12.07.2015 Views

Medicina social latinoamericana - Médecins du Monde

Medicina social latinoamericana - Médecins du Monde

Medicina social latinoamericana - Médecins du Monde

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Temas de actualidad / Current topics<strong>Medicina</strong> <strong>social</strong><strong>latinoamericana</strong>:aportes y desafíosCelia Iriart, 1 Howard Waitzkin, 1Jaime Breilh, 2 Alfredo Estrada 3y Emerson Elías Merhy 4Palabras clave: medicina <strong>social</strong>, América Latina,salud pública, difusión, Internet, base de datos.1Division of Community Medicine, Department of Family and CommunityMedicine, School of Medicine, University of New Mexico. Lacorrespondencia debe enviarse a Celia Iriart a la siguiente dirección:Division of Community Medicine, Department of Family and CommunityMedicine, School of Medicine, University of New Mexico,2400 Tucker Av. NE, Albuquerque, NM 87131, USA. Fax: 1-505-272-4494. Correo electrónico: iriart@unm.e<strong>du</strong>2Programa EcoSalud, Centro de Estudios y Asesoría en Salud (CEAS),Quito, Ecuador.3Grupo de Investigación y Capacitación en <strong>Medicina</strong> Social (GI-CAMS), Santiago, Chile.4Departamento de <strong>Medicina</strong> Preventiva y Social, Facultad de <strong>Medicina</strong>,Universidad de Campinas, Campinas, São Paulo, Brasil.La medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> es un campo deconocimiento y práctica muy importante, pero pococonocido por quienes ejercen la medicina y la saludpública, y sobre todo por quienes no pueden accedera la información escrita en español y portugués.Por este motivo, hemos desarrollado una investigaciónsobre este campo científico en la que, ademásde la revisión de 350 artículos, libros, capítulos, trabajospresentados en congresos e informes de investigación(publicados o no), escritos en español oen portugués desde la década de los setenta hasta laactualidad, hemos realizado 24 entrevistas en profundidady 10 entrevistas informales con líderes yparticipantes activos de la medicina <strong>social</strong>.Este artículo presenta el contexto en el quesurgió la medicina <strong>social</strong>, las diferencias entre ella yla salud pública, sus teorías, métodos y debates, losprincipales temas o problemas considerados, y losdesafíos que supone su difusión entre los anglohablantesy los profesionales de la medicina y lasalud pública. Con anterioridad se han publicadodos artículos en inglés. El primero, publicado enThe Lancet, presenta un revisión crítica del trabajode los principales grupos de la medicina <strong>social</strong> enArgentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuadory México (1). El otro, publicado en American Journalof Public Health, describe la historia del campo, losdebates, los enfoques teóricos, metodológicos y técnicos,y los principales temas (2). La gran repercusiónde estos dos artículos y el deseo manifestadopor médicos y profesionales de la salud pública deAmérica Latina de poder contar con este tipo deartículos en español nos mostró la importanciade difundir la medicina <strong>social</strong> también entre loshispanohablantes.En el texto usaremos el nombre de medicina<strong>social</strong>, adoptado en la mayoría de los paíseslatinoamericanos. Sin embargo, es oportuno aclararque en Brasil la corriente ha adoptado el nombrede salud colectiva porque el movimiento sanitariosurgido en ese país consideró importantedestacar que sus análisis del conjunto de las prácticasy organizaciones de salud, incluida la prácticamédica, abandonan la enfermedad y su tratamiento,y el acto médico, como eje central del procesosalud/enfermedad/atención. Asimismo, consideraronque había que resaltar la noción de quees un proceso construido colectivamente, tantoen la forma que adquiere en cada sociedad y momentohistórico como en las posibilidades de transformarlo(3, 4).128 Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 12(2), 2002


CONTEXTO DE SURGIMIENTODE LA MEDICINA SOCIALLa medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> se desarrollapor la formación de grupos de académicos,practicantes e investigadores del campo de la saludque se unieron a los movimientos de trabajadores yde estudiantes y a las organizaciones populares disconformescon el modelo económico denominadodesarrollista, que se implementó con intensidad enla década de los sesenta en América Latina. En sucampo específico, los grupos ligados a la medicina<strong>social</strong> desarrollaron sus cuestionamientos en respuestaa la crisis de la salud pública, que se puso demanifiesto a fines de esa década. La salud públicatambién denominada desarrollista, que había sostenidoque los efectos del crecimiento económico deberíanllevar a un mejoramiento general de la salud,mostró sus limitaciones. Contrariamente a sus postulados,la observación de la realidad <strong>latinoamericana</strong>mostró un creciente deterioro de la saludpública, a pesar de que las economías <strong>latinoamericana</strong>shabían tenido un alto y sostenido crecimientoen las décadas anteriores. Los indicadores de salud,como la mortalidad infantil, entre otros, comenzarona empeorar tras un período de cierta mejoría.En la mayoría de los países latinoamericanos, la mejoríade estos indicadores fue consecuencia de lastransformaciones de las condiciones de vida y trabajopuestas en marcha por las modalidades <strong>latinoamericana</strong>sdel estado del bienestar que precedierona las propuestas económicas desarrollistas. Elestado del bienestar amplió los derechos de los trabajadoresy de los sectores <strong>social</strong>es de menores ingresos,lo cual implicó una distribución más equitativadel ingreso a través de los salarios, y el accesoa la e<strong>du</strong>cación y a la salud financiado por el Estadoa través de los impuestos o la seguridad <strong>social</strong>. Eldesarrollo de programas preventivos y de los sistemasde salud financiados con fondos públicos aumentóel acceso de la población al tratamiento dediferentes enfermedades y, al ser parte de un procesoredistributivo de la riqueza, facilitó la mejoríade los indicadores de salud.Con el desarrollismo se revierte esta tendenciaredistributiva de la riqueza. Mientras seobservaba un crecimiento de los indicadores macroeconómicosen la mayoría de los países latinoamericanos,se deterioraban los indicadores <strong>social</strong>es,entre ellos los de la salud (5–7). Hacia fines de losaños sesenta, las transformaciones en la pro<strong>du</strong>ccióny en las condiciones de vida y trabajo implicaron unaumento de las enfermedades crónicas y degenerativasy de los accidentes de trabajo. Fue el comienzode la coexistencia de enfermedades de la pobreza yde la riqueza. Las grandes desigualdades ante la enfermedady la muerte se hicieron cada vez más vi-sibles. Las relaciones entre clase <strong>social</strong> y problemasde salud se hicieron evidentes, así como las inequidadesen el acceso a los servicios de salud. La capacidadde diagnosticar y tratar enfermedades creciónotablemente, pero el acceso de la población a estosavances fue muy diferente. Los gastos en salud crecieron,pero sus efectos en las condiciones de saludfueron muy limitados. Esta situación mostró que laexistencia de más y mejores servicios no está relacionadacon el mejoramiento de las condiciones desalud de la población, en especial cuando hay grandesdiferencias en el acceso a estos avances (8–10).En los años setenta se pro<strong>du</strong>ce un notable crecimientode la corriente de pensamiento de la medicina<strong>social</strong>, con el desarrollo de numerosos centrosde investigación y docencia, y la aparición derevistas destinadas a publicar artículos de los autoresmás relevantes del campo. Juan César Garcíafue un importante impulsor de ese crecimiento.Como coordinador de investigaciones de la OrganizaciónPanamericana de la Salud (OPS) en Washington,D.C., este médico argentino, formado en sociologíaen Chile, desarrolló desde 1966 hasta sumuerte en 1984 importantes investigaciones y análisissobre la e<strong>du</strong>cación médica, las ciencias <strong>social</strong>esen medicina, los determinantes de clase <strong>social</strong> enlos resultados de salud-enfermedad y las basesideológicas de la discriminación contra los hispanos(11–13). García, junto con María Isabel Rodríguez,médica salvadoreña que vivió largos años en el exiliodespués de ser decana de la Facultad de <strong>Medicina</strong>de la Universidad de El Salvador, y MiguelMárquez, médico ecuatoriano, ambos funcionariostambién de la OPS, dieron impulso a la medicina<strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> no solo con sus trabajos, sinologrando el apoyo financiero de ese organismo parael desarrollo de investigaciones, reuniones científicasy organizativas de la corriente, publicación delibros y concesión de becas de formación. Las reunionesdenominadas Cuenca I y II, realizadas enEcuador y coordinadas por Márquez, marcaron elrumbo del movimiento de la medicina <strong>social</strong>. Elapoyo financiero de la OPS fue importante para establecery consolidar uno de los primeros programasde posgrado que se creó con esta perspectiva:la Maestría de <strong>Medicina</strong> Social de la UniversidadAutónoma Metropolitana Xochimilco, de la Ciudadde México.Cabe resaltar asimismo que en el proceso deafianzamiento y difusión de esta corriente de pensamientotuvieron también destacada participaciónorganizaciones no gubernamentales como el Centrode Estudios y Asesoramiento en Salud (CEAS) deEcuador, el Grupo de Investigación y Capacitaciónen <strong>Medicina</strong> Social (GICAMS) de Chile y el Centrode Estudios Sanitarios y Sociales (CESS) de Argentina,entre otros. El CEAS sigue cumpliendo unRev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 12(2), 2002 129


papel fundamental en la difusión de la corriente através de un esfuerzo editorial sostenido por el cualha publicado numerosos libros de los más importantespensadores de la medicina <strong>social</strong>. El GI-CAMS, por su parte, publicó <strong>du</strong>rante muchos añosuna importante revista: Salud y Cambio. El CESS publicadesde hace 25 años una revista que reúneartículos de importantes trabajos de la medicina <strong>social</strong>.Estas organizaciones capacitan profesionales ytrabajadores de la salud, y participan activamenteen el desarrollo de importantes investigaciones.En Brasil, Colombia, Cuba y Venezuela, loscursos de formación, maestrías y doctorados se hanrealizado principalmente desde universidades públicas,lo cual ha permitido que la formación en medicina<strong>social</strong> se haya extendido considerablementey que los profesionales así formados estén insertadosen distintos niveles del sistema sanitario. Lapro<strong>du</strong>cción científica brasileña es en la actualida<strong>du</strong>na de las más importantes e innovadoras de AméricaLatina. En Brasil, el esfuerzo de difusión através de revistas científicas y libros es muy importantey se realiza desde ámbitos universitarios y organizacionesgubernamentales y no gubernamentales,tales como la Associação Brasileira de SaúdeColetiva (ABRASCO) o el Centro Brasileiro de Estudosem Saúde (CEBES). La cooperación entre diferentesorganizaciones <strong>latinoamericana</strong>s posibilitó la creaciónde una red de intercambio y apoyo que permitióa muchos profesionales de la salud consolidarsu formación, intercambiar experiencias con colegasde otros países y actuar como multiplicadoresde este pensamiento. En los últimos años se han desarrolladonumerosas investigaciones en colaboracióncon diversos países latinoamericanos, e inclusocon los EE. UU.ENFOQUES TEÓRICO-METODOLÓGICOS:DIFERENCIAS CON LA SALUD PÚBLICALa medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> se ha desarrolladodentro de un amplio y rico espectro deposiciones teóricas y metodológicas. Desde el origende esta corriente se han llevado a cabo intensos debatessobre teorías, métodos y estrategias de cambioque todavía continúan, lo que demuestra la vitalidadde este campo de pensamiento y práctica (14).Los debates metodológicos toman en consideraciónel contraste entre los modelos empírico-funcionalistase histórico-analíticos, y entre los enfoques macropolíticosy micropolíticos, así como el equilibrioentre las metodologías de investigación cualitativasy cuantitativas, y entre lo indivi<strong>du</strong>al, lo grupal y locolectivo como unidades de análisis (15–17).El enfoque teórico-metodológico de los colectivosque estudia la medicina <strong>social</strong> le confiere a supraxis una característica muy diferencial con respectoa la salud pública. Esta considera como unidadde análisis a la población, a la que define comouna suma de indivi<strong>du</strong>os que pueden ser clasificadosen grupos según ciertas características (sexo,edad, e<strong>du</strong>cación, ingreso, raza o etnia). A manerade ejemplo, podemos señalar que en la epidemiologíaclásica los porcentajes de una población específicase calculan aritméticamente a partir de las característicasindivi<strong>du</strong>ales de quienes componen esegrupo poblacional, seleccionadas a priori por el investigadorpara definir el grupo analizado. En cambio,los trabajos de la medicina <strong>social</strong> consideran ala población y a las instituciones <strong>social</strong>es como totalidadescuyas características trascienden las de losindivi<strong>du</strong>os que las componen (15–20). Por lo tanto,la medicina <strong>social</strong> define los problemas y desarrollasus investigaciones a través de unidades de análisis<strong>social</strong>es e indivi<strong>du</strong>ales, pero con un encuadre teórico-metodológicocolectivo. Es decir, las especificidadesindivi<strong>du</strong>ales y grupales son analizadas en elcontexto <strong>social</strong> que las determina. En este sentido,las principales categorías analíticas son la repro<strong>du</strong>cción<strong>social</strong>, la clase <strong>social</strong>, la pro<strong>du</strong>cción económica,la cultura, la etnia y el género, entre otras (21).Es a partir de estas categorías que las especificidadesindivi<strong>du</strong>ales, tales como el sexo, edad, e<strong>du</strong>cación,ingreso o raza, encuentran su determinaciónexplicativa. Por ejemplo, si no se explicitan las característicaseconómicas, <strong>social</strong>es, políticas e ideológicasespecíficas que, en una determinada sociedady momento histórico, definen el ser mujer u hombreen relación con el problema estudiado, se están desconociendolos determinantes que subyacen a laclasificación por sexo (22). Lo destacable es que ladefinición del colectivo no se realiza a priori, sinoque está ligada al problema que se pretende analizar.Lo anterior implica dar centralidad y hacer explícitala teoría en todo el proceso de investigacióno de intervención en torno a un problema. Desde lamedicina <strong>social</strong> se argumenta que la falta de explicitaciónde los supuestos teóricos en la medicina yla salud pública anglosajonas de corte empírico nosignifica ausencia de teoría. Por el contrario, unapostura ateórica o antiteórica significa que la teoríafundamental está implícita y que muchas veces ladesconocen los propios investigadores (23, 24).En lo que se refiere a la relación entre la teoríay la práctica, desde la perspectiva de la medicina<strong>social</strong> se usa el concepto de praxis, entendida comola interrelación entre pensamiento y acción. En estesentido, los líderes de la medicina <strong>social</strong>, influenciadospor el pensamiento de Gramsci, destacan eldoble camino de la teoría que contribuye a los esfuerzostendientes al cambio <strong>social</strong>, pero se nutre, ala vez, de estos esfuerzos (25). A menudo, las actividadesde investigación se desarrollan en conjunto130 Temas de actualidad • Current topics


con sindicatos, grupos de mujeres, coaliciones indígenasy organizaciones comunitarias (26).Otras diferencias entre la medicina <strong>social</strong> y lasalud pública están dadas por el carácter estático odinámico de la salud-enfermedad y el efecto delcontexto <strong>social</strong>. La medicina <strong>social</strong> conceptualiza lasalud-enfermedad como un proceso dialéctico y nocomo una categoría dicotómica. La epidemiologíacrítica estudia el proceso salud-enfermedad en elcontexto <strong>social</strong>, considerando los efectos de loscambios de las condiciones <strong>social</strong>es a lo largo deltiempo. El perfil epidemiológico de un colectivo <strong>social</strong>o institucional en una determinada sociedad requiereun análisis de múltiples niveles para comprenderpor qué y cómo las condiciones <strong>social</strong>es,tales como la repro<strong>du</strong>cción <strong>social</strong>, la pro<strong>du</strong>ccióneconómica, la cultura, la marginalización y la participaciónpolítica, se organizan históricamente endistintos modos de vida característicos de los grupossituados en diferentes posiciones dentro de laestructura de poder, y determinan un acceso diferenciala condiciones favorables o protectoras, o acondiciones desfavorables o destructivas, estableciendola dinámica del proceso salud-enfermedad(15, 27, 28). Desde esta perspectiva teórica, en lasalud pública, los modelos formales multivariados,tales como los modelos de regresión logística con laenfermedad como variable dependiente, dicotomizadasegún su presencia o ausencia, oscurecen ladialéctica del proceso salud-enfermedad (17, 19).La teoría de la salud-enfermedad como unproceso dialéctico ha generado críticas de los enfoquestradicionales basados en la inferencia causalen medicina y salud pública (8, 15, 19). En un nivelbásico, los pensadores de la medicina <strong>social</strong> han criticadoel modelo monocausal de explicación de laenfermedad. Con una perspectiva similar a la desarrolladapor la medicina <strong>social</strong> europea del sigloXIX, los investigadores latinoamericanos mantienenla perspectiva de que las explicaciones simplistaspor las cuales un agente específico es la causanecesaria y suficiente para pro<strong>du</strong>cir una enfermedadno consideran adecuadamente las condiciones<strong>social</strong>es que son determinantes para el desarrollode la enfermedad (29, 30). Incluso los modelos multicausales,como los ecológicos, que consideran lainteracción entre agente, húesped y ambiente, o,más recientemente, los modelos de complementocausal e interacción biológica, definen la enfermedadde una manera relativamente estática. Las críticasdesde el punto de vista de la medicina <strong>social</strong>han argumentado que, por dicotomizar la presenciao ausencia de una enfermedad, los modelos multicausalestradicionales no consideran adecuadamentelos vínculos dinámicos por los cuales la dialécticadel proceso salud-enfermedad se ve afectadapor las condiciones <strong>social</strong>es. Estos análisis han su-gerido un enfoque más complejo de la causalidad,en el cual las condiciones <strong>social</strong>es e históricas sonconsideradas como determinantes estructurales, esdecir, que existen antes del problema analizado, ysu comprensión permite especificar las dimensionesdel mismo. Los determinantes <strong>social</strong>es e históricosno son variables cuya única diferencia es el pesoque el investigador les atribuye en la cadena causal.Anticipando las tendencias metodológicas actualesen los EE. UU., los líderes de la medicina <strong>social</strong><strong>latinoamericana</strong> han abogado desde mediadosde los años setenta por un enfoque multimetodológicoque “triangula” complementariamente métodosde análisis del nivel indivi<strong>du</strong>al y <strong>social</strong>. Aun enlas investigaciones iniciales, los investigadores mexicanosy ecuatorianos combinaron métodos y técnicasde recolección de información cuantitativosy análisis multivariado, con métodos cualitativos.Una de estas técnicas que ha mostrado capacidadpara incrementar la calidad y cantidad de la informaciónobtenida es la entrevista colectiva (18).Pero es fundamental volver a señalar quepara la medicina <strong>social</strong> el punto de partida es un replanteamientoteórico del problema, a la luz delcual los métodos y técnicas se subordinan a una lógicaanalítica de procesos dinámicos consideradosen conjunto, y no a la inversa; es decir, no se subordinana la preeminencia de una lógica empírica queasocia, a través de la metodología y de las técnicas,mayoritariamente cuantitativas o cualitativas cuantificadas,fragmentos de la realidad.Aunque la teoría marxista ha estimulado losdesarrollos de la medicina <strong>social</strong>, el trabajo conceptualse ha centrado en analizar las limitaciones de lateoría marxista más tradicional en el contexto latinoamericanoy rescatar los elementos conceptualesque pueden contribuir a una comprensión contextualizadadel proceso salud-enfermedad (31). Unconcepto central que la medicina <strong>social</strong> rescata de lateoría marxista es el de clase <strong>social</strong>, definido por lasrelaciones de pro<strong>du</strong>cción económica. En la teoríamarxista, la característica más importante de la definiciónde clase <strong>social</strong> involucra la propiedad y elcontrol de los medios de pro<strong>du</strong>cción y, por ende,del proceso pro<strong>du</strong>ctivo. En la medicina <strong>social</strong> se argumentaque la explotación del trabajo y del desempleomediante la dominación de los ocupados yde los desocupados es una condición inseparable dela pro<strong>du</strong>cción económica. Como consecuencia deesta concepción, se mantiene una visión de la clase<strong>social</strong> que tiene sus raíces en el proceso de pro<strong>du</strong>ccióny no en características demográficas como losingresos, la e<strong>du</strong>cación o el prestigio ocupacional,que se usan para realizar una estratificación <strong>social</strong>,pero dejan intocadas las relaciones que determinanlos problemas <strong>social</strong>es como la salud-enfermedad.Esta posición teórica relacionada con la pro<strong>du</strong>cciónRev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 12(2), 2002 131


económica ha guiado la elección de los problemasde investigación sobre el proceso de trabajo, tantoin<strong>du</strong>strial como agrícola. Los grupos de la medicina<strong>social</strong> en Brasil, Chile, Ecuador y México han realizadoestudios del impacto de la organización jerárquicadel trabajo, de los procesos de pro<strong>du</strong>cción yde las condiciones de trabajo sobre la salud mentaly física (32–34).Otro concepto importante para la medicina<strong>social</strong> es el de repro<strong>du</strong>cción económica. La teoríamarxista cuestiona la repro<strong>du</strong>cción de las relacionesde explotación que, a través de generaciones,pro<strong>du</strong>ce el sistema capitalista. Una de las institucionesmás importantes que favorecen esta repro<strong>du</strong>cciónes la familia, especialmente mediante las relacionesde género, según el papel que se le asigna<strong>social</strong>mente a cada integrante de la misma. Marx yEngels argumentaron, por ejemplo, que la explotaciónde los trabajadores estuvo intrínsicamente relacionadacon la explotación de la mujer desde quela pro<strong>du</strong>cción económica requirió la repro<strong>du</strong>cciónde la fuerza de trabajo, principalmente mediante lasactividades de las mujeres en el ámbito familiar(35). En las sociedades contemporáneas, las mujeresa menudo soportan la “triple carga” del trabajo asalariado,el trabajo doméstico y el cuidado de loshijos. Por esta razón, los grupos de la medicina <strong>social</strong>de algunos países han colaborado en investigacionesque se centran en las mujeres trabajadoras ylos efectos de su papel en la pro<strong>du</strong>cción y repro<strong>du</strong>ccióneconómica (36).La ideología es un tercer eje teórico de la medicina<strong>social</strong>. Comprende las ideas específicas ydoctrinas de un grupo <strong>social</strong>. Una ideología “hegemónica”tiende a justificar los intereses de las clasesque dominan una sociedad en un período histórico.La desmistificación de esta ideología es parte de latarea teórica y política de la medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong>(37, 38). Durante los primeros años, eltrabajo de desmistificación se centró en las políticasdesarrollistas fomentadas por los gobiernos deEE. UU. y Europa (8, 10, 24, 28). Más recientemente,los esfuerzos de desmistificación se han centrado enlas políticas del Banco Mundial y de otros organismosmultilaterales de crédito que han alentado elcrecimiento de la deuda, las privatizaciones y losrecortes de los servicios públicos, basándose en losprincipios macroeconómicos de la libertad de mercado(39–41).Las teorías europeas contemporáneas tambiénhan influenciado a la medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong>.Por ejemplo, los esfuerzos teóricos realizadosen Italia sobre el proceso de trabajo hancontribuido al enfoque conceptual que el grupo mexicanode la medicina <strong>social</strong> ha desarrollado con lossindicatos in<strong>du</strong>striales (18, 32). El psicoanálisis, elanálisis institucional y desarrollos filosóficos fran-ceses recientes han influenciado los esfuerzos de losinvestigadores argentinos y brasileros en sus estudiossobre los servicios de salud y la crítica de lasideologías en las políticas de salud, así como en larealización de propuestas de cambio (42–43).PRINCIPALES TEMAS Y SU RELACIÓNCON LOS MOVIMIENTOS SOCIALESY POLÍTICOSLos grupos de la medicina <strong>social</strong> de diferentespaíses latinoamericanos han enfatizado los efectosde las políticas internacionales. Históricamente, talestrabajos han analizado el impacto del imperialismoeconómico, la extracción de materia prima yla explotación de la mano de obra barata. Más recientemente,se han centrado en las políticas macroeconómicasy el poder político de las corporacionesmultinacionales y las agencias multilaterales de crédito.La carga de la deuda externa en los países deltercer mundo ha surgido como una importante preocupación.Los recortes presupuestarios, la privatizacióndel sector público y la apertura de los mercadosde la atención de la salud a las corporacionesmultinacionales han recibido gran atención. Algunosgrupos han colaborado en la evaluación de laatención gerenciada como una iniciativa de privatizaciónde las corporaciones multinacionales y lasagencias multilaterales de crédito. Estos estudioshan destacado tanto los efectos perjudiciales en elacceso a los servicios de salud como el deterioro dela red de servicios de atención de la salud y handesmistificado las tesis de que las prácticas orientadaspor el mercado mejoran las condiciones de lospobres (44–48).Los grupos de la medicina <strong>social</strong> han vinculadosus investigaciones sobre políticas con esfuerzosorganizativos que apuntan a cambiar las relacionesde poder. Estas acciones tratan de ampliarel debate público y reorientar las iniciativas de reformahacia el encuentro con las necesidades de laspoblaciones vulnerables. El grupo de la Universidadde Campinas en Brasil, nucleado en el Laboratóriode Planejamento em Saúde, ha desarrollado importantesinvestigaciones sobre la micropolítica de losprocesos de trabajo en las instituciones de saludy ha realizado múltiples intervenciones junto a losservicios de salud para modificar la relación entrelas instituciones sanitarias y los usuarios. Para estoha utilizado metodologías y técnicas innovadorasde enfoque institucional y de análisis de los procesosde trabajo (49–52). El grupo de Argentina nucleadoen la Central de Trabajadores Argentinoscolabora con los movimientos <strong>social</strong>es y de trabajadoresen la realización de análisis y propuestas alternativasa la privatización en salud (53).132 Temas de actualidad • Current topics


Varios grupos han sido pioneros en la investigaciónde los determinantes socioeconómicos. EnEcuador, algunos investigadores han tomado comoeje la ecología urbana, los cambios económicos provocadospor la pro<strong>du</strong>cción petrolera y las relacionesde la estructura de inequidad de clase, género yetnia con la salud, así como los procesos de trabajo,para explicar los patrones de morbilidad y mortalidad(54–56). Estos investigadores ponen sus investigacionesal servicio del mejoramiento de lascondiciones de vida y trabajo y del apoyo a las luchasde las coaliciones indígenas y los movimientos<strong>social</strong>es.Los investigadores mexicanos han trabajadocon los sindicatos de la in<strong>du</strong>stria y las comunidadeslocales para esclarecer los problemas de salud físicay mental que se derivan de los procesos de trabajoy del medio ambiente. En estos esfuerzos, han sidopioneros en el uso de métodos como la entrevistacolectiva (18, 32, 57). En Chile, el grupo de la medicina<strong>social</strong> ha llevado adelante investigaciones quevinculan las condiciones de género, trabajo y medioambiente (58).Las investigaciones sobre violencia y traumaspsíquicos han recibido atención prioritaria en variospaíses. El interés por este tema refleja la historiade la mayoría de los países latinoamericanos, sufridaincluso por los miembros de la medicina<strong>social</strong>. En Colombia, la tradición <strong>social</strong> de violencia—vinculada antes a la pobreza y a los ciclos de rebelión,y más recientemente al tráfico de drogas y alas operaciones paramilitares— ha generado investigacionessobre los efectos de la violencia en lasalud (59, 60). En Chile se ha trabajado junto con organizacionesde derechos humanos para apoyar alas familias cuyos miembros han sufrido torturas,exilio o muerte <strong>du</strong>rante la dicta<strong>du</strong>ra (61). En Argentinatambién se ha trabajado con los sobrevivientesde la represión —tanto víctimas directascomo familiares— llevada a cabo por la última dicta<strong>du</strong>ramilitar (1976–1983). Estos investigadoresfueron influenciados por los estudios psicológicossobre la violencia realizados en El Salvador por IgnacioMartín-Baró, un psicólogo salvadoreño formadoen EE. UU., que fue asesinado en su país porfuerzas paramilitares (62–64).EL DESAFÍO DE SU DIFUSIÓNEste pro<strong>du</strong>ctivo campo de investigación, reflexiónteórica y práctica requiere que se hagan importantesesfuerzos para difundirlo. Por un lado, sedebe buscar aumentar su difusión entre los profesionalesy trabajadores de la salud que no lo conocen,ya sea por problemas de idioma, o por suausencia en las publicaciones médicas y de saludpública más tradicionales y de mayor circulaciónentre la mayoría de los profesionales de la salud.Por otro lado, esta difusión debe contribuir al intercambioentre la salud pública y la medicina<strong>social</strong>, permitiendo el enriquecimiento de ambas.Para eso estamos desarrollando en la Biblioteca delCentro de Ciencias de la Salud e Informática (HealthSciences Library and Informatics Center: HSL&IC) dela Universidad de Nuevo México, EE. UU., un portalen Internet y una base de datos con resúmenesestructurados de libros, capítulos de libros, y artículosrelevantes de la medicina <strong>social</strong> (http://hsc.unm.e<strong>du</strong>/lasm). La elección de los resúmenes estructuradosse hizo siguiendo las recomendacionesdel Grupo de Trabajo Ad Hoc para la ValoraciónCrítica de la Literatura Médica (Ad Hoc WorkingGroup for Critical Appraisal of the Medical Literature),que desarrolló el concepto de resumen estructuradopara ayudar a los lectores de materiales clínicosa seleccionar más rápidamente y con mayor precisiónlos artículos más apropiados, y para facilitarla revisión por pares de los artículos sometidos aarbitraje (65).El material a ser colocado en el portal de lared es seleccionado con la colaboración de un Comitéde Expertos formado por líderes de la medicina<strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> (la lista de los miembrosdel Comité puede consultarse en el portal). Losresúmenes estructurados se intro<strong>du</strong>cen en el portaly en la base de datos en tres idiomas: portugués,español e inglés. Los textos originales de dondese extraen los resúmenes están almacenados en laHSL&IC, al igual que las 12 revistas <strong>latinoamericana</strong>sque, por su énfasis en la medicina <strong>social</strong>, se hansuscrito en este proyecto con el asesoramiento delcitado Comité. 5 Otro aspecto del proyecto es la publicaciónelectrónica en el portal, de forma experimental,de dos importantes revistas de la medicina<strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> (Saúde em Debate, de Brasil, yuna publicada en español que aún no se ha definido).Apoyándonos en la tecnología de Internet esperamosampliar el número de suscriptores, tantode EE. UU. como de otros países del mundo, paraestas importantes revistas cuyos editores muchasveces se encuentran con problemas de financiamientopara su publicación y distribución en lasformas tradicionales.Un desafío central en este proyecto es la tra<strong>du</strong>cciónal inglés de los textos de la medicina <strong>social</strong><strong>latinoamericana</strong>, porque sus conceptos y desarrollosteóricos y metodológicos no encuentran su co-5Las revistas suscritas son: Cuadernos Médico Sociales y Salud Problemay Debate, de Argentina; Interface, Cadernos de Saúde Pública, Revista deSaúde Pública, Saúde e Sociedade, Saúde em Debate, Ciência e Saúde Coletivay Revista Brasileira de Epidemiologia, de Brasil; Revista Cubana de<strong>Medicina</strong> Tropical y Revista Cubana de Salud Pública, de Cuba, y SaludProblema, de México.Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 12(2), 2002 133


elato en la terminología corriente de la salud públicanorteamericana. Muchas veces, obtener unatra<strong>du</strong>cción comprensible para los lectores delcampo de la medicina o de la salud pública de hablainglesa dificulta la transmisión exacta, en toda sucomplejidad, de los conceptos de la medicina <strong>social</strong>.Sin embargo, consideramos que este primer esfuerzoabrirá las posibilidades futuras de profundizaren el conocimiento de este importante campocientífico y permitirá avanzar en la precisión conceptualy en el intercambio con los investigadores yestudiosos de la medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong>.CONCLUSIÓNLa medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> ha surgidocomo un campo desafiante, por los aportesque ha hecho a la comprensión de los determinantesdel proceso salud-enfermedad-atención y a sucomplejidad, así como por el uso de teorías, métodosy técnicas escasamente conocidos por la saludpública. El eje en los orígenes <strong>social</strong>es de la enfermedady la muerte temprana desafía las relacionesde poder económico y político en las sociedades.Los temas y hallazgos han llegado a ser pertinentespara problemas médicos y de salud pública en todoel mundo, y en especial para el análisis y la propuestade alternativas a la inequidad en salud, lareforma de los sistemas sanitarios, los estudios degénero, el estudio de las micropolíticas y macropolíticasque afectan a la atención sanitaria y a la saludde los trabajadores, entre otros. Los profesionalesde la medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong> han usado teoríasy métodos que distinguen sus esfuerzos de losde la salud pública. En particular, el eje en el contexto<strong>social</strong> e histórico de los problemas de salud, elénfasis en la pro<strong>du</strong>cción económica y en la determinación<strong>social</strong>, y la vinculación de la investigación yla formación con la práctica política, han proporcionadoenfoques innovadores para algunos de los problemasmás importantes de nuestra época.Las barreras de idioma y posiblemente el escepticismoacerca de las investigaciones que provienendel “Tercer Mundo” han favorecido el desconocimientode esta importante corriente entre losprofesionales sanitarios de los países del “PrimerMundo”. Asimismo, el lenguaje y los métodos tradicionalesde circulación de las revistas <strong>latinoamericana</strong>sde medicina <strong>social</strong> han sido un obstáculo paraque accedan a esta importante pro<strong>du</strong>cción científicamuchos profesionales sanitarios de todo el mundo,cuyos trabajos podrían beneficiarse de los avancesde la medicina <strong>social</strong> si esta estuviera más difundiday accesible. Para los EE. UU. y para otros países,la pro<strong>du</strong>cción de la medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong>puede llegar a ser algo sumamente valioso atener en cuenta, en especial en esta era de globalización,con sus peligros para la salud pública.Agradecimientos. Este trabajo fue financiadoparcialmente por subsidios de la Comisión Fulbright(Senior Fellowship for Independent Research,American Republics Program), del Centro InternacionalForgarty de los Institutos Nacionales de la Salud(National Institutes of Health) de los EE. UU. (TW01982), de la Universidad de California (Pacific RimProgram), del Colegio Americano de Médicos (AmericanCollege of Physicians — George Griffith TravelingFelowship), de la Facultad de <strong>Medicina</strong> de la Universidadde Nuevo México (Dedicated Health ResearchFunds) y de la Biblioteca Nacional de <strong>Medicina</strong> delos EE. UU. (National Library of Medicine — 1G08LM06688).En la primera etapa de la investigación sobrela medicina <strong>social</strong> (1994–2000) participó, además delos autores, Silvia Lamadrid, del Grupo de Investigacióny Capacitación en <strong>Medicina</strong> Social (GI-CAMS) de Chile, quien ayudó en la recolección,análisis e interpretación de datos. En el proyecto decreación del portal en Internet y de la base de datosparticipan Holly Buchanan (co-investigadora principal),Jon Eldredge, Russ Davidson, Ruth Morris,Kevin Wiley y Jonathan Tregear, de la Universidadde Nuevo México. Emerson Merhy, AlfredoEstrada, Jaime Breilh y Norma Fernández son losinvestigadores principales de los equipos de Brasil,Chile, Ecuador y Argentina, respectivamente.Howard Waitzkin es el investigador principal deambos proyectos, y Celia Iriart es la coordinadorageneral del proyecto de creación del portal en Internety de la base de datos, así como de la publicaciónelectrónica de la revistas <strong>latinoamericana</strong>s, ademásde investigadora asociada de la primera etapa.A todos los colegas que participan en el proyectode difusión, incluidos los miembros del Comitéde Selección de Pares cuyos nombres estánen el portal, agradecemos su dedicación e interésen ayudarnos a difundir la medicina <strong>social</strong> <strong>latinoamericana</strong>.Expresamos nuestra especial gratitud anumerosos colegas y amigos que nos ofrecen suconstante asesoramiento, que participaron en lasentrevistas y que son un ejemplo de coraje y compromisocon el desarrollo de la medicina <strong>social</strong>.SYNOPSISLatin American <strong>social</strong> medicine:contributions and challengesThis piece presents and analyzes a number of issues relatedto <strong>social</strong> medicine: the context of the emergence of <strong>social</strong> me-134 Temas de actualidad • Current topics


dicine; the differences between <strong>social</strong> medicine and publichealth; the theories, methods, and debates in <strong>social</strong> medicine;the main subjects or problems considered in <strong>social</strong> medicine;and the difficulties of disseminating the concepts of <strong>social</strong> medicineamong English-speaking persons and among medicaland public health professionals in general. Latin American<strong>social</strong> medicine has challenged other views by contributingto an understanding of the determinants of the healthdisease-healthcare process and by using theories, methods,and techniques that are little known in the field of public health.Intro<strong>du</strong>cing Latin American <strong>social</strong> medicine, especiallyamong English speakers, will be difficult <strong>du</strong>e to the conceptualcomplexity of this field for persons who are accustomedto the theoretical framework of public health and medicineand also <strong>du</strong>e to skepticism concerning research coming fromthe Third World. A multidisciplinary team is facing thischallenge through two primary initiatives: 1) the creation ofan Internet portal and database where there are structuredabstracts in English, Portuguese, and Spanishof books, book chapters, and articles on <strong>social</strong> medicine and2) the electronic publication of two journals on Latin American<strong>social</strong> medicine.REFERENCIAS1. Waitzkin H, Iriart C, Estrada A, LamadridS. Social medicine in Latin America— pro<strong>du</strong>ctivity and dangers facing themajor national groups. Lancet 2001;358:315–323.2. Waitzkin H, Iriart C, Estrada A, LamadridS. Social medicine then and now:lessons from Latin America. Am J PublicHealth 2001;91:1592–1601.3. Nunes ED. Trayectoria de la medicina<strong>social</strong> en América Latina: elementospara su configuración. En: Franco S,Nunes E, Breilh J, Laurell AC, eds. Debatesen <strong>Medicina</strong> Social. Quito: OrganizaciónPanamericana de la Salud/Asociación Latinoamericana de <strong>Medicina</strong>Social; 1991.4. Donnangelo MCF. Salud y sociedad.Guadalajara, México: Editorial de laUniversidad de Guadalajara; 1994.5. Iriart C, Nervi L, Olivier B, Testa M. Tecnoburocraciasanitaria. Ciencia, ideología,y profesionalización. Buenos Aires:Lugar Editorial; 1994.6. Menéndez E. Salud pública: sector estatal,ciencia aplicada o ideología de lo posible.En: Organización Panamericanade la Salud. La crisis de la salud pública:reflexiones para el debate. Washigton,D.C.: OPS; 1992. (Publicación CientíficaNo. 540). Pp. 103–122.7. Testa M. Salud pública y atención primariade salud: una evaluación crítica.En: Organización Panamericana de laSalud. La Crisis de la salud pública: reflexionespara el debate. Washington,D.C.: OPS; 1992. (Publicación CientíficaNo. 540). Pp. 205–229.8. Laurell AC. La salud y la enfermedadcomo proceso <strong>social</strong>. Revista Latinoamericanade Salud (México, D.F.) 1982abril;2:7–25.9. Behm Rosas H. Mortalidad infantil ynivel de vida. Santiago de Chile: Edicionesde la Universidad de Chile; 1962.10. Breilh J, Granda E. Acumulación económicay salud-enfermedad: la morbimortalidaden la era del petróleo. RevistaSalud y Trabajo (Quito) 1982 junio;2:2–29.11. García JC. La e<strong>du</strong>cación médica en AméricaLatina. Washington, D.C.: OrganizaciónPanamericana de la Salud; 1972.(Publicación Científica No. 255).12. García JC. La investigación en el campode la salud en once países de la AméricaLatina. Washington, D.C.: OrganizaciónPanamericana de la Salud; 1982.13. García JC. La mortalidad de la niñeztemprana según clases <strong>social</strong>es. Medellín,Colombia: Universidad PontíficaBolivariana; 1979.14. Franco S, Nunes E, Breilh J, Laurell AC,eds. Debates en <strong>Medicina</strong> Social. Quito:Organización Panamericana de la Salud/Asociación Latinoamericana de <strong>Medicina</strong>Social; 1991.15. Breilh J. Epidemiología: economía, medicinay política. 3 a . ed. México, D.F.:Fontamara; 1989.16. Breilh J. Nuevos conceptos y técnicas deinvestigación. 3 a . ed. Quito: Centro deEstudios y Asesoría en Salud; 1997.17. Laurell AC, Blanco Gil J, Machetto T, PalomoJ, Pérez Rulfo C, Ruí de Chávez M,et al. Enfermedad y desarrollo: análisissociológico de la morbilidad en dos pueblosmexicanos. Revista Mexicana deCiencias Políticas (México) 1976;84:131–158.18. Laurell AC, Noriega M, López O, RíosV. La experiencia obrera como fuente deconocimiento: confrontación de resultadosde la encuesta colectiva e indivi<strong>du</strong>al.Cuadernos Médico Sociales 1990;51:5–26.19. Almeida N. La ciencia tímida: ensayosde deconstrucción de la epidemiología.Buenos Aires: Lugar Editorial; 2000.20. Franco S, Nunes ED. Presentación. En:Franco S, Nunes E, Breilh J, Laurell AC,eds. Debates en <strong>Medicina</strong> Social. Quito:Organización Panamericana de la Salud/Asociación Latinoamericana de <strong>Medicina</strong>Social; 1991. Pp. 7–16.21. Victoria C, Barros F, Vaughan P. Epidemiologíade la desigualdad. Washington,D.C.: Organización Panamericana de laSalud; 1992. (Serie PALTEX No. 27).22. Breilh J. El género entre fuegos: inequidady esperanza. Quito: Centro de Estudiosy Asesoría en Salud; 1996.23. Quevedo E. La articulación del conocimientobásico y <strong>social</strong> en la formacióndel personal de salud: una mirada desdela historia. En: Rodríguez MI, ed. Lo biológicoy lo <strong>social</strong>. Washington: OrganizaciónPanamericana de la Salud; 1994.(Serie Desarrollo de los Recursos HumanosNo. 101). Pp. 13–34.24. Romero A. El desarrollo histórico de laepidemiología en América Latina. En:Anais do I Congreso Brasileiro de Epidemiologia;1990, Campinas.25. Gramsci A. Quaderni del carcere. Edicióncrítica de Valentino Gerratana. Turín:Einaudi; 1975.26. Costa NR. Transición y movimientos <strong>social</strong>es:contribuciones al debate de la reformasanitaria. Cuadernos Médico Sociales1988;44:51–61.27. Breilh J. Componente de metodología: laconstrucción del pensamiento en medicina<strong>social</strong>. En: Franco S, Nunes E, BreilhJ, Laurell AC, eds. Debates en <strong>Medicina</strong>Social. Quito: Organización Panamericanade la Salud; 1991.28. Laurell AC. Social analysis of collectivehealth in Latin America. Soc Sci Med1989;28:1183–1191.29. Franco AS. La cuestión de la causalidaden medicina. En: Grupo de Trabajo. Desarrollode la <strong>Medicina</strong> Social en AmericaLatina, OPS-ALAMES. México,D.F.: Organización Panamericana de laSalud; 1989.30. Rosen G. De la policía médica a la medicina<strong>social</strong>. México, D.F.: Siglo XXI;1985.31. Franco AS. Tendencias de la medicina<strong>social</strong> en América Latina. Salud y cambio(Santiago de Chile) 1990;2:4–16.32. Laurell AC, Noriega M. Proceso de trabajoy salud en SICARTSA. CuadernosMédico Sociales 1987;40:5–24.33. Pitta A. Hospital, dor e morte comooficio. 4 a . ed. São Paulo: Editora Hucitec;1999.Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 12(2), 2002 135


34. Campaña A. Salud mental: concienciavs. se<strong>du</strong>cción por la locura. Quito: EdicionesCEAS; 1995.35. Goldemberg P. Condiciones de vida ysalud en los años 80: repro<strong>du</strong>cción <strong>social</strong>como categoría de análisis. CuadernosMédico Sociales 1991;57:35–54.36. Breilh J. Género, poder y salud. Quito:Centro de Estudios y Asesoría en Salud;1993.37. Testa M. Pensar en salud. Buenos Aires:Lugar Editorial; 1993.38. Testa M. Pensamiento estratégico y lógicade programación. Buenos Aires: LugarEditorial; 1996.39. Laurell AC, López Arellano O. Marketcommodities and poor relief: The WorldBank proposal for health. Int J HealthServ 1996;26:1–18.40. Stocker K, Waitzkin H, Iriart C. Theexportation of managed care to LatinAmerica. N Engl J Med 1999;340:1131–1136.41. Iriart C, Merhy E, Waitzkin H. Managedcare in Latin America: the new commonsense in health policy reform. Soc SciMed 2001;52:1243–1253.42. Merhy E, Onocko R. Agir em saúde: umdesafio para o público. São Paulo: EditoraHucitec/Buenos Aires: Lugar Editorial;1997.43. Iriart C, Merhy E, Waitzkin H. Atencióngerenciada en América Latina: transnacionalizacióndel sector salud en elcontexto de la reforma. Cad Saude Publica2000;16:95–105.44. Iriart C. La reforma del sector salud enArgentina: de la salud como derecho <strong>social</strong>a bien público a responsabilidad indivi<strong>du</strong>aly bien de mercado. En: Centrode Estudios y Asesoría en Salud. Reformaen salud: lo privado o lo solidario.Quito: CEAS; 1997.45. Breilh J. Reforma: democracia profunda,no retroceso neoliberal. En: Centro deEstudios y Asesoría en Salud. Reformaen salud: lo privado o lo solidario.Quito: CEAS; 1997.46. Merhy E, Iriart C, Waitzkin H. Atençãogerenciada: da micro-decisão corporativaà micro-decisão administrativa, umcaminho igualmente privatizante? En:Bursmester H, ed. Managed care: alternativasde gestão em saúde. São Paulo:Editora PROAHSA/Editora FundaçãoGetulio Vargas; 1998.47. Laurell AC, Ortega M. The free tradeagreement and the Mexican health sector.Int J Health Serv 1992;22:331–337.48. Laurell AC, Wences M. Do poverty programsalleviate poverty? The case of theMexican National Solidarity Program.Int J Health Serv 1994;24:381–401.49. De Oliveira Cecilio LC ed. Inventandoa mundaça. São Paulo: Editora Hucitec;1994.50. Franco T, Bueno W, Merhy E. O acolhimentoe os processos de trabalho emsaúde: o caso de Betim, Minas Gerais,Brasil. Cad Saude Publica 1999;15:345–53.51. Campos GWS. Reforma da reforma. Repensandoa saúde. São Paulo: EditoraHucitec; 1992.52. Campos CR, Malta DC, Teixeira dosReis A, dos Santos A, Merhy EE. SistemaÚnico de Saúde em Belo Horizonte. Reescrevendoo público. São Paulo: XamáEditora; 1998.53. Iriart C, Merhy E, Waitzkin H. La atencióngerenciada en América Latina: supapel en la reforma de los sistemas desalud. Buenos Aires: Instituto de Estudiosy Formación/Central de TrabajadoresArgentinos; 1999.54. Colectivo CEAS. Mujer, trabajo y salud.Quito: Ediciones CEAS; 1994.55. Betancourt O. La salud y el trabajo.Quito: Ediciones CEAS/OrganizaciónPanamericana de la Salud; 1995.56. Breilh J, Granda E, Campaña A, BetancourtO. Ciudad y muerte infantil.Quito: Ediciones CEAS; 1983.57. Laurell AC, Noriega M, Martínez S,Villegas J. Participatory research onworkers health. Soc Sci Med 1992;34:603–613.58. Montecino S. Madres niñas, madres solas,continuidad o cambio cultural? Saludy Cambio (Santiago de Chile) 1993;4:6–8.59. Franco AS. Violencia y salud en Colombia.Rev Panam Salud Publica 1997;1:93–103.60. Franco S. International dimensions ofColombian violence. Int J Health Serv2000;30:163–185.61. Estrada A, Hering M, Donoso A. Familia,género y terapia: una experiencia deterapia familiar sistémica. Santiago deChile: Ediciones CODEPU; 1997.62. Martín-Baró I. Writings for a liberationpsychology. Cambridge, MA: HarvardUniversity Press; 1994.63. Martín-Baró I. La violencia en Centroamérica:una visión psico<strong>social</strong>. Salud,Problema y Debate (Buenos Aires) 1990;2:53–66.64. Stolkiner A. Tiempos “posmodernos”:ajuste y salud mental. En: Cohen H, deSantos B, Fiasché A, Galende E, SaidónO, Stolkiner A, et al., eds. Políticas ensalud mental. Buenos Aires: Lugar Editorial;1994.65. Ad Hoc Working Group for Critical Appraisalof the Medical Literature. A proposalfor more informative abstracts ofclinical articles. Ann Intern Med 1990;113:69–76.1996 • 214 pp.ISBN 92 4 354473 XCódigo: WHO 11•Precio: US$27.00/US$ 21.00 en AméricaLatina y el CaribeEl reconocimiento sistemático en atención primaria de salud:determinación de prioridades con recursos limitadosEn esta publicación se examina cómo se integra el reconocimiento sistemático en un serviciobasado en la atención primaria de salud, con objeto de utilizar los recursos de una maneramás equitativa, eficiente y eficaz. Se recomiendan criterios para facilitar a las autoridadesla decisión de incluir o no el reconocimiento sistemático en los planes para la prevenciónde determinado trastorno de salud y se exponen en líneas generales los principios aplicablesen la planificación y prestación de servicios que comprenden el reconocimiento sistemático.Se ofrecen ejemplos de cómo éste puede usarse para aclarar la aplicación del métodorecomendado y se indican posibles opciones. Las recomendaciones formuladas en estaobra no son preceptivas; su objeto es más bien alentar a las autoridades nacionales aestablecer directrices que sean apropiadas para el ámbito local sobre prácticas clínicas quecon<strong>du</strong>zcan al mejoramiento de la salud y faciliten el acceso de toda la población a serviciospreventivos y curativos.136 Temas de actualidad • Current topics

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!