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En un estudio prospectivo de cohorte en personas de edad en los Estados Unidos de América, se establecióuna asociación entre el maltrato y el incremento del riesgo de mortalidad. Después de un ajuste por factoresasociados (por ejemplo, padecimientos crónicos, problemas funcionales y estatus socio económico), sólo 9% delas personas cuyo maltrato fue confirmado por los servicios sociales sobrevivieron durante el periodo de 13 añosde seguimiento, en comparación con una tasa de 40% de los que no habían sufrido maltrato (15).En el estado de Nuevo León (noreste de México), donde la tendencia incremental de la esperanza de vida essimilar al promedio del país, el 77,39% de la población de personas de edad avanzada (i.e. 60 años enadelante) está concentrada en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM) y alcanzó una tasa de crecimiento de4.07% en 1995 (16).A pesar de esta realidad demográfica y sus vinculaciones con la violencia familiar, se observa que en estecampo predominan estudios sobre mujeres y menores maltratados, pudiendo así darse por sentado que se tratade un asunto que no afecta a la vida de las personas de edad, aunque constituyen evidentemente un grupovulnerable. Se observa así un vacío en las estadísticas disponibles en las instituciones especializadas (porejemplo, Ministerio Público, Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).Por otra parte, la búsqueda y respuestas de ayuda han recibido poca atención en las publicaciones locales,pese a que se trata de aspectos importantes para la prevención y atención del maltrato. Es necesario remediarel desequilibrio entre contribuciones aptas para sustentar la toma de decisiones y la implementación de políticaspara mejorar la vida de las personas de edad. En esta perspectiva, el presente artículo explora el tema delmaltrato hacia las personas de edad en el entorno familiar desde un ángulo cualitativo. Se busca conocer 1) lostipos de maltrato familiar a que se enfrentan las personas de edad, 2) las fuentes de ayuda a su alcance y 3) lasrespuestas que obtienen al respecto en el contexto del AMM.SUJETOS Y MÉTODOEl estudio implicó el uso de un método cualitativo --procedimientos de valoración rápida-- conocido como RAP(Rapid Assessment Procedures) y considerado como un método subcultural de la antropología, que transitaentre las encuestas costosas y los métodos antropológicos tradicionales extensos (17). La pertenencia a estegrupo de población se define a partir de la edad de 60 años. Fue la base para excluir a las personaspensionadas con una edad menor.Naturaleza y fuentes de datosLos datos que se usan en este trabajo son esencialmente primarios y fueron generados en el marco de untrabajo de campo en instituciones del AMM (centros DIF y de salud comunitaria, casas club del anciano, centrosdel Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), la Fundación pro bienestar al anciano, AC y un asilo debeneficencia) que atienden a personas de edad a través de programas de día dirigidos a su salud y/o bienestar.El acopio de información se hizo en 1999, mayoritariamente en los centros DIF y de salud comunitariaubicados en zonas donde habita población socio económicamente desfavorecida. No se incluyó la residenciageriátrica "de lujo" ubicada en el municipio de San Pedro para personas de edad con recursos económicos ocuyos familiares pueden cubrir los gastos de su estancia, porque no se ha documentado ningún caso demaltrato familiar.En ese lugar se informó a la investigadora que los residentes suelen quejarse de haber sido víctimas de roboaunque no sea el caso. Por ello se recomienda al personal no aceptar ningún regalo por parte de ellos.ProcedimientosSe realizó una combinación de sesiones con grupos focales, conversaciones informales, entrevistas formalesindividuales con preguntas abiertas y semi abiertas dirigidas a muestreos de conveniencia compuestos depersonas de edad de ambos sexos. El personal de las instituciones que los atienden fue seleccionado con basea su experiencia y actuaron como informantes clave mediante entrevistas individuales. En total fueron 17informantes. En algunos casos los profesionales actuaron como facilitadores de los grupos focales.pdfMachine trial versionLos contactos frecuentes con personas de edad en sus días de convivencia favorecieron cierta confianzamutua, lo cual es indispensable para recabar la historia de casos. A solicitud de algunos, las conversaciones secontinuaron en su propio domicilio. Las visitas domiciliarias ocurrieron en un menor nivel, sin embargo,permitieron conocer el contexto físico de vida de ciertos participantes. El único asilo de beneficencia que sevisitó se considera como domicilio.Se buscó diversificar las fuentes y técnicas de recopilación de datos porque propicia una triangulación de lainformación, lo cual permite valorar hasta qué punto se corrobora la información. La complementariedad entretécnicas de entrevistas fue esencial porque la investigadora notó que las personas de edad se sienten máscómodas al expresarse oralmente que por escrito.Las sesiones de los grupos se hicieron al final del estudio porque se necesitaba una preparación anterior. Entotal hubo cuatro sesiones de entre 50 y 75 minutos realizadas en la unidad del IMSS del municipio de SanNicolás, dos centros DIF en los municipios de San Nicolás y de Monterrey, respectivamente, y un centro de