</strong> medioambiente, ley que viene a aplicar el Convenio<strong>de</strong> Aarhus y las directivas comunitarias en lamateria, al tiempo que se presenta como<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l artículo 45 <strong>de</strong> la CE’78. La Ley27/2006 regla el <strong>de</strong>recho a participar en losprocedimientos <strong>para</strong> la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones queinci<strong>de</strong>n directa o indirectamente en el medioambiente, y su elaboración o aprobacióncorresponda a las Administraciones Públicas.La conformación <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho se recoge enel artículo 3.2) <strong>de</strong> la Ley 27/2006, y se <strong>de</strong>sarrollaen su Título III -así como en Real Decreto Legislativo1/2008, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> enero, por el que se apruebael texto refundido <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Evaluación <strong>de</strong>Impacto Ambiental <strong>de</strong> proyectos, y en la Ley(40)SANCHÉZ MORÓN, Miguel. Derecho Administrativo. Parte General. Tecnos, 2006, pp. 464-465.94


16/2002, <strong>de</strong> 1 <strong>de</strong> julio, sobre Prevención y ControlIntegrados <strong>de</strong> la Contaminación-. Junto a laparticipación funcional, a través <strong>de</strong> la intervención<strong>de</strong>l público en procedimientos administrativos,la Ley 27/2006 contempla la participaciónorgánica mediante la inserción en órganosadministrativos con la regulación <strong>de</strong>l ConsejoAsesor <strong>de</strong> Medio Ambiente.También la legislación autonómica vieneasumiendo el principio <strong>de</strong> participación. Es elcaso, a modo <strong>de</strong> ejemplo, <strong>de</strong> la Ley 7/2006, <strong>de</strong>22 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong> protección ambiental <strong>de</strong> Aragón,en cuyo artículo 2 se establece como finalida<strong>de</strong>l “fomentar la participación social en losprocedimientos administrativos regulados enla presente Ley y garantizar la efectividad <strong>de</strong>los trámites <strong>de</strong> información pública previstos”,reiterado posteriormente en el artículo 9(“información ambiental y participaciónpública”) a modo <strong>de</strong> mandato, al señalar que“sin perjuicio <strong>de</strong> los trámites previstos en losregímenes <strong>de</strong> intervención administrativaambiental regulados en la presente Ley, laAdministración que en cada caso resultecompetente garantizará el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participaciónpública y <strong>de</strong> acceso a la información ambientalen la forma y términos establecidos en la normativaque regula su ejercicio”.En materia <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l territorio y urbanismoha surgido en los últimos años un nuevo concepto:el urbanismo participativo. En esta línea se estánmoviendo recientemente las legislacionesreguladoras <strong>de</strong>l sector, tanto <strong>de</strong>l Estado como<strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Autónomas –cada <strong>una</strong>, enel marco <strong>de</strong> su nivel competencial-, que prevéncauces <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> en la <strong>de</strong>finición<strong>de</strong>l diseño <strong>de</strong> la ciudad. El reciente Real DecretoLegislativo 2/2008, <strong>de</strong> 20 <strong>de</strong> junio, por el quese aprueba el Texto Refundido <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Suelo,reconoce que la legislación sobre la or<strong>de</strong>naciónterritorial y urbanística garantizará el <strong>de</strong>recho ala información <strong>de</strong> los ciudadanos y <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>srepresentativas <strong>de</strong> los intereses afectados por losprocesos urbanísticos, así como la participación<strong>ciudadana</strong> en la or<strong>de</strong>nación y gestión urbanísticas(artículo 3), proclamando con carácter general el<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> todos los ciudadanos a participar enlos procedimientos <strong>de</strong> elaboración y aprobación<strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l territorio yor<strong>de</strong>nación urbanística (artículo 4) (41) . En <strong>de</strong>sarrolloSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(41)En concreto, el artículo 4 reconoce el <strong>de</strong>recho a “participar efectivamente en los procedimientos <strong>de</strong> elaboración y aprobación<strong>de</strong> cualesquiera instrumentos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l territorio o <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación y ejecución urbanísticas y <strong>de</strong> su evaluación ambientalmediante la formulación <strong>de</strong> alegaciones, observaciones, propuestas, reclamaciones y quejas y a obtener <strong>de</strong> la Administración<strong>una</strong> respuesta motivada, conforme a la legislación reguladora <strong>de</strong>l régimen jurídico <strong>de</strong> dicha Administración y <strong>de</strong>l procedimiento<strong>de</strong> que se trate”.(42)Es el caso <strong>de</strong> la Ley 5/2006, <strong>de</strong> 2 <strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l Territorio y Urbanismo <strong>de</strong> La Rioja (artículo 10); Ley Foral35/2002, <strong>de</strong> 20 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l Territorio y Urbanismo (artículo 7); Ley 7/2002, <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong>Or<strong>de</strong>nación Urbanística <strong>de</strong> Andalucía (artículo 6); Ley 15/2001, <strong>de</strong> 14 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong>l Suelo y Or<strong>de</strong>nación Territorial <strong>de</strong>Extremadura (artículo 7); Decreto Legislativo 1/2004, <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> abril, por el que se aprueba el texto refundido <strong>de</strong> las disposicioneslegales vigentes en materia <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l territorio y urbanismo, <strong>de</strong> Asturias (artículo 7); Decreto Legislativo 1/2005, <strong>de</strong>10 <strong>de</strong> junio, por el que se aprueba el texto refundido <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong>l Suelo <strong>de</strong> la Región <strong>de</strong> Murcia (artículo 9).(43)A modo <strong>de</strong> ejemplo, el artículo 2 <strong>de</strong> la Ley 14/2000, <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación Territorial, <strong>de</strong> Baleares, estableceque “las administraciones competentes <strong>de</strong>ben promover la participación <strong>de</strong> la sociedad en el proceso <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación territorialy formalizarla, a fin <strong>de</strong> conseguir que este proceso responda a las aspiraciones y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la población”; el artículo 3<strong>de</strong> la Ley 9/2001, <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> julio, <strong>de</strong>l Suelo, <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, que establece como principio rector <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>naciónurbanística el <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, a cuyo fin <strong>de</strong>clara que “en la formulación, gestión y ejecución <strong>de</strong> la actividadurbanística, la Comunidad <strong>de</strong> Madrid y los Ayuntamientos <strong>de</strong>berán fomentar e impulsar la participación”; o el artículo 8 <strong>de</strong>lDecreto Legislativo 1/2005, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> julio, por el que se aprueba el Texto refundido <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> urbanismo, <strong>de</strong> Cataluña,en virtud <strong>de</strong>l cual “se tienen que fomentar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> iniciativa, <strong>de</strong> información y <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> la ciudadanía enlos procesos urbanísticos <strong>de</strong> planeamiento y <strong>de</strong> gestión”. En este ámbito cabe resaltar la Ley 4/2004, <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong>Or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l Territorio y Protección <strong>de</strong>l Paisaje, <strong>de</strong> la Comunidad Valenciana, que recoge en su artículo 2 la participaciónactiva <strong>de</strong> los ciudadanos como objetivo <strong>de</strong> la política territorial <strong>de</strong> la Generalitat, estableciendo en su artículo 10 (“participación<strong>ciudadana</strong>”) que “el Consell <strong>de</strong> la Generalitat se encargará <strong>de</strong> fomentar mecanismos <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los ciudadanos quecontribuyan a la formación <strong>de</strong> las políticas y estrategias territoriales y en materia <strong>de</strong> vivienda”, haciendo suyo <strong>de</strong> forma expresael concepto <strong>de</strong> gobernanza en su artículo 89, en el que incluye la participación <strong>de</strong> los ciudadanos en las fases <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiónsobre políticas, planes y programas territoriales y la accesibilidad a la información por todos los ciudadanos.95


<strong>de</strong> este precepto estatal, la normativa autonómicaha venido reconociendo progresivamente ampliasesferas <strong>de</strong> participación, hasta el punto <strong>de</strong> integrarartículos bajo la rúbrica <strong>de</strong> “participación<strong>ciudadana</strong>” (42) , preceptos que, sin perjuicio <strong>de</strong>su carácter informador, exigen <strong>una</strong> concreciónreal <strong>para</strong> garantizar <strong>una</strong> participación efectiva.Como líneas comunes <strong>de</strong> esta normativaautonómica, se reconoce, por un lado, el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> los ciudadanos a participar en la formulación,gestión y ejecución <strong>de</strong> la actividad urbanística,así como a obtener información <strong>para</strong> el ejercicio<strong>de</strong> esta participación; por otro, un mandatodirigido a los po<strong>de</strong>res públicos <strong>para</strong> el fomento<strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong> (43) .En materia <strong>de</strong> servicios sociales, la legislaciónaprobada en los últimos años está potenciandosus <strong>de</strong>claraciones y mecanismos participativosen relación a las primeras regulaciones sectoriales.Ejemplo <strong>de</strong> ello es la reciente Ley 12/2007, <strong>de</strong>11 <strong>de</strong> octubre, <strong>de</strong> Servicios Sociales <strong>de</strong> Cataluña,que contempla en su articulado todo un catálogo<strong>de</strong> principios e instrumentos <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong>. Como uno <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> lasactuaciones <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos autonómicosen la materia, contempla la promoción <strong>de</strong> laparticipación, el asociacionismo, la ayuda mutua,la acción voluntaria y las <strong>de</strong>más formas <strong>de</strong>implicación solidaria en los asuntos <strong>de</strong> lacomunidad. Por ello, el artículo 5 proclama,como principio rector <strong>de</strong>l sistema público <strong>de</strong>los servicios sociales, la participación cívica,principio que se reitera en su artículo 46 (44) . Lafinalidad <strong>de</strong> la participación es integrar la<strong>de</strong>liberación en los procesos <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones<strong>para</strong> a<strong>de</strong>cuar el sistema <strong>de</strong> servicios sociales alas necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las personas y a su diversidad.Los objetivos <strong>de</strong> la participación son la implicación<strong>de</strong> toda la sociedad en los asuntos sociales, laprevención <strong>de</strong> la fragmentación social, lainnovación en la prestación <strong>de</strong> los servicios y elreforzamiento <strong>de</strong> las re<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong> apoyo(artículo 47). Junto a esta <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios,la Ley 12/2007 establece diversos mecanismos<strong>de</strong> participación, con un carácter abierto yflexible, que permite la adaptación <strong>de</strong> dichosmecanismos a las especifida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sector y lasnecesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada momento. Por un lado,<strong>para</strong> la elaboración <strong>de</strong>l Plan estratégico <strong>de</strong>servicios sociales -elaborado por el <strong>de</strong>partamentocompetente en materia <strong>de</strong> servicios sociales, yaprobado por el Gobierno-, <strong>de</strong>be establecersepor reglamento un proceso participativo con laintervención <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Coordinación <strong>de</strong>Bienestar Social, <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong> ServiciosSociales y <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong> Evaluación <strong>de</strong> Necesida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Servicios Sociales. Por otro, como canales<strong>de</strong> participación, el artículo 48 señala que laparticipación cívica en el sistema <strong>de</strong> serviciossociales se articula mediante los órganos <strong>de</strong>participación establecidos por la presente Ley,procedimientos participativos o cualquier otraacción que sea pertinente. A<strong>de</strong>más, la Ley 12/2007regula <strong>de</strong> forma expresa, como <strong>una</strong> <strong>de</strong> susprincipales noveda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namientojurídico español, el proceso <strong>de</strong> participación (45) .En materia hidráulica, el Real Decreto Legislativo1/2001, <strong>de</strong> 20 <strong>de</strong> julio, contempla en su artículo14 los principios rectores <strong>de</strong> la gestión en materia<strong>de</strong> aguas, entre los que se encuentra expresamente(44)El artículo 5 <strong>de</strong> la Ley 12/2007 establece que “el funcionamiento <strong>de</strong> los servicios sociales <strong>de</strong>be incorporar la participación <strong>de</strong>la ciudadanía en la programación, la evaluación y el control. También <strong>de</strong>be garantizarse la participación <strong>de</strong> los usuarios en elseguimiento y evaluación <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> los servicios”. Por su parte, según el artículo 46, “el sistema <strong>de</strong> servicios sociales opera<strong>de</strong> acuerdo con los principios <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>administración</strong> relacional. Las <strong>de</strong>cisiones relativas al sistema <strong>de</strong> servicios sociales <strong>de</strong>bentomarse con la participación <strong>de</strong> los ciudadanos siempre que sea posible. La planificación, el seguimiento <strong>de</strong> la gestión y laevaluación <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> servicios sociales <strong>de</strong>ben incorporar los sectores sociales afectados o implicados en los servicios sociales”.(45)Según el artículo 56, “las administraciones competentes en materia <strong>de</strong> servicios sociales <strong>de</strong>ben establecer procesos <strong>de</strong>participación en la planificación, gestión y evaluación <strong>de</strong> los servicios sociales”, entendiendo por proceso <strong>de</strong> participación“el que, <strong>de</strong> <strong>una</strong> forma integral, incluye las tres fases siguientes: a) Fase <strong>de</strong> información, en la que se informa a los ciudadanos<strong>de</strong>l proyecto en el que se preten<strong>de</strong> pedir la participación; b) Fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate ciudadano, mediante el cual, utilizando lasmetodologías a<strong>de</strong>cuadas, se promueve el <strong>de</strong>bate entre los ciudadanos y se recogen propuestas; c) Fase <strong>de</strong> retorno, medianteel cual se traslada a los participantes el resultado <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> participación”.96


la participación <strong>de</strong> los usuarios, reconociendoasimismo el <strong>de</strong>recho a acce<strong>de</strong>r a la informaciónen materia <strong>de</strong> aguas (artículo 15). Sin perjuicio<strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> otros mecanismos <strong>de</strong>participación –fundamentalmente <strong>de</strong> carácterorgánico-, cabe resalta aquí por su importanciae innovación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> perspectiva jurídica, elcarácter participativo en la política <strong>de</strong> planificaciónhidráulica (46) . La legislación autonómica asumeestas previsiones normativas, introduciendo en suregulación sectorial la exigencia <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong> en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicasen la materia. En Aragón, la Ley 6/2001, <strong>de</strong> 17<strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación y <strong>Participación</strong> en laGestión <strong>de</strong>l Agua en Aragón, tiene por objeto,entre otros, la creación <strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong>participación social en la formación <strong>de</strong> la políticaque sobre el agua <strong>de</strong>sarrollen las distintasinstituciones <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma <strong>de</strong>Aragón (artículo 1), añadiendo, como principiogeneral <strong>de</strong> la actuación <strong>de</strong> la ComunidadAutónoma y <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s locales, latransparencia y facilidad en el acceso <strong>de</strong> losciudadanos a la información en materia <strong>de</strong>aguas, en los términos previstos en la normativaque regula el <strong>de</strong>recho a la información en materia<strong>de</strong> medio ambiente, y fomento <strong>de</strong> la participaciónsocial directa <strong>de</strong> todas las partes en la <strong>de</strong>terminación<strong>de</strong> las políticas correspondientes (artículo 2).Por lo que se refiere al ámbito educativo, envirtud <strong>de</strong>l mandato contenido en el artículo 27CE’78, los po<strong>de</strong>res públicos han <strong>de</strong> garantizarel <strong>de</strong>recho a la educación mediante <strong>una</strong>programación general <strong>de</strong> la enseñanza queatienda las necesida<strong>de</strong>s educativas, programaciónen la que ha <strong>de</strong> garantizarse la participaciónefectiva <strong>de</strong> todos los sectores afectados. La LeyOrgánica 8/1985, <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> julio, Reguladora <strong>de</strong>lDerecho a la Educación, reproduce en su artículo27 el mandato constitucional, señalando quelos po<strong>de</strong>res públicos garantizarán el ejercicioefectivo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación mediante<strong>una</strong> programación general <strong>de</strong> la enseñanza,con la participación efectiva <strong>de</strong> todos los sectoresafectados, que atienda a<strong>de</strong>cuadamente lasnecesida<strong>de</strong>s educativas y la creación <strong>de</strong> centrosdocentes. Esta <strong>de</strong>claración se reitera en la LeyOrgánica 2/2006, <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong> Educación,así como en la normativa <strong>de</strong> aquellas Comunida<strong>de</strong>sAutónomas que han optado por aprobar <strong>una</strong>norma general en materia educativa (47) .La participación <strong>de</strong> los ciudadanos en el diseño<strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> salud se recoge en normativassanitarias como la Ley 14/1986, <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> abril,General <strong>de</strong> Sanidad, y la Ley 16/2003, <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong>mayo, <strong>de</strong> Cohesión y Calidad <strong>de</strong>l Sistema Nacional<strong>de</strong> Salud. Este régimen jurídico preten<strong>de</strong> laconsecución real <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> participaciónSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(46)El artículo 41 <strong>de</strong>l Real Decreto Legislativo 1/2001 (“elaboración <strong>de</strong> los planes hidrológicos <strong>de</strong> cuenca”), establece que “segarantizará, en todo caso, la participación pública en todo el proceso planificador, tanto en las fases <strong>de</strong> consultas previascomo en las <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y aprobación o revisión <strong>de</strong>l plan. A tales efectos se cumplirán los plazos previstos en la disposiciónadicional duodécima”. En este sentido, la Disposición Adicional Duodécima establece: “El organismo <strong>de</strong> cuenca o <strong>administración</strong>hidráulica competente <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma publicarán y pondrán a disposición <strong>de</strong>l público, en los plazos que en estadisposición se establecen, los siguientes documentos: a) Tres años antes <strong>de</strong> iniciarse el procedimiento <strong>para</strong> la aprobación orevisión <strong>de</strong>l correspondiente plan hidrológico, un calendario y un programa <strong>de</strong> trabajo sobre la elaboración <strong>de</strong>l plan, conindicación <strong>de</strong> las fórmulas <strong>de</strong> consulta que se adoptarán en cada caso; b) Dos años antes <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l procedimiento a quese refiere el párrafo anterior, un esquema provisional <strong>de</strong> los temas importantes que se plantean en la cuenca hidrográficaen materia <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> las aguas; c) Un año antes <strong>de</strong> iniciar el procedimiento, los ejemplares <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> plan hidrológico<strong>de</strong> cuenca. 2. El organismo <strong>de</strong> cuenca o <strong>administración</strong> hidráulica competente <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma conce<strong>de</strong>rán unplazo mínimo <strong>de</strong> seis meses <strong>para</strong> la presentación <strong>de</strong> observaciones por escrito sobre los documentos relacionados en elapartado 1 <strong>de</strong> esta disposición. 3. Previa solicitud y en los términos que se establezca reglamentariamente,se permitirá el acceso a los documentos y a la información <strong>de</strong> referencia utilizados <strong>para</strong> elaborar el plan hidrológico <strong>de</strong> cuenca”.(47)Entre la normativa autonómica, cabe resaltar aquí por su inci<strong>de</strong>ncia en el ámbito <strong>de</strong> la participación, la Ley 3/2007, <strong>de</strong> 8<strong>de</strong> marzo, <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Social en la Educación <strong>de</strong> Castilla-La Mancha, aprobada, según se establece en el Preámbulo, conel objeto <strong>de</strong> reforzar e impulsar el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> participación activa <strong>de</strong> la sociedad castellano manchega y <strong>de</strong> la comunida<strong>de</strong>ducativa en la programación <strong>de</strong> la enseñanza, cumpliendo así con el mandato establecido por la CE´78. En Aragón, por suparte, la Ley 16/2002, <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong> educación permanente, establece que “los sectores implicados en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>las acciones formativas previstas en la presente Ley podrán participar en la planificación, <strong>de</strong>sarrollo y evaluación <strong>de</strong> la educaciónpermanente mediante los mecanismos que se establezcan en cada caso”.97


<strong>ciudadana</strong> en la Administración sanitaria. Ahorabien, <strong>una</strong> participación orgánica, articulada através <strong>de</strong> órganos colegiados <strong>de</strong> carácter estable,dirigida a la formulación <strong>de</strong> la política sanitariay en el control <strong>de</strong> su ejecución, que no a la gestión<strong>de</strong> las prestaciones. También en esta línea, lasComunida<strong>de</strong>s Autónomas han previsto en sunormativa sectorial principios y mecanismos <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong>, como la Ley 6/2002, <strong>de</strong>15 <strong>de</strong> abril, <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> Aragón, en cuyo artículo2 se recoge, como principio rector, la participaciónsocial y comunitaria en la formulación <strong>de</strong> lapolítica sanitaria y en el control <strong>de</strong> su ejecución (48) .Estos son, quizás, los sectores sobre los que másintensamente se ha producido esa <strong>de</strong>mocratizaciónsectorial, en la medida en que su normativareguladora ha potenciado la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong> en la conformación <strong>de</strong>las <strong>de</strong>cisiones públicas, recogiendo en algunoscasos instrumentos innovadores. Ahora bien,esta línea <strong>de</strong>mocratizadora también se está dando,aunque con un perfil más bajo, en la normativa<strong>de</strong> otros sectores <strong>de</strong> la actividad administrativaen los que tradicionalmente la participación hasido ajena a su régimen jurídico (49) .3.4. Un nuevo régimen jurídico<strong>para</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>En la tradición jurídica española no se ha reguladocon carácter general y unitario el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong>, ni en el or<strong>de</strong>namientojurídico estatal, ni en los diferentes or<strong>de</strong>namientosautonómicos, existiendo únicamente regulacionesparciales que, como acabamos <strong>de</strong> ver, contemplaninstrumentos <strong>de</strong> participación específicos y ensectores concretos.No obstante, esta tradición está siendo objeto <strong>de</strong><strong>una</strong> sensible revisión en los últimos tiempos en lamedida en que estamos asistiendo a un proceso<strong>de</strong> codificación y juridificación <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong>, basado en las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> unificacióny armonización. Ahora bien, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta fasese observan diferentes opciones regulativas queestán siendo empleadas por aquellas Comunida<strong>de</strong>sAutónomas que han iniciado <strong>una</strong> política públicaen la materia, lo que nos permite hablar <strong>de</strong>diferentes grados <strong>de</strong> intensidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> eseproceso <strong>de</strong> juridificación, en función <strong>de</strong> su caráctercodificador y normativo.(48)Otra normativa autonómica que cabe mencionar a estos efectos es la Ley 5/2003 <strong>de</strong> 4 <strong>de</strong> abril, <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> las Illes Balears,que se inspira, como principio informador, en la “participación comunitaria en la formulación <strong>de</strong> la política sanitaria, a través<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> información y participación” (artículo 3). La Ley 7/2003, <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> abril, <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> la Salud <strong>de</strong>Cataluña, <strong>de</strong>clara que “la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s y servicios <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> la salud, en los términos establecidospor la presente Ley, <strong>de</strong>be ajustarse a los siguientes principios informadores: f) La participación comunitaria en la planificacióny control <strong>de</strong> la ejecución <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> la salud” (artículo 2). Por su parte, la Ley <strong>de</strong> Cantabria 7/2002, <strong>de</strong>10 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación Sanitaria <strong>de</strong> Cantabria, en su artículo 51 recoge <strong>una</strong> auténtica <strong>de</strong>claración, al señalar que“<strong>de</strong> acuerdo con lo dispuesto en el apartado 2 <strong>de</strong>l artículo 9 y en el apartado 1 <strong>de</strong>l artículo 129 <strong>de</strong> la Constitución Españolay en los artículos 5 y 53 <strong>de</strong> la Ley General <strong>de</strong> Sanidad, los ciudadanos <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma <strong>de</strong> Cantabria tendrán<strong>de</strong>recho a participar en la política sanitaria y en la actividad <strong>de</strong> los organismos públicos cuya función afecte directamente ala calidad <strong>de</strong> la vida o al bienestar en general. La participación, tanto en la formulación <strong>de</strong> la política sanitaria como en sucontrol, es un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l ciudadano y <strong>de</strong> la sociedad en general, un valor social, <strong>una</strong> garantía <strong>de</strong> estabilidad y un instrumento<strong>de</strong> cooperación e información <strong>de</strong>l Sistema Sanitario Público <strong>de</strong> Cantabria. El <strong>de</strong>recho a la participación implica la responsabilida<strong>de</strong>n su ejercicio, y obliga a actuar con lealtad al interés general, al bien público y a la promoción <strong>de</strong>l bienestar social”.(49)Sin tratar <strong>de</strong> agotar todas las regulaciones existentes, y a modo <strong>de</strong> simple repaso, véase el artículo 9.2 y 15.3 <strong>de</strong> la Ley13/2002, <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong> Turismo <strong>de</strong> Cataluña; artículo 3.f. <strong>de</strong> la Ley 10/2006, <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Energías Renovablesy Ahorro y Eficiencia Energética <strong>de</strong> la Región <strong>de</strong> Murcia; artículo 3.f. <strong>de</strong> la Ley 3/2008, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> laMinería <strong>de</strong> Galicia; artículo 7 <strong>de</strong> la Ley 30/2002, <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> protección civil y atención <strong>de</strong> emergencias <strong>de</strong> Aragón;artículo 4.f. <strong>de</strong> la Ley 2/2003, <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> marzo, <strong>de</strong>l Deporte <strong>de</strong> Castilla y León; artículo 55 <strong>de</strong> la Ley 16/2006, <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong>diciembre, <strong>de</strong> Protección y Defensa <strong>de</strong> los Consumidores y Usuarios <strong>de</strong> Aragón, etc.(50)Esta Ley <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana empieza a configurarse como informadora <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídicovalenciano, en la medida en que su carácter transversal inci<strong>de</strong> en el contenido <strong>de</strong> otras normas relacionadas con la materia.A modo <strong>de</strong> ejemplo, la reciente Ley 15/2008, <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> la Generalitat, <strong>de</strong> Integración <strong>de</strong> las Personas Inmigrantesen la Comunitat Valenciana, establece en su artículo 18 que “la Generalitat favorecerá, en los casos que proceda, larepresentación <strong>de</strong> las personas inmigrantes en los instrumentos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> previstos en la Ley <strong>de</strong> <strong>Participación</strong>Ciudadana <strong>de</strong> la Comunitat Valenciana, individualmente o a través <strong>de</strong> sus entida<strong>de</strong>s asociativas más representativas.”98


En un primer grado se encuentra aquella políticanormativa que establece, en un único texto legal,el régimen jurídico <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>,otorgando a la materia un cierto carácter unitarioy codificador. En esta línea, recientemente laComunidad Valenciana ha aprobado la Ley11/2008, <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2008, <strong>de</strong> <strong>Participación</strong>Ciudadana (50) . Por la innovación que supone<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico español, conviene<strong>de</strong>tenerse, aunque <strong>de</strong> forma breve, en el análisis<strong>de</strong> sus previsiones normativas (51) .Tal y como proclama su preámbulo, esta Leypersigue fomentar la participación <strong>ciudadana</strong>en <strong>una</strong> sociedad plural, profundizando en elacercamiento <strong>de</strong> las instituciones públicasvalencianas a la ciudadanía, e involucrando aésta en la gestión pública que realizan. Trata<strong>de</strong> propiciar la implicación <strong>de</strong> la ciudadanía enla actuación <strong>de</strong> la Administración AutonómicaValenciana, garantizando la información <strong>de</strong> losprocedimientos que promueva, <strong>de</strong>sarrolle otramite en aras <strong>de</strong> <strong>una</strong> mayor transparencia enla gestión pública, estableciendo, finalmente,mecanismos <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> las políticas públicasy <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> la opinión pública.En su Título I se establece el doble objeto <strong>de</strong> laLey, como es regular y fomentar la participación<strong>ciudadana</strong>, así como promover la participación <strong>de</strong>la sociedad en los asuntos públicos. Tras <strong>de</strong>limitarsu ámbito <strong>de</strong> aplicación –exclusivamente laAdministración autonómica-, <strong>de</strong>fine varios términos-participación <strong>ciudadana</strong>, ciudadanía, entida<strong>de</strong>s<strong>ciudadana</strong>s e instrumentos <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong>-, evitando <strong>de</strong> este modo la abstraccióna la que pue<strong>de</strong> quedar sometida su regulación.El Título II, bajo la rúbrica “De la participación<strong>ciudadana</strong>”, recoge <strong>una</strong> auténtico Estatuto <strong>de</strong>las <strong>ciudadana</strong>s y ciudadanos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>, haciendoespecial hincapié en el uso <strong>de</strong> la tecnología <strong>para</strong>ampliar los cauces <strong>de</strong> relación entre institucionespúblicas y ciudadanía, y <strong>de</strong> la ciudadanía entresí, en el marco <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> la informacióny <strong>de</strong>l conocimiento.Su Capítulo I recoge un catálogo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos enmateria <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, pudiendodistinguir aquellos que tienen un carácter previoal ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación -como el<strong>de</strong>recho a la información, reconociendo laposibilidad <strong>de</strong> <strong>una</strong> información individualizada<strong>para</strong> aquellos que se encuentren inscritos en elRegistro <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s <strong>ciudadana</strong>s-; aquellos yareconocidos en otros textos normativos –como el<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acceso a registros y archivos, el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> petición o el <strong>de</strong>recho a la iniciativa legislativapopular-, realizando a tal fin <strong>una</strong> constante remisiónnormativa; y aquellos <strong>de</strong>rechos que pue<strong>de</strong>n serconsi<strong>de</strong>rados más innovadores <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista <strong>de</strong> su reconocimiento normativo, como sonla participación en la elaboración <strong>de</strong> Anteproyectos<strong>de</strong> Ley y programas sectoriales- a través <strong>de</strong> losmecanismos contemplados en la propia Ley,excepto en aquellas materias excluidas por lanormativa <strong>de</strong> iniciativa legislativa popular- y el<strong>de</strong>recho a recabar la colaboración <strong>de</strong> la Generalitaten la realización <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>ciudadana</strong>s–siempre que se traten <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s sin ánimo<strong>de</strong> lucro, y tengan por objeto el fomento <strong>de</strong> laparticipación <strong>ciudadana</strong>-.En el Capítulo II se regulan las Entida<strong>de</strong>sCiudadanas (52) , a las que se garantiza tanto losSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(51)Recientemente se ha aprobado el Decreto 76/2009, <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong> junio, por el que se aprueba el Reglamento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo yejecución <strong>de</strong> la Ley 11/2008, que viene a complementar y <strong>de</strong>sarrollar los instrumentos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> diseñadospor la Ley, otorgando <strong>de</strong> este modo un cierto carácter estatutario a la materia. Por su parte, actualmente la Comunidad <strong>de</strong>Canarias está trabajando en la redacción <strong>de</strong> la futura Ley <strong>de</strong> Fomento <strong>de</strong> la <strong>Participación</strong> Ciudadana, encontrándose disponible<strong>para</strong> su consulta el “Documento Abierto <strong>para</strong> el Debate sobre la Ley Canaria <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana” en www.gobcan.es.(52) Según el artículo 14, se entien<strong>de</strong> por Entidad Ciudadana “aquellas personas jurídicas sin ánimo <strong>de</strong> lucro que cumplan lossiguientes requisitos: a) Que su constitución y funcionamiento se regulen por la normativa vigente en materia <strong>de</strong> Asociaciones,Usuarios y consumidores, o Fundaciones; b) Que su ámbito <strong>de</strong> actuación esté vinculado a los intereses valencianos; c) quetengan recogido en sus Estatutos, al menos, alguno <strong>de</strong> los siguientes objetivos: 1. Estimular la participación <strong>ciudadana</strong> en lavida pública, bien actuando como cauce, mecanismo o instrumento <strong>de</strong> dicha participación, o bien implantando y <strong>de</strong>sarrollandodichos mecanismos. 2. Representar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r ante la Administración Autonómica Valenciana los intereses tanto <strong>de</strong> susmiembros como <strong>de</strong> la ciudadanía en general. 3. Promover el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> actuaciones <strong>de</strong> carácter cívico o social dirigidas amejorar la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la ciudadanía."99


<strong>de</strong>rechos reconocidos a los ciudadanos y<strong>ciudadana</strong>s en el Capítulo I -acceso a archivos yregistros, recibir información, <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición,etc.-, como aquellos otros consi<strong>de</strong>rados específicos<strong>para</strong> estas Entida<strong>de</strong>s –<strong>de</strong>recho a participar conla Administración Autonómica Valenciana, concarácter consultivo, en la elaboración <strong>de</strong> losprogramas <strong>de</strong> actuación sectorial; <strong>de</strong>recho aobtener la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> utilidad pública, etc. -.El Capítulo III, por su parte, regula diversosinstrumentos con los que canalizar la participación<strong>ciudadana</strong> en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas,resaltando que “el resultado <strong>de</strong> dichas accionesno tendrá carácter vinculante <strong>para</strong> la AdministraciónAutonómica Valenciana” (artículo 17.1). Así,<strong>para</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> políticas públicas, la Ley11/2008 distingue entre aquellos instrumentosprevistos en la legislación sectorial o en normasreglamentarias, y aquellos otros específicosregulados en la propia Ley 11/2008, entre losque se hallan la audiencia <strong>ciudadana</strong>, los foros<strong>de</strong> consulta, los paneles ciudadanos y los juradosciudadanos, remitiendo su régimen a un posterior<strong>de</strong>sarrollo reglamentario.El Título III contempla medidas <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong> laparticipación <strong>ciudadana</strong>, <strong>para</strong> lo que prevé untriple eje <strong>de</strong> actuación. Por un lado, la concesión<strong>de</strong> subvenciones <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>spor parte <strong>de</strong> las Entida<strong>de</strong>s Ciudadanas quepromuevan la participación <strong>ciudadana</strong> en elámbito institucional <strong>de</strong> la Generalitat. Por otro,la <strong>de</strong>finición y ejecución <strong>de</strong> programas <strong>de</strong>formación, tanto <strong>para</strong> la ciudadanía y las Entida<strong>de</strong>sCiudadanas, como <strong>para</strong> el personal al servicio <strong>de</strong>la Administración Pública Valenciana. Finalmente,fórmulas <strong>de</strong> apoyo mutuo entre entida<strong>de</strong>s<strong>ciudadana</strong>s que faciliten el intercambio <strong>de</strong> datos,servicios <strong>de</strong> apoyo y asesoramiento, y otrasactivida<strong>de</strong>s que sirvan <strong>para</strong> que la actuación <strong>de</strong>las Entida<strong>de</strong>s Ciudadanas sea efectiva, a cuyofin prevé la creación <strong>de</strong> la Red <strong>de</strong> Entida<strong>de</strong>sCiudadanas.En un segundo grado <strong>de</strong> esta nueva políticanormativa se hallan los instrumentos <strong>de</strong> DerechoBlando (53) . Es el caso <strong>de</strong> la Comunidad Valenciana,con la Carta <strong>de</strong> Buenas Prácticas en laAdministración Autonómica y local <strong>de</strong> laComunitat Valenciana. Esta Carta resalta lanecesidad <strong>de</strong> establecer <strong>una</strong> nueva forma <strong>de</strong>gobierno basada en la cercanía y la relaciónrecíproca con los ciudadanos. Partiendo <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho a la buena <strong>administración</strong> que contemplael Estatuto <strong>de</strong> Autonomía <strong>de</strong> Valencia, garantizael <strong>de</strong>recho a la participación <strong>de</strong> los agentes <strong>de</strong>la sociedad civil y <strong>de</strong> los ciudadanos en la vidapolítica. En base a este espíritu, trata <strong>de</strong> potenciarcauces <strong>de</strong> información y participación con elobjetivo <strong>de</strong> estimular <strong>una</strong> cultura participativa.En concreto, en la Carta se acuerda que laactuación <strong>de</strong> la Administración Autonómica yLocal <strong>de</strong>be estar regida, entre otros, por el principio<strong>de</strong> participación (54) .Por su parte, alg<strong>una</strong>s Comunida<strong>de</strong>s Autónomas,conscientes <strong>de</strong> la transversalidad <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong>, han puesto en marcha técnicas <strong>de</strong>planificación con el objeto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar lasactivida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> la materia, fijar los objetivosa alcanzar y encauzar las intervenciones <strong>para</strong>su cumplimiento. Así, pue<strong>de</strong> citarse el PlanInter<strong>de</strong>partamental <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana<strong>de</strong> Cataluña (2008-2010), cuyo objeto esincrementar la cantidad y calidad <strong>de</strong> la(53)Frente a la regulación rígida por la imposición <strong>de</strong> comportamientos, la sujeción, el sometimiento, la autorización o lahabilitación, el Derecho blando o flexible (soft law) emplea técnicas más suaves <strong>para</strong> dirigir las conductas, por medio <strong>de</strong>objetivos a conseguir, <strong>de</strong> directrices y recomendaciones a secundar, buscando más la adhesión que la imposición. Este Derechoblando se caracteriza por carecer <strong>de</strong> un sentido único, por la multiplicidad <strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong> regulación y por la diversidad<strong>de</strong> tratamientos. El soft law aparece recogido en muy diversos instrumentos, como <strong>de</strong>claraciones, cartas, resoluciones querecogen principios, conceptos y criterios no incorporados al Derecho positivo.(54)Tal y como establece esta Carta <strong>de</strong> Buenas Prácticas en la Administración Autonómica y local <strong>de</strong> la Comunitat Valenciana,“el establecimiento <strong>de</strong> las buenas prácticas a través <strong>de</strong> esta carta va encaminado a la consecución <strong>de</strong> <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> gobiernoconocida con el nombre <strong>de</strong> gobernanza: Forma <strong>de</strong> gobierno caracterizada y <strong>de</strong>finida por la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> compartir la responsabilida<strong>de</strong>ntre los actores públicos y diferentes entida<strong>de</strong>s o asociaciones que se incorporan a la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> formas muyvariadas, con el fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir políticas y regular servicios <strong>de</strong> forma coordinada y compartida”.100


participación, programando y coordinando lasactuaciones necesarias <strong>para</strong> incorporar a laciudadanía en la elaboración <strong>de</strong> leyes, planes yprogramas, así como hacer más transversal eintegral la cultura <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>la Generalitat. En Baleares se ha aprobadorecientemente el Documento Marco <strong>para</strong> laelaboración <strong>de</strong>l I Plan <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana,en el que se consi<strong>de</strong>ra la participación <strong>ciudadana</strong>como <strong>una</strong> opción estratégica que <strong>de</strong>be presidirtodas las actuaciones que lleve a cabo el Gobierno,resaltando la necesidad <strong>de</strong> propiciar un cambio<strong>de</strong> actitud tanto en la ciudadanía como en lasinstituciones (55) . La Comunidad Valenciana, através <strong>de</strong>l Plan Director <strong>de</strong> Ciudadanía 2008-2011,diseña las líneas estratégicas y compromete lasacciones a seguir por la Dirección General <strong>de</strong>Ciudadanía e Integración en los próximos cuatroaños. Tras la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la transversalidad<strong>de</strong>l Plan -en cuanto implica actuaciones <strong>de</strong>diferentes Consejerías <strong>de</strong> la Generalitat sobreparticipación <strong>ciudadana</strong>-, lleva a cabo undiagnóstico <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> partida, <strong>de</strong>fine<strong>una</strong> situación <strong>de</strong> futuro y diseña los ejes <strong>de</strong>actuación en cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> las líneas <strong>de</strong> actuación<strong>de</strong> la Dirección General <strong>para</strong> lograr los objetivosestratégicos <strong>de</strong>finidos. En concreto, las políticasa <strong>de</strong>sarrollar en este Plan se agrupan en tresLíneas <strong>de</strong> Actuación: Ciudadanía y Re<strong>de</strong>sSociales, <strong>Participación</strong>, Solidaridad y Voluntariado.Otras Comunida<strong>de</strong>s Autónomas se han apartado<strong>de</strong> esa finalidad or<strong>de</strong>nadora y global <strong>de</strong> laplanificación, haciendo uso <strong>de</strong> la misma <strong>para</strong>objetos concretos y específicos, como el caso <strong>de</strong>Canarias, don<strong>de</strong> el Plan <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadanaes diseñado <strong>para</strong> <strong>de</strong>finir –a modo <strong>de</strong> hoja <strong>de</strong>ruta- el proceso <strong>de</strong> participación que lleve a laelaboración y aprobación <strong>de</strong> la futura Ley Canaria<strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana, o la ComunidadValenciana.Por otra parte, con el objeto <strong>de</strong> dar un carácterinstitucional a esta política pública <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong>, diversas Comunida<strong>de</strong>s Autónomas hanvenido creando órganos específicos en la materia.La Comunidad Valenciana, mediante Decreto206/2007, <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> octubre, <strong>de</strong>l Consell, hacreado la Comisión Inter<strong>de</strong>partamental <strong>para</strong> la<strong>Participación</strong> Ciudadana, configurado como unórgano colegiado <strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong> laGeneralitat, con el que se quiere lograr que laparticipación <strong>ciudadana</strong> que se implante encada <strong>una</strong> <strong>de</strong> las consellerías sea conocida yvalorada por el conjunto <strong>de</strong> la Generalitat,permitiendo así homogeneizar los mecanismose instrumentos y favorecer su extensión a todala Administración. En concreto, correspon<strong>de</strong> aesta Comisión analizar los mecanismos <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong> y el grado <strong>de</strong> implantación<strong>de</strong> éstos en la acción <strong>de</strong> gobierno; fomentar eimpulsar las actuaciones <strong>de</strong> las consellerías enmateria <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>; proponermedidas innovadoras <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong> laparticipación <strong>ciudadana</strong> con carácter general<strong>para</strong> todas las consellerías; estudiar la posibilidad<strong>de</strong> homogeneizar y coordinar los instrumentos<strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> en la actuación <strong>de</strong>la Generalitat, etc. Por su parte, por Decreto223/2007, <strong>de</strong> 9 <strong>de</strong> noviembre, <strong>de</strong>l Consell, secreó el Consejo <strong>de</strong> Ciudadanía <strong>de</strong> la ComunitatValenciana, hoy regulado en el Decreto 76/2009,<strong>de</strong> 5 <strong>de</strong> junio, por el que se aprueba el Reglamento<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y ejecución <strong>de</strong> la Ley 11/2008.Este Consejo <strong>de</strong> Ciudadanía es un órganoconsultivo <strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong> la Generalitat,que tiene como finalidad impulsar el acercamiento<strong>de</strong> las instituciones <strong>de</strong> la Generalitat a la sociedadcivil y a la ciudadanía, ser el cauce por el que lasociedad civil pueda participar en las <strong>de</strong>cisionespolíticas e institucionales <strong>de</strong> la Generalitat, asícomo fomentar la cultura <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong> y divulgar los valores <strong>de</strong>mocráticosa toda la ciudadanía.Siguiendo esta línea <strong>de</strong> institucionalización <strong>de</strong>la participación <strong>ciudadana</strong>, Baleares, medianteDecreto 46/2008, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> abril, ha creado laComisión Inter<strong>de</strong>partamental <strong>para</strong> la <strong>Participación</strong>Ciudadana, como órgano colegiado <strong>de</strong> laSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(55)Este documento marco, aprobado por el Consejo <strong>de</strong> Gobierno <strong>de</strong> día 25 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2008, sirviendo <strong>de</strong> base <strong>para</strong> la futuraconcreción <strong>de</strong>l Plan, analiza la situación actual <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>, fija los objetivos y principios rectores <strong>de</strong> la política<strong>de</strong> participación, así como la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> acciones <strong>para</strong> el primer plan en la materia.101


Administración <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma<strong>para</strong> garantizar tanto la coordinación, elintercambio <strong>de</strong> opiniones, la coherencia y lacomplementariedad <strong>de</strong> las acciones, comotambién <strong>de</strong> los recursos y las activida<strong>de</strong>s que,en materia <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> y en laelaboración y ejecución <strong>de</strong> las políticas públicas,impulsen las consejerías. Entre sus funciones,cabe <strong>de</strong>stacar el tomar parte en la i<strong>de</strong>ntificación<strong>de</strong> los procesos, los mecanismos y los órganos<strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> en el diseño y laejecución <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> lasIslas Baleares, así como evaluar su grado <strong>de</strong>implementación; apoyar las actuaciones queproyecten las consejerías <strong>de</strong> la Administración<strong>de</strong> la Comunidad Autónoma <strong>para</strong> incorporarla participación <strong>ciudadana</strong> en los procesos <strong>de</strong>elaboración y <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> sus políticas;coordinar la realización <strong>de</strong> actuaciones conjuntasy compartidas entre las consejerías <strong>de</strong> laAdministración <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma<strong>de</strong> estudio y búsqueda sobre la participaciónpolítica y social en general, etc.Finalmente, Cataluña ha creado la ComisiónInter<strong>de</strong>partamental <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana,mediante Decreto 39/2008, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> febrero,como órgano <strong>para</strong> la coordinación y colaboraciónen materia <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>, así como<strong>para</strong> la elaboración <strong>de</strong>l Plan Inter<strong>de</strong>partamental<strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana. En concreto, sonfunciones <strong>de</strong> la Comisión, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> diseñary proponer los ejes estratégicos y las líneas <strong>de</strong>trabajo <strong>de</strong>l Plan, concretar sus acciones <strong>para</strong>dotarle <strong>de</strong> contenido, fijando los compromisosque cada <strong>de</strong>partamento asumirá en términos <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong>, así como concretar,por cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> estas actuaciones, el soporteeconómico, <strong>de</strong> personal, logístico y <strong>de</strong> cualquierotra clase, que se <strong>de</strong>stine a cada iniciativa<strong>de</strong>partamental.4. Conclusiones.la legislación comopalanca <strong>de</strong> cambioUna Administración abierta a la participación<strong>de</strong> los interesados, que sea capaz <strong>de</strong> tener encuenta sus opiniones antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir es, sinduda, <strong>una</strong> Administración más <strong>de</strong>mocrática ynormalmente más eficaz (artículo 103 CE’78),si por eficacia se entien<strong>de</strong> la a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> laacción administrativa a las <strong>de</strong>mandas socialesy no sólo a la agilidad o rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> tramitación<strong>de</strong> los procedimientos.A lo largo <strong>de</strong> estas páginas se ha ido analizandola configuración jurídica <strong>de</strong> nuestro sistema <strong>de</strong>participación <strong>ciudadana</strong>, un breve repaso quepermite concluir la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir <strong>una</strong>a<strong>de</strong>cuada política normativa en la materia. Laparticipación real y efectiva ha encontrado unimportante obstáculo en la inexistencia <strong>de</strong> <strong>una</strong>estructura legislativa que ampare su aplicación,estructura caracterizada por su espontaneidady <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n. Sin embargo, a inicios <strong>de</strong>l siglo XXIy en un Estado <strong>de</strong>mocrático consolidado, estepilar <strong>de</strong> nuestro sistema político exige –a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>cidida voluntad política- <strong>una</strong> or<strong>de</strong>nacióny <strong>una</strong> planificación normativa que proporcioneestabilidad, un referente en el que apoyarse <strong>para</strong>promover <strong>una</strong> participación efectiva.Esta estrategia normativa, acor<strong>de</strong> con la política<strong>de</strong> “Mejora Regulatoria” (56) , supone, por un lado,a<strong>de</strong>cuar y perfeccionar los mecanismos legalesya existentes, dándoles un verda<strong>de</strong>ro contenidoy facilitando su ejercicio por la ciudadanía; porotro, implantar <strong>una</strong> nueva legislación –lo queen gran medida exige ir precedido <strong>de</strong> <strong>una</strong> nuevacultura política-, con instrumentos normativosque establezcan mecanismos estables y formales(56)“Mejora Regulatoria” (“Better Regulation”), es la política <strong>de</strong> mejora constante <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> las normas, y <strong>de</strong> revisión<strong>de</strong> los impactos <strong>de</strong> dicha legislación en la sociedad. La Mejora Regulatoria se refiere tanto a la calidad <strong>de</strong> las leyes como a lacalidad <strong>de</strong> la intervención administrativa, racionalizando ésta y ajustándola a lo necesario <strong>para</strong> garantizar la protección <strong>de</strong>los intereses generales. Entre los elementos <strong>de</strong> la “Mejora Regulatoria” se halla la participación <strong>de</strong> la sociedad civil -entendiendoque la participación <strong>de</strong> la sociedad civil es un elemento fundamental <strong>para</strong> la Mejora Regulatoria ya que permite mejorar lacalidad <strong>de</strong> la legislación y su a<strong>de</strong>cuación a las necesida<strong>de</strong>s sociales- y la calidad formal <strong>de</strong> las normas -la calidad formal <strong>de</strong>las normas supone que la norma <strong>de</strong>be estar escrita en términos claros y precisos, accesibles al ciudadano-.102


<strong>de</strong> interrelación entre ciudadanía y po<strong>de</strong>rpúblico. Junto a ello, ha <strong>de</strong> promover <strong>una</strong>sociedad civil fuerte y vertebrada que contribuyacon su protagonismo al fortalecimiento <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia (57) , y arbitrar las <strong>de</strong>bidas garantías<strong>para</strong> el ejercicio <strong>de</strong> su <strong>de</strong>recho, <strong>de</strong>limitando lasrepresentativida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las organizaciones socialesy la vinculación <strong>para</strong> la Administración.Para poner en marcha esta política normativa se<strong>de</strong>be partir <strong>de</strong> <strong>una</strong> doble premisa. En primer lugar,resaltar el indudable y necesario predominio <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia representativa en las actualessocieda<strong>de</strong>s, <strong>para</strong> lo que Claus Offe da la primeranota, <strong>una</strong> combinación que <strong>de</strong>je a salvo la<strong>de</strong>mocracia representativa sobre la base <strong>de</strong>lindividuo autónomo, pero que al mismo tiemporefleje la real complejidad <strong>de</strong>l pluralismo social (58) .La participación a la que se alu<strong>de</strong> no constituyeun modo alternativo al sistema político actual,sino que la <strong>de</strong>mocracia directa ha <strong>de</strong> concebirsecomo complemento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa, <strong>de</strong> tal modo que participar no es–generalmente- <strong>de</strong>cidir, sino influir en la <strong>de</strong>cisión.En segundo lugar, tal y como previene Donati,la nueva normatividad requiere un cierto carácterestatutario <strong>de</strong> las iniciativas participativas, <strong>para</strong>que no se <strong>de</strong>svíen <strong>de</strong> su finalidad y proporcionenseguridad jurídica a la ciudadanía. Los estatutoshabrán <strong>de</strong> ser autónomos, pero am<strong>para</strong>dos yprotegidos por la Administración Pública, cuyamisión no es sustituir a las autonomías sociales,sino or<strong>de</strong>nar los marcos generales <strong>de</strong> la convivencia.En todo caso, la construcción <strong>de</strong> este or<strong>de</strong>nnormativo estatutario <strong>de</strong>berá adaptarse a aquellascaracterísticas inherentes a la participación<strong>ciudadana</strong> y que <strong>de</strong>terminan su propia esencia.Así, la voluntariedad y flexibilidad informan este<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participación, lo que <strong>de</strong>termina queel sistema jurídico no <strong>de</strong>be imponer su ejercicio–la participación no es un <strong>de</strong>ber, es un <strong>de</strong>rechoy como tal pue<strong>de</strong> ejercitarse o no-, sino que ha<strong>de</strong> crear un marco legal que prevea habilitacionesy fomente la participación. Ha <strong>de</strong> limitarse aestablecer marcos, facilitar, promover, poner adisposición <strong>de</strong> la ciudadanía instrumentos quese adapten a las peculiarida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada sector <strong>de</strong>interés público, lo contrario podría suponer <strong>una</strong>rigi<strong>de</strong>z que conllevara a la procedimentalizaciónadministrativa <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>.No obstante, esta flexibilidad y generalidad legalrequiere <strong>una</strong> posterior concreción reglamentariaque garanticen la seguridad jurídica, así comola estabilidad y futuro <strong>de</strong>l sistema.La transversalidad <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>–que también <strong>de</strong>be informar su configuraciónjurídica- supone que ésta inci<strong>de</strong> en la actuacióngeneral <strong>de</strong> la Administración Pública, <strong>de</strong>beinformar sus diversas actuaciones sectoriales, loque exige <strong>una</strong> previsión normativa que garantice<strong>una</strong> a<strong>de</strong>cuada coordinación administrativa–fundamentalmente centralizando las funcionesorientadoras <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> laestructura organizativa <strong>de</strong> la Administración-,así como la creación <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong>cooperación y colaboración <strong>para</strong> evitarduplicida<strong>de</strong>s, involucrar a toda la Administracióny compartir experiencias.Por otro lado, como se ha señalado, el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> participación tiene un carácter instrumental.La participación no es un fin, es un medio <strong>para</strong>la consecución <strong>de</strong> los diversos intereses públicos,por lo que su régimen jurídico, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> proclamarprincipios y <strong>de</strong>rechos a favor <strong>de</strong>l ciudadano,<strong>de</strong>be concretar su ejercicio mediante elreconocimiento <strong>de</strong> instrumentos y procedimientosespecíficos. Sin continuas remisiones normativas,lo que supondría dotar <strong>de</strong> un escaso contenidoa la norma y <strong>de</strong>bilitar el principio constitucional<strong>de</strong> seguridad jurídica.Finalmente, la regulación <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong> <strong>de</strong>be estar informada por el principio<strong>de</strong> corresponsabilidad. Si hablamos <strong>de</strong>Administración <strong>de</strong>liberativa, es evi<strong>de</strong>nte que lanorma reguladora <strong>de</strong> los cauces y mecanismosSergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(57)Véase, RUBIO NUÑEZ, Rafael. “La guerra <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocracias”. Revista parlamentaria <strong>de</strong> la Asamblea <strong>de</strong> Madrid. 2007,nº 16, pp. 79-108.(58)OFFE, Claus. “Partidos políticos y nuevos movimientos sociales”. Sistema. 1988.103


que hagan eficaz el ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>participación <strong>de</strong>be ser elaborada <strong>de</strong> formaparticipativa, y no con un carácter unilateral.Junto a estos límites <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la propianaturaleza <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>, en suor<strong>de</strong>nación jurídica también existen límitesexternos y previos que van a condicionar laprevisión normativa <strong>de</strong> su ejercicio. Así, po<strong>de</strong>moshablar <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> límites jurídicos, enla medida en que el régimen establecido <strong>para</strong>los nuevos mecanismos <strong>de</strong> participación habrá<strong>de</strong> tener en cuenta, y no sobrepasar, el marcojurídico-formal vigente –como se ha señaladoen otro momento, existen límites en forma <strong>de</strong>plazos administrativos, procedimientos, garantíasadministrativas, etc.-. También habrá <strong>de</strong> tenerpresente el papel <strong>de</strong> los límites económicos, <strong>de</strong>tal manera que cualquier previsión normativano cabe, ya que las diferentes líneas <strong>de</strong> actuación<strong>para</strong> promover la participación han <strong>de</strong> tenerpresente la existencia <strong>de</strong> límites presupuestarios.Finalmente, los límites políticos también pue<strong>de</strong>njugar como freno <strong>de</strong>l contenido normativo; lavoluntad política es, en muchos casos, elelemento clave <strong>para</strong> garantizar el triunfo <strong>de</strong>esta política pública.Por otra parte, si hablamos <strong>de</strong> legislación comopalanca <strong>de</strong> cambio <strong>para</strong> configurar <strong>una</strong>Administración <strong>de</strong>liberativa, no po<strong>de</strong>mos obviarel doble papel que juega el Reglamento en estamateria. El primero lleva a la clásica relaciónLey-Reglamento. Sin <strong>de</strong>tener más el análisis <strong>de</strong>esta relación, ya estudiada exhaustivamente enmuy diversos ámbitos, conviene resaltar sucompleta aplicación en el reconocimiento <strong>de</strong>los mecanismos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>. Laconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l Reglamento como complementoindispensable <strong>de</strong> la ley conlleva la necesidad <strong>de</strong>que ésta configure jurídicamente los principiosgenerales, los aspectos básicos y las habilitaciones<strong>para</strong> la puesta en marcha <strong>de</strong> los diversosinstrumentos participativos, <strong>de</strong>biendo <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rla norma reglamentaria a la concreción y <strong>de</strong>talle<strong>de</strong> los aspectos procedimentales. El segundopapel <strong>de</strong> la norma reglamentaria tiene que vercon la necesidad <strong>de</strong> potenciar la transparenciay la participación en su elaboración. En muchossectores <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico la normareglamentaria es necesariamente creativa <strong>de</strong>Derecho, y no simple complemento o <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la Ley, por lo que la intervención <strong>ciudadana</strong>en su <strong>de</strong>finición le proporciona <strong>una</strong> mayorlegitimidad. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser la norma que, comose ha dicho, concreta los aspectos materialesque afectan directamente a los intereses <strong>de</strong> laciudadanía, por lo que ésta encuentra en estetipo <strong>de</strong> norma un “plus” <strong>de</strong> interés <strong>para</strong>participar en su elaboración. De este modo,igual <strong>de</strong> importante que promover laparticipación <strong>de</strong> la ciudadanía en la elaboración<strong>de</strong> las leyes, es garantizar <strong>una</strong> a<strong>de</strong>cuadaparticipación en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la normareglamentaria, complementando así lalegitimidad <strong>de</strong>l reglamento -apoyada hastaahora en la habilitación legal- <strong>para</strong> que puedaestablecer normas que afectan a los <strong>de</strong>rechosy liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los ciudadanos o contengan<strong>de</strong>cisiones sobre intereses generales relevantes,sin excluir ni sustituir, obviamente, el primerpronunciamiento <strong>de</strong>l legislador.En cualquier caso, la nueva realidad jurídicopolítica<strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong> no sólo<strong>de</strong>be incidir en su propia or<strong>de</strong>nación, sino que,dado ese carácter estatutario, también afectaal conjunto <strong>de</strong>l Derecho Administrativo. De otramanera, si se consi<strong>de</strong>ra la legislación comoinstrumento básico <strong>para</strong> promover la participación<strong>ciudadana</strong>, y si <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong>liberativaqueremos hablar, el Derecho Administrativo<strong>de</strong>be asumir un papel fundamental en estatransformación.El Derecho Administrativo evoluciona <strong>de</strong> unsistema <strong>de</strong> limitaciones y garantías, a un sistemamás amplio <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>l ciudadano. Enesta línea, Santiago Muñoz Machado se centraen el estudio <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la participación comoelemento <strong>para</strong> <strong>una</strong> nueva ruptura <strong>de</strong>l DerechoAdministrativo, resaltando que la crisis <strong>de</strong>legitimación <strong>de</strong>mocrática que sufre laAdministración mo<strong>de</strong>rna pue<strong>de</strong>n tener <strong>una</strong>solución favorable a través <strong>de</strong>l fortalecimiento<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> participación. Las <strong>de</strong>cisiones104


administrativas apoyadas hasta ahora en lacobertura inapelable <strong>de</strong> la Ley, van a precisar<strong>de</strong> legitimación en el asentamiento directo <strong>de</strong>los ciudadanos <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> las mismas. Enlos años veni<strong>de</strong>ros será imposible dar cuenta<strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l Derecho Administrativo, sino se pone especial énfasis en el hecho <strong>de</strong> quelos ciudadanos contribuyan a formar y controlardirectamente las <strong>de</strong>cisiones que afectan alinterés general, es <strong>de</strong>cir, que participen en tareastradicionalmente encomendadas en exclusivaa la Administración Pública.Esto implica, en última instancia, la necesidad<strong>de</strong> integrar progresivamente el elementoparticipativo en la legislación administrativa,tanto general como sectorial, lo que exige elpaso <strong>de</strong> la información pública a la participación<strong>ciudadana</strong> (59) , evolución que <strong>de</strong>be ser la clave<strong>para</strong> la configuración <strong>de</strong>l Derecho Administrativomo<strong>de</strong>rno. El fenómeno <strong>de</strong> la intervención <strong>de</strong>los ciudadanos en las tareas administrativas nose pue<strong>de</strong> reducir exclusivamente a las tradicionalesvías <strong>de</strong>l 105 CE’78, esto es, la audiencia <strong>de</strong> losciudadanos en la elaboración <strong>de</strong> las disposicionesadministrativas que les afecten, sino que sucontenido <strong>de</strong>be ser ampliado –que no sustituido<strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s abiertas por elartículo 9.2 CE’78.A modo <strong>de</strong> conclusión, la nota común <strong>de</strong>lor<strong>de</strong>namiento jurídico regulador <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong> <strong>de</strong>be ser garantizar <strong>una</strong> participaciónreal y efectiva, con la finalidad <strong>de</strong> superar eltradicional obstáculo <strong>de</strong> la configuración formal,pero inefectiva, <strong>para</strong> lo que se ha <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nara las Administraciones Públicas promover laeficacia <strong>de</strong> esta participación. Va a ser relevante<strong>para</strong> ello la articulación <strong>de</strong> la futura legislación,la configuración <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>namiento jurídicoregulador <strong>de</strong> esta materia. Se ha <strong>de</strong>stacado porla doctrina la insuficiencia <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo tradicional<strong>de</strong>l procedimiento administrativo y la necesidad<strong>de</strong> alumbrar novedosos instrumentos <strong>de</strong>participación, un nuevo mo<strong>de</strong>lo comunicativo,con <strong>una</strong> posición proactiva <strong>de</strong> las Administraciones,que han <strong>de</strong> fomentar la participación y entraren diálogo con la sociedad.La clave está en el <strong>de</strong>sarrollo legislativo <strong>de</strong>lartículo 9.2 CE’78 -así como <strong>de</strong> los <strong>de</strong>máspreceptos constitucionales y estatutarios quecontemplan el mandato dirigido a los po<strong>de</strong>respúblicos- cuando se vaya produciendo laactividad normativa secundaria, no ignorandoque será el legislador ordinario el que traduciráen contenidos concretos lo que en el artículo9.2 CE´78 aparece, ahora, como pragmático.Sergio CASTEL. La juridificación <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>(59)En este sentido, conviene recordar que el artículo 86.4 <strong>de</strong> la Ley 30/1992, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> Régimen Jurídico <strong>de</strong> lasAdministraciones Públicas y <strong>de</strong>l Procedimiento Administrativo Común, habilita expresamente a las Administraciones Públicas<strong>para</strong> “establecer otras formas, medios y cauces <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los ciudadanos, directamente o a través <strong>de</strong> las organizacionesy asociaciones reconocidas por la Ley en el procedimiento <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> las disposiciones y actos administrativos”.105


106


La participación <strong>ciudadana</strong>como política públicaUna opción <strong>de</strong> hondo calado:Se crea la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana<strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> AragónIgnacio CELAYA (1)Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> CiudadanaGobierno <strong>de</strong> AragónA los gobiernos y a las administraciones públicasse les formulan, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todos los sectores, múltiples<strong>de</strong>mandas, siendo evi<strong>de</strong>nte que disponen <strong>de</strong>recursos escasos <strong>para</strong> satisfacerlas. Existe –todossomos conscientes <strong>de</strong> ello- <strong>una</strong> fuerte competenciapor acce<strong>de</strong>r a los recursos públicos. Losresponsables <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir don<strong>de</strong> <strong>de</strong>stinarlos seencuentran, pues, en <strong>una</strong> situación <strong>de</strong>licada.En este entorno, la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> crear <strong>una</strong> nuevaunidad administrativa –como es el caso <strong>de</strong> laDirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadananoes baladí. Es imprescindible estar convencido<strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar recursos a esta actividady, a<strong>de</strong>más, tener la capacidad <strong>de</strong> justificar yrazonar los beneficios que se generarán <strong>para</strong>el conjunto <strong>de</strong> la comunidad. Más allá <strong>de</strong> queal final, tendremos también que evaluar nuestroslogros y valorar si efectivamente hemosalcanzado los objetivos previstos.Esta justificación es casi evi<strong>de</strong>nte <strong>para</strong> la socieda<strong>de</strong>n muchas <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>sarrollanlas administraciones públicas. Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>batirsobre porcentajes y sobre contenidos concretos<strong>de</strong> las políticas, pero nadie pondrá en duda quenecesitamos <strong>de</strong>dicar recursos a nuestros hospitales,escuelas, infraestructuras o nuestros planesocupacionales. Las razones son obvias (curar alos enfermos, educar a los niños, facilitar lamovilidad o promover el empleo)… A<strong>de</strong>más,las inversiones en recursos públicos se traducenen resultados tangibles (número <strong>de</strong> médicos ymaestros, kilómetros <strong>de</strong> autovías o cantidad <strong>de</strong>personas que cobran el subsidio por <strong>de</strong>sempleo).Sin embargo, no es tan sencillo <strong>de</strong> justificarcuando <strong>de</strong>stinamos los recursos a <strong>una</strong> DirecciónGeneral <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana.¿Por qué hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar recursos a <strong>una</strong>Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana?¿Para qué sirve? ¿Qué tipo <strong>de</strong> problemas nosresolverá o <strong>de</strong> qué servicios nos proveerá? ¿Quiénha <strong>de</strong>mandado su creación? Estos interroganteshan <strong>de</strong> ser nuestro punto <strong>de</strong> partida. Estamoshablando <strong>de</strong> recursos que son públicos y escasos,y, por lo tanto, es imperativo justificar su buenuso y, sobre todo, su capacidad <strong>para</strong> alcanzarunos resultados colectivamente relevantes.Para respon<strong>de</strong>r a estos interrogantes, cuestiónque se convierte en nuestro objetivo esencial,Ignacio CELAYA. La participación <strong>ciudadana</strong> como política pública(1)Ignacio Celaya es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y Director General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong>lGobierno <strong>de</strong> Aragón.107


<strong>para</strong> po<strong>de</strong>r aportar a este libro, a continuaciónvamos a ofrecer, en primer lugar, los elementos<strong>de</strong> diagnóstico que justifican la creación <strong>de</strong> laDirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana(el porqué). En segundo lugar, vamos presentarlas posibles respuestas que, al menos en el terreno<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong>beríamos articular <strong>para</strong> respon<strong>de</strong>ra la situación anteriormente diagnosticada (elqué). Finalmente, en tercer lugar, y <strong>de</strong> modo untanto más extenso, expondremos los contenidosconcretos <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> la DG, el paso <strong>de</strong>las i<strong>de</strong>as a la acción (el cómo).1. ¿Por qué <strong>una</strong> Dirección General<strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana?El tránsito hacia un nuevo siglo ha llegadoacompañado <strong>de</strong> fuertes incertidumbres. EnAragón, como en la mayoría <strong>de</strong> los lugares <strong>de</strong>lplaneta, nos inva<strong>de</strong> cierta sensación <strong>de</strong><strong>de</strong>sconcierto frente los gran<strong>de</strong>s retos que nosacechan: la creciente diversidad <strong>de</strong> la población,el cambio climático, la cohesión social, el accesoa la energía, el <strong>de</strong>sarrollo en el marco <strong>de</strong> laeconomía <strong>de</strong>l conocimiento y la información,las insegurida<strong>de</strong>s globales.No es este el espacio a<strong>de</strong>cuado <strong>para</strong> <strong>de</strong>sarrollarestos argumentos, aunque sí nos gustaría subrayar<strong>una</strong> primera constatación: a pesar <strong>de</strong>l crecimientoy el bienestar <strong>de</strong> los últimos años, nos encontramosfrente a retos colectivos que parecen <strong>de</strong>sbordarnos.Somos <strong>una</strong> sociedad rica y <strong>de</strong>sarrollada, escierto, pero como apuntan muchos analistas,también muy temerosa frente al futuro.El temor ante el futuro tiene que ver con <strong>una</strong>segunda constatación: los instrumentos <strong>para</strong>hacer frente a nuestros retos colectivos seencuentran hoy fuertemente <strong>de</strong>bilitados. Ambasconstataciones se refuerzan mutuamente: losproblemas parecen intensificarse y hacerse máscomplejos, mientras que las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>respuesta se <strong>de</strong>bilitarían y mostrarían su crecienteimpotencia.Pero, ¿<strong>de</strong> qué instrumentos estamos hablando?¿A qué nos referimos cuando afirmamos que seha <strong>de</strong>bilitado nuestra capacidad <strong>para</strong> respon<strong>de</strong>ra los retos colectivos? Pues nos estamos refiriendoa algo tan conocido y pregonado como el<strong>de</strong>scrédito <strong>de</strong> la política y <strong>de</strong> la <strong>administración</strong>pública. La política, como concepto, es aquellonos permite abordar nuestros retos colectivos,es la manera que tenemos <strong>de</strong> resolver nuestrasdiferencias en el presente y <strong>de</strong> construir nuestrosproyectos <strong>de</strong> futuro, es un “artefacto” que nospermite vivir juntos cuando somos diferentes.Si a la política le añadimos el adjetivo <strong>de</strong>mocrática,po<strong>de</strong>mos ir incluso un poco más lejos. La política<strong>de</strong>mocrática nos permite lograr todo lo108


mencionado anteriormente y, a<strong>de</strong>más, hacerloa través <strong>de</strong>l diálogo, <strong>de</strong> la <strong>de</strong>liberación, <strong>de</strong>l<strong>de</strong>bate <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as. La <strong>de</strong>mocracia nos habilita<strong>para</strong> resolver nuestros conflictos colectivos <strong>de</strong>manera pacífica, sin recurrir a guerras nienfrentamientos; sustituyendo la imposición<strong>de</strong>l más fuerte por un <strong>de</strong>bate civilizado y lageneración <strong>de</strong> inteligencia colectiva. La política<strong>de</strong>mocrática, no cabe ning<strong>una</strong> duda, fue –todavíaes- un gran invento.La <strong>administración</strong> pública, por su parte, es elbrazo ejecutor <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>mocrática. Éstatoma <strong>de</strong>cisiones, al tiempo que <strong>de</strong>stina los recursos<strong>para</strong> su ejecución a la <strong>administración</strong>. Durantelas últimas décadas hemos construido <strong>una</strong>sadministraciones potentes, que <strong>de</strong>berían usar <strong>de</strong>manera a<strong>de</strong>cuada los recursos que le <strong>de</strong>stinamos<strong>para</strong> construir hospitales y escuelas, contratarpolicías y bomberos, o aten<strong>de</strong>r a las personassin trabajo o con discapacida<strong>de</strong>s. La <strong>administración</strong>pública ha ido evolucionando, pero también hasido un gran invento. Sin ella sentiríamos el<strong>de</strong>samparo en el que, <strong>de</strong>sgraciadamente, vivenaún en muchas socieda<strong>de</strong>s menos <strong>de</strong>sarrolladasque la nuestra.Así pues, son estos dos instrumentos –la política<strong>de</strong>mocrática y la <strong>administración</strong> pública- los queparecen estar en crisis. No preten<strong>de</strong>mos entrarahora ni en su <strong>de</strong>fensa ni en su crítica, pero nonos queda más remedio que constatar que –conrazón o sin ella- viven unos momentos <strong>de</strong> intenso<strong>de</strong>scrédito, generalizada <strong>de</strong>sconfianza y fuerteimpotencia. Nuestros gran<strong>de</strong>s inventos no nosfuncionan como <strong>de</strong>berían y, en consecuencia,volvemos a repetirlo, no sólo estamos frente a unmundo más complejo sino que tampoco contamoscon las herramientas que hasta no hace <strong>de</strong>masiadotiempo nos servían <strong>para</strong> hacer frente a sus retosy sus dificulta<strong>de</strong>s.Es aquí don<strong>de</strong> encontramos el porqué, lasrazones, la justificación <strong>de</strong> la Dirección General<strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana. Su objetivo esextremadamente ambicioso y relevante: se trata<strong>de</strong> fortalecer los instrumentos que nos permitenafrontar nuestros retos colectivos. Preten<strong>de</strong>mosmejorar nuestra <strong>de</strong>mocracia y nuestra<strong>administración</strong>, pues sin ellas no podremosconstruir nuestro futuro compartido.2. ¿La participación es la respuesta?Una vez justificados los objetivos y las razones<strong>de</strong> la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana,<strong>de</strong>bemos abordar <strong>una</strong> segunda justificación. Setrata <strong>de</strong> explicar porqué consi<strong>de</strong>ramos que estanueva unidad administrativa tiene las característicasnecesarias <strong>para</strong> lograr los fines anteriormentepropuestos. ¿Es la Dirección General <strong>de</strong><strong>Participación</strong> Ciudadana el mecanismo a<strong>de</strong>cuado?¿Es la participación la vía <strong>para</strong> reforzar la<strong>de</strong>mocracia y mejorar la <strong>administración</strong>?Otra vez, la respuesta a estos interrogantes noes ni obvia ni baladí. En realidad, se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong>apuesta política innovadora, pues no existen<strong>de</strong>masiados prece<strong>de</strong>ntes. Ni tan siquiera <strong>una</strong>cuerdo unánime sobre la utilidad <strong>de</strong> esta fórmula.A nivel internacional, a partir <strong>de</strong> los años ochenta,y especialmente durante los noventa, el énfasisse colocó en la <strong>administración</strong> y se promovieronmúltiples procesos <strong>de</strong> transformación <strong>de</strong>stinadosa mejorarla. En aquel momento no sólo no sepensaba en reforzar la política <strong>de</strong>mocrática, sinoque se apostaba por <strong>de</strong>spolitizar las actuacionespúblicas. Ni la política, ni la <strong>de</strong>mocracia, ni laparticipación eran las respuestas. Éstas seencontraban en <strong>una</strong> mo<strong>de</strong>rnización administrativainspirada en los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong>l sectorempresarial y en el mercado como generador<strong>de</strong> competencia.Sin embargo, ya a finales <strong>de</strong> los noventa aparecenlas primeras voces críticas. Po<strong>de</strong>mos estarefectivamente mo<strong>de</strong>rnizando el funcionamiento<strong>de</strong> la <strong>administración</strong> pública, pero se duda tanto<strong>de</strong> la bondad <strong>de</strong> los resultados como <strong>de</strong> lapertinencia <strong>de</strong> los mecanismos. Es <strong>de</strong>cir, por unlado, <strong>una</strong> mo<strong>de</strong>rnización que aplica con exceso<strong>de</strong> entusiasmo y mimetismo las recetas <strong>de</strong>l sectorprivado al sector público, acaba generandoperversiones y resultados no <strong>de</strong>seados. Por otrolado, ver en la gestión la respuesta a todos losproblemas, olvidándose <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> la políticay <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, se ha convertido en <strong>una</strong>constricción excesiva. La <strong>administración</strong> esIgnacio CELAYA. La participación <strong>ciudadana</strong> como política pública109


importante, pero es en la política y en la<strong>de</strong>mocracia, don<strong>de</strong> se encuentra el núcleo duro<strong>de</strong> nuestra capacidad <strong>para</strong> afrontar los retosque colectivamente tenemos planteados. Olvidarse<strong>de</strong> la política y abonar su <strong>de</strong>scrédito se convierte,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestro punto <strong>de</strong> vista, en un auténticoproblema.Necesitamos más política, no menos política.Y necesitamos que esta política se <strong>de</strong>sarrolle enun marco <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>mocrática. Necesitamosfortalecerla, no diluirla. Son estas convicciones lasque nos permiten abordar la segunda justificación:la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadanaes el instrumento a<strong>de</strong>cuado, pues preten<strong>de</strong>impulsar <strong>una</strong> política <strong>de</strong>stinada a recuperar lapolítica. A recuperarla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fortalecimiento<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>mocrática, <strong>de</strong> la participación, <strong>de</strong>la implicación <strong>de</strong> la ciudadanía en la resolución<strong>de</strong> los problemas públicos.A través <strong>de</strong> este eje que hemos <strong>de</strong>nominadoparticipación, preten<strong>de</strong>mos construir <strong>una</strong> formarenovada <strong>de</strong> ejercer las responsabilida<strong>de</strong>s políticasy las activida<strong>de</strong>s administrativas. En este sentido,la política <strong>de</strong> la Dirección General preten<strong>de</strong> impulsar<strong>una</strong> transformación basada en <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a muysimple: <strong>para</strong> resolver los asuntos colectivos, hemos<strong>de</strong> juntarnos; <strong>para</strong> tomar las <strong>de</strong>cisiones colectivas,hemos <strong>de</strong> aprovechar las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> todos; y <strong>para</strong>hacer frente a la complejidad <strong>de</strong> nuestros retos,precisamos usar el diálogo como única forma <strong>de</strong>generar inteligencia colectiva.Así pues, la participación –entendida como diálogoesla respuesta. Usaremos esta etiqueta, como se<strong>de</strong>tallará en el próximo apartado, <strong>para</strong> aglutinarun conjunto <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s que preten<strong>de</strong>n fortalecerla calidad <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong>las instituciones públicas.Más concretamente, al apostar por la participacióncomo respuesta, esperamos lograr tres gran<strong>de</strong>sobjetivos:En primer lugar, esperamos mejorar y enriquecerlas <strong>de</strong>cisiones que adopta el gobierno y sua<strong>para</strong>to administrativo. El diálogo, en estesentido, permite incrementar el conocimientosobre los temas, al tiempo que facilita unequilibrio entre las diferentes posiciones. Cuandolos recursos son limitados, la generosidad escasay el conocimiento está muy especializado, eldiálogo se convierte en <strong>una</strong> aportación sustancial<strong>para</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones más ricas, más legítimasy más equilibradas.En segundo lugar, a través <strong>de</strong> la participaciónesperamos mejorar también la eficiencia <strong>de</strong>la actuación administrativa. El diálogo nos hace,en este ámbito, <strong>una</strong> aportación altamentesignificativa: genera contactos y relacionesque, a su vez, generan las complicida<strong>de</strong>s y lasconfianzas imprescindibles <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> cualquier proyecto. Sin contar con los otrospo<strong>de</strong>mos ir muy rápidos en las fases iniciales<strong>de</strong> <strong>una</strong> política, pero enseguida encallaremosen <strong>una</strong> tupida red <strong>de</strong> resistencias.Finalmente, la participación favorece la aparición<strong>de</strong> “ciudadanos”. Esto es crucial, ya que sinellos difícilmente po<strong>de</strong>mos plantearnos retoscolectivos. Aquí no estamos usando el términoen su acepción jurídica, sino más bien <strong>para</strong>referirnos a ciertos atributos que <strong>de</strong>beríantener las personas. Ciudadano, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestraóptica, sería aquel que es capaz <strong>de</strong> pensaren términos colectivos y <strong>de</strong> involucrarse en lacosa pública. La política <strong>de</strong>mocrática requiere<strong>de</strong> políticos, pero estos tendrían en realidad unpapel secundario. Los auténticos protagonistas<strong>de</strong> la política <strong>de</strong>mocrática son, sin duda, losciudadanos. La participación, enten<strong>de</strong>mos,pue<strong>de</strong> contribuir a generar ciudadanía en tantoque ofrece espacios y oportunida<strong>de</strong>s <strong>para</strong> quenos interesemos por lo que nos afecta a todos.En <strong>de</strong>finitiva, al apostar por la participación nola estamos convirtiendo en un fin en ella misma,sino que preten<strong>de</strong>mos usarla como mecanismo<strong>para</strong> fortalecer la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> nuestrasinstituciones públicas. Al mismo tiempo, a través<strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> mayor calidad esperamosser capaces <strong>de</strong> tomar mejores <strong>de</strong>cisiones, <strong>de</strong>aumentar la eficacia a la hora <strong>de</strong> aplicar y <strong>de</strong>construir <strong>una</strong> ciudadanía interesada einvolucrada en los asuntos colectivos. Estamosconvencidos, finalmente, que todo ello <strong>de</strong>becontribuir a algo tan crucial como resolver con110


más aciertos los problemas <strong>de</strong>l presente yconstruir con mejores perspectivas los proyectos<strong>de</strong> futuro. Eso sí, problemas <strong>de</strong> todos y proyectoscompartidos.3. La Dirección General<strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadanaen el Gobierno <strong>de</strong> Aragón3.1. Ahora es el momentoLos objetivos que hemos planteado sonambiciosos y, estamos convencidos, cruciales<strong>para</strong> nuestro futuro. Sin embargo, a menudose expresan en términos <strong>de</strong>masiado abstractos.No son percibidos como <strong>una</strong> urgencia. Ennuestra época, caracterizada por la inmediatezy la velocidad, por el titular y la frase corta, las<strong>de</strong>mandas y las expectativas no alcanzan másallá <strong>de</strong> un estricto corto plazo. La política y la<strong>de</strong>mocracia se nos aparecen como conceptos<strong>de</strong>masiado lejanos.Las propuestas y los objetivos <strong>de</strong> la DirecciónGeneral <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana pue<strong>de</strong>nparecernos interesantes, pero se nos diluyen enel frenesí <strong>de</strong>l día a día. Y, sin embargo, pensamosque es el momento. No existe un clamor alrespecto, pero necesitamos urgentementerecomponer nuestra capacidad política yfortalecer la calidad <strong>de</strong> nuestra <strong>de</strong>mocracia. Nopo<strong>de</strong>mos per<strong>de</strong>r más tiempo, pues está enjuego nuestra convivencia, nuestro futuro ynuestro presente. El tiempo se nos agota.Es el momento y hemos <strong>de</strong> aprovecharlo. Lascondiciones <strong>para</strong> avanzar en <strong>una</strong> línea <strong>de</strong> trabajocomo la que estamos proponiendo no sonfáciles, pero hoy tenemos <strong>una</strong> oportunidad queno po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar escapar. Tres son las razonesque, en nuestra opinión, nos sitúan en <strong>una</strong>buena posición <strong>de</strong> partida.En primer lugar, ahora es el momento porqueno partimos <strong>de</strong> cero. Las últimas décadas noshan permitido acumular cierta experiencia,especialmente gracias a las múltiples iniciativas<strong>de</strong> nuestros gobiernos municipales. Éstas hansido muy diversas, y no siempre han alcanzadolos resultados <strong>de</strong>seados. En realidad, <strong>de</strong>beríamosreconocer que nuestra inexperiencia haIgnacio CELAYA. La participación <strong>ciudadana</strong> como política pública111


provocado <strong>de</strong>sajustes y, también, ciertasfrustraciones. Pero incluso cuando no hemosalcanzado el éxito, sí que hemos podidoapren<strong>de</strong>r. Sabemos que po<strong>de</strong>mos esperar yque no <strong>de</strong>bemos esperar <strong>de</strong> los procesosparticipativos. Sabemos cuáles son los factoresclave <strong>para</strong> ejecutarlos correctamente. Y, sobretodo, sabemos que a pesar <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s,estos procesos son imprescindibles si queremosgobernar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la legitimidad, la sensibilidady la proximidad a los ciudadanos.En segundo lugar, es el momento porque,como acabamos <strong>de</strong> mencionar, la experiencianos ha proporcionado alg<strong>una</strong>s i<strong>de</strong>as clave.Quisiéramos <strong>de</strong>stacar dos <strong>de</strong> ellas. Por un lado,hemos aprendido que la participación no es<strong>una</strong> alternativa a la <strong>de</strong>mocracia representativa,sino <strong>una</strong> forma <strong>de</strong> complementarla ymejorarla. La participación no pone en dudaquién <strong>de</strong>be tomar las <strong>de</strong>cisiones (nuestrosrepresentantes <strong>de</strong>mocráticamente elegidos),sino que preten<strong>de</strong> incidir en la forma <strong>de</strong>tomar estas <strong>de</strong>cisiones. No se trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones sino <strong>de</strong> tomarlas <strong>de</strong> otramanera. No se trata <strong>de</strong> renunciar a laresponsabilidad <strong>de</strong>mocráticamente adquirida,sino <strong>de</strong> ejercerla con mayores dosis <strong>de</strong> calidad<strong>de</strong>mocrática.Por otro lado, la experiencia nos muestra queno estamos frente a <strong>una</strong> receta mágica. Laparticipación es un camino que <strong>de</strong>bemosrecorrer, pero que nos reclama tiempo y<strong>de</strong>dicación. Nos equivocaremos si trazamosnuestros objetivos en el corto plazo. Laparticipación es <strong>una</strong> apuesta que nos reclamatrabajar <strong>para</strong> el medio y el largo plazo;combinando la convicción que <strong>de</strong>be sustentarlas iniciativas con la paciencia necesaria <strong>para</strong>ver brotar los resultados.Finalmente, es el momento porque contamoscon un sólido e imprescindible soporte político.Nuestro Gobierno, empezando por supresi<strong>de</strong>nte, está comprometido en la tarea y,en consecuencia, nos garantiza la conviccióny la apuesta sostenida. No estamos ante <strong>una</strong>política marginal. No queremos ser la guindaque <strong>de</strong>cora un pastel, sino uno <strong>de</strong> los ejesestratégicos <strong>de</strong> este gobierno. Contando conel impulso y la fuerza <strong>de</strong> este soporte, nopo<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar escapar la oportunidad.3.2. Planes y líneas <strong>de</strong> trabajoLa Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> <strong>de</strong>lGobierno <strong>de</strong> Aragón -que nace en verano <strong>de</strong>l2007- <strong>de</strong>fine su misión, en el propio <strong>de</strong>creto<strong>de</strong> creación, en los términos siguientes:“propiciar <strong>una</strong> mayor implicación <strong>de</strong> laciudadanía en la construcción <strong>de</strong> las políticaspúblicas”. Se trata, como ya hemos señalado,<strong>de</strong> un objetivo ambicioso y complejo, que nace<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>ncia, como<strong>una</strong> clara apuesta <strong>de</strong> transversalidad, un objetivoque se aborda <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el máximo compromisopolítico, tal como muestran las palabras <strong>de</strong>lPresi<strong>de</strong>nte Marcelino Iglesias en el acto <strong>de</strong>presentación <strong>de</strong> la Dirección:“Hoy no se pue<strong>de</strong> gobernar sin contar conla colaboración, las voces y las complicida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ciudadanía y <strong>de</strong> sus organizaciones.”Esta compleja misión, por su parte, se <strong>de</strong>spliegaa través <strong>de</strong> 5 objetivos, los cuáles, a su vez, se<strong>de</strong>sgranan en un conjunto <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> acción.Nos estamos refiriendo al contenido, a lasustancia <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragónen materia <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong> y fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.Sin ánimo <strong>de</strong> exhaustividad vamos a exponera continuación estos objetivos y líneas <strong>de</strong> actuación.Tal como pue<strong>de</strong> apreciarse en el siguientecuadro resumen, los objetivos transcurren<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la voluntad genérica <strong>de</strong> propiciarprocesos <strong>de</strong> participación que acompañen alas políticas públicas (objetivo 1) y construir undiscurso participativo (objetivo 2), hastaplanteamientos más instrumentales que serefieren al uso <strong>de</strong> nuevas tecnologías (objetivo3), al <strong>de</strong>sarrollo legislativo (objetivo 4) o a losrecursos <strong>de</strong> soporte necesarios <strong>para</strong> el trabajo<strong>de</strong> la Dirección (objetivo 5).112


Objetivo 1Objetivo 2Objetivo 3Objetivo 4Objetivo 5Propiciar asesorar y acompañarprocesos <strong>de</strong> participación.Generar un discurso compartidosobre la <strong>de</strong>mocracia participativa.Propiciar cauces <strong>de</strong> información yparticipación a través <strong>de</strong> la red.Generar instrumentos y actualizar lalegislación en materia <strong>de</strong> participación.Generar <strong>una</strong> estructura <strong>de</strong> soportea la labor <strong>de</strong> la DGPC.Objetivo 1. Propiciar asesorar y acompañarprocesos <strong>de</strong> participación que permitan laimplicación <strong>de</strong> la ciudadanía en el diseño yevaluación <strong>de</strong> las políticas públicasEn primer lugar, este objetivo inicial nos recuerdaque nuestro objetivo no es simplemente organizaractos participativos, sino que preten<strong>de</strong>mosimpregnar <strong>de</strong> mentalidad participativa alconjunto <strong>de</strong> la <strong>administración</strong>. No quisiéramoslimitarnos a organizar eventos más o menosvistosos, sino ayudar a cambiar la manera <strong>de</strong>operar <strong>de</strong> nuestras instituciones políticas yadministrativas. Sabemos que ésta es <strong>una</strong>apuesta que <strong>de</strong>beremos trabajar sin esperarresultados <strong>de</strong> un día <strong>para</strong> otro, pero estamosconvencidos que es la única forma <strong>de</strong> abordarcon seriedad el tema <strong>de</strong> la participación.Únicamente si el conjunto <strong>de</strong> las institucionespúblicas se lo cree y lo interioriza, habremostenido éxito en nuestra misión <strong>de</strong> propiciar <strong>una</strong>formas <strong>de</strong> trabajar que incorporen –<strong>de</strong> manerahabitual y natural- a la ciudadanía en laconstrucción <strong>de</strong> lo público.Así pues, no esperamos transformaciones radicalesni conversiones automáticas. Esperamos, encambio, multiplicar las experiencias participativasy mostrar su capacidad <strong>para</strong> mejorar las políticaspúblicas. Nuestro trabajo, por lo tanto, consisteen convencer, acompañar y seducir: convencera los diferentes Departamentos <strong>de</strong>l Gobierno<strong>para</strong> que incorporen procesos <strong>de</strong> participación,acompañarlos en su diseño y ejecución y,finalmente, usar sus resultados <strong>para</strong> seducir aaquellas partes <strong>de</strong> la institución que todavía nohayan incorporado nuestras propuestas <strong>de</strong>innovación <strong>de</strong>mocrática.No estamos hablando en abstracto, sino que enlos dos años <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la Dirección General <strong>de</strong><strong>Participación</strong> ya hemos puesto en marcha más <strong>de</strong>10 procesos <strong>de</strong> participación hacia el interior<strong>de</strong> la propia <strong>administración</strong> autonómica. Procesosque han contribuido o están contribuyendo amejorar proyectos políticamente tan significativoscomo:Ley <strong>de</strong> Servicios SocialesEstrategia Aragonesa <strong>de</strong> Cambio ClimáticoPlan Director <strong>de</strong> Cooperación al DesarrolloDecreto <strong>de</strong> Derechos y Deberes <strong>de</strong> los AlumnosPlan <strong>de</strong> Convivencia InterculturalReglamento <strong>de</strong> Vivienda Protegida <strong>de</strong> AragónPlan Aragonés <strong>de</strong> Seguridad VialII Plan <strong>de</strong> lucha contra la violencia <strong>de</strong> géneroPlan Integral <strong>de</strong> Infancia y AdolescenciaCatálogo <strong>de</strong> Servicios (vinculado a la Ley <strong>de</strong>Servicios Sociales)Ley <strong>de</strong> la MontañaEn <strong>para</strong>lelo a estos procesos se está trabajando,a modo <strong>de</strong> consultoría interna y conjuntamentecon los Departamentos implicados, en laelaboración <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> participación <strong>para</strong>el ámbito <strong>de</strong> la Salud o en el diseño <strong>de</strong> un procesoparticipativo que contribuya a elaborar <strong>una</strong>nueva Ley <strong>de</strong> Función Pública.En relación a estos procesos, nos gustaría<strong>de</strong>stacar dos consecuencias que van más allá<strong>de</strong> cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> las experiencias. En primer lugar,a partir <strong>de</strong> la práctica, hemos logrado elaborarunos protocolos y <strong>una</strong>s metodologías que nospermiten no sólo ofrecer un discurso sobre losbeneficios <strong>de</strong> la participación sino, también,<strong>una</strong> herramienta <strong>de</strong> trabajo <strong>para</strong> ponerla enpráctica. Se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> estructura en fasesque, adaptada a cada caso concreto, nos permiteIgnacio CELAYA. La participación <strong>ciudadana</strong> como política pública113


diseñar unos procesos que están logrando losresultados esperados (figura 1). Y este es elsegundo punto que queremos <strong>de</strong>stacar: lasexperiencias están generando elevados niveles<strong>de</strong> satisfacción, tanto entre los Departamentospromotores como entre las personas y lasentida<strong>de</strong>s que se involucran en ellos. En palabras<strong>de</strong> los protagonistas <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los procesosparticipativos, concretamente <strong>de</strong>l que acompañóa la elaboración <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Servicios Sociales:“Hemos <strong>de</strong>tectado que los planteamientos másgenerales han sido tenidos en cuenta: trabajointegral con las personas, aspecto preventivo,calidad <strong>de</strong> los servicios… Insistimos en laparticipación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> los procesos ycon plazos suficientes <strong>para</strong> la reflexión y el<strong>de</strong>bate en el seno <strong>de</strong> las plataformas <strong>de</strong> lasentida<strong>de</strong>s sociales.” (Isabel Jiménez, Presi<strong>de</strong>nta<strong>de</strong> la Red Aragonesa <strong>de</strong> Entida<strong>de</strong>s <strong>para</strong> la Inclusión)“Esta experiencia ha <strong>de</strong>mostrado que es posiblegenerar un proceso or<strong>de</strong>nado y eficaz <strong>de</strong>participación, en el que las aspiraciones <strong>ciudadana</strong>spuedan hacerse llegar a los po<strong>de</strong>res públicos yque a<strong>de</strong>más sean recogidas en gran parte.”(Juan Carlos Castro, Director Gerente <strong>de</strong>l InstitutoAragonés <strong>de</strong> Servicios Sociales)Merece especial atención el esfuerzo realizado<strong>para</strong> acompañar, formar, sensibilizar e implementarprocesos <strong>de</strong> participación hacia las entida<strong>de</strong>slocales. Con respeto, conscientes <strong>de</strong> la importanciaFigura 1. Fases <strong>para</strong> la realización <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> participación (en el proceso <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> <strong>una</strong> ley)DISEÑO DE LA PROPUESTADEL PROCESOSe <strong>de</strong>tecta <strong>una</strong> <strong>de</strong>manda<strong>de</strong> un DepartamentoQueremos hacer un proceso <strong>de</strong>participación que nos ayu<strong>de</strong> aelaborar <strong>una</strong> ley contandocon todos los actores clavesRespon<strong>de</strong>mos juntosa <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> preguntas¿Porqué un proceso <strong>de</strong> participación?Para generar inteligencia colectivaPara tomar mejores <strong>de</strong>cisionesPara crear complicida<strong>de</strong>s e implicación¿De qué queremos hablar?¿Quéqueremos poner en juego?¿Cuál es el marco legal en que nosmovemos?¿Cuáles son las reglas <strong>de</strong>l juego, loslímites: temporales, competenciales,técnicos, económicos, políticos?¿Qué vamos a hacer con lo que la genteaporte?¿Cuáles son los actores fundamentales?Para participar hacen falta medioseconómicos y logísticos¡Queremos hacer el proceso!Acuerdo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamentocon la Dirección General <strong>de</strong><strong>Participación</strong> CiudadanaSe elabora el documentoPROPUESTA DE TRABAJOrespondiendo a:QUÉ · QUIÉNES · CÓMO ·CON QUÉ MEDIOS · CUÁNDO ·A QUÉ NOS COMPROMETEMOSPROCESO DE PARTICIPACIÓNINFORMACIÓNY PRESENTACIÓN PÚBLICA· Presentación pública <strong>de</strong>l procesoy <strong>de</strong> la metodología propuesta· Acto <strong>de</strong> comunicación a los actoresclaves <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong>l procesoFASE DE DELIBERACIÓN· Fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>liberación <strong>de</strong>l documentopor parte <strong>de</strong> los distintosactores significativosDiálogosMesasSectorialesMesasTemáticasFASE DE RETORNO· Devolución <strong>de</strong>l documentocon las aportaciones <strong>de</strong>los ciudadanos aceptadas· Documento <strong>de</strong> impacto<strong>de</strong> lo aportado· TrazabilidadActasFINALIZA EL PROCESO DE PARTICIPACIÓNCOMIENZA EL PROCESODE ELABORACIÓN YAPROBACIÓN DE UNA LEY1. EL DEPARTAMENTO PROPONEUN ANTEPROYECTO DE LEYFiltros legalesEl anteproyecto se sometea los filtros legales:· Departamentos· Informes preceptivos· Servicios Jurídicos2. EL GOBIERNO APRUEBAEL PROYECTO DE LEY3. ENTRA EN CORTESEL PROYECTO DE LEYDEL GOBIERNOSeguimiento <strong>de</strong>l<strong>de</strong>bate en Cortes4. SE APRUEBA LA LEYEVALUACIÓN DEL PROCESODE PARTICIPACIÓNEvaluaciónGrupos <strong>de</strong>participaciónGrupos <strong>de</strong>participaciónImpacto114


<strong>de</strong> la autonomía local, pero empeñados enponer nuestra inteligencia y estructura al servicio<strong>de</strong> la mejora <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>mocrática en lasentida<strong>de</strong>s locales.Objetivo 2. Fomentar los valores, la formación,las prácticas, la investigación y la sensibilizaciónsocial <strong>para</strong> generar un discurso compartidosobre la <strong>de</strong>mocracia participativaTal como hemos mencionado al <strong>de</strong>finir nuestroprimer objetivo, no nos conformamos con generarexperiencias participativas (más o menos puntuales)sino que preten<strong>de</strong>mos impregnar <strong>de</strong> mentalidadparticipativa al conjunto <strong>de</strong> nuestras institucionespúblicas. Por lo tanto, es imprescindible generarun discurso que permita a la organización y alconjunto <strong>de</strong> la sociedad compartir <strong>de</strong>terminadosvalores y prácticas.En esta dirección, estos primeros años hemoscentrado nuestros esfuerzos en dos líneas <strong>de</strong>actuación: la formación y la investigación. Respectola primera, consi<strong>de</strong>ramos prioritario potenciarla formación <strong>de</strong> políticos, técnicos y ciudadanos.Por ello, durante estos dos años, se realizaroncuatro cursos <strong>para</strong> funcionarios y tres Jornadassobre <strong>Participación</strong> en el Ámbito local. Estoscursos y jornadas han tenido continuidad, yesperamos que se conviertan en puntos <strong>de</strong>encuentro que nos permita construir y consolidar<strong>una</strong> cultura participativa.En cuanto a la investigación, consi<strong>de</strong>ramos queestamos en un ámbito <strong>de</strong> innovación y, enconsecuencia, es fundamental dotarnos <strong>de</strong>herramientas y capacida<strong>de</strong>s <strong>para</strong> generarconocimiento. Un conocimiento que habremos<strong>de</strong> compartir y utilizar. En este sentido, la Direcciónha colaborado con académicos y expertos en lamateria <strong>para</strong> avanzar en diferentes líneas: conocerla realidad participativa <strong>de</strong> Aragón (Mapa <strong>de</strong>espacios participativos), la formas no-institucionales<strong>de</strong> participación, el papel potencial <strong>de</strong> las nuevastecnologías en la participación <strong>de</strong> la ciudadanía<strong>para</strong> la construcción <strong>de</strong> las políticas públicas, lasexperiencias en el ámbito local y los mecanismos <strong>de</strong>evaluación aplicables a los procesos participativos.Objetivo 3. Propiciar cauces <strong>de</strong> información yparticipación a<strong>de</strong>cuados y accesibles a través <strong>de</strong>la red, que hagan posible compartir valores, culturay prácticas <strong>de</strong>mocráticas al conjunto <strong>de</strong> la sociedadAunque con <strong>una</strong> vocación más instrumental,estamos convencidos <strong>de</strong>l carácter estratégico <strong>de</strong>este tercer objetivo. En nuestra actual sociedad<strong>de</strong> la información, no po<strong>de</strong>mos preten<strong>de</strong>rpromover <strong>una</strong> política innovadora sin contarcon las facilida<strong>de</strong>s que ésta nos proporciona. Nosólo <strong>para</strong> darnos a conocer y difundir tanto lasexperiencias como el discurso participativo, sinotambién <strong>para</strong> favorecer mecanismos accesiblesque puedan favorecer las propias dinámicasparticipativas.El portal “Aragón Participa” es el resultado <strong>de</strong>esta apuesta estratégica. Se trata <strong>de</strong> un espacioque hemos <strong>de</strong>finido como <strong>una</strong> “ventana <strong>de</strong> laciudadanía” y que preten<strong>de</strong>, primordialmente,abrir nuevos canales interactivos <strong>para</strong> laparticipación; poner en contacto a la ciudadaníacon las políticas públicas <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón.Más <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> páginas consultadas en suprimer mes <strong>de</strong> vida, le auguran un futurointeresante y que sin duda será vanguardia comoherramienta <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> los ciudadanoscon la <strong>administración</strong> en el conjunto <strong>de</strong>l Estado.http://aragonparticipa.aragon.esEn <strong>para</strong>lelo a este objetivo central <strong>de</strong> puenteentre la ciudadanía y las políticas públicas, el portalofrece <strong>una</strong> agenda <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, documentación<strong>para</strong> acce<strong>de</strong>r a un mayor conocimiento sobreinnovación <strong>de</strong>mocrática y participación <strong>ciudadana</strong>,<strong>una</strong> base <strong>de</strong> datos sobre órganos <strong>de</strong> participación,un apartado <strong>para</strong> seguir los procesos en marcha,<strong>una</strong> sección sobre noticias <strong>de</strong> actualidad y <strong>una</strong>asistencia virtual <strong>para</strong> resolver dudas on-line.Objetivo 4. Generar instrumentos <strong>de</strong> participación,y dar a conocer y actualizar la legislación enmateria <strong>de</strong> participación en la ComunidadAutónoma <strong>de</strong> Aragón, <strong>para</strong> hacer posibles lasprácticas <strong>de</strong>mocráticas al conjunto <strong>de</strong> la sociedadAunque enten<strong>de</strong>mos que la incorporación <strong>de</strong>la participación es <strong>una</strong> cuestión <strong>de</strong> valores y <strong>de</strong>cultura organizativa, también somos conscientesIgnacio CELAYA. La participación <strong>ciudadana</strong> como política pública115


<strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> la legislación. Nos referimosa ella como <strong>una</strong> “palanca <strong>de</strong> cambio”; es <strong>de</strong>cir,como un recurso que pue<strong>de</strong> empujar y estimularlas transformaciones. También, tanto o másimportante, la legislación se convierte en la garantía<strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong> las transformaciones, en lamanera <strong>de</strong> asegurar que la participación se consolidaen las rutinas <strong>de</strong> nuestras tareas gubernamentales.Disponemos en estos momentos <strong>de</strong> un marconormativo internacional en el que ubicarnos: laDeclaración <strong>de</strong> los Derechos Humanos, el PactoInternacional <strong>de</strong> los Derechos Civiles o el LibroBlanco <strong>de</strong> la Gobernanza Europea se refierena los <strong>de</strong>rechos vinculados a la participación<strong>ciudadana</strong>. También en España y en Aragón noshemos dotado <strong>de</strong> <strong>una</strong> normativa que am<strong>para</strong> yfomenta estos <strong>de</strong>rechos: los artículos 9.2 y 23.1<strong>de</strong> la Constitución, al artículo 15 <strong>de</strong> nuestroEstatuto <strong>de</strong> Autonomía, o el artículo 152 <strong>de</strong> laLey <strong>de</strong> Administración Local <strong>de</strong> Aragón. Nuestroreto, sin embargo, consiste en analizar un mo<strong>de</strong>lonormativo propio que recoja y enmarque todasnuestras aspiraciones. En <strong>de</strong>finitiva, <strong>de</strong>finir quenuevas leyes o reglamentos po<strong>de</strong>mos necesitar<strong>para</strong> <strong>de</strong>sarrollar y consolidar el objetivo <strong>de</strong>consolidar la participación <strong>ciudadana</strong>.En este sentido y durante este año, se ha llevadoa cabo, organizado por la Dirección General, <strong>una</strong>Mesa <strong>de</strong> expertos con especialistas <strong>de</strong> todo elEstado, <strong>para</strong> ayudarnos a elaborar un documento<strong>de</strong> partida que nos gustaría <strong>de</strong>batir con sosiegoy <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la pluralidad en se<strong>de</strong> parlamentaria.un elevado precio en términos <strong>de</strong> frustracionesy <strong>de</strong>cepciones.Así pues, la calidad <strong>de</strong> nuestras actuaciones esun objetivo también prioritario. Un objetivo quepreten<strong>de</strong>mos alcanzar a través <strong>de</strong> laprofesionalización <strong>de</strong> nuestros recursos humanos,<strong>de</strong> <strong>una</strong> estrategia <strong>de</strong> difusión y comunicaciónpropia, y <strong>de</strong> mejorar nuestros circuitos <strong>de</strong> trabajoy la transparencia <strong>de</strong> nuestras acciones.Objetivo 5. Generar <strong>una</strong> estructura <strong>de</strong> soporte ala labor <strong>de</strong> la DGPC, <strong>para</strong> dar un servicio <strong>de</strong> calidad,congruencia y transparencia en su dinámicacotidianaFinalmente, tan importante como el contenido<strong>de</strong> nuestros objetivos es la calidad y la precisióncon la que seamos capaces <strong>de</strong> ejecutarlos. Trabajaren procesos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> significatrabajar en un terreno muy sensible. Nuestromaterial son las expectativas, las esperanzas y lostemores <strong>de</strong> la ciudadanía y, por lo tanto, <strong>de</strong>bemostratarlos con la máxima profesionalidad y atención.No po<strong>de</strong>mos permitirnos errores, pues pagan116


4. Convicciones y retos<strong>para</strong> el futuro <strong>de</strong> la Dirección General<strong>de</strong> <strong>Participación</strong> CiudadanaUna Dirección General como la nuestra, reciénnacida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un entramado institucionalperfectamente estructurado, está obligada nosólo a diseñar sus objetivos y planes <strong>de</strong> actuaciónmás inmediatos sino también a plantearlos convisión <strong>de</strong> futuro. Hemos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar aquellosretos -con un horizonte mínimo <strong>de</strong> <strong>una</strong> legislaturaquenos han <strong>de</strong> permitir explorar con paso firme<strong>una</strong> apuesta que habla <strong>de</strong> generar inteligenciacolectiva <strong>para</strong> abordar la complejidad <strong>de</strong> lasociedad actual.Sin duda, será el 2011 el momento <strong>de</strong> evaluar elimpacto real <strong>de</strong> un envite arriesgado, al que letoca caminar intentando ensanchar los márgenes<strong>de</strong> lo posible. En todo caso enunciar, tan sóloenunciar en este momento, doce retos agrupadosen cuatro convicciones. Este listado no sólosintetiza nuestra visión <strong>de</strong> futuro sino que <strong>de</strong>beayudarnos a comunicarla, a confeccionar elrelato <strong>de</strong> nuestra política. Preten<strong>de</strong>mos –conestos retos y convicciones- marcar la direcciónen estos próximos años y cerrar este capítulo conun compromiso firme <strong>para</strong> seguir caminandoen nuestra apuesta por fortalecer la <strong>de</strong>mocracia.Convicción 1. Sabemos y po<strong>de</strong>mos hacer las cosas<strong>de</strong> otra maneraReto 1. Propiciar y ensayar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> miradaglobal, el abordaje <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>temas complejos y transversales que afectena toda la sociedad.Reto 2. Propiciar la formación <strong>de</strong> políticos,técnicos y ciudadanos, <strong>para</strong> generar un discursocompartido sobre la <strong>de</strong>mocracia participativa.Convicción 2. Es posible incorporar a la ciudadaníay fortalecer la <strong>de</strong>mocraciaReto 3. Demostrar, con experiencias positivas,que es posible implicar a la ciudadanía en laconstrucción <strong>de</strong> las Políticas PúblicasReto 4. Poner en marcha experiencias exitosas<strong>de</strong> participación en el ámbito <strong>de</strong> lo local: tantoen la creación <strong>de</strong> órganos estables, comoprocesos <strong>de</strong> participación, o en la elaboración<strong>de</strong> reglamentos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>.Convicción 3. Po<strong>de</strong>mos sistematizar nuestraexperiencia y generalizarlaReto 5. Definir la política legislativa <strong>de</strong>l Gobiernoen el ámbito <strong>de</strong> la <strong>Participación</strong>.Reto 6. Definir <strong>una</strong> cartera <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> laDirección General, tanto hacia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lGobierno como hacia las entida<strong>de</strong>s locales.Reto 7. Definir un itinerario tipo <strong>para</strong> unproceso <strong>de</strong> participación, señalando las fasesimprescindibles a cubrir (Información,<strong>de</strong>liberación y retorno) y las metodologíasoport<strong>una</strong>s <strong>para</strong> llevarlo a cabo.Reto 8. Definir indicadores <strong>de</strong> evaluación <strong>para</strong>los procesos, que nos ayu<strong>de</strong>n a evaluar laparticipación <strong>ciudadana</strong> en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>las políticas públicas.Reto 9. Lograr el asentamiento <strong>de</strong> la DGPC:presupuesto, personal, misión, objetivos.Convicción 4. No estamos solos: po<strong>de</strong>mosestablecer complicida<strong>de</strong>s y re<strong>de</strong>sReto 10. Trabajar un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> relación conlas re<strong>de</strong>s y entida<strong>de</strong>s sociales tanto formalescomo no institucionales.Reto 11. Potenciar el diálogo con el legislativo<strong>para</strong> profundizar en la esencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciarepresentativa.Reto 12. Potenciar sinergias <strong>para</strong> apoyar <strong>una</strong>investigación que profundice en las claves <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativa.Hay pocas veces en la vida, en las que uno tienela sensación <strong>de</strong> estar haciendo que pasen cosas…A menudo es la propia vida la que te vaconfigurando como persona y como sociedad.Estoy convencido que esta apuesta <strong>de</strong>l Gobierno<strong>de</strong> Aragón, nació como intuición y se pue<strong>de</strong>consolidar como un instrumento que sea a lavez anuncio y compromiso <strong>de</strong> <strong>una</strong> sociedadcon <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia, frágil, que estamosobligados a construir y consolidar día a día.Ignacio CELAYA. La participación <strong>ciudadana</strong> como política pública117


118


La participación <strong>ciudadana</strong>,la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s (1)Fernando PINDADO (2)Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> CiudadanaGeneralitat <strong>de</strong> Catalunya1. Introducción cargada <strong>de</strong> intencionalidadSería fácil hacer literatura poética con este títuloconstruyendo metáforas sobre el cuerpo orgánico“ciudad” y el corazón o los pulmones “participación”,pero voy a centrarme en elementos un poco menosliterarios <strong>para</strong> tratar <strong>de</strong> justificar el título.1.1. “El aire <strong>de</strong> la ciudad nos hace libres”El nacimiento <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, allá por la EdadMedia, provocó el nacimiento <strong>de</strong> espacios <strong>de</strong>“libertad”, entre comillas, pero libertad, porquesuponía el uso <strong>de</strong> unos “privilegios” (“leyesprivadas” respecto <strong>de</strong>l Derecho <strong>de</strong>l señor feudalque se acogía a la norma latina “princeps legibussolutus est” (El príncipe no está obligado porsus propias leyes), lo que hacía <strong>de</strong> la arbitrariedady discrecionalidad un modo <strong>de</strong> gobernar.1.2. Ciudadano como sujeto políticoLa in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia norteamericana primero(1776) y la revolución francesa <strong>de</strong>spués (1789)rompieron esa situación a finales <strong>de</strong>l siglo XVIIIy recuperaron el concepto “ciudadanos” como<strong>una</strong> forma <strong>de</strong> conectarse con la comunidad.Se promulgó en París, en 1789 la Declaración<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong>l ciudadano, (porsupuesto no se habla <strong>de</strong> la mujer, habría <strong>de</strong>pasar todavía poco más <strong>de</strong> un siglo <strong>para</strong> quese reconocieran sus <strong>de</strong>rechos), cuyo Preámbulo<strong>de</strong>cía (3) :“Los representantes <strong>de</strong>l pueblo francés,constituidos en Asamblea nacional, consi<strong>de</strong>randoque la ignorancia, el olvido o el menosprecio<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l hombre son las únicascausas <strong>de</strong> las calamida<strong>de</strong>s públicas y <strong>de</strong> lacorrupción <strong>de</strong> los gobiernos, han resueltoexponer, en <strong>una</strong> <strong>de</strong>claración solemne, los <strong>de</strong>rechosnaturales, inalienables y sagrados <strong>de</strong>l hombre,a fin <strong>de</strong> que esta <strong>de</strong>claración, constantementeFernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s(1)Una parte importante <strong>de</strong> este capítulo está basada en Pindado F. “La participación <strong>ciudadana</strong> es la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s".Barcelona: Ediciones <strong>de</strong>l Serbal, 2008 don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>n ver algunos apartados con más <strong>de</strong>talle.(2) Fernando Pindado es Licenciado en Derecho y Subdirector General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong> la Generalitat <strong>de</strong> Catalunya.(3) Texto <strong>de</strong>stacado en negrita aportado por el autor.119


presente <strong>para</strong> todos los miembros <strong>de</strong>l cuerposocial, les recuer<strong>de</strong> sin cesar sus <strong>de</strong>rechos y sus<strong>de</strong>beres; a fin <strong>de</strong> que los actos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r legislativoy <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r ejecutivo, al po<strong>de</strong>r cotejarse a cadainstante con la finalidad <strong>de</strong> toda institución política,sean más respetados y <strong>para</strong> que las reclamaciones<strong>de</strong> los ciudadanos, en a<strong>de</strong>lante fundadas enprincipios simples e indiscutibles, redun<strong>de</strong>n siempreen beneficio <strong>de</strong>l mantenimiento <strong>de</strong> la Constitucióny <strong>de</strong> la felicidad <strong>de</strong> todos”El sistema <strong>de</strong>mocrático nacido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lasegunda guerra mundial permitió la creación<strong>de</strong>l llamado Estado social y <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong><strong>de</strong>recho cuyo principio básico es la participación<strong>ciudadana</strong> pues no se concibe <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocraciasin participación.1.3. Democracia, más allá <strong>de</strong> su invocaciónAhora bien, ha habido muchas ocasiones en lahistoria en las que se ha utilizado la palabra“<strong>de</strong>mocracia” sin que su significado sea el quepreten<strong>de</strong>mos que tenga ahora. Así, por ejemplo,la <strong>de</strong>mocracia clásica <strong>de</strong> Grecia en la que el pueblo(el “<strong>de</strong>mos”) eran sólo los hombres libres (nimujeres, ni esclavos). O los sistemas <strong>de</strong>mocráticosnacidos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las revoluciones norteamericanay francesa que se basaban en el sufragio censitario(si tienes recursos y contribuyes a la sociedad,pue<strong>de</strong>s votar). El sufragio universal no se extendióhasta el siglo XX, en España hasta la segundaRepública.Igualmente, existen muchos países que se llaman<strong>de</strong>mocráticos sin que su estructura institucionaly su práctica política obe<strong>de</strong>zcan a unos principiosnormativos y éticos comunes.1.4. No es suficiente la división <strong>de</strong> po<strong>de</strong>resEl sistema <strong>de</strong>mocrático mo<strong>de</strong>rno nació <strong>para</strong> evitarla concentración <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en pocas manos, <strong>de</strong>ahí la división <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado: ejecutivo,legislativo y judicial y <strong>para</strong> garantizar que laspersonas que lo ejercen tengan el consentimiento<strong>de</strong> los que están sometidos a él: elección <strong>de</strong>representantes, sufragio universal, <strong>de</strong>rechospolíticos (reunión, asociación, libre expresión...)Con el tiempo hemos venido constatando queno es bastante con votar regularmente <strong>para</strong>garantizar ese consentimiento, que los Parlamentoso los Plenarios <strong>de</strong> los ayuntamientos no sonsuficientes instrumentos <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la acción<strong>de</strong> gobierno, que <strong>para</strong> <strong>una</strong> mayor eficacia <strong>de</strong> dichaacción se necesita un contacto más regular conla ciudadanía y sus opiniones e iniciativas y que,<strong>para</strong> evitar <strong>de</strong>rivas <strong>de</strong> corrupción o <strong>de</strong> alejamiento<strong>de</strong> la realidad, se <strong>de</strong>be exigir <strong>una</strong> mayortransparencia a la acción pública y medios <strong>de</strong>control ciudadano más eficaces.1.5. El peligro <strong>de</strong>l populismoy la presión anti<strong>de</strong>mocráticaCierto es que aparecen ten<strong>de</strong>ncias populistasque preten<strong>de</strong>n dar carta <strong>de</strong> naturaleza y exigira los gobiernos <strong>de</strong>mocráticamente nacidos <strong>de</strong>las urnas actuaciones promovidas por grupos<strong>de</strong> presión o <strong>de</strong> intereses. Pero, en mi opinión,esos grupos tienen más fuerza porque se tien<strong>de</strong>a escuchar sólo a quien más grita o no a quienmás razones esgrime y se convierte el <strong>de</strong>batepúblico en un cruce <strong>de</strong> reproches y consignasque sólo permiten posicionamientos ciegos enposturas binarias, alternativas, radicalmenteopuestas, como si no fuera posible el entendimientoen los puntos medios.Algunos ejemplos: la Iglesia como grupo <strong>de</strong>presión no sólo i<strong>de</strong>ológico sino también político,movilizando como no lo había hecho nunca antesa la ciudadanía contra los po<strong>de</strong>res públicos. Losmedios <strong>de</strong> comunicación que no tienen ningúnempacho en inventar historias u ocultar realida<strong>de</strong>s<strong>para</strong> dar la razón a <strong>de</strong>terminados intereses. Losmovimientos ciudadanos radicalmente posicionadosbasados en actitu<strong>de</strong>s irracionales que dificultanel <strong>de</strong>bate porque se sustentan en maximalismos:“España se rompe”, “la familia se rompe”, “elgobierno se rin<strong>de</strong> ante los terroristas”, o,recientemente la recogida <strong>de</strong> firmas <strong>para</strong> pedir120


el endurecimiento <strong>de</strong> las penas, a partir <strong>de</strong>ltriste caso <strong>de</strong> <strong>una</strong> niña asesinada en Sevilla. O,finalmente, los que preten<strong>de</strong>n imponer suscriterios basándose en el ignominioso chantaje<strong>de</strong> la amenaza terrorista o <strong>de</strong> la coacción a losque piensan diferente.En estos casos no se produce un <strong>de</strong>bate serenoy argumentado sobre el tema, se apela a las másbajas pasiones y los sentimientos más irreflexivos.Ha pasado ya algún año <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces y Españasigue entera, las familias siguen siendo felices,cuando pue<strong>de</strong>n a pesar <strong>de</strong> la crisis, y los terroristasno han vencido.Respecto <strong>de</strong>l endurecimiento <strong>de</strong> las penas,cuesta que aparezcan voces <strong>de</strong> cordura llamandoa la reflexión sobre el sistema punitivo basadoen la gradación y proporcionalidad <strong>de</strong> la pena.Se olvida que la autoría <strong>de</strong> un <strong>de</strong>lito se <strong>de</strong>terminaen juicios con procedimientos garantes <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las personas (nadie pue<strong>de</strong> sercon<strong>de</strong>nado sin pruebas suficientes). No es lajauría humana la que juzga, es el ser humanoen forma <strong>de</strong> juez profesional o jurado popularquienes, utilizando las reglas <strong>de</strong>l raciocinio y lalógica, <strong>de</strong>terminan si existe o no culpa y el grado<strong>de</strong> responsabilidad que se <strong>de</strong>riva.1.6. Más <strong>de</strong>mocracia es más <strong>de</strong>batepolíticoSin embargo, hablaremos aquí <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s,<strong>de</strong> los municipios y <strong>de</strong> sus órganos <strong>de</strong> gobierno,los ayuntamientos, pero en esta breve introducciónquería <strong>de</strong>jar constancia que la participación esla vida <strong>de</strong> la ciudad en el sentido genérico <strong>de</strong>“polis” <strong>de</strong> política. Sin participación no pue<strong>de</strong>haber política <strong>de</strong>mocrática. Y <strong>de</strong>beremos convenirque, hoy, el sistema <strong>de</strong>mocrático necesita serrevisado <strong>para</strong> a<strong>de</strong>cuarlo a los nuevos tiempos,a la nueva sociedad. Instituciones here<strong>de</strong>ras<strong>de</strong>l siglo XVIII no son suficientes en el siglo XXI.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sMás y mejor <strong>de</strong>mocracia quiere <strong>de</strong>cir tambiénmás y mejor <strong>de</strong>bate político, más y mejorescanales <strong>para</strong> promover iniciativas, más y mejoresargumentos <strong>para</strong> realizar las políticas públicas,más y mejores medios <strong>de</strong> seguimiento y control<strong>de</strong> la acción política.Y eso es necesario en todas las instituciones <strong>de</strong>lEstado, no sólo en los ayuntamientos. Es necesarioque los gobiernos autonómicos y el gobiernocentral, que los parlamentos autonómicos y lasCortes Generales y el propio po<strong>de</strong>r judicial arbitrenmedios <strong>para</strong> favorecer la mejor calidad <strong>de</strong> susactuaciones y garantizar que se realizan <strong>para</strong>satisfacer los intereses <strong>de</strong> la generalidad <strong>de</strong> laciudadanía y no los <strong>de</strong> unos pocos con interés.121


2. La <strong>Participación</strong>,riesgos y confusiones (4)2.1. ConfusionesAsistimos a un progresivo uso <strong>de</strong>l término“participación” ante cuya invocación se escon<strong>de</strong>nnumerosas acciones, no todas relacionadas conla esencia <strong>de</strong> ese concepto. Se utiliza <strong>para</strong> indicarel número <strong>de</strong> personas que “participaron” en<strong>una</strong> actividad <strong>de</strong>portiva, o en <strong>una</strong> fiesta, o <strong>para</strong>señalar el interés por los asuntos colectivos y lapolítica. No <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser curioso que, en un sistema<strong>de</strong>mocrático basado precisamente en el <strong>de</strong>rechociudadano a participar en la vida política, estapalabra pierda su sentido y su fuerza cuandose difumina o se <strong>de</strong>sdibuja en multitud <strong>de</strong>proclamas, supuestas recetas, aportacionespresuntamente colectivas…Cuando se le pregunta a algún responsablepolítico municipal, autonómico (a los <strong>de</strong>l Estadose les pregunta menos sobre esto, no entiendobien la causa) qué piensan <strong>de</strong> la participacióny si estarían dispuestos a fomentarla, aparecencuatro gran<strong>de</strong>s respuestas:En <strong>una</strong> primera mirada po<strong>de</strong>mos observar cuatrotipos <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> participación:a) La “no hace falta” ya que la gente yaparticipó en las urnas y ahora se trata <strong>de</strong>mantenerse en el po<strong>de</strong>r hasta la siguienteconvocatoria electoral. Por tanto “no mecompliquéis la vida, ni me revolucionéis elgallinero”.b) La corporativista, basada únicamente enasociaciones, especialmente vecinales y enotro tipo <strong>de</strong> organizaciones. Se diseñan canalesy órganos cuyo protagonismo se permiteúnicamente a las asociaciones, a partir <strong>de</strong> lailusa y falsa i<strong>de</strong>a que son “representativas”<strong>de</strong> la ciudadanía. Una cosa es ser “significativo”y otra ser “representante”. Muchas asociacionesson representativas en tanto que significativaspor su práctica y sus opiniones, pero no son“representantes” <strong>de</strong> nadie más que <strong>de</strong> suspropios socios.c) La pseudoradical, basada en la sacralización<strong>de</strong> la asamblea, la vinculación <strong>de</strong> los procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, la creación <strong>de</strong> estructuras <strong>para</strong>lelas,supuestamente <strong>de</strong>mocráticas pero que no sehan sometido a ningún tipo <strong>de</strong> elección y quecarecen <strong>de</strong>l mínimo control popular exigibleen <strong>de</strong>mocracia. El discurso aparece comoprofundamente <strong>de</strong>mocrático pero las prácticaspue<strong>de</strong>n ser fácilmente manipulables.d) La <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>mocrática, incipiente,poco <strong>de</strong>sarrollada que, sobre todo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> losmunicipios, preten<strong>de</strong> armonizar <strong>una</strong> arquitecturainstitucional útil y eficaz con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>canales, espacios y procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate eimplicación <strong>ciudadana</strong> en los asuntos públicos,favoreciendo también la iniciativa <strong>ciudadana</strong>,<strong>para</strong> que, directamente, sin ser llamada,pueda ejercer <strong>de</strong> motor <strong>de</strong> la agenda política.No se plantea solamente la participación enla acción <strong>de</strong> gobierno sino respecto <strong>de</strong> todoslos po<strong>de</strong>res públicos y también como fomento<strong>de</strong> los valores <strong>de</strong>mocráticos.Todo ello en un marco normativo e institucionalque necesita <strong>una</strong> mayor evolución, a pesar <strong>de</strong>que aún no se ha utilizado todo su potencial.Los medios más utilizados, hasta ahora, <strong>para</strong>promover esa participación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las instituciones,son:Procesos participativosEspacios y órganosNormas y reglamentosConsenso con asociacionesEn cada uno <strong>de</strong> ellos existen buenas prácticasy otras que no lo son, aunque se hagan con el(4)“Si uno elabora <strong>una</strong> teoría y no consigue contársela a su abuela y que ella la entienda, es que no sabe bien qué estáinvestigando”. Richard Feynman, premio Nobel <strong>de</strong> Física <strong>de</strong> 1965.122


mismo nombre. Se necesita, pues, clarificaciónconceptual y <strong>una</strong> concreción <strong>de</strong> los requisitosmínimos que cada uno <strong>de</strong> esos instrumentospodría tener.De todas maneras es importante <strong>de</strong>stacar queestos canales <strong>de</strong> participación nacen y se impulsan<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las instituciones, <strong>de</strong> arriba abajo, bajo lainiciativa, <strong>de</strong>sarrollo y supervisión <strong>de</strong> la institución.No se ha avanzado en la puesta a disposición<strong>de</strong> la ciudadanía <strong>de</strong> canales que permitan elacceso al <strong>de</strong>bate público, directamente, sinintermediaciones, <strong>de</strong> abajo a arriba, con losúnicos lógicos controles <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuación a lalegalidad <strong>de</strong> dichas iniciativas.2.2. <strong>Participación</strong> es <strong>de</strong>mocracia.Democracia es participaciónEn un chiste uno le dice a otro, “… con lo queme ha costado apren<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>cir ‘fragoneta’ yahora le llaman ‘manovolumen’.” Pues bien,con lo que nos ha costado <strong>de</strong>cir “<strong>de</strong>mocracia” yahora se la llama “participación”. Porque estamoshablando <strong>de</strong> lo mismo: participación es <strong>de</strong>mocraciay <strong>de</strong>mocracia es participación. No pue<strong>de</strong> darsela <strong>una</strong> sin la otra.El sistema político conocido como <strong>de</strong>mocraciaque, en la clásica expresión <strong>de</strong> W. Churchill, esel menos malo <strong>de</strong> los conocidos, se basa en laparticipación <strong>ciudadana</strong>, en el ejercicio <strong>de</strong> la accióndirecta y pacífica <strong>de</strong>l titular <strong>de</strong> la soberanía: elpueblo, todas las personas mayores <strong>de</strong> edad,que se pue<strong>de</strong>n expresar, entre otras maneras,en las urnas. Por otra parte, no pue<strong>de</strong> haberparticipación efectiva sin un régimen <strong>de</strong> libertad,<strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia que garantice el ejercicio <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos políticos básicos: reunión, asociación,libre expresión…Un voto pue<strong>de</strong> cambiar las líneas <strong>de</strong> actuación<strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> un país. Un voto, muchos votospue<strong>de</strong>n cambiar gobiernos, ayuntamientos, yen general todas las instituciones <strong>de</strong>mocráticas.Una opinión, muchas opiniones más o menosorganizadas, con proyectos más o menos claros,colaboran en promover el <strong>de</strong>bate ciudadanoque pue<strong>de</strong> llevar a la agenda política <strong>de</strong>terminadasactuaciones.2.3. La fuerza <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaestá en la ciudadaníaCualquier persona tiene <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidirlibremente cual es su opción. Es cierto que elsistema tiene alg<strong>una</strong>s <strong>de</strong>ficiencias, pero ahora<strong>de</strong>be <strong>de</strong>stacarse la importancia <strong>de</strong> someter alos <strong>de</strong>tentadores/gestores <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r al veredicto<strong>de</strong> las urnas, <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar que la soberaníaresi<strong>de</strong> en el pueblo y se manifiesta <strong>de</strong> acuerdocon <strong>una</strong>s reglas <strong>de</strong> juego previamente conocidase iguales <strong>para</strong> todos.Este enorme salto que supuso la <strong>de</strong>mocracia encuanto sistema político la diferencia claramente<strong>de</strong> otros en los que los <strong>de</strong>tentadores <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>rvenían legitimados por la c<strong>una</strong>, la riqueza, lasarmas o “la gracia <strong>de</strong> Dios”.Pue<strong>de</strong> parecer sencillo, simple, pero si lo pensamosun poco es importantísimo. Nadie pue<strong>de</strong> sabercuanta gente irá a votar el día <strong>de</strong> las elecciones,nadie pue<strong>de</strong> saber qué acabará votando mivecino, y a pesar <strong>de</strong> esa incertidumbre, quienesse presentan <strong>para</strong> formar parte <strong>de</strong> la institución<strong>de</strong>ben acatar el juicio <strong>de</strong>mocrático pronunciadopor las urnas.Si se produjera el hecho, quizás no tan fantasioso,que propone el genial Saramago en su novela“Ensayo sobre la luci<strong>de</strong>z” en la que la mayoría<strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> un hipotético país vota enblanco, seguramente <strong>de</strong>berían producirsealg<strong>una</strong>s reflexiones sobre lo que estaría en crisis.Seguramente, no sería el sistema <strong>de</strong>mocrático,ya que habría permitido recoger la opinión <strong>de</strong>los ciudadanos, sino las diferentes opciones quese les presentan a éstos <strong>para</strong> que elijan.Quizás ese <strong>de</strong>sencanto <strong>de</strong> la población, estabrecha entre electores y elegidos, entre puebloy representantes en las instituciones sea uno<strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> nuestra <strong>de</strong>mocracia. Sepue<strong>de</strong> provocar <strong>una</strong> crisis importante si laciudadanía da la espalda a la <strong>de</strong>mocracia porqueno es fiable o porque no es capaz <strong>de</strong> resolverFernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s123


eficientemente los problemas <strong>de</strong> la gente. Sino funciona la autoridad <strong>de</strong>mocrática corremosel riesgo <strong>de</strong> caer en la <strong>de</strong>mocracia autoritaria,o en el simple autoritarismo, que es peor.En <strong>de</strong>mocracia no sólo <strong>de</strong>be contar la resolución<strong>de</strong> los problemas, sino la manera como sesolucionan. No se pue<strong>de</strong> luchar contra la<strong>de</strong>lincuencia matando <strong>de</strong>lincuentes, contra ladrogadicción encarcelando a los toxicómanosy por la <strong>de</strong>mocracia penalizando la libre expresión.El alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> mi pueblo no pue<strong>de</strong> contratar ala empresa que quiera <strong>para</strong> hacer <strong>una</strong>s obras,sin someterse a los procedimientos establecidospor la ley <strong>para</strong> la contratación pública.Como hemos venido diciendo, la <strong>de</strong>mocraciano es solo votar o elegir representantes. Tambiénes actuar como ciudadano activo, miembro <strong>de</strong>la comunidad <strong>de</strong> la que se forma parte y promoveracciones, propuestas, diálogos, <strong>de</strong>bates,contestaciones a la actividad <strong>de</strong> los representantesy seguimiento y control <strong>de</strong> sus actuaciones. Poreso es importante ejercitar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> reunión,el <strong>de</strong> asociación, formar parte <strong>de</strong> partidos políticos,<strong>de</strong> sindicatos, asociaciones, grupos, comunida<strong>de</strong>svirtuales, foros tecnológicos… en <strong>de</strong>finitiva utilizarlos <strong>de</strong>rechos conquistados por la <strong>de</strong>mocracia <strong>para</strong>hacer más fuerte el sistema y mantener controladosa los <strong>de</strong>tentadores/gestores <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r.2.4. Los adjetivos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaParticipativa, representativa, directa, <strong>de</strong>liberativa,cultural, económica, digital, social... El sustantivo<strong>de</strong>mocracia viene adjetivado con un elevadonúmero <strong>de</strong> epítetos que a veces más que calificar,acaban <strong>de</strong>scafeinando su contenido esencial.Democracia, es <strong>de</strong>mocracia y punto. Se suelellamar representativa a la <strong>de</strong>mocracia que seejerce mediante la elección <strong>de</strong> representantes.Se acostumbra a llamar directa a la <strong>de</strong>mocraciaque se realiza sin intermediarios. Lo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaparticipativa me parece <strong>una</strong> redundancia porqueno pue<strong>de</strong> haber participación sin <strong>de</strong>mocracia yla <strong>de</strong>mocracia o es participativa o no es <strong>de</strong>mocracia.Aunque, como <strong>de</strong>spués se verá, es el términoutilizado por nuestro Trib<strong>una</strong>l Constitucional<strong>para</strong> <strong>de</strong>finir esa manera <strong>de</strong> participar en laactividad <strong>de</strong> la Administración (STC 119/1995Fundamento Jurídico 6º).No por más adjetivos cualificamos mejor nuestrosistema político. Se trata, más que <strong>de</strong> buscartérminos que nos diferencien en los discursos,<strong>de</strong> buscar medios que permiten <strong>una</strong> mayorcalidad <strong>de</strong>l sistema, que permitan el ejerciciomáximo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la participación y <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos inherentes a éste: reunión, asociación,libertad <strong>de</strong> expresión, transparencia <strong>de</strong> la acciónpública, acceso a la información, <strong>de</strong>recho a lainiciativa, a la consulta popular…2.5. <strong>Participación</strong> es “sentirse parte <strong>de</strong>”Hablemos en primer lugar <strong>de</strong> la participacióncomo sentimiento. Se trata <strong>de</strong> un elementoemocional, en este caso, placentero, <strong>de</strong> algoque produce <strong>una</strong> sensación positiva. Y que seconstruye en las relaciones con los otros, cuandose tiene suficiente inteligencia emocional <strong>para</strong>apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la interacción con nuestros semejantes.Pue<strong>de</strong> parecer un invento <strong>de</strong> filósofos aburridospero si pensamos con un poco <strong>de</strong> interéspodremos imaginar que la vida en sociedad sóloes posible, pacíficamente, si se va construyendocolectivamente a partir <strong>de</strong> las aportaciones <strong>de</strong>cada uno y si cada uno se siente implicado enesa construcción.Sentirse parte <strong>de</strong> <strong>una</strong> comunidadEn nuestra relación con el entorno, los sereshumanos hemos ido i<strong>de</strong>ntificando diferentestipos <strong>de</strong> sentimientos: <strong>de</strong> placer, <strong>de</strong> temor, <strong>de</strong>peligro… Uno <strong>de</strong> los que da seguridad es elsentimiento <strong>de</strong> pertenencia, <strong>de</strong> sentirse parte<strong>de</strong> <strong>una</strong> colectividad, <strong>de</strong> <strong>una</strong> familia, <strong>de</strong> un grupo<strong>de</strong> amigos. “Los seres humanos, conscientemente,<strong>de</strong>sean vivir en sociedad porque en ella<strong>de</strong>scubren más posibilida<strong>de</strong>s vitales. Nadie seune <strong>para</strong> ser <strong>de</strong>sdichado, <strong>de</strong>cían los filósofos<strong>de</strong> la Ilustración y los revolucionarios <strong>de</strong> 1789,lo afirmaron alegremente en su Constitución124


cuando indicaban que la meta <strong>de</strong> la socieda<strong>de</strong>s la felicidad común” (Marina, 2004: 144).Cortina recoge un párrafo <strong>de</strong> la “Política” <strong>de</strong>Aristóteles: “La razón por la que el hombre es,más que la abeja o cualquier animal gregario,un animal social (politikon zoón) es evi<strong>de</strong>nte:la naturaleza, como solemos <strong>de</strong>cir, no hace nadaen vano y el hombre es el único animal que tienepalabra (logos). La voz es signo <strong>de</strong>l dolor y <strong>de</strong>lplacer, y por eso la tienen también los <strong>de</strong>másanimales, pues su naturaleza llega hasta tenerla sensación <strong>de</strong> dolor y <strong>de</strong> placer y significárselaunos a otros; pero la palabra es <strong>para</strong> manifestarlo conveniente y lo dañoso, lo justo y lo injusto,y es exclusivo <strong>de</strong>l hombre frente a los <strong>de</strong>másanimales, el tener, el sólo, el sentido <strong>de</strong>l bien y<strong>de</strong>l mal, <strong>de</strong> lo justo y <strong>de</strong> lo injusto y la comunidad<strong>de</strong> estas cosas es lo que constituye la casa y laciudad” (Cortina,1997: 45)El ser humano <strong>de</strong>viene animal político, cuandoestablece el contrato con otros hombres <strong>para</strong>construir la artificialidad <strong>de</strong>l Estado, el Leviatánque llamaba Hobbes. La esencia <strong>de</strong> las institucionespolíticas creadas por el hombre se halla en eltemor <strong>de</strong> los seres humanos que necesitansometerse al imperio <strong>de</strong> la ley por su propio interésya que “el hombre es un lobo <strong>para</strong> el hombre”(Hobbes). Por eso el contrato social nace <strong>de</strong> esemiedo y <strong>de</strong> ese autointerés. “Las claves, entonces,<strong>de</strong> la vida política son el individualismo egoísta,la razón calculadora, el contrato autointeresado,la mercantilización <strong>de</strong> la vida compartida, elconflicto latente y la coacción” (Cortina, 2005: 19)En cualquier caso <strong>para</strong> sentirse parte <strong>de</strong> lacomunidad social o <strong>de</strong> la comunidad políticaes necesario alimentar los canales que nos conectancon esos hechos colectivos.Tomar parte en los hechos colectivosEl mismo origen <strong>de</strong> la palabra “participación”nos remite a ese significado. Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista estrictamente lingüístico, se trata <strong>de</strong> “tomarparte” <strong>de</strong>l latín “pars” y “capio”. Participar, tomarparte, se pue<strong>de</strong> hacer, respecto <strong>de</strong> cualquierhecho colectivo. Es necesario que haya más <strong>de</strong>un individuo <strong>para</strong> que se pueda hablar <strong>de</strong>participación. Se participa en la familia, en elgrupo <strong>de</strong> amigos, en la clase, en la asociación,en la comunidad <strong>de</strong> propietarios, en el sindicato,en el partido político, en la iglesia o confesiónreligiosa que se practique. En todos estos casos“se siente uno parte <strong>de</strong>”, “se es parte <strong>de</strong>” uncolectivo o comunidad que está formadojustamente por diferentes partes, <strong>una</strong> <strong>de</strong> lascuales soy yo mismo.No todas las relaciones grupales o <strong>de</strong> comunidadproducen el mismo sentimiento <strong>de</strong> pertenencia.Hay muchísimas asociaciones, cuyos socios nose sienten parte <strong>de</strong> la asociación. En su díamanifestaron interés en “asociarse” pero <strong>de</strong>spuésno han “tomado parte” en la vida activa <strong>de</strong> esaorganización. Lo mismo ocurre en los sindicatos,partidos, familias, comunida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>más formasgrupales <strong>de</strong> las que hablaremos en la segundaparte.En realidad, <strong>para</strong> tomar parte en la vida <strong>de</strong>cualquier grupo, <strong>para</strong> colaborar activamenteen la <strong>de</strong>finición y concreción <strong>de</strong> los objetivosque preten<strong>de</strong>, se necesitan medios, canales quepermitan mantener ese vínculo <strong>de</strong> pertenencia.Algunos <strong>de</strong> esos canales son más rituales, porejemplo las personas vinculadas por <strong>una</strong> religión,otros, son más ordinarios, pero en cualquiercaso ni surgen <strong>de</strong> manera espontánea, ni sonsiempre los mismos. Se necesita <strong>una</strong> actitudproactiva por parte <strong>de</strong> aquéllos que quieranmantener el sentimiento y el objetivo que lesda sentido como grupo.De no producirse esta i<strong>de</strong>ntificación con locolectivo, se pue<strong>de</strong> producir el llamado “yo<strong>de</strong>svinculado” o la “patología <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spertenencia”según la cual se daría “el individuo puro queno <strong>de</strong>be nada a la sociedad pero que exigetodo <strong>de</strong> ella” (citado por Innerarity, 2006: 23).<strong>Participación</strong> <strong>ciudadana</strong>: tomar parte en lacomunidad políticaCuando nos referimos al ámbito <strong>de</strong> la política,entendida como gestión <strong>de</strong> la cosa pública,como gobierno <strong>de</strong> los intereses colectivos, comoFernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s125


medio <strong>de</strong> resolver los conflictos sociales,adjetivamos la participación y la llamamos“participación <strong>ciudadana</strong>”. En este caso, el“sentirse parte <strong>de</strong>” significa el ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechoa ser miembro <strong>de</strong> la comunidad política: ciudad,país… en la que se organiza la sociedad. A pesar<strong>de</strong> la manifestación formal <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho a “serparte”, si no se produce el efecto <strong>de</strong> “sentirseparte”, difícilmente se podrá ejercer la ciudadaníaactiva.2.6. La participación como <strong>de</strong>rechoLa participación, es a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un sentimiento(elemento emocional), un <strong>de</strong>recho (elementoracional), construido por los seres humanos ensu evolución a <strong>una</strong>s socieda<strong>de</strong>s más justas. Asínos aparece este <strong>de</strong>recho como la base <strong>de</strong>lsistema <strong>de</strong>mocrático.El sistema político español está configurado enla Constitución <strong>de</strong> 1978, en cuyo Título Preliminar,su artículo 1 dice: “España se constituye en unEstado social y <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> Derecho, quepropugna como valores superiores <strong>de</strong> suor<strong>de</strong>namiento jurídico la libertad, la justicia, laigualdad, y el pluralismo político.”No confundir “pluralismo” con “binarismo”, conestar a favor o en contra <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>terminadapropuesta. Existen muchos matices que no sepue<strong>de</strong>n reducir a blanco o negro, afirmativo onegativo. Y todos esos matices, nos dice nuestraConstitución y lo dictan las reglas <strong>de</strong> la sanalógica, son válidos e interesantes. Contrastar,<strong>de</strong>batir las diferentes opiniones sobre los asuntospúblicos nos hace más humanos, más ciudadanos.No reducir tampoco pluralismo, a pluralidad <strong>de</strong>partidos. Ni la Constitución ni la más elementallógica social, pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar que el pluralismopolítico se articula solamente a través <strong>de</strong> partidos.Los partidos tienen <strong>una</strong> función importante,pero también hay vida (y vida política) más allá<strong>de</strong> ellos. Existen movimientos sociales, asociaciones,sindicatos, organizaciones profesionales, grupos<strong>de</strong> presión, y un enorme abanico <strong>de</strong> formasorganizativas que encarnan la diversidad social,cultural, i<strong>de</strong>ológica y política <strong>de</strong>l pueblo español.Tener en cuenta esa diversidad y esa pluralida<strong>de</strong>s un mandato constitucional pero a<strong>de</strong>más esabsolutamente necesario si se quieren articulareficaces políticas públicas.Continuando con el artículo 1 <strong>de</strong> la Constitución,obsérvese su apartado 2: La soberanía nacionalresi<strong>de</strong> en el pueblo español, <strong>de</strong>l que emananlos po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado.Si la soberanía resi<strong>de</strong> en el pueblo, parece lógicoconcluir que la participación <strong>de</strong> éste es elementoindispensable <strong>para</strong> el funcionamiento <strong>de</strong>l Estado.2.7. La elección <strong>de</strong> representantesAquí la participación se refiere a la elección <strong>de</strong>intermediarios <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r ejercer el <strong>de</strong>recho aintervenir en los asuntos públicos. Losciudadanos y <strong>ciudadana</strong>s eligen personas quelas representen <strong>para</strong> que actúen en su nombrey promuevan las políticas públicas (programas,actuaciones…) que la sociedad necesita. Nointervienen directamente, le encargan esafunción a esos representantes.Esta forma <strong>de</strong> intervenir en la gestión <strong>de</strong> la cosapública es diferente <strong>de</strong> aquella que plantea <strong>una</strong>relación directa, <strong>de</strong> diálogo (lo cual no excluyela confrontación) y comunicación permanentecon la ciudadanía, <strong>de</strong> escucha y apoyo a laspropuestas razonables y razonadas surgidas <strong>de</strong>la iniciativa y la <strong>de</strong>liberación <strong>ciudadana</strong>.Representantes ¿<strong>de</strong>, o en las instituciones?Parece sutil la diferencia, pero el uso <strong>de</strong> <strong>una</strong>preposición u otra modifica enormemente elresultado y la conciencia sobre el hecho al quese refiere. La preposición “<strong>de</strong>” <strong>de</strong>nota posesióno pertenencia, mientras que “en” habla <strong>de</strong>lugar, tiempo o modo.Representar según el diccionario <strong>de</strong> la RealAca<strong>de</strong>mia Española es “sustituir a alguien o hacersus veces, <strong>de</strong>sempeñar su función o la <strong>de</strong> <strong>una</strong>entidad, empresa, etc.”. La representación tiene126


su origen en el contrato <strong>de</strong> mandato, medianteel cual, <strong>una</strong> persona se obliga a prestar algúnservicio o hacer alg<strong>una</strong> cosa, por cuenta o encargo<strong>de</strong> otro (artículo 1709 <strong>de</strong>l Código Civil). Los padresrepresentan a sus hijos menores por mandatolegal, los presi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> asociaciones representana la asociación, los <strong>de</strong> los partidos, sindicatoso socieda<strong>de</strong>s mercantiles a dichas entida<strong>de</strong>s,porque así lo regulan sus estatutos.En <strong>de</strong>mocracia, el titular <strong>de</strong> la soberanía, elpueblo, interviene en los asuntos públicos“mediante representantes librementeelegidos…” (Artículo 23 <strong>de</strong> la Constitución).Las personas que ostentan esa representaciónhan sido “mandadas” por el pueblo <strong>para</strong> ejerceresa función.La alcal<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> <strong>una</strong> ciudad, los diputados <strong>de</strong>cualquier parlamento, los ministros y consejeros<strong>de</strong>l gobierno central o autonómico sonrepresentantes <strong>de</strong> las instituciones <strong>para</strong> las quehan sido elegidos. Es <strong>de</strong>cir, actúan en su nombre.Pero, en <strong>de</strong>mocracia, los representantes <strong>de</strong> lasinstituciones son elegidos por el titular <strong>de</strong> lasoberanía, el pueblo. Es <strong>de</strong>cir, esas institucionesestán formadas por personas que actúanrepresentando a la ciudadanía. Se trata <strong>de</strong>representantes ciudadanos en las instituciones,que actúan en ese lugar ejerciendo esa funciónrepresentativa.No <strong>de</strong>be olvidarse esta característica porqueexiste <strong>una</strong> ten<strong>de</strong>ncia a ver esa funciónrepresentativa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>“posesión o propiedad” <strong>de</strong> la institución quese representa y no como actuación <strong>de</strong>legadaen nombre <strong>de</strong> otros, la ciudadanía, que tiene<strong>de</strong>recho a conocer, opinar y controlar el resultado<strong>de</strong> esa “representación”.Poner en valor el hecho representativoLa ten<strong>de</strong>ncia a abominar <strong>de</strong> todo lo relacionadocon la política y los políticos pue<strong>de</strong> hacer olvidarque, en nuestra vida diaria, el hecho representativoes <strong>una</strong> situación normal y necesaria y, aún diríamás, imprescindible. Cada día, en miles <strong>de</strong> lugares,po<strong>de</strong>mos encontrar personas que actúan enrepresentación <strong>de</strong> otras, bien porque se les hanotorgado po<strong>de</strong>res específicos, bien porque hansido elegidas <strong>para</strong> ello.Ejercen funciones <strong>de</strong> representación, por ejemplo,las personas que actúan como representanteslegales <strong>de</strong> <strong>una</strong> asociación o <strong>de</strong> <strong>una</strong> sociedad, lasque actúan en nombre <strong>de</strong> menores o incapacitados,las que han sido <strong>de</strong>signadas por la comunidad<strong>de</strong> propietarios, el <strong>de</strong>legado o <strong>de</strong>legada <strong>de</strong>l aula,<strong>de</strong> la facultad, <strong>de</strong> la escuela, los miembros <strong>de</strong>lcomité <strong>de</strong> empresa o <strong>de</strong> la junta <strong>de</strong> personal yun largo etcétera.Es importante poner en valor el hechorepresentativo, <strong>de</strong> mostrar un reconocimientohacia aquellas personas que aceptan realizaresas tareas. Algunos <strong>de</strong> esos representantespue<strong>de</strong>n percibir retribuciones económicas,emolumentos, honorarios por realizar esa funcióncomo, por ejemplo, los representantes legales<strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s mercantiles o los miembros <strong>de</strong>gobiernos locales, autonómicos y centrales oparlamentarios en Cortes Generales o parlamentosautonómicos. Existen, sin embargo, otrasrepresentaciones “gratuitas”: comité <strong>de</strong> empresa,<strong>de</strong>legado/a aula, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> comunidad <strong>de</strong>propietarios...¿Quién no ha vivido directa o indirectamente laresponsabilidad <strong>de</strong> ser presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la comunidad<strong>de</strong> propietarios <strong>de</strong> su edificio? ¿Quién <strong>de</strong>sconocela carga que supone ser responsable duranteel tiempo que dura ese mandato, <strong>de</strong> resolver oayudar a resolver los problemas <strong>de</strong> “esta, nuestracomunidad”?Parece más apreciable socialmente el hecho <strong>de</strong>saberse “escaquear”, eludir esa responsabilidad(“me he quitado el muerto <strong>de</strong> encima”, se pue<strong>de</strong><strong>de</strong>cir con estúpido orgullo) y <strong>de</strong>jar que otroshagan ese trabajo necesario. Pongamos, pues,en valor el hecho representativo en nuestra vidasocial y comunitaria y seguramente, poco apoco, acabaremos respetando y reconociendola tarea <strong>de</strong> las personas que elegimos <strong>para</strong> quehagan funcionar nuestras instituciones, lo cualno excluye la crítica y la exigencia <strong>de</strong> rendición<strong>de</strong> cuentas.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s127


Alg<strong>una</strong>s respuestas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo localLas ciuda<strong>de</strong>s son hoy un espacio a<strong>de</strong>cuado <strong>para</strong>po<strong>de</strong>r ejercer la participación directa <strong>de</strong> laciudadanía en la gestión <strong>de</strong> la cosa pública,siendo también, el espacio i<strong>de</strong>al <strong>para</strong> po<strong>de</strong>rprofundizar la <strong>de</strong>mocracia (5) .La necesidad <strong>de</strong> ampliar el ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechoa la participación también viene recogida en laRecomendación Rec (2001) 19 <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong>Ministros <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Europa <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong> diciembre<strong>de</strong> 2001 (6) . Dicha Recomendación se refiere alámbito <strong>de</strong> la participación en la vida públicalocal y realiza un diagnóstico en el que se i<strong>de</strong>ntificantres problemas principales:a) “Un <strong>de</strong>clive <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong>l público y unsentimiento <strong>de</strong> hastío con respecto a la política.b) La dificultad <strong>de</strong> implicar más al públicomediante las formas directas o populares <strong>de</strong>consulta y participación.c) Las <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las instituciones <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia representativa local, que hacenel sistema menos eficaz, transparente yresponsable”.Se plantean <strong>de</strong>spués tres preguntas bastantesugerentes:a) "¿Tiene sentido la política local en la era<strong>de</strong> la mundialización?b) ¿Disminuye la necesidad <strong>de</strong> la participaciónpor el enriquecimiento <strong>de</strong> la sociedad?c) ¿Ha vencido el individualismo a la accióncolectiva?”Llegando <strong>de</strong>spués a dos importantes conclusiones:Primera: “La participación <strong>de</strong> los ciudadanosen la política local no <strong>de</strong>clina, sino que másbien cambia <strong>de</strong> forma, lo que cuestiona elsistema político tradicional”.Segunda: “Se dispone <strong>de</strong> <strong>una</strong> amplia gama<strong>de</strong> métodos y <strong>de</strong> medidas que pue<strong>de</strong>n estimularla participación <strong>de</strong> los ciudadanos”.Es <strong>de</strong>cir, existe <strong>una</strong> crisis <strong>de</strong> la política que eslo mismo que <strong>de</strong>cir que existe <strong>una</strong> crisis <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia representativa, pero la base en laque se sustenta, la ciudadanía, reclama nuevasformas <strong>de</strong> ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, nuevos “métodosy medidas” <strong>para</strong> favorecer y estimular laparticipación <strong>ciudadana</strong>.A la búsqueda <strong>de</strong> esos “métodos y medidas”<strong>de</strong>ben <strong>de</strong>stinarse esfuerzos y recursos y no esperarpacientemente a que algún día aparezcanespontáneamente.En ese compromiso <strong>de</strong> búsqueda, significa unpaso importante la firma, por un buen número<strong>de</strong> ayuntamientos españoles y europeos, <strong>de</strong> laCarta Europea <strong>de</strong> salvaguarda <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoshumanos en las ciuda<strong>de</strong>s hecha en Saint Denisel 2001 (7) .En el mismo sentido, la Agenda Local <strong>de</strong> laparticipación <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración Española <strong>de</strong>Municipios y Provincias (8) (2006), señala que laparticipación… “no es sólo el ejercicio <strong>de</strong> un<strong>de</strong>recho fundamental, sino el elemento clave<strong>para</strong> conectar la acción <strong>de</strong> gobierno con lasnecesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las personas y facilitar la eficacia<strong>de</strong> las políticas. Las personas tienen <strong>de</strong>recho aparticipar en su bienestar, fin último <strong>de</strong> la acciónpolítica. Los ciudadanos y <strong>ciudadana</strong>s tienen<strong>de</strong>recho a ser pueblo soberano y activo y nosólo público espectador y pasivo y <strong>una</strong> manera<strong>de</strong> conseguirlo es implicándose en la elaboracióny <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las actuaciones públicas que lesafectan.” (9)(5)Para más <strong>de</strong>talles ver Font J. y Blanco I. Polis, la ciutat participativa. Barcelona. 2003. Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scargar en: http://www.diba.es/flor<strong>de</strong>maig/_pd/docs/publicacions_papers/09papers.pdf(6)Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scargar en http://www.map.es/documentacion/entes_locales/autonomias_territoriales/parrafo/02/document/recomendacion.pdf(7)Se pue<strong>de</strong> encontrar en castellano en http://www.idhc.org/esp/151_carta.asp(8)Aprobada por la Comisión Ejecutiva <strong>de</strong> la FEMP <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2006.(9)Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scargar el documento en: http://www.femp.es/in<strong>de</strong>x.php/femp/areas_<strong>de</strong>_gesti_n/ gobierno_local_y_funci_n_p_blica/participaci_n_<strong>ciudadana</strong>_calidad_<strong>de</strong>mocr_tica_y_gobernanza/noveda<strong>de</strong>s128


2.8. La participación directaEl año 2007 se cumplieron 30 años <strong>de</strong> las primeraselecciones <strong>de</strong>mocráticas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la GuerraCivil y, en 2009, 30 <strong>de</strong> las elecciones municipales.Tenemos un rodaje pequeño, menor que el <strong>de</strong>muchos otros países europeos, pero ya hay <strong>una</strong>cierta experiencia.Hemos dispuesto toda <strong>una</strong> maquinaria que permiteel ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a escoger representantesen las instituciones, a pesar <strong>de</strong> que, recordémoslo,su funcionamiento exige un gasto importante:papeletas, urnas, fuerzas <strong>de</strong> seguridad, miembros<strong>de</strong> mesas electorales... pero que ha sido asumidoe incorporado en nuestro quehacer ordinario.En cambio, ha habido menos <strong>de</strong>sarrollo técnicoy normativo en el ámbito <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa,aquélla que conecta directamente a la gente conla política, en sentido amplio, o con las políticasen sentido más concreto. Por eso, ha habidomenos experiencias y, <strong>de</strong>sgraciadamente, es untema que no acostumbra a estar presente en lasagendas políticas y sociales. En la práctica, sehan <strong>de</strong>splegado pocas iniciativas normativas yexperiencias <strong>para</strong> <strong>de</strong>sarrollar o mejorar éstavertiente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.Sin embargo, en nuestro sistema institucional,existen algunos canales <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa:el trib<strong>una</strong>l <strong>de</strong>l jurado en el ámbito judicial, larevocación <strong>de</strong> los miembros elegidos en los comités<strong>de</strong> empresa por la asamblea <strong>de</strong> trabajadores, lainiciativa legislativa popular, la consulta populary el referéndum, que necesitan ser más conocidosy utilizados.Estos canales no han tenido excesivo <strong>de</strong>sarrolloni se han utilizado <strong>de</strong>masiado, pero la causa <strong>de</strong>ese poco uso no <strong>de</strong>be buscarse en <strong>una</strong> apatía<strong>ciudadana</strong> solamente, sino, sobretodo, en laincapacidad <strong>para</strong> darlos a conocer y explicar lamejor manera <strong>de</strong> utilizarlos. Quizás esa incapacidadobe<strong>de</strong>zca a <strong>una</strong> falta <strong>de</strong> voluntad o a <strong>una</strong> actitudmás <strong>de</strong> respeto y <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar hacer que <strong>de</strong> incentivary promover.2.9. La participaciónen la acción administrativaEntre la participación por representación(elecciones) y la participación sin intermediarios(<strong>de</strong>mocracia directa: consulta popular, referéndum,iniciativa legislativa popular…) existe <strong>una</strong> especie<strong>de</strong> tercera vía que algunos llaman <strong>de</strong>mocraciaparticipativa o <strong>administración</strong> <strong>de</strong>liberativa ogobernanza.El Trib<strong>una</strong>l Constitucional la <strong>de</strong>fine como“<strong>de</strong>mocracia participativa” y no la consi<strong>de</strong>ra un<strong>de</strong>recho fundamental <strong>de</strong>l artículo 23 <strong>de</strong> laConstitución sino que se am<strong>para</strong> en su artículo105 en tanto que <strong>de</strong>recho ciudadano a seroído en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones públicas. Dice elAlto Trib<strong>una</strong>l que esta participación “...no estanto <strong>una</strong> manifestación <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> lasoberanía popular, como uno <strong>de</strong> los cauces <strong>de</strong>los que en un Estado Social <strong>de</strong>ben disponerlos ciudadanos (…) <strong>para</strong> que su voz pueda serOída en las <strong>de</strong>cisiones que les afectan. (…) Noestamos ante cauces articulados <strong>para</strong> conocerla voluntad <strong>de</strong> la generalidad <strong>de</strong> los ciudadanos(…) precisamente en lo que tiene <strong>de</strong> general,sino más bien <strong>para</strong> oír, en la mayor parte <strong>de</strong>los casos, la voz <strong>de</strong> intereses sectoriales <strong>de</strong>índole económica, profesional, etc. Se trata <strong>de</strong>manifestaciones que no son propiamenteencuadrables ni en las formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciarepresentativa ni en la <strong>de</strong>mocracia directa,incardinándose más bien en un “tertium genus”que se ha <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong>mocracia participativa”(Sentencia Trib<strong>una</strong>l Constitucional 119/1995.Fundamento Jurídico 6º) (10)2.10. Huyamos <strong>de</strong> la banalizacióny <strong>de</strong>l populismoLa banalización, cualquier cosa valeSe produce la banalización cuando dirigentespolíticos, responsables técnicos y <strong>de</strong> asociacionesFernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s(10)Citado por Bueno Armijo, Antonio. “Consultas populares y referéndum consultivo: <strong>una</strong> propuesta <strong>de</strong> <strong>de</strong>limitaciónconceptual y <strong>de</strong> distribución competencial”. Revista <strong>de</strong> Administración Pública, 2008, núm 177, p. 202.129


acaban <strong>de</strong>scafeinando <strong>de</strong> tal manera la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>participación que cabe cualquier cosa. No hacemucho escuché a un alto directivo municipal<strong>de</strong> <strong>una</strong> gran ciudad <strong>de</strong>cir que lo suyo sí eraparticipación ya que contestaba cada año miles<strong>de</strong> quejas <strong>de</strong> los vecinos. Preten<strong>de</strong>r llamarparticipación a la queja personal <strong>de</strong> un ciudadanocon mayor o menor razón es reducir el ámbito<strong>de</strong> la implicación política en la cosa colectivaa la mera <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos como cliente,usuario o consumidor <strong>de</strong> un servicio.Cuando voy al centro <strong>de</strong> salud y me quejo anteel Inspector <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> un médico,o cuando acudo a hablar con el profesor tutor<strong>de</strong> mi hijo en la escuela no estoy participandoni en la salud pública ni en la educación, estoyactuando como usuario <strong>de</strong> unos servicios públicosa cuya calidad tengo <strong>de</strong>recho y por tanto puedoexigirla.El populismo, un grave peligroNo es este el momento ni el espacio <strong>para</strong>pontificar sobre los orígenes <strong>de</strong>l populismo nitan solo <strong>para</strong> ponernos <strong>de</strong> acuerdo con <strong>una</strong><strong>de</strong>finición. Permítaseme <strong>una</strong> utilización propia<strong>de</strong>l término <strong>para</strong> tratar <strong>de</strong> justificar mi rechazoa su proliferación. Entiendo por populismo aquellaactuación pública, <strong>de</strong> responsables políticos quetratan <strong>de</strong> hacer creer al pueblo que ellos son lomás importante y su máxima preocupación,cuando en realidad lo que les interesa es sumantenimiento en el po<strong>de</strong>r. Preten<strong>de</strong>n darrespuestas a las necesida<strong>de</strong>s bien <strong>de</strong> maneraindividual y particular, o tratando a los ciudadanoscomo clientes o consumidores. Regalos en forma<strong>de</strong> espectáculos musicales, comidas “populares”medallitas, libros, excursiones y un largo etcéteraque hacen creer que se piensa en el pueblo peroen el fondo sólo se intenta comprar su atención.En la acción política, cuando se quiere abrir laactuación pública a la ciudadanía, se pue<strong>de</strong>correr el riesgo <strong>de</strong> preten<strong>de</strong>r actuar en nombre<strong>de</strong>l pueblo cuando se da la palabra y la razóna <strong>de</strong>terminados grupos sociales o asociacionessin que el pueblo les haya elegido <strong>para</strong> actuaren su nombre.2.11. Contra la sacralización<strong>de</strong> las recetas metodológicas"Bueno es saber que los vasosnos sirven <strong>para</strong> beber,lo malo es que no sabemos<strong>para</strong> qué sirve la sed"Proverbios y cantares, XLI.Antonio MachadoNos encontramos en busca <strong>de</strong>l nuevo tesoro<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, el arca perdida durante muchosaños, la metodología que nos ha <strong>de</strong> permitirser más eficaces en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones.Vaya por <strong>de</strong>lante que la participación no seimprovisa, ya lo he dicho en otro lugar (Pindado,2000). Y como no se improvisa requiere <strong>una</strong><strong>de</strong>terminada planificación y <strong>una</strong> mínima disposición<strong>de</strong> herramientas, instrumentos y canales <strong>para</strong>su realización.Ello ha hecho florecer <strong>una</strong> nueva especie el “homometodologicus” (valga “homo” <strong>para</strong> hombre ymujer) que trata <strong>de</strong> cocinar <strong>una</strong> poción mágicacomo la que tomaban en la al<strong>de</strong>a bretona <strong>de</strong>Astérix y Obélix. Aparece <strong>una</strong> nueva perversión,que consi<strong>de</strong>ra realizada la <strong>de</strong>mocracia y mejoradala calidad <strong>de</strong>l sistema, si se aplica bien “lametodología”, si se han seguido correctamentelos pasos <strong>de</strong>l manual elaborado por el gurú <strong>de</strong>turno.Lo importante es la finalidad, lo sustantivo, loque se preten<strong>de</strong> conseguir. Lo accesorio, loadjetivo, lo funcional es la metodología. Debe<strong>de</strong>dicarse, al menos, el mismo tiempo a diseñarproyectos como a diseñar herramientas. Novale consagrarse sólo a mejorar los instrumentos.Invocando un taller, un grupo <strong>de</strong> trabajo, <strong>una</strong>encuesta o un foro <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, no se materializala participación.A veces se utiliza el <strong>de</strong>bate metodológico <strong>para</strong>reforzar las posiciones técnica (¿tecnocráticas?)<strong>de</strong> los nuevos profesionales que se han idoformando en nuestras universida<strong>de</strong>s yadministraciones, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> estas actuaciones.Siendo importantes esas herramientas, insisto,130


en que no <strong>de</strong>ben hacernos olvidar lo principal:el proceso concreto, el proyecto concreto, elresultado concreto que se preten<strong>de</strong> conseguiry a eso hay que <strong>de</strong>dicarle un poco más <strong>de</strong> energía.Existen fórmulas, métodos que han servido en<strong>de</strong>terminado lugar o en <strong>de</strong>terminado proceso.Pero eso no es prueba <strong>de</strong> infalibilidad, sino <strong>de</strong>viabilidad. Es <strong>de</strong>cir, lo que nos enseña su eficaciaes que son posibles y pue<strong>de</strong>n producir esosefectos, pero no nos dice que se puedan aplicarmecánicamente a cualquier otra realidad o acualquier otro territorio.No hay recetas. Po<strong>de</strong>mos hallar experiencias,i<strong>de</strong>as que permiten imaginar la viabilidad <strong>de</strong> surealización pero <strong>de</strong>ben concretarse siempre encada momento <strong>de</strong> manera singular. Hayproyectos promovidos por ayuntamientos queson clones <strong>de</strong> otros. El “kit” metodológico esel mismo: <strong>una</strong> encuesta, unos grupos <strong>de</strong> trabajoy <strong>una</strong> comisión <strong>de</strong> seguimiento, pero ¿por quéesa obsesión en repetirse? ¿Por qué no buscarla innovación o la a<strong>de</strong>cuación al territorio y alas características <strong>de</strong> la población o al tema enconcreto?3. La vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sLas ciuda<strong>de</strong>s, como reflejo <strong>de</strong> las personas queen ella habitan están vivas. No es lo mismo elcentro <strong>de</strong> <strong>una</strong> ciudad en la madrugada, a primerahora <strong>de</strong> la mañana, o en un día festivo. El espaciofísico es el mismo, pero lo urbano, lo ciudadano,el alma <strong>de</strong> la ciudad cambia en cada momento.Esto es lo que Delgado llama la cultura urbana,diferente a la cultura urbanística, referida a laestructuración territorial <strong>de</strong> la ciudad. Lo urbanísticopue<strong>de</strong> ser planificado, lo urbano, no (Delgado,2007). Se pue<strong>de</strong>n pensar <strong>de</strong>terminados usos <strong>para</strong><strong>una</strong> plaza, por ejemplo, y luego la realidad social,la acción humana pue<strong>de</strong> modificar completamenteesas previsiones.La vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s es fruto <strong>de</strong> la interacción<strong>de</strong> los diferentes agentes que intervienen en suterritorio. Pero a<strong>de</strong>más, en las ciuda<strong>de</strong>s vivas, lagente vive, habita, convive, comparte y se generantensiones y lazos <strong>de</strong> solidaridad. El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>vida urbano es el hegemónico en socieda<strong>de</strong>scomo la nuestra, la que produce <strong>una</strong> serie <strong>de</strong>relaciones y actuaciones con el entorno físico yhumano.Los territorios que constituyen las ciuda<strong>de</strong>s estáncada vez más difuminados. Es difícil <strong>de</strong>terminarquiénes son los habitantes <strong>de</strong> cada ciudad.¿Quién es ciudadano <strong>de</strong> Barcelona o Zaragoza,por ejemplo? ¿Lo es quien duerme, quien trabaja,quien estudia en esas ciuda<strong>de</strong>s? ¿A qué horahay que hacer el censo? ¿Por la mañana, por latar<strong>de</strong> o por la noche? ¿Encontraríamos a lasmismas personas en horas diferentes? No haymás fronteras interurbanas que las relativas alas competencias administrativas <strong>de</strong> <strong>una</strong>yuntamiento o <strong>de</strong> otro.Existen espacios urbanos especializados en<strong>de</strong>terminadas activida<strong>de</strong>s que son utilizadospor los habitantes <strong>de</strong> otras ciuda<strong>de</strong>s. El hechometropolitano produce <strong>una</strong> concentraciónhumana que afecta a su ámbito territorial ytiene repercusiones en los municipios vecinosy no tan vecinos. Aparecen tensiones <strong>de</strong>rivadasFernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s131


<strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sgran<strong>de</strong>s a utilizar a los municipios <strong>de</strong> menorpoblación (que no municipios pequeños ensuperficie) como espacios <strong>de</strong> ocio, segundaresi<strong>de</strong>ncia, paisaje, turismo…, es <strong>de</strong>cir al servicio<strong>de</strong> esos usuarios o <strong>de</strong>predadores <strong>de</strong>l espacio.Esta dispersión territorial provoca que la vidaen y <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s no responda solamente alas personas empadronadas en el municipio.Se han modificado los hábitos <strong>de</strong> consumo. Lasconexiones viarias y la infraestructura <strong>de</strong> transportehan favorecido la movilidad. Existen ciuda<strong>de</strong>sy pueblos que a partir <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas horasestán absolutamente vacíos, mientras que, quizáen el municipio <strong>de</strong> al lado, hay un <strong>de</strong>terminadoespacio don<strong>de</strong> se encuentra la juventud <strong>de</strong> lospueblos <strong>de</strong>l entorno.3.1. El gobierno <strong>de</strong> la ciudadno está sólo en el ayuntamientoHay que se<strong>para</strong>r el órgano <strong>de</strong>finido constitucionaly legalmente <strong>para</strong> gobernar la ciudad: elayuntamiento, <strong>de</strong> las políticas públicas queafectan a la ciudadanía en las ciuda<strong>de</strong>s.Igualmente hay que distinguir la ciudadinstitucional <strong>de</strong> la ciudad real. La primera es lareferida a las fronteras geográficas, administrativasque marcan el ámbito municipal y, por en<strong>de</strong>,la competencia <strong>de</strong>l ayuntamiento. La segunda,formada por las re<strong>de</strong>s y relaciones que seestablecen en ámbitos territoriales mayorescomo son las áreas metropolitanas o las regiones(Borja, 2003).Los Ayuntamientos como órganos <strong>de</strong> gobierno<strong>de</strong> los municipios tienen <strong>una</strong>s competenciasque vienen <strong>de</strong>terminadas en la ley <strong>de</strong> bases <strong>de</strong>régimen local y en la legislación autonómica <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo. Pero con las competencias municipales,no se agotan las diferentes políticas que afectana la ciudadanía en el término municipal. Así,por ejemplo, la enseñanza, la salud, la seguridad<strong>ciudadana</strong>, <strong>de</strong>terminados espacios naturales…no forman parte <strong>de</strong>l ámbito competencial <strong>de</strong>los ayuntamientos, a pesar <strong>de</strong> realizarse en lasciuda<strong>de</strong>s y ser beneficiarias o sufridoras las personasque en ellas viven.La ciudad relacional, que agrupa (atrae) personasque la utilizan y posiblemente no resi<strong>de</strong>n enella, que especializa sus espacios y sus serviciosen función <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s que la ro<strong>de</strong>an, tampocotiene un ámbito <strong>de</strong> coordinación o planificaciónque permita la intervención <strong>de</strong> las personas quevan a vivir (o pa<strong>de</strong>cer) las consecuencias <strong>de</strong> sugestión. Es más, nos po<strong>de</strong>mos encontrar conciuda<strong>de</strong>s y pueblos en los que las <strong>de</strong>cisionesestratégicas adoptadas van a afectar a muchaspersonas que no tienen posibilidad <strong>de</strong> opinary, mucho menos, participar, en la elaboración<strong>de</strong> esas <strong>de</strong>cisiones.Luego, la tarea <strong>de</strong> impulsar la participación<strong>ciudadana</strong> en la ciudad, no es sólo competencia<strong>de</strong> los gobiernos locales, sino que afecta a todoslos po<strong>de</strong>res públicos que intervienen en el territorio,<strong>de</strong>biendo ser llamados por los ayuntamientos<strong>para</strong> la eficacia <strong>de</strong> los procesos participativos.Entiendo que el li<strong>de</strong>razgo, el motor <strong>de</strong> esosprocesos, <strong>de</strong>be estar en los ayuntamientos portener un ámbito relacional más próximo con laciudadanía, sin perjuicio <strong>de</strong> los instrumentos<strong>de</strong> control que las administraciones supralocalespuedan <strong>de</strong>limitar.Imaginemos un ayuntamiento, un gobiernolocal dispuesto a promover la participación<strong>ciudadana</strong> <strong>para</strong> mejorar la red <strong>de</strong> escuelas <strong>de</strong>lmunicipio. ¿Cómo lo hará si la Consejería <strong>de</strong> laComunidad Autónoma no quiere colaborar?¿De que servirán los resultados <strong>de</strong>l proceso?¿Qué eficacia podrán tener dichos resultados?3.2. Más competencias municipalesno suponen más participaciónDe lo dicho hasta ahora, pareciera <strong>de</strong>ducirse lanecesidad <strong>de</strong> establecer un marco competencialmás extenso <strong>para</strong> que los ayuntamientos puedan<strong>de</strong>sarrollar más funciones. Existe un amplio<strong>de</strong>bate político y doctrinal sobre ese marcocompetencial y hay <strong>una</strong> importante corriente<strong>de</strong> opinión favorable a que los ayuntamientos132


tengan un papel mayor en la distribución <strong>de</strong>lgasto público y <strong>de</strong> los servicios a prestar en losmunicipios.De acuerdo con las corrientes municipalistas, yel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> subsidiariedad.Cuanto más cercano se dé el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r,más posible es la participación <strong>ciudadana</strong> y máseficaz pue<strong>de</strong> resultar la política. Pero no <strong>de</strong>bemoscaer en mitificaciones o en trampas. Por <strong>de</strong>finicióny, <strong>de</strong> entrada, mayores competencias municipalesno presuponen que haya <strong>una</strong> mejor calidad <strong>de</strong>lservicio o <strong>una</strong> mayor participación.Los ayuntamientos no son estructuras celestialesgobernadas por muy buenas personas y con<strong>una</strong> organización <strong>de</strong> calidad y buen servicio. Elactual funcionamiento <strong>de</strong> muchas corporacioneslocales no provoca excesivo optimismo, respecto<strong>de</strong> un incremento real <strong>de</strong> la participación <strong>ciudadana</strong>si se diera un mayor ámbito competencial a losayuntamientos.Es <strong>de</strong>cir, podría darse un incremento <strong>de</strong> lascompetencias <strong>de</strong> los ayuntamientos, y que laúnica traducción fuese un mayor número <strong>de</strong>responsables políticos con <strong>de</strong>dicación exclusivay un presupuesto mayor <strong>para</strong> gestionar y ejercerel po<strong>de</strong>r. Quizás (y sólo quizás) los serviciospodrían ser más eficaces y <strong>de</strong> mayor calidad, peroello no supone que haya más o mejor participación<strong>ciudadana</strong>.Es preciso crear e institucionalizar mecanismos<strong>de</strong> iniciativa, control y seguimiento ciudadano,<strong>para</strong> garantizar un buen gobierno <strong>de</strong>mocrático.Así, se podría evitar también la prácticaendogámica <strong>de</strong> repartir responsabilida<strong>de</strong>spolíticas, según criterios poco relacionados nicon las capacida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> las personas, nicon las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l municipio, sino basadosprincipalmente en las correlaciones internas <strong>de</strong>los partidos.3.3. Virtu<strong>de</strong>s y perversiones <strong>de</strong> la proximidadLa proximidad, ¿es <strong>una</strong> fortaleza o <strong>una</strong> <strong>de</strong>bilidad?¿Es <strong>una</strong> oportunidad <strong>para</strong> el sistema <strong>de</strong>mocrático,o <strong>una</strong> amenaza? Como se ha dicho, cuantomás cercana sea la elaboración <strong>de</strong> las políticas,la gestión <strong>de</strong> los servicios públicos y las formas<strong>de</strong> satisfacer las necesida<strong>de</strong>s <strong>ciudadana</strong>s, másfácil, rentable socialmente y eficaz podrá serdicha gestión. Por ejemplo, es necesario que lasescuelas, los centros <strong>de</strong> salud, los centros culturales,se hallen cerca, sean próximos.Si la manera <strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> los responsables políticosse basa en criterios “clientelares” respecto a<strong>de</strong>terminados grupos <strong>de</strong> población, <strong>de</strong>terminadasasociaciones o <strong>de</strong>terminados territorios; si loque se prima es la adhesión a los gobiernoslocales, como medio <strong>para</strong> conseguir <strong>de</strong>terminadasmejoras; si la cercanía se traduce en mecanismo<strong>de</strong> control social, entonces nos encontramoscon un verda<strong>de</strong>ro peligro <strong>para</strong> la <strong>de</strong>mocracia.Se siguen cometiendo <strong>de</strong>saguisados urbanísticosbeneficiando a los mismos agentes económicos;todo ello a pesar <strong>de</strong> la proximidad. Es relativamentefácil, gracias a esa proximidad, anular, o cuantomenos condicionar, la labor <strong>de</strong> oposición <strong>de</strong>los partidos que no gobiernan, existen muchostrucos <strong>para</strong> ello. De la misma manera se pue<strong>de</strong>ncontener y contentar <strong>de</strong>terminadas voces <strong>de</strong>asociaciones o grupos con <strong>una</strong> cierta presenciaen la opinión pública.Se necesita un esfuerzo por la regeneración <strong>de</strong>la política y eso compete a los partidos políticos,a las asociaciones <strong>ciudadana</strong>s y a los nuevosmovimientos sociales, principalmente. Es necesarioromper la ten<strong>de</strong>ncia al conformismo o a la compra,más o menos sutil, <strong>de</strong> volunta<strong>de</strong>s y apostar porla construcción <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mocráticas y <strong>de</strong><strong>de</strong>mocracia en las ciuda<strong>de</strong>s.3.4. Ahora que te veo… que hay <strong>de</strong> lo míoMe contaba <strong>una</strong> vez un alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> un pueblo<strong>de</strong> reducido número <strong>de</strong> habitantes, que él nose consi<strong>de</strong>raba alcal<strong>de</strong>, sino un “ahoraqueteveo”porque, cada vez que se encontraba con susvecinos eso era lo primero que le <strong>de</strong>cían:“ahoraqueteveo”... La <strong>de</strong>mocracia ha convertidoel tratamiento reverencial <strong>de</strong> “señor alcal<strong>de</strong>”en el “ahoraqueteveo”.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s133


Esos alcal<strong>de</strong>s parecen farmacias <strong>de</strong> guardia.Están <strong>de</strong> servicio veinticuatro horas al día,trescientos sesenta y cinco días al año y,honestamente, con un punto <strong>de</strong> ingenuidad,creen que esa es su función: aten<strong>de</strong>r a la gente<strong>de</strong> su municipio cuando son requeridos <strong>para</strong>ello. Por eso, muchas veces, dicen que eso <strong>de</strong>la participación <strong>ciudadana</strong> es un invento <strong>de</strong>académicos o gentes <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>los gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> los partidos políticos,que en sus municipios lo que importa es laproximidad, la respuesta inmediata y la facilidad<strong>de</strong> encontrar al alcal<strong>de</strong> en cualquier momento.Ahí resi<strong>de</strong> <strong>una</strong> parte <strong>de</strong>l error <strong>de</strong> su gestión.Primero porque no es sano ni <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista personal, ni <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista políticomantener <strong>una</strong> atención continuada a cualquierhora <strong>de</strong>l día, salvo, claro está, en situaciones <strong>de</strong>emergencia. Esta excesiva facilidad <strong>de</strong> acceso noes educativa y pue<strong>de</strong> provocar el efecto contrario,que la gente se consi<strong>de</strong>re con el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>entrometerse en la vida <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> por su carácter<strong>de</strong> servicio público. Servicio, sí, servilismo, no.Por otra parte el abordaje al alcal<strong>de</strong> no suele ser<strong>para</strong> plantear temas <strong>de</strong>l pueblo o generales <strong>de</strong>lmunicipio, sino <strong>para</strong> preguntar “¿qué hay <strong>de</strong> lomío?” Eso no pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse “participación<strong>ciudadana</strong>” porque lo único que hay es <strong>una</strong>bordaje individual <strong>de</strong> un problema individual.No hay <strong>de</strong>bate público y, posiblemente, lasolución dada al caso concreto tampoco tendráun carácter público.La <strong>de</strong>mocracia consiste en <strong>de</strong>batir sobre todos“los míos”, sobre todos los asuntos que puedanafectar a las personas, en tanto que miembros<strong>de</strong> <strong>una</strong> comunidad y puedan tener solucionesaplicables a todos los casos similares, no únicamentea aquéllos que primero han accedido al alcal<strong>de</strong>.3.5. Los <strong>de</strong> siempre,en el balcón <strong>de</strong>l ayuntamientoUn municipio imaginario está <strong>de</strong> fiesta patronal.Las calles engalanadas, los comercios cerrados,la gente vestida <strong>para</strong> la ocasión nos indican que,a diferencia <strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> al lado, aquí seestá <strong>de</strong> fiesta.Plaza mayor <strong>de</strong>l municipio (acostumbra a ser laplaza <strong>de</strong>l ayuntamiento), <strong>una</strong> <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>scentrales <strong>de</strong> la fiesta. La corporación municipaly los representantes <strong>de</strong> las instituciones estánubicados en sillas instaladas en <strong>una</strong> pequeñatarima. No hace muchos años allí sólo estaban losconcejales, el cura y el jefe <strong>de</strong> la Guardia Civil.Los más madrugadores o los que conocen bienel protocolo <strong>de</strong> la fiesta (normalmente las gentes<strong>de</strong> mayor edad), han ocupado ya las escasas sillasdisponibles alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la plaza don<strong>de</strong> se realizaráesa actividad tradicional que, año tras año, serepite no se sabe ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cuando. El resto <strong>de</strong>vecinos y vecinas se agolpa como pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>trás<strong>de</strong> esas sillas, “<strong>de</strong>jen pasar al niño, por favor”,<strong>para</strong> seguir la evolución <strong>de</strong>l acto.El pueblo está en la plaza, los representantes <strong>de</strong>lpueblo, alcal<strong>de</strong>, concejales, están en la plaza, losrepresentantes <strong>de</strong> otras instituciones, están enla plaza… Entonces, ¿quién diablos está en elbalcón <strong>de</strong>l ayuntamiento? ¿Quién se asoma porlas ventanas <strong>de</strong> la casa consistorial? ¿Quién lesha facilitado la entrada? ¿Qué tengo que haceryo el próximo año <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r instalarme en elbalcón?Las respuestas creo que son fáciles: en el balcónestán los <strong>de</strong> siempre, aunque ahora un poco más<strong>de</strong>mocratizados; les han facilitado la entradalos representantes <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, como siempre; y siquiero estar el año próximo en el balcón tengoque buscar al alcal<strong>de</strong> o al concejal <strong>de</strong>l gobiernoy <strong>de</strong>cirle la palabra mágica “ahoraqueteveo”...3.6. Democracia electorera (11)En otro lugar hablé <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> contenery contentar que forman la base <strong>de</strong> la actuación<strong>de</strong> muchos gobiernos en su relación con laciudadanía y, sobretodo con sus organizaciones(Pindado, 2000).(11)Tomo prestado el concepto <strong>de</strong> Cortina, 1997134


Muchas <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s que organizan losmunicipios están marcadas por esa filosofía. Enalgunos casos, las actuaciones <strong>de</strong> los gobernanteslocales se parecen <strong>de</strong>masiado a épocaspretéritas, en las que el señor feudal era dueño<strong>de</strong> vida y haciendas. A pesar <strong>de</strong> estar en <strong>una</strong>sociedad <strong>de</strong>mocrática, la cultura <strong>de</strong>mocrática aúnno se ha extendido y existen todavía municipiosen España en los que los alcal<strong>de</strong>s, a pesar <strong>de</strong> habersido elegidos <strong>de</strong>mocráticamente, realizan sufunción con métodos claramente anti<strong>de</strong>mocráticos,aunque, en algo hemos avanzado, ahora nodisponen <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> sus ciudadanos.No hay oposición que les tosa, no hay ciudadanosni organizaciones que le planten cara y vuelvena ser elegidos por medios que, la antropología,la psicología…, o la policía y la justicia, algún díaaveriguarán.“Contener y contentar” comporta, normalmenteun cierto clientelismo, <strong>una</strong> compra, más o menosdiscreta, sutil o simulada, a veces sólo <strong>de</strong> <strong>una</strong>expectativa <strong>de</strong> privilegio. Se suelen utilizarsubvenciones, cesiones <strong>de</strong> espacios públicos,regalos en días señalados, fiestas y activida<strong>de</strong>sllamadas culturales, que no resistirían un análisis<strong>de</strong> su contenido cultural, gastronomía popular enforma <strong>de</strong> paella, patatas a lo pobre o morcillada,<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l territorio, regalos <strong>de</strong> camisetas,pañuelos, entradas, trofeos y un sinfín <strong>de</strong> mediosque, en no pocas ocasiones, tienen como finalidadprincipal esa compra <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad o lealtad, acargo <strong>de</strong>l erario público.¿Son eficaces estas políticas? Creo sinceramenteque no. Quien se ven<strong>de</strong> hoy, se ven<strong>de</strong>rá mañanay quién consi<strong>de</strong>re que, comprando volunta<strong>de</strong>sse garantizará el gobierno eternamente, <strong>de</strong>betener en cuenta el secreto <strong>de</strong>l voto y que nosiempre podrá mantener esa lealtad aparente.No quiero <strong>de</strong>cir con todo ello que no <strong>de</strong>banrealizarse este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, tan sólo quierollamar la atención sobre sus características y lafinalidad real que persiguen, se<strong>para</strong>ndo lo queestá relacionado con el fomento <strong>de</strong> la propiacomunidad <strong>de</strong> lo que resulta superfluo y<strong>de</strong>sproporcionado.3.7. Los lobbys <strong>de</strong> siempre se amplíanSiempre ha habido sectores <strong>de</strong> población yorganizaciones sociales que han intervenidodirectamente en la acción <strong>de</strong> gobierno, con y sin<strong>de</strong>mocracia. A pocos alcal<strong>de</strong>s, a pocos gobiernos,por ejemplo, <strong>de</strong> municipios costeros se les ocurriráor<strong>de</strong>nar el urbanismo <strong>de</strong> su ciudad sin hablarpreviamente con los promotores, hoteleros,restauradores y operadores turísticos. Es más,seguramente serán éstos los que propondránlas actuaciones a realizar.En esos caso, los canales y espacios <strong>de</strong> participaciónson propios y específicos: <strong>de</strong>spachos oficiales,mesas <strong>de</strong> restaurante, oficinas. Tienen <strong>una</strong>característica común, son opacos, no son conocidospúblicamente o al menos no se preten<strong>de</strong> darpublicidad <strong>de</strong> esos encuentros.Junto a esos “lobbys” eternos, se han idoincorporando otros grupos <strong>de</strong> presión, formadospor <strong>de</strong>terminadas asociaciones o sindicatos quejuegan un papel parecido. En no pocas ocasiones,muchas asociaciones consi<strong>de</strong>ran cumplido elejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la participación <strong>ciudadana</strong>cuando ellas, y sólo ellas, han sido interlocutoras<strong>de</strong>l gobierno local. No han exigido que, al mismotiempo que se les escuchaba a ellas, y sólo aellas, se abriera el <strong>de</strong>bate a otras asociacionesy personas diferentes y diversas <strong>para</strong> ampliar el<strong>de</strong>bate ciudadano sobre esos temas.Eso no amplia la <strong>de</strong>mocracia, amplia únicamenteel número <strong>de</strong> cortesanos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s135


4. Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> participaciónA continuación se indican, con un poco <strong>de</strong>ironía, diferentes escenarios <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong> en la acción <strong>de</strong>l gobierno local,señalando cual podría ser la actuación <strong>de</strong> losdiferentes agentes: políticos, técnicos, asociacionesy ciudadanía individual. Son gran<strong>de</strong>s extremos,pequeñas hipérboles que surgen <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong>experiencias conocidas y que en alg<strong>una</strong>socasiones he podido contrastar en cursos osesiones <strong>de</strong> trabajo en diferentes municipiosespañoles. No son mo<strong>de</strong>los puros, ya quepue<strong>de</strong>n encontrarse en combinaciones diversas.No se trata <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar a ningún ayuntamientoen concreto. Como se dice en alg<strong>una</strong>s películas“cualquier parecido con la realidad es meracoinci<strong>de</strong>ncia” ¿O no?4.1. Despotismo ¿ilustrado?PolíticosPiensan que en el fondo la gente no tiene interéspor la cosa pública. Para eso están los políticosque han sido elegidos <strong>de</strong>mocráticamente, no hacefalta compartir el po<strong>de</strong>r con nadie. Si alguienquiere participar que se presente a las elecciones.Des<strong>de</strong> esta perspectiva no se buscan medios<strong>para</strong> incorporar i<strong>de</strong>as, iniciativas o propuestas<strong>ciudadana</strong>s.TécnicosEl personal técnico municipal ya sabe hacerlo todosin que nadie le diga nada. Son los conocedores<strong>de</strong> la ciencia y <strong>de</strong> la técnica. Rin<strong>de</strong>n cuentassolamente a los políticos. La ciudadanía ha <strong>de</strong>someterse a sus planteamientos y a<strong>de</strong>cuarse asus horarios y funcionamiento. En realidad, laciudadanía es un mal necesario, molestan un pocoy hay que procurar evitarlos cuando no se lespueda convencer que las propuestas municipalesson lógicas y a<strong>de</strong>cuadas.Asociaciones y ciudadaníaLa ciudadanía es “Jobbiana” (<strong>de</strong>l Santo Job, no<strong>de</strong> Hobbes) está armada <strong>de</strong> paciencia y seresigna a sufrir el buen o mal funcionamiento<strong>de</strong> los servicios públicos. En general, las personasindividuales sólo son utilizadas <strong>para</strong> actuacionesque puedan tener alg<strong>una</strong> repercusión electoral.Las asociaciones sólo se preocupan <strong>de</strong> hacer susactivida<strong>de</strong>s, acercándose al ayuntamiento <strong>para</strong>conseguir subvenciones y apoyo material, utilizando<strong>para</strong> ello todo tipo <strong>de</strong> canales, normalmente,poco formalizados y basados en relacionespersonales. Son “las únicas representativas” ysin ellas “no se haría nada en la ciudad”. Se quejan<strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> colaboración <strong>de</strong> la ciudadaníaque no “quiere participar” porque se está muycómodo en casa y lamentan las dificulta<strong>de</strong>s<strong>para</strong> funcionar, achacando esa responsabilidada las administraciones públicas que no les dansuficientes subvenciones <strong>para</strong> hacer aquello que“en el fondo <strong>de</strong>berían hacer los ayuntamientos”.Des<strong>de</strong> esta perspectiva es difícil hacer planteamientos<strong>de</strong> revisión y reforma <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> laasociación porque la causa <strong>de</strong> los males siemprees ajena a la propia entidad.4.2. NormativistaPolíticosEn este escenario, las personas con responsabilidadpolítica consi<strong>de</strong>ran la participación como elcumplimiento <strong>de</strong> la norma. No es necesario irmás lejos. En campaña electoral y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elgobierno municipal, se hacen solemnes<strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> la participación.Se reconoce que es un <strong>de</strong>recho fundamental yque hay un mandato constitucional a los po<strong>de</strong>respúblicos <strong>para</strong> promoverlo.Existe un Reglamento muy elaborado que copia,en el ámbito local, lo que ya está dicho en otrasleyes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Constitución, a la Ley <strong>de</strong> RégimenJurídico <strong>de</strong> las Administraciones Públicas y <strong>de</strong>lProcedimiento Administrativo Común, pasandopor la Ley Reguladora <strong>de</strong> las Bases <strong>de</strong>l RégimenLocal.136


Junto al Reglamento existe <strong>una</strong> arquitectura <strong>de</strong>órganos y consejos <strong>de</strong> participación con <strong>una</strong>buena <strong>de</strong>finición formal, don<strong>de</strong> queda clara sucomposición, cuándo se reúnen, quién los presidirá,cómo se hará el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l día… aunque, no sesabe bien qué funciones va a <strong>de</strong>sarrollar, másallá <strong>de</strong> las meras formalida<strong>de</strong>s administrativasindicadas por el reglamento que los creó.Los cargos electos se pasan el día cantando lasexcelencias <strong>de</strong> la participación y <strong>de</strong> la transversalidad,pero mantienen <strong>una</strong> organización vertical yjerarquizada y, en el fondo sólo les interesa pacificara los movimientos sociales introduciéndolosen dinámicas administrativas ambiguas. Elfuncionamiento <strong>de</strong> la organización municipales garantizar que los procedimientos funcioneny utilizar la maquinaria administrativa burocrática<strong>para</strong> dar respuesta a las peticiones. Si funcionala burocracia, funciona la <strong>de</strong>mocracia.TécnicosEl personal municipal son, por <strong>una</strong> parteanimadores <strong>de</strong> grupos y mantienen <strong>una</strong> relacióncordial y amable con los representantes <strong>de</strong> lasasociaciones. Este grupo suele estar vinculadoa las áreas <strong>de</strong> servicios a las personas y tienenserias dificulta<strong>de</strong>s <strong>para</strong> que las áreas más técnicasentiendan la importancia <strong>de</strong> su trabajo y aceptenalg<strong>una</strong>s sugerencias.Por otra parte, otro sector <strong>de</strong> técnicos sonintérpretes <strong>de</strong> la ley y <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la formalidady <strong>de</strong> la legalidad, paladines <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaformal y pedagogos <strong>de</strong> la participación “<strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n”, que no vaya más allá <strong>de</strong> la consultamás o menos cualificada.Asociaciones y ciudadaníaLas asociaciones participan en consejos y otrosórganos que recogen, formalmente la participaciónpero que, en el fondo, son espacios <strong>para</strong> legitimarla acción municipal. La iniciativa siempre es <strong>de</strong>lgobierno y las asociaciones se limitan a asentiro a contestar, pero rara vez tienen actuacionespropositivas.No les interesa la intervención <strong>de</strong> la ciudadaníaindividual, y así lo exigen al ayuntamiento, porquela “mejor forma <strong>de</strong> participar es medianteasociaciones”. Olvidan que el <strong>de</strong>recho a laparticipación –como el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> asociaciónson<strong>de</strong>rechos individuales, que se ejercen voluntariay libremente, no siendo necesaria la afiliacióna ningún tipo <strong>de</strong> organización <strong>para</strong> su ejercicio.Des<strong>de</strong> esta perspectiva, las asociaciones acabansiendo apéndices municipales que plantean susquejas o reivindicaciones en los órganos consultivos.Llegan incluso a parecer pseudofuncionarios ogestores públicos <strong>de</strong>dicando más tiempo a lasvisitas <strong>de</strong> obra y a las reuniones administrativasque a organizarse internamente o a <strong>de</strong>finir supropio proyecto y llevarlo a la práctica.La ciudadanía individual es carne <strong>de</strong> son<strong>de</strong>o. Seles conce<strong>de</strong>n trámites <strong>de</strong> audiencia por correoordinario o electrónico pero no tienen acceso niposibilidad <strong>de</strong> presentar iniciativas o hacerpropuestas <strong>de</strong> manera organizada o interveniren órganos <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>.4.3. Ciudadano-Cliente:la coartada <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l servicioPolíticosEl ayuntamiento tiene un buen servicio <strong>de</strong>información, orientación y atención <strong>ciudadana</strong>.Cualquier persona que se acerque a las<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias municipales es bien atendida yresuelve sus dudas y problemas, o cuantomenos, es orientada hacia don<strong>de</strong> <strong>de</strong>be dirigirse.La tramitación administrativa es ágil y eficaz.Se dan respuestas inmediatas, ya sea <strong>para</strong> aceptarlo que se solicita, o <strong>para</strong> explicar con muy buenaspalabras y educadamente la imposibilidad <strong>de</strong>aten<strong>de</strong>r la petición.Los cargos electos son verda<strong>de</strong>ros gestores querealizan tareas <strong>de</strong> seguimiento técnico y velanpor la limpieza, la calidad y la buena imagen<strong>de</strong> los servicios públicos y <strong>de</strong> sus actuaciones.Saben que el ciudadano es el cliente a mantenersatisfecho <strong>para</strong> que siga comprando la marca,se afanan por mantener buenas relaciones conFernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s137


los grupos más significativos <strong>de</strong>l territorio, ydar respuesta inmediata a sus peticiones aunqueno tengan lógica. A veces es difícil <strong>de</strong>terminardon<strong>de</strong> acaba el rol político y empieza el rol técnicoapareciendo <strong>una</strong> nueva especie: la politécnica.TécnicosUna parte <strong>de</strong>l personal técnico municipal <strong>de</strong>sarrolla<strong>una</strong> tarea <strong>de</strong> relaciones públicas, tratando a laciudadanía como clientes que merecen ser bienatendidos y, aunque no se les resuelva el problema,la gente se pue<strong>de</strong> marchar contenta <strong>de</strong>l buentrato recibido.Los sistemas <strong>de</strong> información funcionan y, <strong>de</strong> hecho,son un pilar fundamental <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> gobierno,a veces más que información es publicidad opropaganda, pero se trata <strong>de</strong> hacer llegar elmensaje a la ciudadanía. Se incorporan nuevastecnologías <strong>para</strong> que las personas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su propiacasa, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mercado o incluso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cajeroautomático o cualquier equipamiento público,accedan a la información o realicen cualquierpetición a los servicios municipales, pudiendoincluso solicitar certificaciones, permisos, presentarquejas iniciativas, reclamaciones…Asociaciones y ciudadaníaLas asociaciones utilizan locales municipales y<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l ayuntamiento <strong>para</strong> su funcionamiento.La mayor parte <strong>de</strong> sus recursos no son propiossino municipales. Alg<strong>una</strong>s tienen, incluso, <strong>una</strong>estructura técnica que les permite utilizar losnuevos medios informáticos <strong>para</strong> gestionar susactivida<strong>de</strong>s aunque les cuesta incorporar másgente a la asociación. Ofrecen servicios a preciosasequibles y calidad discutible, y consiguen másclientes que socios.La ciudadanía está bien atendida, tiene <strong>una</strong> buenacalidad <strong>de</strong> servicio pero ni reclama, ni se le pi<strong>de</strong>,ningún otro compromiso o implicación con laciudad. Los medios <strong>de</strong> comunicación municipalessaben ven<strong>de</strong>r bien el producto y no hace faltanada más. Como mucho la relación con elayuntamiento se basa en el “yo pago impuestosy por eso pido o reclamo”, es <strong>de</strong>cir se asume elpapel <strong>de</strong> cliente o consumidor <strong>de</strong> servicio público,y no el <strong>de</strong> ciudadano, con <strong>de</strong>rechos políticos quereclama a sus representantes la gestión a<strong>de</strong>cuada<strong>de</strong> los recursos colectivos.4.4. EstratégicoPolíticosSaben que la <strong>de</strong>mocracia mediante representantes,por sí sola, no permite construir ciudadanía activa.Apuestan <strong>de</strong>cididamente por líneas <strong>de</strong> actuaciónque permitan la participación <strong>ciudadana</strong> en laelaboración y gestión <strong>de</strong> las políticas públicasmunicipales.Están convencidos que no son sólo <strong>administración</strong>,sino, sobretodo, gobierno y, en el ejercicio <strong>de</strong> sufunción política han <strong>de</strong> dirigir la acción municipaly han <strong>de</strong> relacionarse con los otros po<strong>de</strong>res públicos<strong>para</strong> conseguir <strong>una</strong> mejor <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los intereses<strong>de</strong> su ciudad y su población.Para mejorar la calidad <strong>de</strong> su representación, hansido <strong>de</strong>signados mediante elecciones primariasen sus partidos en base al diálogo, al consenso ya los mejores perfiles <strong>para</strong> asumir la responsabilidadpolítica. Se esfuerzan en mejorar su formacióny su capacidad personal y colectiva, provocandolos <strong>de</strong>bates en el seno <strong>de</strong>l gobierno, <strong>de</strong>finiendoclaramente los objetivos y proyectos a impulsary rindiendo, regularmente, cuentas a la ciudadanía.Consi<strong>de</strong>ran la participación como un eje transversalque ha <strong>de</strong> afectar a toda la actividad municipaly un factor que aña<strong>de</strong> valor a las políticas públicas.Se sienten comprometidos en buscar losinstrumentos y canales que favorezcan el <strong>de</strong>rechoa la participación y el impulso <strong>de</strong> procesosparticipativos e iniciativas <strong>ciudadana</strong>s.Preten<strong>de</strong>n que la participación <strong>ciudadana</strong> nosea objeto <strong>de</strong> controversia política con laoposición y formalizan un gran pacto político<strong>para</strong> promoverla. Este pacto se hace extensivoa las organizaciones <strong>ciudadana</strong>s, a fin <strong>de</strong> poneren común, los medios necesarios <strong>para</strong> conseguirla máxima implicación <strong>ciudadana</strong> y no sólo <strong>de</strong>las entida<strong>de</strong>s.138


Su actividad principal es hacer política <strong>de</strong> ciudad,conocer los diferentes rincones <strong>de</strong>l municipio yla actividad económica y social <strong>de</strong>l territorio,escuchando a la ciudadanía, a los comerciantesa los empresarios, a los profesionales… a todosaquellos que viven o se interesan por la ciudad,buscando la manera <strong>de</strong> incorporar su conocimientoy su visión al mejor diseño <strong>de</strong> las actuacionesmunicipales.La organización municipal, en su conjunto, nosólo el área <strong>de</strong> servicios personales, se orientahacia la mejor manera <strong>de</strong> ofrecer el serviciopúblico y a ser transparente y permeable a lasiniciativas <strong>ciudadana</strong>s. Los responsables políticosaniman al personal municipal a cumplireficazmente sus trabajos y les dotan <strong>de</strong> mediostécnicos y formativos <strong>para</strong> su mejor actuación.TécnicosEl personal municipal se siente parte <strong>de</strong> <strong>una</strong>organización cuyo objetivo principal es satisfacerlas necesida<strong>de</strong>s <strong>ciudadana</strong>s, prestando servicios<strong>de</strong> calidad y contando con la iniciativa, propuestae intervención <strong>ciudadana</strong>.Ponen en marcha los proyectos <strong>de</strong> acuerdo conlas directrices políticas, planificando y organizandolas actuaciones necesarias. Los procedimientosadministrativos se revisan y a<strong>de</strong>cuan <strong>para</strong> favorecerla intervención <strong>ciudadana</strong>.Se apren<strong>de</strong> <strong>de</strong> las experiencias propias y ajenas<strong>para</strong> poner en marcha procesos participativos enel diseño <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> actuación municipal.Los reglamentos, órganos y canales <strong>de</strong> participaciónse van construyendo en base a las funciones yobjetivos que <strong>de</strong>ben cumplir, se realizan, teniendoen cuenta las particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los diferentesagentes que pue<strong>de</strong>n formar parte y se elaboransus contenidos mediante procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>batey participación amplios.marcha iniciativas económicas vinculadas a sufinalidad u objeto social, tratando <strong>de</strong> incorporarcomo socios a los usuarios o clientes <strong>de</strong> esosservicios.Mejoran su organización interna y <strong>de</strong>finencanales y medios <strong>para</strong> facilitar la participación<strong>de</strong>l máximo número posible <strong>de</strong> personas en elproyecto asociativo. Siguen un código ético querespeta, protege y aplica los valores <strong>de</strong>mocráticosen el funcionamiento <strong>de</strong> la asociación.En cumplimiento <strong>de</strong> su propio proyecto, buscanlos canales <strong>de</strong> relación con el ayuntamiento,<strong>para</strong> hacer posible la mejora <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>vida <strong>de</strong> las personas que viven o usan la ciudad.Existe <strong>una</strong> red <strong>de</strong> asociaciones que se coordinaentre sí, organizando conjuntamente <strong>de</strong>terminadosproyectos, aprovechando las sinergias ypotencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada <strong>una</strong>, sin establecerrelaciones <strong>de</strong> competencia, sino <strong>de</strong> cooperación.La ciudadanía es <strong>una</strong> pieza clave en los procesosparticipativos a los que siempre se trata <strong>de</strong>incorporar. Son a la vez sujeto activo y objeto <strong>de</strong>las políticas públicas y pue<strong>de</strong>n encontrar medios<strong>para</strong> po<strong>de</strong>r ejercer su <strong>de</strong>recho a intervenir enla mejora <strong>de</strong> la cosa pública.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sAsociaciones y ciudadaníaLas asociaciones elaboran y re<strong>de</strong>finen su propioproyecto, buscan formas <strong>de</strong> autonomía, tratando<strong>de</strong> crear recursos propios que no las hagan<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> las administraciones. Ponen en139


5. Formas <strong>de</strong> participación5.1. La participación individualAquí se ubican aquellos canales diseñados <strong>para</strong>ser utilizados por los ciudadanos a título individual,sin que ello impida su uso por asociaciones ogrupos <strong>de</strong> personas.Aquí <strong>de</strong>jo un breve inventario:Canales <strong>de</strong> informaciónNo es exactamente un canal <strong>de</strong> participaciónpero es requisito necesario <strong>para</strong> que la puedahaber. La información tiene que ser clara, rápiday eficaz y servir a la finalidad <strong>para</strong> la que se produce.Mediante revistas, boletines, página web, accesodirecto a los archivos, copias <strong>de</strong> expedientes,registro <strong>de</strong> ciudadanos interesados (especie <strong>de</strong>lista <strong>de</strong> correo <strong>de</strong> inscripción voluntaria a la quese envían informaciones sobre temas concretos)y otros medios similares.Intervención oral en las sesiones públicas <strong>de</strong> losórganos <strong>de</strong> gobiernoConsiste en la posibilidad <strong>de</strong> hacer preguntaso intervenciones en las sesiones públicas <strong>de</strong> losórganos <strong>de</strong> gobierno, especialmente los Plenosmunicipales.Aquí también nos encontramos con un nivelconcreto y primario <strong>de</strong> participación, pues lapersona que interviene, pue<strong>de</strong> hacerse escucharen el marco institucional <strong>de</strong> la celebración <strong>de</strong> unpleno. Aun así, es difícil que se dé <strong>una</strong> regularida<strong>de</strong>n estas intervenciones si las personas queintervienen no tienen un marco organizativo <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el cual puedan mejorar su gestión y eficacia.Debe tenerse en cuenta, no obstante, que losPlenos municipales no son espacio <strong>de</strong> participacióny no pue<strong>de</strong> reducirse la iniciativa <strong>ciudadana</strong> asu posible intervención en ellos. Se necesitan otrosinstrumentos más a<strong>de</strong>cuados. El Pleno sería, quizás,el lugar don<strong>de</strong> solemnizar <strong>de</strong>terminadas propuestaso iniciativas a fin <strong>de</strong> darle mayor visibilidad yrepercusión.Audiencias públicas respecto temas concretosPo<strong>de</strong>mos encontrar dos mo<strong>de</strong>los diferentes: laaudiencia con propuesta y la audiencia sinpropuesta.La audiencia sin propuesta se parece mucho a<strong>una</strong> forma más <strong>de</strong> información, mediante la cualel ayuntamiento da a conocer <strong>de</strong>terminadainiciativa, proyecto o plan, recogiendo lasaportaciones que hace el público asistente.En la audiencia con propuesta el ayuntamientono sólo escucha, sino que se compromete arespon<strong>de</strong>r la petición planteada o a poner enmarcha los medios a<strong>de</strong>cuados <strong>para</strong> darla.Iniciativa <strong>ciudadana</strong>Se pue<strong>de</strong>n recoger cuatro tipos <strong>de</strong> iniciativas:La propuesta <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados puntos <strong>de</strong>lor<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l día <strong>de</strong>l pleno <strong>para</strong> <strong>de</strong>spués po<strong>de</strong>rplantear el asunto cuando se celebre la sesióncorrespondiente.La propuesta <strong>de</strong> <strong>una</strong> iniciativa o acuerdo que<strong>de</strong>ba tomar la Junta <strong>de</strong> gobierno local o elPleno municipal, sobre temas <strong>de</strong> interés ycompetencia municipal, como un reglamento,or<strong>de</strong>nanza o acción concreta.El ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición medianteel cual se solicita al gobierno municipal o acualquiera <strong>de</strong> sus miembros <strong>una</strong> <strong>de</strong>mandaconcreta <strong>para</strong> cuya tramitación no existaproceso administrativo específico.La solicitud <strong>de</strong> <strong>una</strong> consulta popular.Consulta popular y referéndumEs un medio poco utilizado, consistente en llamaral conjunto <strong>de</strong> ciudadanos a dar su opinión sobreun tema concreto. Si se utiliza el censo electoraly el procedimiento electoral se llama referéndum.Jurados ciudadanosParecidos a los trib<strong>una</strong>les <strong>de</strong>l jurado en la justiciapenal estos jurados ciudadanos están formadospor personas elegidas aleatoriamente <strong>de</strong>l censoelectoral que tienen como función emitir un140


dictamen <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un <strong>de</strong>bate realizado a partir<strong>de</strong> información suficiente <strong>de</strong> las diferentesposiciones sobre un tema concreto. Tienen suorigen en Alemania y se realizaron alg<strong>una</strong>sexperiencias en municipios catalanes y vascosen las últimas legislaturas (Sánchez J, 2000).Proyectos concretosExisten, también un buen número <strong>de</strong> iniciativasreferidas a programas concretos <strong>de</strong> actuación:presupuestos participativos, planeamientourbanístico, planificación estratégica, agendas21 y programas <strong>de</strong> sostenibilidad, planes <strong>de</strong>igualdad, planes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo comunitario…(Font J, 2001)5.2. La participación <strong>de</strong> las asociacionesUna buena parte <strong>de</strong> los reglamentos <strong>de</strong>participación y <strong>de</strong> la práctica municipal trataespecialmente este tipo <strong>de</strong> participación, enparticular la <strong>de</strong> las asociaciones <strong>de</strong> vecinos.Es muy importante la implicación <strong>de</strong> las asociaciones<strong>ciudadana</strong>s en los <strong>de</strong>bates sobre las políticaspúblicas ya que, si la implicación <strong>de</strong> la gente sehace mediante organizaciones que pue<strong>de</strong>nfavorecer mejor la <strong>de</strong>liberación, pue<strong>de</strong> esperarse<strong>una</strong> mejora <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> esa participación.La premisa imprescindible es que esas asociacionesno limiten su intervención a los más directamenteimplicados en la asociación sin trasladar lainformación a<strong>de</strong>cuada al conjunto <strong>de</strong> personasvinculadas a la misma. No se trata <strong>de</strong> cualificarla intervención <strong>de</strong>l o la representante <strong>de</strong> laasociación por el hecho <strong>de</strong> que lo sea, sino porquese provoca el valor añadido que la organizaciónsocial pue<strong>de</strong> aportar a la participación, mediantecanales propios <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate y propuesta.En ocasiones, pue<strong>de</strong> ocurrir que la presenciasistemática <strong>de</strong> representantes <strong>de</strong> asociacionesen espacios <strong>de</strong> interlocución con los ayuntamientos(y otras administraciones) hacen olvidar la relación<strong>de</strong> esas asociaciones con su espacio natural: sociosy otras personas vinculadas, <strong>de</strong>dicándole mástiempo y energía al seguidismo institucional quea la elaboración <strong>de</strong>l propio proyecto y en función<strong>de</strong> éste a su relación con los po<strong>de</strong>res públicos.5.3. Órganos <strong>de</strong> participaciónTienen carácter consultivo, por imperativo legal,y pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> tipo territorial cuando hacenreferencia a un espacio concreto <strong>de</strong>l municipio(barrio, zona, distrito…) o <strong>de</strong> tipo sectorial cuandose refieren a un ámbito <strong>de</strong> actuación política(cultura, juventud, <strong>de</strong>portes, medio ambiente…).Algunos <strong>de</strong> estos órganos prevén la incorporación<strong>de</strong> personas individuales convocadas pordiferentes tipos <strong>de</strong> procedimiento, normalmente<strong>de</strong> tipo aleatorio. En muchísimas ocasiones losúnicos miembros <strong>de</strong> esos órganos son asociacionesu otro tipo <strong>de</strong> organizaciones sociales que, porotra parte, tiene dificultad <strong>para</strong> elaborar supropio proyecto. ¿Dón<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n obtener, losrepresentantes <strong>de</strong> estas entida<strong>de</strong>s, la informaciónsuficiente <strong>para</strong> valorar eficazmente las <strong>de</strong>cisionesque este órgano <strong>de</strong>berá tomar? ¿Qué medios<strong>de</strong> información y <strong>de</strong>bate provocan en sus propiasestructuras <strong>para</strong> que los representantes en esosórganos no actúen <strong>de</strong> manera individual, sinoen representación <strong>de</strong>l proyecto asociativo?Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s141


6. El reglamento municipal <strong>de</strong> participación6.1. ¿Pue<strong>de</strong> haber participaciónsin reglamento?No sólo pue<strong>de</strong> sino que, en realidad hay. Existenmuchos municipios sin Reglamento <strong>de</strong> participacióny en cambio tienen establecidos diversos canales<strong>de</strong> relación entre la ciudadanía y el gobierno.Existen diversos tipos <strong>de</strong> reuniones, encuentros,contactos, presencia <strong>ciudadana</strong> en los Plenosmunicipales, Consejos sectoriales y territorialessin regulación específica y, no obstante, permitenel encuentro regular <strong>de</strong> los responsables políticoscon la ciudadanía, en <strong>una</strong> práctica continuaque ha ido creando <strong>una</strong> especie <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoconsuetudinario.También hay municipios con un reglamentoaprobado en su día “porque tocaba”, pero sinaplicación total o parcial y se ha ido <strong>de</strong>sconociendo,en la práctica, creando figuras y canales noprevistos inicialmente que han acabado<strong>de</strong>sdibujando el propio texto aprobado.6.2. ¿Pue<strong>de</strong> haber reglamentosin participación?Son necesarios, pues, medios a<strong>de</strong>cuados <strong>para</strong>“facilitar” la práctica <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho, y correspon<strong>de</strong>,por mandato constitucional, a los po<strong>de</strong>res públicosla búsqueda <strong>de</strong> esos medios, pero <strong>de</strong>bemos aclararque “las normas no hacen la participación”.Ayudan, pero no garantizan su ejercicio.Nuestro sistema jurídico, a partir <strong>de</strong> la constituciónha promovido numerosas normas con rango<strong>de</strong> ley don<strong>de</strong> se regulan diversos aspectos <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho a la participación: la ley 30/1992 <strong>de</strong>régimen jurídico <strong>de</strong> las administraciones públicasy <strong>de</strong>l procedimiento administrativo común o laley 7/1985 reguladora <strong>de</strong> las bases <strong>de</strong>l régimenlocal por citar dos <strong>de</strong> ellas. Alg<strong>una</strong>s leyes sectoriales,también lo proclaman. O la Directiva MarcoEuropea 2000/60/CE y el Real Decreto 907/2007<strong>de</strong> planificación hidrológica que obliga a realizarlos planes <strong>de</strong> aprovechamiento <strong>de</strong> las cuencasincorporando procesos <strong>de</strong> participación.La existencia <strong>de</strong> esas normas, ni siquiera las <strong>de</strong>rango constitucional, no han garantizado (y nogarantizaran) la participación. Entre otrasmuchas razones, porque se requiere <strong>una</strong> actitudproactiva <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos y no tan sóloun “consentimiento” respecto <strong>de</strong> su realización.Pue<strong>de</strong>n ayudar a superar resistencias pero,también pue<strong>de</strong>n convertirse en un meroinstrumento formal, un cumplimiento <strong>de</strong> untrámite cualificado <strong>de</strong> información pública.El <strong>de</strong>recho a la participación, como todos los<strong>de</strong>rechos personales o subjetivos, sólo existe enla realidad si es ejercido. Así, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> reunióno el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> asociación no serían más quemeras <strong>de</strong>claraciones legislativas si la ciudadaníano se reuniera o no se asociara. La única posibilidad<strong>de</strong> convertir en realidad un <strong>de</strong>recho es su ejercicio.Y <strong>para</strong> que se pueda realizar un <strong>de</strong>recho hay quepo<strong>de</strong>r disponer <strong>de</strong>l instrumental, <strong>de</strong> los mediosy canales a<strong>de</strong>cuados <strong>para</strong> su ejercicio. Si, porejemplo, <strong>para</strong> ejercer el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> asociación<strong>de</strong>biera cumplirse un farragoso trámiteadministrativo o un control gubernativo <strong>de</strong> suejercicio, como ocurría en el franquismo, se<strong>de</strong>sincentivaría su ejercicio.142


7. Los planes <strong>de</strong> participación.7.1. Por un Plan <strong>de</strong> participaciónEn el año 2000, <strong>de</strong>cía “Se echa <strong>de</strong> menos enlos municipios <strong>una</strong> especie <strong>de</strong> plan estratégico<strong>de</strong> la participación en el que se plantee qué sepue<strong>de</strong> hacer con el capital humano que representala capacidad y la voluntad <strong>de</strong> las personas queviven en la ciudad y no sólo <strong>para</strong> situaciones<strong>de</strong> emergencia o protección civil o <strong>de</strong>fensaforestal, sino en el día a día, en la cotidianeidad<strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> la ciudad, previendoformas <strong>de</strong> intervención individual o medianteorganizaciones <strong>ciudadana</strong>s”.“Un hipotético plan estratégico <strong>de</strong> la participación<strong>ciudadana</strong> <strong>de</strong>bería prever, por <strong>una</strong> parte, lareclamación por parte <strong>de</strong>l ayuntamiento (juntocon otros ayuntamientos) <strong>de</strong> un ámbitocompetencial más amplio con capacidad <strong>de</strong>convocatoria hacia los órganos territorialesautonómicos o estatales <strong>para</strong> que comparezcanen los actos <strong>de</strong> información <strong>ciudadana</strong> y en loscanales <strong>de</strong> participación que se establecen.Igualmente, <strong>de</strong>bería <strong>de</strong>finir la organizacióninterna <strong>de</strong>l ayuntamiento <strong>para</strong> poner el acentoen la relación directa con la ciudadanía, a hacertransparente y traspasable la actuaciónadministrativa”.“Por otro lado, <strong>de</strong>bería conocer la situación real<strong>de</strong> su tejido asociativo, la dispersión o coordinación<strong>de</strong> las asociaciones <strong>de</strong> su ciudad, sus potencialida<strong>de</strong>sy <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, la capacidad <strong>de</strong> sus dirigentes <strong>de</strong>llevar a cabo su propio proyecto, y sobre la base<strong>de</strong> estos planteamientos diseñar <strong>una</strong>s líneas <strong>de</strong>apoyo, económico, técnico, material, <strong>para</strong> laestructuración y consolidación <strong>de</strong> las organizaciones<strong>ciudadana</strong>s”.“Con estas dos premisas, <strong>de</strong>berían diseñarse lasacciones, programas, canales, protocolos, órganosy sistemas que hicieran sentir a la ciudadaníaque su voz y su intervención son necesarias,individualmente consi<strong>de</strong>radas, pero sobre todocuando se organizan colectivamente”.“Es cierto que esto pue<strong>de</strong> provocar fuertes<strong>de</strong>scalabros en los gobiernos locales, preocupadospor la estabilidad y el mantenimiento <strong>de</strong> lospactos políticos necesarios <strong>para</strong> garantizarla.Por esto es necesario que este tipo <strong>de</strong>planteamientos, que la búsqueda <strong>de</strong> fórmulasinnovadoras se haga bajo el máximo consensoposible <strong>para</strong> repartir el coste político quesignifican estas innovaciones”.“Imaginemos, por ejemplo, que fruto <strong>de</strong> esteplan estratégico se llega a la conclusión <strong>de</strong> queno se pue<strong>de</strong>n dar subvenciones pequeñas atantas asociaciones pequeñas, sino que resultarámás efectivo incentivar la coordinación y laconexión interasociativa y apoyar <strong>de</strong>terminadosprogramas y no otros. ¿Quién asumirá el costepolítico <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>cisión? ¿Tan sólo el equipo<strong>de</strong> gobierno? Sería muy lamentable que laoposición convirtiera en caballo <strong>de</strong> batalla <strong>una</strong>cuestión que está en las bases <strong>de</strong>l sistema<strong>de</strong>mocrático. Así pues, es necesario un pactopolítico previo <strong>de</strong> ámbito supramunicipal, que<strong>de</strong>cida la realización <strong>de</strong> estas propuestasinnovadoras, y comprometa a todos los partidospolíticos a no hacer «sangre» con los resultadospositivos o negativos <strong>de</strong> estas propuestas”(Pindado, 2000: 31,33-34).Para po<strong>de</strong>r realizar ese plan <strong>de</strong> participación hayque trabajar en tres gran<strong>de</strong>s ámbitos:a) la <strong>administración</strong> municipal incluyendo alos responsables políticos y técnicos,b) la ciudadanía y sus asociaciones,c) los procesos y dinámicas administrativas.7.2. Hay planes municipales,pero no <strong>de</strong> participaciónLos ayuntamientos han ido <strong>de</strong>sarrollando técnicas,cada vez más <strong>de</strong>puradas, <strong>de</strong> planificación <strong>de</strong>sus actuaciones. La mayor parte <strong>de</strong> las experiencias“planificadoras”, se han centrado, no obstanteen el campo urbanístico, quizás por el peso <strong>de</strong>esa competencia concreta y la exigencia real <strong>de</strong>la actuación en este ámbito.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s143


Sin embargo, no se conocen <strong>de</strong>masiadasexperiencias que hayan planificado la intervención<strong>ciudadana</strong> en el diseño, elaboración, ejecucióny evaluación <strong>de</strong> las políticas públicas municipales.No existen planes <strong>para</strong> capacitar a los diferentesagentes a fin <strong>de</strong> hacer más eficaz su intervencióny <strong>para</strong> or<strong>de</strong>nar la organización municipal conel objeto <strong>de</strong> hacerla permeable y traspasable aesa intervención <strong>ciudadana</strong>.7.3. Se necesita planificar la participaciónSe propone, pues, la reflexión y la prácticaalre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> esta necesaria planificación. Enestos ámbitos <strong>de</strong> la gestión pública, existe lacostumbre <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicar más tiempo <strong>de</strong> reflexióna las fases <strong>de</strong> ejecución que a las <strong>de</strong> diseño yelaboración. Esto se <strong>de</strong>be a la inercia activistamotivada por las <strong>de</strong>mandas sociales y la falta<strong>de</strong> cultura planificadora y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocimiento<strong>de</strong> los instrumentos a utilizar.A modo <strong>de</strong> confirmación <strong>de</strong> esta hipótesispo<strong>de</strong>mos señalar el resultado <strong>de</strong> los talleres <strong>de</strong>participación realizados en San Sebastián enoctubre <strong>de</strong> 2003 (12) . En la evaluación realizadapor los propios ayuntamientos se apuntabancomo <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s (es <strong>de</strong>cir como elementosnegativos que dificultan la función política ytécnica) la inercia activista <strong>de</strong>l día a día motivadapor las <strong>de</strong>mandas sociales, la falta <strong>de</strong> culturaplanificadora, el <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> losinstrumentos a utilizar y/o la cultura <strong>de</strong> lainmediatez en la que políticos, técnicos yciudadanos ponen el acento en la visualización<strong>de</strong> los resultados, más que en su coherencia oeficiencia.Es necesario corregir esta ten<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong>finirbien las acciones a realizar a partir <strong>de</strong> un planpreviamente establecido con objetivos claros y<strong>de</strong>terminados e indicadores capaces <strong>de</strong> medirel grado <strong>de</strong> consecución <strong>de</strong> dichos objetivos, yla eficiencia <strong>de</strong> los recursos empleados. Paraello es necesario partir <strong>de</strong> un diagnosticosuficientemente consensuado por los diferentesagentes <strong>de</strong>l proceso: políticos, técnicos,organizaciones sociales y ciudadanía.El enfoque que se propone preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>dicarletiempo a la reflexión y al conocimiento, tantoen la fase <strong>de</strong> diagnóstico, como en las <strong>de</strong> diseñoy elaboración <strong>de</strong> propuestas, y en las <strong>de</strong> ejecución,seguimiento y evaluación.7.4. Diferentes mo<strong>de</strong>los<strong>de</strong> planes <strong>de</strong> participaciónA pesar <strong>de</strong> los intentos por <strong>de</strong>finir mo<strong>de</strong>los máso menos cerrados <strong>de</strong> planificación <strong>de</strong> laparticipación, la realidad, siempre tozuda, nosmuestra su flexibilidad, fruto <strong>de</strong> la capacidadcreativa e innovadora <strong>de</strong> los responsablespolíticos y técnicos locales.Fruto <strong>de</strong> la experiencia realizada en Cataluña,la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana<strong>de</strong>finió diferentes mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> planes <strong>de</strong>participación (13) .Integral o estratégicoIncluye <strong>una</strong> fase <strong>de</strong> diagnosis y <strong>una</strong> <strong>de</strong> propuestastanto en el ámbito <strong>de</strong> la organización municipalcomo en el <strong>de</strong> la ciudadanía. Este mo<strong>de</strong>lo quieretrabajar "hacia <strong>de</strong>ntro" y “hacia fuera". Recogeactuaciones a realizar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la organización:mejoras técnicas, <strong>de</strong> procedimientos, <strong>de</strong>capacitación <strong>de</strong> su personal, <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> loscanales y órganos a disposición <strong>de</strong> la ciudadanía,cartas <strong>de</strong> servicios, sistemas <strong>de</strong> información yatención <strong>ciudadana</strong>s, plan <strong>de</strong> comunicación, uso<strong>de</strong> nuevas tecnologías ... con activida<strong>de</strong>s dirigidasa capacitar a la ciudadanía y sus organizaciones:(12)Para más información respecto <strong>de</strong> los Planes Estratégicos <strong>de</strong> participación, consultar el Taller “Construimos un planestratégico” Yolanda Jiménez, Begoña Oltra. Coord. Fernando Pindado, en las Jornadas organizadas por la Fe<strong>de</strong>ración Española<strong>de</strong> Municipios y Provincias y el Ayuntamiento <strong>de</strong> San Sebastián. Octubre 2003.(13)Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scargar el artículo <strong>de</strong> la Revista “Innovació <strong>de</strong>mocrática” en http://www10.gencat.net/drep/binaris/innd2_tcm112-53849.pdf144


plan <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong>l asociacionismo, incorporación<strong>de</strong> ciudadanía no asociada a los órganosconsultivos y procesos ...El resultado <strong>de</strong> este mo<strong>de</strong>lo es un marco general<strong>de</strong> actuaciones al que se pue<strong>de</strong>n ir añadiendolas <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> cada ejercicio en concretoconformando un conjunto sistematizado queayuda a visualizar la importancia <strong>de</strong> la participaciónen la acción <strong>de</strong> gobierno y aprovechar lasdiferentes sinergias.Or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> canales y órganosAquí las propuestas hacen referencia a recoger,inventariar, <strong>de</strong>scribir e, incluso, analizar loscanales y órganos <strong>de</strong> participación existentesen la ciudad o pueblo. No hay <strong>una</strong> diagnosissobre otros elementos <strong>de</strong> la organizaciónmunicipal. El resultado es el conocimiento <strong>de</strong>esos canales y las actuaciones necesarias <strong>para</strong>mejorar su eficacia.NormativoEn este caso el Plan <strong>de</strong> participación se dirige ala elaboración o <strong>de</strong>spliegue, si ya está elaborado,<strong>de</strong>l reglamento <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong> o<strong>de</strong> cualquier otro elemento normativo regulador<strong>de</strong> la participación. Lo importante es la regulación<strong>de</strong> los canales e instrumentos que han <strong>de</strong> favorecerla participación.SistemáticoSe vincula la realización <strong>de</strong>l Plan <strong>de</strong> participacióna otros proyectos que están en marcha en laciudad, a los cuales ayuda a <strong>de</strong>finir y <strong>de</strong>sarrollar.Por ejemplo, el Programa <strong>de</strong> actuación municipalo el Plan <strong>de</strong> civismo. Trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir <strong>una</strong> especie<strong>de</strong> “sistema” <strong>de</strong> participación que engloba todaslas actuaciones relacionadas con la materiaaunque se trata más <strong>de</strong> un agregado <strong>de</strong> accionesque <strong>de</strong> <strong>una</strong> orientación conjunta e interactiva.en el planeamiento urbanístico, requiere <strong>de</strong> <strong>una</strong>serie <strong>de</strong> instrumentos y canales. El conjunto <strong>de</strong>esos instrumentos se suele <strong>de</strong>nominar programao plan <strong>de</strong> participación. No tiene sustantividadpropia más allá <strong>de</strong>l programa concreto en elque se <strong>de</strong>sarrolla.Coincido, en parte, con la clasificación promovidapor la Fundación Kaleidos.red. Es la siguiente:INSTRUMENTOReglamento <strong>de</strong>participaciónPlan Municipal <strong>de</strong><strong>Participación</strong> CiudadanaPlan Director <strong>de</strong><strong>Participación</strong> CiudadanaPlan Estratégico <strong>de</strong><strong>Participación</strong> CiudadanaOBJETIVONormativizar laparticipación, yasea <strong>de</strong> maneraparticipada o no.Establecer accionesconcretas <strong>para</strong>promover y fomentar laparticipación <strong>ciudadana</strong>,ya sea <strong>de</strong> maneraparticipada o no.Reflexionar, or<strong>de</strong>nary establecer lasdirectrices <strong>de</strong> laspolíticas participativas.Instrumento <strong>de</strong>gestión <strong>de</strong>l gobierno.Generar un pacto <strong>de</strong>consenso entre elAyuntamiento y laciudadanía con relacióna la participaciónestableciendo lasdirectrices y volunta<strong>de</strong>s.Fuente: “Manual <strong>de</strong> equipamientos <strong>de</strong> proximidad”.Fundación “Kaleidos.Red”. Madrid. 2006. Pág. 148.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sEspecíficoSe suele etiquetar también como “plan <strong>de</strong>participación” la programación concreta dirigidaa un tema concreto. Por ejemplo la participación145


BibliografíaALGUACIL, J. (ed) Ciudadanía, ciudadanos y <strong>de</strong>mocracia participativa. Teguise Lanzarote: FundaciónCésar Manrique. 2003.BARTHÉLEMY, M. Asociaciones: ¿Una nueva era <strong>de</strong> la participación?. Valencia: Tirant lo Blanch, 2003.BORJA, J. La ciudad conquistada. Madrid: Alianza. 2003.BRUGUÉ, Q. (coord), DONALDSON, M., DE MAYA, S. y PINYOL, G. Democratizar l'Administració.Li<strong>de</strong>ratge i institucions públiques <strong>de</strong>liberatives. Barcelona: Fundació Catalunya Segle XXI. EditorialMediterrània, 2005.BRUGUÉ, Q., DONALDSON, M. y MARTÍ, S. (coords) Democratitzar la <strong>de</strong>mocràcia. Reptes imecanismes <strong>de</strong> participació en l'àmbit local. Barcelona: Fundació Catalunya segle XXI, 2003.CANTO, M. (ed) Derecho <strong>de</strong> ciudadanía. Responsabilidad <strong>de</strong>l Estado. Barcelona: Icaria, 2005.CAPDEVILA, I., COMÍN, T., DE MIQUEL, J., GELI-STENHAMMAR, E., GUERRA, C., MANONELLES,M., y SOLS, J., Governabilitat <strong>de</strong>mocràtica global. Proposta d'organització institucional. Barcelona:Edicions Raima, 2007.CASTELLS, M. La Era <strong>de</strong> la información. La sociedad red. Madrid: Alianza, 1997.CLIMENT, C. La sociedad esencial. La <strong>de</strong>mocracia entre el altruismo y el autoritarismo. Valencia:Tirant lo Blanch, 2007.CORTINA, A. Ética aplicada y <strong>de</strong>mocracia radical. Madrid: Tecnos, 1993.CORTINA, A. Ciudadanos <strong>de</strong>l mundo. Hacia <strong>una</strong> teoría <strong>de</strong> la ciudadanía. Madrid. Alianza, 1997.CORTINA, A. Alianza y contraro. Política, ética y religión. Madrid: Editorial Trotta, 2001.CROUCH, C. Post<strong>de</strong>mocracia. Madrid: Santillana, 2004.DE LA TORRE, F. Participacio ciutadana. El compromís amb la vida pública. Barcelona: FundacióLluis Carulla-ESADE, 2007.DELGADO, M. Socieda<strong>de</strong>s movedizas. Pasos hacia <strong>una</strong> antropología <strong>de</strong> las calles. Barcelona:Anagrama, 2007.DWORKIN, R., GUTMANN, A., GARZÓN, E., SHAPIRO, I., KAHN, P.W., SCANLON, T.M. y WADRON,J. Democracia <strong>de</strong>liberativa y <strong>de</strong>rechos humanos. Barcelona: Gedisa editorial, 2004.ESCUDERO, M. Homo globalis. En busca <strong>de</strong>l buen gobierno. Madrid: Espasa, 2005.FONT, J. Ciudadanos y <strong>de</strong>cisiones públicas. Barcelona: Ariel, 2001.FONT J. y BLANCO I. Polis, la ciutat participativa. Barcelona: Organismo Autónomo Flor <strong>de</strong> Maig.Diputación <strong>de</strong> Barcelona, 2003.FONT, J. (coord) La política i la participació: polítics, partits i eleccions. Barcelona: Fundació JaumeBofill- Editorial Mediterrània, 2005.FUNDACIÓN KALEIDOS.RED Manual <strong>de</strong> equipamientos municipales <strong>de</strong> proximidad. Planificación constructiva,perfiles profesionales y participación <strong>ciudadana</strong>. Madrid: Fundación Kaleidos.Red-Imagine, 2006.GEORGE, S. El pensamiento secuestrado. Barcelona: Icaria, 2007.GLADWELL, M. Inteligencia intuitiva. ¿Por qué sabemos la verdad en dos segundos? Madrid: Santillana, 2005.GOLEMAN, D. Inteligencia emocional. Barcelona: Editorial Kairós, 1996.146


HÖFFE, O. Ciudadano económico, ciudadano <strong>de</strong>l Estado, ciudadano <strong>de</strong>l mundo. Ética política enla era <strong>de</strong> la globalización. Buenos Aires: Katz Editores, 2007.IBÁÑEZ, A. El referéndum local en España: régimen jurídico. Cádiz: Universidad <strong>de</strong> Cádiz, 2005.IBARRA, P., MARTÍ, S. y GOMÀ, R. (coords) Creadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia radical. Movimientos socialesy re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> políticas públicas. Barcelona: Icaria, 2002.INNERARITY, D. El nuevo espacio público. Madrid: Espasa, 2006.LAKOFF, G. No pienses en un elefante. Madrid: Universidad Complutense, 2007.MAIER, C. Buenos días, pereza. Estrategias <strong>para</strong> sobrevivir en el trabajo. Barcelona: Ediciones Península, 2004.MARINA, J.A. La inteligencia fracasada. Teoría y práctica <strong>de</strong> la estupi<strong>de</strong>z. Barcelona: Anagrama, 2004.MARINA, J.A. Apren<strong>de</strong>r a convivir. Barcelona: Ariel, 2006.MARTÍ, J.L. La república <strong>de</strong>liberativa. Una teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. Barcelona: Marcial Pons ed., 2006.MARTÍ, J.L. y BERTRAN, L. La participació <strong>de</strong>mocràtica digital al món. Informe 2006. Barcelona:Fundació Catalunya segle XXI-Editorial Mediterrània, 2007.MARTÍ, J., PASCUAL, J. y REBOLLO, O. (coords) <strong>Participación</strong> y <strong>de</strong>sarrollo comunitario en mediourbano. Experiencias y reflexiones. Madrid: IEPALA, 2005.MARTÍ, J. y REBOLLO, O. Participació ciutadana, bases mèto<strong>de</strong>s i tècniques. Versió actualitzada. Papers <strong>de</strong>participació ciutadana núm 19. Barcelona: Organisme Autònom Flor <strong>de</strong> Maig. Diputació <strong>de</strong> Barcelona, 2007.MERINO, A. y PLANA, J. (coords) La ciudad educa. Aportaciones <strong>para</strong> <strong>una</strong> política educativa local.Barcelona: Ediciones <strong>de</strong>l Serbal, 2007.MORGADO, I. Emociones e inteligencia social. Las claves <strong>para</strong> <strong>una</strong> alianza entre los sentimientosy la razón. Barcelona: Ariel, 2007.NAVARRO, C.J. Democracia asociativa y oportunismo político. La política pública <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong> en los municipios españoles (1979-1993). Valencia: Tirant lo Blanch, 2002.NAVARRO, V. Bienestar insuficiente, <strong>de</strong>mocracia incompleta. Barcelona: Anagrama, 2002.PINDADO, F. La participación <strong>ciudadana</strong> es la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s. Barcelona: Ediciones <strong>de</strong>l Serbal, 2008.PINDADO, F. La participación <strong>ciudadana</strong> en la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s. Barcelona: Ediciones <strong>de</strong>l Serbal, 2000.PUTNAM, R. (ed) El <strong>de</strong>clive <strong>de</strong>l capital social. Un estudio internacional sobre las socieda<strong>de</strong>s y elsentido comunitario. Barcelona: Galaxia Gutenberg Circulo <strong>de</strong> Lectores, 2003.RODRÍGUEZ VILLASANTE, T. Las <strong>de</strong>mocracias participativas. Madrid: Ediciones HOAC, 1995.SANCHEZ, J. (coord) Participació ciutadana i govern local: els Consells Ciutadans. Barcelona:Fundació Jaume Bofill-Editorial Mediterrània, 2000.SÁNCHEZ, Z. Estudio práctico <strong>de</strong> las asociaciones. Democracia directa y otras formas <strong>de</strong> participación<strong>ciudadana</strong>. Doctrina, jurispru<strong>de</strong>ncia y formularios. Valladolid: Editorial Lex Nova, 2004.SENNET, R. Carne y piedra. El cuerpo y la ciudad en la civilización occi<strong>de</strong>ntal. Madrid: Alianza Editorial, 1997.SUBIRATS, J. (coord) Re<strong>de</strong>s, territorios y gobierno. Nuevas respuestas locales a los retos <strong>de</strong> laglobalización. Barcelona: Diputación <strong>de</strong> Barcelona, 2002.SUBIRATS, J., BLANCO, I., BRUGUÉ, J., FONT, J., GOMÀ, R., JARQUE, M., y MEDINA, L. Experiències <strong>de</strong>participació ciutadana en els municipis catalans. Barcelona. Escola d'Administració Pública <strong>de</strong> Catalunya, 2001.VALLÈS, J.M. Ciencia política. Una introducción. Barcelona: Ariel, 2003.VALLES, J.M. y BRUGUÉ, Q. Polítics locals: pre<strong>para</strong>nt el futur. Barcelona. Fundació Jaume Bofill-Editorial Mediterrània.Fernando PINDADO. La participación <strong>ciudadana</strong>, la vida <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s147


148


La participaciónen el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidadEste texto está redactado gracias a las reflexiones ytextos <strong>de</strong> numerosas personas y entida<strong>de</strong>s expertasen participación y sostenibilidad, <strong>de</strong> las cuales querría<strong>de</strong>stacar a: Jesús <strong>de</strong> la Osa, Henri Bourrut, LoretoBeltrán, Xavier Carbonell, Diego Chueca, Nacho Celaya,Francisco Heras y Fundación Ecología y Desarrollo, atodos ellos muchas gracias.1. Marco <strong>de</strong> referencia:el trámite administrativoy un paso másSi un ámbito sectorial se ha caracterizado porla realización <strong>de</strong> acciones que se enmarcaranen el terreno <strong>de</strong> lo consi<strong>de</strong>rado “participación”han sido las cuestiones relacionadas con elmedio ambiente y la sostenibilidad. Si bien escierto, que durante años se han limitado alcumplimiento <strong>de</strong> la normativa, a través, <strong>de</strong> laexposición e información pública, la entrada envigor <strong>de</strong> las sucesivas normas referidas al acceso... <strong>de</strong> la información pública a la participación realFernando LÓPEZ (1)Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> CiudadanaGobierno <strong>de</strong> Aragóna la información ambiental (Ley 38/1995,Directiva 2003/4/CE y la Ley 27/2006) y sobretodo la entrada en vigor <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Aarhushan propiciado que el acceso a la informaciónambiental se convierta en un <strong>de</strong>recho <strong>para</strong>todos los ciudadanos, que ese acceso, a lainformación ambiental, permita establecersistemas a<strong>de</strong>cuados <strong>de</strong> participación pública yque éstos sean efectivos, ya que sin informaciónno es posible la participación real.En ese punto, es don<strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>beser la base <strong>para</strong> la resolución <strong>de</strong> los conflictosambientales, ya que como todos los conflictos,tienen <strong>una</strong> característica común, como es lacomplejidad. Lo complejo sólo pue<strong>de</strong> ser resuelto<strong>de</strong> manera imaginativa, consensuada y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>luego participada. La ciudadanía pue<strong>de</strong> convertirseen el principal responsable <strong>de</strong> la observancia,vigilancia y aportación activa <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as <strong>para</strong> <strong>una</strong>gestión sostenible <strong>de</strong>l medio ambiente (másque los gobiernos o el po<strong>de</strong>r económico)<strong>de</strong>biendo avanzarse hacia <strong>una</strong> <strong>de</strong>mocracia másparticipativa. Las razones <strong>para</strong> ello son evi<strong>de</strong>ntes:la responsabilidad compartida, la necesidad <strong>de</strong>un amplio compromiso <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r dar solucionesefectivas a los problemas ambientales, el apoyomutuo, el mayor <strong>de</strong>sarrollo y madurez <strong>de</strong> lasociedad. Sin duda, estos avances no ponen entela <strong>de</strong> juicio el sistema representativo y laFernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad(1)Fernando López es Doctor en Geografía y Jefe <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón.149


esponsabilidad <strong>de</strong> los dirigentes que tienen laresponsabilidad <strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones, es un caminoen el que la ciudadanía ayuda a tomar mejores<strong>de</strong>cisiones.Así lo han entendido los responsables <strong>de</strong> medioambiente <strong>para</strong> Europa, con la suscripción <strong>de</strong>lConvenio <strong>de</strong> Aarhus, que <strong>de</strong>termina un contextonuevo en el que surgen amplias obligaciones<strong>para</strong> las autorida<strong>de</strong>s en materia <strong>de</strong> informacióny participación ambiental, pilares básicos, <strong>de</strong>lcitado convenio, junto con el acceso a la justiciaen materia <strong>de</strong> medio ambiente.La participación ambiental pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirsecomo: “<strong>una</strong> serie <strong>de</strong> acciones que se rigen por<strong>de</strong>terminadas pautas <strong>de</strong> actuación grupal, cuyocometido es la búsqueda <strong>de</strong> soluciones y <strong>de</strong>algún tipo <strong>de</strong> cambio que afecte a la problemáticaambiental, y así contribuya al beneficio colectivo.De hecho, vendría a ser algo así como <strong>una</strong>especie <strong>de</strong> responsabilidad moral y social haciala naturaleza y el ambiente” (C.Cadrecha,2001).No todos los individuos sienten la responsabilidad<strong>de</strong> participar en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones políticas<strong>de</strong> la misma forma y en las cuestiones ambientalesno es distinto. Es frecuente que la responsabilidad<strong>de</strong> los ciudadanos por participar en las <strong>de</strong>cisionesambientales se convierta en <strong>una</strong> acción colectiva.En numerosas ocasiones existe <strong>una</strong> reacciónindividual ante noticias y situaciones alarmantes,que son percibidas como un riesgo, o por unmo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> gestión ambiental que van en contra<strong>de</strong> los intereses generales y por ello, se busca<strong>una</strong> agrupación en asociaciones u organizacionesque canalicen las aportaciones individuales.Otras personas, sin embargo, no sienten esanecesidad <strong>de</strong> manifestar sus inquietu<strong>de</strong>s uopiniones y mucho menos participar, por lo queen este caso es necesario utilizar otros recursos<strong>para</strong> su motivación, siendo indispensable lainformación y la educación ambiental, <strong>para</strong>lograr <strong>una</strong> madurez suficiente <strong>de</strong> la sociedadque haga posible la participación en las políticasambientales.La ciudadanía <strong>de</strong>be participar activamente en latoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, en general y en las cuestionesambientales, en particular. Para ello, hay quedarle los cauces necesarios que faciliten lainformación y la comunicación <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>mandas.Es el proceso el que se va generando <strong>una</strong>inteligencia colectiva, conducente a <strong>una</strong> cultura<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia participativa en al que, sinmenoscabo <strong>de</strong>l respecto a quien toma las<strong>de</strong>cisiones, se asume por parte <strong>de</strong> la ciudadanía<strong>una</strong> actitud preactiva en la construcción <strong>de</strong> laspolíticas públicas.La pregunta que cabría hacerse es ¿por qué<strong>de</strong>be existir la participación social en materiaambiental? El Seminario Permanente <strong>de</strong><strong>Participación</strong> Ambiental aporta razones comola responsabilidad común sobre el estado <strong>de</strong>lmedio ambiente y que nos <strong>de</strong>be hacer pensaren la búsqueda <strong>de</strong> soluciones a los problemasambientales que pue<strong>de</strong>n afectar a gran<strong>de</strong>sextensiones <strong>de</strong> territorio o a un número elevado<strong>de</strong> personas. También <strong>para</strong> un mayor <strong>de</strong>sarrollopersonal y comunitario y <strong>para</strong> el apoyo mutuoa la hora <strong>de</strong> superar los problemas, enriqueciendoa todos la diversidad <strong>de</strong> opiniones. Los procesos<strong>de</strong> participación suelen gozar <strong>de</strong> flexibilidad ysuponen mayores dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> manipulaciónpor parte <strong>de</strong> unos pocos.Ante <strong>una</strong> <strong>de</strong>terminada iniciativa, plan o programacon repercusiones <strong>para</strong> el medio (¿quién escapaz <strong>de</strong> afirmar que alguno no lo tenga?) laparticipación <strong>de</strong> los distintos sectores y actoresimplicados es fundamental <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r analizarcon suficiencia y a tiempo los conflictos que seproducen entre los distintos intereses, valorarlas soluciones a<strong>de</strong>cuadas, y evitar la conflictividadsocial. Por todo ello, la participación <strong>de</strong>be iniciarselo antes posible en el proceso, contar con todoslo actores, establecer los cauces y garantías queaseguren la transparencia, las reglas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate,y por supuesto, el retorno <strong>de</strong> las opiniones einformaciones generadas en el proceso <strong>de</strong>participación.1.1. El Convenio <strong>de</strong> AarhusDes<strong>de</strong> la óptica normativa <strong>de</strong>l Derecho y en lalegislación vigente, se pue<strong>de</strong>n encontrar distintasreferencias <strong>de</strong> obligatoriedad <strong>para</strong> las150


Administraciones Públicas <strong>de</strong> dar cabida a laparticipación, en distintos grados, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el gradomínimo (que no po<strong>de</strong>mos llamar participaciónpropiamente dicha) que consiste en someterun plan o proyecto a información pública y darun período <strong>para</strong> la presentación <strong>de</strong> alegaciones(ej: evaluación <strong>de</strong> impacto ambiental), pasandopor la creación <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados órganos <strong>de</strong>participación (ej: patronatos <strong>de</strong> espacios naturalesprotegidos), llegando al compromiso <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>splanes o estrategias <strong>de</strong> someterse a verda<strong>de</strong>rosprocesos <strong>de</strong> participación. Pero lo que realmenteha revolucionado la normativa y sobre todo laimplantación <strong>de</strong> nuevas prácticas <strong>de</strong> informacióny participación ha sido básicamente la entradaen vigor <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Aarhus.Existen otros mecanismos legales <strong>para</strong> la relaciónentre los ciudadanos y los po<strong>de</strong>res públicos, que<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista jurídico se consi<strong>de</strong>rantambién como participación, ante el po<strong>de</strong>rlegislativo (iniciativa legislativa popular, <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> petición), la presentación <strong>de</strong> quejas ante laComisión Europea y ante los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l Pueblo.Lo cierto es que por diversas causas, principalmenteel <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> su existencia o la <strong>de</strong>ficiencia<strong>de</strong> las respuestas <strong>de</strong> las administraciones anteestas iniciativas, son instrumentos muy pocoutilizados.El Convenio <strong>de</strong> Aarhus contempla <strong>de</strong> formaexplicita la importancia <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>la ciudadanía ante los proyectos <strong>de</strong> implantación<strong>de</strong> nuevas activida<strong>de</strong>s en su territorio y laparticipación en la elaboración <strong>de</strong> planes yprogramas con repercusión ambiental, éstasjunto con la participación en la elaboración <strong>de</strong>normativa favorecen claramente la integraciónambiental <strong>de</strong> las políticas sectoriales.El objetivo fundamental <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Aarhuses garantizar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>lpúblico en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones en asuntosmedioambientales <strong>para</strong> contribuir a la protección<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a vivir en un medio ambiente a<strong>de</strong>cuado<strong>para</strong> la salud y el bienestar <strong>de</strong> las personas. Estoconstituye <strong>una</strong> materialización <strong>de</strong>l Principio 10<strong>de</strong> la Declaración <strong>de</strong> Río, sobre la necesidad <strong>de</strong>la participación <strong>de</strong> los ciudadanos.La i<strong>de</strong>a es po<strong>de</strong>r dar el salto cualitativo que permita,al amparo <strong>de</strong> la normativa, pasar <strong>de</strong> un meroformalismo, en muchos casos ficticia, <strong>de</strong> laparticipación a <strong>una</strong> participación efectiva y real,superando la utilización <strong>de</strong> la supuestaparticipación, sin garantías, como <strong>una</strong> justificación<strong>de</strong> transparencia, el fin es <strong>de</strong>mocratizar y hacermás transparentes las <strong>de</strong>cisiones que se adoptenen materia ambiental, así como po<strong>de</strong>r afrontar<strong>de</strong> <strong>una</strong> manera más inteligente, los problemascomplejos <strong>de</strong>l medio ambiente.En un análisis más <strong>de</strong>tallado <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong>Aarhus po<strong>de</strong>mos distinguir tres niveles <strong>de</strong>participación, según se participe en el proceso<strong>para</strong> la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones ambientales sobreactivida<strong>de</strong>s específicas, sobre planes, programasy políticas, o sobre la elaboración <strong>de</strong> normativa.Se establecen <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> cuestiones comunes<strong>para</strong> los tres niveles:Las ONGs ambientalistas siempre pue<strong>de</strong>nparticipar, en cualquier caso, tienen laconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> público interesado.Se podrá acce<strong>de</strong>r a todas las informacionespertinentes.La participación se producirá siempre <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el inicio <strong>de</strong>l procedimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión, cuandoes posible <strong>una</strong> influencia real en la <strong>de</strong>cisiónfinal sobre la cuestión.Los plazos <strong>de</strong>ben ser suficientes.Finalmente, la <strong>de</strong>cisión final <strong>de</strong>be tomar encuenta los resultados <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>lpúblico.a) <strong>Participación</strong>en las <strong>de</strong>cisiones sobre activida<strong>de</strong>sEste es el mayor nivel <strong>de</strong> participación, se regulaen el artículo 6 <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Aarhus que serefiere a la participación <strong>de</strong>l público en las<strong>de</strong>cisiones sobre activida<strong>de</strong>s específicas queenumera en su anexo I y sobre las activida<strong>de</strong>sespecíficas no enumeradas que puedan tenerun efecto significativo sobre el medio ambiente.En dicho anexo figuran industrias <strong>de</strong>l sectorenergético, industrias mineras y químicas,Fernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad151


instalaciones <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> residuos, construcción<strong>de</strong> infraestructuras <strong>de</strong> transporte, obras hidráulicas,instalaciones gana<strong>de</strong>ras, entre otras (las activida<strong>de</strong>ssometidas a IPPC y casi todas las <strong>de</strong> EIA estánen dicha relación, también las instalaciones conriesgos químicos). A<strong>de</strong>más establece que todaactividad incluida en el marco <strong>de</strong> la normativasobre evaluación <strong>de</strong> impacto ambiental nacionaltambién queda automáticamente incorporadaal anexo.Cuando se inicie un proceso <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionessobre <strong>una</strong> <strong>de</strong> estas activida<strong>de</strong>s, se informará alpúblico interesado (están incluidas las ONGsambientalistas como tal), por medio <strong>de</strong>comunicación pública o individualmente, segúnlos casos, al comienzo <strong>de</strong>l proceso, y se realizaránprocedimientos <strong>de</strong> participación con tiemposuficiente. El público interesado tendrá <strong>de</strong>rechoa poner <strong>de</strong> manifiesto observaciones y opinionesa la autoridad o autorida<strong>de</strong>s competentes antes<strong>de</strong> que se adopte <strong>una</strong> <strong>de</strong>cisión. Los resultados<strong>de</strong> las consultas que se celebren <strong>de</strong>berán sertenidos en cuenta <strong>de</strong>bidamente.Para cumplir con los compromisos <strong>de</strong>l Convenio,la Directiva 2003/35/CE ha modificado lasDirectivas 85/337/CEE, <strong>de</strong> Evaluación <strong>de</strong> ImpactoAmbiental y 96/61/CE (Directiva IPPC).b) <strong>Participación</strong>en la elaboración <strong>de</strong> planes y programasEn este nivel la participación no es tan intensacomo en el caso <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones sobre activida<strong>de</strong>s.Está regulada en el Convenio <strong>de</strong> Aarhus y enla Directiva 2003/35/CE.Se <strong>de</strong>be garantizar que el público tengaposibilida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> participar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principioen la pre<strong>para</strong>ción y en la modificación o revisión<strong>de</strong> los planes o <strong>de</strong> los programas que sea necesarioelaborar <strong>de</strong> conformidad con el Anexo I <strong>de</strong> laDirectiva (en dicho Anexo se relacionan lasdirectivas sobre residuos, residuos peligrosos,pilas y acumuladores que contengan materiaspeligrosas, envases y residuos <strong>de</strong> envases,contaminación por nitratos utilizados en laagricultura, evaluación y gestión <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>laire ambiente).El público con <strong>de</strong>recho a participar lo <strong>de</strong>terminaránlos Estados miembros, pero en cualquier casoestán incluidas las ONGs <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa ambiental.Cada Estado miembro <strong>de</strong>be <strong>de</strong>terminar lasmodalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>l público ygarantizar que se le permite pre<strong>para</strong>rse y participareficazmente.Para ello, <strong>de</strong>be informarse al público, medianteavisos públicos u otros medios apropiados, comolos electrónicos, ante cualquier propuesta <strong>de</strong>plan o programa y su modificación o revisión,sobre su contenido y sobre los mecanismosmediante los cuales pue<strong>de</strong> participar, incluidala autoridad competente a la que se podránpresentar los comentarios o formular preguntas.Los resultados <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>ben sertenidos en cuenta al adoptar las <strong>de</strong>cisiones.c) <strong>Participación</strong>en la elaboración <strong>de</strong> normativaDurante la fase <strong>de</strong> elaboración por autorida<strong>de</strong>spúblicas <strong>de</strong> disposiciones legales o instrumentosnormativos con repercusión <strong>para</strong> el medioambiente, el Convenio <strong>de</strong> Aarhus (artículo 8)compromete a las partes a esforzarse porpromover <strong>una</strong> participación efectiva <strong>de</strong>l públicoen <strong>una</strong> fase apropiada, y cuando las opcionesestén aún abiertas.Debe fijarse un plazo suficiente, publicar elproyecto normativo o darlo a conocer por otrosmedios y facilitar la posibilidad <strong>de</strong> que el públicoformule observaciones, directamente o a través<strong>de</strong> órganos consultivos. Los resultados se tendránen consi<strong>de</strong>ración todo lo posible.En realidad, esta breve <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> lasposibilida<strong>de</strong>s que se han abierto <strong>para</strong> laparticipación en el terreno <strong>de</strong>l medio ambientecon el convenio <strong>de</strong> Aarhus, nos sirve <strong>para</strong> introduciren las siguientes páginas algunos ejemplos <strong>de</strong>que es posible dar el salto <strong>de</strong> la simple informacióny/o el cumplimiento <strong>de</strong> los procedimientos a<strong>una</strong> participación real. Se expondrán algunoscasos en que esto ha sido posible, no es unrepaso exhaustivo y con un hilo conductor, perosí la constatación, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentes ámbitos <strong>de</strong>las políticas ambientales, <strong>de</strong> que es posible actuar<strong>de</strong> otra forma.152


2. Educación AmbientalLa Educación Ambiental <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus inicios seplantea como un proceso <strong>de</strong> acción <strong>para</strong> elmedio ambiente. Su objetivo es implicar a laspersonas en la resolución <strong>de</strong> los problemasambientales (participación activa), actuando anivel local <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> perspectiva global. Quierealcanzar al conjunto <strong>de</strong> la población humana,mucho más allá <strong>de</strong>l ámbito educativo formal yha hecho suyo el concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo sostenible.2.1. Libro Blanco <strong>de</strong> la Educación Ambientalen EspañaEl propio Libro Blanco <strong>de</strong> la Educación Ambientalen España, no sólo es un claro ejemplo <strong>de</strong> proceso<strong>de</strong> participación, si no que uno <strong>de</strong> sus argumentosfundamentales es el fomento <strong>de</strong> la participación.Des<strong>de</strong> su finalización en el año 1999, la educaciónambiental en España ha tenido un referente teóricoque se generó en un proceso <strong>de</strong> elaboraciónabsolutamente participado, abierto a lasadministraciones, asociaciones, representantes<strong>de</strong> distintos sectores sociales, profesionales <strong>de</strong>la educación y personas interesadas.La participación institucional se llevó a cabo através <strong>de</strong> reuniones periódicas <strong>de</strong> la Comisióntemática sobre Educación Ambiental, organismopromotor <strong>de</strong>l Libro Blanco, y <strong>de</strong> las aportacionesque distintos organismos <strong>de</strong> las administracionescentral y autonómica realizaron durante la fase<strong>de</strong> consulta.Las Mesas <strong>de</strong> Trabajo reunieron representantes<strong>de</strong> diferentes marcos <strong>de</strong> acción en los que se<strong>de</strong>sarrolla la educación ambiental: <strong>administración</strong>local, organizaciones no gubernamentales,empresas <strong>de</strong> consultoría y servicios <strong>de</strong> educaciónambiental, profesionales <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong>comunicación y agentes sociales (sindicatos,mundo empresarial, entida<strong>de</strong>s financieras yasociaciones profesionales).La creación <strong>de</strong> <strong>una</strong> página web permitió quecualquier particular, organismo o colectivointeresado por la educación ambiental realizarasus comentarios y sugerencias.Entre los principios básicos <strong>de</strong>l Libro Blanco(punto 3.5) se encuentra el impulso <strong>de</strong> laparticipación. Se señala en este apartado, quela educación ambiental <strong>de</strong>be favorecer laaplicación práctica <strong>de</strong> los aprendizajes a través<strong>de</strong> acciones orientadas a solucionar problemasconcretos y <strong>para</strong> ello es necesario revisar loscauces <strong>de</strong> participación, hacerlos más fáciles yaccesibles, y utilizar la propia participación comoun elemento <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong> <strong>de</strong>strezas, <strong>de</strong>concienciación y <strong>de</strong> compromiso, con ello sefacilita la prevención <strong>de</strong> conflictos y garantizala responsabilidad compartida. Para todo ellose consi<strong>de</strong>ra imprescindible el apoyo al movimientoasociativo y el fomento <strong>de</strong>l voluntariado comovías <strong>de</strong> participación <strong>ciudadana</strong>.2.2. Estrategias <strong>de</strong> Educación AmbientalSin duda <strong>una</strong> <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong> la educaciónambiental que mejor ha recogido el impulso <strong>de</strong>la participación, señalado en el Libro Blanco <strong>de</strong>la Educación Ambiental en España, han sido lasEstrategias <strong>de</strong> Educación Ambiental. Han sidomuchas las puestas en marcha, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las primerasen iniciarse en Navarra o Castilla-León a las másrecientes <strong>de</strong> la Comunidad Valenciana o Cantabria,pero <strong>una</strong> <strong>de</strong> las que han completado su proceso<strong>de</strong> elaboración e implantación con más elementos<strong>de</strong> participación ha sido la Estrategia Aragonesa<strong>de</strong> Educación Ambiental (EAREA) .Esta Estrategia es un plan <strong>de</strong> acción en materia<strong>de</strong> educación ambiental elaborado y aplicado<strong>de</strong> forma participativa que se está <strong>de</strong>sarrollando<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2001 en Aragón, y cuyo objetivo es mejorarla Educación Ambiental con la participación <strong>de</strong>todos. Des<strong>de</strong> los primeros documentos borradores,siempre estuvo presente que la participaciónhabía <strong>de</strong> ser el hilo conductor, hasta el punto <strong>de</strong>que el promotor <strong>de</strong> la Estrategia, el Departamento<strong>de</strong> Medio Ambiente <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón,facilitaría los medios <strong>para</strong> que el proyecto fuera<strong>de</strong> la sociedad en su conjunto, es <strong>de</strong>cir, undocumento construido entre todos losFernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad153


participantes, con posibilidad <strong>de</strong> intervenir yparticipar en todas y cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> sus fases. Esevi<strong>de</strong>nte que la EAREA no era la primeraEstrategia <strong>de</strong> Educación Ambiental basada enel Libro Blanco <strong>de</strong> la Educación Ambiental enEspaña, pero quizás si fue la que <strong>de</strong> <strong>una</strong> manerasistemática incorporo la participación en todassus fases, sin excepción.LA EAREA no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>participación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Educación Ambiental,concebido en gran manera como “un proyecto<strong>de</strong> proyectos”, que es capaz <strong>de</strong> canalizar lasmúltiples volunta<strong>de</strong>s que participan en procesos<strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> sostenibilidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la educaciónambiental.La fase <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> la EAREA, entre 2001y 2003, incorporó un proceso social participativoa través <strong>de</strong> un amplio conjunto <strong>de</strong> grupos ydinámicas <strong>de</strong> trabajo (plenarios, reunionessectoriales, intersectoriales, <strong>de</strong> coordinadores…)aportaciones <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> particulares,<strong>para</strong> llegar a elaborar 4 borradores, entre más<strong>de</strong> 300 personas y 100 entida<strong>de</strong>s. Si bien todosestos instrumentos no son <strong>una</strong> novedad, laaplicación <strong>de</strong> todos ellos y las cifras <strong>de</strong> reuniones,Jornadas, distribución <strong>de</strong> documentos, la utilización<strong>de</strong> la figura <strong>de</strong> los facilitadotes y sobre todo laestructuración <strong>de</strong> los instrumentos <strong>de</strong> participacióndurante el proceso <strong>de</strong> implantación <strong>de</strong> la EAREA,a través <strong>de</strong>:La Comisión <strong>de</strong> Seguimiento, foro <strong>de</strong>representantes <strong>de</strong> los sectores implicados enla EAREA, nexo <strong>de</strong> conexión con su sector ycon <strong>una</strong> periodicidad <strong>de</strong> reuniones <strong>de</strong> 2 y 3veces al año.La Comisión asesora externa, formada porpersonas <strong>de</strong> reconocido prestigio <strong>de</strong> diferentesámbitos <strong>de</strong> la Educación Ambiental, <strong>para</strong>asesorar en metodologías <strong>de</strong> trabajo yparticipación. Se reúne con periodicidadsemestral.Encuentros plenarios y sectoriales. Reunión<strong>de</strong> todas las entida<strong>de</strong>s adheridas a la EAREA(más <strong>de</strong> 340), realizadas en 2001, 2004 y 2006.Comisión Inter<strong>de</strong>partamental, creada medianteDecreto 50/2003, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> marzo (BOA 36,<strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2003), <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la EAREA, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón,con reuniones anuales.Canales <strong>de</strong> participación: Boletín electrónicoy papel, y página web se han convertido enlos verda<strong>de</strong>ros canales <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> laEAREA en estos años.154


3. Agendas 21 LocalesEn los últimos tiempos, las Agendas 21 localesse han convertido en la oportunidad más clara<strong>de</strong> dar cabida a la participación <strong>ciudadana</strong> enla construcción <strong>de</strong> <strong>una</strong>s políticas conducentesa un supuesto <strong>de</strong>sarrollo sostenible. Al menosen teoría, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la combinación <strong>de</strong> la educaciónambiental, la participación <strong>ciudadana</strong> y la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo sostenible, se <strong>de</strong>bían construirlas Agendas 21 locales, y son muchas localida<strong>de</strong>slas que así lo han hecho, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> que a la hora <strong>de</strong> la implantación <strong>de</strong> la Agendase hayan producido los mayores problemas.La Educación ambiental quiere promover laparticipación <strong>ciudadana</strong>, pero no es exclusiva <strong>de</strong>ella ni <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> las Agendas 21. Es <strong>una</strong>preocupación que la propia Unión Europea haplasmado en el Libro Blanco <strong>de</strong> la Gobernanza,reconociendo que “en la mayoría <strong>de</strong> los estadosmiembros <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Europa, las institucionespolíticas son concebidas <strong>de</strong> tal manera que laparticipación <strong>de</strong> los ciudadanos y <strong>ciudadana</strong>sen la vida política se limita a elegir a susrepresentantes…”Es obvio que las Agendas 21 pue<strong>de</strong>n ser, enalgunos casos lo son, oportunida<strong>de</strong>s <strong>para</strong> avanzary profundizar en la <strong>de</strong>mocracia participativa.Sin entrar en el análisis <strong>de</strong> cómo realizar <strong>una</strong>Agenda 21 y los múltiples ejemplos positivosque en España se han realizado, si <strong>de</strong>stacaría<strong>una</strong> serie <strong>de</strong> elementos comunes <strong>de</strong> participación<strong>de</strong> aquellas experiencias <strong>de</strong> Agendas 21 quebasan en la participación la clave <strong>de</strong> su éxito:Definir perfectamente el marco <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>participación: quién, <strong>para</strong> qué, cómo, cuándo(cronograma), expectativas, etc.Definir quién convoca el proceso, quién seresponsabiliza <strong>de</strong>l mismo, quién lo dinamiza,cuáles serán los tiempos empleados (dinámicas,metodología).Hacer <strong>una</strong> convocatoria, clara, precisa y concisaen función <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong>finido en el primerpaso. En esta convocatoria ha <strong>de</strong> quedar muyclara la relación entre el esfuerzo solicitadoy los resultados esperados.Diseñar un proceso <strong>para</strong>lelo <strong>de</strong> evaluacióncontinua, <strong>para</strong> los organizadores y <strong>para</strong> losparticipantes.Una Agenda 21 Local es participación en <strong>de</strong>sarrollosostenible, un esfuerzo que <strong>de</strong>be contar con losrecursos necesarios, en la mayoría <strong>de</strong> los procesosse está haciendo un esfuerzo <strong>de</strong>sconocido hastaahora, <strong>de</strong> estímulo a la participación <strong>ciudadana</strong>,políticos, técnicos y ciudadanos se han aventuradoen la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> caminar juntos con la esperanza<strong>de</strong> mejorar su medio ambiente. Estos procesos,ha conseguido, en <strong>una</strong> medida u otra, que muchaspersonas se sumen <strong>de</strong> forma voluntaria a los<strong>de</strong>bates, reuniones y a los foros, con muchointerés e ilusión: No <strong>de</strong>berían ser <strong>de</strong>fraudadasestas expectativas.Fernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad155


4. Planes y Procesos EstratégicosUna a<strong>de</strong>cuada planificación y protección <strong>de</strong>l medioambiente requiere <strong>de</strong> la concurrencia y participación<strong>de</strong> todos los interesados, in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> su nivel <strong>de</strong> afección. La sociedad civil <strong>de</strong>be serinformada e invitada a participar (mucho másallá <strong>de</strong> los establecido en los procedimientos,ya analizado en este trabajo) <strong>para</strong> establecerun diálogo <strong>de</strong> “ida y vuelta” <strong>para</strong> abordar losgran<strong>de</strong>s planes y procesos estratégicos, máxime<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la aprobación <strong>de</strong> la Ley 7/2006 <strong>de</strong>Protección Ambiental, que incorpora los planesy programas, y que establece en su tramitaciónun proceso <strong>de</strong> participación pública.Los ciudadanos <strong>de</strong>ben po<strong>de</strong>r fundar sus opiniones<strong>de</strong> manera tal que les permita participar en la toma<strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. La vida en <strong>de</strong>mocracia exige escuchara los grupos <strong>de</strong> interés y a los ciudadanos como<strong>una</strong> manera <strong>de</strong> prevenir los conflictos socialesy ambientales, y los planes y estrategias sonoportunida<strong>de</strong>s únicas. Vamos a mostrar 2 ejemplos<strong>de</strong> la Comunidad Autónoma <strong>de</strong> Aragón (un plany <strong>una</strong> estrategia) en los que se ha contado conun amplio proceso <strong>de</strong> <strong>Participación</strong>.4.1. Revisión <strong>de</strong>l Plan GIRA(Gestión Integral <strong>de</strong> los Residuos <strong>de</strong>Aragón)El Plan <strong>de</strong> gestión Integral <strong>de</strong> los Residuos <strong>de</strong>Aragón (GIRA) se aprobó en el año 2005, <strong>para</strong> elperíodo 2005-2008. Si bien en su redacción serealizaron algunos <strong>de</strong> trabajo y talleres <strong>de</strong>participación, la inminente caducidad <strong>de</strong>l Plan,junto con la entrada en vigor <strong>de</strong> la citada Ley <strong>de</strong>Protección Ambiental que impone en la tramitaciónun proceso <strong>de</strong> participación, ha llevado a la puestaen marcha <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> participación abiertoa toda la sociedad.En principio la Ley <strong>de</strong> Protección Ambiental <strong>de</strong>Aragón, aprobada en el año 2007, que regulalos trámites administrativos que <strong>de</strong>ben llevar losPlanes y programas, señala <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> períodos<strong>de</strong> información y <strong>de</strong> participación, que comienzancon la fase <strong>de</strong> consultas previas y finaliza conun período <strong>de</strong> exposición pública que dé opcióna toda la sociedad a presentar sus alegaciones.Pero en esta ocasión se ha ido un paso másallá, <strong>para</strong> favorecer el acceso a la <strong>Participación</strong>.Para ello se creo como instrumento favorecedor,el Observatorio <strong>de</strong> Medio Ambiente <strong>de</strong> Aragón(OMA) mediante un convenio firmado entre lasorganizaciones empresariales y sindicales, juntocon el Departamento <strong>de</strong> Medio Ambiente <strong>de</strong>lGobierno <strong>de</strong> Aragón.Este Observatorio, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un instrumento<strong>de</strong> reflexión, estudio y seguimiento <strong>de</strong> las políticasmedioambientales <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma<strong>de</strong> Aragón, con el objeto <strong>de</strong> facilitar el dialogoentre los interlocutores sociales y las instituciones,se ha convertido en el catalizador <strong>de</strong> la participaciónen esta temática. En tres años <strong>de</strong> funcionamientoha dado respuesta a más <strong>de</strong> 8.000 consultas, harealizado más <strong>de</strong> 150 acciones formativas, haeditado 15 publicaciones y por ello, se le encomendóla coordinación <strong>de</strong>l proceso participativo <strong>de</strong> larevisión <strong>de</strong>l GIRA.El proceso participativo se ha <strong>de</strong>sarrollado endos direcciones. Por un lado, hacia las estructurasempresariales y sindicales, con los que se hanrealizado 30 talleres con más <strong>de</strong> 500 asistentes.Y por otro, hacia el resto <strong>de</strong> sectores <strong>de</strong> la sociedad,con las siguientes acciones:Creación <strong>de</strong> <strong>una</strong> página web, con acceso atodos los documentos <strong>de</strong>l proceso y foros <strong>de</strong>participación.Comunicación y envío <strong>de</strong> documentación <strong>de</strong>lproceso a más <strong>de</strong> 2000 entida<strong>de</strong>s, incluyendo<strong>una</strong> encuesta (disponible en la web) <strong>de</strong> la quese recogieron 150 respuestas.Talleres presénciales (4) y un plenario, quetrabajaron sobre el documento y los problemas<strong>de</strong> los residuos y su priorización.Todas las aportaciones y alegaciones seentregaron al Gobierno <strong>de</strong> Aragón, que realizóel correspondiente retorno. Se culminó el procesocon la publicación <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>2009, <strong>de</strong>l Consejero <strong>de</strong> Medio Ambiente, por laque se da publicidad al Acuerdo <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong>Aragón <strong>de</strong> fecha 14 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2009, por el que156


se aprueba el Plan <strong>de</strong> Gestión Integral <strong>de</strong> Residuos<strong>de</strong> Aragón (2009-2015)-(BOA nº 94, <strong>de</strong> 20/05/2009).4.2. Estrategia Aragonesa<strong>de</strong> Cambio Climáticoy Energías Limpias (EACCYEL)La Estrategia Aragonesa <strong>de</strong> Cambio Climático yEnergías Limpias (EACCYEL), comenzó su andaduraen el año 2007, con el encargo, por parte <strong>de</strong>l<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Medio Ambiente <strong>de</strong>l Gobierno<strong>de</strong> Aragón, a un grupo <strong>de</strong> expertos en la materia<strong>de</strong> un documento borrador <strong>de</strong> la citada estrategia.Los trabajos realizados por más <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>cena<strong>de</strong> investigadores y profesionales <strong>de</strong> diferentesámbitos <strong>de</strong>l estudio y gestión <strong>de</strong> Cambio Climático,coordinados por el CIRCE (Centro <strong>de</strong> Investigación<strong>de</strong> Recursos y Consumos Energéticos) <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong> Zaragoza, culminaron en el verano<strong>de</strong>l 2008, cuando se entregó el documento alGobierno <strong>de</strong> Aragón <strong>para</strong> su estudio y revisiónpor parte <strong>de</strong> los técnicos <strong>de</strong>l Departamento. Apartir <strong>de</strong> ese momento el Departamento <strong>de</strong>Medio Ambiente se planteó iniciar el proceso <strong>de</strong>participación y <strong>para</strong> ello, contó con la colaboración<strong>de</strong> la Dirección General <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana,que se encargó <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> todo el proceso <strong>de</strong>participación. El esquema seguido fue el siguiente:PROCESO DE PARTICIPACIÓNEstrategia <strong>de</strong> lucha contra el Cambio Climático <strong>de</strong> AragónFASE 0Presentación <strong>de</strong>l borrador <strong>de</strong> laEstrategia a toda la ciudadaníaPRESENTACIÓNSe prevé la presentación <strong>de</strong>l borrador <strong>de</strong> laEstrategia, la elaboración <strong>de</strong> un documentodivulgativo y <strong>de</strong>l mapa social <strong>de</strong> losprincipales actores a implicar en el proceso.FASE 1Seminarios participativosINFORMACIÓNPosteriormente se realizarán 3 sesionesinformativas, <strong>una</strong> por provincia don<strong>de</strong> se Hu Zg Tepresentará el borrador y se explicará lametodología <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> participación.FASE 2Mesas <strong>de</strong>DELIBERACIÓNIndividualdiálogoGrupo+ + <strong>de</strong>sectoriales yDurante esta fase se proponen 3 accionestemáticasciudadan@s<strong>para</strong>lelas:Por un lado, se abrirán espacios <strong>para</strong> elcontraste permanente <strong>de</strong>l borrador <strong>de</strong>la estrategia por parte <strong>de</strong> ciudadanos yespecialistas.Por otro lado, están previstos <strong>de</strong>batespresenciales por parte <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>slocales, agentes económicos y sociedadcivil organizada.Por último, <strong>una</strong> muestra <strong>de</strong> ciudadanosrepresentativa <strong>de</strong> la sociedad aragonesa,analizará el borrador <strong>para</strong> aportar supunto <strong>de</strong> vista.Buzón <strong>de</strong> sugerenciasEntrevistas a especialistasFASE 3CONTRASTELas aportaciones recibidas seránrevisadas por los <strong>de</strong>partamentos yservicios jurídicos <strong>para</strong> garantizar latrasversalidad y el compromiso <strong>para</strong> lapuesta en marcha <strong>de</strong> la estrategia.FASE 4RETORNOEl proceso <strong>de</strong> participación finaliza conel retorno a los participantes <strong>de</strong> losresultados y acuerdos adoptados, asícomo <strong>de</strong> los indicadores y plan <strong>de</strong>seguimiento previsto.SectorialContraste con el resto <strong>de</strong>los <strong>de</strong>partamentosRetorno alos participantesEl traslado al resto <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> los resultados se realizaráa través <strong>de</strong> la PRESENTACIÓN PÚBLICA DE LA ESTRATEGIAEl proceso continúa con el estudio por parte <strong>de</strong>todos los <strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón<strong>de</strong> las más <strong>de</strong> 600 aportaciones al proceso <strong>de</strong>participación y a la fase <strong>de</strong> información publicaque el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Medio Ambiente, <strong>de</strong>cidiórealizar <strong>de</strong> forma <strong>para</strong>lela. Con ello <strong>de</strong> darácumplida respuesta y culminará con la fase <strong>de</strong>retorno, <strong>para</strong> que el documento resultante sesometa a la aprobación <strong>de</strong> las Cortes <strong>de</strong> Aragón.El resumen <strong>de</strong> datos, <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> participación,es el siguiente:Número <strong>de</strong> talleres realizados: 16Horas <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate: 56Sobre la convocatoria y la asistenciaPrimera oleada:Personas o entida<strong>de</strong>s que han recibidoinformación personalizada sobre el procesoy fueron invitadas a las sesiones informativas:2.729Convocatoria a talleres:Personas o entida<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ntificadas como actoresprincipales que recibieron <strong>una</strong> segunda invitación<strong>para</strong> participar en los talleres: 652Número <strong>de</strong> asistencias totales a los talleres: 223Talleres sectoriales: 64 asistenciasAsistentesTalleres sectoriales Agentes Económicos (2) 30Talleres sectoriales administracionesy organismos públicos (2) 16Talleres sectoriales sociedad civil (2) 18Fernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad157


Ámbito temáticoAsistentesIndustrial 11Transporte y movilidad 175. La mediación,la Iniciativa Social <strong>de</strong> Mediación (ISM)<strong>para</strong> los conflictos <strong>de</strong>l Agua en AragónTalleres temáticos: 159 asistenciasAgricultura, gana<strong>de</strong>ría, activida<strong>de</strong>s forestalesy recursos hídricos 25Resi<strong>de</strong>ncial y Comercial 9Salud y Medio Ambiente 15Residuos 18Turismo 14Educación, formación y Sensibilización 18Energía 17Recursos naturales y biodiversidad 15Sobre la participación56 horas <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, <strong>de</strong>dicadas a la participacióny a la mejora <strong>de</strong>l documento.Más <strong>de</strong> 600 aportaciones realizadas enlos talleres en formato tarjeta.Más <strong>de</strong> 200 <strong>de</strong> hojas <strong>de</strong> rotafoliocorrespondientes a las notas tomadas endirecto.Aportaciones posteriores realizadas a través <strong>de</strong>lcorreo electrónico por parte <strong>de</strong> los asistentes alos talleres: 14Correcciones realizadas por los asistentesreferentes al borrador <strong>de</strong>l acta <strong>de</strong> los talleressectoriales: 2El proceso <strong>de</strong> participación ha sido muy rico encifras, en la calidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate, la generación<strong>de</strong> documentos y con un alto grado <strong>de</strong> satisfacciónpor parte <strong>de</strong> los asistentes.En muchas ocasiones el foco <strong>de</strong> la participaciónse suele centrar en procesos y convocatoriascomo los que se han ido <strong>de</strong>scribiendo, con algunosejemplos. Pero en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidady la participación hay <strong>una</strong> herramienta que seutiliza en muy pocas ocasiones con éxito, comoes la mediación. En Aragón hemos tenido lasuerte <strong>de</strong> contar con <strong>una</strong> experiencia exitosa<strong>de</strong> mediación, como es la Iniciativa Social <strong>de</strong>Mediación (ISM) <strong>para</strong> los Conflictos <strong>de</strong>l Aguaen Aragón, que pone <strong>de</strong> manifiesto la importancia<strong>de</strong> la mediación como genedarora <strong>de</strong> acuerdosparticipados en la resolución <strong>de</strong> conflictosambientales.Es difícil, resumir y concretar <strong>una</strong> experienciacomo esta, ya que sus objetivos, trabajos, visiones,acuerdos, etc., son <strong>de</strong> tanta riqueza participativaque hacen costoso priorizar unos sobre otros,por lo que nos centraremos en la estructura <strong>de</strong>la experiencia, <strong>para</strong> que se observe la potencia<strong>de</strong> la mediación, sin po<strong>de</strong>r entrar en el <strong>de</strong>talle <strong>de</strong>cada uno <strong>de</strong> los acuerdos.La Iniciativa Social <strong>de</strong> Mediación <strong>para</strong> los conflictos<strong>de</strong>l agua en Aragón surge en enero <strong>de</strong> 2002 apropuesta <strong>de</strong> la Fundación Ecología y Desarrollo,con la vocación <strong>de</strong> facilitar y estimular <strong>una</strong> dinámica<strong>de</strong> acuerdos que ayudara a la reconstrucción<strong>de</strong> <strong>una</strong> visión común sobre la gestión <strong>de</strong>l aguaen Aragón <strong>de</strong> la manera más participada posible.En esas fechas Aragón estaba inmerso en elrechazo al Plan Hidrológico Nacional y en ladifícil conciliación <strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong>l llano y lamontaña. Éstas cuestiones había generadoiniciativas institucionales (Comisión <strong>de</strong> las Cortes<strong>para</strong> la actualización <strong>de</strong>l Pacto <strong>de</strong>l Agua, creación<strong>de</strong>l Instituto Aragonés <strong>de</strong>l Agua…). La ISM,apostaba porque frente a la razón <strong>de</strong> la fuerzase extendiera la fuerza <strong>de</strong> la razón, medianteel diálogo y la participación.El proceso se inició con la convocatoria <strong>de</strong> 38personas <strong>de</strong> reconocido prestigio en Aragón,que no se hubieran significado <strong>de</strong> manera clara158


en el tema <strong>de</strong>l agua y se les propuso participaren esta Iniciativa como mediadores. Des<strong>de</strong> laconstitución <strong>de</strong> este grupo, en enero <strong>de</strong> 2002quedó claro que no existían posicionamientos apriori, que no se trataba <strong>de</strong> buscar la verdad,sino facilitar llegar a acuerdos dura<strong>de</strong>ros.En <strong>una</strong> primera fase, se escogieron como actoresa las doce entida<strong>de</strong>s que escenificaban <strong>de</strong> maneramás representativa el conflicto <strong>de</strong>l agua en Aragón(Regantes, Sindicatos agrarios, asociaciones <strong>de</strong>afectados, COAGRET y ADELPA). Con todosellos, se intentó un escenario diferente, se inicióun proceso <strong>de</strong> escucha y negociación y con untrabajo artesanal se comenzaron las reuniones<strong>de</strong> 3 o 4 mediadores a cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s.De cada reunión se realizaba un acta, queposteriormente se les enviaba <strong>para</strong> su rectificacióny/o ratificación. Estas primeras reuniones generaronmás <strong>de</strong> 90 propuestas, más bien centradas encómo hacer las cosas, más que en qué cosashacer. Casi sin negociación, en el mes <strong>de</strong> mayo<strong>de</strong> 2002, existían 18 cuestiones <strong>de</strong> interés quetodas las entida<strong>de</strong>s estaban dispuestas a ratificar.Con posterioridad se <strong>de</strong>sarrollaron negociaciones<strong>para</strong> elevar el número <strong>de</strong> acuerdos e implicar alGobierno <strong>de</strong> Aragón y la Confe<strong>de</strong>ración Hidrográfica<strong>de</strong>l Ebro, así como a los partidos políticos, con eldocumento final realizado en noviembre <strong>de</strong> 2002,las Comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Regantes <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n no firmarlo.Con toda la experiencia acumulada, gran<strong>de</strong>slogros, pero sin haber podido culminar el proceso,la ISM se retoma en mayo <strong>de</strong> 2004 con unConvenio entre el Departamento <strong>de</strong> MedioAmbiente <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Aragón y la FundaciónEcología y Desarrollo, en el marco <strong>de</strong> la Comisión<strong>de</strong>l Agua. Las labores <strong>de</strong> la ISM, a partir <strong>de</strong> esemomento pasan a ser <strong>de</strong> facilitación <strong>de</strong>l acuerdo,<strong>para</strong> la posterior ratificación y <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> laponencia <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong>l Agua.La ISM, se centro en los conflictos más enquistados,Santaliestra, Yesa, Mularoya, Biscarrués, Torre<strong>de</strong>l Compte y Matarraña, cada caso con <strong>una</strong>metodología en el proceso <strong>de</strong> mediación,construida artesanalmente y adaptada a lascircunstancias y actores. En cada situación, <strong>una</strong>realidad distinta y unos acuerdos diferentes,siendo muy extenso explicar cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> ellas,pero Nacho Celaya, coordinador <strong>de</strong> la ISM;, hasido capaz <strong>de</strong> sintetizar en diversos documentos,lo que más significativo <strong>de</strong> la ISM, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong> la participación en la construcción<strong>de</strong> políticas públicas respecto al agua:1. El agua: posiblemente el tema que másemociones colectivas suscita en Aragón.Cuando hablamos <strong>de</strong> agua, hablamos <strong>de</strong>Hm 3 …, pero también <strong>de</strong> sueños, frustraciones,mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l territorio, emociones,dignida<strong>de</strong>s rotas, años <strong>de</strong> espera, promesasincumplidas…2. Es fundamental distinguir entre fines y medios.El <strong>de</strong>bate sobre los medios hace imposible labúsqueda <strong>de</strong> acuerdos. Un conflicto no sepue<strong>de</strong> abordar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mito <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>lembalse que lo significa. ¡Des<strong>de</strong> lo técnico,siempre existen múltiples soluciones a todoslos problemas!3. La mediación asegura a las partes el ser dueñas<strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones que se tomen.El que llega a un acuerdo a través <strong>de</strong> lamediación, es dueño <strong>de</strong> cada coma que reflejael papel que se ha firmado.4. Los intereses <strong>de</strong> todas las partes <strong>de</strong>ben serigualmente respetados, escuchados y valorados.La mediación maneja otras claves diferentesa la pura representatividad <strong>de</strong>mocrática. Todoslos intereses son importantes, todos los sueñostienen <strong>de</strong>recho a ser, todas las voces, todoslos datos… TODOS.5. La apuesta por el diálogo como método <strong>para</strong>resolver los conflictos es <strong>una</strong> opción y no <strong>una</strong>estrategia.La paciencia, los procesos, la escuchaprofunda, el ponerte en la piel <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más…Sólo con esas armas se es capaz <strong>de</strong> lograr coneficacia contrastada el milagro <strong>de</strong>l acuerdosocial.6. Los conflictos complejos requieren solucionescomplejas.Los tempos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> los conflictos superanFernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad159


a los tempos políticos. Ya no existen diagnósticossimples, ya no valen soluciones sencillas.7. Las administraciones públicas <strong>de</strong>ben premiara los que acuerdan.Se <strong>de</strong>be premiar a los que son capaces <strong>de</strong> llegara acuerdos. Sin duda este tipo <strong>de</strong> estrategiasse convierte en <strong>una</strong> palanca <strong>de</strong> cambio socialmuy potente.8. El papel <strong>de</strong> la sociedad civil comocomplementaria <strong>de</strong> las administraciones públicasen la construcción <strong>de</strong> lo público.Combinar la legitimidad legal <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>los partidos políticos con la legitimidad moralque aportan los procesos sociales es <strong>una</strong>preciosa asignatura a explorar.9. No se <strong>de</strong>be pactar contra la ley, la ciencia otransfiriendo perjuicios a terceros.La mediación tiene un listón mínimo <strong>para</strong>comenzar a trabajar que es el marco <strong>de</strong> la ley…A partir <strong>de</strong> ahí, los profesionales, los expertos,el respeto a los <strong>de</strong>más, la exquisitez ética, <strong>de</strong>benmarcar los mimbres <strong>para</strong> el trabajo.10. Una cosa es solucionar problemas y otraresolver conflictos.Un conflicto está solucionado cuando se handado las condiciones suficientes <strong>para</strong> que nuncamás se pueda reabrir… No pue<strong>de</strong>n quedarcabos abiertos, no pue<strong>de</strong>n pervivir <strong>de</strong>udaspendientes, es necesario respetar los procesosy permitir a personas y entida<strong>de</strong>s que puedanasumir con la máxima dignidad los acuerdosque se preten<strong>de</strong>n firmar.Indudablemente la experiencia <strong>de</strong> la ISM sobreel agua en Aragón, es <strong>una</strong> experiencia muy singularen el ámbito <strong>de</strong> la participación a la que hayque reconocerle, el éxito <strong>de</strong> la metodología, <strong>de</strong>los acuerdos y <strong>de</strong> su aportación a la cohesiónsocial.6. Foros y tercer sectorUn instrumento muy habitual <strong>de</strong> la participaciónen el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad, es la realización<strong>de</strong> encuentros y foros, <strong>de</strong> diversas temáticas,públicos y finalida<strong>de</strong>s. Pero es con frecuencia, eltercer sector el mayor usuario y receptor <strong>de</strong> losForos. Por sus propias características organizativas,por ser el entorno más favorable <strong>para</strong> suparticipación y por la posibilidad <strong>de</strong> intercambio<strong>de</strong> experiencias y contacto con otras entida<strong>de</strong>s.Son muchas las experiencias que en este sentidopodríamos señalar como ejemplificación <strong>de</strong> loafirmado, pero sin duda en el año 2008, sematerializó uno <strong>de</strong> los Foros más importantes <strong>de</strong>participación que en España se han <strong>de</strong>sarrollado,y que por el número <strong>de</strong> participantes, asistentesy trascen<strong>de</strong>ncia internacional merece nuestraatención, es el Foro <strong>de</strong>l Faro <strong>de</strong> la expo 2008.6.1. Experiencia<strong>de</strong>l Pabellón <strong>de</strong> Iniciativas Ciudadanas“Faro expo 2008”A. El proceso <strong>de</strong> participación y los iniciosEl proceso <strong>de</strong> participación <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong>l Pabellón <strong>de</strong> las IniciativasCiudadanas comenzó en el mes <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong>l 2006.Los instrumentos <strong>para</strong> la participación utilizadosen el proceso han sido los siguientes:Creación <strong>de</strong> un Grupo <strong>de</strong> Arranque, encargado<strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong>l anteproyecto <strong>de</strong>l programa<strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, presupuesto asociado, la difusión,así como <strong>de</strong> participar en reuniones informativas<strong>de</strong> la sociedad civil. Es el embrión <strong>de</strong> lo queposteriormente será el Grupo Permanente.Reuniones con la sociedad civil, en los ámbitoslocal y nacional, don<strong>de</strong> se comunica a lasentida<strong>de</strong>s interesadas el proyecto, el proceso<strong>de</strong> participación y se recogen sus aportaciones,consultas y sugerencias.Cuestionario online, <strong>de</strong> ámbito local, nacionale internacional, medio a través <strong>de</strong>l cual se160


canaliza la participación <strong>de</strong> todos losinteresados en el Pabellón <strong>de</strong> las IniciativasCiudadanas, recogiendo sus i<strong>de</strong>as e intereses.A principios <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>l 2006 el número<strong>de</strong> organizaciones interesadas en participaren el Pabellón <strong>de</strong> las Iniciativas <strong>ciudadana</strong>sascendió a 154 (145 organizaciones participantesen total, sin contar empresas ni los organismosgubernamentales). Ante la diversidad <strong>de</strong>propuestas y entida<strong>de</strong>s que respondieron alcuestionario online, y <strong>para</strong> profundizar en elconocimiento <strong>de</strong> las mismas, el SecretariadoEjecutivo encargó un análisis com<strong>para</strong>tivo <strong>de</strong>webs/propuestas <strong>de</strong> las organizacionesparticipantes a <strong>una</strong> empresa <strong>de</strong> comunicación(Portaveu Comunicación). Los objetivosprincipales <strong>de</strong>l estudio fueron los siguientes:Determinar las organizaciones participantescon página web habilitada.Evaluar la representatividad geográfica <strong>de</strong> losanalizados, relevancia <strong>de</strong>l agua y <strong>de</strong>sarrollosostenible <strong>de</strong> la organización y la coherencia<strong>de</strong> las propuestas con la información recogidaen las webs.Evaluar la capacidad <strong>de</strong> las organizacionesparticipantes <strong>para</strong> asumir proyectos yresponsabilida<strong>de</strong>s.Un total <strong>de</strong> 103 webs <strong>de</strong> diferentes organizacionesfueron analizadas (el resto carecían <strong>de</strong> web,estaban fuera <strong>de</strong> servicio, en construcción opertenecían a entida<strong>de</strong>s gubernamentales oempresas privadas). Como era <strong>de</strong> esperar, lamayor parte <strong>de</strong> las organizaciones son españolaso latinoamericanas, aunque existen muchasOrganizaciones No Gubernamentales quedisponen <strong>de</strong> <strong>una</strong> amplia representación a nivelinternacional (WWF, Acción contra el Hambre,Médicos Sin Fronteras, etc.). Un 46% <strong>de</strong>organizaciones participantes fueron <strong>de</strong>finidascon mucha o bastante relevancia en temas <strong>de</strong>agua, <strong>de</strong> modo que existe un amplio conjunto<strong>de</strong> organizaciones cuyas propuestas yparticipación <strong>de</strong>berán ser analizadas más<strong>de</strong>talladamente. De acuerdo con esto, un 10%<strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s exponen un proyecto que noaparece recogido en su página web. Por último,en términos generales la gran mayoría <strong>de</strong> laspropuestas parece ser coherente con la capacidad<strong>de</strong> las organizaciones <strong>de</strong> llevarlas a cabo.De acuerdo con todo lo anterior, el SecretariadoEjecutivo realizó un seguimiento exhaustivo ypersonalizado <strong>de</strong> las organizaciones participantesque comenzará en Enero <strong>de</strong>l 2007 con un dobleobjetivo:Concretar las propuestas <strong>de</strong> las organizacionesparticipantes, activida<strong>de</strong>s y grado <strong>de</strong> implicación.Asegurar la representación <strong>de</strong> organizaciones<strong>de</strong> la sociedad civil relevantes en temas <strong>de</strong> aguay <strong>de</strong>sarrollo sostenible no incluidas actualmenteen el proyecto.El secretariado ejecutivo <strong>de</strong>l FARO llevó a cabo <strong>una</strong>mplio proceso <strong>de</strong> participación <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong>l Pabellón <strong>de</strong> IniciativasCiudadanas, basado durante estos meses enlos siguientes instrumentos:Creación <strong>de</strong> un Consejo FARO, órganoencargado <strong>de</strong> aprobar las <strong>de</strong>cisiones relativasa contenido, activida<strong>de</strong>s y proyectos <strong>de</strong>lpabellón, mediante sesiones en grupos <strong>de</strong>trabajo y en plenario.Creación <strong>de</strong> <strong>una</strong> comisión permanente<strong>de</strong>l Consejo FARO, constituida por sieteorganizaciones que reunidas periódicamentey encargada <strong>de</strong> dar seguimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionesy acuerdos <strong>de</strong>l Consejo.Dinamización <strong>de</strong> la Asamblea <strong>de</strong>l FARO,formada por el conjunto <strong>de</strong> organizacionesvinculadas al FARO, a través <strong>de</strong> circulareselectrónicas don<strong>de</strong> se ha informado <strong>de</strong> las<strong>de</strong>cisiones sustantivas <strong>de</strong>l Consejo y lasposibilida<strong>de</strong>s individuales <strong>de</strong> participación.Reuniones con los representantes <strong>de</strong>lNGO Global Village, <strong>para</strong> coordinar laparticipación en el FARO <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong>legación<strong>de</strong> organizaciones y ciudadanos participantesen la anterior Expo 2005 en la ciudad japonesa<strong>de</strong> Aïchi.El Consejo <strong>de</strong>l FARO estuvo formado por lassiguientes organizaciones:Fernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad161


Acción Contra el Hambre, Aïchi NGO GlobalVillage, Amigos <strong>de</strong> la Tierra, Ayuda en acción,Caritas, Coordinadora <strong>de</strong> ONGs <strong>para</strong> el <strong>de</strong>sarrollo(CONGDE), Cruz Roja española, Educación sinFronteras, Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Asociaciones <strong>de</strong> Barrio<strong>de</strong> Zaragoza (FABZ), France Libertés, FundaciónChandra, Fundación CONAMA, FundaciónEcología y Desarrollo, Fundación Nueva Cultura<strong>de</strong>l Agua, Green Cross, Ingeniería Sin Fronteras,Intermon Oxfam, European Rivers Network (ERN),Manos Unidas, Medicus Mundi, Organización<strong>de</strong> Consumidores y Usuarios (OCU), SEO/BirdLife,Sustainlabour, UNICEF, Unión <strong>de</strong> AsociacionesFamiliares, Women in Europe For a CommonFuture, WWF/A<strong>de</strong>na.El funcionamiento <strong>de</strong>l Consejo se ha basadoen grupos <strong>de</strong> trabajo en torno a los dos gran<strong>de</strong>sespacios <strong>de</strong>l FARO (exposición y encuentros),así como trabajos en plenario <strong>para</strong> la aprobación<strong>de</strong> las líneas estratégicas <strong>de</strong>l pabellón.ANSAR y COAGRET participaron activamenteen el Consejo <strong>de</strong>l FARO durante los meses <strong>de</strong>febrero-septiembre <strong>de</strong>l 2007. No obstante,abandonaron este órgano al surgir discrepanciascon la gestión <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong> Expo 2008 sobreZaragoza y el río Ebro.B. Voluntariado FARO.En total han pasado por el FARO un total <strong>de</strong>600 voluntarios y voluntarias. Los voluntariosfueron los responsables <strong>de</strong> la atención yacompañamiento <strong>de</strong>l visitante, ofreciendoinformación sobre las activida<strong>de</strong>s y el contenido<strong>de</strong>l FARO. El cuerpo <strong>de</strong> voluntarios trabajó endos turnos (mañana y tar<strong>de</strong>) <strong>de</strong> un máximo <strong>de</strong>35 voluntarios por turno, organizados a través<strong>de</strong>l Coordinador <strong>de</strong> Voluntarios (dos coordinadorespor turno).C. ONG coordinadora <strong>de</strong> la semana.Cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> las 12 semanas FARO <strong>de</strong> actividadcontó con <strong>una</strong> (o dos) organizaciones coordinadoras<strong>de</strong> semana. Estas ONGs fueron las responsables<strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l FARO, siendo losinterlocutores directos <strong>de</strong> los diferentes ponentesy grupos que participaron en el mismo. Cadaorganización trabajó con un equipo <strong>de</strong> personasvariable en torno a 5-15 personas, <strong>para</strong> aten<strong>de</strong>ra los participantes, medios <strong>de</strong> comunicación,equipo técnico, y posibles inci<strong>de</strong>ncias.D. ResultadosEl resultado sintético, en cifras, que siempre esfrío y poco <strong>de</strong>tallista, es abrumador. El faro seconformó con la participación <strong>de</strong> más <strong>de</strong>trescientas ONG <strong>de</strong> todo el mundo a lo largo<strong>de</strong> tres años, poniendo en marcha un proceso<strong>de</strong> ceración <strong>de</strong> consensos que ha posibilitadola construcción común y colectiva <strong>de</strong> losmensajes y los contenidos que más <strong>de</strong> trescientasorganizaciones han sentido propios y comunes.Más allá <strong>de</strong> la experiencia arquitectónica física<strong>de</strong> un edificio sostenible, el Faro supuso un lugar<strong>de</strong> encuentro y diálogo. Más <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong>visitantes, cien conferencias, más <strong>de</strong> setecientosvoluntarios, cien mil firmas recogidas <strong>para</strong>garantizar el reconocimiento <strong>de</strong>l Derecho Humanoal Agua y la Salud <strong>de</strong> los Ecosistemas Acuáticos.Terminada la Expo, la evaluación <strong>de</strong> lo que ha sidoel trabajo y la repercusión <strong>de</strong>l Pabellón <strong>de</strong> IniciativasCiudadanas, “El Faro” ha sido muy positiva, peroexiste en estos momentos, en el seno <strong>de</strong> muchasorganizaciones, un <strong>de</strong>bate sobre la posibilidad<strong>de</strong> continuar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las ONG, trabajando <strong>de</strong> maneraconjunta <strong>para</strong> seguir creando espacios <strong>de</strong>encuentro y análisis <strong>de</strong>l Tercer Sector en tornoa preocupaciones comunes alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> laSostenibilidad, con <strong>una</strong> dimensión global,recogiendo a organizaciones y actores <strong>de</strong> todoel plantea.La i<strong>de</strong>a es convertir Aragón y Zaragoza en el lugar<strong>de</strong> encuentro <strong>de</strong>l Tercer Sector, en <strong>una</strong> apuestapor la participación <strong>ciudadana</strong> y la sostenibilidad.Para ello, ya hemos realizado las primerasexploraciones con las propias entida<strong>de</strong>s, conun trabajo realizado, en el año 2008, entre laFundación Ecología y Desarrollo y la DirecciónGeneral <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadana <strong>de</strong>l Gobierno<strong>de</strong> Aragón. Los resultados <strong>de</strong> este trabajo nosplantean las siguientes conclusiones:El calendario internacional <strong>de</strong> encuentros que<strong>de</strong>sarrollan temas <strong>de</strong> sostenibilidad y don<strong>de</strong>162


participa el tercer sector es numeroso y complejo.Las organizaciones <strong>de</strong>l tercer sector participanen función <strong>de</strong> su dimensión, <strong>de</strong>bido alimportante esfuerzo económico y humanonecesario. La mayoría <strong>de</strong> los encuentrosrelacionados con la sostenibilidad estánvinculados con el pilar medioambiental <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo sostenible.De acuerdo con la Ronda <strong>de</strong> Consultas realizadaen el mes <strong>de</strong> noviembre 2008, las personasentrevistadas coinci<strong>de</strong>n en la necesidad <strong>de</strong>crear espacios y momentos <strong>de</strong> encuentro ycoordinación <strong>de</strong>l tercer sector en temas <strong>de</strong>sostenibilidad, siendo la creación <strong>de</strong> alianzasy las campañas conjuntas <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncia políticalos aspectos prioritarios <strong>para</strong> mejorar el trabajoy la comunicación <strong>de</strong> las organizaciones.Asimismo, se valoró positivamente la creación<strong>de</strong> espacios multisector, ya que todos losactores sociales, institucionales y empresariales<strong>de</strong>ben estar implicados en el cambio hacia lasostenibilidad.Como continuación <strong>de</strong> esta primera fase, nosa<strong>de</strong>ntramos en la propuesta Aragón, LugarInternacional <strong>de</strong> encuentro y participación <strong>de</strong>la sociedad civil: Una iniciativa <strong>para</strong> la promoción<strong>de</strong> alianzas <strong>de</strong>l tercer sector por la sostenibilidad.Realizada por los mismos promotores y a <strong>de</strong>sarrollardurante el año 2009. En <strong>una</strong> apuesta por lasostenibilidad y la participación <strong>ciudadana</strong>, pue<strong>de</strong>a<strong>de</strong>más encontrar un hueco en la agendainternacional apoyando <strong>una</strong> nueva iniciativa conlas siguientes claves: alianzas, tercer sector, ysostenibilidad. De este modo, la alianza entrediferentes organizaciones <strong>de</strong>l tercer sector porun mismo objetivo, con vocación <strong>de</strong> crear valorañadido resultado <strong>de</strong> la unión <strong>de</strong> experiencia,esfuerzo y conocimiento, <strong>de</strong>be ser <strong>una</strong> <strong>de</strong> lasrespuestas frente a la actual coyuntura económica.Sin duda otra vía <strong>de</strong> <strong>Participación</strong> Ciudadanaen el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad.7. ConclusionesLa participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad…<strong>de</strong> la información publica a la participación real,con este ambicioso título comenzaba miaportación, con el único objetivo <strong>de</strong> mostraren la forma más sintética y directa, la necesidad<strong>de</strong> como en <strong>una</strong> política sectorial tan relevantecomo la relacionada con el medio ambiente existe<strong>una</strong> normativa que garantiza la participación,que con frecuencia es ignorada, pero que permitesentar las bases <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r pasar <strong>de</strong>l cumplimientoformal <strong>de</strong> la norma a unos verda<strong>de</strong>ros procesosparticipativos <strong>para</strong> la construcciones <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones más inteligentes y colectivas.Los ejemplos presentados no preten<strong>de</strong>n ser nilos únicos, ni modélicos, ni con ellos pretendohacer <strong>una</strong> exaltación <strong>de</strong> sus virtu<strong>de</strong>s. No heentrado en la realización <strong>de</strong> valoraciones sobresu metodología, aplicación, etc., pero son <strong>una</strong>muestra <strong>de</strong> que algo se moviliza en este sectorrespecto a la participación, y que la creación<strong>de</strong> inteligencia y <strong>de</strong>cisiones colectivas, es posible.Fernando LÓPEZ. La participación en el ámbito <strong>de</strong> la sostenibilidad163

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!