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Leer Revista Yuku Jeeka n° 55 - Dirección General de Vinculación ...

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<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>No. <strong>55</strong>, Abr. Jun., 2009Editada porAgrupación para las Bellas Artes, A. C.Presi<strong>de</strong>ntaIrma Arana RodríguezEditorSergio AnayaConsejo EditorialMargarita MontoyaGregorio PatrónJuan ManzLilia NavarroColaboradoresGuadalupe Duarte, Mara Romero,Enrique Moya, Francisco ArandaMarco A. Campos, Alberto Macías,Eduardo Langagne José Escobar Z.,José Ma. Patrón, Carlos J. Mávita,Patricia Mexía Ruiz, Lázaro SalasCarlos BrachoPortada“Jéssica y los lirios”Óleo <strong>de</strong> Teresa Gutiérrez<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong> es una publicación cultural sinfines <strong>de</strong> lucro. Se distribuye gratuitamentey es editada con apoyo <strong>de</strong>l InstitutoSonorense <strong>de</strong> Cultura, Secretaría <strong>de</strong>Educación y Cultura <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong>lEstado <strong>de</strong> Sonora, el Centro <strong>de</strong> CulturasPopulares e Indígenas <strong>de</strong> Cajeme y el H.Ayuntamiento <strong>de</strong> Cajeme.Agrupación para las Bellas ArtesCalles 200 y ColimaGimnasio MunicipalCiudad Obregón, Sonora. MéxicoTel. y fax 416 <strong>55</strong> 53Bene<strong>de</strong>ttiLo llaman “poeta <strong>de</strong> época” o “poeta generacional”, no sé cuál<strong>de</strong>finición es la más apropiada, pero no importa tanto, lo que sí meimporta es la influencia enorme que ejerció Mario Bene<strong>de</strong>tti en unageneración, ésa que vivió su juventud en los años setenta. Una décadaromántica la llamaríamos ahora y no sería exagerado si recordamos lossueños y los i<strong>de</strong>ales que movían a los jóvenes <strong>de</strong> aquellos años. Claro,no a todos los jóvenes pues no se trata <strong>de</strong> generalizar a partir <strong>de</strong> laexperiencia propia y <strong>de</strong> quienes nos ro<strong>de</strong>an; hablo <strong>de</strong> aquellos jóvenesque compartían referencias culturales como estudios universitarios,<strong>de</strong> preferencia en carreras humanísticas o sociales, música <strong>de</strong> rocky folklore latinoamericano, barba y cabellos <strong>de</strong>saliñados en ellos, yen ellas falda larga y blusas <strong>de</strong> manta estampada en flores. Todos <strong>de</strong>izquierda, solidarios con las luchas populares y creyentes en la justiciay la igualdad universales. Todos, o casi todos, lectores <strong>de</strong>l boomlatinoamericano, y junto a García Márquez y Cortázar, los poemas <strong>de</strong>Bene<strong>de</strong>tti.En perspectiva po<strong>de</strong>mos verlo y leerlo como autor <strong>de</strong> literatura light,constructor <strong>de</strong> metáforas que rozaban con lo burdo, lo simplistay sentimentaloi<strong>de</strong>, poco creativo y, eso sí, panfletario. Un escritorprescindible.Pero esto no es cierto, no po<strong>de</strong>mos prescindir <strong>de</strong> Bene<strong>de</strong>tti porque suobra caló hondo en una generación que tuvo muchas y muy buenasopciones literarias, pero eligió como uno <strong>de</strong> sus favoritos a esteuruguayo que contagiaba <strong>de</strong> ternura al más indiferente, un poeta paraabrazar y festejar. Recuerdo ahora el llanto espontáneo y silencioso <strong>de</strong>una muchacha conmovida por los versos <strong>de</strong> Bene<strong>de</strong>tti. Esto lo <strong>de</strong>finetodo.Imprescindible es su influencia cultural, pero también lo son su novela“La tregua” y algunos cuentos que recreaban el aliento vital sepultadobajo la máscara <strong>de</strong> los actos cotidianos y su implacable persistencia.Fue mejor narrador que poeta, sin duda, pero ni siquiera esto esmás importante que su reciente muerte, que la tristeza y la nostalgiacompartidas por miles <strong>de</strong> lectores alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l mundo.Como García Márquez en la muerte <strong>de</strong> John Lennon, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cirahora en la <strong>de</strong> Bene<strong>de</strong>tti: Fue un triunfo <strong>de</strong> la poesía.Sergio Anaya, editor<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>1


CAUTIVADOS PORBene<strong>de</strong>ttiGUADALUPE DUARTE ESPINOZASabía que tu ida se acercaba, se anunciaba cautelosa, hacesolo unos días exclamé “salió <strong>de</strong>l hospital, no se ha ido, sualiento sigue”Pero el reloj avanza in<strong>de</strong>tenible para llegar a ese tiempo <strong>de</strong>lfin, al final <strong>de</strong>l viaje.Larga vida tuviste <strong>de</strong> 88 años, ternura eres, te has ido.Te fuiste <strong>de</strong> tus ojos, ellos que al mirar todo lo traspasaban,esos ojos bondadosos, sabios, contenían huellas <strong>de</strong> todo lovisto, tus sentidos lo filtraban hacia tu corazón, para <strong>de</strong>spuéssalvarlos por siempre.Conviertes lo trivial en importante con la palabra, se aleja eltedio, incendias las cosas, hasta las más sencillas e indiferentesse hacen indispensables.Tu mirada lo penetra todo, las calles, las banquetas, laspare<strong>de</strong>s, la gente, la pobreza, el dolor, el aire, los paisajes, elalba. Todo lo metes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti, para expulsarlos <strong>de</strong> regresoen poesía.Lograste hermanarnos, éramos tú, éramos todos, sabías<strong>de</strong>scifrar el sentimiento, rescatabas verda<strong>de</strong>s en olvido, bellaseran tus frases que nos traspasan y cimbran, colocabaslos hilos en ellas, para tejer por <strong>de</strong>ntro los sueños, la rabia, laesperanza, el horizonte, el amor.¿Cómo pue<strong>de</strong> un hombre contener en sí mismo esa inmensainspiración?¿Cómo soportaba su corazón tanto amor? Estallaba en silencioen su soledad.Y es una soledad tan <strong>de</strong>soladaTengo una soledad tan concurrida, tan llena <strong>de</strong> nostalgiasRostro <strong>de</strong> vosMario Bene<strong>de</strong>tti <strong>de</strong>jó la tierra, y en ella quedaron lazos.Cuando un poeta <strong>de</strong>scribe con palabras eso que nosotrosno po<strong>de</strong>mos y <strong>de</strong>vela algo in<strong>de</strong>scriptible, encien<strong>de</strong> luces por<strong>de</strong>ntro, encien<strong>de</strong> la vida. Era un genio <strong>de</strong> la poesía.2Dice don Juan Matus, brujo yaqui, personaje <strong>de</strong> las obras<strong>de</strong> Carlos Castaneda: “Los poetas tienen su punto <strong>de</strong> encajehacia el universo”.Por eso, hombre o mujer, pies, manos, rostro, no importa, lotraduce por completo a poema. Se transforma en suelo quesostiene y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los pies un paso, lo convierte en beso. Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>las manos, el tacto, en “acor<strong>de</strong>s cotidianos.”Pero los rostros, los rostros para él eran resplandores, veía suhechizo en ellos, eran señales, un todo, que alberga miradas, unenigma <strong>de</strong>scifrado con dulzura, con franqueza. Su elocuenciabrillaba en cada letra.Y tu rostro sincero y tu paso vagabundoY tu llanto por el mundoPorque sos pueblo, te quieroTus ojos son mi conjuro, contra la mala jornadaTe quiero por tu mirada, que mira y siembra futuro.Tu rostro es la vanguardia,tal vez llega primeroPorque lo pinto en las pare<strong>de</strong>s,con trazos invisibles y seguros.Te quieroNo olvi<strong>de</strong>s que tu rostro, me mira como pueblo, sonríe yrabia y canta como pueblo.Y eso te da una lumbre inapagableBienvenidaNo lo creo todavía, estás llegando a mi lado y la noche esun puñado <strong>de</strong> estrellas y alegrías.Palpo, gusto, escucho y veo tu rostro, tu paso largo, tusmanos y sin embargo, todavía no lo creo.Sin embargo todavía dudo <strong>de</strong> esta buena suerte, por que el<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


cielo <strong>de</strong> tenerte, me parece fantasía.Pero venís y es seguro y venís con tu miradaY por eso tu llegada, hace mágico el futuroY aunque no siempre, he entendido mis culpas y mis fracasosen cambio se que en tus brazos, el mundo tiene sentido.TodavíaVivió el exilio, no menos doloroso que los mártires <strong>de</strong> lahistoria, con inquebrantable voluntad y alto costo, por eso<strong>de</strong>jo ver en su poesía sus i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> justicia social.Su espíritu irreverente trepó la cumbre don<strong>de</strong> habitan lasrealida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí esparció por el mundo su poema “Note salves” para romper <strong>de</strong> tajo, como Babel erguida, nuestrasilusorias conformida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>jando un mensaje “ser o no ser”,tan gastada frase pero precisa.No te que<strong>de</strong>s inmóvil al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l camino,No congeles el júbilo, no quieras con <strong>de</strong>sganaNo te salves ahora ni nunca, no te salvesNo te llenes <strong>de</strong> calmaNo reserves <strong>de</strong>l mundo solo un rincón tranquiloNo <strong>de</strong>jes caer los parpados, pesados como juiciosNo te que<strong>de</strong>s sin labios, no te duermas sin sueñoNo te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo…No te salvesSembrado en nuestra vida quedó colocado cada fragmento,me refiero a “Chao número tres”. Entrañable emoción produceen el recuerdo, es como si los segundos se inflamaran, parecen<strong>de</strong>tenidos, y solo un suspiro los mueve nuevamente.Te <strong>de</strong>jo con tu vida, tu trabajo, tu genteCon tus puestas <strong>de</strong> sol y tus amaneceresSembrando tu confianza, te <strong>de</strong>jo junto al mundoDerrotando imposibles, segura sin seguroEstaré don<strong>de</strong> menos te esperes, por ejemploEn un árbol añoso <strong>de</strong> oscuros cabeceos, estaré en un lejanohorizonte sin horas, en la huella <strong>de</strong>l tacto, en tu sombra ymi sombra<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>3


Y ojalá pueda estar, <strong>de</strong> tu sueño en la red, esperando tusojos y mirándote.4Chau numero tresContinuar po<strong>de</strong>mos, son interminables, uno tras otro, sonperfectos, exactos, maravillosos, poeta…Pequeña y dulce, corazón corazaPorque eres mía, porque no eres mía,Por que te miro y muero y peor que muero, si no te miroamor, si no te miroPor que tú siempre existes don<strong>de</strong> quieraPero existes mejor don<strong>de</strong> te quieroPorque tu boca es sangre y tienes fríoTengo que amarte amor, tengo que amarteAunque esta herida duela, como dosCorazón corazaTe vas, como lo hicieron Neruda, Sabines y otros gran<strong>de</strong>spoetas generacionales que partieron por siempre <strong>de</strong>jando suinspiración como un tesoro que nos <strong>de</strong>slumbra y estremece.Y como dijera Silvio Rodríguez:“Ahora quiero hablar <strong>de</strong> poetas, <strong>de</strong> poetas muertos, y poetasvivos… y <strong>de</strong> la tortura <strong>de</strong> ser ellos mismos, por que hay que<strong>de</strong>cir, que hay quien muere sobre su papel, pues vivirle a lavida su talla tiene que doler, nuestra vida es tan alta, tan alta,que para tocarla, casi hay que morir, para luego vivir…”Adiós Mario Bene<strong>de</strong>tti, genio <strong>de</strong> la palabra, nos <strong>de</strong>jas cautivosen este mundo caótico que nos inventamos. Adiós, besotu frente en la distancia con agra<strong>de</strong>cimiento.Nos <strong>de</strong>jas tu poesía <strong>de</strong> la vida, pero no conoceremos tu poesía<strong>de</strong> la muerte, te la llevas inédita.Ya nuestra intimidad es tan inmensa que la muerte la escon<strong>de</strong>en su vacíoY por último:IntimidadEl amor es el único elemento que le sirve para enfrentarla muerte.El Amor, las mujeres y la vidaMARA ROMEROAl que se marcha, para siemprequedarse…Tú no te pue<strong>de</strong>s MorirBene<strong>de</strong>tti, sabes por qué?Porque tu consigna con las letras te hizonuestro eternoTraductor <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s y en ellas mismas teescon<strong>de</strong>rás…Estarás siempre pues, <strong>de</strong> piepuntilla en cada “Táctica y estrategia quetomemos”;en la inocente vocación <strong>de</strong>poeta que siembrasen todo aquél que lee tus sencillos versos;Esos que nunca aspiraron a una malpretendida erudición,y que sin embargo, se han instalado comopatrimonio universal <strong>de</strong> los que amamos y<strong>de</strong>samamos.Porque tú, Bene<strong>de</strong>tti, supiste prestarnos vozpropia para edificar con tus letras nuestropaisaje, no importa <strong>de</strong> cuándo, ni <strong>de</strong> quién o<strong>de</strong> cualquier tramado recuerdo en esteplaneta inocente que nos tocó sentir.Nos heredas un basto universo <strong>de</strong>textos, legado <strong>de</strong> tu <strong>de</strong>stino fértil que teguarda sombra, estancia <strong>de</strong>l recinto <strong>de</strong> lofragmentario <strong>de</strong> don<strong>de</strong> te recordaremossiempre; el mismo que nos hará fiel atus versos; esos que repetiremos los queandamos en busca <strong>de</strong> este ardoroso conato<strong>de</strong> lucha que se llama vida y felicidad.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


Repasando elcírculoENRIQUE MOYApara repasar el círculo, <strong>de</strong> Juan Manz, se nos presenta comoun itinerario cuasi coral, en el cual la diversidad <strong>de</strong> voces ylas diversas estrategias escriturales que dan vida a esas voces,permiten acercarse a un universo poético rico en imágenes,metáforas y complejas construcciones verbales. Voces o máscarasque van generando nuevas aristas discursivas <strong>de</strong> acuerdocon los temas o las preocupaciones estéticas <strong>de</strong>l autor en unmomento <strong>de</strong>terminado. El territorio poético <strong>de</strong> Para repasarel círculo es muy amplio y en él convergen diversas geografíasy diversos caminos para acce<strong>de</strong>r a ellas.Son muchas las lecturas que sugiere esta poesía ligada ala naturaleza, al <strong>de</strong>sierto (como se nos presenta en Recitalen Fuga); o ligada a ciertos espacios <strong>de</strong> la herencia sagrada,(como po<strong>de</strong>mos leer en Padre viejo, relectura <strong>de</strong> cosmosancestral yaqui), o <strong>de</strong> los rituales <strong>de</strong> la oralidad <strong>de</strong>l saberiniciático (como suce<strong>de</strong> en Panal <strong>de</strong> luces, que aunque sepresenta como una bitácora poética <strong>de</strong> la urbana New York,lo hace <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los ojos místicos <strong>de</strong> quien ve la ciudad a través<strong>de</strong>l espejismo, con las mismas ásperas construcciones <strong>de</strong> loyermo; y, por oposición, el <strong>de</strong>sierto es visto por Manz comoconstrucciones <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s aún no fundadas, o fundadas enun pasado mítico o remoto.Sus poemas sugieren, como hemos dicho, diversos temas <strong>de</strong>análisis; sus construcciones verbales y el lenguaje se conectan,a<strong>de</strong>más, con otras áreas <strong>de</strong>l saber humano y <strong>de</strong>l lenguaje.Dicho lo anterior, hay cuatro aspectos <strong>de</strong> la poética <strong>de</strong> JuanManz, que nos interesa <strong>de</strong>stacar, y a los que vamos a referirnosbrevemente.1.En primer lugar, En la poesía <strong>de</strong> Juan Manz el lenguaje yla metáfora ocupan un lugar primordial. Pues el problemaentre hecho objetivo y hecho narrado no siempre es posiblea través <strong>de</strong>l simple lenguaje. Así que el poeta Manz elige laarquitectura <strong>de</strong> la metáfora para encontrar la palabra a expresar.Así, su metáfora es más que un diseño <strong>de</strong> imágenes,una propuesta <strong>de</strong> palabra, una propuesta <strong>de</strong> nuevo signo, unapropuesta <strong>de</strong> exactitud, que aproxima y al mismo tiempoexpan<strong>de</strong> significados.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>Juan Manz.Por otra parte, Juan Manz es, por <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> algún modo,here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> un lenguaje que no se habla con simples palabras,o <strong>de</strong> un lenguaje difícil articular con palabras y que él intentacon sus poemas traducir.Si bien el mundo mítico yaqui y el habla ancestral han sidoheredadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo oral, el hecho <strong>de</strong> que ese conocimientono se haya perdido <strong>de</strong>l todo y que, a<strong>de</strong>más, tenga here<strong>de</strong>ros5


incluso entre los no yaquis (como es el caso <strong>de</strong>l poeta Manz) seexplica a través <strong>de</strong> la cosmogonía creada no sólo a través <strong>de</strong> laspalabras, sino a través <strong>de</strong> las construcciones metafóricas.Muchos pueblos indígenas han prolongado su saber ancestrala través <strong>de</strong> la metáfora, <strong>de</strong> las construcciones metafóricasmatizadas o ampliadas con nuevas adquisiciones fonéticasy/o verbales <strong>de</strong>l idioma invasor (o nuevo idioma, en este casoel español). Este concienzudo trabajo <strong>de</strong> Juan Manz se notaen Padre Viejo, que es, como se sabe, la forma yaqui parareferirse a su más allá, a su cielo particular.La metáfora, las formas míticas <strong>de</strong>l lenguaje y el silencio,son partes fundamentales <strong>de</strong>l poema. La metáfora comoprolongación <strong>de</strong>l silencio o, al menos, una <strong>de</strong> sus formasconcretas; la metáfora en oposición a la carencia misma <strong>de</strong>lidioma. Y, por otro lado, el mito y la realidad se fun<strong>de</strong>n, en lapoesía <strong>de</strong> Juan Manz, para crear la posibilidad <strong>de</strong> otro espacio,<strong>de</strong> otra geografía don<strong>de</strong> quepan <strong>de</strong> modo natural y con todapropiedad, todo sentimiento y emoción que mueve al poetaManz al escribir.En la obra <strong>de</strong> Juan Manz la metáfora es el ars, el hilo rojo<strong>de</strong> la construcción escritural y vivencial.62.Otro aspecto que nos interesa <strong>de</strong> la poética <strong>de</strong> Juan Manz, esla otredad y el significado <strong>de</strong> los opuestos que ya aparece, porcierto, en la obra <strong>de</strong> Heráclito, y que el poeta Manz lo trabaja<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una óptica especular (o dicho <strong>de</strong> otro modo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laalteridad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el espejo).Eso se pue<strong>de</strong> observar, sobre todo, en los libros Contracareadosy Tres veces espejo. En estos libros se pue<strong>de</strong> percibir eldiálogo <strong>de</strong> Manz con el Panta Rei heracliano, la síntesis poética<strong>de</strong>l planteamiento <strong>de</strong> Heráclito que aparece en su Logos,sobre el significado <strong>de</strong> los opuestos y los mismos; es <strong>de</strong>cir, loque lo que el filósofo <strong>de</strong>nomina: “camino hacia arriba los quelo ven <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo, y camino hacia abajo los que lo ven <strong>de</strong>s<strong>de</strong>arriba”. “el camino abajo y arriba es uno y el mismo”.Con esto Heráclito nos afirma que los opuestos representan,al mismo tiempo, una unidad esencial. No una unidad inestableque fragmenta la realidad, sino una unidad conectada con lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> rehacer el lenguaje, <strong>de</strong> construir formas distintas <strong>de</strong>lyo personal y <strong>de</strong>l yo narrador; <strong>de</strong>l inconsciente, o yo, y laoralidad cotidiana (u oralidad exterior), o es <strong>de</strong>cir, el otro.El libro Contracareados le entra a este difícil problema congran habilidad.3.El tercer aspecto que nos interesa es la relación <strong>de</strong> la escritura<strong>de</strong> Juan Manz con el comportamiento <strong>de</strong> la geometríafractal.Hay cierta poesía que asemeja a las construcciones <strong>de</strong> lageometría fractal, y la <strong>de</strong> Juan Manz es una <strong>de</strong> ellas. Des<strong>de</strong>varios ángulos y motivos.El principal <strong>de</strong> esos ángulos, es que la poesía <strong>de</strong> Juan Manzestá ligada a las formas <strong>de</strong> la naturaleza; en este caso, a unanaturaleza guiada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el arbitrio <strong>de</strong> las palabras, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elazar que dicta la imagen; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los diversos mo<strong>de</strong>los o experimentosentre adjetivo y sustantivo que Manz realiza paraconfigurar la i<strong>de</strong>a, esa metáfora que nos acerque al sentimiento<strong>de</strong> una observación, o <strong>de</strong> un sentimiento tomado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la impresiónque le causa al poeta una planta, el viento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>siertoo el murmullo <strong>de</strong> <strong>de</strong> las aguas o el simple silencio.Por su parte, la naturaleza misma, a través <strong>de</strong> la diversidad<strong>de</strong> objetos que la pueblan, es geométricamente fractal, porqueno pue<strong>de</strong> configurarse a través <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> la geometríaeuclidiana que son construcciones concretas. Y los poemas<strong>de</strong> Manz no buscan el compromiso con una forma <strong>de</strong>terminada,sino con la <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong> las formas establecidaspara ofrecer otras lecturas, o mejor dicho, para permitir otrasposibles lecturas basadas en otras posibles formas.Siendo así, la poesía <strong>de</strong> Juan Manz permite que sus poemas sereproduzcan en el lector y que vayan más allá <strong>de</strong> las palabrashasta el terreno impre<strong>de</strong>cible y potencial <strong>de</strong> las imágenes, <strong>de</strong> laconstrucción fractal; <strong>de</strong> aquello que no es posible compren<strong>de</strong>rsino a través <strong>de</strong>l poema, <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong>l poeta con su forma<strong>de</strong> conectar lo irreal con lo real, o con su forma <strong>de</strong> conectar loreal que aún no tiene (y acaso nunca tendrá) palabra (o forma)que lo <strong>de</strong>fina en la mente <strong>de</strong> un lector.4.El último aspecto que vale <strong>de</strong>stacar <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> JuanManz tiene que ver con la música. Sus poemas están escritossiguiendo el principio <strong>de</strong> una construcción musical. Son textoscuyo sentido persigue la armonía y cierto contrapunto entre lasdiferentes i<strong>de</strong>as que integran un mismo poema o una colección<strong>de</strong> ellos haciendo contrapunto entre sí, como las distintasvoces que conforman una ópera.Es una poesía, a<strong>de</strong>más, atenta a la música <strong>de</strong>l idioma, o <strong>de</strong> losidiomas, pues se nutre <strong>de</strong> otras sonorida<strong>de</strong>s y musicalida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las diversas lenguas (y matices <strong>de</strong> esas lenguas) <strong>de</strong> México,que <strong>de</strong> alguna manera son tonales, más que modales, en elsentido occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l término.Así, la poesía <strong>de</strong> Juan Manz remite <strong>de</strong> inmediato a dos procedimientos<strong>de</strong> la forma musical: lo tonal y modal.Lo tonal se manifiesta en su poesía como juego <strong>de</strong> los contrarios(que ya hemos visto en el Heráclito que aparece ensus libros Contracareados y Tres veces espejo); esto es, unaproposición y su resolución, una fuerte tensión que luego seresuelve con una especie <strong>de</strong> coda literaria que reitera el aspectolúdico y secreto <strong>de</strong> la construcción sonora <strong>de</strong> sus poemas.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


Y en otros textos, se manifiesta lo modal; es <strong>de</strong>cir, una tensiónque se mantiene y que nobusca un efecto <strong>de</strong> resolución, sino que la resolución es latensión misma que se diluye por sí sola en la i<strong>de</strong>a y ritmo<strong>de</strong>l poema.A modo <strong>de</strong> conclusión, estas son algunas <strong>de</strong> las posibleslecturas que ofrece una poesía rica en lenguaje, sugerenciaslingüísticas, formas literarias e imágenes.Hemos intentado tomar aquello ante lo que hemos sido sensibles.Por supuesto, una poesía con tantas preocupaciones,tantas estrategias discursivas y formales, es difícil presentarlasin que se nos que<strong>de</strong> algo afuera.En todo caso sí hay que <strong>de</strong>cir, que la poesía <strong>de</strong> Juan Manz,por su misma configuración, requiere <strong>de</strong> un lector entrenado.Es una poesía para ya iniciados, para personas que ya conocenlos secretos…aunque haya, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, versos <strong>de</strong> unatransparencia y sencillez magnifica como éste <strong>de</strong> Parodia <strong>de</strong>agosto, que, con el permiso <strong>de</strong> su creador, Juan Manz, voya leer:El espejo cepillaba sus dientesal mismo tiempo que los míoslavaba mi caray hasta sobrepuso una sonrisaen mis labioscomo una especie <strong>de</strong> indultoSólo cuando apagué la luzme supe soloEnrique Moya, Viena-Austria - Ciudad Obregón-México, noviembre<strong>de</strong> 2008Para Juan Manz,con<strong>de</strong>coración en PerúEl comité organizador <strong>de</strong>l II Encuentro Internacional<strong>de</strong> Poesía “José Guillermo Vargas”, que se celebraráen Lima, Perú, bajo el auspicio <strong>de</strong> la UniversidadNacional <strong>de</strong> Cajamarca, <strong>de</strong>cidió otorgar laCon<strong>de</strong>coración MIEMBRO DE HONOR y Medalla <strong>de</strong>Oro al poeta mexicano Juan Manz Alaniz.Los motivos <strong>de</strong> este reconocimiento, afirma el ComitéOrganizador en una carta, es “su brillante y generosalabor <strong>de</strong> promoción cultural y excelencia poética”.El evento se celebrará <strong>de</strong>l 23 al 26 <strong>de</strong> septiembre en elteatro <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Bambamarca.La notificación concluye así:“Ratificando anteladamente nuestro aprecio y gratitudal generoso apoyo institucional, lo abrazamos no sinantes repetirle: VENGA A NACER CON NOSOTROSHERMANO.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>7


Poemas <strong>de</strong> FranciscoAranda Ca<strong>de</strong>nasSoy viento <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong>sdibujada,Soy mudanza <strong>de</strong> los campos,Soy fugaz edad tardía,Apenas amapola enrojecida,La lengua <strong>de</strong>l mar babeaSu ira en las arenas,Como mi corazón asaltaLas terrazas <strong>de</strong>l aireCuando la soledad esTan sólo azucena y <strong>de</strong>sengaño,Sueño <strong>de</strong>l girasol al mediodía,Fruta <strong>de</strong>sgajada en las acequias,Del otoño sola hoja entreverada,La nieve en el valle <strong>de</strong>shelada.Una ave <strong>de</strong>sdichadaQue yace bajo la oblicua longitudDe las palmeras.Tras la noche vencida, en esta bahíaSin nombre, hay un jazmínMuerto <strong>de</strong> ausencias y un toroSe llena <strong>de</strong> tu ausencia mi escritura.Regurgitando sombras, rumiando espinasVoy junto al otoño que <strong>de</strong>speina a las muchachas.Helado bajo una sombra <strong>de</strong> sangre,Y hay en la ventana rotaUna niña que gimeSobre el alféizar.De todos mis corazones, el más secretoLo he perdido en una lenta bandada <strong>de</strong> gaviotas,Y los bolsillos se ensanchan <strong>de</strong> aturdida memoriaComo la tierra se dibuja <strong>de</strong> sepias y amarillos.Es la soledad primeraY últimaCuando todo se reduce a un vagoRecuerdo <strong>de</strong> la muerte.Nacido en Málaga, España; pasé mi infancia y adolescencia entre provincias, allí don<strong>de</strong> nací, y por tierras <strong>de</strong> Almería (España), lugar en el quehe trabajado la mayor parte <strong>de</strong> mi vida. Actualmente resido en Cd. Obregón, Sonora (México) don<strong>de</strong> <strong>de</strong>seo terminar la carrera <strong>de</strong> Psicología ycolaborar en un proyecto <strong>de</strong> preservación lingüística <strong>de</strong> la lengua indígena yaqui.8<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


LOS HÜTTICHy los PalmerMARCO ANTONIO CAMPOSDe mis ancestros ingleses y alemanes ignoro casi todo. Llegaron en el curso <strong>de</strong>l siglo XIXy con la voluntad a cuestas fincaron en la tierra <strong>de</strong> los zacatecos. Hicieron los Palmernegocio <strong>de</strong> sombreros y los Hüttich o Hütting se llenaron <strong>de</strong> óxido y oro corrosivo enla hacienda minera <strong>de</strong> San Bernabé y miembros <strong>de</strong> las familias se unieron para formar<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia. La abuela paterna, Juana Hüttich Palmer, se preciaba <strong>de</strong>l árbol genealógico(aprecio que heredaron padre y mis dos tías mayores). Abuela <strong>de</strong>sesperaba por la limpiezaal límite, el or<strong>de</strong>n maniático y con abuelo luchaba para no querernos. Cuando a sumuerte padre quiso darme fotografías <strong>de</strong> ambos, volví la cabeza y miré por la ventana.Pero abuelo que traía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Real <strong>de</strong> Catorce impregnados en la piel el olor <strong>de</strong> fosfatosy polvos ulcerantes, pintaba cuadros con pincel hábil, diría diestro, <strong>de</strong> escenas <strong>de</strong> mar,<strong>de</strong> bosques, <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s volcanes, <strong>de</strong> casas y calles <strong>de</strong> pueblos <strong>de</strong> miseria. La gloriaartística representó para él lo mismo que los billetes usados que <strong>de</strong>sechaba en el Banco <strong>de</strong>México en la década <strong>de</strong> los veinte. “Salud y pesetas”, me <strong>de</strong>cía al fijar la ficha <strong>de</strong> dominó,y padre memorizaba aritméticamente al triple el juego <strong>de</strong> los jugadores para ganar casisiempre. Padre me legó <strong>de</strong>l abuelo en el testamento tres cuadros y mi hermana me dio <strong>de</strong>la abuela un separador <strong>de</strong> libros.Cuando oigo el inglés <strong>de</strong> Inglaterra y el alemán <strong>de</strong> Alemania algo remueve la sangrepero <strong>de</strong>saparece pronto como señales luminosas que se apagan en el tablero electrónicoa la partida <strong>de</strong>l tren. Quizá, digo, quizá rayas sombrías <strong>de</strong>l alma, el veneno parsimonioso<strong>de</strong> la atroz locura que sombrío cae gota a gota en el vaso <strong>de</strong>l cerebro, un cierto regustopor el or<strong>de</strong>n (que difícilmente aplico), provenga <strong>de</strong> esa estirpe oscura que a veces creíavérseme revelada en inviernos lluviosos <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> los noventa en las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>Salzburgo y Viena. Pero jamás visité Inglaterra, y Alemania, <strong>de</strong> pensar en sombras largasy en ciuda<strong>de</strong>s idénticas al color <strong>de</strong> la niebla o <strong>de</strong> la noche, me recorre <strong>de</strong> niebla un calosfrío,y prefiero oír cómo los pájaros rompen el mediodía y gorjean y trinan en los follajes<strong>de</strong> los plátanos <strong>de</strong> color <strong>de</strong> plata y aceituna en el soleado sur <strong>de</strong> Francia. Quizá por esoescribo en la pequeña terraza <strong>de</strong> un café <strong>de</strong> Saint-Rémy, en un julio <strong>de</strong> furioso sol, cerca<strong>de</strong>l Mediterráneo y lejos <strong>de</strong>l adiós trístido <strong>de</strong> las golondrinas.1996<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>9


La vida inquieta yrevolucionaria <strong>de</strong> Aureliano AnayaALBERTO MACÍASNo será éste el estudio bibliográfico <strong>de</strong> un hombre que lo merecesobradamente, pues carecemos <strong>de</strong> los atributos para llevarloa cabo, aparte <strong>de</strong> que ello implicaría una labor acuciosa ypaciente, en que se tiene que hurgar datos <strong>de</strong> primera manopara po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>secar las lagunas inevitables.Será, por lo tanto, este trabajo la mo<strong>de</strong>sta semblanza <strong>de</strong> unciudadano que conocimos y tratamos, lo que nos permitiópalpar sus <strong>de</strong>fectos y virtu<strong>de</strong>s, su inquieto bregar y su obra,en fin.¿Su nombre?Se llamó Aureliano A. Anaya. El hombre <strong>de</strong> las tres “A”,como solíamos <strong>de</strong>cirle en Hermosillo, cuando por primeravez fue miembro <strong>de</strong> la legislatura sonorense, allá por lo años<strong>de</strong> 1924 a 1926, en la época <strong>de</strong> don Alejo Bay, otro amigoinolvidable que, como el que historiamos, ya <strong>de</strong>volvió “susjugos a Deméter”.Físicamente don Aureliano era alto, bien formado, <strong>de</strong> arroganteporte y mirada penetrante y escudriñadora, Pulcro enel vestir, siempre, parco <strong>de</strong> palabras, pero contun<strong>de</strong>nte en susafirmaciones, es <strong>de</strong>cir, categórico pero sin asperezas, cuando<strong>de</strong>fendía sus i<strong>de</strong>as. En otro aspecto, amable y servicial comopue<strong>de</strong>n testimoniarlo tanta y tanta gente <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>l Yaquique aún recuerdan, agra<strong>de</strong>cidas, sus favores. Fue en ella laregión <strong>de</strong>l Yaqui- don<strong>de</strong> fincó sus afectos y <strong>de</strong>jó una huellaprofunda <strong>de</strong> su paso y <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ológico afán.Por sus convicciones graníticas, su credo <strong>de</strong> luchador leal<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los inicios <strong>de</strong> la Revolución Ma<strong>de</strong>rista <strong>de</strong> 1910, sufriópersecuciones y cárceles. Su vida tuvo una odisea que irradiasacrificios y sobrados arrestos volitivos… Pero antes <strong>de</strong>referirnos a esta etapa llena <strong>de</strong> acechanzas y peligros, en quese puso a prueba el temple <strong>de</strong> don Aureliano y <strong>de</strong> quienes conél sufrieron los rigores <strong>de</strong>l pretorianismo más cruel y odiosoque registra la historia <strong>de</strong> México, hagamos una compilaciónrápida <strong>de</strong> los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> don Aureliano.Nació en la ciudad <strong>de</strong> El Fuerte, Sinaloa, el 16 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>1897, habiendo tenido por progenitores a don Jesús Anaya y adoña Gabina Armenta <strong>de</strong> Anaya, noble ancianita que aun viveen la cercana población <strong>de</strong> Esperanza, con una carga <strong>de</strong> 104años a cuestas. De ese matrimonio hubo seis hijos: Gilberto,Aureliano, Margarito, Feliciano, Pomposa y Teresa.En su juventud fue maestro <strong>de</strong> escuela y mantuvo una amis-10tad estrecha con el coronel Plácido Vega, vástago <strong>de</strong>l viejorepublicano <strong>de</strong>l mismo nombre, que fue compañero <strong>de</strong> armas<strong>de</strong>l Héroe <strong>de</strong> San Pedro, general Antonio Rosales.Habiendo fallecido don Jesús, Aureliano y Margarito sevinieron a Sonora (1907) para establecerse en la ciudad <strong>de</strong>Álamos, habiéndose empleado en una pana<strong>de</strong>ría <strong>de</strong>l señorTomás Chávez. Allí, el joven Aureliano realizó sus primerasandanzas revolucionarias: militó en las fuerzas <strong>de</strong>l entoncescoronel Benjamín Hill hasta que, firmados los tratados <strong>de</strong>ciudad Juárez, volvió a la quietud <strong>de</strong> su trabajo.En 1911 ya tenemos a toda la familia radicada en el pueblo<strong>de</strong> Cócorit don<strong>de</strong>, ayudados por don Salvador Y. Campoy,gana<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Fundición, los cuatro hermanos instalan unapana<strong>de</strong>ría por cuenta propia y no pasa mucho tiempo sin queAureliano se incorpore a la vida pública. Lo sorpren<strong>de</strong> la DecenaTrágica al frente <strong>de</strong> la oficina subalterna <strong>de</strong>l Timbre.El magnicidio consumado en las personas <strong>de</strong> Ma<strong>de</strong>ro yPino Suárez, <strong>de</strong>sata nuevamente la tormenta revolucionariay Sonora ocupa su puesto dignamente.En Cócorit, hasta don<strong>de</strong> se proyectaban los <strong>de</strong>stellos <strong>de</strong>la famosa División <strong>de</strong>l Yaqui, la conjura hace prosélitos yquienes arrojan leños a la hoguera son un puñado <strong>de</strong> hombresvalientes y resueltos a jugarse el todo por el todo. La historiatendrá que recoger sus nombres: Aureliano Anaya, José Camalich(pionero <strong>de</strong> Cajeme y el único superviviente, cuyospasos habremos <strong>de</strong> seguir en lo <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lante por su estrecharelación con esta parte <strong>de</strong> los sucesos que relatamos), JuanÁlvarez, Ricardo Valenzuela, Crispín Acosta, Teodoro Guillén,Fernando V. Moreno y otros. Este último ocupaba, a la sazón,la presi<strong>de</strong>ncia municipal. Pues bien, todos ellos, acusados<strong>de</strong>l “<strong>de</strong>lito <strong>de</strong> conspiración contra el Supremo Gobierno” y<strong>de</strong> preten<strong>de</strong>r entregar la plaza a los rebel<strong>de</strong>s mero<strong>de</strong>adoresson aprehendidos por el teniente coronel Vildósola, el día…en tanto que en Bácum corrían igual suerte Eduardo Fierro,Felipe Vidaurrázaga, Timoteo Fuentes y Guadalupe Galindo,Presi<strong>de</strong>nte Municipal, el primero, y Secretario <strong>de</strong>l Ayuntamiento,el segundo. Días antes, en Tórim, también habían sidocapturados “por conspiradores” Roberto cruz, que era alcal<strong>de</strong>y Eduardo S. Muni, quien con un grupo <strong>de</strong> correligionariosse fueron <strong>de</strong> Guaymas en el lanchón “Náutilus”. Fue unahazaña temeraria.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


El grupo <strong>de</strong> rebel<strong>de</strong>s cocoritenses fue llevado al mismopuerto y se les puso bajo custodia, con centinelas <strong>de</strong> vista.A ellos no tardó <strong>de</strong> reunirse otra “cuerda” <strong>de</strong> reos traídos <strong>de</strong>Santa Rosalía: Eduardo Casillas, Alfredo Ceballos, PatricioAguilar, Leoncio Dórame, Salvador M. Osuna, AurelianoMedina, Gumersindo Montoya, Manuel Bonifant, TeodomiroMeza, Fe<strong>de</strong>rico Arquega, Cecilio Gutiérrez, Germán Macedo,Manuel Ramos, Francisco Carlón y Diego Montoya, complotistascomo los anteriores.La noche <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1913, días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lossangrientos combates <strong>de</strong> Santa Rosalía, 62 reos políticos,incluyendo al periodista Carlos F. Koer<strong>de</strong>ll, corresponsal <strong>de</strong>la Prensa Asociada y en cuya <strong>de</strong>tención no mediaron más queintrigas, ya que era afecto al gobierno <strong>de</strong> Victoriano Huerta,eran remitidos a México, a bordo <strong>de</strong>l “Morelos”, por ór<strong>de</strong>nes<strong>de</strong>l general Pedro Ojeda y a disposición <strong>de</strong>l general AurelianoBlanquet, comandante militar <strong>de</strong> la citada metrópoli azteca.Fueron tratados peor que criminales y hasta Manzanillohicieron la travesía amarrados. Por alimentación se les dabagalletas; pero sin <strong>de</strong>jarse abatir por la <strong>de</strong>sgracia, se daban“el lujo” <strong>de</strong> lanzarse puyas recíprocas. De ese modo, el sufrimientoaflojaba sus ataduras.En los primeros días <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> aquel año trágico, ya seencuentran convenientemente instalados en el Cuartel <strong>de</strong> SanI<strong>de</strong>lfonso <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> México, don<strong>de</strong> habrán <strong>de</strong> sufrir nosolo las embestidas <strong>de</strong> las malpasadas, sino <strong>de</strong> los parásitosque casi los volvían locos. La pujanza que Anaya y él (PepeCamalich) <strong>de</strong>mostraban en el durísimo trance, tenían unaexplicación: el uno cuenta 26 años y el otro 28. Ambos enplenitud <strong>de</strong> los impulsos nobles, en que el mismo temor <strong>de</strong> lamuerte no los arredraba.Pronto los dos amigos, unidos por tan entrañable afecto,tendrían que separarse; pero antes <strong>de</strong> que tornemos a seguirel viacrucis <strong>de</strong> Anaya, diremos que Pepe Camalich había sidoincorporado a un batallón <strong>de</strong> reclutas que iba a la campañacontra el zapatismo, al Estado <strong>de</strong> Morelos,. Por su preparaciónlo habían ascendido a cabo y aquello alivió un tanto susituación.El día que los embarcaban, logró comunicarse con una primasuya, quien se puso al habla con don Luis A. Martínez, el conocidoarmador guaymense y a la sazón senador <strong>de</strong> la República.Este po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong> entonces movió sus hilos y por lo pronto seconsiguió que fuese <strong>de</strong>vuelto al Cuartel <strong>de</strong> Canoa.El relato <strong>de</strong> Camalich abunda en pasajes patéticos y a vecesregocijados. Al poco tiempo pudo regresar al pueblo <strong>de</strong> loschiltepines para reanudar y ensanchar sus activida<strong>de</strong>s. Hoyvive en Ciudad Obregón y es feliz con sus recuerdos, aunqueaquéllos tiempos hayan sido matizados <strong>de</strong> negro por el infortunio.Sigamos ahora la figura central <strong>de</strong> este bosquejo. De laprisión militar <strong>de</strong> Santiago Tlatelolco, mandaron a don Aurelianoy 38 compañeros más a Cayo Culebra, en el lejanoterritorio <strong>de</strong> Quintana Roo, don<strong>de</strong> se les relegó como si noexistieran; pero en aquellos hombres seguía alentando el amora la libertad y el odio al pretorianismo imperante que los habíahecho sus víctimas (continuará).*El presente texto lo escribió Alberto Macías para el primernúmero <strong>de</strong> la revista “Rumbos”, que habría <strong>de</strong> circular enoctubre <strong>de</strong> 1952. Sin embargo, Macías murió antes y sóloalcanzó a escribir la primera parte <strong>de</strong> este texto sobre AurelianoA. Anaya.ma<strong>de</strong>je@hotmail.comEl eterno motivo, <strong>de</strong> Alberto Macías Meza<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>11


Beethoven o VivaldiEDUARDO LANGAGNEDespués <strong>de</strong> la comida, la pareja <strong>de</strong> ancianos se acomodóen sus lugares habituales; ella, en el sillón <strong>de</strong> dos plazas,una <strong>de</strong> las cuales ocupaba su canastilla <strong>de</strong> mimbre y susestambres, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l tejido a medio hacer; él, en la viejamecedora que rechinaba al moverse sobre la duela <strong>de</strong>l piso<strong>de</strong> la habitación.Aún era temprano y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la ventana ambos podían verun parque repleto <strong>de</strong> niños cuyos gritos a veces alcanzaban acruzar la calle y llegar hasta ellos.El viejo encendió la radio acomodada encima <strong>de</strong> un antiguomueble, junto a la mecedora.La música apareció suave, a medio volumen, como siempre.Por la ventana podían verse algunas nubes, acaso lasmismas <strong>de</strong> siempre, pasar. El viejo entrecerró los ojos paraconcentrarse mejor en la música.¿Que es eso? preguntó la mujer, rutinariamente.Supongo que Beethoven respondió el hombre, sin convencimiento.Música <strong>de</strong> Beethoven había escuchado muchas vecespor ese mismo aparato, pero también <strong>de</strong> Vivaldi y <strong>de</strong> otros,¿quién pue<strong>de</strong> reconocer uno <strong>de</strong> otro?La vieja tomó sus agujas y reanudó el tejido parsimoniosamente.Ya está cerca el fin <strong>de</strong> año, dijo.Mmh, murmuró el viejo, como asintiendo.¿Tú crees que vengan Alberto y Felisa?No lo creo, mujer, no lo creo respondió el viejo intentandoser al mismo tiempo dulce y convincente. Nuestros hijos estánsiempre llenos <strong>de</strong> cosas por hacer.El año pasado no vinieron reprochó la mujer . ¿Estaránotra vez tan ocupados?El viejo estaba oyendo simultáneamente la música y laspalabras <strong>de</strong> su esposa. Podía hacerlo. Después <strong>de</strong> tantos años<strong>de</strong> práctica lo había logrado. Los hijos no vendrían a fin <strong>de</strong>año, ninguno <strong>de</strong> los dos. Sus familias, sus ocupaciones, ladistancia, en fin. Ambos vivían en otras ciuda<strong>de</strong>s, lejanas sinduda, muy lejanas.¿Si no vienen cenaremos con los Garcés? comentó la mujer,como si hubiera escuchado las reflexiones <strong>de</strong>l hombre.¿Sí, mujer, cenaremos con ellos respondió el viejo.La tar<strong>de</strong> caía plomiza sobre el parque <strong>de</strong> enfrente que poco apoco se iba quedando sin niños. Conforme el tiempo avanzabase marchaban también los adolescentes y las parejas <strong>de</strong> novioscomenzaban a ocupar las bancas. La música <strong>de</strong> la radio continuaba;era otra obra ahora la que se <strong>de</strong>jaba oír. Un violíntocaba varios pasajes solo y luego <strong>de</strong>jaba espacio a la orquesta;a ratos se oía la orquesta a plenitud, y en otros momentos seescuchaba el violín tocando una melodía solitaria y algo triste,mientras oscurecía paulatinamente.12La vieja avanzaba con su tejido.En la memoria <strong>de</strong>l viejo pasó la imagen <strong>de</strong> Carmen, laCarmen <strong>de</strong> hacía treinta años, como una película, se sabe.Carmen con su vestido gris, tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> lluvia, un café <strong>de</strong> la calleMa<strong>de</strong>ro. El viejo tomándola <strong>de</strong> la mano, ambos mirándosea los ojos. Carmen con un vestido floreado. Carmen con untapado tejido a mano. Carmen con peineta. Carmen joven,sonriente. El viejo alegre, joven. ¿Dón<strong>de</strong> estará Carmen ahora,tantos años <strong>de</strong>spués?Carmen y el viejo charlando en un café <strong>de</strong> Dolores. Unamesa <strong>de</strong>l fondo. Carmen sonriendo. Carmen y el viejo besándoseen un parque.El violín tocaba en ese momento una melodía muy suavey la orquesta, en segundo plano, acompañaba. La vieja manteníaun ritmo muy lento con su tejido y el viejo continuabarecordando.Carmen <strong>de</strong>snuda en una habitación en penumbras. Carmenriendo. El viejo intentó recordar cuántos años había duradosu relación con Carmen: diez o doce, intuyó. Para un viejo eslo mismo diez o doce; o veinte, o treinta.Recordó <strong>de</strong> pronto el último día que vio a Carmen, cuandose <strong>de</strong>spidió para siempre <strong>de</strong> él porque no quería seguirasí; llegar a vieja, estar sola mientras el hombre pasaba lasNavida<strong>de</strong>s con la familia. Ella entendía; entendía muy bien.Todos esos años incluso lo había aceptado, pero había tomadola <strong>de</strong>cisión: lo <strong>de</strong>jaría, lo <strong>de</strong>cía llorando.El violín parecía ahora más sentimental. Había logrado<strong>de</strong>jar al viejo con un sentimiento profundo. El instrumentosonaba igual que el llanto <strong>de</strong> un hombre solo. La vieja comenzóa <strong>de</strong>shacer su tejido sin per<strong>de</strong>r su tranquilidad.No haré un suéter para Alberto dijo convencida. Te tejeréuna bufanda para que la estrenes el año nuevo.Sí, mujer, es buena i<strong>de</strong>a, iremos a cenar afuera en el añonuevo indicó el viejo amorosamente mientras el violín tocabacon mayor intensidad otra vez junto con la orquesta.¿Qué es eso? volvió a preguntar la mujer.Supongo que Vivaldi dijo el hombre.Detrás <strong>de</strong> la ventana podía verse el parque solo, la habitaciónestaba en penumbras. El violín daba las últimas notasmientras la orquesta esperaba la entrada final. La vieja iniciabalas vueltas <strong>de</strong> la bufanda cuando el viejo se levantó <strong>de</strong>la mecedora, encendió la luz y se acomodó entre la canastilla<strong>de</strong> mimbre y su esposa.Me haces mucha falta le dijo, y le besó la frente. La viejale acarició la mejilla.Mañana será un bonito día para salir al parque comentó,mientras la música sonaba plena y brillante.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


Cajeme, tierra <strong>de</strong> acciónJOSÉ ESCOBAR ZAVALA, CRONISTA DE CD. OBREGÓN.Sabido es que esta región <strong>de</strong>l Valle <strong>de</strong>l Yaqui comenzó a cobrar vida a partir <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> lostrabajos, en las postrimerías <strong>de</strong>l siglo diecinueve, <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> riego concebido por el empresarioguaymense don Carlos Conant Maldonado, tendiente a convertir esta inhóspita zona en unemporio agrícola. Para esto promovió en el vecino país <strong>de</strong>l norte, con capital norteamericano,la empresa “Sonora and Sinaloa Irrigation Company”.Sin embargo, las raíces <strong>de</strong> lo que hoy es Ciudad Obregón, cabecera <strong>de</strong>l Municipio <strong>de</strong> Cajeme,se plantaron a raíz <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong>l ferrocarril, en 1907, previa construcción <strong>de</strong> un <strong>de</strong>pósito paraabastecer <strong>de</strong> agua a la locomotora. El lugar se i<strong>de</strong>ntificaba como Estación Ban<strong>de</strong>ra.En 1920, ya con el rango <strong>de</strong> Congregación y con el nombre <strong>de</strong> Cajeme, adoptado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio,esta localidad contaba aproximadamente con 500 habitantes, y funcionaban los siguientesnegocios: Almacenes Comerciales, <strong>de</strong> Jimmy Manson, en don<strong>de</strong> se compraban cereales (fungíacomo gerente el señor Próspero G. Cota; “Ma<strong>de</strong>rera <strong>de</strong> Guaymas”, <strong>de</strong> la cual era gerente donJosé Camalich; la firma “Manuel Y. Loaiza”, ven<strong>de</strong>dora <strong>de</strong> implementos agrícolas. El gerenteera don Lamberto R. Díaz, que era propietario a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la “Quinta Díaz”, terreno que ocupanactualmente las casas <strong>de</strong> la colonia Chapultepec.Estaban también las tiendas <strong>de</strong> abarrotes <strong>de</strong> Francisco Esceverri (griego), Abraham Ayala,John Erhandi, y las tiendas <strong>de</strong> chinos Fu Pau, Cinco Hermanos, Juan Apo y Jesús Cinco, entreotros. Para finales <strong>de</strong> la década antes mencionada, las principales cantinas eran “La Minerva”<strong>de</strong> los hermanos Pablo y Vicente Kuraica; “El Bacatete”, <strong>de</strong> Mike Kordich; “El Gato Negro”<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>13


Paseo campestre alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> Cd. Obregón.<strong>de</strong> Cayetano Portugal; “El Salón Sur”, <strong>de</strong> Toncho Gil; “SalónVictoria” <strong>de</strong> los hermanos Arturo y Tomás Valenzuela; y “TheJockey Club”, regenteado por Lamberto R. Gaxiola, creador<strong>de</strong>l saludo con el <strong>de</strong>do meñique.En talleres mecánicos funcionaba el <strong>de</strong> la agencia Ford, y los<strong>de</strong> los señores Manuel Icedo, Felizardo Salido, Manuel LópezRivera, Jesús Cardona, Cirilo Zavala, José María Villanueva,Pánfilo Rábago, José Clemente Escobar Sagrera, Emilio ManzanillaSiast y Roy Coffey. En carpinterías, la más gran<strong>de</strong> erala <strong>de</strong> don Pomposo Soto; y en herrerías, la <strong>de</strong> don AurelianoGarcía. En peluquerías, las más sobresalientes eran las <strong>de</strong> donJosé Quintero, Epigmenio Rizo, Plutarco Gastélum, EnriqueCruz y Pablo Urbina.De los taxistas pioneros figuran Basilio Montoya, DiegoCastro, Tony Genestas, Vicente Monares, Evodio Espinoza,Gustavo Ramírez, Loreto Madrigal, José Inzunza y los hermanosJuan y Ramón Blanco, así como Jorge Amonategui(Moniati). Este último fue esposo <strong>de</strong> la maestra GuadalupeBernal Meza.Entre 1924 y 1926 se establecieron en la todavía llamadaCajeme, entre otras personas, los señores Flavio F. Bórquez,quien <strong>de</strong>dicado a la agricultura llegó a ser Presi<strong>de</strong>nte Municipal;J. Dolores Cuevas, que también fue Alcal<strong>de</strong>; AdalbertoArvizu, Ramiro Ruiz, Ing. Crisógono Elizondo, Constantinoy Ricardo Laborín, Antonino y Fortunato Esquer, CarlosFeutcher, Julio César Arvizu, Pablo Nestler, Fe<strong>de</strong>rico Wholery Herman Bruss, llamado “Tata Bruss”. Fundó el primermolino arrocero.A fines <strong>de</strong> 1924, en cuanto terminó su gestión como Presi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> México, el general Álvaro Obregón, gran Caudillo<strong>de</strong> la Revolución Mexicana, <strong>de</strong>cidió radicar con su familiaen Cajeme, específicamente en la Hacienda <strong>de</strong>l Náinari, para<strong>de</strong>dicarse a la agricultura y a crear una serie <strong>de</strong> negocios yempresas industriales. Abrió innumerables fuentes <strong>de</strong> trabajo,14y siguiendo su ejemplo arribaron <strong>de</strong> todas partes <strong>de</strong>l país, y<strong>de</strong>l extranjero, numerosos inversionistas. Reactivó <strong>de</strong> maneraimpresionante la economía regional, y con esta actitud <strong>de</strong> vertiginoso<strong>de</strong>sarrollo y progreso, Cajeme pasó a ser <strong>de</strong> comisaríaa cabecera municipal, a finales <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1927.Días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l trágico final <strong>de</strong>l Gral. Obregón, asesinadoen el restaurante “La Bombilla” <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México, el17 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 1928, por unánime consenso ciudadano le fueimpuesto su nombre a nuestra ciudad, quedando Cajeme,apodo <strong>de</strong>l legendario caudillo <strong>de</strong> la Tribu Yaqui, como nombre<strong>de</strong>l Municipio.Durante su febril estadía en estas tierras, el Gral. Obregóninstaló la primera planta <strong>de</strong> luz eléctrica en la zona centro, paraabastecer <strong>de</strong> este servicio a numerosas viviendas <strong>de</strong>l sector.Esto fue en 1926. Un año antes, don José Camalich perforóel primer pozo para extraer agua <strong>de</strong>stinada a uso doméstico,la cual hasta entonces era traída penosamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el canalprincipal <strong>de</strong> riego.El pozo en cuestión, <strong>de</strong> cuyo cuidado y funcionamiento estabaa cargo <strong>de</strong> don Matías Mén<strong>de</strong>z Limón (tiempo <strong>de</strong>spuéstambién fue Presi<strong>de</strong>nte Municipal) sigue funcionando en laPlaza Lázaro Cár<strong>de</strong>nas, antes “18 <strong>de</strong> Marzo”. Posteriormenteel mismo señor Camalich perforó otro pozo en la parte oriente<strong>de</strong> la Plaza Morelos (hoy Plaza Álvaro Obregón), que<strong>de</strong>jó <strong>de</strong> funcionar durante la administración <strong>de</strong> don AbelardoSobarzo en 1942.Volviendo al barrio pionero <strong>de</strong> Plano Oriente, fue en 1925cuando se construyeron las primeras fincas <strong>de</strong> material, yaque antes solo habían humil<strong>de</strong>s viviendas <strong>de</strong> adobe, ma<strong>de</strong>ray láminas <strong>de</strong> cartón. Una <strong>de</strong> esas casas fue <strong>de</strong> don ClementeGrijalva, famoso pitcher <strong>de</strong> la época, y otra <strong>de</strong> Don VicenteMonares, propietario <strong>de</strong> automóviles <strong>de</strong> alquiler. En esetiempo era <strong>de</strong>legado <strong>de</strong> policía el señor Basilio Montoya.Ese año Cajeme pasó a ser comisaría.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


UN RETORNO Y DOS ADIOSESCARLOS J. MÁVITA CORRALVARIAS DÉCADAS DESPUÉS, cuando volvió a El Polvorón, aquelpueblo no era más que un terrón <strong>de</strong> greda en medio <strong>de</strong>l valle.Se quitó el sombrero con la mano izquierda y la diestra lesecó la frente. Agachó la vista, vio sus huaraches cruzadosGoodrich Euzkadi, <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>dos resbaló la fotografía en sepiaque conservaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día en que partió a buscarse la vidaen la ciudad.Los recuerdos agridulces <strong>de</strong> su infancia estaban ya lejanosy borrosos como la nube <strong>de</strong> sus ojos tristes. Toda la nostalgia<strong>de</strong> los años se <strong>de</strong>sparramó por su rostro convirtiéndose enlástima al ver la choza en que nació, <strong>de</strong>svanecida a tierra duray palos <strong>de</strong> mezquite. Meditabundo se sentó bajo la higuera queplantara su padre aquella remota tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> verano en que losniños comían sandía hasta tener cursera, cuando los hombresarriaban el ganado y la prosperidad era lo único que pintabaal salir el sol <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los maizales. Tenía entonces siete años,los últimos <strong>de</strong> su niñez.A solas consigo mismo y sus memorias, Efrén Espinozaevocó el prodigioso día en que fue a Ciudad Obregón consu papá a comprar vino. Salieron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> temprano en la viejacarreta tirada por el jamelgo azabache <strong>de</strong>l tío Tino, el mássimpático regor<strong>de</strong>te <strong>de</strong>l pueblo. En la calle Meridiano separaron a comprar unos refrescos <strong>de</strong> la Mister Q y cuandosalieron <strong>de</strong> la tienda vieron en el suelo un boleto <strong>de</strong> lotería,el infante lo levantó entregándolo a su padre.-¿Pa’ que quiero ese papel?- le dijo al pequeño mientras selo guardaba en la bolsa <strong>de</strong> su camisa Mariscal menos rota quetenía, la que usaba para salir.-Es <strong>de</strong>l sorteo <strong>de</strong>l radio, dicen que un señor se hizo rico conuno <strong>de</strong> esos y ya no tuvo que trabajar nunca, apá- respondiócon seguridad como todo un conocedor.-Mejor vámonos, que se hace tar<strong>de</strong> y parece que va a llover,las nubes están muy negras- le or<strong>de</strong>nó a su hijo. Subieron alrodal y prosiguieron el rumbo.Al llegar al mercado municipal, Efrén sería espectador <strong>de</strong>un evento que los incrédulos <strong>de</strong>spués convertirían en leyenda.Caminaban hacia la vinatería cuando el cielo se partió endos y cayó un banco <strong>de</strong> mariscos en media calle: mojarras,lisas, pargos y hasta langostas, que al caer no se hicieron niun rasguño y que ambos aprovecharon para llevar al pobladoen una cubeta.-¿Ya ve apá? Se me hace que hoy andamos <strong>de</strong> suerte- comentófeliz cuando iban <strong>de</strong> vuelta a El Polvorón, con el bal<strong>de</strong><strong>de</strong> peces recolectados y dos toneles <strong>de</strong> vino para ven<strong>de</strong>r altriple <strong>de</strong> precio.-Tal vez sí, morrito- y se sonrió con un dulce gesto <strong>de</strong> progenitorque quedaría intacto por siempre como una imagenin<strong>de</strong>leble en el corazón <strong>de</strong> Efrén.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>Llegaron a la al<strong>de</strong>a cuando el sol rayaba el horizonte estrechándoloen suaves matices garzos y rosados; cuando laspalmeras eran sombras que parecían gigantes y los quinquésempezaban a pren<strong>de</strong>rse. Entonces sus seis hermanos pequeñoscorrieron a recibirlos, el padre sacó <strong>de</strong> una bolsa paletaspara darles. Luego, cuando los otros se habían ido, prendió laradio <strong>de</strong> pilas a un volumen que nadie, excepto él, escuchara.Estaba el sorteo <strong>de</strong> la lotería, sacó el billete <strong>de</strong>sdoblándolo concautela, y prestó atento oído. El niño gritón <strong>de</strong> la bocina dijoel primer número, que correspondía al que habían encontrado;nombró el segundo y la suerte le sonreía; el tercero, igual;así llegó hasta el último. Dio un salto <strong>de</strong> su silla <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,subió todo el sonido y llamó a la familia con él, quería quepresenciaran aquel milagro.-¿Por qué no? Ya vi caer peces <strong>de</strong>l cielo este día, y en lamañana un centenar <strong>de</strong> mochomos se subió por el chorrocuando estaba orinando y me picaron por todos lados. Se mehace que hoy es mi día- le <strong>de</strong>claró a su esposa que no entendíalo que pasaba.-¿Te volviste a tomar la mercancía, verdad? Ya te dije que esoes para ven<strong>de</strong>rse- luego guardó silencio para oír el escándalo<strong>de</strong>l aparato.Los tambores <strong>de</strong>l radiorreceptor hicieron redoble y elchiquillo gritón dio el último número. Con el pulso agitado enlas sienes escuchó que no era el esperado. Apagaron el audio,se quedaron serios por un momento.Efrén fue con su papa pidiéndole que entraran a la casa acomer los mariscos. Eso pareció reanimarlo. Pusieron el discocon aceite y todos cenaron lisas fritas. Nadie preguntó nada,nunca comentaron <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> las trajeron, fue un secreto que,aunque querían contarlo a todo el mundo, no lo platicaronpor ser un lazo sin voz que los mantenía unidos en un pactoespecial <strong>de</strong> camara<strong>de</strong>ría.Esa noche, mientras los <strong>de</strong>más dormían, Efrén y su papáseguían <strong>de</strong>spiertos. El niño pensaba en ese como el mejor día<strong>de</strong> su vida, al lado <strong>de</strong>l viejo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que el alimento le habíacaído mal y no le permitía <strong>de</strong>scansar. Mientras tanto, el padrese retorcía aún <strong>de</strong>l dolor por culpa <strong>de</strong> las hormigas.Con una lágrima en su mejilla, el añoso Efrén Espinoza selevantó, dio una palmadita a la higuera, se colocó el sombrerocon la zurda y secó la lagrimilla con la <strong>de</strong>recha. Se fue <strong>de</strong>lpueblo, esta vez para siempre, como llegó, caminando porla vereda en que anduvo con su padre antes <strong>de</strong> que murieracuando él estaba a punto <strong>de</strong> cumplir ocho años.El viento sopló, y una fotografía en sepia quedó sepultadapor el polvo <strong>de</strong> un pueblo fantasma.17


La cruz:Símbolo <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntidad yaqui18PATRICIA MEXÍA RUIZEn la época <strong>de</strong> la Colonia se implantaron nuevas formas<strong>de</strong> vida, así como una nueva religión. Los nativos perdieronparte <strong>de</strong> sus elementos culturales y otros más se fueronfusionando con los nuevos que fueron introducidos por losespañoles. Con el paso <strong>de</strong> los años, sus formas <strong>de</strong> vivir sefueron transformando y tuvo lugar una fusión entre los antiguospatrones culturales y los nuevos elementos simbólicostraídos <strong>de</strong> Europa, lo que dio por resultado un sincretismo oamalgama <strong>de</strong> rasgos culturales que actualmente se encuentranpresente, en mayor o menor grado, entre todos los indígenas<strong>de</strong>l país.El valor simbólico <strong>de</strong> la cruz entre los yaquis, es un claroejemplo <strong>de</strong> este sincretismo religioso y culturalEn las comunida<strong>de</strong>s yaquis, frente a cada casa se localizauna cruz hecha <strong>de</strong> corazón <strong>de</strong> mezquite, misma que protegela entrada <strong>de</strong> los malos espíritus. En diversas celebracionesfrente a esa cruz el abogado (1) da un sermón a las personasque amarran para comprometerlas a formar parte <strong>de</strong> los fiesterosque integran una fiesta patronal.Los matrimonios se celebran enfrente <strong>de</strong> la cruz <strong>de</strong> la casa<strong>de</strong>l novio y sus familiares <strong>de</strong>l novio reciben a la novia y a sufamilia.También frente a la cruz, el maestro <strong>de</strong> iglesia (2) da consejosa los contrayentes <strong>de</strong> una boda tradicional frente a los parientes<strong>de</strong> ambos; a<strong>de</strong>más se entregan y reciben los alimentos que seelaboran exclusivamente para los familiares <strong>de</strong>l novio.En el bautizo <strong>de</strong> los niños, los papás y padrinos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>los padres <strong>de</strong> ambos, se presentan frente a la cruz, se dan lasgracias y el saludo formal ceremonial; papás y padrinos tienencada uno un abogado que hablará en nombre <strong>de</strong> ellos.El día primer <strong>de</strong> noviembre, fecha en la que se celebra a losdifuntos adultos casados por la iglesia en la tribu yaqui, se lesbrinda el alimento que consumían en vida, y para ello colocanun tapanco o mesa hecha con horcones <strong>de</strong> mezquite y la base<strong>de</strong> arriba con varas <strong>de</strong> batamote, mismo que se coloca entrela casa y la cruz y sobre <strong>de</strong> él se instalan los alimentos que legustaban al difunto.Cuando un padrino acompaña a un fariseo, ante la cruz que seencuentra frente a la iglesia se agra<strong>de</strong>ce a los padrinos <strong>de</strong> losfariseos por haber acompañado al ahijado por estos primerostres años. Esta acción <strong>de</strong> dar gracias se realiza en un inicioporque los yaquis piensan que no saben si los padrinos estaránvivos para el siguiente año (*); el bolo lo prefieren entregar envida al padrino, pues si este muere se le tiene que entregar a losparientes más cercanos que son los hijos <strong>de</strong> los padrinos.Durante la fiesta <strong>de</strong> la Pasión, en Cuaresma, frente a la cruz<strong>de</strong> cada casa se reciben imágenes que los fariseos exhiben antecada una <strong>de</strong> las familias <strong>de</strong> su comunidad. En ese proceso lapersona <strong>de</strong> la familia que se encuentre ahí tiene el compromiso<strong>de</strong> recibirlos colocando una cobija inmediatamente frente a lacruz y es don<strong>de</strong> se colocan las imágenes y se dan los saludosformales. Bienvenida y agra<strong>de</strong>cimiento por haber vuelto averse y continuar con la tradicional fiesta <strong>de</strong> la Pasión <strong>de</strong>Jesucristo, porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse cumplido los docemeses estaban <strong>de</strong> nuevo ahí y con la licencia <strong>de</strong> Dios esperanvolverse a ver el próximo año. Después <strong>de</strong> esto los fariseosse retiran para visitar otras casas.Los ________________danzantes pascolas y <strong>de</strong> venado empiezan a bailar en el1El abogado es la persona que se encarga <strong>de</strong> representar a un grupo <strong>de</strong> personas,a los fiesteros en una fiesta tradicional o patronal, danzantes. Es unapersona mayor que sabe hablar, conoce el discurso tradicional y ha tenidoalgún cargo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la tribu yaqui.2El maestro <strong>de</strong> iglesia tiene su cargo impuesto <strong>de</strong> por vida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> pequeñoy se encarga <strong>de</strong> dirigir las ceremonias religiosas tradicionales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lacomunidad Yaqui.(*)Datos aportados por Domitila Molina Amarillas, Pueblo <strong>de</strong> Pótam.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


inicio <strong>de</strong> la fiesta dibujando en el suelo con el <strong>de</strong>dogordo <strong>de</strong> su pie <strong>de</strong>recho una cruz que señala a los cuatropuntos cardinales; lo hacen para protegerse y no caer enmanos <strong>de</strong>l mal, porque la actuación <strong>de</strong> ellos es distraer a lospresentes, danzar y bromear con objetos o personas que seencuentren observando la fiesta y aunque sean compadres <strong>de</strong>alguno que ahí se encuentre se les permite hacerle o <strong>de</strong>cirlesbromas bruscas o graciosas.Las danzas <strong>de</strong> pascola y venado son <strong>de</strong> origen prehispánico,sus máscaras eran elaboradas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra en color natural conformas particulares, pero a partir <strong>de</strong> la Conquista se impuso elcolor sobre las máscaras y le agregaron el dibujo <strong>de</strong> una cruzy las cerdas <strong>de</strong> caballo que forman ceja y barba.Otro accesorio <strong>de</strong> los danzantes es el collar hecho <strong>de</strong> chaquiray conchas <strong>de</strong> abulón o concha nácar. A esta concha se le dioforma <strong>de</strong> cruz también a partir <strong>de</strong> la Conquista.Ante la presión <strong>de</strong> los españoles <strong>de</strong> modificar una fechaimpuesta por el calendario solar, y la compulsión <strong>de</strong> sembrarel maíz en el momento establecido por una experiencia <strong>de</strong>siglos, los pueblos indígenas optaron por celebrar el 3 <strong>de</strong>mayo la Fiesta <strong>de</strong> la Santa Cruz, pero atribuyéndole el antiguosentido agrícola y acompañándola <strong>de</strong> los ritos tradicionales<strong>de</strong> los campesinos <strong>de</strong> Mesoamérica. Entre luna llena y cuartomenguante se podía cortar un mezquite.Frente a la amenaza <strong>de</strong> que los santos y ritos cristianospudieran afectar las antiguas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s indígenas, estosreactivaron sus mecanismos integradores y sobrepusieron a laceremonia católica el ritual <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s campesinas.La fiesta <strong>de</strong> la Santa Cruz, en lugar <strong>de</strong> someterse a los dictados<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong><strong>de</strong>l ritual Cristiano, siguió siendo un rito campesino que severificaba en la cima <strong>de</strong> los cerros, en los campos <strong>de</strong> cultivos,y actualmente es un rito campesino <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> lluvias.En el cambio <strong>de</strong> autoridad tradicional, que se <strong>de</strong>sarrolla el 6<strong>de</strong> enero en cada uno <strong>de</strong> los ocho pueblos, primero se efectúauna ceremonia en la guardia tradicional para seleccionar a lasmejores personas que <strong>de</strong>ben gobernar al pueblo.En este proceso <strong>de</strong>l nombramiento los elegidos tienen queestar <strong>de</strong>scalzos para tener un contacto directo con la tierra; esosignifica que cumplirán y respetarán su cargo; si no lo hicieranserán juzgados por su gente ante la misma cruz (pena máximapara un miembro <strong>de</strong> la comunidad que traiciona la confianza<strong>de</strong>l pueblo) <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ahí los gobernadores salientes y losentrantes se trasladan al templo.Los gobernadores salientes entregan la vara <strong>de</strong> mando a losnuevos gobernadores mediante unas palabras <strong>de</strong>l maestro,frente al altar <strong>de</strong>l templo y con los pies <strong>de</strong>scalzos.Nuevos gobernadores sumen así la responsabilidad que lestransfieren no los hombres sino su cultura milenaria.19


Son ocho los pueblos yaquis y visitamos siete <strong>de</strong> ellos encuatro días durante esta Semana Santa 2009.Con asombro pudimos ver cómo en cada uno se hacen almismo tiempo las mismas ceremonias. Pero en Vícam pasandola vía <strong>de</strong>l tren nos esperaba una tremenda experiencia.Cada día ocurrió algo inesperado y nos impactó mucho elSábado <strong>de</strong> Gloria.Todo estaba listo. Algo importante seguía. Por que hasta ahíiniciaban las danzas. El Conti es un lugar alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l templo,lleno <strong>de</strong> gente al que llegan los danzantes <strong>de</strong>scalzos, cuatro<strong>de</strong> ellos ataviados como pajkóolas (pascolas), y uno comovenado con un lienzo blanco que cubre sus ojos y cabeza. Conel dorso <strong>de</strong>scubierto, con cinturón <strong>de</strong> pezuñas <strong>de</strong> venado y enlos tobillos “tenebois”, sonantes capullos <strong>de</strong> mariposas.En medio <strong>de</strong>l Conti se abre una cortina en el momento quela Gloria está ahí y la fiesta empieza.Quizás 200 yaquis participaron formados en dos filas alinterior y fuera <strong>de</strong>l templo con diversos rangos que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong>pilatos, capitanes, cabos, fariseos, sosteniendo en su mano<strong>de</strong>recha ya sea un estandarte, lanzas simuladas con palosy espadas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. Cada uno con sus vestiduras para laoración, la mayoría con el rostro cubierto o con máscara <strong>de</strong>fariseo.Al acabarse las oraciones se corre la cortina y entran enjúbilo sus maracas, comienzan a sonar sus bules. Simulandolos movimientos <strong>de</strong> un venado cual si fuese en realidad, danzacon vigor junto a un torrente <strong>de</strong> guerreros yaquis, que entrana saltos veloces gritando “Gloria Gloria” y el venado salta,danza, con vigor majestuoso al ritmo <strong>de</strong>l tambor, <strong>de</strong> la flautay <strong>de</strong> otros instrumentos <strong>de</strong> sonido. Todo ya es alegría, <strong>de</strong>spués<strong>de</strong>l luto <strong>de</strong>l jueves y viernes, lanzan pétalos <strong>de</strong> flores rojos, yconfetis <strong>de</strong> colores, es un torbellino <strong>de</strong> felicidad que inunda.Cuatro días enterritorio yaquiGUADALUPE DUARTE ESPINOZALos Yaquis sí saben vivir la GloriaLa emoción espontánea que se vive en ese momento es a talgrado <strong>de</strong> lágrimas <strong>de</strong> felicidad que se tienen que retener porqueni ellas sepue<strong>de</strong>n distraer esos momentos. Lloro por <strong>de</strong>ntro,con la sonrisa en los labios, sin creer lo que estaba viendo.Entonces comprendí ese día tan simbólico. Por qué Cristoentró en la Gloria. Es como si todos los presentes viviéramosmomentos <strong>de</strong> otro mundo, <strong>de</strong> otro plano, un mundo realtraído aquí a nosotros pero que no lo merecemos, porquesomos una sociedad contaminada por absurdos, alejados <strong>de</strong>las cosas sencillas <strong>de</strong> la naturaleza, <strong>de</strong> la pureza que tiene laflor <strong>de</strong> venado.Y me pregunto: ¿Quién eres tú, Yaqui, que pue<strong>de</strong>s tocar lagloria y traerla aquí por instantes a la tierra? ¿Qué fuerza tienetu linaje que lleva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la pureza <strong>de</strong> un venado, la dulzura <strong>de</strong>una lengua, hasta las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un guerrero: voluntad,20 <strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


in<strong>de</strong>scriptible, ahí no hay tiempo, no existe, es la mismadanza ancestral, mágica.Y sólo los Yaquis pue<strong>de</strong>n danzarla asíCómo lograron traerla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tan lejanas distancias <strong>de</strong>l tiempoa este tiempo <strong>de</strong> nuestra cargada “civilización” tan miserable,tan <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> valores reales y con una aplastante indiferenciaresultado <strong>de</strong> un egoísmo e individualismo en el queestamos inmersos. La respuesta es: La trajeron intacta por eltúnel <strong>de</strong> la tradición, custodiada por ellos.Y sólo los Yaquis pue<strong>de</strong>n hacerloY sólo los Yaquis pue<strong>de</strong>n lograrloEn la enramada, la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Sábado <strong>de</strong> Gloria comienzacon la danza <strong>de</strong> los pajkóolas y <strong>de</strong>l venado a la puesta <strong>de</strong>l sol.Suenan los bules con semillas <strong>de</strong>l danzante y las flautas y eltambor <strong>de</strong> un anciano yaqui, muy anciano y enfermo por cierto,y sin embargo como un guerrero yaqui marca la melodía, suespalda erguida y con increíble experiencia salen sus notasvenidas <strong>de</strong> tiempos ancestrales.Y con la mirada perdida <strong>de</strong> los danzantes en el horizonte,brilla el sol que se va <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus negros ojos, tras El Contiubicado al otro extremo, a menos <strong>de</strong> 100 metros <strong>de</strong> don<strong>de</strong>bailan también los ejecutantes <strong>de</strong> la Danza <strong>de</strong> los Matachinescon sus gorros cónicos <strong>de</strong> listones coloridos. Con <strong>de</strong>vociónbailan sin parar, suenan sus bules durante las largas horas <strong>de</strong>la oscura y fría madrugada.Sorpren<strong>de</strong> el venado, semi<strong>de</strong>snudo, soportando el frío bajola enramada a la intemperie, ejecutando la manda diez, veinteo más veces, durante la noche hasta el medio día siguiente.Espera su turno, inmóvil sin hablar, con los ojos cubiertospor el lienzo blanco, erguido, sereno; tiene esa maravillosacapacidad <strong>de</strong> asumir “El Ser” no humano, sublime, un servenido <strong>de</strong> la magia, presente en la alabanza.Y cuando danza, todo vibra, chispeante, con movimientosexactos <strong>de</strong> venado, y golpea el suelo para que la tierra noduerma, mientras en el cielo las estrellas son testigos.No es una noche cualquiera. Es la noche <strong>de</strong>l Sábado <strong>de</strong> Gloriay la madrugada <strong>de</strong>l Domingo <strong>de</strong> Resurrección.Y solo los Yaquis pue<strong>de</strong>n hacer esoDanzan durante la madrugada, incansables, con <strong>de</strong>voción <strong>de</strong>guerreros, una y otra vez lo hacen como si fuera la primeravez.Mientras al pie <strong>de</strong> la enramada, en la llanura, duermen más<strong>de</strong> 100 yaquis que hacen manda sin sus ataviajes. Días antesparticiparon como fariseos, cabos, capitanes, chapayecas,todos duermen en el suelo separados <strong>de</strong> sus familias, envueltosen cobijas; apenas les llega el calor <strong>de</strong> una fogata, pero noestán solos, un venado los acompaña a la nota <strong>de</strong> la flauta y eltambor y les enseña el camino al infinito. Se lo merecen porque durante muchos, muchos días, cumplieron y sobre todoen los últimos días. El venado danzante vela sus sueños.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>IINuestra estancia con los yaquis fue <strong>de</strong>l jueves al domingo<strong>de</strong> Semana Santa como huéspe<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la guardia tradicional<strong>de</strong> Vícam estación.Fuimos testigos <strong>de</strong> todas sus activida<strong>de</strong>s religiosas llenas <strong>de</strong>seriedad, voluntad, <strong>de</strong>voción, firmeza, templanza, sencillez.Son humil<strong>de</strong>s con carácter guerrero.No duermen en esos días y celebran sin <strong>de</strong>scanso. Recorrenlos pueblos a pie, erguidos, altivos, con inmenso respeto.Realmente son momentos <strong>de</strong> duelo, reflexión y recogimiento.Desfilan formados cual si fueran un ejército con estandartesreligiosos, y sobre todo con una oración interior en silencio,hacen una cruz con los pies en sus pasos y sus sandalias <strong>de</strong>tres correas simbolizan la triada divina.En su pecho llevan colgado un símbolo que representa laflor roja <strong>de</strong>l venado, el espíritu.Todo es simbólico, aquí los símbolos cobran vida, llevándolosno sólo por sus ritos si no haciéndolos realidad con laacción. Si se trata <strong>de</strong> la noche <strong>de</strong> tinieblas realmente se viveeso, porque se castiga con tres chicotazos. Lo que se sientees real porque saben que no solo son los latigazos que recibióJesús hace dos mil años si no por que internamente cada uno<strong>de</strong> nosotros los recibimos.Con las oraciones <strong>de</strong>l viernes y en un duelo que realmenteexiste, se impregna la atmósfera <strong>de</strong> esa tristeza <strong>de</strong>l alma porquehubo y hay una crucifixión y con ella viene la reflexión.En la procesión yaqui no hay una ceremonia <strong>de</strong> crucifixióna diferencia <strong>de</strong> otros actos religiosos, sin embargo, en eselugar cada quien tiene un estado interior en sintonía con esaveneración.Una por una, centenas <strong>de</strong> veladoras, cirios y flores se ofrendanmientras que un “maistro” anciano junto a otros integrantes<strong>de</strong> la tribu, mujeres y hombres, consagrados a la oración,hacen los rezos en latín, español y en lengua yaqui.Y las cantoras, mujeres con rebozo <strong>de</strong> varias eda<strong>de</strong>s, la mayorparte ancianas, entonan cantos tristes en lengua por el duelo; sumística es sencilla porque ya <strong>de</strong> por sí son humil<strong>de</strong>s, con susmanos morenas trabajadas por la leña <strong>de</strong> la cocina don<strong>de</strong> tantasveces alimentaron a sus familias, ternura da verlas postradasante el altar, con sus rostros serios <strong>de</strong> mujeres yaquis.Los yaquis no cuentan con diáconos o clérigos oficiando, nolos necesitan. Sus ceremonias son absolutas.Practican la enseñanza, no lo enseñado y sintetizan, son prácticos.Ahí no hay palabra muerta, sus acciones viven. Ahí noes solo recordar un Cristo histórico, si no hacer vivo en ellosel sacrificio que cada uno ofrenda, en los actos encuentran laenseñanza, por eso su conocimiento es gran<strong>de</strong>, saben ver.21


Son valientes, invencibles, en sus tradiciones está la fuerzaoculta.La gente les llama “ritos paganos”, pero ¿qué son “paganos”?¿Acaso la fuerza crística o <strong>de</strong> Dios es <strong>de</strong> alguien enparticular?22A los yaquis eso no les importa, ellos van más allá.Los yaquis lo <strong>de</strong>muestran con hechos. ¿Cuáles paganos?Mientras que los yoris los llaman paganos, durante SemanaSanta ellos, los yoris, se embriagan en las playas acompañados<strong>de</strong> música a todo volumenLos yaquis guardan esos días y no tocan ni el tambor ni lacampana ni cantan ni danzan ni beben alcohol, apenas comen,no duermen, para ellos son días <strong>de</strong> duelo. El conocimientoreligioso no se queda en teoría lo llevan en su vida a cadamomento, lo viven.Y mientras en las playas algunas personas yoris quizá celebranalguna misa provisional para cumplir con su religión,<strong>de</strong>spués continúan con la diversión en sus supuestas vacaciones.Por otro lado los yaquis oran <strong>de</strong> día y <strong>de</strong> noche, días y díascontinuamente sin parar, caminando largas distancias en susprocesiones y no lo hacen solo por ellos y por su gente y porsu tribu, si no también por todos nosotros. Se dan, ellos dan.Los yaquis lo equilibran todo, por que saben manejar lasfuerzas, conocen la dualidad, ellos saben <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vienen ysaben dirigir sus actos por eso saben a don<strong>de</strong> van.Mientras los <strong>de</strong> la ciudad somos ignorantes, débiles, vulnerables,no sabemos manejar nuestra energía, la per<strong>de</strong>mosen emociones negativas, absurdas, vamos <strong>de</strong> prisa a todoslados sin llegar a ninguno, estamos lejos, muy lejos <strong>de</strong> tenersu temple y valor.Los que vivimos en la ciudad un solo día cualquiera no soportaríamospasar por lo que ellos viven con sacrificio.Si cualquiera <strong>de</strong> nosotros tuviéramos que estar sin dormir,casi sin comer, casi sin <strong>de</strong>scanso, marchando en las procesionesy orando al mismo tiempo, vigilando su entorno, alertahacia a<strong>de</strong>ntro y hacia fuera, sin quejarse, concentrados con<strong>de</strong>voción durante muchas horas, muchas noches, con frío conviento, con lluvia, ni un solo día aguantaríamos, saldría laqueja, la <strong>de</strong>bilidad mental y física.Los yoris no cuentan con esa fortaleza, ese espíritu. Noshemos <strong>de</strong>bilitado con tanta diversión barata, televisión, cine,internet, celulares, con tantas impresiones cotidianas, charlasvanas que no <strong>de</strong>jan nada, nos hemos mecanizado tanto hastaquedarnos vacíos por que no <strong>de</strong>jamos lugar a la reflexión ynos olvidamos <strong>de</strong> la naturaleza.Al contrario la tribu yaqui forja a sus niños incluyéndolos.Los hacen participes, por que son integrados sabiamente a sustradiciones. Les infun<strong>de</strong>n fuerza que los templa, conformevan creciendo hasta convertirse en hombres yaquis con todoslos atributos que lleva su sangre, memorias <strong>de</strong>positadas conluz.En la conquista hace siglos los españoles venían a hablar<strong>de</strong> Dios, un Dios que existe lejos en las alturas para supuestamenteevangelizar a los indígenas mesoamericanos y estoslo aceptaron por que ese si era el Dios pero con el que secomunicaban aquí cerca directamente y se lo <strong>de</strong>mostraronentonces a los conquistadores, y con asombro y envidia, estostrataron <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir esas creencias indígenas.Con los yaquis no pasó esto por que nunca fueron conquistadosy nunca les <strong>de</strong>struyeron sus creencias. A diferencia <strong>de</strong>hace siglos, a nosotros no nos da envidia y si asombro, nosda esperanza.Yo no soy quién para hablar <strong>de</strong> la tribu yaqui, solo se quepo<strong>de</strong>mos asomarnos a ella, a tal grado que <strong>de</strong>seaba quedarmecon ellos en la tierra <strong>de</strong>l Bacatete, con un techo inmenso <strong>de</strong>estrellas.Santos García Wíkit, escritor poeta yaqui y traductor <strong>de</strong> lalengua yaqui, prefirió quedarse en su tierra hasta su fin aunquefuera en completa soledad y con fuertes inclemencias antes <strong>de</strong>morir, pudo haber fallecido en otros países con comodida<strong>de</strong>sy elogios pero prefirió aquí don<strong>de</strong> se quería quedar. Su cuerpofue enterrado en Loma <strong>de</strong> Bácum frente al Bacatete. Su palabrano está enterrada, está libre, en pleno vuelo.<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


Ayer platiqué con los muertosEn vidrio pulidoY plata engarzada.Poemasmalditos<strong>de</strong> la rosanegraLÁZARO SALAS LAPIZCOCon sueños errantesconvoco sus vocescon signos inciertosapreso su aliento.Tres calaverasEn noche cerradaDespués <strong>de</strong>l inicioEl cero se aclara...Convoco la antigua estrofaSobre mármol <strong>de</strong> lunaY espejos...En el tinto <strong>de</strong>l claroDe amores galantesPlatiqué con los muertos.De rosas marchitasanhelos difuntossuspiros ahogadosy dalias perdidassecretos contabanpenas añejas.De roces <strong>de</strong> pielesY mustios <strong>de</strong>s<strong>de</strong>nesDe ayeres amargosHablaba con ellos.En medio <strong>de</strong> ellosSalitre <strong>de</strong> siglosHerrumbre <strong>de</strong> ensueñosSe encuentra.Sentado en el fríoPlatico con ellosEntre bruma <strong>de</strong> cienoY tierra agotadaLas piedras colocoAdvierten la entradavoces lejanassusurran... prohibido es relatarmisterios...secretos...Tres pasos en noche cerradaTálamo <strong>de</strong> lunaTinta escarlataFormen la triadaun “veritas” colocoy tres animas danzanen mi claroen vidrio pulidoplata engarzadasus <strong>de</strong>scarnados rostrosencuentrovoces malditasamores galantesalmas perdidasuna advertenciacolocan...<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>23


vCARLOS BRACHOvienen los vientos <strong>de</strong>l norte y barren la superficie <strong>de</strong>l Valle <strong>de</strong> México. Caen las aguas <strong>de</strong> las lluviasjulianas. Las tormentas <strong>de</strong>jan caer las gotas <strong>de</strong>l líquido vital. Todo luce lustroso. El camporever<strong>de</strong>ce, las flores aparecen por todos los rincones, los árboles absorben <strong>de</strong>sesperados el néctar<strong>de</strong> las nubes; en la ciudad, las calles tienen un halo distinto, las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las casas, las fachadasse lavan y reviven sus colores, las banquetas se libran <strong>de</strong> los polvos cotidianos, los prados tomannueva vida y las plantas se alzan orondas y ecuménicas. Es el concierto <strong>de</strong> primavera y los cantos<strong>de</strong>l verano, son los meses <strong>de</strong>l gozo, los meses <strong>de</strong>l baile y <strong>de</strong> las vacaciones infantiles, son los díaslargos y fastuosos, plenos <strong>de</strong> sol que también coopera con sus rayos can<strong>de</strong>ntes y cargados <strong>de</strong> calor,es la época amable y dulce <strong>de</strong>l año, son los tiempos <strong>de</strong> la risa, <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong>l placer, <strong>de</strong> los días <strong>de</strong>campo, <strong>de</strong> la visita a los lugares elegidos, <strong>de</strong>l paseo por la Alameda tumultuosa, <strong>de</strong>l festín visual<strong>de</strong> los palacios <strong>de</strong>l México <strong>de</strong> antaño, <strong>de</strong> la gira familiar a los Dinamos, <strong>de</strong> la caminata por elpueblo <strong>de</strong> Contreras, y <strong>de</strong> la salida a los canales y vericuetos xochimilcas, sabrosos días en que losprecavidos sacan <strong>de</strong>l armario añoso el paraguas señorial y la gabardina inglesa y el impermeableinconfundible. Todo bien. Todo perfecto. Sí, señores. Sí, lectores inconfundibles, bullanguerosy paseadores, la naturaleza no falla, los elementos cíclicos cumplen su labor ancestral y hacensu tarea <strong>de</strong> siglos: los calores se presentan con categoría meridiana, los fríos se presentan en elmomento preciso, y no antes ni <strong>de</strong>spués, sino justo cuando el reloj lo marca, las lluvias aparecenpor los cielos sin faltar a la cita, sin fallar, pasan los días, los meses, los años, los siglos y ellasaparecen siempre nuevas, siempre gratificadoras, siempre puntuales, y los otoños y las primaveras,acu<strong>de</strong>n como amantes primerizos a una cita añeja y milenaria…Bueno, se preguntará el lectorpuntilloso y pluscuamperfecto: ¿qué es lo que empaña esta fiesta ecológica, qué hace que las estacionesrenovadas no nos lleguen con los frutos y los parabienes y los regalos que dicen encerrarqué es lo que provoca que el bien que traen se trastoque en signos funestos, qué es lo que haceque los dones <strong>de</strong> la naturaleza pródiga no nos colmen plenamente, qué <strong>de</strong>termina que el maná seconvierta en hiel? Creo, lector enjundioso y no panista, que la respuesta la tenemos usted y yo,y es fácil: lo que empaña todo, lo que echa a per<strong>de</strong>r esos dones, y los trastoca, lo que no permiteque se goce a cabal plenitud <strong>de</strong> los tesoros que la naturaleza nos manda, son por ejemplo, “loserrores <strong>de</strong> diciembre”, los robos, los asaltos, la impunidad, el doble lenguaje <strong>de</strong> los meros meros,la in<strong>de</strong>cisión, la falta <strong>de</strong> dirección política, la insensibilidad, el dichoso discurso oficial que diceuna cosa y en la realidad, en los hechos, representa otra, el <strong>de</strong>sacato a los mandatos <strong>de</strong> ley, laviolación sistemática a los <strong>de</strong>rechos ciudadanos, el engaño, el olvido, el entierro <strong>de</strong> los anhelospopulares <strong>de</strong> tener en la cárcel a los gran<strong>de</strong>s autores <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sastre financiero, moral y político <strong>de</strong>la nación mexica. ¡En fin, son tantos y tantos los motivos <strong>de</strong>l lobo en el po<strong>de</strong>r para agredirnosy para faltarnos al respeto! Ese conjunto <strong>de</strong> violaciones es el que da al traste con la belleza y lacarga beatífica <strong>de</strong> la señora naturaleza, ¿no? Creo, pienso…Vale. Abur.24<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>


<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>55</strong>25

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