12.07.2015 Views

naturaleza dominicana - Grupo Leon Jimenes

naturaleza dominicana - Grupo Leon Jimenes

naturaleza dominicana - Grupo Leon Jimenes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LA NATURALEZA DOMINICANA • ÁMBARDe lo cual ofreció Marcano esta confirmación:cerca de allí se ve la caliza cretácica de Guamira,que aflora por donde está el riíto que se cruza antesde El Valle.Más naranjales cobrizos en las lomas, lo que trajoestos datos en boca de Marcano: por aquí crecetambién con abundancia la naranja de babor, quees la misma naranja agria pero con la pulpa dulce.La de babor es una variedad de aquella especie.Por eso, llamándose la agria, en latín de ciencias,Citrus aurantium, la otra mereció este nombre: Citrusaurantium var. pulpa dulcis. (Donde ese «var.», comoya habrá entendido el lector, abrevia «variedad»).Esta de naranjales, es una de las zonas más ricasen cacao que le queda al país. Y de café y palmares.Sonó entonces una palabra que tiene el mismocolor de las naranjas: ámbar.Y sonó porque lo hay por esa cordillera Oriental,que al igual que la Septentrional, donde tambiénexiste el ámbar, no tiene pinos.¿Y entonces? ¿No se oyó siempre decir que el ámbarera la resina fósil de unos pinos antiguos?No aquí. Resina fósil, sí. Pero de una leguminosamuy próxima al algarrobo (Hymenaea courbaril), plantaque sí abunda por Hato Mayor y el Este del país.El que sí salió de la resina del pino (o de plantasde la familia de las Pináceas, para ser más exactos)es el ámbar que se ha criado en el Báltico europeo).Y como los datos de la conversación se encadenan,lo mismo que los hechos en la <strong>naturaleza</strong>, delámbar y los pinos se pasó a esto: no se atribuya aaltura ni a la zona de vida el que le falten pinos a lacordillera Oriental, ya que esa planta no se confinaen recintos exigentes o exclusivos.—Entre Elías Piña y Bánica —sigue Marcano—,aun siendo bosque seco y a muy baja altura (menortodavía que en la cordillera Oriental), hay pinos;lo mismo que por Cotuí y por Yamasá.La distribución de esta planta podría indicarseasí: en la parte media occidental de la isla, y a unaaltura que va desde 150 metros sobre el nivel delmar hasta más de 3,000 metros.Se halla en tres de nuestras cordilleras: la Central,la de Neiba y la de Baoruco. Y falta en las otrasdos ya mencionadas.Pero cuando anda por los 3,000 metros le pasaesto –dicho por Marcano–: sobre esta altura el pinocomienza a ramificar desde muy abajo, y a ese pinolos campesinos le llaman «pino matiote», esto es,no mompódico (que no tiene un sólo pie, o troncosin ramificar).Y aun esta discusión: Moscoso, en su catálogo,había señalado que nuestro pino (Pinus occidentalis)es endémico de la isla. No crece en otras partes.Pero después algunos libros empezaron a contradecirlo,e insistían en que el pino de aquí era elmismo de Cuba. O de otro modo: que no podía considerarseplanta endémica de La Española.Los estudios más recientes comprobaron que esoera erróneo, ya que el pino de Cuba con que confundíanel nuestro resultó especie nueva de ese mismogénero, por lo cual le han dado otro nombre: Pinussierramaestrensis.Lo cual indica que quien tenía razón era Moscoso.Pero no todas han sido polémicas de pinos.Un punto que no se discute es el siguiente: aunqueda buena cuaba, la madera del pino es mala leña.Cualquier campesino le dirá por qué: por el muchohumo que bota.Lo cual parece difícil que se llegue a saber coninvestigaciones de oficina.(24 abr., 1982, pp. 4-5)5

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!