pdfMachine trial version - RAM ==> Red para el Desarrollo de los ...

En un estudio prospectivo de cohorte en personas de edad en los Estados Unidos de América, se establecióuna asociación entre el maltrato y el incremento del riesgo de mortalidad. Después de un ajuste por factoresasociados (por ejemplo, padecimientos crónicos, problemas funcionales y estatus socio económico), sólo 9% delas personas cuyo maltrato fue confirmado por los servicios sociales sobrevivieron durante el periodo de 13 añosde seguimiento, en comparación con una tasa de 40% de los que no habían sufrido maltrato (15).En el estado de Nuevo León (noreste de México), donde la tendencia incremental de la esperanza de vida essimilar al promedio del país, el 77,39% de la población de personas de edad avanzada (i.e. 60 años enadelante) está concentrada en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM) y alcanzó una tasa de crecimiento de4.07% en 1995 (16).A pesar de esta realidad demográfica y sus vinculaciones con la violencia familiar, se observa que en estecampo predominan estudios sobre mujeres y menores maltratados, pudiendo así darse por sentado que se tratade un asunto que no afecta a la vida de las personas de edad, aunque constituyen evidentemente un grupovulnerable. Se observa así un vacío en las estadísticas disponibles en las instituciones especializadas (porejemplo, Ministerio Público, Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).Por otra parte, la búsqueda y respuestas de ayuda han recibido poca atención en las publicaciones locales,pese a que se trata de aspectos importantes para la prevención y atención del maltrato. Es necesario remediarel desequilibrio entre contribuciones aptas para sustentar la toma de decisiones y la implementación de políticaspara mejorar la vida de las personas de edad. En esta perspectiva, el presente artículo explora el tema delmaltrato hacia las personas de edad en el entorno familiar desde un ángulo cualitativo. Se busca conocer 1) lostipos de maltrato familiar a que se enfrentan las personas de edad, 2) las fuentes de ayuda a su alcance y 3) lasrespuestas que obtienen al respecto en el contexto del AMM.SUJETOS Y MÉTODOEl estudio implicó el uso de un método cualitativo --procedimientos de valoración rápida-- conocido como RAP(Rapid Assessment Procedures) y considerado como un método subcultural de la antropología, que transitaentre las encuestas costosas y los métodos antropológicos tradicionales extensos (17). La pertenencia a estegrupo de población se define a partir de la edad de 60 años. Fue la base para excluir a las personaspensionadas con una edad menor.Naturaleza y fuentes de datosLos datos que se usan en este trabajo son esencialmente primarios y fueron generados en el marco de untrabajo de campo en instituciones del AMM (centros DIF y de salud comunitaria, casas club del anciano, centrosdel Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), la Fundación pro bienestar al anciano, AC y un asilo debeneficencia) que atienden a personas de edad a través de programas de día dirigidos a su salud y/o bienestar.El acopio de información se hizo en 1999, mayoritariamente en los centros DIF y de salud comunitariaubicados en zonas donde habita población socio económicamente desfavorecida. No se incluyó la residenciageriátrica "de lujo" ubicada en el municipio de San Pedro para personas de edad con recursos económicos ocuyos familiares pueden cubrir los gastos de su estancia, porque no se ha documentado ningún caso demaltrato familiar.En ese lugar se informó a la investigadora que los residentes suelen quejarse de haber sido víctimas de roboaunque no sea el caso. Por ello se recomienda al personal no aceptar ningún regalo por parte de ellos.ProcedimientosSe realizó una combinación de sesiones con grupos focales, conversaciones informales, entrevistas formalesindividuales con preguntas abiertas y semi abiertas dirigidas a muestreos de conveniencia compuestos depersonas de edad de ambos sexos. El personal de las instituciones que los atienden fue seleccionado con basea su experiencia y actuaron como informantes clave mediante entrevistas individuales. En total fueron 17informantes. En algunos casos los profesionales actuaron como facilitadores de los grupos focales.pdfMachine trial versionLos contactos frecuentes con personas de edad en sus días de convivencia favorecieron cierta confianzamutua, lo cual es indispensable para recabar la historia de casos. A solicitud de algunos, las conversaciones secontinuaron en su propio domicilio. Las visitas domiciliarias ocurrieron en un menor nivel, sin embargo,permitieron conocer el contexto físico de vida de ciertos participantes. El único asilo de beneficencia que sevisitó se considera como domicilio.Se buscó diversificar las fuentes y técnicas de recopilación de datos porque propicia una triangulación de lainformación, lo cual permite valorar hasta qué punto se corrobora la información. La complementariedad entretécnicas de entrevistas fue esencial porque la investigadora notó que las personas de edad se sienten máscómodas al expresarse oralmente que por escrito.Las sesiones de los grupos se hicieron al final del estudio porque se necesitaba una preparación anterior. Entotal hubo cuatro sesiones de entre 50 y 75 minutos realizadas en la unidad del IMSS del municipio de SanNicolás, dos centros DIF en los municipios de San Nicolás y de Monterrey, respectivamente, y un centro de

salud comunitaria en el municipio de Guadalupe. Los temas de inicio con los grupos focales eran lasnecesidades y adversidades a las que se enfrentan como personas de edad. Una gran ventaja de esta técnica,fue el ágil acopio de información, permitiendo así tener una participación diversa en el seno de un mismo grupo.Análisis de datosEl análisis de datos se hizo sin recurrir a algún software para datos cualitativos, poniendo el énfasis sobre elverbatim de los participantes y obedeciendo al principio de la saturación de categorías que conlleva lainformación sobre experiencias de maltrato familiar, búsqueda y oportunidades de ayuda en el AMM tal comofue proporcionada por las personas de edad y los informantes clave.De manera manual, se establecieron las categorías sobresalientes de maltrato y una tipología de la ayudaque se busca.Ética de la investigaciónCon objeto de la recolección de datos audiovisuales, se hicieron grabaciones de audio, vídeo y se tomó fotosrespetando algunos principios éticos básicos en investigación con seres humanos, tales como la obtención delconsentimiento verbal, libre y aclarado del entrevistado previa a cualquier interacción y/o acción y lapreservación de su anonimato mediante el uso de seudónimos. El reclutamiento de los participantes se hizoentre voluntarios a través de una muestra de conveniencia sumando aproximadamente 300 personas (personasde edad y profesionistas) mismas que fueron consultadas sobre las variables de interés para el estudio.RESULTADOSSon cuatro las formas de maltrato familiar más recurrentes--el abuso emocional y/o psicológico, laexplotación, la desatención y el abandono-- las cuales no son excluyentes y se relacionan a través de laomnipresencia del peso emocional.El abuso emocional/psicológicoLos nietos son los que más frecuentemente usan un lenguaje inadecuado con las personas de edad. Lasvejaciones ocurren con el rechazo de sus propuestas o ideas con expresiones como "Tú eres de la momisa o túeres antigüita" (personas de edad). Así, los ancianos sienten una falta de respeto por parte de los nietos quienesles ridiculizan o simplemente los ignoran. Radicar en la misma casa o a un lado sin hablarse o saludarse ocurrecon las nueras y los hijos. Esta forma de manejar los conflictos produce una molestia mental. La comunicaciónreducida por mutismo o a través de visitas escasas es pesada, al punto que se expresa en deseos de irse a viviren un asilo donde se les proporcionará una atención y convivirán con personas del mismo grupo de edad.Una viuda que vive con su hijo y su nuera hizo, durante una entrevista individual, la propuesta siguiente: "Enlugar de darnos una pensión cada mes, ¿por qué el gobierno no lo usa para sostener nuestros gastos en unlugar donde nos van a cuidar?". El discurso de varios revela la incomodidad que sienten de vivir con susfamiliares ya sea arrimados o no.El deseo de irse a un asilo o casa hogar no se puede concretizar para algunos debido a los criterios deadmisión y sobre todo, por el costo prohibitivo para las personas de edad que no cuentan con un apoyo familiar.Tal situación se ilustra con el caso de Doña Flor.Estudio de caso 1. El asilo como opción.Doña Flor es viuda, sufre un maltrato emocional por parte de sus hijos y está tan a disgusto con surelación familiar que su gran deseo es internarse a un asilo para personas de edad. Hablando de sushijos dijo que "todos son hijos de matrimonio, no son pepenados." Sin embargo, no la tratan como ellalo espera. El monto mensual de $ 800.00 (nota 1) que le proporciona su pensión de viudez, no essuficiente para beneficiarse de una estancia en una casa hogar privada y está lejos de satisfacer supreferencia: "Prefiero un lugar donde me van a cobrar 500 pesos y así quedarme con 300 pesos paracomprarme unas garras, pero dicen que lo más barato que se cobra es 3,000 pesos."pdfMachine trial versionHay una gran demanda para las instituciones de atención sin lucro y las listas de espera son largas.Después de haber esperado un tiempo, su solicitud para ingresar a un asilo de beneficencia paraancianos fue rechazada por razón de salud y movilidad: ella padece de las rodillas y tiene las piernashinchadas. Unas de las políticas de la institución es aceptar las personas que pueden valerse por simismas. Entonces su deseo de abandonar su domicilio y radicar con otras personas de su edad, todavíano se hace realidad.Los desacuerdos que ocurren entre personas de edad y sus hijos respecto de sus relaciones de noviazgo ydecisión de unirse con la pareja no sólo dan lugar a discusiones fuertes que lastiman, son también motivo paraque cesen las visitas y/o se interrumpa la comunicación.

En el caso de Doña Margarita, el hijo que más la visitaba se oponía firmemente a su unión con un señor quepertenecía al mismo grupo de la "tercera edad" del centro DIF, a donde ella acude semanalmente. Reprochabaal señor de ser "un Don nadie" que solo buscaba aprovecharse de la pensión de su madre y después quitarle sucasa.La explotaciónEn las muestras de este estudio, la forma de explotación más común consiste en hacer trabajar a laspersonas de edad como si fueran guardería. Esto fue mencionado por las personas de edad, confirmando lasdeclaraciones de los informantes clave, cuando se les hizo la pregunta siguiente: ¿Quién es la persona que lecuida? La respuesta de varios entrevistados en momentos y lugares distintos fue similar: "No nos cuidan, alcontrario nosotros cuidamos a los nietos... nos cargan más..." (personas de edad).Este trabajo sin remuneración interfiere con su asistencia a actividades diseñadas y planeadas porinstituciones con objetivos específicos. Ellos trabajan así a cambio de alojamiento, alimento, ropa, calzado yotras comodidades que se les proporcionan, sin considerar que esto es un derecho como ascendente,establecido en el código civil. Las mujeres abuelas son las que más tienen estas experiencias desagradables,que se limitan a comentar entre ellas.Despojar a las personas de edad de sus bienes es una situación abusiva mínimamente reportada. Sólo fuecomentado un caso en el cual un sobrino logró despojar a una "anciana" de su propiedad a través del manejoilícito de las escrituras de la casa que tenía. Ella tuvo que irse a vivir a la casa de su sobrina donde el trato querecibe es inadecuado.En general, los entrevistados que tienen un techo propio se manifiestan muy agradecidos por la casa que lesconstruyeron sus hijos. Sin embargo se preocupan por el pago de los servicios y el catastro frente a ladesatención que sufren.La desatenciónLa desatención puede ser activa o pasiva. Lo más obvio de esta forma de maltrato es la higiene inadecuada yel vestir. "Hay algunos que no se bañan", me comentó un informante clave. Esto puede ser el resultado de unadesatención familiar o de un auto descuido, lo que representa otra categoría de maltrato en las personas deedad.La desatención va más allá de la negligencia en el cuidado corporal. Uno de sus aspectos menos obvio perodañino es el aislamiento social o restricción de las actividades sociales de la persona de edad. Otras formas derestricciones consisten en negar salidas para caminar bajo el pretexto de la inseguridad, aunque tampoco lesacompañan a caminar, lo que es recomendable para evitar una vida exclusivamente sedentaria y benéfico parala salud.Los perjudican también cuando se niegan a acompañarlos a una consulta médica. Esto fue el caso deancianita X cuyos familiares la ponen en riesgo de caer y padecer una fractura osteoporósica, negándole unaconsulta con el oculista para atender su poca agudeza visual. Su hija es comerciante y dedica todo el día a supuesto en el mercado. Los nietos le ignoran y/o se burlan de ella.La desatención ocurre también a nivel financiero y se combina con lo emocional "no me procuran para nada,no me hablan... (lágrimas)... " o "viven arriba, estoy abajo y no se meten." (una viuda). Las relaciones con lanuera son difíciles. Según los entrevistados, la nuera y sus hijos son los que más cuentan, mientras ellosocupan el último lugar en las prioridades de sus hijos.Para algunos es más probable recibir un obsequio del DIF o de otra fuente de beneficencia que de susfamiliares. Refiriéndose al DIF una "anciana" confió lo siguiente: "Este año no nos han dado nada porque dicenque ya no hay dinero. Pero cada año nos dan cobertores... ¿Mis hijos? No, señorita, no me dan ni un chicle.Piensan que completo con la pensión".pdfMachine trial versionEl dinero se da en forma escasa o no se da, a tal grado que a la persona de edad se le dificulta satisfaceralgunas necesidades: "Todo lleno de familia y ya a la mitad de la semana ya falta para el camión... no seacuerdan que tienen mamá..." (una persona de edad).Aunque pueda parecer exagerado, no dar de comer o dar de comer después de haber comido es parte de laexperiencia de ciertas personas de edad. Como algunos no se sienten en su casa, no se atreven tomar lainiciativa de hacerse algo de comer cuando todavía tienen esta capacidad.Estudio de caso 2. Juntos por necesidad.Don Chuy, 73 años de edad, pintor de profesión, vivía separado de su esposa (segundo matrimonio) eindependientemente hasta 2001 cuando fue operado del corazón y a petición de sus hijos, se fue a vivircon ellos para que le cuidaran. Sin embargo no está a gusto con ellos; aceptó la oferta por razoneseconómicas. No se siente suficientemente fuerte para trabajar como antes y todavía se está tramitando

su pensión de vejez en el IMSS. Se comunica más con sus hijos que con la señora que considera gritonay maldiciente. El único servicio que recibe de ella es el lavado de ropa a cambio de una propina. De vezen cuando, su hijastra le sirve de cenar. Él mismo tiene que comprarse tacos, pizzas y hamburguesaspara alimentarse. Considera el lugar más como una vecindad que un hogar: "Aquí hay que buscar quienme da y quiero evitar esta molestia. No es siempre que te tratan mal, pero tampoco te tratan bien."Vendió sus anillos y cadenas. Vende también los cuadros que pinta para no tener que pedirles dinero. Eldomingo asiste a las actividades para personas de edad avanzada que ofrece el INSEN (nota 2) en laAlameda. Nada más está esperando la credencial de su pensión para rentar un cuarto y quedarse sólo.La conducta de los hijos se atribuye a la ingratitud y/o a las represalias respecto de su experiencia de maltratoen la juventud. Un jubilado quien asiste a un centro del IMSS comenta que algunos pagan por lo que hicieron enel pasado a sus familiares.(Véase caso 3 al respecto).De hecho, la "anciana" que se quejaba de no recibir ni un chicle por parte de sus hijos admitió que nada másmaltrató a uno de ellos y que con otro solo se opuso a su matrimonio porque la persona con quien se queríacasar había estado involucrada en un escándalo de engaños que resultó en la muerte del amante. Entoncessolo un hijo fue lastimado por parte de ella, sin embargo, todos la abandonan y eso la deja estupefacta.Estudio de caso 3. Rechazo familiar a un ex alcohólico.Don Fidel, 73 años de edad, separado y padre de 6 hijo(a)s sufre un rechazo familiar por haber tenidoproblemas con su manera de beber y relaciones familiares conflictivas manejadas con enfrentamientosviolentos frecuentes durante muchos años. En 1982, se relaciona con Alcohólicos Anónimos (AA) einicia su proceso de recuperación. En 1989, tuvo una neurosis y decidió separarse de su familia paraponer en aplicación el concepto "Vivir y dejar vivir". Cuando regresó un año después, les preguntócómo se sintieron sin él en la casa y la respuesta fue "mejor te vas". Don Fidel tiene 21 años de nobeber; sin embargo, su familia quedó resentida y la comunicación entre ellos es mínima. Según suspropios términos, "crecieron, se desarrollaron y se rebelaron contra mi. Desde 1980 me dijeron ya no tenecesitamos." Actualmente (2003) se construyó un tejaban (nota 3) con un techo de lámina lleno deagujeros en un pedazo de terreno que le prestó un amigo del grupo AA. No cuenta con una pensión nicon el apoyo de su familia. Para sostenerse, se dedica a ofrecer sus servicios como jardinero en formaeventual. Su ingreso semanal varia entre 0 y 300 pesos.El abandonoEl abandono es una realidad multidimensional que abarca lo físico, lo afectivo y lo económico. Se expresa,entre otras, en inasistencia económica, escasas visitas u olvido completo, lo cual conlleva una fuerte cargaemocional. También se manifiesta sutilmente a través de una tendencia a deshacerse de los ascendientesllevándolos a un asilo con base en las prioridades establecidas por los descendientes y su pareja. Un caso realque ocurrió en una familia de clase media en el municipio de San Nicolás ilustra que tan bajo puede encontrarseuna persona de edad en la definición de las prioridades familiares.Estudio de caso 4. Preferencia por una mascota.La familia Garza Sánchez vive en casa propia con la Abuela Carmelita, viuda y madre del jefe de lafamilia. Como puede ocurrir en cualquiera familia, un día la familia Garza Sánchez adquiere una mascota,un perro que requería de cuidados costosos a largo plazo. Entonces, tuvieron que tomar una decisiónconsiderando el presupuesto disponible para satisfacer las necesidades de los integrantes de la familia.La más viable fue enviar a la Abuela Carmelita a un asilo para ancianos para poder seguirproporcionando al perro el cuidado necesario.pdfMachine trial versionYa sea un asunto privado que se evita comentar o que finalmente se admite, el abandono es obvio tanto en eldomicilio como en las calles o en instituciones especializadas. Aunque no se tengan frecuencias precisas aproporcionar, los informantes clave consideran el abandono de las personas de edad como un problemaimportante: "Éste sentimiento de abandono, ésta desolación ante la negativa, la ausencia física y anímica de loshijos, de los nietos, del cónyuge, es lo que más daña a las personas de la tercera edad." (Informante clave, DIF,N.L.)El caso de Doña Rosa (pseudónimo) que vive en un asilo de beneficencia para personas de edad lo ilustramuy bien.Estudio de caso 5. Abandono afectivo y salud.Gracias a las obras de caridad de una asociación civil, las personas de edad que no cuentan con un

cooperó para proporcionarles el fondo de arranque para la compra de ingredientes y el DIF se los facilitó losaccesorios de cocción: utensilios, estufa y gas. Además de generar ingresos y mantenerlas activas, tal actividadvalora sus saberes y habilidades culinarias.También se apoya la elaboración de empanadas (panes) para fines lucrativas, permitiendo a las mujeres deedad el uso de la cocina del DIF una vez por semana, lo que implica un ahorro de gas para ellas.En situación de crisis aguda, las personas de edad acuden directamente al vecino o a institucionesespecializadas, o los vecinos informan a las instituciones de situaciones de maltrato familiar con el fin deconseguir ayuda. Un trabajo de campo realizado por la autora con mujeres maltratadas que fueron atendidas enun refugio del AMM, fundado desde hace siete años, reveló el ingreso de sólo una mujer de edad avanzada.Según las personas de edad participantes del mismo estudio, las mujeres tienen más facilidad para pedirayuda. Los hombres no se atrevan ni a pedir al vecino que se les caliente un taco (nota 4) cuando no sirve laestufa: "El viudo tiene desconfianza, no tiene convivencia; pero la viuda puede arrimarse y decir comadre da meun cafecito o hacer le aseo." (participantes).La tendencia es similar cuando se trata de acudir a las instituciones. La participación de las mujeres en losprogramas dirigidos a las personas de edad es más visible, sin embargo, esta presencia pudiera atribuirse a sumayor longevidad.La búsqueda de ayuda informal constituye la primera fase. Las organizaciones gubernamentales,asociaciones civiles, organismos de caridad y los vecinos constituyen la principal fuente de atención formal a laspersonas de edad sometidas a maltrato familiar y que logran romper el silencio o que los vecinos rompen.Respuestas institucionales o ayuda formalLas respuestas institucionales frente al abandono son principalmente de tipo social y legal. Por ejemplo, laProcuraduría de Defensa del Menor del DIF Nuevo León se hace cargo de conseguir un padrino ofinanciamiento por parte de la iniciativa privada, de los DIF municipales, las asociaciones civiles, lasinstituciones de caridad y asilos o casas hogar a fin de satisfacer las necesidades del sobreviviente.La última opción -el asilo- es difícil de lograr, debido por una parte a la larga lista de espera para ingresar aestos lugares de residencia, la mayoría con fines de lucro, y por otra, a la visión del DIF que favorece lainserción al medio familiar. Por ello, el DIF no dispone de espacios físicos para tales fines. No obstante realizauna gestoría social y en este marco cuenta con programas que procuran atender las necesidades de recreo,económicas, nutricionales, etc. (Véase foto 3)Foto 3: Ejemplo de menús que se ofrecen a los grupos cautivos de un centro DIF estatal enel municipio de San Nicolás de los Garza.pdfMachine trial versionLos comedores públicos que pertenecen a instituciones religiosas o a organizaciones civiles, son lugares adonde pueden acudir las personas de edad y recibir comida gratuita. Además de no tener ningún costo,constituyen una fuente segura de alimentación balanceada.La intervención legal contempla una fase de conciliación dentro de la cual se exhorta al familiar responsablede la persona de edad, a asumir su responsabilidad voluntariamente. Los obligados son los hijos, nietos,bisnietos, tataranietos, etc. Esto se establece en línea directa ascendente y descendente sin limitación de grado,y en línea colateral hasta el cuarto grado, lo cual incluye a los sobrinos. Cuando están en condición de hacerlo,los cónyuges tienen la obligación de proporcionar alimento.Cuando falla el obligado, se procede a una denuncia ante el Ministerio Público por abandono del ascendenteque no puede valerse por si mismo, lo que constituye un delito en el código penal del estado. Puede dar lugar aun embargo de salario o de bienes o a un encarcelamiento de seis meses hasta tres años. Esta penalidad

admite la libertad bajo fianza.La colaboración del DIF con otras instituciones, la solidaridad comunitaria, la conciliación con los familiaresresponsables y la posibilidad que existe de aplicar las leyes, aún aptas para resolver situaciones de desamparo,se encuentran limitadas en cuanto al abandono afectivo. Este problema requiere de estrategias preventivas y seestá actuando al respecto. Por ejemplo, bajo una iniciativa del DIF estatal, se organizan jornadas de convivenciaentre niños de edad preescolar y las personas de edad en las escuelas.Favorecer tal acercamiento desde el ámbito escolar es una semilla que debe sembrarse ampliamente. Lacoordinadora de una casa club del anciano quien invitó a la investigadora al encuentro en un centro preescolardel municipio de San Nicolás de los Garza enfatizaba la pérdida de valores (nota 5).DISCUSIÓNEn el AMM, las personas de edad se enfrentan a varias formas de maltrato familiar que se viven comoexperiencia sutil y obvia. A diferencia de los grupos vulnerables constituidos por las mujeres y los niños, elmaltrato físico que puede resultar en heridas corporales visibles no aparece en los tipos de maltrato familiardocumentados en este trabajo. No obstante podría existir y ser ocultado por el aislamiento social, que es otraforma de abuso, ideal para permitir un conjunto de maltratos.En un reciente estudio de incidencia del abuso al anciano llevado a cabo a escala nacional en los EstadosUnidos de Norte América en agencias centinelas, sobresalió la desatención, el abuso emocional/psicológico, laexplotación material/financiera en un total de 449,924 personas de edad avanzada que sufrieron maltrato en elentorno doméstico en 1996, (cuando se toma en cuenta la auto desatención, la estimación se incrementa). Seconcluyó que un número importante de nuevos casos de maltrato familiar que fueron confirmados (378,982) nohabían sido identificados ni reportados, en contraste con 70,942 casos reportados (84% versus 16%), validandoasí la teoría del "iceberg" (18).Un hallazgo de este estudio que llama la atención es el abuso físico, el cual fue comprobado en el 61.9% delos casos, contra 33.6% no comprobados y 3.9% todavía bajo investigación. En el contexto canadiense, unestudio menos reciente y enfocado a la prevalencia del abuso en la misma población objetivo, con base a unamuestra nacionalmente representativa, reportó una tasa de 0.5% de abuso físico (19). Las críticas que recibióesta contribución fueron un reconocimiento a su innovación metodológica con el uso de un muestreorepresentativo y un rechazo a las mediciones de los asaltos físicos (20).En el AMM, la atención formal al problema del abuso hacia las personas de edad avanzada se hace en elmarco general de la atención a la violencia familiar proporcionada por varias instituciones (agenciasgubernamentales y no gubernamentales) organizadas en una red llamada Equipo Interinstitucional Contra laViolencia Familiar, Nuevo León. Los datos recopilados en algunas instituciones de esta red por la autora indicanque éste componente de la población representa una proporción mínima de sus usuarios.En países dónde existen entidades exclusivamente dedicadas a recibir y asistir a las víctimas de edadavanzada tales como el Servicio de Protección al Adulto (Adult Protective Service) en los Estados Unidos deAmérica, el Servicio de Defensa de los Derechos de las Personas de Edad (Aged Rights Advocacy Service) enAustralia, o donde se aprovechan nuevas tecnologías de comunicación (v.g. el Internet) como es el caso enÁfrica del Sur a través del sitio Carte blanche, la situación es distinta.Australia es un país donde la atención al problema del abuso contra las personas de edad se ha distanciadodel modelo protectivo y donde "se reconoce el derecho de los ancianos a determinar sus propias necesidades y,cuando es posible, sus deseos respecto de la respuesta que elige."(21). La prevención del problema es unaperspectiva que se logra a través de programas específicos.Un rasgo de la búsqueda de ayuda en el AMM se ilustra por un alcance directo de fuentes informales deapoyo versus el alcance indirecto del apoyo de la red formal a través de no familiares. El discurso de laspersonas de edad y las respuestas de los profesionistas permiten suponer que el agresor familiar no busca nirecibe algún apoyo que le permita enfrentar y transformar, sin coerción, el sufrimiento de la persona de edadque perpetra a través del abuso.pdfMachine trial versionEl apoyo informal puede ser espontáneo, sin embargo, precario por estar sujeto a la situación económica delas personas que ofrecen ayudar. Compartir una cena o regalar un taco que sobra de vez en cuando, complacetanto al que recibe como al que da. El último puede estar motivado por ganancias morales y/o materiales en unfuturo como lo conciben análisis sociológicos y antropológicos desarrollados sobre el obsequio (22-23-24).Sentimientos y virtudes tales como la compasión y el altruismo "puro" no deben descartarse en la explicaciónde conductas informales respecto del apoyo. No obstante, a largo plazo, esta relación dentro de la cual unoaporta y otro se beneficia sin reciprocidad o sin un balance entre dar y recibir, pesa en ambas partes; la cargaadicional que ocasiona más gastos y responsabilidad para uno, el orgullo o la vergüenza para el otro, sonfactores que limitan la búsqueda y respuesta de ayuda informal.La reciprocidad, norma de la vida social que entre otros refuerza la autoestima (25-26), no solo es fuenteinstrumental del capital social (27), sino también un principio importante de las relaciones familiares,

particularmente en lo que concierne a las transferencias intergeneracionales. Una interrupción en tal sistemaprivado de transferencias es crítica en situación de dificultades funcionales, requiriéndose de una asistenciaregular.Con un enfoque cualitativo, no se busca medir magnitudes de fenómenos ni se puede llegar ageneralizaciones y predicciones. Los datos generados mediante el uso de muestras de conveniencia reflejan lasexperiencias de maltrato familiar de las personas de edad que se expresan libremente y en la forma que másprefieren. Sin embargo, se limitan a los que participan en programas específicos con una sobre representaciónde personas de bajos recursos económicos y del género femenino.Los resultados de este trabajo invitan a reflexionar sobre las dificultades metodológicas y estrategiascomplementarias en la detección del maltrato familiar hacia las personas de edad que probablemente es menosreportado, en comparación a lo que está pasando en la realidad. Las reflexiones se extienden al ámbito de lasintervenciones, al respecto, las circunstancias del sobreviviente que actúan como barreras al proceso debúsqueda de apoyo.¿Pueden los vecinos y las instituciones a pesar de su buena fe y disposición en ayudar, sustituir a la familia yhasta dónde?La responsabilidad familiar es un aspecto importante con repercusiones múltiples que necesitan destacarse.Sin embargo, ¿conocen las personas de edad avanzada y sus familiares sus derechos y obligaciones? ¿Cuálespodrían ser los alcances de un marco legislativo para combatir tal forma de maltrato sin que se acompañe de uncambio de actitudes? Esta es una preocupación de los profesionistas que proporcionan atención en el AMM.El sobreviviente al maltrato representa una pieza clave en los intentos de corregir o poner un fin a lo que vive.¿No obstante, cómo proceder cuando la persona de edad, victimizada, se enfrenta a condiciones adversasimpidiendo que se le empodere? Un ingreso insuficiente, una situación de dependencia económica, una saluddelicada, dificultades de movilidad, el desconocimiento de sus derechos y recursos institucionales, el clima detemor a las represalias o a no ser creído y últimamente la insuficiencia de infraestructura de cuidado alternativo,no son favorables para iniciar la búsqueda de ayuda y lograr un apoyo efectivo con la expectativa de propiciarun cambio duradero.Se considera que el sistema de pensiones y los programas de salud están relativamente bien desarrolladosen la mayoría de los países de América Latina y del Caribe (28). En México, la pensión de vejez es accesible alas personas afiliadas al IMSS y a sus familiares. Sin embargo los beneficiarios se quejan del monto mensual dela pensión, equivalente en promedio a un salario mínimo, insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas ypagar los servicios.En presencia de un sistema formal deficiente y relaciones intergeneracionales decadentes, es poco probableque el goce de una pensión de vejez tenga un impacto importante en la vida de los beneficiarios respecto de lasadversidades que enfrentan, entre ellas el maltrato familiar. En un contexto de cambios sociales rápidos serequiere de innovaciones en el abordaje de la calidad de vida familiar.En el AMM donde radican en mayor proporción las personas de edad avanzada, destacan cuatro tipos demaltrato comúnmente perpetrado en contra de este segmento de la población, y de los cuales sobresale elabandono, que reta las respuestas institucionales existentes. En un contexto de urbanización rápida donde lanuclearización de la familia y diseños arquitectónicos para las clases sociales con menos recursos económicosexpulsan a las personas de edad de su ámbito familiar tradicional, se contempla a los asilos como una solución,aunque ésta no pueda considerarse suficiente. Recomendar el incremento de estas instituciones sería muysimple cuando sabemos que se limita a albergar "estorbos" sin poner un término a este problema de relacionesintergeneracionales.El maltrato a las personas de edad avanzada en el entorno familiar, es un problema social con repercusionessobre la salud, difícil a detectar y a lo cual se agrega el de la búsqueda y respuestas de ayuda. Sin embargo, sepuede prevenir y se recomienda promover su prevención. Es importante que el agredido, el agresor y lasfuentes de apoyo sean socios. Aunque no es fácil, en tal colaboración radica la esperanza de salida exitosa.pdfMachine trial versionAgradecimientosAl Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT) por apoyarme con financiación (ProyectoJ29347-S); a todos los participantes del estudio (personas e instituciones); a dos asistentes camarógrafos de laFacultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Pati y Jhonny; a muchas otraspersonas y a los evaluadores anónimos del manuscrito sometido a la Revista. ETERNAS GRACIAS.Notas(1) El peso mexicano fluctúa a diario según la taza con la cual se cotiza el dólar de los Estados Unidos de NorteAmérica (EUA). Actualmente un dólar US vale entre 10-11 pesos.(2) Instituto Nacional de Senectud. Recientemente ha cambiado de denominación por Instituto Nacional deAdultos en Plenitud.

(3) Casita hecha de madera.(4) El taco es un alimento básico que consiste en una tortilla hecha con maíz o harina de trigo dentro de la cualse coloca carne, fríjol u otro relleno).(5) Según este informante clave, los "ancianitos"que acuden a la casa del anciano cinco veces a la semana lohacen más en búsqueda de afecto porque ya tienen una pensión y un techo; no sufren pobreza extrema. Elproblema es la falta de valores, de apoyo, de cariño, de conciencia en la familia.REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS1. Ramírez, B. Población y políticas sociales en Japón y México 1870-1990. México: Colegio de México;1996.2. National Aging Resource Center on Elder Abuse. Elder abuse.The American Public Human ServicesAssociation, Washington D.C.;1993.3. International Council of Nurses. Elder Abuse, Geneva. Switzerland: ICN;2002. www.icn.ch/4. National Council on Child Abuse and Family Violence. Elder abuse information. The Americancampaign for prevention of child abuse and family violence; 2001. http//nccafv.org5. National Center on Elder Abuse. What is elder abuse? The American Public Human ServicesAssociation, Washington D.C.; 1996. http://www.elderabusecenter.org6. Mc Naught, A. Elder Abuse Prevention Laws. Ontario Library Legistative Research Service, Office ofthe legislative assembly of Ontario, Toronto, Ontario; 1999.7. Woolf, L.M. Elder abuse and neglect. Webster university; 1998.www.webster.edu/woolflm/abuse.html8. Chance, P. Attacking elderly abuse. Psy Today 1987; 21(9): 24-25.9. Woolf, L.M. Elder Abuse and Neglect. Webster University [1998].www.webster.edu/woolflm/abuse.html.10. kosberg, J. Abuse and maltreatment of the elderly: Causes and interventions. Boston: John Wright;1983.11. Pillemer, K, Finkelhor D. The Prevalence of Elder Abuse: A random Sample Survey. The Geront1989; 28 (1): 51-57.12. Speltz, K., Raymond J. Elder abuse, including domestic violence in laterlife. Wisconsin Lawyer,Special focus issue-Elder abuse, 2000; 79(9).13. Harris, S. for better or for worse: Spouse abuse grown old. Journal of Elder Abuse and Neglect,1996; 8 (1): 1-34.14. World Health Organization. The World Health Report, WHO: Geneva; 1997.15. Lachs, M.S., Williams,C.S., O'Brien, S., Pillemer, K.A., Charlson, M.E. The mortality of eldermistreatment. JAMA 1998; 280(5): 428-432.pdfMachine trial version16. Madrigal, R.E. La Población de la Tercera edad en México. Consejo Estatal de Población,Ponencia presentada al Foro sobre la Tercera Edad organizado por el Instituto Nacional de laSenectud; Monterrey, Agosto 1998).17. Scrimshaw y Gleason, . Rapid Assessment Procedures. Qualitative methodologies for Planningand Evaluation of Health Related Programmes. Boston, MA: International Nutrition Foundation forDeveloping Countries; 1992.18. National Center on Elder Abuse. National Elder Abuse Incidence Study, The American PublicHuman Services Association, Administration on Aging, Washington D.C.;1998.19. Podnieks, E. National survey on abuse of the elderly in Canada. Toronto: Ryerson PolytechnicalInstitute;1990.20. Dekeseredy, W.S. Four variations of family violence: A review of sociological research. NationalClearinghouse on Family Violence, Ontario, Canada;1993.

21. Penno,S., O'Dea, T. Help Me-I'm being abused. Abuse Prevention Program, Adelaide, Australia:Aged Rights Advocacy Service;1998.22. Mauss, M. The gift: Forms and functions of exchange in archaic societies. New York: W.W: Norton& Co; 1990.23. Schwartz, B. The social psychology of the gift. Am j Sociol 1967; 73(1): 1-11.24. Polanyi, K. The great transformation: The political and economic origins of our time. New York;Toronto: Farrar and Rinehart; 1944.25. Levi-Strauss, C. Les structures élémentaires de la parenté. The hague: Mouton; 1967.26. Gouldner, A. The norm of reciprocity: A preliminary statement. Amer Sociol Rev 1960; 2S: 176-177.27. Portes, A. Social capital: Its origins and applications in modern sociology. Ann Rew Sociol 1998;22: 1-24.28. United Nations. Sustainable social structures in a society for all ages: Eschanging experiencebetween the developed and the developing world. Bull on Ageing no 2, Division for social policy anddevelopment, New York: United Nations; 2001. http://wpdfMachine trial version