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MÓDULO 1 LA RELACIÓN MAESTRA-NIÑOS 171.1.2 LA RELACIÓN AFECTIVA Y LA MOTIVACIÓN HACIA EL APRENDIZAJEEn los últimos años, la psicología evolutiva nos invita a reflexionar sobrela influencia que ejerce la relación maestra-niños en el aprendizaje infantil.Aitken y Trevarthen (1997) afirman la existencia de una motivaciónque impulsa a los niños y niñas a aprender en compañía de los adultos enlos que confían, de una tendencia natural a adquirir las habilidades y conocimientosque estos pretenden, y a mostrarlo como forma de alcanzarsu reconocimiento y admiración (Trevarthen, 2002).Las relaciones que los niños y niñas establecen con los adultos determinan,en gran medida, la forma en que aprenden a conocerse a símismos, a los demás y el medio en el que viven (Thompson, 2002). Porello es importante que las maestras aseguren que estas relaciones songratificantes para todos y que, en caso necesario, las apoyen utilizandoestrategias apropiadas al nivel de desarrollo de cada uno, a sus diferentesnecesidades, intereses, estilos y habilidades.11.2 ESTRATEGIAS QUE GENERAN SEGURIDAD Y CONFIANZA1.2.1 ENTABLAR RELACIONES SOCIALES PERSONALIZADASEstablecer una relación personalizada con todos los alumnos y alumnasdel aula no es siempre fácil. La tensión del grupo y la preocupación pormantener el orden en el aula pueden desbordarnos, impedirnos entablaruna relación personal con cada uno de los niños y niñas que lo integran,y dirigirles una serie a veces interminable de comentarios negativos: “cállate”,“no toques”, “muévete”, “apúrate” (Hudson, 2000) que constituyen,en muchos casos, todos los mensajes que les dirigimos.Sin embargo, la marcha del grupo se modifica cuando las maestras entablanuna relación personal con cada uno, cuando lo lideran con una actitudde proximidad, complicidad y cercanía. Por ello, Hemmeter, Ostrosky,Santos y Joseph (2003) nos recomiendan aplicar las siguientes estrategias: Saludarlos por su nombre cuando entran a clase. Enviar a su familia notas positivas sobre su desempeño. Mostrar expresiones frecuentes de afecto y complicidad (abrazos,“chócalas”, guiños y señas con el pulgar para reconocer elesfuerzo y/o el logro). Mostrar empatía.

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