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La vejez: la relación adulto-adulto mayor* - RAM ==> Red para el ...

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INTRODUCCIÓNA partir d<strong>el</strong> concepto de modernidad, <strong>el</strong> trabajo desarrol<strong>la</strong>rá <strong>la</strong> configuración que esta lógicae<strong>la</strong>bora en torno a <strong>la</strong> <strong>vejez</strong> y <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>adulto</strong> y <strong>adulto</strong> mayor, y lugar que ocupa <strong>la</strong> propuestaeducativa d<strong>el</strong> Departamento de <strong>la</strong> Mediana y Tercera Edad (Dmyte) de <strong>la</strong> Facultad de Cienciasde <strong>la</strong> Educación (FCE), dependiente de <strong>la</strong> Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).Están suficientemente naturalizado los lugares satélites que socialmente se construyen sobre <strong>la</strong>figura d<strong>el</strong> viejo, en <strong>la</strong> cual predomina <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción con ideas de ocio, improductividad,decadencia, enfermedad; y en contraposición al protagonismo de <strong>la</strong> productividad, consumo,eficiencia, entre otros, d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong> promovidos de <strong>la</strong> lógica moderna o neoliberal.A los fines analíticos, cuando nos referimos a subjetividad lo hacemos “desde una noción desubjetividad como entre” porque “es posible d<strong>el</strong>inear los rasgos de una comunidad fundada en un<strong>la</strong>zo social que puede mantener <strong>la</strong> diferencia”. De este modo, intentaremos detectar quéestrategia despliega <strong>la</strong> lógica neoliberal en <strong>la</strong> construcción de <strong>la</strong>s subjetividades d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong> ycuáles en <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor, y de qué se sirven unos y otros <strong>para</strong> insta<strong>la</strong>r prácticas que desconocen<strong>la</strong> diferencia y <strong>la</strong>s potencialidades de ésta.Hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> subjetividad en términos de Nietzsche es hab<strong>la</strong>r de una pluralidadde fuerzas en constante cambio. El sujeto moderno neutraliza esa diversidadAquí también se despliega <strong>la</strong> lógica asimi<strong>la</strong>toria en <strong>la</strong> medida en que lo extraño se subsume, setraduce, se dosifica en actitudes sociales vincu<strong>la</strong>das a <strong>la</strong> indiferencia, <strong>el</strong> despego y <strong>la</strong>marginación.El sujeto moderno se caracteriza por <strong>la</strong> constante búsqueda d<strong>el</strong> dominio de su vida, su libertad,su autonomía y <strong>la</strong> pretensión de lograrlo. Sin embargo dejaremos en c<strong>la</strong>ro, al menos desdenuestra mirada, <strong>la</strong> necesariedad de <strong>la</strong> otredad en <strong>el</strong> vínculo que construye <strong>la</strong> lógica neoliberalentre <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> y <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor.LA SOCIEDAD Y LOS ADULTOS MAYORESLos problemas de <strong>la</strong> sociedad son en esencia, por lo que atañe al <strong>adulto</strong> mayor, los mismos a losque se enfrentan gerontólogos o docentes de <strong>adulto</strong>s mayores que es lo que en esta oportunidadnos convoca.Así como los médicos tienen que hacer un diagnóstico <strong>para</strong> poder tratar un problema, <strong>la</strong>comunidad debe saber, primero, que es lo que hace falta <strong>para</strong> poder suministrarlo. Hay queinformar<strong>la</strong>, además, acerca de lo que ya dispone, de manera que, cuando surja alguna necesidad,pueda hacer mejor uso de lo existente. Con demasiada frecuencia, hay recursos que se piensanson inapropiados e inalcanzables, pero que en realidad se tienen a mano y pueden aprovecharse.Por ejemplo, en una oportunidad se efectuó <strong>la</strong> incorporación de voluntarios no adiestrados apab<strong>el</strong>lón de ancianos de un hospital local. Estos voluntarios, que no sabían que esos ancianosestaban “desahuciados”, pasaron un tiempo con <strong>el</strong>los y consiguieron revitalizar a muchos ydevolverlos a <strong>la</strong> sociedad. Incluso a aqu<strong>el</strong>los <strong>para</strong> los que <strong>la</strong> ayuda resultó menos notoria,extrajeron mejor provecho de <strong>la</strong> mayor c<strong>la</strong>ridad de ese cuerpo d<strong>el</strong> hospital.<strong>La</strong> integración de los servicios comunitarios <strong>para</strong> ancianos requiere una administracióncuidadosa y especializada que sólo existe en muy pocas comunidades. Se ha demostrado que,cuando se ponen en acción muchos recursos comunitarios, más ancianos pueden permanecerfuera de <strong>la</strong>s instituciones como hogares u hospitales.Sin embargo, existen programas que han puesto <strong>el</strong> acento en mejores servicios institucionalesantes que en una p<strong>la</strong>nificación general, a lo que se le suma <strong>la</strong> existencia de ma<strong>la</strong>sinterpretaciones motivadas por ideas estereotipadas en cuanto a qué puede o qué deber hacer e<strong>la</strong>dulto mayor.


Insistimos en <strong>la</strong> necesidad de una sociedad integrada por todas <strong>la</strong>s edades, como así también en<strong>la</strong> importancia de configurar prácticas que promuevan una participación más activa d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong>mayor.Actividades como <strong>la</strong>s que se generan en <strong>el</strong> Departamento de <strong>la</strong> Mediana y Tercera Edadposibilitan fortalecer mecanismos que mantiene al <strong>adulto</strong> mayor vincu<strong>la</strong>do al resto de <strong>la</strong>sociedad.Podemos pensar que <strong>la</strong>s actividades que se generan en <strong>el</strong> ámbito d<strong>el</strong> Departamento puedenencuadrarse en los principios de <strong>la</strong> teoría d<strong>el</strong> intercambio 1 en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> noción de poder adquierediversos matices. Por ejemplo, “desde esta perspectiva d<strong>el</strong> intercambio, los problemas deenvejecimiento son esencialmente problemas de disminución de recursos de poder – se entiendenpor recursos de poder: dinero, conocimientos, persuasión y posición social-. Esta percepciónlleva a que se genere cierto descompromiso con algunas cuestiones, como por ejemplo, con <strong>el</strong>mercado <strong>la</strong>boral, pero que <strong>el</strong> compromiso se desp<strong>la</strong>ce a otras instituciones.Considerar <strong>la</strong> asistencia de los <strong>adulto</strong>s mayores a los cursos y talleres d<strong>el</strong> Departamento es unaforma de revertir cierta tendencia de <strong>la</strong> sociedad y d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor mismo a <strong>la</strong> expulsión oautoexclusión. Con lo cual, podemos pensar que <strong>la</strong> capitalización de esta actividad <strong>para</strong>configurar al sujeto viejo desde un lugar protagónico en <strong>el</strong> proceso de cualquier cambio social esposible.Es decir, si estamos pensando en un sujeto viejo que se define capaz de intervenir activamente endeterminado cambio social, y si aspiramos a una valoración positiva en términos de cooperación,por ejemplo, de <strong>la</strong> sociedad <strong>para</strong> hacia los <strong>adulto</strong>s mayores, es posible revertir algunos de lossupuestos más comunes en torno al <strong>adulto</strong> mayor 2 .En principio, explicitando lo que se realiza habitualmente en <strong>el</strong> Departamento de <strong>la</strong> Mediana yTercera Edad, capitalizándolo y proponiendo una actividad concreta que se enmarca en <strong>la</strong>política institucional que <strong>la</strong> actual gestión de <strong>la</strong> Facultad de Ciencias de <strong>la</strong> Educación quiere daren términos de extensión: los <strong>adulto</strong>s mayores, en principio los docentes en actividad y losdocentes jubi<strong>la</strong>dos, brinden c<strong>la</strong>ses de apoyo a alumnos de escue<strong>la</strong>s públicas.Bajo <strong>la</strong> consideración d<strong>el</strong> perfil d<strong>el</strong> alumnado d<strong>el</strong> Departamentos, sabemos que 89 por ciento d<strong>el</strong>os asistentes son mujeres, y <strong>el</strong> 11 por ciento son hombres. En <strong>el</strong> caso de <strong>la</strong>s mujeres, sólo un 10por ciento tiene entre 35 y 45 años, mientras que asciende al 22 por ciento <strong>la</strong>s que tienen entre 46y 55 años. El 38 por ciento de <strong>la</strong>s mujeres que asisten al Departamento tienen entre 56 y 65 años,y <strong>la</strong>s mujeres de más de 66 años representan <strong>el</strong> 30 por ciento d<strong>el</strong> alumnado femenino d<strong>el</strong>Departamento.D<strong>el</strong> total d<strong>el</strong> alumnado, <strong>el</strong> 5 por ciento son docentes en actividad y <strong>el</strong> 27 por ciento son docentesjubi<strong>la</strong>dos. En cuanto a <strong>la</strong>s actividades que realizan fuera d<strong>el</strong> Departamento, <strong>el</strong> 19 por cientorealiza acciones vincu<strong>la</strong>das a <strong>la</strong> solidaridad, y 10 por ciento hace actividades educativas.A partir de estos datos, cabe preguntarnos por qué <strong>la</strong> sociedad no está dando, y <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mismo,un lugar más r<strong>el</strong>evante en tanto potenciales transformadores de una realidad crítica hacia una conmás justicia social.Asimismo, hay que tener en cuenta lo que pueden aportar los <strong>adulto</strong>s a partir de los 35 años, enfunción de lo p<strong>la</strong>nteado por Leopoldo Salvarezza en <strong>el</strong> curso de Capacitación de Postgrado “Unamirada gerontológica actual sobre <strong>el</strong> envejecimiento y <strong>vejez</strong>” 3 , en términos de cristalización de<strong>la</strong> experiencia, o al menos dirá, <strong>la</strong> suposición de que esto ocurra.1 Oddone, María Julieta. Sociología de <strong>la</strong> Vejez.2 En Proyecto de Extensión: Llegar a viejo. Abordaje de <strong>la</strong> Temática Problemática de <strong>la</strong> Vejez, dirigido por María d<strong>el</strong>Carmen Ludi y realizado en <strong>la</strong> Facultad de Trabajo Social, UNER, se puntualiza algunas de <strong>la</strong>s creencias yestereotipos que aún prevalecen acerca de <strong>la</strong> <strong>vejez</strong>: <strong>la</strong> <strong>vejez</strong> y al enfermedad van juntas de <strong>la</strong> mano; los viejos sesienten miserables y <strong>la</strong> mejor forma de “adaptación” es <strong>el</strong> ais<strong>la</strong>miento de <strong>la</strong> vida social; los ancianos ya no sonproductivos, útiles, se convierten en una “carga” <strong>para</strong> <strong>la</strong> familia; los viejos ya no son creativos, no tienen capacidad deaprendizaje, entre otros.3 Curso de Capacitación de Postgrado Una mirada gerontológica actual sobre <strong>el</strong> envejecimiento y <strong>vejez</strong>, organizado4


Salvarezza seña<strong>la</strong> que en <strong>la</strong> mediana edad se dan una serie de cambios psicológicos queposibilitan revertir ciertas representaciones sociales en torno al <strong>adulto</strong> mayor.Mencionó <strong>el</strong> incremento de <strong>la</strong> interioridad, los cambios a <strong>la</strong> hora de contabilizar <strong>el</strong> tiempopropio, <strong>la</strong> personificación de <strong>la</strong> muerte propia, y <strong>la</strong> idea y necesidad de trascendencia comoalgunos de los marcadores psicológicos de <strong>la</strong> mediana edad.Tomaremos básicamente dos de estos marcadores <strong>para</strong> promover <strong>el</strong> cambio de sentidos ysignificados que se articu<strong>la</strong>n a <strong>la</strong> mediana edad como “antesa<strong>la</strong>” de <strong>la</strong> <strong>vejez</strong>.Consideramos <strong>el</strong> incremento de interioridad como coro<strong>la</strong>rio de un proceso de inversión de <strong>la</strong>mirada que tiene <strong>el</strong> sujeto hacia una mirada reflexiva en términos de ba<strong>la</strong>nce de lo que secumplió y lo que no; y lo vincu<strong>la</strong>mos con <strong>la</strong> idea y necesidad de trascendencia en términos deque a nadie le gusta pasar por esa vida sin dejar hu<strong>el</strong><strong>la</strong>. -Sobre esto, Salvarezza indica que “hayuna búsqueda de trascender, de saber que se ha hecho algo útil”, incluso <strong>el</strong> especialista lovincu<strong>la</strong> con <strong>la</strong> idea de generatividad, de dejar una heredero social <strong>para</strong> que siga con lo que unoha realizado. 4 - En este punto, remarca <strong>la</strong> importancia de que <strong>el</strong> viejo vea al joven como uninterlocutor en pie de igualdad.De esta manera, podríamos decir que estamos ante <strong>el</strong> primero de los indicadores que desestiman<strong>la</strong> figura de un <strong>adulto</strong> mayor “muerto socialmente” porque psicológicamente <strong>la</strong> tendencia de<strong>la</strong>dulto mayor es otra.Por otra parte, si partimos de <strong>la</strong> concepción de un sujeto social e histórico, y de <strong>la</strong> <strong>vejez</strong> comouna construcción cultural, <strong>el</strong> perfil d<strong>el</strong> alumnado d<strong>el</strong> Departamento puede brindar algunas pautasmás a favor d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor como potencial transformador de <strong>la</strong> realidad. Y de esta manera,revertir ciertas tendencias físicas y psíquicas d<strong>el</strong> anciano.RELACION ADULTO-ADULTO MAYORCon lo dicho anteriormente, podemos avanzar en que <strong>la</strong> noción de <strong>vejez</strong> es una construccióncultural, social e histórica. Si bien en <strong>la</strong> cultura occidental <strong>la</strong> edad cronológica se conformó en unparámetro de organización social d<strong>el</strong> hombre, gran parte de los aportes realizados en torno a<strong>la</strong>dulto mayor, y a <strong>la</strong> <strong>vejez</strong> en particu<strong>la</strong>r, advierten que <strong>la</strong> concepción que hoy predomina nosiempre ha sido así. Ape<strong>la</strong>n al sentido y a significados que articu<strong>la</strong>ron sociedades en distintosmomentos de <strong>la</strong> historia al viejo. Esto pone en evidencia que lo que se considera viejo es unaconstrucción, es una serie de interpretaciones, lecturas, recortes, miradas que los sujetosatribuyen, generan y definen, siempre en términos más o menos móviles, a los <strong>adulto</strong>s mayores.Ahora bien, una arista de nuestro análisis se centrará en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> que se vale estaconstrucción, y <strong>la</strong> que –como intentaremos manifestar- se articu<strong>la</strong> a partir de <strong>la</strong> concepción de<strong>adulto</strong> como topo de referencia de <strong>la</strong> sociedad neoliberal (y ésta como un desp<strong>la</strong>zamiento más de<strong>la</strong> modernidad). Para esto ape<strong>la</strong>remos a <strong>la</strong> crítica a <strong>la</strong> noción moderna de subjetividad, <strong>la</strong> cual seenmarca, según apunta Cragnolini en “<strong>La</strong> constitución de <strong>la</strong> subjetividad en Nietzsche. Metáforasde <strong>la</strong> identidad”, en <strong>la</strong> construcción de los conceptos que se organizan en un sistema piramidalcentrado en torno a un principio que opera como arkhé-dios, fundamento d<strong>el</strong> ser, d<strong>el</strong> pensar y d<strong>el</strong>obrar.Mencionamos ya <strong>la</strong> necesidad de identidades cerradas de <strong>la</strong>s que se vale <strong>la</strong> lógica neoliberal.“Toda identidad de una identidad de sí es una máscara <strong>para</strong> <strong>la</strong> pluralidad de fuerzas en continuatransformación” 5 , y de esta operatoria se vale <strong>el</strong> eje organizador d<strong>el</strong> discurso neoliberal d<strong>el</strong>por <strong>el</strong> Departamento de <strong>la</strong> Mediana y Tercera Edad de <strong>la</strong> Facultad d e Ciencias de <strong>la</strong> Educación y <strong>el</strong> Proyecto deExtensión Llegar a Viejo de <strong>la</strong> Facultad de Trabajo Social. Ambas unidades académicas pertenecientes a <strong>la</strong>Universidad Nacional de Entre Ríos. El curso se realizó los días 14, 15, 29 y 30 de noviembre de 2002.4 Pensemos en <strong>el</strong> taller de Formadores de Narradores y los Narradores de Cuentos infantiles que lleva historias a milesy miles de chicos de diversas escue<strong>la</strong>s de Paraná, y desde 2003, a otras localidades de <strong>la</strong> provincia.5 Cragnolini, Mónica. <strong>La</strong> constitución de <strong>la</strong> subjetividad en Nietzsche. Metáforas de <strong>la</strong> identidad. Pág. 59.5


<strong>adulto</strong> y <strong>adulto</strong> mayor. Uno y otro son identidades c<strong>la</strong>usuradas, y desde nuestro punto de vistasólo desde <strong>el</strong> parámetro temporal se habilita <strong>el</strong> pasaje de una a otro porque es ese pasaje natural<strong>el</strong> que trae aparejado <strong>el</strong> cambio de un “estadio” a otro. Pasaje que ese configuradopredominantemente desde un discurso biológico u orgánico.Es decir, se despliega esa operación por <strong>la</strong> cual se es f<strong>el</strong>iz en términos de Zaratustra. Esa“f<strong>el</strong>icidad de <strong>la</strong> seguridad d<strong>el</strong> mantenimiento de toda figura de sí en <strong>la</strong> homogeneidad”. 6Esto, unas veces predetermindamente, otras no tanto, se refuerza o sedimenta en <strong>la</strong>s actividades yen <strong>el</strong> hacer cotidiano d<strong>el</strong> Departamento de <strong>la</strong> Mediana y Tercera Edad de <strong>la</strong> Facultad de Cienciasde <strong>la</strong> Educación 7 porque <strong>el</strong> mayor número de asistentes son <strong>adulto</strong>s mayores de 60 años, y aún nose ha logrado una convivencia intergeneracional entre alumnos de <strong>la</strong> facultad y asistentes másjóvenes que potencie <strong>la</strong>s diferencias. Por <strong>el</strong> contrario, aún <strong>la</strong>s distancia son <strong>la</strong>rgas y los crucesescasos.Seguramente es por esto que agudizamos <strong>la</strong> mirada en estas re<strong>la</strong>ciones. Haciéndonos eco deCiaccari, podemos hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> tolerancia, pero no de solidaridad. En ese sentido, se p<strong>la</strong>nteó unapropuesta que articule estrategias o modalidades que promuevan acciones solidarias en tantoacciones políticas.Hasta entonces, predomina un vínculo regu<strong>la</strong>do desde una lógica “esencialmente” moderna,donde, y bajo <strong>la</strong> consideración de que <strong>el</strong> único reconocimiento posible es <strong>el</strong> de <strong>la</strong> diferencia, esnecesario que pensemos desde qué parámetros <strong>la</strong> ficción regu<strong>la</strong>tiva de este sujeto modernoque encierra <strong>la</strong> figura d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong> ubica al <strong>adulto</strong> mayor. Una primera mirada no desconoceque ese diferencia se traduce en deterioro, pero que tranquiliza porque <strong>el</strong> tiempo biológico dejasus hu<strong>el</strong><strong>la</strong>s y son notoriamente identificables en <strong>la</strong> lógica de mercado-neoliberal.El problema reside entonces no en que se diferencie <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> y <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor, sino másbien que <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor se traduce diferente en <strong>la</strong> lengua d<strong>el</strong> mercado, y donde <strong>el</strong> <strong>adulto</strong>es <strong>el</strong> logo a partir de lo cual se organiza lo intergeneracional, <strong>el</strong> tiempo…<strong>la</strong> vida. Es lo queen <strong>la</strong> mirada de Cragnolini pasa con <strong>la</strong> Ilustración 8 . “<strong>La</strong> Ilustración (…) desde de prejuicio d<strong>el</strong>propio cogiatare como verdadero, <strong>la</strong>s otras culturas son consideradas “infantes”, en camino a <strong>la</strong>adultez, es decir, transitando <strong>la</strong> vía que <strong>la</strong>s llevará a <strong>la</strong> razón discursiva que propicia, justamente,idea de tolerancia”.OTREDAD / EXTRAJERIDADEl <strong>adulto</strong> mayor es <strong>el</strong> extranjero en tierras neoliberales donde florece <strong>la</strong> productividad, <strong>la</strong>eficiencia, <strong>la</strong> b<strong>el</strong>leza, <strong>la</strong> rapidez, etcétera, y a <strong>la</strong> vez deja en evidencia <strong>la</strong> perversión de <strong>la</strong> ley deeste régimen. El viejo requiere ser formu<strong>la</strong>ble y lo es desde diversos lugares y en un determinadoorden.Extranjero <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor al ser ignorado, borrado, ocultado sus particu<strong>la</strong>ridades en tanto unaetapa de <strong>la</strong> vida con potencialidades (que si consideramos <strong>la</strong> historicidad de <strong>la</strong>s leyes valoradas enotros tiempos se articu<strong>la</strong>n al lugar de <strong>la</strong> sabiduría, por ejemplo) porque <strong>el</strong> viejo –al igual que <strong>el</strong>extranjero o <strong>el</strong> mendigo- amenaza por su diferencia, y <strong>la</strong> forma de incorporarlo o asimi<strong>la</strong>rlo esatribuyendo un lugar en <strong>el</strong> orden productivo biológico, social y cultural.6 Ibid. Pag.597 El Departamento de <strong>la</strong> Mediana y Tercera Edad es un ámbito de <strong>la</strong> Facultad de Ciencias de <strong>la</strong> Educación desde 1984.<strong>La</strong> propuesta consiste en brindar cursos y talleres <strong>adulto</strong>s, hasta hace un año atrás, exclusivamente mayores de 35años. Ahora ese parámetro se ha flexibilizado. No se otorgan certificado, no se evalúa y tampoco hay un control en <strong>la</strong>asistencia, y <strong>el</strong> espíritu que se intenta imprimir a <strong>la</strong>s actividades es “por <strong>el</strong> simple gusto de aprender”.<strong>La</strong> experiencia d<strong>el</strong> Departamento es pionera en <strong>el</strong> ámbito universitario, y a su propuesta inicial a sumado otras como<strong>la</strong> posibilidad de acercar sus cursos, talleres y material educativo a diversos puntos de Paraná y <strong>la</strong> provincia (Au<strong>la</strong>sAbiertas Itinerantes, A<strong>la</strong>s a <strong>la</strong>s Au<strong>la</strong>s, Programa de Educación a Distancia).8 CRAGNOLINI, Mónica. Cuadernos de Etica. Nro. 25/26. “Gran urbe y marginalidad. El diferentes como desafíoético”. Páginas 35 y 36. 1998.6


El viejo es <strong>el</strong> jubi<strong>la</strong>do o <strong>el</strong> desprotegido, <strong>el</strong> viejo es <strong>el</strong> débil, es <strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o que tiene tiempo ocioso,que cuida a nieto o ayuda a sus hijos, <strong>el</strong> viejo es a lo que nunca se quiere llegar por eso se buscaestirar <strong>la</strong>s distancia entre <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> y <strong>el</strong> viejo.“No por casualidad <strong>la</strong> modernidad ha pensado <strong>la</strong> convivencia con <strong>el</strong> diferente a partir de <strong>la</strong> idea detolerancia, ese “esperar” que <strong>el</strong> otro llegue a <strong>la</strong> edad de <strong>la</strong> razón que yo –mi etnia, mi nación- yaestoy viviendo. El otro, visto como otro radicalmente distinto, es “apropiado”, sin embargo, en <strong>el</strong>mod<strong>el</strong>o de humanidad que me sustenta como individuo. Mientras tanto, en esa determinación desu “tránsito hacia <strong>la</strong> humanidad”, puedo encargarme de dictarle <strong>la</strong>s pautas de conducta que lepermitirán alcanzar <strong>el</strong> ideal” 9 .Sí, <strong>el</strong> <strong>adulto</strong> mayor es extranjero en tierras d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong> y circu<strong>la</strong> en <strong>el</strong><strong>la</strong>s como turista, dirá Cacciari.Se mantiene una interioridad que se re<strong>la</strong>ciona con una exterioridad, un objeto. El <strong>adulto</strong> define, y<strong>el</strong> resto es definido. Un juego de poder, un rey y muchos siervos, pero siervos necesarios porquesin <strong>el</strong>los no habría rey. Es <strong>el</strong> otro en mi, no <strong>el</strong> yo y tú. Es cuando yo también soy <strong>el</strong> otro “porquemi mismidad supone <strong>la</strong> alteridad en sí misa” 10 .Hasta tanto no logremos reconocernos en <strong>el</strong> otro, seguirá desp<strong>la</strong>zándose de significante ensignificante ese individuo autónomo que se construye en código de “propiedad”. A modo deejemplo. Cuando en 1999 <strong>la</strong>s Naciones Unidas dec<strong>la</strong>ran <strong>el</strong> Año Internacional de <strong>la</strong> Tercera Edad,<strong>el</strong> director d<strong>el</strong> Centro de Informaciones de ese organismo internacional, Ang<strong>el</strong> Escudero Paz,insistía en <strong>la</strong> necesidad de que “<strong>la</strong>s personas de edad sigan participando de <strong>la</strong> vida socioeconómicay cultural dentro de sus respectivas ciudades”, incluso sugería “promover <strong>la</strong>s habilidades <strong>la</strong>boralesde los mayores, <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> capacitación y <strong>el</strong> reentrenamiento <strong>la</strong>boral <strong>para</strong> <strong>la</strong> comunidad”.Remata con <strong>la</strong> mención de un informe que da cuenta que <strong>la</strong>s personas de más de 65 años quesiguen trabajando llegan aproximadamente al 14 por ciento.Estos conceptos, vertidos por una de <strong>la</strong>s traducciones más notorias de <strong>la</strong> lógica neoliberal como esun organismo internacional, dan una dimensión de los alcances de <strong>la</strong> sujeción <strong>adulto</strong> /<strong>adulto</strong>mayor y de <strong>la</strong> neutralización de <strong>la</strong>s circunstancias, como así también desde <strong>la</strong>s aristas productiva yeficientista que se configura al <strong>adulto</strong> mayor.“El mundo moderno ha generado sus figuras humanas –sus nociones de <strong>la</strong> “humanidad”- demanera cercana al creciente mundo d<strong>el</strong> mercado: como <strong>la</strong> moneda (...)El imperativo categórico d<strong>el</strong>os tiempos d<strong>el</strong> mercado, de <strong>la</strong> época d<strong>el</strong> hombre medible, com<strong>para</strong>ble y, finalmente, fungible” 11 .Pero <strong>la</strong> “codificación” d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong>, como <strong>la</strong> edad por exc<strong>el</strong>encia, no se acota a <strong>la</strong>s políticas que sepromueven desde <strong>la</strong>s grandes usinas de poder, también <strong>la</strong> literatura ha sido tierra fértil <strong>para</strong> estalógica. Oscar Wilde en <strong>el</strong> siglo XIX escribió “El retrato de Dorian Gray”, y mostró en <strong>el</strong> cuadrotodos los atributos “abominables” de <strong>la</strong> <strong>vejez</strong> d<strong>el</strong> cuerpo y d<strong>el</strong> alma <strong>para</strong> dejar en Dorian Gray <strong>la</strong>b<strong>el</strong>leza de <strong>la</strong> eterna juventud. El retrato de Dorian Gray es <strong>el</strong> lugar donde reina <strong>el</strong> cambio, <strong>la</strong>diferencia, lo desconocido.Ejemplos que ponen sobre <strong>el</strong> tapete <strong>el</strong> ejercicio de <strong>la</strong> “propiedad” que supone <strong>el</strong> individuoautónomo de <strong>la</strong> modernidad, como así también <strong>el</strong> carácter de <strong>la</strong> otredad que se pierde cuando seconvierte al otro en material dominable. “Esa opacidad que resulta diluida en virtud de <strong>la</strong>necesidad de comprensión y apropiación de lo diferente” 129 CRAGNOLINI, Mónica. Cuadernos de Etica. Nro. 25/26. “Gran urbe y marginalidad. El diferentes como desafíoético”. Página 44. 1998.10 Ibid. Página 42.11 CRAGNOLINI, Mónica. “Gran urbe y marginalidad. El diferentes como desafío ético”, en Cuadernos de Etica.Nro. 25/26. Página 27. 1998.12 CRAGNOLINI, Mónica. “<strong>La</strong> constitución de <strong>la</strong> subjetividad en Nietzsche. Metáforas de <strong>la</strong> identidad” , en“Nietzsche en perspectiva”. Siglo d<strong>el</strong> Hombre Editores. Página 527


<strong>La</strong> constitución de <strong>la</strong> subjetividad en parámetros neoliberales ubica al <strong>adulto</strong> mayor en <strong>la</strong>extranjeridad constitutiva de <strong>el</strong><strong>la</strong> misma y d<strong>el</strong> otro (<strong>adulto</strong> referente) porque “como nunca estamossujetos al objeto”. 13El <strong>adulto</strong> mayor como extranjero que puede salvar al anfitrión y “liberar <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> anfitrión” 14porque <strong>el</strong> dueño de casa es rehén de su subjetividad, de su lugar y de su poder. Porque hay <strong>adulto</strong>mayor, es posible pensar en <strong>el</strong> reinado d<strong>el</strong> <strong>adulto</strong>….porque hay extranjero hay anfitrión 15 . Elhuesped deviene en anfitrión. Estas sustituciones hacen de todos y cada uno rehén d<strong>el</strong> otro. Estasson <strong>la</strong>s leyes de <strong>la</strong> hospitalidad 16Alteridad u otredad, que en <strong>la</strong> voz polifónica de Craganolini, “aluden a <strong>la</strong> des-apropiación que seproduce en <strong>el</strong> entre, en <strong>la</strong> medida en que, en virtud de <strong>la</strong> deconstruccion d<strong>el</strong> sujeto moderno, <strong>el</strong> yomúltiple, como ficción regu<strong>la</strong>tiva, siempre se constituye temporalmente en <strong>el</strong> cruce con los otros ylo otro”.Es <strong>la</strong> figura d<strong>el</strong> entre en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>adulto</strong> y <strong>adulto</strong> mayor <strong>la</strong>s que nos habilita pensar “al otro enese ejercicio de distancia que impide <strong>la</strong> asimi<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> otredad, pero a <strong>la</strong> vez de cercanía sinapropiación”..13 DERRIDA, Jacques. DUFOURMANTELLE, Anne. “<strong>La</strong> Hospitalidad”. Traducción. Buenos Aires. Ediciones de<strong>La</strong> Flor. Página 122. 2000.14 DERRIDA, Jacques. DUFOURMANTELLE, Anne. “<strong>La</strong> Hospitalidad”. Traducción. Buenos Aires. Ediciones de<strong>La</strong> Flor. Página 123. 2000.15 “Es que <strong>el</strong> ´no´ y <strong>el</strong> ´si´ se requieren mutuamente en una tensión que resulta insoluble e insuperable. <strong>La</strong> negación y<strong>la</strong> afirmación no son, entonces, instancias d<strong>el</strong> pensamiento sucesivas, sino siempre presentes, y presentes en estado detensión”, dice Cragnolini en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> filosofía nietzscheana y a <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> subjetividad en “Filosofíanietzscheana de <strong>la</strong> tensión: <strong>La</strong> re-sistencia d<strong>el</strong> pensar”.16 DERRIDA, Jacques. DUFOURMANTELLE, Anne. “<strong>La</strong> Hospitalidad”. Traducción. Buenos Aires. Ediciones de<strong>La</strong> Flor. Página 125. 2000.8

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